Tema 1 Realismo

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 8

TEMA 1.

El realismo

1. Sobre el concepto de realismo en la literatura y las artes.


El realismo es un componente fundamental en las artes plásticas a lo largo de la
historia del arte. También se da un realismo filosófico y un realismo político, es decir, en
todos los ámbitos culturales hay un realismo. Hay varios tipos de realismo:
- Realismo genérico: no es más que el realismo en su máxima expresión y originalidad.
- Realismo formal: es el realismo plástico, un realismo en el arte, en la elaboración
artística. Dos aspectos importantes dentro de este tipo de realismo son: el papel del
artista o escritor en la producción de esa realidad y el carácter ilusionista de la misma.
- Realismo intencional: es el realismo como fenómeno de recepción.
Las teorías modernas defienden que los textos están ligados a las circunstancias en las
que fueron escritos y leídos por primera vez. Por tanto, frente al realismo genérico podríamos
hablar de un realismo intencional, determinado por la proyección del texto en el contexto del
lector. La dificultad en sí misma es su propia definición, ¿qué es la realidad y cómo se
reproduce artísticamente?.
El término realismo tiene un orígen fuera de la literatura y las artes. Se refiere a la
filosofía. Se trata de un término polisémico, porque por realismo podemos entender un
periodo de tiempo concreto pero también como un concepto de aplicación universal.
Podemos hablar, por ejemplo, del realismo de la Celestina o del Libro del buen amor. Admite
bastantes interpretaciones. El realismo se aplica a la literatura con un sentido muy parecido al
que vemos en otras épocas: un sentido negativo (como pasa con el impresionismo).
Este realismo no solo abarca el ámbito europeo, por ejemplo, los Bronces de Benin
son una reproducción artística realista fuera del realismo europeo. Por tanto, el realismo es
una tendencia universal (espacio y tiempo) que presenta una enorme complejidad. Además, el
realismo está relacionado con una serie de conceptos de la literatura y las artes: reproducción
fidedigna de la realidad; retrato / representación de la realidad. Nos encontramos con distintas
matizaciones, distintos términos que se refieren al realismo que incorporan otras
características, como es el caso del naturalismo (mutación de propio realismo). Fenómeno
bastante complejo.
- Superrealismo (surrealismo): va más allá del realismo, son técnicas realistas que no
nos lleva realmente a una realidad concreta. Ejemplo de ello son las obras pictóricas
de Salvador Dalí o Frida Kalo.

1
- Realismo mágico: García Márquez considera que un elemento de la realidad es lo
fantástico y maravilloso.
- Hiperrealismo: se refiere a una realidad sin ser realmente, es más bien una
reproducción ultrarrealista. Ejemplos que podemos encontrar de hiperrealismo son los
fotorrealistas (cuadros que aparentan ser fotos).
- Trampantojo: algo que puede ser tomado por lo que no es, y se queda la realidad
misma (efectos visuales, auditivos, etc.)
- Realismo socialista: no es más que el realismo de los países socialistas, que necesitan
de un lenguaje propagandístico y una obra de arte realista para presentar sus estados y
políticas.
- Neorrealismo: es una determinada tendencia que se da en el cine durante la posguerra
española y que termina influyendo a otros países posteriormente. Sacan las cámaras
de los estudios para grabar lo que pasa en la calle
- Naturalismo: mutación del realismo

2. El realismo entre dos siglos.


El realismo antes del siglo XIX no era más que un técnica inserta en diferentes
estéticas, pero a partir de entonces empieza a tener más relevancia y constituye por sí solo
una estética. Con algunas obras de teatro de Moratín empezamos a encontrar realismo, que no
era propio del género escénico que se practicaba en la época. Por ejemplo en La comedia
nueva, el lenguaje de los personajes y la descripción del café eran totalmente realista, copiada
del propio habla de la sociedad y de los edificios de por aquel entonces.
En lo referente a la novela, encontramos un gran cambio o un bache entre los siglos
XVIII y XIX, donde comienza a desarrollarse realmente el realismo. Fue un género que
sufrió una gran crisis, hasta el punto de llegar casi a desaparecer en la literatura hispánica.
Pero gracias al auge de una nueva clase social, como fue la Burguesía, la novela comenzó a
prosperar y a desarrollar una suspicacia moral propia de la novela realista. Los ilustrados
pensaban que las novelas tendían a la imaginación y apartaban a los lectores de la realidad,
corrompiendo a los jóvenes.

2.1. La mímesis clasicista.


En cuanto a la mimesis clasicista, se puede decir que es el periodo en el que se va
gestando el realismo. ¿Hasta qué punto es o no lo mismo realismo y mimesis clasicista?. El
concepto de mimesis arraiga en el concepto de Aristóteles: se refiere a la imitación.

2
Villanueva explica la conexión entre la poética aristotélica y el realismo a partir de Platón. La
literatura más realista es la que se atendria a aquel arte que a través de las imágenes de la
realidad (lo verosímil está en las ideas originales que solo se puede llegar a partir de las
representaciones).
Juan Varela presenta una postura bastante particular, un autor que utiliza el realismo
como un instrumento para llegar a la representación de la verdadera realidad. También, la
mímesis clasicista se basa en la idea de la representación de la realidad. Mientras que para
Platón las ideas tienen una existencia independiente de la realidad, para Aristóteles las ideas
forman parte de la realidad (forma parte de los objetos). La imitación en la representación de
los objetos tal y como nos son dados.

2.2. “Verosimilitud” neoclásica y “verdad” romántica.


La representación de la realidad es una cualidad innata en la producción artística;
intrínseco en el arte y la literatura. Los objetos de la realidad son objetos imprescindibles para
el arte y la literatura (el arte siempre remite a los objetos de la realidad). Imitar no es copiar,
sino tener en cuenta la realidad. Aristóteles realiza una división de géneros asignados a
determinados grupos sociales como es el caso de la comedia. Este está ambientado en la
realidad contemporánea, en cambio, la tragedia está ambientada en la historia. La comedia es
un género igual de verosímil que la tragedia, el grado de verosimilitud de cada una es
diferente.
A lo que aspira el neoclasicismo es a la verosimilitud; lo que se representa en una
obra literaria debe ser verosímil, no necesariamente histórico o verídico pero sí posible (que
podía haber pasado o puede pasar; creíble). La verosimilitud no es necesariamente la
realidad, más bien se trata de lo que podría existir, no de lo que ya existe; mientras que la
verdad es la autenticidad y la valoración de la verdad. La obra se adapta al sujeto y la
mimesis pierde importancia. Los textos románticos pueden no ser verdad si nos acogemos a
la verosimilitud neoclásica pero sí puede ser verdad para el sujeto que lo crea. En poesía
encontramos la verosimilitud a través del concepto de la belleza ideal y en teatro solo se toma
de lo real lo que es verosímil.

2.3. El Romanticismo y la realidad.


El romanticismo en su cruzada con los neoclásicos, se sirve del realismo para
sustentar sus bases que estaban por derrumbarse. En la ruptura con la poética clásica, el
realismo es visto como una forma anticlasicista, de ahí su germen dentro del romanticismo.
Es aquí donde encontramos la diferencia entre la verosimilitud y la realidad. Algunos de los

3
elementos que podemos encontrar en obras realistas con componentes románticos es el de la
pareja binaria compuesta por el extranjero o forastero y el habitante local que guía y advierte
de los peligros de la ciudad al forastero, además de enseñarle la vida de la propia ciudad.
Un ejemplo lo encontramos en El Pastor Clasiquino (1835 de Espronceda, publicado
en la revista El artista, acompañado de una ilustración. Aparece como una caricatura del
pastor de la poesía bucólica (riéndose de los neoclásicos). Moratín ejemplifica la versión más
radical del neoclasicismo. Se contrasta una figura biográfica con una imagen artificial
perfectamente asimilada por la literatura clásica. Acepta como verosímil la figura del pastor,
pero no tiene nada que ver con la realidad. Frente al ambiente bucólico nos encontramos con
elementos verosímiles como es el caso de la guerra de Navarra. Si se dedica a escribir
clasicismo es alguien que no tiene personalidad. Crítica que se esté falseando la realidad, no
aceptan la realidad tal y como es. Espronceda utiliza la realidad para desacreditar a los
neoclásicos y combina los elementos fantásticos del romanticismo con la reivindicación del
seguimiento de la realidad. Aunque hay que tener en cuenta que se está haciendo un retrato
costumbrista; retrata un tipo.
Del mismo modo, es importante mencionar a Mariano José de Larra: Raṕida ojeada
sobre la historia e índole de la nuestra. Su estado actual. Su porvenir. Profesión de fe. Es un
ejemplo de Romanticismo, en su obra y su vida. Pero también de textos o artículos que
defienden la realidad. Se queja de la importancia que la política ha adquirido en la literatura.
Después analiza cuáles han sido las causas de la decadencia literaria de la época y
posteriormente se enfrenta a los nombres mayores de la literatura del XVIII. Comenta que se
introduce el gusto francés, que es una falsificación pues no se corresponde con los gustos del
pueblo español. Se obliga a los españoles a escribir como franceses siendo españoles. “La
literatura es la expresión del progreso de un pueblo” la literatura debe reflejar la
representación del pueblo español. Hay que adaptar el lenguaje a la realidad de la época.
Larra lo que detecta es que en España hay literatura pero no la que corresponde a la época y
al pueblo: acorde con lo que somos nosotros. Si la sociedad cambia, la literatura también
debe cambiar. En la medida en la que se corresponde con el sujeto que emana el texto, es real.

2.4. La “mímesis costumbrista”.


El realismo se encuentra en todo su esplendor con el costumbrismo, podemos decir
que está a caballo entre el realismo y el romanticismo. En el siglo XVIII, esta corriente era de
carácter moralista, al modo de las obras de Quevedo, por lo que la realidad aparece al servicio
de un discurso moralista en distinta proporción. El costumbrismo tiene un componente de

4
afirmación de una entidad cultural. La sociedad inestable en la que se producen cambios que
hacen que los autores quieran implementar esa identidad cultural.
La mimesis costumbrista selecciona elementos de la realidad según intereses
ideológicos. No tiene como objetivo representar la realidad, sino que de alguna manera sean
los más apropiados para sus intereses. Esta mimesis afectará el proceso de aclimatación de la
novela realista; tardaran en asimilar la novela (Montesinos sostiene estas ideas que
posteriormente han sido debatidas por otros autores que consideran que el costumbrismo
ayudó a los españoles a reconciliarse con la representación real).
Un gran ejemplo de esta mímesis es la figura de Fernán Caballero con la cual, además
de descripciones, nos encontramos con críticas profundamente morales. Junto al
costumbrismo aparecen dos elementos importantes y que lo caracterizan: la escena y el tipo.
El primero recrea un momento con un ambiente, un paisaje y un conjunto de personas,
mientras que el segundo es la representación estética casi pictórica. En ambos casos
encontramos fragmentación de la realidad y conforman los famosos cuadros de costumbre.
En cuanto al costumbrismo rural la máxima representación en suelo español es Fernán
Caballero y sus novelas de tesis.

3. El realismo literario en el siglo XIX: teoría e historia.


Obras que se encuadran en el realismo literario empiezan a aparecer primero en
Francia hacia el año 1830 y de ahí se extiende a Inglaterra, Portugal, Italia, Alemania, etc.
Sobre 1832- 1837 aparece en la revista Revue des deux Mondes el término “realismo” y el
término “realista” para definir una nueva estética que iba apoderándose poco a poco del
panorama literario europeo. Durante un tiempo fue utilizado como neologismo, hasta que en
1850 aparece este término en el título de una exposición de Gustave Courbet. El realismo
había llegado a la pintura. Los cuadros de Courbet formaron un escándalo entre los
románticos y los neoclásicos hasta el punto de ser criticados, pero marca el inicio de esta
corriente estética, tanto literaria como artística.
En 1854 aparecen dos artículos en La Revue de Paris de la mano de Champfleury,
donde caracteriza al realismo con dos rasgos principales: observación de la realidad vs. de la
invención y trato del mundo contemporáneo frente a la ambientación de épocas pasadas. Poco
a poco todo esto se trasladó a la literatura donde las obras tienen un énfasis en la dimensión
social de los personajes. Se empiezan a recrear escenas cotidianas y menos novelescas. Las
aventuras pierden importancia y la historia transcurre en lo actual del momento. Los
protagonistas ya no son personalidades o gente importante, sino personas humildes más

5
próximas a “la verdad”. Las obras están dirigidas a un público burgués y el estilo es más bien
sobrio, tentando de llano o vulgar.
Todo esto se estaba desarrollando al mismo tiempo que la revolución industrial y la
consolidación del nuevo poder burgués se iba estableciendo en el panorama europeo, por lo
que el realismo tiene una estrecha relación con ambos acontecimientos. Las posturas más
conservadoras adoptan el realismo porque a través de él pueden hacer duras críticas
ideológicas, sociales, políticas, etc. La estética realista parte de un interés revolucionario, por
lo que sirve de recurso al igual que sucedió con el romanticismo. La incorporación de nuevos
grupos sociales a la literatura, víctimas de la misma sociedad, hizo que las mentes se abrieran
a una nueva realidad y que la crítica social fuera un tanto dura. El realismo en general
constituye una estética de denuncia de la sociedad burguesa y es dominada por la propia alta
burguesía. Se rechaza lo histórico y lo fantástico, propios del romanticismo, y se empieza a
acoger el contexto sociocultural y la influencia del hombre contemporáneo.
El realismo no depende de la presencia de la realidad en la obra, sino de la función
que desempeña en ella, del estatus que se le otorga. Se trata de tomar la realidad por sí
misma, no como punto de partida de un proceso de idealización. El realismo no excluye nada
de la representación, incluso refleja el mundo interior de los protagonistas, emociones y
sentimientos. La pintura es tomada como el ideal de representación objetiva (Parnasianismo)
y encontramos una fusión de las artes pláticas con las literarias (cuadros de costumbres).
Es importante, además, tratar el tópico del realismo español que fue desmontado por
la crítica (Dámaso Alonso). En el prólogo a la Comedia humana, Galdós se refiere a la
construcción del tópico: “España es capaz de construir literatura realista”. Se habla sobre
humanidad y criminalidad. Balzác no se toma la ciencia en serio como lo hará Zolá. Para el
estudio del inicio de este realismo que se está tratando es importante la Historia de la
literatura española de Juan Luis Aalborg: estudio de los inicios del realismo. Hay otros
textos hablan del realismo y la aparición de un romanticismo realista: French Realism, the
Critical Reaction (Weinberg); Le realismo du romantisme (Pellissier), etc. Se habla de un
romanticismo de observación: romanticismo realista (1826), lo cual será contradictorio.
En definitiva, se reflexiona en general sobre la novela (no solo del realismo): la
tendencia a debatir sobre la novela tiene orígenes en el XVIII, pues teniendo en cuenta el
sistema aristotélico no era posible encontrar una forma satisfactoria de explicar este género.
Son importantes:

6
● Madame de Stael:
- Tránsito hacia el realismo
- Escribe varias obras: Ensayo sobre las ficciones
- Fundamental transmisión de ideas románticas alemanas
- De la literatura considerada en sus relaciones con las instituciones sociales.
● Hermanos Schelegel (Friedrich /August Wilhelm)
- Fundamentales romanticismo alemán
- Finales del XVIII principios del XIX
- Carta sobre relevancia de la novela

4. El naturalismo y la "novela experimental"


El naturalismo se plasma de manera especial entre los siglos XVIII y XIX, a través de
un discurso teórico, nítido y sólido con implicaciones ideológicas bastante claras. Esta
corriente, además de provenir del realismo, tiene sus bases en la ciencia y el positivismo. En
concreto, tiene su origen en El origen de las especies (1859) de Charles Darwin, posterior a
Balzac, y que Zolá toma como referencia para sus obras. La ciencia le permite derribar las
columnas del tradicionalismo y el clasicismo, impugnando el principio del poder social y la
autoridad de la religión. En este momento lo religioso pasa a un segundo plano y, el
pensamiento y la ciencia pasan a ser el principal objetivo de la sociedad.
La ciencia es el progreso y el capitalismo industrial, un fundamento. El positivismo
entra en la ideología y la política, haciendo avanzar a las élites en un nuevo futuro para la
nación y el continente. En literatura la figura fundamental que aparecerá en las novelas será el
médico y los espacios variarán del laboratorio a la calle. La ciencia se exaltará en los textos y
se popularizará. El punto de partida para Thérése Raquin de Zolá es el Tratado filosófico de
la herencia natural de Prosper Lucan. En Thérese Raquin habla sobre lo filosófico y
fisiológico: explica la conducta de una persona (anómala). Asimismo, introduce la salud y
enfermedad y habla sobre la herencia: social y biológica. Introducción a la medicina
experimental, Zolá lo toma para su fundamentación teórica
Para el naturalismo, son realmente importantes los 3 factores llamados la triada de
Taine: la raza (constitución física), el medio (físico) y momento. Todo se explica a través de
la acción combinada de esos tres factores: carácter físico. El personaje o la persona está
sometidos a estos tres factores sin capacidad de decidir: Determinismo naturalista (fuerzas
contra las que no se puede luchar).

7
El naturalismo aparece con la novela experimental, y es ahí cuando encontramos
argumentos poco sólidos que irán evolucionando con el tiempo. La novela experimental tiene
un trabajo de adaptación en este nuevo panorama social y cultural. Los trastornos
psicológicos con tintes morales y sociales se reflejarán tanto en los tratados filosóficos como
en las obras. Se intenta cambiar el médico por el novelista. Además, se piensa que hay
argumentos irrefutables: pues está basado en la ciencia. Galdós ofrecerá un gran panorama de
obras sobre el tema.

También podría gustarte