C-365-12. Derecho Penal Acto y Autor
C-365-12. Derecho Penal Acto y Autor
C-365-12. Derecho Penal Acto y Autor
PRINCIPIO DE CULPABILIDAD-Consecuencias/DERECHO
PENAL DE ACTO/DERECHO PENAL DE AUTOR Y DERECHO
PENAL DE ACTO-Distinción
DELITO DE RECEPTACION-Alcance/RECEPTACION-Derecho
comparado/DELITO DE RECEPTACION EN COLOMBIA-
Evolución normativa
Magistrado Ponente:
JORGE IGNACIO PRETELT CHALJUB
1. ANTECEDENTES
Mediante auto del veinticuatro (24) de octubre de dos mil once (2011), el
Despacho del Magistrado Sustanciador admitió la demanda presentada, por
cuanto cumplía con los requisitos que exige el Decreto 2060 de 1991 y la
jurisprudencia de la Corporación.
1.2. DEMANDA
1.2.1. Para el actor, esta previsión normativa penaliza una conducta que,
tradicionalmente ha sido desarrollada en el marco de la actividad
aseguradora de vehículos por parte de las compañías que se dedican a
esta tarea.
1.2.8. Por estas razones concluye el actor que la ley demandada conlleva una
restricción irrazonable y desproporcionada de la libertad de empresa y
de la libertad económica en el sistema asegurador, que se caracteriza
por una fuerte intervención Estatal, pero con garantía de la iniciativa
privada.
1.3. INTERVENCIONES
1.3.1.3. En segundo lugar, indica que la ley impugnada tiene una justificación
económica y social, puesto que se ha demostrado que la fuente directa
de la comercialización de autopartes de origen ilícito ( y que son
amparados con documentos de los que trata la norma demandada), se
encuentra no solo relacionada con la de hurto de vehículos para su
fraccionamiento, si no también con el contrabando de repuestos;
10
1.3.5.1. En primer lugar, procede a realizar una síntesis de las normas que
regulan la materia en cuestión.
1.3.5.4. Indica que Colombia no cuenta con una estructura legal ni física
adecuada para el proceso de desintegración de los vehículos. Resalta
que la situación sería caótica si el número de vehículos a ser
desintegrados se incrementara como podría suceder en caso de no poder
comercializar las actuales pérdidas totales por daños.
1.3.5.5. Aduce que la norma demandada impondría a los ciudadanos una serie
de cargas que seguramente fueron inadvertidas en la redacción de la
misma, tales como “costos de separación, recogida, transporte,
almacenamiento y acondicionamiento del residuo antes de su
14
tratamiento y procesado etc.”, lo que sería una razón más para declarar
la inexequibilidad de la norma.
3. CONSIDERACIONES
3.1. COMPETENCIA
Para abordar este problema jurídico esta Corporación analizará: (i) los
límites a la libertad de configuración del legislador en materia penal, (ii)
El alcance del delito de receptación (iii) La libertad económica en el
ejercicio de la actividad aseguradora, (iv) la evolución del delito de
receptación y finalmente se realizará un (v) estudio sobre la norma
demandada.
3.3. LOS LÍMITES A LA LIBERTAD DE CONFIGURACIÓN DEL
LEGISLADOR EN MATERIA PENAL
1
Sentencias de la Corte Constitucional: C-1404 de 2000, M.P. Carlos Gaviria Diaz y Alvaro Tafur Galvis; C-
173 de 2001, M.P. Alvaro Tafur Galvis; C-551 de 2001, M.P. Alvaro Tafur Galvis; C-226 de 2002, M.P.
Alvaro Tafur Galvis; C-393 de 2002, M.P. Jaime Araujo Renteria; C-916 de 2002, M.P. Manuel José Cepeda
Espinosa; C-899 de 2003, M.P. Marco Gerardo Monroy Cabra; C-248 de 2004, M.P. Rodrigo Escobar Gil; C-
034 de 2005, M.P. Alvaro Tafur Galvis; C-238 de 2005, M.P. Jaime Araujo Renteria; C-674 de 2005, M.P.
Rodrigo Escobar Gil; C-077 de 2006, M.P. Jaime Araujo Renteria; C-210 de 2007, M.P. Marco Gerardo
Monroy Cabra; C-210 de 2007, M.P. Marco Gerardo Monroy Cabra; C-355 de 2006, M.P.: Dr. Jaime Araújo
Rentería; Dra. Clara Inés Vargas Hernandez; C-425 de 2008, M.P. Marco Gerardo Monroy Cabra; C-317 de
2002, M.P. Clara Ines Vargas Hernández; C-822 de 2005, M.P. Manuel José Cepeda Espinosa; C-988 de
2006, M.P. Dr. Manuel José Cepeda Espinosa; C-417 de 2009, M.P. Juan Carlos Henao Pérez; C-575 de
2009, M.P. Humberto Antonio Sierra Porto; C-636 de 2009, M.P. Mauricio González Cuervo; T-962 e 2009,
M.P. María Victoria Calle Correa; C-983 de 2010, M.P. Luís Ernesto Vargas Silva.
2
Sentencia de la Corte Constitucional C-238 de 2005, M.P. Jaime Araujo Renteria. En similar sentido:
Sentencia C-077 de 2006, M.P. Jaime Araujo Renteria.
3
PAGLIARO, Antonio: Principi di Diritto penale. Parte generale, Milán, Milano – Dott. A. Giuffrè editore,
1998, p. 228; BRICOLA, Franco: Teniche di tutela penale e teniche alternative di tutela. En Funcioni e Limiti
del Diritto penale, alternative di tutela. CEDAM – CASA EDITRICE DOTT ANTONIO MILANI, Padova,
1984, p. 24; ROXIN, Claus, op. cit. pp. 55 y ss.; SCHÜNEMANN, Bernd: El principio de protección de
bienes jurídicos como punto de fuga de los límites constitucionales de los tipos penales y de su interpretación,
en: HEFENDEHL, Ronald: La teoría del bien jurídico, Marcial Pons, Madrid, 2007, pp. 197 y ss.; KUHLEN,
Lothar: La interpretación conforme a la Constitución de las leyes penales, Marcial Pons, Madrid, 2012, p.
147; DONNINI, Massimo, El derecho penal frente a los desafíos de la modernidad, Ara editores, Lima, 2010,
pp. 86 y ss.
4
Sentencias de la Corte Constitucional: C-173 de 2001, M.P. Alvaro Tafur Galvis; C-226 de 2002, M.P.
Alvaro Tafur Galvis; C-317 de 2002, M.P. Clara Ines Vargas Hernández; C-238 de 2005, M.P. Jaime Araujo
Renteria; C-822 de 2005, M.P. Manuel José Cepeda Espinosa; C-988 de 2006, M.P. Manuel José Cepeda
Espinosa; C-636 de 2009, M.P. Mauricio González Cuervo; C-575 de 2009, M.P: Humberto Antonio Sierra
Porto.
17
5
BUSTOS RAMÍREZ, Juan: Lecciones de Derecho penal, Trotta, Madrid, 1997, pp. 65 y ss.
6
BUSTOS RAMÍREZ, Juan, op. cit., p. 66. En similar sentido ROXIN, Claus: Derecho penal, Parte general I
(traducción de Diego-Manuel LUZÓN PEÑA, Miguel Díaz y García Conlledo, y de Javier de Vicente
Remesal), Madrid, Civitas, 1997, pp. 49 y ss; JESCHECK, Hans-Heinrich / WEIGEND, Thomas: Tratado de
Derecho penal, Parte general (traducción de Miguel Olmedo Cardenete), Granada, Comares, 2002, pp. 56 y
ss.
7
BUSTOS RAMÍREZ, Juan: Lecciones de Derecho penal, Trotta, Madrid, 1997, p. 66. En similar sentido,
ROXIN, Claus, op. cit., p. 65; JESCHECK, Hans-Heinrich / WEIGEND, Thomas, op. cit., pp. 56 y ss.
8
Sentencia de la Corte Constitucional C-636 de 2009, M.P. Mauricio González Cuervo.
18
9
Sentencia de la Corte Constitucional C-636 de 2009, M.P. Mauricio González Cuervo. Ver también
AGUADO CORREA, Teresa: El principio de proporcionalidad en materia penal, Edersa, Madrid, 1999, p.
159.
10
Sentencias de la Corte Constitucional: C-636 de 2009, M.P. Mauricio González Cuervo. En igual forma:
Sentencia C-647 de 2001, M.P. Alfredo Beltrán Sierra; C-226 de 2002 M.P. Alvaro Tafur Galvis; C-370 de
2002, M.P. Eduardo Montealegre Lynett; C-762 de 2002 MP: Dr. Rodrigo Escobar Gil; C-489 de 2002 M.P.:
Rodrigo Escobar Gil; C-312 de 2002, M.P.: Rodrigo Escobar Gil; C-355 de 2006, M.P. Jaime Araújo
Rentería, M.P. Clara Inés Vargas Hernandez; C-897 de 2005, M.P. Manuel José Cepeda Espinosa; C-988 de
2006 M.P. Alvaro Tafur Galvis; C-575 de 2009, M.P. Humberto Antonio Sierra Porto.
11
ROXIN, Claus, op. cit., pp. 52 y ss.; SCHÜNEMANN, Bernd: El principio de protección de bienes
jurídicos como punto de fuga de los límites constitucionales de los tipos penales y de su interpretación, en:
HEFENDEHL, Ronald: La teoría del bien jurídico, Marcial Pons, Madrid, 2007, pp. 197 y ss; AGUADO
CORREA, Teresa, op. cit., 1999, p. 159.
12
MIR PUIG, Santiago: Bases constitucionales del Derecho penal, Iustel, Madrid, 2011, p. 111.
13
Al respecto la Corte en la sentencia C-420 de 2002, M.P. Jaime Córdoba Triviño señaló: “Si bien es cierto
que el parlamento no es, ni mucho menos, la única instancia del poder público en la que se pueden diseñar
estrategias de política criminal, no puede desconocerse que su decisión de acudir a la penalización de
comportamientos no sólo es legítima frente a la Carta por tratarse del ejercicio de una facultad de la que es
titular sino también porque ella cuenta con el respaldo que le transmite el principio democrático. Es una
conquista del mundo civilizado que normas tan trascendentes en el ámbito de los derechos fundamentales
como las que tipifican conductas penales y atribuyen penas y medidas de seguridad a sus autores o partícipes,
sean fruto de un debate dinámico entre las distintas fuerzas políticas que se asientan en el parlamento pues
sólo así se garantiza que el ejercicio del poder punitivo del Estado se ajuste a parámetros racionales y no se
distorsione por intereses particulares o necesidades coyunturales.
De este modo, entonces, el legislador cuenta con un margen de libertad para el diseño de la política criminal
del Estado y, en consecuencia, para la tipificación de conductas punibles. Sin embargo, es evidente que no se
trata de una potestad ilimitada, pues, como se sabe, en el constitucionalismo no existen poderes absolutos. En
el caso de la política criminal, no obstante contar el legislador con un margen de maniobra, es claro que no
podrán concebirse mecanismos que sacrifiquen los valores superiores del ordenamiento jurídico, los
principios constitucionales y los derechos fundamentales. Esto es así por cuanto el diseño de la política
criminal del Estado implica ejercicio de poder público y no existe un solo espacio de éste que se halle
sustraído al efecto vinculante del Texto Fundamental.
Entonces, el único supuesto en el que el criterio político-criminal del legislador sería susceptible de
controvertirse ante el juez constitucional se presentaría cuando ha conducido a la emisión de normas que
19
controvierten el Texto Fundamental. No obstante, en este caso es claro que lo que se cuestionaría no sería un
modelo de política criminal en sí sino la legitimidad de reglas de derecho por su contrariedad con la Carta y
de allí que, en esos supuestos, la decisión de retirarlas del ordenamiento jurídico tenga como referente esa
contrariedad y no el criterio de política criminal que involucran.” En similar sentido ver la sentencia C- 646
de 2001, M.P. Manuel José Cepeda Espinosa.
14
Sentencia de la Corte Constitucional: C – 730 de 2005, MP: Dr. Álvaro Tafur Galvis. En el mismo sentido:
T-079 de 1993, M.P. Eduardo Cifuentes Muñoz; C-565 de 1993, M.P. Hernando Herrera Vergara; C-591 de
1993 M.P. Eduardo Cifuentes Muñoz; T-139 de 1994, M.P. Antonio Barrera Carbonell; C-308 de 1994, M.P.
Antonio Barrera Carbonell; C-428 de 1994, M.P. Antonio Barrera Carbonell; T-146 de 1995, M.P. Dr.
Vladimiro Naranjo Mesa; T-155 de 1995, M.P. Fabio Morón Díaz; C-1339 de 2000, M.P. Antonio Barrera
Carbonell; SU.1722 de 2000 MP(e): Dr. Jairo Charry Rivas; C-710 de 2001, M.P. Jaime Córdoba Triviño; C-
974 de 2001, M.P. Alvaro Tafur Galvis; C-312 de 2002, M.P. Rodrigo Escobar Gil; T-433 de 2002, M.P.
Clara Inés Vargas Hernández; C-1064 de 2002, M.P. Alfredo Beltrán Sierra; C-530 de 2003, M.P. Eduardo
Montealegre Lynett; T-499 de 2003, M.P. Alvaro Tafur Galvis; C-431 de 2004, M.P. Marco Gerardo Monroy
Cabra; C-1001 de 2005, M.P. Alvaro Tafur Galvis; T-284 de 2006, M.P. Clara Inés Vargas Hernández; T-649
de 2005, M.P. Manuel José Cepeda Espinosa; T-072 de 2008, M.P. Manuel José Cepeda Espinosa; T-433 de
2002 M.P. Rodrigo Escobar Gil; C-864 de 2004, M.P. Jaime Araújo Rentería; C-897 de 2005, M.P. Manuel
José Cepeda Espinosa; T-391 de 2007 M.P. Manuel Jose Cepeda Espinosa; C-117 de 2006, M.P. Jaime
Córdoba Triviño; C-040 de 2006, M.P. Jaime Araújo Rentería; T-171 de 2006, M.P. Clara Inés Vargas
Hernández; C-370 de 2006, M.P. Manuel José Cepeda Espinosa, Jaime Córdoba Triviño, Rodrigo Escobar
Gil, Marco Gerardo Monroy Cabra, Alvaro Tafur Galvis; T-1249 de 2008, M.P: Jaime Córdoba Triviño; C-
1198 de 2008, M.P. Nilson Pinilla Pinilla; C-801 de 2009, M.P. Gabriel Eduardo Mendoza Martelo; T-200 de
2010 M.P.: Humberto Antonio Sierra Porto; C-936 de 2010 M.P. Luis Ernesto Vargas Silva; C-442 de 2011,
M.P. Humberto Antonio Sierra Porto.
15
Sentencias de la Corte Constitucional: C-872 de 2003, M.P. Clara Inés Vargas Hernández; C – 730 de 2005,
M.P. Álvaro Tafur Galvis. En igual sentido: C-1173 de 2005, M.P. Manuel José Cepeda Espinosa; T-334 de
2007, M.P. Nilson Pinilla Pinilla; C-491 de 2007, M.P. Jaime Córdoba Triviño; C-186 de 2011, M.P.
Humberto Antonio Sierra Porto.
16
Sentencia de la Corte Constitucional C-238 de 2005, M.P. Jaime Araujo Renteria.
20
17
Sentencias de la Corte Constitucional: C-843 de 1999, M.P. Alejandro Martínez Caballero; C-1144 de
2000, M.P. Vladimiro Naranjo Mesa; C-198 de 2002, M.P. Clara Ines Vargas Hernández; C – 925 de 2005,
M.P. Manuel José Cepeda Espinosa. En el mismo sentido: C-1080 de 2002, M.P. Alvaro Tafur Galvis; C-238
de 2005, M.P. Jaime Araujo Renteria; C-820 de 2005, M.P. Clara Inés Vargas Hernández; C-996 de 2000,
M.P. Antonio Barrera Carbonell; C-1260 de 2005, M.P. Clara Inés Vargas Hernández; T-676 de 2006, M.P.
Clara Inés Vargas Hernández.
18
Sentencia de la Corte Constitucional C – 925 de 2005, M.P. Manuel José Cepeda Espinosa. En igual
sentido: C-371 de 2011, M.P. Luís Ernesto Vargas Silva.
19
Sentencias de la Corte Constitucional: C-996 de 2000, M.P. Antonio Barrera Carbonell; C-1144 de 2000,
M.P. Vladimiro Naranjo Mesa; C-198 de 2002, M.P. Clara Ines Vargas Hernández; C-1080 de 2002, M.P.
Alvaro Tafur Galvis; C – 925 de 2005, M.P. Manuel José Cepeda Espinosa. En el mismo sentido: T-676 de
2006, M.P. Clara Inés Vargas Hernández; C-843 de 1999, M.P. Alejandro Martínez Caballero; C-238 de
2005, M.P. Jaime Araujo Renteria; C-820 de 2005, M.P. Clara Inés Vargas Hernández; C-1260 de 2005, M.P.
Clara Inés Vargas Hernández.
20
Sentencia de la Corte Constitucional C-173 de 2001, M.P. Alvaro Tafur Galvis.
21
Sentencia de la Corte Constitucional C-239 de 1997. En igual sentido: Sentencia C-179 de 1997, M.P. Clara
Inés Vargas Hernández; C-228 de 2003, M.P. Alfredo Beltrán Sierra.
21
(ii) El principio según el cual no hay acción sin voluntad, que exige la
configuración del elemento subjetivo del delito. De acuerdo al
mismo, ningún hecho o comportamiento humano es valorado como
acción, sino es el fruto de una decisión; por tanto, no puede ser
castigado si no es intencional, esto es, realizado con conciencia y
voluntad por una persona capaz de comprender y de querer24.
22
Sentencia de la Corte Constitucional C-077 de 2006, M.P. Jaime Araujo Renteria,
23
Sentencia de la Corte Constitucional C-077 de 2006, M.P: Jaime Araujo Renteria.
24
Sentencia de la Corte Constitucional C-239 de 1997. En el mismo sentido: C-616 de 2002, M.P.
Manuel José Cepeda Espinosa; C-928 de 2005, M.P. Jaime Araujo Renteria.
22
25
Sentencia de la Corte Constitucional C-239 de 1997, M.P. Carlos Gaviria Diaz.
26
Sobre la aplicación específica de estos principios en materia penal, ver: MIR PUIG, Santiago: Bases
constitucionales del Derecho penal, op. cit, pp. 94 y ss y AGUADO CORREA, Teresa: El principio de
proporcionalidad en materia penal, Edersa, Madrid, 1999, p. 149 y ss.
27
Sentencia de la Corte Constitucional C-247 de 2004, M.P. Alvaro Tafur Galvis.
23
94, 44 y 53. Son éstas las normas que hacen parte del llamado
bloque de constitucionalidad”28.
28
Sentencia de la Corte Constitucional C-488 de 2009, M.P. Jorge Iván Palacio Palacio.
29
Sentencias de la Corte Constitucional: C-226 de 2002, M.P. Alvaro Tafur Galvis. En similar sentido C-916
de 2002, M.P. Manuel José Cepeda Espinosa; T-962 de 2009, M.P. María Victoria Calle Correa; C-248 de
2004, M.P: Rodrigo Escobar Gil; C-034 de 2005, M.P: Alvaro Tafur Galvis.; C-355 de 2006, M.P. Jaime
Araújo Rentería; Clara Inés Vargas Hernandez; C-822 de 2005, M.P. Manuel José Cepeda Espinosa; C-575
de 2009, M.P. Humberto Antonio Sierra Porto.
30
Art. 333 de la Constitución de Colombia: “El Estado, por mandato de la ley, impedirá que se obstruya o se
restrinja la libertad económica y evitará o controlará cualquier abuso que personas o empresas hagan de su
posición dominante en el mercado nacional”.
31
Sentencia de la Corte Constitucional C – 269 de 2000, M.P. Alvaro Tafur Galvis.
32
Sentencia de la Corte Constitucional C – 269 de 2000, M.P: Alvaro Tafur Galvis.
33
Art. 333 de la Constitución de Colombia: “La actividad económica y la iniciativa privada son libres, dentro
de los límites del bien común. Para su ejercicio, nadie podrá exigir permisos previos ni requisitos, sin
autorización de la ley.
La libre competencia económica es un derecho de todos que supone responsabilidades.
La empresa, como base del desarrollo, tiene una función social que implica obligaciones. El Estado
fortalecerá las organizaciones solidarias y estimulará el desarrollo empresarial”.
34
Sentencia de la Corte Constitucional C – 524 de 1995, M.P. Carlos Gaviria Diaz.
24
35
Sentencia de la Corte Constitucional T – 579 de 1995, M.P. Eduardo Cifuentes Muñoz .
36
Sentencias de la Corte Constitucional: C – 063 de 1994, M.P. Alejandro Martinez Caballero y C – 524 de
1995, M.P. Carlos Gaviria Diaz.
37
Sentencia de la Corte Constitucional C – 524 de 1995, M.P. Carlos Gaviria Diaz.
38
ARIÑO ORTIZ, Gaspar: Principios de Derecho público económico, Comares, Granada, 2004, p. 260.
39
Art. 39 de la Constitución de Colombia: “Los trabajadores y empleadores tienen derecho a constituir
sindicatos o asociaciones, sin intervención del Estado. Su reconocimiento jurídico se producirá con la simple
inscripción del acta de constitución”.
40
Sentencia de la Corte Constitucional C – 332 de 2000, M.P. Fabio Morón Díaz.
41
Sentencia de la Corte Constitucional C-1125 de 2008, M.P. Humberto Antonio Sierra Porto.
42
Artículo 38.3 del Estatuto Orgánico del Sistema Financiero.
25
43
Sentencia de la Corte Constitucional C-232 de 1997, M.P. Jorge Arango Mejía: La actividad aseguradora
es de interés público y su ejercicio requiere de una autorización previa del Estado (Superintendencia
Bancaria), conforme a la ley. Por el contrario, el interés público mencionado en la disposición, concuerda
más con la defensa de la actividad aseguradora y, por consiguiente, de la comunidad de asegurados, así
como con las sanciones a los tomadores que no declaran sinceramente el estado del riesgo, que con la
indiferencia estatal alrededor de esos mismos temas.
44
STIGLITZ, Rubén S. Derecho de seguros. Cuarta edición, I Tomo. Buenos Aires, Argentina. 2004, p. 1.
45
Sentencia de la Corte Constitucional T-490 de 2009, M.P. Luis Ernesto Vargas Silva.
26
50
Artículo 259 del Código penal de Alemania.
51
Artículo 260 del Código penal de Alemania.
52
Artículo 260 A del Código penal de Alemania.
53
Artículo 259 del Código penal de Alemania.
54
Artículo 278 del Código penal de Argentina: “El que, con fin de lucro, adquiriere, recibiere u ocultare
dinero, cosas o efectos que de acuerdo con las circunstancias debía sospechar provenientes de un delito, será
reprimido con prisión de tres meses a dos años. Si el autor hiciere de ello una actividad habitual, la pena se
elevará al doble”.
28
55
Artículo 321-1 del Código penal de Francia.
56
Artículo 321-2 del Código penal de Francia.
57
Artículo 321-7 del Código penal de Francia.
58
Artículo 321-8 del Código penal de Francia.
59
Artículo 321 del Código penal de Francia.
60
Título vigésimo segundo..
61
Artículo 368 ter del Código Penal Federal de México.
62
Artículo 231.1 del Código Penal de Portugal.
63
Artículo 231.2 del Código Penal de Portugal.
64
Título XIII del Código Penal.
29
“(…)
La pena imponible será de cuatro (4) a doce (12) años de
prisión si el valor de los bienes que constituyen el objeto
material o el producto del hecho punible es superior a mil
(1.000) salarios mínimos legales mensuales vigentes al
momento de la consumación del hecho.
La pena imponible con base en los incisos anteriores se
aumentara de la mitad (1/2) a las tres cuartas (3/4) partes en
los siguientes casos:
67
Artículo 25 del Código Penal de 1890.
68
Artículo 200 del Código Penal de 1936.
69
Artículo 177 del Código Penal de 1980.
70
Artículo 31 de la Ley 19 de 1995.
31
71
Artículo 9 de la Ley 228 de 1995.
32
3.3.2.6. El Código penal de 2000 consagra dentro del capítulo VI del título
XVI del Código penal 3 modalidades de encubrimiento: el
favorecimiento en el que incurre “El que tenga conocimiento de la
comisión de la conducta punible, y sin concierto previo, ayudare a
eludir la acción de la autoridad o a entorpecer la investigación
correspondiente”73, la receptación, que se comete por “El que sin haber
tomado parte en la ejecución de la conducta punible adquiera, posea,
convierta o transfiera bienes muebles o inmuebles, que tengan su
origen mediato o inmediato en un delito, o realice cualquier otro acto
para ocultar o encubrir su origen ilícito” y por último la
comercialización de autopartes hurtadas.
72
Artículo 7 de la Ley 365 de 1997: “El artículo 177 del Código Penal quedará así: “ARTICULO 177:
Receptación. El que sin haber. tomado parte en la ejecución de un delito adquiera, posea, convierta o
transmita bienes muebles o inmuebles, que tengan su origen mediato o inmediato en un delito, o realice
cualquier otro acto para ocultar o encubrir su origen ilícito, incurrirá en pena de prisión de uno (1) a cinco (5)
años y multa de cinco (5) a quinientos (500) salarios mínimos legales mensuales, siempre que el hecho no
constituya otro delito de mayor gravedad.
“Si la conducta se realiza sobre un bien cuyo valor sea superior a mil (1.000) salarios mínimos legales
mensuales, la pena privativa de la libertad se aumentará de una tercera parte a la mitad”.
73
Artículo 446 de la Ley 599 de 2000.
74
Artículo 1º de la ley 738 de 2002.
33
75
Sentencia de la Corte Constitucional C-205 de 2003, M.P. Clara Inés Vargas Hernández.
76
Sentencia de la Corte Constitucional C – 205 de 2003, M.P: Clara Inés Vargas Hernández.
34
3.3.2.8. La Ley 1453 de 2011 tipificó por su parte dos (2) nuevas formas
especiales de receptación dentro del delito de comercialización de
autopartes hurtadas:
77
Sentencia de la Corte Constitucional C – 205 de 2003, M.P: Clara Inés Vargas Hernández.
35
78
JIMÉNEZ SÁNCHEZ, Guillermo (Coord.): Derecho Mercantil, Tomo II, Ariel, 2009, Barcelona, p. 702;
MANTORELL, Ernesto Eduardo: Tratado de derecho Mercantil, Tomo V, Ley, Buenos Aires, 2010, p. 449.
79
Artículo 1074 del Código de Comercio.
80
STIGLITZ, Rubén, op, cit., p. 447.
81
STIGLITZ, Rubén, op. cit., p. 445.
36
82
Concepto 20010401389 – 1 del 8 de marzo de 2002 de la Superintendencia Financiera.
37
83
Concepto 2002038406-1 del 11 de octubre de 2002 de la Superintendencia Financiera.
84
Concepto de la Superintendencia Financiera en el presente expediente, p. 92 del C. 1.
85
Artículo 47 de la resolución 4995 de 2009 del Ministerio de Transporte: “La matrícula de un vehículo
automotor, se cancelará a solicitud de su titular por pérdida definitiva, destrucción total del vehículo
automotor, exportación, reexportación, hurto o desaparición documentada. Así mismo los vehículos
rematados como chatarra, no podrán ser registrados ante los Organismos de Tránsito.
Para la cancelación de la matrícula de un vehículo automotor se dará cumplimiento a los requisitos de carácter
general previstos en la presente norma y los descritos para cada caso”
86
El artículo 48 de la resolución 4995 de 2009 se refiere a la cancelación de la matrícula de un vehículo
automotor por destrucción total; el artículo 49 se refiere a la cancelación de la matrícula de un vehiculo
automotor por hurto, desaparición documentada o pérdida definitiva; el artículo 127 se refiere a la cancelación
del registro de un remolque, semirremolque, multimodular o similar; y el artículo 129 se refiere a la
cancelación del registro de un remolque, semirremolque, multimodular o similar por pérdida definitiva, hurto
o desaparición documentada, para colocar sólo algunos ejemplos.
38
pero para ello existen en el Código Penal otros delitos específicos para
sancionarlos.
Por lo anterior, esta Corporación debe señalar que los fraudes que
pueden cometerse a través de la utilización fraudulenta de documentos,
licencias o números de identificación de los vehículos automotores
88
Concepto 20010401389 – 1 del 8 de marzo de 2002 de la Superintendencia Financiera.
89
BLANCO CORDERO, Isidoro: El delito de blanqueo de capitales, Aranzadi, Pamplona, 2002, p. 121.
90
Contemplados en las sentencias C-333 de 2000 (M.P. Alejandro Martínez Caballero) y C-392 de 2007
(M.P. Humberto Antonio Sierra Porto) ya mencionadas.
42
DECISIÓN
RESUELVE: