Actividad N 1

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Actividad N.

º 01
“La importancia del calor humano”
Semana 02
I. Logro de la sesión:Utiliza el subrayado, sumillado y organizadores visuales aplicados en
textos de especialidad.

II. Indicaciones generales:


● Leer detenidamente la siguiente lectura: La importancia del calor humano.

● Aplicar las técnicas de comprensión: subrayado y sumillado.


● Responder las interrogantes de este texto, sea literal o inferencial.

III. Indicaciones específicas


- Modalidad sincrónica
- Actividad individual
- La resolución de la comprensión lectora se realizará en clase con el docente.

Importancia del calor humano


Son las 5:30 de la tarde. Ahora sé lo que es estar al otro
extremo del escalpelo. Soy un cirujano que se acaba de
someter a una cirugía abdominal de urgencia. Dicen
que me recuperaré, pero en estos momentos, acostado
en una sala esterilizada del hospital, acalorado, tiemblo
y siento más dolor que nunca.

Por primera vez comprendo la mirada que he visto en


mis pacientes la aprensión, el temor contenido y la
instintiva necesidad que siempre tienen de extender el brazo y posar la mano sobre la mía. A
mí siempre se me dificultó tolerar que los desconocidos me tocaran, o que yo los tocara a mi
vez. En la mesa de operaciones es diferente, por su puesto. La persona está dormida y puedo
concentrarme en un hueso o un vaso sanguíneo, absorto en la tarea quirúrgica; no en el ser
humano. 7:20 de la noche. El personal me atiende con destreza y esmero. Todo el mundo viste
blanca ropa almidonada, se muestran optimistas y eficientes. Brindar una atención eficiente es
lo que hacemos mejor. ¡Cuántas veces me he colocado junto a la cama de un paciente! Pulcro,
recién bañado y bien afeitado, con pleno dominio de mí mismo; doy órdenes, en vez de
recibirlas; miro hacia abajo; no hacía arriba.

Esta noche, en cambio, en esta habitación pintada de amarillo claro e impregnada de olor a
desinfectante, no soy un médico. Soy tan sólo un hombre. Y nunca he conocido al dolor como
compañero constante. Mi meta inmediata en la vida es lograr bañarme solo. ¡Estoy asustado y
harto de que me toquen! Son las 2:15 de la mañana. Me asaltan los recuerdos de otro cuarto
de hospital, también en la penumbra: soy un joven médico residente, cara a cara con mi
primera paciente moribunda, el esqueleto, casi, de una mujer de pálida tez que hablaba en
forma incoherente. Nuevamente siento el temor, la frustración, el irresistible deseo de salir
corriendo al estacionamiento, saltar a mi automóvil y no regresar jamás. Recuerdo, sobre todo,
sus débiles gemidos: incesantes, monótonos, a contrapunto con el ruido de las máquinas que
sostenían su vida. Yo hice todo lo que podía hacer un “médico” aquella noche, pero nada dio
resultado.

Hoy, también quiero gritarle a la noche. 6:22 de la mañana. Me han examinado y picoteado sin
cesar durante estas últimas horas de oscuridad. Ahora me enfrento al personal del turno
matutino: una anciana enfermera me limpia la barbuda cara. Sus únicas palabras para mí son:
“Esto debe ser duro para usted”. Este médico, habitualmente indiferente y controlado, siente
que los ojos se le llenan de lágrimas. Ha pasado una ardua noche aprendiendo las lecciones de
sufrimiento. Y, al fin, alguien a quien ni siquiera conozco se ha dado tiempo para conocerme
como ser humano. Ha hecho una pausa para reflexionar en mis sentimientos y compartir mi
pesada carga como pocas, pero precisas palabras: “Esto debe de ser duro para usted”.

La anciana enfermera rompió la rutina; no para tomarme el pulso ni para cambiar una sábana,
sino para establecer un auténtico contacto conmigo. Por un instante, se convirtió en la mano
de Dios. “Cuanto hicisteis a uno de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis”.
Este pasaje bíblico acude a mi mente en tanto resuelvo no volver a tocar jamás un “cuerpo”,
sino al ser humano.
Fuente: David Smoot - Revista Selecciones

I. Comprensión lectora: Marque la respuesta correcta:


Cada pregunta tiene una valoración de 2 puntos
1. El tema de la lectura es:
a. El dolor que sufren los operados.
b. Un médico también puede enfermarse.
c. Los pacientes no son sólo cuerpos, sino seres humanos.

2. La mirada que el paciente le dirige a su médico expresa:


a. Confianza y seguridad.
b. Ansiedad y preocupación.
c. Indiferencia o rechazo.

3. Hallarse al otro lado del escalpelo significa:


a. No ser el cirujano, sino el paciente.
b. Pararse lejos de ese instrumento.
c. Coger el escalpelo por la punta.

4. Cuando el médico opera:


a. Conversa con su colega para romper la tensión.
b. Sabe que el paciente se va a recuperar pronto.
c. No le distrae más el pensamiento que la operación.
5. En el hospital el personal brinda una atención eficiente, es decir:
a. Atiende al paciente con esmero.
b. Siguen las indicaciones del médico.
c. Realizan una labor rutinaria.

6. Nos parece increíble que un médico pueda:


a. Tratar cortésmente a sus pacientes.
b. Contraer enfermedades graves.
c. Perder el control de sus emociones.

7. El recuerdo de su primer paciente moribundo le provoca:


a. Resentimiento.
b. Frustración.
c. Indiferencia.

8. Que la enfermera se convirtiese en la mano de Dios, nos da a entender que ella:


a. Realizó un milagro dándole su medicina a tiempo.
b. Hizo reflexionar al médico sobre cómo debía tratar a sus pacientes.
c. Tuvo mucha paciencia con el enfermo aún sin conocerlo.

II. Analogías:
1. Cirujano: bisturí / sastre: _______________
a. escalpelo b. chaveta C. tijeras

2. Médico: hospital/ químico: _____________


a. farmacia b. laboratorio c. fábrica

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