Capacidades Motoras

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CAPACIDADES MOTORAS

En la práctica de la Educación Física y el Deporte se desarrollan múltiples actividades físicas que requieren, del que las
realiza, determinadas capacidades motrices. Estas capacidades son las condiciones motoras internas que permiten la
formación de habilidades motoras (hacen referencia a los aspectos cuantitativos del movimiento). Están determinadas
por la genética y pueden ser desarrolladas por ejercicios físicos.
Estas capacidades motrices, o llamadas también físicas, se clasifican en capacidades condicionales y coordinativas.
Las primeras, involucran las necesidades de tipo energéticas. Dependen de la constitución morfológica y los procesos
metabólicos, y se basan en los órganos y sistemas que son los encargados de garantizar la suficiente cantidad y calidad
de energía para moverse. Las segundas, son los factores coordinativos encargados de la regulación o control del
movimiento, los cuales se encuentran mediados por el Sistema Nervioso.

A) CAPACIDADES CONDICIONALES:

Están determinadas fundamentalmente por procesos metabólicos-energéticos, es decir a partir de la posibilidad de


producción y aprovechamiento de la energía.
Las capacidades que componen la condición física son: fuerza, velocidad, resistencia y flexibilidad o movilidad.
Todas estas capacidades son factibles de ser desarrolladas cuando son estimuladas en forma adecuada.

- A.1. Resistencia: Es la capacidad que dispone el organismo para tolerar la fatiga durante la ejecución de tareas
motoras. Para proveer la energía necesaria con el objeto de mantener el esfuerzo en estos trabajos existen, en el
organismo, dos sistemas energéticos que intervienen de acuerdo a la duración de la actividad y a la potencia
requerida. Estos son el aeróbico y el anaeróbico que determinan dos tipos de capacidades: la resistencia aeróbica y
la resistencia anaeróbica.

-Resistencia Aeróbica: Es la capacidad que nos permite realizar esfuerzos de larga duración y de baja o mediana
intensidad, con suficiente aporte de oxígeno. En este tipo de esfuerzos podemos respirar el oxígeno que
necesitamos, sin sentir por tanto sensación de asfixia. La frecuencia cardiaca en este tipo de esfuerzo oscila entre
140 -160 pul/min.

-Resistencia Anaeróbica: Es la capacidad que nos permite realizar esfuerzos muy intensos de corta duración en
condiciones de insuficiencia de oxígeno. En este tipo de esfuerzos no podemos respirar todo el oxígeno que
necesitamos, por lo que tendremos que detenernos tras un breve espacio de tiempo (no más allá de 2 minutos y 30
segundos). La frecuencia cardiaca se sitúa alrededor de las 180 pul/min. Y aún más.

La importancia que reviste el desarrollo de esta capacidad, se debe a que en el proceso de cualquier aprendizaje de
diferentes técnicas se requiere de la repetición de diferentes tareas, y la fatiga que esto genera se constituye como un
factor de riesgo para la aparición de lesiones.

- A.2. Fuerza: Se define como la capacidad que le permite al hombre vencer u oponerse a una resistencia gracias a la
acción tensora de los músculos. La fuerza se clasifica en una serie de subniveles en función de dos componentes: la
magnitud de la fuerza y la velocidad de ejecución.
• Fuerza Máxima: Es la capacidad de movilizar una carga máxima sin tener en cuenta el tiempo empleado en ello.
Ej.: Halterofilia.
• Fuerza Resistencia: Es la capacidad de aplicar fuerza no máxima durante un espacio de tiempo prolongado. Ej.:
Remo, escalada, etc.
• Fuerza Explosiva: Denominada también fuerza-velocidad o potencia, es la capacidad de movilizar una carga no
máxima en el menor tiempo posible. Ej.: Lanzamientos, Saltos.
- A.3. Movilidad o Flexibilidad: Movilidad articular y flexibilidad pueden ser consideradas sinónimos, son definidas
como la capacidad que tiene un individuo de realizar movimientos de gran amplitud por sí mismo o bajo influencias
de fuerzas externas.
La movilidad articular se presenta como una condición importante para el aprendizaje y la realización de tareas
motoras, permitiendo la ejecución de movimientos de considerable amplitud. El desarrollo adecuado de la movilidad
produce, además, un efecto positivo sobre el desarrollo de los factores físicos que determinan el rendimiento como
son la fuerza, la velocidad, etc.

- A.4. Velocidad: Es la capacidad física que nos permite llevar a cabo acciones motrices en el menor tiempo posible.
Depende en forma integral de aspectos coordinativos (reacción y acople de movimientos) y aspectos energéticos
(fuerza, potencia). Pueden distinguirse dos tipos de velocidad:
• Velocidad de traslación o desplazamiento: Es la capacidad que nos permite recorrer un espacio determinado en
el menor tiempo posible. Depende de dos factores: amplitud y frecuencia (de zancada, brazada, pedaleada, etc.)
Ej.: La carrera de natación.
• Velocidad de Reacción: Es la capacidad que nos permite realizar un gesto o un movimiento en el menor tiempo
posible. Por ejemplo, podemos mencionar las salidas de las pruebas de velocidad de atletismo, natación,
ciclismo, las paradas de un arquero de handball.

B) CAPACIDADES COORDINATIVAS: Son aquellos aspectos de la persona que se relacionan principalmente a los
procesos de conducción y regulación de la actividad motora.

Se manifiestan en el grado de velocidad y calidad del aprendizaje, del perfeccionamiento y de la estabilidad de las
habilidades motrices, y en su utilización adecuada de acuerdo a las condiciones situacionales imperantes.

Las capacidades coordinativas representan, en combinación con las otras capacidades, la condición indispensable para el
desempeño motor. Esto significa que una capacidad coordinativa nunca será único condicionante, necesita siempre de
varias cualidades coordinativas que se encuentran en relación estrecha entre sí, y a menudo también actúan en
combinación con capacidades o cualidades intelectuales, volitivas o de la condición física.

Coordinación de los movimientos: Se entiende por coordinación de movimientos la interacción armónica


(ordenamiento y organización) y, en lo posible económica del sistema motor y sensorial con el fin de producir
acciones precisas y equilibradas orientadas hacia un objetivo determinado y adaptadas a la situación.
Para ello, en este proceso de interacción entre la persona que se mueve y la condición del entorno en que se mueve
se deben satisfacer las siguientes condiciones:
1- La adecuada cantidad de fuerza que determina la amplitud y velocidad del movimiento.
2- La adecuada elección de la participación de los elementos del sistema locomotor que influye en la conducción y
orientación del movimiento.
3- La capacidad de alternar rápidamente entre tensión y relajación muscular, premisas de toda forma de adaptación
motora.
De modo que una coordinación óptima de movimientos se manifiesta como una fluida interacción de circuitos
funcionales sensomotores, voluntarios e involuntarios, así como autorreguladores, dirigidos hacia una actividad y
adecuada a la situación.
Pueden dividirse para su estudio de la siguiente forma:

- B.1. Capacidad de diferenciación motriz: Se entiende como la posibilidad de lograr una coordinación muy fina de
movimientos parciales individuales, la cual se manifiesta en una gran exactitud y economía del movimiento total.
Ella se basa en la percepción consciente y precisa de los parámetros espaciales, temporales y de fuerza durante la
ejecución motora, y en la comparación, con el programa motor codificado en distintos planos regulativos (modelo
interno del movimiento). Cuanto más se reitere un movimiento, más se ajustará gradualmente la precisión y fineza
del mismo; permite ejercer su función de ajuste individualmente o con otros.

- B.2. Capacidad de acople de movimientos: Se entiende como la competencia para acoplar apropiadamente los
movimientos parciales del cuerpo entre sí (por ej. movimientos parciales de las extremidades, del tronco y de la
cabeza) y con relación al movimiento total que se realiza para obtener un objetivo motor determinado. Es la
posibilidad de integrar en secuencias significativas y coherentes los movimientos necesarios para concretar un
objetivo (enlazar movimientos fluidos que son muy diferentes entre sí; por ej. correr y saltar). Esta capacidad es un
requisito esencial para todas acciones motoras y es predominante en tareas coordinativas de gran dificultad.

- B.3. Capacidad de reacción: Se entiende como la cualidad de ejecutar rápidamente acciones motoras, adecuadas en
respuestas a diferentes tipos de señales (visuales, auditivas, táctiles, etc.), donde lo importante consiste en
reaccionar en el momento oportuno y con la velocidad apropiada de acuerdo a la tarea establecida.

- B.4. Capacidad de orientación: Se entiende como la competencia para determinar y modificar la posición y los
movimientos del cuerpo en el espacio y en el tiempo, con relación a un campo de acción definido (por ej. un campo
de juego, un ring de boxeo, un aparato de gimnasia) y/o a un objeto en movimiento (una pelota, un adversario o un
compañero). La percepción de la posición y del movimiento y la acción motora para modificar la posición del cuerpo
se deben entender como una unidad.

- B.5. Capacidad de equilibrio: Se entiende como la facultad de mantener o volver a estabilizar el cuerpo durante, o
luego de amplios cambios de posición del mismo. Esta capacidad tiene dos aspectos que deben ser diferenciados:
por un lado la capacidad de mantener el equilibrio en una posición relativamente estática o en movimientos
corporales muy lentos (equilibrio estático) y por otro lado la capacidad de mantener o recuperar el estado de
equilibrio cuando se realizan cambios importantes y a menudo muy veloces, en la posición del cuerpo.

- B.6. Capacidad de cambio o transformación del movimiento: Implica la posibilidad de alterar la dirección, la
velocidad, la fuerza de un movimiento cuando la situación así lo requiere. En muchos momentos de la vida
recurrimos a esta capacidad al esquivar un pozo imprevisto andando en bicicleta, al cambiar de dirección
bruscamente para eludir a una persona.

- B.7. Capacidad de ritmización: Se entiende a la facultad de reproducir motrizmente un ritmo dado exteriormente y
la habilidad de realizar un movimiento con ritmo propio (el ritmo de un movimiento existente en la propia
imaginación). Se trata fundamentalmente de la percepción de ritmos dados visual o acústicamente, a menudo
musicalmente, los cuales deben ser transformados en acciones motoras.

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