Serie 6 2021 Clase6
Serie 6 2021 Clase6
Serie 6 2021 Clase6
REFERENCIA BÍBLICA: Mateo 28:1-15; Lucas 24. Juan 19:41–42; 20:1, 11–16.
VERSÍCULO CLAVE: "Yo soy la resurrección y la vida" (Juan 11:25, Dios Habla Hoy).
CONCEPTO CLAVE: ¡Jesús vive! Y porque vive, yo también puedo tener vida para siempre, si acepto
su regalo de perdón y salvación; Jesús es mi ejemplo. Él triunfó sobre la muerte y la venció. ¡Él vive
hoy y por siempre! (Concepto que no debemos olvidar en toda la clase)
OBJETIVOS EDUCATIVOS: Al final de la clase los niños podrán:
1. Celebrar el hecho de que Jesús resucitó de la muerte, explicando que fue un milagro..
2. Descubrir en el texto tres evidencias que demuestran que Jesús resucitó.
3. Expresar lo que significa para ellos la resurrección de Jesús.
HISTORIA:
La misión de Jesús no termina con Su muerte. El hecho de que resucitó de entre los muertos muestra
que Él venció la muerte. Para los discípulos no fue fácil creer que Jesús había resucitado. Para muchas
personas hoy en día también les resulta difícil creer en este hecho. Pero nosotros los cristianos,
debemos tener en nuestro corazón la seguridad de que ¡Él vive! ¡Él resucitó! Cada joven puede tener
esa experiencia personal en su vida de sentir la presencia de Dios en ellos, si aceptan el hecho de su
muerte y resurrección.
Hoy es un día de celebración. Los niños van a celebrar porque ¡la tumba está vacía! Jesús venció la
muerte. Este es un hecho que sólo Jesús ha podido hacer porque Él era y es Dios. Y Jesús está vivo
hoy. Debemos celebrar porque ¡nosotros también podemos vivir por lo que Él hizo hace tantos años!.
Detalles a enseñar
Después que Jesús murió, un hombre rico llamado José le pidió permiso a Pilato para quitar el
cuerpo de Jesús del madero. José envolvió el cuerpo de Jesús en telas de lino de buena calidad,
con especias aromáticas, y lo puso en una tumba nueva. Luego mandó que rodaran una gran
piedra para tapar la entrada. Los sacerdotes principales le dijeron a Pilato: “Nos preocupa que los
discípulos de Jesús roben el cuerpo y digan que él resucitó”. Así que Pilato les dijo: “Sellen la
tumba y pongan guardias”.
Tres días más tarde, unas mujeres fueron a la tumba temprano por la mañana. Descubrieron que
alguien había hecho rodar la piedra, y la tumba estaba abierta.
Dentro de la tumba había un ángel, que les dijo: “No
tengan miedo. Jesús ha resucitado. Díganles a los
discípulos que vayan a Galilea a encontrarse con él.
María Magdalena fue rápido a buscar a Pedro y a
Juan. Les dijo: “Alguien se ha llevado el cuerpo de
Jesús”. Pedro y Juan fueron corriendo a la tumba.
Cuando vieron que estaba vacía, regresaron a sus
casas.
Después, María volvió a la tumba. Allí dentro vio a dos ángeles y les dijo: “No sé adónde se han
llevado a mi Señor”. Entonces vio a un hombre y pensó que era el jardinero. Le preguntó: “Señor,
por favor, dime dónde lo has puesto”. Cuando el hombre respondió: “¡María!”, ella se dio cuenta
de que era Jesús. Ella dijo: “¡Maestro!”, y se agarró de él. Jesús le dijo: “Diles a mis hermanos que
me has visto”. Enseguida, María se fue corriendo y les contó a los discípulos que había visto a
Jesús.
Más tarde, ese mismo día, dos discípulos iban de Jerusalén a Emaús. Un hombre se puso a
caminar con ellos y les preguntó de qué estaban hablando. Ellos le dijeron: “¿No te has enterado?
Hace tres días, los sacerdotes principales mandaron matar a Jesús. Ahora unas mujeres están
diciendo que él está vivo”. El hombre les preguntó: “¿Es que no creen en los profetas? Ellos dijeron
que el Cristo tenía que morir y después ser resucitado”. Luego siguió explicándoles más cosas de
las Escrituras. Al llegar a Emaús, los discípulos le pidieron que se quedara con ellos. Cuando
estaban cenando, él hizo una oración por el pan, y los discípulos se dieron cuenta de que el hombre
era Jesús. Entonces desapareció.
Los dos discípulos se fueron corriendo a Jerusalén. Llegaron a la casa donde se habían reunido
los apóstoles y les contaron lo que había pasado. Mientras estaban dentro de la casa, Jesús se
les apareció. Al principio, los apóstoles no podían creer que era Jesús. Pero él les dijo: “Miren mis
manos, tóquenme. Estaba escrito que el Cristo se levantaría de entre los muertos”.
JESÚS ES SALVACIÓN.
La misión de Jesús aquí en la tierra fue restaurar la amistad entre Dios y el ser humano que se había
roto después de la caída del hombre en el huerto del Edén. El pago que cada persona tiene que hacer
por sus pecados lo hizo Jesús con su muerte en una cruz. Jesús cumplió su misión y ahora cada
persona en este mundo tiene la opción de aceptar o no ese sacrificio de amor.
A causa de la Caída de Adán y Eva, todos sufrirán la muerte física. Cuando morimos, el espíritu y el
cuerpo se separan. Cuando Jesucristo resucitó, Su cuerpo y Su espíritu se volvieron a unir para nunca
más separarse. Gracias a la expiación de Jesucristo, todos seremos salvos (véase 1 Corintios 15:22).
El comprender la Resurrección y el tener un testimonio de ella nos brinda gozo y esperanza (véase
Isaías 25:8).
CONCLUSIÓN:
La Biblia dice, “Bendito el Dios y Padre de nuestro
Señor Jesucristo, que según su grande misericordia
nos hizo renacer para una esperanza viva por la
resurrección de Jesucristo de los muertos, para una
herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible,
reservada en los cielos para vosotros.” (1 Pedro 1:3-4
Reina Valera 1960).
Jesús tomó nuestros pecados y murió en la cruz pero resucitó de los muertos! Su resurrección nos
da vida. No tenemos poder en nuestros pecados, pero si tenemos fe en Jesús y creemos en Su
resurrección, podemos ser nuevas criaturas. “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura
es, las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.” (2 Corintios 5:17)