El Laberinto de La Soledad.
El Laberinto de La Soledad.
El Laberinto de La Soledad.
Salón: 101.
Aquí Octavio, dice que las actitudes de autodefensa, resignación e ironía son
nuestras máscaras y así ocultamos realmente nuestros sentimientos, el comenta
que para nosotros abrirnos y mostrar lo que sentimos es notado como debilidad,
todas estas ideas son machistas.
Ocupa una palabra muy singular que es “Rajarse “o se abrirse, ósea demostrar de
lo que está hecho. Otra palabra es el pudor, que es una mascara que protege la
intimidad, del hombre se espera la reserva y de la mujer el recato, en si todos los
sentimientos son masaras: es la simulación, la disimulación propia y disimulación
del otro, el ninguneo y, finalmente, el silencio.
El mexicano le gustan las fiestas, por ejemplo, el día de muertos, son momentos
donde las personas se pueden “relajarse”, la fiesta permite la expresión, y ahí
podemos permitir que en un día sea exhibido que la cultura cotidiana impide,
puede ser en el grito o día de muertos. Ese día es un culto a la muerte, las
representaciones de la muerte son abordadas por el autor como símbolos de la
insignificancia de la vida humana.
Los hijos de la Malinche (capitulo 4)
Los dioses han abandonado a los aztecas, es lo que sienten los aztecas. España
no es cerrada, el busca la universalidad por influencia del renacimiento. Por eso
España aplica y adapta, pero no inventa, según Octavio Paz.
Como es de esperarse en la cultura de la máscara, el disimulo y el ninguneo, sor
Juana acabará por guardar silencio y acatar el rol que se le ha impuesto. España
no inventa, sino que aplica y adapta, el arte novohispano no pretenderá la
originalidad. Pretenderá, sí, la universalidad. Sor Juana Inés de la Cruz será
ejemplo de ello. Pero ella también, como hija del orden colonial impuesto en
México, vivirá la doble soledad: la soledad de la mujer y de la intelectualidad.
Aquí es escrito nos dice como surgen y evolucionan las nuevas generaciones de
intelectuales y el proceso revolucionario o que se vive en la transformación, el
escritor celebra la política educativa desarrollada por José Vasconcelos, secretario
de educación, que impulso las nuevas reformas y brindo desarrollo a las artes de
inspiración popular y nacional.