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Retiro de Cuaresma Parroquial

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RETIRO DE CUARESMA PARROQUIAL, SAN PEDRO APÓSTOL, TLALPAN

Tema 1: San Pedro y la Conversión Interior

 SANTIAGO ADAME ALEMÁN


40 min

Enfoque en San Pedro como modelo de conversión durante la Cuaresma. Explorar los
momentos de fragilidad y arrepentimiento de nuestro Santo Patrono, resaltando la
misericordia de Dios.Discutir cómo la negación de Pedro y su posterior restauración
pueden inspirar la búsqueda de la reconciliación durante la Cuaresma.

Tema 2: Santa Teresa de Calcuta y la Caridad Activa

CÉSAR AUGUSTO GARIBALDI


40 min

Introducir la vida y enseñanzas de Santa Teresa de Calcuta como ejemplo de caridad en


acción. Reflexionar sobre cómo la caridad puede transformar vidas y comunidades durante
la Cuaresma.Animar a los participantes a buscar oportunidades prácticas para servir a los
demás, inspirados por el legado de Santa Teresa.

Tema 3: San Francisco de Asís y la Oración Contemplativa

MARIO ENRRIQUE FIGUEROA


40 min

Explorar la espiritualidad de San Francisco de Asís, destacando su profunda vida de oración


contemplativa. Mostrar cómo la oración puede conducir a una comprensión más profunda
de la creación y el amor de Dios. Ofrecer prácticas de oración contemplativa para que los
participantes las incorporen en su vida durante la Cuaresma.

Tema 4: María Magdalena y la Resurrección

FERNANDO BARRA HERNANDEZ


40 min

Enlazar la vida de María Magdalena con la esperanza y la alegría de la Resurrección.


Explorar la transformación de María Magdalena, pasando de la oscuridad a la luz de la
Pascua. Reflexionar sobre cómo la experiencia de María Magdalena nos invita a vivir la
Pascua como un renacer y un encuentro personal con Cristo resucitado.
Nota: Estos temas buscan integrar la enseñanza de la Cuaresma con las vidas de personajes
significativos, ofreciendo a los participantes un enfoque práctico y enriquecedor para
vivir este tiempo litúrgico. Puedes complementar cada tema con lecturas bíblicas,
momentos de reflexión personal y actividades prácticas para fortalecer la experiencia del
retiro.

Cronograma

9:50 a 10:00 INICIA EL RETIRO (BIENVENIDA Y ORACIÓN INICIAL)

10:00 a 10:40
Tema 1: San Pedro y la Conversión Interior, SANTIAGO ADAME ALEMÁN

10:40 a 10:50 Desacanso

10:50 a 11:30
Tema 2: San Francisco de Asís y la Oración Contemplativa, MARIO ENRRIQUE
FIGUEROA

11:30 a 11:50 coffee break

11:50 a 12:30
Tema 3: Santa Teresa de Calcuta y la Caridad Activa, CÉSAR AUGUSTO GARIBALDI

12:30 a 13:00

Tema 4: María Magdalena y la Resurrección, FERNANDO BARRA HERNANDEZ


Santa Teresa de Calcuta y la Caridad Activa

La caridad, el corazón de la vida cristiana, pide que miremos con atención a


nuestro alrededor: el prójimo necesitado está a nuestro lado. No podemos ser
extraños los unos a los otros, ni indiferentes a la suerte del prójimo. Muchas
veces prevalece la indiferencia y el desinterés hacia el otro, fruto del
individualismo y del egoísmo; nos refugiamos en el latiguillo de que ‘es su vida’,
que hay que respetar la esfera privada de cada cual. Con frecuencia se trata de
una excusa encubierta y de un desinterés egoísta por el otro. El mandamiento del
amor al prójimo exige tomar conciencia de que tenemos una responsabilidad
respecto a nuestro prójimo. Si cultivamos una mirada de fraternidad hacia el otro,
la solidaridad, la justicia, la misericordia y la compasión, brotarán naturalmente
de nuestro corazón.

El tiempo de Cuaresma es un tiempo favorable que el Señor nos da, para renovar
nuestra decisión de convertirnos y de fortalecer en nosotros la fe, la esperanza y
la caridad, con el fin de introducirnos en la Alianza querida por Dios y gozar de
un tiempo de gracia y reconciliación.
Madre Teresa de Calcuta y su obra de caridad

Y llegamos a la Madre Teresa de Calcuta. ¿Quién mejor que ella puede


representar el ejemplo más brillante y emblemático de la caridad cristiana? Su
caridad es conocida por todos: de cómo, desde muy joven manifestó su vocación
al bien, de cómo, misionera en India, recibió lo que ella definía la llamada dentro
de la llamada, que la empujó a abandonar la tranquilidad del convento para
sumergirse en la pobreza real, mezclándose con los último entre los últimos,
reuniendo su sufrimiento y haciéndolo suyo.
¿Quién mejor que ella puede darnos un ejemplo de lo que es la caridad, la
verdadera caridad, el amor que no se ahorra, que no se da poco a poco, sino que
se otorga sobre la base de las necesidades reales y de manera definida y precisa?

La Madre Teresa tuvo relaciones con jefes de estado y reyes, colaboró con
personalidades locales y extranjeras para abrir y administrar centros de acogida y
cuidado para los pobres, los enfermos y los leprosos. Pero sería una blasfemia
querer considerar su trabajo como un ‘trato’ de cualquier tipo. De hecho, a través
de su infinita misericordia, su caridad hecha de oración, pero sobre todo de
acción, Madre Teresa durante años denunció a quienes con acciones grandes y
pequeñas habían determinado esas situaciones de degradación y sufrimiento en
las que vivía, junto con personas que lo habían perdido todo, incluso la dignidad
de seres humanos. Precisamente ella, esta pequeña monja incansable, luchó
contra la hipocresía de quienes prefieren darse la vuelta, escondiéndose detrás de
pretextos y excusas por no reconocer sus responsabilidades, o simplemente su
egoísmo y su mezquindad. Ella tomó el nuevo mandamiento de Jesús y lo vivió
en su propia piel, en su propia carne, día tras día, hasta su muerte, amando a
cualquiera que encontrara en su camino como Jesús lo hubiera amado, dándole la
bienvenida, perdonándolo, perdonando sus pecados, cuidando de él como un
hermano, una hermana, un hijo.
Así como Jesús fue Maestro de amor, también lo fue Madre Teresa al enseñar a
las personas cómo vivir ese amor de la manera más plena y auténtica.
“El llamado dentro del llamado”

Contemplando el pan...

Coge el pan entre tus manos, tócalo, contémplalo, huele su aroma, puedes
comerlo si quieres, puedes imaginar su sonido crujiente cuando se parte...
Cuántas veces Jesús cogió un trozo de pan entre sus manos como ahora tú lo
estás haciendo. Cuántas veces se lo acercaría para olerlo, para gustarlo, para
saborearlo. Cuántas veces lo miraría contemplativamente y vería en él
expresada su misión: “Yo soy el Pan de Vida que ha bajado del cielo...”
Cuántas veces lo partiría y repartiría entre sus discípulos y discípulas, y entre
todos aquellos que se sentaban a su mesa con hambre de Vida Nueva.

Este pan que tienes entre tus manos te dice lo mismo que le decía a Jesús: Tú
también eres ese pan que ha venido a este mundo a saciar tantas hambres, tanta
necesidad, tanta pobreza material y espiritual, y dar Vida Nueva.

Este pan de Jesús, que es Eucaristía, te dice que si te alimentas de él, estás
también llamado/a cada día a dar la vida por los demás como la dio Jesús, a
practicar la solidaridad y la Justicia dándote y entregándote... en cuerpo y alma.

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