Promover La Salud en Las Escuelas Acciones
Promover La Salud en Las Escuelas Acciones
Promover La Salud en Las Escuelas Acciones
DE LA EVIDENCIA A LA ACCIÓN
PROMOVER LA SALUD EN LA ESCUELA:
DE LA EVIDENCIA A LA ACCIÓN
1. Introducción
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2. ¿Por qué los responsables de las políticas de educación y los de salud tienen que trabajar juntos?
En muchos países del mundo, los ministerios de salud y los de educación trabajan cada uno por su lado con
objetivos diferentes. No obstante, cada vez son más numerosas las pruebas que demuestran a escala mundial que
la educación y la salud son inseparables y que además están estrechamente relacionadas con otras cuestiones,
como la pobreza y el nivel de ingresos. Ello ha quedado plasmado en la importancia que se concede a la
educación y a la salud en la determinación de los Objetivos de Desarrollo del Milenio de las Naciones Unidas. A
estas alturas, está claro que la educación no solo tiene el potencial de aumentar la prosperidad económica de un
país, sino que incide enormemente en los resultados de salud de su población. Esto es especialmente cierto en
relación con las niñas de los países en desarrollo, en los que una mejora de la educación se traduce en familias
menos numerosas, más sanas y en una reducción de las tasas de mortalidad infantil.
Ya hace más de 100 años que sabemos que si en la escuela se ofrece alimentación sana y apoyo social a los
alumnos, se mejora la asistencia y se permite que los niños pertenecientes a grupos desfavorecidos aprovechen la
enseñanza que se les imparte. Si los niños que van a la escuela están sanos, tienden a aprender mejor y una
buena formación hace que sean adultos más sanos. En algún caso tal vez no esté clara la diferencia entre la causa
y el efecto. Es más, puede que aparezcan factores intermedios o trayectorias más complejas: una buena
formación que lleva a un mayor desarrollo económico, lo que a su vez faculta a las personas a ejercer un mayor
control sobre su vida y por lo tanto a gozar de mejor salud. No comprendemos aún todas las vías de interacción
de la salud y la educación, pero sí sabemos lo suficiente acerca de la promoción de la salud entre los niños como
para estar en condiciones de mejorar sus resultados académicos y su calidad de vida en general.
Afirmamos que una buena enseñanza no sólo mejora los resultados de salud, sino que existen estudios que
demuestran que cuando se promueve activamente la salud en la escuela, se pueden mejorar también los
resultados académicos de los alumnos. De hecho, existen pruebas de que la promoción de la salud en la escuela
puede apoyar y dar valor añadido a las escuelas que aspiran a lograr un conjunto de objetivos sociales a través de
su programa de estudios y de un enfoque integral de la escuela. *
La publicación Generar escuelas promotoras de salud: Pautas para promover la salud en la escuela, 2
anteriormente mencionada, explica lo que ya sabemos sobre cómo apoyar los programas o estrategias de salud
escolar en un país. Un aspecto clave es el diálogo y el trabajo conjunto de los ministerios de educación y de salud
a nivel gubernamental. En dicha publicación se afirma que es necesario: “…Asegurarse de que existe compromiso
activo, continuado y demostrable por parte de los gobiernos y de los órganos competentes tanto en la ejecución
continuada de la estrategia de promoción de la salud como en su renovación, supervisión y evaluación (una forma
eficaz de formalizar este compromiso es la firma de un acuerdo de colaboración entre los ministerios de salud y de
educación de un gobierno nacional).”
Ahora sabemos que los países que han consolidado este compromiso de realizar una política conjunta o que han
firmado algún acuerdo entre departamentos gubernamentales se hallan entre los más avanzados en el desarrollo
y mantenimiento de las escuelas promotoras de salud. *
3. Los conceptos de educación para la salud y promoción de la salud en relación con la escuela
En el epígrafe 5 del presente documento ofrecemos un resumen de los resultados más importantes de la
investigación y de los estudios de evaluación que se han realizado sobre la educación para la salud y la promoción
de la salud en la escuela. Antes de abordar esta información, es importante que tengamos claro el significado del
lenguaje que empleamos y de los conceptos relacionados.
Como hemos afirmado en la introducción, la promoción de la salud en el entorno escolar podría definirse como
practicamente cualquier actividad que se realice para mejorar y/o proteger la salud de todas las personas que
integran la comunidad escolar. La educación para la salud en la escuela es una actividad de comunicación que
implica una enseñanza y un aprendizaje respecto de una serie de conocimientos, creencias, actitudes, valores,
habilidades y competencias. A menudo se centra en temas concretos como el tabaco, el alcohol, la nutrición; o
puede abarcar también una reflexión sobre la salud con un enfoque más holístico.
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Tanto la promoción de la salud como los conceptos modernos de la educación coinciden en adoptar un enfoque
participativo. La promoción de la salud en una comunidad escolar puede incluir actividades relacionadas con los
seis elementos siguientes: :
Es importante tener en cuenta que el concepto de promoción de la salud ya es conocido por muchas personas
que trabajan en el sector sanitario. También es importante saber que un gran número de personas del sector
educativo tienen un concepto amplio del término “programa de estudios” (o “currícula”) y considerarían que
alguno de los seis elementos descritos más arriba, o todos ellos, forman parte de programa integral de la
escuela. Por lo tanto, muchas personas del ámbito educativo no harán la distinción entre educación para la
salud y promoción de la salud, que se hace en el sector sanitario. Esto no tiene por qué representar un
problema, pero exige comprensión por ambas partes y respeto por los marcos conceptuales y por el lenguaje
asociado a ellos cuando ambos sectores trabajan en colaboración. Tanto el sector educativo como el sanitario
tienen el objetivo común de ofrecer oportunidades a los alumnos de adquirir un mayor control sobre su salud y
los temas relacionados con ella a lo largo de su vida escolar. Esta necesidad de establecer alianzas y de adoptar
un enfoque colaborador entre el sector educativo y el sanitario es una constatación universal en el campo de la
promoción de la salud, y existen indicios de que se está produciendo en muchas partes del mundo. Ello ha
quedado plasmado en “Case Studies in Global School Health Promotion”3, trabajo que estudia una amplia gama
de casos prácticos de calidad de África, el continente americano, Europa, el Mediterráneo Oriental, Asia y el
Pacífico Oriental- ofreciendo infinidad de ejemplos de lo que es una buena planificación y ejecución de la
promoción de la salud y de cómo puede llevarse a cabo con éxito partiendo de la colaboración entre los
sectores.
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4. La relación del enfoque “temático” con el enfoque “holístico”
Tradicionalmente la educación para la salud en las escuelas solía consistir en abordar un tema en clase, lo que
significaba trabajar por separado temas como el consumo de tabaco o de alcohol, la actividad física, la
alimentación sana, la sexualidad y las relaciones, la seguridad, la salud mental etc. Ello sigue siendo así todavía
respecto de algunos temas como la obesidad o el abuso de sustancias tóxicas. Este enfoque puede resultar
problemático o poco eficaz, puesto que en ocasiones se basa en suposiciones relativas a la conducta humana,
que son difíciles de justificar y no están ratificadas por la experiencia probada. En primer lugar, es de todos
sabido que los diferentes “temas” están interrelacionados y no actúan por separado en las conductas. Por
ejemplo, la actividad sexual de los adolescentes puede estar relacionada con el consumo de alcohol y de drogas.
En segundo lugar, existe el riesgo de contemplar la salud únicamente a escala individual y de centrarse en la
relación de una persona con el tema de que se trate, cuando de hecho el entorno social es, a menudo,
determinante de las conductas. En tercer lugar, el enfoque temático tiende a presuponer que la conducta
humana se basa totalmente en conocimientos y razonamientos, y trata como un tema aparte la dimensión de
las emociones, tan importante, cuando de hecho los aspectos mentales y emocionales son elementos
inherentes a todas las cuestiones de salud.
Esto no equivale a afirmar que el enfoque temático no tiene un lugar en la educación para la salud o en la
promoción de la salud que se realice en la escuela. Simplemente es un argumento para asegurarse de que,
cuando se aborda un tema, se hagan todas las conexiones posibles con otros temas tanto en clase como en la
vida escolar más amplia. Ello permite a los alumnos contemplar el tema enmarcado en la realidad del contexto
social y medioambiental de sus vidas concretas. Hay temas unificadores transversales a muchos otros temas a
nivel teórico y pedagógico. Las habilidades personales y competencias que deseamos que desarrollen los niños y
jóvenes en el contexto de las escuelas promotoras de salud pueden ser importantes y comunes a todos los
temas. Por ejemplo, la capacidad de ser asertivo o de hacer una reflexión crítica sobre su rol de individuos en
una sociedad compleja con valores controvertidos respecto de la salud.
El enfoque de las escuelas promotoras de salud puede brindar apoyo holístico para introducir elementos
innovadores en el programa curricular. Por ejemplo, un programa que contemple una alimentación sana puede
recibir el apoyo de los alumnos si desempeñan un papel activo en todos los aspectos relacionados con el
suministro de alimentos a la escuela. Este extremo podría abarcar los aspectos siguientes:
Garantizar la disponibilidad de alimentos sanos en la escuela a las horas del desayuno y del almuerzo;
Ofrecer un entorno atractivo para el consumo de alimentos que tenga en cuenta los deseos de los alumnos;
Desarrollar una política de suministro de meriendas, que incluya máquinas expendedoras;
Garantizar que las escuelas dispongan de agua potable;
Animar a los alumnos a desarrollar sus capacidades respecto del cultivo, preparación y compra de alimentos
con la participación de los padres y de las organizaciones locales relacionadas con la alimentación;
Prever instalaciones para que se pueden realizar iniciativas que propicien la actividad física, como trayectos
seguros para desplazarse a pie o en bicicleta hasta la escuela y aparcamientos de bicicleta con garantías de
seguridad;
Hacer las conexiones con los temas relacionados, como la salud mental y emocional, el papel cultural de la
comida, y el papel de los medios de comunicación en la comercialización de los alimentos.
Cuando examinamos las pruebas que aporta la investigación sobre la promoción de la salud en la escuela es
evidente que algunas de ellas se centran en aspectos concretos de un tema específico. Esta investigación es
importante y válida, pero en algunos casos se refiere solo a enfoques que tienen en cuenta únicamente el
programa curricular, y no reflejan necesariamente la filosofía de una escuela integral o de una escuela
promotora de salud.
Este es un motivo para ser prudentes a la hora de interpretar los resultados de los estudios temáticos. En
cambio, los estudios que investigan los planteamientos de la escuela integral, aunque hasta la fecha son menos
extensos, son muy prometedores puesto que es más probable que un enfoque integral sea más eficaz que un
planteamiento que sólo se hace en clase, si lo que nos interesa es la amplitud del abanico de resultados. No
cabe duda de que es preciso investigar más a fondo el enfoque de la escuela integral para ayudarnos a entender
cómo funciona y por qué. No obstante, existen estudios sobre la eficacia de las escuelas (no en el tema concreto
de la salud) que podrían ayudarnos a entender cuáles son los elementos de una escuela que fomentan una
promoción eficaz de la salud en su ámbito y cómo la promoción de la salud en el entorno escolar puede
contribuir a la eficacia de la escuela en general.
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Gran parte de la evidencia con la que contamos procede de estudios temáticos y de evaluaciones. Como hemos
dicho en el párrafo anterior, la experiencia demostrada del enfoque de la escuela integral es prometedora, pero
menos extensa. Aunque el enfoque integral es la forma más eficaz de promover la salud en las escuelas, lo que
este documento ofrece al lector son resúmenes de las experiencias demostradas en el campo del enfoque
temático, añadiendo que los recomendable es que éstas se integren al enfoque integral.
En el epígrafe 5 se resumen los estudios temáticos y de evaluación y las principales conclusiones y experiencias
demostradas sobre la promoción de la salud en la escuela y la educación para la salud en dicho ámbito. Las
experiencias demostradas proceden en su mayoría de meta-análisis que recopilan, comparan y analizan las
principales referencias en cada uno de los campos descritos, pero también figuran algunos estudios de temas
concretos.
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Escuelas Eficaces, Enfoques de Aprendizaje y Enseñanza
Hace más de 30 años que tenemos pruebas de los efectos de la salud en los resultados académicos de ni-
ños y adolescentes. La labor principal de la escuela es optimizar los resultados académicos. Un alumno sano
aprende más y mejor. En consecuencia, es importante reconocer que las escuelas pueden mejorar las posibi-
lidades de aprendizaje que ofrecen y los objetivos fijados para los alumnos construyendo una comunidad es-
colar que haga uso de las pruebas de la eficacia. Una escuela eficaz ofrece a sus alumnos oportunidades de
construir sus activos académicos y de salud.
14, 15, 16, 17, 18, 19
Una escuela eficaz::
El documento Generar escuelas promotoras de salud: Pautas para promover la salud en la escuela ofrece
información sobre lo que funciona bien y sobre las cuestiones que pueden inhibir el desarrollo y la sostenibilidad
2
de la promoción de la salud en las escuelas. El epígrafe siguiente es un extracto de dicho documento.
Lo que funciona:
Desarrollar y mantener una comunidad escolar democrática y participativa.
Establecer alianzas entre los responsables de elaborar las políticas de educación y salud.
Asegurarse de que alumnos y sus familias tienen un sentido de pertenencia a la vida de la escuela.
Aplicar diversidad de estrategias de enseñanza y aprendizaje.
Dedicar tiempo suficiente a las actividades de clase, a la organización y a la coordinación y a las que se reali-
zan fuera de las aulas.
Examinar las cuestiones de salud en el contexto de la vida y de la comunidad en la que están insertos los
alumnos.
Emplear un enfoque integral y recurrir a estrategias combinadas en lugar de únicamente el aprendizaje en
clase.
Ofrecer continuamente posibilidades de capacitación a los maestros y personal de la escuela.
Crear un entorno social excelente, que fomente unas relaciones abiertas y cálidas en la comunidad escolar.
Asegurarse de la coherencia del enfoque en todos los niveles de la escuela, y entre la escuela, las familias de
los alumnos y la comunidad más amplia.
Lograr una orientación general hacia los objetivos de la escuela y un liderazgo claro e inequívoco además de
ofrecer apoyo administrativo.
Facilitar recursos que complementen el papel fundamental del maestro y que tengan un sólido fundamento
teórico y práctico.
Generar un ambiente que propicie unas expectativas elevadas para los alumnos, tanto en su interacción so-
cial como en sus logros académicos.
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Cuestiones que pueden inhibir el desarrollo y la sostenibilidad de la promoción de la salud en las escue-
las si no se abordan sistemáticamente:
Algunas iniciativas de salud escolar del pasado partían de un proyecto a corto plazo, contenían expectativas
poco realistas y/o no adoptaban un enfoque integral.
Las iniciativas tienen que involucrar a todas las personas interesadas y afectadas por ellas, lo que incluye a
los alumnos, pues para la sostenibilidad de las mismas es imprescindible generar un sentimiento de protago-
nismo.
La necesidad y la responsabilidad de facilitar al sector educativo pruebas de las ventajas que una estrategia
de promoción de la salud ofrece a las escuelas para mejorar los resultados académicos.
Los resultados de promoción de la salud se producen de medio a largo plazo.
La evaluación es difícil y compleja.
Si la financiación corre a cargo del sector salud, puede verse amenazado el enfoque de la promoción de la
salud y convertirse en un programa tradicional de salud pública de morbilidad y mortalidad.
El sector educativo utiliza terminología y conceptos que tienen significados diferentes en el sector de la sa-
lud y otros, y viceversa.
Se precisa tiempo, colaboración y respeto mutuo para construir el entendimiento entre el sector salud y el
educativo.
el personal docente que comprende las cuestiones de salud mental, consigue mejores resultados de sa-
lud y académicos para sus alumnos. 4, 10, 12
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HIGIENE
Existe una evidencia científica de mucho peso sobre los beneficios que tiene para la salud de niños y adoles-
centes el hecho de lavarse las manos, beber agua limpia y contar con sistemas de alcantarillado. No obstan-
te, se han publicado pocos resultados de calidad sobre las iniciativas de las escuelas para promover hábitos
de higiene.
La evidencia indica que en los países en vías de desarrollo se ha logrado incrementar los índices de asistencia
escolar y se han reducido los parásitos intestinales (principalmente facilitando medicación) gracias a iniciati-
vas bien diseñadas y ejecutadas en escuelas con un enfoque integral que abordaba el entorno físico, los
vínculos con el sector sanitario, y que contaban con políticas y planes curriculares adecuados, pero apenas
han tenido efectos en crear hábitos de higiene en los alumnos. 32, 33
puede retrasar el momento de la primera relación sexual y hace que los jóvenes hablen de una mejor co-
municación en sus relaciones. 37, 38, 39, 40
La experiencia indica asimismo que:
los programas de educación sexual y de relación social no fomentan la actividad sexual precoz en los jóve-
nes, ni la incrementan. 4, 34, 41
las escuelas que promueven y consolidan las relaciones de los alumnos de la escuela suelen ser las mis-
mas que constatan menos actividad sexual en los adolescentes. 23, 25, 34
Las iniciativas que sí lograron cambios de conducta, tenían alguno de los rasgos siguientes o todos ellos:
enfoque escolar integral; 42, 43
vínculos con los padres y preparación de la comida en casa; 8, 44, 45
coherencia entre el programa curricular impartido y la comida disponible en la escuela; 44
larga duración del programa (más de tres años) y aportaciones regulares al contenido por parte del per-
sonal de la escuela y de los alumnos, en las actividades de planificación y de ejecución; 11, 46
4, 11
posibilidades de formación permanente para el personal de la escuela .
ACTIVIDAD FÍSICA
La evidencia apunta a que:
las iniciativas de promoción de la actividad física en la escuela logran la máxima eficacia si adoptan un
enfoque integral, es decir, compaginan el desarrollo de habilidades, con el establecimiento y manteni-
miento de recursos y entornos físicos adecuados, y mantienen políticas de apoyo que permitan la parti-
cipación de todos los alumnos; 4, 21, 47
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la actividad física diaria en la escuela mejora la motivación de los alumnos y no tiene efectos negativos
sobre el desarrollo cognitivo, si bien puede reducir el tiempo dedicado a las tareas cognitivas; 44, 47, 48, 49,
50
existe una relación directa entre ser físicamente activo en la escuela y hacer ejercicio físico en la edad
adulta; 44, 51
los alumnos se benefician más de la actividad física si tienen oportunidades de estar activos regularmen-
te a lo largo de la jornada escolar; 21, 44
si los alumnos colaboran con el personal de la escuela a la hora de decidir el tipo de actividad física que
se realizará (lo que podría incluir otras actividades que no se consideren deporte, como el baile) se com-
prometerán más a participar en ellas; 52, 53
las medidas biológicas, como el índice de masa corporal (IMC), la presión sanguínea y las medidas de
consumo de oxígeno son limitadas y pueden no ser eficaces para valorar la forma física de los niños en
periodo de crecimiento y otros resultados de la actividad física realizada en la escuela; 51
los programas que tienen en cuenta la diversidad de los alumnos en aspectos como la pertenencia étni-
ca, las aptitudes físicas, el género y la edad propician una mayor participación y compromiso por su par-
te. 4, 44
El gran conjunto de experiencias que hemos resumido en el presente documento, por temas y en torno a las
escuelas promotoras de salud, confirma la necesidad de adoptar un enfoque integral en las escuelas. Cuando
mejoran las políticas y prácticas de manera coherente, también mejora el entorno escolar, los resultados
académicos y la salud y el bienestar de toda la comunidad escolar.
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EXPLICACIÓN DE LA TERMINOLOGÍA EMPLEADA EN ESTE DOCUMENTO
Usuarios de la escuela
La expresión “usuarios de la escuela” se refiere a toda persona que asiste a la escuela o trabaja en ella y por lo
tanto influye en su marcha y a la vez recibe su influencia. La definición engloba a los alumnos, maestros, a todo
el personal de la escuela, el personal de salud, los padres, los directores, los visitantes y la comunidad más amplia
que tiene relación con la escuela. Las expresiones “comunidad escolar” o “comunidad escolar global” se refieren
a la misma idea
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Publicado en 2010
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