Ciclo Festivo SEGUNDA CLASE 21-02-2024

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Ciclo Festivo SEGUNDA CLASE 21-02-2024

Tema: Sinopsis del Anuario Bíblico

El Día Bíblico

Es importante conocer que el día bíblico comienza y termina con la caída del sol; no
así los meses, que dependen de la luna.

Por tanto, cuando el sol cae, comienza un nuevo día que se extiende hasta la próxima
caída del sol en Israel.

El Shabat

El día más importante en el anuario santo es el Shabat semanal, el séptimo día de la


semana secular. El Shabat semanal es el primer “moed” de todos los “moedim”
bíblicos.

Comienza el sexto día de la semana con la puesta del sol y concluye al día siguiente
con la puesta del sol.

A partir de la puesta del sol del séptimo día, se inicia el primer día de la semana en
la cuenta hebrea.

Tanto para recibir como para despedir el “Shabat”, el pueblo judío tiene una hermosa
ceremonia que llamamos Kabalat Shabat (Recibimiento del Shabat) y Havdalah
(Separación) del Shabat del resto de los días de actividad.

Con el desarrollo de la historia de Israel, especialmente en nuestros días, otros


momentos de conmemoraciones han surgido como son, por ejemplo: El Día del
Holocausto, (para recordar a los 6 millones de judíos muertos por el nazismo alemán),
el Día de Yerushaláyim y el Día de la Independencia del Estado Moderno de Israel
(aunque en realidad nuestro verdadero Día de Independencia sigue siendo el día que
salimos de Egipto bajo la dirección de Moshé Rabenu).

Los Ayunos

A pesar de que los ayunos tienen una función menor en la vida judía moderna, entre
los observantes existen ciertos días de ayuno, que duran desde el amanecer hasta
la caída de la noche y solamente son dos los que duran desde el atardecer hasta la
caída de la noche siguiente: Yom Kippur y Tishá BeAv, asunto que estudiaremos
oportunamente.

Las Festividades Mayores

Los Iamim Noraim (Fiestas Austeras) representan un período anual de auto-examen


de conciencia.
Permiten un determinado tiempo para reflexionar seriamente sobre nuestra conducta
y la manera en que vivimos nuestras vidas.

Se nos concede la oportunidad de crear cambios en nuestra manera de ser si nos


dedicamos seriamente a un sincero y auténtico auto-estudio durante estos cruciales
días que marcan el final de un año y el comienzo de uno nuevo.

Nos hacemos conscientes del inseguro y temporario carácter de la vida y de esta


manera llegamos a la conclusión sobre nuestra absoluta dependencia y finitud.

Es ese también su significado histórico:

Yom Teruá que es también Rosh HaShaná (Año nuevo) como aniversario de la
Creación.

Yom HaKipurim representaría el perdón que finalmente el Eterno concederá a los


hijos de Israel al final de los días.

Si penetramos en la liturgia de Rosh HaShaná y de Yom Kipur, por ejemplo, nos


percatamos de la idea de D-s como el REY SOBERANO de toda la creación.

Además, si aceptamos la idea de D-os todopoderoso como dueño absoluto,


renunciaremos a las falsas ideas de riqueza, poder, supremacía racial o étnica y
dictadura.

Su amor y gracia son concedidos según la justicia divina independientemente de la


situación económica y de las creencias religiosas.

Tanto el pobre como el rico piden la ayuda de D-s. El judío debe tener esperanzas
en el futuro poniendo su devoción y su fe en su Di-os y Sus promesas.

La lección más importante de estos días es la honestidad espiritual.

D-s no desea únicamente demostraciones externas de fe.

En otras palabras, la recitación mecánica de las oraciones y el arrepentimiento


superficial no crean cambios en el individuo y son despreciables en estos días.

El hecho de ayunar en sí mismo, sin estar acompañado de remordimientos y dolor


por haber pecado, no tiene valor alguno, como lo afirma el profeta Isaías:

"No es éste el ayuno que Yo he elegido para soltar las ligaduras de la maldad…. y
para desatar las coyundas del yugo, y para que se liberen los oprimidos y rompáis
todo yugo. Es para compartir tu pan con el hambriento para que traigáis a los pobres
que rechazaste en tu casa…" (Isaías 58:6-7)

Las tres Festividades de Peregrinación

Las tres festividades de peregrinación (Shalosh Regalim) son las siguientes:


Pésaj (Pascua/Pan Ázimo).

Shavuot (Fiesta de las Semanas/Pentecostés) Sucot (Cabañas/Tabernáculos)

El nombre de Shalosh Regalim deriva del siguiente versículo bíblico:

“Tres veces al año celebrarás fiestas en mi honor” (Éxodo 23,14)

Dentro de la palabra “regalim” se expresa la idea de una jornada a pie o de un


peregrinaje, elemento importante en la celebración de estas tres Festividades.

“Tres veces por año se presentarán todos los varones de tu pueblo ante el Eterno Tu
D-s en el lugar que escogiere: en la festividad del pan ázimo, en el de las semanas y
en el de las cabañas…” (Deuteronomio 16, 16)

Las tres festividades llevan las siguientes características en común:

1. Sirven para simbolizar esencialmente algunas ideas centrales del judaísmo:

Pésaj - La existencia y dominio del Eterno y Su compromiso con la redención final de


Israel.

Shavuot - La revelación de la Toráh y la posibilidad de experimentar unión con el


Creador, por medio de la obediencia a las mitzvot.

Sucot - La Divina Providencia que nos enseña a vivir en absoluta dependencia de Su


gracia y misericordia.

2. Apuntan a acontecimientos importantes en la historia judía:

Pésaj - La liberación del pueblo hebreo de la esclavitud egipcia y la incorporación de


los no judíos dentro de la comunidad hebrea.

Shavuot - El recibimiento de las Tablas de la Ley y la constitución oficial de la Nación


de Israel.

Sucot - El viaje por el desierto hacia la tierra de Israel bajo la protección del Altísimo.

3. Las diferentes cosechas, tanto físicas como espirituales:

Pésaj - La primera cosecha de cebada.

Shavuot - Cosecha del trigo y las cosechas de las primicias de los frutos.

Sucot - La recolección de granos y la cosecha de frutas.

4. Señalan y anticipan los actos salvíficos de Di-os por medio de Su Mesías.

Nunca debemos olvidar que el ciclo festivo de la Toráh es un ciclo festivo profético y
mesiánico en su misma esencia.
El anuario bíblico es el “La Ruta del Mapa Profético” del Eterno dado a nuestro pueblo
Israel. Es imposible entender bien la profecía y las funciones del Mashiaj, sin un
entendimiento claro y preciso del anuario bíblico.

Dos Anuarios.

Tenemos dos anuarios en Israel. Uno que llamamos Civil y otro que llamamos
Religioso.

Anuario Civil:

El anuario civil es el que se usa desde Génesis (Be-Reshit) 1:1 a Éxodo (Shemot)
12.

El primer mes del calendario civil es, Tishrí que se corresponde con el séptimo del
calendario religioso.

Rosh Ha-Shanah (El Nuevo Año judío), el primer día en el calendario civil es el
principio del nuevo año.

Anuario Religioso:

El segundo anuario en la Biblia es el anuario religioso.

El anuario religioso se usa desde Éxodo (Shemot) 12 hasta Malaquías. Y muchos


otros libros judíos siguen este anuario en la descripción que hacen de los temas que
tratan. Esto se hace evidente, por ejemplo, hasta Mar’ot Elohim (Revelaciones de
Elohim).

Di-s estableció el anuario religioso en Éxodo (Shemot) 12:2, como un testimonio,


según está escrito: "Este mes os será principio de los meses, para vosotros será éste
el primero en los meses del año".

El mes al que Di-s se refería era el mes de Aviv, (Éxodo 13:4) conocido ahora también
como Nisán.

Hay que decir que antes de que Di-s estableciera el mes de Aviv como el primer mes
del anuario religioso, era el séptimo mes en el calendario civil. Di-os tomó el séptimo
mes y lo pasó al primer mes.

Di-s dio el anuario religioso para que nosotros comprendiéramos que estas fiestas,
las que Él dio y las que son Sus tiempos señalados, proyectan una sombra a
acontecimientos importantes de la redención y que sucederían en los días que Él
ordenó en el calendario religioso.

Cuando hablamos de “sombra” no debemos entenderlo en un sentido negativo, es


decir como de algo oscuro, nebuloso o sin importancia, sino como una proyección
que anuncia la llegada de aquello que es proyectado y que son, precisamente, las
promesas de redención que nos han sido dadas en la persona del Mashiaj.
Si quitamos esa proyección, nos quedamos sin el punto de referencia profético que
Di-os mismo quiso darnos.

Subrayamos este hecho: Estos días importantes del anuario religioso son los mismos
días que Él mismo dio como fiestas en Levítico (Vayikrá) 23.

¿Por qué el Eterno nos ha dado dos anuarios, uno civil y otro religioso?

Las razones son múltiples. Una de ellas es que, aunque vivimos en una realidad civil
y secular, no debemos olvidarnos de la espiritualidad que deben marcar siempre
nuestras vidas.

Por tanto, no podemos ser tan espirituales que nos olvidemos de lo material, y tan
materiales, que nos olvidemos de lo espiritual.

Ambas cosas son necesarias. Vivir lo espiritual en lo secular y elevar lo secular a lo


espiritual. La unidad de ambos trae como resultado la paz y la prosperidad.

Además, esto nos ayuda a entender las consecuencias del arrepentimiento en


nuestras vidas, ya sea como judío, o como gentil.

En realidad, Di-os habla de dos circuncisiones, una en la carne (civil) y otra en el


espíritu (religiosa).

Los hijos de Israel entran al pacto avrahámico por medio de la circuncisión en la carne
a los ocho días de nacido un varón (Gén. 17:10); pero Moshé demanda otra
circuncisión, no hecha en la carne exterior ni con mano de hombre, sino la del corazón
(Deut.10:16).

Tener un calendario civil y otro religioso, nos ayuda a recordar estos dos nacimientos,
uno en la carne y otro en el espíritu que son requeridos para entrar en el mundo por
venir.

Cuando una persona se convierte al Di-os de Israel de todo corazón, experimenta un


“nuevo nacimiento” y esto le permite entrar en un mundo diferente al mundo secular.

Ambos anuarios nos ayudan a tener una mejor visión de la existencia de estas dos
realidades, la manera cómo se relacionan y las tensiones que se crean entre ambas
para que podamos vivir apropiadamente como el Eterno nos manda.

En otras palabras, la existencia de un anuario civil y otro religioso, no se contradicen,


se complementan, si entendemos bien su esencialidad y nos comunicamos
apropiadamente con ellas.

De esta manera el primer día del primer mes (Aviv) inicia el proceso del anuario
religioso con la evocación de la redención. Todo comienza por ahí, con la redención.

Luego, al llegar el primer día del séptimo mes (Tishrí), inicia la cuenta el calendario
civil, para recordar que todo lo que hacemos en este mundo secular no solamente
afecta lo espiritual, sino que será traído a juicio, de ahí que el Primer Día del Año Civil
(Tishrí) es marcado con el toque del shofar y el inicio del Día del Juicio cuyos
resultados serán dados a conocer al cierre de Yom Kipur.

Como vemos ambas cosas vienen juntas y no debemos separarlas, sino mantenerlas
unidas por medio de una vida de santidad.

El nacimiento en la carne te conecta con el calendario civil. El nacimiento en el


espíritu, con el anuario religioso. Ambas realidades coexisten en tu experiencia y
debes aprender a relacionarte apropiadamente con ellas.

Cuadro Comparativo

Con la mira de poder tener una mejor visión de ambos anuarios, el siguiente cuadro
es dado:

Calendario Civil Calendario Religioso

1. Tishrí 1. Aviv (Nisán)

2. Jeshván 2. Iyar

3. Kislev 3. Siván

4. Tevet 4. Tamuz

5. Sh´vat 5. Av

6. Adar 6. Elul

7. Nisán (Aviv) 7. Tishrí

8. Iyar 8. Jeshván

9. Siván 9. Kislev

10. Tamuz 10. Tevet

11. Av 11. Sh´vat

12. Elul 12. Adar

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