Silla Roja y Azul

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1ª EVALUACIÓN.

CURSO 2022-23
RELACIÓN DE ESTÁNDARES
1.- Analiza el sentimiento romántico y su relación con el arte.
2.- Sopesa la importancia de la obra pictórica de Karl Friedrich Schinkel, Caspar
David Friedrich, Thomas Cole, John Constable, William Turner y otros posibles.
3.- Analiza la pintura romántica francesa de Théodore Géricault, Eugène
Delacroix, Antoine-Jean Gros.
4.- Comenta el cuadro «La balsa de la Medusa» de Géricault, valorando la base
histórica y el resultado plástico.
5.- Reconoce la obra pictórica de Goya.
6.- Comenta las pinturas negras de Goya.
7.- Clasifica la temática de los cuadros de Goya.
8.- Identifica las primeras impresiones fotográficas.
9.- Identifica los cuadros más representativos de: Manet, Monet, Pisarro y
Sisley.
10.- Compara la obra pictórica de las pintoras Berthe Morisot y Mary Cassatt
con los pintores coetáneos.

11.- Describe las principales creaciones de Cézanne.


12.- Analiza el arte de Van Gogh
13.- Identifica la técnica pictórica de los «Navis» y los «Fauves».
14.- Analiza alguna obra de Pierre Bonnard y Matisse.
15.- Analiza la concepción visual del arte cubista.
16.- Identifica las obras cubistas de Juan Gris, Pablo Picasso y Georges Braque.
17.- Compara las etapas creativas de Picasso: épocas rosa, azul, cubista,
surrealista.
18.- Explica la importancia del cartel publicitario.
19.- Explica la obra gráfica de los cartelistas: Jules Chéret, Alfons Mucha,
Leonetto Cappiello.
20.- Explica el cartel y la obra gráfica de Henri de Toulouse-Lautrec.

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ANALIZA EL SENTIMIENTO ROMÁNTICO Y SU RELACIÓN CON EL ARTE.

Desde finales del siglo XVIII y durante todo el siglo XIX se produjeron numerosos cambios
sociales, laborales, políticos, científicos, culturales, etc., que influirán en las distintas
manifestaciones artísticas que se desarrollarán a partir de la caída del Antiguo Régimen. Se extiende
el colonialismo y se producen distintos movimientos independentistas y unificadores en los
territorios europeos, caso de las unificaciones de Italia y Alemania o la independencia de Grecia
frente al poder otomano.

Durante el siglo XIX se desarrolló el proceso colonizador europeo en los continentes africano
y asiático, buscando nuevas fuentes de materias primas, rutas comerciales más rápidas y seguras,
nuevos mercados para los productos manufacturados, etc. En el continente americano, se sucedieron
movimientos anticolonialistas españoles que concluyeron con la perdida de las colonias americanas
a finales de siglo.

Paralelamente, en el campo artístico, se fueron sucediendo durante el siglo XIX distintos


movimientos artísticos como el Romanticismo, el Realismo, el Simbolismo o el Impresionismo,
influidos por los distintos cambios sociales, políticos o industriales a los que anteriormente
aludimos.

Uno de estos movimientos artísticos fue el romanticismo, el cual aparecerá durante los
últimos años del siglo XVIII y se extenderá hasta mitad del siglo XIX, mostrando un especial
desarrollo en países como Inglaterra, Alemania o Francia.

Entre las características que identifican al Romanticismo podemos señalar:

Valoración de la imaginación como fuente de inspiración frente a representación de un


tema basado en normas establecidas imperantes durante el neoclasicismo. Por ello, los temas
representados pueden presentar un carácter simbólico. Un ejemplo sería “La pesadilla” de Fussli, en
la que se alude a aspectos satánicos y eróticos.

Valoración de la subjetividad frente la representación objetiva clasicista. El artista


intentará plasmar en el lienzo sus sentimientos, miedos, estados de ánimo y su propia visión de la
realidad que le rodea, fuera de los fríos y encorsetados convencionalismos establecidos en el
neoclasicismo. Este aspecto, fue posible ya que los artistas no están sujetos a los encargos.

La nostalgia por el pasado queda representada por las alusiones y representaciones,


tanto de temas nacionales como de la influencia que tuvo el estilo gótico, tratado con un carácter
nostálgico. Es el caso de “Abadía en el robledal” del alemán Friedrich o la “Abadía de Tirtent” de
Turner. En el caso de la arquitectura los modelos de referencia fueron los medievales,
especialmente el gótico. Es el caso de la aguja que Viollet Le Duc diseña para sustituir la aguja del
siglo XIII (1250), desmontada en 1786 ante un posible derrumbamiento. Otros ejemplos son: el
“Palacio episcopal de Astorga” o la “Casa Botín” de León, obra de Gaudí; el “Palacio de
Westminster” de Barry y Pugin, etc. En escultura destacan obras como “la Marsellesa” de François
Rude o el grupo de “Ugolino y sus hijos” de Carpeaux.

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El conocimiento de culturas orientales, favorecido por el proceso colonizador, provocó
la representación de temas exóticos como la “Muerte de Sardanápalo” o las “odaliscas” de
Delacroix. El exotismo popular, de algunas de estas obras, lo observamos en autores como
Valeriano Bécquer, quien viajó por España retratando tipos populares, por ejemplo “Aldeana del
Valle de Amblés”.
La visión del genio-artista atormentado quedó reflejado en la obra “El suicidio o Los
románticos” de Leonardo Alenza. En esta obra, se representa dos personajes que se están suicidando
o ya lo han hecho, ante la no consecución de su objetivo.

La influencia literaria será frecuente fuente de inspiración en obras pictóricas. Un


ejemplo es “La muerte de Sardanápalo” inspirada en la obra “Sardanapalus” de Lord Byron.

Los temas más frecuentes representados en la iconografía romántica fueron de carácter


nacionalista, literarios, populares, exóticos, hechos históricos contemporáneos, paisaje, etc.

En la representación del paisaje se resalta el carácter sublime de la naturaleza frente a


la condición humana. Para ello se recurrió frecuentemente a representación de perspectivas
infinitas, uso de brumas, monumentalidad de los elementos paisajísticos, etc. Caspar David
Friedrich, fue uno de los autores que mejor representaron este aspecto abrumador, inquietante o
conmovedor, de la naturaleza, en obras como “Caminante sobre mar de nubes” o “El mar de hielo”.
Además del aspecto abrumador frente al hombre, la naturaleza puede interpretarse, en estas obras
románticas, con un carácter religioso o político. Este fue el caso de obras como “Cruz en la
montaña” o “Árbol solitario” de Friedrich.

Los hechos históricos contemporáneos fueron otra fuente de inspiración para


los pintores románticos. A diferencia del arte neoclásico, en el que se representan hechos del
pasado, el romanticismo recurre a hechos históricos contemporáneos. Tal es el caso de la “Balsa de
la Medusa” de Géricault o “La Libertad guiando al pueblo” de Delacroix, obras que serán utilizadas
por sus autores para realizar la denuncia de ciertos comportamientos impropios de los regímenes
políticos del momento.

Estilísticamente, la pintura romántica se caracteriza por el uso de una pincelada


suelta, contrastes lumínicos, composiciones asimétricas, teatralidad en las actitudes de los
personajes, predominio de gamas cromáticas frías, movimiento exacerbado, temática de carácter
trágico, referencias medievales, etc.

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ANALIZA LA PINTURA ROMÁNTICA FRANCESA DE THÉODORE GÉRICAULT,
EUGÈNE DELACROIX, ANTOINE-JEAN GROS.

La pintura romántica francesa está representada por autores como Antoine-Jean


Gros, Theodore Géricault y Eugène Delacroix.
Antoine-Jean Gros, hijo de un miniaturista, es conocido por sus retratos y
pinturas históricas en los que se destaca el carácter propagandístico del régimen

napoleónico a través de los retratos de sus cortesanos o acciones bélicas en las que
participan, tanto Napoleón como sus generales.
Entre sus influencias más directas podemos citar a Jacques-Louis David y Pedro
Pablo Rubens.
Formado con David, asumirá su taller cuando éste se exilie, tras la reinstauración
de los borbones, volviendo al estilo neoclásico sin mucha fortuna. Obra destacada de
esta etapa es “Baco y Ariadna en la isla de Nasso”.
Entre las obras de carácter histórico destacan: “Napoleón en la batalla de
Ercole”; “Visita de Napoleón a los apestados en Jaffa”, “Batalla de Abukir”, entre
franceses y turcos otomanos en Egipto o la “Batalla de Eylau”, enfrentamiento entre
franceses y rusos. En estas obras, cargadas de gran energía y expresividad, destacan
Napoleón o sus generales en las distintas batallas en las que participan.
Influirá en pintores como Géricault, discípulo suyo, y Delacroix.
Realizó numerosos retratos de Napoleón, el retrato ecuestre de Joaquín Murat o
de damas como Madame Pasteur.

Theodore Géricault está considerado el iniciador del Romanticismo en Francia.


En la obra de Géricault podemos observar influencias de Miguel Ángel, Rubens,
Constable, Bonington o Goya.
Realiza obras de gran formato, con pinceladas sueltas, gruesas y pastosas. Su
paleta cromática se caracteriza por la utilización de tonos fríos y oscuros. La luz es
utilizada para aumentar el carácter dramático de los temas representados o para centrar
la atención en ciertos personajes.
La temática representada es variada: temas equinos en los que intenta captar el
movimiento y energía de éstos; temas históricos, a través delos cuales realiza una
denuncia social de sucesos trágicos; retratos, caracterizados por su tenebrismo, además
de captar la psicología del personaje; el paisaje, será interpretado con un carácter
descriptivo, exento del simbolismo religioso o político que observamos en otros
pintores; la representación de naturalezas muerta presenta un carácter macabro; el
desnudo, con un estudio anatómico claramente influido por la obra de Miguel Ángel.

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Entre sus obras destacan “La balsa de La Medusa”, “Husar a caballo”, “Paisaje
nocturno con acueducto”, “La ludópata”, “Estudio de dos cabezas cortadas”, etc.

Eugène Delacroix, fue la otra figura sobresaliente de la pintura romántica


francesa. Amigo y discípulo de Géricault, procedente de una familia acomodada, sintió
fascinación por la naturaleza, la historia, el exotismo oriental, etc. Viajó a España donde
entró en contacto con los Caprichos de Goya, de los que realizó varias copias y, que le
influyeron en los grabados que realiza para la obra Fausto de Goethe. España, por otro
lado, atrajo a los artistas románticos por su pasado islámico y el exotismo que les
sugería. También viajó por África, buscando nuevas fuentes de inspiración qué plasmó
en obras como “Mujeres de Argel”. Este exotismo, le llevó a representar animales como
leones, tigres, etc.
Entre los artistas que le influyeron podemos destacar a Miguel Ángel, Tiziano,
Rubens, Rembrandt, Velázquez, Constable o Turner. Escritores como Dante o Lord
Byron le inspiraron obras como “La barca de Dante” y “Muerte de Sardanápalo”.
En su temática predominan historias dramáticas o heroicas, caso de “Desdémona
maldecida por su padre”, que plasma con una pincelada suelta, abocetada y matérica, a
base de grandes manchas de color.
Entre sus obras podemos citar la “Muerte de Sardanápalo”, “La Libertad
guiando al Pueblo”, “La matanza de Quíos”, “La barca de Dante”, “Caza del León”,
“Mujeres de Argel”.
En “La muerte de Sardanápalo” se inspiró en la obra literaria “Sardanapalus” de
Lord Byron, quien realiza un drama sobre este personaje asirio, hermano de
Asurbanipal, contra el que se sublevó y fue derrotado. La escena relata el momento en
que Sardanápalo, antes de ser hecho prisionero, decide suicidarse rodeado de sus
concubinas, caballos más valiosos y tesoros acumulados.
Técnicamente volvemos a encontrar características de la pintura romántica como
la pincelada suelta, la imprecisión de los contornos, composiciones diagonales,
continuos escorzos en los personajes, uso dramático de la luz y el color, etc. La palidez
de las carnaciones de las esclavas, recuerdan las mujeres rubenianas, creando un fuerte
contraste con el rojo de la manta donde está tendido el personaje principal del relato.
Desde el punto de vista lumínico, podemos observar la existencia de varios focos de luz
que nos llevan a centrar nuestra atención tanto en algunos personajes como en los
objetos que forman el tesoro, representados con gran detallismo.
Otra de las obras destacadas de Delacroix fue “La Libertad guiando al Pueblo”.
En este caso representa un hecho histórico contemporáneo, donde el protagonismo es el
concepto de libertad y las distintas clases sociales, que forman el pueblo que la sigue.
Alegóricamente, representa el concepto de Libertad a través de una joven con el torso
desnudo que toma la iniciativa de la revuelta, animando y guiando al resto de los
personajes. La influencia de este personaje lo encontramos en la estatuaria clásica, en
esculturas como la Victoria de Samotracia, tratamiento de pliegues, y la Venus de Milo,
torso desnudo. Compositivamente presenta una estructura piramidal en cuya base
encontramos personajes yacentes escorzados que recuerdan a los moribundos

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representados por Géricault en “La balsa de la Medusa”. En cuanto al tema, representa
la revolución burguesa de 1830 que supuso la caída de Carlos X y la ascensión al poder
de Luis Felipe de Orleans, por ello, representa las clases burguesas y populares que
participaron en dicho levantamiento a través de los personajes que siguen a la alegoría
de la Libertad.
En “La Matanza de Quíos”, representa la masacre que los turcos infligieron a los
griegos durante la guerra de independencia. En esta obra, la atmósfera, de tonos
sombríos, pretende reflejar el estado de ánimo de los distintos personajes, a través de la
yuxtaposición de varios tonos del mismo color, originando una mayor intensidad
cromática y un claroscuro, bien yuxtaponiendo colores complementarios bien
contrastando distintos tonos. Los rostros de los personajes son muy variados y
expresivos, observando actitudes de resignación, rabia, abatimiento, etc.
Compositivamente, recorta a los personajes sugiriendo que forman parte de una escena
más multitudinaria. El encuadre es oblicuo y asimétrico.
Su viaje al norte de África, le llevó a representar temas de carácter exótico como
mujeres, odaliscas, tigres, etc.

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COMENTA EL CUADRO «LA BALSA DE LA MEDUSA» DE
GÉRICAULT, VALORANDO LA BASE HISTÓRICA Y EL RESULTADO
PLÁSTICO.
“La Balsa de la Medusa”, es la obra más destacada de Géricault. Representó un
hecho histórico contemporáneo, de carácter dramático, con el que intentó denunciar el
abandono de los marineros frente a costas africanas cuando la fragata Medusa se
hundió, debido a las negligentes decisiones tomadas por un capitán incompetente y las
penurias pasadas por los tripulantes antes de ser definitivamente rescatados.
La composición rompe el equilibrio simétrico neoclásico al predominar
escorzos, composiciones diagonales, etc. Los personajes presentan una composición
piramidal según su disposición. Algunos autores ven otra pirámide compositiva trazada
por otros personajes y el mástil de la balsa. Con una perspectiva frontal, establece dos
planos de profundidad, la balsa y el fondo. La paleta cromática es reducida,
predominando tonos pardos y que, junto al uso de la luz y la imprecisión de los
contornos, otorgan un sentido de angustia a la obra, aumentada por el agitado mar. La
actitud de los personajes presenta un contraste entre la esperanza de ser vistos por un
barco en la lejanía al que solicitan ayuda y la resignación de otros personajes dispuestos
en planos más próximos al espectador, junto a los cuerpos de los fallecidos
representados en distintos escorzos. Técnicamente, utiliza óleo sobre lienzo, siendo la
pincelada suelta y de textura lisa. El volumen de los personajes se consigue a través del
uso de la luz y la paleta cromática donde predominan colores ocres.

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SOPESA LA IMPORTANCIA DE LA OBRA PICTÓRICA DE KARL
FRIEDRICH SCHINKEL, CASPAR DAVID FRIEDRICH, THOMAS COLE,
JOHN CONSTABLE, WILLIAM TURNER Y OTROS POSIBLES.

ROMANTICISMO ALEMÁN
Caspar David Friedrich fue el representante más destacado del paisaje
romántico alemán, con el que propone reflexionar ante la belleza y el carácter sublime
de la naturaleza. Tal vez, dos hechos de su vida condicionaron su pintura: la muerte de
su hermano al intentar salvarle ahogado y el clima religioso protestante en el que se
educó. Esto hará que los paisajes que representa nos sugieran la pequeñez de la
condición humana, la reflexión ante el poder de la naturaleza y el carácter simbólico en
la utilización de elementos y gamas cromáticas.
Muchos de sus cuadros se caracterizan por la presencia de pocas figuras de
espaldas ante un paisaje deslumbrador, unas veces real otras inventado, terrestre o
marino, pero siempre sugerente de numerosas emociones humanas. Esta relación entre
hombre y naturaleza la tomó de la obra del artista simbolista Arnold Böcklin.
Sus obras, presentan un simbolismo oculto en el que se plasman, tanto sus ideas
nacionalistas como su religiosidad. En el primer caso, sus ideas nacionalistas se
manifiestan a través de la sobria indumentaria de los personajes, prohibida a partir de
1819 e identificada con el movimiento nacionalista alemán contra el dominio
napoleónico, como puede interpretarse “El árbol solitario”. En el segundo caso, el
simbolismo religioso, lo encontramos en la representación de la naturaleza, que
consideran como una experiencia mística; la presencia de abetos que simbolizan
eternidad y la esperanza cristiana; las rocas simbolizan una fe inquebrantable por su
inmutabilidad y firmeza; la nieve asociada a la muerte y resurrección posterior.
Del mismo modo, el color violeta, presente en algunas de sus obras, se ha
relacionado con la melancolía. La presencia de árboles solitarios con ramas marchitas,
mientras que otras conservan hojas, invitan a la reflexión sobre la vida y la muerte o el
paso fugaz de la vida.
Entre sus obras más destacadas podemos citar: “La cruz en la montaña”,
“Caminante ante un mar de niebla”, “El mar de hielo”, “Las tres edades”, “Árbol
solitario”, etc.

Karl Friedrich Schinkel, desarrolló su faceta artística como escenógrafo,


arquitecto y pintor paisajista.
Viajó por Italia y el mar Adriático, durante el cual realizó numerosos dibujos y
bocetos.
En sus obras recurre a arquitecturas góticas o griegas, abrumadas por elementos
naturales, formando un todo.
Ve al paisaje con un carácter escenográfico, utópico e ideal.

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Entre sus obras pictóricas podemos destacar “Ciudad medieval en un río”,
“Paisaje con peregrinos”.
Realiza escenografías para la ópera de Mozart “La flauta mágica”: “El palacio de
la Reina de la Noche”, “Pórtico del palacio de la Reina de la Noche”

ROMANTICISMO INGLÉS
William Turner, tomó el paisaje como pretexto por reflejar la luz, el color,
efectos atmosféricos, la perspectiva y la sublime belleza de la naturaleza.
Entre sus fuentes de inspiración podemos citar la pintura renacentista italiana,
Claudio de Lorena, Rembrandt o Poussin. Viajó por Europa, destacando su visita al
Louvre e Italia.
Su obra evolucionó desde un paisajismo de carácter impresionista a una
figuración casi abstracta, donde los efectos atmosféricos desmaterializan la naturaleza.
En sus primeras obras podemos reconocer la tradición del paisajismo inglés, de
carácter más figurativo, pero, a medida que evoluciona, vemos centrar su interés en la
luz, a través de una pincelada muy suelta y líquida, tomada del trabajo con acuarela y la
representación de efímeros efectos lumínicos, sustituyendo el dibujo por la mancha de
color y la disolución de las formas por la incidencia de la luz sobre objetos y personajes.
Otra de las influencias que observamos en sus obras fue la teoría del color
propuesta por Goethe, quien afirmó que el color es resultado de la interacción de la luz
y la oscuridad. Otorgó un carácter simbólico los colores, afirmando que los colores nos
sugieren sentimientos al percibirlos.
Técnicamente trabajó, tanto la acuarela como el óleo sobre lienzo. Experimentó
con una paleta de colores muy vivos y contrastados en elementos como sus nubes
policromáticas. Para conseguir los tonos cromáticos que caracterizan su obra, combinó
materiales como goma arábiga (obtenida de árboles como la acacia), goma de
tragacanto (obtenida de plantas herbáceas de la familia de las leguminosas) y miel. La
energía y emoción de sus pinceladas las consiguió a través de trazos amplios y
dinámicos aplicados con la espátula o frotando con sus dedos.
Entre sus obras más destacadas podemos citar Lluvia, vapor y velocidad, Luz y
Color, Barco de Esclavos, etc.

John Constable destacó por sus paisajes románticos, donde la escena campestre
adquirió un gran protagonismo, representando ruinas, tormentas, naufragios y, en su
juventud, algún cuadro de temática religiosa y retratística.
Su pintura es más figurativa que la de Turner y, en sus paisajes adquiere un gran
protagonismo los efectos lumínicos, por lo que se considera a Constable un precedente
de los impresionistas y de la Escuela de Barbizón francesa.

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Sus obras intentan provocar ideas o emociones, donde los efectos atmosféricos y
la nube, en forma de cúmulo, adquieren un papel protagonista.
Su pincelada está realizada a base de pequeñas manchas y trazos superpuestos,
matérica, con las que consigue crear el volumen de los objetos representados.
Técnicamente, pintaba por separado los distintos elementos del cuadro y luego
componía la escena sobre el lienzo.

ROMANTICISMO NORTEAMERICANO
Thomas Cole, de origen inglés emigró a Estados Unidos.
Además de ser un gran paisajista, cultivó otros géneros pictóricos como el
retrato y temas históricos.
Tuvo influencia de Constable y Turner a los que conoció. Tras su viaje por
Italia, la arquitectura clásica en su obra fue un tema frecuente. Sus paisajes, en un
primer momento, presentan un carácter descriptivo, tornándose alegórico en obras como
“Expulsión. Luna y Luz de fuego”, en el que alude a la expulsión de Adán y Eva del
Paraíso, aunque estos personajes que no aparecen representados en la obra.
En sus obras destaca la belleza de la naturaleza americana a través de profundas
perspectivas.
En su conjunto pictórico más destacado “El Curso del Imperio”, representa, a lo
largo de cinco escenas, como el mismo paisaje ha ido transformándose a lo largo del
tiempo debido a la acción de los hombres, reflejando con ello su preocupación por la
destrucción progresiva de la naturaleza. Dicha inquietud ecologista, la representa en el
“Lago Oxbow”, en el contrapone su estado primigenio con la desolación de la
intervención humana producto de la industrialización.
En sus últimos años el paisaje adquiere un carácter religioso, como podemos
apreciar en su obra Cruz al atardecer, en la que intenta que la Naturaleza se convierta en
un vehículo para alcanzar la salvación y el conocimiento espiritual.

ROMANTICISMO ESPAÑOL.
En España el romanticismo se desarrolla con retraso respecto al resto de Europa.
Se generaron distintas corrientes y escuelas como la sevillana, con representaciones
amables de tipos y costumbres populares (Valeriano Domínguez Bécquer); la
madrileña, que se recrea en un costumbrismo más sórdido o barriobajero, con
personajes rechazados por la sociedad (Leonardo Alenza o Eugenio Lucas); la paisajista
romántica (Genaro Pérez Villaamil) y, por último, la corriente romántica académica
(Federico de Madrazo).
Valeriano Domínguez Bécquer, representó en sus cuadros la forma de vivir y
vestir de distintas provincias españolas, lo que nos aporta una importante
documentación etnográfica a través de su pintura.

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RECONOCE LA OBRA PICTÓRICA DE GOYA
Nacido en 1746 en Fuendetodos (Zaragoza), se educó con el maestro local José
Luzán.
Viajó a Italia donde conoció al grabador Piranesi, cuya obra le cautivó. Durante
su estancia italiana, realizó obras de carácter mitológico como “Sacrificio a Pan” y,
participó en distintos concursos como el realizado por la Academia de Parma al que
presentó la obra “Aníbal vencedor contempla por primera vez Italia desde los Alpes”
con el que logró una mención especial.
Interesante es el cuaderno italiano que realiza durante su estancia en Italia y en
el que plasma estudios de dibujo, monumentos arquitectónicos, copias de pinturas de
distintos autores, etc., realizados con un estilo muy académico. Las técnicas que utiliza
son el lápiz, la sanguina o la tinta.
De regreso a Zaragoza realiza pinturas murales “al fresco” en el Pilar “La
adoración del nombre de Dios” o “Regina Martyrum”. De esta época son las escenas
con episodios de la Virgen que realiza para la Cartuja del Aula Dei, realizadas con óleo
“al secco” sobre muro.
Se casa con, Josefa, hermana de los hermanos Bayeu, pintores aragoneses
afincados en Madrid, lo que le facilitó la llegada a la Corte y trabajar realizando
cartones para la Real Fábrica de Tapices de Santa Bárbara, entonces bajo la dirección de
Anton Raphael Mengs. Hasta los cuarenta años, Goya se limita poco más que a pintar
escenas costumbristas, vivaces y alegres. Establece contactos con la nobleza ilustrada y
se afianza como retratista de esta.
Nombrado Pintor del Rey con Carlos III y, más tarde, Pintor de Cámara de
Carlos IV, le facilitó convertirse en uno de los retratistas más demandados de los
salones aristocráticos de Madrid, retratando a distintos miembros de la nobleza
cortesana como los Duques de Osuna o la Duquesa de Alba.
Hacia 1790 una grave enfermedad le provoca una sordera que va transformando
su personalidad y actividad artística, originando un periodo de aislamiento e
introspección personal. Esto hace que su obra cambie drásticamente hacia una pintura
más personal, expresiva, donde los temas dejan de ser amables, la paleta se oscurece, las
composiciones no se ajustan a las normas clásicas y donde la actitud crítica socio-
política se agudiza. Es el periodo de la serie de grabados de los Caprichos. No obstante,
sigue realizando retratos como “La familia de Carlos IV”.
A partir de 1808, la Guerra de la Independencia supone una nueva experiencia
dolorosa que intensifica su visión pesimista y crítica. Las escenas del dos y tres de mayo
y la serie de dibujos y grabados de los Desastres (1810-1815) muestran la expresión del
dolor de un pueblo y la degradación de los sentimientos en ambos bandos.
Tras la guerra, Fernando VII le repone en su puesto de pintor de cámara. Goya,
liberal convencido, ve en los excesos del absolutismo fernandino un nuevo golpe
anímico, ya que muchos de sus amigos terminarán exiliándose. Es la época de sus

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“Pinturas Negras” (1819-1823) en los muros de la Quinta del Sordo. Con la
entrada de los «Cien Mil Hijos de San Luís», en 1823, y la iniciación de la represión
absolutista, Goya abandona España, instalándose en Burdeos, donde muere en 1828.
En 1901 sus restos trasladados a Madrid y en 1929 se decidió su entierro definitivo en
San Antonio de la Florida.

Desde el punto de vista artístico, Goya es un artista que evoluciona lentamente,


alcanzando su madurez muy tarde. Será en esta última etapa cuando sus obras anuncien
los comienzos de la pintura moderna, desde la técnica impresionista de algunos de sus
lienzos (la Lechera de Burdeos), el expresionismo violento y deformador de la realidad
(los Fusilamientos, las Pinturas negras) e incluso se ven en sus cuadros y grabados
aspectos surrealistas (Caprichos y Disparates). Realizó una variedad de géneros
(costumbrismo, retrato, histórico) y utilizó técnicas pictóricas variadas (óleo, fresco,
litografía, aguafuerte).
Podemos calificar a Goya como un pintor de contrastes. Representa tanto fiestas
como matanzas, la inocencia y la maldad, belleza y monstruosidad. Puede ser un pintor
realista o un artista fantástico, que huye de la realidad y crea un mundo visionario.
En su obra podemos distinguir dos etapas artísticas, que se corresponden con dos
fases de su biografía. En la primera, la de triunfos profesionales y visión optimista de la
vida, predominan los colores rojos y grises, la factura acabada, el dibujo de trazo
continuo y los temas amables. En la segunda, de sufrimiento y visión patética, la
creciente presencia del negro, la factura a base de manchas, el dibujo roto, los temas
dramáticos o de una fantasía sombría.
Desde punto de vista compositivo, en los cartones podemos observar el uso de
esquemas neoclásicos geométricos como triángulos, cuadrados, rombos, etc. Sin
embargo, en la etapa de madurez, busca una mayor libertad compositiva.
Sus maestros fueron Velázquez (muy influido por él en la gama de colores,
captación de la atmósfera, el retrato psicológico), Rembrandt (retratos, grabados, técnica
pastosa) y la Naturaleza, manifiesta en los paisajes que pinta.
Su obra podemos estudiarla siguiendo un orden cronológico, según los géneros
iconográficos representados o según su evolución estilística.

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CLASIFICA LA TEMÁTICA DE LOS CUADROS DE GOYA.
Desde el punto de vista iconográfico, Goya representó una variada temática,
abarcando representaciones costumbristas, retratos, religiosas, patrióticas, fantásticas,
etc.
Pintura costumbrista. Sobresalen los cartones para tapices. Reflejan la vida
madrileña a través de ferias, romerías, juegos. Las composiciones, de carácter
geométrico como triángulos u óvalos, muestran la gracia del rococó y de maestros
ingleses o franceses del XVIII, aunque Goya toma elementos como la luz y paisaje de
los maestros barrocos españoles, especialmente de Velázquez. Cromáticamente,
predomina una paleta alegre y viva. En esta serie destacan: los cartones de “Las cuatro
estaciones”, “La gallina ciega” o “La pradera de San Isidro”.
Pintura de retrato. Realiza numerosos retratos gracias a sus contactos en la
Corte. En éstos destaca: la representación tanto física, como psicológica del personaje;
recuerdos velazqueños en composiciones, juegos de luces y sombras, uso de la
perspectiva aérea; realza la categoría del personaje con la iluminación y riqueza de la
indumentaria (calidades); introduce detalles en el fondo que se relacionan con la
profesión del personaje; uso de composiciones diagonales (Jovellanos), piramidales
(duques de Osuna). Los retratos pueden ser individuales (duquesa de Alba, majas,
marquesa de Santa Cruz) o colectivos (familia de Carlos IV, familia del infante don
Luis).

Pintura religiosa. Goya no es un pintor que se caracterice por su fervor


religioso a la hora de acometer este tema. Podemos observar que cuando trata el tema
religioso en la serie de frescos de la bóveda de San Antonio de la Florida (Madrid) los
concibe como escenas populares y cortesanas. Esto no quiere decir que lo trate con
desdén, por lo que en otras ocasiones como en el “Prendimiento” de la Catedral de
Toledo o “La última comunión de San José de Calasanz”, los otorga una gran dignidad.
Para su entrada en la Academia de San Fernando el tema representado fue un Jesús
crucificado.

Pintura patriótica. Ambientados en la Guerra de la Independencia sobresalen


los cuadros como “El dos de mayo de 1808” y “Los fusilamientos del 3 de mayo,
auténticas epopeyas de movimiento y de dolor, de hallazgos expresivos y misteriosos
efectos lumínicos. En el “3 de mayo de 1808”, también llamado “Los fusilamientos del
3 de mayo”, el contenido del cuadro adquiere un simbolismo que será el objetivo
artístico de algunas escuelas pictóricas en el siglo XX y que inspirará a pintores como
Picasso en sus “Fusilamientos de Korea” o Manet “Fusilamiento de Maximiliano”.

Pintura romántica. El Romanticismo está presente en obras como “El


naufragio” o en retratos como el realizado al actor Isidoro Máiquez.

Pinturas negras. La expresividad del color negro fue descubierta por Goya en
sus últimos temas costumbristas, en los que el apagamiento de tonos le servirá para
crear una atmósfera tenebrista en los cuadros de crítica social. Goya, en la “Pinturas
Negras”, plasma un mundo alucinante de brujas, machos cabríos, luchas fratricidas,

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amenazas planetarias. En “Dos viejos comiendo sopa”, no retrata a dos viejos concretos
sino el concepto de vejez; en “Saturno devorando a sus hijos”, no se limita a pintar un
tema mitológico, sino que alcanza el cenit del horror; rostros brujescos, viejas y
desdentadas, procesiones nocturnas, un mundo poblado por el miedo y la superstición,
la fealdad hecha arte, llenan las páginas más originales del arte goyesco.

Pintura de bodegón. El bodegón o naturaleza muerta es otra de las series que


realiza Goya, posiblemente entre 1808-1814. En general los animales aparecen bien
muertos bien descuartizados, salvo uno en el que el animal está vivo.
Características que se repiten en estas obras son que los animales representados
están aislados y se localizan sobre un fondo oscuro que contrasta con la luz que los
ilumina, buscando más la idea de conjunto que la representación individual de lo
representado.
También en este género Goya innova, ya que no se trata de los bodegones
tradicionales en los que los manjares decoran y dan vida a una mesa, a través de sus
colores y formas, sino muertos y dispuestos descuidadamente. Por ello, algunos
investigadores han puesto en relación estas obras con los hechos ocurridos durante la
guerra de la Independencia contra los franceses. Es el caso del especialista en Goya,
José López-Rey, quien ha visto paralelismos compositivos entre estos bodegones y
grabados de los “Desastres”.
El “bodegón con costillas, lomo y cabeza de cordero” influyó en la serie de
bodegones que realizó Picasso durante la Guerra Civil.

Pintura neoclásica. Retratos como el de la marquesa de Santa Cruz o la


Condesa de Chinchón, presentan elementos que las relacionan con personajes de la
Antigüedad Clásica, caso de la musa Erato o la diosa Ceres.

Grabados.
Las dos grandes influencias de Goya en el grabado fueron Durero y Rembrandt.

Utilizó distintas técnicas como el aguafuerte, la punta seca o el aguatinta. A


veces llegó a combinar estas técnicas en una misma obra.

Todas las posibilidades de expresión en los rostros o de la luz en las atmósferas


se consiguen con las manchas negras y los rayados.

A su llegada a la Corte, realizó grabados de obras velazqueñas.

Las series de grabados más mamosas fueron: Caprichos, Desastres, Tauromaquia


y Disparates.

En Los Caprichos encontramos un mundo compañero del de las pinturas


negras. Aluden a un mundo en crisis, en el que se producen profundos cambios
socio-políticos. Los grabados abordan cuatro temas: las relaciones hombre-
mujer; la educación; la superstición y la brujería. Cada grabado lleva una
leyenda que explica irónicamente el contenido: “El sueño de la razón produce
monstruos”, “Que viene el coco”, etc.

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En Los desastres de la guerra mostró los sufrimientos y excesos
provocados por una contienda por ambos bandos: cuerpos mutilados, horrores y
crueldades bélicas, etc.

En la serie de estampas de la Tauromaquia realiza estudios de


movimiento y fuerza, inmortalizando la fiesta nacional.

En los Disparates, Goya recurre a lo monstruoso y deforme, con seres


imperfectos, los cuales se han visto como un precedente del surrealismo del siglo
XX.

En sus últimos años Goya utiliza una técnica recién descubierta, la litografía,
“Toros de Burdeos”.

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COMENTA LAS PINTURAS NEGRAS DE GOYA.
Las denominadas “Pinturas negras” es uno de los conjuntos pictóricos que más
controversia ha suscitado, tanto en su interpretación como en la autoría de las mismas.
Obras que, en un principio se atribuyeron a Goya, posteriormente alguna obra se
adjudicó la autoría a otros pintores, ayudantes de Goya, como es el caso de “El Coloso”
que, durante 10 años se atribuyó a Asensio Juliá y que, en 2021, los expertos del Museo
del Prado le volvieron a otorgar la autoría al pintor aragonés. Un reciente estudio,
expuesto por el historiador José Antonio Junquera, defiende que el autor de estas obras
es el hijo de Goya, Javier Francisco de Goya Bayeu, tesis que ha sido criticada por otros
expertos como Valeriano Bozal.
La denominación individual de estos cuadros también ha variado a lo largo del
tiempo.
La técnica utilizada por Goya en estas obras fue el óleo “al secco”. Luego fueron
trasladadas a un soporte como el lienzo, con la técnica del “strappo”.
No es menos controvertida la interpretación de las pinturas, en el sentido si son
obras concebidas independientes unas de otras o, si todas forman parte de un programa
concebido por Goya. A este respecto, parece que algunas obras se complementan o se
contraponen, caso de “Saturno devorando a un hijo/a” y “Judith y Holofernes”
También la fecha de realización ha dado qué hablar, en relación si se realizaron
durante el gobierno absolutista fernandino o si fueron realizadas durante el trienio
liberal.
Las fuentes en que los investigadores se apoyan, a la hora de conocer e
interpretar estas obras, fueron principalmente los inventarios, como el realizado por
Antonio de Brugada Vila en 1828, realizados antes y posteriormente a la muerte de
Goya, las fotografías realizadas por Juan Laurent, la disposición de las obras, etc. Estas
fotografías han aportado información sobre las modificaciones que han sufrido estas
obras tras ser arrancadas y trasladadas al lienzo. También se sabe que algunas fueron
retocadas por el restaurador del Museo del Prado, Salvador Martínez Cubells
Las obras fueron realizadas a una edad avanzada, 73 años, antes de exiliarse en
Burdeos. Las realizó en una sencilla casa de campo realizada en adobe, denominada
Quinta del Sordo. Algunas de estas pinturas fueron realizadas sobre obras anteriores, en
las que se desarrollaron temas costumbristas o paisajísticas y, desconociéndose si éstas
eran, también, obras de Goya o no. Con la realización de radiografías de estas obras
podemos observar, por ejemplo, que “Saturno” fue pintado sobre un bailarín previo y
que “Duelo a garrotazos” se superpuso sobre un paisaje anterior.
La denominación de “Pinturas negras” viene dada, un siglo después por: la
oscura paleta cromática utilizada, donde predominan los negros, símbolo del miedo,
pardos, salpicados de toques blancos para conseguir los contrastes lumínicos; los

sórdidos temas representados en ellas; porque muchas de ellas parecen estar


ambientadas en lugares ausentes de luz homogénea o son escenas nocturnas.

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La disposición de las pinturas en las paredes, tampoco debió ser casual, aunque
desconocemos la intencionalidad que quiso otorgarlas Goya, pues no fueron concebidas
para la observación pública. A veces, parece contraponer temas, caso de “Saturno
devorando a un hijo/a” que se correspondía en la pared contraria con “Judith y
Holofernes”, contraponiendo temas clásicos y religiosos.
El contexto histórico y personal en el que fueron realizadas debieron influir en la
visión de Goya: su avanzada edad y enfermedad; el fracaso del liberalismo que obligó al
exilio de muchos de sus amigos como Leandro Fernández de Moratín, la restauración
del absolutismo fernandino, la influencia del denominado romanticismo oscuro
europeo; la relación personal con Leocadia Zorrilla; su alejamiento de la corte, etc.,
debieron ser factores que influyeron en el origen y la realización de estas pinturas.
Estas obras presentan características como: el protagonismo de la multitud
anónima; paleta cromática oscura, en la que predominan los tonos ocres oscuros;
deformación de rostros; actitudes exageradas; exacerbación de la fantasía; temas
sórdidos, desagradables, brujería; ambientación en espacios amplios; uso del sarcasmo;
iluminación contrastada, que otorga un gran dramatismo a las escenas; etc.
La serie consta de 15 pinturas, 14 de ellas las más conocidas y la decimoquinta
en colección privada y que, algunos investigadores, atribuyen a su hijo.
En la planta inferior se ubicaron: la romería de san Isidro; el Aquellare;
Judith y Holofernes; Saturno devorando a un hijo/a; una manola: Leocadia
Zorrilla, dos viejos y, por último, un viejo y un fraile.
En la planta superior: visión fantástica o Asmodea; procesión del Santo
Oficio; Átropos o las Parcas; duelo a garrotazos; hombres leyendo, perro
semihundido; dos mujeres y un hombre y, cabezas en un paisaje.

En estas obras, Goya, sigue ahondando en temas anteriormente tratados. La


escena de canibalismo de Saturno, tiene precedentes en los cuadros de caníbales como
“Caníbales preparando a sus víctimas”; las multitudes anónimas ya lo aborda en otras
obras como el grabado “No hubo remedio”; la brujería en Caprichos como “Mucho hay
que chupar”; la presencia del macho cabrío, en el capricho “Ensayos”, etc.

Algunas de las interpretaciones de estas obras han sido las siguientes:


“Saturno devorando a un hijo/a”, puede interpretarse de las siguientes
maneras:
Desde el punto de vista mitológico, alude a la historia de la
destronización de Saturno por sus hijos, por lo que éste decide matarlos devorándolos,

como él había hecho con su padre Urano. Parece que una de las fuentes de inspiración
pudo ser el “Saturno devorando a un hijo de Rubens”.

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Desde el punto de vista político, puede ser una alusión al Estado
destruyendo a su pueblo, con la instauración de la monarquía absolutista de Fernando
VII.
En relación con su enfermedad, el uso del pigmento blanco
plomo, le provocó la enfermedad conocida como saturnismo, que entre otros síntomas
está el quedar sordo. Saturno está relacionado con este material en el mundo alquímico.
Desde un punto de vista sexual, se ha sugerido la posibilidad de
sufrir impotencia debido a su avanzada edad, incapacidad con la que se relaciona a esta
divinidad.
Desde un punto anímico, Al ser un dios que personifica la
melancolía, podría aludir al estado de ánimo en que queda sumido por su ancianidad,
enfermedad y situación política.
Sea cual fuere la interpretación, destaca por su gran expresividad, focalizada en
el rostro desorbitado del dios.
Hay autores que defienden que el cuerpo que devora Saturno, no es de un hijo,
sino que, por sus formas redondeadas, representaría a una mujer.
“Judith y Holofernes” pudiera aludir al poder de la mujer sobre el
hombre o a su relación con Leocadia Zorrilla, a la que acoge en su casa.
“Duelo a garrotazos” alude, según algunas interpretaciones, al
enfrentamiento fratricida entre los monárquicos absolutistas y liberales.
“Una manola: Leocadia de Zorrilla”, se ha visto como una mirada
nostálgica de la amante de Goya tras su muerte, a la que se alude a través del túmulo
funerario sobre el que se apoya Leocadia, vestida de luto.
“Dos viejos comiendo sopa”, presenta dos personajes, indefinidos
sexualmente e interpretados como una alegoría del paso del tiempo y la llegada
inexorable de la muerte, ya que el personaje situado a la derecha recuerda la calavera de
la muerte.
“Asmodea o visión fantástica” se piensa que representa al diablo
Asmodeo, citado en el mundo persa y relacionado con la ira que, posteriormente será
citado en el Libro de Tobías del Antiguo Testamento. Éste señala una montaña en la que
encontramos estructuras arquitectónicas. Bajo ellos, dos soldados napoleónicos apuntan
en dirección a otro grupo de personajes. Posiblemente Goya representaría, con esta
obra, la destrucción causada por la lujuria.
En “Akelarre”, vuelve a retomar el mundo de la brujería, con la figura del
diablo personificada en el Macho Cabrío, en torno al cual se agolpa una multitud
anónima que, contrasta con la mujer situada a la derecha.

Tal vez “Perro semihundido” sea la obra más angustiosa y enigmática de las que
pintara Goya, de la que todavía no hay una interpretación veraz.

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TRASCENDENCIA PICTÓRICA DEL ARTE DE GOYA
La pintura de Goya implica la ruptura con la tradición (aunque esté influido por
maestros anteriores como Velázquez), en el sentido de que abandona el respeto a las
leyes ópticas, de pintar lo que se ve, para crear un mundo propio, en el que la fantasía y
la crítica juegan un papel más importante que la realidad visual. Se pueden encontrar
antecedentes a su fantasía y monstruos en El Bosco. Goya rechaza del Neoclasicismo su
consideración por el dibujo para defender una pintura en la que predomina el color y el
movimiento.
Todos los movimientos pictóricos posteriores beben en su obra, por eso no es
exagerado llamarle «el primer pintor moderno». Es un precursor del Romanticismo (en
sus retratos y en la pasión de sus personajes). Los pintores realistas también siguieron a
Goya en la técnica y en los temas sociales. Más clara es la deuda del Impresionismo; la
técnica de manchas, la pincelada suelta, coincide, y Manet, pionero de la primera
generación de impresionistas franceses, viene a España a estudiar la obra de Velázquez
y Goya. El movimiento expresionista intentará plasmar el dolor y el miedo, el mundo
interior de seres turbados. Sus sentimientos son los que reflejados en las Pinturas
Negras de Goya. Los surrealistas se afanan en expresar el mundo de los sueños,
siguiendo las conquistas del psicoanálisis de Freud, y enlazando con lo que El Bosco y
Goya ya habían representado anteriormente.

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IDENTIFICA LAS PRIMERAS IMPRESIONES FOTOGRÁFICAS.
El interés por plasmar las imágenes de forma fidedigna es muy antiguo.
Aristóteles había propuesto un método para conseguirlo, el antecedente de la cámara
oscura. Este artefacto permitía observar manchas solares y posiciones de astros, pero
también fue empleado como instrumento que ayudada a dibujar. Con ella, se pueden
captar imágenes invertidas de la realidad cuando la luz penetra por una pequeña
abertura de la caja cerrada. Leonardo da Vinci la había documentado, y sabemos que
pintores barrocos como Veermer la utilizó.
La fotografía, como tal, surgió en el siglo XIX, cuando en la cámara oscura se
colocó una placa con su superficie sensibilizada con compuestos químicos que
ennegrecían con la incidencia de luz los espacios vacíos.
En 1826 Niépce logró la primera fotografía empleando una placa metálica
impregnada con betún de Judea y petróleo, tras varias horas de exposición.
Daguerre mejoraría el procedimiento, consiguiendo imágenes más nítidas, pero
no reproducibles en 1839. Patentó su invento, llamándolo daguerrotipo, por el que se
obtiene una imagen en positivo a partir de una placa de cobre recubierto en yoduro
de plata. Tras ser expuesta a la luz, la imagen o fotografía latente se revelaba con
vapores de mercurio, que daba como resultado una imagen finamente detallada con una
superficie delicada que debía protegerse de la abrasión con un cristal y sellarse para
evitar que se ennegreciera al entrar en contacto con el aire. Su patente tuvo un gran
éxito por toda Europa y EEUU.
En Inglaterra Talbot creó el calotipo, presentado en 1841. Se empleaba un papel
impregnado con nitrato de plata y yoduro de potasio. Tras una exposición a la luz de
entre uno a cinco minutos se formaba la imagen en el mismo. Este papel se revelaba con
una solución de nitrato de plata y de ácido gálico y se fijaba con hiposulfito. Con este
negativo se sacaba un positivo por contacto sobre un papel, sensibilizado con nitrato de
plata. La importancia de este procediendo era que permitía obtener un número ilimitado
de copias, pero no tuvo el éxito inmediato del daguerrotipo.
A lo largo del siglo XIX se perfeccionaron la emulsión y el positivado.
Aparecieron nuevos materiales, como la albúmina, el colodión húmedo (permite reducir
tiempo de exposición a pocos segundos), la placa seca de gelatino-bromuro, el carrete
de celuloide (de G Eastman, permitía rápido revelado y cien impresiones por carrete), la
simplificación tecnológica de las cámaras y el tiempo de exposición, etc.
Todos estos avances favorecieron la difusión de la fotografía y, con ello, la
aparición de distintos géneros durante este siglo.
Uno de los más exitosos, y que favoreció el uso de la misma, fue el retrato.
Hasta ahora, los retratos eran elaborados por pintores y su coste era elevado, por lo que
era un género reservado a las élites. Con la fotografía, el coste se redujo
considerablemente, así que un espectro más amplio de la sociedad pudo adquirirlo. El
retrato se puso de moda, especialmente las tarjetas de visita. Destacaron algunos
estudios, como el de Nadar y Disderi en Francia, Lewis Carroll, Julia Margaret Camerot
y Oscar Rejlander en Inglaterra.

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El avance tecnológico favoreció la aparición de géneros nuevos, como la
fotografía de viajes, el documental y la fotografía.
El impulso de la fotografía de viajes se produjo gracias a la construcción de las
vías de ferrocarril y la afición por viajar. La fotografía permitía captar los espacios de
forma fidedigna, y más barata que los grabados, que luego se difundían por libros y
revistas. Se mostraban las ruinas, monumentos o paisajes exóticos.
La fotografía documental, sin embargo, surgió también para plasmar la realidad,
pero en este caso de los acontecimientos del momento. Esta tuvo una gran importancia
en algunos conflictos bélicos, como la Guerra de Sucesión norteamericana. Destacaron
autores como R Fenton, M Brady y A Gardner. Otros fotógrafos presentaron un interés
por la realidad más cercana, dando origen a la fotografía social o de denuncia. Surgió en
EEUU y con ella se mostraba la cara más pobre de la joven nación, como las
condiciones de vida de los inmigrantes y de los barrios marginales, o el trabajo infantil.
Destacaron J.August Riis y L W Hine.

Por otro lado, paulatinamente la fotografía fue reclamando su independencia de


la pintura, buscando legitimarse como un arte distinto. A este movimiento se le
denomina pictorialismo. Para ello, algunos autores emplearon técnicas y efectos que se
acercaran a la pintura (uso de la goma bicromada para imitar el dibujo), el desenfoque,
el uso de filtros que difuminaban la imagen, para dar al resultado el carácter de ejemplar
único se llegaba a destruir el negativo para evitar la reproducción.

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IDENTIFICA LOS CUADROS MÁS REPRESENTATIVOS DE: MANET, MONET,
PISARRO Y SISLEY.
Las obras de los pintores Manet, Monet, Pisarro y Sisley se enmarcan dentro del
estilo pictórico impresionista.
El impresionismo surge en un contexto histórico de profundas transformaciones
durante la segunda mitad del siglo XIX: crecimiento económico en el continente,
avances técnicos y de las comunicaciones, consolidación de la burguesía, aparición de
organizaciones sociales socialistas, cambio en el pensamiento con la aparición del
positivismo, etc.
Este estilo presenta una serie de precedentes como la Escuela de Barbizón,
paisajistas ingleses como Constable y Turner y obras de Manet como el “Desayuno
sobre la hierba”.
Influencias importantes fueron: la teoría de las sensaciones de Locke que
defiende que las sensaciones producen ideas, lo cual traducido a la pintura podría ser
que, las sensaciones visuales que el artista percibe, originan las formas que plasma en
sus obras. También, los estudios de óptica de Chevreul, con su teoría del contraste
simultáneo fueron determinantes para los impresionistas. Esta teoría defiende que un
mismo color cambia de luminosidad, saturación y tonalidad dependiendo del color del
fondo sobre el que se disponga.
Avances técnicos como óleos y pigmentos ya preparados y más fáciles de
manipular, ayudaron a los pintores a salir del estudio tradicional.
Debido a la exclusión de los salones oficiales, por lo novedoso y rupturista del
estilo frente a la pintura oficial, celebraron sus exposiciones en salones independientes
entre 1874 y 1886, cuando se celebró la octava y última exposición impresionista. En
ella participaron tanto pintores como Monet o Pisarro como pintoras, caso de Berthe
Morisot o Mary Cassatt.

Entre las características que definen el estilo podemos citar:


Pintura “a plain-air”; pinceladas rápidas, espontáneas y matéricas, unas veces
cortas otras más largas
Contornos imprecisos respecto a la pintura académica;
Estudio tanto de la luz interior como exterior, caso de Degas y Monet. Se
consigue la representación de matizaciones lumínicas frente al claroscuro tradicional,
utilizando colores complementarios.
Uso de colores puros que combinándolos el espectador mezclará al
percibirlos
Composiciones con nuevos encuadres; influencia de la fotografía, el cine
y la estampa japonesa, usencia de mensajes morales o políticos, etc.

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En cuanto a los temas representados, si bien el paisaje ocupa una
posición especial, también tenemos escenas de interior, escenas de vida
cotidiana, escenas de vida íntima, temática esta última predominante en las
pintoras impresionistas,

Manet es visto como un precedente del impresionismo, ejerciendo su influencia


más en el plano teórico que práctico, oscilando su obra entre el realismo y el
impresionismo, aunque con ambos estilos muestra su independencia.
En su obra podemos observar dos etapas: La primera muestra una gran
influencia de los grandes maestros como Giorgione, Tiziano, Velázquez o Goya. Así, a
diferencia del impresionismo, usó del color negro, no yuxtapone pinceladas y sigue
definiendo en la mayoría de sus obras, los objetos y personajes, a través del dibujo.
Tampoco pinta “a plain-air” como muchos de los impresionistas y se especializa en el
retrato, género no muy del gusto de éstos. Tampoco participa en los salones
independientes impresionistas. Durante su segunda etapa, se acercó al
impresionismo a partir de coincidir con Monet en Argentuil. La frase de Manet “No se
pinta un paisaje, una marina… se pinta la impresión de una hora al día” define las
obras de esta segunda etapa. Cambia la pincelada, los contornos no son tan definidos,
hay un mayor estudio de la luz, se aclara su paleta, siendo obras destacadas de esta etapa
“El ferrocarril”, “Monet en su taller flotante” o “El bar del Folies Berguere”
“El bar del Folies-Bereré” es su última gran obra antes de morir. Fue expuesto
en la exposición de 1885 y creó gran expectación. El cuadro representa el interior de un
cabaret, donde en primer plano encontramos una mujer que dirige su mirada hacia
nosotros, tras un mostrador donde se disponen botellas, un jarrón con frutas y una copa
con dos rosas blancas. Se trata de una obra enigmática, pues utiliza recursos que no se
corresponderían con la realidad. Nos referimos con ello, al reflejo de la espalda de la
mujer en el espejo junto a la cual aparece un personaje que le dirige la palabra y con la
que parece conversar. Se trata de algo irreal, pues en primer plano debería haber
representado al hombre de espaldas a nosotros. Tampoco el reflejo de los grupos de
botellas, se reflejan de manera real en el espejo.
Desde el punto de vista iconográfico, representa distintos temas: el interior de
un burdel, el cual frecuentaban las distintas capas sociales parisinas; el retrato de Suzón,
la camarera-prostituta; naturalezas muertas con la representación de las botellas, el
frutero y la copa con rosas, etc.
La composición es triangular y simétrica, cuyo eje es Suzón y los botones del
corpiño.
En cuanto al color, utiliza distintas gamas cromáticas, cálidas y frías, con la
utilización del color negro, nada del gusto impresionista.
Las pinceladas son rápidas, cortas y matéricas, creando grandes manchas de
color. No obstante, podemos ver un contraste entre las utilizadas en la mujer y la de los
personajes que se reflejan en el espejo, más imprecisas.

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Si la utilización de color negro nos aleja del movimiento impresionista, las
pinceladas rápidas, cortas, el uso del blanco, el estudio de la luz artificial, difusa e
indirecta, nos acerca a este movimiento, con el que siempre marcó cierta distancia, ya
que no se consideraba un artista impresionista.

Claude Monet fue un pintor francés, uno de los creadores del impresionismo. El
término impresionismo deriva del título de su obra Impresión, sol naciente (1872) Sus
primeras obras, hasta la mitad de la década de 1860, son de estilo realista. A partir del
final de la década de 1860 comenzó a pintar obras impresionistas.

Su obra “Impresión, sol naciente” formó parte del Salón de los Rechazados
(1874). Su carrera fue impulsada por el marchante Paul Durand-Ruel, pero a pesar de
esto su situación financiera permaneció siendo difícil hasta mediados de la década de
1890.

Debido a la guerra franco-prusiana de 1870 huye a Argelia y posteriormente


viaja a Londres, donde recibe la influencia de William Turner

Hacia 1890, realiza las series de la catedral de Rouen, de los almiares y los
álamos. En estas series captó las variaciones lumínicas en distintos momentos del día
sobre la fachada de la catedral o sobre los amontonamientos de paja. A principios del
siglo XX realiza sus vistas de Londres.

La influencia japonesa la observamos durante su etapa en Giverny (1883-1926),


donde se construye un jardín japonés. Antes había representado a su mujer vestida y
maquillada al estilo japonés. En Giverny destacan sus series de nenúfares, vistas de su
lago al que se va acercando progresivamente hasta llegar casi a la abstracción.

Camille Pisarro, fue uno de los iniciadores del Impresionismo. Centró su


atención en el mundo rural, paisajes y escenas de campesinos trabajando, aunque
también realizó vistas urbanas en su última etapa.

Recibió influencias de Millet, Corot y Courbet y, entre sus discípulos podemos


citar a Cezanne, Gauguin o la impresionista americana Mary Cassatt.

En su obra podemos distinguir dos fases. La primera vinculada a la pintura


paisajística de Barbizón y, en la que dominan tonos verdosos y grises. En la segunda
etapa, impresionista, la paleta cromática irá cambiando hacia una mayor luminosidad,
mayor profundidad, imágenes construidas con pinceladas visibles, estudio de la luz, etc.

Influenciado por Seurat y Signac, tuvo una incursión en el puntillismo o


divisionismo, consistente en realizar las formas mediante pinceladas yuxtapuestas, no
mezcladas. Pronto abandona esta tendencia debido a las malas críticas recibidas.

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La enfermedad que sufre en sus últimos años, le obligó a abandonar la pintura al
aire libre, trasladándose primero a Rouen y, luego a París, donde realizará distintas
vistas urbanas.

En Sisley, como otros impresionistas, el protagonista de su obra es el paisaje,


centrando su atención en los efectos de la luz sobre el agua, el cielo o la niebla.

Sisley otorga un especial protagonismo, tanto al espacio como al cielo. En


cuanto al espacio, deja un gran espacio vacío en primer plano y, respecto al cielo, ocupa
gran parte del lienzo, dotándole, a su vez, de movimiento. Sus obras transmiten calma y
serenidad.

En alguna de sus obras podemos apreciar la influencia de artistas japoneses


como Hiroshige, que tanto influyeron en otros impresionistas como Monet. Así lo
podemos ver en “Plaza de Chenil nevada en Marly” influenciada por la obra “

Entre sus temas más destacadas podemos citar marinas, inundaciones en las que
estudia el efecto de la luz sobre la arena y el agua. Como hiciera Monet, estudió el
mismo paisaje en distintos momentos y condiciones, buscando representar los efectos
producidos.

Obras desatacadas son “Vista del canal de San Martin”, “Plaza de Chenil en
Marly, efecto nieve”, “Inundación de Port-Marly”.

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COMPARA LA OBRA PICTÓRICA DE LAS PINTORAS BERTHE MORISOT
Y MARY CASSATT CON LOS PINTORES COETÁNEOS.

En París, pintoras como Berthe Morisot, Mary Stevenson Cassatt, Eva González
y Marie Bracquemond aportaron su arte al movimiento impresionismo. A pesar de los
impedimentos que los condicionantes sociales y académicos les imponían, brillaron con
luz propia. Las mujeres no fueron aceptadas en la Escuela de Bellas Arteshasta1897.
Tampoco eran bien vistas si pintaban al aire libre o en las calles, al considerarlo
deshonroso, por lo que en sus temas se centran en la representación de escenas
domésticas.

Berthe Morisot (1841-1895) Conoció a Camille Corot, quien la admitió como


su discípula y la introdujo en los círculos artísticos parisinos. Fue copista en el Louvre y
adquirió la técnica impresionista de pintar al aire libre, donde creaba pequeños cuadros
y esbozos para grandes obras que terminaba en el estudio. Expuso su obra en varios
salones de París hasta 1874. En este año se casó con Eugène Manet, hermano de
Edouart y también pintor, siendo la que convenció al Edouart Manet de pintar al aire
libre y lo relacionó con los impresionistas. Fue principal modelo de las obras de Manet,
como podemos observar en El Balcón. En su paleta predominan los tonos claros, entre
los que el color blanco adquiere especial protagonismo.

Durante su estancia en Inglaterra, debido a la guerra franco-prusiana, rompe la


norma de la composición equilibrada y contornos definidos, con el uso de pinceladas
rápidas y cortas. Plasmó el movimiento y la caída de la luz a través del uso de
pinceladas discontinuas, que realizaría con distintas partes del pincel.

Mary Stevenson Cassatt (1844-1926), aunque americana de origen, vivió en


Francia durante gran parte de su vida. Tras una primera formación en Pensilvanya, viajó
por Europa, estableciendo su residencia habitual en París. Con la guerra franco-
prusiana, volvió a Pensilvanya, donde trabajó para el arzobispo de Pittburgh, para el que
realizó distintas obras. Acabada la guerra volvió a Europa y visitó distintos países, entre
ellos España, donde centra su atención en el Museo del Prado de Madrid y Andalucía,
recibiendo influencias de Rembrandt y Velázquez, entre otros. Se sintió fascinada por el
dibujo y la pintura, pero debió luchar contra el escepticismo y el sarcasmo de sus
padres, y especialmente contra los prejuicios sociales de aquellos que no aceptaban que
una mujer pudiese emprender una carrera artística. En Francia, estableció una relación
artística con Degas, estableciendo una colaboración artística durante gran tiempo de sus
vidas. Degas visitaba el estudio de Cassatt habitualmente, ofreciéndole su ayuda, ya que
tenían gustos parecidos en cuestiones de arte y literatura, origen social, habían realizado
estudios de pintura en Italia, y eran independientes y solteros. Degas la enseñó la
pintura al pastel y el grabado. Cassatt ayudó a Degas a vender sus pinturas y a
promocionar su figura en Estados Unidos.

Como Morisott, representó principalmente, temas que reflejan la vida social y


privada de las mujeres, resaltando los lazos entre ellas y sus hijos.

Su estilo se basa en un dibujo claro y seguro, mostrando influencia de grabados


japoneses y prestando especial atención a las emociones.

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Eva Gonzàlez comenzó su formación con el artista de inspiración rococó
Charles Joshua Chaplin, en el uso de la técnica del pastel e interpretación intimista de
los temas. Posteriormente la influencia de Manet, para la que sirvió de modelo y fue
ayudante en su taller, es patente en obras como el “Un palco en el teatro de los
italianos” o “el trompetista”, obras en las que podemos observar su influencia en las
composiciones. Por influencia de Degas hizo que su técnica se volviera más sinuosa y
cambiara su técnica el uso de pinceladas, más sueltas y rápidas y predominio de tonos
pasteles. También tuvo influencia de artistas femeninas como Morisot, con la que
coincide en el taller de Manet, y que le potencia el carácter intimista de sus obras y
predominio del tema femenino.

A pesar de ser catalogada como impresionista, nunca expuso con sus máximos
exponentes pues, no coincidía con ellos en la elección de temas y porque, tanto su
pincel como su paleta, se alejaba de la norma impresionista.

Marie Bracquemond fue otra de las artistas femeninas destacadas del


movimiento impresionista. Pintora, grabadora y ceramista, fue discípula de Ingres y
reconocida por artistas como Monet o Degas, quienes le animaron a cambiar su estilo
hacia el impresionismo. Su matrimonio con el artista Félix Bracquemond, favoreció su
relación con numerosos pintores como Gauguin, cuya influencia se deja notar en
algunas obras. No obstante, los celos artísticos de su marido, la condujo al abandono de
la pintura para dedicarse a su familia.

Los temas más representados son: retratos familiares, en los que unos personajes
interactúan con el espectador, mientras que otros le ignoran; paisajes y bodegones
principalmente.

En su paleta cromática contrasta tonos luminosos, como el blanco, con otros


tonos fríos, azulados. En el tratamiento de la luz, muestra la influencia de pintores como
Renoir o Monet.

Según lo expuesto anteriormente, la relación de estas artistas femeninas con sus


homólogos masculinos es controvertida. Artistas como Monet, Degas o Pissarro, que
propugnaban un cambio en la pintura, mantuvieron relaciones fluidas, influyéndose
mutuamente. En el caso de Morisot, incluso animó a artistas que se mantenían en la
tradición, a dar un giro a su estilo, caso de Manet. Otros, sin embargo, intentaban
relegar el papel de estas artistas a un ámbito doméstico, factor que hizo que los temas
representados tuvieran un carácter más intimista, de carácter familiar. En muchos casos,
cuando estas artistas se casaban, terminaban abandonando la práctica artística, caso de
Marie Bracquemond, debido a los celos artísticos de su marido, también grabador.

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DESCRIBE LAS PRINCIPALES CREACIONES DE CÉZANNE.

Cézanne fue uno de los artistas postimpresionistas más influyentes en distintos


movimientos artísticos como el cubismo. Su obra estuvo influenciada por grandes
maestros del pasado como Caravaggio, Velázquez o Delacroix, además de artistas
coetáneos como Courbet, Édouart Manet o Pissarro.

Fue uno de los precursores del cubismo y entre sus características podemos citar:
interés por la construcción de volúmenes de los objetos o personajes a partir de formas
geométricas; intentó recuperar el volumen y la forma a través del color; renunció al uso
de colores como el negro o el gris; su pincelada está realizada a base de grandes trazos;
buscó la esencia de los motivos representados a través de su simplificación; rompió las
leyes de la perspectiva tridimensional representando los distintos planos a través del
contraste cromático.

En su obra podemos distinguir distintas etapas: romántica, impresionista,


constructivista y sintética. Su etapa romántica u oscura se caracteriza por el uso de
trazos densos, matéricos, tonos oscuros, y temas trágicos, En alguna obra como su
“Nueva Olimpia moderna”, muestra influencia de Delacroix. Su etapa impresionista
estuvo motivada por su amistad con Pissarro. La etapa constructivista se centra en la
geometrización de las formas, reivindicando la bidimensionalidad de la pintura.
Destacan numerosos bodegones. En su última etapa, sintética, desmaterializa la forma,
rayando la abstracción en algunos paisajes.

Entre los principales temas que representa podemos citar bañistas, bodegones y
paisajes.

El tema más representado por Cézanne fue el de las bañistas. Así lo hizo a partir
de la década de 1870.En estas series de bañistas, le interesa sobre todo la distribución de
los personajes en el espacio y la unión entre ambos.

El tratamiento que da a los desnudos en un paisaje es distinto al representado


anteriormente ya que los personajes no son figuras mitológicas o literarias, sino
personajes reales y normales. Tampoco las representa según los cánones de la anatomía
tradicional, por lo que los estiliza y deforma. Los representa en posturas variadas: de
pie, sentadas o tumbadas. Los personajes carecen de figuración y se acercan a la
abstracción, al igual que sucede con los paisajes. Cromáticamente utiliza la técnica del
“passage” o transición de color. Del verde oscuro se pasa al verde claro y de éste al
amarillo, renunciando al negro y el gris para la obtención de sombras. Rompe con la
perspectiva cónica clásica consiguiendo, con el color, una superposición rítmica de
planos que originan la sensación de profundidad espacial.

Otra de sus obras fue Los jugadores de cartas. Realiza una serie de cinco cuadros
sobre el tema de la partida de cartas, entre 1890 y 1895. En las tres últimas versiones,
todos los volúmenes están definidos de manera geométrica, lo que confiere a los dos
personajes una dignidad clásica. En las versiones iniciales son tres jugadores

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contemplados por otros personajes, composición que va simplificando hasta reducirla a
dos campesinos que juegan a las cartas, con una botella de vino en medio, en la que se
refleja la luz distorsionando la visión perspectiva. Todo el cuadro está construido con
tonos de los colores azul, amarillo y rojo. Esta restricción cromática «intensifica la
sensación de austeridad formal». Las pinceladas se presentan solitarias y sintéticas,
como el reflejo sobre la botella o el simple trazo que describe el ojo del jugador de la
derecha. Pinta con la técnica del facetado, lo que es evidente en la cara del jugador de la
izquierda. Éste lleva un sombrero de forma cilíndrica, lo que recuerda la afirmación de
Cézanne de que “Todo en la naturaleza está modelado según la esfera, el cilindro y el
cono

En sus paisajes, intentó conseguir una síntesis ideal de la representación


naturalista, la expresión personal y el orden pictórico, ordenando estructuralmente todo
lo que veía en formas simples y planos de color.

En sus bodegones: Cézanne se esforzó por comprender y reflejar la complejidad


de la percepción visual humana, para lo que observa los objetos desde distintos puntos
de vista, conduciéndole a representarlos desde perspectivas diferentes simultáneamente.
Los objetos se forman en base a figuras geométricas: cilindro, esfera, triángulo.

La pintura de Cézanne tuvo un gran impacto en el arte posterior, especialmente


en el cubismo.

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ANALIZA EL ARTE DE VAN GOGH.

Pintor nacido en los Países Bajos, recibió una estricta educación religiosa
protestante, calvinista, lo que le llevaría a trabajar como misionero entre clases más
desfavorecidas del mundo rural e industrial, siendo aquí cuando comienza a despertar su
vocación artística. Hacia 1886 vive con su hermano Theo en París, lo que le permitió
conocer el ambiente artístico de esta ciudad, recibiendo la influencia, tanto de
numerosos artistas con los que se relaciona como influencias foráneas que llegan a la
ciudad, caso de la estampa japonesa de grabadores como Hokusai. La siguiente etapa se
desarrolla en un ambiente rural, estableciéndose en Arlés donde intentó fundar un grupo
artístico, conocido como “Taller del Mediodía” en el que se interrelacionarían las
influencias de los distintos artistas que lo forman. Los últimos años discurrieron entre
sanatorios y manicomios, donde su arte se vio limitado hasta que comenzó a salir de
este ambiente. Su maltrecha salud, mental y física, le llevó al suicidio en 1890.

El grueso de su obra se concentra en diez años, durante la cual realizó una gran
producción pictórica, pudiendo distinguir las siguientes etapas artísticas: Inicial o de
aprendizaje, impresionista, postimpresionista, precursora de movimientos como el
expresionismo y fauvismo. Su última etapa la pasa en Saint-Remy.

La pincelada irá cambiando a lo largo de las distintas etapas: en la primera etapa,


es pastosa, larga y suelta; en la etapa parisina, utiliza una pincelada corta o puntos, por
influencia del impresionismo y el divisionismo; en la etapa de Arles, la pincelada se
hace ligeramente más alargada e, incluso, por influencia de Gauguin, utiliza la técnica
del cloisonado; en la última etapa, la pincelada se curva con trazos rítmicos en espiral.

Etapa inicial o de aprendizaje. Se desarrolla en poblaciones de los Países


Bajos, durante su tarea misionera en ciudades como Etten, La Haya, o Nuenen, donde es
influido por la paleta terrosa de la pintura local, de fuerte contraste lumínicos y donde
los temas sociales son los más representados, buscando, de este modo, un tono de
denuncia social contra el proceso industrializador imperante. Tuvo formación
autodidacta, tomando influencias de pintores realistas como Courbet, Daumier o Millet,
del cual copió muchas de sus pinturas. Obras de esta época son “Comedores de patatas”
o “El tejedor”

Etapa impresionista. Durante su etapa parisina, es influenciado por los


impresionistas y la representación de la naturaleza. Entró en contacto con Toulouse-
Lautrec, Pissarro Paul Signac, con los que descubre una nueva concepción de la luz y el
color, aclarando su paleta y aprendiendo la división de las gamas claras y los tonos,
simplificando e intensificando los colores a través de la yuxtaposición de colores
complementarios con los que se consiguen violentos contrastes cromáticos. La
pincelada se realiza a base de pequeños puntos o rayas que toman direcciones arqueadas
u onduladas. Como otros artistas, recibió la influencia de grabadores japoneses como
Hokusai e Hirosige en encuadres y composiciones. Los temas representados fueron
naturalezas muertas, jardines, paisajes urbanos y numerosos autorretratos.

Su llegada a Arlés, hace que su paleta cromática vaya cambiando de


nuevo, predominando los tonos amarillentos que, se han querido explicar, tanto por
factores climatológicos, luz mediterránea, como por un problema visual conocido como
xantopsia, alteración en la percepción de los colores en la cual todos los objetos visibles

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tienen aparentemente un tono amarillento, según explican investigaciones recientes. En
Saint-Remy, entra y sale de distintos sanatorios mentales, afectando a los temas
representados, paleta cromática usada y tipo de pincelada. De este modo, los cuadros
pierden intensidad cromática, la pincelada sigue siendo pastosa, formando surcos que, al
ser matérica, ofrece un carácter de relieve que exageran y dramatizan las formas. En
cuanto a los temas representados encontramos escenas de interior, patios o
interpretaciones de obras de otros artistas como Delacroix o Courbet que le enviaba su
hermano Theo.

Etapa expresionista. Su última etapa, se desarrolla en Auvers-sur Oise-, se


caracteriza por una pincelada en espiral, arremolinada y pastosa, reflejo de sus
atormentados sentimientos y emociones, con un predominio de gama cromática fría en
la que abundan azules y verdes. Simplifica su obra, recibiendo la influencia de artistas
como Paul Klee. Su técnica varió según el efecto que pretendía conseguir. Si unas veces
cubría la superficie con colores planos, otras la pincelada era gruesa y amplia,
perfilando el objeto o personaje con trazos gruesos, en otras utilizaba el pincel con el
que rayaba la formas, acentuando líneas o color. Influido por la luz y el color del
entorno, es frecuente un violento contraste del azul del cielo con el amarillo de los
cereales. Iconográficamente, sigue realizando paisajes, bodegones y escenas nocturnas.
De nuevo, en esta etapa, debió padecer crisis glaucomatociclíticas, que provoca un
oscurecimiento de la córnea y le hacía ver halos circulares alrededor de los puntos de
luz, lo que algunos expertos han relacionado por intoxicación por el plomo de los
pigmentos o por consumo de absenta. Otra de las influencias que podemos observar en
obras de esta etapa es la de la estampa japonesa, que nunca le abandonó desde su etapa
parisina.

En esta etapa, por influencia de Gauguin, utiliza la técnica del cloisonné,


delimitando los contornos y dintornos con una línea negra continua que separa los
campos de color, como podemos ver en “Dos niños”.

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IDENTIFICA LA TÉCNICA PICTÓRICA DE LOS «NABIS» Y LOS «FAUVES».

NABIES (PROFETAS)
El movimiento surge tras la observación de la obra El Talismán de Paul Sérusier
en 1888.
Rechazan la distinción jerárquica entre artes mayores (arquitectura, escultura y
pintura) y menores (eboraria –marfil-, musivaria –mosaico-, ilustración, forja, etc.),
teniendo todas, la misma importancia.
Trabajan distintas disciplinas artísticas como pintura, grabado, ilustración de
carteles, etc., participando en la renovación de estas dos últimas técnicas. Este aspecto
propició que su arte se popularizaba entre la población.
Utilizan el color como medio para expresar sus sentimientos y estados de ánimo,
aplicados de forma simbólica. Yuxtaponen colores puros y planos. Suelen ser
luminosos, de tonalidades claras, sin estridencias.
Utilizan la técnica del cloisonismo, tomada de Emile Bennard y Gauguin,
consistente en utilizar colores planos, con contornos oscuros silueteados y delimitados.
En los soportes de sus obras utilizaron tanto papel como cartón.
Influencias variadas: sintetismo de Gauguin, modernismo, arte japonés,
simbolismo, orientalismo y exotismo (Japón, culturas primitivas)
Muestran interés por lo exótico y oriental
La deformación de la realidad puede producirse de dos maneras: objetiva,
deformando la realidad que perciben y subjetiva, procediendo la deformación a partir de
la emoción y sentimientos del autor.
Temas representados prevalecen los de ámbito burgués y doméstico.
Se reúnen frecuentemente, tanto en la Acadmie Julian como en La Revue
Blanche.
Los nabis se separaron en dos tendencias: la espiritual y la decorativa.
La tendencia espiritual muestra influencia de Gauguin, con una técnica
pictórica simple e inspirada en la religión, el misticismo y la Edad Media. Paul
Sérusier y Maurice Denis
La tendencia decorativa se basa más en el impresionismo y Degas,
buscando mayor armonía estética, mayor interés por el mundo oriental que se
traduce en los enfoques, formas muy planas, perspectivas caballeras, etc.
predominan temas interiores e intimistas. Destacan pintores como Pierre
Bonnard y Édouard Vuillard.
Entre los autores más destacados podemos citar: Paul Sérusier, Pierre Bonnard,
Roussel.

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FAUVISMO (FIERAS).
El fauvismo fue un movimiento artístico que se desarrolló entre 1904 y 1908.
Se caracteriza por su sincretismo, fundiendo influencias impresionistas,
postimpresionistas, divisionistas, primitivas, orientales, etc.
La perspectiva y el espacio queda subordinado a la expresividad estridente del
color, resultado de los sentimientos y emociones del artista.
En el dibujo predominan líneas interrumpidas de color y trazo grueso.
La pincelada es suelta larga y saturada.
Aplican superficies cromáticas planas contrastadas.
Huyen del claroscuro tradicional, recurriendo para conseguir zonas más oscuras
y otras más claras a tonos intermedios.
No les interesa especialmente la tridimensionalidad espacial en los retratos, por
lo que las representaciones presentan un carácter bastante plano. En los paisajes
predomina la perspectiva caballera, desde un punto de vista alto, y encuadres
diagonales, evitando los frontales.
El tema se vuelve algo secundario respecto a la expresividad cromática.
Al ser un movimiento heterogéneo, unos se integran en el cubismo y otros se
encaminan hacia el expresionismo alemán.
Artistas destacados fueron Henri Matisse, André Derain, Maurice de Vlaminck,
etc.

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ANALIZA ALGUNA OBRA DE PIERRE BONNARD Y MATISSE
Pierre Bonnard es uno de los artistas representantes del grupo Nabi (Los
profetas), de entre cuyas obras, podemos destacar “Desnudo a contraluz”.
DESNUDO A CONTRALUZ (1908)
En esta obra, podemos apreciar distintas influencias procedentes de la estampa
japonesa, del impresionismo o de la fotografía. La influencia del impresionismo la
podemos apreciar en el uso de la luz difusa, el carácter intimista de los temas –toilletes-,
como pueda ser este caso, su gusto por el desnudo, que recuerda obras de impresionistas
como Degas o Renoir, o el carácter divisionista, no mezclados, en la aplicación de los
colores. La contraposición cromática en el uso de colores fríos para primeros planos y
cálidos para los fondos, supone una ruptura con la estética más tradicional, propia del
movimiento fauvista. Del cubismo toma la representación desde distintos puntos de
vista, como podemos observar en las representaciones del barreño o la cama, desde un
punto de vista más alto que el de la mujer, más frontal. El contraluz utilizado procede
del uso de la fotografía, actividad artística que también desarrolló Bonnard.
Estilísticamente, dentro de las dos tendencias que se desarrollan en el grupo nabi,
pertenecería a la tendencia decorativa.

MATISSE.
Entre las obras más destacadas de Matisse, podemos citar “La raya verde” y “La
danza”.

LA RAYA VERDE (1905)


En la “raya verde” realiza el retrato de busto de una mujer, con una pincelada
larga, suelta y matérica, donde el color adquiere un gran protagonismo a través de la
mancha de color, trazando líneas gruesas y discontinuas para acentuar ciertos elementos
de la obra. En la paleta cromática predomina gamas frías. Los colores aplicados en las
distintas zonas son puros y saturados, sin mezcla entre ellos y distribuidos en amplias
zonas. La composición se consigue a través de un juego de líneas interrumpidas y masas
cromáticas. El rostro se divide en dos partes mediante la inclusión de una gruesa raya
verde, que marca un contraste cromático que sustituye el claroscuro tradicional. No
apreciamos una preocupación por la tridimensionalidad espacial ni volumétrica,
pudiendo hablar, como mucho, de una representación bidimensional y plana. En cuanto
al movimiento, predomina el carácter estático de la representación. La influencia
japonesa la podemos apreciar en la composición cerrada y la representación del fondo
plano y rasgos faciales de la modelo.

LA DANZA (MATISSE, 1908)


La obra representa una escena de danza que realizan cinco personajes que
danzan en un espacio indeterminado.

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Desde el punto de vista cromático, los colores eran, para Matisse, como la
armonía musical, ya que pensaba que los colores, al igual que las notas musicales,
debidamente combinados, podían producir sensaciones de calma y serenidad. Por otro
lado, los colores para Matisse respondían a un simbolismo. De este modo, el azul
representa el cielo y el verde la naturaleza. Los colores cálidos se asocian a la vida,
alegría y vitalidad, mientras que los fríos, a sensaciones de tranquilidad, melancolía o
tristeza. Por otro lado, utiliza colores planos y tonos saturados –intensos-, no busca
volumen con ellos a través de gradaciones cromáticas o lumínicas, ya que esta también
es homogénea, evitando efectos de claroscuro. La contraposición de colores fríos, en el
fondo y superficie que pisan los personajes, y cálidos que inundan de los personajes,
hace que al observar el cuadro centremos la atención en los personajes que danzan.
La simplificación de las formas, remiten a la influencia del arte primitivo, muy
presente en esta época.
La composición está forzada, pues parece que las figuras superiores tienen que
forzar su postura para no salirse del marco, agachando la cabeza y encogiendo los
hombros. Presenta una forma ovalada, con direccionalidad de izquierda a derecha,
creando sensación de movimiento circular.
No le interesa la tridimensionalidad espacial, por lo que prescinde de todo
elemento que pueda marcar planos de profundidad y, siendo las figuras superiores de
igual tamaño que las inferiores, cuando éstas últimas debían representarse con menor
tamaño, si nos atenemos a la representación de la perspectiva tradicional.
Matisse se inspiró en una obra de Cezanne, “los bañistas”, que él mismo compró
a Cezanne. También, según algunos expertos, pudo inspirarse en una acuarela de Blake.
Fue un encargo del magnate ruso Shchukin quien, en un primer momento,
rechazó la obra al considerar que los desnudos no eran dignos del espacio público que
iban a ocupar, sobre un hueco de escalera de su palacio.
Existen dos versiones de esta obra, diferenciándose en la intensidad cromática de
los personajes.
Esta obra de la “Danza” de Matisse, formaría pareja con otra obra denominada
“La música”, de carácter más estático y menor relación entre los personajes, y mismos
principios fauvistas que los expresados desde el punto de vista cromático en “La danza”.
En ambos casos, Matisse aludiría a la Edad de Oro del hombre, en la que el hombre está
libre de toda preocupación y su vida giraba en torno al disfrute de los placeres terrenales
humanos.
Una vez analizadas estas obras de Matisse, podemos afirmar que su obra se
puede definir como fauvista, movimiento que inaugura con su visión artística y que se
caracteriza por: ruptura con estilos anteriores como el impresionismo; uso de una paleta
de colores contrastada y fuera de toda armonía cromática; desinterés por la perspectiva
espacial, ausencia de dibujo en favor de las manchas de color, expresividad emocional
del color; pinceladas anchas, matéricas y vigorosa; carácter plano de los objetos o
personajes representado; influencia de culturas primitivas, ausencia del claroscuro
clásico, etc.

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CONCEPCIÓN VISUAL DEL CUBISMO.

El Cubismo fue un movimiento artístico desarrollado entre 1907 y 1914, con


origen en Francia y liderado por artistas como Picasso, Braque, Juan Gris o Delaunay,
que supuso una ruptura total con la pintura tradicional basada en la imitación de la
naturaleza y en la idea de belleza.

Louis Vauxcelles calificó la obra de Braque como realizada por “pequeños


cubos”, de donde derivó el término cubismo.

Los temas representados en el cubismo, no supusieron una ruptura con la


tradición pues siguen pintando bodegones, paisajes o retratos.

En el momento de su aparición, la estética cubista era de difícil comprensión por


los espectadores, ya que estaban acostumbrados a referentes más figurativos y
naturalistas, cuya comprensión se producía de inmediato. Por ello, se acompañaban de
explicaciones para ser entendidos por los espectadores.

La representación se realiza a base de formas geométricas y perspectiva


múltiple, originando una percepción visual fragmentada.

Cromáticamente, predominan, en un primer momento, colores grises, verdes y


marrones.

Se suprime el claroscuro.

Compositivamente los objetos se sitúan en un mismo plano visual, rechazando la


perspectiva tridimensional del espacio. Los fondos son neutros, por lo que predomina la
forma sobre el fondo.

Se utilizan nuevas técnicas, como el collage, y se introducen nuevos materiales,


impensables hasta el momento en una obra pictórica, como madera, cuerdas, papel, etc.
Como referentes o influencias del cubismo podemos citar la geometrización y
simplificación de la obra de Cézanne, la influencia del arte africano e íbero, a través de
la expansión colonial europea por el continente africano y los descubrimientos
arqueológicos de arte ibero, la influencia de la fotografía que, con el montaje
fotográfico, libera de pintar la naturaleza y así poder manipularla, el pensamiento de
Albert Einstein, cuando éste afirma que era imposible determinar un movimiento, de un
objeto o personaje, ya que podía estar quieto o en movimiento según la perspectiva de
observación, lo que influyó en la utilización de la perspectiva múltiple por los cubistas.
También parece que la influencia del primer cine influyó en encuadres, gama cromática,
la iluminación, etc.
Se considera el cubismo como un movimiento precursor del arte abstracto y de
la subjetividad artística contemporánea.
Entre los movimientos artísticos posteriores en los que influyó, de una u otra
manera, podemos citar el orfismo, el constructivismo, el neoplasticismo, etc.

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Artistas destacados del cubismo fueron Picasso, Braque, Juan Gris, André Lothe,
María Blanchard, Liubov Popova o Alice Bailly.

En el cubismo se pueden distinguir, tres etapas: cubismo primitivo o cezannesco,


cubismo analítico o hermético y el cubismo sintético.
Cubismo primitivo o cezannesco (1907-1909). Se caracterizó por la ausencia del
color, predominando una paleta de grises y marrones, así como la renuncia a la
perspectiva tradicional. Entre los temas más representados predominan paisajes y
escenas de interiores.
Cubismo analítico o hermético. Se caracteriza por el análisis de la realidad y la
descomposición en planos de los volúmenes de un objeto o personaje. Abandona la
verosimilitud de la realidad en favor de una propuesta más conceptual que la mente del
espectador deber reconstruir a través de la observación. Abundan ángulos y líneas
rectas, desapareciendo las líneas curvas. La iluminación procede de varios focos
simultáneamente y la paleta es monocroma con tonos castaños, grises, cremas, verdes y
azules. El tema preferido es la naturaleza muerta o bodegones y, en menor medida, la
figura humana.
Cubismo sintético. Las superficies de los planos ganan en amplitud, ya no son
cubos, y se incorporan nuevas técnicas como el collage y distintos materiales que
originan diferentes texturas. Rompió con todo procedimiento imaginativo o conceptual,
de la etapa anterior, al ser obras más simples y fáciles de entender.

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COMPARA LAS ETAPAS CREATIVAS DE PICASSO: ÉPOCAS ROSA, AZUL,
CUBISTA, SURREALISTA…
Picasso fue un artista muy versátil, pues realizó obras en distintas
manifestaciones artísticas: pintura, cerámica, escenografía, escultura, etc. Nacido en
Málaga, 1881, su padre fue profesor en la Real Academia de Bellas Artes de San Telmo
de Málaga. La familia se trasladó a La Coruña, buscando una mejor situación
económica y, donde realizó su primera exposición. En 1895 se trasladan a Barcelona,
donde su padre obtuvo una cátedra en la Escuela de Bellas Artes de la Lonja. En esta
cursó estudios, pintando obras de carácter académico. En 1912 se traslada a París, donde
entra en contacto con otros artistas y escritores, entre los que podemos destacar a
Apollinaire, Gertrude Stein o André Breton. Durante la guerra civil española fue
director del Museo del Prado. Los distintos conflictos bélicos marcaron su obra,
apareciendo un cubismo más expresionista.
Como otros artistas, aunque los relacionemos con un estilo artístico concreto,
Picasso pasó por distintas etapas creativas y artísticas. De este modo, en la obra de
Picasso, se distinguen las siguientes etapas: formación, azul, rosa, negra, cubista,
neoclásica, surrealista, final.
Etapa inicial o de formación (1896-1900). Picasso comenzó su formación en la
Lotja de Barcelona, pasando posteriormente a la Academia de Bellas Artes de San
Fernando de Madrid y por último viaja a París.
La influencia de esta etapa inicial la encontramos en el modernismo catalán,
cuya protagonista es la figura humana en escenas de género o vida cotidiana. También
recibió numerosas influencias de artistas como Velázquez, el Greco o Goya, durante sus
visitas al Museo del Prado y, de los que toma una pincelada suelta y una paleta
cromática sombría. Realiza una obra de carácter realista, tanto en retratos como
paisajes. Podemos destacar obras como “Ciencia y Caridad”
Etapa Azul. La muerte de su amigo Carlos Casagemás condicionó emocional y
artísticamente gran parte de este periodo. Casagemás fue motivo frecuente en sus obras.
Domina el color azul, identificado con la tristeza y la melancolía que aplica en la
representación de personajes vinculados a los bajos fondos, marginados, con los que
trata de denunciar las duras condiciones de vida que tenían. Los fondos neutros,
acentúan la atención en los estilizados personajes y,en los que podemos observar la
influencia del Greco. Entre las obras más destacadas podemos citar El viejo guitarrista o
La Vida.
Una vez instalado en París, hacia 1904, se produce un cambio en su iconografía
y paleta cromática, desapareciendo progresivamente el azul y, aumentando el número de
personajes. Los temas se vuelven más lúdicos, como bares abarrotados y espectáculos
circenses.
Etapa Rosa (1904-1907). La gama cromática se aplica con colores más pálidos,
rosáceos. Cultiva el desnudo y destacan temas como escenas de circo con acróbatas y
arlequines. Las composiciones se vuelven más clásicas y las líneas son más sinuosas.
Una obra destacada es Familia del Saltimbanquis.

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Etapa Negra (1907-1909). Condicionaron esta etapa viajes a Holanda y a Gosol
(Lérida), donde entra en contacto con el arte románico y el arte ibero, así como con el
estudio de maestros como Cézanne o Ingres. Los personajes y objetos se esquematizan
y geometrizan, ganando en expresividad. Predominan ocres y rojos, originando
sensaciones dramáticas en las composiciones. Las Señoritas de Avinyó es su obra más
destacada.
Etapa Cubista (1808-1816). Encontramos en su obra las características cubistas
anteriormente estudiadas: perspectiva múltiple, descomposición de las figuras o
personajes, gamas cromáticas frías, uso del collage y nuevos materiales… Realizó obras
tanto de carácter cezannesco, analítico y sintético. Ejemplos son: “Casas sobre la colina.
Horta de Ebro”, “El hombre del clarinete” o “Los tres músicos”
Etapa Clasicista o Neoclásica (1917-24). Abandona la estética cubista
volviendo su mirada a una figuración más clásica y suave, con personajes rotundos y
monumentales definidos con un acusado dibujo. Contrasta los fondos azules con las
figuras representadas con tonos más cálidos. Temas frecuentes fueron bañistas.
No obstante, realizó otras obras con composiciones con más color, de carácter
geométrico y concepción plana. En este último sentido, podemos destacar obras como
Los Tres Músicos.
Etapa Surrealista (1928-1932). Aunque no es considerado un artista surrealista,
los contactos con miembros de este movimiento, caso de Dalí, le llevan a realizar obras
en las que los personajes son monstruosos, de gran tamaño y formas distorsionadas.
Figuras a orillas del mar o la Crucifixión son obras destacadas de esta etapa.
Etapa expresionista cubista (1935-72). Utiliza su pintura para realizar una
crítica a los males de su época, las guerras y crisis económicas. Sus obras centran la
atención en la destrucción y el sufrimiento. La paleta vuelve a apagarse, predominando
colores fríos como el azul, gris o verde. Destacan obras como el Guernica o Gato
devorando un pájaro.
Tras la II Guerra Mundial, se observa un cierto optimismo reflejado en obras
como Paloma de la Paz con Flores.
Etapa de Vallauris (1947-1973). Centra su atención en la cerámica y la
escultura, abandonando, puntualmente, la pintura.
Última etapa, realiza una interpretación de autores clásicos como Goya,
Velázquez, Rafael o Delacroix. Obras de este periodo son distintas versiones que realizó
sobre las Meninas de Velázquez.

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IDENTIFICA LAS OBRAS CUBISTAS DE JUAN GRIS, PABLO PICASSO Y
GEORGES BRAQUE.

GEORGE BRAQUE. Tras un inicio vinculado con el movimiento fauvista, pintó


en L’Estaque, una serie de paisajes “lineales” que son considerados precubistas.

En su etapa cubista, se distinguen tres etapas.

En la primera etapa, sus obras se caracterizan por el uso de superficies


superpuestas y planos angulares, componiendo a base de cubos; usaba pocos
tonos cromáticos.

La segunda etapa, se enmarca en el “cubismo analítico” (1909-1912), en


el que los objetos quedaban descompuestos en facetas hasta el punto de ser
irreconocibles.

La tercera etapa, cultiva el “cubismo sintético”, es decir, con unidad


compositiva.

A la conclusión de la Primera Guerra Mundial desarrolló un estilo propio, con


forma unida al color y figuras de gran tamaño. Iconográficamente, predomina el tema
del bodegón, aunque también representa algún paisaje.

PICASSO. Picasso fue junto a Braque el creador del Cubismo. Artista


polifacético realiza cerámica, pintura, escultura, ilustración, etc. Fue director del Museo
del Prado durante la Guerra Civil. Presenta numerosas influencias como Toulousse-
Lautrec, Van Gogh, El Greco, etc. Su obra, aunque la identificamos con el movimiento
cubista, pasó por varias fases: etapa inicial de formación realista y clásica, desarrollada
durante su estancia y aprendizaje en Barcelona, en la cual podemos ver influencias de
artistas como El Greco; etapa postimpresionista, durante sus primeras estancias en París,
en la que observamos influencias tanto de movimientos como el fauvismo como de
autores como Toulousse Lautrec; Etapa Azul, dominada por una paleta cromática
azulada e iconografía triste y angustiosa; Etapa Rosa, en la que la gama cromática es
más alegre, dominando tonos más cálidos, frente a la etapa anterior; etapa negra influida
por el arte africano, ibero o estética románica; Etapa cubista, donde desarrollará
distintas tendencias como la cezannesca, la analítica o la sintética; Etapa clásica,
neoclásica o grecorromana, donde domina las formas rotundas y macizas y cuyas
referencias se toman de la estatuaria clásica greco-romana y el desnudo es tema
recurrente; la etapa surrealista queda definida por la fractura y deformación de los tipos
representados; la etapa expresionista, caracterizada por temas dramáticos; su etapa de
Vallauris, está definida por la realización de cerámicas pintadas y escultura; en su
última etapa, realiza interpretaciones de obras de pintores como Velázquez.

JUAN GRIS (José Victoriano González-Pérez) Junto a Pablo Picasso y Georges


Braque, es uno de los principales representantes del Cubismo. Inició sus estudios en la
Escuela de Artes y Oficios de Madrid, ingresando después en la Escuela de Bellas Artes
de San Fernando, a la vez que asistía al taller del pintor José Moreno Carbonero. Su
amistad con el pintor Daniel Vázquez Díaz, hizo que se trasladase a París. Comenzó su
carrera artística como ilustrador en revistas de poesía y prensa como "Blanco y Negro"
o "Madrid Cómico". En París, conocerá a Picasso, a Guillaume Apollinaire y a Georges

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Braque y, a partir de 1910, abandonará la ilustración en favor de la pintura e, influido
por Cézanne, Picasso y Braque, se incorpora al movimiento cubista.

Su forma de entender la pintura se basaba en la prioridad de la idea frente a la


imagen del objeto representado. Parte de lo universal para alcanzar lo individual, por lo
que la imagen acabará pareciéndose a la idea, a la que considera la verdadera realidad y,
creyendo que es necesario construir o interpretar la realidad, a través de la
descomposición espacial, el collage y la técnica del papier collé (formas recortadas en
papel o tela pegadas sobre el lienzo).

Sus primeras obras son naturalezas muertas y algunos paisajes en los que destaca
el aspecto constructivo y volumétrico de los objetos y de la composición.

En su paleta predomina la monocromía de grises y ocres en un primer momento,


evolucionando posteriormente a una gama cromática más variada.

Sus composiciones se organizan en torno a líneas diagonales, en abanico o


verticales, como podemos ver en su “Retrato de Picasso”, “Bodegón con mantel a
cuadros” o “El sifón” respectivamente.

Tras unos pocos años de estrecha conexión con Picasso, se distanciaron tanto en
lo artístico como en lo personal. Picasso fue evolucionando hacia un arte figurativo de
gusto clasicista, mientras, Juan Gris se mantuvo fiel al cubismo en una clave más
colorista. En sus últimos años Juan Gris diseñó escenografías para dos montajes de
ballet de Diaghilev.

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EXPLICA LA IMPORTANCIA DEL CARTEL PUBLICITARIO
El cartel es un soporte, realizado en distintos materiales, impreso o
manuscrito, que se dispone en un lugar visible para transmitir un mensaje. En nuestro
caso, ya sea el soporte, papel, cartón, plástico, se acompaña de una representación
gráfica que complementa al texto publicitario.
Su mayor difusión se produjo durante la primera mitad del siglo XIX, con el
desarrollo de la litografía y la utilización del color en la cartelería. Apareció primero en
Francia y se extiende posteriormente al resto de Europa. Entre los artistas que
desarrollaron esta faceta artística podemos citar a Jules Chéret, Alfons Mucha o Henri
Toulouse-Lautrec.
Los carteles se conocen desde la Antigüedad, bien a través de graffitis o con
imágenes como los que observamos en los termopolios, locales donde se vendía comida

para llevar. El primer cartel impreso en papel se data en la época de Gutenberg, finales
del siglo XV, por el impresor inglés William Caxton, en el que anunciaba los beneficios
de la toma de aguas termales. En 1482, Jean du Prés, crea el primer cartel ilustrado.
En torno a 1800 se produjeron dos hechos que dieron lugar a su gran desarrollo:
La industrialización a gran escala, que originó la necesidad de vender los artículos que
la industrialización fabricaba y, la invención de la litografía que favoreció la ilustración
en color. Se utilizaron para anunciar una amplia forma de productos y servicios,
destacando entre ellos, tanto espectáculos de distinta índole como productos
manufacturados.
Fue un género artístico que será muy utilizado por movimientos posteriores
como el Pop Art o regímenes políticos autoritarios de distinta orientación, con el fin de
adoctrinar a la masa popular a través de una estética con la que podía identificarse.
El cartel consta de los siguientes elementos: encabezado, cuerpo y pie. El
encabezado es el título, presenta caracteres de gran tamaño y formas llamativas. El
cuerpo se localiza en su parte central, siendo el lugar donde encontramos la información
e imágenes que lo complementan. El pie es un texto con menor tamaño y relevancia,
con detalles o información secundaria.
Aunque el cartel siempre ha estado unido a las distintas actividades humanas,
será en el siglo XIX cuando adquiera un gran desarrollo, tal como lo concebimos
actualmente.

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EXPLICA LA OBRA GRÁFICA DE LOS CARTELISTAS: JULES CHÉRET,
ALFONS MUCHA, LEONETTO CAPPIELLO
Jules Chèret es considerado el precursor del cartel moderno, al introducir el
cartel visual y evolucionar a la litografía inglesa a color. Hacia 1880 utilizó una línea
negra combinada con colores primarios: rojo, amarillo y azul, consiguiendo una gran
vitalidad gráfica de efectos y colores brillantes de composición informal. Sus personajes
muestran una belleza idealizada, que muestran un estilo de vida alegre, lleno de energía
y movimiento.
Alphonse Mucha, fue un artista modernista, que destacó en la confección de
carteles. Realiza un tipo de cartel para la obra teatral Gismonda, inspirándose en la pose
básica del cartel de Grasset, alargando su formato y mostrando características tomadas
del mosaico bizantino, en los que la figura humana, protagonista en sus carteles, se
rodea de un fondo de arabescos, elementos vegetales de formas onduladas y
entrelazadas, que confieren un carácter muy exótico. Las composiciones son muy
cuidadas mostrando un cierto horror vacui. Sus personajes femeninos destacan por su
juventud, sensualidad e indumentaria muy sofisticada.

Leonetto Cappiello se caracteriza por localizar sus personajes publicitarios


sobre fondos neutros sobre el que destaca y centra la atención del espectador sobre el
personaje. El trazo es elegante y las formas son simplificadas, estableciendo una
relación directa de los personajes con el producto que publicitaban. Los colores, en un
primer momento eran planos, matizándolos, ampliando la gama cromática y dotando de
mayor volumen a sus personajes en un segundo momento. Los contornos se marcan con
línea continua negra. Dotó a los personajes, a través de gestos, posturas, etc., con un
sentido humorístico, muy sugerente para el espectador, a la vez que crea un efecto
visual directo.

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EXPLICA EL CARTEL Y LA OBRA GRÁFICA DE HENRI DE TOULOUSE-
LAUTREC.
Perteneciente a una familia noble, no pasó penurias hasta los últimos años de su
vida. La consanguineidad de sus padres, eran primos, llevo a que tuviera una vida muy
enfermiza que le originó malformaciones físicas que le dieron un aspecto peculiar. Su
fisonomía le llevó al rechazo de la nobleza al no poder participar en las actividades
propias de ella. Desde joven mostró actitud por el dibujo, lo que lleva a sus padres a
pagarle una formación académica con pintores como León Bonnat o Fernand Cormon.
Posteriormente se traslada a Montmartre, donde crea su propio estudio y conoce a
Degas, con el que coincide en temas como temas ecuestres, escenas de interiores,
captación del movimiento, pero no en la forma de abordar los mismos, caracterizándose
el estilo de Lautrec por la variedad, la captación de movimientos concretos y fugaces.
Toulouse-Lautrec, se sumerge en el mundo nocturno, entrando en contacto con
numerosos artistas como Jane Avril, Aristide Bruant, Le chocolat o la Goule. En sus
últimos años, la vida disoluta unida a enfermedades como la sífilis y el alcoholismo, le
llevan a entrar en varios sanatorios al sufrir ataques de locura, y a aislarse en casa de su
madre, donde muere en 1901.
Técnicamente prefirió la ilustración, bien dibujos bien litografías, a la pintura al
óleo. Su técnica pictórica se basa en un primer dibujo de contornos precisos y
espontáneos con el que determina la composición básica del tema o personaje.
Posteriormente aplica las denominadas “cargas”, esto es, pinceladas en ciertos lugares
concretos con blanco y caolín, carbonato u otro polvo absorbente e incoloro con el cual
se puede dar solidez al impasto (pinceladas matéricas). Con estas últimas definía lo que
le interesaba y aquello en lo que quería centrar más la atención, restando importancia a
todo lo demás. Las funciones de estas cargas eran potenciar zonas de luces o elementos
iluminados. Por otro lado, la carga de materia provocaba sensaciones de cercanía o
lejanía, siendo más densas en primeros planos y más diluidas en planos más alejados.
El tema preferido de Lautrec fue la figura humana en movimiento, como
podemos observar en las distintas litografías que realiza para locales como “Le Chat
Noir” o “Le Moulin Rouge”. No le interesa la representación del paisaje, sino que centra
su interés en espacios cerrados, iluminados con luz artificial que le permitía

experimentar con colores y encuadres de forma subjetiva. Como otros artistas tuvo
influencia de la estampa japonesa, al representar amplios espacios, composiciones
diagonales, figuras con un contorno muy marcado y el que algunos personajes
aparezcan cortados. También fue un maestro en la captación de los gestos que
caracterizaban a sus personajes, acentuando su expresividad.

Desde el punto de vista gráfico, Toulouse-Lautrec hizo del cartel una de sus
expresiones artísticas más destacadas: innovando en tamaño, forma y color; eliminando
de este todo aquello que consideraba superfluo, innecesario; ajustando la tipografía a la
temática a publicitar; predominando los fondos limpios y neutros; acentuando las líneas
curvas y actitudes dinámicas en sus personajes, aunque también podemos encontrar

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otras más estáticas, caso de los carteles dedicados a su amigo y actor Aristide Bruant;
las composiciones muestran en los encuadres una gran influencia de las estampas
japonesas. Por último, firmó sus obras de distintas maneras: con su nombre, con
seudónimo o con monograma.

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