Tema 6
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ÍNDICE
1. INTRODUCCIÓN
6. CONCLUSIONES
1. INTRODUCCIÓN
El reinado de Isabel II en España (1833-1868) coincidió con la destrucción
de las antiguas estructuras políticas y socioeconómicas del Antiguo
Régimen en toda Europa. En España, se consolidaron nuevas formas de
gobierno liberal, como la monarquía parlamentaria y constitucional, el
sufragio, el liberalismo económico y la abolición de privilegios y
estamentos sociales. Sin embargo, estas transformaciones enfrentaron
desafíos, como la oposición absolutista (carlismo), divisiones entre
liberales (progresistas y moderados) que redactaron Constituciones a
medida y la intervención excesiva de los militares en la política con
frecuentes pronunciamientos militares.
2. LA CUESTIÓN SUCESORIA Y LA 1º GUERRA CARLISTA.
La Primera Guerra Carlista se desencadenó en 1833 tras la muerte de
Fernando VII, cuando su hermano Carlos María Isidro, mediante el
Manifiesto de Abrantes desde Portugal, reivindicó el trono, marcando el
inicio de un conflicto entre el carlismo y los partidarios de Isabel II en
España. El carlismo se presentaba como una ideología tradicionalista y
antiliberal, bajo el lema "Dios, Patria y Fueros", atrayendo a miembros del
clero, la nobleza agraria, campesinos propietarios y artesanos afectados por
las reformas liberales.
Este enfrentamiento ideológico y territorial se concentró principalmente en
las zonas rurales y pequeñas ciudades del norte y este de España, como el
País Vasco, Navarra, el noreste de Castilla, Aragón, el norte de Valencia y
Cataluña. Aunque la causa isabelina contaba con el respaldo de parte de la
alta nobleza, sectores eclesiásticos más liberales, el ejército y funcionarios,
para ganar apoyo tuvo que aceptar demandas de abolición del Antiguo
Régimen y del absolutismo, buscando la adhesión de la burguesía y
sectores populares urbanos.