Como Ladron en La Noche
Como Ladron en La Noche
Como Ladron en La Noche
(1 Tesalonicenses 5:1-3)
(1 Tesalonicenses 5:1-3)
Pero acerca de los tiempos y de las ocasiones, no tenéis necesidad, hermanos, de que yo os
escriba. Porque vosotros sabéis perfectamente que el día del Señor vendrá, así como ladrón
en la noche; que cuando digan: paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción
repentina, como los dolores a la mujer en cinta, y no escaparán.
INTRODUCCIÓN
Un hombre estacionó su automóvil frente a su casa e hizo algo que nadie debe
hacer: dejar la llave del encendido en el carro porque pensaba que regresaría de
inmediato. Cuando regresó, no más de un minuto más tarde, su carro ya no
estaba allí. Lo peor es que en ese llavero estaban las llaves de su casa y tuvo un
sentimiento de desesperación por el error que había cometido al dejar las llaves
en el carro. Llamó a la policía para reportar el robo del carro, la cual le dijo que
comenzaría la búsqueda del vehículo. Al otro día, y para sorpresa de todos, su
automóvil estaba estacionado frente a su casa, bien lavado, brillante, limpio,
con el tanque de gasolina lleno y con una nota que decía: siento muchísimo que
tuve que llevarme su carro, tenía una verdadera emergencia y necesitaba un
vehículo, discúlpeme y tenga la bondad de aceptar la tarjeta de regalo que dejé
en su auto para que usted y su esposa vayan este fin de semana a comer en el
hotel más lujoso de la ciudad. Nuevamente perdone la molestia que le causé por
haberme llevado su carro, además, ya avisé a la policía que su carro ya ha sido
encontrado, por lo tanto, no debe preocuparse por llamarles. Así que ese fin de
semana, él y su esposa fueron al hotel más lujoso de la ciudad y se dieron un
verdadero banquete, pero de noche cuando regresaron a su casa, la encontraron
totalmente vacía. El astuto ladrón del carro había hecho copias de todas las
llaves de la casa, invirtió un poco de dinero en la compra de la tarjeta para que
fueran a comer y tuvo todo el tiempo del mundo para dejar la casa totalmente
vacía y limpia.
Aunque esto de que a uno le roben la casa no es motivo de risa, lo que les acabo
de contar sirve para enfocar el tema de hoy: “Como ladrón en la noche”.
(1 Tesalonicenses 5:1-3)
Pero acerca de los tiempos y de las ocasiones, no tenéis necesidad, hermanos, de que yo os
escriba. Porque vosotros sabéis perfectamente que el día del Señor vendrá, así como ladrón
en la noche; que cuando digan: paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción
repentina, como los dolores a la mujer en cinta, y no escaparán.
hermanos y hermanas, ahora más que nunca, debemos estar preparados para la
venida del Señor Jesus.
Nuestra mayor preocupación hoy en día, debería ser que cuando el Señor
regrese, nos encuentre revestidos de su justicia y de su santidad.
En este texto que acabamos de leer, hay algunas cosas que podemos observar.
La primera de ellas es que la venida del Señor será en un día sorpresa.
Pablo le dijo a los tesalonicenses que el día del Señor vendrá, así como ladrón
en la noche. El ladrón llega durante la noche, sorpresivamente. Ningún ladrón
le escribe y le dice: señor fulano de tal, hoy a las dos de la mañana voy a robar
su casa; no, el ladrón llega a robar en el momento más inesperado, de esa misma
manera será la venida del Señor Jesucristo, en el día y en la hora que nadie sabe.
Ahora, note que pablo no está fijando ninguna fecha, pero si hace énfasis en dos
cosas que a primera vista parecen una paradoja: la certidumbre de su venida y
la incertidumbre de su venida. El señor viene:
(Apocalipsis 22:12): He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para
recompensar a cada uno según sea su obra.
El Señor viene, pero no sabemos el día ni la hora:
(Mateo 25:13): Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el hijo
del hombre ha de venir.
Así que, cualquier persona de cualquier religión o de cualquier denominación,
que de una fecha exacta para el retorno del Señor Jesucristo no solo está
mintiendo, sino que está desobedeciendo al Señor.
En 1988 un reconocido religioso escribió un libro titulado 88 razones de por
qué Jesús vendrá en 1988. Como Jesús no vino en 1988, este hombre se
convirtió en el hazme reír de todos los incrédulos. Otros han dicho que Jesus
retornaría en 1996, en el año 2000, en el 2006, mes 6 y día 6. Otros que vendría
en el 2012 y seguirán dando fechas y demostrando que son mentirosos porque
Jesus dijo del día y la hora que nadie la sabe, ni aun los ángeles de los cielos
sino solo el padre.
Pero aun, cuando no sabemos la fecha, todos tenemos esa sensación de que
estamos viviendo al borde de la eternidad y cada día que pasa nos pone más
cerca de la venida del Señor y él regresará en el momento justo. Jesús nació en
el momento justo, murió en la cruz a tiempo, resucitó de entre los muertos a
tiempo, ascendió a los cielos a tiempo y su regreso será también a tiempo. Él no
se adelantará ni se atrasará, como lo dijo el apóstol pedro: para el Señor un día
es como mil años y mil años son como un día.
Hermanos y hermanas, se acerca un día conocido como “el día del Señor” y será
un tiempo tenebroso, porque en ese día, Dios derramará su ira sobre este mundo.
En este mismo momento, las furiosas aguas de la ira de Dios están a punto de
desbordarse sobre el muro de su misericordia. En estos momentos, Dios está
reteniendo su ira ¿por qué? Porque como dijo el apóstol pedro: El señor no
quiere que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.
Ahora, otra verdad que podemos notar en el texto que leímos inicialmente, es
que usted puede escapar de esta destrucción que vendrá. En los versos tres y
cuatro de primera de tesalonicenses capitulo cinco, cuando pablo dice que
entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina, se está refiriendo a los no
salvos. Ellos no escaparan de la destrucción repentina, así que, si en este lugar
hay alguien que no le ha entregado su vida al Señor, no ha nacido de nuevo ni
ha aceptado su amor, gracia y misericordia, debería considerarlo de nuevo.
Cuando iban a crucificar al Señor Jesucristo, le hicieron caminar por lo que se
conoce como “la vía dolorosa”, en esa vía estaban algunas mujeres llorando. Al
verlas, Jesus les dijo: Hijas, no lloréis por mí, sino llorad por vosotras mismas
y por vuestros hijos.
Cuando venga el día del Señor, será un día que nadie olvidará.
(Joel 2:1-2): Tocad trompeta en sión, y dad alarma en mi santo monte; tiemblen
todos los moradores de la tierra, porque viene el día de Jehová, porque está
cercano. Dia de tinieblas y de oscuridad, día de nube y de sombra.
Aquí está diciendo que el día del Señor será un día absolutamente distinto.
Nunca ha habido un día como ese y nunca lo habrá. Pensemos por un momento
en los terremotos, los sunamis, los huracanes, en todas estas cosas, y, sin
embargo, el día del Señor será totalmente distinto.
El profeta Daniel también habla de ese día en (Daniel 12:1): En aquel tiempo
se levantará miguel, el gran príncipe que está de parte de los hijos de tu pueblo;
y será tiempo de angustia, cual nunca fue desde que hubo gente hasta entonces;
pero en aquel tiempo será libertado tu pueblo, todos los que se hallen inscritos
en el libro.
Joel dice que no ha habido un día como ese día, Daniel dice casi exactamente
lo mismo y Jesús en (Mateo 24:21) dijo: porque habrá entonces gran
tribulación cual no ha habido desde el principio del mundo hasta ahora ni la
habrá.
El día del Señor será un día cual no lo ha habido jamás ni lo habrá y necesitamos
escapar de ese día.
Apocalipsis 6 dice que los hombres se esconderán en cuevas y cavernas y
pedirán, rogaran a las montañas que caigan sobre ellos, diciendo: caed sobre
nosotros y escondednos del rostro de aquel que está sentado sobre el trono y de
la ira del cordero porque el gran día de su ira ha llegado y quién podrá sostenerse
en pie.
Este mundo será sorprendido si es que no escucha ni obedece a la palabra de
Dios. Mateo 24 desde el verso 36, Jesús les hace conocer a sus discípulos que
el día y la hora nadie lo sabe, ni aun los ángeles, sino únicamente su padre. Pero
note lo que dice en el verso 37 de mateo 24: Mas como en los días de Noe, así
será la venida del hijo del hombre. La pregunta que surge aquí es ¿cómo fueron
los días de Noe? Bueno, el verso 38 de mateo 24 nos responde la pregunta:
porque como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo,
casándose y dando en casamiento, hasta el día en que Noe entró en el arca y
no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también
la venida del hijo del hombre.
A diferencia de lo que muchos creen, esto no tiene nada de raro, las personas de
los días de Noé estaban viviendo sus vidas rutinariamente: matrimonios, fiestas,
diversión, hacer dinero, tener más fiestas; hasta que un día Dios le dijo a Noe y
a su familia que entraran en el arca. No fue Noé sino Dios mismo el que cerró
la puerta del arca y abrió las cataratas del cielo y las fuentes de los mares y vino
el diluvio y fue demasiado tarde para todos los que estuvieron fuera del arca.
Hermanos, nosotros, no podemos darnos el lujo de quedarnos dormidos, aunque
el mundo esté dormido. Nosotros más que nadie, debemos saber lo que está
pasando y despertarnos. Nosotros, la iglesia, somos los únicos en el mundo que
sabemos el verdadero sentido de todo lo que está sucediendo actualmente,
debemos estar conscientes de las cosas. Por eso es que me atrevo a predicar
mensajes como este, porque tal vez no veamos un nuevo año, un nuevo mes o
un nuevo día, porque el Señor puede venir en cualquier momento.
No es tiempo de dormir sino de velar y estar sobrios.
En (1 Tesalonicenses 5:6-7) pablo dijo: Porque todos vosotros sois hijos de luz
e hijos del día; no somos de la noche ni de las tinieblas. Por tanto, no durmamos
como los demás, sino velemos y seamos sobrios.
La triste realidad de hoy en día, es que muchos vienen a la iglesia con un rotulo
en su frente que dice: favor no molestar, no hablar de santidad ni de
arrepentimiento, no corregir ni exhortar, no incomodar con normas y reglas, no
hablar contra el pecado. Pero la verdad, es que el escenario está listo y la
segunda venida de nuestro Señor Jesucristo no es una teoría que debe ser
discutida sino una verdad que debe ser creída, Jesucristo viene y viene pronto.
Ahora, Jesús reveló la razón de estas palabras tan duras contra la iglesia de
Sardis:
porque no he hallado tus obras perfectas delante de Dios.
Hay algo muy importante que debemos observar aquí. La palabra “perfectas”
usada en esta frase, significa literalmente completas o terminadas. Así que, la
frase “No he hallado tus obras perfectas delante de Dios” lo que quiere decir
es que, los creyentes de la iglesia de Sardis hacían todo tipo de cosas, pero nunca
las terminaban. Ellos estaban constantemente empezando proyectos para Dios,
pero nunca concluían nada.
Y cuantas veces nosotros hemos actuado de la misma manera. Comenzamos un
plan de oración que no terminamos. Establecemos como meta leer toda la biblia
en un año y solo duramos cuanto mucho, una semana. Cuantas veces hemos
hecho promesas al empezar un nuevo año: “Señor, este año si voy a vivir en
santidad, este año voy a orar más, este año voy a dar más, este año voy a servirte
más, este año tú vas a ser lo primero en mi vida. Pero solo se quedaron allí, en
promesas que nunca se cumplieron y en proyectos que nunca se terminaron.
Yo creo de todo corazón, que la voluntad de Dios, es que terminemos todo
aquello que empezamos para él. No es suficiente con empezar, no es suficiente
con llenarse de buenas intenciones, Dios no solo quiere que corramos la carrera,
el quiere que acabemos la carrera, y que podamos decir como pablo: He peleado
la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. Por lo demás, me
está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en
aquel día; y no solo a mí, sino también a todos los que aman su venida.
Ahora, mientras nos acercamos al final de este mensaje, nos encontramos con
las palabras en las que nos hemos enfocado en esta noche: Jesús le dijo a la
Iglesia de Sardis: Acuérdate, pues, de lo que has recibido y oído; y guárdalo, y
arrepiéntete. Pues sino velas, vendré sobre ti como ladrón, y no sabrás a que
hora vendré sobre ti.
Una y otra vez, a lo largo de la escritura, la biblia nos deja saber cómo será la
venida del Señor:
Mateo 24:43-44
Pero sabed esto, que si el padre de familia supiese a qué hora el ladrón habría
de venir, velaría y no dejaría minar su casa. Por tanto, también vosotros estad
preparados; porque el hijo del hombre vendrá a la hora que no pensáis.
2 Pedro 3:10
Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos
pasaran con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán desechos, y la
tierra y las obras que en ella hay serán quemadas.
Apocalipsis 16:15
He aquí, yo vengo como ladrón. Bienaventurado el que vela, y guarda sus
ropas, para que no ande desnudo, y vean su vergüenza.
Alguien en esta noche, necesita escuchar la voz de Dios diciendo: Reten lo que
tienes para que ninguno tome tu corona.
CONCLUSIÓN:
Sardis, tienes fama de que vives, pero estas muerta. Lo último que te queda esta
por morir. No he hallado tus obras perfectas delante de Dios, si no te arrepientes
vendré sobre ti como ladrón y no sabrás a que hora vendré sobre ti. Pero
hermanos, cuando estaba a punto de cerrar las notas para este mensaje, el Señor
llevó mis ojos a dos versículos que se encuentran más adelante.
Apocalipsis 3:4-5
Pero tienes unas pocas personas en Sardis que no han manchado sus
vestiduras; y andarán conmigo en vestiduras blancas, porque son dignas. El
que venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del
libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi padre, y delante de sus
ángeles.
Con todo y lo malo que había en la iglesia de Sardis, había unos pocos que no
habían manchado sus vestiduras. Y yo siento que hay uno de esos aquí en este
lugar, uno que aun en medio del pecado, la inmoralidad, las pruebas y las
tentaciones de este mundo, no ha manchado sus vestiduras. Alguien aquí
necesita renovar su voto de santidad, alguien aquí necesita renovar su decisión
de seguir al Señor, alguien aquí necesita venir a este altar con lagrimas de
arrepentimiento. quizá un día manchaste tus vestidos, pecaste, le fallaste al
Señor, pero hay uno que perdona nuestros pecados y los envía al fondo del mar.