LEGITIMA

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INTRODUCCION

El presente trabajo desarrolla el contenido de LA LEGITIMA en el Derecho


comparado, la legítima es una institución de gran importancia jurídica, al tener sus
raíces en uno de los derechos fundamentales que las diferentes legislaciones
reconocen a sus ciudadanos: el derecho de propiedad; por referirse a la
posibilidad del individuo de disponer de los bienes que le pertenecen, si bien en un
momento posterior a su muerte. En el presente trabajo veremos las posturas
existentes en doctrina, Jurisprudencia y legislación acerca de la posibilidad de que
el causante pueda disponer de sus bienes en caso de muerte; y en caso de que se
le reconozca tal posibilidad, lo que en la actualidad se hace de modo casi
unánime, si puede hacerlo en forma ilimitada o limitada por la existencia de
algunas instituciones que encauzan el ejercicio de este derecho, como sucede con
la legítima.

.
LA LEGITIMA

Son legitimarios los llamados herederos forzosos, a estos la ley les reconoce
como el derecho a recibir gratuitamente del causante una parte del patrimonio,
computándose a efectos de cálculo de dicha porción las donaciones hechas en
vida

Se impone el deber de hacer llegar, como mínimo a quienes sean sus legitimarios
el quantum que la ley señala, ordenándolo así en testamento por vía de institución
de derecho o de legado, la legitima viene a ser asi una solución intermedia entre la
libertad absoluta de disposición mortis causa y la sucesión forzosa.

NATURALEZA DE LA LEGITIMA

Corresponde al legitimario una cuota parte de la herencia y que aquél reúne


necesariamente la cualidad de heredero, de manera que la legitima en este
sentido responde a la idea de pars herediatis, la legitima está configurada como
pars bonorum lo que siginifica que el legitimario tiene derecho a una cuota liquida
del patrimonio hereditario, una vez deducidas las cargas de la herencia, sin
necesidad de adquirir por ello la cualidad de heredero.

LA LEGITIMA EN ESPAÑA

LA LEGÍTIMA EN EL CÓDIGO CIVIL ESPAÑOL 3.1ANTECEDENTES Antes de


entrar a exponer el sistema establecido en el C.C, haremos una referencia a
nuestros antecedentes, y siguiendo a Collin A. y Capitant H13, bien podemos decir
que nuestro sistema histórico es fruto de la fusión del sistema legitimario romano
con el de la reserva germánica, aunque con una influencia constante y progresiva
de aquél. Se impone por ello hacer algunas precisiones sobre ambos: I. En D.
Romano, las XII Tablas establecieron absoluta libertad de testar, pero luego se
establecieron una serie de limitaciones: A. Formales: la exclusión debía hacerse
expresamente. En otro caso, daba lugar a la “querella inofficiosi testamenti”. B.
También materiales, fijándose la porción que excluía la acción por desheredación.
La Lex Falcidia, fijó 1/4 y Justiniano la hizo variar, según el número de hijos. II. La
reserva germánica, por el contrario, presupone la imposibilidad general del
causante de disponer “mortis causa” de su patrimonio, por haber herederos
forzosos. No obstante, la recepción desnaturalizada del testamento romano, hizo
que se autorizare al causante para que dispusiera de una parte de sus bienes
(generalmente la quinta parte). Como decíamos anteriormente, el sistema histórico
español, es fruto de éstas 2 encontradas tendencias: la legislación visigoda,
introduce la reserva germana, pero refleja la influencia del D. Romano. Y así, la
“Lex Dum Inlícita”, de Chindasvinto, declara indisponibles los 4/5 de la herencia,
de tal modo que sólo se podía disponer del quinto restante. Además, determinaba
que 1/10 (según Lacoste14 de los 4/5; según Romero 13 COLLIN, A. Y
CAPITANT, H. Curso elemental del Derecho Civil, tomo VII, Madrid, Reus, 1972.
pp 221 y ss. 14 LACOSTE. “La porción legitimaria en la familia del Derecho
Romano”, Revista crítica de derecho inmobiliario, 1954, nº 750, pp 1765 y ss. 17
Vietiz15, de la totalidad), podía destinarse a mejora de los descendientes,
proporción que Ervigio elevó a 1/5. Los Fueros Municipales, por su parte,
suprimen ésta, pero el Fuero Juzgo y el Fuero Real la restablecen, elevándola a
1/3. Las partidas, tratan de introducir el sistema legitimario romano, pero no
tuvieron aplicación práctica. No obstante, tuvieron una decisiva importancia, pues
por obra de los comentaristas, matizan de romanismo nuestro sistema legitimario
hasta el punto que puede decirse que, en el fondo, se trata de la legítima romana
con forma germánica. Además, introducen la cuarta marital de la viuda pobre, la
legítima de los adoptivos en defecto de legítimos y la de ascendientes. Una vez
realizada esta introducción, para el examen del Código Civil, distinguiremos los
siguientes puntos: el concepto de la legítima; el tratamiento del interesante
problema de la naturaleza de esta institución; y, por último, quienes son
legitimarios y cuál es la cuantía que les corresponde en concepto de esta.

LA LEGITIMA EN ALEMANIA
La figura de la legítima en Alemania En cuanto a la regulación de la legítima sólo
tienen derecho a ella los descendientes (en su defecto, los padres) y el cónyuge
supérstite. No lo tendrán en ningún caso los hermanos o parientes más lejanos.
Su cuantía, como nos dice Dr. Burckhardt Lóber48, la fija el BGB diciendo la
constituye la mitad del valor de la hijuela legalmente establecida. En cuanto a su
naturaleza jurídica, de su regulación legal se desprende, y así lo ha confirmado
reiterada Jurisprudencia del TS alemán, que solo concede a los legitimarios un
derecho a una reclamación dineraria (“pars valoris”) que podrá ser ejercitado por el
legitimario frente al heredero y que prescribe a los tres años, contados desde el
fallecimiento del testador (según opinan algunos civilistas alemanes), o desde el
momento en el que los titulares de la legítima tengan conocimiento de la apertura
de la sucesión, (según opinan otros); pero en todo caso en un plazo de treinta
años desde la fecha del fallecimiento del causante. Cabe destacar también una
figura de gran importancia, la del “albacea testamentario”. A este le compete, con
carácter exclusivo, realizar la partición y adjudicación de los 48BURCKHARDT, L.
La legítima (Pflichtteil) en el Derecho Sucesorio Alemán, vLex, España, 1998. 44
bienes relictos. En Alemania, al albacea testamentario nombrado con los
requisitos legales, le corresponden todos los derechos de partición, adjudicación,
administración, pago de deudas, entrega de legados y disposición de los bienes
relictos. Los herederos no tienen ninguna de esas facultades, sin perjuicio de que,
si se consideran perjudicados, podrán acudir a los Tribunales competentes a
reclamar sus derechos. Por último, señalar que como decíamos anteriormente,
parte de la doctrina sostiene que Alemania el único país en el mundo en que la
legítima cuenta con garantía constitucional. Y, en este sentido, el Tribunal
Constitucional alemán ha afirmado, por un lado, que “la libertad de testar es un
elemento determinante de la garantía del derecho de sucesiones, como reflejo del
derecho a la propiedad privada y del principio de la autonomía privada en la libre
autodeterminación del individuo (art. 2.2 Constitución alemana)”. Pero por otro
lado, el propio Tribunal Constitucional ha establecido que “la participación mínima
de los hijos en la herencia de sus padres, mediante la regulación vigente de la
legítima, merece la misma garantía, protección y rango constitucional que tiene la
disposición consagrada en art. 14 de la Constitución alemana”, el derecho del
individuo a la propiedad privada, “al constituir un elemento nuclear tradicional del
derecho de sucesiones alemán, absolutamente independiente de toda situación de
necesidad del legitimario” (art. 6.1 Constitución alemana).

LA LEGITIMA EN FRANCIA

La legítima no puede exceder de las tres cuartas partes de la herencia. Es


irrenunciable (salvo que se renuncie a la herencia), pero los legitimarios, que
tienen derecho a hacer valer la legítima (arts 721 y 912 C civil), pueden renunciar
de forma anticipada a interponer una acción de reducción por liberalidades
excesivas.
En Derecho francés tienen derecho a legítima únicamente los descendientes
(hijos, nietos, etc., por orden estricto) y el cónyuge del difunto a falta de
descendientes. No la tienen ni los ascendientes ni los colaterales.
• Legítima de los hijos: si solo hay un hijo, es de la mitad del caudal hereditario. Si
hay dos hijos, de dos terceras partes, y si hay tres hijos o más, de tres cuartas
partes (art 913 C civil).
• Legítima del cónyuge supérstite: una cuarta parte del caudal hereditario (art 914-
1 C civil). Solo existe a falta de descendientes y ascendientes y para las
sucesiones abiertas a partir del 1 de julio de 2002. En Francia
• Si el difunto soltero deja hijos, la herencia se reparte entre estos a partes iguales
(arts 734 y 735 Código civil).
• Si el difunto soltero no deja hijos, la herencia se reparte entre los padres del
difunto, sus hermanos y hermanas y los descendientes de estos últimos (art 738
Ccivil).
Cuando el difunto no deja hermanos, ni hermanas, ni descendientes de estos
últimos, heredan el padre y la madre, por mitades (art 736 Ccivil).
Cuando el padre y la madre han fallecido antes que el difunto, heredan los
hermanos y hermanas de este o sus descendientes, excluidos los demás
parientes, ascendientes o colaterales (art 737 Ccivil).
• Si el difunto deja cónyuge, antes de liquidar la herencia propiamente dicha es
necesario liquidar el régimen de bienes del matrimonio. Una vez liquidado ese
régimen, se aplican los principios siguientes:
• Si el difunto deja cónyuge e hijos, el cónyuge tiene un derecho de opción. Puede
elegir entre el usufructo de la totalidad de los bienes o la propiedad de una cuarta
parte de los bienes cuando todos los hijos sean de los dos cónyuges y lo mismo
cuando uno o varios hijos no sean fruto de ese matrimonio (art 757 Ccivil).
• Si el difunto deja cónyuge y ascendientes, la mitad de la herencia corresponde al
cónyuge, una cuarta parte al padre y la otra cuarta parte a la madre. Si alguno de
los ascendientes ha fallecido, su cuarta parte pasa al cónyuge (art 757-1 Ccivil).
• Si no hay ascendientes ni descendientes, toda la herencia corresponde al
cónyuge supérstite (art 757-2 Ccivil). Como excepción a lo dispuesto en el artículo
757-2 Ccivil, cuando no hay ascendientes, los hermanos y hermanas del difunto o
sus descendientes reciben la mitad de los bienes que se encuentren en especie
en la herencia y que el difunto haya recibido de sus ascendientes por herencia o
donación. Es lo que se llama «derecho de retorno» (artículo 757-3 Ccivil). Todos
los demás bienes se entregan al cónyuge supérstite.

Uniones registradas y no registradas El miembro supérstite de una unión, sea


registrada o no registrada, no tiene la condición de heredero forzoso. No obstante,
puede beneficiarse de legados. Solo goza de un derecho de uso de la vivienda
familiar, en aplicación del artículo 763 Ccivil. Por tanto, únicamente hereda si ha
sido instituido heredero mediante testamento.
Si existen hijos, ya sean o no del miembro supérstite de la unión, solo se puede
legar a este la parte de libre disposición. Esa parte de libre disposición varía
dependiendo del número de hijos: 1/3 del caudal hereditario si hay dos hijos y 1/4
con tres o más hijos.
A falta de hijos, es posible legar todo el caudal al miembro supérstite de la unión o
a un tercero, ya que no existen herederos forzosos. Ahora bien, si todavía viven
los padres del difunto, estos pueden solicitar la recuperación de los bienes que
hayan donado al hijo fallecido, hasta el máximo de una cuarta parte de la herencia
por progenitor vivo.

ESPAÑA: El Derecho Español común defiere la herencia por este orden: 1º, a los
descendientes, 2º a los ascendientes (en ambos casos con concurrencia del
cónyuge en el usufructo de un tercio o la mitad de la herencia respectivamente); 3º
al cónyuge no separado; 4º a los parientes dentro del cuarto grado (primos
carnales); y 5º, al Estado

FRANCIA: La sucesión se abre con la muerte del difunto, en el último domicilio de


este. Tras el fallecimiento, los herederos pueden elegir, en el plazo de cuatro
meses, entre:
1- aceptar la herencia pura y simplemente. Esta aceptación puede ser expresa o
tácita. Es tácita cuando el heredero realiza un acto que supone necesariamente su
intención de aceptar y que solo tendría derecho a realizar en calidad de heredero
que acepta.
2- aceptarla hasta el máximo del activo neto. De este modo, el heredero evita la
confusión de sus bienes personales con los de la herencia; conserva con respecto
a esta todos los derechos que tenía anteriormente sobre los bienes del difunto, y
queda obligado al pago de las deudas de la sucesión solo en la medida del valor
de los bienes que ha recibido. Requiere una declaración ante la secretaría del
tribunal de primera instancia correspondiente al lugar de apertura de la sucesión,
que debe ir acompañada o seguida del inventario de la herencia.
3.- renunciar a la herencia. La renuncia no se presume. Para ser oponible frente a
terceros, debe presentarse al tribunal en cuya jurisdicción se haya abierto la
sucesión.
Pasado el plazo de 4 meses para el ejercicio de la opción sucesoria, si el heredero
no ha adoptado ninguna decisión, puede ser obligado a ello por un acreedor, un
coheredero, el Estado o una persona que podría heredar si este renunciase. En
ese caso, dispone de dos meses para tomar una decisión, aunque puede solicitar
un plazo adicional al juez. A falta de respuesta, se considera que acepta pura y
simplemente la herencia. No obstante, si nadie obliga al heredero a realizar una
elección, tiene un plazo máximo de diez años para pronunciarse, salvo que se
considere que ha aceptado la herencia de forma implícita.
La mayoría de las sucesiones se liquidan con intervención de un notario. No
obstante, puede prescindirse de él en determinadas situaciones, en particular
cuando no hay bienes inmuebles en el patrimonio del causante. Si los herederos
optan por recurrir a un notario, pueden elegir el que deseen. A falta de acuerdo
entre los herederos sobre la elección de notario, cada uno puede hacerse
representar por el suyo. Rige el principio de la liquidación amistosa de las
sucesiones, sin intervención del juez. Solo en caso de desacuerdo entre los
herederos se puede solicitar la intervención del juez.

LA LEGITIMA EN EL DERECHO ROMANO

La legitima nace en el Derecho Romano, como la culminación de un largo


proceso de evolución en materia sucesoria dentro de las limitaciones de la
libertad de testar. Su finalidad es la de defender los derechos de aquellos
herederos forzosos o necesarios que sin motivo alguno fueron dejados de
lado en el testamento. Esta institución que fue evolucionando en Roma
paso a las legislaciones modernas y tomada por Vélez en los artículos 3591
y siguientes en nuestro código.
En la época de los juristas clásicos y posteriormente en el Derecho Imperial
se va a reglamentar la institución. Los descendientes, los ascendientes, los
hermanos de doble vinculo y los paternos a quienes el testador no deja la
cuarta parte de lo que les hubiera correspondido por ley pueden impugnar
el testamento mediante la "querella inofficiosi testamenti". La cuota mínima
que el testador debe respetar para los herederos forzosos se fija primero en
sucesión intestada.
Justiniano mas tarde la eleva a un tercio de la herencia si los herederos son
menos de cuatro y a la mitad si son más, de esta manera ordena el tema de
la legitima. Por ello, podemos decir que es evidente la notoria influencia del
Derecho Romano en las disposiciones de Vélez y a las esclarecedoras
reformas de la ley 17711 donde con referencia a la legitima vemos un
marcado rasgo romanista.

CONCLUSION 1

La legítima, concluimos, debería reorientarse principalmente para asegurar


la responsabilidad del testador respecto de los que lo necesiten y solo en la
cuantía en que lo necesiten, quedando lo demás al arbitrio del causante, el
decidir el destino de sus bienes para después de su muerte. Él es quien
mejor conoce los intereses de cada uno de los miembros de su familia, y
por tanto, quien mejor podrá dirigir sus bienes en la dirección correcta.

CONCLUSION 2

Como conclusión, bien podemos decir que la mayoría de la doctrina se


muestra, en la actualidad, en mayor o menor medida, favorable a la
concesión al testador de una mayor libertad de testar que nuestra
legislación actual les concede, reduciendo de este modo a sus familiares,
incluso a los más cercanos, el derecho a la legitima e incluso
suprimiéndoles tal derecho, siguiendo de este modo la tendencia que se
muestra imparable en el Derecho comparado.
RECOMENDACIÓN 1

Cierto es que la Jurisprudencia en su labor modeladora del Derecho ha ido


flexibilizando la rigidez de esos institutos llenos de aristas, para
reorientarlos en la dirección que la sociedad industrial del siglo XXI
demanda. Cierto también que el legislador en sus últimas reformas va
estableciendo sucesivas excepciones que desactivan las rémoras
existentes en nuestra legislación para cosas tan elementales como poder
mantener indivisa la vivienda o el negocio familiar y permitir los patrimonios
protegidos en favor de los discapacitados.

RECOMENDACIÓN 2

La estructura social de principios del s. XXI existente en nuestro país es


muy distinta de la que corresponde a una sociedad agraria. Como explicó
Óscar Wilde 61, “la ley, presumiendo de forma ruin que vamos a hacer
dejación de nuestros deberes, quiere suplantar con sus raseros ramplones
y miserables las legítimas pretensiones de nuestra voluntad tratando
vanamente de reproducir la escala de nuestros afectos”
BIBLIOGRAFIA

http://www.robertexto.com/archivo1/legitima_roma.htm#:~:text=La%20legitima
%20nace%20en%20el,de%20lado%20en%20el%20testamento.

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