Compendio L Y L. CSA 1.° AÑO 2024
Compendio L Y L. CSA 1.° AÑO 2024
Compendio L Y L. CSA 1.° AÑO 2024
º AÑO
Lengua y Literatura
2024
(Material de uso interno)
Lengua y literatura
Esta breve guía de pautas tiene como fin comunicar cómo vamos a trabajar durante todo el año. Recomendamos
leerla y conocerla para que la producción de tareas durante el año esté acorde con los objetivos planteados en
esta guía y en el programa de la materia.
1. Organización de la carpeta:
Lengua y Literatura
Camila López
1.º A
Hoja n.° 1
Material de trabajo
Durante el año trabajaremos con diversos materiales (novelas, obras de teatro, entre otros) que iremos
encargando más adelante.
En cada clase se chequeará que todos los alumnos tengan su material. Si un alumno olvida el material de trabajo
tres veces se colocará un DESAPROBADO, calificación que se incluirá entre otras notas del cuatrimestre. Si bien
esta medida puede resultar antipática y severa, tiene como fin generar hábitos necesarios para trabajar en el
nivel secundario.
Evaluaciones
Durante el ciclo tendremos diferentes tipos de evaluaciones. Algunas serán orales, otras escritas, individuales o
grupales. Siempre se dará aviso acerca de las fechas y temas a evaluar. Pero además, durante las clases
también se hará una tarea de evaluación del trabajo día a día, el vínculo con los compañeros, las actitudes, la
participación, el cumplimiento a la hora de presentar actividades o de contar con los materiales propios.
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EJE N° I: NORMATIVA Y GRAMÁTICA
ESTUDIOS LINGÜÍSTICOS
LA PALABRA
La palabra, según la Real Academia Española, es una unidad lingüística, dotada generalmente de
significado, que se separa de las demás mediante pausas potenciales en la pronunciación y blancos en
la escritura.
La mayoría de las palabras tienen una división interior en sílabas. Las sílabas se forman con letras en las
que distinguimos dos grupos:
● Las vocales: pueden formar sílabas por sí mismas. Por ejemplo: A-le-grí-a; e-le-gan-te.
● Las consonantes: necesitan de una vocal para formar sílabas.
A-B-C-D-E-F-G-H-I-J-K-L-M-N-Ñ-O-P-Q-R-S-T-U-V-W-X-Y-Z
MORFOLOGÍA
Por ejemplo:
Re- escrib- ir
Prefijo morfema base sufijo
A estas partes que forman las palabras y que tienen significado se las llama morfemas.
Dentro de los morfemas están:
● Los prefijos: van delante;
● Los sufijos: van detrás;
● Los morfemas base: se identifican una vez que determinamos los prefijos y sufijos y le dan la
base de significación a las palabras.
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SINTAXIS
La sintaxis estudia la forma en que se combinan las palabras y las relaciones que existen entre ellas. Por
ejemplo, estableciendo sus núcleos y modificadores:
LA BESTIA DE FUEGO
M.D N. M.I
SEMÁNTICA
La semántica estudia los significados de las palabras, las oraciones y los textos. Por ejemplo:
● Me regalaron una muñeca.
● Jugando al tenis me doblé la muñeca.
ACTIVIDADES:
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CLASES DE PALABRAS
EL SUSTANTIVO
SUSTANTIVO: es la clase de palabra que se emplea para designar seres y entidades: personas, animales
y cosas, ya sean concretos, abstractos o imaginarios.
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CRITERIO SINTÁCTICO
CRITERIO SEMÁNTICO
● SUSTANTIVOS PROPIOS: nombran un ser u objeto determinado dentro del grupo genérico al
que pertenecen sin comunicar sus características y lo distinguen así de otros de su misma clase.
Se escriben siempre con mayúscula. Ej.: “Susana” designa a un ser humano específico.
● SUSTANTIVOS COMUNES: son descriptivos. El receptor tiene la imagen mental del objeto que el
sustantivo nombra. Se refieren a individuos que se distinguen por un número de características
comunes. Ej.: perro, designa a todos los individuos de esa especie.
● SUSTANTIVO CONCRETO: nombran objetos o seres de existencia real o que pueden imaginarse:
perro o hadas. Por ejemplo: Juan- terremoto. El sustantivo que nombra a seres que no tienen
existencia real pero que le atribuimos apariencia semejante es también concreto. Por ejemplo:
brujo- fantasma- centauro.
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● SUSTANTIVO ABSTRACTO: se refieren a cualidades, propiedades o fenómenos que no tienen
existencia independiente, sino que remiten siempre a individuos u objetos con las cuales se
relacionan esas cualidades, propiedades o fenómenos. Por ejemplo: dulzura, timidez, llegada.
La mayoría de los sustantivos abstractos derivan de verbos y adjetivos que llevan los siguientes sufijos:
Ad ud eda ía eza ez anza ancia ura sión ción encia icia ada
CRITERIO MORFOLÓGICO
a) GÉNERO: Los sustantivos son palabras variables, presentan distintas desinencias para indicar los
accidentes gramaticales de género y número; también para formar aumentativos, diminutivos y
despectivos.
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ACTIVIDADES
1) Ballena
2) Juan
3) Manzana
4) África
5) Ana
6) Palmera
7) Mar
8) Océano
9) Ordenador
10) España
11) América
12) Plutón
13) Ecuador
14) Playa
7
15) Lotería
16) Dinero
17) Barcelona
18) Bombilla
19) Lección
20) María
21) Teléfono
22) Teresa
23) Reloj
24) Bogotá
25) Pez
26) Juan
27) Jalisco
28) Samsung
29) Toyota
30) Té
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2. Indicá si los siguientes nombres subrayados son comunes (C) o propios (P):
1) Archipiélago
2) Melón
9
3) Pluma
4) Cubertería
5) Piedra
6) Dentadura
7) Pez
8) Enjambre
9) Nube
10) Flota
11) Piara
12) Gaviota
13) Médico
14) Constelación
15) Hoguera
16) Banco
17) Película
18) Banda
10
19) Músico
20) Federación
1) Palmera
2) Sueño
3) Justicia
4) Valentía
5) Coche
6) Niño
7) Simpatía
8) Debilidad
9) Isla
10) Libro
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ARTÍCULOS: es la clase de palabra que se antepone al sustantivo para determinarlo y concuerda con él
en género y número. El artículo es un tipo de determinante actualizador, una categoría de la morfología
que emplean algunas lenguas para actualizar o precisar la referencia de un sustantivo, transformándolo
de desconocido y abstracto («un libro») a conocido y concreto («el libro»).
Por ejemplo: la mujer- el monstruo.
SINGULAR el la lo un una
PLURAL los las unos unas
Nota:
Los sustantivos femeninos que empiezan con una "a" tónica deben llevar el artículo masculino (a
menos que entre el artículo y el sustantivo haya un adjetivo):
● El agua limpia, un agua clara, la limpia agua, las aguas limpias, esa agua limpia
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ADJETIVOS
ADJETIVO:
Palabra cuya función propia es la de modificar al sustantivo —con el que concuerda en género y
número—, bien directamente: casa PEQUEÑA; MAGNÍFICAS vistas;AQUEL avión; bien a través de un verbo, caso
en el que el adjetivo funciona como atributo o como predicativo: La casa es PEQUEÑA; Los niños comen
TRANQUILOS.
Según la función que cumplen y el sentido que aportan, pueden clasificarse en: calificativos,
demostrativos, posesivos, numerales y gentilicios.
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CRITERIO SINTÁCTICO
El adjetivo cumple la función de modificador directo del núcleo del sujeto, atributo o predicativo.
CRITERIO MORFOLÓGICO
CRITERIO SEMÁNTICO
ADJETIVOS CALIFICATIVOS: Son los que expresan cualidades, propiedades, estados o características de
las entidades a las que modifican, como suave, valiente, nervioso, conductivo, magnético, u otras
nociones, como relación o pertenencia, origen, etc.: materno, policial, químico, aristócrata, americano,
siguiente, presunto.
ADJETIVOS DEMOSTRATIVOS: marcan la distancia espacial o temporal entre la persona que habla y la
persona u objeto del que se habla.
SINGULAR PLURAL
MASCULINO este estos
FEMENINO esta estas
MASCULINO ese esos
FEMENINO esa esas
MASCULINO aquel aquellos
FEMENINO aquella aquellas
● este, esta, estos, estas, se usan para seres o cosas que están cercanos temporal o espacialmente a
la persona que habla. Por ejemplo: ESTE año ganaré la lotería (proximidad temporal); me gustan
ESTOS perros (proximidad espacial).
● ese, esa, esos, esas, se emplean para señalar cosas o personas cercanas al interlocutor. Por
ejemplo: ESE papel es bueno para dibujar (proximidad espacial); ESAS noches fueron tu perdición
(proximidad temporal).
● Aquel, aquella, aquellos, aquellas, son adjetivos que marcan distancia temporal o espacial del
objeto o persona de quien se habla. Por ejemplo: AQUEL año sufrió mucho (lejanía temporal);
AQUELLAS horas fueron de angustia. (lejanía temporal)
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ADJETIVOS POSESIVOS: establecen una relación de propiedad entre la cosa o persona nombrada, quien
habla, quien escucha o de quien se habla.
SINGULAR PLURAL
mío míos
mía mías
tuyo tuyos
tuya tuyas
suyo suyos
suya suyas
nuestro nuestros
nuestra nuestras
vuestro vuestros
vuestra vuestras
Forma apocopada de los adjetivos posesivos: cuando se anteponen al sustantivo pierden su desinencia
de género; esto ocurre solamente con los adjetivos mío, tuyo y suyo.
SINGULAR PLURAL
mi mis
tu tus
su sus
ADJETIVOS GENTILICIOS: se emplean para indicar el lugar de origen de la cosa, animal o persona
designada por el sustantivo. Se forman, en general, por derivación del nombre de la ciudad, estado,
provincia o país correspondiente. Por ejemplo: argentino, egipcio, africano, porteño.
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ACTIVIDADES:
Creador
Adorable
Voraz
Cruel
Peor
Gris
Mayor
Estimable
Reprobado
Tenaz
Frito
Áspero
Escribí un adjetivo numeral en los espacios en blanco. Puede ser cardinal, ordinal, múltiplo o
partitivo.
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EL VERBO
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VERBO: es la clase de palabra que expresa acciones, estados o procesos. Siempre se refiere a las
actividades que realizan o padecen las personas o animales, así como a las situaciones o estados que
éstos se encuentran, los cambios que sufren los objetos, las manifestaciones de diversos fenómenos de
la naturaleza.
CRITERIO SINTÁCTICO
CRITERIO MORFOLÓGICO
A. PERSONA Y NÚMERO
SINGULAR PLURAL
PRIMERA PERSONA (yo) camin-o (nosotros) camin-amos
SEGUNDA PERSONA (tú) camin-as (usted) camin-a (ustedes) camin-an (vosotros) camin-áis
TERCERA PERSONA (él) camin-a (ellos) camin-an
B. MODO
Es el accidente gramatical que expresa la actitud del hablante frente a lo que enuncia. Hay tres modos:
INDICATIVO-SUBJUNTIVO-IMPERATIVO
1) El MODO INDICATIVO se usa generalmente para referir hechos reales, ya sea en pasado, presente o
futuro. Por ejemplo: usted trabaja demasiado.
2) El MODO SUBJUNTIVO expresa una acción posible, de deseo, creencia o duda, etc. Por ejemplo:
quiero que Antonio cocine.
3) El MODO IMPERATIVO expresa súplica, mandato o ruego; sólo tiene las formas de segunda persona,
singular y plural. Por ejemplo: apaga la luz.
C. TIEMPO
Es el accidente gramatical que señala el momento en que se realiza la acción; los tiempos básicos son
PRESENTE-PRETÉRITO-FUTURO
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Los tiempos verbales pueden ser:
I. Simples: se forman a partir de la raíz del verbo, añadiendo una desinencia específica. Por ejemplo:
cant-ó (presente) cant-é (pretérito) cant-aré (futuro).
II. Compuestos: se utiliza el verbo haber como auxiliar conjugado y el participio del verbo que se trate.
Por ejemplo: he cantado hube cantado habré cantado.
D. VOZ
II. Voz pasiva: el sujeto es paciente, es decir, recibe la acción del verbo. Para su formación se emplea el
verbo ser como auxiliar, conjugado, y el participio del verbo principal: fue entregado, son revisados,
serán analizados, serían asumidas
POR SU FLEXIÓN:
a. Regulares: son los que al conjugarse no sufren modificaciones en su raíz y siguen las desinencias del
modelo al que pertenecen. Por ejemplo: reconocer 🡪 reconozco
b. Irregulares: son los verbos que al conjugarse presentan alteraciones en su raíz o en su terminación,
es decir, no siguen la conjugación del modelo al que pertenecen.
Por ejemplo: traer traigo traje;
caer caiga caí
POR SU SIGNIFICADO:
● Copulativos: son los verbos que no aportan un significado pleno, sólo se emplean para unir el
sujeto y el predicado; los principales verbos copulativos son ser y estar.
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ACTIVIDADES:
En las siguientes oraciones, añadí el verbo copulativo que falta en los espacios en blanco, cuidando el
sentido y la coherencia.
Se incluyen aquí, además de los tres verbos modelo de la conjugación regular (amar, temer, partir)
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pret. pret. pret. anterior/ futuro condicional
perfecto pluscuamperfecto/ antecopretérito antepretérito compuesto / compuesto /
compuesto / antefuturo antepospretérito
antepresente
he amado había amado hube amado habré habría amado
has amado habías amado hubiste amado amado habrías amado
ha amado había amado hubo amado habrás habría amado
hemos habíamos amado hubimos amado amado habríamos
amado habíais amado hubisteis amado habrá amado
habéis habían amado hubieron amado amado habríais amado
amado habremos habrían amado
han amado amado
habréis
amado
habrán
amado
SUBJUNTIVO
TIEMPOS SIMPLES
presente pret. imperfecto / pretérito futuro simple / futuro
ame amara o amase amare
ames amaras o amases amares
ame amara o amase amare
amemos amáramos o amásemos amáremos
améis amarais o amaseis amareis
amen amaran o amasen amaren
TIEMPOS COMPUESTOS
pret. perfecto pret. pluscuamperfecto / futuro compuesto /
compuesto / antepretérito antefuturo
antepresente
haya amado hubiera o hubiese amado hubiere amado
hayas amado hubieras o hubieses amado hubieres amado
haya amado hubiera o hubiese amado hubiere amado
hayamos amado hubiéramos o hubiésemos amado hubiéremos amado
hayáis amado hubierais o hubieseis amado hubiereis amado
hayan amado hubieran o hubiesen amado hubieren amado
IMPERATIVO
ama (amá), amad
FORMAS NO PERSONALES
infinitivo participio gerundio
SIMPLE COMPUESTO amado SIMPLE COMPUESTO
amar haber amado amando habiendo amado
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2. TEMER Verbo modelo de la 2.ª conjugación
INDICATIVO
TIEMPOS SIMPLES
presente pret. imperfecto / pret. perfecto futuro condicional
copretérito simple /pretérito simple / simple /
futuro pospretérito
temo temía temí temeré temería
temes temías temiste temerás temerías
(temés) temía temió temerá temería
teme temíamos temimos temeremos temeríamos
tememos temíais temisteis temeréis temeríais
teméis temían temieron temerán temerían
temen
TIEMPOS COMPUESTOS
pret. pret. pret. anterior/ futuro condicional
perfecto pluscuamperfecto/ antecopretérito antepretérito compuesto / compuesto /
compuesto / antefuturo antepospretérito
antepresente
he temido había temido hube temido habré habría temido
has temido habías temido hubiste temido temido habrías temido
ha temido había temido hubo temido habrás habría temido
hemos habíamos temido hubimos temido temido habríamos
temido habíais temido hubisteis temido habrá temido
habéis habían temido hubieron temido temido habríais temido
temido habremos habrían temido
han temido temido
habréis
temido
habrán
temido
SUBJUNTIVO
TIEMPOS SIMPLES
presente pret. imperfecto / pretérito futuro simple / futuro
tema temiera o temiese temiere
temas temieras o temieses temieres
tema temiera o temiese temiere
temamos temiéramos o temiésemos temiéremos
temáis temierais o temieseis temiereis
teman temieran o temiesen temieren
TIEMPOS COMPUESTOS
pret. perfecto pret. pluscuamperfecto / futuro compuesto /
compuesto / antepretérito antefuturo
antepresente
haya temido hubiera o hubiese temido hubiere temido
hayas temido hubieras o hubieses temido hubieres temido
haya temido hubiera o hubiese temido hubiere temido
hayamos temido hubiéramos o hubiésemos temido hubiéremos temido
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hayáis temido hubierais o hubieseis temido hubiereis temido
hayan temido hubieran o hubiesen temido hubieren temido
IMPERATIVO
teme (temé), temed
FORMAS NO PERSONALES
infinitivo participio gerundio
SIMPLE COMPUESTO temido SIMPLE COMPUESTO
temer haber temido temiendo habiendo temido
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parta partiera o partiese partiere
partamos partiéramos o partiésemos partiéremos
partáis partierais o partieseis partiereis
partan partieran o partiesen partieren
TIEMPOS COMPUESTOS
pret. perfecto pret. pluscuamperfecto / futuro compuesto /
compuesto / antepretérito antefuturo
antepresente
haya partido hubiera o hubiese partido hubiere partido
hayas partido hubieras o hubieses partido hubieres partido
haya partido hubiera o hubiese partido hubiere partido
hayamos partido hubiéramos o hubiésemos partido hubiéremos partido
hayáis partido hubierais o hubieseis partido hubiereis partido
hayan partido hubieran o hubiesen partido hubieren partido
IMPERATIVO
parte (partí), partid
FORMAS NO PERSONALES
infinitivo participio gerundio
SIMPLE COMPUESTO partido SIMPLE COMPUESTO
partir haber partido partiendo habiendo partido
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RELACIONES LÉXICAS
Conocer los sinónimos, antónimos, homónimos y parónimos, ayuda a entender la relación que guardan
entre sí algunas palabras.
SINÓNIMOS
Los sinónimos son palabras que tienen igual significado o que aunque compartan el significado en
forma exacta, su reemplazo dentro de la oración no ocasiona modificaciones en el significado completo
de la misma.
Muchas veces, la diferencia se debe al nivel de la lengua que corresponde a cada una de las palabras.
Su uso es sumamente útil para evitar la repetición de ciertas palabras dentro de un texto.
Por ejemplo:
● Fecundidad: reproducción, fertilidad, fructificación, maduración.
ANTÓNIMOS
Los antónimos son palabras que tienen significado opuesto respecto de un eje de sentido. Se debe
tener cuidado ya que algunas palabras tienen varios significados y el antónimo correspondiente a cada
uno de ellos es diferente.
Por ejemplo:
● Derrota: triunfo, logro.
● Unir: separar, romper, desgarrar, dividir
PARÓNIMOS
Los parónimos son palabras que suenan igual (homófonas) pero se escriben de manera diferente (no
homógrafas), por lo tanto tienen significado distinto. En nuestro idioma existen letras diferentes que
representan el mismo fonema.
Por ejemplo:
● aprender de conocimiento y aprehender del verbo tomar o agarrar,
● arroyo (riachuelo,) – arrollo (atropellar),
● asar (fuego) azar (juego),
● bienes (propiedad) vienes (verbo venir),
● cegar (ciego) segar (cortar)
● cocer (cocinar alimentos) coser (costura)
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HOMÓNIMOS
Los homónimos son palabras que se escriben igual (homógrafas) y suenan igual (homófonas), pero
tienen distinto significado. Existen palabras que poseen varios significados que no mantienen relación
alguna entre sí. Al ubicarlas dentro de una oración puede saberse cuál es el significado que se le dio en
cada caso.
Por ejemplo:
● Suelo (sinónimo de acostumbro) suelo (superficie de la tierra)
● masa (harina) masa (multitud)
ACTIVIDADES:
1. Escribí dos sinónimos y dos antónimos para cada una de las siguientes palabras. Actividad, acreditar,
dogma, fanático, ligero, olvido, penuria, polémico, quietud, quitar, público, resarcir, rumor, talento.
2. Discutí en grupo, palabras que conozcas como sinónimos y antónimos de acuerdo a su manejo de
vocabulario.
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REGLAS DE ACENTUACIÓN
En español, a diferencia de otras lenguas -el inglés, por ejemplo- existe además del acento fonético, el
acento ortográfico.
El acento prosódico es la mayor intensidad con que se pronuncia una sílaba dentro de una palabra. La
sílaba que recibe el acento de intensidad se denomina sílaba tónica; las demás, átonas. En algunos
casos, la sílaba tónica lleva una marca gráfica, denominada tilde.
Según el lugar que ocupa la sílaba tónica, pueden distinguirse tres clases de palabras: agudas, graves y
esdrújulas
PALABRAS AGUDAS
PALABRAS AGUDAS son las que tienen la sílaba tónica en último lugar. Llevan tilde si terminan en
vocal, en n o en s.
Excepciones:
a) Las palabras monosílabas no llevan tilde (todas son agudas), porque en ellas no es preciso señalar en
qué sílaba recae la mayor intensidad: vas, pie, fui, vi, etc. En algunas palabras, sobre todo monosílabas,
se utiliza la llamada tilde diacrítica.
b) Las palabras agudas terminadas en -n o en -s precedida por cualquier otra consonante, incluida la n,
no llevan tilde: Orleans, robots, tictacs, zigzags, ballets.
c) Las palabras agudas terminadas en -y (diptongos o triptongos) no llevan tilde: estoy, convoy, Godoy.
PALABRAS GRAVES
PALABRAS GRAVES son las que tienen la sílaba tónica en penúltimo lugar. Llevan tilde si no terminan
en vocal, ni en n, ni en s.
Excepción:
a) Las palabras graves terminadas en cualquier consonante seguida de n o de s llevan tilde: fórceps,
bíceps, cómics.
Observación: Las palabras graves terminadas en dos vocales abiertas se escriben sin tilde, pues son
llanas terminan en vocal: zoo, posee, bacalao, etc.
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PALABRAS ESDRÚJULAS
PALABRAS ESDRÚJULAS son las que tienen la sílaba tónica en el antepenúltimo lugar. Siempre llevan
tilde. Por ejemplo: público, sílaba, cántaro, teléfono, página, sábana, sábado, rápido.
PALABRAS SOBRESDRÚJULAS son las que tienen la sílaba tónica antes del antepenúltimo lugar.
Normalmente las palabras sobresdrújulas llevan tilde (acento ortográfico).
No obstante, en el caso de adverbios creados a partir de adjetivo con el sufijo -mente, solo se
acentuarán en el caso de que el adjetivo lleve la tilde por sí solo. Por ejemplo, la palabra difícilmente
lleva tilde puesto que el adjetivo del que está formada (difícil) también la lleva, sin embargo,
efectivamente no la lleva ya que tampoco la tiene efectiva.
Se trata, pues, de dos tipos de palabras formadas desde: adverbios de modo terminados en -mente:
quí-mi-ca-men-te
e-vi-den-te-men-te
rá-pi-da-men-te
tran-qui-la-men-te
Formas verbales formadas por la composición de dos pronombres personales átonos con una forma
verbal:
dí-ga-me-lo
per-mí-ta-se-me
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CASOS ESPECIALES DE TILDACIÓN.
Ejemplos:
Actividad: Ubicá las siguientes palabras según sean agudas, graves o esdrújulas: teatro, mansión,
estudiantil, país, corrección, tranvía, calle, curiosidad, rápido, caminá, camina, púrpura, pez, fácil,
barrilete, escalar, ola, casual, pálido, suave, ahí, hay, lágrimas, estaré, fábrica, fabrica, fabricá, hacia,
hacía, viajar, sol.
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REGLAS DE ORTOGRAFÍA.
USOS DE LA B:
● Grupos ob-, ab-, abs-, obs-. Las palabras que comienzan con ob-, ab-, abs-, obs- se escriben con b.
Ejemplos: obtener, abrochar, abstenerse, obstetra.
● Prefijos bi-, bis-, biz-. Las palabras que comienzan con los prefijos bi-, bis-, biz- (que significan dos o
doble) se escriben b. Ejemplos: bilateral, bisiesto,bizco.
● Prefijos biblio-, bio. Las palabras que comienzan con los prefijos biblio- (que significa libro) y bio
(que significa vida) se escriben con b. Ejemplos: biblioteca, biología.
● Prefijos sub-. Las palabras que comienzan con el prefijo sub- ( que significa debajo de) se escriben
con b. Ejemplos: subterráneo, submarino.
● Palabras que comienzan con bu-, bur-, bus-. Las palabras que comienzan con bu-, bur-, bus- se
escriben con b. Ejemplos: buzo, burbuja, buscar.
● Desinencias verbales en –aba, -abas, -ábamos, -aban. Las desinencias de los verbos de la primera
conjugación (los que terminan en –ar) y las del verbo ir, en el pretérito imperfecto del modo
indicativo, se escriben con b. Ejemplos: miraba, saltabas, jugábamos, alababan, ibas.
● Terminaciones en –bir y –buir. Los verbos terminados en –bir y-buir se escriben con b. Ejemplos:
escribir, contribuir. Son excepciones: hervir, servir, vivir y sus compuestos.
● Terminación en –bundo, -bunda. Las palabras terminadas en –bundo y –bunda se escriben con b.
Ejemplos: vagabundo, meditabunda.
● Terminaciones en –bilidad. Las palabras terminadas en –bilidad se escriben con b. Ejemplos:
debilidad, habilidad. Son excepciones: movilidad y civilidad.
● Antes de L o R se escribe b. Ejemplos: brazo, blanca.
● Después de M se escribe b. Ejemplos: tambor, ambos.
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USOS DE LA V:
● Terminaciones en –ívoro, -ívora. Las palabras terminadas en –ivoro, -ívora se escriben con v.
Ejemplos: carnívoro, herbívora. Es excepción víbora.
● Grupo nv. Después de n se escribe v. Ejemplos: envidia, envase.
● Grupos clav- y equiv-. Los grupos clav- y equiv- siempre se escriben con v. Ejemplos: clavo,
equivocar.
● Después de las sílabas lla, lle, llo, llu siempre se escribe v. Ejemplos: llave, llevar, llovizna, lluvia.
● Desinencias verbales en –uve, -uviste, -uviera, -uvieses, -uviéremos, etc. Las desinencias de los
verbos estar, andar y tener, en el pretérito perfecto simple del modo indicativo y el pretérito
imperfecto y el futuro imperfecto del modo subjuntivo se escriben con v. Ejemplos: anduve,
estuviste, tuviera, anduvieses, tuviéremos.
● Algunas desinencias verbales del verbo ir. El verbo ir en los tiempos presentes del modo indicativo
y subjuntivo, y en modo imperativo, se escribe con v. Ejemplos: voy, vas, vamos, vaya, vayan, ve.
USOS DE LA C:
● Sílabas ce, ci. La Z se transforma en c delante de e y de i. Ejemplos: capaz: capaces; tapiz: tapicería.
● Sufijo-cidio, -cida. Los sufijos –cidio (que significa asesinato) y –cida (quien lo comete) se escriben
con c. Ejemplos: suicidio, homicida.
● Terminación en –ción. Los sustantivos terminados en –ción se escriben con c cuando en su familia
hay palabras terminadas en –do, -dor, -to, -tor, -tivo, -tiva. Ejemplos: reactor, reactivo, reacción;
creado, creador, creación.
● Terminación en –cimiento. Los sustantivos terminados en –cimiento se escriben con c. Ejemplos:
nacimiento, yacimiento.
● Terminación en –cer, -cir, -ciar. Los verbos terminados en –cer, -cir y –ciar y sus derivados, se
escriben con c. Ejemplos: permanecer, hacer, decir, denunciar. Son excepciones ser, coser, toser,
asir, ansiar, anestesiar, extasiar.
● Terminaciones en –ancia, -encia. Las palabras terminadas en –ancia, -encia se escriben con c.
Ejemplos: vagancia, paciencia. Son excepciones: ansia, hortensia.
● Terminaciones en –icio, -icia. Las palabras terminadas en –icio, -icia se escriben con c. Ejemplos:
vicio, caricia.
USOS DE LA S:
● Adjetivos terminados en –oso, -osa. Los adjetivos terminados en –oso, -osa se escriben con s.
Ejemplos: perezoso, laboriosa, rabioso, rotosa.
● Adjetivos terminados en –sivo, -siva y sible. Los adjetivos terminados en –sivo, -siva y –sible se
escriben con s. Ejemplos: comprensivo, pasiva, visible.
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● Terminaciones en –sión. Los sustantivos terminados en –sión se escriben con s cuando en su
familia hay palabras terminadas en –so, -sor, -sivo, -siva y sible. Ejemplos: extensión (extenso),
invasión (invasor), televisión (televisivo), visión (visible).
● Terminaciones en –ersa, -erso, y –esto, -esta. Las palabras terminadas en –ersa, -erso, y –esto,
-esta se escriben con s. Ejemplos: perversa, converso; supuesto, modesta.
● Superlativos (palabras que indican el grado máximo de un adjetivo o un adverbio) terminados en
–ísimo, -ísima. Los superlativos terminados en -ísimo, -ísima se escriben con s. Ejemplos: llenísimo,
bellísima, malísimo, buenísima.
● Sustantivos y adjetivos terminados en –és, -eses. Los sustantivos y adjetivos terminados en –és,
-eses se escriben con s. Ejemplos: cortés, corteses; cordobés, cordobeses; japonés, japoneses.
● Gentilicios (palabras que indican procedencia geográfica) terminados en –ense. Los gentilicios
terminados en –ense se escriben con s. Ejemplos: marplatense, bonaerense, nicaragüense.
USOS DE LA Z:
● Terminación en –azo, -aza (que indica aumento de tamaño y también golpe dado con…) se
escriben con Z. Ejemplo: manaza, zapatillazo.
● Terminación en –azgo. Las palabras que terminan en –azgo se escriben con Z. Ejemplo: hallazgo.
● Adjetivos terminados en –iza, -izo. Los adjetivos terminados en –izo, -iza se escriben con Z.
Ejemplos: escurridizo, movediza.
● Adjetivos terminados en –az, -oz. Los adjetivos agudos que terminan en –az y –oz se escriben con
Z. Ejemplos audaz, atroz.
● Sustantivos terminados en –anza. Los sustantivos terminados en –anza se escriben con z. Ejemplos:
esperanza, andanza, tardanza.
● Sustantivos terminados en –ez, -eza. Los sustantivos abstractos terminados en –ez, -eza se escriben
con z. Ejemplos: vejez, pobreza.
● Desinencias verbales de verbos terminados en –acer, -ecer, -ocer y -ucir. Llevan z delante de c en
algunos tiempos verbales. Ejemplos: nacer, nazco; crecer, crezco; conocer, conozcas; lucir, luzcan.
USOS DE LA G:
● Prefijo –geo. El prefijo –geo (que significa tierra) se escribe con g. Ejemplos: geografía, geólogo.
● Sufijo –logía. El sufijo –logía (que quiere decir estudio de…) se escribe con g. Ejemplos: biología,
paleontología.
● Sufijos –gésimo, -génito y –genario. Los sufijos –gésimo, -génito y –genario se escriben con g.
Ejemplos: vigésimo, congénito, octogenario.
● Terminaciones en –ger, -gir y –gerar. Los verbos terminados en –ger, -gir y –gerar, y los términos
pertenecientes a sus familias, se escriben con g. Ejemplos: emerger, emergencia, transigir,
intransigencia, exagerar, exageración. Son excepciones: tejer, crujir y sus derivados.
● Terminaciones en –gio, -gia. Las palabras terminadas en –gio, -gia y sus derivados se escriben con g.
Ejemplos: refugio, refugies; alergia, alérgico; privilegio, privilegiado.
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● Grupo gen. El grupo gen se escribe con g, forme o no sílaba. Ejemplos: agencia, gente, margen,
ingeniero.
● Terminación –gente y –gencia. Las palabras terminadas en –gente y gencia se escriben con g.
Ejemplos: urgente, emergencia, regente, vigencia.
USOS DE LA J:
● Terminaciones en –jero, -jera, jería. Las terminaciones –jero, -jera, -jería se escriben con j.
Ejemplos: sonajero, relojera, cerrajería. Son excepciones, ligero, flamígero y las desinencias de los
verbos terminados en –gerar (por ejemplo: exagero, aligera).
● Terminaciones en –aje. Las palabras que terminan en –aje se escriben con j. Ejemplos: carruaje,
pasaje.
● Terminaciones verbales con j. En los verbos decir, traer y sus derivados, y en aquellos terminados
en -ducir se usa j en el pretérito perfecto simple del modo indicativo y en el pretérito imperfecto y
el futuro imperfecto del modo subjuntivo. Ejemplos: bendijera, produje, dije, traje, condujeran.
ACTIVIDADES CON B Y V
1. Señalá con “D” Ias definiciones disparatadas y con “A” las adecuadas:
Bisoñé: soñé dos veces Bienvenida: que fue recibida dos veces
Biforme: que puede tener dos Bilingüe: que sabe dos lenguas
formas
Bicameral: compuesto por dos Bimensual: que se hace dos veces por mes
Cámaras
brusco hechizo
oblicuo deber
observatorio rudo
obtener mirador
objetivo meta
brujería inclinado
obligación lograr
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3. Completá el siguiente esquema con adjetivos terminados en –ble o sustantivos abstractos
terminados en –bilidad.
-ble -bilidad
amabilidad
transitabilidad
visible
permeable
responsabilidad
aceptabilidad
adaptable
afable
disponibilidad
confiabilidad
Grupo nv.
ACTIVIDADES CON C, S Y Z
1. Anotá junto a cada palabra de la siguiente lista, una palabra afín que termine en -ción:
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2. Uní con flechas las palabras con sus respectivas definiciones:
3. Ahora que conoces qué quiere decir cada palabra del punto 2, elaborá una oración con cada una
de ellas, sin dar la definición.
4. A partir de los siguientes adjetivos, realizá los cambios necesarios para formar los sustantivos
correspondientes:
Adjetivo Sustantivos
vago
elegante
potente
elocuente
negligente
gerente
perseverante
abundante
constante
distante
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5. Combiná los sustantivos de la lista A con adjetivos de la lista B, de tal manera que las frases
resultantes queden coherentes:
Lista A Lista B
Hombre cariñoso Brioso.
Coloración rosa Cerosa.
Reptil verdoso Frondosa.
Seda cerosa Asqueroso
Proceso vertiginoso horrorosa.
Plaga horrorosa Cariñoso.
Arboleda frondosa verdosa.
Arena asquerosa Rosa.
Caballo brioso vertiginoso.
Sustantivos Adjetivos
Expresión
obsesión
extorsión
Compulsión
Extensión
suspensión
agresión
Decisión
Posesión
expansión
capaz fugaz
lápiz tenaz
eficaz feliz
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9. Ahora, combinemos B, V, C, S, Z, G y J. Completá, según corresponda, los siguientes textos:
Texto I
Las arañas especialistas en mariposas nocturnas tejen finí imas redes para atraparlas, pero para
que eso ocurra es impre indi le que los hilos de la tela, de gran sensi ilidad, hayan sido impregnados por
gotas de una sustan ia pegajosa.
Esto es a í porque las mariposas nocturnas son grandes, gordas, escamo as y rapidí imas. O sea,
muy difí iles de atrapar.
La tarea de te er se cumple de manera inten a: las arañas son capa es de tejerla de noche y de
desmontarla antes del al a.
Texto II
La televi ión del futuro ofrecerá nuevas po i ilidades a sus usuarios: el armado de su propio
programa ión, la determina ión del encuadre de las cámaras y el teleshopping. Así, estamos
pre en iando el na imiento de un nuevo concepto: televisión más servi ios.
El espectador del futuro tomará muchas más decisiones frente a la pantalla que el televidente
actual. Pasará a ser cliente del supermercado que le ofre ca sus productos en imá enes tridimen ionales
o, por qué no, ser alumno de un sistema de teleenseñan a sin nece idad de estar fí icamente presente
en el aula. La televisión creará aulas virtuales.
La televiSión interacti a se pare erá a una computadora. Las aplica iones futuras permitirán incluso
el chequeo médico instantáneo y la entrada, con sólo la pre ión de un botón del telecomando, a
tiendas, museos y espectáculos tridimen ionales.
La inten ión de la TV interacti a es la transforma ión de la caja boba (la televi ión pasi a) en la caja
viva. Pero este salto es sólo uno más en la carrera que pare...e condu...irnos a un único aparato futuro.
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ACTIVIDADES CON G Y J.
equipo: pluma:
lengua: venda:
aterrizar: hierro:
persona: paso:
3. Completá la parte faltante de las palabras que te damos a continuación. Guíate por las
definiciones:
metría: parte de la Matemática que trata de las propiedades y medidas de extensión.
ética: parte de la biología que trata de la herencia.
Vi : que está en el lugar número veinte.
Paleonto : ciencia que trata de los seres orgánicos desaparecidos a partir de sus restos fósiles.
Ali : hacer ligero o menos pesado.
Emer cia: suceso, accidente.
Primo : se dice del hijo que nace primero.
Sumer : meter algo debajo del agua.
Astro : ciencia que estudia los astros.
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SIGNOS DE PUNTUACIÓN
Son herramientas que representan gráficamente los rasgos que se dan en el habla por medio de
pausas, de matices de voz, de gestos y de cambios de tono y que fueron creadas para ayudar a los
lectores a comprender el significado de los textos.
Se utilizan para ayudar a la comprensión de los textos escritos, les dan más sentido y claridad.
Los signos de puntuación sirven para:
● Estructurar el texto.
● Delimitar las frases y los párrafos.
● Hacer énfasis en las ideas principales.
● Ordenar las ideas secundarias.
● Eliminar ambigüedades.
Una buena puntuación asegura la adecuada articulación de las unidades de significado que integran
una frase o un párrafo. Por eso los signos de puntuación requieren un empleo muy preciso; si se ponen
en el lugar equivocado, las palabras y las frases dejan de decir lo que el autor quería decir. Cuanto más
resalten los signos la estructuración del contenido (tema central, subtema, idea, detalle), tanto más
coherente y preciso se hace el texto.
● El punto .
● La coma ,
● El punto y coma ;
● Los dos puntos :
● Puntos suspensivos ...
● La interrogación ¿?
● La admiración ¡!
● Los paréntesis ()
● Las comillas “”
● El guión- –
● La raya _
● La diéresis ¨
● La barra /
EL PUNTO
El punto representa una pausa en el habla. Nos indica separación de oraciones, separación de un
Párrafo, también se usa detrás de las abreviaturas y siglas para indicar que éstas lo son.
Hay tres clases de puntos:
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● El punto seguido se utiliza al final de una oración o frase, cuando la oración o frase siguiente se
referirá al mismo tema.
● El punto aparte se utiliza al final de un párrafo, de manera que en el párrafo siguiente se cambia
de tema o de idea.
● El punto final se utiliza para poner fin a un texto.
LA COMA
En términos generales, la coma se utiliza para hacer pausas entre palabras, frases u oraciones. Cada
persona puede hacer estas pausas donde prefiera al escribir y, por lo tanto, organizar las comas como lo
prefiera. Es lo que llamamos el "estilo" de redacción de cada quien. Sin embargo, hay algunas ocasiones
en las que se debe utilizar comas. Estas son:
● Al hacer enumeraciones de elementos.
● Luego de un sujeto muy extenso.
● Antes de pero, porque, aunque, pues y más.
● Antes y después de expresiones como sin embargo, no obstante, por lo tanto, en
consecuencia, esto es, es decir, por lo general, por consiguiente, y otras.
● Para separar el vocativo del resto de la oración. Si el vocativo va al principio, la coma va
después, por ejemplo, “María, ven acá". Si el vocativo va al medio, debe ir entre comas, por
ejemplo, "te dije, María, que vinieras". Si el vocativo va al final de la oración, la coma deberá ir
antes de él, por ejemplo, "Ven de una vez, María".
Signos que se utilizan en las oraciones interrogativas directas. Señalan la entonación interrogativa del
hablante. Expresan una información requerida directamente y engloban el objeto de la pregunta. Se
coloca uno al principio y otro al final. En otras lenguas sólo existe un único signo, el final, porque el
comienzo viene fijado por una alteración sintáctica que el español no precisa, de ahí la necesidad del
signo inicial.
Son los signos gráficos que encierran una información que significa emoción, sentimiento o sorpresa.
Se utilizan para señalar el carácter exclamativo de la oración.
GUIÓN (-)
Es un signo ortográfico que se pone al final del renglón cuando éste termina con parte de una palabra,
cuya otra parte, por no caber en la primera línea, debe ponerse en la segunda. Cuando une dos partes
de una palabra compuesta. Los guiones largos se emplean para separar las oraciones incidentales más
necesarias que las encerradas entre paréntesis.
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PUNTOS SUSPENSIVOS (...)
Se usan para indicar, en un escrito, la suspensión de una palabra o de una idea. Generalmente cuando
se da por entendido lo que viene en seguida. Los puntos suspensivos se usan en los siguientes casos:
● Al final de enumeraciones abiertas o incompletas, con el mismo valor que la palabra etcétera.
● se emplea este signo de puntuación cuando se reproduce una cita textual, sentencia o refrán,
omitiendo una parte.
● Cuando dejamos el sentido de la frase en suspenso, sin terminar, con la finalidad de expresar
matices de duda, temor, ironía.
● Cuando se interrumpe lo que se está diciendo porque ya se sabe su continuación, sobre todo,
en refranes, dichos populares, etc.
● Cuando al reproducir un texto, se suprime algún fragmento innecesario. En tal caso, los puntos
suspensivos se suelen incluir entre corchetes [...] o paréntesis (...).
PARÉNTESIS ( )
DIÉRESIS (¨)
Son dos puntos que se aplican sobre la vocal u de las sílabas gue y gui cuando la u debe ser
pronunciada, güe y güi. Ejemplos: Güiraldes, bilingüe, pingüino.
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Ejercicio
1. Escribí punto (.), coma (,), punto y coma (;), dos puntos (:), exclamación (¡!), o
interrogación (¿?) donde corresponda:
1)
Mi hermano aprobó lengua francés matemáticas e inglés
2)
Mi padre es abogado el de Joaquín carpintero el de
Pedro médico
3)
El ladrón fue detenido con el dinero sin embargo fue puesto en
también
9)
El avión llegó en horario Los pasajeros están muy contentos
10)
Feliz cumpleaños
11)
Los ganadores del premio fueron Ana José Ramón
42
13)
Necesitamos comprar las siguientes cosas Jamón agua
pan y aceite
14)
En invierno me gusta mucho viajar en verano estar con la familia en
la playa
15)
Eres el mejor de todos
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ANÁLISIS SINTÁCTICO
LA ORACIÓN BIMEMBRE:
___S____ ___P___
Los niños llegaron
EL SUJETO
El sujeto es la parte de la oración que nos indica quién o qué cosa realiza la acción.
TIPOS DE SUJETO
El núcleo del sujeto es un sustantivo, un pronombre o un infinitivo. Si el sujeto tiene un solo núcleo es
simple (S.S.) y si tiene más de uno, es compuesto (S.C.).
Hay oraciones en las que el sujeto no aparece expresado en la oración, pero por la terminación del
verbo es posible identificar con qué persona y con qué número corresponde. En estos decimos que el
sujeto es tácito o desinencial.
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EL PREDICADO
El predicado es la parte de la oración que nos señala cuál es la acción que realiza el sujeto.
TIPOS DE PREDICADO
En los predicados verbales el núcleo es un verbo –que concuerda en número y persona con el
sustantivo o pronombre núcleo del sujeto-. El predicado puede ser simple (P.V.S) si tiene un solo
núcleo, o compuesto (P.V.C.), cuando tiene dos o más.
ORACIONES UNIMEMBRES
Las oraciones unimembres son aquellas en las que resulta imposible separar sujeto y predicado. Son
ejemplos de oraciones unimembres sin verbo:
También hay oraciones unimembres con verbo. Son las que presentan verbos que nombran fenómenos
meteorológicos:
[Llueve. ] O.U.
[Truena. ] O.U.
[Relampaguea. ] O.U.
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[Nieva. ] O.U.
[Graniza. ] O.U.
[Amanece. ] O.U.
[Anochece. ] O.U.
También forman oraciones unimembres los verbos hacer, haber y ser en 3ª persona del singular
a los que no se puede adjudicar un sujeto:
El modificador directo concuerda con el sustantivo en género y número. Las palabras que funcionan
como modificadores directos del sustantivo son los adjetivos , los pronombres y los artículos.
Sujeto
Sujeto
Sujeto
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MODIFICADOR INDIRECTO:
El modificador indirecto se une al sustantivo mediante una preposición o un nexo comparativo, que
subordina la construcción que lo sucede, a la que llamamos TÉRMINO. Si el M.I. está encabezado por
una preposición, lo denominamos preposicional (M.I.P.). Si está encabezado por los nexos como o cual,
lo denominamos comparativo (M.I.C.)
M.I.P.
M.I.C.
Dentro del término, encontramos una palabra que funciona como núcleo y que puede, a su vez,
presentar otros modificadores.
LA APOSICIÓN:
La aposición es un modificador del sustantivo que puede intercambiar su función con éste, sin variar el
sentido del texto. La aposición es un sustantivo o una construcción sustantiva y aparece casi siempre
entre comas. Presenta las siguientes características:
● Aparece entre comas
● Se puede suprimir sin alterar el sentido de la oración
● Tiene como núcleo un sustantivo
● Puede intercambiarse por el núcleo del sujeto
La aposición es un modificador del sustantivo que puede intercambiar su función con éste, sin variar el
sentido del texto. La aposición es un sustantivo o una construcción sustantiva y aparece casi siempre
entre comas.
S
[Mi tierra, triste patria ensangrentada, espera mi regreso. ] O.B.
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CONSTRUCCIÓN COMPARATIVA:
La construcción comparativa establece una comparación entre el núcleo del sujeto y otro sustantivo,
siempre están encabezadas por los NEXOS COMPARATIVOS: COMO o CUAL.
Las historietas de Quino como un testimonio de la realidad permanecen vigentes
Los verbos pueden recibir distintos modificadores que van aclarando o completando su significado.
● El objeto directo
● El objeto indirecto
● El complemento agente en Voz Pasiva
● El circunstancial
● Los Predicativos
OBJETO DIRECTO
El objeto directo (O.D.) es un modificador del predicado que puede ser reconocido mediante dos
procedimientos: 1) reemplazarlo por los pronombres lo, los, la, las antepuesto al verbo conjugado; 2)
transformar la oración a voz pasiva. En este caso, el O.D. pasa a ser sujeto de la voz pasiva y el sujeto de
la voz activa pasa a ser complemento agente de la pasiva. Veamos un ejemplo:
Si el O.D. se refiere por su contenido a una persona o cosa personificada, se construye con la
preposición a, que funciona como n/s de un término.
48
OBJETO INDIRECTO
El objeto indirecto es el modificador del verbo que puede ser sustituido por las formas pronominales le
o les. Está encabezado por las preposiciones a o para, que funcionan como n/s de un término.
Generalmente el O.I. se usa duplicado. En estos casos, siempre está encabezado por la preposición a:
Cuando el objeto directo es pronominal y el indirecto también, éste adopta la forma se:
Además de los pronombres ya vistos, los pronombres me (a mí), te (a vos) y nos (a nosotros)
reemplazan tanto al O.D. como al O.I.
[ Mi amiga me saludó. ] O.B. [ La vecina me dio un regalo] O.B.
o.d. o.i. o.d.
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CIRCUNSTANCIALES
Este modificador del núcleo verbal señala las CIRCUNSTANCIAS en que se realiza un hecho. Por
ejemplo, aporta datos del lugar, el tiempo, el modo, etc.
SE CONSTRUYEN:
PREDICATIVO SUBJETIVO
El predicativo subjetivo es un modificador bivalente: modifica al verbo y también al núcleo del sujeto.
Está en el predicado y, cuando es un adjetivo, concuerdo en género y número con el núcleo del sujeto.
Los predicativos pueden ser sustantivos, adjetivos o construcciones encabezadas por una preposición.
El Predicativo Subjetivo Obligatorio (PSO) puede ser un adjetivo, un sustantivo o una estructura afín,
que permite completar el sentido de los VERBOS COPULATIVOS.
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Se llama obligatorio, porque es necesaria su presencia para que el verbo tenga un sentido más
completo.
El Predicativo Subjetivo No Obligatorio (PSNO): En este caso es un adjetivo o construcción adjetiva que
aparece en el predicado, modifica también al NÚCLEO del SUJETO. La diferencia con el PSO es el verbo
al cual modifican. En el caso del PSNO, el VERBO NO es COPULATIVO.
Él vestía impecable.
Juan llegó sucio y cansado.
El joven muchacho salió apurado de su casa.
Ejemplo:
● Juan duerme tranquilo. Es PSNO
● Juan duerme tranquilamente Es C.M.
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COMPLEMENTO AGENTE
El complemento agente es un modificador del predicado pasivo que aparece encabezado siempre por
la preposición por, que funciona como n/s de un término. Indica quién o quiénes realizan la acción.
ACTIVIDADES
Bajo las rojas murallas de París estaba formado el __________________. _________ tenía que pasar
revista a los paladines. Ya hacía más de tres horas que estaban allí; era una tarde calurosa de comienzos
de verano, algo cubierta, nubosa; en las armaduras se hervía como dentro de ollas a fuego lento. No se
sabe si _____________ en aquella inmóvil fila de caballeros no había perdido ya el sentido, pero
_____________ _________ los mantenía erguidos en la silla a todos por igual. De pronto
________________ resonaron. ______________ se sobresaltaron en el aire quieto como por un
soplo de viento, y enmudeció en seguida ________________. Finalmente, divisaron a Carlomagno que
avanzaba, al fondo, en un caballo que parecía más grande de lo normal, con la barba sobre el pecho, las
manos en el pomo de la silla. __________________ parecía un poco envejecido, desde la última vez
que lo habían visto _________________.
Al texto que sigue se le escaparon sujetos y verbos. Hay que encontrarlos para que la historia tenga
sentido. (Antes de hacerlo es conveniente darle un vistazo a todo el texto)
A un señor se le _________________ al suelo los anteojos, que hacen un ruido terrible al chocar con
las baldosas. ________________ se agacha afligidísimo porque los cristales de anteojos cuestan muy
caro, pero _______________ con asombro que por milagro no se le han roto.
Ahora este señor _________________ profundamente agradecido, y ______________ que lo ocurrido
vale por una advertencia amistosa, de modo que __________________ una casa de óptica y
_______________ enseguida un estuche de cuero almohadillado doble protección, a fin de curarse en
salud. Una hora más tarde se le cae ___________ y al agacharse sin mayor inquietud descubre que
_________________ se han hecho polvo.
A este señor le lleva un rato comprender que los designios de la Providencia son inescrutables y que en
realidad el milagro ha ocurrido ahora.
Cortázar, Julio, "Historia verídica", en Historia de Cronopios y de famas, Minotauro, Buenos Aires, 1974.
52
OBJETO DIRECTO Y OBJETO INDIRECTO
El director compró libros para la biblioteca de la escuela y se los mostró a las maestras.
2) Reemplazá los OD Y OI por los pronombres que corresponda en cada caso y reescribí las oraciones.
Indicá género y número de los pronombres que funcionan como OD.
PREDICATIVO
3) Los chicos comentan el partido. / Los chicos corren mucho. / Los chicos juegan contentos en el
patio. / Los chicos están cansados.
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EJERCITACIÓN III
ESTRUCTURAS
1) CCL CCT NV OD OI MD N MI
PVS SES
2) MD MD N MI NV CL CCT
SES PVS
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ESCRITURA Y REFLEXIÓN SINTÁCTICA
Armar 10 oraciones con las siguientes palabras en las funciones sintácticas indicadas:
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LECTURA Y COMPRENSIÓN DE TEXTOS
Los textos
TIPOS DE TEXTOS
El texto constituye el eje de las actividades de comprensión lectora. El texto se considera como una
unidad de sentido completo que se inscribe en una situación de comunicación determinada, y que
cuenta con las siguientes propiedades que lo conforman como tal unidad: su adecuación al contexto o
situación de comunicación, su coherencia temática y estructural, la cohesión de los elementos
lingüísticos de distinto orden que lo integran y la corrección gramatical y ortográfica.
Esta aproximación al texto sólo tiene sentido desde la perspectiva de la lengua con una finalidad
comunicativa y desde los presupuestos del enfoque comunicativo. Por tanto, todo texto tiene un
emisor y un receptor determinados, se inserta en una situación de comunicación concreta o contexto,
presenta una intención por parte del emisor y una forma particular que lo caracteriza En definitiva,
cada texto se incluye en un tipo que viene definido por la convergencia de todos estos elementos. J.M.
Adam propuso una tipología textual basada en las funciones comunicativas, distinguiendo cinco
prototipos o modelos textuales:
● Narración.
● Exposición.
● Argumentación.
● Descripción.
● Diálogo.
Un texto es:
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TIPOS DE TEXTO FUNCIÓN CARACTERÍSTICAS SUBTIPOS
Descriptivo Informar sobre un estado de las Utiliza adjetivos, sobre todo Retratos, paisajes,
cosas: ¿cómo es? etc.
Narrativo Informar sobre acciones que Utiliza verbos, sobre todo importancia Cuento, novelas,
pasan: ¿qué sucede? de la continuidad narrativa fábulas, noticias,
reportajes.
Instructivo / Dirigir, ordenar, aconsejar: Precisión: puede predominar el Manual,
Directivo ¿cómo hacer? imperativo prospecto,
consejo,
recomendación,
receta.
Explicativo ¿Qué sucederá? Técnicas de síntesis y análisis esquema Conferencia,
previo, ejemplificación exposición,
ponencia, charla,
disertación
folletos.
Argumentativo Intentar convencer: refutar, Elementos estructuradores, Ensayos, artículos
responder marcadores de causa, consecuencia, de opinión.
adición, oposición sermón, discurso
debate, discusión,
réplica .
OPERACIONES INTELECTUALES
SINTETIZAR: Expresar con palabras propias los datos o hechos principales del texto leído.
INTERPRETAR: Expresar el contenido del texto relacionándolo con conocimientos y experiencias adquiridas.
FUNDAMENTAR: dar una explicación coherente y correcta.
ANALIZAR: Reconocer y explicar las diversas partes o elementos que constituyen un todo o un conjunto.
RESUMIR: Explicar el contenido básico de un texto a partir de las ideas más importantes de manera abreviada.
TÉCNICAS DE ESTUDIO
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LITERATURA
Puede considerarse a la literatura no tanto como una cualidad o un conjunto de cualidades inherentes
que quedan de manifiesto en cierto tipo de obras, sino como las diferentes formas en que la gente se
relaciona con lo escrito. No es fácil separar, de todo lo que en una u otra forma se ha denominado
"literatura", un conjunto fijo de características intrínsecas. No hay absolutamente nada que constituya
la esencia misma de la literatura.
Literatura es cualquier texto que, por una razón u otra, configure una expresión estética. Éste término
se refiere al papel que desempeña un texto en un contexto social, a lo que lo relaciona con su entorno
y a lo que lo diferencia de él, a su comportamiento, a los fines a los que se puede destinar y a las
actividades humanas que lo rodean.
GÉNEROS LITERARIOS
Los géneros literarios son técnicas expositivas singulares, ligadas a ciertas leyes de forma y contenido
de carácter histórico o no, a las que se someten las obras literarias. La primera clasificación de los
géneros literarios pertenece a Aristóteles, quien los redujo a tres: épica, lírica y dramática. El primero
ha extendido su significado, al incluir la novela, a la noción más amplia de narrativa. Pero el género se
va conformando históricamente. Por tanto, resulta muchas veces difícil fijar rígidamente los límites
entre lo propiamente narrativo o épiconarrativo, lo lírico o poético y lo dramático o teatral. Dentro de
cada género surgen sub-géneros o géneros menores, algunos de ellos sólo válidos en ciertos momentos
históricos.
58
GÉNERO NARRATIVO
La obra narrativa es aquella en la que un narrador, a través de un discurso oral o escrito, relata una
historia, destinada a oyentes (como en la epopeya griega o en los cantares de gesta medievales) o
lectores (como en la novela moderna).
SUBGÉNEROS NARRATIVOS:
a) El cuento: Narración de una acción ficticia, de carácter sencillo y breve extensión, de muy variadas
tendencias a través de una rica tradición literaria y popular. En general, el desarrollo narrativo del
cuento es rectilíneo, presenta pocos personajes y el proceso del relato privilegia el desenlace.
b) La novela: Obra en que se narra una acción fingida o en parte, y cuyo fin es causar placer estético a
los lectores por medio de la descripción o pintura de sucesos o lances interesante, de caracteres, de
pasiones y de costumbres. Salvo excepciones, la novela propiamente dicha usa la prosa, y a diferencia
del cuento, nunca es muy breve. La acción es necesaria en esta obra, pero lo fundamental son los
personajes y el mundo ficticio en que ellos viven.
OTROS SUB-GÉNEROS:
a) Los que por su contenido o por su origen, se relacionan con lo histórico o con lo heroico: la epopeya
(narración poética de una acción memorable para un pueblo entero, o para la especie humana), mitos
(manifestación literaria de las leyendas heroicas de un pueblo, compuestas fundamentalmente para ser
escuchadas más que leídas, consideradas también épico-líricas), la leyenda (manifestación literaria de
una tradición oral, apoyada a veces en hechos históricos ciertos) y el romance (composición épico-lírica
de origen anónimo-popular, con temas procedentes de los cantares de gesta, o que expresa
sentimientos de índole lírica).
b) Los que por su intención se relacionan con lo didáctico: el apólogo (narración breve perteneciente al
ámbito de la literatura gnómica -es decir, sentenciosa y de carácter didáctico-moral- en la que los
personajes son a menudo seres irracionales), la fábula (narración breve, cuyas figuras animales-
representan condiciones humanas, presentando vicios y virtudes que entregan una enseñanza con
censuras de carácter moral), la parábola (se propone dar, mediante el relato de algún hecho, una
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lección moral, pero a diferencia de la fábula, no recurre a la personificación de animales, ni utiliza su
estilo generalmente festivo).
SUPERESTRUCTURA NARRATIVA
Toda narración se caracteriza por una estructura básica: marco, suceso y episodio. (Estas tres
categorías forman la trama.)
Una narración se origina con una complicación en la vida de los protagonistas, que genera en ellos una
reacción. A la complicación se la reconoce porque generalmente responde a la pregunta: ¿Qué pasó?
Esta reacción los lleva a tomar una resolución, afortunada o no, que responde a la pregunta: ¿Cómo
terminó? La complicación, sumada a la resolución, forma un suceso. Todo suceso se desarrolla en un
marco que está dado por el lugar, el tiempo y los personajes. Todo suceso con su marco forman el
episodio de la narración.
Hay narraciones que tienen una solo episodio pero hay otras que tienen más de uno. La suma de los
episodios forma la trama. El narrador mientras relata la trama, comenta, opina, hace su evaluación. La
evaluación no pertenece a la trama porque se trata de una reacción del narrador frente a la misma.
Esta opinión puede presentarse también como cualidades que el narrador atribuye a los personajes o
sentimientos que expresa acerca de ellos. Muchas narraciones tienen una moraleja, enseñanza que
puede aparecer al principio o al final de la narración.
TIPOS DE NARRADOR
Narrador protagonista: En este caso narrador y personaje están fundidos. El narrador protagonista
también puede ser un personaje de la historia. Puede hablar en primera persona singular o –en los
casos en que dos personajes compartan una misma visión- en primera persona plural.
Narrador omnisciente: Generalmente se vale de la tercera persona. Emplea la segunda cuando actúa a
modo de conciencia que lo coloca ante sus hechos. El narrador omnisciente lo sabe todo, a veces
también conoce los pensamientos y motivaciones de los personajes.
Narrador testigo: Puede usar la primera o la tercera persona. No sabe nada acerca de los personajes;
tan solo observa sus movimientos y los cuenta.
ELEMENTOS DE LA NARRACIÓN
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cada uno, qué importancia tienen en el cuento. Con sus intervenciones y actuaciones dentro de la
narración, los personajes revelan una norma de conducta, un comportamiento a seguir.
Espacio: Es el lugar donde se desarrolla la acción.
Tiempo: En la narración se hace referencia a la duración de la acción.
Acción: Formada por la serie de acontecimientos simultáneos o sucesivos, reales o imaginarios,
entrelazados en la trama del argumento. Hay hechos más importantes que son los Núcleos y que
corresponden a los momentos más relevantes del relato: inicio, momento culminante o nudo y un
hecho final que contiene el desenlace de lo sucedido. Las otras acciones se denominan secundarias o
menores. Por ejemplo, una secuencia narrativa podría estar constituida por los siguientes núcleos:
● Partida
● Búsqueda
● Encuentro
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GÉNERO DRÁMÁTICO
El género dramático es aquel que representa algún episodio o conflicto de la vida de los seres humanos
por medio del diálogo de los personajes.
La palabra dramático proviene de “drama”; esta palabra corresponde al nombre genérico de toda
creación literaria en la que un artista llamado dramaturgo concibe y desarrolla un acontecimiento
dentro de un espacio y tiempos determinados. Los hechos se refieren a personas o caracteres que
simbolizan en forma concreta y directa un conflicto humano.
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Este género está destinado a ser representado públicamente frente a un auditorio, por lo tanto, este
género abarca a todas manifestaciones teatrales, a todo lo escrito para el teatro y a todo lo que es
susceptible de representación escénica ante un público.
Una característica esencial es la acción. Lo que sucede en la obra no está descrito ni narrado ni
comentado directamente por el dramaturgo, sino visto por el espectador. La obra está escrita, pero lo
principal en ella es lo que ocurre (debido a esto, existen obras dramáticas sin palabras, o sea mudas,
en las cuales se utilizan gestos y actitudes que expresan el conflicto).
La obra dramática ha sido creada para ser representada o interpretada por actores frente a un
público, pudiendo estar escrita en prosa o en verso o combinando a ambos.
ANTECEDENTES HISTÓRICOS
El género dramático tuvo su origen en Grecia . Al comienzo, las representaciones teatrales estaban
relacionadas con el culto a Dionisio, dios del vino y la alegría, y poseían por lo tanto un carácter
sagrado. Dichas representaciones consistían en himnos dedicados a esa deidad o divinidad. Más tarde,
fueron introduciéndosele cambios a los cantos; de esta forma surge el género dramático propiamente
tal. Los dramaturgos griegos más importantes fueron: Sófocles, Eurípides y Esquilo.
De Grecia la obra dramática pasa a Roma siendo los autores más destacados: Terencio, Séneca y Plauto.
Durante el primer período de la Edad Media el género dramático se extingue, olvidándose por
completo las obras griegas.
Alrededor de los siglos XI y XII los europeos reinventan el teatro, surgiendo comedias escritas en latín ,
que eran representadas en monasterios, cortes y universidades. No eran un teatro para el pueblo. Éste
surgió en las iglesias y consistió en la dramatización de ciertas escenas del Evangelio. Dichas
representaciones escritas en lengua vulgar, se hacían principalmente en las tres fiestas más
importantes de la liturgia: Navidad, Epifania y Resurrección.
Tomada de modo general como una construcción estructurada, una obra dramática tiene tres
instancias características:
El conflicto es el origen para una obra dramática. Si no hay conflicto no hay drama. El conflicto hace
referencia a las fuerzas contrapuestas (fuerzas en pugna) que hacen avanzar el desarrollo argumental
del drama.
Aparecerán dos posturas contrarias, que habrá que descubrir. Pueden manifestarse explícitamente o
hallarse implícitas en otras situaciones, anteriores o posteriores, de la obra.
La presentación del conflicto cambia de acuerdo a la obra. Podemos diferenciar en términos generales,
cuatro etapas:
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1. Exposición o situación del protagonista.
2. Propósito del protagonista.
3. Presentación del obstáculo o materia del conflicto.
4. Choque de las dos fuerzas en pugna.
La realidad del conflicto avanza hasta llegar a un duelo decisivo de los personajes y sus objeciones. Es lo
que sería el nudo y coincide con el momento de mayor tensión y donde la trama se complica.
Esto entrega la dimensión artística a la obra de teatro. Los distintos esfuerzos por superar a la fuerza
opuesta dan lugar a un pensamiento dramático.
Una obra dramática (obra de teatro) está formada por dos tipos de textos: texto principal o
primario y texto secundario.
TEXTO PRINCIPAL
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TEXTO SECUNDARIO O ACOTACIONES
LA REPRESENTACIÓN TEATRAL
El fin primordial de un texto dramático, aunque puede ser leído, es su representación en un escenario
ante unos espectadores.
Esta tarea es llevada a cabo por los actores , que encarnan a los personajes y que son conducidos por
un director, que los organizará y transformará ese texto escrito en un espectáculo.
Por último, la escenografía es otro de los elementos esenciales de la representación teatral, con ella se
sitúa la historia en un tiempo y espacio concretos.
ESCENOGRAFÍA
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DIVISIÓN DEL GÉNERO DRAMÁTICO
A través del tiempo, obedeciendo quizás a criterios de época o talvez de temática o de profundidad se
han distinguido en el género dramático las llamadas formas mayores. Entre estas, tragedia y comedia,
serían las principales; a las que se agregan, además, el drama, la tragicomedia, y el auto sacramental.
Luego están las llamadas formas menores: Entremés, paso, monólogo y farsa, entre otros.
FORMAS MAYORES
LA TRAGEDIA
Es una forma dramática que tuvo su origen en la antigüedad. Se refiere a un episodio fatal de la vida,
que termina en forma triste o con la muerte del protagonista. Habitualmente el conflicto trágico es
producto de la ruptura del orden del mundo, evento que enfrenta a los personajes con un destino
inexorable.
Es la imitación de una acción elevada y completa, de cierta magnitud, en un lenguaje distintamente
matizado según las distintas partes, efectuada por los personajes en acción y no por medio de un
relato, y que suscitando compasión y temor lleva a cabo la purgación de tales emociones.
La historia trágica imita acciones humanas en torno al sufrimiento de los personajes y a la piedad, hasta
el momento del reconocimiento de los personajes entre sí o de la toma de conciencia del origen del
mal.
El gran modelo de la tragedia como forma dramática lo encontramos en las obras de los clásicos
griegos.
La tragedia floreció en el siglo V a.C. con autores como Esquilo , Sófocles y Eurípides .
LA COMEDIA
Es una forma en la que la acción dramática discurre de manera opuesta a la tragedia. Si en la tragedia
los personajes cambian de un estado favorable a uno desfavorable, en la comedia se da un ascenso en
el estado de los personajes.
Es la imitación de las personas más vulgares; pero no vulgares de cualquier clase, de cualquier fealdad
física o moral, sino de aquella única especie que supone lo ridículo.
Describe, intelectualmente deformados, los aspectos concretos y risibles de la vida cotidiana. Los
personajes son de condición inferior, el desenlace es feliz y optimista, su finalidad es provocar la risa del
espectador. Presenta aspectos cómicos u optimistas de la vida.
La comedia se desarrolló hacia la mitad del siglo V a.C. Las comedias más antiguas que se conservan
son las de Aristófanes.
Tienen una estructura muy cuidada derivada de los antiguos ritos de fertilidad. Su comicidad consistía
en una mezcla de ataques satíricos a personalidades públicas del momento, atrevidos chistes
escatológicos y parodias aparentemente sacrílegas de los dioses. Para el siglo IV a.C. la comedia había
sustituido a la tragedia como forma dominante. Los personajes son típicos e identificables, tipos
socialmente simples, como el padre miserable o la suegra molesta.
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EL DRAMA
A diferencia de las formas anteriores, el drama no tiene un carácter definido, sino que en él se
combinan indistintamente aspectos trágicos y cómicos. Esto se debe a que el drama pretende
representar la vida tal cual es, razón por la cual tiende a tratar los asuntos de forma menos rígida que la
tragedia y la comedia.
El término drama viene de la palabra griega que significa "hacer", y por esa razón se asocia
normalmente a la idea de acción. En términos generales se entiende por drama una historia que narra
los acontecimientos vitales de una serie de personajes.
Los primeros datos documentados de literatura dramática son del siglo VI a. C.; la primera obra crítica
sobre la literatura y el teatro es la Poética (330 a. C.) de Aristóteles .
En cuanto a los contenidos de los dramas, Esquilo comenzará a representar historias de héroes, en
tanto que el teatro que lo precedió, tan sólo se ocupaba de las figuras de los dioses.
TRAGICOMEDIA
Obra que participa de los géneros trágico y cómico. Tal es el caso de Anfitrión , de Plauto, primer autor
en utilizar esta denominación.
Su desarrollo, a partir del Renacimiento, alcanzó gran relieve en los siglos XVIII y XIX; como el
melodrama y el drama romántico. El género se caracteriza por la indiferenciación de la clase social a la
que pertenecen los personajes —aristocracia y pueblo— y por la utilización de distintos lenguajes.
AUTO SACRAMENTAL
Son representaciones de episodios bíblicos, misterios de la religión o conflictos de carácter moral y
teológico. Inicialmente representados en los templos o pórticos de las iglesias; el más antiguo es el
denominado AUTO DE LOS REYES MAGOS .
Después del Concilio de Trento, numerosos autores, especialmente del Siglo de Oro español,
escribieron autos destinados a consolidar el ideario de la Contrarreforma, se destacan: Calderón de la
Barca, Tirso de Molina, Lope de Vega, etcétera.
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GÉNERO LÍRICO
CONCEPTO DE LÍRICA
La lírica es uno de los géneros literarios. La palabra "lírica" define todo aquello relativo o perteneciente
a la lira, o a la poesía propia para el canto. Actualmente, se utiliza dicho concepto para definir uno de
los tres principales géneros poéticos, que comprende las composiciones de carácter subjetivo y, en
general, todas las obras en verso que no son épicas o dramáticas.
Etimología: Sus orígenes son griegos: se trataba de aquella poesía que no estaba destinada a ser leída,
sino a ser recitada ante un público por un individuo o por un coro, acompañado de algún instrumento
de música, principalmente de la lira.
La lírica puede estar escrita en verso, es decir, en frase sujeta a ritmo o melodía, o en
prosa poética. Un aspecto importante de la lírica es la expresión de sentimientos a través de figuras
literarias o retóricas. La función poética del lenguaje –predominio de la forma del mensaje– queda así
en evidencia cuando predominan en un texto estas figuras.
Hablante lírico
Es la voz del texto poético, es decir, es quien habla en el poema. Hay que tener presente que
esta es una voz ficticia, es decir, no es el poeta, sino la voz creada por él.
- Enunciativa
- Apostrófica o apelativa
- Carmínica
- Enunciativa: Es la actitud con que el hablante lírico muestra su subjetividad a través de la descripción
del paisaje, de personas, de animales o de la narración de hechos. Emplea, sobre todo, la tercera
persona gramatical (pronombres: él, ella, lo, ellos, ellas, los, se).
- Apostrófica: Es la actitud lírica con la que el hablante se dirige a un tú (receptor ficticio), emplea la
segunda persona gramatical (pronombres: tú, te, ti, vosotros, ustedes, os. Las esferas anímicas y
objetivas actúan una sobre otra, se desarrollan en el encuentro y la objetividad se transforma en un tú.
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- Carmínica: Es la actitud lírica en la que el hablante expresa directamente sus sentimientos,
empleando la primera persona gramatical (pronombres yo, me, mi, nosotros, nos). Es todo interioridad,
no hay ninguna objetividad frente al yo ni actuando sobre él. La manifestación lírica es la simple
autoexpresión del estado de ánimo.
Nota: Es importante hacer notar que en un poema el hablante lírico puede adoptar varias actitudes
líricas y no necesariamente una.
Objeto lirico
Es la realidad externa o interna (un paisaje, una persona, una animal, una experiencia determinada)
que inspira o provoca la expresión lírica (texto poético).
El tema o motivo
Es el asunto tratado en el texto poético (la vida, el amor, la muerte, etc.), es decir, la emoción particular
del poeta frente a un objeto, que lo mueve a escribir una obra lírica.
-Ritmo
-Figuras literarias
Ritmo
Es la disposición armoniosa de los sonidos y las pausas en el poema, las que generan una determinada
cadencia (armonía).
Figuras literarias
Recurso literario que emplea el hablante en las obras líricas, a través del cual el lenguaje se transforma
en una figura. Este recurso permite otorgar nuevos uso o significados a las palabras. Ej.: metáforas,
repetición, comparación, etc.
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CONNOTACIÓN Y DENOTACIÓN
El lenguaje humano, a diferencia de otros códigos, está conformado por una gran cantidad de signos
que poseen más de un significado al mismo tiempo. Es decir, una palabra no tiene una única
interpretación, sino que el sentido que se le da depende del contexto en el que se enuncia. Por
ejemplo, en la expresión Estoy en las nubes, el sentido que tiene nubes no es precisamente el
atmosférico. Salvo que se trate de un viaje en avión, esa expresión transmite otro sentido: felicidad,
distracción, etcétera.
La denotación y la connotación
Al hablar o escribir, las personas se entienden porque les adjudican un significado determinado a las
palabras que utilizan. Uno de esos significados es el que aparece en el diccionario, que es literal o
denotativo. Sin embargo, cuando el sentido es distinto del literal, se usa un significado connotativo.
La denotación manifiesta la posibilidad que tienen las palabras de transmitir un sentido literal,
relacionado con un referente. En la expresión La tortuga está en el jardín, “tortuga” remite a un
referente que es el “reptil terrestre”.
La connotación expresa los sentidos de las palabras que no se explicitan, sentidos sugeridos o
adicionales, que el receptor puede interpretar. En Juana es una tortuga, no la esperemos se alude a la
lentitud de Juana y la vinculación con “tortuga” le adiciona ese sentido, que es un sentido figurado.
A la vez, la connotación permite formar figuras poéticas como la metáfora, que es un procedimiento de
sustitución de un término por otro. Un poeta, por ejemplo, puede realizar un uso connotativo de las
palabras “río” y “mar”, asociándolas con “vida” y “muerte”, de tal modo que al decir Los ríos se deslizan
hacia el mar, se está refiriendo a que la vida termina en la muerte. En la cotidianidad se utilizan
también muchas metáforas para hacer referencia a sensaciones o acciones: me explota la cabeza, es un
remolino, me muero de hambre, etc.
Existen ocasiones en las que el uso connotativo de una expresión se torna habitual y todos lo conocen.
La palabra pierde, entonces, su sentido connotativo y se transforma en un símbolo, con un nuevo
significado convencional: paloma blanca es símbolo de paz.
Además, algunas palabras connotan sentidos más o menos establecidos que la gente comparte. En el
caso de los animales y colores, sus nombres connotan distintas características o condiciones: el león, la
ferocidad y liderazgo; el gato y el zorro, la astucia; el lobo, la ferocidad; el rojo, la pasión; el verde, la
esperanza; etcétera.
Entonces, sobre un primer nivel de significado, que es literal o denotativo, muchas veces se construye
otro significado que permite asociar lo que ese término denota con un objeto o concepto diferente, de
tal modo que se utilice la misma palabra con un nuevo sentido. La connotación tiene, por lo tanto, un
70
valor contextual y es el receptor quien define cómo interpretar el mensaje, a partir de si le resulta
posible o no hacer algún tipo de asociación. Así, determina si el mensaje es denotativo o connotativo.
Las imágenes también pueden connotar sentidos más o menos compartidos, que son aprovechados
por las publicidades en sus mensajes. De ese modo, los productos se transforman en vías de acceso a
los sentidos connotados: confort, felicidad, juventud, pureza, etcétera.
En el léxico existen muchas palabras que se escriben del mismo modo, pero tienen diferentes
significados y pertenecen a distintas clases de palabras. Por ejemplo, no es lo mismo decir Voy al banco
a cobrar, que Me senté en el banco o Yo te banco; los usos son, en los tres casos, diferentes.
Si se busca el significado de una palabra en el diccionario, es común encontrar más de una acepción y la
elección va a depender del contexto en el que se utilice. Cuando una misma palabra tiene varios
significados denotativos se produce un hecho del lenguaje denominado Polisemia (poli: muchos; semia:
significados). Si a estos significados denotativos se les suma la dimensión connotativa, los recursos del
lenguaje se enriquecen y se potencian las posibilidades expresivas.
Actividades
2. Escribí oraciones con las palabras plomo, perro y paloma, en las que se manifieste el uso denotativo
y connotativo de cada una de ellas.
ejemplo
D: ¡Ay, qué miedo! Vi un sapo…
C: Qué sapo te comiste...
3. Buscá en el diccionario las acepciones de la palabra masa y escribí una oración con cada una de ellas
(mínimo de cuatro oraciones).
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Lenguaje denotativo y connotativo
Leé las siguientes expresiones y mencioná, al lado de cada una de ellas, el contexto en el que pueden
ser utilizadas. La primera va como ejemplo.
a) Es un perro.
En una cancha de fútbol. Se refiere a un jugador que no es muy hábil con la pelota.
b) Esa mujer es una harpía.
c) Es un mono.
d) Mi ahijada es un tesoro.
e) Es una basura.
f) Con sus hijos es una leona.
g) Es una gacela.
h) Parece una mosca.
i) Cintura de avispa.
j) Es un ratón.
k) Es una dulce.
l) Es un amargo.
Elegí tres expresiones del ejercicio anterior. Construí tres diálogos breves (5 a 8 renglones) en el que
intervengan dos o tres hablantes y en el que puedas insertar cada una de ellas.
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LA NOTICIA
ESTRUCTURA DE LA NOTICIA
1. EL EPÍGRAFE
El epígrafe es una palabra o frase que va sobre el título y contribuye a contextualizarlo, entregando
datos que ayudan a enmarcar la información.
Al momento de escribir el epígrafe recuerden que éste no contiene lo más importante de la noticia,
dado que esa es la función del título. De hecho, el título debe entenderse aunque no se lea el
epígrafe. Pero si ayuda a contextualizar la información de la titulación, entregando datos sobre:
● Quién: la persona y organización involucrada.
● Qué: el hecho noticioso en sí.
● Porqué: las razones o causas.
● Dónde: el lugar donde ocurrieron los hechos.
● Cuándo: cifras asociadas sobre la información.
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2. EL TÍTULO
El título es una oración que resume lo esencial de la noticia y que, al mismo tiempo, tiene como
función atraer la atención del lector.
¿Se imaginan de qué se tratan estas informaciones? Puede que no sepan el detalle pero al menos el
título les permite tener una idea de lo que se trata la información, incluso sin tener que leer el epígrafe
o la bajada.
Esa es la primera función del título: ser una oración breve, clara y precisa que explica en pocas palabras
de qué se trata la noticia, al destacar lo más sobresaliente de la información. De esa manera el lector
se entera rápidamente de lo medular del hecho noticioso, es decir, tienen que ser informativo.
Piensen que en muchos casos lo primero que lee el lector de una noticia es su título, por tanto, tiene
que mostrar los datos más importantes pero también los más atractivos. Esa es la segunda función que
cumple un título: atraer la atención del lector. Es decir, tenemos que lograr que el título sea tan
atractivo y llamativo que genere en el lector un interés por seguir leyendo el resto de la información,
dado que al leerlo le surgieron una serie de dudas que quiere aclarar, profundizando en la información.
Si bien no hay reglas inflexibles para titular, podemos identificar tres formas frecuentes de presentar un
título:
Incorpora un verbo que refleja la acción del hecho Procesan por fraude a alcalde de
Presentar una acción
noticioso la Ciudad
Realizar una síntesis El título resume de lo que tratara la noticia El futuro del Altiplano
Además, tienen que considerar la regla de oro de la titulación: el título se debe leer de manera
independiente del epígrafe y de bajada y debe contener información distinta.
Uno de los primeros consejos que les podemos dar para que escriban un buen titular es esperar un
tiempo después de haber finalizado de escribir el artículo. Luego, lean nuevamente la noticia y
seleccionen el aspecto esencial que dio vida a la información y con él escriban una serie de titulares
distintos hasta que encuentren el que mejor refleje la noticia.
Luego pueden evaluar la calidad informativa de su titular, mostrándoselo a otras personas y
preguntándoles:
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● ¿De qué crees que se trata la noticia? = ¿logra ser informativo?
● ¿Te provoca interés de conocer el resto de la información? = ¿logra ser atractivo?
Por último, pasen esta pauta de evaluación a su titular y vean si está bien redactado en la forma:
Si alguna de las respuestas de esta pauta no coincide con la evaluación, trabajen ese aspecto de su
título hasta que quede perfecto.
3. BAJADA
La bajada es una oración que va debajo del título y que entrega una información distinta a éste. Su
función también es llamar la atención del lector para incitarlo a seguir leyendo la noticia, entregando
datos, ideas o conceptos relevantes o novedosos en relación a la información que se está entregando.
Esta oración tiene una extensión variable y puede entregar un dato específico, como el siguiente
ejemplo:
Plan AUGE:
Tests gratis para evaluar el deterioro cognitivo
Desde marzo se accederá a estos chequeos por medio de Fonasa en la
atención primaria y los hospitales, pero se espera que durante 2009 el
beneficio se extienda.
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O sintetizar distintos aspectos novedosos de la información y formar una oración con ello. Luego, cada
uno de esos elementos se despliega de manera más extensa en distintas partes del cuerpo de la
noticia.
Una vez que se ha escrito la noticia, se lee completa y se busca el elemento más atractivo del texto, que
no necesariamente tiene que ser lo principal de la noticia como se espera para el título. Aquí lo que
buscamos son datos novedosos o atractivos que puedan aportar al título, de manera que el lector se
interese en seguir leyendo la noticia.
Como en todos los otros elementos de la titulación, la bajada siempre tiene que mencionar datos que
están en el cuerpo del texto. En la práctica, los elementos más importantes de la información se utilizan
en la titulación (epígrafe, titulo y bajada) y luego se vuelven a mencionar:
Ejemplo 1. En el lead
Ejemplo 2. Se desarrollan en otros párrafos en el cuerpo del texto. Cómo es el caso del siguiente
ejemplo, en el cual los datos de la bajada se entregan con mayor extensión en el párrafo 7 y 8 de la
noticia.
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Bajada También se remodelará la actual ruta costera, partiendo por la reparación de siete puentes a partir de
marzo del 2009.
Primer párrafo o A objeto de mejorar la conectividad en una zona de gran importancia para el turismo de la Quinta Región y
lead de alto valor paisajístico, el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu) habilitará una nueva vía de conexión
entre Reñaca y Concón, un tramo de poco más de 20 kilómetros cuyo costo se estima en $14 mil millones.
Párrafo 7 En paralelo, se realizaran obras de mejoramiento y remodelación del actual camino costero, de 20
kilómetros de extensión. Para ello se han destinado ya $956 millones.
Párrafo 8 En una primera etapa se repararán los siete puentes ubicados a lo largo de esta ruta, con una inversión de
$476 millones.
Otro aspecto importante que tienen que considerar al momento de redactar una bajada es que ésta no
puede contener la misma información que el epígrafe o el titulo, y que los tres elementos tienen que
leerse de manera independiente.
Epígrafe: Quiénes lo van a hacer Estrategia común entre sector privado y público:
Titulo: La creación de una macro región Intendentes del norte firman pacto para crear
económica macro región económica
Bajada: Lugar y forma de trabajo Reunidos en Arica, los jefes regionales afirman que
trabajo mancomunado, y no las movilizaciones,
llevará al desarrollo.
Lead
Tras pasar cuatro días detenidos en el Regimiento de Policía Militar de Córdoba, los generales del
Ejército Santiago Sincalir y Hugo Prado, y el coronel en servicio activo Marco Bustos –procesados por el
secuestro calificado de cinco civiles, en 1987- recuperaron ayer su libertad, previo pago de una fianza de
$200 mil cada uno.
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Al leer este párrafo, podemos quedar completamente enterados de qué se trata la información. Puede
que nos falten los detalles, pero lo esencial de la información está ahí, dado que están contestadas las 6
preguntas periodistas básicas:
Y puesto que el lector moderno se asemeja al hombre que tiene poco tiempo, los diarios tratan de
ayudarle a que quede bien informado rápidamente. La forma más práctica de hacerlo es exponer los
hechos principales de la noticia en el primer párrafo o lead.
La idea es que leyéndolo, uno quede completamente informado de lo que ocurrió a través de la
respuesta de esas 6 preguntas periodísticas. Si se interesa en profundizar más el acontecimiento, se
puede continuar leyendo la noticia.
No siempre todas estas preguntas están contestadas en todas las noticias. Es suficiente que se
contesten tan sólo las 2 o 3 preguntas más importantes, aunque estos datos ya hayan sido
mencionados en la titulación. El resto se contestará con detalle en el cuerpo de la noticia.
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El senador Alejandro Navarro fue el primero, ● Qué: pidió un estudio de impacto
cuando se hizo oficial la llegada del Dakar a ambiental antes de seguir
Argentina en febrero, en llamar la atención avanzando en el proyecto del paso
sobre el riesgo ecológico que podría conllevar. del Dakar en Argentina.
Ya en ese entonces pidió un estudio de impacto ● Quién: senador Alejandro Navarro
ambiental antes de seguir avanzando en el ● Cuándo: en febrero
proyecto. ● Porqué: por el riesgo ecológico que
podría conllevar la llegada del
Dakar a Chile
¿Cuáles son las preguntas más importantes? Depende. Según el tipo de noticia la pregunta más
importante será una u otra.
5- Cuerpo de la noticia
Ya sabemos que el epígrafe, el título y la bajada tienen la función de llamar la atención del lector
anunciando lo más importante de la noticia. Luego en el lead se ponen los datos esenciales de la
información, para que el lector quede enterado de lo medular de la noticia. Ahora, hay que seguir
redactando el resto de la noticia, es decir, el cuerpo de la información.
Hasta ahora se habrán dado cuenta que a diferencia del género narrativo, que por lo general
reserva lo más impactante de la historia para el final, utilizando el esquema de inicio –
desarrollo – desenlace, el lenguaje informativo entrega la información ocupando la formula:
● Partir por el desenlace, es decir, lo medular de la historia.
● Continuar con el desarrollo, donde se expande en los detalles de la historia.
● Finalmente, si es que hay espacio, se entregan datos complementarios que pueden
explicar las causas o la contextualización de la historia.
Por ello, ya que en el primer párrafo entregamos al lector el desenlace del hecho que estamos
informando a través de las 6 preguntas periodísticas, en el cuerpo de la noticia tenemos que
extendernos –aunque no demasiado- en los detalles de esa historia.
¿Y cómo la presentamos?
Siempre siguiente el mismo esquema de orden decreciente de importancia. Esto es, primero
presentamos los hechos más relevantes hasta los menos relevantes, siguiendo el orden del lead. De
esta manera, si la noticia tiene que ser acortada por motivos de espacio en el diario no se pierdan
elementos fundamentales.
Esto es lo que se conoce con el nombre de pirámide invertida, un el método informativo en el que el
orden de los datos no es temporal, sino según su importancia.
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Publicidad y propaganda
Antes de la aparición de los diarios, la radio y la televisión, existían las publicidades que se pintaban en
las paredes de las ciudades y las que se transmitían en altavoz. Con la aparición de la imprenta y otros
avances tecnológicos que abarataron los costos, comenzaron a circular folletos y afiches. Luego,
también carteles luminosos y pantallas led. Las formas fueron variando, pero los anuncios publicitarios
continúan siendo parte de nuestra cotidianidad.
- ¿Se imaginan un mundo sin anuncios publicitarios? ¿Cómo sería?
- ¿Consideran que esa clase de mensajes influye en sus conductas? ¿De qué manera? ¿Qué efectos
producen?
Los términos publicidad y propaganda suelen ser utilizados como sinónimos, sin embargo, no lo son,
ya que persiguen diferentes fines.
Publicidad y propaganda
La publicidad tiene como objetivo principal vender un producto o servicio. Las empresas usan la
difusión de sus productos con fines comerciales. Para vender más, asocian el producto a un
determinado tipo de consumidor, eligen una imagen que sea atractiva y transmiten valores vinculados
con la calidad de vida que puede generar en quienes acceden a él. Algunos ejemplos son las
publicidades de automóviles, gaseosas, productos de limpieza, perfumes, empresas de telefonía móvil,
entre muchos otros.
La propaganda, en cambio, tiene como objetivo principal la divulgación de ideas que promuevan un
cambio en la conducta de las personas. Las propagandas son impulsadas por instituciones y
organizaciones, que pueden ser agencias estatales, partidos políticos, miembros de una religión o
movimientos sociales, entre otras. Estas instituciones utilizan la propaganda para dar a conocer
problemáticas que afectan a la sociedad (adicciones, enfermedades, violencia) o para concientizar y
mejorar hábitos y costumbres de la ciudadanía (el cuidado del medio ambiente, de la salud y de los
espacios comunes, etcétera).
80
Los usos de la publicidad
Además de difundir para vender, la publicidad tiene otros usos. Por un lado, informa acerca de las
características de los productos y servicios que publicita y, de esta forma, facilita la toma de decisiones
por parte de los consumidores.
Por otro lado, toma en cuenta las necesidades y expectativas de los usuarios para impulsar la
producción de nuevos productos y servicios, lo que tiene como consecuencia la activación del mercado
de producción. Incluso, estimula la competencia entre las empresas para brindar más y mejores
servicios. Pero también, influye en la generación de nuevos hábitos por parte de los consumidores. La
publicidad es un medio muy potente que logra modificar la manera de pensar o sentir respecto de un
producto o servicio.
Tanto la publicidad como la propaganda intentan persuadir a un público para que realice determinado
fin. Para lograr sus objetivos utilizan diversos recursos: imágenes, palabras y sonidos, y recurren al
humor, la exageración, el absurdo, el miedo, la ambigüedad, etcétera. La utilización de uno u otro
dependerá del target, es decir, a qué público, determinado por la edad, el género, la profesión y la
condición económica está destinada.
Además de utilizar esos recursos, las publicidades suelen componerse de determinados elementos
que las caracterizan: el eslogan es el lema que acompaña la identidad de la empresa; el titular es una
pequeña frase que singulariza un producto o servicio, y el copy es el texto que describe los beneficios
y las ventajas del producto o servicio.
Miremos el siguiente video, que aclara un poco las diferencias entre ambas clases de discurso:
https://www.youtube.com/watch?v=EFTbWneIVwM
Ejercicio creativo
Pensá que sos parte del equipo de creativos de una agencia publicitaria. Te encargan que produzcas
un afiche publicitario para alguno de los siguientes productos:
- Un par de zapatillas.
- Un chocolate.
- Una computadora.
- Una mochila.
- Un teléfono celular.
Tendrás que pensar los colores del afiche, el nombre del producto, el eslogan y el copy.
81
La reseña crítica
Toda reseña debe incluir un resumen. Se trata de un texto en el que se describe algún aspecto de una
obra literaria o contenido audiovisual. Se busca que el lector tome conocimiento de él en profundidad y
motivar el interés sobre su contenido.
Tiene como común objetivo dar una visión panorámica y, a la vez, crítica sobre algún producto cultural:
un libro, un disco, una película.
● Se trata de un texto que implica una evaluación o una valoración del material considerado. En
otras palabras se responde a la pregunta: ¿es de buena calidad? ¿Es divertido? ¿Es original?
¿Vale la pena comprarlo, leerlo, verlo?
● Se presenta como una argumentación en la que el autor nos habla de su valoración del
material reseñado, pero no de modo subjetivo, sino que esas valoraciones deben estar
sustentadas por la figura del que escribe.
● La trama textual de toda reseña crítica implica una postura y, por lo tanto, cierto grado de
subjetividad (de hecho, siempre es posible discutir con una reseña). Pero esa postura debe
estar sostenida por razones válidas, es decir, que se desprendan del texto reseñado, del
contexto de la obra, de las características del escritor, etcétera.
Estructura de la reseña
Toda reseña debe presentar una estructura que permita a un posible lector acceder a la información
del modo más claro posible. La reseña, como los demás textos, se organiza a partir de una estructura
argumentativa.
INICIO: se comienza con la definición del objeto a tratar.
DESARROLLO: se continúa con la toma de posición, justificada al contrastar diversos argumentos o a
través de opiniones personales.
CONCLUSIÓN: se cierra reafirmando la posición adoptada, que ya quedó fundamentada mediante la
exposición de los argumentos.
82
5. Resumen del contenido del material que se evalúa. Toda reseña debe incluir una síntesis
del contenido de la obra reseñada.
6. Evaluación. Mediante la valoración del material, la reseña presenta los puntos negativos y
positivos de la obra, destaca algunos de sus aspectos, evalúa su originalidad y estilo.
Opiniones, críticas y comentarios 89.
7. Conclusión. Cierre en el que se retoman aquellos aspectos más importantes de la evaluación.
Desde ya, el autor de la reseña debe estar familiarizado con el producto cultural que va a reseñar. Aquí
ofrecemos una guía de preguntas para revisar los borradores:
https://www.lanacion.com.ar/1957077-un-vivido-retrato-social-sobre-las-crisis-de-todos-los-tie
mpos
https://www.lanacion.com.ar/1896185-1-libro-en-1-minuto-las-imposibilidades-del-amor-en-est
os-tiempos
https://www.lanacion.com.ar/1894188-1-libro-en-1-minuto-lo-mejor-del-terror-argentino
Por último: ¿qué tipo de obras les gustaría reseñar? ¿Un libro? ¿Una película? ¿Un disco?
83
COLEGIO SAN AGUSTÍN
Proyecto de escritura para 1er año
Pasos a seguir:
En grupos de tres personas deberán escribir una escena de teatro. Para ello, podrán pensar alguna
situación cotidiana que pueda ser representada. Algunos temas o conflictos posibles son: un amigo o
una amiga que está en problemas, una declaración de amor, un secreto que se devela o cualquier otra
situación que a ustedes se les ocurra o les resulte interesante. Recuerden que la intensidad de la acción
dramática dependerá de la fuerza de los personajes por cumplir sus objetivos. En otras palabras, en
toda escena teatral debe aparecer esa fuerza que impulsa a los personas a luchar, a moverse para
cumplir sus deseos.
Pautas para la entrega:
● La escena debe estar escrita en forma de diálogo, y debe incluir todas las indicaciones que
consideren necesarias (recuerden que estas indicaciones deben ir en letra cursiva y entre
paréntesis).
● La extensión del trabajo será de 2 carillas en hoja A4, fuente TNR 12 o Arial 10, Interlineado
de 1.5.
● Deberán pensar un título original.
● En el trabajo que entreguen deben constar los siguientes datos:
LENGUA Y LITERATURA
Título del trabajo: NUESTRA PROPIA ESCENA
Integrantes del equipo:
Calificación:
Para ayudarse podrán tener a mano todo el material visto en clase sobre teatro.
Este trabajo tendrá una nota numérica o valorativa y se entregará el día __________
84
El bastón de plata, de Martín Blasco
Este relato incluye algunas palabras cuyo significado tal vez sea desconocido para nosotros. Por ello, te
invitamos a que busques su definición en el diccionario:
INTRODUCCIÓN
CAPÍTULO I
85
9. El narrador señala: “Pero la vida nunca es tan simple, y su historia va a dar ahora el primer giro
de muchos que dará”. ¿A qué considerás que se refiere con la palabra “giro”? Buscá al menos
dos palabras que podrían reemplazar ese término.
10. ¿En qué situación y por qué se encuentra Iusuf al final del primer capítulo?
CAPÍTULO III
11. Explicá con tus propias palabras el siguiente párrafo: “Los seres humanos tenemos la tendencia
a vivir fantaseando sobre nuestro futuro e imaginar una y mil posibilidades sobre el destino que
nos espera en ilusiones y quimeras, suele pasarnos la vida entera. Son estos deseos, anhelos y
aspiraciones los que nos motiva a dar cada paso, lo que nos lleva a la guerra y nos empuja al
amor. Los que levantan ciudades y también las destruyen. En fin, que sin anhelos no somos
hombres”.
12. ¿Quién es Ahmad y qué secreto revela a Iusuf?
CAPÍTULO IV
13. ¿A cuál de todas las áreas de conocimiento de la alquimia se prestaba especial atención?
14. ¿Por qué era tan preciado el llamado “azufre rojo” o piedra filosofal? ¿En qué elemento se
escondía esta sustancia y en manos de quién estaba? ¿En qué región?
CAPÍTULO V
86
CAPÍTULO VI
18. Contá con tus propias palabras cómo es el desierto según Iusuf.
19. ¿A qué espacio se opone el desierto, según el Sheij Iahia?
20. ¿Qué dos acontecimientos determinan que Iusuf abandone al grupo de beduinos y continúe con
su viaje en busca del bastón de plata?
CAPÍTULOS VII a XX
CAPÍTULO XXI
24. Comentar por qué razón Iusuf le confiesa a Abdu Rahman que no merece el bastón de plata.
25. ¿Qué siente Iusuf al recibir de manos del anciano el bastón de plata?
CAPÍTULO XXII
26. ¿Conocemos los poderes del bastón de plata en manos de Iusuf? ¿O estos permanecen como
un misterio para el lector? En tu opinión: ¿qué simboliza este misterio?
87
El rastro de la canela, de Liliana Bodoc.
Capítulo I
1. ¿En qué lugar y en qué momento transcurre la historia?
2. Clara y Amanda son hermanas. ¿Cómo es la personalidad de cada una de ellas? ¿Qué las
diferencia a una de otra?
3. En el primer capítulo aparece la palabra “designios”. Buscá el significado de esa palabra
en el diccionario.
4. ¿Qué anticipa el jugo de la fruta recién cortada?
5. ¿De qué se entera Amanda? ¿Por qué se angustia al conocer semejante secreto?
Capítulo II
6. ¿Cuál es el acontecimiento histórico que se cita en este relato?
7. Transcribir un fragmento en forma de diálogo en el que se verifiquen los temperamentos
de Amanda y de Fausto.
8. ¿De qué modo trata Fausto a María?
Capítulo III
9. ¿Cuál es la relación entre Tobías y Fausto? Caracterizar a cada uno de estos personajes
citando, entre comillas, descripciones sobre ambos.
10. ¿Qué importancia tiene en la vida de Amanda el personaje de María?
11. ¿En qué circunstancias se conocen Tobías y Amanda?
Capítulo VII
12. Mencionar qué sentimientos despierta Tobías en Amanda.
Capítulo IX
13. ¿Por qué Clara y Eladio están tan enojados con Amanda?
14. ¿Cuál es la decisión que toma Eladio al final de este capítulo? ¿Qué conclusión saca
Fausto al respecto?
88
15. Indicar Verdadero o Falso
Capítulo X
16. Comentar la creencia acerca de Oxum que tenían los “viejos negros”.
89
ACTIVIDAD DE LECTURA Y REFLEXIÓN
Este proyecto consiste en que cada estudiante busque, elija y lleve a clase un artículo periodístico que
haya sido publicado durante los últimos siete días anteriores a la presentación en los diarios de tirada
nacional: LA NACIÓN, CLARÍN o PÁGINA 12.
90
c. ¿Cuáles son mis opiniones, reflexiones personales acerca de lo que en esa noticia se cuenta? Mi
visión acerca de la noticia elegida: ¿es favorable o crítica?
2. Presentación de un breve texto de producción personal en el que se evidencie la lectura y el
procesamiento de la información a partir de la propia opinión. Estas producciones se entregarán
manteniendo el siguiente formato:
Presentación
Entregar el trabajo impreso en hoja tamaño A4; fuente TNR 12 o ARIAL 10; espacio interlineado de
1.5; texto JUSTIFICADO. Adjuntar el artículo periodístico elegido.
________________________________________________________________________________
91
TRABAJO PRÁCTICO GRUPAL
ACRÓSTICO
Pasos a seguir:
2 A
3 C
4 A
5 C
6 I
7 O
8 N
9 E
1 S
0
92
6. Una vez que hayan elegido qué palabras integrarán todo su acróstico, deberán anotar sus
definiciones.
Fecha de entrega:
Todos los integrantes del grupo deben tener su trabajo impreso en la carpeta con el siguiente
encabezado:
LENGUA Y LITERATURA
93
GÉNEROS PERIODÍSTICOS
LA ENTREVISTA
El trabajo que tendrán que hacer consistirá en seleccionar un personaje para entrevistar. ¿Cómo
elegirlo? En rigor, cualquier persona puede ser entrevistada pero, lógicamente, habrá entrevistas más
interesantes y sustanciosas que otras. El criterio que utilizaremos en esta oportunidad será: LA
PROFESIÓN. Es decir, deberemos elegir un personaje cuya actividad laboral nos resulte atractiva,
diferente, apasionante. A lo largo del reportaje, deberá advertirse este interés, el motivo que generó
esa elección.
94
LA CASA DE BERNARDA ALBA (1936). FEDERICO GARCÍA LORCA
El teatro de G.L. es un teatro experimental, novedoso y vital, pero que a la vez recoge la
tradición del teatro clásico, y cuyos temas principales tienen que ver con la sociedad normativa y
tiránica española. Se trata de textos basados en las acciones del hombre - y fundamentalmente de la
mujer – enfrentado a una sociedad que se debate entre quedar atada a los valores del pasado o
transformarse para siempre.
Así, están presentes en el teatro de G.L. la frustración amorosa de mujeres sometidas a la
voluntad de sus padres y madres, y a la presión social. Detrás de tal fachada encontramos un mundo
pacato, hipócrita, decadente. Esto se observa, por ejemplo, en las voces de las diez mujeres que
intervienen en La casa de Alba, y que parecen sintetizarse en el mandato de Bernarda: “Hilo y aguja
para las hembras”. Todas ellas están metafóricamente presas dentro de una casa sofocante, de luto, en
la que reina la represión de los deseos, del impulso erótico, y cuya única salida parece ser el
matrimonio, posibilidad que solamente se le presenta a Angustias (hija del primer matrimonio de
Bernarda, por lo que ella puede quebrar el luto y casarse). Para todas las demás, no queda más
remedio que soportar el paso del tiempo y el encierro, destino que es auspiciado por la dueña de casa:
“En ocho años que dure el luto no ha de entrar en esta casa el viento de la calle. Haremos cuenta que
hemos tapiado con ladrillos, puertas y ventanas”.
Como lo hace Bernarda, los personajes femeninos de G.L. persiguen la honra, el recato e
intentan cuidar la fama y las apariencias. Se trata del apego a falsas pautas sociales y del temor a la
presión del qué dirán que apunta a las mujeres con su dedo acusador. Es en este sentido que el cuerpo
de la mujer se configura como un espacio de sospecha maliciosa, de marginación, de sumisión, como el
territorio en que se aloja un estigma; una señal o huella que delimita un campo de acción y que niega
otros posibles.
El autor pinta una sociedad caracterizada por una extrema restricción física y psicológica. Tales
privaciones son las que habitan la casa de Bernarda, y las que se alojan en lo meramente doméstico, en
lo interior, en la oscuridad muros adentro. Pero será ese mismo carácter el que el autor
desenmascarará y subvertirá a partir de la rebelión de Adela, rompiendo así el código genérico
femenino. Se trata de una motivación interna movida por el deseo, el destino y la irracionalidad.
95
GUÍA DE LECTURA Y COMPRENSIÓN PARA LA OBRA LA CASA DE BERNARDA ALBA, DE FEDERICO GARCÍA LORCA
1.° ACTO
1. Caracterizar el personaje de Bernarda Alba: ¿cómo es su temperamento?
2. ¿Qué elemento tiene entre sus manos como símbolo de poder?
3. ¿De dónde llegan Bernarda y sus hijas en la primera parte de la obra?
4. Según lo que dice el personaje de La Poncia, ¿cómo es el trato de Bernarda? Justificar la
respuesta citando un fragmento de la obra.
5. ¿Cuántos años dura el luto para las mujeres que protagonizan la obra? ¿Qué cosas no
podrán hacer mientras estén de luto?
6. ¿Por qué motivo el personaje de Pepe el romano se acerca a la casa de Bernarda?
7. ¿Quién es María Josefa y por qué está encerrada en el altillo de la casa de Bernarda?
8. ¿Por qué llora el personaje de Adela sobre el final del 1er acto?
9. Nombrar los personajes que aparecen en la obra. Elegir dos de ellos y caracterizarlos.
2.° ACTO
1. Los personajes de Adela y Poncia mantienen una conversación en la que Poncia le pide a Adela
que haga algo. ¿De qué se trata ese pedido? ¿Qué le aconseja Poncia?
2. ¿Qué sucede entre las horas de las doce y las tres de la tarde y por qué se genera alboroto en la
casa de Bernarda?
3. Martirio y Amelia comentan que han escuchado ruidos en el corral, muy tarde a la noche. ¿Qué
se sugiere a partir de esa charla? ¿Qué se supone que ha generado ese ruido?
4. Comentar brevemente el episodio del retrato de Pepe el Romano.
5. ¿Qué le sugiere la Poncia a Bernarda sobre el final del 2do acto?
6. Uno de los personajes descubre el secreto que guarda Adela. ¿De quién se trata?
7. Comentar brevemente el episodio de la hija de la Librada que relata Poncia.
8. ¿Cómo reacciona Adela ante el relato de Poncia?
96
3.° ACTO
9. ¿Cómo es el anillo de compromiso que lleva Angustias y qué opina al respecto la vecina
Prudencia? ¿Cómo deben ser, según ella, los anillos de pedida?
10. ¿Cuáles son los consejos que Bernarda da a su hija Angustias para su futura vida como
esposa de Pepe el Romano? ¿Cómo le sugiere que se comporte?
11. Durante el 3er acto se comenta que el caballo encerrado está cada vez más inquieto. ¿Qué
relación podés encontrar entre esa imagen y los acontecimientos que suceden en esta obra?
12. El personaje de la Poncia usa una metáfora vinculada con el mar para describir la actitud
que toma Bernarda. Citarla y encontrar una interpretación propia para esa imagen.
13. Martirio y Adela mantienen una conversación en la que Martirio hace una revelación. ¿De
qué se trata esa revelación?
14. ¿Qué elemento rompe Adela casi al final del tercer acto y qué simboliza esa acción?
Transcribir un fragmento en el que se verifique tu afirmación.
15. Comentar la escena final. ¿Qué sucede con Pepe? ¿Y con Adela?
16. ¿Cuál es la actitud de Bernarda al ver a su hija Adela? ¿Qué les dice a sus otras cuatro hijas?
97
ANTOLOGÍA LITERARIA
ÍNDICE
✔ “La piedra negra”, de Marcelo Birmajer. En Cuentos cortos para el verano, Plan Nacional de
lectura (https://www.educ.ar/recursos/122053/la-piedra-negra-de-marcelo-birmajer) .
✔ “Amigos por el viento”, de Lilliana Bodoc. En Amigos por el viento, de Liliana Bodoc. Editorial
Alfaguara, 2008.
✔ “El crimen casi perfecto”, de Roberto Arlt. En El crimen casi perfecto, de Roberto Arlt. Editorial
Aguilar, 1994.
✔ “La galera”, de Manuel Mujica Láinez. En Misteriosa Buenos Aires, de Manuel Mujica
Láinez. Editorial Debolsillo, 2005.
✔ “La fiesta ajena”, de Liliana Heker. En recursos
(http://www.me.gov.ar/construccion/recursos/cuentos/heker-lafiestaajena.pdf).
✔ “Los dos reyes y los dos laberintos”, de Jorge Luis Borges. En El aleph, de Jorge Luis Borges,
Editorial Sudamericana, 2011.
✔ “La ñ también es gente”, de María Elena Walsh.
✔ “El celular de Hansel y Gretel”, de Hernán Casciari.
http://editorialorsai.com/blog/post/el_movil_de_hansel_y_gretel.
✔ “Los chicos”, de Ana María Matute. En El árbol de oro y otros relatos, de Ana María Matute.
Editorial Bruño, 1995.
✔ “La ballena azul”, de Héctor Tizón. En Cuentos completos, de Héctor Tizón. Editorial Alfaguara,
2006.
98
PRESENTACIÓN
Esta antología reúne textos de distintos autores argentinos y extranjeros que iremos leyendo juntos a lo
largo de todo el año. Pero, si son diferentes, ¿por qué están agrupados? ¿Qué los diferencia y qué
tienen en común?
Cada uno de estos textos presenta un tema en particular, determinados personajes, una época y un
lugar en el que transcurre la acción. Algunos de ellos presentan descripciones más detalladas y otros
son más sintéticos. Hay unos cuantos que tienen un final feliz, y otros tantos que no. Algunos de ellos
que hablan de amor, y otros del dolor. Algunos son realistas y otros, fantásticos. Casi todos son cuentos,
aunque hay dos textos: el de María Elena Walsh y el de Hernán Casciari, que escapan a ese género y
que ya veremos por qué están incluidos en este compendio.
Y si todos ellos son diferentes, ¿qué es aquello que los une? Los relatos que les presentamos en esta
pequeña antología buscan contar historias, entretenerlos, divertirlos. Así como la música o el cine, la
literatura tiene esa finalidad: el placer, el goce estético.
Por eso, esperamos que los disfruten y que vivan aventuras tan apasionantes como las de los
personajes que se esconden en las páginas que siguen y que ustedes están a punto de conocer.
99
LA PIEDRA NEGRA. MARCELO BIRMAJER.
Otra cosa que me pasaba de chico es que perdía todos los útiles de la cartuchera, y a veces la
cartuchera también. Mis padres debían comprarme cada día un nuevo lápiz, una nueva goma o un
nuevo compás (¿todavía siguen usando compás y transportador en la escuela?), y una cartuchera por
semana. Yo creo que existen ciertas personas cuya atención sólo puede ser atrapada por algunos
hechos muy llamativos, y no les queda atención para ninguna otra cosa. Es el día de hoy que sigo
perdiéndolo todo: los lentes de sol, el control remoto del televisor, una ojota, los papeles donde anoto
las direcciones en los viajes. Por eso, me paso buena parte de la vida buscando. Es curioso, porque por
un lado debo buscar objetos -llaves, la agenda, una tarjeta-, pero también busco historias para contar,
busco sabiduría en las historias de otros escritores, y busco la verdad. ¿Qué es la verdad? Bueno, cómo
debe vivir uno para sentirse completo, qué es el bien y qué es el mal, qué es el alma… En fin. Del
mismo modo que no busco una sola cosa material: buscando el control remoto encuentro las llaves,
buscando la agenda encuentro la lapicera, etcétera; tampoco busco una sola cosa cuando busco las
demás: en busca de una historia puedo encontrar un consejo, o en la persona más inesperada puedo
encontrar una buena historia. La actitud del buscador siempre debe ser un poco distraída: no sea cosa
que por buscar con demasiada atención una sola cosa se pierdan muchas otras.
No sé si mis reflexiones les están resultando lo suficientemente claras; de modo que, por las dudas,
como siempre, contaré una historia. No necesariamente porque mi historia vaya a dejar del todo claro
el asunto de los buscadores, sino porque, si no queda del todo claro, al menos habrán disfrutado de un
cuento.
Cierta mañana de enero me hallaba caminando con mi padre por las playas de Miramar. Yo debía tener
doce años. Como mi piel nunca se ha llevado bien con el sol, acostumbraba pasear por la playa a horas
muy tempranas. Siete y media u ocho de la mañana, para poder disfrutar del mar y el cielo a pleno sin
convertirme en un piel roja. El mar en las primeras horas del día es un espectáculo distinto: las aguas
son plateadas, y la espuma es más blanca. El cielo es de un celeste discreto, como si estuviera
apareciendo por primera vez. La brisa marina es fría, pero es un frío hospitalario. Mi padre caminaba
silencioso, con las manos entrecruzadas tras la cintura; y yo zigzagueaba entre los restos de las olas y la
arena húmeda. De pronto, mi padre se detuvo y vi que su mirada se clavaba en un punto de la arena
húmeda. Inclinó apenas la espalda y recogió algo del suelo. Me lo mostró.
Era una piedra negra. Una piedra ovalada como un camafeo, reluciente y lisa. Era tan negra que parecía
la matriz del color negro, el modelo del que se había partido para luego ir distribuyendo los matices del
negro por el resto de los objetos.
–Tal vez no haya ninguna piedra como ésta en todo el mundo -dijo-. Está aquí tirada, y a nadie le
interesa. Pero tal vez sea la piedra más negra del mundo, y tal vez no haya ninguna otra piedra igual. En
100
ese caso, valdría más que el oro.
Yo extendí la mano para que depositara allí la piedra negra; pero mi padre, con una agilidad que pocas
veces le he visto, llevó su brazo y su mano hacia atrás y lanzó la piedra más allá de las olas, al centro del
mar.
Desde entonces, busco la piedra negra. Cuando buscaba los útiles, cuando busco el control remoto,
cuando busco una buena historia o cuando busco la verdad, busco la piedra negra. ¿Y qué significa la
piedra negra? Lo sabré si alguna vez la encuentro.
A veces la vida se comporta como el viento: desordena y arrasa. Algo susurra, pero no se le entiende. A
su paso todo peligra; hasta aquello que tiene raíces. Los edificios, por ejemplo. O las costumbres
cotidianas.
Cuando la vida se comporta de ese modo, se nos ensucian los ojos con lo que vemos. Es decir,
los verdaderos ojos. A nuestro lado, pasan papeles escritos con una letra que creemos reconocer. El
cielo se mueve más rápido que las horas. Y lo peor es que nadie sabe si, alguna vez, regresará la calma.
Así ocurrió el día que papá se fue de casa. La vida se nos transformó en viento casi sin dar aviso.
Yo recuerdo la puerta que se cerró detrás de su sombra y sus valijas. También puedo recordar la ropa
reseca sacudiéndose al sol mientras mamá cerraba las ventanas para que, adentro y adentro, algo
quedara en su sitio.
— Le dije a Ricardo que viniera con su hijo. ¿Qué te parece?
— Me parece bien – mentí.
Mamá dejó de pulir la bandeja, y me miró:
— No me lo estás diciendo muy convencida…
— Yo no tengo que estar convencida.
— ¿Y eso qué significa? – preguntó la mujer que más preguntas me hizo a lo largo de mi vida.
Me vi obligada a levantar los ojos del libro:
— Significa que es tu cumpleaños, y no el mío – respondí.
La gata salió de su canasto, y fue a enredarse entre las piernas de mamá.
Que mamá tuviera novio era casi insoportable. Pero que ese novio tuviera un
hijo era una verdadera amenaza. Otra vez, un peligro rondaba mi vida. Otra vez había viento en el
horizonte.
— Se van a entender bien – dijo mamá-. Juanjo tiene tu edad.
La gata, único ser que entendía mi desolación, saltó sobre mis rodillas. Gracias,
gatita buena.
Habían pasado varios años desde aquel viento que se llevó a papá. En casa ya estaban
reparados los daños. Los huecos de la biblioteca fueron ocupados por nuevos libros. Y hacía mucho que
yo no encontraba gotas de llanto escondidas en los jarrones, disimuladas como estalactitas en el
congelador, disfrazadas de pedacitos de cristal. “se me acaba de romper una copa”, inventaba mamá,
101
que, con tal de ocultarme su tristeza, era capaz de esas cosas y otras asombrosas hechicerías.
Ya no había huellas de viento ni de llantos. Y justo cuando empezábamos a reírnos con ganas y a
pasear juntas en bicicleta, aparecía un tal Ricardo y todo volvía a peligrar.
Mamá sacó las cocadas del horno. Antes del viento, ella las hacía cada domingo. Después
pareció tomarle rencor al a receta, porque se molestaba con la sola mención del asunto. Ahora, el tal
Ricardo y su Juanjo habían conseguido que volviera a hacerlas. Algo que yo no pude conseguir.
— Me voy a arreglar un poco – dijo mamá mirándose las manos-. Lo único que falta es que
lleguen y me encuentren hecha un desastre.
— ¿Qué te vas a poner? – le pregunté en un supremo esfuerzo de amor.
— El vestido azul.
Mamá salió de la cocina, la gata regresó a su canasto. Y yo me quedé sola para imaginar lo que
me esperaba.
Seguramente, ese horrible Juanjo iba a devorar las cocadas. Y los pedacitos de merengue se
quedarían pegados en los costados de su boca. También era seguro que iba a dejar sucio el jabón
cuando se lavara las manos. Iba a hablar de su perro con el único propósito de desmerecer a mi gata.
Pude verlo transitando por mi casa con los cordones de las zapatillas desatados, tratando de
anticipar la manera de quedarse con mi dormitorio. Pero, más que ninguna otra cosa, me aterró la
certeza de que sería uno de esos chicos que, en vez de hablar, hacen ruidos: frenadas de autos, golpes
en el estómago, sirenas de bombero, ametralladoras y explosiones.
— ¡Mamá! – grité pegada a la puerta del baño.
— ¿Qué pasa? – me respondió desde la ducha.
— ¿Cómo se llaman esas palabras que parecen ruidos?
El agua caía apenas tibia, mamá intentaba comprender mi pregunta, la gata dormía y yo
esperaba.
— ¿Palabras que hacen ruidos? – repitió.
— Sí. – Y aclaré-: Pum, Plaf, Ugg… ¡Ring!
— Por favor – dijo mamá-, están llamando.
No tuve más remedio que abrir la puerta.
— ¡Hola! – dijeron las rosas que traía Ricardo.
— ¡Hola! – dijo Ricardo asomado detrás de las rosas.
Yo miré a su hijo sin piedad. Como lo había imaginado, traía puesta una remera ridícula y un
pantalón que le quedaba corto.
Enseguida, apareció mamá. Estaba tan linda como si no se hubiera arreglado. Así le pasa a ella.
Y el azul les quedaba muy bien a sus cejas espesas.
— Podrían ir a escuchar música a tu habitación – sugirió la mujer que cumplía años,
desesperada por la falta de aire. Y es que yo me lo había tragado todo para matar por asfixia a los
invitados.
Cumplí sin quejarme. El horrible chico me siguió en silencio. Me senté en una cama. Él se sentó
en la otra. Sin dudas, ya estaría decidiendo que el dormitorio pronto sería de su propiedad. Y que yo
dormiría en el canasto, junto a la gata.
No puse música porque no tenía nada que festejar. Aquel era un día triste para mí. No me
pareció justo, y decidí que también él debía sufrir. Entonces, busqué una espina y la puse entre signos
de preguntas.
— ¿Cuánto hace que se murió tu mamá?
Juanjo abrió grandes los ojos para disimular algo.
102
— Cuatro años – contestó.
Pero mi rabia no se conformó con eso:
— ¿Y cómo fue? – volví a preguntar.
Esta vez, entrecerró los ojos.
Yo esperaba oír cualquier respuesta, menos la que llegó desde su voz cortada.
— Fue… fue como un viento – dijo.
Agaché la cabeza, y dejé salir el aire que tenía guardado. Juanjo estaba hablando
del viento, ¿sería el mismo que pasó por mi vida?
— ¿Es un viento que llega de repente y se mete en todos lados? – pregunté.
— Sí, es ese.
— ¿Y también susurra…?
— Mi viento susurraba – dijo Juanjo-. Pero no entendía qué decía.
— Yo tampoco entendí. – Los dos vientos se mezclaron en mi cabeza.
Pasó un silencio.
— Un viento tan fuerte que movió los edificios – dijo él-. Y eso que los
edificios tienen raíces…
Pasó una respiración.
— A mí se me ensuciaron los ojos – dije. Pasaron dos.
— A mí también.
— ¿Tu papá cerró las ventanas? – pregunté.
— Sí.
— Mi mamá también.
— ¿Por qué lo habrán hecho? – Juanjo parecía asustado.
— Debe de haber sido para que algo quedara en su sitio.
A veces, la vida se comporta como el viento: desordena y arrasa. Algo susurra,
pero no se le entiende. A su paso todo peligra; hasta aquello que tiene raíces. Los edificios, por
ejemplo. O las costumbres cotidianas.
— Si querés vamos a comer cocadas – le dije.
Porque Juanjo y yo teníamos un viento en común. Y quizá ya era tiempo de abrir
las ventanas.
103
EL CRIMEN CASI PERFECTO. ROBERTO ARLT.
La coartada de los tres hermanos de la suicida fue verificada. Ellos no habían mentido. El mayor, Juan,
permaneció desde las cinco de la tarde hasta las doce de la noche (la señora Stevens se suicidó entre
las siete y las diez de la noche) detenido en una comisaría por su participación imprudente en una
accidente de tránsito. El segundo hermano, Esteban, se encontraba en el pueblo de Lister desde las
seis de la tarde de aquel día hasta las nueve del siguiente, y, en cuanto al tercero, el doctor Pablo, no se
había apartado ni un momento del laboratorio de análisis de leche de la Erpa Cía., donde estaba
adjunto a la sección de dosificación de mantecas en las cremas. Lo más curioso del caso es que aquel
día los tres hermanos almorzaron con la suicida para festejar su cumpleaños, y ella, a su vez, en ningún
momento dejó de traslucir su intención funesta. Comieron todos alegremente; luego, a las dos de la
tarde, los hombres se retiraron.
Sus declaraciones coincidían en un todo con las de la antigua doméstica que servía hacía muchos años
a la señora Stevens. Esta mujer, que dormía afuera del departamento, a las siete de la tarde se retiró a
su casa. La última orden que recibió de la señora Stevens fue que le enviara por el portero un diario de
la tarde. La criada se marchó; a las siete y diez el portero le entregó a la señora Stevens el diario
pedido y el proceso de acción que ésta siguió antes de matarse se presume lógicamente así: la
propietaria revisó las adiciones en las libretas donde llevaba anotadas las entradas y salidas de su
contabilidad doméstica, porque las libretas se encontraban sobre la mesa del comedor con algunos
gastos del día subrayados; luego se sirvió un vaso de agua con whisky, y en esta mezcla arrojó
aproximadamente medio gramo de cianuro de potasio. A continuación se puso a leer el diario, bebió el
veneno, y al sentirse morir trató de ponerse de pie y cayó sobre la alfombra. El periódico fue hallado
entre sus dedos tremendamente contraídos.
Tal era la primera hipótesis que se desprendía del conjunto de cosas ordenadas pacíficamente en el
interior del departamento pero, como se puede apreciar, este proceso de suicidio está cargado de
absurdos psicológicos. Ninguno de los funcionarios que intervinimos en la investigación podíamos
aceptar congruentemente que la señora Stevens se hubiese suicidado.
Sin embargo, únicamente la Stevens podía haber echado el cianuro en el vaso. El whisky no contenía
veneno. El agua que se agregó al whisky también era pura. Podía presumirse que el veneno había sido
depositado en el fondo o las paredes de la copa, pero el vaso utilizado por la suicida había sido retirado
de un anaquel donde se hallaba una docena de vasos del mismo estilo; de manera que el presunto
asesino no podía saber si la Stevens iba a utilizar éste o aquél. La oficina policial de química nos informó
que ninguno de los vasos contenía veneno adherido a sus paredes.
El asunto no era fácil. Las primeras pruebas, pruebas mecánicas como las llamaba yo, nos inclinaban a
aceptar que la viuda se había quitado la vida por su propia mano, pero la evidencia de que ella estaba
distraída leyendo un periódico cuando la sorprendió la muerte transformaba en disparatada la prueba
mecánica del suicidio.
Tal era la situación técnica del caso cuando yo fui designado por mis superiores para continuar
ocupándome de él. En cuanto a los informes de nuestro gabinete de análisis, no cabían dudas.
104
Únicamente en el vaso, donde la señora Stevens había bebido, se encontraba veneno. El agua y el
whisky de las botellas eran completamente inofensivos. Por otra parte, la declaración del portero era
terminante; nadie había visitado a la señora Stevens después que él le alcanzó el periódico; de manera
que si yo, después de algunas investigaciones superficiales, hubiera cerrado el sumario informando de
un suicidio comprobado, mis superiores no hubiesen podido objetar palabra. Sin embargo, para mí
cerrar el sumario significaba confesarme fracasado. La señora Stevens había sido asesinada, y había un
indicio que lo comprobaba: ¿dónde se hallaba el envase que contenía el veneno ante s de que ella lo
arrojara en su bebida?
Por más que nosotros revisáramos el departamento, no nos fue posible descubrir la caja, el sobre o el
frasco que contuvo el tóxico. Aquel indicio resultaba extraordinariamente sugestivo. Además había
otro: los hermanos de la muerta eran tres bribones.
Los tres, en menos de diez años, habían despilfarrado los bienes que heredaron de sus padres.
Actualmente sus medios de vida no eran del todo satisfactorios.
Juan trabajaba como ayudante de un procurador especializado en divorcios. Su conducta resultó más
de una vez sospechosa y lindante con la presunción de un chantaje. Esteban era corredor de seguros y
había asegurado a su hermana en una gruesa suma a su favor; en cuanto a Pablo, trabajaba de
veterinario, pero estaba descalificado por la Justicia e inhabilitado para ejercer su profesión, convicto
de haber dopado caballos. Para no morirse de hambre ingresó en la industria lechera, se ocupaba de
los análisis.
Tales eran los hermanos de la señora Stevens. En cuanto a ésta, había enviudado tres veces. El día del
“suicidio” cumplió 68 años; pero era una mujer extraordinariamente conservada, gruesa, robusta,
enérgica, con el cabello totalmente renegrido. Podía aspirar a casarse una cuarta vez y manejaba su
casa alegremente y con puño duro. Aficionada a los placeres de la mesa, su despensa estaba provista
de vinos y comestibles, y no cabe duda de que sin aquel “accidente” la viuda hubiera vivido cien años.
Suponer que una mujer de ese carácter era capaz de suicidarse, es desconocer la naturaleza humana.
Su muerte beneficiaba a cada uno de los tres hermanos con doscientos treinta mil pesos.
La criada de la muerta era una mujer casi estúpida, y utilizada por aquélla en las labores groseras de la
casa. Ahora estaba prácticamente aterrorizada al verse engranada en un procedimiento judicial.
El cadáver fue descubierto por el portero y la sirvienta a las siete de la mañana, hora en que ésta, no
pudiendo abrir la puerta porque las hojas estaban aseguradas por dentro con cadenas de acero, llamó
en su auxilio al encargado de la casa. A las once de la mañana, como creo haber dicho anteriormente,
estaban en nuestro poder los informes del laboratorio de análisis, a las tres de la tarde abandonaba yo
la habitación donde quedaba detenida la sirvienta, con una idea brincando en mi imaginación: ¿y si
alguien había entrado en el departamento de la viuda rompiendo un vidrio de la ventana y colocando
otro después que volcó el veneno en el vaso? Era una fantasía de novela policial, pero convenía
verificar la hipótesis.
Salí decepcionado del departamento. Mi conjetura era absolutamente disparatada: la masilla
solidificada no revelaba mudanza alguna.
105
Eché a caminar sin prisa. El “suicidio” de la señora Stevens me preocupaba (diré una enormidad) no
policialmente, sino deportivamente. Yo estaba en presencia de un asesino sagacísimo, posiblemente
uno de los tres hermanos que había utilizado un recurso simple y complicado, pero imposible de
presumir en la nitidez de aquel vacío.
Absorbido en mis cavilaciones, entré en un café, y tan identificado estaba en mis conjeturas, que yo,
que nunca bebo bebidas alcohólicas, automáticamente pedí un whisky. ¿Cuánto tiempo permaneció el
whisky servido frente a mis ojos? No lo sé; pero de pronto mis ojos vieron el vaso de whisky, la garrafa
de agua y un plato con trozos de hielo. Atónito quedé mirando el conjunto aquel. De pronto una idea
alumbró mi curiosidad, llamé al camarero, le pagué la bebida que no había tomado, subí
apresuradamente a un automóvil y me dirigí a la casa de la sirvienta. Una hipótesis daba grandes saltos
en mi cerebro. Entré en la habitación donde estaba detenida, me senté frente a ella y le dije:
- Míreme bien y fíjese en lo que me va a contestar: la señora Stevens, ¿tomaba el whisky con hielo o sin
hielo?
-Con hielo, señor.
-¿Dónde compraba el hielo?
- No lo compraba, señor. En casa había una heladera pequeña que lo fabricaba en pancitos. –Y la criada
casi iluminada prosiguió, a pesar de su estupidez. - Ahora que me acuerdo, la heladera, hasta ayer, que
vino el señor Pablo, estaba descompuesta. Él se encargó de arreglarla en un momento.
Una hora después nos encontrábamos en el departamento de la suicida con el químico de nuestra
oficina de análisis, el técnico retiró el agua que se encontraba en el depósito congelador de la heladera
y varios pancitos de hielo. El químico inició la operación destinada a revelar la presencia del tóxico, y a
los pocos minutos pudo manifestarnos: - El agua está envenenada y los panes de este hielo están
fabricados con agua envenenada.
Nos miramos jubilosamente. El misterio estaba desentrañado. Ahora era un juego reconstruir el
crimen. El doctor Pablo, al reparar el fusible de la heladera (defecto que localizó el técnico) arrojó en el
depósito congelador una cantidad de cianuro disuelto. Después, ignorante de lo que aguardaba, la
señora Stevens preparó un whisky; del depósito retiró un pancito de hielo (lo cual explicaba que el
plato con hielo disuelto se encontrara sobre la mesa), el cual, al desleírse en el alcohol, lo envenenó
poderosamente debido a su alta concentración. Sin imaginarse que la muerte la aguardaba en su vicio,
la señora Stevens se puso a leer el periódico, hasta que juzgando el whisky suficientemente enfriado,
bebió un sorbo. Los efectos no se hicieron esperar.
No quedaba sino ir en busca del veterinario. Inútilmente lo aguardamos en su casa. Ignoraban dónde se
encontraba. Del laboratorio donde trabajaba nos informaron que llegaría a las diez de la noche.
A las once, yo, mi superior y el juez nos presentamos en el laboratorio de la Erpa. El doctor Pablo, en
cuanto nos vio comparecer en grupo, levantó el brazo como si quisiera anatemizar nuestras
investigaciones, abrió la boca y se desplomó inerte junto a la mesa de mármol.
Había muerto de un síncope. En su armario se encontraba un frasco de veneno. Fue el asesino más
ingenioso que conocí.
106
LA GALERA (1803). MANUEL MUJICA LÁINEZ.
¿Cuántos días, cuántos crueles, torturadores días hace que viajan así, sacudidos, zangoloteados,
golpeados sin piedad contra la caja de la galera, aprisionados en los asientos duros? Catalina ha perdido
la cuenta. Lo mismo pueden ser cinco que diez, que quince; lo mismo puede haber transcurrido un mes
desde que partieron de Córdoba, arrastrados por ocho mulas dementes. Ciento cuarenta y dos leguas
median entre Córdoba y Buenos Aires; y aunque Catalina calcula que ya llevan recorridas más de
trescientas, sólo ochenta separan, en verdad, a su punto de origen y la Guardia de la Esquina, próxima
parada de las postas.
Los otros viajeros vienen amodorrados, agitando las cabezas como títeres; pero Catalina no logra
dormir. Apenas si ha cerrado los ojos desde que abandonaron la sabia ciudad. El coche chirría y cruje
columpiándose en las sopandas de cuero estiradas a torniquete, sobres las ruedas altísimas de madera
de urunday. De nada sirve que ejes y mazas y balancines estén revueltos en largas lonjas de cuero
fresco para amortiguar los encontrones. La galera infernal parece haber sido construida a propósito
para martirizar a quienes la ocupan. ¡Ah, pero esto no quedará así! En cuanto lleguen a Buenos Aires, la
vieja señorita se quejará a don Antonio Romero de Tejada, administrador principal de correos; y si es
menester, irá hasta la propia virreina Del Pino, la señora Rafaela de Vera y Pintado. ¡Ya verán quién es
Catalina Vargas!
La señorita se arrebuja en su amplio manto gris y palpa una vez más, bajo la falda, las bolsitas que cosió
en el interior de su ropa y que contienen su tesoro. Mira hacia sus acompañantes, temerosa de que
sospechen de su actitud; más su desconfianza se deshace pronto. Nadie se fija en ella. El conductor de
la correspondencia ronca atrozmente en un rincón; al pecho, el escudo de bronce con las armas reales;
apoyados los pies en la bolsa del correo. Los otros se acomodaron en posturas disparatadas, sobre las
mantas con las cuales improvisan lechos hostiles cuando el coche se detiene para el descanso. Debajo
de los asientos, en cajones, canta el abollado metal de las valijas al chocar contra las provisiones y las
garrafas de vino.
Afuera el sol enloquece al paisaje. Una nube de polvo envuelve a la galera y a los cuatro soldados que
la escoltan al galope, listas las armas, porque en cualquier instante, puede surgir un malón de indios y
habrá que defender las vidas. La sangre de las mulas hostigadas por los postigones mancha los vidrios.
Si abrieran las ventanas, la tierra sofocaría a los viajeros; de modo que es fuerza andar en el agobio de
la clausura que apesta el olor a comida guardada y a gente y ropa sin lavar.
¡Dios mío! ¡Así ha sido todo el tiempo, todo el tiempo, cada minuto, lo mismo cuando cruzaron los
bosques de algarrobos, de chañares, de talas y de piquillines, que cuando vadearon el Río Segundo y el
Saladillo! Ampía, los Puestos de Ferreira, Tío Pugio, Colmán, Fraile Muerto, la Esquina de Castillo, la
Posta del Zanjón, Cabeza de Tigre… Se confunden los nombres en la mente de Catalina Vargas, como
se confunden los perfiles de las estancias que velan en el desierto, coronadas por miradores iguales, y
de las fugaces pulperías donde los paisanos suspendían las partidas de naipes y de taba para acudir al
encuentro de la diligencia enorme, único lazo de noticias con la ciudad remota.
107
¡Dios mío! ¡Dios mío! ¡Y las tardes que pasan sin dormir, pues casi todo el viaje se cumple de noche!
¡Las tardes durante las cuales se revolvió desesperada sobre el catre rebelde del parador, atormentados
los oídos por la risa cercana de los peones y los esclavos que desafiaban la vihuela o asaban el costillar!
Y luego, a galopar nuevamente…. Los negros se afirmaban en el estribo, prendidos como sanguijuelas;
y era milagro que la zarabanda no los despidiera por los aires; las petacas, baúles y colchones se
amontonaban sobre la cubierta. Sonaba el cuerno de los postillones enancados en las mulas, y a
galopar, a galopar.
Catalina tantea, bajo la saya que muestra tantos tonos de mugre como lamparones, las bestias uncidas
al vehículo, los bolsos cocidos, los bolsos grávidos de monedas de oro. Vale la pena el despiadado
ajetreo, por lo que aguarda después, cuando las piezas redondas que ostentan la soberana efigie
enseñen a Buenos Aires su poderío. ¡Cómo la adularán! Hasta el señor virrey del Pino visitará su
estrado al enterarse de su fortuna.
¡Su fortuna! Y no sólo esas monedas que se esconden bajo su falda con delicioso balanceo: es la
estancia de Córdoba y la de Santiago, y la casa de la calle de las Torres… Su hermana viuda ha muerto
y, ahora a ella, le toca la fortuna esperada. Nunca hallarán el testamento que destruyó
cuidadosamente; nunca sabrán lo otro… lo otro… aquellas medicinas que ocultó… y aquello que
mezcló con las medicinas… Y ¿qué? ¿No estaba en su derecho al hacerlo? ¿Era justo que la locura de
su hermana la privara de lo que se le debía? ¿No procedió bien al protegerse, al proteger sus últimos
años? El mal que devoraba a Lucrecia era de los que no admiten cura…
El galope… el galope… el galope…. Junto a la portezuela traqueteante, baila la figura de uno de los
soldados de la escolta. El largo gemido del cuerno anuncia que se acercan a la Guardia de la Esquina. Es
una etapa más.
Y las siguientes se suceden: costean el Carcarañá, avizorando lejanas rancherías diseminadas entre
pobres lagunas donde bañan sus trenzas los sauces solitarios; alcanzan a India Muerta; pasan el Arroyo
del Medio. Días y noches, días y noches. He aquí Pergamino, con su fuerte rodeado de ancho foso, con
su puente levadizo de madera y cuatro cañoncitos que apuntan a la llanura sin límites. Un teniente de
dragones se aproxima, esponjándose, hinchado el buche como un pájaro multicolor, a buscar los
pliegos sellados con lacre rojo. Cambian las mulas que manan sudor y sangre y fango. Y por la noche,
reanudan la marcha.
El galope… el galope… el tamborileo de los cascos y el silbido veloz de las fustas… No cesa la matraca
de los vidrios. Aun bajo el cielo fulgente de astros, maravilloso como el manto de una reina, el calor
guerrea con los prisioneros de la caja estremecida. Las ruedas se hunden en las huellas costrosas
dejadas por los carretones tirados por bueyes. Pero ya falta poco. Arrecifes… Areco… Luján… Ya falta
poco.
Catalina Vargas va semidesvanecida. Sus dedos estrujan las escarcelas donde oscila el oro de su
hermana. ¡Su hermana! No hay que recordarla. Aquello fue una pesadilla soñada hace mucho.
El correo real fuma una pipa. La señorita se incorpora, furiosa. ¡Es el colmo! ¡Como si no bastaran los
sufrimientos que padecen! Pero cuando se apresta a increpar al funcionario, Catalina advierte dentro
del coche la presencia de una nueva pasajera. La ve detrás del cendal de humo; brumosa, espectral.
108
Lleva una capa gris semejante a la suya, y como ella, se cubre con un capuchón. ¿Cuándo subió al
carruaje? No fue en Pergamino. Podría jurar que no fue en Pergamino, la parada postrera, ¿cómo es
posible…?
La viajera gira el rostro hacia Catalina Vargas; y Catalina reconoce, en la penumbra del atavío, en la
neblina que todo lo invade, la fisonomía angulosa de su hermana, de su hermana muerta. Los demás
parecen no haberse percatado de su aparición. El correo sigue fumando. Más acá, el fraile reza con las
palmas juntas; y el matrimonio que viene del Alto Perú dormita y cabecea. La negrita habla por lo bajo
con el oficial.
Catalina se encoge, transpirando de miedo. Su hermana la observa con los ojos desencajados. Y el
humo, el humo crece en bocanadas nauseabundas. La vieja señorita quisiera gritar, pero ha perdido la
voz. Manotea en el aire espeso; más sus compañeros no tienen tiempo de ocuparse de ella, porque en
ese instante, con gran estrépito, algo cede en la base del vehículo y la galera se tuerce y se tumba entre
los gruñidos y corcovos de las mulas sofrenadas bruscamente. Uno de los ejes se ha roto.
Postillones y soldados ayudan a los maltrechos viajeros a salir de la casilla. Multiplican las explicaciones
para calmarlos. No es nada. Dentro de media hora, estará arreglado el desperfecto y podrán continuar
su andanza hacia Arrecifes, de donde los separan cuatro leguas.
Catalina vuelve en sí de su desmayo y se halla tendida sobre las raíces del ombú. El resto rodea al
coche, cuya caja ha recobrado la posición normal sobre las sopandas. Suena el cuerno, y los soldados
montan en sus cabalgaduras. Uno permanece junto a la abierta portezuela del carruaje para cerciorarse
de que no falta ninguno de los pasajeros a medida que trepan al interior.
La señorita se alza, más un peso terrible le impide levantarse. ¿Tendrá quebrados los huesos, o serán las
monedas de oro las que tironean de su falda como si fueran de mármol, como si todo su vestido se
hubiera transformado en un bloque de mármol que la clava en tierra? La voz se le anuda en la garganta.
A pocos pasos, la galera vibra, lista para salir. Ya se acomodaron el correo y el fraile franciscano y el
matrimonio y la negra y el oficial. Ahora, idéntico a ella, con la capa color de ceniza y el capuchón bajo,
el fantasma de su hermana Lucrecia se suma al grupo de pasajeros. Y ahora lo ven. Rehúsa la diestra
galante que le ofrece el postillón. Están todos. Ya recogen el estribo. Ya chasquean los látigos. La galera
galopa, galopa hacia Arrecifes, trepidante, bamboleante, zigzagueante, como un ciego animal
desbocado, en medio de una nube de polvo.
Y Catalina Vargas queda sola, inmóvil, muda, en la soledad de la pampa y de la noche, donde en breve
no se oirá más que el grito de los caranchos.
109
LA FIESTA AJENA. LILIANA HEKER.
Nomás llegó, fue a la cocina a ver si estaba el mono. Estaba y eso la tranquilizó: no le hubiera gustado
nada tener que darle la razón a su madre. ¿Monos en un cumpleaños?, le había dicho; ¡por favor! Vos sí
que te creés todas las pavadas que te dicen. Estaba enojada pero no era por el mono, pensó la chica:
era por el cumpleaños.
–No me gusta que vayas –le había dicho–. Es una fiesta de ricos.
–Los ricos también se van al cielo–dijo la chica, que aprendía religión en el colegio.
–Qué cielo ni cielo –dijo la madre–. Lo que pasa es que a usted, m'hijita, le gusta cagar más arriba del
culo.
A la chica no le parecía nada bien la manera de hablar de su madre: ella tenía nueve años y era una de
las mejores alumnas de su grado.
–Yo voy a ir porque estoy invitada –dijo–. Y estoy invitada porque Luciana es mi amiga. Y se acabó.
–Ah, sí, tu amiga –dijo la madre. Hizo una pausa–. Oíme, Rosaura –dijo por fin–, esa no es tu amiga.
¿Sabés lo que sos vos para todos ellos? Sos la hija de la sirvienta, nada más.
Rosaura parpadeó con energía: no iba a llorar.
–Callate –gritó–. Qué vas a saber vos lo que es ser amiga.
Ella iba casi todas las tardes a la casa de Luciana y preparaban juntas los deberes mientras su madre
hacía la limpieza. Tomaban la leche en la cocina y se contaban secretos. A Rosaura le gustaba
enormemente todo lo que había en esa casa. Y la gente también le gustaba.
–Yo voy a ir porque va a ser la fiesta más hermosa del mundo, Luciana me lo dijo. Va a venir un mago y
va a traer un mono y todo. La madre giró el cuerpo para mirarla bien y ampulosamente apoyó las
manos en las caderas.
–¿Monos en un cumpleaños? –dijo–. ¡Por favor! Vos sí que te creés todas las pavadas que te dicen.
Rosaura se ofendió mucho. Además le parecía mal que su madre acusara a las personas de mentirosas
simplemente porque eran ricas. Ella también quería ser rica, ¿qué?, si un día llegaba a vivir en un
hermoso palacio, ¿su madre no la iba a querer tampoco a ella? Se sintió muy triste. Deseaba ir a esa
fiesta más que nada en el mundo.
–Si no voy me muero –murmuró, casi sin mover los labios. Y no estaba muy segura de que se hubiera
oído, pero lo cierto es que la mañana de la fiesta descubrió que su madre le había almidonado el
vestido de Navidad.
Y a la tarde, después que le lavó la cabeza, le enjuagó el pelo con vinagre de manzanas para que le
quedara bien brillante. Antes de salir Rosaura se miró en el espejo, con el vestido blanco y el pelo
brillándole, y se vio lindísima. La señora Inés también pareció notarlo. Apenas la vio entrar, le dijo:
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rompió nada. Ni siquiera tuvo problemas con la jarra de naranjada, cuando la llevó desde la cocina al
comedor. La sostuvo con mucho cuidado y no volcó ni una gota. Eso que la señora Inés le había dicho:
"¿Te parece que vas a poder con esa jarra tan grande?". Y claro que iba a poder: no era de manteca,
como otras. De manteca era la rubia del moño en la cabeza. Apenas la vio, la del moño le dijo:
–¿Y vos quién sos?
–Soy amiga de Luciana –dijo Rosaura.
–No –dijo la del moño–, vos no sos amiga de Luciana porque yo soy la prima y conozco a todas sus
amigas. Y a vos no te conozco.
–Y a mí qué me importa –dijo Rosaura–, yo vengo todas las tardes con mi mamá y hacemos los deberes
juntas.
–¿Vos y tu mamá hacen los deberes juntas? –dijo la del moño, con una risita.
– Yo y Luciana hacemos los deberes juntas –dijo Rosaura, muy seria. La del moño se encogió de
hombros.
–Eso no es ser amiga –dijo–. ¿Vas al colegio con ella?
–No.
–¿Y entonces, de dónde la conocés? –dijo la del moño, que empezaba a impacientarse.
Rosaura se acordaba perfectamente de las palabras de su madre. Respiró hondo:
–Soy la hija de la empleada –dijo.
Su madre se lo había dicho bien claro: Si alguno te pregunta, vos le decís que sos la hija de la empleada,
y listo.
También le había dicho que tenía que agregar: y a mucha honra. Pero Rosaura pensó que nunca en su
vida se iba a animar a decir algo así.
–Qué empleada–dijo la del moño–. ¿Vende cosas en una tienda?
–No –dijo Rosaura con rabia–, mi mamá no vende nada, para que sepas.
–¿Y entonces cómo es empleada? –dijo la del moño.
Pero en ese momento se acercó la señora Inés haciendo shh shh, y le dijo a Rosaura si no la podía
ayudar a servir las salchichitas, ella que conocía la casa mejor que nadie.
– Viste –le dijo Rosaura a la del moño, y con disimulo le pateó un tobillo.
Fuera de la del moño todos los chicos le encantaron. La que más le gustaba era Luciana, con su corona
de oro; después los varones. Ella salió primera en la carrera de embolsados y en la mancha agachada
nadie la pudo agarrar.
Cuando los dividieron en equipos para jugar al delegado, todos los varones pedían a gritos que la
pusieran en su equipo. A Rosaura le pareció qu1e nunca en su vida había sido tan feliz. Pero faltaba lo
mejor. Lo mejor vino después que Luciana apagó las velitas. Primero, la torta: la señora Inés le había
pedido que la ayudara a servir la torta y Rosaura se divirtió muchísimo porque todos los chicos se le
vinieron encima y le gritaban "a mí, a mí". Rosaura se acordó de una historia donde había una reina que
tenía derecho de vida y muerte sobre sus súbditos. Siempre le había gustado eso de tener derecho de
vida y muerte. A Luciana y a los varones les dio los pedazos más grandes, y a la del moño una tajadita
que daba lástima.
Después de la torta llegó el mago. Era muy flaco y tenía una capa roja. Y era mago de verdad.
Desanudaba pañuelos con un solo soplo y enhebraba argollas que no estaban cortadas por ninguna
parte. Adivinaba las cartas y el mono era el ayudante. Era muy raro el mago: al mono lo llamaba socio.
"A ver, socio, dé vuelta una carta", le decía. "No se me escape, socio, que estamos en horario de
trabajo". La prueba final era la más emocionante. Un chico tenía que sostener al mono en brazos y el
mago lo iba a hacer desaparecer.
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–¿Al chico? –gritaron todos.
–¡Al mono! –gritó el mago.
Rosaura pensó que ésta era la fiesta más divertida del mundo. El mago llamó a un gordito, pero el
gordito se asustó enseguida y dejó caer al mono. El mago lo levantó con mucho
cuidado, le dijo algo en secreto, y el mono hizo que sí con la cabeza.
–No hay que ser tan timorato, compañero –le dijo el mago al gordito.
–¿Qué es timorato? –dijo el gordito. El mago giró la cabeza hacia uno y otro lado, como para
comprobar que no había espías.
–Cagón –dijo–. Vaya a sentarse, compañero.
Después fue mirando, una por una, las caras de todos. A Rosaura le palpitaba el corazón.
–A ver, la de los ojos de mora –dijo el mago. Y todos vieron cómo la señalaba a ella.
No tuvo miedo. Ni con el mono en brazos, ni cuando el mago hizo desaparecer al mono, ni al final,
cuando el mago hizo ondular su capa roja sobre la cabeza de Rosaura, dijo las palabras mágicas... y el
mono apareció otra vez allí, lo más contento, entre sus brazos. Todos los chicos aplaudieron a rabiar. Y
antes de que Rosaura volviera a su asiento, el mago le dijo:
–Muchas gracias, señorita condesa.
Eso le gustó tanto que un rato después, cuando su madre vino a buscarla, fue lo primero que le contó.
– Yo lo ayudé al mago y el mago me dijo: "Muchas gracias, señorita condesa".
Fue bastante raro porque, hasta ese momento, Rosaura había creído que estaba enojada con su madre.
Todo el tiempo había pensado que le iba a decir: "Viste que no era mentira lo del mono". Pero no.
Estaba contenta, así que le contó lo del mago.
Su madre le dio un coscorrón y le dijo:
–Mírenla a la condesa.
Pero se veía que también estaba contenta. Y ahora estaban las dos en el hall porque un momento antes
la señora Inés, muy sonriente, había dicho: "Espérenme un momentito".
Ahí la madre pareció preocupada.
–¿Qué pasa? –le preguntó a Rosaura.
–Y qué va a pasar –le dijo Rosaura–. Que fue a buscar los regalos para los que nos vamos.
Le señaló al gordito y a una chica de trenzas, que también esperaban en el hall al lado de sus madres. Y
le explicó cómo era el asunto de los regalos. Lo sabía bien porque había estado observando a los que se
iban antes. Cuando se iba una chica, la señora Inés le regalaba una pulsera. Cuando se iba un chico, le
regalaba un yo-yo. A Rosaura le gustaba más el yo-yo porque tenía chispas, pero eso no se lo contó a su
madre. Capaz que le decía: "Y entonces, ¿por qué no le pedís el yo-yo, pedazo de sonsa?". Era así su
madre. Rosaura no tenía ganas de explicarle que le daba vergüenza ser la única distinta. En cambio le
dijo:
–Yo fui la mejor de la fiesta. Y no habló más porque la señora Inés acababa de entrar en el hall con una
bolsa celeste y una bolsa rosa. Primero se acercó al gordito, le dio un yo-yo que había sacado de la
bolsa celeste, y el gordito se fue con su mamá. Después se acercó a la de trenzas, le dio una pulsera que
había sacado de la bolsa rosa, y la de trenzas se fue con su mamá.
Después se acercó a donde estaban ella y su madre. Tenía una sonrisa muy grande y eso le gustó a
Rosaura. La señora Inés la miró, después miró a la madre, y dijo algo que a Rosaura la llenó de orgullo.
Dijo:
–Qué hija que se mandó, Herminia.
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Por un momento, Rosaura pensó que a ella le iba a hacer los dos regalos: la pulsera y el yo-yo. Cuando
la señora Inés inició el ademán de buscar algo, ella también inició el movimiento de adelantar el brazo.
Pero no llegó a completar ese movimiento. Porque la señora Inés no buscó nada en la bolsa celeste, ni
buscó nada en la bolsa rosa. Buscó algo en su cartera. En su mano aparecieron dos billetes.
–Esto te lo ganaste en buena ley–dijo, extendiendo la mano–. Gracias por todo, querida.
Ahora Rosaura tenía los brazos muy rígidos, pegados al cuerpo, y sintió que la mano de su madre se
apoyaba sobre su hombro. Instintivamente se apretó contra el cuerpo de su madre. Nada más. Salvo su
mirada. Su mirada fría, fija en la cara de la señora Inés.
La señora Inés, inmóvil, seguía con la mano extendida. Como si no se animara a retirarla. Como si la
perturbación más leve pudiera desbaratar este delicado equilibrio.
Cuentan los hombres dignos de fe (pero Alá sabe más) que en los primeros días hubo un rey de las islas
de Babilonia que congregó a sus arquitectos y magos y les mandó a construir un laberinto tan perplejo
y sutil que los varones más prudentes no se aventuraban a entrar, y los que entraban se perdían. Esa
obra era un escándalo, porque la confusión y la maravilla son operaciones propias de Dios y no de los
hombres. Con el andar del tiempo vino a su corte un rey de los árabes, y el rey de Babilonia (para hacer
burla de la simplicidad de su huésped) lo hizo penetrar en el laberinto, donde vagó afrentado y
confundido hasta la declinación de la tarde. Entonces imploró socorro divino y dio con la puerta. Sus
labios no profirieron queja ninguna, pero le dijo al rey de Babilonia que él en Arabia tenía otro laberinto
y que, si Dios era servido, se lo daría a conocer algún día. Luego regresó a Arabia, juntó sus capitanes y
sus alcaides y estragó los reinos de Babilonia con tan venturosa fortuna que derribo sus castillos,
rompió sus gentes e hizo cautivo al mismo rey. Lo amarró encima de un camello veloz y lo llevó al
desierto. Cabalgaron tres días, y le dijo: “¡Oh, rey del tiempo y substancia y cifra del siglo!, en Babilonia
me quisiste perder en un laberinto de bronce con muchas escaleras, puertas y muros; ahora el
Poderoso ha tenido a bien que te muestre el mío, donde no hay escaleras que subir, ni puertas que
forzar, ni fatigosas galerías que recorrer, ni muros que veden el paso.” Luego le desató las ligaduras y lo
abandonó en la mitad del desierto, donde murió de hambre y de sed. La gloria sea con aquel que no
muere.
La culpa es de los gnomos que nunca quisieron ser ñomos. Culpa tienen la nieve, la niebla, los nietos,
los atenienses, el unicornio. Todos evasores de la eñe. ¡Señoras, señores, compañeros, amados niños!
¡No nos dejemos arrebatar la eñe! Ya nos han birlado los signos de apertura de interrogación y
admiración. Ya nos redujeron hasta la apócope. Ya nos han traducido el pochoclo. Y como éramos
pocos, la abuelita informática ha parido un monstruoso # en lugar de la eñe con su gracioso peluquín,
el ~. ¿Quieren decirme qué haremos con nuestros sueños? ¿Entre la fauna en peligro de extinción
figuran los ñandúes y los ñacurutuces? ¿En los pagos de Añatuya cómo cantarán Añoranzas? ¿A qué
113
pobre barrigón fajaremos al ñudo? ¿Qué será del Año Nuevo, el tiempo de ñaupa, aquel tapado de
armiño y la ñata contra el vidrio? ¿Y cómo graficaremos la más dulce consonante de la lengua guaraní?
“La ortografía también es gente”, escribió Fernando Pessoa. Y, como la gente, sufre variadas
discriminaciones. Hay signos y signos, unos blancos, altos y de ojos azules, como la W o la K. Otros,
pobres morochos de Hispanoamérica, como la letrita segunda, la eñe, jamás considerada por los
monóculos británicos, que está en peligro de pasar al bando de los desocupados después de rendir
tantos servicios y no ser precisamente una letra ñoqui. A barrerla, a borrarla, a sustituirla, dicen los
perezosos manipuladores de las maquinitas, sólo porque la ñ da un poco de trabajo. Pereza ideológica,
hubiéramos dicho en la década del setenta. Una letra española es un defecto más de los hispanos, esa
raza impura formateada y escaneada también por pereza y comodidad. Nada de hondureños,
salvadoreños, caribeños, panameños. ¡Impronunciables nativos! Sigamos siendo dueños de algo que
nos pertenece, esa letra con caperuza, algo muy pequeño, pero menos ñoño de lo que parece. Algo
importante, algo gente, algo alma y lengua, algo no descartable, algo propio y compartido porque así
nos canta. No faltará quien ofrezca soluciones absurdas: escribir con nuestro inolvidable César Bruto,
compinche del maestro Oski. Ninios, suenios, otonio. Fantasía inexplicable que ya fue y preferimos no
reanudar, salvo que la Madre Patria retroceda y vuelva a llamarse Hispania. La supervivencia de esta
letra nos atañe, sin distinción de sexos, credos ni programas de software. Luchemos para no añadir más
leña a la hoguera dónde se debate nuestro discriminado signo.
Letra es sinónimo de carácter. ¡Avisémoslo al mundo entero por Internet! La eñe también es gente.
Eran cinco o seis, pero así, en grupo, viniendo carretera adelante, se nos antojaban quince o veinte.
Llegaban casi siempre a las horas achicharradas de la siesta, cuando el sol caía de plano contra el polvo
y la grava desportillada de la carretera vieja, por donde ya no circulaban camiones ni carros, ni vehículo
alguno. Llegaban entre una nube de polvo que levantaban sus pies, como las pezuñas de los caballos.
Los veíamos llegar y el corazón nos latía de prisa. Alguien, en voz baja, decía: «¡Que vienen los
chicos…!» Por lo general, nos escondíamos para tirarles piedras, o huíamos.
Porque nosotros temíamos a los chicos como al diablo. En realidad, eran una de las mil formas de
diablo, a nuestro entender. Los chicos, harapientos, malvados, con los ojos oscuros y brillantes como
cabezas de alfiler negro. Los chicos, descalzos y callosos, que tiraban piedras de largo alcance, con gran
puntería, de golpe más seco y duro que las nuestras. Los que hablaban un idioma entrecortado,
desconocido, de palabras como pequeños latigazos, de risas como salpicaduras de barro. En casa nos
tenían prohibido terminantemente entablar relación alguna con esos chicos. En realidad, nos tenían
prohibido salir del prado bajo ningún pretexto. (Aunque nada había tan tentador, a nuestros ojos, como
saltar el muro de piedras y bajar al río, que, al otro lado, huía verde y oro, entre los juncos y los
chopos.) Más allá, pasaba la carretera vieja, por donde llegaban casi siempre aquellos chicos distintos,
prohibidos.
Los chicos vivían en los alrededores del Destacamento Penal. Eran los hijos de los presos del Campo,
que redimían sus penas en la obra del pantano. Entre sus madres y ellos habían construido una extraña
aldea de chabolas y cuevas, adosadas a las rocas, porque no se podían pagar el alojamiento en la aldea,
donde, por otra parte, tampoco eran deseados. «Gentuza, ladrones, asesinos.. .» decían las gentes del
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lugar. Nadie les hubiera alquilado una habitación. Y tenían que estar allí. Aquellas mujeres y aquellos
niños seguían a sus presos, porque de esta manera vivían del jornal que, por su trabajo, ganaban los
penados.
El hijo mayor del administrador era un muchacho de unos trece años, alto y robusto, que estudiaba el
bachillerato en la ciudad. Aquel verano vino a casa de vacaciones, y desde el primer día capitaneó
nuestros juegos. Se llamaba Efrén y tenía unos puños rojizos, pesados como mazas, que imponían un
gran respeto. Como era mucho mayor que nosotros, audaz y fanfarrón, le seguíamos adonde él
quisiera.
El primer día que aparecieron los chicos de las chabolas, en tropel, con su nube de polvo, Efrén se
sorprendió de que echáramos a correr y saltáramos el muro en busca de refugio.
-Sois cobardes -nos dijo-. ¡Esos son pequeños!
No hubo forma de convencerle de que eran otra cosa, de que eran algo así como el espíritu del mal.
-Bobadas -nos dijo. Y sonrió de una manera torcida y particular, que nos llenó de admiración.
Al día siguiente, cuando la hora de la siesta, Efrén se escondió entre los juncos del río. Nosotros
esperábamos, detrás del muro, con el corazón en la garganta. Algo había en el aire que nos llenaba de
pavor. (Recuerdo que yo mordía la cadenita de la medalla y que sentía en el paladar un gusto de metal
raramente frío. Y se oía el canto crujiente de la cigarra entre la hierba del prado.) Echados en el suelo,
el corazón nos golpeaba contra la tierra.
Al llegar, los chicos escudriñaron hacia el río, por ver si estábamos buscando ranas como solíamos. Y
para provocarnos, empezaron a silbar y a reír de aquella forma de siempre, opaca y humillante. Era su
juego: llamarnos sabiendo que no apareceríamos. Nosotros seguíamos ocultos y en silencio. Al fin, los
chicos abandonaron su idea y volvieron al camino, trepando terraplén arriba. Nosotros estábamos
anhelantes y sorprendidos, pues no sabíamos lo que Efrén quería hacer.
Mi hermano mayor se incorporó a mirar por entre las piedras y nosotros le imitamos. Vimos entonces a
Efrén deslizarse entre los juncos como una gran culebra. Con sigilo trepó hacia el terraplén, por donde
subía el último de los chicos, y se le echó encima.
Con la sorpresa, el chico se dejó atrapar. Los otros ya habían llegado a la carretera y cogieron piedras,
gritando. Yo sentí un gran temblor en las rodillas, y mordí con fuerza la medalla. Pero Efrén no se dejó
intimidar. Era mucho mayor y más fuerte que aquel diablillo negruzco que retenía entre sus brazos, y
echó a correr arrastrando a su prisionero al refugio, donde le aguardábamos. Las piedras caían a su
alrededor y en el río, salpicando de agua aquella hora abrasada. Pero Efrén saltó ágilmente sobre las
pasaderas y, arrastrando al chico, que se revolvía furiosamente, abrió la empalizada y entró con él en el
prado. Al verlo perdido, los chicos de la carretera dieron media vuelta y echaron a correr, como
gazapos, hacia sus chabolas.
Sólo de pensar que Efrén traía a una de aquellas furias, estoy segura de que mis hermanos sintieron el
mismo pavor que yo. Nos arrimamos al muro, con la espalda pegada a él, y un gran frío nos subía por la
garganta.
Efrén arrastró al chico unos metros, delante de nosotros. El chico se revolvía desesperado e intentaba
morderle las piernas, pero Efrén levantó su puño enorme y rojizo y empezó a golpearle la cara, la
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cabeza, la espalda. Una y otra vez, el puño de Efrén caía, con un ruido opaco. El sol, brillaba de un
modo espeso y grande sobre la hierba y la tierra. Había un gran silencio. Sólo oíamos el jadeo del chico,
los golpes de Efrén y el fragor del río, dulce y fresco, indiferente, a nuestras espaldas. El canto de las
cigarras parecía haberse detenido. Como todas las voces.
Efrén estuvo un rato golpeando al chico con su gran puño. El chico, poco a poco, fue cediendo. Al fin,
cayó al suelo de rodillas, con las manos apoyadas en la hierba. Tenía la cara oscura, del color del barro
seco, y el pelo muy largo, de un rubio mezclado de vetas negras, como quemado por el sol. No decía
nada y se quedó así, de rodillas. Luego, cayó contra la hierba, pero levantando la cabeza, para no
desfallecer del todo. Mi hermano mayor se acercó despacio, y luego nosotros.
Parecía mentira lo pequeño y lo delgado que era. «Por la carretera parecían mucho más altos», pensé.
Efrén estaba de pie a su lado, con sus grandes y macizas piernas separadas, los pies calzados con
gruesas botas de ante. ¡Qué enorme y brutal parecía Efrén en aquel momento!
-¿No tienes aún bastante? -dijo en voz muy baja, sonriendo. Sus dientes, con los colmillos salientes,
brillaban al sol-. Toma, toma…
Le dio con la bota en la espalda. Mi hermano mayor retrocedió un paso y me pisó. Pero yo no podía
moverme: estaba como clavada en el suelo. El chico se llevó la mano a la nariz. Sangraba, no se sabía si
de la boca o de dónde. Efrén nos miró.
-Vamos -dijo-: Este ya tiene lo suyo-. Y le dio con el pie otra vez.
-¡Lárgate, puerco! ¡Lárgate en seguida!
Efrén se volvió, grande y pesado, despacioso hacia la casa, muy seguro de que le seguíamos.
Mis hermanos, como de mala gana, como asustados, le obedecieron. Sólo yo no podía moverme, no
podía, del lado del chico. De pronto, algo raro ocurrió dentro de mí. El chico estaba allí, tratando de
incorporarse, tosiendo. No lloraba. Tenía los ojos muy achicados, y su nariz, ancha y aplastada, brillaba
extrañamente. Estaba manchado de sangre. Por la barbilla le caía la sangre, que empapaba sus
andrajos y la hierba. Súbitamente me miró. Y vi sus ojos de pupilas redondas, que no eran negras, sino
de un pálido color de topacio, transparentes, donde el sol se metía y se volvía de oro. Bajé los míos,
llena de una vergüenza dolorida.
El chico se puso en pie despacio. Se debió herir en una pierna, cuando Efrén le arrastró, porque iba
cojeando hacia la empalizada. No me atreví a mirar su espalda, renegrida, y desnuda entre los
desgarrones. Sentí ganas de llorar, no sabía exactamente por qué. Únicamente supe decirme: “Si sólo
era un niño. Si era nada más que un niño, como otro cualquiera”.
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LA BALLENA AZUL. HÉCTOR TIZÓN.
Tal vez a legua y media de Yala- lo cual antes era mucha distancia, cuando la velocidad no había
impuesto su ritmo a la vida y el hecho de nacer en un lugar era primordial o importante- estaba el
poblado de Los Molinos; quizá no un poblado- meros rastros de una antigua merced- sino tan sólo unas
cuantas viviendas junto a la gran sala donde durmió el general Belgrano.
La casa todavía existe, casi en ruinas, ahora al costado de una alevosa carretera que le expropió buena
parte de su huerta, dejándole el torreón de las palomas, las verandas y el muro, algunas palmeras y dos
o tres nísperos hueros y obstinados. De esa casa conservo un olor, un claroscuro, algunos pedazos de
cielo entre las alfajías de su techumbre careada, la figura silenciosa de una mujer marchita, de cabellos
negros y larga pollera verde; una luminosidad y unos zumbidos de alma en pena deambulando a la hora
de la siesta también están presentes otros ruidos, confusos o amortiguados o inexistentes, como eco de
aquel mundo muerto tiempo atrás, que acababa de llegar. En una de las habitaciones de esa casa,
frontera de una acequia- espacio pircado de por medio, con pisingallos y matas de frutilla silvestre
creciéndole por todos los costados- estaba el aula donde funcionaba la escuela.
En esa escuela, al igual que en todas las demás escuelas a las que después, no recuerdo haber
aprendido nada que me sirviese, pero tengo unidas aquellas imágenes docentes y sucesivas con la idea
de la crueldad, la humillación, el deber impuesto, autoritario y castrador, la educación dictada a palos,
al margen del ritmo de nuestra vida, propinada con el extraño lenguaje de los manuales y las cartillas,
que tragábamos a viva fuerza, como un alimento ajeno, calmo y forzoso.
La clase daba comienzo cuando la maestra- entonces una Sra. Ad honorem- llegaba a bordo de un
Rugby conducido por un hombre flaco y mudo, a veces mucho después de todos nosotros. Los bancos
eran para dos alumnos y yo me sentaba junto a una niña gorda, de unos trece años, entenada de un
puestero de San Pablo de los Reyes, que aparecía, siempre la primera, de a pie, o a menudo montada
en un burro con árganas de varillas de sauce que su padre empleaba para recolectar las verduras. No
tenía guardapolvo; tenía ojos vivaces pero desconfiados y cautelosos como los de un pájaro y se llama
Pancha; de tarde servía casa del hacendero Muñoz, para peinar a la dueña, despiojarla y destrenzar y
trenzar sus largos cabellos. Era unos cinco años mayor que yo.
El aula era una sola y del primero al cuarto grado todos íbamos juntos. Había, en un rincón, un
esqueleto humano, de pie, colgado de una vara y en la actitud tambaleante de un borracho; en el otro
rincón había una alta percha de astas y al frente y hacía arriba un retrato de prócer con cara de
oligofrénico.
La maestra ese día repartió las pizarras y tres pedazos de tiza de colores distintos entre algunos
alumnos, y dijo: “Hoy van a dibujar una ballena. Una ballena es un cetáceo mamífero, que vive en el
mar y tiene esta forma que yo hago en el pizarrón. Copien”
Era un asunto deslumbrante y maravilloso para quienes vivíamos en las montañas y jamás habíamos
salido más allá de cinco leguas a la redonda. Ni las pizarras ni las tizas alcanzaron para mí, que tuve que
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mirar cómo trabajaba Pancha.
Al cabo de diez minutos la maestra, que luego de dibujar en el pizarrón había permanecido en su
escritorio masticando sen-sen, en silencio, vino a pasearse entre los bancos para observar el trabajo. De
ese momento ahora recuerdo las gastadas baldosas del piso, el taconear de sus zapatos y el aleteo
espantadizo de algún murciélago en la cumbrera tenebrosa del techo, cuando sonó la bofetada junto a
mí.
-“¡Idiota!”, gritaba la maestra con la pizarra de mi compañera de banco en sus manos, -“has pintado de
azul la ballena! ¿De qué color entonces habrías de pintar el mar? ¡Fuera de aquí, pedazo de burra!
No me dí cuenta en qué momento Pancha desapareció del aula. Dicen que primero estuvo llorando
sentada entre las matas, debajo de unos tarcos. Después, seguramente huyendo del pavor del mar y la
pedagogía, nunca más volvió a la escuela.
Yo me salvé, ignorando, tal vez porque mi padre jugaba al ajedrez y vivíamos en una casa blanca.
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Bibliografía
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✔ “Amigos por el viento”, de Lilliana Bodoc. En Amigos por el viento, de Liliana Bodoc. Editorial Alfaguara, 2008.
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Debolsillo, 2005.
✔ “La fiesta ajena”, de Liliana Heker. En recursos educ. ar.
✔ “Los dos reyes y los dos laberintos”, de Jorge Luis Borges. En El aleph, de Jorge Luis Borges, Editorial
Sudamericana, 2011.
✔ “La ñ también es gente”, de María Elena Walsh.
✔ “Los chicos”, de Ana María Matute. En El árbol de oro y otros relatos, de Ana María Matute. Editorial Bruño,
1995.
✔ “La ballena azul”, de Héctor Tizón. En Cuentos completos, de Héctor Tizón. Editorial Alfaguara, 2006.
✔ “Restos de carnaval”, de Clarice Lispector. En Felicidad clandestina, de Clarice Lispector. Editorial El cuento
de Plata, 1988.
Género dramático:
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● Freire, Paulo, La importancia del acto de leer en Enseñar lengua y literatura en el Bachillerato. Textos de
Didáctica de la Lengua y de la Literatura, Barcelona, Graò, no 15, 1996.
● García Berrio y Huerta Calvo, Los géneros literarios. Madrid, Ediciones Cátedra, 1999.
● Garrido Gallardo, M. A. comp.Teoría de los géneros literarios. Madrid. Arco Libros, 1988.
● Genette, Gerard, Palimpsestos. Madrid, Taurus, 1989.
● Oberti, Liliana, Los géneros literarios. Buenos Aires, Longseller, 2002.
● Ryan, Marie-Laure, Hacia una teoría de la competencia genérica. Parte III: Lingüística y Semiótica, en Teoría
de los géneros literarios, comp. de Miguel A. Garrido Gallardo. Madrid. Arco Libros, 1988.
● Todorov, Tzvetan, El origen de los géneros, Segunda parte en Teoría de los géneros literarios. Miguel Garrido
Gallardo (compilador). Madrid. Arco/Libros, 1988.
● Zabala, Mauro, La enseñanza de la lengua. México, Perfiles Educativos, 1996.
● Oberti, Liliana, Los géneros literarios. Buenos Aires, Longseller, 2002.
● Tomás, Maximiliano, La argentina crónica. Buenos Aires, Booket, 2009.
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