Separata DDHH y Policia
Separata DDHH y Policia
Separata DDHH y Policia
Los derechos humanos son garantías legales universales que protegen a los individuos y
los grupos contra aquellos actos de los gobiernos que interfieren con los derechos
fundamentales y la dignidad humana. La legislación de derechos humanos obliga a los
gobiernos a hacer algunas cosas y les impide hacer otras. A continuación, figuran algunas
de las características más frecuentemente citadas de los derechos humanos.
● Garantía internacional;
● Protección legal;
● Atención a la dignidad del ser humano;
● Protección de individuos y grupos;
● Obligación para los Estados y los agentes de los Estados;
● No pueden ser suprimidos o suspendidos;
● Igualdad e interdependencia;
● Universalidad.
Algunos órganos importantes de las Naciones Unidas que guardan relación con la
aplicación de la ley
Asamblea General
Consejo Económico y Social
Comisión de Derechos Humanos
Subcomisión de Promoción y Protección de los Derechos Humanos
Congresos periódicos sobre prevención del delito y tratamiento del delincuente.
Todos los tipos. La policía es la primera línea de defensa de los derechos humanos. Son
los guardianes de la ley, incluida la de derechos humanos. La comunidad depende de la
policía como encargada de proteger la gama completa de derechos mediante la aplicación
efectiva de la legislación penal de un país. A continuación se enumeran algunas de las
violaciones más graves de los derechos humanos que deben ser vigiladas por la policía:
Genocidio
Actos perpetrados con la intención de destruir, total o parcialmente, a un grupo
nacional, étnico, racial o religioso, entre ellos:
a) matanza de miembros del grupo;
b) lesión grave a la integridad física o mental de los miembros del grupo;
c) sometimiento intencional del grupo a condiciones de existencia que hayan de
acarrear su destrucción física, total o parcial;
d) medidas destinadas a impedir los nacimientos en el seno del grupo;
e) traslado por fuerza de niños del grupo a otro grupo.
Tortura
Todo acto por el cual se inflijan intencionadamente a una persona dolores o
sufrimientos graves, ya sean físicos o mentales, con los fines siguientes, entre otros:
a) obtener de ella información o una confesión;
b) castigar, intimidar o coaccionar a esa persona.
8. ¿No son los derechos humanos un estorbo para la eficacia de la labor policial?
Todos hemos oído el argumento de que el respeto de los derechos humanos se opone de
algún modo a una eficaz aplicación de la ley, que con el fin de hacer cumplir la ley,
capturar al delincuente y garantizar su condena, es necesario “saltarse un poco” las
normas. Es común la tendencia a utilizar la fuerza en exceso para controlar las
manifestaciones, la presión física para obtener información de los detenidos o un uso
abusivo de la fuerza para conseguir una detención. Según este modo de pensar, la
aplicación de la ley es una guerra contra la delincuencia y los derechos humanos no son
más que obstáculos que ponen los abogados y las ONG en el camino de la policía.
Lo cierto es que las violaciones de los derechos humanos cometidas por la policía sólo
hacen que la ya difícil tarea de la aplicación de la ley resulte aún más difícil. Cuando el
encargado de hacer cumplir la ley se convierte en el infractor de la ley, el resultado es un
ataque a la dignidad humana, a la propia ley y a todas las instituciones de la autoridad
pública. Los efectos de las violaciones de los derechos humanos por la policía son
múltiples:
● Erosionan la confianza del público;
● Obstaculizan la labor eficaz de la justicia;
● Aíslan a la policía de la comunidad;
● Hacen que los culpables queden libres y los inocentes sean castigados;
● Niegan justicia a la víctima del delito por su sufrimiento;
● Fuerzan a los organismos policiales a ser reactivos más que preventivos en su
planteamiento de la delincuencia;
● Menguan la reputación de los agentes y las instituciones de la autoridad pública; y
● Agravan el desorden público.
En realidad, el respeto de los derechos humanos por los organismos encargados de hacer
cumplir la ley aumenta su eficacia. Cuando se respetan de forma sistemática los derechos
humanos, los agentes de policía trabajan con profesionalidad en su métodos de solución y
prevención de la delincuencia y mantenimiento del orden público. En este sentido, el
respeto de los derechos humanos por la policía es, además de un
imperativo moral, legal y ético, una necesidad práctica para la aplicación de la ley.
Cuando la población observa que la policía respeta, promueve y defiende los derechos
humanos:
● La confianza del público aumenta y se fomenta la cooperación de la comunidad;
● la acción de la justicia da buenos resultados;
● Los agentes de policía son considerados parte de la comunidad y encargados de una
valiosa función social;
Aumenta la administración imparcial de justicia y por tanto la confianza en el sistema;
● Se da ejemplo a otras personas de la sociedad en el respeto de la ley;
● Los agentes de policía pueden estar más cerca de la comunidad y por tanto en
condiciones de impedir y resolver delitos mediante una labor policial activa;
● Se consigue el apoyo de los medios, de la comunidad internacional y de las autoridades
superiores; y
● Se contribuye a la solución pacífica de conflictos y denuncias.
Un servicio policial eficaz es el que actúa como primera línea de defensa en la protección
de los derechos humanos. Sus miembros desempeñan su labor sin recurrir al miedo y al
poder sin más, sino apoyándose en el respeto de la ley, en el honor y en la
profesionalidad.
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