Tema 17 Será Que Estas Perdiendo La Infancia de Su Hijo

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TEMA 17

INICIA EL 2023

“Vive de tal manera que cuando tus hijos


piensen en justicia, cariño, amor e
integridad, piensen en ti”.

Mi nombre es Marcela Galarza, Soy Psicóloga Clínica infanto juvenil y


pedagoga social. Te doy la bienvenida a nuestro programa PositivaMente.

Hoy te invitamos a reflexionar:

¿SERÁ QUE ESTAS PERDIENDO LA INFANCIA DE TU HIJO?

Alguna vez escuchaste el cuento “Un nudo en la sábana”.


Se trata de una reunión de padres de familia en la escuela, la directora resaltaba la
importancia del apoyo que los padres deben brindar a los hijos. Ella entendía, que
aunque la mayoría de los padres de la comunidad eran trabajadores, debían encontrar un
poco de tiempo para dedicar tiempo de calidad los niños.
Sin embargo, la directora se sorprendió cuando uno de los padres se levantó y explicó.
“Que él no tenía tiempo de hablar con su hijo durante la semana. Cuando salía a trabajar
era muy temprano y su hijo todavía estaba durmiendo y cuando regresaba del trabajo era
muy tarde y el niño ya estaba acostado”. Explicó, además, que tenía que trabajar de esa
forma para proveer el sustento de la familia. Dijo también, que el no tener tiempo para
su hijo, lo angustiaba mucho e intentaba reemplazar esa falta dándole un beso todas las
noches cuando llegaba a su casa y para que su hijo supiera que él le había ido a ver
mientras dormía, hacía un nudo en la punta de la sábana. Cuando mi hijo despierta y ve
el nudo, sabe que su papá ha estado allí y lo ha besado. El nudo es el medio de
comunicación entre nosotros.
La directora se emocionó con aquella singular historia y se sorprendió aún más cuando
comprobó que el hijo de aquel hombre era uno de los mejores alumnos de la escuela.
REFEXINEMOS
Si bien aquel padre encontró una forma simple para remplazar su presencia y afecto,
¿Sera posible que a través del nudo de la sábana este brindando todo el afecto y
atención que necesita un niño para crecer saludable e integralmente? VEAMOS.
Un nudo en la sábana es solo un mensaje en código del padre al hijo, que cada mañana
al despertar sabe que papá ha estado ahí y le ha dado un beso. Este es un cuento que
parece bonito e inspirador (por eso mucha gente lo comparte), a mi modo de ver,
esconde bastantes sombras. PUNTUALICEMOS.

 Está normalizando el hecho de que un padre no pueda ver a su hijo. ¿Es normal
que un padre no pueda ver crecer a su hijo y que un hijo no pueda ver a su padre,
y que todo lo que tenga de él es un nudo en su sábana por las mañanas?
 No, no es normal. Habitual sí, porque vivimos en un sistema capitalista
devorador que explota a las personas de una manera tal que para vivir, deben
ausentarse de casa la jornada completa, a veces solo el padre, a veces solo la
madre, a veces los dos, entonces hay niños que se despiertan con dos nudos en la
sábana. Sufriendo de abandono emocional por parte de los padres.

Es relato es un consuelo para padres modernos, porque trata de inspirar sentimientos


bonitos, donde normaliza el hecho de “ser padre sin serlo”. Para ningún niño es
gratificante y suficiente recibir como símbolos de afecto, los nudos en la sábana. Lo
importante es verlos crecer y compartir con ellos.

Recordemos aquella época en que los psicólogos y profesionales empezaron a decir que
era suficiente con 30 minutos al día para educar a los hijos y que se sientan amados. Lo
denominaron como “TIEMPO DE CALIDAD”. En este sentido se hizo muy visible la
intención de los niños. SABES solo fue una forma de tranquilizar a los padres,
haciéndoles creer que con un ratito de cariño los niños ya tenían lo suficiente: era, "tú
vete a trabajar, gana dinero, gástatelo, disfruta de la vida y no te preocupes de tu hijo
con un ratito tiene suficiente". Pues es lo mismo que un nudo en la sábana y mejor que
nada.

Sabes para un hijo es una miseria. Solo sirve para decirle que papá está ahí, sirve, si se
lo explicas, para que sepa que le quieres, pero dudo que se sienta realmente querido por
ver un nudo cada mañana, cuando lo que necesita en realidad es correr, reír, jugar,
hablar y pasar tiempo con sus padres. Eso es amor, eso es cariño, eso es ser padre. Estar
con ellos.

Y si al final eres un padre como ese, uno que no ve a sus hijos en todo el día, no dejes tu
relación en una sábana. Graba vídeos, hazte fotos, déjale dibujos, escríbele historias,
cosas que te han pasado, háblale de tus sentimientos... compra un diario y escribe
dirigidote a tu hijo. Es triste, realmente triste, pero si no hay otra, vale más hacerlo así.
Al menos él sabrá de ti y que eres capaz de hacer más cosas que un nudo en la sábana.

Hay muchas maneras bonitas y comunicativas de llegar al corazón de tu hijo.


¡DEJA TU CELULAR! aprovechar el fin de semana y quedarte con tu hijo También no
hace falta regalarle un fin de semana en no sé dónde, ni siquiera ir al cine y comprar
palomitas y luego un regalo. Quédate con él, cuentale cuentos que no has podido contar
durante la semana, sal al parque a jugar con pelota, a hacer volteretas por el suelo y a
correr uno detrás del otro, armen bloques, pistas o rompecabezas junto a papá y mamá.

¡¡Un niño no necesita nada más!!

En (hebreos 13:5) dice: No amen el dinero, sino conténtense con lo que tienen. Porque
Dios dijo: Nunca te abandonaré ni te dejaré solo. Lo material no lo es todo, no debe
interponerse en nuestro camino de ser mejores personas, mejores padres y de
convertirnos en nuestra mejor versión y cuidar de nuestra mayor bendición.

¡¡No te pierda de las siguientes reflexiones para padres que trae tu programa
Positivamente!!

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