Investigacion Teoria Sistemica
Investigacion Teoria Sistemica
Investigacion Teoria Sistemica
Fecha: 18/02/2024
Teoría sistémica:
Base teórica:
En un sentido amplio, la Teoría General de Sistemas (TGS) se presenta como una forma
sistemática y científica de aproximación y representación de la realidad y, al mismo tiempo,
como una orientación hacia una práctica estimulante para formas de trabajo
transdisciplinarias. En tanto paradigma científico, la TGS se caracteriza por su perspectiva
holística e integradora, donde lo importante son las relaciones y los conjuntos que a partir de
ellas emergen. En tanto práctica, la TGS ofrece un ambiente adecuado para la interrelación y
comunicación fecunda entre especialistas y especialidades.
A poco andar, la TGS concitó un gran interés y pronto se desarrollaron bajo su alero
diversas tendencias, entre las que destacan la cibernética (N. Wiener), la teoría de la
información (C.Shannon y W.Weaver) y la dinámica de sistemas (J.Forrester).
Siempre que se habla de sistemas se tiene en vista una totalidad cuyas propiedades no
son atribuibles a la simple adición de las propiedades de sus partes o componentes.
A partir de ambas consideraciones la TGS puede ser desagregada, dando lugar a dos
grandes grupos de estrategias para la investigación en sistemas generales:
En el primer caso, la cualidad esencial de un sistema está dada por la interdependencia de las
partes que lo integran y el orden que subyace a tal interdependencia. En el segundo, lo central
son las corrientes de entradas y de salidas mediante las cuales se establece una relación entre
el sistema y su ambiente. Ambos enfoques son ciertamente complementarios.
Es conveniente advertir que no obstante su papel renovador para la ciencia clásica, la TGS no se
despega –en lo fundamental– del modo cartesiano (separación sujeto/objeto). Así forman
parte de sus problemas tanto la definición del status de realidad de sus objetos, como el
desarrollo de un instrumental analítico adecuado para el tratamiento lineal de los
comportamientos sistémicos (esquema de causalidad). Bajo ese marco de referencia los
sistemas pueden clasificarse de las siguientes maneras:
a. Según su entitividad los sistemas pueden ser agrupados en reales, ideales y modelos.
Mientras los primeros presumen una existencia independiente del observador (quien los puede
descubrir), los segundos son construcciones simbólicas, como el caso de la lógica y las
matemáticas, mientras que el tercer tipo corresponde a abstracciones de la realidad, en donde
se combina lo conceptual con las características de los objetos.
b. Con relación a su origen los sistemas pueden ser naturales o artificiales, distinción que
apunta a destacar la dependencia o no en su estructuración por parte de otros sistemas.
c. Con relación al ambiente o grado de aislamiento los sistemas pueden ser cerrados o abiertos,
según el tipo de intercambio que establecen con sus ambientes. Como se sabe, en este punto
se han producido importantes innovaciones en la TGS (observación de segundo orden), tales
como las nociones que se refieren a procesos que aluden a estructuras disipativas,
autorreferencialidad, autoobservación, autodescripción, autoorganización, reflexión y
autopoiesis (Arnold,M. & D.Rodríguez. 1991).
Según Bertalanffy (1976) se puede hablar de una filosofía de sistemas, ya que toda teoría
científica de gran alcance tiene aspectos metafísicos. El autor señala que "teoría" no debe
entenderse en su sentido restringido, esto es, matemático, sino que la palabra teoría está más
cercana, en su definición, a la idea de paradigma de Kuhn. El distingue en la filosofía de
sistemas una ontología de sistemas, una epistemología de sistemas y una filosofía de valores
de sistemas.
AMBIENTE
ATRIBUTO
CIBERNÉTICA
CIRCULARIDAD
Concepto cibernético que nos refiere a los procesos de autocausación. Cuando A causa B y B
causa C, pero C causa A, luego A en lo esencial es autocausado (retroalimentación, morfostásis,
morfogénesis).
COMPLEJIDAD
CONGLOMERADO
ELEMENTO
Se entiende por elemento de un sistema las partes o componentes que lo constituyen. Estas
pueden referirse a objetos o procesos. Una vez identificados los elementos pueden ser
organizados en un modelo.
ENERGÍA
ENTROPÍA
EQUIFINALIDAD
Se refiere al hecho que un sistema vivo a partir de distintas condiciones iniciales y por distintos
caminos llega a un mismo estado final. El fin se refiere a la mantención de un estado de
equilibrio fluyente. "Puede alcanzarse el mismo estado final, la misma meta, partiendo de
diferentes condiciones iniciales y siguiendo distintos itinerarios en los procesos organísmicos"
(von Bertalanffy. 1976:137). El proceso inverso se denomina multifinalidad, es decir,
"condiciones iniciales similares pueden llevar a estados finales diferentes" (Buckley. 1970:98).
EQUILIBRIO
Los estados de equilibrios sistémicos pueden ser alcanzados en los sistemas abiertos por
diversos caminos, esto se denomina equifinalidad y multifinalidad. La mantención del
equilibrio en sistemas abiertos implica necesariamente la importación de recursos
provenientes del ambiente. Estos recursos pueden consistir en flujos energéticos, materiales o
informativos.
EMERGENCIA
ESTRUCTURA
Las interrelaciones más o menos estables entre las partes o componentes de un sistema, que
pueden ser verificadas (identificadas) en un momento dado, constituyen la estructura del
sistema. Según Buckley (1970) las clases particulares de interrelaciones más o menos estables
de los componentes que se verifican en un momento dado constituyen la estructura particular
del sistema en ese momento, alcanzando de tal modo una suerte de "totalidad" dotada de
cierto grado de continuidad y de limitación. En algunos casos es preferible distinguir entre una
estructura primaria (referida a las relaciones internas) y una hiperestructura (referida a las
relaciones externas).
FRONTERA
Los sistemas consisten en totalidades y, por lo tanto, son indivisibles como sistemas (sinergia).
Poseen partes y componentes (subsistema), pero estos son otras totalidades (emergencia). En
algunos sistemas sus fronteras o límites coinciden con discontinuidades estructurales entre
estos y sus ambientes, pero corrientemente la demarcación de los límites sistémicos queda en
manos de un observador (modelo). En términos operacionales puede decirse que la frontera
del sistema es aquella línea que separa al sistema de su entorno y que define lo que le
pertenece y lo que queda fuera de él (Johannsen. 1975:66).
Salvador Minuchin
Minuchin postula que la familia no es una entidad estática, sino que está en continuo
movimiento, por lo que la evaluación debe centrarse en base a la interacción familiar, es decir,
tanto en las pautas transaccionales como en las construcciones de la realidad que se conectan
con las experiencias familiares (Desatnik, 2004). Por lo tanto, es necesario tomar como guía
una serie de hipótesis diagnósticas sobre la interacción sistémica entre el contexto familiar
total y las conductas sintomáticas de los miembros individuales (Ochoa, 2004).
Sin embargo, este modelo no se limita exclusivamente a la familia, sino que también se han
considerado el contexto institucional y el ámbito psicosocial en los que también se encuentran
interacciones (Desatnik, 2004).
La figura central de este modelo es la estructura, la cual ha sido definida por Minuchin como
“el conjunto invisible de demandas funcionales que organizan los modos en que interactúan los
miembros de la familia", es decir, que el sistema familiar se expresará a través de pautas
transaccionales cuyo funcionamiento se da con base en reglas acerca de quiénes son los que
actúan, con quién y de qué forma. Cuando se da una desviación respecto al nivel de tolerancia
del sistema, es decir, cuando se sobrepasan los índices de equilibrio familiar, es cuando puede
presentarse el síntoma. Es aquí cuando el terapeuta necesita preguntarse: ¿Cuáles son las
interacciones que se dan dentro de una estructura específica que llevaron a una desviación tal
en la que el síntoma es “necesario” como un mecanismo regulatorio para que se mantenga la
estabilidad familiar?
Una familia es un sistema que opera a través de pautas transaccionales. Las pautas repetidas
establecen pautas acerca de la manera, cuándo y con quién relacionarse, y estas pautas son
marcadas por la familia. Las operaciones repetidas constituyen una pauta transaccional. Las
pautas transaccionales regulan la conducta de los miembros de la familia y son mantenidas por
dos sistemas de coacción. El primero es genérico o implica reglas universales que gobiernan la
organización familiar. El segundo es idiosincrático e implica las experiencias mutuas de los
diversos miembros de la familia, cuyas expectativas se encuentran sepultadas por años de
negociaciones explícitas e implícitas entre los miembros de la familia, y están relacionadas con
los pequeños acontecimientos diarios (Minuchin, 1974).
Los elementos que se deben considerar para hacer el diagnóstico de la estructura familiar son:
los límites, los subsistemas, el ciclo evolutivo de la familia, las alianzas y coaliciones familiares,
problemas de distribución jerárquica del poder, el tipo de límites intra y extra familiares, la
flexibilidad al cambio, fuentes de apoyo y estrés, y la forma en que el síntoma es aprovechado
para mantener sus interacciones. A diferencia de otros modelos, esta perspectiva sistémica
incluyó el contexto y la atribución de responsabilidad compartida entre los miembros de la
familia; hay un interés por encontrar cómo todos los miembros del sistema participan en el
mantenimiento del síntoma.
“Hacer un enunciado diagnóstico estructural es decir algo acerca de la manera en que las
personas se sitúan frente a eventuales contactos entre ellas y con otros subsistemas. No
necesariamente hay que refrenarse de hacer conjeturas acerca de los sucesos que uno no
puede observar, como son deseos o sentimientos íntimos. Lo que sucede es que ese enunciado
vuelve ociosas estas conjeturas en el diseño de planes sobre lo que se habrá de hacer”
(Umbarguer, 1983, p. 107).
Satir debió de ser ante todo una gran persona, con una presencia que embrujaba a quien la
veía. Salvador Minuchin dice de ella:
"Satir era rubia y alta, una diosa que llenaba la habitación con su sola presencia. Cuando entró
en el habitáculo, estrechó la mano de cada uno, se sentó cómodamente y le pidió al muchacho
que fuera a la pizarra y dibujara un organigrama de la familia. Ella charlaba con fluidez,
preguntando y haciendo comentarios personales (…) Desde hacía minutos, había creado una
atmósfera de apertura en las que ambas partes se sentía libres para hablar. Con una postura
claramente a favor de todos, Satir procedió a abordar a cada miembro de la familia,
investigando el contenido de cada interacción y puntualizándolo todo con comentarios
amistosos (…) No existe relato alguno que pueda dar cuenta de la calidez extrema de aquella
sesión o proceso mediante el cual Satir transformó lo que parecía una implicación fortuita con
cada miembro en una reconciliación entre madre e hija. Estaba claro que su fin era la unión.
Ella eligió como blanco las áreas de contacto, utilizándose a sí misma con tal cercanía
emocional que hubiera sido bastante complicado para la familia resistirse a su dirección (…) De
cualquier modo, en el lapso de una hora, fue capaz de ayudar a la familia a apartarse de un año
de interacciones destructivas y a que iniciaran un proceso de relaciones más cooperativas"
(Minuchin, 2003, p.25-26).
Por su parte, Jules Riskin habla de ella como de una persona con una tremenda creatividad,
carisma y genio. Riskin reconoce que fue con Satir con quién tuvo su primera experiencia como
coterapeuta, experiencia que califica de mágica.
Pero comencemos por una breve semblanza biográfica, ya que en el caso de Satir los hilos de
su vida se entretejen con los de su semblanza profesional.
Satir era una niña curiosa que aprendió a leer a los tres años de manera autodidacta. Cuando
tenía 5 años, enfermó de apendicitis, pero su madre, devota de la ciencia cristiana, rehusó
llevarla al médico. Para cuando el padre se impuso en contra de los deseos maternos, su
apéndice se había roto. Los doctores lograron salvarle la vida, pero Satir se vio forzada a
quedarse varios meses ingresada en el hospital. En relación a este incidente ella misma cuenta
en su libro "Nuevas relaciones humanas en el núcleo familiar" que durante su ingreso
hospitalario decidió convertirse en una detective infantil: "para investigar a los padres" (Satir,
2002, p.15).
En 1948 termina sus estudios de Trabajo Social e inicia su práctica de trabajo privado con
familias, que se desarrolla de 1951 a 1955. Ese año se traslada a Illinois para dedicarse al
Trabajo social clínico en el Instituto Psiquiátrico de esa ciudad; pero motiva a otros/as
terapeutas a enfocar su trabajo hacia las familias en vez de hacerlo a los pacientes individuales.
En 1955 inicia un programa de formación para el alumnado del Illinois State Psychiatric
Institute. Su primer contacto directo con la terapia familiar se produce en 1956 con la lectura
del artículo "Toward a theory of schizophrenia" (Hacia uma teoria de la esquizofrenia), esto la
induce a establecer contacto con el grupo de Bateson. En 1959 Bateson, Donald Jackson y
Ruskin la invitan para poner en marcha lo que acabaría siendo el Mental Research Institute (a
partir de aquí, MRI) en Palo Alto, California. Pronto descubre que la investigación no le
interesa, y es entonces cuando se ocupa de poner en marcha el programa de formación del
instituto (el que, a la sazón, será el primer programa formal de formación en terapia familiar)
del que se ocupará hasta 1966.
Pero las diferencias con Jackson van en aumento, alcanzando un grado de desacuerdo que la
conducen a abandonar el MRI. El camino que escoge a partir de ese momento es
En 1964 publica "Conjoint Family Therapy" (Terapia familiar conjunta), que se puede considerar
el primer manual de terapia familiar sistémica, e inicia la realización de talleres e impartición
de seminarios que durará hasta el momento de su muerte.
Las teorías de Satir más celebradas, y que tendrían una relación directa con el objeto de este
trabajo, son su teoría de la autoestima y su teoría de la comunicación. Para alcanzar esa
autoestima, que parece ser siempre el fin de las intervenciones de Satir, existe un camino claro:
la comunicación. Ésta es el factor que determina el tipo de relaciones que generamos con los
demás para poder sobrevivir. Satir define la comunicación como el proceso de dar y recibir
información. Así pues, la comunicación incluye tanto los aspectos verbales como los no
verbales, las técnicas usadas para interactuar y los modos para obtener, procesar y emitir
información.
Es básico aprender a comunicarnos bien, pero ¿qué significa esto? Para Satir (2002) significaría
que sepamos con claridad lo que pensamos y sentimos (así como los que nos rodean), sobre
todo en lo relativo a:
- Las propias evaluaciones son completas: por tanto no pueden ponerse en tela de juicio.
- Naturalización: se dan por naturales las cosas: “las cosas son como son y no van a cambiar”.
- Enjuiciamiento: adjudicar las evaluaciones al ser de las personas (ella es fea, él es egoísta…).
Para evitar este tipo de errores Satir (2002) propone el uso de tres habilidades básicas de
comunicación: saber escuchar, retroalimentar y confrontar. La comunicación no sólo depende
del otro, en todo proceso comunicativo el tener una actitud y capacidad de escucha activa
reducirá la posibilidad de malinterpretaciones e interferencias en la información, que al fin y al
cabo acaba por definir la realidad. Como defiende Satir, la forma de comunicarnos afecta a lo
que sentimos respecto a nosotros mismos (autoestima), hacia los demás y de las situaciones en
general.
Dentro de la teoría de la comunicación de Satir uno de los aspectos más citados es el de los
patrones de comunicación en la vida familiar. Esta trabajadora social define unos Patrones
(patterns) o formas recurrentes de comportarnos. Utilizando para su definición los niveles:
verbales, no verbales, cognitivos…
- Acusador o culpabilizador.
- Aplacador.
- Super razonable.
- Irrelevante.
Bibliografía:
Arnold Cathalifaud, M., & Osorio González, F. (1998). Introducción a los conceptos básicos de la
teoría general de sistemas. DOI: https://www.redalyc.org/pdf/101/10100306.pdf