Invetigación-Docencia-Militancia

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N 41

Noviembre / 2015

ISSN 2073-0810

EDUCACIÓN POPULAR,
CIENCIAS SOCIALES Y UNIVERSIDAD
Comité Editorial:
Oscar Jara Holliday. Presidente, CEAAL.
Nélida Céspedes Rossel. Secretaría General, CEAAL.
Lola Cendales González. Dimensión Educativa, Bogotá, Colombia.
Alfonso Torres Carrillo. Universidad Pedagógica Nacional, Colombia.
Jorge Osorio Vargas. Facultad de Educación. Universidad de Playa Ancha,
Valparaíso, Chile.

Coordinación de este número


Edgardo Alvarez Puga.
Programa Interdisciplinario de Investigaciones en Educación, Chile.

CONSEJO DE EDUCACIÓN POPULAR DE Corrección de estilo


AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE Sonia Henríquez Gil

Diagramación e impresión
Comité Ejecutivo y Directivo Tarea Asociación Gráfica
Presidente: Oscar Jara Pasaje María Auxiliadora 156–164, Breña. Lima 5, Perú
Secretaría General: Nélida Céspedes
Tesorero: Edgardo Álvarez Hecho el Depósito legal en la Biblioteca Nacional del Perú Nº 2012-00817
Fiscal: Yadira Rocha
Co Fiscal: Thais Bernardes Fotos de la portada e interiores:
Archivos del CEAAL y autores de los artículos
Región Andina: Iliana Malito Toda colaboración o correspondencia debe dirigirse a La Piragua:
Región Brasil: Joao Werlang Parque Osores 161, Pueblo Libre. Lima 21, Perú
Región Caribe: Nicomedes Castro Telefax: (51–1) 3327404
Región Centroamérica: Silvio Gutiérrez Teléfono (51–1) 4240997
Región Cono Sur: Cira Novara info@ceaal.org/www.ceaal.org
Región México: Rosa Elva Zúñiga
Auspiciado por
Programa Latinoamericano de apoyo a la DVV International
sistematización del CEAAL: Oscar Jara, BMZ Ministerio Federal de Cooperación Económica y Desarrollo
CEAAL Consejo de educación popular de américa latina y el caribe
Rosa Elva Zúñiga
Grupo de trabajo de Incidencia en Política
Educativa: Francisco Cabrera
Grupo de trabajo de Movimientos Sociales:
Ana Bickel, María Rosa Goldar
Grupo de trabajo de Economía Solidaria:
Celina Valadez
Grupo de juventudes: Nicolás Vargas,
Julio López
Grupo de trabajo de Educación y Paz:
Edgardo Alvarez, Iliana Malito

Presidentes Honorarios
Paulo Freire +
Carlos Núñez+
Orlando Fals Borda +
Raúl Leis +
Fernando Cardenal (Nicaragua)
Pedro Pontual (Brasil)
Nydia Gonzales (Cuba)
ÍNDICE

EDITORIAL

Edgardo Alvarez Puga. Chile 5

DEBATES DE FONDO

La Investigación Acción Participativa: Entre las ciencias sociales y 11


la educación popular
Alfonso Torres Carrillo. Colombia

Formar sujetos pertinentes de acción y de estudio. La educación popular 21


en la formación de los profesionales
Alfredo Manuel Ghiso Cotos. Colombia

De la Investigación participativa fundacional a la Investigación–Acción 29


Participativa Pro–común. Ensayo memorial desde la historia de la
educación popular latinoamericana y las redes del CEAAL
Jorge Osorio Vargas. Chile

Conexiones necesarias: la educación popular en la universidad 35


Danilo R. Streck, Carolina Schenatto da Rosa. Brasil

El ingreso de la educación popular a la universidad 44


Miryam Zúñiga Escobar. Colombia

PRODUCIR CONOCIMIENTO TRANSFORMADOR

Producir conocimientos desde las prácticas de acción social 55


de las universidades. Sistematización de experiencias de Extensión
universitaria en Costa Rica 2013–2014
Oscar Jara Holliday. Costa Rica

Investigación, docencia y militancia en educación popular. Aportes 70


a partir del recorrido del GEMSEP en Argentina
Paola Rubinsztain, Shirly Said y Fernando Atratta. Argentina

APUESTAS FORMATIVAS

La multiversidad franciscana de América Latina. Maestría 79


de Educación popular (1991–2015)
Pilar Ubilla y Blanca Acosta. Uruguay
Romper, romper, romper: subvertir el orden de lo educativo. La experiencia 84
de los posgrados de la Universidad Campesina Indígena en red
Benjamín Berlanga Gallardo. México

Apostando por la formación de educadores populares. La experiencia 93


del Diplomado de educación popular. CEAAL y Universidad Antonio Ruiz
de Montoya
Nélida Céspedes Rossel. Perú

Maestría en educación con énfasis en educación popular y desarrollo 104


comunitario
Jorge Rojas Valencia. Colombia

La importancia de pensar la recreación desde la educación popular 116


Guillermina Mesa Cobo. Colombia

Una especialización para romper imaginarios. Educación popular 125


en una institución docente formal
Equipo de Especialización del Sagrado Corazón. Argentina
Paola Rubinsztain Shirly Said Fernando Stratta

INVESTIGACIÓN, DOCENCIA Y MILITANCIA


EN EDUCACIÓN POPULAR
Aportes a partir del recorrido del GEMSEP en Argentina

Resumen Tras ello, nos detendremos en señalar algu-


nas tensiones y desafíos, tales como la doble
En este artículo nos proponemos describir y inserción como educadores populares/activis-
analizar nuestro recorrido como Grupo de Es- tas de movimientos e investigadores sociales;
tudios sobre Movimientos Sociales y Educación el estudio de prácticas de Educación Popu-
Popular (GEMSEP), un colectivo creado en lar (EP) sobre/desde/hacia los movimientos y
2008 por jóvenes investigadores, graduados organizaciones; y la inclusión de la EP como
recientes y estudiantes de Ciencias Sociales de objeto de enseñanza y perspectiva de trabajo
la Universidad de Buenos Aires (UBA) que, a con estudiantes universitarios y educadores.
su vez, éramos –y somos– activistas de distin-
tos movimientos y organizaciones sociales. Introducción

E
Buscamos trazar ciertas coordenadas de épo- n Argentina, la Educación Popular ha
ca para enmarcar nuestro surgimiento, en sido escasamente tratada desde ámbitos
particular las discusiones que se (re)abrían académicos, ya sea en la producción de
respecto de la figura del cientista social, y pre- investigaciones como en la inclusión de dicha
sentar sucintamente las tradiciones y debates tradición como objeto de enseñanza. El acervo
teóricos en los que abrevamos como equipo, de pensamiento y práctica pedagógica de la EP,
además de las principales líneas de acción ha circulado principalmente en los márgenes
que desarrollamos. o por fuera de los espacios universitarios. No

Paola Rubinsztan. (Bs. As., 1980). Licenciada y Profesora en Sociología (UBA). Integra el equipo GEMSEP. Sus campos de investigación
e intervención profesional se vinculan con la educación popular, la educación de jóvenes y adultos y las prácticas pedagógicas en movi-
mientos sociales (temáticas presentadas en congresos y revistas). Actualmente se desempeña como docente de nivel superior. Participó
como educadora en Bachilleratos Populares de Jóvenes y Adultos y colabora en instancias de formación docente.

Shirly Said. Licenciada en Sociología en la Universidad de Buenos Aires (UBA) y Técnica en Periodismo General (TEA). Actualmente
Doctoranda en Ciencias de la Educación por la UBA y becaria doctoral CONICET. Investigadora del GEMSEP–UBA y del Grupo de Estu-
dios sobre Jóvenes, Cultura y Política en entornos nacionales que dirige la Dra. Miriam Kriger. Docente en ejercicio.

Fernando Stratta. Sociólogo y Magister en Investigación Social por la Universidad de Buenos Aires. Integrante del equipo GEMSEP.
Profesor de Historia Económica Contemporánea (UNLa), de Filosofía Política (UNSAM) y docente en el Seminario de Investigación
Educación Popular y Movimientos Sociales, de la carrera de Sociología (UBA).

70 La Piragua N° 41
obstante, en el contexto reciente, observamos En la elaboración de este escrito retomamos
indicios de cambio. A la par de la emergen- críticamente los documentos producidos a lo
cia de diversas experiencias que reivindican la largo de estos años: memorias de trabajo del
EP como tradición pedagógica orientadora, en equipo, proyectos y documentos de investi-
ámbitos universitarios ha tenido lugar la confor- gación, materiales de discusión, propuestas
mación de equipos de investigación y docencia didácticas, registros de talleres y encuentros.
que asumen la tarea de analizar y enseñar di- Además, recuperamos nuestra memoria co-
chos procesos actuales. lectiva sobre el camino andado y los nudos
problemáticos que nos inquietan sobre la
En este marco, podemos situar al Grupo de práctica.
Estudios sobre Movimientos Sociales y Edu-
cación Popular (GEMSEP), que conforma- El GEMSEP en el marco de algunas
mos en el año 2008 jóvenes investigadores, coordenadas de época
graduados recientes y estudiantes de cien-
cias sociales, de la Universidad de Buenos A partir del ciclo de luchas sociales de resis-
Aires (UBA), a su vez, activistas de distintos tencia al neoliberalismo abierto en los años 90
movimientos. El equipo se ha abocado, por en Argentina –que tuvo su punto más alto de
una parte, a la investigación de iniciativas expresión en la rebelión popular de diciembre
de EP, especialmente de los Bachilleratos de 2001, surgió un vasto conjunto de colecti-
Populares de Jóvenes y Adultos (BP), im- vos artísticos, culturales, territoriales, comuni-
pulsados en Argentina por organizaciones cacionales con diferentes registros (documen-
territoriales, movimientos de desocupados, tales, periodísticos, de intervención urbana).
fábricas recuperadas, etcétera. Por otra par- En el campo científico, esto trajo profundos
te, desarrolla instancias formativas en la te- cuestionamientos a la relación entre investi-
mática, tanto en ámbitos académicos como gación y sociedad o, en otros términos, entre
fuera de ellos, destinadas a estudiantes de ciencia y compromiso social. Para presentar-
grado, docentes y miembros de organizacio- lo de forma esquemática, se distinguían dos
nes sociales. extremos contrapuestos en torno al lugar que
debía ocupar el investigador/intelectual. Por
En el presente artículo describimos y analiza- un lado, la figura del intelectual académico
mos nuestro recorrido como GEMSEP. Consi- que asume un punto de vista neutral y objeti-
deraremos ciertas coordenadas de época en vo. Para este investigador, la distancia con el
las que se inscribe el surgimiento del colec- objeto es el reaseguro de la “objetividad” de
tivo, en particular las discusiones que se (re) sus resultados. En otro extremo, la figura del
abren respecto de la figura del cientista social. intelectual militante que, inmerso plenamente
Luego, señalaremos sucintamente las tradicio- en las organizaciones sociales, se encuentra
nes y debates teóricos en los que abrevamos imposibilitado de tener una mirada crítica y
como equipo y las principales líneas de acción está más bien condenado a reproducir la vi-
desarrolladas. Tras ello nos detendremos en sión de los actores sociales.
señalar algunas tensiones y desafíos referi-
dos: i) a la doble inserción como educadores Ante esta polaridad, Svampa (2008) sostie-
populares/activistas de movimientos e inves- ne que es necesario conjugar ambas figuras
tigadores sociales, ii) al estudio de prácticas a partir de pensar al intelectual/investigador
de EP sobre/desde/hacia, los movimientos y como un anfibio capaz de habitar y recorrer
organizaciones y iii) a la EP como objeto de tanto el mundo académico como el militante.
enseñanza y perspectiva de trabajo, tanto con Desde nuestra perspectiva, esta propuesta no
estudiantes universitarios como con educado- resulta fructífera en tanto mantiene escindi-
res en ejercicio. dos el campo de la producción del saber (in-

Producir conocimiento transformador 71


terpretación) del campo en que transcurre la do su principal interlocutor. En consonancia
realidad (acción), destinando a la pericia del con sus objetivos, han exigido cinco reivindi-
intelectual la tarea de trazar puentes entre caciones básicas: becas para los estudiantes,
ambos. títulos oficiales, salarios para los docentes,
financiamiento integral y marcos normativos
Por el contrario, desde el GEMSEP creemos propios (GEMSEP, 2015: 17).
que no se trata de discernir en qué campo
arraigar el trabajo intelectual (si en el cam- En la actualidad, existen más de ochenta BP
po académico, en el militante, o como anfi- en todo el país, mayormente en la Ciudad y
bio entre ambos) sino, fundamentalmente, re- la Provincia de Buenos Aires, en el marco de
flexionar acerca de qué tipo de conocimiento organizaciones con diferentes recorridos, posi-
se genera desde una práctica intelectual es- cionamientos político–ideológicos y actitudes
pecífica. Concebimos la labor del intelectual/ hacia la política institucional. Desde el GEM-
investigador mucho más cercana a la figura SEP hemos seguido de cerca sus procesos de
del educador popular, que busca poner en articulación y ruptura, y llevamos adelante ac-
común los saberes para crear un nuevo co- tividades para promover la reflexión sobre su
nocimiento que, en el mismo proceso de in- experiencia, como se detalla más adelante.
vestigar, transforme la realidad. Entendemos
que la posibilidad de constituir una nueva ge- Tradiciones teóricas de referencia y líneas de
neración intelectual no descansa en resolver acción desarrolladas
la tensión entre investigador/a académico/a
vs. investigador/a militante, sino en la inven- A lo largo de la historia el término “educación
ción de una praxis cooperativa y plural, que se popular” ha sido objeto de múltiples interpre-
sepa proyecto colectivo. taciones en disputa, y ha estado presente tan-
to en los ideales civilizatorios de las nacientes
Con este horizonte, el GEMSEP se ha concen- naciones latinoamericanas como en las más
trado en estudiar y nutrir la experiencia de los recientes capacitaciones laborales de empre-
Bachilleratos Populares (BP), en ella la mayo- sas multinacionales. Para especificar nuestra
ría de sus integrantes eran activistas. Se tra- opción teórica, desde el GEMSEP nos refe-
ta de escuelas medias para jóvenes y adultos renciamos en aquellas corrientes pedagógicas
que surgen en Argentina a partir de 2004, en y socio–educativas que, desde una perspec-
aquellas organizaciones territoriales y fábricas tiva crítica, procuran fortalecer proyectos de
recuperadas que habían cobrado mayor visibi- transformación social, y nos identificamos con
lidad en el contexto de resistencia y participa- aquella educación de y para el pueblo que
ción social en torno a la crisis de 2001. Ante promueve la formación de sujetos problema-
el inicio de un período de mayor intervención tizadores de sus realidades, tal como plantea
estatal (Svampa, 2007), muchas organizacio- Paulo Freire, capaces de organizarse y luchar
nes parieron estas escuelas con un horizon- por su liberación. A su vez, reconociendo las
te dual: la construcción de poder popular en contribuciones y los límites de las teorías re-
los territorios, mediante la praxis de la EP y productivistas en educación y de la corriente
la organización autogestiva, y, en simultáneo, crítica norteamericana, apostamos a la bús-
la interpelación al Estado como garante del queda y promoción de experiencias de resis-
derecho a la educación de todos los sectores tencia y construcción de nuevas prácticas en
sociales (Elisalde, 2008). En este sentido, el sistema educativo. En este sentido, propo-
además de sostener espacios áulicos, talleres, nemos una “ecología de saberes”, como plan-
asambleas de docentes y estudiantes e ins- tea Boaventura de Sousa Santos (2010), don-
tancias de formación y reflexión pedagógica, de se pongan en diálogo los saberes populares
los BP comenzaron a encabezar instancias de con los saberes académicos para disputar los
conflicto en la escena pública siendo el Esta- sentidos hegemónicos en el campo educativo.

72 La Piragua N° 41
Como equipo de investigación en/desde/so- Como GEMSEP, hemos llevado adelante ini-
bre movimientos sociales, una de las apues- ciativas en ámbitos académicos como en los
tas teóricas es la de repensar la producción propios territorios de los movimientos socia-
académica en los estudios de movimientos les, promoviendo el mutuo entendimiento en-
sociales, tanto en su escuela europea como tre campos de saberes diversos. En el marco
norteamericana. Al respecto sostenemos que de los BP hemos realizado Talleres de Investi-
un ejercicio de apropiación de estas teorías gadores/as Populares con estudiantes y egre-
implica un análisis crítico del contexto de re- sadas, encuentros de debate político–pedagó-
cepción y su contrastación con las especifici- gicos, y puesta en común de las conclusiones
dades regionales. En tal sentido, afirmamos preliminares de nuestro trabajo de campo. En
la complementariedad entre las teorías de los todos los casos hemos procurado la apertura
movimientos sociales y el análisis de las cla- al intercambio con los protagonistas de estas
ses sociales, retomando la tradición hetero- experiencias, para acompañar la reflexión so-
doxa del marxismo latinoamericano, como así bre su práctica.
también la propia reflexión sobre movimientos
sociales surgida en nuestro continente en las En términos de investigación hemos desarro-
últimas décadas. llado varios proyectos con sede en el Instituto
de Investigaciones Gino Germani de la Facul-
Por otra parte, tomamos como referencia tad de Ciencias Sociales, UBA. Procurando
epistemológica a la Investigación Acción Par- interpretar necesidades en términos de sabe-
ticipativa (IAP), cuyo principal referente es el res teóricos, presentes entre los BP, fuimos
colombiano Orlando Fals Borda. Este enfoque desplegando focos de indagación de distinta
pretende articular la investigación con la inter- escala: desde retratar micro–experiencias,
vención social y los conocimientos científicos hasta aproximarnos a la coyuntura educativa
con los saberes–hacer de las comunidades lo- más amplia y el papel del Estado en ella. En
cales, poniendo en primer término la acción el 2015 llevamos adelante el Primer Releva-
como lugar de validación de cualquier teoría y miento Nacional de Bachilleratos Populares,
dando primacía a los saberes prácticos (Fals cuyo objetivo es producir conocimiento en tor-
Borda, 1993). no a las dimensiones y características de estas

Producir conocimiento transformador 73


experiencias educativas en todo el país. A la el objeto) habilita toda una serie de pregun-
vez, participamos de espacios de intercambio tas/ problema para la investigación que se
de saberes académicos (jornadas, congresos) mantienen invisibilizadas para un observador
relativos a las temáticas educativas y a las ex- “neutral”.
periencias de Movimientos Sociales.
Esta práctica de investigación implica con-
En cuanto a la docencia, coordinamos espa- templar nuevos espacios de validación del co-
cios de formación en EP y “didáctica crítica” nocimiento (Longa y Stratta, 2009), en tanto
en universidades nacionales –en General Sar- momentos de reflexión conjunta con todos
miento (UNGS) y San Martín (UNSAM)–, y or- aquellos que participan en el proceso de in-
ganizamos un seminario de investigación en la vestigación. Las instancias de validación re-
temática en la Facultad de Ciencias Sociales, sultan tan e incluso más importantes que las
de la UBA. estrictamente científicas, como los congresos
o las revistas con referato.
Alcances y desafíos
Esta doble pertenencia nos ha llevado a agrie-
Nos interesa plantear brevemente algunos al- tar los protocolos institucionales, por ejemplo,
cances y ciertos desafíos de nuestro recorrido. tornando difusas las estructuras de cátedra en
Consideramos ejes que nos interpelan como tanto instancias jerarquizadas. En este caso,
equipo en particular, pero entendiendo que la construcción horizontal del programa de
constituyen tensiones significativas para pen- enseñanza y la rotación de roles en el espa-
sar en términos más generales las articulacio- cio del aula son características necesarias.
nes entre EP y universidad y los sujetos que Asimismo, en cuanto equipo de investigación,
construyen praxis entre ambos campos. nos ha permitido la adopción de prácticas de-
mocráticas de decisión –incorporando lógicas
Una doble inserción: educadores popu- propias de los movimientos sociales como las
lares/activistas de movimientos e inves- asambleas de base y las instancias de forma-
tigadores sociales ción– que nos habilitan construir, aunque de
manera marginal, nuestro propio espacio de
Desde su constitución, el GEMSEP nació con inserción académica.
una doble pertenencia de sus integrantes: en
tanto militantes de organizaciones popula- El estudio de prácticas de EP sobre/des-
res y educadores en BP, y también recono- de/hacia los movimientos sociales
ciendo nuestra formación universitaria como
investigadores/as. Esto no fue vivenciado Como educadores/investigadores fuimos defi-
como instancias escindidas, por el contrario, niendo ejes de indagación en EP a partir de
la apuesta fue por subvertir las lógicas ver- procesar colectivamente sobre qué asuntos
ticales e individualistas hegemónicas en el resultaba significativo producir conocimiento,
campo académico. Desde allí cuestionamos considerando que ello constituyera un insumo
el paradigma de la neutralidad valorativa en para las propias experiencias.
la tarea científica. Partimos del supuesto de
reconocer que toda práctica de investigación Una primera línea apuntó a sistematizar y
requiere de un lugar desde donde enunciar- analizar aspectos pedagógicos y organizativos,
se. No existe la labor intelectual incomunica- tomando como referentes empíricos casos en
da de un entorno, si esto no se reconoce, se los que teníamos inserción o proximidad. Una
corre el riesgo de aspirar a un falso objetivis- segunda línea se dedicó a las relaciones de
mo. En tal sentido, afirmamos que una ma- los BP con “lo estatal”. Por una parte, nos
yor implicación con los procesos estudiados abocamos a estudiar las políticas oficiales re-
(o, si se prefiere, una menor “distancia” con cientes en el área de la Educación de Jóvenes

74 La Piragua N° 41
y Adultos (EDJA), especialmente programas vez, han sido “objetos significativos” para los
de terminalidad de estudios secundarios que BP. Una vez más, el desafío es participar en la
comenzaron a masificarse a nivel nacional en construcción de saber teórico, pero necesaria-
2010–2011. Entendíamos que profundizar en mente en diálogo con los saberes y prácticas
el conocimiento de estas políticas constituía que se construyen en lo cotidiano entre “los y
una necesidad para avanzar en la caracteriza- las de abajo”. En este sentido, dejamos atrás
ción del nuevo escenario, ahora con una fuer- la vieja oposición academia–saber popular,
te presencia estatal, distinta a la escasez de tantas veces criticada por Freire.
políticas para la EDJA de los primeros tiempos
de los BP (2004–2006). Las iniciativas es- En segundo término, sin desconocer el valor
tatales, a su vez, están retomando el marco de la documentación, descripción y sistema-
de la EP –al menos en los documentos de las tización de información sobre el desarrollo
políticas y en la retórica de funcionarios– lo de los BP y su contexto, aún supone un reto
que nos instó a repensar también qué con- como equipo avanzar en apuestas de teoriza-
dicionamientos presentan programas de EP ción, asunto tampoco novedoso que nos sigue
impulsados “desde arriba”. Por otra parte, en atravesando como nueva generación de inves-
esta segunda línea de trabajo, preocupada por tigadores en estas temáticas.
las vinculaciones entre escuelas populares y
Estado, estamos reconstruyendo las perspec- En tercer lugar, resulta un desafío la exploración
tivas de los funcionarios de distinta jerarquía de instancias de intercambio con los propios
–ministros, cuadros técnicos y administrati- actores de los procesos que estudiamos, aque-
vos– que fueron entablando diálogos y nego- llo que nombramos más arriba como alternati-
ciaciones con los BP en el proceso de lucha vas de “validación del conocimiento”. La moda-
por la obtención de reconocimiento oficial. lidad de devolución ha variado entre encuentros
Interesa reconocer las regulaciones estatales de puesta en común, talleres de formación a
ante las demandas populares por el derecho partir de hallazgos, hasta envío de cuadernillos
educativo. de debate. Sigue pendiente ensayar espacios
de devolución o validación, e indagar acerca de
Una tercera línea se ha abocado a reconstruir los “usos” de los materiales producidos por el
y analizar el recorrido de los espacios de nu- GEMSEP por parte de las organizaciones. Por
cleamiento gremial y pedagógico del BP. Por otra parte se presentan discordancias entre los
último, un eje reciente, como señalamos más tiempos de investigación –de relevamiento de
arriba, se está concentrando en producir infor- información, procesamiento y escritura– y los
mación cuantitativa acerca del conjunto de los tiempos de las organizaciones y las coyunturas
BP a nivel nacional. en las que están inmersas.

En términos de metodologías de investigación, La EP como objeto de enseñanza


nos hemos valido de distintas técnicas, entre-
vistas, encuestas y análisis de documentos En la actividad docente del GEMSEP se dis-
(memorias producidas desde las mismas ex- tinguen dos líneas de trabajo con su propia
periencias, textos de políticas, etcétera). especificidad: la formación de estudiantes de
Ahora bien, en este itinerario de producción grado en el análisis de proyectos en marcha
de conocimiento sistematizado nos encontra- de EP y la formación destinada a educadores
mos con diversos desafíos, cabe detenernos (docentes del sistema, educadores populares,
en algunos de ellos. En primer lugar, las lí- talleristas, miembros de organizaciones).
neas de investigación descritas han requerido
ser “objetos dignos” para la academia, puesto En el primer caso, la formación en los núcleos
que fuimos presentando proyectos de investi- centrales de la EP se complementa con el he-
gación reconocidos institucionalmente y, a su cho de brindar herramientas teórico–metodoló-

Ir al Indice Producir conocimiento transformador 75


gicas para el estudio de experiencias concretas. En este escenario asumimos el desafío, en
Para aproximar a los estudiantes universitarios la incomodidad del intersticio, de seguir in-
a las experiencias les proponemos la realización terrogando lo hecho. Buscamos revisar perió-
de prácticas de investigación en BP, y también dicamente nuestros objetivos para realizar un
organizamos charlas con actores vinculados a aporte real a los movimientos, intentando, a
la EP (educadores, maestros alfabetizadores de su vez, cuestionar los protocolos instituidos,
los años ’70, etcétera) promoviendo la relación a fin de erosionar cierto sentido común ligado
universidad–movimientos. al objetivismo, la neutralidad y la verticalidad
y buscar, como hemos dicho en varias ocasio-
Acercar el estudio de la EP y sus expresio- nes, “que la universidad se pinte de pueblo”.
nes actuales a una carrera universitaria –como
materia curricular optativa– ha resultado un
desafío, se han visto convocados estudiantes
con participación social y política diversa y Bibliografía
también estudiantes sin esos recorridos pre-
vios. Hemos procurado tensionar imágenes Elisalde, R. (2008): “Bachilleratos Populares en em-
estereotipadas de la EP y orientar a los estu- presas recuperadas y organizaciones sociales”, en
diantes para evitar “medir” cuánta EP se ob- Revista Novedades Educativas, Edición 209, Bs.
serva, por ejemplo, en escuelas populares. Por As., Noveduc.
el contrario, entendemos que se trata de reco-
nocer las complejidades y contradicciones de Fals Borda, O. et al. (1993): Investigación–Acción–Par-
las prácticas en marcha, sin que ello les quita ticipativa. En: Documentación Social, 92, Madrid.
valor político–pedagógico. Por su parte, en las
instancias de formación destinada a educado- Fals Borda, O. (1985): Conocimiento y poder popu-
res se nos han presentado otros retos. Entre lar. Bogotá: Siglo XXI.
ellos, la problematización de un asunto aún
abierto, como es la resignificación de la EP GEMSEP (2015): “Debates en y desde los Bachilleratos
para contextos escolares: ¿cómo se articulan Populares: Estado, sindicatos y pedagogías populares”,
los saberes pedagógicos de la EP con los sa- en 10 años de Bachilleratos Populares en Argentina,
beres disciplinares? Cuadernillo de debate Nº1, Marzo de 2015, mimeo.

Algunas palabras de cierre Longa, F y Stratta, F (2009): Ese claro objeto del
deseo. Apuntes sobre compromiso intelectual y
Los desafíos planteados han guiado las discu- prácticas de investigación. Buenos Aires: XXIV
siones y prácticas del grupo desde los comien- Congreso ALAS.
zos. Identificamos que a lo largo de nuestro
recorrido hemos generado distintos espacios Santos, Boaventura de Sousa (2010): Refundación
de producción y reflexión, y nos hemos inser- del Estado en América Latina: perspectivas desde
tado en otros preexistentes, buscando introdu- una epistemología del Sur. Plural editores.
cir debates y formas de construcción de cono-
cimiento contrahegemónicos. Sin embargo, la Svampa, M (2008): Cambio de época. Movimientos
tensión no deja de estar presente: las lógicas sociales y poder político. Buenos Aires: Siglo XXI/
y requisitos académicos no siempre coinciden CLACSO.
con las necesidades e intereses de los mo-
vimientos y organizaciones sociales, más aún Svampa, M. (2007): “Las fronteras del gobierno
en un contexto social dinámico, en el que la de Kirchner: entre la consolidación de lo viejo
propia relación entre las organizaciones y las y las aspiraciones de lo nuevo”, Cuadernos de
instituciones (estatales, educativas, etcétera) CENDES, mayo–agosto, vol, 24, N° 65 pp. 39–
también se va viendo modificada. 61, UCV, Caracas.

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