Bienvenidos A La Clase #12 de Sistema Respiratorio
Bienvenidos A La Clase #12 de Sistema Respiratorio
Bienvenidos A La Clase #12 de Sistema Respiratorio
OBJETIVOS.
CONTENIDOS
Bronquios
Pulmones
Unidad respiratoria
ESTRUCTURAS ACCESORIAS
Pleuras
Pared torácica: huesos, articulaciones y músculos del tórax (descrita en aparato
locomotor)
MEDIASTINO
DEFINICIÓN DEL SISTEMA RESPIRATORIO
El sistema respiratorio está formado por las estructuras que realizan el intercambio de gases
entre la atmósfera y la sangre. El oxígeno (O2) es introducido dentro del cuerpo para su
posterior distribución a los tejidos y el dióxido de carbono (CO2) producido por el
metabolismo celular, es eliminado al exterior.
El proceso de intercambio de gases entre la sangre de los capilares y las células de los
tejidos en donde se localizan esos capilares se llama respiración interna.
La parte superior de la nariz es ósea, se llama puente de la nariz y está compuesto por los
huesos nasales, parte del maxilar superior y la parte nasal del hueso frontal.
Las fosas nasales se abren al exterior por dos aberturas llamadas los orificios o ventanas
nasales, limitados por fuera por las alas de la nariz, y se comunican con la nasofaringe por
dos orificios posteriores o coanas. En cada fosa nasal se distingue un techo, una pared
medial, una pared lateral y un suelo. El techo es curvado y estrecho y está formado por 3
huesos: frontal, etmoidal y esfenoidal.
El suelo es más ancho que el techo y está formado por parte de los huesos maxilar y
palatino.
Las fosas nasales en su parte más exterior están recubiertas por piel que contiene un cierto
número de gruesos pelos cortos o vibrisas y en su parte restante, por una membrana mucosa
con epitelio seudoestratificado columnar ciliado. Las vibrisas atrapan las partículas más
grandes suspendidas en el aire inspirado antes de que alcancen la mucosa nasal, mientras
que el resto de partículas es atrapado por una fina capa de moco segregada por las glándulas
mucosas del epitelio, que luego es propulsado por los cilios hacia la faringe para ser
deglutido e inactivado en el estómago. Además, el aire inspirado al pasar por la mucosa
nasal es humedecido y calentado antes de seguir su camino por las vías respiratorias.
El 1/3 superior de la mucosa nasal, situada en el techo y la zona superior de las paredes
interna y externa de las fosas nasales, es la mucosa olfatoria, ya que contiene los receptores
sensitivos olfatorios.
SENOS PARANASALES
Los senos paranasales son cavidades llenas de aire, de diferente tamaño y forma según las
personas, que se originan al introducirse la mucosa de la cavidad nasal en los huesos del
cráneo contiguos y, por tanto, están tapizadas por mucosa nasal, aunque más delgada y con
menos vasos sanguíneos que la que recubre las fosas nasales. Los huesos que poseen
cavidades aéreas son el frontal, el etmoides, el esfenoides y el maxilar superior. En el recién
nacido, la mayoría de senos son rudimentarios o están ausentes y durante la infancia y la
adolescencia crecen e invaden los huesos adyacentes. El crecimiento de los senos es
importante porque altera el tamaño y la forma de la cara y da resonancia a la voz. El moco
secretado por las glándulas de la mucosa que los tapiza, pasa a las fosas nasales a través de
los meatos.
Senos frontales. Se localizan entre las tablas interna y externa del hueso frontal, por detrás
de los arcos superciliares y a partir de los 7 años ya pueden ser visualizados en radiografías.
Aunque es posible encontrar numerosos senos frontales, lo habitual es que haya uno
derecho y otro izquierdo, que rara vez son de igual tamaño en una misma persona ya que el
tabique que los separa no suele encontrarse en el plano medio. El tamaño de los senos
frontales varía desde unos 5 mm hasta grandes espacios que se extienden lateralmente.
Cada seno frontal comunica con la fosa nasal correspondiente a través del meato medio.
Senos esfenoidales. Suelen ser 2, se sitúan en el hueso esfenoides, por detrás de la parte
superior de las fosas nasales, están separados entre sí por un tabique óseo que
habitualmente no se encuentra en el plano medio y están en relación con estructuras
anatómicas importantes como son los nervios ópticos, el quiasma óptico, la hipófisis, las
arterias carótidas internas y los senos cavernosos. A diferencia de los otros senos éstos
desembocan en las fosas nasales por encima de los cornetes superiores.
Senos maxilares. Son los senos paranasales más grandes y su techo es el suelo de la órbita.
En el momento del nacimiento son muy pequeños pero luego crecen lentamente hasta el
momento en que salen los dientes permanentes. Desembocan en la fosa nasal
correspondiente por el meato medio a través de un orificio situado en la parte superior-
interna del seno, de modo que es imposible su drenaje cuando la cabeza está en posición
vertical, motivo por el que se requieren maniobras especiales.
BOCA
La boca es la primera parte del tubo digestivo aunque también se emplea para respirar. Está
tapizada por una membrana mucosa, la mucosa oral, con epitelio estratificado escamoso no
queratinizado y limitada por las mejillas y los labios. El espacio en forma de herradura
situado entre los dientes y los labios, se llama vestíbulo y el espacio situado por detrás de
los dientes es la cavidad oral propiamente dicha. El techo de la cavidad oral está formado
por el paladar que consiste en dos partes: una ósea llamada paladar duro, formada por parte
de los huesos maxilar superior y palatinos y otra, formada por músculos pares recubiertos
de mucosa, llamada el paladar blando o velo del paladar, que se inserta por delante en el
paladar duro y, por detrás es libre y presenta una proyección cónica en la línea media, la
úvula.
A cada lado del paladar blando hay dos músculos recubiertos de repliegues verticales de
mucosa que constituyen los dos pilares anteriores y los dos pilares posteriores del paladar y
forman el istmo de las fauces o puerta de comunicación de la cavidad oral con la parte oral
de la faringe u orofaringe. Por su parte anterior la cavidad oral se comunica con el exterior
por la abertura de la boca.
FARINGE
La faringe es un tubo que continúa a la boca y constituye el extremo superior común de los
tubos respiratorio y digestivo. En su parte superior desembocan los orificios posteriores de
las fosas nasales o coanas, en su parte media desemboca el istmo de las fauces o puerta de
comunicación con la cavidad oral y por su parte inferior se continúa con el esófago, de
modo que conduce alimentos hacia el esófago y aire hacia la laringe y los pulmones. Para
una mejor descripción se divide en 3 partes: nasofaringe, situada por detrás de la nariz y por
encima del paladar blando, orofaringe, situada por detrás de la boca, y laringofaringe,
situada por detrás de la laringe. Debido a que la vía para los alimentos y el aire es común en
la faringe, algunas veces la comida pasa a la laringe produciendo tos y sensación de ahogo
y otras veces el aire entra en el tubo digestivo acumulándose gas en el estómago y
provocando eructos.
Nasofaringe. Se la considera la parte nasal de la faringe ya que es una extensión hacia atrás
de las fosas nasales, está recubierta de una mucosa similar a la mucosa nasal y tiene una
función respiratoria. Hay varias colecciones de tejido linfoide llamadas amígdalas, así, en
su techo y pared posterior la amígdala faríngea (llamada popularmente vegetaciones o
adenoides). En su pared externa, desemboca la trompa de Eustaquio que es la comunicación
entre el oído medio y la nasofaringe y por detrás de cada uno de los orificios de
desembocadura se encuentran las dos amígdalas tubáricas. La infección de una adenoides
puede diseminarse a una amígdala tubárica por proximidad, produciendo el cierre de la
trompa correspondiente y una infección en la cavidad timpánica, lo que dará lugar a una
otitis media con el peligro consiguiente de pérdida de audición temporal o permanente.
Las amígdalas palatinas, lingual y faríngea constituyen una banda circular de tejido
linfoide situada en el istmo de las fauces llamada anillo amigdalino o anillo de Waldeyer
que tiene la misión fundamental de evitar la diseminación de las infecciones desde las
cavidades nasal y oral hacia los tubos respiratorio y gastrointestinal.
Cartílago tiroides Es el más grande de los cartílagos laríngeos y está compuesto por 2
láminas cuadriláteras de cartílago hialino que se fusionan por delante en la línea media,
formando la prominencia laríngea o nuez de Adán que es más marcada en los hombres
porque el ángulo de unión de las láminas es mayor que en las mujeres. Por su borde
superior se une al hueso hioides. El borde posterior de cada lámina se proyecta hacia arriba
como cuerno superior y hacia abajo como cuerno inferior; los cuernos inferiores se
articulan con el cartílago cricoides.
Cartílago epiglotis. Tiene forma de raqueta, está formado por cartílago elástico y situado
por detrás de la raíz de la lengua y del hueso hioides y por delante del orificio de entrada a
la laringe. Su borde superior es libre y forma el borde superior del orificio laríngeo y su
borde inferior está unido al cartílago tiroides.
Cartílagos aritenoides. Son 2, están formados por cartílago hialino y se articulan con el
cartílago cricoides. En cada uno de ellos se inserta un ligamento que forma parte de una
cuerda vocal.
INTERIOR DE LA LARINGE
La parte de la cavidad laríngea situada por encima de los pliegues superiores se llama
vestíbulo laríngeo, la situada entre los pliegues superiores y los inferiores se llama
ventrículo laríngeo y la situada por debajo de los pliegues inferiores se llama cavidad
infraglótica.
Los pliegues superiores o vestibulares o cuerdas vocales falsas están separados entre sí por
la hendidura vestibular y los pliegues inferiores o cuerdas vocales verdaderas están
separados entre sí por la hendidura glótica.
La glotis incluye las cuerdas vocales verdaderas y la hendidura glótica y es, por tanto, la
parte de la cavidad laríngea más directamente relacionada con la emisión de voz.
Las cuerdas vocales falsas consisten en 2 espesos pliegues de mucosa que rodean a unos
ligamentos y se extienden entre los cartílagos tiroides y aritenoides.
No tienen papel en la emisión de voz sino que forman parte del mecanismo protector por el
que la laringe se cierra en el momento de deglutir para evitar la entrada de alimentos u otros
cuerpos extraños en las vías respiratorias.
Las cuerdas vocales verdaderas tienen forma de cuña con un vértice que se proyecta
hacia el interior de la cavidad laríngea y una base que se apoya en el cartílago tiroides.
Cada cuerda vocal verdadera está compuesta por un ligamento, por una membrana elástica
y por fibras de músculo estriado. Todo ello tapizado por una membrana mucosa con
epitelio estratificado escamoso no queratinizado.
TRÁQUEA
Es un ancho tubo que continúa a la laringe y está tapizado por una mucosa con epitelio
seudoestratificado columnar ciliado. La luz o cavidad del tubo se mantiene abierta por
medio de una serie de cartílagos hialinos (16-20) en forma de C con la parte abierta hacia
atrás. Los extremos abiertos de los anillos cartilaginosos quedan estabilizados por fibras
musculares lisas y tejido conjuntivo elástico formando una superficie posterior plana en
contacto directo con el esófago, por delante del cual desciende, lo que permite acomodar
dentro de la tráquea las expansiones del esófago producidas al tragar. Termina a nivel del
ángulo esternal y de la apófisis espinosa de la 4ª vértebra torácica, al dividirse en los
bronquios principales derecho e izquierdo. El arco o cayado de la aorta en un principio es
anterior a la tráquea y luego se coloca en su lado izquierdo.
BRONQUIOS
Los bronquios principales son dos tubos formados por anillos completos de cartílago
hialino, uno para cada pulmón, y se dirigen hacia abajo y afuera desde el final de la tráquea
hasta los hilios pulmonares por donde penetran en los pulmones.
El bronquio principal derecho es más vertical, corto y ancho que el izquierdo lo que explica
que sea más probable que un objeto aspirado entre en el bronquio principal derecho. Una
vez dentro de los pulmones, los bronquios se dividen continuamente, de modo que cada
rama corresponde a un sector definido del pulmón.
Cada bronquio principal se divide en bronquios lobulares que son 2 en el lado izquierdo y 3
en el lado derecho, cada uno correspondiente a un lóbulo del pulmón.
PULMONES
Los pulmones son los órganos esenciales de la respiración. Son ligeros, blandos, esponjosos
y muy elásticos y pueden reducirse a la 1/3 parte de su tamaño cuando se abre la cavidad
torácica. Durante la primera etapa de la vida son de color rosado, pero al final son oscuros y
moteados debido al acúmulo de partículas de polvo inhalado que queda atrapado en los
fagocitos (macrófagos) de los pulmones a lo largo de los años.
Cada pulmón tiene la forma de un semicono, está contenido dentro de su propio saco
pleural en la cavidad torácica, y está separado uno del otro por el corazón y otras
estructuras del mediastino. El pulmón derecho es mayor y más pesado que el izquierdo y su
diámetro vertical es menor porque la cúpula derecha del diafragma es más alta, en cambio
es más ancho que el izquierdo porque el corazón se abomba más hacia el lado izquierdo. El
pulmón izquierdo está dividido en un lóbulo superior, que presenta la escotadura cardíaca
en donde se sitúa el corazón, y un lóbulo inferior. El pulmón derecho está dividido en tres
lóbulos: superior, medio e inferior.
Cada pulmón presenta un vértice, una base y dos caras. El vértice es el polo superior
redondeado de cada pulmón y se extiende a través de la abertura superior del tórax, por
encima de la 1ª costilla. La base o cara diafragmática es cóncava y en forma de semiluna y
se apoya en la superficie convexa del diafragma que separa al pulmón derecho del hígado y
al pulmón izquierdo del hígado, estómago y bazo.
La cara costal es grande, lisa y convexa y se adapta a la pared torácica y la cara interna
tiene una parte vertebral que ocupa el canal a cada lado de la columna vertebral y otra
mediastínica que presenta depresiones debido al corazón y los grandes vasos.
El hilio de cada pulmón se encuentra cerca del centro de la cara interna, está rodeado por
pleura y es la zona por donde pasan las estructuras que entran y salen de cada pulmón
(arterias, venas, bronquios, nervios, vasos y ganglios linfáticos) formando los pedículos
pulmonares que también están rodeados por pleura. De este modo los pedículos unen la
cara interna de cada pulmón al corazón y la tráquea.
Las ramas de la arteria pulmonar distribuyen sangre venosa en los pulmones para que éstos
la puedan oxigenar. Acompañan a los bronquios de tal modo que hay una rama para cada
lóbulo, cada segmento bronco-pulmonar y cada área funcional del pulmón. Las ramas
terminales de las arterias pulmonares se ramifican en capilares que se encuentran
recubriendo las paredes de los alvéolos.
Por su parte, las arterias bronquiales son pequeñas y transportan sangre oxigenada para
irrigar los bronquios en todas sus ramificaciones.
Las venas pulmonares recogen la sangre oxigenada desde los pulmones y la transportan a la
aurícula izquierda del corazón.
Por su parte, las venas bronquiales recogen la sangre venosa procedente de los bronquios y
la llevan a la vena ácigos (la derecha) y la vena hemiácigos (la izquierda).
UNIDAD RESPIRATORIA
Los bronquios se dividen una y otra vez hasta que su diámetro es inferior a 1 mm, después
de lo cual se conocen como bronquiolos y ya no tienen en sus paredes ni glándulas mucosas
ni cartílagos. Los bronquiolos se subdividen a su vez en bronquiolos terminales. Estos se
subdividen hasta formar los bronquiolos respiratorios que se caracterizan porque en parte
tienen estructura de bronquiolos pero en parte ya tienen alvéolos en su pared que se abren
directamente en su cavidad.
La unidad respiratoria es la zona del pulmón que está aireada por un bronquiolo
respiratorio. Cada bronquiolo respiratorio se divide en varias vías llamadas conductos
alveolares que, a su vez, se abren a a numerosos sacos alveolares y alvéolos. Cada saco
alveolar está formado por varios alvéolos y cada alvéolo es una bolsa redondeada, abierta
por un lado, con un diámetro medio de unas 3oo micras, que tiene una pared
extremadamente delicada formada por epitelio plano simple. En los 2 pulmones hay
alrededor de unos 300 millones de alvéolos.
ESTRUCTURAS ACCESORIAS
PLEURAS
Son membranas serosas, es decir que tapizan una cavidad corporal que no está abierta al
exterior y recubren los órganos que se encuentran en su interior que, en este caso, son los
pulmones. Una serosa consiste en una fina capa de tejido conjuntivo laxo cubierta por una
capa de epitelio escamoso simple y como el tipo de epitelio es siempre el mismo en todas
las serosas, se le da el nombre genérico de mesotelio al epitelio de una serosa.
Hay 2 pleuras en cada lado. Cada pulmón está cubierto completa e íntimamente por una
membrana serosa, lisa y brillante llamada pleura visceral. La cavidad torácica está cubierta
por otra membrana serosa llamada pleura parietal. El espacio virtual que hay entre ambas
pleuras se llama cavidad pleural. Las cavidades pleurales de cada lado son 2 espacios no
comunicados entre sí y cerrados herméticamente en los que existe una capa muy fina de
líquido seroso lubrificante secretado por el mesotelio, el líquido pleural, cuya misión es
reducir el roce entre las capas
parietal y visceral de cada lado para que no haya interferencias con los movimientos
respiratorios.
La pleura parietal recubre las diferentes partes de la cavidad torácica y, con propósitos
descriptivos, recibe un nombre según la zona que recubre: la pleura costal es la porción más
fuerte de la pleura parietal y cubre las superficies internas de la caja torácica. La pleura
mediastínica cubre el mediastino, la pleura diafragmática es delgada y cubre la superficie
superior del diafragma y, por último, la cúpula pleural cubre el vértice del pulmón.
Durante la respiración tranquila existen 3 zonas de las cavidades pleurales que no son
ocupadas por los pulmones y en donde dos partes de pleura parietal contactan una con la
otra por sus superficies internas. Estas zonas se llaman senos pleurales y se llenan en una
inspiración profunda. Los senos costodiafragmáticos derecho e izquierdo están situados
entre las pleuras costal y diafragmática a cada lado y se acortan y se agrandan
alternativamente a medida que los pulmones se mueven dentro y fuera de ellos durante la
inspiración y la espiración y el seno costomediastínico se encuentra a nivel de la escotadura
cardíaca, en donde se ponen en contacto las partes costal y mediastínica de la pleura
parietal izquierda.
PARED TORÁCICA
MEDIASTINO
La cavidad torácica presenta 3 divisiones principales que son las cavidades pleurales
derecha e izquierda y el mediastino que es la estrecha parte media y, por tanto, está entre
las dos cavidades pleurales. Se extiende desde el orificio superior del tórax hasta el
diafragma y desde el esternón y los cartílagos costales hasta la superficie anterior de las 12
vértebras torácicas. Contiene el corazón y los grandes vasos, la tráquea y los bronquios, el
timo, el esófago, los nervios frénicos y los nervios vagos (X par craneal), el conducto
torácico y ganglios linfáticos. Todas estas estructuras están rodeadas por tejido conectivo
laxo y tejido adiposo cuya laxitud junto con la elasticidad de los pulmones permite al
mediastino acomodarse al movimiento y cambios de volumen de la cavidad torácica.
El timo es una masa de tejido linfoide de forma aplanada y lobular que se encuentra por
detrás del manubrio esternal. En los recién nacidos puede extenderse a través de la abertura
torácica superior hacia el cuello debido a su gran tamaño, pero a medida que el niño crece
va disminuyendo hasta casi desaparecer en el adulto.
TEMARIO.
VENTILACIÓN PULMONAR
Es la primera etapa del proceso de la respiración y consiste en el flujo de aire hacia adentro
y hacia afuera de los pulmones, es decir, en la inspiración y en la espiración.
El aire atmosférico es una mezcla de gases y vapor de agua. La presión total de una mezcla
de gases es la suma de las presiones de los gases individuales. La presión atmosférica a
nivel del mar es 760 mmHg, de la que un 78% se debe a moléculas de nitrógeno (N2), un
21% a moléculas de oxígeno (O2) y así sucesivamente. La presión de un gas en una mezcla
de gases, se llama presión parcial de ese gas y es determinado por su abundancia en la
mezcla. Para encontrar la presión parcial, se multiplica la presión atmosférica (Patm) por la
contribución relativa del gas (%) a la mezcla de gases que constituye el aire:
Presión parcial de oxígeno (P02) = 760 mmHg x 21% = 160 mmHg en la atmósfera
La presión parcial de los gases varía dependiendo de la cantidad de vapor de agua del aire.
El agua diluye la contribución de los gases a la presión del aire, de modo que cuando hay
mucha humedad en el aire, la presión parcial de los gases disminuye, es decir, disminuye la
cantidad de esos gases en el aire que respiramos.
Las presiones en el sistema respiratorio pueden medirse en los espacios aéreos de los
pulmones (presión intrapulmonar) o dentro del espacio pleural (presión intrapleural).
Debido a que la presión atmosférica es relativamente constante, la presión en los pulmones
debe ser mayor o menor que la presión atmosférica para que el aire pueda fluir entre el
medio ambiente y los alvéolos.
Como los pulmones son incapaces de expandirse y contraerse por sí mismos, tienen que
moverse en asociación con el tórax. Los pulmones están “pegados” a la caja torácica por el
líquido pleural que se encuentra entre las dos hojas pleurales, la visceral y la parietal (es lo
mismo que sucedería con dos láminas de cristal unidas entre por una fina capa de líquido,
es imposible separar entre sí esas dos láminas de cristal, a no ser que se deslicen una sobre
otra). La presión intrapleural, del espacio intrapleural, es inferior a la atmosférica y surge
durante el desarrollo, a medida que la caja torácica con su capa pleural asociada crece más
rápido que el pulmón con su capa pleural asociada. Las dos hojas pleurales se mantienen
juntas por el líquido pleural, de modo que los pulmones elásticos son forzados a estirarse
para adaptarse al mayor volumen de la caja torácica. Al mismo tiempo, sucede que la
fuerza elástica tiende a llevar a los pulmones a su posición de reposo, lejos de la caja
torácica. La combinación de la fuerza de estiramiento hacia fuera de la caja torácica y la
fuerza elástica de los pulmones hacia adentro, crea una presión intrapleural negativa, lo que
significa que es inferior a la presión atmosférica. No hay que olvidar que la cavidad pleural
está cerrada herméticamente, de modo que la presión intrapleural nunca se puede equilibrar
con la presión atmosférica.
TRABAJO RESPIRATORIO
Las fuerzas que se oponen a la compliance o expansión pulmonar son dos: la elasticidad o
elastancia de los pulmones ya que sus fibras elásticas resultan estiradas al expandirse los
pulmones y como tienen tendencia a recuperar su forma y dimensiones originales, los
pulmones tienden continuamente a apartarse de la pared torácica; la tensión superficial
producida por una delgada capa de líquido que reviste interiormente los alvéolos, que
incrementa la resistencia del pulmón a ser estirado y que, por tanto, aumenta el trabajo
respiratorio para expandir los alvéolos en cadainspiración.
Para poder realizar la inspiración con facilidad, estas dos fuerzas son contrarrestadas por: la
presión intrapleural negativa que existe en el interior de las cavidades pleurales y que
obliga a los pulmones a seguir a la pared torácica en su expansión (leer apartado de
ventilación pulmonar) el agente tensioactivo o surfactante que es una mezcla de
fosfolípidos y proteínas, segregada por unas células especiales que forman parte del epitelio
alveolar, los neumocitos de tipo II, y que disminuye la tensión superficial del líquido que
recubre interiormente los alvéolos. La síntesis de surfactante comienza alrededor de la
semana 25 del desarrollo fetal y cuando no se segrega, la expansión pulmonar es muy
difícil y se necesitan presiones intrapleurales extremadamente negativas para poder vencer
la tendencia de los alvéolos al colapso. Algunos recién nacidos prematuros no secretan
cantidades adecuadas de esta sustancia tensioactiva y pueden morir por no poder expandir
sus pulmones: es lo que se llama síndrome de distrés respiratorio.
Volumen corriente (VC): Es el volumen de aire inspirado o espirado con cada respiración
normal. El explorador dice al paciente: “respire tranquilamente”. En un varón adulto es de
unos 500 ml.
Volumen de reserva inspiratoria (VRI): Es el volumen extra de aire que puede ser
inspirado sobre el del volumen corriente. El explorador dice al paciente: “inspire la mayor
cantidad de aire que usted pueda”. En un varón adulto es de unos 3000 ml.
Volumen de reserva espiratoria (VRE): Es el volumen de aire que puede ser espirado en
una espiración forzada después del final de una espiración normal. El explorador dice al
paciente: “expulse la mayor cantidad de aire que usted pueda”. En un varón adulto es de
unos 1100 ml.
Volumen residual (VR): Este volumen no puede medirse directamente como los
anteriores. Es el volumen de aire que permanece en los pulmones al final de una espiración
forzada, no puede ser eliminado ni siquiera con una espiración forzada y es importante
porque proporciona aire a los alvéolos para que puedan airear la sangre entre dos
inspiraciones. En un varón adulto es de unos 1200 ml.
En esta prueba se valora mucho la primera parte de la espiración, es decir, la persona hace
un esfuerzo inspiratorio máximo y a continuación espira tan rápida y completamente como
puede. El volumen de aire exhalado en el primer segundo, bajo estas condiciones, se llama
volumen espiratorio forzado en un segundo (FEV1, siglas en inglés). En adultos sanos el
FEV1 es de alrededor del 80% de la capacidad vital, es decir, que el 80% de la capacidad
vital se puede espirar forzadamente en el primer segundo. El FEV1 constituye una medida
muy importante para examinar la evolución de una serie de enfermedades pulmonares. En
las enfermedades pulmonares obstructivas, por ejemplo, el FEV1 está disminuido
VENTILACIÓN ALVEOLAR
FR x VC = VRM
La ventilación pulmonar total representa el movimiento físico del aire dentro y fuera del
tracto respiratorio, pero no es necesariamente un buen indicador de la cantidad de aire
fresco que alcanza la superficie de intercambio alveolar porque parte del aire que respira
una persona nunca llega a las regiones de intercambio de gases sino que permanece en las
vías respiratorias como la tráquea y los bronquios.
Como estas vías respiratorias no intercambian gases con la sangre, se les llama espacio
muerto anatómico y el aire que contienen aire del espacio muerto(VM). En un varón
adulto es de ~ 150 ml.
FR x (VC – VM) = VA
Se observa que la ventilación alveolar puede ser afectada drásticamente por cambios tanto
en la frecuencia respiratoria como en la profundidad de la respiración.
Una vez que los alvéolos se han ventilado con aire nuevo, el siguiente paso en el proceso
respiratorio es la difusión del oxígeno (O2) desde los alvéolos hacia la sangre y del dióxido
de carbono (CO2) en dirección opuesta.
Los gases fluyen desde regiones de elevada presión parcial a regiones de baja presión
parcial. La PO2 normal en los alvéolos es de 100 mmHg mientras que la PO2 normal en la
sangre venosa que llega a los pulmones, es de 40 mmHg. Por tanto, el oxígeno se mueve
desde los alvéolos al interior de los capilares pulmonares. Lo contrario sucede con el
dióxido de carbono. La PCO2 normal en los alvéolos es de 40 mmHg mientras que la
PCO2 normal de la sangre venosa que llega a los pulmones es de 46 mmHg. Por tanto, el
dióxido de carbono se mueve desde el plasma al interior de los alvéolos. A medida que
difunde más gas de un área a otra de la membrana, la presión parcial va disminuyendo en
un lado y aumentando en otro, de modo que los 2 valores se van acercando y, por tanto, la
intensidad de la difusión es cada vez menor hasta que llega un momento en que las
presiones a ambos lados de la membrana alvéolo-capilar se igualan y la difusión se detiene.
La cantidad de aire alveolar sustituida por aire atmosférico nuevo con cada movimiento
respiratorio solo es la 1/7 parte del total, de modo que se necesitan varios movimientos
respiratorios para renovar la mayor parte del aire alveolar. Con una ventilación alveolar
normal se necesitan unos 17 segundos aproximadamente, para sustituir la mitad del aire
alveolar y esta lentitud tiene importancia para evitar cambios bruscos en las
concentraciones gaseosas de la sangre.
Las paredes alveolares son muy delgadas y sobre ellas hay una red casi sólida de capilares
interconectados entre sí. Debido a la gran extensión de esta red capilar, el flujo de sangre
por la pared alveolar es descrito como laminar y, por tanto, los gases alveolares están en
proximidad estrecha con la sangre de los capilares. Por otro lado, los gases que tienen
importancia respiratoria son muy solubles en los lípidos y en consecuencia también son
muy solubles en las membranas celulares y pueden difundir a través de éstas, lo que resulta
interesante porque el recambio gaseoso entre el aire alveolar y la sangre pulmonar se
produce a través de una serie de membranas y capas que se denominan en conjunto,
membrana respiratoria o membrana alvéolo-capilar.
A pesar del gran número de capas, el espesor global de la membrana respiratoria varía de
0.2 a 0.6 micras y su superficie total es muy grande ya que se calculan unos 300 millones
de alvéolos en los dos pulmones. Además, el diámetro medio de los capilares pulmonares
es de unas 8 micras lo que significa que los glóbulos rojos deben deformarse para
atravesarlos y, por tanto, la membrana del glóbulo rojo suele tocar el endotelio capilar, de
modo que el O2 y el CO2 casi no necesitan atravesar el plasma cuando difunden entre el
hematíe y el alvéolo por lo que aumenta su velocidad de difusión.
Para que la ventilación alveolar y la difusión de gases sean correctas, es necesario que todos
los alvéolos se ventilen por igual y que el flujo de sangre por los capilares pulmonares sea
el mismo para cada alvéolo. La perfusión pulmonar es el flujo sanguíneo pulmonar (Q).
[1] Cuando tanto la ventilación alveolar como la perfusión son equilibradas para el mismo
alvéolo, se dice que la relación VA/Q es equilibrada o normal
[2] Cuando la relación VA/Q es menor de lo normal, significa que no hay suficiente
ventilación para proporcionar el oxígeno (O2) necesario para oxigenar la sangre que circula
por los capilares alveolares, por tanto una parte de la sangre venosa que pasa a través de los
capilares pulmonares no se oxigena.
[3] Cuando la relación VA/Q es mayor de lo normal, significa que hay mucho más O 2
disponible en los alvéolos del que puede ser difundido a la sangre. Por tanto una parte de la
ventilación se desperdicia y la sangre no se oxigena adecuadamente al pasar por los
alvéolos.
Si, por el contrario, la PO2 alveolar es mayor que lo normal en una zona pulmonar, las
arteriolas que irrigan esa zona se dilatan, hay una arteriolo-dilatación, y así permiten un
mayor flujo pulmonar y, por tanto, una mayor captación del oxígeno alveolar y oxigenación
de la sangre.
TRANSPORTE DE OXÍGENO
Una vez que el oxígeno (O2) ha atravesado la membrana respiratoria y llega a la sangre
pulmonar, tiene que ser transportado hasta los capilares de los tejidos para que pueda
difundir al interior de las células. El transporte de O2 por la sangre se realiza
principalmente en combinación con la hemoglobina (Hb), aunque una pequeña parte de
oxígeno se transporta también disuelto en el plasma. Como el oxígeno es poco soluble en
agua, solo unos 3 ml de oxígeno pueden disolverse en 1 litro de plasma, de modo que si
dependiésemos del oxígeno disuelto en plasma, solamente 15 ml de oxígeno disuelto
alcanzarían los tejidos cada minuto, ya que nuestro gasto cardíaco (o volumen de sangre
expulsado por el corazón en un minuto) es de unos 5 L/min. Esto resulta absolutamente
insuficiente puesto que el consumo de oxígeno por nuestras células en reposo, es de unos
250 ml/min y aumenta muchísimo con el ejercicio. Así que el organismo depende del
oxígeno transportado por la Hb, por lo que más del 98% del oxígeno que existe en un
volumen dado de sangre, es transportado dentro de los hematíes, unido a la Hb, lo que
significa que alcanza unos valores de unos 197 ml/litro de plasma, si se tienen niveles
normales de Hb. Como el gasto cardiaco es unos 5 l/min, entonces el oxígeno disponible es
de casi 1000 ml/min, lo que resulta unas 4 veces superior a la cantidad de oxígeno que es
consumido por los tejidos en reposo.
CURVA DE DISOCIACIÓN DE LA HEMOGLOBINA
La hemoglobina (Hb) es una proteína con un peso molecular de 68 Kd unida a un pigmento
responsable del color rojo de la sangre, y situada en el interior de los hematíes. Cada
molécula de Hb está formada por 4 subunidades proteicas consistentes, cada una de ellas,
en un grupo hemo (pigmento) unido a una globina (cadena polipeptídea), y posee 4 átomos
de hierro (Fe), cada uno de los cuales está localizado en un grupo hemo. Como cada átomo
de Fe puede fijar una molécula de oxígeno (O2), en total 4 moléculas de O2 pueden ser
transportadas en cada molécula de Hb. La unión entre el Fe y el oxígeno es débil lo que
significa que se pueden separar rápidamente en caso necesario. La combinación de la
hemoglobina con el O2 constituye la oxihemoglobina.
Cuando la sangre arterial llega a los capilares de los tejidos, la Hb libera parte del O2 que
transporta, es decir se produce la disociación de parte de la oxihemoglobina lo que se
representa en la curva de disociación de la Hb. Esto se produce porque la presión parcial
del O2 en el líquido intersticial (líquido situado entre las células) de los tejidos (<40
mmHg) es mucho menor que la del O2 de los capilares (100 mmHg). A medida que el
oxígeno disuelto difunde desde el plasma al interior de las células tisulares, la caída
resultante en la PO2 del plasma hace que la
Hb libere sus depósitos de oxígeno. La cantidad de oxígeno que libera la Hb para una célula
es determinada por la actividad metabólica de la misma. A más actividad metabólica
celular, más oxígeno consumido por las células y, por tanto, más disminución de la PO2 en
el líquido intersticial y más disociación de la hemoglobina. En los tejidos en reposo, la PO2
intersticial es de 40 mmHg y la Hb permanece saturada en un 75%, es decir, que solo ha
liberado 1/4 parte del oxígeno que es capaz de transportar y el resto sirve como reserva para
las células, que lo pueden utilizar si su metabolismo aumenta y, por tanto, su PO2
intersticial disminuye ya que consumen más oxígeno.
Cualquier factor que cambie la configuración de la Hb puede afectar su habilidad para unir
oxígeno. Por ejemplo, incrementos en la temperatura corporal, en la presión parcial del
dióxido de carbono (PCO2) o en la concentración de hidrogeniones (H+) (es decir,
disminución del pH) disminuyen la afinidad de las moléculas de Hb por el oxígeno, es
decir, que la Hb libera oxígeno con más facilidad en los tejidos y su nivel de saturación y su
capacidad de reserva disminuyen.
La producción de dióxido de carbono (CO2) se realiza en los tejidos como resultado del
metabolismo celular, de donde es recogido por la sangre y llevado hasta los pulmones.
Aunque el dióxido de carbono es más soluble en los líquidos corporales que el oxígeno, las
células producen más CO2 del que se puede transportar disuelto en el plasma. De modo
que la sangre venosa transporta el CO2 de 3 maneras:
Combinado con la hemoglobina (Hb) (20%)
En forma de bicarbonato (73%)
En solución simple (7%)
COMBINADO CON LA HB: el 20% del CO2 que penetra en la sangre que circula por
los capilares tisulares es transportado combinado con los grupos amino de la hemoglobina.
Cuando el oxígeno abandona sus sitios de unión en los grupos hemo de la Hb, el dióxido de
carbono se une a la Hb en sus grupos amino formando carbaminohemoglobina proceso que
es facilitado por la presencia de hidrogeniones (H+) producidos a partir del CO2 ya que el
pH disminuido en los hematíes, disminuye la afinidad de la Hb por el oxígeno.
EN FORMA DE BICARBONATO: cerca del 75% del CO2 que pasa de los tejidos a la
sangre es transportado en forma de iones bicarbonato (HCO3-) en el interior de los
hematíes. El dióxido de carbono difunde al interior de los hematíes en donde reacciona con
agua en presencia de un enzima, la anhidrasa carbónica, para formar ácido carbónico. El
ácido carbónico se disocia en un ión de hidrógeno y un ión de bicarbonato por medio de
una reacción reversible:
Cuando la sangre venosa llega a los pulmones sucede que la presión parcial del dióxido de
carbono (PCO2) de los alvéolos es más baja que la de la sangre venosa. El CO2 difunde
desde el plasma al interior de los alvéolos y la PCO2 del plasma empieza a bajar, lo que
permite que el CO2 salga de los hematíes. La reacción entonces se produce a la inversa.
Los H+ se liberan de la Hb y el bicarbonato del plasma entra en los hematíes. El
bicarbonato y los H+ forman ácido carbónico que, a su vez, se convierte en CO2 y en agua.
El dióxido de carbono entonces difunde desde los hematíes al interior de los alvéolos para
ser expulsado al exterior del organismo por la espiración.
(1) un sistema VOLUNTARIO, localizado en la corteza cerebral, por el que el ser humano
controla su frecuencia y su profundidad respiratoria voluntariamente, por ejemplo al tocar
un instrumento o al cantar.
La actividad respiratoria cíclica está controlada por las neuronas espacializadas que
constituyen el centro respiratorio (CR). Sin embargo, la actividad de estas neuronas esta
sujeta a una modulación continuada dependiendo de los niveles de gases en la sangre
arterial.
Aunque los quimiorreceptores periféricos también son estimulados por el CO2 a través de
la [H+], se cree que solo responden inicialmente a una elevación de la presión parcial de
CO2, mientras que la respuesta mayoritaria es a nivel de los quimiorreceptores centrales.
Como las variaciones en la ventilación alveolar tienen un efecto enorme sobre la [CO2] en
sangre y tejidos, no es extraño que sea éste el regulador principal de la respiración en
condiciones normales.
receptores de estiramiento en los pulmones que son estimulados cuando los pulmones se
estiran en exceso, y envían impulsos al centro respiratorio (CR) para disminuir la
ventilación. Se trata de un mecanismo protector pulmonar
receptores en las articulaciones que son estimulados durante el ejercicio, y envían impulsos
al CR para aumentar la frecuencia respiratoria. ¡Ojo¡ incluso los movimientos pasivos de
las extremidades incrementan varias veces la ventilación pulmonar.
(2) Por actividad del centro vasomotor (CVM) que controla la vasoconstricción
periférica y la actividad cardiaca. Si aumenta la actividad del CVM también aumenta la
actividad del CR, como sucede en el caso de una hipotensión.
(3) Por aumento de la temperatura corporal (Tª) que también provoca un aumento de
la ventilación alveolar, por un efecto indirecto ya que al aumentar la Tª, aumenta el
metabolismo celular y, como consecuencia, la concentración de dióxido de carbono y, por
tanto, la ventilación alveolar, y también por un efecto estimulante directo de la temperatura
sobre las neuronas del CR.
Actividades:
Leer la clase.
complementar con el PowerPoint ya explicado
en clase y que Uds. ya tienen.
Investiguen y respondan las siguientes
preguntas, escríbanlas en un documento Word
y por correo interno se la envían al docente.