Guia de U2 Problemáticas.
Guia de U2 Problemáticas.
Curso Primero.
Introducción:
En cada individuo habita una sociedad: de los amigos y enemigos, de sus héroes y fantasmas, de
los personajes que crea la imaginación y aquellos reales, de nuestros antepasados, de la familia,
con quienes se dialoga o discute también de manera interna en cada paso cotidiano. A su vez,
nuestra vida cotidiana está ligada a la vida de muchas otras personas con las que compartimos
actividades, necesidades, intereses, gustos, entre muchas cosas. Aunque no siempre nos demos
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cuenta, existe entre los seres humanos una gran diversidad y variabilidad de gustos, experiencias,
costumbres. No obstante, es un hecho que el contacto con otras personas desempeña un rol
crucial en nuestras vidas.
Detrás de casi todas nuestras actividades, podemos identificar la presencia de otros que junto a
nosotros, conformamos la sociedad. Por esto no es sorprendente que ocupemos una gran parte
del tiempo interactuando con esas personas, pensando acerca de ellas y tratando de entenderlas.
De alguna manera, la psicología social aborda estos y otros aspectos de nuestra relación con los
otros: cómo percibimos a los que nos rodean, cómo desarrollamos sentimientos positivos y
negativos hacia ellos, qué esperamos de los otros y a qué atribuimos sus conductas, cómo
comunicamos lo que pensamos y sentimos, cómo nuestras conductas influyen sobre otros y a su
vez somos influidos por ellos, cómo reaccionamos ante las personas y/o grupos, y principalmente
de qué manera nuestra subjetividad se va construyendo en la interacción con este orden social.
Las personas nos caracterizamos por una particular tendencia a buscar relacionarnos, ponernos en
contacto con otros. Desde que nacemos transitamos por instituciones, que nos van constituyendo,
y a partir de las cuales nos hacemos parte de una sociedad. A continuación abordaremos diversos
temas que, desde la mirada de la psicología social, nos van a brindar elementos para comprender
la creación social del “yo soy”.
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El lenguaje es el medio para representar el mundo. Las palabras que empleamos tienen una fuerza
particular, porque están cargadas de historia, sentido, de poder.
Las formas de nombrar crean realidades, o las borran para siempre, o las destruyen. Veamos un
ejemplo: en los manuales de no hace mucho tiempo se nombraba al 12 de octubre como el “Día
del descubrimiento de América”; luego de reivindicaciones de la identidad latinoamericana, en
particular de los pueblos originarios que preexistían a la llegada de los colonizadores, se determinó
un nuevo nombre para el 12 de octubre: “Día del respecto a la diversidad cultural
latinoamericana”. Cambiar el nombre, no es sólo un detalle políticamente correcto, si no que abrió
la posibilidad a otra historia, desde otro lugar, desde nuestras raíces continentales y no desde
quienes nos colonizaron.
El lenguaje nos vincula con una cultura, nos determina en lo que se puede o no decir por
tener o no las palabras para decirlo, pero a su vez, al cambiar las formas de nombrar,
podemos generar realidades más diversas e inclusivas.
1. Actividad:
Veamos un ejemplo:
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¿Cuál es la diferencia más importante entre las dos formas de nombrar o referirse a las personas
que nos presenta la imagen?
En un ejemplo tan sensible como son las problemáticas relacionadas a la salud, queda en evidencia
que un detalle en apariencia mínimo –uso o no del “con”- genera que se comprenda que la
persona “es” en toda su existencia y manifestaciones “Autista” o que tiene autismo, por lo cual
también puede ser otras cosas, que tiene aspectos sanos que desarrollar más allá del autismo.
4. Lee el texto de Diker: Palabras para nombrar. Y analiza el poder, el efecto de las
palabras y establece relaciones con el video de Bodoc.
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PROCESOS Y PRÁCTICAS DE SOCIALIZACIÓN
Desde que nacemos transitamos un proceso para poder efectivamente ser miembro de una
sociedad. Este proceso es conocido como socialización y es un tema central para comprender la
creación social del “yo soy”.
El proceso de socialización.
Es decir, nuestra subjetividad, esa definición de “yo soy” es el resultado de las redes sociales en las
cuales soy parte, y a la vez nos permite participar en el mundo social, nos da las “herramientas” las
conductas, los códigos, etc, para poder relacionarme, comunicarme.
Prácticas de socialización
Estas prácticas pueden ser materiales o simbólicas. ¿Qué quiere decir esto? Decir prácticas
materiales, siguiendo a Bourdieu, refiere a los capitales económicos de los que dispongo, los
bienes y recursos con los que contamos desde que somos bebés, en nuestro contexto, para
comenzar esta socialización: si vivo en una casa o en un rancho de adobe, si comí bien desde que
nací o sólo comía en los comedores disponibles en mi barrio dos veces al día, si tuve la posibilidad
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de contar con muchos juegos didácticos y juguetes, si tuve la posibilidad de sólo estudiar, o tenía la
necesidad obligatoria de trabajar para mantenerme yo y a mi familia.
Por otra parte, las simbólicas son las interacciones, las acciones recíprocas y cotidianas que nos
permiten construir un lazo social: si me hablaron esperando con ansias que aprendiera, si estuve la
mayor parte de mi vida solo/a, si pertenezco a una minoría discriminada en mi país, si tuve espacio
para jugar y compartir con pares, si en el colegio a donde fui estimularon mis inquietudes o las
reprendieron, si pude viajar y conocer diferentes culturas, o nunca salí de mi ciudad, etc.
En estas prácticas comienzan los aprendizajes que posibilitan modificaciones en los modos de
pensar, sentir y actuar. En estos aprendizajes se va generando la capacidad que tenemos desde
niños de referirnos a objetos, acciones y finalidades que no están presentes, a través de imágenes,
signos y símbolos; nos posibilita comunicarnos a través del lenguaje verbal (palabras) y no verbal
(gestos), interpretar señales y signos, significar momentos, recrearlos con otras personas.
Los contenidos que se incorporan a partir de las prácticas de socialización se relacionan con
normas, hábitos y conocimientos a los cuales les subyacen fundamentos valorativos, que varían de
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Momentos en la socialización
Dos autores muy conocidos en esta temática son Berger y Luckman, quienes distinguen dos
momentos en el proceso de socialización: la socialización primaria y la secundaria. La primaria,
que sucede en los primeros momentos de vida y entornos del sujeto, principalmente la familia.
Los aprendizajes van acompañados de una fuerte carga afectiva-emocional que los determina. En
este proceso el niño acepta los “roles” y actitudes de los otros significantes, los internaliza y se
apropia de ellos, a partir de la identificación.
Pero este pequeño mundo se expande, y demanda que se incorporen a otros sub-mundos
institucionales, que demandan nuevos vocabularios, interpretaciones y comportamientos.
Dichos autores llamaron a esto socialización secundaria. El caso típico desde el cual puede
pensarse esta diferenciación es cuando un niño inicia su escolarización. Al entrar en la escuela el
niño debe poder estar con muchos otros en un nuevo rol: el de estudiante. A su vez, tiene que
incorporar que no es lo mismo ser docente que estudiante, organizarse a partir de horarios
comunes y respetar pautas distintas a las de su casa, etc. Progresivamente estos espacios se
diversifican y expanden.
Aún sin negar la vigencia de estas nociones, en la actualidad se pone en evidencia que el niño entra
en contacto con otras realidades institucionales desde muy temprana edad, donde se producen
aprendizajes, con el ingreso a las guarderías desde más temprana edad, o asistencia a comedores
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como así también el impacto que tienen actualmente los medios de comunicación como agente
socializador.
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II. Formación de nuestra identidad.
Queda en evidencia que son muchos y muy complejos los procesos que atravesamos para
llegar a ser quienes somos. A su vez, esto no es un asunto individual y privado, sino que
intervienen numerosos grupos, instituciones, organizaciones, que nos van dando las
“herramientas” para poder ser parte de una sociedad.
¿Y qué es la identidad? La palabra identidad deriva del latín idem, que significa “lo mismo”.
Así, decimos que la identidad es una construcción particular, que permite asociarnos, “ser
parte de” - un lugar, de una cultura, un grupo, o una persona- a partir de un conjunto de
atributos (gustos, rasgos, ideas, etc) que le son propios, los distinguen, los hacen singular.
La identidad es una construcción, y como toda construcción, “se va haciendo”, no es algo
dado o que se adquiere de una vez y para siempre.
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d. ¿Alguna vez nos sucedió lo que al personaje de la viñeta? ¿Qué situaciones de
nuestra vida diaria nos llevaron a eso?
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Para recordar…
En las prácticas de socialización que se dan a lo largo de nuestra vida, participan diversos grupos e
instituciones: familiares, laborales, comunitarios, escolares, que van imprimiendo determinadas
características, mecanismos, según sus lógicas y características. Así, se incorpora un orden, pautas,
valores, hábitos, conocimientos, etc. Pero a la vez ante la posibilidad de producir nuevos sentidos sobre
lo que existe por parte de todas las personas, aparece en el horizonte la posibilidad de reflexionar y
transformar aquellos que nos han transmitido.
En los vínculos más cercanos (en los familiares sobre todo) comienzan nuestras primeras prácticas de
socialización (socialización primaria), en ellas nuestras primeras identificaciones y luego en el transcurso
de nuestras vidas, según los lugares que vayamos transitando y ocupando en la sociedad, asumimos
nuevos roles, actuamos en el medio social, intervenimos en las instituciones (Estado, escuela, medios
de comunicación, organizaciones laborales, asociaciones civiles, etc.) es lo que conocemos como
socialización secundaria.
En este punto nos encontramos con una pregunta de suma relevancia: ¿Quiénes
sostienen a la sociedad con sus características? Como hemos estudiado hasta aquí, queda
claro que las sociedades tienen sus instituciones (familia, educación –escuela -, trabajo,
etc) que transmiten una forma de hacer, pensar y sentir propia de una sociedad, pero eso
sólo puede sostenerse a partir de que se vayan formando sujetos sociales, es decir, formas
de vivir y de ser que permitan sostenerla. Por eso la psicología social se interesa por
trabajar en este cruce: cómo surge una subjetividad en los tejidos de la sociedad que lo
contiene.
Las normas, los valores (que se transmiten en los ritos, emblemas y mitos), y en particular
el lenguaje son instrumentos para hacer las cosas, principalmente para hacernos a
nosotros como individuos, a nuestra subjetividad.
Pensemos este tema en relación a unas frases que circularon por las redes sociales:
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8.Actividad.
a. ¿Qué frase más nos impactó?
b. ¿Alguna vez escuchamos, nos dijeron, o dijimos alguna de estas frases?
c. ¿Qué efecto causará en la persona a la que iba dirigida?
Sin embargo, cada subjetividad se desarrolla por una historia diferenciada, particular,
experiencias de vida diferentes que llevan por ejemplo a que un hombre al decirle
“maricón” porque llora, responda defendiéndose, criticando a quien se lo dice por su
mirada sesgada, machista; u, otro hombre en la misma circunstancia, decida reprimir
(quizás desde niño) todas aquellas emociones que lo puedan hacer ver vulnerable
y cuestionar su “virilidad”. Es decir, la misma situación puede llevar a procesos subjetivos
totalmente diferentes en dos personas que pueden tener la misma edad y pertenecer al
mismo barrio, aunque en ambos casos se ven afectados por esto.
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10. Actividad: Leemos el siguiente texto:
FRONTERAS EN MOVIMIENTO: MIGRANTES
Muchos de nosotros, cuando relatamos nuestra historia de vida, nuestros antepasados,
contamos con orgullo tener algún abuelo, abuela, padres, inmigrantes italianos o
españoles. Hay un día (4 de septiembre) en el que se celebra la llegada de inmigrantes, y
muchos recuerdan los barcos llegando a nuestro joven país.
Sin embargo, en la actualidad, suceden diversas migraciones en el mundo. En el caso de
Argentina particularmente priman inmigrantes de países limítrofes. Frente a estas nuevos
grupos que se van asentando en el territorio, se forjan fuertes prejuicios y
discriminaciones. Son otros, que se invisibilizan o se nombran para diferenciarse,
poniéndolos en un lugar de inferioridad o de desprecio.
En nuestro país, existe una fuerte inmigración de poblaciones Bolivianas y Peruanas.
Existen zonas de Córdoba donde se forman grandes comunidades de inmigrantes, como
barrio Observatorio, Alberdi, Villa el Libertado, entre otros. Aun así, tanto en el mundo
como en Argentina, y particularmente en Córdoba, suceden fuertes hechos de
discriminación y desvalorización. En muchos cantos de las canchas se desacredita al
oponente diciéndole “son unos bolivianos” “Bostero, bostero, no lo pienses más, ándate a
vivir a Bolivia, toda tu familia está allá”. Estos mensajes, estos discursos, se consolidan
en aprendizajes, y como vimos, van formando conductas hacia las personas migrantes, y
modos de relación que expulsan.
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Hoy la población de Villa El Libertador ha crecido considerablemente albergando a
numerosas familias de inmigrantes bolivianos, peruanos y de otras latitudes. En particular,
se concentra una importante comunidad de origen boliviano. Por tal razón existen varios
locales que venden comidas típicas de este país. A su vez, y en este contexto, la plaza 12
de octubre (plaza de Villa el Libertador) se ha transformado en un lugar donde se
expresan artesanos y artistas, diversas creencias, prácticas sociales y costumbres. En
particular, la fiesta de la Virgen de Urkupiña congrega a todo el barrio, y barrios cercanos,
que se acercan a compartir bailes, comidas, el encuentro.
Aquí podemos ver como ese otro diferente, puede ser fuente de riqueza cultural, religiosa,
y hasta económica.
ACTIVIDAD B: : Ahora reflexionemos
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a. ¿Qué sensaciones, ideas, comentarios nos generan las imágenes sobre el festejo de la
Virgen de Urkupiña? ¿Alguna vez asistimos o escuchamos de esta festividad?
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b. ¿Qué modos de relacionarse creemos que propician estas festividades?
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c. ¿Alguna vez escuchamos esos cantos de hinchadas, o referencias que usen
nacionalidades como insulto? ¿En qué situaciones? ¿Qué representaciones sociales
surgen de esos aprendizajes o tradiciones?
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d. Para cerrar, construyamos una reflexión sobre las situaciones cotidianas, frases,
celebraciones que construyen relaciones que permitan incluir la diversidad de culturas.
Podemos contar anécdotas, buscar informaciones de noticias de diarios, o relatos.
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III. Para ampliar sobre este tema pueden realizar la lectura del siguiente texto:
Giorgis, Marta URKUPIÑA, LA VIRGEN MIGRANTE. FIESTA, TRABAJO Y
RECIPROCIDAD EN EL BOLIVIANO GRAN CÓRDOBA Cuadernos de la Facultad de
Humanidades y Ciencias Sociales - Universidad Nacional de Jujuy, núm. 13, noviembre,
2000, pp. 233-250 Universidad Nacional de Jujuy Jujuy, Argentina .
Disponible en : https://www.redalyc.org/pdf/185/18501314.pdf
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barrios de la Ciudad. Los festejantes son percibidos por sus vecinos argentinos como
“migrantes bolivianos” ya que los organizadores y la mayoría de sus asistentes han nacido
en Bolivia o son hijos de inmigrantes bolivianos. Todos ellos son de tradición étnica
quechua o aymara. Estos pobladores han hecho de la fiesta de Urkupiña una expresión y
un vehículo para establecer su condición de migrantes a la ciudad de Córdoba y, a su vez,
esta misma condición ha modificado la forma y el sentido de esta fiesta. En las páginas
siguientes mostraré como esta doble relación se sintetiza en el concepto antropológico de
reciprocidad, afectando los significados de la nacionalidad y la etnicidad en el contexto de
interculturalidad de Bolivia y la Argentina y, en el marco de la globalización, replantea el
valor del trabajo y el proceso migratorio. Las celebraciones rituales de acuerdo con
Durkheim (1982) constituyen eventos sociales, instancias en donde el grupo adquiere
conciencia social y moral por medio de la identificacón religiosa llevada a cabo en un
espacio y un tiempo designados especialmente para ello y como resultado del
pensamiento colectivo. En este sentido la fiesta es una instancia que integra a los
residentes bolivianos de acuerdo a valores que son propios de la tradición quechua y
aymara. Al mismo tiempo y como lo señala Da Matta (1978), fiesta y el ritual son
momentos extraordinarios que permiten focalizar un momento de la realidad social, su
ideología dominante y su sistema de valores. En ellos se toma conciencia del mundo, se
alimenta la creación y la reflexión al mismo tiempo que permiten cambiar el significado
cotidiano. En el ritual se pueden visualizar distintas visiones e intereses que circulan entre
sus participantes. Esta perspectiva permite analizar en la fiesta de Urkupiña las
diferencias regionales, étnicas y de clase que existen entre los participantes.
Un estudio sobre la fiesta de la Virgen de Nuestra Señora de Copacana llevada a cabo
por migrantes bolivianos en Buenos Aires, analiza los significados de la celebración como
expresión de continuidad de las relaciones sociales con el país de origen y de
recuperación de la tradición cultural como una forma de conservar su identidad primordial
(Laumonier, Rocca y Smolensky 1983). Este enfoque parte de considerar a las
identidades como ‘básicas’ y ‘dadas’ y a los grupos étnicos y nacionalidades, como
inmodificables’ en el encuentro con otras culturas. La perspectiva adoptada en este
trabajo es diferente. De acuerdo con Fredrik Barth (1969) la identidad étnica es una
manera de organizar las relaciones sociales. En su interacción los grupos nacionales y
étnicos seleccionan sus rasgos culturales dejando de lado unos e incorporando otros. En
este sentido las prácticas de los residentes bolivianos en Córdoba adquieren significación
como procesos sociales y no como rasgos de identidad básica o ‘como inmodificables’ en
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el encuentro con otras culturas. Este enfoque permite observar a la fiesta de la Virgen de
Urkupiña en Villa El Libertador como un espacio en el cual estos pobladores debaten y
reflexionan su bolivianeidad (Bolivia-Argentina) y a la etnicidad (potosinos-bolivianos).
Entre las innumerables fiestas religiosas que se llevan a cabo en Bolivia, los residentes
bolivianos en Córdoba han seleccionado a la Virgen de Urkupiña, cuyo atributo más
sobresaliente es el de otorgar préstamos monetarios que le son devueltos con intereses
cada año y durante tres consecutivos. En el proceso de transnacionalización la virgen ha
mantenido su carácter ‘prestamista’ y ‘capitalista’ pero ha incorporado un nuevo bien en la
lista de los intercambios con sus devotos: el trabajo.
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Bibliografía.
-Programa de educación a distancia. Jóvenes y adultos. Módulo 4. Área de ciencias
sociales. Psicología social.
-Correa, A. (2003). Notas para una psicología social. Córdoba: Editorial Brujas.
-Berger y Luckman (1994). Cap 3: La sociedad como realidad subjetiva. En La construcción
social de la realidad. Ed Amorrortu.
-Giorgis, Marta URKUPIÑA, LA VIRGEN MIGRANTE. FIESTA, TRABAJO Y
RECIPROCIDAD EN EL BOLIVIANO GRAN CÓRDOBA Cuadernos de la Facultad de
Humanidades y Ciencias Sociales - Universidad Nacional de Jujuy, núm. 13, noviembre,
2000, pp. 233-250 Universidad Nacional de Jujuy Jujuy, Argentina .
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