¿Que Significa Vivir en El Espiritu
¿Que Significa Vivir en El Espiritu
¿Que Significa Vivir en El Espiritu
TEXTO: ROMANOS 8:1-8 Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están
en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. 2
Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y
de la muerte. 3 Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la
carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del
pecado, condenó al pecado en la carne; 4 para que la justicia de la ley se cumpliese
en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. 5
Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del
Espíritu, en las cosas del Espíritu. 6 Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el
ocuparse del Espíritu es vida y paz. 7 Por cuanto los designios de la carne son
enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden; 8 y
los que viven según la carne no pueden agradar a Dios.
La palabra de Dios nos declara que cada uno de nosotros como cristianos e hijos de Dios
debemos caminar o vivir en el Espíritu, es algo que debe identificar nuestra vida cristiana,
pero ¿verdaderamente comprendemos lo que significa vivir en el Espíritu?
Lastimosamente muchas veces confundimos el vivir en el espíritu con vivir una vida de
legalismos eclesiásticos, con vivir una vida de apariencias o vivir una vida dominada por
mandamientos de hombres que son en vano, pues no tienen que ver con el Espíritu y no
nos permiten honrar y agradar a Dios (Mateo 15:9) Pues en vano me honran, Enseñando
como doctrinas, mandamientos de hombres.
Y tenemos seguridad de nuestra salvación y de la vida eterna porque el Espíritu mismo nos
da testimonio de que somos hijos de Dios (Romanos 8:15-17) Pues no habéis recibido el
espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el
espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre! 16 El Espíritu mismo da
testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios. 17 Y si hijos, también
herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos
juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados.
Tenemos que comprender que vivir en el espíritu comienza primeramente en nuestra mente,
EN NUESTROS PENSAMIENTOS, pues son nuestros pensamientos los que gobiernan
nuestras acciones, es por eso que la renovación del Señor por medio del Espíritu Santo en
nuestra vida comienza primeramente en nuestra mente para no andar en vanidades que no
agradan a Dios, en vanidades que no traen provecho alguno a nuestra vida ( Efesios 4:17)
Esto, pues, digo y requiero en el Señor: que ya no andéis como los otros gentiles,
que andan en la vanidad de su mente, Vivir en el Espíritu es dejar nuestra pasada manera
de vivir por medio de la renovación que tiene que ocurrir primeramente en nuestros
pensamientos por medio de la obra del Espíritu Santo en nosotros
(Efesios 4:22-23) En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre,
que está viciado conforme a los deseos engañosos, 23 y renovaos en el espíritu de
vuestra mente,
Como cristianos tenemos que comprender algo muy importante: CUANDO NUESTROS
PENSAMIENTOS ESTÁN ENFOCADOS EN LAS COSAS DEL MUNDO, EN LOS
PLACERES DE LA CARNE, EN LAS VANIDADES QUE EL MUNDO OFRECE, NO
VIVIMOS EN EL ESPÍRITU SINO QUE NOS VOLVEMOS ENEMIGOS DE DIOS
(Romanos 8:7) Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no
se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden;
Santiago 4:4 ¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad
contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de
Dios.
Tenemos que comprender y reconocer que nuestra deuda en agradecimiento, lealtad, amor,
compromiso y adoración es con nuestro Dios, NO CON LA CARNE, pues vivir en la carne
solo trajo a nuestra vida esclavitud, destrucción, angustia, amargura, fracaso, dolor, etc.
Por eso debemos vivir en el Espíritu, PARA AGRADAR A AQUEL QUE DIO TODO POR
AMOR A NOSOTROS, PUES SOMOS DEUDORES POR CAUSA DE SU MISERICORDIA.