Bambi Historia y Datos
Bambi Historia y Datos
Bambi Historia y Datos
>>>>El Bambi fue fabricado por la empresa Fábrica de Automóviles Utilitarios SA, subsidiaria
de Tevel SA, fabricante de los motores Sachs 200 que equipaba el vehículo. El Bambi fue
producido entre 1960 y 1962, con un total de 480 unidades. La carrocería correspondía al
Fuldamobil S7 de Alemania. "Es muy bueno para la ciudad y sus alrededores, económico y con
un juego de herramientas práctico y sobre todo abundante", dijo la revista Parabrisas.
En 1ra 3,62 a 1
En 2da 1,85 a 1
En 3ra 1,24 a 1
En 4ta 0,86 a 1
A la salida del eje principal del cambio se encuentra el piñón de salida del motor, que acciona la
cadena secundaria que es a su vez la encargada de transmitir el movimiento de rotación al tren
trasero, el propulsor del vehículo. Para relacionar el eje de giro de este piñón con el del cigüeñal es
necesario pasar por los engranajes de las distintas desmultiplicaciones del cambio de marchas y por
el desmultiplicador común que resulta el acoplamiento cigüeñal-eje de retromarcha. Luego, las
relaciones totales a la salida del piñón son:
En 1ra 7,67 a 1
En 2da 3,92 a 1
En 3ra 2,62 a 1
En 4ta 1,82 a 1
Entre el piñón y la corona se extiende la cadena, que corre encerrada en un baño de aceite. Las
medidas son de 12,7 x 8,2 x 8,51 mm. La corona tiene con respecto al piñón una desmultiplicación
de 2,75 a 1 (12 dientes el piñón y 33 la corona). Luego, las relaciones finales de giro entre las ruedas
y el cigüeñal serán las siguientes:
En 1ra 21,09 a 1
En 2da 10,78 a 1
En 3ra 7,20 a 1
En 4ta 5,00 a 1
El tren trasero ofrece la particularidad de tener las ruedas muy juntas; la trocha es de 400 mm. Esto
tiene por objeto independizarse del mecanismo diferencial. La necesidad de un compensador
diferencial, no es evidencia de un diseño de este tipo ya que la distancia entre ruedas no es lo
suficiente como para que se produzcan deslizamientos o patinamientos evidentes en la rueda
interior en las curvas, que en todo en caso serían más molestos que peligrosos. Inclusive con
comando a cadena podría acoplarse un diferencial pero no compensaría en rendimiento lo que se
iría en peso y costo.
Las ruedas delanteras del Bambi tienen suspensión independiente, que consiste en un brazo inferior
formado por un elástico de una sola hoja que soporta las reacciones del frenado y de aceleración, a
la vez que hace de elemento de suspensión. Un brazo superior vertical completa el sistema, que es
una derivación del sistema MacPherson. El brazo vertical superior es en realidad un amortiguador
telescópico hidráulico de doble acción. Por su parte, la suspensión trasera es oscilante y consiste en
un brazo arrastrado que guía el par de ruedas traseras según una trayectoria circular. El elemento
de suspensión propiamente dicho es un resorte helicoidal que corre por fuera de un amortiguador
hidráulico tubular de doble efecto.
Las ruedas delanteras están comandadas por dos brazos que se juntan en un movimiento Pitman,
controlado a su vez por otro brazo que viene de la caja de dirección, del tipo de piñón y cremallera.
La barra de dirección tiene a la entrada de la caja una cruceta o movimiento universal que absorbe
las pequeñas desviaciones que pudieran presentarse en la misma. Los elementos frenantes del
bambi son del tipo de campana, mecánicos comandados por cables Bowden. El pedal del freno
actúa solamente sobre las campanas delanteras, con el conocido sistema de balancín que abre las
dos zapatas de cada rueda a la vez. El freno de mano, una palanca colocada en el piso, al lado
derecho de la del cambio de velocidades, trabaja sobre la única campana trasera, que bloquea las
ruedas a través del eje. La palanca tiene una traba manual que permite ubicarla en cualquier punto
de su recorrido. El freno de mano sirve únicamente para estacionamiento.
Toda la estructura mecánica y de carrocería del Bambi descansa sobre un bastidor construido en
tubos de sección cuadrada soldados con puntos eléctricos con los correspondientes montajes para la
carrocería. En el caso del motor, estos son de goma flexible. La carrocería está construida en resina
poliéster reforzada con fieltro y tela de vidrio, conocida generalmente como plástico. Todos los
vidrios son del tipo cristal de seguridad, excepción hecha de la luneta, que es de plexiglás. Las
ventanillas son del tipo corredizo, con una cerradura de resorte. La luneta trasera es de
dimensiones muy amplias, con un estilo “fast-back” similar a algunos coches deportivos cerrados.
Las dimensiones del Bambi son las siguientes:
El tablero tiene velocímetro iluminado con cuentakilómetros, luz de encendido y una luz verde que
se prende cuando el motor es arrancado en marcha atrás, interruptor de luces y cambio de alta a
media; interruptor de limpiaparabrisas eléctrico. La bocina está en el centro del volante. El cebador
se encuentra al lado de la llave de paso de nafta, siendo necesario pasar el brazo sobre el respaldo
delantero para su accionamiento. Las luces de posición están combinadas con los faros, poseyendo
a tal efecto una bombita suplementaria “tipo fusible”; hay dos faros de cola, más otro que ilumina la
patente y hace stop. En el tablero hay una gaveta muy pequeña, complementada por bolsillos
ubicados en el tapizado de las puertas. El vehículo lo provee la fábrica sin luz de cabina, indicador
de viraje, ni guiñada, pero éstos pueden adquirirse separadamente en el “service” de la fábrica, en
Triunvirato y Republiquetas, Villa Urquiza, Capital Federal.
Una de las circunstancias que deben ser tenidas en cuenta para un Road Test y su posterior
explicación y juicio, es el precio del vehículo que se prueba. En el caso del Bambi, los ciento
cuarenta mil pesos que cuesta lo hacen el más barato de plaza.
La prueba del Bambi comienza cuando el tester se introduce en el vehículo. De este hecho se extrae
una impresión que perdura a través de toda la prueba: la de su amplitud interior. La distancia entre
el respaldo del asiento delantero y los pedales es asombrosamente larga para un automóvil de su
tamaño y categoría. En este sentido, la comodidad está asegurada. El Bambi es un automóvil bajo,
ya que mide 1.300 mm de altura total. De acuerdo con esto, la disposición general del asiento,
respaldo, pedales y volante se aproxima mucho, salvando las distancias, a un auto Gran Turismo.
El asiento también es muy bajo, sobre todo en la parte delantera, que no llega a sostener las piernas
con absoluta comodidad. Creemos que con un asiento algo más levantado adelante, la posición de
manejo podría calificarse como “muy cómoda”. De todas maneras, con una anchura de 1.250 mm,
el asiento permite que tres personas normales puedan acomodarse sin mayores contratiempos. Al
asiento trasero, mucho más pequeño que el delantero y sin embargo grande para su categoría, se
llega inclinando hacia adelante el respaldo anterior, que descubre un paso no demasiado amplio. A
pesar de su tamaño, este asiento es apto para una persona de regular estatura. Por detrás de él, a la
altura de la parte superior del respaldo se extiende una plataforma horizontal, que sirve de espacio
de carga y equipaje, también muy amplio para el tamaño del coche. Esta plataforma tiene un panel
rápidamente desmontable (dos bulones), que deja libre una gran abertura por la que se llega al
motor desde el interior del automóvil, que permite efectuar una serie de reparaciones rápidas o
ajustes menores y que consideramos una ventaja cuando deben realizarse bajo la lluvia.
Como parangón con el amplio lugar interior, las puertas, una de cada lado, descubren un espacio
que comprende holgadamente el asiento delantero, haciendo que la operación de entrar y salir del
bambi no sea una aventura riesgosa. El corte de la abertura de las puertas no presenta salientes ni
rebordes peligrosos para la integridad física o la ropa de los probables ocupantes. El pequeño
volante de tres rayos, tal vez la pieza de carrocería mejor terminada, es liviano y muy directo los
controles manuales del tablero son de fácil acceso, y el único dial (velocímetro y cuentakilómetros)
queda centrado por dos de los tres rayos del volante cuando el automóvil marcha en línea recta. No
tiene “guiñada” de fábrica, siendo conveniente colocarla en alguna casa de accesorios.
A la derecha del conductor, sobre el piso inmediatamente adelante del asiento, se encuentra la
palanca del cambio de velocidades, que actúa en línea directa y se queda luego del cambio en el
mismo lugar, desde el momento en que comanda una caja de tipo motociclístico. La palanca, cuya
perilla es algo diminuta (bolilla de naftalina, decían por ahí), lleva un gatillo que, presionado,
coloca la caja en el punto muerto inmediatamente anterior a la marcha en que se transitaba. Estas
cajas de velocidades tienen un punto muerto entre la segunda y la primera, otro en la segunda y la
tercera, y por último, otro entre la tercera y la cuarta. A la derecha de la palanca de cambios y algo
más adelante, se encuentra el freno de mano, no muy eficaz, que actúa a través de un cable Bowden
sobre las zapatas de la única campana trasera de frenos, que no es accionada por el freno de pie.
Para no quitar espacio, la palanca del cambio de marchas se encuentra desplazada hacia el lado del
conductor. Los tres clásicos pedales están convenientemente espaciados uno de otro, facilitando su
accionamiento. El gran espacio disponible en esa zona permite que el pie del embrague descanse en
posición normal.
A pesar de estar sentado muy bajo, el conductor tiene un área de visión muy grande, porque
grande es la superficie de ventanillas, parabrisas y luneta. Esta última es tan amplia que resulta
envolvente y prácticamente se une con la parte posterior de las ventanillas traseras. De manera
contraria, el parabrisas es plano (no envolvente), con la clásica desventaja de la gran mayoría de los
diseños de este tipo, en los que el parante o marco del parabrisas del lado izquierdo obstruye en
cierta proporción la visión del conductor cuando la curva es para dicho lado. La interferencia del
marco con la visibilidad de la curva aumenta a medida que disminuye el radio de éste, teniendo su
punto máximo en las curvas a 90º. El Bambi tiene un solo limpiaparabrisas. Es eléctrico, pero algo
lento para lluvias fuertes, con una frecuencia de 44 barridas por minuto. De fábrica viene con
viseras parasol.
El espejo retrovisor se encuentra en el modelo probado anclado exteriormente, y se mira a través de
la ventanilla izquierda. Cuando la ventanilla, que es del tipo deslizante, se encuentra cerrada (hacia
adelante) o bien abierta (hacia atrás) la visión del espejo retrovisor es perfecta, pero estando en un
punto intermedio, el cierre de la misma se interpone entre el espejo y el conductor. Este
inconveniente se ve acentuado por cierta característica que tiene la ventanilla de cerrarse por efectos
del frenaje del automóvil. Por otro lado, es demasiado pequeña y está ubicada lo suficientemente
adelante como para que sea un problema sacar el brazo para hacer señales de doblar, frenar, etc.
Con respecto a la comodidad del acompañante, puede decirse que goza de las mismas
comodidades e inconvenientes que el conductor. A la altura aproximada de los pedales, del lado
derecho, va colocada en el piso la rueda de auxilio, que eventualmente sirve de apoyo para los pies.
Una crítica sería que debe hacerse es la relativa a la dureza del asiento, que resta en cierto grado la
comodidad ganada por la amplitud y buen diseño interior, notándose sobre todo en viajes largos.
En nuestro Bambi, el asiento era algo más duro de lo habitual, por hacerse un experimento con un
nuevo tipo de relleno. El asiento posterior es, de acuerdo con la jerga automovilística, “de fortuna”,
a lo que nosotros podemos agregar el adjetivo “relativamente buena”.
A pesar de ser una automóvil bien estudiado, el Bambi tiene un cargo importante en su contra: la
falta de ventilación interior. Las ventanillas se abren en una superficie relativamente escasa, y la
cabina no tiene ninguna salida trasera o escape de aire. Al no poder establecerse una corriente, el
ambiente interior va renovándose muy lentamente y el aire caliente impide que entre el fresco. Esto
se nota en ambos asientos, sobre todo el trasero, aun con las ventanillas completamente abiertas. La
toma de aire anterior, simulando una grilla de automóvil con motor delantero, deja entrar un gran
volumen de aire que por alguna extraña circunstancia no ventila convenientemente a la parte
superior de la cabina. Por razones obvias, este problema de ventilación se reduce en invierno. Pero
en los días calurosos, a este defecto de tan fácil solución para la fábrica, se le suma el calor del
motor, que en algo trasciende la chapa que lo separa de la cabina. De todas maneras, y contrario a
lo que podría suponerse, en ningún momento se registraron en el interior de la cabina emanaciones
de vapores de nafta o de gases de escape.
La carrocería es de resina poliéster reforzada con tela y fieltro de vidrio y montada sobre un
bastidor de tubos de acero. No es excepcionalmente silenciosa, pero debemos señalar que el
material plástico, aparte de su resistencia a la corrosión, es menos ruidos que la chapa. Por otra
parte, se calienta menos al sol que una carrocería metálica. En la prueba de agua, la carrocería se
reveló como muy hermética, comprobándose filtraciones —escasas por cierto— en la parte inferior
del marco de las puertas. Las colizas de las ventanas y los marcos de goma del parabrisas, ventanas
traseras y lunetas, cumplieron perfectamente.
El motor es también algo ruidos, aunque no tanto por el escape, ya que el silenciador trabaja en
forma eficiente. Otro ruido que se nota con alguna claridad es el producido por la caja de
velocidades. La dirección, sumamente liviana (con un diámetro de viraje de 7,50 m hacia la derecha
y 7,35 hacia la izquierda), lo mismo que los pedales, a los que es necesario aplicar poca presión,
hacen de la conducción del Bambi un trabajo muy poco cansador. Las características de su motor,
poca cilindrada, poca potencia y un número elevado de revoluciones, obligan a una cierta velocidad
en las maniobras, cambios de marchas, embragues y aceleraciones, si se pretende hacer rendir al
Bambi su verdadera performance. Con esto no se quiere decir que en el Bambi se debe andar ligero,
sino que llevando cierta velocidad se está más de acuerdo con las características del vehículo en el
tránsito urbano y suburbano es ideal, porque su facilidad de maniobra y su estabilidad en las
curvas, muy buena, lo habilitan para pasos y “coladas” más propias de una motocicleta que de un
automóvil de turismo. La conducción en ruta y sobre todo en viajes largos se hace un poco más
difícil porque las ventajes que regían para el tránsito ciudadano pierden relativamente su
importancia, y la adquieren otras tales como elevada potencia real, de la que el Bambi carece. De
todas maneras, nosotros hicimos un viaje a Córdoba de ida y vuelta a 70 sostenidos, sin ningún
problema: aunque el Bambi está hecho para andar en ciudad más que en ruta, fue y vino sin sumar
puntos en contra.
Tiene un cierto “oversteer” o sobreviraje que disminuye en proporción al aumento de peso sobre el
eje delantero. Con 150 kilos o más sobre el asiento delantero, el Bambi pasa a ser “understeering” o
subvirante, con la consiguiente ventaja en la curva y en la recta, auque perdiendo algo del pique
con relación a una carga más liviana. El ser subvirante lo habilita para controlar las patinadas en
pavimento resbaladizo. Por razones fácilmente comprensibles, so sirve para el barro. En un
principio es difícil habituarse al hecho de que dejando un pozo o un obstáculo entre las ruedas
delanteras, no se lo salva, sino que va a dar en las traseras. Con un poco de práctica y un golpe de
volante, se torna el hábito para “voborear”. Algo temperamentales resultan también el embrague y
la palanca de cambios; el primero por demasiado celoso, y la segunda, por demasiado elástica, pero
después de un tiempo, estas fallas, más del conductor que del vehículo, desaparecen. La dirección,
muy directa o con muy poca multiplicación en el brazo Pitman obliga a efectuar con cierto cuidado
las correcciones que casi subconscientemente se realizan.
Ambas suspensiones, trasera y delantera, se comportan correctamente y tienen una cirta dureza,
sobre todo adelante, que no hace sino avalar el comportamiento en curva y en recta. Su escaso peso
es la causa de reacciones algo exageradas ante golpes de vientos laterales, tales como los
producidos al cruzarse en el camino un ómnibus rutero que va a gran velocidad. Las luces son
realmente buenas y respetadas por los que vienen de frente, pero la iluminación muy fuerte del
velocímetro cansa luego de una horas e impide ver con claridad los números que marca el
cuentakilómetros. En cuanto a los frenos, si bien no son excepcionales como distancia de frenado,
son en cambio muy estables, como lo ha demostrado el test de pista.
Para terminar, el Bambi es un automóvil que brinda satisfacciones que en cierta forma superan lo
que podría esperarse de un automóvil tan pequeño. Es muy bueno para la ciudad y sus
alrededores, económico y con un juego de herramientas práctico y sobre todo abundante.
Prueba de Aceleración.
Con el mismo velocímetro anterior, se controla el tiempo que el automóvil
emplea en alcanzar velocidades crecientes de 20 en 20 kilómetros por hora. Se
obtiene de este modo una idea exacta de la mejor aceleración del automóvil.
De 0 a 20 km/h 3 s 4/5
De 0 a 40 km/h 12 s 3/5
De 0 a 60 km/h 31 s 1/5
De 0 a 500 m 37 s a 61 km/h
x
Prueba de Empuje
Se comprueba aquí el empuje máximo que recibe el automóvil en cada marcha,
por medio de un instrumento de precisión llamado Performance Meter marca
Tapley, tipo R. Las mediciones resultan en kilogramos de empuje por tonelada
de automóvil.
En 1ra 136 kg/ton a 18 km/h
En 2da 91 kg/ton a 25 km/h
En 3ra 45 kg/ton a 42 km/h
En 4ta 20 kg/ton a 53 km/h
x
Prueba de Frenado
La prueba se refiere al aguante y la capacidad de recuperación de los
elementos frenantes, y se realiza deteniendo el automóvil a 0 desde los 80
km/h, diez veces consecutivas sin dejar que las campanas y demás elementos
se enfríen y recuperen su eficacia original. De este modo, se obtienen diez
mediciones de distancia de frenado, que irán creciendo a medida que aumente
el número de mediciones.
De 20 a 0 km/h 2,80 metros
De 40 a 0 km/h 9,60 metros
De 60 a 0 km/h 21,60 metros
x
Pruebas de Consumo
Realizadas sobre ruta y ciudad, estableciendo consumos a distintas
velocidades. (La fábrica indica consumos de 20-22 km/l en ruta)
En ciudad 16,5 km/l
En ruta a 70 km/h 17,5 km/l
x
Prueba de Luminosidad de los Faros.
A 1 metros, faros medios: 0,85 lumenes/m²; A 1 metro, faros altos: 2,7
lumenes/m².