Unidad 6 Obligaciones y Contratos1
Unidad 6 Obligaciones y Contratos1
OBLIGACIONES Y CONTRATOS
Profesora: Dra. Nélida Pérez
OBJETIVO: Valorar la supervivencia del derecho romano a fin de valorar su importante influencia
en el derecho privado argentino.
CONTENIDOS TEMÁTICOS:
6.1. Concepto y origen de las obligaciones.
6.2. Efectos generales y accidentales de la obligación.
6.3. Extinción de las obligaciones.
6.4. Contratos. Clasificación romana de los contratos: verbales, literales, reales, consensuales, con-
tratos reales e innominados.
CONTENIDOS DESAGREGADOS
6.1. Concepto y origen de las obligaciones. Elementos. Clasificación de las obligaciones. 6.2. Efec-
tos generales y accidentales de la obligación. Responsabilidad. Responsabilidad ante el incumpli-
miento. Daños e intereses. La acción revocatoria. El delito privado como fuente de las obligaciones,
evolución histórica y acciones que engendran. Obligaciones que nacen de los cuasi delitos. 6.3. Ex-
tinción de las obligaciones: el pago. Otras formas de extinción de las obligaciones. 6.4. Contratos.
Concepto. Evolución histórica. Elementos esenciales. Clasificación romana de los contratos: contra-
tos verbales, contratos literales, contratos reales, contratos consensuales, contratos reales innomina-
dos.
1
El acreedor tiene un interés, pero éste no aparece sustancialmente como un derecho, sino
como una expectativa que en último caso es protegida procesalmente como un crédito.1
Conforme al jurista Paulo la sustancia de las obligaciones no consiste en que se haga nuestra
una cosa, o una servidumbre, sino en que otro se constriña hacia nosotros, a darnos, hacernos o a
prestarnos alguna cosa.
1
Di Prieto, Alfredo, Derecho Privado Romano, Editorial Depalma, Buenos Aires, 1999, pág. 181.
2
contractu) o de un delito (ex delito).2 Más tarde amplía la clasificación anterior al decir "las obliga-
ciones nacen o de un contrato o de un delito, o por cierto derecho propio, según las varias figuras de
causa".3
Justiniano, ampliando lo que Gayo denominaba varias figuras de causa, agrega las obliga-
ciones como nacidas de un contrato quasi ex contractu (cuasi contrato), y otras como nacidas de un
delito quasi ex maleficio (cuasidelito). De este modo la clasificación se hizo cuatripartita.
2
Gayo; Institutas, Texto traducido, notas e introducción por Alfredo di Pietro, 5ª edición, Abeledo Perrot, Buenos Ai-
res, 1997, pág. 445.
3
Di Prieto, Alfredo, Derecho Privado Romano, Editorial Depalma, Buenos Aires, 1999, pág. 187.
4
Di Prieto, Alfredo, Derecho Privado Romano, Editorial Depalma, Buenos Aires, 1999, pág. 269 y siguientes..
3
gaba un interdictum fraudatorium que tenía la finalidad de hacer restituir los bienes transmitidos a
terceros conscientes de la situación de fraude.
Justiniano reunirá las soluciones clásicas (in integrum restitutio e interdictum fraudatorium)
en una acción revocatoria única conocida como actio Pauliana u actio in factum.
La actio in factum revocatoria (actio pauliana) tiene por efectos la revocación del acto frau-
dulento.
FURTUM
El furtum consiste en el apoderamiento de una cosa mueble ajena, considerándola como pro-
pia, en contra de la voluntad de su dueño.
Las formas de cometer furtum son: a) furtum rei; b) furtum usus; c) furtum possessionis.
El furtum puede recaer sobre una cosa mueble o inmueble y también sobre personas libres,
como por ejemplo: si se sustrae la libertad de un filiifamilias o de la uxor in manu.
Las clases de furtum son: furtum manifestum y furtum nec manifestum; el primero existe
cuando el ladrón es sorprendido infraganti o llevando la cosa hurtada a un lugar destinado a guar-
darla, cuando no se dan esas condiciones el furtum es nec manifestum.
La actio furti es una acción penal de carácter infamante que le corresponde al dueño de la
cosa pero también a aquel que aún no siendo dueño le interesa que ésta no sea hurtada.
RAPINA
La rapina (robo) es el hurto realizado con violencia.
5
Di Prieto, Alfredo, Derecho Privado Romano, Editorial Depalma, Buenos Aires, 1999, pág. 193.
4
En un principio se exigió la presencia de hombres reunidos y armados que actuaran con vio-
lencia, pero luego se admitió una interpretación más amplia, de tal modo que el delito podía ser
causado por una sola persona "armada", o por una "banda", ya armada o desarmada. 6
La actio vi bonorum raptorum incluyó los actos violentos productores de daños y luego a los
bienes arrebatados por medio de la violencia.
INIURIAE
El vocablo iniuriae designa todo lo contrario al ius. En el régimen de la ley de las XII Tablas
las iniuriae aparecen configuradas como lesiones físicas. Luego el concepto se va ampliando, el
pretor entenderá por tales no sólo las afrentas físicas sino también las dirigidas por medio de pala-
bras verbales o escritas.
La actio iniuriarum tiene carácter penal y la condena implica la tacha de infamia.
6
Di Prieto, Alfredo, Derecho Privado Romano, Editorial Depalma, Buenos Aires, 1999, pág. 198.
7
Di Prieto, Alfredo, Derecho Privado Romano, Editorial Depalma, Buenos Aires, 1999, pág. 200.
5
dolo en los negocios; iii) la actio de albo corrupto por alterar el album del Edicto; iv) la actio de
servo corrupto contra aquel que actuando con dolo corrompiera a un esclavo ajeno; v) la actio in
factum contra el agrimensor que con dolo hubiere dado medidas falsas; vi) la actio de sepulcro vio-
lato por la que se castiga la violación, edificación o inhabilitación de un sepulcro.
6
6.4. CONTRATOS. CLASIFICACIÓN ROMANA DE LOS CONTRATOS: VERBA-
LES, LITERALES, REALES, CONSENSUALES, CONTRATOS REALES E INNOMINA-
DOS
6.4. CONTRATOS
El contrato es la convención que tiene una denominación especial o en su defecto, una causa
civil obligatoria y a la que el derecho sanciona con una acción.
Gayo, dice: "Y ahora, pasemos a las obligaciones, cuya división fundamental se reduce a dos
especies, pues toda obligación, o nace de un contrato (ex contractu nascitur) o nace de un delito (ex
delito)". "Y primero veamos aquellas que nacen de un contrato. Hay cuatro géneros de ellas, ya que
una obligación es contraída por la cosa (re), por palabras (verbis), por escrito (litteris) o por el con-
sentimiento (consensus)".8
El vocablo "contractus" aparece empleado pocas veces en los textos. Tiene mayor uso el
verbo "contrahere" en sentido amplio. Gayo lo utiliza en el sentido de contraer obligaciones y están
protegidos por acciones.
La idea de contrato, parece encaminarse a través de la reunión de cuatro requisitos: a) con-
sentimiento; b) tener un nombre propio, generado por una causa; c) el generar obligaciones; y d) el
de tornarse obligatorios por poder ser exigidos por una actio.
También puede definirse al contrato como el negocio jurídico bilateral dirigido a crear un
vínculo obligatorio.
6.4.2. CLASIFICACIÓN
EN RELACIÓN A SU ORIGEN: IURIS CIVILIS Y IURIS GENTIUM.
MODO DE FORMACIÓN: VERBIS; LITTERIS, RE; CONSENSUS.
MODO DE FORMACIÓN: FORMALES Y NO FORMALES.
POR SUS EFECTOS: UNILATERALES Y SINALAGMÄTICOS.
POR SU NATURALEZA: GRATUITOS Y ONEROSOS
POR LA RELACIÓN DE DEPENDENCIA: PRINCIPALES Y ACCESORIOS.
POR SU CALIFICACIÓN: NOMINADOS E INNOMINADOS.
8
Gayo, Institutas, texto traducido, notas e introducción por Alfredo Di Pietro, 5ª edición, Abeledo Perrot, Buenos Aires,
1997, pág. 445 y 448, puntos 88 y 89.
7
6.4.3. CONTRATOS FORMALES DEL ANTIGUO DERECHO
NEXUM: el nexum es derecho de prenda sobre su propia persona realizada con la formalidad
per aes et libram en presencia de cinco testigos. El deudor se da a sí mismo en calidad de nexus.9
La Lex Paetilia Papiria (326 a. C.) quitó la fuerza ejecutiva al nexum, y debía ser autorizada
por el magistrado.
SPONSIO: juramento verbal generador de una obligación. Este juramento ha precedido al
vínculo jurídico en una época en la cual la religión jugaba un papel considerable en la vida romana
y donde el derecho propiamente dicho estaba aún poco desarrollado.10
MANCIPATIO: es un acto unilateral de apropiación. El derecho es este acto que lo crea. Se
utilizaba con las formalidades de per aes et libram.
9
El hombre libre que ponía su trabajo en servidumbre, por el dinero que debía, hasta que pagara, es llamado nexus.
10
Di Pietro, Alfredo, Los negocios jurídicos patrimoniales y los contratos en el derecho romano, Editorial Abaco de
Rodolfo Depalma, Buenos Aires, 2004, pág. 46.
11
Di Prieto, Alfredo, Derecho Privado Romano, Editorial Depalma, Buenos Aires, 1999, pág. 299.
12
Institutas de Justiniano, Edición bilingüe, 2ª edición, Editorial Heliasta; Buenos Aires, 2005, pág. 195.
8
CARACTERES:
VERBAL
UNILATERAL
DE DERECHO ESTRICTO
ENTRE PRESENTES
ABSTRACTO.
ESTIPULACIONES NULAS
Existen ciertos casos de estipulaciones nulas o inútiles, por ejemplo: la stipulatio post mor-
tem; la stipulatio en favor de un tercero, caso de la promissio a cargo de un tercero.
FIDEIUSSIO
Hacia finales de la República aparecerá una forma más perfeccionada de fianza: la fideius-
sio. A diferencia de los casos anteriores (sponsio o fideipromissio), ahora no se garantiza la promesa
(stipulatio) del deudor principal, sino que el fideiussor se obliga por el debitum de la obligación
principal, declarándose responsable de él.
INTERCESSIO
El vocablo intercessio hace en general referencia a la intervención de una persona, ya garan-
tizando en forma personal o real, así como sustituyendo a un deudor. Como toda actividad porpia de
los banqueros era considerada un negocio viril.
DICTIO DOTIS
La dictio dotis es una promesa de dote, que podía ser hecha solamente por la misma mujer
que se va a casar, por su pater y también por un deudor de la mujer que actuara por orden suya.
No hay que confundirla con la promissio dotis que es posterior, y que consistía en una stipu-
latio (pregunta y respuesta), prometiendo la dote.
En el derecho posclásico la dictio dotis cayó en desuso.
13
Di Prieto, Alfredo, Derecho Privado Romano, Editorial Depalma, Buenos Aires, 1999, pág. 233.
9
IUSIURANDUM LIBERTI
Era el juramento por el cual el liberto, mediante una promesa unilateral, se obligaba a hacer
a su patrono un regalo, un servicio o trabajos. Es el único caso en que una obligación se podía con-
traer con un juramento.
14
Di Prieto, Alfredo, Derecho Privado Romano, Editorial Depalma, Buenos Aires, 1999, pág. 235.
15
Institutas de Justiniano, Edición bilingüe, 2ª edición, Editorial Heliasta; Buenos Aires, 2005, pág. 210.
10
La característica fundamental es que ha operado por parte de alguien la traditio de una o
varias cosas, de tal modo que por el hecho de haberlas recibido nace la obligación de devolverlas a
quien se las entregó. Puede ir acompañado de un convenio previo, que es la causa de la entrega,
pero puede suceder que este convenio no exista (ej: pago de la indebido) y, sin embargo la obliga-
ción de devolver nace igualmente.
Entre los préstamos señalamos al MUTUO: es un préstamo de consumo; el COMODATO:
es un préstamo de uso; el DEPÓSITO: es un préstamo de guarda o custodia; y la PRENDA (pignus)
es un préstamo de garantía.
6.4.7.1. MUTUO
El mutuo (mutuum) es una préstamo de dinero u otras cosas fungibles y consumibles, que
consiste en la atribución de su propiedad a quien las recibe, el cual queda obligado a restituir una
cantidad igual de éstas y no las mismas que ha recibido.
La forma normal de constituir el mutuo es la entrega del dinero por una traditio del mutuan-
te o prestamista, al mutuario o prestatario.
ACCIONES: el mutuo obliga al mutuario a devolver la misma cantidad de cosa prestada. No
es la misma cosa, ni tampoco otra cosa distinta. Para poder exigirla el acreedor tiene la actio (con-
dicitio) certae creditaae pecuniae, cuando se trataba de sumas de dinero. Si era de otras cosas fun-
gibles y consumibles, se concedía la condicitio certae rei (quiantitatis), que los bizantinos denomi-
narán condicitio triticaria.
INTERESES: el mutuo es gratuito, pero se podía agregar intereses. Para ello había que cele-
brar una estipulación; también podía abarcar el capital y los intereses, que permitía luego reclamar
ambos importes en forma conjunta.
El anatocismo estaba prohibido, éste implicaba la capitalización mensual y luego anual.
6.4.7.2. COMODATO
El comodato (commodatum) es el préstamo otorgado por el comodante al comodatario de
una cosa corpórea no consumible, para que éste la use gratuitamente durante cierto tiempo, debien-
do luego restituirla. Es lo que se denomina un préstamo de uso.
Al ser un contrato gratuito la responsabilidad del comodatario se acrecienta, quedan por ello
obligados por dolo, culpa y también por custodia.
ACCIONES: el comodante tenía la actio commodati para lograr recuperar la cosa prestada, y
ello debía ocurrir cuando por las características del préstamo se entendía que había concluido el
comodato. O si había un plazo, había que respetarlo y no se podía reclamar antes.
11
El comodatario goza de la actio commodati contraria para exigir del comodante el reintegro
de ciertos gastos.
6.4.7.3. DEPÓSITO
El depósito es un contrato gratuito, de buena fe, por el cual el depositante entrega a otra de-
positario una cosa, confiándole su guarda. El depositario se obliga a devolverla cuando el depositan-
te se la reclame.
El depositario adquiere sobre la cosa la mera tenencia (detentio) quedando la propiedad y la
posesión en manos del depositante; queda obligado a la conservación de la cosa que ha sido entre-
gada y no puede usar la cosa. Responde sólo por dolo.
ACCIONES: El depositante tenía la actio depositii directa contra el depositario para que
entregue la cosa y responsabilizarlo por los daños y perjuicios sufridos, pero el depositario gozaba
de la actio depositii contraria para que el depositante pague los gastos ocasionados por el depósi-
to.16
CLASES ESPECIALES DE DEPÓSITO
DEPÓSITO REGULAR: El depósito normal regular consiste en la guarda de una cosa mue-
ble.
DEPÓSITO NECESARIO: existe cuando el depósito se efectúa bajo una necesidad irresisti-
ble (ej: tumulto, incendio, ruina o naufragio); la responsabilidad del depositario se agrava porque
fue elegido en situaciones apremiantes.
La actio depositi era por el duplum contra el depositario que se niega a restituir.
DEPÓSITO IRREGULAR: durante la época clásica, el dinero sólo podía ser objeto de de-
pósito cuando el depositante lo hubiera entregado en una bolsa o en un cofre cerrado o sellado, de
tal modo que cuando lo reclamara el depositante, había que restituir dicho recipiente. En cambio si
se entregaba dinero amonedado, ello representaba un mutuo con la posibilidad de usarlo quien lo
recibió, siendo reclamable dicha suma por la actio (condicitio) certae creditae pecuniae.
Las prácticas bancarias, usuales en los derechos helenísticos, establecieron la posibilidad de
considerar el depósito de dinero, como un depositum irregulare, de tal modo que el depositario pod-
ía usar de este dinero y devolver, cuando le fuera reclamado por el depositante, una suma equivalen-
te.
SECUESTRO: En este caso, dos o más personas resuelven encomendar la cosa o otro como
depositario (sequester). Este deberá guardarla y devolverla, no a cualquiera de los codepositantes,
sino al que resulte vencedor, sea en un litigio, o de una apuesta.
16
Di Prieto, Alfredo, Derecho Privado Romano, Editorial Depalma, Buenos Aires, 1999, pág. 212.
12
El efecto principal es que el secuestratario es considerado possessor, gozando de la protec-
ción interdictal.
6.4.7.4. PRENDA
La palabra pignus sirve tanto para designar la garantía prestada al acreedor (con o sin tradi-
tio de la cosa) tanto como la cosa misma que constituye dicha garantía; tiene la protección interdic-
tal pero no puede usar la cosa.
El acreedor prendario detenta la posesión de la cosa, pero simplemente a título de garantía;
es responsable por los daños ocasionados a la cosa por dolo, culpa y también por custodia.; debe
devolver la cosa dada en pignus cuando se ha satisfecho la obligación con todos sus accesorios. En
caso de no hacerlo así, el deudor tiene contra él la actio pignoraticia para que se condene a devol-
verla.
PERMUTA
La permutatio es un clásico típico DO UT DES.
Configurado como contrato es real, dando la posibilidad a la parte que cumplió con la entre-
ga de la cosa a pedir el cumplimiento de la otra por la actio praescriptio verbis, o la resolución del
contrato ante el incumplimiento de la otra (condicitio causa data causa non secuta).
ESTIMATORIO
En virtud del mismo una persona entregaba a otra determinadas cosas fijándoles un valor
determinado (aestimatum), para que la persona que las recibía las vendiera al precio que quisiera,
13
pudiendo retener el exceso, pero debía pagar al que las había entregado el precio estimado. Si no las
vendía debía restituirlas. La acción que se concedía es una actio aestimatoria para lograr el pago de
lo estimado o la devolución de las cosas no vendidas.
PRECARIO
Este sucedía cuando alguien (precare) pedía al dueño de una cosa, generalmente tierras, que
se le permitiera gratuitamente el uso en posesión de ella. Estaba protegido por la actio praescriptio
verbis.
PAGO DE LO NO DEBIDO
Se trata del supuesto de que por error A pague a B una deuda inexistente. Por la condictio
indebiti quien recibió el pago debe restituir la cosa o la suma pagada, o su valor si la cosa hubiese
perecido.
Los requisitos para que proceda la condictio indebiti son: a) que lo pagado por una parte a la
otra no sea debido; b) el pago debe realizarse por error; c) el pago debe ser aceptado por el supuesto
acreedor de buena fe.
14
6.4.7.6. PRÉSTAMOS PRETORIOS
El pretor admite ciertos casos especiales de convenios no sancionados por el ius civile, pero
a los cuales concede actiones. Como se trata en forma general de retención de cosas ajenas, en for-
ma amplia se pueden considerar "préstamos".
I. CONSTITUTUM
El constitutum es un convenio o pacto vinculado con una deuda preexistente. Por medio de
él, sin emplear formas solemnes, se fija un plazo (o uno nuevo, si ya existía alguno) para el pago de
dicha deuda. Esta puede ser propia (constitutum debiti propii) o ajena (constitutum debiti alieni
17
Di Prieto, Alfredo, Derecho Privado Romano, Editorial Depalma, Buenos Aires, 1999, págs. 217/218.
15
Están amparados por acciones de buena fe (bonae fidei iudicia) en virtud del cual el juez
tiene mayor flexibilidad para establecer la condena. Di Pietro señala los siguientes aspectos: a) dada
la bilateralidad recíproca de las obligaciones el juez puede directamente operar compensaciones
entre ellas; b) Dado que la buena fe integra al contrato, el juez puede considerar las excepciones que
el demandado quiera plantear; c) el juez tiene en consideración los pactos celebrados entre las par-
tes; d) por aplicación de la buena fe la responsabilidad del demandado es examinado con mayor
flexibilidad. 18
6.4.8.1. COMPRAVENTA
Cuando una de las partes quiere vender (vendere) una cosa y la otra quiere comprarla (eme-
re) y se ponen de acuerdo en cuanto al precio, por este solo consenso, aunque la cosa no haya sido
entregada ni el precio pagado, existe compraventa (emptio venditio); desde el momento que se ma-
nifiesta el consentimiento existe compraventa.
El vendedor (venditor) se obliga a entregar a la otra parte la pacífica posesión de una cosa,
mientras que el comprador (emptor) se obliga a pagar por ella un precio cierto en dinero.
ACCIONES: el vendedor tienen la actio venditi mientras que el comprador tienen la actio
empti.
ELEMENTOS ESENCIALES:
CONSENTIMIENTO: el consentimiento debe ser libremente expresado y carecer de vicios
como el dolo, el error y la violencia.
PRECIO: el precio debe ser verdadero, cierto, determinado o determinable y ser en dinero.
COSA: el objeto de la compraventa deben ser cosas susceptibles de ser compradas y vendi-
das, o sea que estén en el comercio, cosas corporales, actuales o futuras, incorporales y aún las co-
sas ajenas, que sean susceptibles de un precio.
RIESGOS DE LA COSA
¿Quién asume el riego de la pérdida o daño de una cosa cierta? ¿el vendedor o el compra-
dor?
Desde la época de Justiniano, una vez que la venta se haya perfeccionado, o sea, desde que
ha mediado el consentimiento, el riesgo de la cosa es para el comprador, (aún cuando no se le haya
hecho tradición de la cosa) y está obligado a pagar el precio. En este caso es necesario que la com-
pra sea perfecta, y que conste claramente lo que se vendió, la calidad y la cantidad.
18
Di Prieto, Alfredo, Derecho Privado Romano, Editorial Depalma, Buenos Aires, 1999, págs. 239.
16
Los bizantinos siguieron el principio de que hasta se operara la tradición de la cosa vendida,
el riesgo estaba a cargo del vendedor y luego pasa al comprador; e inclusive se lo hace responsable
al vendedor por dolo, culpa y custodia.
GARANTÍAS
EVICCIÓN: la evicción es un elemento natural de la compraventa. El vendedor le garantiza
al comprador que no será turbado su derecho, total o parcialmente, por reclamos de un tercero.
VICIOS OCULTOS: el vendedor debe responder por determinados defectos o vicios ocultos
que tenía la cosa.
PACTOS AGREGADOS
La compraventa puede asumir distintas modalidades en virtud de determinados pactos esta-
blecidos en el negocio llamados también leges, por ejemplo: a) Lex commissoria; b) In diem addic-
tio; c) Pactum displicentiae; y d) Pactum de retroemendo.19
6.4.8.2. LOCACIÓN
La locatio conductio es un contrato consensual por el cual una de las partes (locator, loca-
dor, arrendador) coloca en manos de otra (conductor, locatario, arrendatario), ya una cosa, un traba-
jo o servicios, mediando una cierta finalidad y a cambio de un precio (merces) fijado y determinado
por las partes.
La locatio conductio está protegida por una acción in ius y bonae fidei: la actio locati con-
ducti que tenía la forma ex locato para proteger al locador y la forma ex conducto para proteger al
locatario.
Para los romanos la locación era única, o sea que existía solamente la locatio conductio,
pero sentaron las bases para una tripartición utilizada por autores posteriores: la locación de cosa, de
obra y de servicios.
LOCACIÓN DE COSA
En la locatio conductio el locador cede al conductor el uso de una cosa (inmueble, rústico,
casa, esclavo, u otra cosa mueble cualquiera) obligándose el conductor a pagar un precio por dicho
uso de la cosa.
OBLIGACIONES DEL LOCADOR
19
Di Prieto, Alfredo, Derecho Privado Romano, Editorial Depalma, Buenos Aires, 1999, págs. 247.
17
Las obligaciones del locador son: a) entregar la tenencia de la cosa arrendada al locatario
para que éste pueda usarla y disfrutarla; b) la cosa debe entregarse en condiciones que pueda ser
utilizada teniendo en cuenta las características de ella; y c) el locador debe hacer las reparaciones
necesarias de la cosa.
OBLIGACIONES DEL LOCATARIO
El locatario tiene las siguientes obligaciones: a) pagar el alquiler por la cosa arrendada; b) el
locatario debe usar la cosa conforme a la naturaleza y destino de la cosa, según lo convenido en el
contrato y siguiendo las reglas de la buena fe. Responde por dolo, culpa y custodia, y c) a la conclu-
sión del contrato está obligado a devolver la cosa locada.
LOCACIÓN DE OBRA
En la locatio conductio operis el conductor se compromete a la realización de una determi-
nada obra (hacer una estatua, construir una casa, confeccionar un traje), obligándose el locator a
pagar un precio por dicha obra.
El locador es quien paga el precio, mientras que el locatario es quien debe realizar una obra,
entregando un trabajo ya terminado. En este caso el locador debe proporcionar la materia prima de
la obra a realizar por el locatario o conductor.
El conductor que ha recibido el material con el cual debe trabajar responde por la custodia
de la cosa, en caso de hurto y por su impericia o falta de aptitudes para realizar la obra que se com-
prometió hacer.
LOCACIÓN DE SERVICIOS
En la locatio conductio operarum el locator arrienda sus servicios (trabajo doméstico) a
cambio de una remuneración que debía pagar el conductor.
Aquí, una de las partes locador (locator) arrienda sus servicios o trabajos a otra (locatario o
conductor) que se obliga a pagarle un precio por ellos.
Lo que sucede en el mundo antiguo, la mano de obra, cuando no era personal, estaba am-
pliamente cubierta con los esclavos y los libertos. El trabajo de hombres libes pagados por otro re-
sultaba bastante limitado.20
6.4.8.3. SOCIEDAD
La sociedad (societas) es un contrato consensual, por el cual dos o más personas (socios,
socii) se unen, aportando ya la totalidad de sus bienes o sólo una parte de ellos, para realizar un fin
20
Di Prieto, Alfredo, Derecho Privado Romano, Editorial Depalma, Buenos Aires, 1999, págs. 252.
18
común, repartiéndose las ganancias y soportando las pérdidas. En la época clásica existen varias
clases de sociedades.
CLASES DE SOCIEDADES
SOCIEDAD DE GANANCIAS Y ADQUISIONES
En la societas quaestus (de ganancias y adquisiciones) los socios guardan su patrimonio
propio, pero ponen en común todas las ganancias y adquisiciones que provengan de su trabajo, o de
su actividad negocial o industrial.
SOCIEDAD POR NEGOCIOS DETERMINADOS DE LA MISMA NATURALEZA
En la societas alicuius negotationis los socios realizan aportes, poniendo en común el uso
(también la propiedad, pero no era necesario) de determinadas cosas o el trabajo personal para la
realización de un negocio determinado.
SOCIEDAD POR UN SOLO NEGOCIO
La societas unius rei es semejante a la anterior pero está constituida para un sólo negocio.
CARACTERÍSTICAS DE LA SOCIEDAD
1. El contrato es consensual;
2. de buena fe;
3. todos los socios están sujetos a las mismas obligaciones;
4. se reclama por la actio pro socio;
5. la societas no es una persona jurídica;
6. no existe un patrimonio de la sociedad;
7. no existen deudas de la sociedad, sino de los socios;
8. no existía la administración de la sociedad, (se podía designar un mandatario o un gestor
de negocios);
DISOLUCIÓN DE LA SOCIEDAD
19
La sociedad es temporal. Se puede disolver por: a) la muerte de uno de los socios o su capi-
tis deminuti; b) por la renuncia de un socio; c) si la sociedad se creo para la realización de un sólo
negocio.
6.4.8.4. MANDATO
El mandatum es un contrato consensual, por medio del cual una parte denominado mandata-
rio (mandatarium) se obliga gratuitamente a realizar uno o varios negocios en favor de la otra parte
denominado mandante (mandans o mandator), quedando ambos recíprocamente obligados el uno al
otro a cumplir todas las prestaciones que ordena.
En Roma no existía la noción de representación directa, por ello cuando el mandatario acep-
ta el contrato y realiza el negocio encomendado, los efectos de éste recaen en su propia persona, si
bien por los efectos internos del mandato, debe luego transferirlos por los modos adecuados a la
persona del mandante.
CARACTERES
1. el contrato de mandato es consensual;
2. es eminentemente gratuito;
3. el contenido del mandato debe ser lícito y de acuerdo a las buenas costumbres.
OBLIGACIONES
En el contrato de mandato el único obligado es el mandatario, pero podría resultar obligado
el mandante.
ACCIONES
La actio mandati tiene dos acciones distintas. Por la actio mandati directa el mandante pue-
de exigir que el mandatario le rinda cuentas y en su caso, la transfiera todo el beneficio adquirido,
se ejerce contra el mandatario y sus herederos. Por la actio mandati contraria, el mandatario puede
demandar al mandante para que se le restituyan todos los dineros que hubiere pagado, los gastos
que hubiere necesitado hacer y se lo indemnice de los perjuicios ocasionados.
CESACIÓN DEL MANDATO
Siendo el mandato un encargo de buena fe se extingue cuando una de las partes, antes de
haberse realizado lo encomendado, desisten del contrato.
Si antes de cumplido el mandato una de las partes muere, ya sea el mandante o el mandata-
rio, el mandato se disuelve. pero, si el mandante falleció, e ignorándolo el mandatario cumpliera el
mandato, éste tienen la actio mandati contra los herederos del mandante.
20
GESTIÓN DE NEGOCIOS
La negotiorum gestio existe cuando una persona sin existir un mandato se ocupa de los ne-
gocios de una persona ausente.
De esta intervención nacía una acción, válida para una y otra parte. La actio negotiorum
gestorum directa la tenía el dueño del negocio contra el gestor para pedirle cuentas y obligarlo al
traspaso de todo lo conseguido a propósito de su gestión, así como la indemnización por los perjui-
cios ocasionados por su intervención; y la actio negotiorum gestorum contraria la tenía el gestor
contra el dueño del negocio para resarcirse de los gastos y daños sufridos por su gestión.
La gestión de negocios siempre debe ser realizada útilmente y de manera razonable para
favorecer al dueño del negocio.
BIBLIOGRAFÍA
Di Prieto, Alfredo, (2001), Derecho Privado Romano, Editorial Depalma, Buenos Aires.
Di Prieto, Alfredo, Los negocios jurídicos patrimoniales y los contratos en el derecho romano, Edi-
torial Ábaco de Rodolfo Depalma, Buenos Aires.
GAYO, Institutas (edición traducida y anotada por Di Pietro, Alfredo), Abeledo- Perrot, Buenos
Aires.
JUSTINIANO, Institutas de Justiniano, Edición bilingüe, 2ª edición, Editorial Heliasta; Buenos
Aires, 2005.
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