Wacquant. El Advenimiento de La Marginalidad Avanzada1
Wacquant. El Advenimiento de La Marginalidad Avanzada1
Wacquant. El Advenimiento de La Marginalidad Avanzada1
El advenimiento de la marginalidad
avanzada: características e implicaciones
! Entre los estudios destacados sobre este tema, se pueden señalar a Glas-
gow (1981), Wilson (1987 y 1993), Jencks y Peterson (1991), Massey y Denton
(1993), Moore y Pinderhughes (1993) y Katz (1995). bara una descripción de la
266
LOS CONDENADOS DE LA CIUDAD
- Se formula
y estadounidense por
que sea que digan los medios y los intelectuales presionados por
!
268 LOS CONDENADOS DF LA CIUDAD
aumentar”.
272 LOS CONDENADOS DE LA CIUDAD
»
y cultural, ausencia de perspectivas y de proyecto para controlar cl futuro,
etc.
> > 7 ?
(Castel, 1995: 427).
274 LOS CONDENADOS DE LA CIUDAD
>an dad
yala
pertenene ia étnica o al estatuto del inmigrante poscolonial, a los
que dicha contaminación no se reduec aun cuando estén estrecha-
13 Tensta es un barrio del suburbio norte de Estocolmo con una fuerte con-
centración de inmigrantes y desocupados. En la Suecia de finales de siglo, los
“barrios con problemas” (problemomráde), como Rinkeby en Estocolmo y Rosen-
gárd en Malmó, son hzbitual y abiertamente designados con el casi sinónimo de
“barrios con fuerte densidad de inmigrantes” (invandrartáta omráden). Un eufe-
mismo casi similar se emplea en Holanda para designar las zonas de relegación
urbana: achierstandswtjken y concentratiebuurien (Uitermark, 2003). :
tades pero no soy de allí, nada tengo que ver con los que viven allí”.
Otro invita al enólogo a no confundir la citécon un barrio “porque
en un barrio está todo el mundo [...] mientras que aquí lo único
que hay es mierda” (Pétonnet, 1982: 149). Del mismo modo, se ha
visto que los habitantes del gueto de Chicago niegan pertenecer
a la microsociedad del barrio y se empeñan en tomar y marcar
distancia con un lugar y una población que saben universalmente
despreciada y de la cual los medios, los discursos políticos y cierta
producción académica dan sin cesar una imagen envilecida.
Sc podría citar aquí una cantidad de obras sobre las banlieues populares que
han inundado las librerías francesas estos últimos años, donde el racismo de
clase
pelea un lugar con cl fantasma del peligro extranjero. Se citará uno solo, cuyo
útulo resume bien la visión: Cités hors la loi. Un autre monde, une jeunesse qui
impose
ses lois (Henni y Mariner, 2002) [Cités fuera de la ley. Otro mundo, una
juventud
278 LOS CONDENADOS DE LA CIUDAD
que impone sus leyes]; Martinet es un periodista de France 2, uno de los medios
creadores del mito mediático de la explosión de “problemas” en los suburbios.
Con el pretexto del análisis y la alerta cívica, estos libros participan del
discurso
de desprecio dirigido hacia los barrios de exilio y abogan por la deportación de
sus habitantes,
15 Habría que estudiar desde esta óptica el modo en que la leyenda demo-
níaca de la underclass (paradójicamente promovida también por los investigadores
progresistas) ha contribuido a legitimar, por un lado, la “reforma” de la ayuda
social que instauró la workfare en los Estados Unidos en 1996 y, por otro, la
política
de destrucción masiva de los grandes complejos del gueto con el pretexto de los
supuestos beneficios de la dispersión espacial para los pobres oficializada por
la
Quality Housing and Wok Responsibility Act de 1998 (Crump, 2003).
XA
sino agravar los d.lemas a los que se enfrentan y las múltiples fisu-
1 Las referencaas selectivas que siguen se han insertado para señalar los tra-
bajos existentes que proveen modelos, materiales o pistas posibles para un
análisis
más detenido o incluso indicaciones para la comparación y la crítica.
Para los sociólogos que pretenden (re) construir una teoría glo-
bal de las sociedades contemporáneas, los dualismos urbanos de
este cambio de siglo constituyen una prueba crucial y plantean con
urgencia la cuestión de la adecuación de los marcos conceptuales y
de los enfoques analíticos heredados de una era de la organización
capitalista hoy transformada. ¿Se deben considerar las categorías
amalgamadas bajo los términos imprecisos de “excluidos” en Fran-
cia y de underclass en los Estados Unidos —cuyos referentes empí-
ricos son a la vez inestables e incoherentes — como si todavía for-
maran parte de una “clase obrera” o popular aun cuando esta clase
*S Entre los trabajos que participan del notable florecimiento de los citi-
2enship studies orientados hacia el frente de las desigualdades urbanas, citemos
Bonamama (1992), Morris (1994), Soysal (1994), Roche y Van Berkel (1997) y
Crouch el al. (2001).