LifeBook 2024 03 Semana1
LifeBook 2024 03 Semana1
LifeBook 2024 03 Semana1
Introducción
Hace mucho tiempo, en una pequeña aldea marroquí, existió un aguador que pasaba sus días
acarreando agua desde un pequeño manantial de las afueras de la comunidad hasta las casas de los
habitantes. Llevaba dos cántaros: uno nuevo y otro ya con muchos años. Cada uno iba colocado en un
soporte de madera que portaba sobre sus hombros. El cántaro viejo tenía una pequeña grieta a través
de la cual se escapaba el agua. Por eso, cuando el hombre llegaba a la aldea, apenas quedaba la mitad de
agua en su interior. El cántaro nuevo estaba muy orgulloso de sí mismo, ya que cumplía bien con su
objetivo y no derramaba ninguna gota de agua. En cambio, el cántaro viejo se avergonzaba porque solo
transportaba la mitad de agua. Un día estaba tan triste que le dijo a su dueño: “Me siento culpable por
hacerte perder tiempo y dinero. No hago mi trabajo como debería porque tengo una pequeña grieta por
la que se escapa el agua. Entendería si no quisieras usarme más”, a lo que el aguador respondió: “Debes
saber que cada vez que regresamos a la aldea te sitúo en el lado del sendero en el que planto semillas de
flores cada primavera”. El cántaro miró con asombro, mientras el aguador continuaba: “El agua que se
escapa no se pierde, ya que riega la tierra y permite que nazcan las flores más bonitas de este lugar. Esto
es gracias a ti”. Desde entonces, el viejo cántaro aprendió que debemos querernos como somos, pues
todos podemos aportar cosas buenas con nuestras virtudes y defectos.
• Punto 1 La Creación
La Tierra era un caos total y el Espíritu de Dios iba y venía sobre la superficie de las aguas. El
desorden o caos no provocó que el Señor se alejara. De hecho, hizo todo lo contrario: empezó
a ordenar todo a través de Su Palabra (desde ese entonces hasta hoy, debemos saber que todo
adopta un orden a través de Sus palabras). Durante seis días dio instrucciones hasta que
culminó la Creación, haciendo al ser humano a Su imagen y semejanza. Lo bendijo, le dio
autoridad y un propósito, y consideró que era bueno lo que había hecho. Dios se esmeró en Su
creación, en donde denota el amor con la que la realizó. El Señor nos ama desde el principio y
Su deseo siempre ha sido que nos realicemos en Sus planes y propósitos.
Luego de la creación, el ser humano empezó a multiplicarse, pero con ello tristemente también
se multiplicó su maldad. Llegó un momento en donde la maldad creció tanto que el Señor se
arrepintió de Su creación e incluso las Escrituras nos muestran que hasta le dolió el corazón.
Pongámonos en Su lugar: crear algo con tanto amor, crear las condiciones necesarias para que
se desenvuelva y cumpla Su propósito… y que todo salga totalmente contrario a como lo
planeó. A Dios le duele cuando el pecado nos aleja de Él y de los planes que tiene para
nosotros, pero jamás se ha quedado de brazos cruzados. Y aunque en el inicio de los tiempos
se haya llevado un revés, Él tenía un plan para rescatarnos.
Conclusión y aplicación
Dios nos ama desde el principio y el pecado es lo que provocó que nos alejáramos de Él. A
pesar de ello, jamás dejó de buscarnos. Nuestra mala conducta le produjo dolor en el corazón,
pero Su amor es más grande que nuestros errores.
Llamado y ministración
Si hay algún pecado que nos está alejando del Señor, arrepintámonos y volvamos a Él.
Tengamos la plena confianza de que Dios nos recibirá con brazos abiertos y nos ayudará a
vencer toda tentación y pecado.
Nos ponemos a la brecha por todo aquel que aún no conoce de Jesús. Que el arrepentimiento
venga al corazón de cada uno y que el reino de Dios se establezca en sus vidas.
A Noé nadie le tenía que decir que ofreciera algo a Dios para que de él naciera el deseo de
hacerlo. Y Dios aceptaba cada una de estas ofrendas con agrado. Noé no lo hacía porque se lo
determinará una ley, sino porque era lo que le dictaba su corazón.