26782-Texto Del Artículo-110309-1-10-20231128

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N° 91, 2023

diciembre-mayo
https://doi.org/10.18800/derechopucp.202302.009 pp. 301-347

Violencia sexual y derecho penal: sobre


los problemas contemporáneos en la
interpretación del tipo penal de violación
sexual en el Código Penal del Perú*
Sexual Violence and Criminal Law: On Contemporary
Problems in the Interpretation of the Rape Offence in
the Peruvian Criminal Code
J U L I O A L B E R T O R O D R Í G U E Z VÁ S Q U E Z * *
Pontificia Universidad Católica del Perú (Perú)

C R I S T I N A VA L E G A C H I P O C O * * *
Instituto Max Planck para el Estudio de la Seguridad, el Crimen y el
Derecho (Alemania) / Pontificia Universidad Católica del Perú (Perú)

Resumen: El presente artículo identifica los problemas jurídicos


interpretativos y de calificación que plantean los tipos penales nacionales
de violación sexual con base en un examen de la jurisprudencia y literatura
especializada más contemporánea. A través de una interpretación teleológica
y sistemática de estos delitos y de la aplicación de una perspectiva de género,
se construyen alternativas preliminares de solución a los mismos. La principal
conclusión jurídica a la que se llega es que, con la incorporación del medio
comisivo de «aprovechamiento de cualquier otro entorno que impida a la
persona dar su libre consentimiento» en el delito de violación sexual en su
modalidad básica (artículo 170 del Código Penal), el ordenamiento jurídico-
penal peruano ha incorporado un modelo basado principalmente en la
ausencia de consentimiento para los delitos sexuales. Este modelo, a su vez,
se acerca a la aproximación «sí significa sí» del consentimiento, en atención a
una interpretación convencional, constitucional y teleológica de la redacción
del tipo penal. Asimismo, el artículo arriba a otras conclusiones jurídicas
importantes sobre el tipo penal, tales como su factible cobertura de casos de
stealthing, la viabilidad jurídica de su comisión por compenetración y no solo
penetración, por omisión impropia y sin requerir ánimo lascivo adicional al
dolo, entre otras. Finalmente, a la luz de aquellas conclusiones, se examinan
sistemáticamente los artículos 171, 172, 173, 174 y 175 del Código Penal

* El presente artículo contiene referencias a actos y delitos sexuales y de violencia sexual. Estas
podrían tener un efecto estresante y revictimizante en algunas personas.
** Abogado por la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP). Magíster en Criminología y
Ejecución Penal por la Universidad Pompeu Fabra (España) y magíster en Derechos Humanos por
la PUCP. Oficial de proyecto en la Oficina para los Países Andinos de la OIT. Profesor contratado
del Departamento de Derecho de la PUCP e investigador del Grupo de Investigación en Derecho,
Género y Sexualidad de la misma casa de estudios (Degese).
Código ORCID: 0000-0002-8754-4611. Correo electrónico: rodriguez.julio@pucp.pe
*** Abogada por la PUCP. Magíster en Estudios de Género por la Universidad de Oxford (Reino Unido).
Investigadora doctoral del Instituto Max Planck para el Estudio del Crimen, Seguridad y Derecho
(Alemania), e investigadora del Degese.
Código ORCID: 0000-0003-2203-1142. Correo electrónico: cristina.valega@pucp.edu.pe
302 peruano y se proponen alternativas de interpretación jurídicas congruentes
de los mismos. Una de las más relevantes es la inconstitucionalidad del tipo
penal de violación sexual mediante engaño (artículo 175) y la argumentación
de su reconducción con base en el artículo 170, pues el primero podría ser
empleado para sostener que el engaño no es un medio idóneo para cometer
violación sexual contra una víctima adulta o adolescente mayor de 13 años,
impidiendo la protección efectiva de la libertad sexual.

Palabras clave: Violación sexual, violencia sexual, delitos sexuales,


consentimiento, libertad sexual, sí significa sí, no significa no

Abstract: This paper identifies the interpretative and qualification legal


problems posed by the criminalisation of rape offences in Peru by examining the
most contemporary case law and specialised literature. Through a teleological
and systematic legal interpretation of these offences and applying a gender
perspective, preliminary alternative solutions are constructed. The main legal
conclusion reached is that, with the incorporation of the modality of “taking
advantage of any other environment that prevents the person from giving free
J U L I O A L B E R T O R O D R Í G U E Z VÁ S Q U E Z Y C R I S T I N A VA L E G A C H I P O C O

consent” in the offence of rape in its basic modality (article 170 of the Criminal
Code), the Peruvian legal system has incorporated a model based mainly on
the absence of consent for sex offences. This model, in turn, is close to the
“yes means yes” approach to consent, based on a conventional, constitutional
and teleological interpretation of the wording of the criminal offence. This
paper also reaches other important legal conclusions about the criminal offence
of rape, such as the feasibility of its coverage of cases of stealthing, the legal
viability of its commission by compenetration and not only penetration, by
improper omission and without requiring lewd intent in addition to regular
intent, among others. Finally, considering these conclusions, articles 171, 172,
173, 174 and 175 of the Peruvian Criminal Code are systematically examined
and congruent legal interpretations are proposed. One of the most relevant is
the unconstitutionality of the criminal offence of rape by deception (article 175)
and the rationale for its redirection to article 170, as the former could be used
to argue that deception is not a suitable modality for committing rape against
an adult or adolescent victim over the age of 13, preventing the adequate
protection of sexual autonomy.

Keywords: Rape and sexual assault, sexual violence, sex offences, consent,
sexual autonomy, yes means yes, no means no

CONTENIDO: I. INTRODUCCIÓN.- II. CUESTIONES PREVIAS.- III. LA EVOLUCIÓN


EN TORNO AL BIEN JURÍDICO PROTEGIDO Y LA CONCEPCIÓN JURÍDICO-
PENAL DE LA VIOLENCIA SEXUAL.- IV. PROBLEMAS INTERPRETATIVOS DEL
TIPO PENAL GENERAL DE VIOLACIÓN SEXUAL.- IV.1. LA VIOLACIÓN SEXUAL
COMO TIPO COMÚN REALIZABLE A TRAVÉS DE COMPORTAMIENTOS
COMISIVOS Y OMISIVOS.- IV.2. LA VIOLACIÓN SEXUAL COMO TIPO DE
MEDIOS DETERMINADOS.- IV.2.1. SOBRE EL MEDIO COMISIVO CONTEXTUAL
DE AUSENCIA DE CONSENTIMIENTO EN EL DELITO DE VIOLACIÓN SEXUAL.-
IV.2.2. SOBRE LOS MEDIOS COMISIVOS TRADICIONALES EN EL DELITO DE
VIOLACIÓN SEXUAL.- IV.2.3. SOBRE EL ENGAÑO COMO ELEMENTO CAPAZ
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91

DE VICIAR EL LIBRE CONSENTIMIENTO DE LA VÍCTIMA.- IV.3 LA VIOLACIÓN


SEXUAL COMO TIPO PENAL DOLOSO.- V. PROBLEMAS DE LAS FÓRMULAS
NORMATIVAS ESPECÍFICAS DE VIOLACIÓN SEXUAL.- VI. CONCLUSIONES.
303
VIOLENCIA SEXUAL
Dado que el concepto de violación sexual tiene un significado Y DERECHO
social valorativo tan poderoso, la forma como uno lo define es de PENAL: SOBRE
gran relevancia normativa. LOS PROBLEMAS
CONTEMPORÁNEOS
eRiC Reitan, 2001 EN LA INTERPRE-
TACIÓN DEL
TIPO PENAL DE
I. INTRODUCCIÓN VIOLACIÓN SEXUAL
En 2018, la Ley 30838, Ley que modifica el Código Penal y el Código EN EL CÓDIGO
PENAL DEL PERÚ
de Ejecución Penal para fortalecer la prevención y sanción de los delitos
contra la libertad e indemnidad sexual, produjo un cambio sustancial en SEXUAL VIOLENCE
el derecho penal sexual peruano. Esto porque, entre otras modificaciones, AND CRIMINAL LAW:
amplió los medios a través de los cuales el delito de violación sexual ON CONTEMPORARY
puede ser cometido, en tanto incorporó el «aprovechamiento de un PROBLEMS IN THE
INTERPRETATION OF
entorno de coacción» o de «cualquier otro entorno que impida a la
THE RAPE OFFENCE
persona dar su libre consentimiento» como medios comisivos, además de IN THE PERUVIAN
la violencia y la grave amenaza. Ello implicó la incorporación expresa en CRIMINAL CODE
el ordenamiento peruano del elemento de ausencia de consentimiento
en el delito de violación sexual.
Esta modificación legislativa se enmarcó en un contexto nacional
e internacional específico. A nivel nacional, en el ámbito de
grandes manifestaciones colectivas contra la violencia de género
(Ni Una Menos), fundamentalmente desde 2016 (Muñoz, 2019), así
como de respuestas normativas frente a las mismas, mayoritariamente J U L I O A L B E R T O R O D R Í G U E Z VÁ S Q U E Z Y
desde el Poder Ejecutivo1. A nivel internacional, en el marco de una
mayor revisión y reforma de los delitos de violencia sexual con base en el
elemento de ausencia de consentimiento2 y de un mayor énfasis desde
el derecho internacional de los derechos humanos del no consentimiento
como elemento central en la violencia sexual3.
C R I S T I N A VA L E G A C H I P O C O

1 Por ejemplo, a través de iniciativas como el Plan Nacional contra la Violencia de Género (2016), el
Plan de Acción Conjunto para Prevenir la Violencia contra las Mujeres, así como brindar protección
y atención a las víctimas de violencia, con énfasis en los casos de alto riesgo (2018), el Programa
Presupuestal orientado a Resultados para la Reducción de la Violencia contra la Mujer (2019), la
Política Nacional de Igualdad de Género (2019), y el Reglamento de la Ley de Prevención y Sanción
del Hostigamiento Sexual (2019), entre otras.
2 Algunos de los países que realizaron una modificación a su legislación penal años y meses antes
que el Perú para incorporar el elemento de ausencia de consentimiento en sus delitos de violencia
sexual son Luxemburgo (2011), Alemania (2016), Argentina (2017), Islandia (2018), Malta (2018) y
Suecia (2018).
3 Por ejemplo, en el año 2011, el Consejo de Europa aprobó la Convención sobre prevención y lucha
contra la violencia contra las mujeres y la violencia doméstica (Convenio de Estambul), que estableció
en su artículo 36 que sus Estados parte debían tipificar como delito la violencia sexual con base en
el elemento de ausencia de consentimiento. Asimismo, en el año 2017, el Comité para la Eliminación
de la Discriminación contra la Mujer de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) estableció lo
mismo en su Recomendación General N.° 35 sobre la violencia por razón de género contra la mujer.

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304 En ese sentido, puede afirmarse que la reforma de 2018, al incorporar
expresamente el elemento de ausencia de consentimiento en el delito de
violación sexual, se constituyó como un avance importante en materia
de protección de la autonomía sexual de las personas a nivel nacional.
Ello porque, con aquella modificación, la violencia y la amenaza ya no
eran entendidas como las únicas modalidades a través de las cuales se
podía cometer aquel delito. Sin embargo, dado que la reforma no incluyó
una definición expresa del elemento de ausencia de consentimiento
y que hasta el momento no se han otorgado pautas jurisprudenciales
respecto del mismo, puede señalarse que esta también ha generado
algunos problemas interpretativos y de calificación sobre la violación
sexual (Valega, 2021, p. 4). O, en términos más precisos, que estos se han
sumado a aquellos problemas interpretativos y de calificación que, con
los medios comisivos reconocidos previamente, ya existían respecto del
tipo penal. Cabe recordar que los problemas interpretativos se producen
cuando hay más de una lectura sobre una disposición normativa y los
J U L I O A L B E R T O R O D R Í G U E Z VÁ S Q U E Z Y C R I S T I N A VA L E G A C H I P O C O

problemas de calificación cuando hay dudas sobre si los hechos fácticos


calzan en el supuesto de hecho de la norma (Atienza, 2004, pp. 177-179;
MacCormick, 2018, pp. 109-135). Es decir, en la actualidad existe una
falta de claridad a nivel jurídico sobre cómo interpretar los medios
comisivos incorporados en el delito de violación sexual, acerca de las
consecuencias que genera esta modificación en los delitos específicos
de violación sexual y respecto de qué situaciones fácticas pueden (o no)
calzar dentro de la nueva regulación (Valega, 2021, p. 4).
Estos problemas interpretativos y de calificación se tornan más
persistentes porque la mayoría de la literatura nacional dominante
—aquella compuesta por los manuales y tratados de derecho penal
sexual frecuentemente citados por la jurisprudencia de la Corte
Suprema (Caro & San Martín, 2000; Salinas, 2016; Reátegui, 2017;
Peña Cabrera, 2019)— no los ha abordado aún o bien lo ha hecho de
manera insuficiente. Este vacío doctrinario afecta, primordialmente, a
las personas que han sido víctimas de violencia sexual en nuestro país,
sobre todo a aquellas que el sistema no identifica como tales. En segunda
medida, evita que nuestra jurisprudencia se enriquezca con los debates
internacionales actuales y que las y los estudiantes de derecho del Perú
cuenten con doctrina actualizada sobre el estado de la cuestión de la
dogmática penal asociada a la violencia sexual.
Es en este escenario que el objetivo principal del presente artículo es
la identificación de los problemas interpretativos y de calificación
que plantean los tipos penales nacionales de violación sexual,
fundamentalmente el tipo básico de violación sexual (Código Penal,
1991, art. 170), y la construcción de alternativas preliminares de solución
frente a los mismos. Para reconocer los problemas de interpretación y
calificación que se generan a partir de los tipos penales nacionales de
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violación sexual, se examina la jurisprudencia y la literatura nacional e


internacional especializada más contemporánea. También se estudian
las reglas dogmáticas y, sobre todo, la casuística abordada por la
jurisprudencia de la Corte Suprema a nivel nacional en el periodo
305
2018-2022, así como aquella que ha sido calificada de vinculante. VIOLENCIA SEXUAL
Y DERECHO
Por otro lado, los problemas identificados se analizan a través de una PENAL: SOBRE
interpretación teleológica y sistemática de estos delitos, así como desde LOS PROBLEMAS
la perspectiva de género. CONTEMPORÁNEOS
EN LA INTERPRE-
Para lograr el objetivo mencionado, este artículo se estructura en cinco
TACIÓN DEL
secciones. En la primera, se presentan premisas jurídicas de las que el TIPO PENAL DE
desarrollo del artículo parte, las mismas que guían la forma en la que se VIOLACIÓN SEXUAL
comprende y analiza el derecho a lo largo del texto. En la segunda, EN EL CÓDIGO
se aborda la evolución en torno al bien jurídico protegido por los delitos PENAL DEL PERÚ
de violación sexual y la relación de este desarrollo con la delimitación de SEXUAL VIOLENCE
las conductas que se consideran violencia sexual a nivel penal. En el AND CRIMINAL LAW:
tercer acápite se identifican y evalúan los problemas interpretativos y ON CONTEMPORARY
de calificación asociados al tipo general de violación sexual, a la par PROBLEMS IN THE
que se proponen soluciones preliminares a los mismos. En cuarto lugar, INTERPRETATION OF
se reconocen los problemas vinculados a los tipos penales especiales THE RAPE OFFENCE
de violación sexual y se esbozan consideraciones sobre los mismos. IN THE PERUVIAN
Finalmente, se apuntan conclusiones generales frente a lo hallado. CRIMINAL CODE

En virtud de la extensión del presente artículo, no se abordan todas las


aristas de los problemas interpretativos sobre la regulación de los delitos
de violación sexual que se identifican ni se construyen remedios finales;
no obstante, este trabajo se constituye como un aporte académico
porque realiza una primera aproximación detallada, a nivel nacional, a
esta problemática. Además, busca motivar futuras investigaciones que
J U L I O A L B E R T O R O D R Í G U E Z VÁ S Q U E Z Y
ahonden en los distintos problemas interpretativos y de calificación de
la actual regulación penal de la violación sexual y de los otros tipos de
violencia sexual.

II. CUESTIONES PREVIAS


C R I S T I N A VA L E G A C H I P O C O

Antes de iniciar con el desarrollo de los problemas de interpretación


del delito de violación sexual y las respectivas alternativas de solución,
resulta necesario presentar tres premisas jurídicas de las que los autores
partimos para el desarrollo del presente artículo. Estas se encuentran en
la base de nuestra forma de comprender, analizar e interpretar el derecho.
En primer lugar, resulta importante señalar que el presente artículo se
aleja de la perspectiva positivista tradicional, bajo la cual el criterio
del «tenor literal» del precepto penal es un límite infranqueable a la
interpretación. Por el contrario, se parte de la tesis abierta del derecho y,
con ello, se asume que el lenguaje es indeterminado, impreciso, incierto

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306 (Montoya, 2020, p. 126; Meini, 2018, p. 159) o, como ha indicado el
propio Tribunal Constitucional del Perú (en adelante, TC) en 2003,
ambiguo y vago (fundamento 46). Por tanto, la interpretación no equivale
a un mero reconocimiento de lo previamente prohibido, sino que supone
la asignación de un sentido al texto legal (Meini, 2008, p. 163). En ese
panorama, el lenguaje es un «punto de partida» de la interpretación que
debe de ceder cuando contraviene el sentido teleológico de la norma»
(Silva, 2006, p. 381; Meini, 2018, p. 166; Montoya, 2020, p. 130). Dicho
de otro modo, el principio de legalidad, desde una mirada pospositivista,
le prohíbe al juez emplear una interpretación contraria a la Constitución,
aun cuando esta pareciera desprenderse del «tenor literal» del precepto
legal (p. 130). Por el contrario, exige que el operador de justicia plantee
una interpretación con pretensión de corrección conforme con la
Constitución (Montoya, 2020, p. 133). Es decir, la interpretación debe
dar por resultado una norma penal que responda a las necesidades de
protección de los bienes jurídicos constitucionalmente reconocidos,
J U L I O A L B E R T O R O D R Í G U E Z VÁ S Q U E Z Y C R I S T I N A VA L E G A C H I P O C O

incluso si esta no pareciera ser la más acorde con la gramática del


precepto penal (Meini, 2018, p. 167).
En segundo lugar, nuestro análisis jurídico hace hincapié en el
hecho de que, en el ordenamiento jurídico peruano, los tratados de
derechos humanos ratificados forman parte del derecho nacional y
tienen rango constitucional. Respecto a lo primero, el artículo 55
de la Constitución del Perú indica que los tratados celebrados por el
Estado y en vigor forman parte del derecho nacional, mientras que la
cuarta disposición final y transitoria resalta que las normas relativas
a derechos y libertades que la Constitución reconoce se interpretan
de conformidad con los tratados internacionales ratificados por el
Perú. Con relación a lo segundo, además de que el artículo 27 de la
Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados (1969) resalta
la supremacía de los tratados sobre el derecho interno, el TC (2006) ha
reconocido que los tratados de derechos humanos detentan un rango
constitucional (Expediente 0025-2005-PI/TC, 2006, § 61). Asimismo,
se debe recordar que el propio TC ha destacado el carácter vinculante
de las sentencias de la Corte Interamericana de Derechos Humanos
(en adelante, Corte IDH) y que, por tanto, los jueces peruanos deben
aplicar la ley a la luz de la jurisprudencia de dicha corte (Expediente
2730-2006-PA/TC, 2006, §§ 12-14). Así, la jurisprudencia de la
Corte IDH forma parte del corpus iuris que todo juez peruano debe
emplear para realizar el control de convencionalidad (Bregaglio, 2014,
p. 17). El control de convencionalidad hace referencia al deber de los
órganos y servidores estatales de contrastar las normas internas y su
aplicación con la Convención Americana sobre Derechos Humanos
(en adelante, CADH), así como con otros tratados internacionales de
derechos humanos ratificados y vigentes para el Estado peruano, y los

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estándares que sobre esta haya desarrollado la Corte IDH como tribunal
cuya competencia contenciosa e interpretativa de la CADH ha sido
reconocida por el Estado peruano (p. 17). De esta manera, se busca
que la interpretación y aplicación de los estándares internacionales de
307
derechos humanos en sede interna prevengan efectivamente la violación VIOLENCIA SEXUAL
Y DERECHO
de derechos y eviten la activación continua del Sistema Interamericano de PENAL: SOBRE
Protección de Derechos Humanos (p. 18). LOS PROBLEMAS
Finalmente, la tercera premisa jurídica de la que se parte en el presente CONTEMPORÁNEOS
EN LA INTERPRE-
artículo es la de que el ordenamiento jurídico-penal peruano en materia
TACIÓN DEL
de delitos sexuales ha adoptado el modelo del no consentimiento y ha TIPO PENAL DE
dejado atrás el modelo basado en los medios coercitivos. Si bien esta VIOLACIÓN SEXUAL
afirmación será desarrollada y fundamentada a detalle en el acápite EN EL CÓDIGO
IV.2, en esta sección se hace necesario explicar brevemente qué implica PENAL DEL PERÚ
el modelo del no consentimiento en los delitos sexuales. Este hace SEXUAL VIOLENCE
alusión a que el elemento central en un delito sexual es la ausencia de AND CRIMINAL LAW:
un consentimiento válido y que no resulta necesaria la presencia de un ON CONTEMPORARY
medio coercitivo como la violencia o la amenaza (Valega, 2021, p. 12). PROBLEMS IN THE
En palabras de Koljonen (2019): INTERPRETATION OF
THE RAPE OFFENCE
El modelo basado en el consentimiento se centra en la protección de la IN THE PERUVIAN
autonomía sexual, corresponde al individuo decidir si participa o no en CRIMINAL CODE
actos sexuales, y si no participa voluntariamente, es un delito punible.
De este modo se protegen los derechos del individuo y no se exige que
éste pueda resistirse y, en su caso, impedir la agresión4.

Al respecto, es necesario comentar que, a nivel del derecho internacional


de los derechos humanos (en adelante, DIDH), se identifica una
tendencia clara de abandono de una regulación de la violación sexual
a partir de medios comisivos y de adopción de una regulación basada J U L I O A L B E R T O R O D R Í G U E Z VÁ S Q U E Z Y
en el modelo de ausencia de consentimiento5. Es decir, desde el DIDH
se considera que la violencia, la amenaza u otros medios coercitivos
ya no deberían ser exigidos por la tipificación penal como elementos
constitutivos de la violencia sexual. Al respecto, por ejemplo, la Corte
IDH (2022) ha señalado lo siguiente:
C R I S T I N A VA L E G A C H I P O C O

145. Tomando en cuenta lo expuesto, la Corte coincide con la posición


de los distintos organismos internacionales, de modo que considera que
las disposiciones normativas penales relacionadas con la violencia sexual
deben contener la figura del consentimiento como su eje central, es

4 Traducción propia.
5 Por ejemplo, en la Convención de Estambul (2011), la Recomendación General N.° 35 del Comité
de la Eliminación de la Discriminación de la Violencia contra la Mujer (2017), la Recomendación
N.° 3 del Mecanismo de Seguimiento de la Convención de Belém do Pará (2021), y el informe
de la relatora especial de las Naciones Unidas sobre la violencia contra la mujer, sus causas y
consecuencias, La violación como una vulneración grave, sistemática y generalizada de los derechos
humanos, un delito y una manifestación de la violencia de género contra las mujeres y las niñas, y su
prevención (2021).

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308 decir, para que se perpetre una violación, no se debe exigir la prueba de
amenaza, uso de la fuerza o violencia física, bastando para ello que se
demuestre, mediante cualquier medio probatorio idóneo, que la víctima
no consintió con el acto sexual (§ 145).

Dentro de este modelo, además, hay dos formas principales de comprender


la ausencia de consentimiento. La primera es la aproximación afirmativa
del consentimiento, también conocida como «sí significa sí», que hace
alusión a que los participantes de la interacción sexual deben haber
manifestado expresamente su asentimiento para que la conducta no sea
un delito; es decir, se conoce que la otra persona no consiente si no se
tiene algún tipo de manifestación por parte de esta de que sí consiente
(Schulhofer, 2016, p. 666). La segunda es la aproximación negativa
del consentimiento, también conocida como «no significa no», que se
refiere a que los participantes de la interacción sexual asumen que la
otra persona consiente y solo conocen que esta no consiente cuando
J U L I O A L B E R T O R O D R Í G U E Z VÁ S Q U E Z Y C R I S T I N A VA L E G A C H I P O C O

esta ha manifestado de alguna forma su negativa o rechazo (p. 666).


Como ha sido mencionado, este modelo y dichas aproximaciones
serán desarrollados y contrastados con el ordenamiento jurídico-penal
peruano más adelante en el presente artículo.

III. LA E VOLUCIÓN EN TORNO AL BIEN JURÍDICO


PROTEGIDO Y LA CONCEPCIÓN JURÍDICO-
PENAL DE LA VIOLENCIA SEXUAL
Los delitos de violencia sexual no siempre han sido concebidos
normativamente de la misma manera; por el contrario, han sido regulados
e interpretados de forma muy disímil. Esta falta de homogeneidad se
explica, en parte, por lo que para un sector importante de la doctrina
es el punto de partida en la interpretación de los tipos penales: la
identificación del bien o de los bienes jurídicos protegidos. Y esta ha ido
variando a lo largo del tiempo respecto de los delitos de violencia sexual.
Así, es posible hablar de modelos frente a los delitos de violencia sexual
con base en el bien jurídico que se considera estos protegen. A partir de
esta diferencia, además, se aprecia que los modelos conciben de forma
diferente a la violencia sexual y demarcan distinto los radios de acción
de los tipos penales que la prohíben.
El primer enfoque sobre el bien jurídico protegido por estos delitos al
que podemos referirnos es el de la llamada concepción «moralizadora»
de los delitos de violencia sexual (Caro & San Martín, 2000, p. 57). Esta
perspectiva fue la dominante en los códigos penales peruanos del siglo
XIX, aunque aún se encuentra en cierta jurisprudencia y doctrina, y se
caracterizó por la idea de que los delitos de violencia sexual protegían
el «honor sexual» de las mujeres. A continuación, a esta concepción la
llamaremos el «modelo del honor sexual».
Derecho PUCP, N° 91, 2023 / e-ISSN: 2305-2546
91

El «modelo del honor sexual» de los delitos de violencia sexual tuvo


diversas manifestaciones. Una de ellas fue la concepción de que la
violación sexual solo podía ser cometida por varones contra mujeres,
toda vez que solo el honor de las mujeres estaba condicionado a su
309
sexualidad —el de los hombres no— y, por tanto, solo ellas podían VIOLENCIA SEXUAL
Y DERECHO
ser víctimas. Así, por ejemplo, los códigos penales peruanos previos al PENAL: SOBRE
de 19916 se caracterizaron por disponer que las víctimas de los delitos LOS PROBLEMAS
de violencia sexual debían ser mujeres o, en todo caso, hombres CONTEMPORÁNEOS
adolescentes o niños menores de edad (Caro & San Martín, 2000, EN LA INTERPRE-
p. 62). Es más, el Código Penal de la Confederación Peruano-Boliviana TACIÓN DEL
de 1836 solamente reconocía «honor sexual» a las mujeres «honestas» TIPO PENAL DE
(art. 421), «casadas o desposadas» (art. 566), o «no-rameras» (art. 568), VIOLACIÓN SEXUAL
cuando se refería a las mujeres adultas. El Código Penal de 1924, por EN EL CÓDIGO
ejemplo, negaba explícitamente a las mujeres casadas el menoscabo PENAL DEL PERÚ
de su «honor sexual» cuando era su esposo quien las forzaba al acto SEXUAL VIOLENCE
sexual, en tanto no las admitía como posibles sujetos pasivos del delito AND CRIMINAL LAW:
de violación sexual en esos casos. Al respecto, puede señalarse que, ON CONTEMPORARY
detrás de estas terminologías y caracterizaciones, lo que se identifica es PROBLEMS IN THE
INTERPRETATION OF
el estereotipo de género discriminatorio bajo el cual se asocia la valía
THE RAPE OFFENCE
femenina al «recato y protección de su sexualidad» (Cook & Cusack, IN THE PERUVIAN
2010, p. 41). Es decir, solo las mujeres, y únicamente algunas de ellas, CRIMINAL CODE
podían ser víctimas de violencia sexual porque eran quienes tenían un
honor sexual que proteger.
Otra manifestación del «modelo del honor sexual» se reconoce en la
graduación de la protección penal frente a la violencia sexual sobre
la base de la mayor o menor «reputación social» de la víctima. Bajo
esta perspectiva, se consideraba menos lesiva la violencia sexual que
se cometía contra mujeres que no estuvieran casadas o que ejercían su J U L I O A L B E R T O R O D R Í G U E Z VÁ S Q U E Z Y
autodeterminación sexual en libertad; es decir, aquellas que incumplían
con el estereotipo de género que restringía la sexualidad femenina al
matrimonio y a la procreación (Cook & Cusack, 2010, p. 41). Así, por
ejemplo, el Código Penal de la Confederación Peruano-Boliviana de
1836 atenuaba la pena cuando la víctima era una «mujer pública» y la
C R I S T I N A VA L E G A C H I P O C O

agravaba cuando era «una mujer honesta» (art. 421). Por su parte, el
Código Penal de 1863 distinguía la cuantía de la pena si la víctima era
una mujer «virgen» o «casada». Así también, el Código Penal de 1924
disponía que la sanción penal era mayor si la víctima era una mujer de
«conducta irreprochable», en los casos en los que la víctima tenía entre
16 y 21 años (art. 201).
Finalmente, puede afirmarse que este modelo también se concretaba
en la normativa peruana nacional debido a la inclusión de una causa

6 A saber, el Código Penal de la Confederación Peruano-Boliviana de 1836, aprobado el 1 de noviembre


de 1836; el Código Penal de 1863, aprobado el 1 de enero de 1863; y el Código Penal de 1924, que
entró en vigencia el 28 de julio de 1924.

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310 especial de cancelación de la pena que exoneraba de sanción al agresor
sexual cuando este contraía matrimonio con la víctima, ello en tanto
el matrimonio era concebido como un vehículo para «reparar el honor
sexual mancillado». En el Perú, el Código Penal actual mantuvo dicha
cláusula en su artículo 178 hasta la modificación introducida por la
Ley 26770 el 15 de abril de 1997. Cabe añadir que este artículo también
contempló, hasta aquella modificación, el ejercicio privado de la acción
penal en los delitos de violencia sexual en los artículos 170, 171, 174
y 175, lo cual constituía una excepción respecto de la mayoría de los
otros delitos tipificados en el Código Penal, denotando que la violencia
sexual se consideraba como un asunto de resolución privada y no de
carácter público.
El segundo modelo penal de la violencia sexual al que podemos
referirnos es aquel que reconoce como bien jurídico a la libertad sexual
para víctimas adultas y la indemnidad sexual para las víctimas que son
J U L I O A L B E R T O R O D R Í G U E Z VÁ S Q U E Z Y C R I S T I N A VA L E G A C H I P O C O

niñas, niños y adolescentes menores de 14 años, así como otras personas


en situación de incapacidad de consentir; es decir, bienes jurídicos que
son derechos fundamentales basados en la protección de la libertad,
integridad y el libre desarrollo de la personalidad. Este modelo fue,
en cierta medida, incorporado de forma normativa a nivel nacional
recién con el Código Penal de 1991, que fue el primero en incluir a
estos delitos en el capítulo de violación de la libertad sexual del
título IV de delitos contra la libertad; en otras palabras, sin ninguna
referencia a la protección de un «honor» o de la «decencia» sexual7.
A continuación, a esta concepción la llamaremos el «modelo de la
autodeterminación sexual».
Como primera característica de este modelo cabe señalar que la
jurisprudencia ha reconocido una dimensión positiva y una negativa
en la protección de la libertad sexual (Acuerdo Plenario 1-2011, 2011,
p. 5). Al respecto, la primera implica «la posibilidad de las personas de
desarrollar y expresar libremente su sexualidad y decidir las condiciones
y efectos de esta» (Valega, 2021, p. 30), y la segunda «el derecho a no
ser involucrado ni ser partícipe o receptor de ningún acto o contexto
sexual sin su consentimiento» (p. 30). En cuanto a la indemnidad
sexual, lo que se protege son las condiciones físicas y psíquicas para el
ejercicio sexual en libertad de aquellas personas que aún se encuentran
en desarrollo de las mismas (Acuerdo Plenario 2-2012/CJ-116, 2011,
§ 12) o que en ese momento no se encuentran en capacidad de ejercer
su libertad sexual. En ese sentido, personas de todos los géneros pueden
ser perpetradoras o víctimas de estos delitos y no hay diferenciación en
la pena según las características de la vida de estas últimas. Es más, las

7 Dado que el Código Penal de 1924 todavía hablaba de delitos contra la libertad sexual y el honor,
dentro de una sección de delitos contra la decencia, el tránsito normativo entre modelos penales de
la violencia sexual se considera a partir del Código de 1991.

Derecho PUCP, N° 91, 2023 / e-ISSN: 2305-2546


91

indagaciones genéricas sobre el comportamiento sexual o social de la


víctima de forma previa o posterior a los hechos de violencia sexual se
consideran prueba constitucionalmente inadmisible (Acuerdo Plenario
1-2012/CJ-116, 2011, § 34).
311
VIOLENCIA SEXUAL
Una segunda característica de este modelo es que, al proteger estos Y DERECHO
delitos la libertad sexual, en el caso de adultos prohíben el «acto sexual PENAL: SOBRE
indeseado, involuntario o no consentido» (Acuerdo Plenario 1-2012/ LOS PROBLEMAS
CJ-116, 2011, § 21), así como aquellos actos en los que el consentimiento CONTEMPORÁNEOS
EN LA INTERPRE-
sea inválido; por ejemplo, en los que este se hubiera obtenido mediante
TACIÓN DEL
engaño, aprovechándose de una situación de superioridad o abusando TIPO PENAL DE
de un puesto de confianza, autoridad o influencia sobre la víctima VIOLACIÓN SEXUAL
(Acale, 2020, pp. 42-43; Valega, 2021, p. 11). En el caso de los delitos EN EL CÓDIGO
contra niñas, niños y adolescentes menores de 14 años y personas PENAL DEL PERÚ
en incapacidad de consentir, se considera el acto como legalmente SEXUAL VIOLENCE
no consentido, sin importar si hubo una anuencia fáctica. Como se AND CRIMINAL LAW:
señaló previamente, en nuestro país, la incorporación normativa en ON CONTEMPORARY
2018 del elemento de ausencia de consentimiento como parte de un PROBLEMS IN THE
medio comisivo en el artículo 170 va de la mano de este modelo de la INTERPRETATION OF
violencia sexual, en tanto la ausencia de consentimiento se vuelve parte THE RAPE OFFENCE
constitutiva de aquellos delitos y la autodeterminación sexual es el bien IN THE PERUVIAN
jurídico protegido (Valega, 2021, p. 11). CRIMINAL CODE

No obstante, si bien el Código Penal peruano ha incorporado el


elemento de ausencia de consentimiento en el tipo penal básico de
violación sexual (art. 170) —y en otros de aquel capítulo (arts. 172,
176 y 176-B)—, lo ha realizado a través de la adición de un medio
comisivo. Ello porque la normativa penal aún mantiene la exigencia
de medios comisivos como elementos del delito de violación sexual; es
J U L I O A L B E R T O R O D R Í G U E Z VÁ S Q U E Z Y
decir, aún son elementos constitutivos del tipo penal la violencia física
o psicológica, la grave amenaza, el aprovechamiento de un entorno de
coacción o el aprovechamiento de cualquier otro entorno que impida
a la persona dar su libre consentimiento. Es así que la normativización
de esta concepción en nuestro ordenamiento aún traza la línea entre
C R I S T I N A VA L E G A C H I P O C O

los encuentros sexuales permitidos y los encuentros sexuales prohibidos


a partir de la identificación de modalidades desplegadas por la
persona autora.

I V. P R O B L E M A S D E L T I P O P E N A L G E N E R A L D E
VIOLACIÓN SEXUAL
A continuación, se abordan los principales problemas identificados en
torno a la aplicación del tipo penal de violación sexual. Es pertinente
señalar que en Perú la fórmula general de la violación sexual se regula
en al artículo 170, mientras que los artículos 171, 172, 173, 174 y 175
del Código Penal regulan fórmulas específicas, respectivamente. En esta
Derecho PUCP, N° 91, 2023 / e-ISSN: 2305-2546
312 medida, algunos de los problemas interpretativos del artículo 170 se
reproducen, en la misma o en mayor medida, en los otros tipos penales
de violación sexual. Por este motivo, en el presente trabajo se examinan
los problemas generales del artículo 170 en el cuarto acápite, mientras
que los problemas específicos de los otros tipos penales se analizan en el
quinto.

IV.1. La violación sexual como tipo común realizable a


través de comportamientos comisivos y omisivos
El tipo base de la violación sexual se encuentra regulado en el artículo
170 del Código Penal peruano de la siguiente manera:
El que con violencia, física o psicológica, grave amenaza o
aprovechándose de un entorno de coacción o de cualquier otro entorno
que impida a la persona dar su libre consentimiento, obliga a esta a
tener acceso carnal por vía vaginal, anal o bucal o realiza cualquier otro
J U L I O A L B E R T O R O D R Í G U E Z VÁ S Q U E Z Y C R I S T I N A VA L E G A C H I P O C O

acto análogo con la introducción de un objeto o parte del cuerpo por


alguna de las dos primeras vías, será reprimido con pena privativa de
libertad no menor de catorce ni mayor de veinte años.

Lo primero que se debe resaltar es que el artículo 170, a diferencia de


otras normas penales internacionales, incluye dentro de la violación
sexual al acceso carnal y otros actos análogos. Esta consideración,
presente de manera literal en nuestra legislación a partir de la Ley 28251
de 2004, puso final a las interpretaciones restrictivas que limitaban la
violación sexual al acceso carnal por vía vaginal (Montoya, 2011, p. 26).
Por otro lado, como se desprende del propio precepto penal, la violación
sexual es un delito común; es decir, un tipo penal que no limita el círculo
de autores con base a determinadas características personales y que, por
lo tanto, puede ser cometido por cualquier persona (Gómez, 2006, p. 27).
Sin embargo, la jurisprudencia peruana evidencia el siguiente problema
asociado a la autoría de la violación sexual: ¿puede ser autora del acto
regulado en el artículo 170 la persona que obliga a otra a introducirle su
miembro viril en las vías reconocidas por la norma? Por ejemplo, en el
caso de que una persona obligue a otra a que le introduzca su miembro
viril, una parte del cuerpo o un objeto por las vías jurídicamente
establecidas.
Para un sector de la jurisprudencia, la interpretación literal del artículo
170 y de los elementos de acceso carnal o introducción exige entender que
las personas sin órganos genitales masculinos solo pueden ser autoras
de la violación sexual cuando ellas introducen una parte de su cuerpo u
objeto por las cavidades de la otra persona reconocidas normativamente.
Así, este sector considera que en el supuesto de que la persona sin
órganos genitales masculinos obligue a la otra a la introducción carnal,
Derecho PUCP, N° 91, 2023 / e-ISSN: 2305-2546
91

esta conducta no calza en el tipo penal del 170. Esta fue la argumentación
asumida por la Sala Penal Transitoria de la Corte Suprema en el Recurso
de Nulidad N.° 432-2018/Junín (20 de noviembre de 2018, p. 5).
313
De manera semejante, en otros países se ha planteado que la VIOLENCIA SEXUAL
interpretación literal del elemento acceso carnal impide extender su Y DERECHO
aplicación a los casos en los que el agente obliga a la víctima a penetrarlo. PENAL: SOBRE
Así, por ejemplo, el Código Penal chileno dispone en su artículo 361 que LOS PROBLEMAS
«comete violación el que accede carnalmente, por vía vaginal, anal o CONTEMPORÁNEOS
EN LA INTERPRE-
bucal». Al respecto, Bascur (2016) ha señalado que, bajo la redacción
TACIÓN DEL
del tipo penal chileno, el acceso carnal consiste en introducir el órgano TIPO PENAL DE
sexual masculino en el ano, vagina o boca de la víctima, por lo que la VIOLACIÓN SEXUAL
acción típica en sí misma excluiría los supuestos en los que las personas EN EL CÓDIGO
imputadas obligan a alguien a penetrarlas (p. 72). Rodríguez Collao PENAL DEL PERÚ
(2004) también defiende una posición semejante e indica que el acceso SEXUAL VIOLENCE
carnal dispuesto en el Código Penal chileno se refiere a introducir el AND CRIMINAL LAW:
miembro genital masculino (p. 138) y que dicho texto, «indudablemente ON CONTEMPORARY
restrictivo», obliga a excluir a las mujeres como sujetos activos del PROBLEMS IN THE
delito (p. 143). Por su parte, Matus y Ramírez (2017) indican que las INTERPRETATION OF
interpretaciones «extensivas» que consideran que las mujeres pueden THE RAPE OFFENCE
ser sujetos activos quebrantan las reglas legales de la interpretación y IN THE PERUVIAN
violan el principio de prohibición de analogía (p. 235). CRIMINAL CODE

En España, Cancio (2018) va más allá de la perspectiva de lege ferenda


y aporta un argumento valorativo. En esta línea, señala que el acceso
carnal, al que hace referencia el artículo 179 del Código Penal español,
solo es atribuible a varones, toda vez que, valorativamente, «no es lo
mismo ser invadido» que «ser obligado a invadir a otro» (p. 1041).
En contra de esta argumentación, el Tribunal Supremo español, a través
J U L I O A L B E R T O R O D R Í G U E Z VÁ S Q U E Z Y
del Acuerdo del Pleno Jurisdiccional de la Sala Segunda del 25 de mayo
de 2005, acordó que es equivalente acceder carnalmente a hacerse
acceder (p. 1). De manera semejante, la Sala Penal Transitoria de la
Corte Suprema del Perú, en una sentencia más reciente, ha establecido
que una persona puede ser autora del delito de violación sexual cuando
C R I S T I N A VA L E G A C H I P O C O

hace u obliga a otra al acceso carnal o introducción semejante en las


vías específicas. Así, el mencionado órgano jurisdiccional, en el Recurso
de Nulidad N.° 486-2021/Junín, discrepó del precedente antes citado
e indicó que la expresión «acceso carnal» incluye la penetración y la
compenetración (p. 7).
Esta segunda postura es la abogada por los presentes autores como
jurídicamente correcta. En primer lugar, porque respeta la previsibilidad
semántica del tipo penal, en tanto que el propio texto del artículo 170
nos permite entender que los elementos «obliga a tener acceso carnal» o
«realiza acto análogo con la introducción» se extienden tanto a acceder/
introducir como a hacer introducir/hacer acceder. En segundo lugar,

Derecho PUCP, N° 91, 2023 / e-ISSN: 2305-2546


314 desde la interpretación teleológica, se debe recordar que el bien jurídico
en este delito es la libertad sexual; es decir, la libertad de decidir con
quién, cómo, cuándo y dónde sostener acceso carnal o actos análogos.
Así, el núcleo de este tipo penal se encuentra en la ausencia del libre
consentimiento de la víctima y en la importancia que tiene para la
sexualidad humana la autodeterminación sobre el acceso carnal y los
actos análogos (Valega, 2021, p. 30). Por lo tanto, es irrelevante si la
persona autora fue quien introdujo o quien hizo introducir el miembro
viril, la parte del cuerpo o un objeto en tanto en ambos escenarios se
configuraría el desvalor de acción del tipo penal (Carnevali, 2001,
p. 444). Cabe señalar que ello aplicaría también para personas que
obligan a otras a penetrarse a sí mismas o a terceros. La interpretación
contraria infringe la protección del bien jurídico y, en esa medida, no
cumple con la previsibilidad axiológica y la interpretación teleológica
del tipo penal.
J U L I O A L B E R T O R O D R Í G U E Z VÁ S Q U E Z Y C R I S T I N A VA L E G A C H I P O C O

Otro problema asociado al delito de violación sexual es si el artículo


170 permite el empleo del artículo 13 del Código Penal y, por tanto,
de la omisión impropia. Este problema fue abordado por la Casación
N.° 725-2018/Junín emitida por la Sala Penal Permanente en 2019.
En esta oportunidad, la Corte Suprema de Justicia indicó que es posible
aplicar esta figura a casos de violación sexual de menores de edad (Código
Penal, 1991, art. 173). Los fundamentos de la Sala Penal Permanente en
2019 para esta afirmación fueron los siguientes:
1. El delito de violación sexual es un delito de resultado y común.
2. Existen sujetos que ostentan una posición de garante que se
traduce en el deber de cuidado de la sexualidad de otros, como
el caso de quien ostenta la patria potestad de un niño, niña o
adolescente.
3. Existen garantes que, además, tienen las condiciones y aptitudes
para neutralizar fuentes de peligro para la sexualidad de otros,
como sucede con las personas que ostentan la patria potestad y
conviven con la persona menor de edad.
4. El deber de garante de la madre y el padre respecto a la indemnidad
sexual de su hija o hijo, niña, niño o adolescente, se fundamenta
en la función de protección del bien jurídico y, a la vez, en la
función de control de peligros.
5. Los delitos sexuales frecuentemente son progresivos —de menor
intensidad a mayor intensidad— y cometidos en el seno familiar,
por lo que la respuesta oportuna de los familiares ante el primer
ataque sexual es fundamental.
6. El deber de garante de un padre o madre genera la obligación

Derecho PUCP, N° 91, 2023 / e-ISSN: 2305-2546


91

de apartar y alejar al agresor de la víctima una vez que conoce el


primer ataque sexual, así como de realizar cualquier otro acto de
defensa que esté en sus capacidades.
315
7. La omisión de la obligación antes descrita equivale a la realización VIOLENCIA SEXUAL
de un ataque sexual en sentido positivo (pp. 9-11). Y DERECHO
PENAL: SOBRE
Como se observa, los fundamentos esgrimidos por la casación abogan LOS PROBLEMAS
por la aplicación del delito de violación sexual por omisión impropia en CONTEMPORÁNEOS
los supuestos de padres o madres respecto a sus hijos o hijas menores de EN LA INTERPRE-
edad, tal como lo acepta un sector de la doctrina (Cancio, 2018, p. 1032). TACIÓN DEL
Al respecto, el hecho de que se reconozca que la violación sexual es un TIPO PENAL DE
tipo penal que puede ser atribuible a un actuar omisivo permite pensar VIOLACIÓN SEXUAL
en otros supuestos. Así, por ejemplo, el artículo 172 —violación sexual EN EL CÓDIGO
de persona en incapacidad de dar su libre consentimiento— podría ser PENAL DEL PERÚ
aplicable a médicos o enfermeras que permiten que un tercero tenga SEXUAL VIOLENCE
acceso carnal con un paciente que no puede dar su libre consentimiento AND CRIMINAL LAW:
y se encuentra bajo su cuidado, ello en virtud de la posición de garante ON CONTEMPORARY
que ostentan estas personas sobre la indemnidad sexual de aquellos PROBLEMS IN THE
pacientes. INTERPRETATION OF
THE RAPE OFFENCE
Ahora bien, ¿el garante que no evita la violación sexual pudiendo IN THE PERUVIAN
hacerlo responde como autor o como partícipe de este delito? Este es CRIMINAL CODE
un tercer problema interpretativo que se identifica en la literatura.
Para Peñaranda (2020), existen tres posiciones que pueden responder
esta pregunta (p. 189). Un primer sector considera que quien omite en
posición de garante solo podrá ser partícipe. Por el contrario, un segundo
sector considera que siempre es autor. Un tercer sector de la doctrina
defiende la idea de que, si el omitente tiene una posición de garante
basada en la protección del bien jurídico, deberá responder como autor; J U L I O A L B E R T O R O D R Í G U E Z VÁ S Q U E Z Y
mientras que, si su posición de garante está basada en una función de
control del peligro, lo hará como partícipe (p. 189). Con base en esta
última posición, el padre o la madre que permite la violación sexual de
su menor hijo o hija pudiendo evitarla debería responder siempre como
autor, toda vez que su posición de garante se basa en la protección del
C R I S T I N A VA L E G A C H I P O C O

bien jurídico.
Una posición un tanto diferente es la que acoge Robles (2007). Él considera
que la decisión sobre la calificación de autoría o de participación de una
conducta omisiva depende del valor de la omisión para el conjunto del
hecho (p. 74). En este esquema, si la conducta omisiva es «un pequeño
fragmento del hecho» respecto a la intervención de quien realiza la
conducta comisiva, debe ser calificada de participación; por el contrario,
será calificada de autoría la conducta omisiva que determina el hecho
en igualdad que la conducta activa junto con la que concurre (p. 72).
En este escenario, Robles considera que el no impedir una lesión por

Derecho PUCP, N° 91, 2023 / e-ISSN: 2305-2546


316 parte de un tercero responsable, pese a tener la obligación de hacerlo,
debe ser calificado de participación (p. 77).
Desde otro plano, Mañalich (2014) considera que el omitente en estos
casos no puede ser autor directo, ya que la omisión impropia no se deja
construir en delitos como el de violación sexual (p. 238). Ello en virtud
de que, para el profesor chileno, el tipo penal no permite formular una
norma que le requiera al garante impedir la violación sexual (p. 239).
Para él, este tipo de casos podrían constituir complicidad omisiva del
garante o, en todo caso, coautoría bajo la modalidad comisiva (p. 239).
Por su parte, la Casación N.° 725-2018/Junín de 2019, previamente
citada, respondió a esta pregunta a partir de un criterio contrafáctico.
La Sala Penal Permanente señaló que existirá autoría por omisión
impropia cuando pueda formularse un juicio de certeza sobre la eficacia
que habría tenido la acción omitida para la evitación del resultado,
mientras que existirá complicidad si la acción omitida hubiera
J U L I O A L B E R T O R O D R Í G U E Z VÁ S Q U E Z Y C R I S T I N A VA L E G A C H I P O C O

dificultado sensiblemente el resultado (p. 8). Para la Corte Suprema,


el padre o madre que permite la violación sexual de su menor hijo o
hija pudo evitar con certeza dicho resultado, por lo que debe responder
como autor. Este criterio fue recogido de la jurisprudencia del Tribunal
Supremo de España que en la sentencia 758/2018, del 9 de abril de
2019, lo empleó para condenar a unos padres como autores de abuso
sexual a un menor de 13 años por omisión impropia.
Sin embargo, el criterio del «juicio de certeza» no brinda predictibilidad,
toda vez que es imposible saber si el actuar del garante hubiese evitado
el resultado con certeza o si, por el contrario, solo hubiese «dificultado
sensiblemente» el resultado. Por este motivo, parece más aconsejable
seguir el criterio de Peñaranda (2020), basado en la fuente del deber
de garante. En ese sentido, si el omitente es garante en virtud de su
deber de protección de la indemnidad sexual de la víctima, corresponde
aplicar la figura de la autoría. Ello evidentemente sin perjuicio de que la
responsabilidad objetiva de la madre o el padre confluya con un criterio
de exclusión de la imputación objetiva, una causa de justificación o un
eximente de culpabilidad, parcial o completa, como en casos en los que
la madre o el padre haya estado bajo una situación de violencia, amenaza
o imposibilidad de exigirle actuar de otro modo. De la misma manera, se
debe evitar emplear estándares distintos entre madres y padres, así como
justificar la tipicidad de la omisión con base en estereotipos de género
como el de la «madre que todo lo sabe» o el de la «madre que todo lo
sacrifica» (Hopp, 2023, pp. 176-220).
Por otro lado, de lo antes dicho también se desprende que quien tiene
una posición de garante fundamentada en el control de una fuente de
peligro responderá como partícipe. ¿Qué fuentes de peligro son relevantes
para las violaciones sexuales? La doctrina penal ha evaluado en este
Derecho PUCP, N° 91, 2023 / e-ISSN: 2305-2546
91

tipo de casos el eventual deber de garante de quien tiene la titularidad


del establecimiento que funge como lugar donde se comete el delito
(Lascuráin, 2002, p. 86). Autores como Lascuráin niegan la posibilidad
de que el titular de un inmueble sea garante frente a, por ejemplo, el
317
tráfico de drogas cometido en su predio con su conocimiento (p. 90). VIOLENCIA SEXUAL
Y DERECHO
Sin embargo, los delitos de violencia sexual requieren mayormente para PENAL: SOBRE
su comisión de un escenario oculto, por lo que resulta evidente que los LOS PROBLEMAS
inmuebles y espacios físicos que permiten que el hecho se cometa de CONTEMPORÁNEOS
forma subrepticia constituyen verdaderas fuentes de peligro. Por tanto, EN LA INTERPRE-
no existe argumento para negar que quien no evita, pudiendo hacerlo, TACIÓN DEL
que un tercero viole a una persona en un inmueble que está bajo su TIPO PENAL DE
control, podrá responder como partícipe de este delito en comisión por VIOLACIÓN SEXUAL
omisión. En estos casos, el omitente no tiene una posición de garante EN EL CÓDIGO
frente a cualquier ataque a la libertad o indemnidad sexual de la víctima; PENAL DEL PERÚ
sin embargo, sí lo tiene con relación al inmueble que se encuentra bajo SEXUAL VIOLENCE
su dominio. AND CRIMINAL LAW:
ON CONTEMPORARY
PROBLEMS IN THE
IV.2. La violación sexual como tipo de medios determinados INTERPRETATION OF
La violación sexual es un tipo penal de resultado. Así, la Corte Suprema THE RAPE OFFENCE
de la República, en el Acuerdo Plenario 1-2011/CJ-116 de 2011, ha IN THE PERUVIAN
establecido que la violación sexual se consuma con la introducción CRIMINAL CODE
parcial o total del miembro viril por la cavidad vaginal, anal o bucal,
así como con la introducción parcial o total de cualquier parte del
cuerpo o de un objeto por las dos primeras cavidades antes indicadas
(fundamento 13). Ahora bien, históricamente, el tipo penal de violación
ha sido, además, uno de medios determinados; esto es, un tipo penal
cuya tipicidad del comportamiento depende de que se realice alguno
de los medios señalados taxativamente por la ley (Meini, 2014, p. 77). J U L I O A L B E R T O R O D R Í G U E Z VÁ S Q U E Z Y
De ello se desprende que se está ante una tentativa de violación sexual
si la persona perpetradora ha empleado alguno de los medios estipulados
en el artículo 170, pero no logró la introducción parcial o total de parte
del cuerpo u objeto.
Sin perjuicio de ello, tal como se expondrá más adelante, la modificación
C R I S T I N A VA L E G A C H I P O C O

del artículo 170 realizada por la Ley 30838 y la sentencia de la Corte


IDH en el caso Angulo Lozada vs. Bolivia (2022) han supuesto el
inicio del tránsito de un modelo centrado en los medios a un modelo
centrado en la ausencia de libre consentimiento (Valega, 2021,
p. 33), como se esbozó en el segundo acápite del presente artículo. Ello
fundamentalmente por dos motivos: a) por un lado, la modificación
normativa de 2018 agregó el elemento de ausencia de consentimiento
como medio comisivo («el aprovechamiento de cualquier entorno que
impida a la persona dar su libre consentimiento»); b) por otro lado,
la Corte IDH (2022), en la sentencia antes mencionada, ha indicado
que, bajo los criterios de la CADH, se debe considerar violación sexual
Derecho PUCP, N° 91, 2023 / e-ISSN: 2305-2546
318 todo acto de penetración vaginal, anal o bucal, o la introducción de
partes del cuerpo u objetos por las dos primeras vías, sin consentimiento
(§ 137). Entonces, en cuanto a los medios comisivos del delito de
violación sexual, estos pueden clasificarse en medios comisivos
tradicionales y en el medio contextual de ausencia de consentimiento
(Valega, 2021, p. 15). Dentro de los primeros, se encuentran la violencia
física, la violencia psicológica, la grave amenaza y el aprovechamiento
de un entorno de coacción. El medio contextual de ausencia de
consentimiento, en cambio, se produce cuando el agente comete acceso
carnal respecto de la víctima o le realiza un acto análogo en un entorno
en el que ella no brindó su consentimiento (p. 15).
IV.2.1. Sobre el medio comisivo contextual de ausencia de consentimiento
en el delito de violación sexual
En primer lugar, comenzamos haciendo referencia al medio comisivo
contextual de ausencia de consentimiento, que ha sido incorporado a
través de la redacción de «aprovechamiento de cualquier otro entorno
J U L I O A L B E R T O R O D R Í G U E Z VÁ S Q U E Z Y C R I S T I N A VA L E G A C H I P O C O

que impida a la víctima dar su libre consentimiento». Si bien este se


describe luego de la lista de los otros medios comisivos e inicia con la
palabra «otro» —indicando su naturaleza de cláusula de extensión
analógica—, resulta necesario iniciar el examen de los medios comisivos
por este porque es el que ha incluido al elemento de ausencia de
consentimiento en nuestro ordenamiento jurídico-penal. Ello significa
que ha normativizado el cambio de paradigma que reconoce que no es el
acto violento el que demuestra la ausencia de consentimiento, sino esta
ausencia la que convierte una relación sexual en violenta (Acale, 2020,
p. 54; Valega, 2021, p. 11). Posteriormente, se hará referencia a los otros
tres medios comisivos regulados en el artículo 170.
La incorporación del medio comisivo «aprovechamiento de cualquier
otro entorno que impida a la víctima dar su libre consentimiento» ha
reconocido expresamente en el tipo penal que se produce un delito
sexual cuando no hay consentimiento o cuando este es inválido para
mantener relaciones sexuales (Valega, 2021, p. 11). Ello va en la línea
de lo señalado por la Corte Suprema en torno a que, al proteger los
delitos de violencia sexual la libertad sexual, lo que prohíben es el «acto
sexual indeseado, involuntario o no consentido» (Acuerdo Plenario
1-2012/CJ-116, 2011, § 21). Entonces, si la víctima no ha brindado su
asentimiento a la interacción sexual y la persona perpetradora no ha
respetado aquello, se estaría ante el empleo de este medio comisivo. Ello
porque la persona agresora se estaría aprovechando de un entorno en
el que la disposición del derecho a la libertad sexual de la víctima no se
encuentra presente. Por tanto, la ausencia de consentimiento conocida
por la persona perpetradora podría ser suficiente para argumentar el
empleo de aquel medio comisivo por parte del sujeto activo y, por lo
mismo, la constitución del delito de violación sexual.
Derecho PUCP, N° 91, 2023 / e-ISSN: 2305-2546
91

Sin embargo, se podría plantear que, a diferencia de otras legislaciones, el


Código Penal peruano no hace referencia expresa a que habrá violación
sexual ante la ausencia de consentimiento. Por el contrario, la literalidad
del artículo 170 hace alusión a un «entorno» que impide a la víctima dar
319
su libre consentimiento. Según la Real Academia Española, la palabra VIOLENCIA SEXUAL
Y DERECHO
«entorno» se refiere a un «ambiente, lo que rodea» (2023, acepción 1). PENAL: SOBRE
Con ello pareciera que el «tenor literal» del artículo 170 exige que, LOS PROBLEMAS
además de la ausencia del consentimiento, la víctima se encuentre en CONTEMPORÁNEOS
un ambiente o escenario externo que no le permita ejercer de manera EN LA INTERPRE-
autónoma su sexualidad. No obstante, esta interpretación presenta las TACIÓN DEL
siguientes objeciones: TIPO PENAL DE
VIOLACIÓN SEXUAL
1. La interpretación restrictiva antes planteada provocaría la EN EL CÓDIGO
impunidad del acceso carnal y los actos análogos a este que se PENAL DEL PERÚ
imponen a una persona que, encontrándose en un ambiente de SEXUAL VIOLENCE
libertad, no ha consentido al acto sexual. Sin embargo, desde AND CRIMINAL LAW:
una perspectiva sistemática del Código Penal peruano, esta ON CONTEMPORARY
interpretación es irrazonable. Se debe tomar en cuenta que el PROBLEMS IN THE
artículo 176 del Código Penal prohíbe los tocamientos y actos INTERPRETATION OF
de connotación sexual que, sin propósito de tener acceso carnal, THE RAPE OFFENCE
se realizan sobre una persona sin su libre consentimiento. En IN THE PERUVIAN
este contexto, la interpretación restrictiva llevaría al resultado CRIMINAL CODE
irrazonable de considerar que, en nuestro ordenamiento, los
actos de contenido sexual que se realizan sobre una persona sin
su consentimiento son punibles, mientras que el acceso carnal
sin consentimiento es impune. Con un ejemplo: para la tesis
restrictiva, tocar las nalgas de una persona que no ha consentido
recibir ese tocamiento es punible, pero penetrar sexualmente a
una persona que no ha consentido a dicho acto sexual es impune. J U L I O A L B E R T O R O D R Í G U E Z VÁ S Q U E Z Y
Esta incongruente interpretación generaría, además, que a una
persona que cometa delitos sexuales le resulte más «conveniente»
acceder carnalmente sin consentimiento a sus víctimas que
realizar otro tipo de tocamiento o acto de connotación sexual.
2. Como se ha dicho antes, desde una perspectiva pospositivista,
C R I S T I N A VA L E G A C H I P O C O

la literalidad restrictiva no es un límite máximo o infranqueable


para la interpretación. Por el contrario, el «tenor literal» debe
de ser complementado si su lectura constringente impide que
la norma cumpla con su finalidad de proteger bienes jurídicos
constitucionalmente reconocidos. El bien jurídico protegido
por los delitos de violencia sexual es la libertad sexual, la que
se lesiona cuando el agente realiza un acto de contenido sexual
sin el consentimiento válido de la víctima. Por tanto, requerir
algo adicional a la ausencia de libre consentimiento por parte
de la víctima es contrario a la interpretación teleológica del
artículo 170, la que brinda mayor protección constitucional
Derecho PUCP, N° 91, 2023 / e-ISSN: 2305-2546
320 que la meramente literal, más aún cuando esta interpretación
garantiza la previsibilidad a partir del elemento «entorno que
impide a la víctima dar su libre consentimiento», que debe ser
entendido como «situación en la que la víctima no da su libre
consentimiento».
3. El Código Penal es una norma de rango legal que es válida
únicamente si es coherente con normas de rango superior.
Específicamente, la norma penal tiene que ser resultado de
una interpretación que tome en cuenta las normas de rango
constitucional. Como se ha dicho antes, dentro de las normas
de rango constitucional se encuentran las que forman parte de
tratados de derechos humanos ratificados por el Perú. El TC
(Sentencia N.° 04617-2012-PA/TC, 2014) ha reconocido que,
debido a que el Perú ha ratificado la CADH, la jurisprudencia
de la Corte IDH vincula a los jueces y las juezas nacionales y les
exige emplear el control de convencionalidad (fundamento 14).
J U L I O A L B E R T O R O D R Í G U E Z VÁ S Q U E Z Y C R I S T I N A VA L E G A C H I P O C O

Respecto al presente problema jurídico, la jurisprudencia de la


Corte IDH (2022) ha indicado que, para la identificación de
un supuesto de violación sexual, basta demostrar que la víctima
no consintió el acto sexual (§ 145). Más aún, la Corte IDH
indica que los tipos penales de violación sexual deben centrarse
en la ausencia de consentimiento y que cualquier hipótesis de
acceso carnal con persona sin su consentimiento debe estar
contenida en el delito de violación (§ 155). En este escenario,
la tesis restrictiva no solo contradice la sistemática del Código
Penal peruano, sino que es inconsistente con normas de rango
superior. Además, la defensa de la tesis restrictiva provocaría
que el Perú incumpla las obligaciones internacionales asumidas
en la CADH y la Convención Belém do Pará, ya que impediría
tomar medidas jurídicas para prevenir, perseguir y sancionar
el acceso carnal que se le impone a una persona que, en un
entorno de libertad, no consintió al acto sexual.
Un punto importante sobre esta interpretación del artículo 170 a la luz de
un modelo basado en la ausencia del consentimiento es la determinación
de qué implica no consentir. En palabras de Hörnle (2023), «si el término
consentimiento se utiliza en la descripción del delito principal sería
necesario complementarlo con una definición porque la ambigüedad
del consentimiento requiere una aclaración, tanto para los miembros
del público como para los que aplican el derecho penal» (p. 266)8.
En esa línea, surgen diferentes preguntas jurídicamente trascendentales
sobre cómo entender el elemento de no consentimiento, las mismas que
exceden el encuadre del presente artículo. Sin embargo, una cuestión

8 Traducción propia.

Derecho PUCP, N° 91, 2023 / e-ISSN: 2305-2546


91

fundamental por responder es si el modelo de no consentimiento en


delitos sexuales en el ordenamiento jurídico-penal peruano parte de la
aproximación del «sí significa sí» o del «no significa no». Es decir, ¿el
no consentimiento se presenta cuando las personas involucradas en la
321
interacción sexual no manifiestan su anuencia o cuando manifiestan su VIOLENCIA SEXUAL
Y DERECHO
negativa? En el ordenamiento jurídico peruano aún no se ha adoptado PENAL: SOBRE
una posición expresa sobre qué modelo del consentimiento recoge LOS PROBLEMAS
nuestra normativa. Sin perjuicio de ello, como ha desarrollado Valega CONTEMPORÁNEOS
(2021), dada la redacción del tipo penal y las regulaciones generales EN LA INTERPRE-
del elemento subjetivo, puede señalarse que la regulación peruana se TACIÓN DEL
encuentra más cercana al modelo «sí significa sí» (p. 26). Ello porque TIPO PENAL DE
el tipo penal no exige que el acto ocurra contra la voluntad reconocible VIOLACIÓN SEXUAL
o manifiesta de la víctima —lo que implicaría que esta tendría que EN EL CÓDIGO
manifestar su negativa para que hubiera un acto de violación sexual—, PENAL DEL PERÚ
como ocurre en las legislaciones alemana o portuguesa como regla SEXUAL VIOLENCE
general. Por el contrario, nuestro tipo penal establece que habrá AND CRIMINAL LAW:
violación sexual cuando el sujeto activo se aproveche de cualquier ON CONTEMPORARY
entorno que impida a la persona dar su libre consentimiento; es decir, PROBLEMS IN THE
INTERPRETATION OF
se reconoce que el consentimiento tiene que ser dado y, por tanto, no
THE RAPE OFFENCE
puede ser asumido. IN THE PERUVIAN
En ese sentido, los autores nos adscribimos a esta postura, que establece CRIMINAL CODE
que, en atención al derecho fundamental a la libertad y al libre desarrollo
de la personalidad, la única interpretación constitucionalmente viable
del modelo de no consentimiento en los delitos sexuales a nivel
nacional es la afirmativa (Valega, 2021, p. 34). Es decir, que no habrá
consentimiento cuando las personas no expresen o manifiesten de
alguna forma su anuencia a la penetración sexual. En sus palabras:
J U L I O A L B E R T O R O D R Í G U E Z VÁ S Q U E Z Y
en cuanto a la adopción del modelo “sí significa sí”, considero que es la
única interpretación constitucional del delito. Esto es así porque toda
persona tiene derecho a la libertad y al libre desarrollo de su personalidad.
Con relación al primer derecho, la Corte Interamericana de Derechos
Humanos ha declarado en la sentencia Gelman vs. Uruguay (2011) que
C R I S T I N A VA L E G A C H I P O C O

este “implica la posibilidad de todo ser humano de auto-determinarse


y escoger libremente las opciones y circunstancias que le dan sentido a
su existencia” (en [129])9. En cuanto al segundo derecho, el Tribunal
Constitucional peruano ha señalado que “garantiza una libertad general
de actuación del ser humano en relación con cada esfera de desarrollo de
la personalidad” (2009: (en [8])10. Por lo tanto, es jurídicamente
coherente deducir que las personas necesitan buscar el consentimiento
para interactuar con la esfera sexual de otros y no dar por sentado que

9 La fuente es el párrafo 129 de la sentencia Gelman vs. Uruguay (2011), a la que se hace referencia.
10 La fuente es octavo párrafo del Expediente N.° 3901-2007-PA/TC (2009).

Derecho PUCP, N° 91, 2023 / e-ISSN: 2305-2546


322 siempre son receptivas a la interacción sexual a menos que comuniquen
su falta de voluntad (p. 34).

Esta comprensión del no consentimiento, por supuesto, hace referencia


al tipo objetivo. Adicionalmente a ello, tal y como será desarrollado
en la sección IV.3 del presente artículo, la imputación del delito de
violación sexual requerirá también del conocimiento por parte del
sujeto activo de la ausencia de una anuencia por parte de la víctima a la
penetración sexual.
IV.2.2. Sobre los medios comisivos tradicionales en el delito de
violación sexual
Sin perjuicio de lo antes dicho, los medios comisivos tradicionales
también pueden revelar la ausencia de consentimiento por parte
de la víctima a la interacción sexual. Por tanto, se constituyen como
medios que el legislador ha considerado idóneos de ser mantenidos
en el tipo penal cuando denoten aquella falta de consentimiento y,
J U L I O A L B E R T O R O D R Í G U E Z VÁ S Q U E Z Y C R I S T I N A VA L E G A C H I P O C O

consecuentemente, una vulneración a la libertad sexual de la víctima.


Sobre el medio comisivo de violencia física, este hace referencia a toda
acción que suponga el despliegue de energía corporal del autor sobre
la víctima y que se traduce, por ejemplo, en golpes, en la sujeción a
través de las manos o en otras formas de agresión corporal (Salinas,
2016, p. 65) que afectan la libertad sexual de la víctima. Es evidente
que la violencia física no exige la aplicación de una fuerza irresistible
sobre la víctima (Acale, 2019, p. 215); es decir, no es exigible una
fuerza que no sea posible de vencer o de neutralizar (Meini, 2014,
p. 157). Por el contrario, este medio se cumple cuando el perpetrador
ejerce una violencia física idónea para infringir la libertad sexual de la
víctima. De ello se desprende que la resistencia no es un elemento del
tipo penal y que el bloqueo o la colaboración de la víctima no elimina
la existencia de este medio comisivo (Jericó, 2019, p. 306). También es
válido concluir que la situación de vulnerabilidad en la que se encuentra
la víctima es un factor clave para valorar la idoneidad de la violencia
física en la vulneración de su libertad sexual. A manera de ejemplo, la
violencia física para infringir la libertad sexual de una persona joven y
fornida no será la misma que se requiera para doblegar la voluntad de
una persona adulta mayor que vive en situación de dependencia y ello
debe ser considerado al evaluar la existencia de este medio comisivo.
Asimismo, cuando la violencia no ponga en peligro o lesione la libertad
sexual de la víctima —es decir, cuando esta haya sido expresamente
consentida por las partes—, no se constituirá en un medio comisivo que
afecte el bien jurídico.
En cuanto a la violencia psicológica, para definir este medio resulta útil
recurrir al artículo 8, literal b, de la Ley 30364, que dispone que la violencia
psicológica hace referencia a toda acción que se orienta al control,
Derecho PUCP, N° 91, 2023 / e-ISSN: 2305-2546
91

aislamiento, humillación, avergonzamiento, insulto, estigmatización o


estereotipación de la víctima sin importar el tiempo que se requiera para
su recuperación. Ahora bien, la interpretación teleológica del artículo 170
obliga a que esta violencia afecte la libertad de la víctima para ejercer su
323
libertad sexual. Por tanto, la violencia psicológica, como medio comisivo VIOLENCIA SEXUAL
Y DERECHO
para la violencia sexual, debe tener cierta gravedad e intensidad, caso PENAL: SOBRE
contrario siempre puede procederse a analizar la acción con base en el LOS PROBLEMAS
medio contextual de consentimiento. A este respecto, una situación CONTEMPORÁNEOS
de violencia psicológica podría ocurrir, por ejemplo, cuando la persona EN LA INTERPRE-
agresora emplea un entorno de aislamiento y humillación creado por TACIÓN DEL
ella misma que impide a la víctima dar su libre consentimiento en virtud TIPO PENAL DE
de aquella situación de violencia psicológica. VIOLACIÓN SEXUAL
EN EL CÓDIGO
Respecto al segundo medio coactivo tradicional, la doctrina ha señalado PENAL DEL PERÚ
que la amenaza consiste en el anuncio de un mal o perjuicio inminente SEXUAL VIOLENCE
para la víctima (Salinas, 2016, p. 71). La doctrina tradicional refiere que AND CRIMINAL LAW:
esta amenaza debe ser verosímil, inmediata y grave, de modo tal ON CONTEMPORARY
que sea asimilable a la violencia física (Monge, 2019, p. 354; Salinas, PROBLEMS IN THE
2016, p. 72). Sin embargo, es preciso recalcar que estas características INTERPRETATION OF
deben ser evaluadas a la luz de las circunstancias personales y fácticas THE RAPE OFFENCE
en las que se encuentra la víctima (Jericó, 2019, p. 354). En esta línea, IN THE PERUVIAN
Acale (2019) indica que la evaluación de la amenaza grave exige tomar CRIMINAL CODE
en cuenta el contexto y las características de los sujetos activos y pasivos
(pp. 218-219), por ejemplo, si estos últimos se encuentran en una
situación de vulnerabilidad específica. Como señaló la Corte Suprema
en el Acuerdo Plenario 1-2011 de 2011, los medios que establece el
delito deben ser analizados considerando la edad, el género, la condición
de la persona y demás circunstancias específicas que puedan influir en la
vivencia del hecho (pp. 6-7). J U L I O A L B E R T O R O D R Í G U E Z VÁ S Q U E Z Y
Sobre el tercer medio comisivo tradicional de «aprovechamiento de
un entorno coercitivo», la Sala Penal Transitoria de la Corte Suprema
(Recurso de Nulidad N.° 1257-2015/Lima, 2016) ha señalado en la
interpretación del tipo penal de feminicidio que la coacción se refiere
C R I S T I N A VA L E G A C H I P O C O

a la violencia, amenaza o el uso de la fuerza física, psicológica o moral


que se ejerce sobre alguien para obligarla a hacer algo en contra de su
voluntad (p. 6). De forma análoga está regulado el delito de coacción
en el artículo 151 del Código Penal. Por tanto, en concordancia
interpretativa, el medio comisivo de «aprovechamiento de un entorno
coercitivo» en el delito de violación sexual debe ser interpretado como el
aprovechamiento de un contexto equivalente al ejercicio de violencia o
amenaza en la víctima. Es decir, el aprovechamiento de aquella situación
en la que, si bien puede no haber actos de violencia o amenaza directos
cometidos por el sujeto activo, el entorno tiene un carácter equivalente
a que los hubiera y, por tanto, no puede considerarse que este permita
el otorgamiento de un libre consentimiento para el acto sexual. Se hace
Derecho PUCP, N° 91, 2023 / e-ISSN: 2305-2546
324 alusión, en general, al aprovechamiento de cualquier otro entorno que
coloque a la víctima en una situación en que no tiene otra alternativa
real y aceptable más que cumplir con la voluntad de la persona agresora.
Ilustrativamente, dentro de este medio se pueden incluir los casos de
abuso de situación de superioridad —ser padre respecto de la víctima,
por ejemplo— y abuso de la situación de vulnerabilidad específica
—relación de dependencia emocional con el agresor— (Peña Cabrera,
2019, pp. 375-376), entre otros.
IV.2.3. Sobre el engaño como elemento capaz de viciar el libre
consentimiento de la víctima
Ahora bien, ¿puede constituir otro ejemplo subsumible en el medio
comisivo contextual de ausencia de consentimiento el engaño sobre
condiciones que, socialmente, son valoradas como fundamentales para
la relación sexual consentida? Es decir, ¿existe un error provocado por
un engaño de la persona perpetradora que pueda ser interpretado como
generador de un entorno en el que el consentimiento de la víctima
J U L I O A L B E R T O R O D R Í G U E Z VÁ S Q U E Z Y C R I S T I N A VA L E G A C H I P O C O

no es libre y, por lo mismo, aunque esta haya aceptado la interacción


sexual, su aceptación puede resultar inválida? La jurisprudencia y
doctrina nacional dominante no se han pronunciado respecto de este
problema de calificación; no obstante, esto ya ha sido abordado por otras
jurisdicciones. Por ejemplo, la Audiencia Provincial de Sevilla en España
aplicó el delito de agresión sexual en un caso de stealthing. Así, el órgano
jurisdiccional español, en la Resolución 375/2020, indicó lo siguiente:
Trinidad (nombre pseudónimo) pudo y así decidió libremente consentir
mantener relaciones sexuales con penetración vaginal con el acusado
siempre que éste utilizara el preservativo, pero ello no merma un
ápice su libertad y capacidad para no consentir tal acto sin ese medio
profiláctico, de manera que cuando así actúo atentó gravemente contra
la libertad de Trinidad; no cabe entender que Trinidad consintió en todo
caso la penetración y que el acusado modificó tan solo una condición
accesoria de ésta, debemos por el contrario entender que el acusado se
sirvió del engaño para, sin conocimiento ni consentimiento de Trinidad,
mantener un contacto sexual distinto del que habían acordado, tan
esencialmente distinto que son muy diversos sus alcances y eventuales
consecuencias, por lo que en definitiva la libertad de autodeterminación
de Trinidad en el ámbito sexual fue atacada y anulada, sometiéndola
a algo que no consintió ni hubiera consentido de ser interpelada por
él (p. 7).

Esta sentencia fue confirmada por la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal
Superior de Justicia de Andalucía en la Sentencia 186/2021 de 2021.
Así, el Tribunal indicó que el vicio en el consentimiento de la víctima
era claro, toda vez que fue la creencia en estar manteniendo relaciones
sexuales con empleo de preservativo lo que permitió que la víctima
Derecho PUCP, N° 91, 2023 / e-ISSN: 2305-2546
91

accediera a tener acceso carnal con la persona condenada (p. 7). Sobre
esta base, el órgano jurisdiccional español concluyó que el stealthing
constituye un atentado contra la libertad sexual punible (p. 11).
325
De este modo, la jurisprudencia española ha evidenciado que el engaño VIOLENCIA SEXUAL
puede ser un medio para la comisión de la violación sexual, en la misma Y DERECHO
línea que diversas discusiones desde la doctrina penal11, ello debido PENAL: SOBRE
a que el consentimiento viciado por el engaño no expresa de manera LOS PROBLEMAS
clara la voluntad de la persona, por lo que tal consentimiento carece CONTEMPORÁNEOS
EN LA INTERPRE-
de fuerza para excluir el injusto de la violación sexual (Coca-Vila, 2022,
TACIÓN DEL
p. 300). Esta línea interpretativa ha sido defendida por otros tribunales TIPO PENAL DE
penales, como sucedió con el Tribunal Superior de Inglaterra y Gales VIOLACIÓN SEXUAL
en el caso Assange v. Swedish Prosecution Authority (2011), con la Sala EN EL CÓDIGO
de Vistas de Berlín en el caso 27.07.2020 – 4 Ss 58/20 (2020) y con el PENAL DEL PERÚ
Tribunal Supremo de Canadá en el caso R. vs. Hutchinson (2014). SEXUAL VIOLENCE
Sin embargo, ¿el engaño como medio contextual de consentimiento AND CRIMINAL LAW:
puede recaer sobre cualquier elemento? Coca-Vila (2022) resalta que ON CONTEMPORARY
PROBLEMS IN THE
un derecho penal liberal debe evaluar el engaño siempre con base en
INTERPRETATION OF
el principio de autorresponsabilidad. Él señala que no existen deberes THE RAPE OFFENCE
genéricos —penalmente garantizados— de sacar de error a la otra parte IN THE PERUVIAN
en el marco de una relación sexual (p. 300). Por el contrario, Herring CRIMINAL CODE
(2005) alega que el consentimiento debe considerarse viciado siempre
que una persona denunciante haya estado errada sobre un elemento
fáctico y no hubiera consentido a la actividad sexual si ella hubiera
sabido la verdad sobre aquel elemento de hecho, y la otra persona sabía
ello (p. 8). A nivel nacional, Valega (2021) ha señalado que el engaño
siempre será relevante cuando haya recaído sobre condiciones del acto
sexual explícitamente aceptadas por las partes (p. 41).
J U L I O A L B E R T O R O D R Í G U E Z VÁ S Q U E Z Y
Desarrollando la perspectiva de Coca-Vila (2022), para él existen tres
factores o expectativas de veracidad protegibles penalmente por el
tipo penal de violación sexual: a) el conocimiento sobre la naturaleza
sexual de la actividad en la que se está participando, b) el conocimiento
sobre la identidad de la persona con la que se está teniendo la actividad
C R I S T I N A VA L E G A C H I P O C O

sexual y c) el conocimiento sobre el grado de injerencia corporal de la


relación sexual (pp. 303-304).
El primer factor permite incluir, por ejemplo, aquellos casos donde un
médico engaña a un paciente sobre la naturaleza sexual de un aparente
tratamiento. También se pueden incluir, como se verá más adelante,
aquellos casos en los que se engaña a personas con discapacidad
intelectual —con autonomía sexual— sobre la naturaleza sexual
de determinado acto. Por otro lado, el segundo factor —la expectativa de
veracidad sobre la identidad de la persona con la que se acuerda tener

11 Ver, por ejemplo, Herring (2005) y Clement (2018).

Derecho PUCP, N° 91, 2023 / e-ISSN: 2305-2546


326 relaciones sexuales— ha sido reconducido, a través de jurisprudencia
vinculante de la Corte Suprema de Justicia, al artículo 175 del Código
Penal, el mismo que se analizará más adelante. Finalmente, en el tercer
factor se incluirá el engaño sobre el acto sexual acordado —por ejemplo,
se acuerda tener sexo vaginal y el agresor introduce el pene por el ano de
la víctima—. También se incluirán, como reconoce Coca-Vila (2022), los
casos de stealthing en los que las partes acuerdan el uso de preservativo y
una de ellas lo incumple (p. 305).
Para Castellví y Mínguez (2021), el stealthing debe considerarse violencia
sexual por el objeto del consentimiento de la víctima. En tal sentido,
estos autores consideran que la víctima ha consentido el contacto físico
entre preservativo y membranas mucosas, por lo que el consentimiento
no se extiende al contacto directo entre mucosas. El preservativo, bajo
el planteamiento de estos autores, es una barrera diferenciadora lo
suficientemente trascendente como para definir la violencia sexual. Así,
J U L I O A L B E R T O R O D R Í G U E Z VÁ S Q U E Z Y C R I S T I N A VA L E G A C H I P O C O

la penetración vaginal sin preservativo es un acto sexual no consentido.


Está argumentación es semejante a la de Brodsky (2017), quien indica
que el vicio en el consentimiento en estos casos yace en que la víctima
consintió el contacto a través del condón, no con la piel (p. 190).
Sin embargo, Brodsky agrega un segundo argumento: el incremento
del riesgo de embarazo o transmisión de infecciones impiden que el
consentimiento del acto sexual con preservativo se transmita al acto
sin preservativo (pp. 191-192). Todos estos elementos han sido también
argumentados por el Tribunal Federal Supremo alemán al momento
de caracterizar al stealthing como violencia sexual (Resolución 3 StR
372/22, 13 de diciembre de 2022, §§ 14-15).
Bajo el paraguas de lo antes indicado, los casos de stealthing constituyen
una modalidad de violación sexual (Valega, 2021, p. 41). El fundamento
se encuentra en que el respeto del acuerdo sobre el uso del preservativo,
más que por suponer una simple barrera física, es un factor esencial
para la víctima sobre las condiciones del acto, que además puede poseer
efectos trascendentales, especialmente para las mujeres en el Perú,
relacionados a la transmisión de infecciones de transmisión sexual, el
embarazo no deseado y la exposición a los riesgos asociados a abortos
clandestinos. Al examinar situaciones de engaño tendrá que analizarse si
estas generaron un error en la víctima que tuvo la capacidad de viciar su
libre consentimiento12. Así, los supuestos de stealthing serían subsumibles
en el «aprovechamiento de un entorno que impide a la víctima dar su
libre consentimiento», el cual, como se ha visto, debe ser interpretado

12 Sin perjuicio de lo señalado, como ha desarrollado Valega (2021), en los casos de engaño también
deberá evaluarse si es que la persona realizó ello en protección de un derecho fundamental que debe
ser ponderado en el caso específico. La autora brinda el ejemplo de una persona que se encuentra
en una relación violenta y miente por temor a su integridad, argumentando que en ese tipo de casos
debe ponderarse el derecho fundamental en riesgo del segundo participante con el derecho a la
libertad sexual del primer participante (p. 27).

Derecho PUCP, N° 91, 2023 / e-ISSN: 2305-2546


91

como el acceso carnal o realización de un acto análogo en un entorno


en el que la víctima no dio su libre consentimiento. 327
III.3. La violación sexual como tipo doloso VIOLENCIA SEXUAL
En el Perú, todos los delitos de violencia sexual tienen carácter doloso. Y DERECHO
Si se asume una postura normativa del dolo, se debe entender que este PENAL: SOBRE
no se descubre en la mente del agente, sino que este vínculo subjetivo se LOS PROBLEMAS
imputa sobre la base del sentido social del hecho y de las circunstancias CONTEMPORÁNEOS
objetivas que lo acompañan (Ragués, 1999, p. 353). Esto implica tener EN LA INTERPRE-
conocimiento sobre la concurrencia del medio empleado o, en todo TACIÓN DEL
caso, de la ausencia de consentimiento, así como del contenido sexual TIPO PENAL DE
VIOLACIÓN SEXUAL
del acto realizado (Acale, 2019, p. 238). Es decir, el conocimiento sobre EN EL CÓDIGO
la ausencia del consentimiento implica conocer que la otra persona PENAL DEL PERÚ
no ha manifestado su anuencia a la interacción sexual. Por tanto, esta
exigencia del dolo permite refutar los cuestionamientos que se puedan SEXUAL VIOLENCE
AND CRIMINAL LAW:
realizar hacia el modelo de no consentimiento en torno a que este
ON CONTEMPORARY
criminaliza situaciones en las que la ausencia de consentimiento podría PROBLEMS IN THE
no ser conocida por el sujeto activo, puesto que la actual regulación no INTERPRETATION OF
permitiría sancionar aquellos casos. THE RAPE OFFENCE
IN THE PERUVIAN
Lo antes dicho no significa negar que muchos casos presentarán CRIMINAL CODE
el problema de que el sujeto activo haya actuado en un error de
tipo vencible o que, de plano, haya actuado de manera negligente, pero
no es el momento de analizar a profundidad este problema. Sin embargo,
conviene destacar que algunas legislaciones internacionales como la
sueca y la croata han incorporado tipos penales de violación sexual en
la modalidad negligente (Mrčela et al., 2020).
Adicionalmente, un problema asociado al tipo subjetivo de los delitos J U L I O A L B E R T O R O D R Í G U E Z VÁ S Q U E Z Y
de violencia sexual es la eventual existencia de un elemento adicional al
dolo. Así, por ejemplo, la doctrina tradicional indica que la «naturaleza»
de los delitos contra la libertad e indemnidad sexual exige que el dolo
concurra con un objetivo, finalidad o ánimo lascivo (Salinas, 2016,
pp. 86-87). En una línea similar, un sector de la jurisprudencia, en
C R I S T I N A VA L E G A C H I P O C O

ejecutorias como la recaída en la Casación N.° 541-2017-Del Santa


emitida por la Sala Penal Permanente en 2018, resalta que el dolo
debe ir acompañado de la finalidad lasciva o de satisfacción del apetito
sexual (p. 5).
En contra de esta postura, otro sector de la doctrina especializada se
opone a la inclusión de este elemento no requerido por los preceptos
penales (Peña Cabrera, 2019, p. 355; Valega, 2021, p. 9). Así, Cancio
(2018) resalta que no se requiere que el sujeto activo persiga una
satisfacción específicamente sexual (p. 1039). Por su parte, Acale (2019)
indica que esta postura debe ser abandonada por la jurisprudencia, ya
que dicho elemento subjetivo es ajeno a la norma penal y ha servido
Derecho PUCP, N° 91, 2023 / e-ISSN: 2305-2546
328 históricamente para absolver a muchos acusados cuando fuera
imposible la prueba de tal ánimo (p. 240). En el mismo tenor, Esquinas
(2022) indica que el dolo debería resultar suficiente para la tipicidad del
comportamiento, por lo que la intención lúbrica o el ánimo lascivo es, a
lo mucho, un criterio que puede ayudar a la valoración, pero que no es
requisito necesario (p. 194). De manera más específica, Monge (2011)
resalta tres razones por las que no se debe exigir el ánimo lascivo: a) los
casos de exploraciones ginecológicas consentidas, que usualmente son
citados como ejemplo de la utilidad del elemento adicional al dolo,
son atípicos por la presencia del consentimiento y porque el médico
actúa dentro de la lex artis; b) el ánimo lascivo deja al margen actos
sexuales que atentan contra la libertad o indemnidad sexual y que se
motivan por la venganza, el despecho, la burla o la curiosidad; y c) la
exigencia de un elemento motivacional genera enormes problemas de
prueba y seguridad jurídica (pp. 127-128).
J U L I O A L B E R T O R O D R Í G U E Z VÁ S Q U E Z Y C R I S T I N A VA L E G A C H I P O C O

En esta medida, la inclusión del ánimo lascivo representa una exigencia


extratípica innecesaria que impide que la norma penal proteja de
manera adecuada la libertad o indemnidad sexual. Por estos motivos, es
imperioso que se supere la doctrina y jurisprudencia que condicionan la
aplicación de los delitos de violencia sexual a la prueba de tal elemento
subjetivo. En este contexto, se debe celebrar que la Corte Suprema
haya emitido jurisprudencia en la que reconoce que el dolo es suficiente
para la imputación subjetiva de la violación sexual o de los otros tipos
penales que protegen la libertad e indemnidad sexual. Así, la Sala
Penal Permanente de la Corte Suprema, en la Casación N.° 2386-2021/
Huánuco de 2022, indicó que el ánimo lúbrico o lascivo por parte del
sujeto activo no está exigido por el tenor literal del Código Penal y, por el
contrario, basta que el sujeto activo tenga conocimiento de que realiza
la conducta sin el consentimiento de la víctima y que este acto tiene
significado sexual (pp. 5-6).

I V. P R O B L E M A S D E L A S F Ó R M U L A S N O R M AT I VA S
ESPECÍFICAS DE VIOLACIÓN SEXUAL
En el acápite anterior se han examinado los problemas asociados al
tipo base de violación sexual, cuya conducta se encuentra regulada
en el artículo 170 del Código Penal. Nuestro ordenamiento jurídico,
a diferencia de otros, regula algunas fórmulas específicas de violación
sexual en otros preceptos penales. Así, el artículo 171 regula la
«violación sexual en estado de inconsciencia o incapacidad de resistir»
del siguiente modo:
El que tiene acceso carnal con una persona por vía vaginal, anal o bucal,
o realiza cualquier otro acto análogo con la introducción de un objeto o
parte del cuerpo por alguna de las dos primeras vías, después de haberla
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91

puesto en estado de inconsciencia o en la imposibilidad de resistir, será


reprimido con pena privativa de libertad no menor de veinte ni mayor
de veintiséis años.
329
El tipo penal regulado en artículo 171 tiene una relación de especialidad VIOLENCIA SEXUAL
con el 170. Así, este regula los casos de violación sexual en los que el Y DERECHO
agresor emplea un grupo de medios específicos: aquellos que provocan PENAL: SOBRE
que la víctima entre en un estado de inconsciencia o de incapacidad de LOS PROBLEMAS
CONTEMPORÁNEOS
dar libre consentimiento. Este último elemento es la forma correcta
EN LA INTERPRE-
de interpretar la «imposibilidad de resistir» según la normativa actual que TACIÓN DEL
protege el bien jurídico de libertad sexual y que, por ende, tiene como TIPO PENAL DE
elemento esencial el consentimiento. Esta interpretación va en la línea VIOLACIÓN SEXUAL
de lo señalado por la Corte Suprema en el Acuerdo Plenario 01-2011/ EN EL CÓDIGO
CJ de 2011 al establecer que no existe forma en que la resistencia de PENAL DEL PERÚ
la víctima se erija en presupuesto material para la configuración de la SEXUAL VIOLENCE
violencia sexual (p. 7). AND CRIMINAL LAW:
ON CONTEMPORARY
Ahora bien, como ha señalado la jurisprudencia y la doctrina nacional,
PROBLEMS IN THE
los estados de inconsciencia y de incapacidad de resistir del artículo INTERPRETATION OF
171 usualmente se producen cuando el agente coloca a la víctima THE RAPE OFFENCE
en un estado de ebriedad, hipnotismo, sueño o abuso de narcóticos IN THE PERUVIAN
o afrodisíacos (Salinas, 2016, p. 138). Tomando ello como base, los CRIMINAL CODE
primeros problemas interpretativos que surgen son los siguientes:
¿la víctima tiene que encontrarse en un estado en el que físicamente
le sea imposible realizar un acto defensivo? ¿Puede emplearse el 171
en supuestos en los que la víctima dio un aparente consentimiento o en
casos en los que físicamente sí le era posible desplegar un acto defensivo?
Para un sector de la doctrina, el artículo 171 exige que la víctima no
tenga posibilidad de poner resistencia al acto sexual (Peña Cabrera, J U L I O A L B E R T O R O D R Í G U E Z VÁ S Q U E Z Y
2019, p. 411); esto es, que se encuentre en «imposibilidad absoluta» de
resistirse (p. 413) o que su conciencia haya sido «anulada o aniquilada»
por completo (Reátegui, 2018, p. 128). Sin embargo, la Sala Penal
Permanente de la Corte Suprema, en la Casación N.° 697-2017/
Puno de 2018, optó por una interpretación distinta, en consonancia
C R I S T I N A VA L E G A C H I P O C O

con lo señalado previamente. En esa oportunidad, la jurisprudencia


peruana analizó un caso de inconsciencia provocada por embriaguez.
La argumentación judicial partió de reconocer cinco periodos de
alcoholemia establecidos en la tabla de alcoholemia instituida por la
Ley 27753: coma etílico, grave alteración de la conciencia, ebriedad
absoluta, ebriedad y subclínico. Para la Sala Penal Permanente de la
Corte Suprema, el tercer periodo de embriaguez, en el que la persona
tiene entre 1,5 y 2,5 de gramos de alcohol por litros de sangre, resulta
suficiente para generar síntomas que provocan que el consentimiento
de la víctima sea viciado (pp. 6-9). De ello se desprende que no puede
exigirse que la víctima se encuentre en un estado de alteración de la
Derecho PUCP, N° 91, 2023 / e-ISSN: 2305-2546
330 consciencia —caracterizado por la falta de respuesta a los estímulos y la
marcada descoordinación muscular—, ni mucho menos en un estado
de coma —caracterizada por riesgo de muerte—, para recién negar su
capacidad de consentir. Bajo este fundamento, la Sala Penal Permanente
indicó que los cuadros de excitación, confusión, agresividad, alteración
de la percepción y pérdida del control causado por el consumo del
alcohol provocan que el consentimiento formal brindado por la víctima
no sea válido. Por tanto, el tipo penal del artículo 171 no requiere de la
pérdida total de conocimiento (p. 9).
El empleo de la tabla de alcoholemia puede ser criticado, en tanto que las
diferentes personas tienen una mayor o menor capacidad de tolerancia
frente al alcohol que otras, incluso variando esto de un día a otro en
el mismo individuo (Valega, 2021, p. 16). Además, porque la tabla fue
creada para fines sociojurídicos distintos. Sin perjuicio de ello, se resalta
que la jurisprudencia ha reconocido que el estado de incapacidad de
J U L I O A L B E R T O R O D R Í G U E Z VÁ S Q U E Z Y C R I S T I N A VA L E G A C H I P O C O

consentimiento no es equiparable a la pérdida de conocimiento.


De lo antes dicho se desprende que el artículo 171 se aplica cuando la
víctima es colocada: a) en un estado de inconsciencia o b) de incapacidad
de consentimiento, siendo este último un estado en el que no puede elegir
libremente, lo que ocurre mucho antes de la inconsciencia (Wallerstein,
2009, p. 328; Valega, 2021, p. 16). Si bien establecer una regla específica
para identificar el estado de incapacidad de consentimiento es difícil,
pueden establecerse ciertas señales para determinar si una persona
estaba muy intoxicada para consentir libremente, tales como vómitos
excesivos, la incapacidad para caminar o estar de pie sin ayuda o para
desvestirse, o el deseo de acostarse (Valega, 2023, p. 16; Clough, 2018,
pp. 486 y 490). Definitivamente, el testimonio de la víctima será
elemento fundamental para comprender y determinar si es que esta se
encontraba en capacidad de consentir.
En estos supuestos, el aparente consentimiento de la víctima
será irrelevante para la tipicidad objetiva. Esta argumentación es
evidentemente extrapolable a otros supuestos de intoxicación causada
por el agresor. Y es que la agravación del artículo 171 respecto al
170 responde al hecho de que el agresor coloca a la víctima en una
situación en la que es incapaz de dar su libre consentimiento —y no
de inconsciencia o de imposibilidad de resistir—, constituyéndose esto
incluso en una infracción mayor al bien jurídico porque no es únicamente
que no se respeta la libertad sexual de la víctima, sino que se la coloca
en una situación en la que ni siquiera puede ejercer aquel derecho suyo.
Un segundo tipo penal agravado de violación sexual es el que se regula
en el artículo 172 del siguiente modo:

Derecho PUCP, N° 91, 2023 / e-ISSN: 2305-2546


91

El que tiene acceso carnal con una persona por vía vaginal, anal o bucal,
o realiza cualquier otro acto análogo con la introducción de un objeto o
parte del cuerpo por alguna de las dos primeras vías, conociendo
que está impedida de dar su libre consentimiento por sufrir anomalía
331
psíquica, grave alteración de la conciencia o retardo mental o que se VIOLENCIA SEXUAL
Y DERECHO
encuentra en incapacidad de resistir, será reprimido con pena privativa
PENAL: SOBRE
de libertad no menor de veinte ni mayor de veintiséis años. LOS PROBLEMAS
CONTEMPORÁNEOS
Lo antes dicho sobre el estado de incapacidad para brindar
EN LA INTERPRE-
consentimiento producido por el consumo de alcohol u otras drogas se TACIÓN DEL
aplica a este tipo penal. No obstante, a diferencia del artículo 171, el TIPO PENAL DE
172 del Código Penal no exige que el agente haya colocado a la víctima VIOLACIÓN SEXUAL
en ese estado, sino que la víctima se haya encontrado en él por causas EN EL CÓDIGO
ajenas al comportamiento del sujeto activo (Peña Cabrera, 2019, p. 420; PENAL DEL PERÚ
Salinas, 2016, p. 155; Reátegui, 2018, pp. 142-143). SEXUAL VIOLENCE
Ahora bien, el principal problema de este tipo penal se produce respecto AND CRIMINAL LAW:
ON CONTEMPORARY
a su aplicación en casos de personas con discapacidad intelectual
PROBLEMS IN THE
—llamada incorrectamente «retardo mental» por el precepto penal—, INTERPRETATION OF
ello en virtud de que el modelo social de la discapacidad, asumido por la THE RAPE OFFENCE
Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de las IN THE PERUVIAN
Naciones Unidas (2006) y por la Ley 29973 —Ley General de la Persona CRIMINAL CODE
con Discapacidad—, reconoce la capacidad jurídica de las personas con
discapacidad y, por tanto, su libertad sexual. Por el contrario, el artículo
172 parece presumir la falta de capacidad de consentimiento de la
persona con discapacidad intelectual y, por tanto, la equipara a un niño
o niña sin libertad sexual (Bregaglio & Rodríguez, 2017, p. 135), además
de forma perpetua.
Al respecto, la Sala Penal Transitoria, en la Casación N.° 591-2016/ J U L I O A L B E R T O R O D R Í G U E Z VÁ S Q U E Z Y
Huara emitida el 9 de mayo de 2019, ha señalado que esta norma penal
debe ser interpretada a la luz de la Convención sobre los Derechos de las
Personas con Discapacidad y del artículo 13, que reconoce la capacidad
jurídica para obrar de este colectivo (p. 16). Con esta base, la Sala Penal
Transitoria reconoce las siguientes consecuencias de esta interpretación:
C R I S T I N A VA L E G A C H I P O C O

1. El sujeto activo debe conocer que el sujeto pasivo se encuentra


en una situación de discapacidad intelectual —o psicosocial—
que le impide prestar su libre consentimiento.
2. El sujeto activo debe abusar de este conocimiento y aprovecharse
de la condición intelectual de la víctima en el momento de los
hechos.
3. El sujeto pasivo se encuentra en una situación de discapacidad
intelectual que le impide comprender y consentir el acceso carnal
o el acto sexual consentido (pp. 16-17).

Derecho PUCP, N° 91, 2023 / e-ISSN: 2305-2546


332 Sin embargo, en aquella oportunidad la Corte Suprema no explicó
cuándo se debe aplicar el artículo 172, cuándo se debe aplicar el artículo
170 y cuándo la conducta debe ser considerada atípica. En esta medida, si
se parte de que las personas con discapacidad intelectual tienen capacidad
para otorgar libre consentimiento sexual, es válido afirmar que muchos
supuestos de interacción sexual serán atípicos, mientras que otros deberán
calzar en el 170 —cuyo bien jurídico es la libertad sexual— y no en el 172
—cuyo bien jurídico protegido es la indemnidad sexual—.
Probablemente, el no haber diferenciado estos supuestos fue un factor
que explica por qué, en otra oportunidad, la Sala Penal Transitoria
confirmó una sentencia en la que se aplicó el artículo 172 en un caso en
el que la víctima con discapacidad intelectual expresó su rechazo al acto
sexual sufrido a través de violencia, en lugar de haber aplicado el artículo
170, reconociendo su capacidad de consentimiento, pero que este no
fue otorgado válidamente. Esto se produjo en el Recurso de Nulidad
J U L I O A L B E R T O R O D R Í G U E Z VÁ S Q U E Z Y C R I S T I N A VA L E G A C H I P O C O

N.° 2132-2019/Ica de 2021. En esta ocasión, la jurisprudencia de la Corte


Suprema reconoció nuevamente que las personas con discapacidad
intelectual gozan de «autonomía e independencia individual» (p. 4); sin
embargo, aplicó un delito cuyo bien jurídico es la «indemnidad sexual»
en un caso en el que la víctima declaró que el imputado la hizo sufrir
acceso carnal por vía vaginal «pese a que ella se quejaba por el dolor»
(p. 9). Más aún, la propia Sala Penal Transitoria recordó que la víctima
indicó que la relación sexual se había producido «sin su consentimiento y
por la fuerza» (p. 9). Esto permite inferir que la persona con discapacidad
intelectual, en este caso, podía ejercer su autonomía sexual y expresar
su voluntad, por lo que no se debió de aplicar el artículo 172 del Código
Penal, sino el artículo 170, puesto que el acto lesivo del agresor afectó la
libertad sexual de la persona y no la indemnidad sexual.
Ahora bien, es preciso indicar que, en ocasiones, las personas agresoras
pueden emplear medios aparentemente inidóneos para infringir la
libertad sexual de una persona que no se encuentra en una situación de
discapacidad intelectual; por ejemplo, engañar sobre el carácter sexual
de un acto específico. No obstante, estos medios pueden ser idóneos
para viciar la voluntad de algunas personas en situación de discapacidad
intelectual que tienen autonomía sexual y que pueden expresar su
voluntad, pero que, aun así, por la situación en la que se encuentran,
creen aquel engaño que otra persona no creería, por ejemplo. En la
siguiente tabla se puede observar cómo se debe reaccionar ante este
supuesto y frente a los antes abordados.

Derecho PUCP, N° 91, 2023 / e-ISSN: 2305-2546


91

Tabla 1. Tipos penales aplicables cuando se tiene acceso carnal o acto


análogo con una persona con discapacidad intelectual que tiene
14 años o más
333
Supuesto Tipo penal aplicable VIOLENCIA SEXUAL
«A» es una persona con discapacidad intelectual Suceso atípico Y DERECHO
que tiene 14 años o más. «A» acepta tener acceso PENAL: SOBRE
carnal consentido con «B» LOS PROBLEMAS
«A» es una persona con discapacidad intelectual Violación sexual por aprovechamiento de CONTEMPORÁNEOS
que tiene 14 años o más. «B» cree que «A» no un entorno en el que se impide a la perso- EN LA INTERPRE-
quiere tener relaciones sexuales con «B», pero no le na dar su libre consentimiento - artículo TACIÓN DEL
pregunta porque prefiere asumir el riesgo y le realiza 170 del Código Penal TIPO PENAL DE
acceso carnal, pese a las muestras de rechazo de «A»
VIOLACIÓN SEXUAL
«A» es una persona con discapacidad intelectual Violación sexual a través de medios comi- EN EL CÓDIGO
que tiene 14 años o más. «B» emplea violencia o sivos tradicionales - artículo 170 del Có-
grave amenaza y obliga a «A» a tener acceso carnal digo Penal
PENAL DEL PERÚ
«A» es una persona con discapacidad intelectual Violación sexual a través de aprovecha- SEXUAL VIOLENCE
que tiene 14 años o más. «B» conoce la discapaci- miento de un entorno que impide dar libre AND CRIMINAL LAW:
dad intelectual de «A». «B» crea un engaño inidó- consentimiento - artículo 170 del Código ON CONTEMPORARY
neo para generar un error en una persona sin dis- Penal
capacidad intelectual; sin embargo, la deficiencia
PROBLEMS IN THE
intelectual de «A» hace que ella caiga en error y INTERPRETATION OF
«B», aprovechándose de ese entorno, tiene acceso THE RAPE OFFENCE
carnal con ella IN THE PERUVIAN
«A» es una persona con discapacidad intelectual Violación sexual en incapacidad de dar CRIMINAL CODE
que tiene 14 años o más. «A» no puede expresar su libre consentimiento - artículo 172 del
voluntad o no comprende la naturaleza sexual del Código Penal
acceso carnal. «B» tiene acceso carnal con «A»

Fuente: elaboración propia.

El tercer tipo penal específico de violación sexual es regulado por el


artículo 173, es decir, la violación sexual de persona menor de 14 años.
J U L I O A L B E R T O R O D R Í G U E Z VÁ S Q U E Z Y
Este tipo penal protege la indemnidad sexual, toda vez que se comete al
tener acceso carnal o acto análogo con una persona que se encuentre
en esa franja etaria. Así, el mencionado artículo dispone lo siguiente:
«El que tiene acceso carnal por vía vaginal, anal o bucal o realiza
cualquier otro acto análogo con la introducción de un objeto o parte
C R I S T I N A VA L E G A C H I P O C O

del cuerpo por alguna de las dos primeras vías, con un menor de catorce
años, será reprimido con pena de cadena perpetua».
Líneas atrás se evaluó el problema asociado a la aplicación de este delito
para supuestos en los que el padre o la madre omite evitar la violación
sexual de su hijo o hija menor de 14 años. No obstante, existe otro
problema vinculado con la edad de la víctima; esto es, ¿qué sucede
cuando el imputado alega desconocer la edad de la víctima? En primer
lugar, este es un problema de prueba que, como se indicó previamente,
no será evaluado a detalle en el presente artículo. Sin embargo, ¿qué
sucede si se prueba que el sujeto activo decidió no conocer la edad
de la víctima pudiendo hacerlo? ¿Constituye este un supuesto de error de

Derecho PUCP, N° 91, 2023 / e-ISSN: 2305-2546


334 tipo? Es decir, ¿existe un problema de calificación además del problema
de prueba?
Un buen número de ejecutorias de la Corte Suprema del Perú ha
analizado este problema como uno de prueba. En esta línea, la Sala Penal
Permanente, en la Casación N.° 238-2021/Ica de 2022, aplicó el error
de tipo debido a que se había probado que la víctima mintió sobre su
edad (p. 7). De manera similar, la misma Sala, en el Recurso de Nulidad
N.° 2186-2019/Lima Sur de 2020, aplicó el error de tipo sobre la base
del testimonio del acusado y de corroboración periférica (p. 7). A pesar
de ello, otras ejecutorias desarrollan argumentos que parecen más
de tipo normativo. Así, por ejemplo, la Sala Penal Permanente, en el
Recurso de Nulidad N.° 1740-2017/Junín del 12 de noviembre de 2018,
resaltó que no cabe afirmar el error a partir de la sola pregunta a la
víctima y su respuesta, sino que es necesario tomar en cuenta el rol social
y las competencias exigibles al imputado (p. 3). En otro caso, la misma
J U L I O A L B E R T O R O D R Í G U E Z VÁ S Q U E Z Y C R I S T I N A VA L E G A C H I P O C O

sala, en el Recurso de Nulidad N.° 372-2019/Lima Sur de 2020, indicó


que, cuando una persona se vincula romántica o sexualmente con un
o una menor de edad, debe realizar las averiguaciones razonables sobre la
edad y evitar conductas riesgosas. Para la Sala Penal Permanente, estos
elementos serán esenciales para aplicar o no el error de tipo (p. 3).
En el caso de la doctrina, algunos autores, en la línea de la jurisprudencia,
consideran que este es un problema únicamente de prueba (Salinas,
2016, p. 217); sin embargo, otros reconocen el problema de calificación
que también subyace. Así, Peña Cabrera (2019) resalta que el error
sobre la edad no debe provenir de la negligencia y que, por el contrario,
el agente debe esforzarse por saber cuál es la edad, no siendo suficiente,
por tanto, una «credulidad pasiva» (p. 462). Reátegui (2018) da un paso
más y, tomando como base una sentencia en la que participó como juez
ponente, señala que la ignorancia deliberada —es decir, el desconocer
la relevancia lesiva del comportamiento por absoluta indiferencia— no
permite la aplicación del error de tipo (pp. 189-190).
Esta última opción ha sido acogida por el Tribunal Supremo español.
Así, la Sala de lo Penal del mencionado órgano jurisdiccional, en la STS
824/2021 de 2021, ha reconocido lo siguiente:
El acusado podía querer convencerse ilusamente [de] que eran mayores.
Pero se trataría en todo caso, de una creencia, débil, frágil; tan frágil que
conviviría necesariamente con la conciencia de que lo más probable
es que fuesen menores […] Si el sujeto actúa con dudas serias sobre la
concurrencia de un elemento típico, que prefiere no llegar a conocer, no
puede ser disculpado por ese error consciente; o mejor, buscada situación
de error […] El no querer despejar sus serias dudas, equivale a la conocida
ignorancia deliberada (p. 6).

Derecho PUCP, N° 91, 2023 / e-ISSN: 2305-2546


91

Como se desprende de lo indicado por Reategui (2018) y por el Tribunal


Supremo español, el problema de calificación antes identificado se
asocia directamente con la valoración de la ignorancia deliberada en los
casos de violación sexual de menores de 14 años. Un sector importante
335
de la doctrina española, pese a lo indicado por su Tribunal, se opone a VIOLENCIA SEXUAL
Y DERECHO
la homologación de esta institución al dolo (Ragués, 2013, pp. 30-34; PENAL: SOBRE
Feijoo, 2015, pp. 13-16). Los objetivos y extensión de este artículo LOS PROBLEMAS
impiden el desarrollo de los argumentos y contraargumentos sobre la CONTEMPORÁNEOS
postura asumida por el Tribunal Supremo español; no obstante, Feijoo EN LA INTERPRE-
(2015) acierta cuando señala que este problema, en realidad, puede TACIÓN DEL
ser correctamente abordado sin necesidad de recurrir a la institución TIPO PENAL DE
de la ignorancia deliberada, siempre que se abandone la perspectiva VIOLACIÓN SEXUAL
psicológica del dolo (pp. 22-23). De esta forma, si se asume una EN EL CÓDIGO
perspectiva normativa del dolo, este elemento subjetivo se atribuye PENAL DEL PERÚ
necesariamente tomando el sentido social del hecho y las circunstancias SEXUAL VIOLENCE
objetivas que lo acompañan (Ragués, 1999, p. 353). De ahí que el AND CRIMINAL LAW:
error sobre la edad de la víctima será irrelevante si las circunstancias ON CONTEMPORARY
personales del autor —como su profesión, rol social u oficio— permiten PROBLEMS IN THE
INTERPRETATION OF
atribuirle conocimiento (pp. 425-429), como ocurrirá, por ejemplo, con
THE RAPE OFFENCE
familiares o autoridades escolares. IN THE PERUVIAN
El cuarto tipo penal específico de violación sexual es el que se regula en CRIMINAL CODE
el artículo 174 del siguiente modo:
El que, aprovechando la situación de dependencia, autoridad o
vigilancia tiene acceso carnal por vía vaginal, anal o bucal o introduce
objetos o partes del cuerpo por algunas de las dos primeras vías a una
persona colocada en un hospital, asilo u otro establecimiento similar
o que se halle detenida o recluida o interna, será reprimido con pena
J U L I O A L B E R T O R O D R Í G U E Z VÁ S Q U E Z Y
privativa de libertad no menor de veinte ni mayor de veintiséis años.

El tipo penal regulado en el artículo 174 es una modalidad específica de


violación sexual en la que el agente emplea un medio determinado: el
aprovechamiento de la situación de dependencia, autoridad o vigilancia
en la que se encuentra una persona colocada en un hospital, asilo u otro
C R I S T I N A VA L E G A C H I P O C O

establecimiento similar. En esta medida, el bien jurídico protegido por el


delito es la libertad sexual.
Respecto de este tipo penal, se ha podido identificar únicamente
un problema abordado por la jurisprudencia nacional; esto es, si la
condición de la víctima de paciente de un hospital, residente de un
asilo o interna de un establecimiento similar debe ser permanente o
transitoria. Este punto ha sido examinado por la Casación N.° 630-2017/
Loreto, emitida por la Sala Penal Transitoria de la Corte Suprema el
8 de junio de 2018. En esta oportunidad, la Sala Suprema señaló que
la palabra «colocada» no debe ser interpretada de manera restringida

Derecho PUCP, N° 91, 2023 / e-ISSN: 2305-2546


336 y, por el contrario, se debe entender que abarca tanto las estancias
permanentes como temporales en los centros análogos a un hospital y
un asilo (pp. 6-7). Esa afirmación, respaldada por la doctrina nacional
hegemónica (Salinas, 2016, p. 248), es correcta, ya que lo importante
es la afectación a la libertad de la víctima de autodeterminarse en el
ámbito sexual a través del aprovechamiento de la posición del agente y
de la subordinación de la víctima, sin importar el factor temporal de su
situación.
Finalmente, el artículo 175 regula el extraño delito previamente titulado
«de seducción» y actualmente denominado «violación sexual mediante
engaño»:
El que, mediante engaño, tiene acceso carnal por vía vaginal, anal o
bucal o realiza cualquier otro acto análogo con la introducción de un
objeto o parte del cuerpo por alguna de las dos primeras vías, a una
persona de catorce y menos de dieciocho años será reprimido con pena
J U L I O A L B E R T O R O D R Í G U E Z VÁ S Q U E Z Y C R I S T I N A VA L E G A C H I P O C O

privativa de libertad no menor de seis ni mayor de nueve años.

El principal problema que se desencadena con este tipo penal es la


delimitación del objeto del engaño. Históricamente, los delitos de
seducción, estupro o violación sexual mediante engaño estaban asociados
a promesas de matrimonio no cumplidas (Cugat, 2022, p. 234). Así, por
ejemplo, en el Perú, el antecedente del artículo 175 —esto es, el artículo
201 del Código Penal de 1924— se aplicaba únicamente cuando
la víctima tenía «conducta irreprochable», elemento asociado a la
virginidad en la práctica y que generaba que quienes fueran reconocidas
como posibles víctimas fueran mayormente mujeres jóvenes en «edad
casamentera» (Caro & San Martín, 2000, p. 90). Sin embargo, con
el abandono del honor sexual como bien jurídico se dejó de lado la
protección jurídico-penal de este tipo de expectativas. Por el contrario,
como se dijo antes, actualmente se entiende que el engaño, para ser
relevante para el derecho penal sexual, debe recaer sobre los aspectos
centrales del acto sexual.
Esta línea fue adoptada, aparentemente, por la ejecutoria suprema
emitida por la Segunda Sala Penal Transitoria de la Corte Suprema
en el Recurso de Nulidad N.° 1628-2004/Ica de 2005, que constituye
jurisprudencia vinculante. Esta ejecutoria determinó que el elemento
engaño no abarca cualquier medio fraudulento; por el contrario, a juicio
de la Sala Penal, este elemento del tipo está limitado a los casos en los
que el agente engaña al sujeto pasivo sobre su identidad (p. 5).
No obstante, la interpretación planteada por la Corte Suprema resulta
incompatible con las perspectivas contemporáneas que resaltan, como
se vio en el subacápite segundo de esta sección, que las condiciones
esenciales del acto sexual no se limitan a la identidad del agente. De esta
Derecho PUCP, N° 91, 2023 / e-ISSN: 2305-2546
91

forma, la Corte Suprema no explica el motivo por el que el artículo


175 no es aplicable cuando el agente emplea, por ejemplo, una falsa
indicación terapéutica para introducir una parte de su cuerpo por la
cavidad vaginal de la víctima. Lo mismo se puede afirmar respecto al
337
engaño sobre el acto sexual a ser realizado, sobre el uso de preservativo VIOLENCIA SEXUAL
Y DERECHO
u otras situaciones. PENAL: SOBRE
En segundo lugar, la existencia del artículo 175 puede ser empleada para LOS PROBLEMAS
sostener que el engaño no es un medio idóneo para cometer violación CONTEMPORÁNEOS
EN LA INTERPRE-
sexual en contra de una víctima adulta. Esto contradice la propia
TACIÓN DEL
redacción actual del artículo 170, que permite la inclusión de cualquier TIPO PENAL DE
medio que impida a la víctima dar su libre consentimiento. Asimismo, VIOLACIÓN SEXUAL
contradice el enfoque del derecho penal sexual centrado en la ausencia EN EL CÓDIGO
de consentimiento y en la efectiva protección de la libertad sexual. PENAL DEL PERÚ
Por estos motivos, algunos autores recomiendan la eliminación de este SEXUAL VIOLENCE
tipo de artículos de los códigos penales actuales, como Cugat (2022), AND CRIMINAL LAW:
que recomienda la supresión de este delito en España (p. 238). ON CONTEMPORARY
PROBLEMS IN THE
La Corte IDH, en la sentencia del 18 de noviembre de 2022 para el
INTERPRETATION OF
caso Ángulo Losada vs. Bolivia, se pronunció sobre estas fórmulas THE RAPE OFFENCE
legislativas. El tribunal internacional consideró que el delito de estupro IN THE PERUVIAN
regulado en el artículo 303 del Código Penal de Bolivia —ilícito cuyo CRIMINAL CODE
precepto penal es prácticamente idéntico al del artículo 175 del Código
Penal peruano— crea una jerarquía entre delitos sexuales, disminuye
la gravedad de la violación sexual contra niñas, niños y adolescentes,
e ignora el rol central del libre consentimiento. Ante ello, la Corte
IDH resaltó la incompatibilidad de estos delitos con la CADH y las
obligaciones contraídas en la Convención de Belém Do Pará —lo que
en nuestra legislación supondría la inconstitucionalidad del artículo 175
J U L I O A L B E R T O R O D R Í G U E Z VÁ S Q U E Z Y
por contravenir a un tratado de derechos humanos que, como tal, tiene
rango constitucional—, e indicó lo siguiente:
Por consiguiente, este Tribunal entiende que el tipo penal de estupro,
tal como estaba y está previsto en la legislación de Bolivia, resulta
incompatible con la Convención Americana, de modo que, en
C R I S T I N A VA L E G A C H I P O C O

cualquier hipótesis de acceso carnal con persona entre 14 y 18 años,


sin su consentimiento o en un contexto en que no pueda inferir su
consentimiento por seducción, engaño, abuso de poder, coacción,
intimidación u otra razón, pase a estar contemplada en el delito de
violación (§ 155).

De lo antes dicho se desprende que, actualmente, el artículo 175 es


inconstitucional. En primer lugar, porque, como lo ha establecido la
Corte IDH, es incompatible con tratados internacionales de derechos
humanos ratificados por el Estado peruano. En segundo lugar, porque
la modificación del artículo 170 y la inclusión de un medio contextual

Derecho PUCP, N° 91, 2023 / e-ISSN: 2305-2546


338 de consentimiento permite que en realidad, y tal como lo exige la Corte
IDH, los casos de engaño sean abarcados por el delito de violación
sexual.

VI. CONCLUSIONES
A partir del examen de literatura y jurisprudencia, se han logrado
identificar diferentes problemas interpretativos y de calificación del
delito de violación sexual en su tipo básico y los especiales, y se han
construido algunas alternativas preliminares de solución. Estas parten de
reconocer la libertad sexual y la indemnidad sexual como bienes jurídicos
protegidos y, por tanto, de los elementos de «capacidad para consentir»
y «libertad para consentir». Como se señaló en la introducción, estas
propuestas no son remedios finales, pero identifican aristas jurídicas
importantes para una correcta aplicación del derecho penal sexual en
respeto de los derechos fundamentales de las personas.
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Concretamente, las alternativas propuestas en base a una interpretación


teleológica y sistemática respecto del tipo básico a los problemas
interpretativos identificados son seis. La primera es que, en atención
a la literalidad del tipo penal de violación sexual y a la protección del
bien jurídico de la libertad sexual, se argumenta que este puede ser
cometido en los casos de «compenetración» y no solo de «penetración»;
es decir, cuando una persona, sin el consentimiento de otra, hace que la
segunda introduzca su órgano genital masculino en la primera persona.
La segunda es que el delito de violación sexual puede ser cometido en
la modalidad de omisión impropia. En estos casos, si el omitente es
garante, en virtud de su deber de protección de la indemnidad sexual
de la víctima, corresponde aplicar la figura de la autoría; y, si es garante
en el control de una fuente de peligro, puede responder como partícipe.
En tercer lugar, se ha desarrollado cómo la incorporación del medio
comisivo «aprovechamiento de otro entorno que impida a la persona
dar su libre consentimiento» ha implicado la transición expresa al
modelo de la violencia sexual basado en la ausencia de consentimiento.
Esto implica que, si una persona expresa su negativa o no brinda
su asentimiento a la interacción sexual regulada en el tipo penal y la
persona perpetradora conoce y no respeta aquello, se estaría ante el
aprovechamiento de un entorno en el que la disposición del derecho
a la libertad sexual de la primera persona no se encuentra disponible
y, por tanto, frente a una violación sexual cometida a través de este
medio comisivo. La cuarta propuesta esbozada frente a los problemas
en la interpretación del tipo penal básico de violación sexual plantea
que la generación de ciertos entornos de engaño por parte de la persona
autora —como el stealthing— tienen la capacidad de viciar el libre
consentimiento de la víctima y, por tanto, constituyen conductas que

Derecho PUCP, N° 91, 2023 / e-ISSN: 2305-2546


91

también podrían calzar dentro del medio comisivo de «aprovechamiento


de otro entorno que impida a la persona dar su libre consentimiento».
En quinto lugar, se ha argumentado contra la doctrina y jurisprudencia
que sigue requiriendo un ánimo lascivo adicional al dolo para imputar
339
la comisión dolosa del delito de violación sexual. Ello constituye una VIOLENCIA SEXUAL
Y DERECHO
exigencia extratípica innecesaria que impide que la norma penal proteja PENAL: SOBRE
de manera adecuada la libertad o indemnidad sexual. Finalmente, se LOS PROBLEMAS
ha desarrollado que la regulación peruana se encuentra más cercana al CONTEMPORÁNEOS
modelo «sí significa sí» de la violencia sexual, en tanto el tipo penal de EN LA INTERPRE-
violación sexual reconoce que el consentimiento tiene que ser dado y, TACIÓN DEL
por tanto, no puede ser asumido («aprovechamiento de cualquier otro TIPO PENAL DE
entorno que impida a la persona dar su libre consentimiento»). VIOLACIÓN SEXUAL
EN EL CÓDIGO
En cuanto a las propuestas de solución de los problemas interpretativos PENAL DEL PERÚ
presentes en la aplicación de los tipos penales especiales de violación SEXUAL VIOLENCE
sexual, se han desarrollado cinco. La primera argumenta la aplicación AND CRIMINAL LAW:
del artículo 171 no solo en estados en los que la víctima ha sido colocada ON CONTEMPORARY
en inconsciencia o imposibilidad de defensa de la víctima, sino en PROBLEMS IN THE
situaciones de incapacidad de consentimiento; es decir, cuando esta INTERPRETATION OF
no tiene opciones reales de elección, lo que ocurre mucho antes de THE RAPE OFFENCE
la inconsciencia. La segunda propuesta se refiere a la aplicación del IN THE PERUVIAN
artículo 172 en casos en los que la víctima posee una discapacidad CRIMINAL CODE
intelectual y arguye que este tipo penal solo debe ser aplicado cuando
la víctima se encuentre en una situación que le impida formar o prestar
su consentimiento, y la persona agresora conoce y se aprovecha de ello.
Se argumenta que, en los casos en los que la víctima con discapacidad
intelectual no se encuentra en aquella situación y, más bien, no consiente
los actos sexuales, corresponde aplicar el artículo 170, reconociéndole
capacidad de consentimiento aunque este no fuera otorgado y, por J U L I O A L B E R T O R O D R Í G U E Z VÁ S Q U E Z Y
tanto, se vulnerara su libertad sexual.
Respecto de la tercera alternativa de solución interpretativa de los tipos
penales especiales de violación sexual, esta propone que, en los casos
en los que el agente alega desconocer la edad de un adolescente menor
C R I S T I N A VA L E G A C H I P O C O

de 14 años con quien tuvo acceso carnal, si es que sus circunstancias


personales permiten atribuirle conocimiento de la edad, desde una
perspectiva normativa, el dolo le puede ser imputado. En cuarto lugar,
se desarrolla la aplicación del artículo 174 para los casos en que una
víctima es residente permanente y temporal de una institución, pues
se argumenta que el elemento importante es la afectación a la libertad
de la víctima de autodeterminarse en el ámbito sexual a través del
aprovechamiento de la posición del agente y de la subordinación de la
víctima, sin importar el factor temporal de su situación. Finalmente, se
argumenta la inconstitucionalidad del artículo 175 del Código Penal,
que actualmente podría ser empleado para sostener que el engaño no
es un medio idóneo para cometer violación sexual en contra de una
Derecho PUCP, N° 91, 2023 / e-ISSN: 2305-2546
340 víctima adulta o adolescente mayor de 13 años, en tanto contradice la
redacción actual del artículo 170, que permite la inclusión de cualquier
medio que impida a la víctima dar su libre consentimiento y la efectiva
protección de la libertad sexual de las personas.

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Recurso de Nulidad N.° 2132-2019/Ica (Sala Penal Transitoria de la Corte
Suprema [Perú], 12 de octubre de 2021).
Recurso de Nulidad N.° 486-2021/Junín (Sala Penal Transitoria de la Corte
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Sentencia N.° 010-2002-AI/TC (Tribunal Constitucional [Perú], 3 de enero de
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Sentencia N.° 0025-2005-PI/TC (Tribunal Constitucional [Perú], 25 de abril de
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Sentencia N.° 2730-2006-PA/TC (Tribunal Constitucional [Perú], 21 de julio de
2006).
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Derecho PUCP, N° 91, 2023 / e-ISSN: 2305-2546


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de 2022). VIOLENCIA SEXUAL
Y DERECHO
PENAL: SOBRE
Recibido: 30/04/2023 LOS PROBLEMAS
Aprobado: 18/08/2023 CONTEMPORÁNEOS
EN LA INTERPRE-
TACIÓN DEL
TIPO PENAL DE
VIOLACIÓN SEXUAL
EN EL CÓDIGO
PENAL DEL PERÚ
SEXUAL VIOLENCE
AND CRIMINAL LAW:
ON CONTEMPORARY
PROBLEMS IN THE
INTERPRETATION OF
THE RAPE OFFENCE
IN THE PERUVIAN
CRIMINAL CODE

J U L I O A L B E R T O R O D R Í G U E Z VÁ S Q U E Z Y
C R I S T I N A VA L E G A C H I P O C O

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