El Loco de Alcalde
El Loco de Alcalde
El Loco de Alcalde
Este loco, sabiéndose rechazado, ya con tres botellas encima de tonayan, perdió el
miedo, no quería seguir callado. Era un egresado de la carrera de filosofía, con
maestría en ciencias políticas, dos doctorados: uno en economía y el otro en
sociología, que había tomado díez diplomados a lo largo de su formación académica:
en nutrición, biología, matemáticas, agricultura, arte, cultura, pensamiento
criminal, antropología, lógica, física y astrología. Vale la pena contar este
amplio currículo, pues, tal vez nos ayude a entender la amplitud y origen de su
locura. Con 48 años, sabiéndose enfermo de un riñón, con problemas de vista, se
encontraba destrozado porque su mujer había fallecido. La historia no es linda y es
la siguiente:
un día pasaron a un oxxo, eso de las 9pm a comprar una cajetilla de cigarros antes
de llegar a su casa, había una fila larga, al parecer el servicio de tarjetas no
estaba funcionando y había 5 personas adelantes de ellos que querían hacer su pago
por ese medio, lo que hizo que se detuvieran unos 19 min. Cuando les tocaba pasar a
la caja, entraron 3 tipos corriendo y se empezaron a escuchar sirenas y camionetas
que llegaron al lugar con apuro y gran velocidad, de los cuales bajaron 2 policías
y 5 militares quienes empezaron a soltar balazos hacia dentro del local. El loco,
que estaba cercano a la caja se agachó inmediatamente y se pegó a los dulces, pero
su esposa, que ya había caminado hacia la puerta y que al entrar estos sujetos al
lugar la empujaron; cuando se estaba levantando su cuerpo quedó dando de frente a
las puertas, por las cuales estos personajes, policías, militares y tipos, no
dudaron en tirar balas a quemarropa. Desafortunadamente, la llenaron de agujeros, y
se desplomó al piso. Él no pudo con la imagen del cuerpo de su esposa. Quedó
inmovil, sin entender lo que sucedía, se destrozó. Los policías y militares no
recibieron ningún castigo. Fueron considerados héroes por haber capturado a los
tipos que al parecer eran narcotraficantes muy buscados; abogaron que fue un mal
necesario para poder capturar a los criminales. Los narcotraficantes se fugaron a
los tres días.
Por dicho suceso, el hombre deprimido hizo que su hija lo abandonara, ya que se
arrojó al vacío de las calles, del valemadrismo, del sinsentido de su existencia,
del odio a la sociedad. Dejó de llegar a su casa, de ver si su hija estaba bien, de
hablarle, de trabajar. Chocó su carro con intenciones de matarse. A esto, su hija
que tenía 17 años, se fue a casa de una de sus amigas y no le dijo a su padre con
quien, ni a donde. Tal vez él la alejó.
Es una pena pensar que en ocasiones el sistema nos oprime al grado de hacernos
sentir solos, desesperanzados, en un juego donde no tenemos decisión de lo que
puede pasar en nuestra vida, separados de todo determinismo y condenados al juego
de poderes económicos que se disputan el control de países, estados, bancos (de
personas). Rezamos en la desesperación, y Dios… desde nuestras trincheras, llora
por nosotros porque sabemos que no puede hacer nada. Nosotros, no somos capaces, no
vemos que podemos hacer algo por nosotros.
Todo esto rondaba sin parar en la cabeza de este hombre, que cada vez se sentía más
sumergido en las sombras, por lo que, lo que empezó a predicar, en su asamblea
ficticia, fue lo siguiente:
La opresión capitalista no es un poder que pueda perdurar tanto tiempo. En un mundo
opuesto, las personas dejan de tener miedo. Este mundo, dividido en clase
privilegiada y clase obrera, donde se sabe que los primeros equivalen al 2% de la
población y que tienen el 97% de la riqueza a nivel mundial, mientras los segundos,
nosotros, siendo el mayor número tenemos apenas riquezas para sobrevivir. Los
primeros han hecho una herencia que les permite estar acomodados de tal forma que
el trabajo para ellos se vuelve algo innecesario, pero siguen contratando a un
ejército de personas que hacen sus tareas, mientras estos disfrutan de ver todo lo
que nosotros en el mundo creamos. Ellos, son los amos, que gobiernan a través de
las creencias. Grupos minoritarios con el poder adquisitivo e ideológico. Pero eso
no puede durar así toda la vida. Las utopías se crean con la voluntad de querer un
mejor mundo para los iguales, estos iguales, que representamos al 98% de la
población a nivel mundial. ¡Obreros del mundo, es momento de unirnos!
Apropiense de sus lugares de trabajo. Roben al que les roba tiempo y vida. Dejen de
atacarse entre ustedes, porque se han encargado de separarnos, y la unión es un
cuento desde el cual quieren darnos esperanzas. Nosotros somos la unión, somos el
cambio de ahora, de esta vida, tenemos que despertar, salir de las burbujas en las
que nos han metido. Desde las que nos han mentido. Si el dinero dejará de tener
valor, seríamos capaces de vernos como iguales. La adquisición de bienes es
innecesaria, para existir sólo es necesario disfrutar, el mundo, su naturaleza, nos
provee de todo lo que necesitamos, nada más que comida, agua, sombra, luz,
oscuridad y diversidad de género. No hay más, las invenciones de moda, tecnología,
bienes raíces, puestos laborales, etc, etc, son cosas que no nos dan más que placer
de creación y a su vez, nos despojan de nosotros. ¡Estamos condenados a ser tan
libres que nos hemos vuelto nuestra prisión! el miedo lo ejercemos entre nosotros,
siguiendo las reglas de este juego en el que hemos nacido determinados. ¡Yo ya no
quiero jugar! ¡Yo nunca quise jugar! Y sin embargo, me quitan todo. Me han quitado
todo, y no me han dado nada, el dolor, es la respuesta, a lo que han creado, y
hemos perpetuado. La pobreza y desgracias son gracias a nosotros, los proletarios,
que nos levantamos día con día con la intención de alimentar a un sistema creyendo
que trabajamos, que ganamos dinero, que lo usamos para “vivir” bien, y que nos
permite alcanzar la felicidad. ¿Qué sabemos de felicidad, si el medio para llegar a
ella es el de auto-abandonarnos?
Mi esposa, mi esposa era todo lo que necesitaba. ¿Ustedes, ustedes de verdad creen
que necesitan todo lo que consumen? Estúpida felicidad efímera que no se ve saciada
nunca por la adquisición. Y siempre quieren más, trabajar más, hacer más. Nolo ven.
Idiotas, no lo ven.
Fueron las palabras que recito este hombre perdido, alcoholizado, herido, por la
perdida y sucesos de humanos de los cuales no pudo controlar sus acciones. La gente
que pasaba a su alrededor, medio escuchaba lo que decía, pero lo olvidaba
rápidamente, al alejarse, al momento en el que dejaban de percibir su voz, lo
pensaban brevemente con desprecio, pobre inadaptado, hombre loco, uno de tantos, de
esos desgraciados sin rumbo, de esos que no entienden nada. El hombre murió esa
noche, por el cansancio, por la ceguera, por la cirrosis, por la locura, por la
perdida.
Organización: un día los empleados dejaron de cobrar, el ejército dejó de recibir
órdenes, aquellas personas que formaban parte de las instituciones que legitiman el
estado al fin pudieron verse como ciudadanos, y entonces, las personas volvieron a
trabajar a través del trueque. Thomas Moro se realizó. Los filósofos lograron armar
una teoría en donde el anarquismo se volvió un valor, un derecho, y a la vez una
idea que fundamentó el significado de humano. Los Dioses dejaron de vivir en el
cielo, en el mundo meta-terrenal y las personas, pudieron verse como iguales. Esto
llevó años, pero empezó con acciones rebeldes, de abolición a un sistema. Las
personas dejamos de tener miedo. Supimos reconocernos.
Todas las ciencias son sociales, hasta la tecnología, al final está sirve al humano
y sus necesidades.
Destruye el imperio que has creado. Deja de imitar aquello que has aprendido. La
unicidad de la raza humana requirió un lavado de cabeza que le hiciera desaprender
toda una herencia arraigada a la violencia, luchas de poder, individualismo de
grupos sociales, la brecha nacionalista y patriótica. Pero costó. invertir esta
pelea de poderes, fue, un pequeño paso de la raza humana que llevaría a un gran
salto que cambiaría el concepto de humanidad.