Felicia García
Felicia García
Felicia García
Tweed de Felicia García antes de suicidarse. La escena fue grabada presumiblemente con un
teléfono móvil o Smartphone por alguno de los participantes y difundida a otros estudiantes del
mismo instituto. Tan sólo unos días más tarde la adolescente se arrojó a las vías del tren delante
de sus compañeros de clase, tras entregarle el móvil a una amiga. Algunas fuentes declararon
que la chica sufrió insultos en voz alta por alguno de sus acosadores en el mismo andén
momentos antes de suicidarse.
Según testimonio de algunos compañeros a la prensa, después de tener sexo con ella en una
fiesta posterior a un partido, los chicos no dejaron de meterse con ella, acosándola
constantemente. Aunque el acoso venía de atrás, según han declarado algunos estudiantes que
la conocían, a raíz de una relación que mantuvo con un miembro del equipo de fútbol
americano. Esto inició un acoso tanto presencial como a través de Facebook, donde sufrió
numerosos insultos.
Dos días antes había expresado en Twitter «I cant, im done, I give up» (No puedo, ya está, me
rindo). También había publicado fotos suyas con la palabra «depressed» (deprimida)
sobreimpresionada. Anteriormente había sufrido acoso escolar pero había sabido defenderse y
reaccionar positivamente, según cuentan sus compañeros. Según algunas fuentes pocas horas
antes de arrojarse al tren, había publicado en Instagram fotos suyas en las que se podían ver
señales de una paliza.
Al parecer Felicia no fue presionada para realizar los actos sexuales grabados, sino que fue la
grabación de dichos actos lo que ella no había consentido: esta filmación y difusión además de
suponer un grave delito, fue lo que agravó el acoso y consecuente padecimiento psíquico que
sufrió en los días anteriores a su suicidio.
El colegio trató de intervenir en cuanto tuvo conocimiento del caso de bullying, reuniéndose con
ella y con el supuesto cabecilla del bullying, un compañero de 17 años. Incluso Felicia habló con
alguno de los presuntos iniciadores del acoso, según se ha sabido, para tratar de reconducir la
situación. La policía exculpó a los chicos que aparecen en el vídeo manteniendo relaciones
sexuales con la chica, al constarles que era consentida, pero siguen investigando el caso, incluso
mediante el análisis de los perfiles de Facebook de todos los estudiantes en busca de evidencias
de acoso e intimidación.
Este caso se suma al reciente suicidio de Amanda Todd, también de 15 años, en el que también
hubo un acoso derivado de una imagen, auto producida en aquel caso, y usada para someterla a
sextorsión. En el caso de Felicia, como en el de Amanda, han aparecido ya muestras de
ciberbullying post-mortem en forma de comentarios e imágenes que hacen burla de su trágica
muerte.
Un estudio recién publicado alerta sobre el aumento de casos de ciberbullying que acaban en
suicidio. Así, en Irlanda por ejemplo han trascendido varios casos en las últimas semanas: Ciara
Pugsley, de 15 años y Erín Gallagher, de 13.
Según otro estudio del Centro de Investigación sobre Delitos contra los Niños de la Universidad
de New Hampshire, en un 17% de los casos de sexting que llegaron a la policía estadounidense
durante los años 2008 y 2009 se había producido difusión no autorizada de sexting. En dos de
cada tres casos las imágenes mostraban los genitales o relaciones sexuales, y por tanto serían
pornografía infantil según las leyes federales de los EE.UU.
Debemos recordar que el sexting no siempre se hace con el consentimiento de todas las
personas implicadas, cuando aparecen varias personas en la imagen, y que una de ellas —
habitualmente quien realiza la grabación— puede acabar distribuyéndolas, añadiendo a los
peligros y delitos habituales en el sexting autogenerado, el delito de grabar y/o difundir sin
permiso una imagen íntima de otra persona, una forma de violencia sexual digital que podría ser
castigado con la cárcel próximamente en España.