T Uce 0006 189
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DEDICATORIA
AGRADECIMIENTO
Contenido
FORMULARIO DE AUTORIZACIÓN DE PUBLICACION EN EL
REPOSITORIO INSTITUCIONAL ............................................................ iii
DEDICATORIA .......................................................................................... v
AGRADECIMIENTO ................................................................................. vi
INTRODUCCIÓN ....................................................................................... 1
CAPITULO I............................................................................................... 3
CAPÍTULO II.............................................................................................. 6
MARCO TEÓRICO................................................................................. 6
2.1. Parto vaginal ................................................................................ 6
2.1.1. Definición de parto vaginal ....................................................... 6
2.1.2. Evolución clínica del parto ....................................................... 6
2.1.3. Asistencia en el puerperio de parto vaginal ............................. 8
2.2. Parto por cesarea ........................................................................ 8
2.2.1. Definición de cesárea............................................................... 8
2.2.2. Indicaciones de cesárea .......................................................... 8
2.2.3. Técnicas para la operación cesárea (Schwarcz, 2009)............ 9
2.2.4. Prevención de la infección postoperatoria ............................... 9
viii
CAPÍTULO III........................................................................................... 41
CAPITULO IV .......................................................................................... 48
RESULTADOS ..................................................................................... 48
4.1. Presentación (tablas y gráficos) ................................................ 48
Tabla N°3 Distribución de 922 pacientes con anemia posparto.
HGOIA 2014. .................................................................................... 53
4.2. Discusión ................................................................................... 58
CAPITULO V ........................................................................................... 61
BIBLIOGRAFÍA ....................................................................................... 64
ANEXOS .................................................................................................. 68
ÍNDICE DE TABLAS
................................................................................................................. 50
ÍNDICE DE GRÁFICOS
2014. ........................................................................................................ 48
Autores: Álvarez Ximena. Md., Méndez Ana. Md., Torres Pablo. Md.
Tutor: Hernández Fernando. Dr.
Fecha: julio 8, 2015
RESUMEN
ABSTRACT
1
veces mayor que luego de un parto vaginal. El diagnóstico de endometritis
puerperal es la causa más frecuente de morbilidad febril post-operatoria,
reportándose frecuencias tan altas como 85% dependiendo de la población,
mientras que su presentación luego de un parto vaginal fluctúa tan sólo entre 1%
y 4%. (Burgos Salinas, Carbajal Arroyo, & Saona Ugarte, 2013)
2
CAPITULO I
La cavidad uterina es estéril hasta el momento del parto. Con el inicio de las
contracciones y la dilatación del cérvix, y por medio de los tactos vaginales, las
bacterias de la vagina acceden a la cavidad uterina. Generalmente los
mecanismos locales de defensa son suficientes para controlar esta situación. Sin
embargo, en algunas situaciones en las que el inóculo bacteriano es muy
importante, hay presencia de gérmenes de alta virulencia, inmunosupresión o
pérdida de la integridad de los tejidos, como en la cesárea, las bacterias invaden
el endometrio, el miometrio y ocasionalmente la cavidad peritoneal o el tejido
parametrial, causando la infección. Algunas infecciones son originadas a partir de
bacterias intrahospitalarias que se caracterizan por ser resistentes a múltiples
antibióticos. La literatura que describe la microbiología de la infección uterina
procede principalmente de los años ochenta y noventa y muestra que los
gérmenes causantes son bacterias aeróbicas y gérmenes anaerobios.
Afortunadamente la mayoría de las infecciones uterinas posparto son leves y
mejoran rápidamente luego de instaurar el tratamiento antimicrobiano, pero entre
más temprano se inicie el tratamiento menor será la probabilidad de que queden
secuelas como infertilidad, por requerir histerectomía o por formación de
adherencias pélvicas, y se disminuye el riesgo de muerte materna. (Müller &
Gaitán, 2013)
3
Consideramos que la importancia de conocer datos locales sobre la incidencia
de endometritis, nos permite definir la magnitud del problema para destinar
recursos tendientes a disminuirlo, concientizar al personal de salud e involucrarlos
en su prevención. (Boccardo, Manzur, Duarte, Yanzon, & Mazzanti, 2013)
1.2. Objetivos
1.2.1. General
1.2.2. Específicos
1.3. Justificación
5
CAPÍTULO II
MARCO TEÓRICO
6
Muchas mujeres, cuando llegan al hospital, han superado dicha fase. (Cabero
Roura, 2013)
Periodo expulsivo.
Transcurre desde la dilatación completa hasta la total salida del feto al exterior.
La ubicación de la cabeza fetal al inicio del periodo expulsivo es muy variable. Lo
más llamativo de este periodo desde el punto de vista clínico es el cambio de
actitud de la mujer, que pasa de estar pasiva a una colaboración activa, para
lograr la expulsión del feto. (Cabero Roura, 2013)
Periodo alumbramiento
7
2.1.3. Asistencia en el puerperio de parto vaginal
8
2.2.3. Técnicas para la operación cesárea (Schwarcz, 2009)
Incisión abdominal
Incisión mediana infraumbilical
Incisión transversal o Pfannenstiel
Incisiones uterinas
Incisión del segmento uterino inferior transverso (tipo Kerr)
Incisión vertical en el segmento uterino inferior (Tipo Kroning)
Incisión corporal
Puerperio inmediato: control análogo al del parto, pero con un control más
dirigido a la valoración posquirúrgica de la herida y de recuperación
postanestésica. El control de la diuresis se realizara mediante sonda permanente,
9
durante las primeras 24 horas, manteniendo la sueroterapia durante ese mismo
periodo. Es importante iniciar la profilaxis de la enfermedad tromboembólica
durante el puerperio inmediato para continuar durante el clínico. (Cabero Roura,
2013)
2.3.1. Concepto.
Puerperio inmediato: que abarca las primeras 24 horas, las que transcurren
generalmente durante la internación.
Puerperio precoz: va desde el anterior hasta transcurridos de 7 a 10 días
posparto.
Puerperio alejado: se extiende desde el día 11 hasta los 42 días.
10
Puerperio tardío: periodo que comienza al finalizar el puerperio alejado o
sea después de los 42 días del parto y se extiende hasta la total regresión
de los cambios.
Desde un punto de vista funcional podemos distinguir entre: (Cabero Roura, 2013)
11
(proteólisis) sin disminución en el número y de cambios vasculares (hialinización)
que reduce toda la vasculatura uterina hasta niveles pregestacionales. (Cabero
Roura, 2013)
Cuello Uterino: Después del parto el cuello uterino inicia su personal involución,
volviéndose grueso y reduciendo su dilatación hasta unos dos centímetros, lo que
favorece la evacuación de los loquios. A su vez también involuciona el segmento
inferior hasta constituir el itsmo cervical. El orifico cervical externo no consigue
involucionar y restituirse a sus condiciones previas a la gestación, adoptando una
forma mucho más elíptica y menos redondeada. A nivel histopatológico se puede
comprobar como la unión escamo-columnar se sitúa por fuera del orificio cervical
externo. (Cabero Roura, 2013)
Vagina: Tras la expulsión fetal la vagina suele quedar ligeramente más amplia y
con la posibilidad de pequeñas laceraciones que, en los días sucesivos, suelen
evolucionar hacia la cicatrización espontanea. Su volumen suele reducir en unas
2 a 3 semanas, sin alcanzar los valores previos al embrazo. (Cabero Roura, 2013)
12
Vulva y periné: Los desgarros producidos en el momento del parto, tras su sutura
cuidadosa, evolucionan de forma correcta. (Cabero Roura, 2013)
13
parturientas fallecidas por fiebre puerperal y antes de hacer nuevas exploraciones
vaginales en mujeres en trabajo de parto. La opinión de Semmelweis fue
considerada como osadía, irreverencia e impertinencia de parte de un médico
obstetra con escasos 28 años de edad y, en suma, un grave cuestionamiento al
precepto médico “lo primero es no hacer daño”, que la ortodoxia debía sofocar así
fuera con subterfugios y artimañas. El Hospital General de Viena, inaugurado en
1784, se convirtió en foco endémico de esta enfermedad y en el cementerio de las
parturientas; debido a esta fama, algunas preferían dar a luz en la calle y no en
las instalaciones de este hospital. Entre 1789 y 1822, período que coincidió con la
administración del doctor Johann Lucas Böer, la tasa de mortalidad por esta
enfermedad fue apenas del orden de 1,25%; quizá por ser conservador,
desaconsejaba el uso del fórceps y los estudios vaginales en cadáveres, y
utilizaba en cambio “el maniquí obstétrico”, accesorio pedagógico muy popular en
Francia. Pero cuando su sucesor el doctor Johann Klein introdujo la práctica
obstétrica en cadáveres para fomentar la medicina anatomoclínica, el índice de
mortalidad se elevó a 5,3% entre 1823 y 1832; además, cuando se ordenó que los
estudiantes de medicina y los de partería practicaran en salas diferentes, dicha
proporción se incrementó en 1847 a 9,02% en la Primera Sala, atendida por los
futuros médicos, superando en casi tres veces la tasa registrada en la Segunda
Sala reservada para los alumnos de partería quienes no estaban autorizados para
hacer exploraciones vaginales ni estudios anatómicos en cadáveres. Esta
correlación directa entre estudiantes de medicina y tasa de mortalidad por fiebre
puerperal había sido observada también en Praga y Estrasburgo, donde existían
pabellones exclusivos para cada uno de estos dos grupos de estudiantes. (Volcy)
14
2.5. Infección puerperal
15
En el diagnóstico diferencial hay que tomar en cuenta las complicaciones
infecciosas derivadas del acto anestésico que acompaña al hecho del parto
vaginal o cesárea, y también a la pielonefritis puerperal. (Cabero Roura, 2013)
16
Cuando la infección es causada por gérmenes que se encontraban ya en la
vagina, se produce la autoinfección endógena, y si fueron introducidos desde
zonas vecinas (vulva, muslos, etc.), se constituye la autoinfección exógena. Hay
casos en que los gérmenes se encuentran ya en el interior del organismo de la
paciente, en un foco genital o extra genital, desde el cual, por vía hemática, se
propagan al útero, determinando lo que Aschoff denomina autoinfección
hematógena. En otra circunstancia, esos mismos focos sépticos vecinos pueden
labrarse una via invasora a través de los linfáticos o de las mucosas, generando
una autoinfección de vecindad. (Schwarcz, 2009)
Casi 15% de las mujeres que no amamantan presenta fiebre posparto por
ingurgitación mamaria, cifra que es menor en las que amamantan. La fiebre es
mayor a 39°C durante los primeros días del puerperio y no suele prolongarse
durante más de 24 horas. La pielonefritis aguda tiene un cuadro clínico variable y
la fiebre es con frecuencia el primer signo de infección renal en la puérpera,
seguida de hipersensibilidad en el ángulo costovertebral, náusea y vómito. Las
atelectasias son consecutivas a hipoventilación y la mejor manera de prevenirlas
consiste en toser y respirar profundamente varias veces al día después de la
intervención. Se cree que la fiebre de las atelectasia es resultado de la infección
que origina la flora normal que prolifera distal a los tapones mucosos obstructivos.
17
La trombosis venosa superficial o profunda de las extremidades inferiores también
ocasiona elevaciones discretas de la temperatura en las puérperas. (Williams,
2011)
2.5.2.1. Definición
2.5.2.2. Epidemiología
La infección puerperal, desde hace más de 200 años y aún hoy después de la
era antibiótica, sigue siendo un suceso importante causante de mortalidad
18
materna. En nuestros días la infección originada a partir del aparato genital de la
puérpera, representa una de las entidades más temidas a la cual tiene que
enfrentarse el gineco-obstetra, a pesar del amplio arsenal de antibióticos
disponibles para su tratamiento. La infección puerperal es una de las principales
complicaciones de la paciente obstétrica, ocurre durante o posterior a la
resolución del embarazo en el 1 al 3% de los partos y en el 10 al 30% de las
operaciones cesáreas. No obstante los importantes avances de la obstetricia
contemporánea, del conocimiento de factores de riesgo y del advenimiento de
nuevos y potentes antibióticos, la infección puerperal constituye una de las
principales causas de mortalidad materna. (Calderón, Calle, Hidalgo, & Parodi,
Infección puerperal poscesárea vs posparto., 2010)
19
2.5.2.3. Factores de riesgo.
Cesárea
Duración prolongada del trabajo de parto
Ruptura prematura de membranas antes del nacimiento
Anemia materna
Clase socioeconómica baja
Aumento en el número de tactos vaginales
Utilización de monitorización fetal interna
Vaginosis bacteriana
Trauma obstétrico en cuello o vagina
Maniobras tocúrgicas, especialmente el fórceps y el traumatismo de los
tejidos blandos.
Bajo control prenatal
Diabetes, hipertensión, Lupus.
Las mujeres que parieron por vía vaginal en el Parkland Hospital tuvieron una
incidencia de 1 a 2% de metritis. Aquellas con alto riesgo de infección por rotura
de membranas, trabajo de parto prolongado y exploraciones múltiples del cuello
uterino presentaron una incidencia de 5 a 6% de metritis después del parto
vaginal. En caso de existir corioamnionitis durante el parto, el riesgo de infección
uterina persistente se eleva hasta el 13%. Por último, la extracción manual de la
20
placenta, incremento la tasa de metritis puerperal al triple en el estudio de Baksu
et al. (Williams, 2011)
21
Existen muchos estudios que identifican la anemia como un factor importante
en el desarrollo de endometritis. El rol de la anemia anteparto en el desarrollo de
esta patología podría explicarse por 2 mecanismos: Primero por la alteración del
sistema inmunológico de la puérpera, lo cual a su vez condiciona una mayor
susceptibilidad del huésped a infecciones; y segundo a través de la hiperferremia
inducida por el tratamiento temprano con hierro oral que satura la transferrina
sérica incrementando el hierro libre, el cual es usado por la bacteria promoviendo
su mayor supervivencia. El sangrado intraoperatorio per se, ya sea como
colección intraperitoneal o en el subcutáneo, actúa como agente irritante y
favorece a su vez la proliferación de bacterias. (Burgos Salinas, Carbajal Arroyo,
& Saona Ugarte, 2013)
22
rotura de membranas, ningún líquido es estéril, pues la rotura disminuye la
capacidad bacteriostática. El número de exámenes vaginales ha sido relacionado
con la endometritis puerperal. (Pacheco, Olórtegui, Salvador, López, & Palacios,
1998)
Muchos reportes han demostrado que los problemas médicos de las gestantes
adolescentes son prevenibles con un control prenatal adecuado y temprano
correspondiendo entonces el riesgo al de las mujeres adultas jóvenes
procedentes de un nivel socioeconómico similar. Sin embargo el embarazo en
adolescentes no sólo compromete el aspecto físico sino también el psicológico y
23
social, repercutiendo sobre el producto en los primeros días de vida neonatal,
prolongando su efecto a largo plazo. Por lo mencionado anteriormente se debe
recomendar evitar el embarazo en adolescentes. (Burgos Salinas, Carbajal
Arroyo, & Saona Ugarte, 2013)
2.5.2.4. Clasificación
24
perforación espontanea de la pared y a la peritonitis consecutiva. En la forma
disecante se expulsan grandes colgajos musculares, que en los casos extremos
pueden proseguir hasta la total eliminación del musculo uterino. Los loquios son
abundantes, negruzcos y muy consistentes. (Schwarcz, 2009)
2.5.2.5. Etiopatogenia
En los últimos cinco años se han vuelto frecuentes las infecciones de piel y
tejidos blandos por infecciones debidas a Staphylococcus aureus resistentes a la
meticilina adquiridas en la comunidad. Para el año 2009, estas cepas no eran
agentes tan frecuentes como causa de metritis puerperal, pero son origen de
infecciones de herida quirúrgica. (Williams, 2011)
25
tejido conectivo fibroareolar retroperitoneal pélvico. Con el tratamiento temprano,
la infección se contiene dentro de los tejidos paravaginales, pero puede
extenderse a un plano profundo de la pelvis. (Williams, 2011)
Con las técnicas microbiológicas actuales, que estudian tanto los gérmenes
aerobios como los anaerobios, podemos afirmar que se detecta la presencia casi
universal de bacterias en la cavidad endometrial de mujeres tras un parto vaginal
espontaneo y con mucha mayor razón si se trata de una cesárea. En el 70 a 80 %
de pacientes se detecta un crecimiento moderado o grande de como mínimo una
especie bacteriana. (Cabero Roura, 2013)
Y si esto es así, ¿Por qué solo el 1- 4% de mujeres que han tenido un parto
vaginal y sin trauma obstétrico desarrollan un cuadro infeccioso y especialmente
una endometritis si la colonización bacteriana de la cavidad endometrial es casi
universal? Según una valoración puramente cualitativa de los gérmenes
encontrados, las pacientes que no desarrollan un cuadro infeccioso no presentan
diferencia con las que si desarrollan una endometritis posparto excepto, en
aquellos casos de aparición de agentes patógenos exógenos como el
estreptococo del grupo A o más raramente la N. Gonorroheae. La mera presencia
o replicación bacteriana en la decidua necrótica no basta para producir la
enfermedad. Bajo la decidua necrótica y la sangre coagulada subyace una capa
de tejido endometrial sano cuyo potencial oxido-reducción suele impedir la
penetración en profundidad de bacterias principalmente anaerobias. Asi, la mera
presencia de bacterias no representa una causa significativa de endometritis
posparto tras un parto vaginal espontaneo. (Cabero Roura, 2013)
26
modo parecido, cuando ha habido un trauma obstétrico importante y la laceración
se extiende por el endocervix, la hemorragia asociada junto con la disponibilidad
de la flora bacteriana crea las condiciones ideales para el desarrollo de un
proceso infeccioso. (Cabero Roura, 2013)
Entre las bacterias que suelen causar infecciones del aparato genital femenino
están aerobios: cocos gram positivos (estreptococos de los grupos A, B y D,
enterococos, Staphylococcus aureus, staphylococcus epidermidis), bacterias
gram negativas (escherichia coli, especies de klebsiella y proteus) y variables
respecto de la tinción de gram (gardnerella vaginalis). Anaerobios: cocos
(especies de peptostreptococcus y peptococcus), especies de clostridium,
fusobacterium y mobiluncus. Otros: especies de mycoplasma y clamydia,
neisseria gonorrhoeae. (Williams, 2011)
27
microorganismos en cada espécimen. Se reconocieron patógenos anaerobios y
aerobios en 63% de las muestras cultivadas, solo anaerobios en 30% y
únicamente aerobios en 7%. (Williams, 2011)
28
Otras infecciones, en particular las consecutivas a estreptococo hemolítico B del
grupo A, se vinculan a menudo con loquios escasos e inodoros. (Williams, 2011)
2.5.2.8. Diagnostico
29
Es importante el intentar conseguir un adecuado diagnostico microbiológico, si
bien hay que tener en cuenta que los cultivos del contenido uterino obtenido a
través de la vagina, solo podrán ser útiles en el caso del fracaso terapéutico de la
antibioticoterapia empírica iniciada. Se deben obtener cultivos de contenido
uterino protegidos, como son los aspirados transcervicales obtenidos por catéter
bajo control ecográfico. También se aconseja obtener un cultivo de orina. Si la
paciente tiene signos de sepsis es importante obtener hemocultivos, porque un 10
– 20% de las pacientes tienen bacteriemia documentada. Sin embargo, la
bacteriemia no predice la gravedad de la enfermedad o una recuperación
prolongada. (Cabero Roura, 2013)
2.5.2.9. Tratamiento
30
antibiótico intravenoso en la primera hora de hacerse el diagnostico con cobertura
contra bacterias y hongos. (GPC, 2009)
Cuando aparece una metritis leve una vez que la mujer ha sido dada de alta en
el hospital después de un parto vaginal, casi siempre basta el tratamiento
ambulatorio con algún antimicrobiano oral. Sin embargo, en el caso de una
infección moderada a grave se indica un tratamiento intravenoso con algún
antibiótico de amplio espectro. Casi 90% de las mujeres que recibe este tipo de
tratamiento mejora en un lapso de 48 a 72 horas. Si la fiebre persiste después de
este periodo, se deben buscar causas de una infección pélvica refractaria. Estas
comprenden flemón parametrial (área de celulitis intensa), absceso pélvico o de la
incisión abdominal, o un hematoma infectado, además tromboflebitis pélvica
séptica. De acuerdo con la experiencia de los autores, la fiebre persistente rara
vez es consecuencia de bacterias resistentes a los antimicrobianos o de los
efectos colaterales de los fármacos. La paciente puede darse de alta una vez que
permanezca afebril cuando menos durante 24 horas. (Williams, 2011)
31
pueda actuar el sistema inmunológico del paciente. Por lo tanto su intención es
prevenir la infección, mientras que el tratamiento antibiótico es para resolverla una
vez ya establecida, y suele requerir más tiempo de acción. Para que el antibiótico
se use como profiláctico, debe cumplirse: a) Existir evidencia de que reduce la
infección postoperatoria. b) Su uso debe ser seguro y de bajo costo. c) Debe ser
eficaz contra microorganismos que pueden colonizar los tejidos. d) Su
administración debe asegurar niveles séricos óptimos y en concentraciones
suficientes en el tejido antes de realizar la incisión, manteniéndose durante la
cirugía y unas horas después (al menos hasta cerrar la herida). e) La mayoría de
los estudios sugieren que es eficaz la profilaxis con dosis única, salvo en
procedimientos quirúrgicos que superen las 3 horas, en cuyo caso la dosis debe
ser repetida a intervalos de 1 ó 2 veces la vida media del fármaco. También es
aconsejable el empleo de una segunda dosis de antibiótico en procedimientos con
pérdida de sangre mayor a 1.500ml. (Góngora & Hurtado, 2014)
32
En 1979, DiZerega et al, compararon la eficacia de la Clindamicina combinada
con Gentamicina con la de la de penicilina G combinada con Gentamicina para el
tratamiento de infecciones pélvicas después de una cesárea. En las mujeres que
recibieron Clindamicina-Gentamicina, el índice de resolución de la infección fue de
95% y este esquema aún se considera el pilar fundamental con la que se
comparan las demás opciones. Las infecciones enterococicas persisten en
ocasiones pese a este tratamiento, de tal manera que muchos médicos añaden
ampicilina al esquema de Clindamicina-Gentamicina, desde el principio o cuando
no se obtiene una respuesta en 48 a 72 horas. (Williams, 2011)
Liu et al, (1999) compararon las dosis múltiples de Gentamicina contra una
sola dosis diaria y observaron que ambos métodos proporcionan una
concentración sérica suficiente. La dosificación única diaria tiene un índice de
curación similar al del sistema que administra una dosis cada 8 horas. Se pueden
utilizar otros antibióticos como antimicrobianos B lactámicos que tienen actividad
contra muchos microorganismos patógenos anaerobios. Los inhibidores de la B
lactamasa como ácido clavulánico, sulbactam y tazobactam, se han combinado
con ampicilina, amoxicilina, ticarcilina y piperacilina para incrementar su espectro
de acción. El metronidazol tiene mejor actividad contra mayor parte de
anaerobios. Este fármaco combinado con ampicilina y un aminoglucósido ofrece
cobertura contra la mayor parte de los microorganismos encontrados en las
infecciones pélvicas graves. (Williams, 2011)
33
En caso de usar monoterapia como terapia empírica antimicrobiana inicial se
recomienda uso de carbapenémicos, o uso de cefalosporinas de tercera o cuarta
generación, evaluando el riesgo de inducción de resistencia por betalactamasas
(blees). También uso de carboxipenicilinas de espectro extendido o
ureidopenicilinas combinadas con inhibidores de BLEES. (GPC, 2009)
34
alternativa. Ante la persistencia de cuadro febril, revalorar la focalidad, repasar los
cultivos y valorar la realización de pruebas de imagen que puedan
orientar/descartar otros cuadros clínicos como retención de restos, necrosis,
hematomas sobreinfectados, abscesos, tromboflebitis séptica. Se valorará de
forma individualizada en estos casos la necesidad de introducir Heparina de Bajo
Peso Molecular a dosis terapéuticas 10000 u /24 h subcutánea durante 7 – 10
días ante la posibilidad diagnóstica de tromboflebitis pélvica séptica. (Institut Clinic
de Ginecologia, 2012)
2.5.2.10. Complicaciones
35
peritonitis. La mayoría de las mujeres con flemón mejoran con antimicrobianos de
amplio espectro. (Williams, 2011)
36
También se debe considerar localización de infección fuera del aparato genital
en forma de diferentes entidades como pielonefritis, neumonía o flebitis por el
catéter intravenoso. (Cabero Roura, 2013)
2.5.2.11. Prevención
37
Sobre la base de evidencia publicada, la primera dosis de antibiótico debe ser
administrada dentro de los 60 minutos antes de la incisión para el caso de las
cefalosporinas de primera generación. La mayoría de la evidencia publicada
demostró que la profilaxis antibiótica después del cierre de la herida es
innecesaria, en la mayoría de los estudios comparando profilaxis dosis únicas con
profilaxis dosis múltiple no mostro beneficio en dosis adicionales. Se debe repetir
la dosis de profilaxis, si el tiempo quirúrgico sobrepasa el doble del tiempo de vida
media del antibiótico, o cuando la pérdida sanguínea excede 1,5 litros. (Osorio,
Valderrama, Hernandez, Cortes, Sossa, & ALvarez, 2008)
38
En algunos casos el régimen de espectro reducido recomendado con
cefazolina por sí sola no cubre bacterias como Ureaplasma y anaeróbicas. De
hecho puede modificar la flora hacia el aumento de resistencia de organismos
como anaerobios. La azitromicina parece ser la opción principal para el segundo
antibiótico dentro de los regímenes de amplio espectro para el parto por cesárea.
Tiene una vida media más prolongada de 68 horas, mayor concentración en el
tejido y menor potencial de transferencia hacia el feto comparado con otros
antibióticos. Adema la azitromicina cubre aerobios como anaerobios, y es la única
opción asociada que ha dado reducción de la incidencia de endometritis e
infección de heridas quirúrgicas. (Alan, Rouse, Blackwell, Saade, & Spong, 2009)
39
Se recomienda erradicar o disminuir los factores de riesgo de la infección
puerperal durante el embarazo, como la anemia, la desnutrición, las infecciones
urinarias y la cervicovaginitis. Evitar las relaciones sexuales en los 2 últimos
meses del embarazo, ya que se considera factor predisponente para la sepsis
puerperal. Pero sobre todo educar a la población con relación a la importancia de
hábitos y conductas que reduzcan los factores de riesgo para la sepsis puerperal.
(GPC, 2009)
40
CAPÍTULO III
MARCO METODOLÓGICO
3.2. Muestra
𝑝𝑞𝑧 2
𝑛=
𝑒2
Dónde:
N= 922
1. Partos domiciliarios
2. Pacientes cuyos partos o cesáreas fueron realizados en otras casas de
salud.
42
El hecho de ser trabajadores del Hospital Gineco Obstétrico Isidro Ayora nos
da la oportunidad o el privilegio de obtener y manejar información en relación a la
vida personal o enfermedades de las pacientes, ser partícipes directos de esta
información valiosa para la institución, y por lo tanto esta información se debe
manejar de forma reservada y sería incorrecto se diera a conocer a quienes no
tienen derecho o en el peor de los casos esta información sea utilizada para
beneficios personales, faltando al deber de la lealtad a la institución.
43
3.6. Variables indicadores y escalas
V. MODERADORA
V. INDEPENDIENTE V. DEPENDIENTE
CAUSAL
• Condición de
• Puerperio postparto endometritis
V. CONTROLADAS
• Pacientes intervenidas en
el Hospital Gineco
Obstétrico Isidro Ayora de
la Ciudad de Quito
44
3.7. Operacionalización de las variables
Periodo de tiempo
transcurrido desde el Número de pacientes
nacimiento de una de 10 a 19 años
persona hasta el
ingreso al estudio Número de pacientes
10 - 19 años de 20 a 29 años
Edad 20 - 29 años
Porcentual
30 - 39 años
40 y mas Número de pacientes
de 30 a 39 años
Número de pacientes
mayor a 40 años
Puerperio Periodo posterior al Numero de parto por
postparto parto, que empieza Parto por cesárea Porcentual
cesárea
posterior al
alumbramiento y dura Numero de parto
Parto cefalovaginal Porcentual
40 días cefalovaginal
Valor de hematocrito Hematocrito menor de Número de pacientes
Anemia menor de 36% 36% con anemia
Porcentual
Hematocrito igual o Número de pacientes
mayor a 36% sin anemia
Periodo de tiempo Número de pacientes
transcurrido entre el Menor de 9 horas con labor de parto
Duración del inicio del trabajo de menor a 9 horas
trabajo de parto y la culminación
Número de pacientes Porcentual
parto del mismo como
factor de riesgo para Igual o mayor a 9 con labor de parto
endometritis horas igual o mayor a 9
horas
Infección de la Presencia de Número de pacientes
Condición superficie intrauterina Porcentual
endometritis con endometritis
de
Endometritis Ausencia de Número de pacientes
Porcentual
endometritis sin endometritis
45
3.9. Cronograma de actividades
2014 2015
ACTIVIDAD INICIO FIN 2013
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12
46
3.10. Recursos, materiales y equipos
RECURSOS Y MATERIALES
TOTAL 980
47
CAPITULO IV
RESULTADOS
50,15
50,1
50,1
50,05
50
49,95
49,9
49,9
49,85
49,8
PARTO CEFALOVAGINAL PARTO POR CESAREA
48
De las 922 pacientes estudiadas 862 no presentaron endometritis, lo que
corresponde al 93,5 % de la población, mientras que 60 pacientes si presentaron
endometritis, esto corresponde al 6,5%. Dicha distribución en porcentaje se
muestra en la gráfico 2.
6,5%
SI
NO
93,5%
De las 922 pacientes evaluadas, 324 pacientes son menores de 20 años, esto
corresponde al 35,1%; 405 pacientes están entre 20 y 29 años con un porcentaje
del 43,9%; 188 pacientes tienen una edad entre 30 y 39 años, esto corresponde al
20,4% y 5 pacientes son mayores de 40 años, correspondientes al 0,5%. Estos
valores se muestran en la tabla 1.
49
Tabla 1 Distribución de 922 pacientes por grupos de edad. HGOIA 2014
60,0
48,3
50,0
38,3
40,0
30,0
20,0
11,7
10,0
1,7
0,0
< de 20 años 20 a 29 años 30 a 39 años 40 años y mas
50
Los resultados obtenidos en cuanto a la asociación de endometritis con la
presencia de anemia previa al parto, muestran que de las 922 pacientes; 160
pacientes si presentaron anemia, esto representa un 17,4% y 762 pacientes no
presentaron anemia, lo que corresponde al 82,6%. Estos valores se muestran en
la tabla 2.
FRECUENCIA PORCENTAJE
De las 160 pacientes estudiadas que presentaron anemia previa al parto, 146 no
presentaron endometritis en el puerperio esto corresponde al 91,25%; mientras
que 14 pacientes presentaron endometritis en el puerperio, representa un 8,75%;
como se demuestra en la gráfico 4.
51
Gráfico No. 4 Prevalencia de endometritis en pacientes con anemia previa al
parto. Hospital Gineco-Obstétrico Isidro Ayora 2014.
100
91,25
90
80
70
60
50
40
30
20
8,75
10
0
SI NO
De las 762 pacientes sin anemia previa al parto; 716 pacientes no presentaron
endometritis, esto corresponde al 94%; y 46 pacientes presentaron endometritis
esto corresponde al 6%, estos valores se muestran en la gráfico 5.
Al analizar los resultados de pacientes con anemia y sin anemia, se encontró que
el riesgo de endometritis aumenta en las pacientes que presentan anemia,
aunque no hay diferencia estadísticamente significativa en este estudio (p>0,05)
52
Gráfico No. 5 Prevalencia de endometritis en pacientes sin anemia previa al
parto. Hospital Gineco-Obstétrico Isidro Ayora 2014.
100
94
90
80
70
60
50
40
30
20
10 6
0
SI NO
Tabla N°3 Distribución de 922 pacientes con anemia posparto. HGOIA 2014.
FRECUENCIA PORCENTAJE
CON ANEMIA 554 60,1
NORMAL 368 39,9
TOTAL 922 100,0
De las 554 pacientes con anemia posterior al parto; 509 pacientes no presentaron
endometritis, esto representa el 91,9%; y las 45 pacientes presentaron
endometritis durante el puerperio, lo que corresponde al 8,1%, estos valorares se
muestran en la gráfico 6.
53
Gráfico No. 6 Prevalencia de endometritis en pacientes con anemia
posterior al parto. Hospital Gineco-Obstétrico Isidro Ayora 2014.
.
100,0
91,9
90,0
80,0
70,0
60,0
50,0
40,0
30,0
20,0
10,0 8,1
0,0
SI NO
Del grupo de 368 pacientes sin anemia posterior al parto se pudo observar que
353 pacientes no presentaron endometritis, esto corresponde al 95,9%; y las 15
pacientes presentaron endometritis durante el puerperio, lo que corresponde al
4,1%, como se muestra en la gráfico 7.
54
Gráfico No. 7 Prevalencia de endometritis en pacientes sin anemia posterior
al parto. HGOIA 2014
120,0
100,0 95,9
80,0
60,0
40,0
20,0
4,1
0,0
SI NO
55
Tabla 3 Distribución de 922 pacientes según la duración del trabajo de parto
en horas. HGOIA 2014.
HORAS DE LABOR DE
PARTO FRECUENCIA PORCENTAJE
< de 9 horas 643 69,7
9 horas o más 279 30,3
TOTAL 922 100,0
Del total de 643 pacientes que estuvieron expuestas a una labor de parto con una
duración de menos de 9 horas, se observó que 606 pacientes no presentaron
endometritis, que corresponde al 94,2%; y las 37 pacientes presentaron
endometritis, lo que representa el 5,8%, como podemos apreciar en la gráfico 8.
100,0 94,2
90,0
80,0
70,0
60,0
50,0
40,0
30,0
20,0
10,0 5,8
0,0
SI NO
56
endometritis, lo que corresponde al 91,8%; y 23 pacientes presentaron
endometritis, que corresponde al 8,2%, como se muestra en la gráfico 9.
Al analizar los datos obtenidos con la prueba de Chi cuadrado se encontró que la
diferencia no es estadísticamente significativa en este estudio, porque se presentó
un 5,8% de endometritis en las pacientes con una duración de trabajo de parto
menor a 9 horas; comparado con un 8,2% de casos de endometritis en las
pacientes cuya duración de trabajo de parto fue de 9 horas o más, con un valor de
p>0,05.
57
4.2. Discusión
El análisis y discusión del presente estudio está basado en 922 pacientes que
acudieron al Hospital Gineco-Obstétrico Isidro Ayora para terminar el embarazo
por vía parto cefalovaginal o cesárea. En este estudio con diseño descriptivo de
corte transversal y analítico se observó que la prevalencia de Endometritis en el
Hospital Gineco-Obstétrico Isidro Ayora de Quito en el año 2014 fué del 6,5%,
este valor es mayor a los encontrados como promedio de la prevalencia mundial
que es del 2% (Schwarcz, 2009), y comparado con países sudamericanos como
mencionamos en el párrafo anterior.
58
mismos hogares, programas de educación sexual que sirvan para orientar y guiar
a la población joven a reducir el inicio de vida sexual temprana o en caso de que
ya iniciaron promover el uso de preservativos u otro método anticonceptivo para
evitar embarazos no deseados en las adolescentes. En los resultados obtenidos
en nuestro estudio en cuanto a la edad materna y su relación con endometritis se
observó que el mayor porcentaje de la infección se presenta en las menores de
20 años con un porcentaje de 48,3%. Estos hallazgos coinciden con lo expuesto
en la literatura en la que señala que las mujeres adolescentes tienen mayor riesgo
para desarrollar endometritis por diferentes factores. (Burgos Salinas, Carbajal
Arroyo, & Saona Ugarte, 2013). Sin embargo este hallazgo no fue
estadísticamente significativo en nuestro estudio. Se necesita investigaciones de
mayor amplitud para demostrar esta asociación.
59
padecer endometritis, con 0,78 veces más probabilidad de presentar endometritis
en pacientes con anemia postparto que en pacientes con parámetros de
hematocrito normal posterior al culminar su embarazo. Estos resultados
coinciden con lo expuesto en la literatura citada en nuestro estudio, donde
mencionan a la anemia como factor de riesgo a tomar en cuenta para el posible
desarrollo de endometritis puerperal. (Burgos Salinas, Carbajal Arroyo, & Saona
Ugarte, 2013)
60
CAPITULO V
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
5.1. Conclusiones
61
5.2. Recomendaciones
Sugerir que se realice manejo activo del tercer período del parto en todas
las pacientes sin excepción alguna, para disminuir el riesgo de hemorragia
postparto y por ende disminuir presencia de anemias agudas en el
puerperio y de esta manera disminuirá el riesgo de endometritis en el
puerperio.
62
demostró, en la literatura universal están mencionados como factores de
riesgo que deben tomarse en cuenta para evitar el desarrollo de infección
puerperal.
63
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Ginecologia y Obstetricia., 2013: 59: 195-198.
67
ANEXOS
68
Anexo A: Formulario para recolección de datos
1. Numero de HC
2. Edad años
SI____ NO_____
5. Valor de hematocrito:
Antes del parto o cesárea:
69
CURRICULUM VITAE
e-mail: md.alvarez.herrera@gmail.com
Número telefónico: 0984399004 - 3413470
Dirección Domiciliaria: FRANCISCO PACHECO OE5-A Y JOSE RUILOVA
CONJUNTO ALHAMBRA TORRE 5 DEP. 501.
Lugar de trabajo: HOSPITAL REGIONAL DOCENTE DE AMBATO
Número telefónico: 032824309
CURRICULUM VITAE
DIRECCION DE CORRESPONDENCIA
e-mail: anitamendezpadilla@yahoo.com
71
CURRICULUM VITAE
e-mail: pablo_dtorres@hotmail.com
72