Cultura y Consumidor
Cultura y Consumidor
Cultura y Consumidor
Cultura y comportamiento
del consumidor
2. Características de la cultura
• Nivel nacional, propio de cada país. Los valores de los americanos, españoles o
ingleses no son-los mismos. Los elementos básicos que definen las culturas son
la aceptación de la desigualdad social, las relaciones que existen en los grupos,
el carácter masculino o femenino de la cultura, la forma de enfrentarse a lo
incierto y la orientación temporal de las personas. Ingleses, norteamericanos y
españoles nos diferenciamos en estos elementos básicos.
• Nivel regional, basado en particularidades étnicas, religiosas o lingüísticas. Ser
andaluz, gallego o extremeño, murciano o catalán supone algunas diferencias
culturales. Comparten una historia común y una lengua, pero algunos matices,
Cultura y comportamiento del consumidor 135
Quienes tomen decisiones de marketing deben ser capaces de identificar los entor-
nos culturales. Para ello deben fijarse en una serie de aspectos o dimensiones, que
actúan como un cuadro de mando, o de control. Existen unas dimensiones elementa-
les básicas que diferencian las culturas, que son fácilmente observables. Las determi-
nan las instituciones, celebraciones, creencias religiosas, los mitos o los héroes, reales
o de ficción.
Cualquiera reconoce que bodas, primeras comuniones, Navidad, Semana Santa o
el Ramadán, afectan al consumo, tanto por el tipo de productos que se adquieren,
como su cuantía y el momento del tiempo en que se materializa el gasto. Los produc-
tores de cava españoles saben que el 40% de sus ventas tiene lugar en Navidad. Los
136 Comportamiento del consumidor
musulmanes consumen durante el Ramadán una sopa de verduras llamada harira, ylos
judíos en Pascua ingieren karpas. En mayo y junio se celebran la mayor parte de las
bodas y primeras comuniones en España. El Día del Padre o de la Madre, en fecha
variable según países, son instituciones creadas para fomentar el gasto. En Argentina
existen además los días del Amigo y del Abuelo. Estas dimensiones son fácilmente
adivinables y explican el comportamiento del consumidor de forma muy superficial y
por eso, para conocer una cultura es necesario profundizar en sus dimensiones antro-
pológicas, que se exponen a continuación.
Por el contrario, en las culturas con poca distancia al poder se observa que,
Otro elemento básico y diferenciador de las culturas se basa en el papel de las per-
sonas en los grupos y en cómo se integran en la Sociedad. Cabe distinguir dos gran-
des grupos de culturas; individualistas y colectivistas.
En líneas generales puede admitirse que los países anglosajones y los nórdicos, en
general los países mayoritariamente protestantes, son individualistas y los católicos
colectivistas. También los países asiáticos, musulmanes y latinoamericanos son colec-
tivistas. No obstante, los grados de colectivismo o individualismo pueden variar entre
los países de cada grupo. Esta forma de comportarse también es diferente en función
de las características de los consumidores. Las personas más jóvenes y mayor nivel
socioeconómico y cultural suelen ser individualistas. Por el contrario, edad avanzada,
nivel socioeconómico bajo y escasa cultura se podrían asociar a sentimientos colecti-
vistas.
nas; por ejemplo, ascender profesionalmente, ganar más dinero, comprar una
casa mayor, cambiar a un coche más potente y más rápido, etc.
• Se espera que los hombres sean ser tenaces y ambiciosos y las mujeres sumisas
y tiernas. Además, ellas suelen emplear su atractivo como arma para conseguir
los objetivos que se proponen y no está mal visto que lo hagan.
• Los fracasos, de cualquier tipo, especialmente los profesionales o académicos
adquieren tintes dramáticos. Las culturas masculinas no toleran el fracaso personal.
• Los conflictos que surgen se resuelven discutiendo o luchando, a base de presio-
nes y pocas veces mediante negociaciones.
• La persona que se considera mejor como profesional, estudiante, etc. es quien
impone las normas, se convierte en líder.
• Estilo de comunicación puede ser de alto o bajo contexto. Existe palabras que tie-
nen connotaciones positivas y otras negativas.
- Algunas palabras con connotación positiva son; carrera, progreso, estatus,
competencia, lucha, éxito, mérito, fuerza, poder, tenacidad, etc.
- Otras palabras tienen con connotaciones negativas, como cuidado, solidaridad,
caridad, compromiso, ternura, modestia, etc.
• La violencia de género, el acoso sexual y las manifestaciones de machismo son
más frecuentes en las sociedades masculinistas.
Los rasgos o principios que mejor caracterizan una cultura con elevada aversión al
riesgo son los siguientes.
En este caso los rasgos son los opuestos. En culturas con baja aversión a lo incier-
to, por ejemplo Inglaterra y Holanda o Dinamarca, se observa lo siguiente.
• En primer lugar, el hombre debe trabajar con ahínco, sin desfallecer. La recom-
pensa llega antes o después, pero llega al final. Además, el trabajo perfecciona al
hombre.
• Una sociedad estable requiere desigualdad, pero no injusticia. La mejora de
las condiciones de vida de las personas es consecuencia de su trabajo y de su
esfuerzo.
• El ahorro es un valor esencial, porque garantiza la seguridad personal y creci-
miento económico. Desde un punto de vista económico individual las culturas
con esta orientación temporal prefieren inversiones a largo plazo, principalmen-
te inmobiliarias
• Las personas deben aceptar con estoicismo su destino y tratarán de adaptarse a
las circunstancias
• En sentido confuciano de la vida cree que lo mejor está por llegar
• Las virtudes esenciales del ser humano son la perseverancia, la humildad y la
paciencia.
• Los valores propios de las culturas orientadas a largo plazo se sintetizan en pala-
bras como trabajo, ahorro, moderación, empeño, deber, objetivo, futuro, virtud y
esfuerzo.
Cultura y comportamiento del consumidor 143
• En primer lugar, manifiestan un gran respeto por las tradiciones, una palabra que
aparece con frecuencia como atributo de productos y marcas. En las culturas
orientadas al corto plazo se valora mucho el legado de quienes nos han precedi-
do y que conservamos en museos; nos gusta visitar monumentos del pasado y nos
recreamos con la posesión o visión de objetos antiguos.
• Se desean resultados rápidos, a corto plazo, en cualquier actividad.
• Se respetan mucho el estatus social y las obligaciones derivadas de él sin que
importe su coste. Se poseen los objetos que se consideran adecuados para el
estrato social al que se pertenece. «Hay que estar a la altura de los demás y de
las circunstancias» es una máxima que resume bien el comportamiento de com-
pra de los consumidores. En resumen, se gasta lo mismo y en lo mismo que las
demás personas que constituyen los grupos de convivencia. El qué dirán es un
patrón que guía muchas conductas.
• Consecuentemente, el ahorro no es una virtud. En las culturas con orientación a
corto plazo se ahorra poco y se prefieren inversiones financieras materializadas
en renta variable. Existe cultura de «pelotazo».
• Otros rasgo propios de culturas orientas a corto plazo son una gran valoración del
tiempo libre, que se dedica a la diversión y relaciones sociales, porque el ocio es
importante muy importante.
• Las culturas orientadas a corto plazo creen estar en posesión de la verdad.
• Finalmente, en ellas la humildad no es una virtud, ni la tenacidad, ni tampoco la
perseverancia.
rráneas han sido «organizadas» por la Iglesia Católica o por el imperio romano, etc.
Otras por la Iglesia protestante, más liberal en algunos sentidos, pero muy estricta en
otros.
Los países sometidos a fuertes influencias religiosas o poderes públicos totalitarios
seno han perdido capacidad de autogobernarse, y se han acostumbrado a que sean
otros los que piensen y decidan. El grado de individualismo y de distancia al poder
guarda mucha relación con el derecho civil: si el hijo mayor hereda las tierras, los
demás emigran a las ciudades a buscar fortuna y llegan en igualdad de condiciones,
desarrollándose un sentimiento de igualdad. No hay jerarquías y para progresar hay
trabajar duro. Ese es el origen de las democracias europeas. Obsérvese que las gran-
des dictaduras del siglo XX han tenido lugar en países aversos a lo incierto, como
España, Chile, Alemania o Italia, más temerosos de lo foráneo, más racistas o etno-
centristas.
El colectivismo y la distancia al poder son características de países muy ricos desde
el punto de vista agrícola, que han exigido a las personas el trabajo e integración en
grupo y la aceptación de órdenes para organizar la producción y la logística de los fru-
tos agrícolas. Familia, poderes públicos y religiosos, sistema educativo, ordenamien-
to jurídico, localización geográfica, etc., son limultáneamente causa y consecuencia
de las dimensiones culturares.
El desarrollo de estas dimensiones culturales comenzó a producirse en el neolítico.
Es el fruto de muchas influencias durante miles de años. Es muy razonable pensar que
a corto plazo no se pueden esperar cambios culturales importantes.
TABLA 5.1
DIMENSIONES CULTURALES DE ALGUNOS PAÍSES
Alemania 35 65 67 66
Austria 11 70 55 79
Bélgica 65 94 75 54
España 57 86 51 42
Estados Unidos 40 46 91 62
Francia 68 86 71 43
Grecia 6o 112 35 57
Holanda 38 53 80 14
Inglaterra 35 35 89 66
Italia 50 75 76 70
Portugal 63 104 27 31
Suecia 31 29 71 5
La exposición que acaba de hacerse debe ser completada con ejemplos de cómo la
cultura afecta al comportamiento de los consumidores. La tabla que se muestra a con-
tinuación sintetiza el comportamiento por dimensiones culturales. Es importante que
las empresas que ofrecen bienes y servicios tengan presente que el éxito o fracaso
de sus productos puede estar influenciado en gran medida por la cultura, además de
acciones comerciales que se supone son correctamente realizadas.
TABLA 5.2
RELACIÓN ENTRE LAS DIMENSIONES CULTURALES Y EL CONSUMO DE BIENES
Y SERVICIOS
• Las culturas con consumidores más innovadores son las individualistas, con poca dis-
Adopción de tanda al poder y de carácter masculino.
innovaciones • Las culturas más aversas a lo incierto son reacias en mayor grado a aceptar productos
nuevos.
• En las culturas poco etnocentristas es más fácil introducir innovaciones.
Alcoholes • Se observa una correlación positiva entre este gasto y el grado de distancia al poder,
caros pues marca un estatus.
• El gasto es más elevado en culturas femeninas que en las masculinas, porque cuidan
más sus casas, asociadas a la protección.
Bricolaje -
e EL gasto es mas elevado en culturas poco aversas a lo incierto porque los consumidores
confían más en su habilidad manual.
• Las culturas individualistas o con poca aversión a lo incierto gastan más que otras en
Electrónica de este tipo de productos, porque las personas se entretienen solas o no temen usar pro-
consumo ductos complejos. Las culturas colectivistas se divierten estando en grupo, sin necesi-
dad de aparatos.
Marcas de • Los artículos de lujo ostentosos son más característicos de culturas masculinas y dis-
lujo tantes al poder, pues muestran el estatus logrado.
• En culturas colectivistas se hace más uso del correo electrónico y del móvil, para estar
en contacto con las personas.
Ordenadores .
• Cuando la distancia el poder es bala el uso de ordenadores y de sus aplicaciones facili-
e informática
ta las relaciones en el campo de los negocios, la videoconferencia, la contratación, etc.
y te lefono
e En culturas masculinas el uso de la tecnología informática se concibe para ser más com-
petitivo, mientras que en las femeninas se contempla como una herramienta para mejo-
rar la calidad de vida.
• Cuanto mayor sea la distancia al poder más se gasta en ropa especialmente la cara, por-
que a través de ella se muestra un estatus.
• Las culturas colectivistas gastan más en ropa, porque en ellas se mantienen más rela-
Ropa ciones sociales que en has individualistas y consideran que el aspecto y el '<qué dirán» es
importante.
• A medida que aumenta el grado de aversión a lo incierto se gasta más en ropa porque
las personas aumentan así su autoestima.
• Los seguros de vida y los planes de pensiones abundan más en culturas individualistas.
En las colectivistas cuidan la familia o parientes.
• El uso de la banca on-line y de la tarjeta de débito son conductas típicas de culturas poco
masculinas, porque suponen relax y comodidad
Servicios • La tarjeta de crédito, sobre todo las variantes oro y platino, en sentido estricto es más
financieros típica de culturas masculinas.
• La tarjeta que las empresas dan a sus ejecutivos es más abundante en culturas con bajo
nivel de aversión a lo incierto.
• Cuando la aversión a lo incierto es baja se prefiere la renta variable. A medida que
aumenta, los inversores optan por valores mixtos o de renta fija.
Tabaco • Se observa una correlación positiva entre eh gasto y el grado de aversión a lo incierto.
Cultura y comportamiento del consumidor 147
Té y café • Se observa una correlación negativa entre el gasto y el grado de aversión a lo incierto.
• Cuanto mayor sea la aversión a lo incierto, más costará adoptar las tecnologías, espe-
Tecnologías cialmente la informática e Internet.
de la • Cuanto menor sea la aversión a lo incierto es reducida la tecnología informática más se
información utiliza para hacer compras, obtener información, enviar e-mails y seguir cursos de edu-
cación a distancia.
Nos interesa conocer ahora si existen en España diferencias culturales por comu-
nidades autónomas. Dejando de lado cuestiones de naturaleza política relativas a cómo
se crearon tras la recuperación de la democracia, si la reunión de las provincias que las
constituyen es o no oportuna, el mapa político de España es una realidad no modifi-
cable. La pregunta que podemos hacernos es si también existen diferencias culturales
entre comunidades autónomas, como las hay entre países.
La Tabla 5.3 muestra un índice relativo de dimensiones culturales. Para ello se
empleó una muestra de 100 estudiantes universitarios por provincia integrante de cada
comunidad, sin distinción por edad y género. A la comunidad que puntúa con mayor
valor en cada dimensión se le asigna el valor 100 y a las demás el que corresponda
según la valoración hecha. La tabla permite hacer comparaciones, con reservas, por-
que la muestra no ha sido aleatoria, ni es representativa de la población. Sin embargo,
sí proporciona resultados interesantes. La comunidad más distante al poder es Asturias
y la menos Galicia. La más individualista es Madrid y la menos Extremadura. La más
masculina es Aragón y la menos Navarra, pese a ser limítrofes. La aversión a lo incier-
to es máxima es Cantabria y mínima en Galicia. Sin embargo, la orientación temporal
toma valores muy próximos en el conjunto de CC.AA. consideradas.
Un estudio más riguroso por CC.AA_ o por provincias, tamaños de hábitat, etc.,
permitiría extrapolar las conclusiones sobre comportamiento de consumidor expuestas
en la Tabla 5.2 y podría pensarse en estrategias de marketing por comunidades autóno-
mas en el caso de España en función de su masculinismo, distancia al poder, aversión
a lo incierto, individualismo y orientación temporal. Los resultados de la Tabla 5.3 son
una aproximación a la diversidad cultural, observada en este caso con población uni-
versitaria. Deben tomarse con muchas reservas debido a los tamaños de muestra, unos
200 jóvenes por comunidad autónoma, y a que el muestreo no ha sido probabilístico.
148 Comportamiento del consumidor
TABLA 5.3
DIMENSIONES CULTURALES DE ALGUNAS CC.AA. ESPAÑOLAS
Distancia Orientación
Comunidad Individualismo Mascutinismo Av. Incierto
al poder L/P
ANDALUCÍA 72 84 57 95 97
ARAGÓN 53 87 100 88 95
ASTURIAS 100 80 69 85 96
CANTABRIA 70 84 61 100 99
CASTILLA-LA MANCHA 59 90 56 85 94
CASTILLAY LEÓN 49 88 55 86 97
CATALUÑA 42 97 65 90 96
EXTREMADURA 64 78 49 84 95
GALICIA 63 89 64 74 100
MADRID 36 100 78 87 93
MURCIA 63 84 91 81 101
NAVARRA 68 81 13 90 84
PAÍS VASCO 39 90 19 87 99
VALENCIA 48 90 23 84 94
FIGURA 5.1
PROCESO Y FUERZAS DE TRANSMISIÓN CULTURAL
MEDIOS DE
COMU N ICACIÓN
SER HUMANO
(Valores culturales interiorizad
Las instituciones religiosas y el sistema educativo pues el ser humano pasa una
gran parte de su vida en conexión con el sistema educativo. Los grupos referenciales
como el de trabajo para los adultos y los grupos de amigos para todas las edades. Actú-
an como filtros en el sentido de que toman los amplios valores culturales y los modi-
fican para acercarlos a los valores propios del grupo referencial correspondiente. Los
estratos sociales, grupos referenciales y otros grupos étnicos y subculturas son tam-
bién importantes en el proceso de definir y transmitir la cultura al individuo.
Desde una perspectiva de consumo, la socialización comienza desde el mismo
momento en que el niño se incorpora a su unidad familiar. Con la observación, la imi-
tación, el cumplimiento de las normas familiares o las sanciones el niño aprende su
papel como consumidor, y como en estos primeros años suele tener un carácter grati-
ficante, el consumo es una actividad que arraiga muy pronto y rápidamente en el niño.
Posteriormente el aprendizaje continúa en el colegio y con el grupo de amigos, se ini-
cian procesos competitivos que, a menudo, llevan a la acumulación poco justificada,
al derroche y al consumismo. Todo ello además puede acrecentarse por el interés nor-
mal de los padres de mejorar la situación de los hijos en relación a la que ellos vivie-
ron anteriormente y en la proyección de sí mismos en sus hijos y la proyección de sus
propias competencias en las competencias de sus hijos con sus amigos. Progresiva-
mente va surgiendo la contribución en el aprendizaje cultural de otros grupos, depor-
tivos, de verano, vecinos, y en muchas sociedades los grupos religiosos que generan
normas rígidas o flexibles acerca de las actividades de consumo.
Desde la perspectiva española el poder influenciador de estas instituciones y gru-
pos ha sufrido algunas modificaciones que deben ser tenidas en cuenta, en la medida
que se han producido transferencias de poder entre ellas. Respecto a la familia, los ras-
gos que progresivamente la van caracterizando se centran en una mayor democratiza-
ción en las relaciones entre sus miembros, haciéndose sentir en menor medida la auto-
ridad de los padres, la subordinación de la mujer va atenuándose, comienza a existir
io Comportamiento del consumidor
una mayor participación de cada miembro de la pareja en las tareas del otro, es decir
que los roles familiares han comenzado a perder su definición tradicional. Finalmente
el rasgo que se manifiesta con mayor interés en los últimos años es el incremento en
la independencia de los componentes de la unidad familiar respecto a ésta como tal.
TABLA 5.4
NUEVAS TENDENCIAS CULTURALES EN EL MUNDO
TA. M
1. Tendencia a mejorar el aspecto y apariencia física.
2. Tendencia a mejorar el estado de salud corporal.
3. Tendencia a aceptar el consumo de estimulantes.
4. Tendencia a lo natural, hacia la naturaleza.
5. Tendencia a la actividad deportiva.
6. Tendencia a la automedicación.
D. LIBERAL-PROGRESISTAS
22. Tendencia hacia actitudes sexuales mas liberales.
23. Tendencia a la igualdad de sexos.
24. Tendencia hacia la novedad y el cambio.
25. Tendencia a aceptar la importancia de los jóvenes.
26. Tendencia hacia una mayor permisividad social.
27. Tendencia a aceptar (a acelerada evolución tecnológica.
154 Comportamiento del consumidor
lntermón
O Oxfam
4
r ¿Y yo?...
¡PROTEGE MI VIDA!
Cultura y comportamiento del consumidor 155
Es sencillo concluir que esta tendencia ha calado en una buena parte de los países
del mundo, también en el nuestro, y que necesariamente esta presencia ecológica está
alterando algunas de las condiciones tradicionales de los mercados, afecta a los pro-
ductos y servicios, afecta a los precios que se ven impulsados al alza, afecta a los
establecimientos de venta e influye en la comunicación de las empresas. Genera nue-
vas oportunidades, nuevas exigencias que atender, nuevas demandas, pero también
importantes amenazas que muchas empresas deben afrontar. Finalmente la inciden-
cia podríamos decir que es horizontal en el sentido que pocos sectores pueden que-
dar al margen.
La Figura 5.2 muestra las etapas del análisis y planteamiento estratégico y poste-
riormente realizaremos una simulación del mismo aplicado a otra tendencia presente
en nuestros días, la número 5, hacia la actividad deportiva.
FIGURA 5.2
PROCESO DE ANÁLISIS DE LA EVOLUCIÓN CULTURAL Y PARALELO
DESARROLLO ESTRATÉGICO
Aceptemos inicialmente que parece que en España se inicia una mayor aceptación
por la práctica deportiva, tal como sugieren las licencias federativas desde el año 2000.
De la siguiente tabla puede afirmarse que la tendencia se orienta a una mayor prác-
tica deportiva tanto a nivel global como lógicamente en muchos de los deportes, que
se están promocionando los deportes tradicionalmente populares y también aquellos
que tradicionalmente han sido más elitistas como el golf o la vela. Junto a este hecho
158 Comportamiento del consumidor
TABLA 5.5
EVOLUCIÓN DE LAS LICENCIAS FEDERATIVAS EN ESPAÑA EN MILES
Miles de licencias 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007
Total 2.572,4 2.670,0 2.520,1 2.729,1 2.876,2 3.032,3 3.138,2 3.191,0 3.326,0
Fútbol 578,2 612,5 592,2 618,2 671,6 678,8 681,5 692,1 736,0
Baloncesto 275,7 287,1 273,3 281,2 291,4 305,8 307,6 320,5 344,9
Balonmano 66,4 1 67,6 85,4 1 88,1 90,4 90,8 93,0 94,1 1 95,3
Voleibol 71,0 74,4 43,5 9,9 9,7 40,2 50,7 51,8 53,4
Tenis 82,2 83,2 87,2 86,6 99,5 95,1 99,3 104,9 107,9
Golf 152,8 174,9 195,1 220,2 239,8 256,1 279,7 278,4 316,0
Judo 104,3 105,0 107,1 103,8 106,7 107,8 108,0 107,6 107,8
Kárate 67,7 65,7 61,8 61,0 59,8 62,3 60,7 64,8 56,5
Taekwondo 36,3 36,3 37,5 39,4 39,5 40,5 33,9 35,0 39,2
Natación 10,1 9,9 6,2 17,0 40,5 45,7 48,3 44,3 45,7
Atletismo 88,5 69,1 78,9 23,0 20,3 109,9 110,7 111,4 83,4
Ciclismo 35,0 31,8 31,5 34,4 36,9 38,5 41,6 63,1 61,0
Montañismo/escalada 58,1 62,1 65,3 66,5 88,3 95,6 99,0 105,6 109,6
Deportes de invierno 36,8 28,6 26,8 49,1 40,6 33,7 34,1 13,1 13,5
Tiro olímpico 52,3 49,6 55,2 53,9 57,6 56,7 58,o 61,7 66,1
Caza 440,0 440,3 306,2 435,2 434,4 354,4 432,5 432,6 421,1
Pesca 29,8 106,6 91,7 92,6 93,3 92,7 80,1 71,5 79,8
Ajedrez 18,6 20,4 25,7 26,0 24,7 26,6 26,1 23,3 22,9
Otros deportes 368,4 344,8 349,8 423,0 431,3 501,1 493,4 515,1 566,0
Fuente: INE.
que precisamos en el capítulo anterior también hemos de recordar ahora que cada
empresa debe realizar su propio estudio en función de su actividad y sus mercados, y
debe hacerlo integrando los resultados derivados de los análisis demográfico y econó-
mico con los propios de la aproximación cultural, no hacerlo así únicamente produci-
ría resultados parciales, en algunos casos distorsionados y a menudo erróneos.
Los efectos directos sobre el propio sector deportivo son bastante claros. Global-
mente la demanda ha seguido una línea creciente y es previsible que continúe esta ten-
dencia algunos años aún, hasta el momento en que el declinar demográfico afecte a los
grupos de edad que actualmente constituyen el perfil porcentualmente más relevante
de personas que desarrollan alguna actividad deportiva.
Esta demanda creciente afecta directa y positivamente a múltiples productos y ser-
vicios como instalaciones, material e instrumentos deportivos, ropa y calzado deporti-
vo, espectáculos y transmisiones deportivas, prensa deportiva, servicios médicos espe-
cializados en lesiones deportivas y algunos otros.
El efecto será parcialmente diferente entre las distintas prácticas o actividades
deportivas, la tabla anterior sugiere que la mayor parte de los deportes obtienen creci-
mientos en el número de practicantes y federados, pero en algunos casos se producen
estancamiento e incluso descensos que impactarán negativamente en sus desarrollos
productivos concretos.
Estos efectos directos resultan positivos para todas aquellas empresas que trabajan
para estos mercados, igualmente pueden ser positivos para aquellas otras empresas
que necesitan diversificar y han de identificar oportunidades de mercado nuevas, pero
por último se convierten en amenazas para todas aquellas empresas que trabajan pro-
ductos o servicios competitivos con los deportes como servicios de ocio alternativos o
ropa y calzado no deportivo, y en general para todas las empresas que pueden sufrir
algún recorte en la parte que las familias se gastan en productos y servicios corres-
pondientes al resto de capítulos de gasto si éstas deciden seguir transfiriendo recursos
al gasto en deporte.
Pero no solamente se generan efectos directos como consecuencia del desarrollo de
nuevas pautas culturales. La mayor aceptación o inclinación por el deporte potencial-
mente puede impactar favorable o desfavorablemente a muchas otras actividades eco-
nómicas y sectores, a muchos bienes y servicios. Podemos intuir que la práctica del
deporte lleva aparejada otros hábitos y consumos, que además conecta con otras ten-
dencias culturales. Hay que recordar que el deporte responde a diversas motivaciones
como la propia actividad física, el divertimiento y utilización del tiempo de ocio, la
mejora del aspecto físico y de la salud, la búsqueda de relaciones interpersonales o la
propia búsqueda de autoestima y autorrealización.
A partir de este mínimo análisis motivacional y mirando los capítulos de gasto rese-
ñados, podemos esperar que el deportista modifique parcialmente su alimentación,
productos con menos contenido graso, más naturales y suficientemente energéticos,
160 Comportamiento del consumidor
La evolución cultural en España desde hace unas tres décadas ha sido importante.
No podemos hablar de revolución en sentido estricto, pero si podemos afirmar que el
español del siglo XXI ofrece importantes diferencias culturales en relación al español
de hace tres décadas. A continuación haremos una somera referencia de algunas al
impacto de algunas tendencias pautas culturales.
Esta es una pauta aceptada de la evolución cultural del país desde los años de la
transición democrática. Anteriormente la sexualidad estaba bastante constreñida por
falta de libertad y permisividad, así como consecuencia de la desinformación en temas
propios. El cambio ha supuesto una gran liberalización en estas prácticas. Desde una
perspectiva del consumo asistimos a una proliferación de publicaciones especializadas
que simultáneamente ofrecen todo tipo de productos sexuales. Se abrieron tiendas de
sexo y la industria cinematográfica y las televisiones se mostraron y se muestran
receptivas a este nuevo ambiente. Nuevos productos, nuevas comunicaciones, nuevas
162 Comportamiento del consumidor
exigencias por parte de los consumidores, en definitiva un nuevo marketing y una pro-
funda alteración del consumo en relación a esta manifestación humana.
Ligado a este clima de libertad y permisividad nos encontramos con la inclinación
a la nivelación de los sexos. Un área especialmente notable de recepción de esta pauta
es la publicidad. Se presenta a la mujer más activa sexualmente, la figura tradicional
del macho ibérico ha perdido consistencia y actualmente se refleja como menos con-
quistador.
Incluso en conexión con estas modificaciones igualitarias en los planteamientos se
está abriendo la senda exitosa de utilizar la ambigüedad como reclamo publicitario.
Los publicitarios están introduciendo mensajes lésbicos para atraer a los segmentos
jóvenes, universitarios y con cierto poder adquisitivo, parece que los mensajes fun-
cionan. En esta misma línea, que conecta con la mayor permisividad social, se llega a
hablar del consumo en rosa, sugiriendo que el mercado gay ofrece nuevas e impor-
tantes posibilidades de inversión.
ponder bien a las encuestas. Por el contrario, en Arabia Saudí las dificultades son
muy grandes; desconfían mucho de la investigación de mercados.
Finalmente, los métodos de recolección de datos tienen que ser equivalentes.
Técnicas objetivamente iguales puede que no proporcionen los mismos resulta-
dos. En España podemos utilizar la encuesta telefónica sin problema alguno. El
98% de la población tiene teléfono fijo en casa pero en otros países el porcenta-
je es ínfimo. Por último, los datos disponibles en distintas culturas, la calidad de
las fuentes secundarias, que pueden encontrarse no son igualmente fiables.
El entorno cultural también tiene influencia sobre las estrategias de producto, pre-
cio, distribución, comunicación y promoción.
7.2.1. Producto
Respecto a los productos es muy frecuente tener que introducir modificaciones que
los adapten, por una serie de motivos.
La forma en que se realiza la comunicación también varía según las culturas. Exis-
ten estilos de comunicación diferentes.
El estilo directo se caracteriza porque transmite el mensaje sin rodeos, directamente.
El comunicante expresa sus deseos abiertamente. Es propio de culturas individualistas.
La redacción es explícita y no deja lugar a dudas. El estilo indirecto es opuesto; utiliza
rodeos, se observa en culturas colectivista. La redacción de los mensajes no es explícita
y deja lugar a dudas y emplea palabras como posiblemente, probablemente, etc.
El estilo de comunicación puede ser elaborado o sucinto. En primero se utiliza un
lenguaje preciso, de alto contexto y suele aparecer en aparecer en culturas poco ayer-
sas a lo incierto. El segundo emplea un lenguaje recargado, con textos largos, la comu-
nicación es de bajo contexto y frecuentemente se observa en culturas aversas a lo
incierto.
Existen estilos personal y contextual. El primero dirige el mensaje a la persona, «le
habla de tú». Es frecuente encontrarlo en culturas con poca distancia al poder. El
segundo suele aparecer en culturas con notable distancia al poder, no se dirige a la per-
sona sino al contexto, o a la situación.
166 Comportamiento del consumidor
7.2.4. Distribución
Otra de las variables de mix de marketing que se encuentra afectada por la cultura
es la distribución. Las culturas que consideren que el tiempo tiene valor económico
preferirán establecimientos rápidos, sin colas, o comprar sin establecimiento.
La oferta de productos en establecimientos puede estar condicionada por la cultu-
ra, que se materializa en creencias religiosas, carácter individualista, colectivista, mas-
culino o femenino. Los países femeninos cuidan más de las personas y configuran un
entorno legal que las protege. Es caso de los medicamentos es muy significativo: las
culturas femeninas exigen una receta para dispensar ciertos medicamentos, como los
antibióticos, que en las masculinas se consiguen con mayor facilidad. En las culturas
individualistas es frecuente encontrar establecimientos muy especializados y en los
colectivistas abundan las tiendas tipo «bazar» o «zoco».
El formato del establecimiento puede asociarse con la cultura imperante. La com-
pra en un hipermercado es muy característica _iniciaimenteL de una cultura indivi-
dualista, en la que la persona elige de forma independiente y sin contacto con el ven-
dedor. Por el contrario, la tienda tradicional es más frecuentada por mujeres que por
hombres y puede responder más a una cultura colectivista, por el contacto que se rea-
liza en el establecimiento, con una diferenciación de roles importante.
Los horarios de apertura de los establecimientos comerciales están influenciados
por las instituciones; los sindicatos, la religión y el carácter masculino o femenino de
la cultura. Los sindicatos negocian las condiciones laborales de los trabajadores; en los
países musulmanes el viernes es festivo, los judíos cierran los sábados ylos cristianos
los domingos. En los países femeninos se tiende a imponer horarios más cortos para
proteger los derechos de los trabajadores, para evitar que sean explotados.
La calidad de servicio que proporcionan los distribuidores varía con el entorno cul-
tural. Depende del concepto que se tenga de sí mismo y de otros, de la diferenciación
de roles y de la distancia al poder, dimensiones de las culturas y que varían amplia-
mente entre ellas. Cabe esperar que el trato que dispense un vendedor sea mejor en
culturas Pon visión positiva de las personas, en las que exista poca diferenciación de
roles, sean colectivistas y femeninas.
Cultura y comportamiento del consumidor 167
7.2.5. Promoción
Las actividades de promoción también poseen carga cultural. Veamos algunos ins-
trumentos promocionales y su adecuación a diferentes entornos.
Los vales de descuento no son igualmente eficaces. Su aceptación depende del
grado de cultura de los consumidores, pues saber leer es esencial. No hace falta ir muy
lejos para encontrar analfabetos. En España, muchos gitanos adultos, sobre todo muje-
res, lo son. Los analfabetos no responden al texto que aparece en los vales de des-
cuento.
Los sorteos, los concursos y las loterías deben encontrar un entorno legal permi-
sivo. Los descuentos ya hechos en los precios requieren que los consumidores sean
capaces de saber leer. Con frecuencia se emplean sellos o cupones que pueden ser
canjeados por regalos una vez alcanzado cierto número. Este tipo de promoción es
aceptada en culturas orientadas al largo plazo. Por el contrario, los regalos o los des-
cuentos instantáneos son promociones preferidas en culturas con orientación al corto
plazo.
FIGURA 5.3
PROCESO DE ANÁLISIS Y UTILIZACIÓN DE LA HETEROGENEIDAD SUBCULTIJRAL
dan productos halal y los judíos kosher. Un millón y medio de musulmanes, 1,2
millones de protestantes, y cientos de miles de budistas, judíos, mormones, tes-
tigos de Jehová y de otras muchas confesiones religiosas conviven en España con
una mayoría católica. Casi el 10% de la carne consumida en España lo es por
musulmanes, que exigen sea halal, de acuerdo con sus creencias. Empresas como
El Pozo, Casademont, Isabel o Central Lechera Asturiana ya han conseguido esta
certificación. En 17 de los 51 restaurantes Autogrili de España se ofrecen tres
platos halal que han representado un 5% de todas las ventas de platos de carne
en julio y agosto de 2009.
Grupos geográficos. Casi todos los países muestran u ofrecen áreas geográficas
que desarrollaron históricamente y aún mantienen subculturas propias. Este
hecho es evidente en nuestro país y constituyen una base importante para el dise-
ño de la España de las Autonomías. Regiones como la gallega, el país vasco, la
catalana, la andaluza o la castellana evidencian importantes diferencias y parti-
cularidades respecto al consumo. Sin pretender iniciar siquiera un esbozo de aná-
lisis de las mencionadas particularidades, parece que los andaluces resultan dis-
tintos por sus manifestaciones de esparcimiento, por cierta despreocupación y
por un consumo muy presente; los catalanes tradicionalmente han buscado en el
consumo una buena relación calidad-precio, son progresistas y admiten bien los
procesos innovadores, su consumo es amplio y múltiple; los vascos, se mantie-
nen fieles a sus productos y a sus hábitos de consumo; los gallegos son conser-
vadores y muy básicos en la compra; los castellanos parecen prudentes y seve-
ros, poco ostentosos a excepción de las grandes ciudades. En fin, cada zona
geográfica en nuestro país mantiene unas características que no pueden ser olvi-
dadas en cualquier consideración que pueda hacerse en torno al consumo de sus
pobladores. Al margen de lo expuesto, en este mismo capítulo se han ofrecido
dimensiones culturales de algunas comunidades autónomas, que guardan rela-
ción con el consumo. Para encontrar comportamientos de gasto por comunidades
autónomas se pueden relacionar las diversas magnitudes que contiene la Encues-
ta Continua de Presupuestos Familiares con la ubicación geográfica del consu-
midor.
Otros alimentos, como las hortalizas y las carnes de conejo y pollo se consumen
en mayor medida que la media en la España mediterránea. Obsérvese que ambos
consumos responden con bastante aproximación a la idea de dietas atlántica y medi-
terránea.
FIGURA 5.4
CONSUMO DE ALIMENTOS POR COMUNIDADES AUTÓNOMAS QUE LINDAN
CON EL MAR
Factor 2
Grupos raciales. Se caracterizan por tener una herencia común que, por ejem-
plo, en el caso de los negros norteamericanos se materializa en una historia de
esclavitud, falta de recursos, pobreza, escaso nivel educacional y limitaciones
importantes para participar en cualquier actividad de la vida nacional. Esta
herencia determina formas de comportamiento que deben orientar políticas
públicas y actuaciones empresariales diferentes en relación al consumo de los
distintos grupos raciales.
Aunque desde la perspectiva del consumo su interés es escaso, puede ser ilustra-
tivo realizar un breve análisis del grupo racial característico en nuestra geogra-
fía, los gitanos. Su historia en España comienza aproximadamente en el siglo XV,
cuando aparecen entre los grupos de peregrinos que acuden a Santiago de Com-
postela, con lo que consiguen un estatuto similar al del resto de peregrinos.
ble considerar hoy día que los gitanos se encuentren plenamente integrados en la socie-
dad española, muchos prejuicios se mantienen vigentes. Debido a esta razón es por lo
que hay que considerar al gitano como integrante de un grupo racial diferenciado y
minoritario que ofrece o presenta características culturales propias y comportamientos
y modos de actuación igualmente diferentes al resto de la comunidad española.
Una primera diferencia, aunque ya histórica, fue su lenguaje, el caló. En segundo
lugar su religión se basa en la idea de un Dios creador, una serie de diablos y los ante-
pasados que guardan la moralidad y el comportamiento de sus descendientes. Las
familias se unen en linajes que o bien pactan sus bases de coexistencia o se alejan geo-
gráficamente. Junto a estas diferencias fundamentales hay que añadir su principal pro-
blema actual centrado en el analfabetismo. Según datos fiables de los más de seis-
cientos mil gitanos que viven en España, aproximadamente la mitad de ellos lo hacen
a las afueras de Madrid. Más de un 70% carece del menor nivel educativo, cerca del
27% ha cursado estudios primarios y el mínimo restante recibió estudios medios o uni-
versitarios. Otros datos ayudan a situar a los gitanos, el 70% de los mayores de 14 años
no saben ni leer ni escribir, y casi el 50% de los niños gitanos en edad escolar no asis-
ten a clase. Esta falta de formación ha determinado su no cualificación laboral y unos
niveles económicos bajos.
Profesionalmente la mayor parte de ellos, próximo al 40%, se dedican a la chata-
rra, un 20% a la compra-venta, algo mas del 5% se dedican al espectáculo, algo menos
del 2% son agrícolas y, finalmente, aproximadamente un 18% ha conseguido situarse
como personal cualificado, trabajando básicamente en el sector servicios.
Otra variable importante de este breve análisis se refiere a la renta o ingresos que
perciben. Aunque las cifras únicamente pueden entenderse a título orientativo, puede
estimarse que cerca del 90% de los gitanos reciben ingresos inferiores a la mitad del
salario mínimo. La vivienda es un problema importante para las familias gitanas, un
75% de ellas viven en chabolas carentes casi en absoluto del mínimo equipamiento
doméstico, por supuesto menos aún disponen de centros culturales o sociales. Los
medios de transporte no alcanzan los ghettos gitanos y la sanidad tampoco suele estar
presente en estas comunidades gitanas, en donde aparecen vertederos indiscriminados
de basura.
Comentadas estas características fundamentales de este peculiar grupo racial, es
comprensible que cualquier persona, investigador, empresario o técnico del gobierno
que estuviera interesado en afrontar desde su óptica el consumo del pueblo gitano,
deba modificar ampliamente sus esquemas respecto del resto de la población españo-
la. Desde una perspectiva de marketing, la potencial captación de la demanda gitana
requeriría estrategias absolutamente particulares, sin embargo la realidad pone de
manifiesto su escaso interés comercial como consecuencia de algunas de las ideas
expuestas, perceptores de rentas bajas, mínimos niveles formativos, escasos canales de
recepción de información y baja propensión al consumo.
172 Comportamiento del consumidor
* La cultura es dinámica, evoluciona, y este hecho debe ser considerado como input
importante en el momento de tomar decisiones comerciales.
* La cultura subyace todas las decisiones y comportamientos del ser humano y tam-
bién en relación a sus conductas en los mercados.
* Los responsables de marketing deben identificar los valores, pautas y diferencias
culturales para posteriormente plantearse la orientación diferenciadora o la orien-
tación global, centrarse en las diferencias o en los elementos comunes.
* La evolución cultural genera nuevas pautas o tendencias culturales, cualquiera de
ellas seguramente producirá efectos directos o indirectos, favorables o amenazan-
tes en nuestras actividades empresariales y para nuestros productos y marcas.
* Puede resultar fundamental identificar con suficiente antelación estas nuevas ten-
dencias, a fin de actuar ventajosamente en relación a la competencia y conseguir
aprovechar las oportunidades que se brindan.
* La cultura en cualquier sociedad ofrece un componente heterógeneo, la posibilidad
de identificar las posibles diferencias subculturales existentes está abierta para
desarrollar acciones diferenciales y consolidar nichos comerciales.
* La variable cultural ofrece un notable interés para la segmentación de mercados y el
posicionamiento de nuestros productos.