Informe Final Tesis de Maestría - Borrero Arizaga Carmen
Informe Final Tesis de Maestría - Borrero Arizaga Carmen
Informe Final Tesis de Maestría - Borrero Arizaga Carmen
ORIENTACIÓN BIOLOGÍA
Directora de Tesis
Facultad de Ingeniería
Abril 2021
Agradecimientos
ron superar las dificultades en este largo tiempo de estudio que demandó su finaliza-
ción.
A todos y todas las colegas del ciclo básico de la EAE que me brindaron su
i
Resumen
Se analizan los diferentes aspectos que plantea la Ley y los Lineamientos Curriculares
cios curriculares se aborda la temática, y desde qué perspectiva lo hacen; para final-
mente cotejar los objetivos que plantea la Ley Nacional de Educación Sexual Integral
y los contenidos que se proponen en los ejes conceptuales de la ESI con las prácticas
das para la obtención de datos, tales como análisis documental, encuestas y entrevis-
cas de ESI. Se considera que los resultados obtenidos son altamente positivos en re-
tas de mejora.
ii
Abstract
how the National Law of Integral Sexual Education No. 26,150 is implemented in the
basic cycle of the Eldorado Agrotechnical School - Misiones Argentina. The different
aspects posed by the Law and the Curricular Guidelines for Sexual Education are
dressed, and from what perspective they do it; to finally compare the objectives set
by the National Law on Integral Sexual Education and the contents proposed in the
conceptual axes of the ESI with the educational practices carried out by the teachers
in the institution. The research becomes more complex when including the inquiry
about the participation and difficulties that the teachers of the Eldorado Agrotechnical
egies are used combined to obtain data, such as documentary analysis, surveys and
results. The analyzes carried out show the institutionalization of ESI in this school
year of the school studied, with the performance of various educational activities in
which good ESI pedagogical practices are denoted. The results obtained are highly
positive in relation to the implementation of the ESI and allow, in turn, to guide some
Keywords: Sex education, curricular guidelines, ESI conceptual axes, sexual educa-
tion approaches
iii
Tabla de contenido
Agradecimientos ...................................................................................................... i
Resumen .................................................................................................................ii
Abstract................................................................................................................. iii
ABREVIATURAS ..................................................................................................... x
INTRODUCCIÓN ...................................................................................................... 1
OBJETIVOS ........................................................................................................... 9
24
iv
2.2.1. Enfoque confesional o moralizante de la ES. ......................................... 58
v
3.4. Categorías de Análisis ................................................................................. 116
................................................................................................................................ 118
........................................................................................................................ 166
vi
5.3.1. La ESI en las planificaciones curriculares............................................ 181
vii
INDICE DE FIGURAS Y FOTOGRAFÍAS
FIGURAS
viii
Figura 5.10: Materiales didácticos de ESI utilizados por docentes del ciclo
189
básico de la EAE ……………………………………………………………
Figura 5.11: Prácticas de ESI realizadas por referentes educativos del ciclo
193
básico de la EAE ……………………………………………
FOTOGRAFÍAS
ix
ABREVIATURAS
x
INTRODUCCIÓN
recibir educación sexual integral (ESI) en todos los establecimientos educativos del
país. Esta ley prevé dar un marco de acción para las y los docentes, formando parte de
una política educativa nacional (Programa Nacional de Educación Sexual Integral. Ley
Educación aprobó los Lineamientos Curriculares (LC) de ESI que definen los propó-
sitos formativos y los aprendizajes básicos para todos los niveles del sistema educativo
nacional; a partir de ellos, las autoridades educativas jurisdiccionales tienen las atribu-
ciones para realizar las adecuaciones necesarias que atiendan a las diversas realidades
expresa que:
1
Desde esta perspectiva, la puesta en marcha de la ley supuso un nuevo desafío
para las escuelas, puesto que directivos y docentes no estaban lo suficientemente pre-
parados y preparadas para asumir esta tarea que constituye una obligación para la co-
munidad educativa.
2015 (Faur, Gogna y Binstock, 2015), sin embargo, esta formación no llegó a todos
Los procesos de capacitación presencial que los Ministerios tienen para actua-
lizar a su personal son costosos por lo que no llegan a la totalidad de los do-
2014; Faur et al., 2015; Wainerman, Di Virgilio y Chami, 2008) dan cuenta de incon-
venientes que presenta el cuerpo docente y las escuelas para brindar ESI a sus estu-
2
diantes, destacándose el poco conocimiento de la ley lo que contribuye a alimentar
estado y las provincias, se desconoce cómo los contenidos curriculares están siendo
enfoque de la educación sexual (ES)1 quedó librado a los conocimientos previos de las
y los docentes. Esto adquiere especial relevancia por las múltiples manifestaciones que
presenta la sexualidad de las personas en las aulas y las dificultades del profesorado2
para impartir estos contenidos, dado que se enfrentan con sus propias experiencias,
contenidos y objetivos de ESI están incluidos como parte del proyecto institucional en
las escuelas. En cuanto a los contenidos abordados, es el eje relacionado con el cui-
dado del cuerpo y la salud el que se prioriza, mientras que los contenidos referidos a
1
En el marco de este trabajo la educación sexual (ES), en un sentido amplio, comprende todas las
acciones que se realizan en las escuelas para incorporar temas relacionados con la sexualidad como
parte de la formación general del alumnado, esta puede ser abordada desde perspectivas diferentes según
los enfoques ideológicos y teóricos que la enmarcan (Morgade, 2006). Varios autores y autoras (Aller
Atucha, 1995; Mantilla de Ardilla, 1987; Morgade, 2006; Wainerman et al., 2008) han construido tipo-
logías de ES basadas en las concepciones de sexualidad, los contenidos que desarrolla el profesorado
en sus clases, los objetivos que persiguen y las formas de enseñanza; uno de estos enfoques es la edu-
cación sexual integral (ESI).
La ESI, está sustentada en los derechos humanos y con perspectiva de género, se imparte a lo largo de
la escolaridad, incorporando información científicamente validada acorde a la edad y en consonancia
con las capacidades cambiantes de las niñas, niños, adolescentes y jóvenes (UNFPA , 2020). La ESI es
un proceso de enseñanza y aprendizaje basado en programas de estudios que abordan los aspectos cog-
nitivos, psicológicos, físicos, espirituales y socio históricos de la sexualidad (UNESCO, 2019). La Ley
26.150 adopta este enfoque para la educación sexual en la escuela.
2
En el contexto de este trabajo el término “profesorado” refiere a docentes, profesores y profesoras.
3
docentes. Estos resultados indican que todavía se asocia la educación sexual con la
gógico caracterizado como biologicista (Morgade, Báez, Zattara y Díaz Villa, 2011a;
Ramos, 2012).
Uno de los aspectos que se han estudiado con respecto a la puesta en marcha
investigaciones (Carbó, 2019; Chambers, 2014; Fainsod, González del Cerro y Zattara,
2014; Fretes, 2011; Morgade, 2016) denotan, que las y los docentes presentan en tér-
minos discursivos una fuerte preocupación porque la ESI estuviera presente en sus
proyectos educativos, sin embargo, su efectiva puesta en práctica depende en gran me-
dida de la voluntad del profesorado, dejando de lado el abordaje transversal que de-
berían compartir los conocimientos y prácticas entre todos los docentes, lo que
En su trabajo acerca del estado del arte sobre los estudios y las investigaciones
Los años transcurridos desde la promulgación de la Ley de ESI han estado pla-
anual de prevención de la violencia de género en todas las escuelas del país, la ley
educativa.
ción de la Ley de ESI en las prácticas de enseñanza y los cambios sociales y culturales
cómo se incorpora la ESI en esta institución educativa, los logros y dificultades que se
nidad educativa.
das históricamente y sedimentadas por una tradición cultural. Es en este contexto que
surge la inquietud por estudiar como la ESI se ha integrado a las prácticas educativas
3
En la Escuela Agrotécnica Eldorado, coloquialmente se denominan materias “del aula” aquellas que
son de Formación General y de Formación Científico – Tecnológica, que se desarrollan, mayormente,
dentro de las aulas del edificio escolar.
5
realizan en “el campo”4 y que son propias de la formación técnica específica. El desa-
rrollo de las prácticas tanto áulicas como de taller permiten develar como los y las
Quienes han investigado las prácticas escolares específicas de taller, han ob-
y mujeres, con imágenes naturalizadas que determinan los límites y las posibilidades
tareas que diariamente tienen lugar en estas clases, lo masculino aparece asociado a la
ciencia y la tecnología, así como en los trabajos riesgosos de taller, mientras que lo
supuesto de que “las alumnas” son más débiles y “emocionales”, disponiendo que “los
alumnos” realicen las actividades que son propias de la carrera técnica (Muñoz Onofre,
lares de la escuela, el equipo pedagógico está conformado por diversos perfiles docen-
tes, acordes a los campos formativos, una gran parte de los mismos son profesionales
4
Se denominan actividades de campo, aquellas que son de formación técnica específica de la escuela,
tales como vivero, tambo, granja, construcciones agrícolas, cultivos agrícolas y forestales, manteni-
miento de maquinaria agrícola, entre otras, que se llevan a cabo con modalidad de taller de campo.
5
La esencialización es el mecanismo por el cual se construyen juicios morales sobre el comportamiento
de las personas en base a características que se atribuyen a varones y mujeres y que funcionan como
indicadores de la esencia masculina y femenina (Muñoz Onofre, citado en Morgade, 2019).
6
industria de la madera), y técnicos y técnicas con capacidades disciplinarias y tecno-
docente, en las distintas disciplinas que forman parte del plan de estudios. Como con-
cos actuales sobre las sexualidades, y como consecuencia de ello, se parte del supuesto
tuvieron en su educación y desarrollo personal. Por otra parte, dentro del cuerpo do-
cente aún persisten discursos e imaginarios sobre los cuerpos, géneros, sexualidades y
esta investigación que intenta responder a las siguientes preguntas: ¿qué iniciativas de
ESI se han implementado en los espacios curriculares del ciclo básico de la EAE?
7
Estructura y contenidos del informe
para finalizar con los vínculos que establecen las y los docentes con la educación se-
conocimientos y prácticas que dieron origen a la ESI, los distintos enfoques con los
que se aborda la educación sexual en las escuelas, para terminar con los ejes concep-
para finalizar con las categorías de análisis construidas para este fin.
para centrarse en las peculiaridades del cuerpo docente como participe significativo
8
El quinto capítulo, da cuenta de los resultados de la investigación realizada
origen de las prácticas de ESI en la escuela, los antecedentes, actores y factores que
cular por la que optó la institución para implementar la ESI, las percepciones, compro-
capítulo finaliza con el planteo de logros y dificultades que se presentaron en los dis-
tima que el camino recorrido en este estudio permitirá seguir explorando y analizando
tivos que admitan a futuro institucionalizar y consolidar los logros alcanzados y deter-
OBJETIVOS
Objetivo general
cundaria argentina a través de un estudio en los espacios curriculares del ciclo básico
6
En el marco de este estudio se entiende por referentes educativos, a docentes, preceptores y precep-
toras y otro personal técnico que se relaciona con el alumnado dentro de la escuela.
9
Objetivos específicos
la implementación de la ESI.
4. Indagar los enfoques de educación sexual y estrategias que prevalecen en las prác-
5. Describir logros y dificultades que tienen los y las docentes de la EAE en relación
10
CAPITULO 1: ANTECEDENTES SOBRE LA IMPLEMENTA-
CIÓN DE LA LEY DE ESI EN LAS ESCUELAS
período 2005 a 2020, definiendo como criterio incluir investigaciones que hubieran
tinencia con el tema y problema explicitado, serán el eje de este estudio. Ellas son:
a la educación sexual dentro de las instituciones educativas, teniendo presente los mo-
delos como son enseñados estos contenidos, permitiendo encontrar antecedentes sig-
En su trabajo acerca del estado del arte, Gogna (2005) identifica los avances y
los principales “vacíos” en la producción local sobre las nociones de sexualidad y de-
11
nares como la Sexología, la investigación psicológica y psicoanalítica y el campo de
Por lo que se refiere a la educación sexual, Gogna concluye que es una temática
que debe investigarse más a fondo, considera que «sería sumamente importante explo-
tación de acciones en esta línea» (Gogna, 2005, p. 64). Del mismo modo, expresa la
dades de ES.
los y las jóvenes, resultan de interés para esta investigación los aportes de Wainerman
la Ley de ESI. El objetivo que guió el estudio fue aprovechar las experiencias espon-
táneas de educación sexual escolar para conocer los contenidos sustantivo – concep-
tuales e ideológicos en los que se sostienen, y los enfoques pedagógicos diseñados para
se encuentra una de corte confesional, que aboga por una sexualidad igualada con ge-
12
ideales de la conducta adolescente (Kornblit, Sustas y Adaszko, 2014b; Morgade,
En el otro extremo, Wainerman et al. (2008) sitúan una orientación que propi-
la propia vida sexual, a partir de contar con información amplia, veraz y no prejuiciosa,
equivalente al modelo “integral” propuesto por Aller Atucha (citado en Ramos, 2012)
o modelo “liberal”, que aportan una visión unificadora del ser humano y de la sexua-
lidad que incluye el enfoque de género, la consideración de los estereotipos y las de-
tóricos que contribuyen a construir las identidades sexuales, el rechazo de los vínculos
lado, enfatizan una educación de corte científico, biomédico, orientada a prevenir los
otro, una postura que promueve una educación que propicia el ejercicio de una sexua-
lidad responsable, que amplía el ámbito de la sexualidad para incluir aspectos vincu-
ejercicio autónomo.
escuelas (Di Leo, 2009; Faur et al., 2015; Fretes, 2011; Jones, 2009; Kornblit, Sustas
y Di Leo, 2014c; Meinardi et al., 2008; Morgade, 2006; 2011c; Ramos, 2012; Vicenti
y Azpiroz, 2017; Villa, 2005; Wainerman et al. 2008) dado que se priorizan contenidos
13
referidos a la corporalidad, el embarazo, infecciones de transmisión sexual (ITS), «por
lo general desgajados de las emociones o las relaciones humanas que le dan sentido al
uso del cuerpo biológico»( Morgade, Báez, Zattara, y Diaz Villa, 2011a, p. 37), al
mismo tiempo, la educación sexual se centra en los problemas de salud definidos ex-
clusivamente desde el mundo adulto (Di Leo, 2009; Morgade, 2011c). Estos datos re-
miten a posturas que luego las y los jóvenes internalizan relacionando la sexualidad
con el riesgo y como algo negativo, que ocasiona problemas en la salud (Faur et al.,
2015; Fretes, 2011; Ramos, 2012; Sustas, 2014b; Villa, 2005). Las y los docentes que
adscriben a este modelo presentan como rasgos predominantes la apertura con relación
de los y las adolescentes se aceptan como una realidad palpable y asociada a riesgos
tales como el embarazo no deseado y las ITS. Junto a esta apertura, se presenta en un
segundo plano «la matriz dual de valoración del amor y rechazo del placer sexual»
jóvenes, las razones que se dan para hablar de sexualidad en el ámbito escolar, qué
temas han abordado con el profesorado, de qué manera lo hacen, y cuáles son los desa-
fíos que plantean a la educación sexual escolar. La anatomía y fisiología de los siste-
son los temas prioritarios, quedando afuera aquellos aspectos que están relacionados
con el deseo, el placer, la afectividad y las relaciones humanas, a su vez se deja de lado
«toda referencia a los efectos “deseados” o “deseables” que una sexualidad rica y sana
14
Para Jones (2009) la centralidad de estas temáticas tanto en el aula como en los diálo-
gos se entienden desde cuatro fenómenos que están estrechamente vinculados entre sí:
mente Educación para la Salud han sido tradicionalmente las habilitadas para el abor-
daje de la sexualidad en el aula; esta asociación directa, está influenciada por un enfo-
que biomédico de riesgo o modelo preventivo (Jones, 2009; Kornblit et al., 2014c;
Morgade, Ramos, Román y Zattara, 2011b; Ramos, 2012) con el que generalmente se
los y las jóvenes estudiantes de la escuela media» que dio origen al libro: Toda educa-
ción es sexual: hacia una educación sexual justa, realizada por el equipo coordinado
por Graciela Morgade (2011c). En esta investigación se propusieron indagar los dis-
cursos hegemónicos sobre las sexualidades femeninas y masculinas que están presen-
corporal biologicista, sexista y heteronormativa, centrada en los adultos. Para las au-
15
significar una forma de “cuidar de” en un sentido subjetivante sino más bien una de
las formas del temor o, aún más, del terror frente a los efectos “no” deseados de algunas
debe “dominar” y “disciplinar” si se pretende ser realmente humano (Faur et al., 2015;
Morgade et al., 2011a). Por otra parte, en este trabajo y en otros, se manifiesta que,
de la sexualidad (Kornblit et al., 2014c; Meinardi et al., 2008; Morgade et al., 2011b).
Desde esta perspectiva, recurrir a la expertez, como signo académico legitimo implica
las y los docentes sobre la educación sexual. Tal como lo explicita Morgade et al.
como fuente de conocimiento; al mismo tiempo, es difícil reconocer que “no se sabe”
algo. En ese “no saber” aparece un “no poder” desde una perspectiva subjetiva. Sen-
tirse desbordado y desbordada, no saber cómo dar una respuesta coherente a los múl-
tiples interrogantes, o dar una respuesta de compromiso por temor a recibir sanciones,
son situaciones que las y los docentes pueden llegar a estar expuestos y las evitan de
16
Al respecto Kornblit et al. (2014c) al investigar las miradas de las y los docen-
tes sobre la sexualidad, manifiestan que el profesorado muestra temores a dar respues-
cias, es decir, recibir preguntas o inquietudes por parte de sus estudiantes que no se
han planteado para sí mismos, o para las que no tienen respuestas, ponen de manifiesto
«que no se cuenta con el supuesto saber que ellos mismos descuentan que deberían
tener, sin poder o querer blanquear el desconocimiento o la duda» (pp. 39 – 40). Para
estos autores, los temores pasan por el cuestionamiento de cuál es el grado de con-
fianza que puede darse entre docentes y estudiantes que permita integrar la afectividad,
sin ser invadidos e invadidas por las diferentes manifestaciones que ello conlleva, al
habilidades necesarias para verbalizar los sentimientos, las necesidades y los proble-
mas.
emociones, el placer, los valores, la amistad, el amor o los roles atribuidos a los dis-
tintos sexos, no han estado presentes en la agenda de la educación sexual. Es por esto
más holístico, que motive a las personas para pensar críticamente respecto a las pre-
sexualidad como una construcción continua que se asienta en una perspectiva de dere-
chos y de género, dando respuesta a este llamado a la acción (Chambers, 2014; Faur
et al. 2015; Jones, 2009). El enfoque de educación sexual integral, al mismo tiempo,
17
sexualidad sea un elemento valorado en la construcción de la subjetividad de los y las
Por lo que se refiere al abordaje de los cinco ejes conceptuales de la ESI, Faur
desafíos de la implementación de la Ley (2008 – 2015), manifiestan que los y las do-
centes reconocen incorporar mayormente en la escuela algunos ejes con los que se
sienten más cómodos y familiarizados, dejando de lado aquellos que les resulta más
complejos y por los cuales sienten ciertas resistencias. Los resultados de la investiga-
educativo institucional (90%), seguido por el eje de derechos (87%), luego di-
Estos datos son coincidentes con los resultados expuestos por Carbó (2019).
En este contexto, Faur et al. (2015) denotan que el eje de cuidado del cuerpo y la salud
aparece como una versión renovada del enfoque preventivo, con el que tradicional-
se vincula con las demandas sociales y las transformaciones legales y el debate público
rec (2018) encontraron una diferencia abismal entre los saberes científicos “esperados”
Esta realidad invita al profesorado a revisar las maneras en las que se realiza la
educación sexual, y también la forma en que las y los jóvenes se apropian de este
han encontrado, una mixtura en el uso de estrategias, unas centradas en el cuerpo do-
buzón para recoger inquietudes y temas de especial interés de los estudiantes, son uti-
por parte de expertos (Chambers, 2014; Di Leo, 2009; Hernández y Reybet, 2007;
Meinardi et al., 2008; Morgade, 2011c; Villa, 2005; Wainerman et al., 2008). Aun
cuando estos métodos tienen buenas intenciones, no se tiene en cuenta el carácter in-
y científico de la ES, para la prevención de riesgos, son las más proclives a utilizar
7
Se entiende por dispositivos de enseñanza aquellos espacios, mecanismos, engranajes, actividades o
procesos que facilitan, favorecen o pueden ser utilizados para la concreción de un proyecto de educación
sexual.
19
estrategias pedagógicas menos participativas, como charlas o clases magistrales con
presentación de casos, fotos y vídeos educativos, por el contrario, las escuelas que
adoptan un modelo liberal o una perspectiva integral de la ES, recurren con más fre-
Hay que hacer notar que, pocos de los y las docentes o profesionales de la salud
zada, y muchas veces poco significativa para el estudiantado. Por otra parte, la parti-
arriba hacia abajo, sin tener en cuenta las necesidades e inquietudes de los pro-
que adhieren las instituciones educativas. En las escuelas que ponen en práctica pro-
manera, en estas instituciones hay una cultura institucional, de la que participan diver-
En tanto que Fretes (2011), Chambers (2014) y Carbó (2019) encontraron que
tando que en las instituciones educativas se da un enfoque sesgado, limitado a las áreas
de las Ciencias Biológicas, puesto que son consideradas como las únicas habilitadas
Plaza (2015) manifiestan que en las escuelas se está educando constantemente sobre
sexualidad, en forma implícita o explícita, a los estudiantes se les dice lo que se espera
jante, en las instituciones educativas opera un “curriculum oculto”8, que se vincula con
8
El curriculum, en un sentido amplio, es un plan de construcción y formación inspirado en conceptos
articulados y sistemáticos de la pedagogía y otras ciencias sociales afines, que se ejecutan en un proceso
efectivo y real llamado enseñanza. Para Posner (2008), en la realidad escolar, se observan cinco tipos
de currículos que discurren simultáneamente: el curriculum oficial, que se encuentra explícito en los
documentos formales; el curriculum operacional, que se está incorporado en las prácticas de enseñanza
reales; el curriculum oculto, que son normas institucionales y valores no reconocidos abiertamente por
el profesorado y autoridades escolares; el curriculum nulo, refiere a temas de estudio no enseñados; y
el extracurrículo, que son experiencias externas al curriculum formal.
La denominación de curriculum oculto, se origina a partir de estudios etnográficos realizados en centros
estudiantiles de Estados Unidos por el pedagogo Phillip W. Jackson a partir de 1960. Este investigador,
observó en las escuelas un conjunto de interacciones y condicionamientos que regulan y controlan la
vida escolar y que no figuran en los programas prescriptos oficiales, a estos fenómenos educativos im-
plícitos, los denominó “curriculum oculto” (Bertín Mardel, 2009; Cisterna Cabrera, 2002). Sin entrar
en una definición estricta, Jackson (1994, p.73) enmarca este fenómeno de la siguiente manera: «la
multitud, el elogio y el poder que se combinan para dar un sabor específico a la vida en el aula forman
colectivamente un curriculum oculto que cada alumno (y cada profesor) debe dominar para desenvol-
verse satisfactoriamente en la escuela».
Las lecciones que este curriculum enseña reside en la comprensión de lo más profundo de la vida esco-
lar, permite develar los hechos que allí ocurren al involucrar aspectos que se relacionan con la selección
de contenidos de enseñanza, la asimilación de las normas que rigen en la comunidad escolar, las expec-
tativas de aprendizaje del alumnado, los roles sexuales, estereotipos, prejuicios y discriminaciones re-
lacionadas con el género, comportamientos “apropiados” para el estudiantado, la distinción entre
21
las formas organizacionales, los tipos de vínculos que se promueven entre quienes
última década, han producido categorías que permiten identificar formas en las que, a
Desde esta perspectiva, esta autora remarca, la importancia del “curriculum nulo”, «los
silencios sistemáticos que hablan» (Morgade, 2019, p. 25), pues las instituciones edu-
cativas no son neutrales desde la perspectiva de género, sino que tienden a reproducir
actividades y juego, quien tiene derecho de tomar decisiones, para quien y qué clases de conocimientos
son considerados legítimos; así también incluye las acciones del profesorado y la internalización de la
cultura de la sociedad en que se enmarca la institución educativa (Cisterna Cabrera, 2002; Giroux y
Purpel, citado en Posner, 2008).
A partir del desvelamiento y explicitación del curriculum oculto, las instituciones educativas toman
consciencia sobre el conjunto de operaciones simbólicas que ocurren en las escuelas en forma simultá-
nea al proceso formal y explícito de la enseñanza. En este tenor, Cisterna Cabrera (2002, p. 51) define
al curriculum oculto como «un sistema de mensajes implícitos, por el cual el sistema escolar y sus
instituciones tienden a entregar particulares representaciones, visiones e interpretaciones del conoci-
miento escolar, que en conjunto pueden expresar sesgos, prejuicios, discriminaciones y estereotipos,
bajo los cuales subyacen determinadas orientaciones ideológicas».
.
22
sexual” y que su sentido principal es preservar una parte importante del orden
a las que arriba este autor al estudiar los estereotipos de género que se presentan en las
las experiencias de género de los varones, es decir «la experiencia de género es perci-
bida como subjetivante para las mujeres pero no para los varones» (Villa, 2005, p. 71),
cio de poder y la violencia de varones a mujeres y de los varones entre sí, que se dan
en la relación pedagógica.
miento profesional del profesorado, a partir de revisar el currículo oculto, Plaza (2015)
identificó y caracterizó numerosas creencias que poseen los y las docentes sobre se-
expresan a través del curriculum oculto escolar. En este sentido, la importancia radica
en el hecho de que las creencias que posee el cuerpo docente sobre sexualidad y género
toman a la hora de hacer sus planificaciones o acciones en las prácticas escolares. Del
mismo modo, Morgade (citada en González Gómez, 2015) expresa que, las y los estu-
diantes aprenden aspectos sobre si mismos de forma implícita o explícita, durante las
interacciones que sostienen con sus docentes, estos aprendizajes les van mostrando
23
En este sentido Plaza (2015) destaca que:
educación sexual, sin embargo, en todo momento, dentro del aula, en los pasi-
Por lo tanto, esta autora expresa la necesidad de abrir espacios para la imple-
chas creencias por parte del profesorado, siendo un primer paso para la vigilancia y la
(2011c) expone que quienes asumen el reto de educar en sexualidades, deben en pri-
cuelas que comparten el diagnóstico de que la ESI es aún hoy una asignatura pendiente
las.
ciativas de educación sexual en los años sesenta, en el que se exponen las iniciativas
24
que formaron parte de las políticas públicas o proyectos de instituciones privadas que
modos en que se pensó a las y los jóvenes y cómo se diseñaron estrategias para for-
marlos en estos temas. Este artículo describe el contexto en el que surgieron estas ex-
mitad del siglo XX, haciendo consideraciones sobre género, sexualidad y juventud,
radigma de lo deseable y lo normal en este campo» (Felitti, 2009, p. 16). En esta etapa,
pese al interés de regular todas las prácticas sociales, el Estado argentino tuvo una
conducta ambivalente, si bien desarrolló algunos programas piloto, no originó una po-
lítica a largo plazo para la educación sexual. Esta situación condujo a que la misma
ción sexual. Claro está que, «estas acciones resultaron insuficientes para dar una res-
puesta contundente a la demanda social en estos temas» (Felitti, 2009, p. 17). Todo
estudio referido a la educación sexual debe recurrir al pasado, para comprender los
lidad en América Latina y el Caribe realizado por Camacho – Hübner y Bautista, bajo
ofrece una mirada evolutiva y crítica de los marcos legales que sustentan la educación
25
sexual integral, identificando las modalidades formativas predominantes, los recursos
los países de América Latina y el Caribe (ALC) y analiza las oportunidades y desafíos
Entre las conclusiones a las que arribaron las autoras, indican que la situación de
caso de Argentina y Colombia, que cuentan con una Ley específica en ES, mientras
progresos.
donde la Educación Sexual Integral es considerada como un derecho humano; sin em-
bargo, aún restan muchos desafíos para lograr su implementación, lo que hace que
persistan obstáculos sustantivos para que la ESI se incorpore al proceso educativo in-
Morgade et al. (2011a) y Camacho – Hübner et al. (2013) manifiestan que la apro-
bación de la legislación existente en los distintos países estuvo a cargo de grupos po-
dad civil, en especial grupos feministas, de mujeres, jóvenes y docentes por la aproba-
26
largo de este proceso, se destaca la presencia de grupos opositores religiosos y laicos
al., 2013).
para establecer la calidad del proceso educativo que se ofrece y orientar futuras estra-
ria.
de este, pero con contenidos restringidos, parcializados, que no reflejan el marco con-
Faur (2018a), en el que se da a conocer los resultados de una investigación que surgió
como iniciativa de la oficina regional del Fondo de Población de las Naciones Unidas,
UNFPA-LACRO, como parte del plan de trabajo del programa regional para el forta-
ESI durante el período comprendido entre la sanción de la Ley, año 2006 y el año
27
2016. El estudio se realizó en cuatro provincias argentinas: Buenos Aires, Misiones,
implementación, la modalidad de gestión del Programa ESI y la relación con las pro-
proceso de implementación, todo ello, desde la perspectiva de las y los actores de las
tión las provincias nombraron referentes a cargo del PESI en sus territorios. La cons-
sitivos de formación producidos desde el nivel central. Con el paso del tiempo, y la
compartir y reflexionar sobre las “buenas prácticas” que se desarrollan en las distintas
escuelas en torno a la ESI, lográndose establecer una línea de base respecto a la inte-
28
La implementación de la ESI en las provincias es aún heterogénea y los avances
cuenta de la capacidad que han tenido los grupos conservadores para obstacu-
lizar la implementación de esta política o bien para intentar alterar los princi-
Una investigación reciente realizada por Faur y Lavari (2018), acerca de las
Escuelas que enseñan ESI: un estudio sobre buenas Prácticas Pedagógicas en Edu-
tal de cinco regiones del país: Centro, Noreste, Noroeste, Cuyo y Patagonia, describe
Interesa para este estudio, la tipificación que elaboraron estas autoras respecto
a las buenas prácticas pedagógicas (BPP) de ESI que se realizan en estas escuelas: 1)
9
LCB: Lineamientos Curriculares Básicos
29
promovida por las dos estrategias antes mencionadas, de manera integral, estas prácti-
cas potencian las experiencias y producen un salto cualitativo respecto a las demás.
Las y los actores de estas escuelas estudiadas, perciben que se encuentran en un pro-
ESI. A pesar de este patrón común, las escuelas que presentan buenas prácticas mixtas,
tenor, Faur y Lavari (2018), manifiestan que para que se desarrollen buenas prácticas
ESI, los estudios que considero relevantes para esta investigación son aquellos presen-
tados por Morgade et al. (2011a), Kornblit et al. (2014a), Faur (2018a) y Wainerman
debates que se esgrimieron, evidenciando la compleja relación entre las políticas edu-
tiempo, estas autoras y autores exponen las ideas y los valores acerca de la sexualidad
30
ligiosas, que se pusieron en escena en el momento de su reglamentación. Exponen una
síntesis de los LC y contenidos de ESI para los distintos niveles del sistema educativo
2010, p. 69).
la Ley.
cas relacionadas con la ESI a las distintas iniciativas que surgen para abordar
ría en la que se relaciona a los y las docentes y su vínculo con la educación sexual
10
El INADI es el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo. Es un orga-
nismo descentralizado cuyo objetivo es combatir toda forma de discriminación.
31
Para empezar, cabe destacar las actividades que el PESI del Ministerio de Edu-
ejecutó un curso virtual en el año 2008 que estuvo dirigido a docentes de nivel secun-
dario y en años sucesivos (2009 y 2010) a docentes de los otros niveles de formación
vención; y d) educación sexual en la escuela, todos temas relevantes que están inclui-
dos en los LC de ESI. A partir de esta capacitación surge una investigación que, a
través del análisis de la participación de las y los docentes en los foros virtuales y el
Las conclusiones a las que arribaron este equipo de investigación muestran que
las propuestas teóricas abordadas en los cursos, retomaron en muchos casos concep-
ciones que los y las docentes ya contaban a partir de la asimilación de los cambios de
la época en relación con la sexualidad, sin embargo, percibieron que aún persisten
ción con la temática de género, indican que persiste cierto ocultamiento acerca de las
asimetría del poder. Por otra parte, dentro del cuerpo docente, la aceptación de las
Según este equipo investigador, muchos de las y los docentes que participaron
32
condición necesaria para un abordaje integral de la sexualidad que va más allá de lo
gación concluye que estos cursos tuvieron una alta aceptación, puesto de manifiesto
han constituido en una herramienta para la toma de decisiones y una fuente permanente
de revisión y reflexión de las prácticas en relación con las metas planteadas y las ac-
ciones ejecutadas. En este contexto, Faur et al. (2015) desarrollaron una investigación
que abarcó los años 2014 y 2015, cuyo objetivo fue analizar la implementación de la
Educación Sexual Integral en Argentina, focalizando en dos etapas del proceso del
en las escuelas, tiempo después de atravesada esta capacitación. Los resultados de esta
cuerpo docente frente a los contenidos de la ESI. Las autoras manifiestan que las y los
33
docentes antes de la capacitación, con escasas excepciones, tenían un desconocimiento
sobre la Ley y los LC de la ESI, a su vez, no asociaban a esta como una política edu-
cativa obligatoria que se tiene que desarrollar en las escuelas tanto públicas como pri-
vadas. La noción generalizada del colectivo docente, era que la decisión de dar conte-
nidos de ESI en las escuelas, constituía una decisión autónoma de cada docente o di-
que la ESI puede afectar las planificaciones áulicas, esta dificultad indica la noción de
que la educación sexual debe ser impartida por especialistas sin afectar la programa-
ción de las asignaturas y la lógica escolar; b) «resistencia de tipo moral», alude a una
proponen los LC; c) «resistencia por temor a las familias», se percibe como amenaza
las posibles críticas por parte de los padres, en caso de que la escuela ofrezca perspec-
tivas que las familias no comparten, esta dificultad se expresa especialmente en do-
los cuales no se sienten capacitados (Faur et al., 2015, pp. 17 – 18). Para estas autoras,
y en coincidencia con otras y otros (Kornblit et al., 2014c; Morgade, 2011c; Sánchez,
34
siempre se educa en sexualidad, a través de mensajes que se producen cotidianamente,
ducido por la Oficina Regional de América Latina y el Caribe del Fondo de Población
de las Naciones Unidas (UNFPA) expresa que «se capacitó a un total de 167.533 do-
directivos por parte del Estado Nacional. Estas investigaciones muestran, por un lado,
el valor que las y los docentes y equipos directivos otorgan a la formación en ESI,
considerándolas fructíferas tanto en el nivel personal como profesional. Por otro, los
rechos, género, diversidad, cuidado y afectividad» (Faur et al., 2015, p. 125); del
rizado con los LC de la ESI y se comprometieron con la propuesta. Por otra parte, ha
licas a partir de la capacitación (Faur et al., 2015; Faur, 2018a; Kornblit et al., 2014a).
Por lo que se refiere al valor de las capacitaciones en ESI, se visualiza que los
y las docentes de nivel inicial y primario, evalúan todos los aspectos de esta de manera
más positiva que aquellos educadores pertenecientes al nivel secundario. Faur et al.
35
(2015) manifiestan al respecto que, estas diferencias pueden deberse a la complejidad
del nivel, más que a la capacitación en sí misma. Así pues, explorar esta hipótesis
Schiavoni et al. (2010) exponen que, la misma se desarrolló desde que se inició el
debate en torno a la ESI, sin embargo, esta capacitación ha sido disímil en cuanto a los
les, entidades religiosas, hasta instituciones universitarias, los criterios utilizados han
las investigaciones realizadas por Chambers (2014) y Fainsod et al. (2014) denotan
p. 30) expresan que el interés del profesorado en inscribirse a los cursos de educación
cuestionamientos previos».
nera temprana y logró consolidar una red de alianzas con distintos organismos
con otros organismos del Estado provincial. También, se vincularon a las redes
36
En relación con las concepciones que posee el sector docente misionero sobre
la sexualidad, se destaca el trabajo de Ramos (2012) quien realizó un estudio sobre las
sexualidad que sostienen» (Ramos, 2012, p. 39) y que se ve reflejada en las prácticas
dose como educadores sexuales; no obstante, habilitan en sus clases, a partir de las
gando esta tarea a expertos que tienen una formación particular, como profesionales
de la salud o profesores y profesoras que dictan materias específicas que son más afines
con la temática. Los resultados de esta investigación coinciden con aquellos realizados
En cuanto a las posturas que tienen las y los docentes respecto a la ES se en-
cuentran, en primer lugar, las que relacionan a la misma con el mantenimiento y trans-
socialmente aceptados, que los acompañen en sus vidas; y, en segundo lugar, quienes
variables que le dan un amplio espectro de variantes. Las y los docentes de este estudio
37
práctica docente con la del educador para la sexualidad y sostienen que educan todo el
vas de nivel Superior en Eldorado - Misiones. Esta autora manifiesta que la ESI es
brinda (…) han sido adoptadas por algunas y algunos docentes comprometidos, casi
como un acto de mera voluntad» (Sección Resumen, párrafo 2). Por otra parte, expone
que el cuerpo docente, reclama mayor formación que permita dar operatividad a la
Ley, puesto que perciben que la capacitación ha sido escasa y puntual, al mismo
el currículo por parte del Estado, teniendo presente que, cuando se abordan estas te-
contexto escolar, al reconocer que el discurso oficial determina aquello que debe ser
2016).
profesorado, perciben que no tuvieron una formación para asumir la tarea de educar
38
dificulta. Cabe destacar que, en el ámbito específico de la formación docente, es im-
saberes sobre esta temática y tomar consciencia de sus propias ideas y representaciones
las informaciones y orientaciones a realizar en el plano educativo, que sin duda lleva
en los Institutos de Formación Docente estudiados, los y las docentes, manifiestan que
Cada quien hace lo que puede desde el espacio que le toca y se espera que las
sujeto político y social del colectivo docente, como la responsabilidad ética por
estudiantes de la escuela media. Posadas, Misiones, expone que las y los docentes, en
39
han logrado incorporar el enfoque integral que la Ley de ESI propone. Esta autora
expone que:
Los docentes no han internalizado aún estas perspectivas en sus actos y son
utilizar. «Se sigue suponiendo que el conocimiento se imparte desde el cuerpo docente
cios, tabúes, pudor, vergüenzas y nociones de género, limitaciones que actúan como
barreras epistemológicas para la educación sexual (Carbó, 2019; Faur et al., 2015;
Kornblit et al., 2014c; Morgade, 2011c; Sánchez, 2017; Yurec, 2018). Otra dificultad
que tiene el profesorado a la hora de enseñar ESI, tiene que ver con no poder precisar
cioafectivo de las niñas, niños y adolescentes, expresando que «dado que el “exceso
de información” puede ser tan “perjudicial” como la falta de ella» (Kornblit et al.,
contradicción con las creencias y los valores de las y los docentes, generando tensiones
adicionales entre ellos y ellas (Faur et al., 2015; Kornblit et al., 2014c; Morgade,
ciones que no impongan los contenidos en forma vertical, sino que se establezcan a
través del dialogo e intercambio entre docentes y estudiantes (Di Leo, 2009; Faur et
al., 2015; Fretes, 2011). En este sentido, se requiere espacios de reflexión dentro de la
comunidad educativa, para analizar sus alcances y posibilidades y cuestionar las pro-
Aparte de estas tensiones, el cuerpo docente denota que, hay situaciones com-
plejas que irrumpen en la escuela para las cuales no sienten que poseen los recursos
necesarios para dar las respuestas adecuadas. Entre estas se mencionan tensiones sobre
fantil, pero también el hecho de que la sexualidad de las y los jóvenes cobre estado
público mediante videos reproducidos en las redes sociales. Se trata de situaciones que
entran en la escena escolar y que, al igual que otras muchas, solían silenciarse en estos
ámbitos (Faur et al., 2015; Yurec, 2018). De ahí la necesidad de desarrollar un abordaje
institucional integral, en el cual la escuela asuma un enfoque que respete los derechos,
trabajo con las familias, puesto que se parte del preconcepto que ellas se oponen a que
la escuela asuma esta tarea, porque se considera que la perspectiva de la ESI entra en
contradicción con la cultura y los valores familiares. Este dilema se inscribe en la pre-
gunta acerca de a quien le compete la educación sexual, si a las escuelas o a los padres
y madres (Faur et al., 2015: Kornblit et al., 2014c, Wainerman et al., 2008).
41
Para consolidar la implementación real de la ESI, Faur et al. (2015) aportan
una serie de recomendaciones que podrían ser objeto de consideración en las institu-
los proyectos educativos y el trabajo sostenido con las familias; 2) ampliar y profun-
ción entre los distintos ejes conceptuales y los abordajes que estos suponen en el pro-
de mayor complejidad tales como género y diversidad sexual; violencia y abuso se-
los docentes por parte de los equipos provinciales; y 5) desarrollar campañas para la
blece entre los y las docentes con la educación sexual. Estas investigaciones dan cuenta
del recorrido transitado hasta lograr que la ESI forme parte de los proyectos educativos
nes que se realicen respecto a la temática y, por ende, para esta tesis. No obstante, se
42
técnica y específicamente en la EAE, siendo un área de vacancia necesaria para evaluar
43
CAPITULO 2: REFERENTES CONCEPTUALES
en este campo tanto a nivel nacional como en la Provincia de Misiones, los enfoques
tancia de la transversalidad, para hacer cumplir los cometidos de la Ley 26.150 y sus
propósitos formativos.
públicos, de gestión estatal y privada. «La aprobación de esta ley retoma compromisos
reproductiva, los problemas relacionados con las ITS, el aumento del embarazo ado-
importante destacar la relevancia de establecer una ley de educación sexual, pues «las
bates los que evidenciaron la estrecha relación entre las políticas educativas, los dere-
chos de los ciudadanos y las familias, especialmente en torno a quien debía impartirla,
desde que edad, en qué nivel educativo se implementaría y qué contenidos debían
44
abordarse, lo que demandó un consenso entre diferentes posturas ideológicas, que en
un principio parecían irreconciliables. El debate opuso a los actores que estaban a favor
público y lo privado, exigiendo respuestas sobre los principios que garantizan una edu-
cación democrática, que contempla la libertad de los individuos a decidir sobre su vida
sexual, y el interés público por las consecuencias sociales, políticas y culturales del
objetivos y prácticas fueron reunidos bajo ese nombre. Es así como la circulación de
11
Michael Reiss (citado por Wainerman et al., 2008, pág. 28) indagó sobre las posiciones filosóficas
que sustentaban los materiales utilizados en la educación sexual en los años noventa en el Reino Unido,
encontró dos posturas contrapuestas: las “restrictivas” y las “permisivas” organizadas en función de las
respuestas de quien debe impartir la educación sexual, a qué edad debe iniciarse y cuáles deben ser sus
contenidos. Las posturas restrictivas, vinculadas con las instituciones religiosas, consideraban a la se-
xualidad unida al matrimonio y a la reproducción, la educación sexual debía ser definida por los padres
en función de las creencias religiosas y guiada por el principio de abstinencia. Por el contrario, las
posturas permisivas, consideraban a la sexualidad como propias de la realización personal y parte de
los derechos de los ciudadanos que el Estado debía garantizar. Este antagonismo es debido a dos cos-
movisiones diferentes, la “esencialista”, que supone la existencia de una naturaleza sexual inmutable,
y la “constructivista”, que entiende el orden sexual como un proceso social, histórico y cultural.
45
sexual (Boccardi, 2008). Cabe destacar que, la ES existió desde siempre en forma ex-
de comportamiento, mitos, tabúes, normas y valores que cada grupo o sociedad adju-
Una mirada histórica da cuenta de los recorridos transitados de la ES, las di-
versas áreas de estudio ofrecieron variadas perspectivas a través del tiempo, motivadas
de la religión, enfatizando en los tabúes, con la prohibición del placer y la culpa; los
aportes desde la educación y las leyes, reforzando el control social de una sociedad
patriarcal, con roles estereotipados inamovibles y con una doble moral instituida como
natural. No está demás aclarar que, los saberes actuales sobre la sexualidad y ES, no
hubieran sido posibles si a los aportes de las Ciencias Biológicas, no se hubieran in-
12
La palabra “venéreo” viene del latín venereus, significa perteneciente o relativo a la Venus (Diosa del
amor, de la belleza y la fertilidad en la mitología romana). La enfermedad venérea, es una denominación
genérica de los cuadros patológicos infecciosos que se contraen y transmiten por contacto sexual.
46
en las que se describían la anatomo-fisiología de los sistemas reproductores femenino
nes jóvenes antes del matrimonio y la prostitución (Felitti, 2009; Santos, 2007).
Por la misma época, Raquel Camaña13, postulaba una educación integral e in-
dad, «halló en la educación sexual la clave formativa de una escolarización que tuviera
más que ver con la vida» (Southwell, 2015, pág. 120). En ese contexto, sugirió imple-
controlar la fertilidad, la lucha por los derechos de las minorías, los movimientos de
liberación de la mujer y la revolución sexual, marcaron hitos que abrieron cauces para
Baso, 2018; Wainerman et al., 2008). El cambio dio lugar a nuevas pautas de compor-
13
Raquel Camaña, nació en Buenos Aires en 1883 y falleció en la misma ciudad, en 1915. Tuvo una
presencia destacada en numerosos eventos oficiales que vinculaban la preocupación por la higiene, los
comportamientos sociales y humanos, el lugar social de la mujer y el rol que jugaban las instituciones
educativas para estos problemas. Participó en el Primer Congreso Femenino del Comité Pro-Sufragio
Femenino realizado en 1907, con una destacable actuación. En 1910, concurrió al Congreso de Higiene
Escolar que se realizó en París, llevando la representación del gobierno argentino. Camaña es conside-
rada como la precursora de la Educación Sexual en el mundo (Southwell, 2015).
47
tensión «el modelo de la domesticidad que colocaba a las mujeres en el ámbito privado
pleno derecho» (Felitti, 2009, p. 3); al mismo tiempo, cuestionaban la doble moral
sexual tanto para varones como para mujeres y la legitimación de la búsqueda del
placer y satisfacción sexual para ambos, incluso fuera del matrimonio (Wainerman et
destino sino una potencialidad y libre opción de la mujer y de la pareja» (Cerruti Basso,
nes en los programas educativos. En este contexto, la ES era considerada una necesi-
dad que debía ser cubierta por las escuelas, dado que se estimaba que los padres, a
ción para la salud. En este sentido, Felitti (2009) manifiesta que, en aquella época,
(…) también hubo escuelas que incluían en sus programas contenidos de edu-
cación sexual, a pesar de no contar con el aval de un programa o una ley nacio-
nal. Es decir, se podía actuar por convicción y de acuerdo con criterios parti-
culares, sin que una ley lo prohibiera, pero se carecía también de una política
48
En la década del setenta, mientras que en otros países se gozaba de ideas per-
época se reafirmó la moral sexual católica, los valores tradicionales, se asumieron po-
mas de ES, a través del cine, desde la necesidad del autoconocimiento y del conoci-
miento del otro, «desde el valor positivo de la vida» (Felitti, 2009, p. 14), utilizando
metodologías participativas, creativas y con una activa intervención de los padres (Ra-
mos, 2012).
16). A pesar de ello, el Estado Argentino mostró conductas ambivalentes sin proponer
políticas a largo plazo de ES, llevando a que la misma quedara en manos privadas y
encarnadas en sujetos concretos y que el mayor protagonismo fuera asumido por pro-
En los años ochenta del siglo pasado, en diversos países, el SIDA politizó el
esta como vía para combatir la epidemia, al mismo tiempo, al reactivarse el temor ante
14
Se puede considerar al Pastor Luis Parrilla como el primer educador sexual reconocido en la Argen-
tina, tuvo un enorme prestigio por los sistemas modernos de enseñanza que empleaba. Fue asesor en el
Departamento de Información y Educación responsable de la Asociación Argentina de Protección Fa-
miliar (AAPF) (Aller Atucha, Educación sexual, 2006).
49
la sexualidad se potenció las posiciones conservadoras, reforzándose la consciencia
1994 y Beijing en 1995, que se comenzaron a delinear prioridades acerca de las pro-
lud sexual y reproductiva (Kornblit et al., 2014a). En este contexto «la Conferencia
pectivas» (Camacho – Hübner et al., 2013, p. 18). En el marco del crecimiento de las
En Argentina, el debate sobre el tema se instaló a partir del año 2001, tímida-
mente en un inicio, pero ganando espacios de discusión entre los años 2002 al 2006
(Wainerman et al., 2008). Fue recién en 2002 – a partir de la presión de las organiza-
ciones de mujeres – cuando se sancionó la Ley 25.67315, que obliga al Estado a desa-
diversos actores que integran el sector educativo (Kornblit et al., 2014a). En el año
15
LEY NACIONAL 25.673, Creación del Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación respon-
sable.
50
2003, la mencionada ley creó también el Programa Nacional de Salud Sexual y Pro-
llevarla a la práctica no fue sencillo, por tal razón fue necesario crear un marco nor-
el derecho de los padres y madres de brindar una educación sexual según sus valores,
sobre todo de orden religioso (Kornblit et al., 2014a; Wainerman et al., 2008). Es por
esto que, se hizo necesario legislar sobre ES en las escuelas con el propósito de afianzar
Hasta el año 2006 no existió una legislación nacional que permitiese planificar
fijaron los LC de la ESI, para todos los niveles de enseñanza, y los propósitos forma-
tivos. Esta ley reconoce el derecho de los y las estudiantes desde el nivel inicial hasta
51
La sanción de esta Ley se inscribe en una política nacional más amplia de salud
y conductas (Camacho et al., 2013; Wainerman et al., 2008). De esta forma la ESI se
ubica en un ámbito de derechos humanos, del mismo modo, enfatiza en los conceptos
los, valor de los afectos y emociones, cuidado del cuerpo propio y de otros y otras, la
al., 2013).
sencillo, se presentaron una diversidad de situaciones que dan cuenta de las significa-
piarse de los principios que establece la Ley Nacional, evidenciándose una imposibi-
lidad de instrumentar estrategias para hacer cumplir la misma (Schiavoni et al., 2010).
Como ejemplo de esta situación, se presentaron tres proyectos de ley, que dan cuenta
lares con niños, niñas, adolescentes y jóvenes en los establecimientos educativos, re-
fiere a las diferentes dimensiones de la sexualidad, sin incluir una dimensión legal que
contemple los derechos sexuales. Por otra parte, establece que los agentes habilitados
52
para impartir la ES sean únicamente profesionales de la salud, excluyendo a docentes
educación pública estatal. El segundo proyecto, incluye, por un lado, aspectos relacio-
et al., 2010).
minado “Ley Provincial de Educación Sexual Integral”, Nº 4410/07. Esta ley presenta
tación docente se apela al Ministerio de Salud Pública como principal referente, lo que
53
En este contexto, la referente de ESI de Misiones expone que cuando se co-
menzaron a difundir los LCB de la ESI, se enfrentaron con varias resistencias, espe-
provincia.
p. 42)
Aun hoy, poco se sabe sobre la forma en que se implementa la Ley Nacional y
Provincial de ESI en las prácticas educativas, se han realizado múltiples esfuerzos por
relevancia dadas las múltiples manifestaciones de la sexualidad en las aulas y las difi-
cultades de los docentes para impartir conocimientos que (…) los enfrentan con sus
54
Al respecto Schiavoni y Ramos (2010) manifiestan:
van actuando en los espacios que se presentan según sus propios criterios
deja librados a los niños, niñas y jóvenes a su propia suerte con propuestas
(p. 72)
sión de la Ley Nacional que establece el aborto legal, seguro y gratuito en Argentina.
Como resultado de las luchas del Movimiento Feminista y varios años de insistencia
sancionó la Ley que instituye la interrupción voluntaria del embarazo. Esta situación
evidenció los cuestionamientos en torno a las políticas de ESI en las distintas provin-
cias del país. Tanto quienes defienden la legalización del aborto como quienes no
acuerdan con la misma, ven en la ESI una política pública imprescindible. El grupo
que aboga por el aborto, considera que la concepción integral de la sexualidad con
tomar decisiones informadas a las mujeres que así lo desean; por otro lado, el grupo
que objeta esta ley, entiende que, si la ESI se implementara en forma adecuada, no
tivas no son ajenas a esta situación; sin embargo, en la puesta en práctica de la ESI, se
observan algunas ausencias temáticas, entre ellas la problemática del aborto. Este tema
55
del cuerpo docente para abordarlo, y cuando se lo hace, es desde un lugar de duda,
sexualidad.
y Educación para la Salud, en los que se expresa: «El conocimiento de las situaciones
blemática del aborto (como problema ético, de salud pública, moral, social, cultural y
jurídico etc.)» (Marina et al., 2008, p. 36), a pesar de ello, el silenciamiento del tema
es un hecho preocupante. Fainsod (citada en Morgade, 2019) sostiene que si bien esta
basa en el supuesto de que el colectivo docente tiene la idoneidad como para realizar
los y las docentes trabajar el tema o no, apelando a la “libertad de cátedra” que ampara
ámbito escolar, está estrechamente relacionada con lo que se ha dado en llamar currí-
culum nulo, que, a pesar de parecer inocuo e irrelevante, condiciona fuertemente los
56
presupuestos que orientan estas decisiones “en negativo” es muchísimo más
En este apartado, se exponen los distintos enfoques16 con los que la ES ha sido
den las formas de abordaje y los modelos que los docentes y las docentes utilizan como
Para el desarrollo de esta sección se toman como referentes teóricos las obras
y/o investigaciones realizadas por Morgade (2006), Wainerman et al. (2008), Ramos
enfoques, para abordar la ES en el aula, «que remiten a distintas formas de ver y en-
sexual» (Fretes, 2011, p. 22). Estos enfoques se encuentran influenciados por concep-
ciones ideológicas, así como por tradiciones pseudocientíficas, producto de los distin-
formal, los sistemas de salud y los medios de comunicación social (Schiavoni et al.,
2010).
16
En esta investigación se opta por el término enfoque, por considerarlo flexible, abarcador e integral.
Este término proviene del campo de la óptica, está relacionado con la posibilidad de focalizar, circuns-
cribir la mirada, centrar la atención cuando se analiza una situación, un hecho u objeto que se pretende
estudiar o cuando se lideran procesos de intervención (Cienfuentes Gil, 2014; Luna Feo, 2010).
El término enfoque, además, incluye “las formas” de intervención, que se dan en las instituciones edu-
cativas, estas formas remiten a las “estrategias” utilizadas en las prácticas áulicas. En el marco de este
trabajo se opta por la definición de estrategia de enseñanza planteada por Anijovich y Mora (2012, p.
23): como «conjunto de decisiones que toma el docente para orientar la enseñanza con el fin de promo-
ver el aprendizaje de sus alumnos. Se trata de orientaciones generales acerca de cómo enseñar un con-
tenido disciplinar considerando qué queremos que nuestros alumnos comprendan, por qué y para qué».
57
Wainerman et al. (2008) elaboraron tipologías que caracterizan estos enfo-
ques17, que se ponen en juego en las prácticas educativas, a partir de criterios tales
asignados por la sociedad a varones y mujeres. Los contenidos sustantivos hacen refe-
sales a estas posturas, sin ser las mismas mutuamente excluyentes. Se realiza una sín-
Este enfoque pone el énfasis en los aspectos vinculares y éticos que sustentan
las expresiones de la sexualidad, caracterizado por el “deber ser”, negando los senti-
mientos y experiencias reales de los y las jóvenes. Basa sus principios en la defensa de
17
Los enfoques con los que se trabaja la ES son denominados por Wainerman et al. (2008) como
perspectivas programáticas, definiéndolas como los modos de abordaje, que incluyen posturas, aspec-
tos ideológicos que subyacen o guían las actividades, los contenidos enseñados y las estrategias peda-
gógicas que se utilizan en la ES.
58
la pureza y la castidad, se expresa centralmente en la genitalidad, en la que se rechaza
el placer y el deseo, considera que la actividad sexual solo tiene sentido dentro del
tación posible, sino que es considerada como una conducta desviada, no natural (Wai-
nerman et al., 2008). Sustas (2014b) sostiene que, este rechazo a las diversidades se-
como un vicio moral; las minorías sexuales son consideradas como una amenaza frente
los roles tradicionales de género, con espacios de sociabilidad específicos para cada
dos.
las relaciones sexo genitales promoviendo una educación para la abstinencia hasta «al-
canzar el momento indicado de ingreso en la vida sexual activa (…) dentro de una
Acuerdo con Morgade (2006) que este tipo de enfoque es contradictorio con la «voca-
59
2.2.2. Enfoque biologicista.
Una de las tradiciones con más presencia en la ES, se vincula con el llamado
de reproducción y por lo tanto de genitalidad (Morgade, 2006), por ende, los órganos
este discurso lo natural vuelve a transformarse en social desde una visión condenatoria,
en la cual con frecuencia se alude a estas formas “no naturales” como “transgresión
moral”».
rales de la escuela primaria, trabajándose con mayor profundidad en Biología del nivel
medio. Este abordaje se complementa con una perspectiva “médica”, con una impor-
60
técnicos, la educación recae en los depositarios de estos saberes como las únicas voces
lados con el placer, la reflexión, los sentimientos y las relaciones humanas (Wainer-
ción médica, puesto que sus conocimientos son valorados por su carácter científico y
por su aplicación profesional (Morgade, 2006; Ramos, 2012; Sustas, 2014b; Wainer-
género o de identidad sexual, su abordaje forma parte de este enfoque, hace referencia
61
Los contenidos de sexualidad se enmarcan en una educación para la salud con
conozca como debe comportarse ante situaciones específicas, para que elijan la con-
ducta que consideren más oportuna y eviten riegos que comprometan su salud. Se des-
taca el pragmatismo del enfoque preventivo, dado que pone énfasis en los riesgos y en
los tipos de información, así como en los referentes claves para consultar. En concor-
18
Eduardo Menéndez expone el denominado Modelo Médico Hegemónico (MMH), que implica la su-
premacía de la medicina occidental por sobre otros saberes relacionados con la salud, la enfermedad, la
atención y los cuidados. Define al MMH como «el conjunto de prácticas, saberes y teorías generados
por el desarrollo de lo que se conoce como medicina científica, el cual desde fines del siglo XVIII ha
ido logrando establecer como subalternas al conjunto de prácticas, saberes e ideologías teóricas hasta
entonces dominantes en los conjuntos sociales, hasta lograr identificarse como la única forma de atender
la enfermedad legitimada tanto por criterios científicos, como por el Estado» (Menéndez, 1980, pág.
451). Los principales rasgos estructurales de este modelo son: biologismo, individualismo, ahistorici-
dad, asociabilidad, eficacia pragmática, identificación con la racionalidad científica, medicalización de
los problemas con tendencia al consumo médico. A su vez, concibe a la enfermedad como ruptura,
desviación y diferencia, y a la salud como normalidad estadística. Reduce a los individuos a su dimen-
sión física aislándolos de toda condición social, histórica y espiritual. Se trata de una concepción meca-
nicista del ser humano, en la que se separa el cuerpo de la mente, y al individuo de la sociedad. Con este
modelo se buscan certezas y verdades absolutas, basadas en la causalidad lineal como única forma de
relación, y la subvaloración de la subjetividad (Ramos, 2012; Sustas, 2014b).
62
2.2.4. Educación para el ejercicio de una sexualidad responsable.
desde una perspectiva amplia, no patológica, como en los enfoques descriptos ante-
mujeres.
conocimiento científico, para modificar saberes cotidianos que pueden ser imprecisos
en el escenario del proceso educativo. Este enfoque adhiere al concepto de salud se-
de un ser sexual, la educación sexual es entendida como un proceso que dura toda la
63
Este enfoque tiene su correlato con el modelo biográfico y profesional (Ramos,
como práctica dialógica cuyo objetivo es concientizar para la libertad teniendo pre-
Este enfoque está centrado en la defensa de los derechos de niñas, niños, ado-
lescentes y jóvenes como finalidad central de todo esfuerzo educativo. Las prácticas
sino como un espacio de información sobre sexualidad desde una dimensión política
y como derecho inalienable de cada persona que facilita la concreción de otros dere-
apropiarse de esta información para que la pongan en práctica y la utilicen para la toma
tienen un carácter integral, promueven el ejercicio del derecho a una sexualidad plena,
tífica.
yecto de vida, «el objetivo es propiciar en los educandos una subjetividad que pueda
propia identidad y sus derechos y haciendo respetar los de los demás» (Rossemberg,
64
2004, citado en Wainerman et al., 2008, p. 80). La educación ética, es transversal a
ciedad.
Este enfoque abarca todas las formas de enseñanza que se dan en el ámbito
trado en temas jurídicos, que pone el énfasis en las realidades que atraviesan niñas,
niños, adolescentes y jóvenes, tales como el asedio, acoso y abuso sexual, que llevan
a diferentes formas de violación que se dan de forma innegable, ya sea en los hogares,
en la calle o en el ámbito escolar y laboral. Para esta autora, los temas que este enfoque
ilumina deben estar presentes durante toda la educación formal del estudiantado, en
materias como Formación Ética y Ciudadana, haciendo hincapié en los derechos hu-
manos; Sin embargo, acuerdo con esta investigadora que, incluir solamente estos con-
65
el marco de la Ley 26.150 como «un espacio sistemático de enseñanza aprendizaje que
relación con el cuidado del propio cuerpo, las relaciones interpersonales, el ejercicio
ES permite:
afectivas con el resto de las personas. Por lo tanto, tiene que ver con un sistema
de creencias y valores que guían las acciones de las personas y también con
rente en las distintas personas y etapas de la vida; recoge los principios constituciona-
con la Ley de ESI, abarca aspectos biológicos, políticos, psicológicos, sociales, afec-
66
y religiosos y espirituales. (…) En resumen, la sexualidad se practica y se ex-
plejo de relaciones que la sitúen en su genuina dimensión» (Di Lorenzo, 2009). Con-
que se articulan entre sí, contribuye a tomar consciencia de la importancia que tiene
19
La subjetividad es entendida como una característica vinculada al ser humano «que se va constru-
yendo desde la historicidad o experiencia vital del sujeto» (Abadía Muñoz, Feo Mejía, y Mápura Gi-
raldo, 2014, p. 96). Cada uno se constituye en único y auténtico por su modo de pensar y de actuar en
el mundo; el sujeto se encuentra en constante construcción, siendo su experiencia la que conforma el
sentido de su vivencia. En este orden de ideas, Bonder (citado en Palomino-Leiva y Arteaga-Gómez,
2013, p.37) entiende a la subjetividad como «una compleja configuración de la experiencia del sí», el
sujeto vive un proceso de construcción de subjetividad en un espacio y tiempo determinado (historici-
dad). Esto indica que el ser humano se forma y se desarrolla y construye su subjetividad en un medio
social, en activa interacción con otras personas, en un contexto determinado, en un proceso dado a través
de la comunicación (Palomino-Leiva, et al., 2013). Es así como, la subjetividad es un proceso estrecha-
mente relacionado con la cultura y el mundo social generado por las producciones culturales (González
Rey, 2011).
67
actitudes y comportamientos y las prácticas concretas vinculadas al vivir en sociedad
En este orden de ideas, la ESI instala una nueva lógica de enseñanza de la se-
2018).
Asumir la educación sexual desde una perspectiva integral demanda una serie
tivo y en las prácticas concretas vinculadas con el vivir en sociedad. Cuando se plani-
fican propuestas que apuntan a generar aprendizajes de tipo cognitivo, se supone, que
dancia con cada etapa de desarrollo y el contexto social donde se desarrolla, sino tam-
bajo sobre los prejuicios, estereotipos y las creencias que sostienen actitudes discrimi-
lectivo de la salud, así como también, de habilidades psicosociales, tales como propi-
68
En este contexto, los aprendizajes de los y las estudiantes resultan de la selec-
tada por Ramos, 2012), por ello es indispensable, para el profesorado, poner atención,
no solo en los temas que van a integrar los programas y/o las planificaciones de ESI,
y que deben ser tratados en clases, sino también, y al mismo tiempo, en la manera
como dichos temas van a ser abordados en el aula. «La relación entre temas y formas
de abordarlos es tan fuerte que se puede sostener que ambos, temas y estrategias de
2012, p. 23).
se quiere que los alumnos y alumnas comprendan, por qué y para qué (Anijovich et
al., 2012).
Se puede agregar, además, que estas estrategias tienen dos dimensiones: en pri-
que involucra al proceso del pensamiento del docente, el análisis del contenido disci-
20
Los materiales didácticos pueden ser definidos como la combinación de insumos y actividades para
el logro de algún objetivo de enseñanza que brindan información con determinados sistemas de símbo-
los fijados materialmente sobre algún soporte. Tienen intencionalidad didáctica, tanto en la elaboración
de los mismos, como en el diseño que le da forma. Se denominan recursos didácticos a todos aquellos
dispositivos, materiales, herramientas y tecnologías que, sin una clara intención didáctica, sirven para
69
«dimensión de la acción» que incluye la puesta en marcha de las decisiones tomadas
(Anijovich et al., 2012, p. 24). Las estrategias de enseñanza que el profesorado pro-
entre los alumnos y los y las docentes, y entre cada alumno y el grupo.
sujeto que enseña, que explica, informa y alecciona al estudiantado sobre los conteni-
dos educativos propuestos desde el cuerpo docente, y donde se priorizan saberes téc-
riesgo. Se apela a expertos y expertas, cuyas competencias se vinculan con los saberes
más atractivo el abordaje de la ES. Esta estrategia de enseñanza es más popular en los
2008).
actor activo de su aprendizaje. Los contenidos que se abordan surgen de sus propias
colectiva en la que, los y las docentes no son expertos que proporcionan certidumbres,
trategia se desarrolla desde una modalidad vivencial en la que el acento está puesto en
proyecto de vida. De allí la importancia que cobra la “modalidad de taller” para traba-
partir de lo que saben, viven y sienten desde la práctica de su vida cotidiana. A su vez
71
resistencia al cambio y en la adquisición de conductas sexuales saludables» (Ramos,
2012, p. 107).
respeto a las diferencias y a los derechos, de tal manera que puedan incorporar la se-
tural en el que viven, por ello, es función ineludible de las escuelas educar en sexuali-
ticas que culminaron con la sanción de la Ley 26.150 de Educación Sexual Integral en
el año 2006 y la aprobación de los LCB en 2008, sentando las bases de la ESI como
política de Estado. Esta Ley se nutre del marco de los derechos humanos, en la que las
instituciones educativas son las garantes de hacer cumplir las regulaciones nacionales
e internacionales. Contar con una normativa sobre educación sexual integral facilita su
Al respecto Sileoni (2008, p. 9), manifiesta que la Ley de ESI «recoge los prin-
talecer las capacidades del estudiantado para asumir una vida plena, tal como lo reco-
mienda el Comité de los Derechos del Niño en lo que se refiere a la inclusión de con-
daje atento a las características particulares de los distintos momentos de la vida del
nal, entre las que se encuentran, la Ley 25.673 de creación del Programa Nacional de
Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes; leyes que ampliaron los derechos para
las mujeres y los géneros diversos, entre ellas: las leyes de protección integral para
prevenir, sancionar y erradicar las violencias contra las mujeres; la Ley de Matrimonio
a) todos los educandos tienen derecho a recibir educación sexual integral, desde el
nivel inicial hasta el nivel superior de formación docente y formación técnica profe-
73
su implementación no se restringe a las escuelas de gestión pública sino que incluye
sible para abordar la sexualidad en las escuelas. En tercer lugar, la ley insta a que se
formulen contenidos curriculares mínimos para que sean impartidos en todas las es-
educativas de todos los niveles. Durante este proceso surgieron los LC para la ESI, que
definen el piso común de contenidos escolares válidos para todos los niveles y moda-
lidades del sistema educativo argentino, tanto para escuelas públicas como de gestión
privada, y para todas las jurisdicciones del país. Estos contenidos fueron aprobados
Los LC, enuncian los propósitos formativos y los aprendizajes básicos sugeri-
dos para cada nivel educativo. Como corresponde al primer nivel de desarrollo curri-
cular, a partir de ellos, las autoridades educativas de cada provincia tienen las atribu-
ciones de realizar las adecuaciones necesarias que atiendan al contexto y a las necesi-
para la ESI responden a aquellos propósitos que se relacionan más directamente con
la temática:
74
“Asegurar condiciones de igualdad, respetando las diferencias entre las perso-
21
Ley 26.061: Protección integral de los derechos de niños, niñas y adolescentes.
75
vida y a integridad de las personas y con el desarrollo de actitudes respon-
sables ante la sexualidad.
• Presentar oportunidades para el conocimiento y el respeto de sí mismo y de
sí misma y de su propio cuerpo, con sus cambios y continuidades tanto en
su aspecto físico como en sus necesidades, sus emociones y sentimientos y
sus modos de expresión.
• Promover aprendizajes de competencias relacionadas con la prevención de
las diversas formas de vulneración de derechos: maltrato infantil, abuso se-
xual, trata de niños y niñas.
• Propiciar aprendizajes basados en el respeto por la diversidad y el rechazo
por todas las formas de discriminación.
• Desarrollar competencias para la verbalización de sentimientos, necesida-
des, emociones, problemas y la resolución de conflictos a través del diá-
logo. (Marina et al., 2008, pp. 13 – 14)
conciben como pilares de la educación sexual integral. Faur et al. (2015) expresan al
respecto:
76
2.3.1. Eje: Reconocer la perspectiva de Género22.
abarca tanto a varones como a mujeres23, alude a una construcción social, cultural que
das con sus modos de vivir la femineidad o la masculinidad, sino que influye
La razón de ello reside, según esta autora, en que no hay una sola masculinidad ni una
nante y una dominada y lo propio ocurre con las definiciones de qué es lo femenino.
22
La palabra “género” no aparece incluida en la Ley de ESI y los LC de alcance nacional, debido a las
negociaciones con sectores religiosos durante su elaboración. Lo más cercano al enfoque de género se
encuentra en el objetivo: “Procurar igualdad de trato y oportunidades para varones y mujeres”. La Ley
Nacional ESI, los LC que le siguieron, y particularmente las líneas de acción elaboradas durante los
siete años del Programa Nacional ESI dan cuenta de la incorporación de la perspectiva de género y de
derechos humanos, y la reconocen como eje central de esta política educativa (Faur, 2018a; Morgade,
Fainsod, González del Cerro y Busca, 2016).
23
Los documentos oficiales nacionales (LC y ejes conceptuales) de ESI, al referirse a las “relaciones de
género” o “género”, aluden únicamente a varones y mujeres, y a una diferencia social entre lo femenino
y lo masculino, dejando de lado las otras relaciones y expresiones genéricas y disidencias sexuales,
reproduciendo, de esta manera, un binarismo y un status quo en torno a las relaciones de género y las
sexualidades.
77
Este «dualismo se combina con otra aún más abstracta y que tiene que ver básicamente
con la forma en que se construye el género» (Morgade, 2019a, p.30). Esta crítica que
culino y femenino, y permite repensar a las relaciones de género, no tanto como dos
polos, sino más bien, «como un conjunto de relaciones en las que hay imágenes pre-
De lo que sigue que, la ESI con perspectiva de género tiene un rol central por-
que permite dar cuenta de la forma en que las relaciones sociales de género naturali-
otras identidades sexuales y de género; por otro lado, habilita un debate profundo que
identidades sexuales y genéricas pasan a ser consideradas anormales (Faur, 2008; Mor-
Una educación sexual con enfoque de género, al mismo tiempo, permite com-
prender que el cuerpo humano implica pensarlo más allá de lo físico y lo biológico. El
cuerpo viene configurado desde las historias y las experiencias sociales personales,
está inscripto en una red de relaciones sociales que le dan sentido y que su uso,
nencia, las costumbres y valores del grupo social que se integra, las relaciones
la ESI. Una ES con perspectiva de género, no se centra solamente en estudiar las pe-
culiaridades que cada grupo sexual pueda desarrollar, sino que incluye la noción de
implica, de esta manera, permite analizar los modos como operan los prejuicios socia-
les respecto a los roles y papeles sexuales. Adicionalmente, este enfoque destaca la
afectivas, basadas en el respeto hacia sí mismo y hacia los demás. Por ende, se consti-
tuye como núcleo central de la ESI, enmarcándose en una perspectiva de los derechos
de las mujeres,
En los LC, dentro del eje «Reconocer la perspectiva de género», aparecen como
79
femineidad, los estereotipos24 y representaciones de género, las diversas y desiguales
ejercicio de los derechos. Estos contenidos tienen por objeto desnaturalizar y visibili-
y Scalona, 2016).
mandatos sociales que promueven la división binaria y excluyente entre los géneros.
En Argentina, frente a los graves hechos sociales de violencia extrema hacia las muje-
una menos”25; esta protesta ha demostrado una profunda comprensión del vínculo en-
tre la violencia de género y otras formas de desigualdad de género (González del Cerro,
24
Para Morgade (s.f.), «los estereotipos tienen la función de ordenar el mundo a nuestro alrededor, ya
que funcionan socialmente para establecer y mantener la hegemonía del grupo dominante» (p.7). De
esta manera, al pertenecer a un grupo social y cultural determinado, se adoptan formas compartidas de
ser y vivir los cuerpos configurando significados valorativos a los mismos, lo que genera relaciones de
poder, y la percepción de quiénes somos y que hacemos con nuestros cuerpos.
25
En el año 2015, estas marchas se concretaron en muchas ciudades del país tras la ola de femicidios.
Las estadísticas revelan que la violencia de género mata a una mujer cada treinta horas (Jornada
Nacional "Educar en Igualdad: Prevención y erradicación de la violéncia de género". Orientaciones para
las Instituciones Educativas, s.f.). De acuerdo con la Corte de Justicia de Argentina y la Oficina de la
mujer, a finales de 2019, se registraron 268 víctimas letales de violencia de género, con una tasa de 1,1
femicidios directos cada 100.000 mujeres (Los nuevos números de los femicidios y travesticidios en
Argentina: el 90% de las víctimas tenía un vínculo previo con el hombre acusado del asesinato, 2020).
80
establecimientos educativos, con el propósito de desarrollar y afianzar actitudes, sabe-
de género26. Esta Ley, ofrece la oportunidad de fortalecer y avanzar con las acciones
gios que actúan en diversas situaciones y que permiten cuestionarse sobre la reproduc-
de las y los actores institucionales, de modo que la perspectiva de género debe estar
Para Marina et al. (2014) los aspectos irrenunciables de este eje son:
y varones.
26
Los conceptos de violencia de género y de violencia contra las mujeres se utilizan como sinónimos,
dado que en la mayoría de los tratados y convenciones internacionales hacen referencia a las mujeres
cuando hablan de violencia de género. No obstante, el concepto de violencia de género es más amplio,
puesto que las desigualdades son estructurales e impactan tanto en mujeres como en personas con iden-
tidades de género y orientaciones sexuales que no responden a los mandatos patriarcales. (Jornada
Nacional Educar en Igualdad : prevención y erradicación de la violencia de género: orientaciones para
las Instituciones Educativas, 2020).
81
• Incorporar el concepto de igualdad de género para abordar las desigualda-
humano, supone asumir lo singular de cada persona, con historias y trayectorias diver-
cotidiano. Esta singularidad abarca los modos de pensar, de sentir, de creer, de amar,
de actuar y vivir la sexualidad, al mismo tiempo, permite valorar y reconocer las dife-
rencias que posee la humanidad, tales como el origen étnico, las creencias religiosas,
implica hacer de las escuelas espacios inclusivos y respetuosos, en las cuales todas las
propone dentro de este eje, superar la idea de tolerar para valorar positivamente la
El desafío actual para las escuelas, una vez lograda la igualdad jurídica27, es
27
En la Argentina, en los últimos años se promulgaron leyes que permiten a las personas del mismo
sexo casarse, mediante la Ley de Matrimonio Igualitario (Ley Nº 26.618) y las que reconocen los dere-
chos y necesidades de las personas que viven su género de un modo que no coincide con el sexo que les
fue asignado al nacer, Ley de Identidad de Género (Ley Nº 26.743).
82
lentar los derechos ya consagrados en las leyes. Este desafío supone problematizar el
carácter heteronormativo que promueve la cultura institucional educativa, así como las
destaca que:
Párrafo 1)
xual promueve que los discursos institucionales operen en base a implícitos y criterios
(Sempol, 2018). Al respecto, Vásquez y Lajud (2016, p. 71) sostienen que «en las
escuelas persiste una pedagogía constituida sobre el ideal de pureza que impone mo-
rencias».
Por lo tanto, desde una ESI que respete la diversidad, es necesario reconocer la
83
De esta manera, para lograr el cometido de una escuela inclusiva y respetuosa
des» (Vásquez et al., 2016, p 77). Por ello, es imprescindible generar espacios para la
reflexión conjunta entre docentes y la puesta en debate sobre las visiones, valoracio-
nes, y los modos de percibir y significar la sexualidad, al mismo tiempo que se ponga
en tensión los propios supuestos y los símbolos que se transmiten para transformarlos.
Marina et al. (2014), considera que para la ESI los contenidos irrenunciables
en valor la diversidad.
nas.
Argentina, como otros países, adhirió en 1990 a la Convención sobre los Dere-
chos del Niño y le dio jerarquía constitucional en 1994. Este tratado de las Naciones
Unidas establece que los niños y niñas tienen los mismos derechos que los adultos, su
texto está compuesto por un conjunto de normas para la protección de la infancia y los
84
derechos de la niñez. Esto significa que, los Estados que adhieren a este tratado se
comprometen a cumplirlo y a crear normas propias que retomen sus ideas, así como
destinar todos sus esfuerzos para lograr que cada niño y niña goce plenamente de sus
derechos.
país, desde el año 2005, se cuenta con la Ley Nacional de Protección Integral de los
Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes (N° 26.061). Esta Ley garantiza el ejer-
cicio y disfrute pleno, efectivo y permanente de todos aquellos derechos que están
Nacional N° 26.206 del año 2006, se nutre de sus principios y se refleja en la obliga-
Integral con la finalidad de que el acceso a los derechos de la Ley comience a hacerse
tículo 1 de la Ley 26.150, que expresa: «Todos los educandos tienen derecho a recibir
Este eje pone en evidencia que los niños, niñas, adolescentes y jóvenes son
sujetos de derecho con plena capacidad para participar, ser escuchados y escuchadas y
y al Estado como garantes de sus derechos (Marina et al., 2014). Esto significa que, se
85
los derechos están siendo vulnerados. Por tanto, los y las docentes, como adultos y
Cabe destacar que, cuando surge el tema de las nuevas concepciones sobre las
habla de igualdad de derechos “ahora no hay diferencias entre adultos y niños, niñas y
adolescentes”» (Marina et al., 2014, Sección: Ejercer nuestros derechos, Párrafo 2).
No obstante, la perspectiva de derechos sostiene que las personas adultas, por el hecho
En este contexto, hay que hacer notar que, en Argentina se pasó de considerar
a niños, niñas y adolescentes como sujetos y sujetas de tutela a definirlos como sujetos
y por lo tanto supone que las personas adultas construyan nuevos modos de ejercer la
autoridad. En la puesta en escena de esta autoridad tiene que estar representada la voz
de los niños, niñas y adolescentes y para ello es necesario darles lugar en la construc-
ción de las normas, favorecer el diálogo y la escucha, y cuando sea oportuno, estable-
sujetos y sujetas de derecho, esto permite visualizar que otros derechos vienen de la
86
mano al implementar la ESI en las escuelas. Entre estos derechos podemos mencionar
entre otros:
que se respeten por igual los derechos de varones, mujeres y otras identidades se-
des y familias, de ahí la importancia de involucrar a todos estos actores como alia-
• Por último, el derecho a contar con adultos y adultas responsables que puedan
lidad y son la base conceptual de los LC y de los contenidos de la ESI. Marina et al.
(2014) considera que los irrenunciables del eje “Ejercer nuestros derechos” son:
derechos.
87
• Propiciar el enfoque de derechos vinculados con las infancias y las adolescencias.
escuela como garantes de los derechos de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes.
chos tanto de niños, niñas, adolescentes y jóvenes como también de los y las do-
imprescindible, dado que, en el marco de los vínculos y las relaciones sociales, los
sentimientos, los valores y las emociones son inherentes a la constitución misma del
ser humano. Por ello, es necesario que en la escuela se tome esta dimensión otorgán-
dole el valor profundamente humanista que posee, puesto que, las prácticas educativas
que en ella se realizan, no pueden pensarse fuera del encuentro con los otros.
razón como oposición a la dimensión afectiva y nos permite tener una visión
integral de los seres humanos. También significa valorar el lugar que ocupan
conflictos que se presentan dentro de la escuela, por el contrario, permite dar cuenta
88
de las mismas y abordarlas de la mejor manera posible, a través de la negociación,
lo que la escuela “hace” y lo que “dice”, en efecto, las prácticas que se ponen en acto
son mucho más contundentes que aquello que se aborda como contenido explicito.
diantado, brindando recursos para que puedan identificar y decir lo que les sucede o lo
donde se pueda compartir las emociones y los sentimientos y reflexionar sobre los
interacción humana.
• Generar las condiciones para que todos y todas puedan expresar sus puntos
de vista respetando las diferencias, sin anular las tensiones y conflictos pre-
Las formas de entender y vivir el cuerpo y cuidar la salud no pueden ser vistas
únicamente desde una dimensión netamente biológica, por ello debe complementarse
con los significados y valoraciones que se les otorgan en cada sociedad y en cada mo-
mento histórico.
cultural y política. El cuerpo se dota con el paso del tiempo de una identidad personal
la condición social, la moda, y las concepciones que sobre el sexo y el género tiene
una sociedad en la que se vive. Allí reside su complejidad, porque deviene de un en-
dos por múltiples representaciones, imágenes, actitudes, que influyen sobre la propia
biografía.
Por ende, desde la ESI, este eje busca el reconocimiento del cuerpo sexuado y
sus distintos cambios como parte fundante de la identidad personal. Es por esto que,
en particular, que permitan a las y los educandos vivir una sexualidad sin ningún tipo
Por ello es necesario que cuando se trabaje el eje “Cuidado del cuerpo y la
por ejemplo la historia personal, los discursos científicos, los derechos humanos, las
ofertas de la sociedad de consumo, sobre todo a partir de los medios masivos de co-
mensajes de belleza que circulan en nuestra sociedad y que pueden influir negativa-
Por lo que se refiere a la salud, desde la ESI se propone trabajar con una con-
Los irrenunciables para trabajar dentro de este eje, tal como lo manifiesta Ma-
biológica.
y mujeres.
91
Para finalizar este apartado, es importante destacar que la ESI está atravesada
por los cinco ejes que se encuentran interrelacionados entre sí y denotan la integralidad
un cometido que debe ponerse en acción en todas las asignaturas y espacios de las
escuelas.
tivas se aborden cada uno de los ejes transversales a lo largo de la formación del estu-
diantado. En los LC se deja explícito que las escuelas tienen la libertad de decidir si la
ESI debe ser abordada desde una perspectiva transversal o como un espacio curricular
específico. Estas dos formas de abordaje no son excluyentes entre sí, y ambas pueden
ciclo básico hacia la creación de espacios curriculares específicos, puesto que de esta
mana. Esto significa que los docentes de las distintas asignaturas deben estar
dispuestos para tener en cuenta los propósitos formativos de la ESI como así
92
En este contexto, se recomienda que las iniciativas de la ESI en las escuelas
sin explicitar con claridad el significado del término, es más, se puede incluso confun-
«lo que se extiende atravesado de un lado al otro» y «cruzado de una parte a otra»
(Real Academia, s.f.), y el de Julio Casares (citado en Gavidia Catalán, 2001), indica
De esta manera se puede considerar que el término “transversal” puede tener dos sig-
rentes asignaturas o materias, temas actuales que están íntimamente relacionados con
principios, actitudes y valores» (Zúñiga, citada en González del Cerro, 2018, p. 273).
pretende ocupen los contenidos de los cinco ejes de la ESI dentro del proyecto institu-
cional de las escuelas. Estos contenidos deberían ser concebidos como “ejes vertebra-
93
de la transversalidad es que no se trata simplemente de una propuesta de interdiscipli-
rriculares), esta nueva forma de organización curricular, a pesar de que rescata el es-
1) en que: «la interdisciplinariedad plantea una relación entre las diferentes áreas de
riedad,
tuales diversos, unidos a una fuerte carga actitudinal y de valores que hacen difícil la
adscripción a una única área o disciplina (Gavidia Catalán, 2001; Oraisón, 2000).
debe desarrollarse en todas las asignaturas y es el que atraviesa las líneas verticales de
porque se encuentran en todas las áreas disciplinares, filtrándose y calando cada una
de ellas. A su vez, los contenidos transversales, como lo son los ejes de la ESI, deben
94
los contenidos de todas las asignaturas, constituyéndose en ejes vertebradores del cu-
su desarrollo participan todas las áreas de conocimiento, solo el concurso de todas ellas
ESI presentan. «Ya no se trata de acciones más o menos aisladas de profesores deter-
minados, sino que es una actuación de todo el equipo docente» (Gavidia Catalán, 2001,
es una cuestión de todos y todas, que las actitudes, valores y conductas, no son exclu-
sivos de una determinada disciplina y que todo el profesorado y otro personal educa-
con las dimensiones del curriculum oculto, debido a la importante influencia que estas
hace referencia, a saberes, actitudes, valores y destrezas que los y las estudiantes ad-
dos por el estudiantado ni el cuerpo docente (Bertín Mardel, 2009). Algunos investi-
para mantener el Statu quo, de esta manera se reproduce y se legitima las relaciones
95
de poder e ideologías existentes en la sociedad (Giroux y Apple citados por Bertín
Mardel, 2009).
que, los aprendizajes acerca de las sexualidades, no se hacen solamente a través del
curriculum explicito formal, como parte de los programas escolares, sino que se dan
respecto que, los y las docentes pueden no tener como objetivo la enseñanza de la
sexualidad, no obstante, en todo momento, dentro del aula, o fuera de ella, las creencias
que los y las docentes y otro personal escolar, en sus clases y fuera de ellas, ponen en
Por consiguiente, es difícil pensar que los saberes, valores, actitudes y conduc-
tas relacionadas con la sexualidad, puedan ser adquiridos únicamente mediante el sim-
de tal modo que, nada sirve que en algunas asignaturas se promuevan aisladamente
pensamientos, los derechos sexuales y reproductivos, entre otros, si, por otro lado, la
dad.
96
intervienen factores relacionados con, las actitudes, los códigos y formas de comuni-
Asimismo, «el currículo oculto escolar no es sólo lo que “se dice” o “se hace” en la
que debería estar, pero no está, aquello de lo que no se habla» (Plaza, 2015, p. 87).
en los LC, se encuentran manifiestos en una de las dimensiones desde las cuales se
propuestas para el aula de la Serie Cuadernos de ESI. Esta dimensión que se acerca al
y prácticas que día a día constituyen la urdimbre de la vida escolar, los cuales transmi-
los espacios, las expectativas de aprendizaje, los vínculos entre adultos y adolescentes,
que los propósitos formativos sean sostenibles en el tiempo para alcanzar la institucio-
97
Para concluir este apartado concuerdo con Plaza, González Galli y Meinardi
(2013, p. 56) en que la ESI trae aparejada una transformación de la cultura, que no
ESI con su complejidad, donde se entrecruzan distintos saberes y prácticas. Estos con-
ceptos aquí expuestos, serán retomados y ampliados en el análisis de las distintas ca-
98
CAPÍTULO 3: ESTRATEGIA METODOLÓGICA
describir y analizar las iniciativas de ESI que se han implementado en la EAE a partir
nica. Importa este ciclo escolar pues se constituye en bisagra entre la escuela primaria
y el ciclo superior. Si bien la ESI debe iniciarse desde los primeros años de la escola-
etapa de vida cuya vivencia es especial, puesto que ocurren complejos cambios que
miento de la adecuada madurez biológica y social del adulto. En este contexto la ESI
cobra relevancia innegable visto que, las sexualidades son muy sensibles a las influen-
cias de factores sociales y guardan relación con la propia percepción del bienestar fí-
sico, psicológico y social de los y las adolescentes. La salud social y física del y la
adolescente es el resultado de las experiencias vividas durante esta etapa y son impor-
tantes determinantes de una buena parte de la salud integral en etapas posteriores (Peña
99
• Indagar los enfoques de educación sexual y estrategias que prevalecen en las prác-
• Describir logros y dificultades que tienen los y las docentes de la EAE en relación
Para dar respuesta a estos objetivos, se optó por un estudio descriptivo orien-
buscó abordar de una forma más completa la complejidad del fenómeno estudiado. El
ción recabada y lograr un mejor entendimiento del fenómeno bajo estudio (Hernández
Sampieri et al., 2014). Este enfoque, permite «una construcción progresiva del objeto
de estudio, avanzando desde un diseño exploratorio inicial hacia una paulatina y sos-
que los y las participantes otorgan a los sucesos, situaciones y acciones en los que están
28
Como se explicó con anterioridad, se denominan en este estudio referentes educativos a docentes,
preceptores y preceptoras y personal técnico que está directamente involucrado en actividades educati-
vas con el alumnado.
100
percibido» (Cienfuentes Gil, 2014, p. 48). Dentro de esta metodología se opta por el
(Cienfuentes Gil, 2014, p. 49), se analizan las particularidades de los fenómenos estu-
diados y se explican los vínculos entre las diferentes intervenciones y relaciones, po-
análisis, siendo útiles para mostrar las dimensiones de sucesos, una comunidad, un
dio, y que las situaciones que pueden generar esa información sean accesibles al in-
presente por pertenecer al cuerpo docente de este ciclo de la escuela, dada esta proxi-
Teniendo en cuenta que es necesario asegurar que los datos empíricos sean
101
diferentes ángulos esa realidad. De este modo las limitaciones de una técnica pueden
ser compensadas por los puntos fuertes de otras» (Ander-Egg, 2003, p. 380). La trian-
educativas del cuerpo docente relacionadas con la ESI, las concepciones de sexualidad,
lectura del corpus normativo de la Ley Nacional 26.150, específicamente los LC y los
2019 y a lo largo del año 202029. Durante este período se efectuaron una serie de ac-
involucraron, entre otros aspectos, la búsqueda del estado del arte que posibilitó
29
El trabajo de campo durante el año 2020, estuvo condicionado por la pandemia de coronavirus y el
Plan de Contingencia por COVID 19 (Cuarentena y Aislamiento Social Preventivo Obligatorio –
ASPO y DISPO, y la ausencia de clases presenciales).
102
reconstruir y recopilar los avances epistemológicos, teóricos y metodológicos sobre la
Figura 3.1
Momento de acercamiento
3.2. Participantes
cuales se realizaron entrevistas, por cuanto son quienes actúan como coordinadores de
103
fueron: el director, el secretario académico y la jefa del departamento de orientación
deró de importancia tener en cuenta las opiniones de estas y estos referentes educativos
(preceptores y preceptoras) puesto que son quienes dedican una gran cantidad de
34, constituyendo el 52,9 % del total de docentes de este nivel, además, participaron
3.3. Instrumentos
Acuerdo con Diesing (citado en Sautu, 2005, p. 30), en definir «los métodos o
modos de procedimiento como una serie de pasos que el investigador sigue en el pro-
ciones áulicas, registro fotográfico y, por otro lado, instrumentos cuantitativos como
ción.
30
De 34 docentes del Ciclo Básico de la EAE, 19 se desempeñan en asignaturas de Formación Gene-
ral y Científico Tecnológica (de aula), 3 en Educación Física y 12 en los Sectores Didácticos Producti-
vos de Formación Técnica Específica (el campo).
31
Cabe destacar que los y las docentes que participaron voluntariamente en la primera y segunda en-
cuesta son quienes presentan proyectos de ESI en la institución.
104
3.3.1. Entrevistas.
cual dos o más personas conversan para tratar un asunto» (Ander – Egg, 2003, p. 87).
trevistados. Para Aguirre Cauhé (1995) la entrevista cualitativa permite una conversa-
En este estudio se optó por una entrevista semi estructurada, con un guion de
preguntas a tratar, como «carta de navegación que permite abordar puntos esenciales
para conocer lo que las autoridades piensan, saben o conocen sobre la ESI que se desa-
mico y coordinadora de la ESI, en sus oficinas, en las mismas se tuvo presente la pri-
vacidad y la seguridad, «los informadores son seres humanos y por consiguiente sus
actividades tienen que ver con valores, problemas y preocupaciones para los que se
105
1988, p. 18). Al inicio de la entrevista, se realizó un encuadre, haciendo una presenta-
ción del estudio, e indicando sus objetivos. Las entrevistas tuvieron una duración pro-
los entrevistados, para luego ser transcriptas en su totalidad para su posterior análisis.
Las autoridades dieron a conocer no solo las respuestas a las preguntas enunciadas,
sino que se dio apertura para que expresaran experiencias, situaciones y otros elemen-
El guion para la entrevista fue desarrollado en base a una encuesta que fuera
diseñada por Faur et al. (2015) a la cual se le realizaron adaptaciones para contextua-
lizarla a esta investigación. Por otro lado, parte de las preguntas, se basaron y adapta-
de acuerdo con categorías establecidas (…) con el fin de identificar de manera siste-
Los documentos pueden ser de naturaleza variada, como cartas, periódicos, au-
tobiografías, folletos, fotografías, disposiciones, entre otros, a los cuales «se los puede
“entrevistar” mediante las preguntas que guían la investigación y se los puede “obser-
var” con la misma intensidad» (Cienfuentes Gil, 2014, p.77). Se entiende por
106
documentos a todos los registros escritos y simbólicos como materiales y datos dispo-
encuentran las planificaciones áulicas32 de los distintos espacios curriculares del ciclo
básico de la EAE, con el fin de indagar en ellas la incorporación de los ejes concep-
corresponden a los distintos espacios curriculares del ciclo básico de la EAE, consis-
tiendo en el 100% de las mismas. Hay que hacer notar que, algunos espacios curricu-
lares de un mismo curso, son dictados por docentes diferentes, tal es el caso de Lengua
32
En términos generales, una planificación áulica es una actividad que realiza el profesorado para or-
ganizar la tarea didáctica, basada en la toma de decisiones que orientan la construcción del conocimiento
del alumnado y se plasma en un documento escrito. De acuerdo con Gvirtz y Palamidessi (2006, p. 177)
la planificación es «una prefiguración de la realidad que sirve para guiar la práctica». En las planifica-
ciones áulicas se explicita aquello que se va a realizar y se ordenan los elementos que intervienen en los
procesos de enseñanza y de aprendizaje.
En el ámbito educativo se presentan una variedad de planificaciones didácticas, sin embargo, todas ellas
contienen determinados componentes independientemente del tipo de planificación que se utilice. Estos
componentes son convenciones útiles que permiten pensar la acción. Entre los componentes más habi-
tuales se encuentran los siguientes: a) metas, objetivos o expectativas de logro, que aluden a la intención
con las que se lleva a cabo las acciones, son guías orientadoras, aspiraciones que se proponen, «en el
lenguaje vigente en nuestro país (…) las metas u objetivos han recibido el nombre de expectativas de
logro» (Gvirtz et al., 2006, p. 189); b) la selección de contenidos, son saberes que son objeto de la
enseñanza, para los que el profesorado debió primero investigar, interpretar y contextualizar; estos con-
tenidos habitualmente se encuentran organizados y secuenciados acorde a las características del grupo
de estudiantes; c) las estrategias de enseñanza, tratan de orientaciones generales y criterios de acción
acerca del cómo se propone enseñar determinados contenidos en función de los objetivos planteados;
d) las actividades, son las que se constituyen en experiencias seleccionadas para desarrollar los conte-
nidos; e) la selección de materiales y recursos, requieren de soportes con los que se realizarán las acti-
vidades con el alumnado, son herramientas materiales y simbólicas que permiten la expresión y el desa-
rrollo de habilidades cognitivas, prácticas y afectivas; f) la evaluación de los aprendizajes, tiene la
finalidad de conocer si los objetivos se han concretado, tiene como objetivo proporcionar elementos
para la comprensión de lo que sucede en el aula y por lo tanto debe ser considerada como inherente a
todo proceso de enseñanza y aprendizaje; g) la selección bibliográfica, donde se detallan los textos y
otras estrategias de información que el docente utiliza para la enseñanza y el aprendizaje (Gvirtz et al.,
2006).
107
Para el estudio de las planificaciones, se construyeron y agruparon contenidos
de los ejes conceptuales de la ESI teniendo presente aquellos que se encuentran explí-
citos para las distintas asignaturas de la Educación Secundaria – Ciclo Básico de los
tulo 2 de este trabajo; se realizó una comparación entre estos contenidos y aquellos
plasmados en las distintas planificaciones. Los datos obtenidos se volcaron en una ma-
triz desarrollada para tal fin, tomando como modelo una plantilla elaborada por Mar-
contenidos de ESI en estos documentos. A cada uno de los ítems de la matriz se les ha
asignado una valoración numérica, de manera que todos ellos se valoran con un má-
cumple solo de forma parcial, la puntuación asignada es solo de 0,5 (1/2). Esta herra-
cas y éticas que los constituyen. Representaciones sobre el cuerpo, estereotipos y pa-
108
riesgos y daños, el embarazo en la adolescencia y las ITS. Métodos anticonceptivos,
regulación de la fecundidad.
radas sobre la problemática del aborto, ITS, acoso sexual, el abuso y la violencia se-
2.3. Reconocimiento del diálogo como instrumento privilegiado para solucionar pro-
bre los derechos de los otros y otras. Respeto por la intimidad propia y ajena.
109
2.5. La sexualidad humana y su vínculo con la afectividad y los diferentes sistemas de
valores y creencias: el encuentro con los otros y otras, la pareja, el amor como apertura
de los valores democráticos, de los derechos humanos y de las relaciones entre géneros
diversos.
3.3. Relaciones problemáticas que pueden derivarse de las diferencias entre varones,
4.3. Diferencias de clase, género, etnias, generaciones, familias y las maneras de acep-
les, y posibilidades académicas y motrices, sin prejuicios derivadas por las diferencias
5.3. Marcos legales e información para el acceso los servicios de salud que garanticen
y bibliografía propuesta por el cuerpo docente en relación con los ejes conceptuales de
acerca de los distintos enfoques que el profesorado sostiene en relación con la educa-
ción sexual.
111
como requisito de Carrera Docente33, estos proyectos se analizaron y se transcribieron
sentados durante los períodos 2013 – 2015 y 2016 – 2019. Durante estos períodos, se
han presentado 26 proyectos de ESI planificados por personal del DOE y docentes de
Con el motivo de dar cuenta de las prácticas de ESI realizadas por el profeso-
estudiantado y docentes en esos espacios, entre muchas otras cuestiones. «En este sen-
149).
33
La carrera docente en las universidades nacionales argentinas supone el funcionamiento de mecanis-
mos formales de acceso y promoción que descansan primariamente en la validez del mérito académico.
Teniendo presente el marco regulatorio (Ley de Educación Superior 24.521 y Convenio Colectivo para
docentes de las Instituciones Universitarias Nacionales), la carrera docente implica un proceso de
avance lineal en el tiempo a través del escalafón de cargos docentes (García de Fanelli y Moguillansky,
2014). En el Artículo 74 del Estatuto de la Universidad Nacional de Misiones (2012), se concibe a la
carrera docente en las Unidades Académicas, «como un sistema de preservación y mejoramiento de los
recursos humanos docentes de la UNaM. La misma se organiza a través de: ingreso, permanencia, for-
mación, perfeccionamiento, evaluación, control de gestión y promoción». El ingreso a carrera docente
es por concurso público y abierto de antecedentes y oposición con jurados integrados por pares ordina-
rios o regulares de las Instituciones Universitarias; la permanencia está sujeta a mecanismos de evalua-
ción periódica individual que se establece en cada Universidad Nacional. Estas evaluaciones se realizan
cada cuatro años en la UNaM. Las categorías docentes de la EAE, no se corresponden con las del resto
de Unidades Académicas de la UNaM, por ello, la promoción a un cargo de mayor jerarquía no se
encuentra contemplada en carrera docente del profesorado de la escuela.
112
3.3.3. Encuestas.
EAE y conocer acerca de los significados que el cuerpo docente y de preceptoría, del
ción o las razones que tienen las personas sobre determinados temas. Se caracteriza
criptivo de los problemas (Dalle, Boniolo, Sautu y Elber, 2005; Marradi, Archenti y
Piovani, 2007).
En este estudio se utilizaron encuestas descriptivas (Grau J., s.f.) cuyo objetivo
para desarrollar sus respuestas, quien elige entre un listado de alternativas que se le
presenta. Los cuestionarios semiestructurados, que fueron los elegidos para este estu-
dio, son similares al anterior, pero incorporan preguntas abiertas, donde el encuestado
tiene libertad para elaborar su propia respuesta en sus propias palabras (Marradi et al.,
2007).
113
Los cuestionarios utilizados se organizaron con preguntas cerradas y abiertas.
señalando una o varias respuestas presentadas junto con la pregunta (Ander – Egg,
2003; Casas Anguita, Repullo Labrador y Donado Campos, 2003). En otras, los inte-
rrogantes se estructuraron como ítems de evaluación en una escala (rating) en las que
se ofreció, para expresar la respuesta, una escala de varias posiciones una de las cuales
debía ser marcada como la que traduce o expresa la posición de los sujetos y las sujetas
en las que las y los encuestados, se podían expresar libremente sobre algún aspecto
obtener una puntuación para cada uno de los sujetos y las sujetas que participaron en
(2015), Plaza (2015) y Wainerman et al. (2008). La primera versión de los cuestiona-
rios fue enviada a la directora de tesis para su evaluación. Atendiendo a las devolucio-
nes, se realizaron los cambios sugeridos y se implementó una prueba piloto que invo-
114
Los cuestionarios implementados a docentes fueron autoadministrados, es de-
remitidos por correo electrónico o WhatsApp, mediante lista proporcionada por el di-
múltiples esfuerzos realizados para lograr la participación total de este personal que se
entregaron el mismo, se realizó el contacto personal y/o por vía electrónica). No hubo
respuesta positiva por parte de dos docentes de aula, dos de Educación Física de varo-
nes, 3 docentes de los Sectores Didácticos Productivos (de campo) y una preceptora.
ciparon de la misma 18, un preceptor y una preceptora, siendo los mismos que contes-
taron la primera encuesta. El cuestionario fue remitido por WhatsApp y/o correo elec-
trónico a cada participante antes mencionado. En este caso también se realizó contac-
al Plan de Contingencia por COVID 19, que afectó el ciclo lectivo 2020, impidiendo
los talleres con grupos focales con docentes que fueron previstas en el plan de trabajo
inicial. Para profundizar en algunos aspectos que se iban a abordar u observar en estas
115
encuestas no permitió obtener datos cualitativos en profundidad, al menos, pudieron
Con el propósito de describir y estudiar los datos obtenidos a partir de las dis-
estudios realizados por Faur et al. (2015), Marina et al. (2008) y Wainerman et al.
(2008), además de los antecedentes y referentes conceptuales elaborados para este es-
Categoría 1: Constitución
lias). Por otra parte, se estudian los actores involucrados en el proceso de implemen-
Categoría 2: Institucional
que comprende, la organización curricular por la que optó la escuela (espacio curricu-
lar y/o transversal); las percepciones sobre la recepción y relevancia de la ESI sentidas
por distintos actores institucionales; y las trayectorias de formación en ESI del profe-
116
Categoría 3: Desarrollo curricular
actividades planteadas, los recursos materiales y bibliografía que utiliza el cuerpo do-
cente a la hora de enseñar. Al mismo tiempo, esta categoría comprende los enfoques
de ESI que pueden inferirse a partir del estudio de estos documentos curriculares (fun-
nientes que presentan los y las docentes durante la implementación de la ESI. Estas
una serie de inferencias explicativas, así como otras deductivas, para analizar las res-
117
Figura 3.2.
Categorías de análisis
118
CAPÍTULO 4: CONTEXTO DE INVESTIGACIÓN
la Provincia homónima. Esta institución se encuentra inserta en una región de alta pro-
ductividad forestal y agrícola, que genera una creciente demanda de técnicos y técnicas
(Plan Estratégico de la EAE). Por otra parte, tanto la UNaM como la EAE por su ubi-
cación estratégica, al limitar con Brasil y Paraguay, generan una articulación interre-
den a una demanda regional en expansión. Estos factores de tipo geográfico, econó-
mico, social y educacional impactan en gran medida sobre la Universidad que, como
34
Adhesión a la Ley de Educación Técnico Profesional N° 26.058 a partir del ciclo 2009 (López y
Gauto, 2019)
119
después a formar parte del Ministerio de Asuntos Agrarios de la Provincia y más tarde
tenacidad del Ing. Agrónomo Washington Segovia, quien estaba a cargo de la Asesoría
Agrícola de Eldorado, y el Ing. Agrónomo Víctor Revilla. En los años 1958 y 1959,
primarias de la zona (Escuela Agrotécnica Eldorado - página oficial, 2020). Estos In-
cómo hacer una huerta y había mucho entusiasmo. Por ese entonces, muchos
puntos del país. (Revista Yvy Pyta, citado en Plencovich, 2013, p. 437)
número de estos y estas creció y era dificultoso conseguir cupos y becas para estudian-
tes, y las ayudas eran prácticamente imposibles, se decidió crear una escuela agronó-
mica en la zona. Se formó una comisión integrada por autoridades y vecinos y vecinas,
120
La EAE, es el producto de un esfuerzo colectivo, y del patrocinio del Gobierno
Provincial, que le dotó de los medios necesarios para la formación y capacitación téc-
nica de sus integrantes. Abrió sus puertas en abril de 1960, bajo la dirección del doctor
las escuelas agrícolas del país y se eligió un tipo de bachillerato agrario con planes
Las materias básicas de cultura general y humanística eran iguales en todo el país y las
rama forestal, por consiguiente, los y las estudiantes podían optar por una de las tres
121
A través de un convenio celebrado entre la Provincia de Misiones y la UNaM,
por esto «la escuela es jurisdiccional en cuanto al diseño curricular; nacional, en cuanto
nica Eldorado – página oficial, s.f., Sección: Gestiones para su creación, Pá-
rrafo 6)
122
fundacional se encuentran expresiones de entusiasmo, potencia, un tono emocional de
Fernández (2009, p.107) «el discurso de los fundadores, hablará en general, de las
grandes cosas que le espera cumplir a la nueva institución, y del modo como provocará
en que las figuras fundadoras marcan el proyecto con su estilo, quedan registradas en
la cultura institucional como un mandato fundacional que «posee la fuerza de una ver-
dadera marca del padre» (p.110). Esta tradición fundacional, está vigente en el plan de
la escuela «tomó plena conciencia de ser una escuela media universitaria y comenzó a
financiera» (Plencovich, 2013, p. 440). En consonancia con las actividades que se rea-
productivos, charlas, cursos, talleres, jornadas, destinados no solo a las escuelas y sec-
académico que ofrece, entre otros se pueden citar: desde 2018, la dirección36 es elegida
35
Institutos dependientes del Consejo General de Educación de la Provincia de Misiones: Institutos de
Enseñanza Agropecuaria, las Escuelas de Familias Agrícolas “EFA”, Instituto Línea Cuchilla (estos
dos últimos, de gestión privada).
36
Cabe destacar que hasta la fecha no hubo mujeres directoras de la EAE.
123
democráticamente por el cuerpo docente, no docentes, estudiantes, egresados y egre-
La escuela cuenta con un Consejo Asesor integrado por docentes, no docentes, estu-
año 2011, se puso en vigencia el Régimen de Carrera Docente, por tanto, el ingreso a
95% del cuerpo docente revista como docente Regular (Escuela Agrotécnica Eldorado
que la diferencia de los institutos de formación técnica dependientes del Consejo Ge-
realizada:
“La escuela nuestra, así como las otras que dependen de Universidades Nacionales
37
Reglamento de “Evaluación y seguimiento de la labor académica y permanencia del personal do-
cente de la Escuela Agrotécnica Eldorado” (Carrera Docente) Resolución CS N° 006/10, posterior-
mente derogada y reemplazada por Resolución CS N° 076/11 (López y Gauto, 2019).
38
Coloquialmente se denominan escuelas preuniversitarias aquellas escuelas secundarias dependien-
tes de las Universidades Nacionales, esta terminología es usada con asiduidad en este ámbito, e in-
cluso dentro del Convenio Colectivo para las y los docentes de las Universidades Nacionales.
124
tenemos la capacidad para indagar e investigar, genéricamente reciben el nombre
de escuelas experimentales, o sea, somos por ese objetivo fundacional, escuelas donde
habría que innovar, experimentar y que esos resultados positivos sean trasferidos
después a las jurisdicciones provinciales, para ser tomadas como modelos para me-
jorar la educación (…). Como Universidad tenemos la libertad para proponer cam-
bios y hasta tenemos la obligación de funcionar de esa manera, pero hacemos muy
poco o por no decir casi nada, para explotar esa condición que tenemos de escuela
escuela cuenta con un servicio muy importante desde su creación, la Residencia Estu-
diantil para varones y mujeres39, lo que permite ofrecer estudios secundarios a jóvenes
de zonas vecinas del Paraguay, Brasil y otras provincias argentinas. Anualmente, allí
su identidad. Así mismo, tanto la residencia estudiantil, junto al comedor, son consi-
derados los pilares de la EAE, porque por tradición, la institución tiende a incorporar
39
La residencia para mujeres nace a partir del interés de padres y madres de la “colonia”, quienes sentían
que sus hijas eran discriminadas puesto que se les dificultaba enviarlas a la escuela secundaria por en-
contrarse en el medio del campo. Gracias al empeño puesto por la gestión de ese entonces, y de docentes,
tanto de la residencia como del aula, se abre la residencia para mujeres en el año 2005. Uno de los
regentes comenta al respecto: «Entonces decidimos abrir el albergue para las chicas también. Sabíamos
que esto iba a ser difícil. La propia Universidad nos alertó y nos dijo que a las dificultades de tener
residencia para varones le íbamos agregar el problema de las chicas. Pero le dimos para adelante. Y esto
es algo que nos enorgullece por el sentido social que tiene» (Plencovich, 2013, p. 439). Hoy la comuni-
dad se congratula por la decisión tomada, la inclusión de las jóvenes en la residencia estudiantil, cambió
la dinamina en la vida de la residencia, subsanando incluso, problemas de conducta y disciplina que
tenían en la convivencia entre los varones, asimismo se visualiza un clima más armónico, y con mayor
predisposición al diálogo.
125
El origen social del estudiantado que concurre a la EAE es heterogéneo, el ma-
opciones y elecciones personales del estudiantado por este tipo de educación. El hecho
de ser una escuela secundaria con doble turno, el nivel académico y la calidad de su
cial, respecto a la institución. Para López y Gauto (2019, p. 61), «la Escuela Agrotéc-
nica ha tenido, desde sus inicios, una posición flexible respecto al rango de edad de los
la población rural».
que comparte la EAE; Margiotta, Monzani y Sessa (s.f.) señalan que este tipo de ins-
frente a chicos y chicas, que para las familias resultan ingobernables y, asociado en
alguna medida a esto, el hecho de que estas escuelas constituyen un ambiente sano y
de seguridad ante los peligros que se pueden presentar en las adolescencias. En el caso
de escuelas con residencia, las motivaciones del alumnado y sus familias, se comple-
jiza aún más ya que, en muchos casos su existencia tiende a resolver problemas
40
Se denomina área periurbana aquellos espacios plurifuncionales en los que coexisten características
y usos del suelo tanto urbanos como rurales, confluyen en él usos agrícolas, industriales, residenciales
y naturales, y poseen una dinámica social ligada a un núcleo urbano (Plencovich, 2913).
.
126
familiares o actúa, simplemente, como facilitador de la concurrencia diaria a la es-
están salvadas.
Tanto el origen social del alumnado, aunado a las tradiciones culturales que se
implementación de la ESI en las escuelas, tal como lo manifiesta Faur et al. (2015, p.
18), se «percibe como “amenaza” la posible crítica de los padres y madres en caso de
que la escuela ofrezca perspectivas que las familias no comparten, o interceda en una
en las escuelas de corte confesional y en las que tienen alumnado proveniente de zonas
implementación de la ESI colisiona con los valores y las creencias que tienen estas
comunidades, y por “respeto” hacia la cultura ajena, y por temor a la reacción de los
padres y madres, se dejan de lado muchos contenidos que forman parte de la integra-
Cabe destacar que la EAE, históricamente ha sido una institución con preva-
“Yo cursé desde el año 78 al 83 donde teníamos algunas compañeras mujeres, éramos
127
había ninguna, desde segundo año en adelante éramos solo varones, pero la escuela
no llegaba al 10 %, la matrícula de mujeres. Hoy por hoy, desde hace más o menos
unos 5 años, el ingreso viene repartido con una matrícula de 50 % para chicas y 50%
en el campo.
siglo XIX, lográndose un mayor desarrollo a partir de la mitad del siglo XX. Con
diversas modalidades, este tipo de educación fue impartida tanto en el nivel secunda-
lares dentro del sistema educativo, que tienen diferentes matices y orientaciones en sus
128
funciones, componentes, mecanismos de autorregulación, emergentes, etc., y
2012)
En este sentido, dos son las misiones asignadas a las escuelas agrotécnicas: una
vinculada con la educación general, propia del nivel secundario, y otra, específica, que
el mundo del trabajo agropecuario, que, al incidir en las prácticas pedagógicas e insti-
la identidad de estas escuelas y de sus actores. «Existe una visión casi mística del “do-
cuerpo docente y no docente, por conocer la escuela y compartir códigos que forman
institución.
la EAE, es que están abiertas los 365 días del año, presentando un esquema de gestión
distinto a otras escuelas de educación técnica. Este hecho otorga una identidad peculiar
129
productivo agropecuario como situación educativa principal y que les confiere a las
escuelas una cierta unidad y sentido de pertenencia» (Margiotta et al., s.f., p. 1). Esta
situación supone, entre otras cosas, hallar formas para acompañar los ciclos producti-
vos con el ciclo lectivo, por lo que, demanda una mayor flexibilidad organizacional
para poder acompañar los ciclos naturales de la producción agropecuaria, con la ense-
ciclo lectivo se resuelve con la realización de “guardias”, tanto del cuerpo docente “de
campo41” como del alumnado, durante los recesos de verano y de invierno y fines de
semana para atender las necesidades de la producción (Margiotta et al., s.f.), generando
fundamentales: la formación integral del alumnado, preparación para los estudios su-
41
En el ámbito de la EAE, se denominan “docentes de campo” a quienes enseñan materias de Forma-
ción Técnica Específica, de los sectores didácticos productivos.
42
En la escuela, los y las docentes “del aula” son quienes enseñan asignaturas de Formación General
(Lengua, Artística, Historia, Inglés, Geografía, Formación Ética) y de Formación Científico – Tecno-
lógica (Matemática, Tecnología, Físico – Química, Biología).
130
Esta misión dual que tienen las escuelas agrotécnicas, presentan muchas veces
tensiones entre las finalidades propedéuticas, que permiten seguir estudios universita-
rios, y las profesionalizantes, que promueven el ingreso al mundo del trabajo y la pro-
ducción. Algunos autores (Margiotta el al. s.f.; Vanina, Delfini y Kolonskyi, s.f.) se-
ñalan que esta doble misión, se logra insatisfactoriamente en ambos casos o muy des-
crea por lograr ambas metas, manifestándose en pujas entre el cuerpo docente de edu-
cación general, que prioriza la formación para preparar a los egresados para continuar
sus estudios universitarios, y los y las docentes de las materias específicas, que otorgan
en el tiempo, trató de lograr una integración curricular entre las asignaturas de los sec-
tores didácticos productivos con las asignaturas del aula. Este hecho es percibido por
el cuerpo docente y las autoridades de la escuela como una de las dificultades institu-
través de proyectos compartidos del área de formación general y del área técnica que
económico y productivo dado en las últimas décadas, marcadas por nuevas formas de
sino también sus planes de estudio con su organización curricular. Las escuelas agro-
actores y nuevas dificultades, que como en el pasado, son una oportunidad de cambio
131
secundaria, no puede ni debe ser orientada únicamente para la prosecución de estudios
incorporar finalidades más humanísticas que permitan al alumnado lograr una alfabe-
tecnología, al mismo tiempo no puede dejarse de lado una educación para la vida co-
tidiana, que incluya los contenidos denominados “transversales”43, una enseñanza si-
43
Los contenidos o temas transversales se originaron a partir de los cambios educativos producidos en
la década del noventa en España y Argentina. Estos cambios, no solamente afectaron los contenidos
científicos, sino también la concepción misma de la ciencia. Esto implicó un replanteo de los contenidos
curriculares, pues estos se basaban en intereses intelectuales y sociales muy antiguos que fueron y si-
guen siendo hegemónicos prácticamente desde el nacimiento de la ciencia occidental, sin dejar de lado
que, los conocimientos son el producto de coyunturas histórico – socio – culturales.
«La enseñanza no solo se encarga de transmitir nuestra ciencia y nuestra cultura sino también sus as-
pectos subyacentes, es decir una manera particular de pensar y contemplar una problemática específica»
(Busquets, et al., 1996, p. 18). Esas propiedades culturales se mantienen en la actualidad debido a que
siguen estando vigentes las actitudes que las originaron. Sin embargo, hoy en día, junto con estas preo-
cupaciones heredadas, tanto los avances tecnológicos como las actitudes están cambiando, es decir
«nuestra sociedad vive con un pie en las rémoras del pasado y con otro pie en un presente esperanzador»
(Busquets, et al., 1996, p. 21). Es en ese contexto que se produce la incorporación de los contenidos
transversales, como una integración de los saberes, que permite a las disciplinas científicas impregnarse
de la vida cotidiana, pues estos contenidos priorizan en el abordaje de cuestiones que responden a pro-
blemáticas sociales.
El tratamiento de los contenidos transversales se da en el marco de una enseñanza y aprendizaje globa-
lizador, interdisciplinario y constructivista, lleva consigo una fuerte carga valorativa, lo que implica la
oportunidad de plantearse y analizar problemáticas de relevancia social, y por, sobre todo, de actitudes
y compromisos basados en opciones libremente asumidas. Los contenidos considerados transversales
en el curriculum eran, Educación Moral y Cívica, Educación para la Paz, Educación para la Salud,
Educación para la Igualdad de Oportunidades entre los Sexos, Educación Ambiental, Educación Sexual,
Educación del Consumidor y Educación Vial (Busquets, et al., 1996, p. 12). Los contenidos transversa-
les promueven actitudes que inciden en los valores personales, que significan normas de conducta y
marcan pautas de comportamiento que contribuyen al desarrollo integral de la persona.
Estos contenidos, parecen que ya no están de moda luego de los cambios en las Leyes de Educación y
en los DCJ que se dieron a partir de 2008, pues las competencias son las que concentran el protagonismo
en la planificación curricular, no obstante, no dejan de ser actuales y estar vigentes, por cuanto se centran
en el para qué, el qué y el cómo de la educación. Se presentan en los centros educativos en forma de
problemas o conflictos de actualidad, y en forma de actitudes, comportamientos y valores a desarrollar
en el alumnado (Gavidia Catalán, Aguilar Moya, y Carratalá Beguer, 2011).
132
4.3. Plan de estudios y alcance profesional
humanos capacitados para realizar tareas en las distintas fases de los procesos de pro-
tabilidad. Por otra parte, se pretende que los egresados y las egresadas, posean cono-
enuncia:
tural y social, así como el uso eficiente y sustentable de los recursos naturales.
44
Resolución CS N° 083/09: «la oferta formativa vigente es la tecnicatura en Producción Agropecuaria,
que otorga el título de Técnico en Producción Agropecuaria con Orientación Forestal, correspondiente
al nivel secundario de la modalidad de la Educación Técnico Profesional, aprobado por el Consejo
Superior de la UNaM. Resolución del Ministerio de Educación de la Nación con la homologación y el
reconocimiento oficial del Plan de Estudios, Resolución N° 1612/10» (López y Gauto, 2019, p. 24).
Acorde al Ministerio de Educación, Dirección Nacional de Gestión Universitaria, Docus N° 3:
Las Denominaciones de los Títulos Universitarios (2014), a partir de la recuperación de la Formación
Técnica de nivel secundario y superior, propiciada a partir de la LEY DE EDUCACIÓN TÉCNICA
PROFESIONAL, permitió que miles de jóvenes se titularan como “Técnicos”, al igual que muchos
pregrados universitarios. En este contexto, conviven técnicos formados en escuelas secundarias, en los
Institutos Superiores dependientes de las jurisdicciones y en las instituciones universitarias. «En oca-
siones no solo las áreas de formación son similares, sino que las denominaciones de los títulos también,
generando cierta confusión pública sobre el tipo de formación que ha recibido quien porta el diploma
de egresado (…) En función de ello, esta DNGU propone utilizar preferentemente la denominación de
“Técnico Universitario en…” y asimismo evitar el uso de la denominación Bachiller» (p. Sección: Tí-
tulos de pregrado con denominación confusa, párrafo: 6).
133
El alcance profesional que se expresa en el Plan de Estudios manifiesta que,
disponibles.
y sostenibilidad.
dado del medio ambiente y el uso y preservación de los recursos naturales bajo un
vidades que un técnico o una técnica puede realizar de manera autónoma y aquellas en
134
Del plan estratégico, visión y misión de la EAE se desprende la prioridad edu-
cativa hacia la producción y la futura inserción laboral de sus egresados. Esta organi-
educativas que permiten asegurar una formación integral del alumnado, «sustentadas
ción en complejas problemáticas de la realidad» (López et al., 2019, p. 56). Estas com-
déutica, que garantiza una formación sólida para proseguir estudios universitarios; y
estudios de seis años, organizado en dos ciclos de tres años cada una: ciclo básico y
ciclo superior, con un horario extendido en contra turnos para permitir el desarrollo de
quen la orientación forestal. La malla curricular se organiza en torno a los cuatro cam-
ras de Formación General con 2.210 horas, asignaturas de Formación Científico Tec-
nológica con 1.774 horas, asignaturas de Formación Técnica específica con 2.997 ho-
ras y las Prácticas Profesionalizantes con 204 horas (López et al., 2019). Cabe destacar
135
que, en el ciclo superior, hay mayor cantidad de asignaturas relacionadas con el campo
un espacio propio para la ESI, a pesar de que el plan de estudios fue elaborado un año
tina, Ley 26.150, y se habilitó en el año 2009 la cursada para primer año. La presencia
das puntuales e inquietudes del alumnado de esta franja etaria, sin dejar librado a la
ción sólida y validada de educación sexual integral y de espacios que los habiliten a
curricular específico para el abordaje de la ESI se relaciona con las oportunidades que
tanto que atiende a aspectos ligados a su propia historia y que inciden en su presente y
136
formación científica tecnológica, que se desempeñan en “el aula”, y las materias espe-
cíficas de la modalidad agro – forestal que son las que refieren a los saberes necesarios
docentes bien distintos. En el primer caso se trata de profesores y profesoras que tienen
docentes sin otro tipo de inserción en el sector productivo. Los segundos, son profe-
sólida formación disciplinar, pero escasa o nula formación pedagógica. Estos docentes
tienen por lo general inserción en el sector productivo y, en algunos casos pocas horas
cátedra a su cargo45. Al mismo tiempo, la escuela cuenta con docentes que se encargan
egresados de la escuela que continúan como docentes y tienen cargos con alta dedica-
ción horaria46.
Estos perfiles docentes que dominan saberes que son complementarios para la
y de la institución, así como los rasgos que puede asumir el tipo de formación que se
imparte al alumnado de modo explícito o no, de modo intencional o no. Esto conduce
45
Los y las docentes de los sectores didácticos productivos tienen una carga horaria promedio de 20
horas cátedra semanales.
46
Las Técnicas y Técnicos que se desempeñan en los sectores didácticos productivos tienen una carga
horaria de 40 horas semanales.
137
Desde el punto de vista de la ESI, esta heterogeneidad en la formación del pro-
fesorado implica diversidad en las representaciones que poseen los y las docentes re-
valores éticos, morales, mandatos sociales, que han sido aprendidos y vividos tanto en
las intervenciones educativas. En este sentido, se puede presentar, además, una frag-
como un desafío y al mismo tiempo una oportunidad para lograr una escuela inclusiva
138
CAPITULO 5: LA EDUCACIÓN SEXUAL INTEGRAL EN LA
ESCUELA AGROTÉCNICA ELDORADO
En este capítulo se exponen los resultados del estudio realizado en la EAE te-
niendo presente las categorías de análisis que fueron construidas para esta investiga-
En segundo lugar, se exponen los aspectos que tienen relación con la categoría
sistencias hacia la ESI por diferentes actores escolares, además de los trayectos forma-
lar” de la ESI, se describe como los y las docentes han incorporado los contenidos de
los ejes conceptuales de ESI en sus planificaciones áulicas, las propuestas educativas
infiere, a partir de la lectura de las planificaciones, los enfoques de ES que los y las
docentes ponen en juego en sus prácticas educativas; para finalizar este apartado se
139
5.1. Constitución de la ESI en la escuela
la ESI en la EAE.
mentación de una ley no es inmediata y natural, incorporar la ESI en las escuelas re-
quiere de procesos que se desarrollan y fortalecen a lo largo del tiempo y que resultan
poco se transforman de un día para otro las imágenes del rol educativo respecto a la
ES. En este escenario se entrevé una tención inevitable, la legitimidad del marco nor-
nificados a los conceptos legales y, también, donde emergen una gran variedad de re-
ESI en la escuela? En primer lugar, cabe destacar que el equipo directivo, el cuerpo
rramienta frente a las resistencias que pueden ocasionar los temas relacionados con la
sexualidad. De hecho, el marco legal da a las instituciones educativas una tarea privi-
140
jóvenes, ubicándose en un lugar de responsabilidad por excelencia para concretarlos
toria de la institución que fija el inicio para trabajar los ejes de la ESI presentes en los
invitados para tal fin. El embarazo, las ITS eran los temas que preponderaban, ocu-
tes ejecutantes de dichas prácticas, dejaron una impronta en la institución como mo-
programática identificada por Wainerman et al. (2008), que enfatiza en una educación
con Jones (2009), hay temas de las sexualidades que no eran abordados en estas ins-
relaciones entre adolescentes, que una «sexualidad rica y sana podría aportar al pro-
educativas, en la EAE este tipo de enfoque coexiste con nuevas experiencias que lo
por mandato del entonces rector de la UNaM, y por iniciativa personal del director de
141
la escuela, se designa a una coordinadora de ESI, de esta manera, la prescripción oficial
“(…) sucedió un hecho entre un no docente y una alumna, que tuvo una sanción y se
dirimió en jurídica, este suceso fue el disparador para que el rector le llame al direc-
tor y le designe a A.G. como responsable de la ESI en la escuela” (M. A., entrevista
2, octubre, 2019).
los elementos claves para asumir la propuesta institucional como un pilar esen-
lidad pues enuncia los objetivos pedagógicos que la escuela define en términos de la
ESI (Faur et al., 2018). En este contexto, en el primer PEI del año 2014, en el que
instó a trabajar estos contenidos en las aulas. La presencia de la ESI en el PEI es una
colar respecto de las actividades de ESI, siendo el marco que “legaliza” la tarea edu-
142
“Se trabajó desde el PEI para que los docentes se involucren de alguna manera con
proyectos, también se implicó a los Departamentos, se trabajó con los docentes del
campo, y de alguna u otra forma costo, la gente del campo costó, son muy tradicio-
nalistas tenían resistencias, pero la ESI se ha instalado en la escuela” (M. A., entre-
“La propuesta de ESI trabajamos en los PEI conjuntamente con la coordinadora A.,
démico y colaboradores de su gabinete, tal es así que, en las reuniones periódicas con
el equipo de gestión siempre nos acompañaba A. para informar de las primeras etapas
reorganización del DOE permitió que se consolidara un equipo para reforzar ese tra-
se trata, pues las temáticas relacionadas con las sexualidades están henchidas de pre-
una educación sexual crítica por parte del profesorado. En estas instancias de imple-
143
5.2. Inserción Institucional de la ESI en la escuela
deben abordarse en las escuelas de forma sistemática, orientan los procesos de elabo-
lo metodológico teniendo presente los derechos y las necesidades de niños, niñas, ado-
lescentes y jóvenes como principios ordenadores. Estos son obligatorios para todos los
niveles del sistema educativo y para todas las jurisdicciones, para escuelas estatales y
para las de gestión privada. Como instrumento normativo, puede ampliarse, pero no
acotarse ni restringirse, cada jurisdicción puede realizar ajustes y/o adaptaciones acor-
pacio curricular específico, o como una perspectiva transversal. Decidir esta organi-
zación curricular de la ESI requiere considerar, entre otros factores, la etapa de desa-
ción de la ESI, la EAE optó por un abordaje transversal por cuanto no se podía pensar,
144
“Se trata de que pasen al menos tres cohortes 47 para evaluar el plan de estudios y ver
si se incluye la ESI como materia, (…) ahora estamos empezando a discutir y revisar
por ahora, no se puede hacer porque un cambio tiene que pasar por Consejo Superior
2019).
oportunidades que este espacio, puede presentar para que los y las adolescentes se
xualidad y que «no puede soslayarse como contenido curricular, en tanto que atiende
a aspectos ligados con la historia personal, que inciden en su presente y futuro» (Ma-
rina et al., 2008, p. 15). Pensar en un espacio curricular específico para ESI es consi-
“Sería interesante tener un espacio curricular para tratar todas las temáticas rela-
las horas libres de los alumnos y a veces, justamente en ese momento de espacio libre,
nos surgen otras tareas que debemos realizar, que por ahí son más importantes para
llevar a cabo, y de nuevo queda sin tratar el tema de la ESI con nuestros alumnos”.
(Encuesta 1:28)
47
La primera promoción de egresados como Técnicos Agropecuarios con Orientación Forestal, se da
a fines de 2014 (J.L., comunicación personal, noviembre 2020).
48
Las encuestas realizadas a referentes educativos tienen el carácter de semiestructuradas, por tanto,
presentan ítems en los cuales, los encuestados, podían manifestar libremente sus opiniones, o ampliar
aquellas respuestas de opción múltiple o de ordenamiento, entre otras.
145
La organización de un espacio curricular específico debe estar acompañado de
naturas, debe estar dispuesto a tener presente sus propósitos formativos, como así tam-
bién, repensar sobre las distintas situaciones de aprendizaje en las se ponen en acción
rriculares, y que, por ello, les corresponde modificar sus planificaciones incorporando
los contenidos propuestos en los LC de la ESI que consideran los adecuados a sus
asignaturas. Por otra parte, hay quienes relacionan la transversalidad de la ESI con
espacios institucionales de reflexión que involucra la vida cotidiana y a todas las per-
“Es implementar en todas las asignaturas, desde una mirada que implique relacionar
146
“Implica abordar las temáticas en todas las áreas curriculares o en la mayor cantidad
“Qué se aborde la ESI en los diferentes espacios y asignaturas, que se pueda incluir
sus diferentes elementos (y no sólo cómo una clase o asignatura específica), qué se
escuela”. (Encuesta 2: 8)
“El trabajo en conjunto de todos los docentes de la escuela y de todos los niveles. No
importa el área en que uno se desempeña, porque en cada espacio se pueden abarcar
ESI y el trabajo con estereotipos de género. Así lo expresa una docente de formación
general:
cuesta 2: 19)
cuadra este estudio, hay quienes relacionan la misma con valores y actitudes que se
147
“Desde la planificación de mi asignatura, donde pienso ¿Cómo lo hago? hasta en el
escolar, no se condicen con las opiniones que tienen acerca de la consideración sobre
riamente la segunda encuesta, el 45% manifiesta que no hay influencia alguna, el 25%
indica que tal vez pueda existir alguna influencia, sin intención, y un 30% expresa
Figura 5.1.
30%
45% No
Tal vez
Si
25%
148
Quienes contestaron que si puede haber influencia de actitudes y/o creencias
“No estoy a favor del aborto y eso impide mi imparcialidad en ese tema”. (Encuesta
2:5)
“Cuando detecto violencia verbal intercedo y pongo a reflexión las cuestiones del es-
pacio compartido y el respeto hacia la individualidad. También divido las tareas se-
gún cantidad de herramientas teniendo en cuenta las rotaciones49 sin clasificar según
el género. Al interactuar con otro u otra docente frente a ellos o ellas lo hago siempre
desde el respeto de un colega hacia otro y sin hacer diferencias. Si identifico bromas
(Encuesta 2:18)
“Cuando las chicas me piden para jugar al fútbol y yo me inclino más a otros depor-
Estas opiniones dan cuenta de que las actitudes, valores, así como las creencias
49
Las rotaciones son actividades del sector de campo que se realizan en los trayectos didácticos pro-
ductivos.
149
Las concepciones de transversalidad que tienen las y los referentes educativos
de la institución concuerda con la normativa de la ESI que indica que las escuelas
deben considerar a la sexualidad integral como contenido presente en todas las asig-
los episodios que irrumpen en la vida escolar (González del Cerro, 2018).
En este sentido, la escuela puede volverse sobre sí misma, para reconocer estos
guiones invisibles que van dejando marcas en todos sus actores -más allá del
cambio sustancial a medida que se han ido incorporando mayor cantidad de alumnas
a la institución. Si bien es cierto que la EAE, desde sus orígenes, a pesar de ser una
150
hasta hace 5 años atrás50), se ha caracterizado, al igual que muchas escuelas de forma-
ción técnica, por ser una “institución altamente masculinizada” (A.G., entrevista 3,
noviembre, 2019). En la educación técnica, es sabido que existe una manifiesta dife-
en este tipo de escuelas, opera una matriz binaria de los géneros, que agrupa y clasifica
zación, asigna roles diferenciados de acuerdo con las funciones sexuales y reproducti-
afirma el autor:
tareas que diariamente se realizan en las clases de taller, así realizar trabajos de riesgo,
es asignado habitualmente a los varones, o bien es dirigido por uno de ellos, a su vez,
las actividades que requieren prolijidad, tales como realizar detalles de terminación de
un determinado proyecto son asignados a las mujeres. Por otra parte, predominan
50
López, J., entrevista 1, noviembre 2020.
151
imágenes de género en la asignación de tareas diferenciadas, bajo el supuesto de que
las mujeres son más débiles y emocionales, disponiendo que los varones realicen el
Para estudiar estos dispositivos de género que pueden operar en el aula o en los
como a referentes educativos (en las encuestas) si consideran que las y los docentes de
cias en cuanto a las actividades que desarrollan los chicos, desde el manejo de ani-
males, hasta el manejo de tractores, trabajos con implementos agrícolas que se utili-
una moto guadaña, por allí son los elementos, maquinas o herramientas más comple-
lo hacen todos indistintamente, o sea allí no hay distinción. Hay algunos docentes que
remarcan, el Título es el mismo, no es un Título para los chicos y otro para las chicas
prácticos también van por allí, se ven en la misma dirección, no se diferencian, (…)
las demostraciones de las habilidades finales como resultado del proceso no hay di-
forma diferente según sus opciones de género en sus prácticas educativas, coincidiendo
con las expresiones del director de la escuela, el 30% contesta que, si hay trato dife-
rencial y, un 25% indica que tal vez pueda haber diferencias en el trato según género,
152
en sus prácticas educativas, constituyendo estos dos últimos el 55% de las respuestas.
Morgade (2019).
varían según el género del estudiantado, el 100% respondió que estos son indistintos
entre los géneros, ratificando lo expresado por el director de la escuela. De modo se-
des y tareas diferenciadas según el género del estudiantado, el 95% contesta que no
hacen distinciones en las tareas asignadas según género, mientras que un 5%, si lo
guientes situaciones:
En algunas ocasiones, se separan las actividades. Por ejemplo, cuando los varones
que, “aún queda trabajo por hacer”, puesto que, si bien las prácticas educativas no dife-
renciadas por género están presentes, todavía no es una intervención consciente, dise-
Una deuda pendiente es el tema del uso de maquinarias, por ejemplo, el manejo del
tractor muchas veces lo hacen entre ellos, el docente como que trabaja cuestiones
básicas y después entre ellos van haciendo las prácticas; en una situación en donde
se desvalorice el papel de la mujer, siempre serían los varones enseñando a las mu-
jeres (…) de lo que yo veo, muchísimas veces son las mujeres las que enseñan a los
varones, allí hay una despatriarcalización de las prácticas pedagógicas, que es para
mí algo que hay que apuntar, pero no está concientizado desde la ESI (…) Después,
tenemos otras prácticas en donde son siempre las mujeres las que están barriendo, y
allí uno ve que eso es lo que falta, eso también es parte de ESI, (…) hay que dedicarle
tiempo para que se instale, para resolver con el profesor y que lo pueda llevar ade-
154
Otro detalle a tener en cuenta está relacionado con los usos sexistas del cuerpo
en la escuela, sobre todo en los espacios curriculares de Educación Física donde aún
separadas por sexo, sin embargo, en actividades no formales “juegan mezclados” (J.L.,
entrevista 1, noviembre 2020), si bien hay intensiones de cambio por parte de docentes
ideal de la educación física de alto rendimiento, que estimula una forma de masculini-
dad hegemónica, agresiva y competitiva, que desalienta y deja afuera a una gran can-
La reflexión acerca de las clases mixtas de Educación Física suele activar de-
que esencializan los cuerpos, indicando que varones y mujeres tienen distintas
posibilidades en sus cuerpos, distintos grados de fuerza y por ende “no pueden”
Desde estas experiencias, acuerdo con García Suarez (2007, p. 24) sobre la
necesidad de orientar una educación que propicie «un despliegue pleno de las poten-
de la EAE?
Del análisis de las encuestas se deduce que las y los docentes y personal de
preceptoría de la escuela han realizado variadas acciones para incorporar la ESI en sus
155
en sus planificaciones anuales y prácticas educativas. A continuación, se exponen al-
“Aborde los contenidos de la asignatura historia desde una mirada que va más allá
pasado humano, buscando levantar en alto las acciones femeninas que posibilitaron
avances socioculturales y políticos que hayan dejado huellas que se vean reflejadas
“Trabajando sobre el cuidado del cuerpo propio y del otro u otra en las prácticas
Compartiendo el juego del deporte cesto o vóley entre chicas y chicos”. Encuesta 2:6)
acordes a cada año escolar, traducción de textos sobre violencia, trata de personas,
pecto:
“Al dictar clases de Biología, se facilita muchísimo el abordaje de las diferentes te-
156
“A través de proyectos áulicos, institucionales, mediante la realización de talleres o
lectura de textos literarios que se usan como puntos de partida para el abordaje de
Por otra parte, hay quienes manifiestan que no han incorporado la transversa-
puesto que no poseen las herramientas o la capacitación necesaria para trabajar ESI en
sus materias. Sin embargo, tal como se mencionó con anterioridad, realizan una trans-
versalización de la ESI, sin tener una intervención consciente de sus prácticas. Al res-
herramientas, y de alguna manera abordo la ESI a través del curriculum oculto, pero
inclusivo, y debatir con profesores del área específica acerca de cómo podemos trans-
“Integrando los grupos, y tratando de atender las inquietudes en la medida que surgía
“No lo aborde desde lo formal. Considero que en mis practicas siempre que puedo
157
De estas experiencias y voces de referentes educativos de la escuela, se deduce
que han incorporado la ESI en sus prácticas escolares, aunque perciben que todavía les
falta formación específica, a su vez, han puesto en acción otra de las puertas de entrada
que habilitan la reflexión y sirven como oportunidades para trabajar actitudes, prácti-
neamente, estos eventos, sin ser planificados, son modos de reconocer la dinámica
cotidiana escolar, y, por otra parte, son respuestas y estrategias que las personas des-
pliegan ante los conflictos que requieren saberes y trabajos, y que desde allí también
“Se utilizan los episodios de la vida cotidiana, para optimizar algunas circunstancias
ESI. Se trabaja mucho sobre todo en la residencia, hay más apertura y está más ins-
viese ESI, estaría pensando siempre que las chicas van a barrer y los hombres van a
traer el valde de agua, una cosa así, digamos, lo que hace ESI en ese espacio es poder
a mostrar a las mujeres fuera de la cuestión biológica, sino más bien en función de la
organización del espacio común. Esta diferenciación de roles pudo haber pasado an-
tes de manera natural, tratando de que todos colaboren en una actividad, pero lo que
51
Señala el edificio escolar en el que se desarrollan las prácticas educativas del aula.
158
hace ESI, es como que, incorpora racionalmente la distribución de roles y los cues-
ducen situaciones y eventos que pueden tener un efecto disruptivo en la vida escolar:
vativos en baños, relatos sobre violencia doméstica, abusos entre otros. Estos episodios
en la escuela, y otras veces, la intervención se realiza desde las creencias e ideas que
están socialmente instaladas, sin mediar una reflexión previa (Marina et al., 2012). Sin
embargo, tal como lo manifiesta la referente de ESI de la escuela, estos eventos pueden
nados con los ejes conceptuales de la ESI. En la EAE es habitual la reflexión conjunta
ocasiones, cuando estos eventos traspasan los límites de las normas de convivencia
establecidas, los y las alumnas implicadas son derivados y derivadas al DOE para su
intervención.
referida a situaciones que irrumpen la vida cotidiana de la escuela y cómo ella inter-
sobre el valor del cuerpo, el valor de la persona, respeto, sobre todo en la edad de los
noviecitos. Aprender, entender que tenemos y debemos respetar la libertad del otro,
159
Una profesora de Educación Física indica que su materia es muy importante
para abordar contenidos relacionados con el cuidado del cuerpo a partir de situaciones
manifiesto las conductas del alumno con su par, el profesor “utiliza” esa situación
para reflexionar los cuidados, posibilidades y límites del propio cuerpo y en contacto
con el otro, para respetar y limitar las conductas violentas o de impacto, o de contacto
que surgen. (…) Los juegos recreativos o deportes donde se mezclan ambos sexos,
pueden ser útiles para trabajar el respeto, la tolerancia, estrategias, sabiendo que un
impacto entre varones, por ejemplo, entre ambos pectorales no es lo mismo, que el
mismo impacto entre una niña y un varón, la misma acción, pero en distintos actores”.
(Encuesta 1:3)
Así es dable llegar a la conclusión de que hay varias puertas de entrada para la
ESI en la escuela, en primer lugar, la reflexión sobre los propios supuestos acerca de
la sexualidad y la educación sexual, dado que la ESI nos interpela como personas, por
entenderla y/o practicarla dado que responden a diferentes significados que atribuyen
(López Louro, citada en Faur et al., 2015). Esta construcción es altamente dinámica,
ya que los sentidos que se le atribuyen van cambiando según el contexto y a lo largo
de la historia.
¿Cuáles son esos significados que las y los referentes educativos del ciclo bá-
man al concepto de sexualidad presente en la Ley 26.150. Por otro lado, un 10% de
referentes educativos, que contestaron esta segunda encuesta, pose una definición fuer-
reproducción.
tos deben tener los y las docentes para educar en sexualidad? Las temáticas que con
en primer lugar con el conocimiento de la Ley 26.150 y los LC de ESI, pues amparan
respuestas, se visualiza que las y los referentes educativos, a pesar de manifestar una
161
Por otra parte, se indagó acerca del compromiso y la relevancia de la ESI per-
el compromiso con la ESI por parte de directivos de la escuela, del 100 % de referentes
educativos que contestaron esta encuesta, el 69 % manifestó que los directivos se com-
prometieron con la ESI con total aceptación, involucrándose como actores necesarios
para hacer cumplir la normativa escolar, mientras que un 17%, percibieron que han
de esta.
Esta percepción que expresan las y los referentes educativos sobre el compro-
por el cuerpo docente y personal de preceptoría. Estos sentires son compartidos por el
a excepción de las familias y otro personal de la escuela, como son las y los no docentes
“comparto la importancia de la ESI con todos los actores de nuestra institución, prin-
162
en cuanto a la modalidad de abordaje, no obstante, se exteriorizaron objeciones res-
pecto a la ESI por parte de docentes del campo con mayor antigüedad.
“Plantearon que no iban a estudiar ni a realizar nada nuevo, de que era delicado que
“Hay docentes que miran medio raro, no hablan, no levantan la bandera de ESI, tie-
nen recelo de lo que se pueda llegar hacer, porque están posicionados desde padres
(…) tienen los mismos temores que ellos, esa idea de que si uno los habla desde allí,
se van hacer homosexuales, que siempre es lo que más sale (…), esa cuestión muy
fuerte de ESI pensado a eso (…), lo que yo veo es ese miedo, ese temor, que los medios
se encargaron de transmitir, la ideología de género (…) quedó más que nada ese des-
docentes y de parte de los padres de los chicos para abordar el tema, por el solo hecho
de tener incorporada la palabra sexual, con todos los tabúes y las cuestiones cultura-
les que pueden existir en torno a esa temática. Por allí fue la dificultad mayor, pero
como un tema en general de todas las escuelas, no ha sido en forma particular puntual
nuestro trabajo como directivos de las escuelas preuniversitarias, inclusive, cada vez
cuando se hace referencia tangencialmente al tema de ESI, una de las primeras cosas
163
“No realizo actividades con temas sobre sexualidad de forma planificada. No poseo
el tiempo ni el espacio para tratar esos temas. Mis clases son mayormente prácticas
Estos disensos son coincidentes con las resistencias que presenta habitualmente
que fuera mencionado por Faur et al. (2015) quienes platearon que los y las docentes
puesto, de que la educación sexual debería ser ofrecida por especialistas sin afectar la
currícula de sus asignaturas ni la lógica escolar, lo que responde, a su vez, a una mirada
resistencia de «tipo moral» y de «temor por “las familias”», se percibe como una ame-
naza la posible crítica de padres y madres, en caso de que la escuela aborde contenidos
que las familias no comparten, o la percepción de que la educación sexual debe ser
impartida por las mismas. «En este caso la dificultad expresada se traslada a una ins-
Como fue indicado por las autoridades entrevistadas, los y las docentes del
campo, presentaron estas resistencias con mayor frecuencia “por no estar preparados
para abordar contenidos de educación sexual, por desconocimiento de la ley y por no poseer
formación docente” (J.L. entrevista 1, noviembre 2020), por tanto, divisaron en estos y
estas docentes, inseguridades, que incluso podían reflejar ciertos recelos frente a esce-
nas que pudiesen irrumpir en las aulas, a partir de las consultas que hacen los y las
adolescentes si abren ese espacio en sus clases. Para los directivos, con el paso del
164
que la ESI se ha institucionalizado en la escuela y, además, por la “incorporación a las
asignaturas del campo de docentes jóvenes que poseen mayor apertura mental, tienen mucha
predisposición, cualquier sugerencia que se les diga toman de mil amores, se las ingenian,
parte de docentes del aula, quienes siempre estuvieron predispuestos desde el inicio,
“se animaron y entendieron y creo que fueron punta de lanza para que el resto fuera incor-
aceptado la ESI totalmente, “son los demandantes de que las temáticas relacionadas con
tanto que, la percepción, que tienen las y los referentes educativos respecto a la acep-
padres y madres muy tradicionales, que consideraban que los contenidos de sexualidad
que la ESI propone, son contrarios a sus valores y sus creencias. La coordinadora del
DOE manifestó que, en una reunión con las familias, un padre hizo comentarios que
fue convalidado por otros, uno de estos comentarios se expone a continuación, y ex-
entre sí (…) no quiero que le metan ideas raras, no voy a permitir que a mi hijo lo
165
hagan homosexual (…) lo quiero bien varón, no quiero nada raro” (A.G., entrevista
3, octubre, 2019).
Existen pocas familias que, aun hoy, se oponen a que los contenidos de la ESI
sean abordados en la escuela, no obstante, la mayor parte de las mismas ven en la ESI
una oportunidad para que sus hijos e hijas se formen integralmente en lo relacionado
con la sexualidad y apoyan todas las iniciativas que la institución propone al respecto.
La figura 5.3. resume las percepciones que tienen las y los referentes educativos de la
Figura 5.3
la ESI por parte de directivos y docentes de la escuela, las estrategias formativas cons-
166
se van construyendo conocimientos que posteriormente influyen en los desempeños
subyacen y condicionan las prácticas áulicas, como así también, las decisiones, pre-
2015, varios trabajos indican que las mismas favorecieron la implementación de los
(Faur et al., 2018). En investigaciones que realizaron Faur y Lavari (2018), se advirtió
citación en cascada, de la que hacen alusión Arango Restrepo y Corona Vargas (2010),
dos, deja entrever la disparidad en la capacitación de estos y estas. Por lo que se refiere
vocaron” (A.G. entrevista 3, octubre 2019), indicaron, además, que quienes pudieron
167
asistir a esta capacitación fueron cuatro o cinco profesores, por ser autoridades de otras
cia, de estos y estas docentes, solamente una profesora del Ciclo Básico de la EAE
ria).
de ellas en el año 2013, con una charla obligatoria, dictada por profesionales de la
das con los vínculos entre docentes y estudiantes y una breve introducción de la Ley
de ESI, temáticas estrechamente relacionadas con la situación planteada que dio origen
a la ESI en la escuela. En ese mismo año, la coordinadora de ESI, se reunió con do-
a estos y estas en la realización de proyectos que fueron incluidos dentro de sus pro-
manifiesta que se hicieron seis talleres de capacitación de grupos muy pequeños (se
pos de los y las docentes), asistieron entre seis a ocho personas en cada grupo, el ob-
de Salud Integral”.
salud integral donde se iban incorporando varias líneas de trabajo de la salud, dentro
168
de eso estaba ESI, además, estaba medio ambiente, salud y alimentación, en cada una
3, noviembre 2019).
Estas referencias, junto a otras del mismo tenor ponen en evidencia que la ca-
intereses particulares, lo que revela una preocupación personal por la temática, posi-
tos resultados son coincidentes con las investigaciones realizadas por Chambers
45% participaron de dos o más talleres, y un 24% expresó no haber asistido a ninguno
los talleres organizados por la Coordinadora de ESI, el 75% pertenece a espacios cu-
rriculares del “aula”, 10% a preceptoría, y 15% son docentes de asignaturas técnicas
169
En estos talleres se abordaron los ejes conceptuales de la ESI, y en mayor me-
dida contenidos relacionados con la Ley 26.150 y sus LC. Según las autoridades con-
sultadas, las temáticas que se trabajaron en estas jornadas surgieron de los intereses
del profesorado. La temática que menos se abordó fue la relacionada a los vínculos
escuela. Estas temáticas se trabajan habitualmente en reuniones con las familias y con
170
Figura 5.5.
Porcentaje de temáticas de ESI abordadas en instancias de capacitación en servicio se-
gún referentes educativos del ciclo básico de la EAE
Genitalidad 7%
Diversidad 34%
Género 34%
Reproducción 10%
zaron o están haciendo cursos de actualización en ESI por fuera de aquellas ofrecidas
las y los referentes educativos, que han realizado estas capacitaciones, 86% pertenecen
docentes de formación técnica específica. Hay referentes educativos, que han con-
5.6.
171
Figura 5.6.
Capacitación y/o actualización en ESI de referentes educativos por fuera de las ofreci-
das en la institución
Cursos de actualización en
ESI/jornadas
28% Diplomatura/especialización
38%
Seminarios /charlas /debates
24% No contesta
Ninguno
7%
3%
EAE han sido en mayor medida aquellas relacionadas con perspectiva de género, de-
rechos y diversidad, le sigue el cuidado del cuerpo y la salud, mientras que la temática
172
Figura 5.7.
Porcentaje de temáticas de ESI abordadas en capacitaciones externas según re-
ferentes educativos del Ciclo Básico de la EAE.
Derechos 57%
Género 93%
Afectividad 14%
0% 10% 20% 30% 40% 50% 60% 70% 80% 90% 100%
Series1
tros y experiencias en ESI, son percibidas por gran parte del personal docente y de
preceptoría como altamente significativas, dan razón que estos trayectos formativos
integral de la ES. Al mismo tiempo, estas y estos referentes educativos reconocen que
las capacitaciones han servido para fortalecer la mirada frente a la ESI, y en conse-
ticas educativas a partir de los trayectos formativos que realizaron, mientras que un
31% manifiesta que han modificado poco o nada las mismas, el 14% no se expresa al
173
modificado sus ideas acerca de la ESI, mientras que un 17% han modificado poco, el
figura 5.8.
Figura 5.8.
Modificación de ideas, planificaciones y/o prácticas educativas a partir de capaci-
taciones y actualizaciones en ESI
Mucho 17% 7%
ción de la ESI en la escuela, quienes modificaron bastante sus planificaciones son do-
de “aula”, no obstante también hay docentes “de campo” que modificaron bastante
de granja, Tambo – Granja Integrada II, Granja I, Vivero. Los y las docentes que
174
modificaron poco o nada sus planificaciones, pertenecen mayormente a docentes con
que alrededor del 70% de docentes realizan proyectos relacionados con educación se-
xual a partir de las capacitaciones realizadas en la escuela, por cuanto consideran que
pecto manifiestan:
“Se pudieron hacer cambios en las planificaciones para introducir temáticas especia-
les, por ejemplo, en inglés se trabaja sobre trata de personas (…), otra profesora de
momentos históricos (…), hay docentes que han logrado incorporar a sus asignaturas
contenidos de la ESI, pero otros aún no lo hacen, les cuesta (…) En matemática, en
las ciencias duras, en las de campo, les cuesta muchísimo (…)Quienes tienen mayor
hacen desde una perspectiva más integral que biologicista, lo recupero desde los chi-
“Cada docente encara el trabajo de manera diferente, algunos hacen talleres, otros
realizan charlas con profesionales sobre diversidad, género, los del campo, traen ta-
175
“La Escuela Agrotécnica ha tomado como proyecto institucional la ESI, y que todos
los docentes de alguna u otra forma trabajaron, que lo han tomado de manera muy
Aun cuando estos datos indican que la capacitación en servicio ha sido exitosa
del cuerpo docente hay quienes subrayan que estas instancias no han sido suficientes,
expresan la necesidad de contar con más ofertas de formación en servicio para poder
incorporar la ESI en sus espacios curriculares así como poder profundizar en la tarea.
“Creo que dentro del espacio institucional deberían de generar más charlas o capa-
citaciones, talleres, etc. Sumado a esto, la difusión de la misma para que todos los
docentes podamos ser partícipes de este tipo de actividades y así adquirir más infor-
mación para luego, de manera personal, enmarcar las diferentes temáticas en pro-
“Considero necesario que se dicten cursos sobre este tema tan relevante para este
que requiere. No estoy capacitada como corresponde para dictar clases a mis alum-
nos sobre los temas que se pueden abordar. Si bien leo en revistas, consulto a mis
cia de lograr una mejor formación y preparación docente en ESI, para lograr cambios
en las representaciones que se tienen respecto a esta asignatura, que se asocia exclusi-
pacitarse para incorporar la ESI en su tarea con el alumnado, así lo plantea un docente
“Por mi parte creo que la ESI es fundamental y espero enterarme la próxima vez que
haya una capacitación para docentes y, sobre todo, que nos ayude a llevarlo a cabo
en los talleres (sectores productivos), o ver cuál podría ser nuestro grano de arena
personal docente y por sobre todo las necesidades formativas relacionadas a la inte-
gralidad de la sexualidad.
y por ende en la EAE, es la adhesión por parte del Consejo Superior de esta casa de
estudios a la Ley Micaela a partir del 2 de mayo de 2019, que establece la capacitación
obligatoria en temáticas de género y violencia contra las mujeres para todas las perso-
del Protocolo de Acción contra las Violencias de Género que rige para todo el ámbito
177
desigualdad, porque cuando uno conoce es cuando uno puede pensar prácticas
Esta ley involucra cuatro grandes dimensiones que deben ser abordadas en el
o equidad, que permitan minimizar las brechas de género existentes dentro de las uni-
versidades; la comunicación con perspectiva de género, que forma parte del enfoque
hacer efectiva la implementación de esta Ley, se conformó una mesa inter facultades
nero”, este curso se desarrolla juntamente con la Universidad Gastón Dachary, el Mi-
los desafíos del abordaje de la Ley Micaela. Spasiuk (2019) da a conocer quiénes son
En este caso serán mujeres de las distintas instituciones que estén ejerciendo
Contingencia de COVID 19, del año 2020, en la institución, por vía virtual (zoom) se
178
La capacitación del primer día del ciclo de formación correspondió al Plan de
Trabajo Institucional, coordinado por la Mgter. Gisela Spasiuk52 junto a dos capacita-
mas de Protección de Derechos”, “diversidad sexual”, “la ESI como camino de pre-
brindado por la Prof. Olga Ferreyra53. Participaron en las tres instancias de capacita-
fue todo un éxito, se cumplieron los objetivos planteados para el mismo, además de
grar así una sociedad más justa e igualitaria. Se prevé que este ciclo de formación sea
Micaela es una oportunidad para fortalecer el trabajo desde la ESI, permite interpelar
52
Responsable en la UNaM de la implementación de la Ley Micaela, y referente de género a nivel na-
cional, Decana de la FHyCS de la UNaM.
53
Coordinadora del Programa ESI en Misiones.
179
Figura 5.9.
180
5.3. Desarrollo curricular de la ESI en la escuela
A partir del marco establecido por la Ley 26.150 y sus LC, la ESI se constituye
damentales desde las cuales se puede pensar estrategias o líneas de trabajo: a) el desa-
sea de forma transversal y/o específica, según corresponda, sin esperar a que surjan
episodios y/o situaciones que exijan hacerlo. Las planificaciones deben contemplar el
función de los contenidos de los ejes de la ESI presentes en las planificaciones áulicas
181
Basado en un enfoque multidimensional, se piensa al curriculum como el en-
para reconstruir su trama y su sentido a través del análisis de las interacciones e in-
decir, lo escrito, lo declarado. Su propósito es dar al profesorado una base para la pla-
ESI, las planificaciones didácticas del profesorado, y los materiales didácticos de ESI.
vividas en la realidad del centro escolar sin haberlas planificado, ni a veces, ser
182
conscientes de su existencia» (Gimeno Sacristán, citado en Sanjurjo, 1998, p. 108). El
transmiten mensajes a través de lo silenciado, aquello que debería estar, pero no está,
trategias, materiales didácticos y la selección bibliográfica utilizada por los y las do-
como instancias de reflexión, una zona intermedia entre la teoría y la práctica educa-
tiva. Al planificar, el profesorado se posiciona como sujeto activo que analiza la com-
terísticas del alumnado y de la escuela, para que, en función de todos estos factores,
permite repensar como un todo la asignatura y reflexionar acerca de cómo ella aporta
subjetividad del o la docente, ya que escribir la misma implica un acto cognitivo que
dológica que articula los procesos reflexivos, en torno a qué y cómo se enseña y al que
y como se aprende» (Massa et al., 2015, p.38). Al mismo tiempo, las planificaciones
didácticas ponen de manifiesto determinadas visiones del mundo, explicitan las pers-
183
meros listados de temas, son un proceso de selección de contenidos, propósitos, y re-
cursos, «que ejercen influencia por lo que enseñan y por lo que dejan de enseñar (…),
de manera implícita o explícita, con mayor o menor grado de formalización, pero siem-
pre con repercusiones prácticas (Davini, citada en Attardo et al., 2020, p 25).
análisis que surgieron del estudio de los propósitos formativos presentes en los LC y
los cinco ejes de la ESI. Los datos obtenidos se volcaron en una matriz con indicadores
Del análisis de las planificaciones didácticas surge que las materias que pre-
sentan contenidos de ESI explícitos son Biología, Educación Física (de mujeres), His-
a la ESI. Cabe destacar que se observa que una misma asignatura (de diferentes divi-
siones del mismo año), dictada por diferentes docentes, varía los contenidos de ESI
tran aquellos propósitos formativos relacionados con las relaciones problemáticas que
pueden derivarse de las diferencias entre varones y mujeres, y por último, la construc-
184
roles de género y aquellos que promueven el análisis sobre la construcción social de
los mismos. Estos contenidos están explícitos en las asignaturas Educación Física, For-
tura y Lengua Extrajera. Siendo Historia y Lengua y Literatura, materias que trabajan
dida se abordan aquellos contenidos que vinculan el cuidado del cuerpo y de la salud
con dimensiones que van más allá de los aspectos biológicos (el placer, derechos se-
ción Física se explicitan contenidos relacionados con estereotipos genéricos y las re-
tica del aborto, y el estudio de los procesos y productos de la ciencia relacionados con
la materia de Tecnología.
185
reconocimiento de emociones y sentimientos relacionados con la sexualidad humana.
contenido transversal.
manera limitada, en las pocas planificaciones que se menciona, se refiere, sobre todo,
la diversidad, contenidos que, aunque encierran todos los ejes conceptuales, no son
Cabe destacar que, temáticas relacionadas con la diversidad, no deben ser abor-
cesario que en las escuelas no solo se aborden saberes legitimados y científicos, sino
ralidad como base de la práctica educativa en general, así como de la ESI en particular
ponen el acento en las Leyes y Convenios referidos a los DDHH y en menor medida
186
especialmente aquellas referidas a la trata de personas. En el ANEXO VII, se detallan
sus asignaturas.
directamente en el aula, por ello, se infirió a partir de los contenidos presentes en las
mente trabajan los y las docentes en sus asignaturas. Un enfoque biomédico – preven-
prevista como desarrollo del cuerpo, los cambios puberales y el esquema corporal. En
científicamente validada, se espera que el alumnado incorpore este saber para lograr
un buen estado físico a través del cuidado y valoración del cuerpo, la consciencia cor-
en las que se acentúa el conocimiento del cuerpo humano, su desarrollo y sus funcio-
187
Se visualiza un enfoque centrado en temas jurídicos (Morgade, 2006), en las
acento en las realidades que atraviesan los y las adolescentes y jóvenes, en su cotidia-
neidad, tales como las diversas formas de violencia, haciendo hincapié en los derechos
humanos. Estos tres modelos, vinculan a la sexualidad como algo a “prevenir”, lo que
se relaciona con una idea negativa, respecto a la sexualidad (González del Cerro et al.,
Hay que destacar que estas asignaturas que proponen contenidos de ESI, se
que presentan en sus prácticas los y las docentes de este ciclo escolar, son las charlas
las prácticas de ESI en la escuela. Los y las docentes de la EAE, en sus planificaciones
y en las encuestas realizadas, manifiestan utilizar mayormente los LC de ESI, las re-
188
utilizan láminas, modelos y recursos audiovisuales. La figura 5.10 da cuenta de los
Figura 5.10
Materiales didácticos de ESI utilizados por docentes del Ciclo Básico de la EAE
entre los y las docentes que trabajan ESI. En la primera encuesta realizada a referentes
se guardan estos materiales tan valiosos, a pesar de que fueron divulgados en uno de
referente de ESI indica que hay muchos materiales que se encuentran en el DOE, y
189
que pueden acceder a ellos tanto docentes como alumnos. El secretario académico,
indica que hay “varios materiales en el laboratorio. Envueltos en papeles originales, para
aula adecuadas para cada nivel y ciclo de enseñanza, tiene propuestas para las diferen-
tes áreas disciplinares, y permiten trabajar cada uno de los ejes conceptuales de la ESI.
Por otra parte, presentan diversas estrategias para realizar debates entre los y las do-
que permite descubrir las voces que están incluidas y cuáles no, y los sesgos de género,
de clase y de etnia que atraviesan esa selección (Attardo, 2020). Los textos escolares,
de una visión específica del mundo; esto es, de dónde provienen, quiénes los escriben,
qué contenidos tienen, qué imágenes muestran y qué lenguaje utilizan, todo ello, tiene
sociedad, por todo esto es relevante dirigir su atención cuando se propone la transver-
textos utilizados por el profesorado de la EAE, que podría ser objeto de una nueva
190
pertenencia argentina, puesto que la mayoría de los textos escolares utilizados son de
autores y autoras nacionales (85%), con un equilibrio según género, dado que la pro-
porción de varones y mujeres que escriben estos textos es la misma, muchos de ellos
sus materias. Las editoriales más utilizadas por las y los docentes de asignaturas de
ción bibliográfica teniendo presente, la visión del mundo y los modelos sociales legi-
diversidad cultural y sexual, además del lenguaje utilizado, tener en cuenta las imáge-
nes o ilustraciones que se presentan en estos materiales educativos que deben ser ob-
servadas a la luz del género. «La importancia de ello radica en que, como señala la
Unesco, las representaciones surgidas del contacto con material visual suelen ser más
potentes que las que provienen de lo escrito» (Martínez Moscoso, 2012, p. 63).
191
5.3.2. Prácticas de ESI en el Ciclo Básico de la EAE.
torial. En este trabajo trato de dar cuenta de las experiencias que se han ido generando,
referentes educativos, cuáles son las prácticas de ESI que se realizan en la escuela con
mayor frecuencia a partir de la implementación de esta. Los resultados dan cuenta que
las actividades áulicas son las que mayormente se realizan en este ciclo educativo, con
un 72%; a estas le siguen las actividades con otros docentes y charlas brindadas por
en tercer lugar se encuentran los espacios de diálogo entre docentes (48 %) y las acti-
vidades con otras instituciones (38%), mientras que las actividades con las familias
(24%), son realizadas algunas veces y expuestas únicamente por docentes que a su vez
Las entrevistas con las autoridades, reflejan datos coincidentes con los expre-
sados en las encuestas a docentes y preceptores, las prácticas que mayormente se rea-
lizaban en un inicio, son las charlas con profesionales de la salud “por lo arraigado de
táneamente las actividades áulicas con el estudiantado son las que más se realizan en
la escuela; las actividades con otros docentes, se ejecutan en los PEI y en proyectos
192
residencia estudiantil, y es menos frecuente, con padres y madres de estudiantes que
el trabajo con no docentes, sin embargo, hubo “un primer acercamiento en el que se
Figura 5.11
Prácticas de ESI realizadas por referentes educativos del Ciclo Básico de la EAE
ESPACIOS DE DIÁLOGO
ENTRE DOCENTES
7% 10% 31% 3% 48%
ACTIVIDADES DE ESI
CON DOCENTES
14% 10% 45% 31%
CHARLAS BRINDADAS
POR PROFESIONALES 10% 14% 45% 3% 28%
EXTERNOS
ACTIVIDADES CON
OTRAS INSTITUCIONES
17% 21% 17% 45%
que además de las prácticas antes mencionadas, están aquellas programadas y ejecuta-
193
pretenden ser “masivas”, la coordinadora de ESI, a quien el estudiantado la tiene como
referente, considera que es preferible se realice “una jornada pensada con docentes,
con planificación previa (…) actividades coordinadas, con evaluación previa de las
se realiza desde el DOE. Por otra parte, en la residencia se han realizado talleres de
“Asesoría en Salud Sexual Integral”, cuyos objetivos son: favorecer la toma de deci-
vínculo establecido con el propio cuerpo y el de los demás; y, ofrecer, de forma pri-
tidad y elecciones en base a sus gustos y el de los demás, teniendo en cuenta el marco
de los derechos de niñas, niños, adolescentes y jóvenes, así como derechos sexuales y
194
En el año 2020, con las dificultades que conllevó la pandemia de COVID 19,
DER” cuyo nombre deriva de su propósito, para qué «nuestras prácticas –interperso-
Figura 5.12.
195
Para complementar estos datos se preguntó, en la encuesta 1, a referentes edu-
cativos acerca de cuáles son los ejes de la ESI que se da mayor prioridad en las activi-
dades antes mencionadas. La mayoría refieren que todos los ejes se encuentran incor-
porados en las prácticas educativas que se realizan en la escuela, sin embargo, es el eje
“cuidado del cuerpo y la salud”, el que se le da mayor prioridad, seguido por los ejes
finalmente, los ejes “respetar la diversidad sexual” y “valorar la afectividad”, son abor-
dados con menor asiduidad. Para la referente de ESI, se abordan temas emergentes,
que se han instalado con mucha fuerza en el alumnado, entre ellos se pueden mencio-
nar los siguientes: el abuso sexual, autoestima, ITS, prostitución, pornografía, violen-
cias; y con las familias, “ese no saber cómo hablar, ese desconcierto de la familia de
como trabajar el tema” (A.G., entrevista 3, octubre 2019). La figura 5.13 da cuenta de
estos resultados.
196
Estos datos son coincidentes con lo expresado por directivos de la escuela y
que el eje de cuidado del cuerpo y la salud es el que más se encuentra en el proyecto
educativo institucional, con un 90%, seguido por el eje de derechos, con un 87% (Faur
et al., 2015).
A fin de conocer quiénes son los que realizan prácticas de ESI en la escuela, se
1 preceptor, realizan actividades de ESI en sus espacios curriculares del ciclo básico,
frecuencia con la que realizan estas actividades los referentes antes mencionados, lo
hacen en un 50% para abordar temas específicos y un 50% esporádicamente. Las acti-
vidades que realizan con el estudiantado y que describen estos y estas docentes en las
encuestas, se agruparon, dado que varios docentes hacen las mismas actividades:
• Charlas dadas por profesionales sobre ITS y otros temas referidos a la salud.
visionario.
• Lectura de diversos textos que plantean temas sobre vínculos afectivos, situaciones
197
• Revisión de mandatos sociales de género en la historia, en las sociedades antiguas
wer point, afiches, etc. Este año sumamos la temática de la percepción del cuerpo,
relacionados a la sexualidad.
ESI en sus asignaturas para analizar cómo implementar la misma en la escuela. De esta
desde el DOE que trabajaban con las emociones y la prevención de la violencia contra
la mujer. Con este primer proyecto se buscó alcanzar la totalidad del estudiantado, e
198
coordinado por la referente de ESI, participaron docentes de la EAE y profesionales
- Generar espacios curriculares que aborden ESI que se articulen entre asignaturas,
departamentos o áreas y que respondan a una lógica dada por bloques temáticos
progresivos.
tes y las familias de los y las estudiantes a los fines de poner en tensión pautas
- Utilizar los episodios que irrumpen en la vida cotidiana como una estrategia de
implementación de ESI sobre todo en ámbitos en los cuales los y las estudiantes
tivo).
- Bloque dos (3º y 4º año): cuidado del cuerpo y derechos sexuales y reproductivos:
xuales y reproductivos.
“Cambiando planes”, “Sabrina sin voz”, “Dulce y salado” y “Golpeá Juanita, golpeá”.
Los destinatarios fueron todos los cursos del nivel superior de la Escuela Agrotécnica
200
Proyecto 1: “Máscaras y caretas”.
temáticas abordadas estuvieron relacionadas con los ejes de ESI “ejercer nuestros de-
rización de los personajes, no solamente con lo postural (expresión corporal) sino con
los recursos técnicos expresivos producidos por los y las estudiantes (objetos, másca-
escuela, se evaluó a través del análisis crítico del alumnado mediante fichas de opinión,
tarios fueron estudiantes de tercer año. Los ejes de ESI que trabajados fueron: “valorar
propuestas, consistieron en: diálogos guiados sobre distintas escenas de la vida coti-
comunicación (redes sociales, afiches, etc.); más adelante se presenta el registro foto-
201
Proyecto 3: “Conociéndome…conociéndote…conociéndonos…en la sexualidad”.
contenidos relacionados con el eje de ESI “respetar la diversidad”, se partió del visio-
nado de una película Una plagaría para Bobby, con posterior debate y reflexión, po-
Este proyecto se realizó desde la asignatura inglés, los destinatarios fueron es-
trabajo con la autoestima, el cuidado del cuerpo, el respeto entre pares teniendo en
202
Proyecto 6: Las estadísticas en ESI.
aplicación de encuestas a la totalidad del estudiantado a los fines de conocer sus modos
lescencia”.
todología elegida fue ofrecer una serie de charlas expuestas por el profesional antes
mencionado. Los contenidos fueron abordados en dos etapas en las que se trabajó el
203
Proyecto 9: Estereotipos y mitos relacionados con la sexualidad.
Se trabajó este proyecto desde la materia Biología de segundo año. Los objeti-
vos estuvieron relacionados con despejar mitos y estereotipos afines al eje “cuidado
curricular Educación para la Salud, en forma conjunta con la profesora a cargo de esta
sexualidad, posterior a este, se vio el interés por abordar temas relacionados al pro-
yecto de vida y su relación con la sexualidad, a partir del mismo se planteó un taller
con varios momentos en los que se desplegaron actividades lúdicas, diálogos y deba-
204
tales como la Secretaría de la Niñez, Adolescencia y Familia del Ministerio de Desa-
rios fueron estudiantes de todos los cursos de la EAE (López et al., 2019).
poran una serie de proyectos relacionados con la salud, entendida la misma como un
como objetivo continuar con el trabajo colectivo que se realizaba en la escuela, sin
pacio de transversalidad que tenga presente la salud integral del estudiantado. En este
que la escuela sea mera receptiva y si protagonista activa de cada una de las instancias
p. 104).
Las líneas de trabajo y los contenidos del plan institucional Salud Integral, son:
i. Estilos de vida saludables y cuidado del cuerpo: uso del tiempo libre,
v. Proyectos de ESI
205
vi. Fortalecimiento de los pilares de la resiliencia y habilidades para la
acción, algunos de ellos continúan en la actualidad, y han sido considerados muy va-
liosos tanto por estudiantes como por quienes están a cargo de estos y la comunidad
toda de la escuela. López et al. (2019, p. 104) sostienen que «a partir del análisis de
planificadas para el periodo 2016 – 2019 por docentes del Ciclo Básico de la EAE.
Como se observa en el cuadro del anexo, en las distintas propuestas se trabajan los
206
“Este tipo de actividades extra áulicas, motivan muchísimo al alumno, su manera de
ver y entender el arte se modifica (…) posibilita que muchas alumnas y alumnos ta-
“Se realiza muchas charlas, actividades sobre ESI en la EAE, pero faltaría coordinar
más por cursos, con los profesores para que todos los alumnos asistan a las charlas
“Según lo que se viene trabajando, faltaría lograr la definición de temas quizás para
ordenada y que no haya repetición de temas. De esa manera evitaríamos cansar a los
de dejar afuera temas que quizás se podrían trabajar y se los deja de lado. Debemos
“Pienso que es un trabajo (arduo) realizado por un grupo particular y muy pequeño
general de todos los actores de la institución y, sobre todo, no hay una directiva por
“Sería interesante desarrollar la temática en el PEI con todos los docentes, como así
también consensuar las estrategias para implementar la ESI en las distintas asigna-
turas. Una de las complicaciones es que la Ley de ESI no figura como parte de la
con los ejes de ESI en sus asignaturas, y el que ha contestado las dos encuestas
207
realizadas. Se aprecia un involucramiento y compromiso grande por parte de estos y
manifiesta:
lar, se redujeron los embarazos no deseados o adolescentes, han cambiado los códi-
los docentes (aún incipiente), el respeto en los viajes y actividades extra áulicas. Aun
creo hay mucho por mejorar y fortalecer, pero creo que el camino está iniciado ”.
(Encuesta 1:7)
“Los jóvenes tienen una perspectiva diferente (…) estuve haciendo varios talleres de
acuerdo que una profesional me dijo: ¡es impresionante como pueden hablar los es-
ESI! Porque realmente hay como una cuestión que está incorporada en ellos, que,
208
aunque nosotros no lo podamos ver, ¡está! Entonces ellos se pueden expresar mejor
que otros estudiantes, hay algo como una música, un sonido, como que los prepara
para eso, y se manifiesta, por ejemplo, cuando hay situaciones de violencia y esas
cuestiones, y realmente, lo que están haciendo ellos es retomar lo que en algún mo-
talleres que vienen de afuera, sino porque se hacen talleres dentro de la escuela, a
veces con profesionales que vienen de afuera, pero siempre acompañados con docen-
tes de la institución; entonces, cuando uno trabaja un tema cualquiera con ellos, ge-
neralmente parece que no pasa nada, que no hay ningún efecto, pero en algún mo-
mento, cuando hay algo que tienen que resolver, eso vuelve a resonar en la vida de
ellos (…) Para mí esa es la gran diferencia con otros lugares donde no está incorpo-
rada la ESI, donde hay docentes sueltos, que con toda su voluntad arman algún taller
y acá, se hace muchísimo, te digo que acá en el DOE se ve muchísimo, como que en
algún momento hay un efecto que resuena sobre algo que se trabajó y vienen acá, ¡es
impresionante! (…)”
“En el DOE se trabaja desde otro lugar, desde otra línea (…) cuestiones que no se
pueden contar, que no se pueden hacer públicas, desde el DOE se acompaña en las
denuncias de abuso sexual, de situaciones de violencia, que son bien complejas (…)
lo que hace ESI es como que genera un nivel de dialogo o de comunicación que
permite que uno pueda expresar eso que vivenció y que hace mal, es el canal que
exterioriza esas situaciones que muchos de los chicos vivieron, situaciones re com-
plejas, les ayuda a poner en palabras las violencias que los atraviesa tanto en el ám-
bito familiar como educativo, y allí tiene sentido todo lo que es ESI. (A.G., entrevista
3, octubre 2019)
docentes y preceptores, manifiestan que los proyectos han generado impactos positivos
en el alumnado, refieren que la EAE está por delante de otras instituciones educativas
209
del medio, donde se ha implementado la ESI con muchas dificultades. No obstante,
sostienen que hubo “malas experiencias con talleres externos, se trajeron profesiona-
les sin la coordinación de ESI, fueron charlas sueltas, que no estuvieron enmarcadas
dentro de un proyecto y salieron mal, hubo quejas de alumnos y padres ” (M.A., en-
trevista 2, octubre 2019), por tanto, sugieren que todo lo que se lleve a cabo respecto
un proyecto educativo.
gación más exhaustiva que evalúe el impacto de estos proyectos en los conocimientos
y significados que el alumnado ha construido sobre las sexualidades, apoyo esta pos-
realizado un seguimiento de los proyectos antes expuestos, siendo una deuda pendiente
Desde hace varias décadas los registros fotográficos han formado parte de la
actividad educativa y la vida escolar, al mirar estas imágenes se denota el gran poten-
cial que tienen las mismas como registro de lo observable, ya que pueden brindar datos
vez productora de contenidos, se postula como una herramienta sumamente útil para
“Con la fotografía ya no nos resulta posible pensar la imagen fuera del acto
que la hace posible”. La foto no es sólo una imagen sino un verdadero “acto
210
vez imagen y acto, entendido el acto no sólo como el momento de la toma
describir las diversas prácticas de ESI que se realizaron en la EAE operando como
de estas.
Las fotografías que se presentan a continuación han sido capturadas por distin-
tos actores escolares en las diferentes actividades realizadas, no fueron tomadas con
una intencionalidad investigativa, sino como “recuerdos” para un futuro y/o para dar
cuenta de las prácticas educativas realizadas. Las fotografías fueron cedidas por do-
centes quienes dieron su autorización para ser publicadas en esta investigación, otras
211
Fotografía 2. Imágenes de distintos talleres de ESI en la EAE (Autoría propia)
212
Fotografía 4. Distintos momentos del Proyecto de ESI “El arte no discrimina” (Fotos ce-
didas por Prof. Justina Urbine)
213
Fotografía 6. Imagen de Collage. Trabajos de integración sobre “El Culto
al cuerpo en la antigua Grecia y en la actualidad”. 1er año A y B. Proyecto
ESI Escuela Agrotécnica Eldorado 2020. (Cedido por Prof. Viviana Re-
yes)
214
Fotografía 7. Imágenes de distintos momentos de talleres de ESI desarrollados en
Lengua y Literatura y Geografía (fotos Cedidas por Prof. Bernardina Fernández)
215
5.4. Logros y dificultades en la implementación de la ESI en la escuela
en la que se visualizan tanto logros, como algunas dificultades que aún subsisten, y
la ESI en la escuela.
Entre los logros más destacados por directivos y referentes educativos se men-
estas temáticas entre pares. Este espacio construido habilita que las situaciones
216
educación sexual de manera exclusiva con la voz de un “profesional externo”
que, permite visualizar el curriculum oculto que permea las prácticas cotidianas
nar esfuerzos para mejorar día a día el proyecto educativo de ESI en la escuela.
para este trabajo, señalan que aún persisten ciertas dificultades y/u obstáculos que se
que aparecieron tanto en las encuestas como en las entrevistas a directivos se encuen-
217
• Las y los referentes educativos manifiestan no sentirse preparados para el abor-
maciones y prácticas áulicas, ya sea por falta de tiempo, y/o porque sus espa-
que los contenidos son contrarios a sus creencias. En este contexto, la coordi-
torno a las temáticas de ESI por parte de algunas y algunos docentes, miradas
“tratan de retrasar las mismas, con una visión personal y moralizante” (A.G.
tión.
lidad.
vergüenza de hablar sobre sexualidad, esta dificultad está acompañada por poca
218
información, mitos, estereotipos, concepciones erróneas y falta de vocabulario
para expresarse.
• Simultáneamente, hay docentes que manifiestan que las pautas culturales, poco
xista, con las que vienen los y las estudiantes (de primer año), influyen en las
manifiestan que las aulas son pequeñas y el número elevado de estudiantes por
ciones para comprender la lógica de los chicos y las chicas, tales como, el uso
del celular, las redes sociales y las relaciones sexuales entre ellos y ellas, al
mismo tiempo, hay una falta de visión de lo que les pasa, “los y las adolescentes
viven en otro paradigma, y los y las docentes estamos en otra” (A.G. entrevista
3, octubre 2019).
ción, más que un obstáculo, puede llegar a constituirse en una puerta de entrada que
realizan en la escuela.
219
CONSIDERACIONES FINALES
Al iniciar este estudio me propuse describir y analizar el estado actual que ca-
en estudio.
Los resultados del trabajo dejan entrever que la ESI se encuentra instituciona-
compromiso genuino por parte de referentes educativos que poseen convicciones pro-
pias para incorporar la ESI en sus prácticas educativas. Como en otras instituciones
educativas, «la ley operó como motor para impulsar el trabajo dentro de la escuela y
para validar la legitimidad de la ESI frente a las familias» (Faur et al., 2018, p. 125).
estudiantado. En estas prácticas se observa, que las y los referentes educativos trabajan
tipos de capacitaciones para mejorar sus prácticas pedagógicas en ESI. Por otra parte,
220
estudiantado vincularse más amigablemente con su sexualidad y la de las y los demás,
estos espacios son facilitados a través del DOE, Asesoría en Sexualidad Integral y la
Residencia estudiantil.
tras que, en educación física y biología, se enfatiza en el eje cuidado del cuerpo y la
el alumnado, priorizando aquellas que son participativas, como el taller, que permite
nidos.
Un aspecto para destacar es que estas prácticas educativas son lideradas y mo-
nitorizadas casi exclusivamente por docentes mujeres, cabe preguntarse ¿qué signifi-
cados tiene esta prevalencia femenina en las practicas educativas de ESI en la escuela?
valora la posibilidad de contar con clases y/o talleres que aborden distintos contenidos
221
relacionados con las sexualidades, y notan que también pueden mantener conversacio-
directa en los aprendizajes del estudiantado a través del curriculum oculto y nulo, aun
son incipientes. En este sentido, hay que hacer notar que, se observa en las y los refe-
rentes educativos prácticas en las que las expectativas y el trato a estudiantes en fun-
ción de su género, es similar entre unos y otros, y entre unas y otras, aun cuando,
ginario docente y escolar. Del mismo modo, se identificó la idea en referentes educa-
tivos, de creer que la formación y capacitación que tienen no alcanza para abordar de
manera idónea todos los temas que la ley propone. Esto, es un obstáculo que sigue
222
desigualdades de género son del orden de lo natural y lo biológico y por lo tanto son
mente porque las sexualidades son construcciones en las que se entrelazan lo privado
desafíos que demandan reflexión y caminos a seguir por parte de todas y todos los
actores institucionales.
Una primera cuestión que debe ser incorporada en forma sistemática está rela-
de la escuela.
Por otro lado, es imprescindible la participación con las familias en los pro-
yectos de ESI que se despliegan en la institución, dado que estas deben estar informa-
das del enfoque de ESI que se desarrolla, lograr el trabajo conjunto de tal manera de
niendo presente no solo las necesidades formativas del estudiantado respecto a las se-
integral. Para lograr este cometido es necesario establecer espacios de diálogo, refle-
implica la interacción y diálogo equitativo entre las diversas culturas, así como lograr
mutuo, indagando las relaciones de poder entre las diversas culturas, más allá de la
La vida afectiva y sexual de adolescentes con discapacidad está sometida a una serie
de mitos, prejuicios y temores que inquietan tanto a familias como a docentes. La im-
para brindar una atención adecuada a las diversas situaciones del estudiantado, y 3) la
(Meresman, 2018).
cesidad de formar un equipo interdisciplinario de ESI, que articule las diversas accio-
dizar aspectos relacionados con las trayectorias estudiantiles en ESI y las actuaciones
cular de ESI en el ciclo básico que redunde en beneficios y saberes del estudiantado.
224
En conclusión, se puede decir que en este trabajo se cumplieron los objetivos
invitan a encontrar respuestas, a construir nuevos puentes para que nuestro alumnado
xualidades.
prácticas relevadas en este estudio iluminen el camino para que la ESI sea, una realidad
225
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245
ANEXO I: Cuadro comparativo entre la Ley Nacional de Educación Sexual In-
246
ANEXO II: Guía de entrevista para autoridades de la EAE
OBJETIVO
- Caracterizar la implementación de la ESI en la E.A.E.
1. ¿Qué organización curricular se eligió para la implementación de la ESI en la Es-
cuela?
2. ¿Cuáles fueron los criterios que se plantearon para la elección de esta organiza-
ción?
tar…)
a. Ley de ESI
g. Reproducción
247
h. Género
i. Diversidad
j. Reproducción
k. Genitalidad
l. Otros
10. Desde su punto de vista, ¿cuáles fueron los resultados de estas Jornadas?
11. La escuela ¿recibió materiales de ESI? ¿Cuáles? ¿Cómo se utilizan los mismos?
12. ¿En qué medida, luego de la implementación de la ESI y las Jornadas Institucio-
13. Podría describirme, con el mayor detalle posible el tipo de acciones o actividades
14. Respecto a las actividades que se han realizado, ¿quiénes participaron de las mis-
15. ¿Qué prácticas o actividades se han realizado con más frecuencia a partir de la
• Actividades áulicas
248
16. ¿Cuáles de los siguientes ejes conceptuales de la ESI se da mayor prioridad cuando
• Valorar la afectividad
• Respetar la diversidad
17. ¿Cómo percibe Ud. la recepción de la ESI por los distintos actores institucionales?
Actores Institucionales:
• Docentes
• Preceptores/as
• Familias
• Alumnos/as
18. ¿Cuáles fueron los logros y las dificultades que se presentaron a nivel institucional
249
ANEXO III: Cuestionario para referentes educativos de la EAE
La siguiente encuesta, que le solicito tenga la amabilidad de responder, forma parte de la investi-
gación “IMPLEMENTACIÓN DE LA EDUCACIÓN SEXUAL INTEGRAL EN EL CICLO BÁSICO
DE LA ESCUELA AGROTÉCNICA ELDORADO – MISIONES”, que estoy realizando como Tesis
de Maestría en Enseñanza de las Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad del COMAHUE.
Los objetivos de esta son:
- Caracterizar la implementación de la ESI en la EAE.
- Conocer los significados que los docentes del ciclo básico de la EAE otorgan a la sexua-
lidad.
La participación de Ustedes, respondiendo a este cuestionario, es voluntaria y anónima. La infor-
mación obtenida es absolutamente confidencial, y solo será analizada a los fines de esta investiga-
ción.
Le agradezco desde ya su compromiso y honestidad respondiendo este cuestionario.
250
h. Género
i. Diversidad
j. Reproducción
k. Genitalidad
l. Otros, indique cuál
7. ¿Cómo las capacitaciones o talleres de ESI realizados y en los que Ud. participó
en la EAE han modificado sus ideas acerca de la Educación Sexual?
a. Mucho
b. Bastante
c. Poco
d. Nada
e. No se
8. ¿En qué medida, luego de la implementación de la ESI y los Talleres de Educación
Sexual, Ud. ha modificado sus planificaciones áulicas?
a. Nada
b. Poco
c. Bastante
d. Mucho
9. ¿Qué prácticas o actividades considera Ud. se han realizado con más frecuencia a
partir de la implementación de la ESI en la EAE?
Bastante Algunas
Siempre Nunca
veces veces
Actividades áulicas
251
10. ¿A cuál de los cinco ejes conceptuales de la ESI considera se da mayor prioridad
cuando se realizan estas actividades en la Escuela?
Mu- Bas- Algo Nada
cho tante
Derechos
Afectividad
Género
Diversidad
Cuidado del cuerpo (embarazo, anticoncepción, Pre-
vención de infecciones de transmisión sexual, etc.)
16. ¿Con qué materiales de la ESI, disponibles en la Escuela, Ud. trabaja habitual-
mente?
a. Lineamientos curriculares
b. Cuadernos
c. Revistas de ESI
d. Láminas
e. Trípticos
f. Guía de Desarrollo Institucional
252
g. Modelos
h. Ninguno
i. Otros, indique cuales
253
ANEXO IV: Cuestionario complementario para referentes educativos
254
10. ¿Asignas en tu materia una carga de responsabilidades y tareas diferenciadas según
el género del estudiantado?
a. Sí
b. No
11. Si la respuesta es afirmativa en el ítem anterior indica ¿Qué tareas o responsabili-
dades asignas según el género?
12. ¿Consideras que hay actitudes o creencias tuyas que pueden influir en el aprendi-
zaje del estudiantado respecto a la sexualidad?
a. Sí
b. No
c. Tal vez
13. Si tu respuesta es afirmativa en el ítem anterior ¿podrías dar algún ejemplo?
14. ¿Cuáles de los siguientes obstáculos se han presentado en la escuela al momento
de incorporar la ESI en los distintos espacios curriculares?
a. Dificultad para incluir los contenidos de la ESI en mi materia
b. Los contenidos de la ESI son contrarios a mis creencias
c. Temor a que las familias cuestionen los contenidos de ESI que se trabajan
en mi materia
d. No me siento capacitado/a para impartir contenidos de ESI
e. Ninguna de las anteriores
f. Otro:
255
ANEXO V: Malla curricular del Ciclo Básico de la Tecnicatura en Producción Agrope-
cuaria
- Lengua I
- Lengua Extranjera I
- Geografía I
Asignaturas de Formación Ge- - Historia I
neral - Formación Ética y Ciudadana I
- Educación Artística I
- Educación Física I
- Matemática I
Asignaturas de Formación - Biología I
Científico-Tecnológica - Introducción a la Agroecología
PRIMER AÑO
- Tecnología I
- Lengua II
- Lengua Extranjera II
- Geografía II
Asignaturas de Formación Ge-
- Historia II
neral
- Formación Ética y Ciudadana II
- Educación Artística II
- Educación Física II
- Matemática II
Asignaturas de Formación - Biología II
Científico-Tecnológica - Tecnología II
SEGUNDO AÑO
- Físico Química
- Lengua III
- Lengua Extranjera III
- Geografía III
Asignaturas de Formación Ge-
- Historia III
neral
- Formación Ética y Ciudadana III
- Educación Artística III
- Educación Física III
- Matemática III
Asignaturas de Formación Téc-
- Biología Humana y Salud
nica
- Tecnología III
TERCER AÑO
Fuente: Plan de Estudios de la E.A.E. (Resolución 1612/10 del Ministerio de Educación de la Nación)
256
ANEXO VI: Matriz de análisis de planificaciones didácticas
1.1 1.2 1.3 1.4 1.5 1.6 2.1 2.2 2.3 2.4 2.5 3.1 3.2 3.3 3.4 4.1 4.2 4.3 4.4 5.1 5.2 5.3 5.4
Historia 1 (AyB) ½ 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1 1 0 0 0 0 0 0 0 0
Historia 1 (C) 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0
ASIGNATURAS DE FORMACIÓN GENERAL
Historia 2 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0
Historia 3 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1 1 0 0 0 0 0 0 0 0
Educación Física 1 0 ½ 0 0 1 0 1 1 0 1 0 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0
Educación Física 2 0 ½ 0 0 1 0 0 0 0 1 0 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0
Educación Física 3 0 ½ 0 0 1 0 0 0 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0
F. Ética y Ciud. 1 0 0 ½ 0 0 0 0 0 0 1 0 0 0 0 0 ½ 0 0 0 1 1 0 0
257
f. Ética y Ciud. 2 0 0 ½ 0 0 0 0 0 0 1 0 1 0 0 0 ½ 0 0 0 1 1 0 0
F. Ética y Ciud. 3 0 0 ½ 0 0 0 0 0 0 1 0 1 0 0 0 ½ 0 0 0 1 1 0 0
Geografía 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0
Geografía 2 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0
Geografía 3 0 0 0 0 0 0 0 0 0 ½ 0 0 1 0 0 0 0 0 0 1 0 0 1
Educ. Artística 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0
Educ. Artística 2 0 0 0 0 ½ 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0
Educ. Artística 3 0 0 0 0 0 0 ½ 0 0 1 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1
Lengua y Lit. 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0
Lengua y Lit. 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0
Lengua y Lit. 2 0 0 0 0 0 0 1 0 0 1 0 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0
Lengua y Lit. 3 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1 0 1 0 0 0 0 0 0 0 ½ 0 0 1
258
Lengua y Lit. 3 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0
Lengua Extranjera. 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0
Lengua Extranjera 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0
Lengua Extranjera. 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0
Lengua Extranjera. 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0
Int. Agroecología 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0
A. FORMACIÓN CIENTIFICO -TEC-
Biología 1 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0
Biología 2 (B) 1 1 0 0 0 0 0 0 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0
NOLÓGICA
Biología 2 (A y C) 1 1 ½ 1 0 0 0 1 1 1 0 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0
259
Biología 3 1 1 0 0 0 0 0 0 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0
Tecnología 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0
Tecnología 2 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0
Tecnología 3 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0
Físico - Química 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0
Matemática 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0
Matemática 2 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0
Matemática 3 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0
Taller de manteni- 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0
A. FORMACIÓN TÉCNICA ES-
miento…
Parques y Jardines 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0
PECÍFICA
Const. e insta. 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0
Agrícolas
260
Vivero General 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0
Granja integrada 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0
Granja integrada 2 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0
Cultivos Agrícolas 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0
anuales
Cultivos Forestales 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0
Industrialización de 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0
productos granja
CLAVES:
0 → no está presente
1 → presente
½ → presente en forma incompleta (se explicitan pocos de los contenidos para el eje).
261
EJE 1: CUIDADO DEL CUERPO Y LA SALUD
1.1. El cuerpo sexuado: procesos humanos vinculados con el crecimiento, el desarrollo y maduración. Los órganos sexuales y su funcionamiento.
La procreación, reproducción humana, embarazo, parto, puerperio, maternidad y paternidad, abordados desde la dimensión biológica articuladas
con las dimensiones sociales, afectivas, psicológicas y éticas que los constituyen. Representaciones sobre el cuerpo, estereotipos y patrones hege-
mónicos de belleza para varones y mujeres.
1.2. Cuidado y valoración del cuerpo y promoción de la salud: diversos aspectos de la salud sexual y reproductiva: promoción y atención de la
salud sexual, prevención de riesgos y daños, el embarazo en la adolescencia y las ITS. Métodos anticonceptivos, regulación de la fecundidad.
1.3. Situaciones de riesgo o de violencias relacionadas con la sexualidad: distintas miradas sobre la problemática del aborto, ITS, acoso sexual, el
abuso y la violencia sexual, el maltrato, la explotación sexual y trata.
1.5. El cuerpo en el medio físico, orientación en el espacio, consciencia corporal, posibilidades motrices, lúdicas y deportivas en condiciones de
igualdad para varones y mujeres. El cuerpo humano como instrumento de expresión vocal, gestual, del movimiento, etc.
1.6. Sexualidad humana y perspectiva científica: procesos y productos de la ciencia, problemas vinculados con la preservación y cuidado de la vida,
en aspectos específicamente vinculados con la sexualidad y la salud sexual y reproductiva.
2.1. Reconocimiento y expresión de los deseos y necesidades propios y de los otros/as, en el marco del respeto de los derechos humanos.
262
2.2. Reconocimiento de emociones y sentimientos relacionados con la sexualidad humana y sus cambios, estableciendo diferencias con la genitali-
dad y la reproducción.
2.3. Reconocimiento del diálogo como instrumento privilegiado para solucionar problemas de convivencia y de conflictos de intereses en la relación
con los demás.
2.4. Reconocimiento y reflexión sobre situaciones de violencia en las relaciones interpersonales (específicamente afectivas y sexuales) o sobre
conductas de imposición sobre los derechos de los otros/as. Respeto por la intimidad propia y ajena.
2.5. La sexualidad humana y su vínculo con la afectividad y los diferentes sistemas de valores y creencias: el encuentro con los otros/as, la pareja,
el amor como apertura a otro/a, el cuidado mutuo en las relaciones afectivas.
3.1. Construcción de una identidad nacional plural respetuosa de la diversidad cultural, de los valores democráticos, de los derechos humanos y de
las relaciones entre géneros diversos.
3.2. Género como categoría relacional que abarca a mujeres y varones: relaciones igualitarias, respetuosas y responsables entre varones y mujeres.
3.3. Relaciones problemáticas que pueden derivarse de las diferencias entre varones y mujeres.
3.4. Conocimientos y creencias, formas de prejuicio y discriminación entre diferentes sociedades, atendiendo especialmente a aquellas que afectan
la participación de mujeres y varones en diferentes espacios y procesos sociales: familiares, laborales, políticos, públicos y privados.
263
4.1. Identidades socioculturales plurales, memoria colectiva en Argentina actual, procesos de discriminación, racismo y exclusión, particularmente
aquellas ideas que originan discriminación y exclusión a partir de la identidad y orientación sexual.
4.2. Derechos de diversidades sexuales y de la responsabilidad del Estado frente a situaciones de discriminación y violación de derechos y la
reflexión sobre las implicancias de la homofobia.
4.3. Diferencias de clase, género, etnias, generaciones, familias y las maneras de aceptar, comprender o rechazar esas diferencias.
4.4. Reconocimiento y respeto por la diversidad de identidades y orientaciones sexuales, y posibilidades académicas y motrices, sin prejuicios
derivadas por las diferencias de origen social, cultural, étnico, religioso y de género, orientados por estereotipos.
5.1. Construcción de una ciudadanía crítica, participativa, responsable y comprometida con prácticas y valores que promueven la igualdad, la
responsabilidad, la justicia y el respeto de los derechos propios y de los otros/as.
5.2. Leyes, tratados y convenios nacionales e internacionales relativos a los derechos humanos en general y de los niños, niñas y adolescentes
relacionados con la salud, la educación, y la sexualidad y el desarrollo de competencias relacionadas con la exigibilidad de estos derechos.
5.3. Marcos legales e información para el acceso los servicios de salud que garanticen el efectivo ejercicio de los derechos de las y los adolescentes.
5.4. Desarrollo de competencias comunicativas relacionadas con la expresión de necesidades y/o solicitud de ayuda ante situaciones de vulneración
de derechos.
264
ANEXO VII: Contenidos de ESI presentes en planificaciones didácticas de docentes del Ciclo Básico de la EAE
265
Educación Física 1, 2 y CUIDADO DEL CUERPO Y LA SALUD
3 (mujeres) Cuidado y valoración del cuerpo.
El cuerpo en el medio físico, orientación en el espacio, consciencia corporal, posibilidades motrices, lúdicas y deportivas. El
cuerpo humano como instrumento de expresión del movimiento.
VALORAR LA AFECTIVIDAD
Reconocimiento y expresión de los deseos y necesidades propios y de los otros/as, en el marco del respeto de los derechos
humanos (primer año).
Reconocimiento de emociones y sentimientos relacionados con la sexualidad humana y sus cambios, estableciendo diferencias
con la genitalidad y la reproducción (primer año).
Reconocimiento y reflexión sobre situaciones de violencia en las relaciones interpersonales (específicamente afectivas y sexua-
les) o sobre conductas de imposición sobre los derechos de los otros/as. Respeto por la intimidad propia y ajena.
GARANTIZAR LA EQUIDAD DE GÉNERO
Género como categoría relacional que abarca a mujeres y varones: relaciones igualitarias, respetuosas y responsables entre va-
rones y mujeres (primero y segundo año).
266
Historia 1 (A y B) CUIDADO DEL CUERPO Y LA SALUD
Representaciones sobre el cuerpo, estereotipos y patrones hegemónicos de belleza para varones y mujeres.
GARANTIZAR LA EQUIDAD DE GÉNERO
Relaciones problemáticas que pueden derivarse de las diferencias entre varones y mujeres.
Conocimientos y creencias, formas de prejuicio y discriminación entre diferentes sociedades, atendiendo especialmente a aque-
llas que afectan la participación de mujeres y varones en diferentes espacios y procesos sociales: familiares, laborales, políticos,
públicos y privados.
267
Educación Artística 3 CUIDADO DEL CUERPO Y LA SALUD
El cuerpo en el medio físico, orientación en el espacio. El cuerpo humano como instrumento de expresión vocal, gestual, del
movimiento, etc.
VALORAR LA AFECTIVIDAD
Reconocimiento y expresión de los deseos y necesidades propios y de los otros/as.
Reconocimiento y reflexión sobre situaciones de violencia en las relaciones interpersonales.
268
Lengua extranjera 2 GARANTIZAR LA EQUIDAD DE GÉNERO
Género como categoría relacional que abarca a mujeres y varones: relaciones igualitarias, respetuosas y responsables entre va-
rones y mujeres.
269
ANEXO VIII: Propuestas de ESI enmarcadas en el Plan Salud Integral – 2016 – 2019
270
“Problemáticas actua- Historia Propuesta destinada a estudiantes de 2° y 3° año, el propósito es que el alumnado comprenda
les: Trata de blancas” Formación Ética Ciu- que es la trata de blancas, como funciona y cuál es el papel o rol del ciudadano responsable. Se
dadana trabaja desde el eje “ejercer nuestros derechos”. Las estrategias utilizadas son la observación
de películas y documentales, el debate, y la difusión de lo aprendido a través de carteleras.
“Proyecto ESI: tra- Tecnología Propuesta destinada a estudiantes de 1° año. Se enmarca en los ejes “respetar la diversidad” y
bajo, tecnología y dis- “garantizar la equidad de género”. Se trabaja con el análisis de las distintas tareas que realizan
criminación” varones y mujeres, las actitudes machistas, que se dan en el ámbito escolar, familiar y comu-
nitario. Se propone fortalecer y consolidar la convivencia de actores escolares, establecer ac-
ciones que promueven la eliminación de prácticas de hostigamiento, acoso sexual y discrimi-
nación. La estrategia didáctica utilizada es el aula taller, lecturas de artículos, debates, conclu-
siones, y difusión de lo aprendido a través de carteleras.
“Proyecto de ESI: Biología Propuesta destinada a estudiantes de 2° año. Es un proyecto que trabaja los distintos ejes de la
adolescencia y sexua- Física ESI, dependiendo de las necesidades formativas del alumnado. Los propósitos se relacionan
lidad” Matemática con la promoción de la salud sexual del alumnado que posibilite la adopción de actitudes posi-
Tecnología tivas hacia la sexualidad, y la creación de un espacio de encuentro y reflexión para expresar
creencias, dudas y vivencias relacionadas con la sexualidad. La estrategia didáctica utilizada
es el taller, con una metodología VJA (ver, juzgar, actuar) en la que se perfilan tres acciones,
observar la realidad, el juicio, valoración, formulación del problema y actuación mediante pro-
puestas de cambio. Las actividades se organizan en tres momentos: diagnóstico inicial y con-
textualización de los intereses, mediante el uso de buzón de preguntas y taller diagnóstico, el
segundo momento es la ejecución del taller, con temáticas de interés del alumnado, y por último
un taller de evaluación formativa.
Infecciones de trans- Profesores de Forma- Destinatarios estudiantes del Ciclo Básico de la escuela. Se aborda el eje “cuidado de nuestro
misión sexual, HIV y ción Técnica específica cuerpo y la salud”. La metodología utilizada es la charla brindada por profesionales externos
métodos anticoncepti- (Secretaría Nacional de la Niñez, Adolescencia y Familia dependientes del Ministerio de Desa-
vos rrollo social de la Nación) y la proyección de un video de la fundación huésped por el día
mundial del SIDA con el fin de ayudar a reflexionar sobre los prejuicios y la discriminación
alrededor del VIH/SIDA, luego se abre debate.
271
“Cuidado del cuerpo, Educación Física Propuesta destinada a estudiantes de 2° y 3° año A y B. Se abordan los ejes referidos al “cui-
igualdad de género y Lengua extranjera dado de nuestro cuerpo y la salud”, “garantizar la equidad de género” y “valorar la afectivi-
afectividad” Educación Artística dad” y “ejercer nuestros derechos”. Los propósitos refieren al desarrollo de la subjetividad, y
Matemática el reconocimiento de derechos, responsabilidades propias y de los otros/as, la expresión, refle-
Lengua xión y valoración de las emociones y sentimientos presentes en las relaciones vinculadas con
Historia la sexualidad, y el respeto por los derechos humanos; la promoción de la igualdad de oportu-
nidades expresivas y participativas para varones y mujeres, propiciando el respeto en diversas
actividades deportivas, culturales y sociales, rechazando y cuestionando formas de discrimina-
ción y las representaciones socio -culturales dominantes sobre el cuerpo y sus estereotipos. El
proyecto se organiza en tres etapas: 1) proyección de la película “Historia del atleta: José
Owen”, 2) actividades de debate, conclusiones y propuesta de acuerdos que permitan transitar
prácticas que habiliten la confianza, la autoestima, el respeto mutuo y los espacios compartidos,
elaboración de carteleras, actividades lúdicas recreativas/juegos, donde se resalta la igualdad
de géneros en el juego y actividad recreativa, 3) Elaboración de un corto de todas las activida-
des realizadas en la jornada y socialización en la escuela y familia, compartir en los cursos
inferiores las producciones de cada grupo, en el área de inglés, se trabaja con el análisis literario
y vocabulario específico.
“Aceptación ante la Lengua extranjera Destinatarios, estudiantes de 2° año. Esta propuesta trabaja el eje “respetar la diversidad”, sus
diversidad” Educación Artística propósitos están referidos a lograr una convivencia sana con actitudes de respeto hacia la di-
versidad, y el establecimiento de códigos de convivencia, y de la escucha atenta, y detectar
comportamientos que impliquen actos de discriminación, para concienciar al alumnado sobre
el daño causado a las víctimas. Las actividades parten del visionado de la película “Dumbo”
como disparador, para generar un debate y reflexión a partir de preguntas. Luego realizan ac-
tividades propias de cada asignatura: elaboración de rompecabezas según técnicas artísticas,
traducción, escritura y pronunciación de elementos significativos que aparecen en la historia y
las palabras que resuenan como mensajes positivos y de motivación a mejorar las interrelacio-
nes personales.
272
“Motivando a desa- Lengua extranjera Propuesta destinada a estudiantes de 3° año. Se trabaja con el eje “valorar la afectividad”. Los
rrollar el máximo po- Lengua y Literatura propósitos refieren a la instauración del trabajo cooperativo y el establecimiento de la “solida-
tencial” ridad” como prioridad puesta en acción ante cada tarea a desarrollar; la motivación y recono-
cimiento de los propios talentos; el desarrollo de habilidades cognitivas y el trabajo con las
inteligencias múltiples para lograr el máximo potencial en el área en que puedan explayar sus
talentos, socializar y contribuir a la construcción de una nueva sociedad; tomar una actitud
proactiva ante la adversidad. Las actividades propuestas se inician con el visionado del corto-
metraje “el circo de la mariposa”, como disparador del debate.
“Cultura agraria, cul- Historia Destinatarios de este proyecto son estudiantes de 1° A y B y 3° A y B. La propuesta propone
tura urbana y mandato realizar una mirada sobre la cultura agraria en diferentes momentos históricos, focalizando en
social, ayer y hoy” los mandatos sociales que subyacen en la organización social de la vida campesina en su con-
texto. Se trabaja desde el eje “garantizar la equidad de género” y “respetar la diversidad”. Los
propósitos refieren al conocimiento de diferentes formas de división del trabajo y de la propie-
dad, así como las modalidades de producción, consumo y apropiación atendiendo a las dife-
rencias y desigualdades que, a lo largo de las historia se han establecido entre varones y mujeres
en su participación en estos proceso sociales, además, comprender los distintos sistemas de
conocimientos y creencias, profundizando en el análisis de prejuicios y discriminación en di-
ferentes sociedades, especialmente aquellas que afectan la participación de mujeres y varones
en diferentes espacios y procesos sociales. La estrategia utilizada es de taller, en dos instancias,
en la primera, realizan una investigación sobre la cultura agraria y la Familia Romana (1° año)
y en la sociedad argentina moderna (3° año), estableciendo relaciones entre el pasado y el pre-
sente, continuidades o transformaciones en los mandatos sociales; en la segunda instancia ela-
boran un cortometraje animado confeccionado con las netbook y celulares de manera grupal y
en base a la información obtenida para luego realizar una exposición de las producciones en
una muestra abierta a la comunidad educativa.
“Conociéndome…co- Lengua Proyecto destinado a estudiantes de la residencia estudiantil. Se realizan charlas para prevenir
nociéndote” Biología la violencia de género/maltrato infantil/ llevadas a cabo con especialistas en el tema (psicólo-
gos, policías de la mujer).
273
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