05 MRZ SCP 0602-2017-S3 26 Jun 2017

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0602/2017-S3

Sucre, 26 de junio de 2017

III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO


La parte accionante alega que dentro de un proceso contencioso seguido en su
contra, los Vocales de la Sala Contenciosa, Contenciosa Administrativa, Social y
Administrativa ahora demandados- rechazaron el incidente de nulidad de Auto de
admisión, a través del Auto de 27 de junio de 2016, el cual carece de una debida
fundamentación, por cuanto no atendió los agravios cuestionados, incurriendo en
la vulneración de sus derechos al debido proceso en sus elementos juez natural
relacionado a la competencia, fundamentación y motivación, a recurrir, a la
defensa, a la garantía de la seguridad jurídica y al principio de legalidad. En
consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a
fin de conceder o denegar la tutela solicitada.

SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0602/2017-S3


Sucre, 26 de junio de 2017
SALA TERCERA
Magistrada Relatora: Dra. Neldy Virginia Andrade Martínez
Acción de amparo constitucional
Expediente: 17357-2016-35-AAC
Departamento: Potosí
En revisión la Resolución 02/2017 de 9 de mayo, cursante de fs. 223 a 227, pronunciada
dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por Juan Carlos Cejas Ugarte,
Gobernador del Gobierno Autónomo Departamental de Potosí contra Vidal Rellanó
Vallejo y Edith Rosario Peñaranda Ávila, Vocales de la Sala Contenciosa,
Contenciosa Administrativa, Social y Administrativa del Tribunal Departamental de
Justicia de Potosí.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda. Por memoriales presentados el 8 de noviembre de 2016
y 2 de mayo de 2017, cursantes de fs. 153 a 167; y, 189 a 190, la parte accionante
manifestó que:
I.1.1. Hechos que motivan la acción. El Gobierno Autónomo Departamental de Potosí
suscribió un contrato de obra GADPEX 44/2013 de 31 de diciembre, con la empresa
constructora GEC CONSTRUCCIONES Sociedad de Responsabilidad Limitada (S.R.L.),
para la “Construcción del camino asfaltado Don Diego Huari-Huari”, que preveía un plazo
de ejecución de doscientos sesenta y tres días, iniciándose el 10 de enero de 2014,
debiendo concluir el 30 de septiembre de igual año, ampliándose el plazo hasta el 19 del
referido mes de 2015, negándose la última solicitud de ampliación.
Por Nota Cite: ESI DD/80/2015 de 11 de mayo, se hizo conocer a la referida empresa
constructora, la intención de resolución de contrato conforme estipula la Cláusula
Vigesimoprimera, por causas atribuibles al contratista, quien interpuso a su vez los
recursos revocatorio y jerárquico, el último resuelto el 28 de diciembre de 2015,
determinándose la resolución del contrato.

/ Dirección: C/Prolongación Beni, No. 147; Edificio OFICENTRO; Piso 9, Oficina B-903, entre 1ª y 2ª anillo.
/ Telf: Of.: 3-245104 / Cel: 760-15152 (WhatsApp) / email: marcosreyes007@gmail.com
El 9 de marzo de 2016, tomó conocimiento del Auto Interlocutorio Simple 40 de 7 de igual
mes y año, por el cual se admitió la demanda contenciosa presentada por la mencionada
empresa constructora, cuya pretensión versa en la nulidad del trámite de resolución de
contrato, más pago de daños, perjuicios y lucro cesante; asimismo, determinó como
medida precautoria la paralización de cualquier trámite administrativo relacionado a la
ejecución de la garantía de cumplimiento de contrato, la información en el Sistema de
Contrataciones Estatales (SICOES) y el oficio al Banco Mercantil Santa Cruz Sociedad
Anónima (S.A.).
Ante tal determinación planteó recurso de reposición el 14 de marzo de 2016, solicitando
se deje sin efecto la medida precautoria por no contar con la contra cautela establecida
en la norma procesal ni expresar disposición legal alguna, que sustente tal determinación,
pedido que no fue atendido favorablemente, por lo que formuló recurso de apelación,
siendo este rechazado “…POR SER INATENDIBLE…” (sic) mediante Auto de 4 de mayo
del señalado año.
Posteriormente contestó a la demanda incoada; empero, al haber respondido
extemporáneamente se lo declaró en rebeldía, sin considerar que se apersonó al proceso
desde su inicio. Paralelamente, interpuso incidente de nulidad contra el Auto de admisión
denunciando la falta de competencia y violación a derechos y garantías, así como la
omisión de poner a conocimiento de la Procuraduría General del Estado el proceso que
se estaba substanciando, incidente que fue rechazado a través de la Resolución de 27
de junio de 2016, alegando que al no haber respondido el recurso jerárquico, se lesionó
el derecho de la empresa constructora GEC CONSTRUCCIONES S.R.L., razón por la
cual se calificó al proceso como contencioso de puro derecho, manifestando además que
los recursos de revocatoria y jerárquico son admisibles ante una resolución de contrato
emitido por un órgano estatal; determinación que tras ser apelada fue rechazada
mediante Auto Interlocutorio Simple 133 de 31 de agosto del citado año, que a su vez
declaró ejecutoriado el acto impugnado, bajo el fundamento que en procesos
contenciosos solo existe el recurso de casación.
Los Vocales hoy demandados entendieron que para acudir a la instancia contenciosa
administrativa, primero se deben agotar los recursos de alzada y jerárquico conforme
dispone la Ley de Procedimiento Administrativo, siendo que la jurisprudencia
constitucional estableció que en procesos de resolución de contratos administrativos, no
es aplicable tal requerimiento, desnaturalizando al proceso contencioso y emitiendo
Resoluciones sin competencia ni fundamentación, lesionando con ello el debido proceso
en su vertiente de juez natural en su elemento competencia; asimismo, conforme los
presupuestos exigidos en la SC 1491/2010-R de 6 de octubre, no existe elemento para
que concurra la competencia de la Sala Contenciosa, Contenciosa Administrativa, Social
y Administrativa del Tribunal Departamental de Justicia de Potosí, lo que implica que no
debería admitir dicha acción contenciosa, menos imponer una medida precautoria sin
cumplir con la contra cautela.
Asimismo, se vulneró su derecho al debido proceso en su vertiente de derecho a recurrir
o impugnar con afectación del derecho a la defensa; ya que, durante la substanciación
del proceso, presentó una serie de impugnaciones que no fueron consideradas,
reconociendo como único recurso el de casación contra la decisión que se dicte al final
del proceso. Sumado a ello, que cada una de las Resoluciones carecen de
fundamentación y motivación, existiendo total contradicción lesionando su derecho a
recurrir y afectando de forma directa su derecho al defensa vinculado al principio de
legalidad.
Finalmente, se lesionó su derecho al debido proceso en su vertiente fundamentación y

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motivación de las resoluciones judiciales, así identificó que en la Resolución de 30 de
marzo de 2016, que resolvió el recurso de reposición no se pronunció sobre los agravios
presentados; por su parte, la Resolución de 4 de mayo de igual año, declaró inatendible
el recurso de apelación con fundamentos incongruentes al igual que la Resolución de 31
de agosto del citado año, en cuanto a la Resolución de 27 de junio del mismo año,
contiene una errónea fundamentación considerando que la resolución de contrato
administrativo expresado en un Decreto Departamental no amerita ninguna impugnación
en el ámbito administrativo.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados El accionante señala como
lesionados sus derechos al debido proceso en sus elementos juez natural relacionado a
la competencia, fundamentación y motivación, a recurrir, a la defensa, a la garantía de la
seguridad jurídica y al principio de legalidad, citando al efecto los arts. 115.II, 116, 119,
120, 122 y 180.II de la Constitución Política del Estado (CPE); 8.1 y 2 inc. d) de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos; 7, 10 y 25 de la Declaración Universal
de los Derechos Humanos; y, 2 incs a) y b) del Pacto Internacional de Derechos Civiles
y Políticos (PIDCP).
I.1.3. Petitorio. Solicita se conceda la tutela, disponiendo: a) Se anule el Auto
Interlocutorio Simple 40 de 7 de marzo de 2016; y, b) Se deje sin efecto legal las medidas
cautelares impuestas en el referido Auto Interlocutorio Simple.
I.2. Trámite ante el Tribunal Constitucional Plurinacional
I.2.1. Rechazo de la acción de amparo constitucional. La Jueza Pública de Familia
Quinta de la Capital del departamento de Potosí, constituida en Jueza de garantías, por
Resolución de 11 de noviembre de 2016, cursante a fs. 167 vta. rechazó “…in limine…”
(sic) la acción de amparo constitucional; consecuentemente, el accionante mediante
memorial presentado el 17 de igual mes y año, cursante de fs. 169 a 171, impugnó dicha
determinación.
I.2.2. Admisión de la acción de amparo constitucional. Por AC 0365/2016-RCA de 12
de diciembre, cursante de fs. 176 a 183, la Comisión de Admisión de este Tribunal, con
la facultad conferida en el art. 30.III del Código Procesal Constitucional (CPCo), resolvió
revocar la Resolución de 11 de noviembre de 2016, y en consecuencia dispuso que la
Jueza de garantías conceda el plazo de tres días a la parte accionante para que subsane
lo observado y determine lo que en derecho corresponda.
I.3. Audiencia y Resolución de la Jueza de garantías. Celebrada la audiencia pública
el 9 de mayo de 2016, según consta en el acta cursante de fs. 210 a 222, presente la
parte accionante; y, ausentes las autoridades demandadas y la tercera interesada, se
produjeron los siguientes actuados:
I.3.1. Ratificación y ampliación de la acción. La parte accionante ratificó los términos
expuestos en su memorial de acción de amparo constitucional y ampliándolos manifestó
que: 1) El trámite para una resolución de contrato es la emisión de una Nota a la empresa
haciéndole conocer la intención de rescindir contrato, teniendo quince días a partir de su
notificación para presentar descargos, posterior a ello los técnicos hacen una evaluación
y emiten un informe final, en base al cual el Gobernador del Gobierno Autónomo
Departamental de Potosí emite un Decreto Departamental, que fue notificado a la
empresa constructora GEC CONSTRUCCIONES S.R.L. el 18 de noviembre de 2015
(dato extraído de la demanda contenciosa), acto administrativo que entiende la
codemandada debería recurrirse en revocatoria y jerárquico, conforme dispone la norma
administrativa para cumplir los requisitos de la demanda contencioso administrativa; 2)
La presente acción tutelar identifica dos agravios, la admisión de un proceso contencioso

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que no rige cuando existe un acto administrativo definitivo y la medida cautelar ilegal que
paralizó la ejecución de la boleta de garantía; 3) La SCP 221/2016-S3 de 19 de febrero,
estableció de forma clara que “…no existe ni en la vía judicial ni en la administrativa la
posibilidad de paralizar las boletas de garantía…” (sic) de igual forma entienden las
Sentencias Constitucionales Plurinacionales “71/2015 y 928/2012”, que no pueden ser
paralizadas ya que es un acuerdo de partes; y, 4) Toda resolución judicial es impugnable
como concluye la SC 1877/2011-R de 7 de noviembre.
I.3.2. Informe de las autoridades demandadas. Vidal Rollano Vallejo y Edith Rosario
Peñaranda Ávila, Vocales de la Sala Contenciosa, Contenciosa Administrativa, Social y
Administrativa del Tribunal Departamental de Justicia de Potosí, mediante informe
presentado el 9 de mayo de 2017, cursante de fs. 204 a 209, manifestaron que: i) La
diferencia entre el proceso contencioso y contencioso administrativa se encuentra en el
art. 775 del Código de Procedimiento Civil abrogado (CPC. abrg), es así que el proceso
contencioso “puro” se instituyó para resolver conflictos que se susciten en el desarrollo y
la ejecución de bienes o servicios contratados por el Estado, además los que resulten de
las negociaciones o concesiones del Órgano Ejecutivo, en ese sentido, conforme su
competencia delegada en el art. 3.2 de la Ley Transitoria para la Tramitación de los
Procesos Contencioso y Contencioso Administrativo -Ley 620 de 29 de diciembre de
2014-, en los procesos contenciosos administrativos realizan un control de legalidad de
todo lo obrado en la administración pública; ii) El Gobierno Autónomo Departamental de
Potosí hizo conocer a la empresa constructora GEC CONSTRUCCIONES S.R.L.
mediante Nota oficial Cite: ESI-DD/80/2015, que en base a lo establecido por la Cláusula
Vigesimoprimera, concluyó el contrato, es decir se ha resuelto el mismo conforme los
términos dispuestos, entre ellos, el cobro de las boletas de garantía, como la inscripción
en el SICOES, por lo que tiene responsabilidad administrativa el incumplimiento de dicha
obligación funcionaria; iii) El proceso contencioso administrativo iguala la asimetría que
se evidencia en la relación de la administración pública con el ciudadano, el cual se
tramita con el Código de Procedimiento Civil abrogado conforme el art. 4 de la Ley
Transitoria para la Tramitación de los Procesos Contencioso y Contencioso
Administrativo; iv) Las medidas precautorias simplemente se aplican para asegurar la
igualdad de las partes en proceso; y, v) En este tipo de procesos no se admite la apelación
solo el recurso de casación ante el Tribunal Supremo de Justicia, establecido así en el
Auto Supremo (AS) 239-A de 19 de junio de 2016.
I.3.3. Intervención de la tercera interesada. Geovanna Yaruska Olmos Cárdenas,
representante legal de la empresa constructora GEC CONSTRUCCIONES S.R.L. no
asistió a la audiencia de esta acción tutelar, pese a su notificación cursante a fs. 195.
I.3.4. Resolución. La Jueza Pública de Familia Quinta de la Capital del departamento
de Potosí, constituida en Jueza de garantías, por Resolución 02/2017 de 9 de mayo,
cursante de fs. 223 a 227, concedió en parte la tutela solicitada, dejando sin efecto el
Auto Interlocutorio Simple 133, debiendo en su lugar pronunciarse nuevo auto en base a
los argumentos desarrollados en la presente Resolución y denegar la tutela “con respecto
a la violación del derecho fundamental del debido proceso, en su vertiente juez natural
en su elemento competencia y derecho a recurrir o impugnar con afectación del derecho
de defensa” (sic), bajo los siguientes fundamentos: a) En cuanto al principio de inmediatez
considerando que la notificación con el Auto Interlocutorio Simple 40 de 7 de marzo de
2016, se notificó dos días después habiendo transcurrido desde esa fecha hasta el 8 de
noviembre del mismo año seis meses, por lo que se encuentra fuera del plazo establecido
en la norma constitucional; b) En relación al cumplimiento del principio de subsidiariedad,
el Auto Interlocutorio Simple 133 por el cual se rechaza el recurso de apelación contra el
Auto que rechazó el incidente de nulidad del Auto de admisión fue notificado el 2 de

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septiembre de igual año, el cual cumple el referido principio al no existir otro recurso que
permita impugnarlo, estando abierta la jurisdicción constitucional a tal efecto; c) Del
análisis del Auto Interlocutorio Simple 133, se evidencia que el mismo no se encuentra
debidamente fundamentado y motivado por lo que no satisface ni resuelve los agravios
contenidos en el recurso de apelación interpuesto por el ahora accionante, simplemente
efectúa una referencia de los art. 3, 4 y 5 de la Ley Transitoria para la Tramitación de los
Procesos Contencioso y Contencioso Administrativo; d) Si bien se interpuso recurso de
reposición contra el Auto Interlocutorio Simple 40, para posteriormente presentar recurso
de apelación contra la decisión de mantener incólume el referido Auto, resuelto por el
Auto Interlocutorio Simple 133, dichos medios de impugnación no merecieron una
respuesta uniforme ya que no es posible admitir determinados recursos y rechazar otros
sin la fundamentación y motivación de los anteriores Autos emitidos dentro del proceso,
vulnerándose el debido proceso en sus elementos motivación y fundamentación, por lo
que corresponde conceder la tutela respecto al derecho mencionado; y, e) En lo que
respecta al Auto Interlocutorio Simple 40 de la demanda contenciosa, corrida en traslado
al Gobierno Autónomo Departamental de Potosí esta no fue contestada de forma negativa
o contradictoria ya que de lo relatado consta que presentaron una serie de recursos de
impugnación consintiendo la competencia de los ahora demandados para conocer dicho
proceso, lo que no implica que deba declararse probada la demanda, además que la
medida precautoria resulta ser accesoria a la misma, por ello no se advierte lesión al
debido proceso, sumado a ello, que consta la defensa amplia que se otorgó durante el
proceso.
II. CONCLUSIONES.
De la debida revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se
establece lo siguiente:
II.1. Por Auto Interlocutorio Simple 40 de 7 de marzo de 2016, pronunciado por Vidal
Rollano Vallejo y Edith Rosario Peñaranda Ávila, Vocales de la Sala Contenciosa,
Contenciosa Administrativa, Social y Administrativa del Tribunal Departamental de
Justicia de Potosí -ahora demandados-, se admitió la demanda contenciosa de resolución
de contrato administrativo, más pago de daños, perjuicios y lucro cesante, presentado
por Geovanna Yaruska Olmos Cárdenas, representante legal de la empresa constructora
GEC CONSTRUCCIONES S.R.L. -hoy tercera interesada- (fs. 4 a 9 vta.).
II.2. Mediante memorial presentado el 14 de marzo de 2016, Juan Carlos Cejas Ugarte,
Gobernador del Gobierno Autónomo Departamental de Potosí -ahora accionante-
interpuso recurso de reposición contra el Auto Interlocutorio Simple 40 (fs. 10 y vta.), el
cual fue atendido por Auto de 30 de igual mes y año, manteniendo incólume la
determinación asumida (fs. 16) notificado al mencionado el 1 de abril del citado año (fs.
16 vta.).
II.3. A través de memorial presentado el 11 de abril de 2016, el ahora accionante
interpuso recurso de apelación contra el Auto de 30 de marzo de igual año, emitido por
las autoridades hoy demandadas, a objeto de dejar sin efecto la medida precautoria o
cumplir con lo dispuesto en el art. 173 del CPCabrg y se repare los defectos existentes
conforme establece la SCP “0221/2016-S3” (fs. 11 y vta.); recurso rechazado por ser
“…inatendible…” (sic) conforme estableció el Auto de 4 de mayo del indicado año (fs. 17
y vta.).
II.4. Cursa a fs. 18 y vta., memorial de 15 de abril de 2016 por el cual la ahora tercera
interesada solicitó rebeldía y determinación de réplica y dúplica, atendido favorablemente
por Auto de 9 de mayo del señalado año (fs. 19), posteriormente, por memorial
presentado el 30 de igual mes y año, el hoy accionante solicitó cesación de rebeldía (fs.

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20), pronunciándose decreto de 31 de idéntico mes y año, declarando cesación de
rebeldía (fs. 22).
II.5. El 27 de mayo de 2016, la parte accionante presento incidente de nulidad de auto
de admisión, (fs. 23 a 28), dictándose Auto de 27 de junio de igual año, rechazando dicho
incidente y disponiendo la prosecución del juicio contencioso de puro derecho, conforme
el art. 354.II del CPCabrg (fs. 31 a 32 vta.), actuado notificado al ahora accionante el 5
de julio del citado año (fs. 32 vta.).
II.6. Consta memorial presentado el 14 de julio de 2016, cursante de fs. 33 a 38, por el
cual el ahora accionante interpuso recurso de apelación contra el Auto de 27 de junio del
referido año, solicitando declarar probado el incidente de nulidad de auto de admisión,
dejando sin efecto el Auto Interlocutorio Simple 40 “…debido que el indicado auto fue
emitido sin la competencia legal…” (sic), incidente rechazado por Auto Interlocutorio
Simple 133 de 31 de agosto del mismo año (fs. 42), notificado al antes nombrado el 2 de
septiembre del citado año (fs. 42 vta.).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO.
La parte accionante alega que dentro de un proceso contencioso seguido en su contra,
los Vocales de la Sala Contenciosa, Contenciosa Administrativa, Social y Administrativa
ahora demandados- rechazaron el incidente de nulidad de Auto de admisión, a través del
Auto de 27 de junio de 2016, el cual carece de una debida fundamentación, por cuanto
no atendió los agravios cuestionados, incurriendo en la vulneración de sus derechos al
debido proceso en sus elementos juez natural relacionado a la competencia,
fundamentación y motivación, a recurrir, a la defensa, a la garantía de la seguridad
jurídica y al principio de legalidad. En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si
tales extremos son evidentes a fin de conceder o denegar la tutela solicitada.
III.1. Jurisprudencia reiterada. La revisión de la actividad desarrollada por otros
Tribunales La SCP 1631/2013 de 4 de octubre, estableció que: “…Para que la
jurisdicción constitucional analice la actividad interpretativa realizada por los tribunales de
justicia, los accionantes deben hacer una sucinta, pero precisa relación de vinculación
entre los derechos fundamentales invocados y la actividad interpretativa - argumentativa
desarrollada por la autoridad judicial. Demostrando ante esta justicia constitucional que
se abre su competencia en miras a revisar un actuado jurisdiccional, sin que ello involucre
que la instancia constitucional asuma un rol casacional, impugnaticio o supletorio de la
actividad de los jueces. De lo referido solo resulta exigible sino una precisa presentación
por parte de los accionantes que muestre a la justicia constitucional de por qué la
interpretación desarrollada por las autoridades, vulnera derechos y garantías previstos
por la Constitución, a saber en tres dimensiones distintas: a) Por vulneración del derecho
a un Resolución congruente y motivada que afecta materialmente al derecho al debido
proceso y a los derechos fundamentales que se comprometen en función de tal
determinación; b) Por una valoración probatoria que se aparta de los marcos de
razonabilidad y equidad; y, c) Por una incorrecta aplicación del ordenamiento jurídico,
que más allá de las implicancias dentro del proceso judicial o administrativo lesiona
derechos y garantías constitucionales” (las negrillas nos pertenecen).
III.2. Del derecho a una resolución fundamentada y motivada. A través de la SCP
1441/2016-S3 de 7 de diciembre, esta Sala concluyo que el debido proceso debe ser
entendido como: «“…el derecho de toda persona a un proceso justo y equitativo, en el
que sus derechos se acomoden a lo establecido por disposiciones jurídicas generales
aplicables a todos aquellos que se hallen en una situación similar, comprende el conjunto
de requisitos que deben observarse en las instancias procesales, a fin de que las
personas puedan defenderse adecuadamente ante cualquier tipo de acto emanado del

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Estado que pueda afectar sus derechos”.
Asimismo, la SC 1289/2010-R de 13 de septiembre, estableció que: “La jurisprudencia
del Tribunal Constitucional, contenida en la SC 0752/2002-R de 25 de junio, recogiendo
lo señalado en la SC 1369/2001-R de 19 de diciembre, ha establecido que el derecho al
debido proceso '…exige que toda Resolución sea debidamente fundamentada. Es decir,
que cada autoridad que dicte una Resolución debe imprescindiblemente exponer los
hechos, realizar la fundamentación legal y citar las normas que sustenta la parte
dispositiva de la misma. Que, consecuentemente cuando un Juez omite la motivación de
una Resolución, no sólo suprime una parte estructural de la misma, sino también en los
hechos toma una decisión de hecho no de derecho que vulnera de manera flagrante el
citado derecho que permite a las partes conocer cuáles son las razones para que se
declare en tal o cual sentido; o lo que es lo mismo cuál es la ratio deciden di que llevó al
Juez a tomar la decisión’”. (…)
En ese orden este Tribunal en ese mismo entendimiento jurisprudencial en la SCP
0893/2014 de 14 de mayo, sostuvo que: «La motivación es una exigencia constitucional
de las resoluciones -judiciales y administrativas o cualesquiera otras-, expresadas en una
resolución en general, sentencia, auto, etcétera, porque sin ella se vulnera la garantía del
debido proceso (art. 115.I de la CPE) sin ella. El contenido esencial del derecho a una
resolución fundamentada o derecho a una resolución motivada fue desarrollado en la
SCP 2221/2012 de 8 de noviembre, y complementado por la SCP 0100/2013 de 17 de
enero, teniendo en cuenta las finalidades que persigue este derecho fundamental.
Así las señaladas Sentencias Constitucionales Plurinacionales, concluyeron que las
finalidades implícitas que determinan el contenido esencial del derecho a una resolución
fundamentada o derecho a una resolución motivada (judicial, administrativa o cualesquier
otra, expresada en una resolución en general, sentencia, auto, etcétera) que resuelva un
conflicto o una pretensión cuáles son: “1) El sometimiento manifiesto a la Constitución,
conformada por: 1.a) la Constitución formal; es decir, el texto escrito; y, 1.b) los Tratados
Internacionales sobre Derechos Humanos que forman el bloque de constitucionalidad;
así como a la ley, traducido en la observancia del principio de constitucionalidad y del
principio de legalidad; 2) Lograr el convencimiento de las partes que la resolución en
cuestión no es arbitraria, sino por el contrario, observa: el valor justicia, el principio de
interdicción de la arbitrariedad, el principio de razonabilidad y el principio de congruencia;
3) Garantizar la posibilidad de control de la resolución en cuestión por los tribunales
superiores que conozcan los correspondientes recursos o medios de impugnación; 4)
Permitir el control de la actividad jurisdiccional o la actividad decisoria de todo órgano o
persona, sea de carácter público o privado por parte de la opinión pública, en observancia
del principio de publicidad…” (SCP 2221/2012 de 8 de noviembre); y, “5) La exigencia de
la observancia del principio dispositivo, que implica la exigencia que tiene el juzgador de
otorgar respuestas a las pretensiones planteadas por las partes para defender sus
derechos…” (SCP 0100/2013 de 17 de enero).
Sobre el segundo contenido, es decir, lograr el convencimiento de las partes de que la
resolución no es arbitraria, sino por el contrario, observa: el valor justicia, el principio de
interdicción de la arbitrariedad, el principio de razonabilidad y el principio de congruencia,
en la SCP 2221/2012, el Tribunal Constitucional ha desarrollado las formas en las que
puede manifestarse la arbitrariedad, señalando: “…la arbitrariedad puede estar
expresada en: b.1) una ‘decisión sin motivación’, o extiendo esta es b.2) una ‘motivación
arbitraria’; o en su caso, b.3) una ‘motivación insuficiente”’, desarrollando más adelante,
el contenido de cada una de ellas.
“b.1) Por ejemplo, cuando una resolución en sentido general (judicial, administrativa,

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etc.), no da razones (justificaciones) que sustenten su decisión, traducido en las razones
de hecho y de derecho, estamos ante la verificación de una ‘decisión sin motivación’,
debido a que ‘decidir no es motivar’. La ‘justificación conlleva formular juicios evaluativos
(formales o materiales) sobre el derecho y los hechos sub iudice [asunto pendiente de
decisión]’.
b.2) Del mismo modo, verbigracia, cuando una resolución en sentido general (judicial,
administrativa, etc.) sustenta su decisión con fundamentos y consideraciones meramente
retóricas, basadas en conjeturas que carecen de todo sustento probatorio o jurídico
alguno, y alejadas de la sumisión a la Constitución y la ley, se está ante una ‘motivación
arbitraria’. Al respecto el art. 30.II de la Ley del Órgano Judicial (LOJ) ‘Obliga a las
autoridades a fundamentar sus resoluciones con la prueba relativa sólo a los hechos y
circunstancias, tal como ocurrieron, es escrito cumplimiento de las garantías procesales’.
En efecto, un supuesto de ‘motivación arbitraria’ es cuando una decisión coincide o
deviene de la valoración arbitraria, irrazonable de la prueba o, en su caso, de la omisión
en la valoración de la prueba aportada en el proceso (SC 0965/2006-R), que influye, en
ambos casos, en la confiabilidad de las hipótesis fácticas (hechos probados) capaces de
incidir en el sentido, en los fundamentos de la decisión. Es decir, existe dependencia en
cómo cada elemento probatorio fue valorado o no fue valorado, para que se fortalezca o
debilite las distintas hipótesis (premisas) sobre los hechos y, por ende, la fundamentación
jurídica que sostenga la decisión.
En este sentido, la SC 0802/2007-R de 2 de octubre, dentro de un proceso administrativo
sancionador señaló: 'Consiguientemente, aplicando los principios informadores del
derecho sancionador, las resoluciones pronunciadas por el sumariante y demás
autoridades competentes deberán estar fundamentadas en debida forma, expresando lo
motivos de hecho y de derecho en que basan sus decisiones y el valor otorgado a los
medios de prueba. Fundamentación que no podrá ser reemplazada por la simple relación
de los documentos y presentación de pruebas o los criterios expuestos por las partes, y
en los casos en los que existan co procesados, resulta primordial la individualización de
los hechos, las pruebas, la calificación legal de la conducta y la sanción correspondiente
a cada uno de ellos en concordancia con su grado de participación o actuación en el
hecho acusado'.
b.3) De otro lado, cuando una resolución no justifica las razones por las cuales omite o
se abstiene de pronunciar sobre ciertos temas o problemas jurídicos planteados por las
partes, se está ante una ‘motivación insuficiente’”.
Más adelante, la misma SCP 2221/2012, concluyó que las tres formas en las que puede
manifestarse la arbitrariedad “…son un tema que corresponderá analizar en cada caso
concreto, debido a qué sólo en aquéllos supuestos en los que se advierta claramente que
la resolución es un mero acto de voluntad, de imperium, de poder, o lo que es lo mismo
de arbitrariedad, expresado en decisión sin motivación o inexistente, decisión arbitraria o
decisión insuficiente, puede la justicia constitucional disponer la nulidad y ordenar se
pronuncie otra resolución en forma motivada”» (las negrillas son nuestras).
III.3. Análisis del caso concreto. La parte accionante alega la vulneración de sus
derechos y garantías invocados en la presente acción de defensa, ya que las autoridades
judiciales hoy demandadas emitieron el Auto de 27 de junio de 2016, sin responder a los
cuestionamientos formulados en el incidente de nulidad de Auto de admisión, rechazando
el mismo sin la debida fundamentación.
Previo a verificar el cumplimiento de los presupuestos necesarios para examinar la
problemática planteada, es necesario aclarar que la revisión de los fallos impugnados se

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realizará a partir del Auto de 27 de junio de 2016 que resuelve el incidente de nulidad,
conforme el principio de subsidiariedad.
En el marco de lo anterior, se extraen los siguientes argumentos sustanciales del
memorial de incidente de nulidad contra el Auto de admisión de la demanda contenciosa:
1) Con la admisión de la demanda contenciosa se generó una agresión al principio de
seguridad jurídica, afectando económicamente al Estado y dejándolo en total indefensión
frente a una decisión que desnaturaliza la esencia del proceso contencioso; además, el
hecho de que se le haya declarado rebelde dentro de dicho proceso, demuestra que no
hubo ningún acto consentido de su parte, más al contrario impugnó oportunamente el
acto ilegal y defectuoso;
2) “La vía idónea para reclamar la nulidad de una resolución de contrato es el 'Proceso
Contencioso Administrativo”’ (sic), por cuanto no existe norma legal que reconozca
competencia a la vía contenciosa para conocer y tramitar demandas referentes a
resoluciones de contratos administrativos de instituciones públicas, en ese sentido las
autoridades judiciales obraron sin competencia en razón de materia, al admitir la
demanda contenciosa, lesionando con ello, al debido proceso en su triple dimensión y a
los principios de seguridad jurídica y legalidad;
3) “…No existe posibilidad de paralizar la ejecución de boletas…” (sic), ya que conforme
el art. 339.II de la CPE, los bienes del Estado y de las entidades públicas son propiedad
del pueblo boliviano, caracterizándose por ser inviolables, inembargables,
imprescriptibles e inexpropiables, por ello remarcó que la medida precautoria establecida
en el Auto de admisión de la demanda se encuentra fuera del marco de las competencias
de las autoridades judiciales, ya que los recursos del Estado no pueden ser objeto de
tales determinaciones, mucho menos si es a través de una simple providencia sin cumplir
con la contra cautela dispuesta en la ley, lesionando así los intereses del Estado y
generando responsabilidad de acuerdo a lo dispuesto en la Ley de Lucha contra la
Corrupción, Enriquecimiento Ilícito e Investigación de Fortunas “Marcelo Quiroga Santa
Cruz” -Ley 004 de 31 de marzo de 2010-; y,
4) “El Auto de Admisión no establece la expresa notificación a la Procuraduría General
del Estado…” (sic), pese a que se afecta los intereses del Estado, razón por la cual tiene
la posibilidad de ser sujeto procesal, en consecuencia, corresponde se emita un nuevo
Auto de admisión que repare dicha omisión.
En función a los referidos cuestionamientos, los Vocales de la Sala Contenciosa,
Contenciosa Administrativa, Social y Administrativa -hoy demandados- dictaron el Auto
de 27 de junio de 2016, determinando rechazar el incidente de nulidad de Auto de
admisión, en base a los siguientes fundamentos:
i) Efectuó un análisis de la Ley Transitoria para la Tramitación de los Procesos
Contencioso y Contencioso Administrativo, demostrando que tiene
competencia para conocer el proceso en cuestión;
ii) Manifestó que el art. 2 de la referida Ley establece la diferencia entre los
procesos contenciosos y contenciosos administrativos, en mérito a ello, señaló
que el contrato administrativo obliga a las partes a cumplir con ciertos
requerimientos preestablecidos como candado de seguridad y que: “…de esa
relación resulta contención o contradicción cuando se produce la falta de pago
de lo pactado por incumplimiento de plazos, términos y condiciones en la
terminación de la relación contractual, habilitándose necesariamente la vía
contenciosa ꞌpuraꞌ (…) como ocurre en el presente caso donde se hubiere
probablemente desconocido e incumplido muchas cláusulas del contrato…”

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iii) De la revisión de la demanda contenciosa, la prueba adjunta y el Auto de
admisión, concluyó que la empresa constructora GEC CONSTRUCCIONES
S.R.L. no presentó la tramitación de un proceso administrativo previo donde se
hubiese dilucidado la controversia, “…motivos estos por el que el Tribunal
calificó el proceso como contencioso ꞌpuroꞌ y será durante la sustanciación del
juicio y el pronunciamiento de la sentencia respectiva, si la demanda se declara
probada o improbada” (sic);
iv) La parte demandada en lugar de oponer excepciones se limitó a interponer los
recursos de reposición, posteriormente el de apelación y, recién el 11 de abril
de 2016, respondió a la demanda de forma extemporánea (después de veinte
días de su notificación), sin adjuntar ninguna resolución jerárquica,
considerando que la empresa constructora presentó como prueba el recurso
jerárquico contra la Resolución Administrativa -Decreto Departamental
245/2015- sin que medie respuesta alguna, por lo que mal puede calificarse el
proceso como contencioso administrativo, ya que “…es un juicio en el que se
busca dejar sin efecto una resolución emitida por un Órgano del Estado, por la
que se lesionó su derecho privado…” (sic);
v) “…se concluye que no es evidente la causal de nulidad porque no se encuentra
dentro del principio de especificidad y principalmente porque no se ha
provocado ninguna indefensión; de manera irresponsable no ha respondido
oportunamente a la demanda…” (sic); y,
vi) “Respecto a la medida precautoria de la ejecución de boletas de garantía, ya
fue pronunciado de manera expresa, resoluciones que se hallan plenamente
ejecutoriadas” (sic).
Por lo expuesto, se evidencia que la parte accionante identifica tres agravios sobre
los cuales la entidad accionante enfoca su argumentación: la calificación del proceso,
la aplicación de las medidas precautorias y la notificación a la Procuraduría General
del Estado.
En lo que concierne a la calificación del proceso, se advierte que las autoridades
demandadas manifestaron los motivos por los cuales consideran que son
competentes, citando disposiciones legales en base a las cuales establecieron la
diferencia que hay entre el proceso contencioso y contencioso administrativo,
concluyendo que el problema jurídico y las pruebas documentales se adecúan a las
características del proceso contencioso; es decir, que al haberse calificado el proceso
como contencioso, de acuerdo a la Ley Transitoria para la Tramitación de los
Procesos Contencioso y Contencioso Administrativo conforme lo establece el art. 5
es posible plantear recurso de casación, por ello si la calificación del proceso como
contencioso se traduce en una incorrecta aplicación de las disposiciones legales que
devienen en la vulneración de sus derechos y garantías constitucionales, aquella
denuncia debe ser resuelta de manera previa a través del recurso de casación, lo que
impide que este Tribunal pueda pronunciarse al respecto, en observancia al principio
de subsidiariedad.
En cuanto al segundo agravio relacionado a la aplicación de medidas precautorias,
las autoridades ahora demandadas señalaron que se pronunciaron al respecto en
anteriores resoluciones, las cuales se encuentran ejecutoriadas. El argumento
precedente muestra como las autoridades judiciales no dimensionan la importancia ni
la finalidad que conlleva la aplicación de medidas precautorias cuando el problema
jurídico se desarrolla en torno a contratos administrativos, la resolución de contrato
administrativo de provisión de bienes y servicios, así en el caso que nos atinge, se

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evidencia que la demanda contenciosa pretende la nulidad de la resolución del
contrato administrativo de la “Construcción camino asfaltado Don Diego-Huari Huari”,
a cuyo efecto solicita la paralización de la ejecución de la boleta de garantía así como
la información ante SICOES. En consideración a las particularidades que devienen de
este tipo de contratos que satisfacen el interés público, que además se regulan por
un régimen jurídico específico y especial de naturaleza pública, es que el pedido de
la entidad accionante respecto a la aplicación de medidas precautorias debió ser
debidamente atendido por las autoridades judiciales, considerando que precisamente
por el carácter de provisionalidad que estas revisten pueden ser revisadas,
modificadas; al no haberse pronunciado sobre el incidente de nulidad que tenía por
finalidad la modificación de las medidas precautorias los Vocales demandados
desconocieron la provisionalidad de dichas medidas vulnerando así el derecho al
debido proceso. En el caso en particular era obligación de los Vocales demandados
pronunciarse de manera fundamentada sobre las medidas precautorias que
impusieron y que tuvo como efecto que las boletas de garantías que tienen la
peculiaridad de ser de ejecución inmediata por mandato legal, sean suspendidas,
aspecto que representa en el caso un desconocimiento por parte de las autoridades
demandadas, sobre la naturaleza de los contratos administrativos, las cláusulas de
resolución, las garantías destinadas a lograr su cumplimiento, y que fueron
desarrollados por este Tribunal en la SCP 0229/2017-S3 de 24 de marzo, en la cual
se sostuvo que: “…[la] relación contractual de carácter administrativo, las cuales se
rigen por otro tipo de principios tales como ‘…la primacía de la voluntad de la
administración por sobre la voluntad del particular, la cual se manifiesta en las
condiciones del contrato; el predominio de la administración en la etapa de ejecución,
que se manifiesta en las denominadas cláusulas exorbitantes o excepcionales al
derecho común, a través de las cuales a la entidad pública contratante se le reconoce
una serie de prerrogativas que no ostentan los particulares y, que tienen como
fundamento la prevalencia no solo del interés general sino de los fines estatales. Estos
fines e intereses permiten a la administración guardarse prerrogativas o poderes de
carácter excepcional propias solo de los órganos estatales, como son, el poder de
control, de interpretación unilateral, poder de modificación unilateral del contrato
cuando lo impone el interés público, poder de terminación, entre otros, a través de las
cuales se manifiesta su rol de administrador y protector de los intereses públicos, que
solo pueden ser ejercidos por la administración’ (Auto Supremo 498/2012 de 14 de
diciembre).
Las medidas precautorias tienen por finalidad ‘…asegurar provisionalmente el
cumplimiento de la sentencia’ (art. 169); y, que: ‘(…) Para evitar perjuicios o
gravámenes innecesarios al titular de los bienes, el juez podrá limitar la medida
precautoria solicitada o disponer otra diferente, según la importancia del derecho que
se intentare proteger’ (art. 170).’ (SCP 0630/2015-S2 de 3 de junio), finalidad que no
fue expuesta de manera clara, más aun tomando en cuenta que si se llegara a probar
en sentencia los perjuicios y gravámenes sobre el patrimonio de la empresa
constructora, ahora tercera interesada, la medida precautoria es irrazonable pues la
inejecución de las boletas de garantía, la prohibición que el Gobierno Autónomo
Departamental de Potosí cumpla con la obligación legal de informar al SICOES que
el referido ente Gubernamental se encuentre impedido de requerir a la empresa
contratista que actualice sus boletas de garantía a través de comunicaciones al Banco
asegurador, y la irrazonable prohibición de contratar si se toma en cuenta que por el
poder de imperio que caracteriza a la contratación administrativa es posible la
resolución contractual cuando lo impone el interés público, como fue referido de
manera previa; aun en el supuesto de que la demanda contenciosa fuera probada

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ante la existencia del perjuicio, el Estado es solvente y tienen la capacidad para
responder por los mismos en cualquier tiempo, por ello no se justifica la medida
cautelar aún se configure la verosimilitud del derecho y el peligro de demora, ya que
al tratarse de supuestos daños que pueden ser cuantificados patrimonialmente, el
Estado es suficientemente solvente para responder por los mismos.
En ese orden también se observa que respecto a las medidas cautelares dictadas y
el rechazo a la reposición planteada, los Vocales demandados no mostraron
argumento alguno por el cual evidencien la existencia de la verosimilitud del derecho
y que haga viable la misma, aunque como fue descrito ut supra, en problemáticas
relacionadas a daños patrimoniales no es necesaria la determinación de tal medida
por la solvencia del Estado, corresponde advertir también que no existe en absoluto
argumento alguno que muestre por qué existe una verosimilitud en el derecho
demandado en la demanda contenciosa, más aún si se tiene de antecedentes que
producto de las medidas precautorias la Asociación Accidental “Yuripata” se niega a
conciliar cuentas emergentes de la resolución del contrato, desconociendo las
obligaciones asumidas en el contrato administrativo en el que se convino en la
Cláusula Vigésima Primera num.4, que son desconocidas por una decisión judicial
carente de justificación, que incluso permite que las obligaciones contractuales
puedan ser desconocidas.
También este Tribunal advierte que la carencia de justificación respecto al peligro de
demora que hace a las medidas precautorias, pues se prohíbe la posibilidad de
conciliar cuentas las cuales están destinadas a que se reembolse al contratista por el
concepto de trabajos satisfactoriamente ejecutados, por los materiales, equipamiento
e instalaciones temporales aptos para su utilización, cuando la demora en la solución
de la controversia puede generar que los trabajos ejecutados por el tiempo puedan
sufrir deterioro, lo mismo con el equipamiento y las instalaciones; si el peligro de
demora fuera evidente y el tiempo puede realmente afectar los intereses del consorcio
accidental, no debió prohibirse que se concilie las cuentas y montos reembolsables,
pues aquellos irían en beneficio de la Asociación Accidental “Yuripata”, es irrazonable
que los Vocales hoy demandados al prohibir la conciliación de cuentas logren evitar
perjuicios, más si consideran que existe un peligro de demora, que se reitera que no
se encuentra de ninguna manera justificado.
Sobre la prohibición de celebración de contratos, esta Sala también advierte que los
Vocales ahora demandados no expusieron argumentos razonables, sustentados en
la finalidad que tienen las medidas precautorias, en la verosimilitud del derecho y en
el peligro de demora, pues en ningún momento consideran que el proceso
contencioso emerge de un contrato administrativo donde prima el interés público y
rige el poder de imperio del Estado, y que aquellas características otorgan a la
administración la facultad de resolver el contrato y celebrar uno nuevo, pues se busca
satisfacer el interés público -clausulas exorbitantes-, por ello no resulta razonable
determinar en una contención sobre una contratación pública que en medida
precautoria que tiene la finalidad de evitar un daño se pueda disponer la prohibición
de contratar, pues como se refirió el Estado es solvente para asumir un perjuicio
demostrado, contrariamente lo que podría ocurrir con una sociedad comercial que no
siempre podrá responder por los daños y perjuicios que genera la postergación de
obras, pues aquellas revisten un interés general; los Vocales ahora demandados, al
determinar la prohibición de contratar no realizaron y menos expusieron un examen
del riesgo que pretenden evitar, tampoco ponderaron los intereses de los beneficiarios
de la obra con los intereses de la empresa contratista, dictando una medida
precautoria carente de razonabilidad y arbitraria al no existir ninguna fundamentación

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razonable que la justifique. Sobre la prohibición de ejecutar las boletas de garantía,
esta Sala también advierte la ausencia absoluta de fundamento jurídico que justifique
aquella decisión, no se hace mención alguna a la norma especial que regula las
fianzas, el Decreto Supremo 0181 que establece que las garantías son renovables,
irrevocables y de ejecución inmediata; no existe consideración alguna que determine
las razones por las cuales el cumplimiento de las normas especiales de contratación
en el ámbito administrativo deben ser soslayadas, incumplidas o suspendidas,
tampoco existe fundamento alguno que resguarde el riesgo que podría ocasionar
aquella determinación, pues no se considera que las boletas de garantías tienen un
terminó especifico, y no pueden ser cobradas después de vencido este, situación que
se agrava pues se prohíbe también que el Gobernador ahora accionante realice
cualquier acto administrativo ante la entidad bancaria que afianzo al contratista,
impidiendo que exija la renovación de las garantías de manera irrazonable y poniendo
en evidente riesgo el patrimonio del Estado y la posibilidad de que las fianzas cumplan
la función de satisfacer los daños y perjuicios que emergen del incumplimiento de los
contratos estatales; concluyéndose que la decisión de mantener la medida cautelar
vulnera de manera evidente el debido proceso, pues no se realiza una debida y
correcta interpretación de las normas de contratación estatal y menos se expone un
argumento razonable que sustente esa medida.
Este Tribunal también advierte que la prohibición de registrar e informar al SICOES
es absolutamente irrazonable y carente de fundamentación, pues las autoridades
públicas tienen el deber establecido por la Ley de Administración y Control
Gubernamentales Ley 1178 de 20 de julio de 1990-, el Sistema de Contratación de
Bienes y Servicios, el Reglamento específico y el Manual de Operaciones SICOES de
publicar obligatoriamente las contrataciones realizada independientemente del origen
de los recursos, la normativa y la modalidad de contratación, bajo la cual se efectúe
el proceso de contratación, considerándose información obligatoria la relacionada a
la resolución del contrato; razón por la cual aquella determinación es arbitraria, pues
no justifica cómo puede el Gobernador incumplir obligaciones legales, no se explica
cuál es la razón para evitar que se informe sobre el proceso de contratación, y cuál
es daño y riesgo que pretende preservarse, más si se toma en cuenta que el servicio
público se rige por el principio de transparencia el cual se materializa al informar de
manera oportuna sobre la gestión administrativa”.
En ese orden al ser evidente que los Vocales ahora demandados a tiempo de resolver
el incidente de nulidad y no pronunciarse sobre las medidas precautorias bajo el
argumento de una supuesta ejecutoria, desconocieron la naturaleza de dicha medida,
y de los contratos administrativos, las previsiones legales sobre la ejecución de las
garantías ofrecidas en dichos contratos; razones suficientes que justifican que en el
presente caso deba concederse la tutela solicitada, disponiendo que los Vocales
demandados se pronuncien de acuerdo a la interpretación realizada sobre las
medidas precautorias que fueron cuestionadas a través del incidente de nulidad que
planteó la parte accionante.
Respecto a la falta de notificación a la Procuraduría General del Estado, también se
advierte que las autoridades demandadas vulneraron el derecho al debido proceso de
la parte accionante, al no haberse pronunciado respecto a la observación que realizó.
Finalmente, al haberse evidenciado que las medidas precautorias dispuestas por los
Vocales ahora demandados impiden el cumplimiento de obligaciones establecidas por
ley, tales como la imposibilidad de ejecución de boletas de garantía ante la resolución
del contrato y proporcionar informes al SICOES, la posibilidad de solicitar al Banco

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Mercantil Santa Cruz S.A. que afianzó el contrato, la renovación de garantías; esta
Sala considera oportuno remitir antecedentes a la Procuraduría General del Estado a
objeto de que pueda realizar una fiscalización del proceso contencioso y en su caso
si considera pertinente iniciar las acciones legales que correspondan en defensa de
los intereses del Estado.
En consecuencia, la Jueza de garantías al conceder en parte la tutela impetrada,
aunque con otros fundamentos, obró de forma correcta.
POR TANTO. El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud
de la autoridad que le confiere la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la
Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en revisión, resuelve: CONFIRMAR la
Resolución
CORRESPONDE A LA SCP 0602/2017-S3 (viene de la pág. 17). 02/2017 de 9 de
mayo, cursante de fs. 223 a 227, pronunciada por la Jueza Pública de Familia Quinta
de la Capital del departamento de Potosí, y en consecuencia:
1° CONCEDER la tutela solicitada, en lo que respecta al derecho al debido proceso
en sus elementos motivación y fundamentación, dejando sin efecto el Auto de 27 de
junio de 2016 y ordenando que los Vocales demandados emitan una nueva resolución
que resuelva el incidente de nulidad, y los cuestionamientos a las medidas cautelares
dispuestas, observando los criterios establecidos en la presente Sentencia
Constitucional Plurinacional.
2° Remitir por Secretaría General de este Tribunal antecedentes del caso a la
Procuraduría General del Estado a objeto de que pueda realizar una fiscalización del
proceso contencioso y en su caso si considera pertinente iniciar las acciones legales
que correspondan en defensa de los intereses del Estado.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
Fdo. Dr. Ruddy José Flores Monterrey
MAGISTRADO
Fdo. Dra. Neldy Virginia Andrade Martínez
MAGISTRADA

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