05) El Recado de Los Papagayos
05) El Recado de Los Papagayos
05) El Recado de Los Papagayos
Un día cierto individuo fue a un mercado y vio a un vendedor de pájaros que tenía una
gran cantidad de jaulas de las más bellas aves del mundo.
Los papagayos eran, sin embargo, los más graciosos. Uno de ellos estaba haciendo reír a
cuantos lo escuchaban, con sus canciones y graciosas frases. Imitaba al vendedor
diciendo: – ¡Verá señor: este canario tiene la garganta de oro! Cómprelo, casi regalado
¡Tengo también papagayos, los más listos del mundo!
Luego imitaba el radio de una casa vecina, cantando trozos de ópera y zarzuela
incansablemente.
El hombre quedó encantado de oírlo, y lo compró a muy buen precio. El vendedor le dijo:
– Este papagayo es el más inteligente de cuantos he conocido. Es de Suazilandia y
pertenece a una especie muy rara. Tenga cuidado con él. Es muy listo, no lo deje suelto ni
un momento, porque es capaz de huir.
El pájaro fue llevado con todo cuidado a casa de su nuevo amo quien se lo regaló a la más
joven de sus hijas.
Los muchachos no querían jugar más que con él, y el infeliz animal quedó ronco de tanto
hablar y cantar para distraer a los niños.
Cuando ya no podía más por estar muy cansado y metía la cabeza bajo el ala para dormir,
lo jalaban de la cola diciendo: –¡Canta un poco holgazán!
El papagayo pensaba: – Qué tristeza siento por mi tierra y cómo me acuerdo de los demás
papagayos, mis amigos! ¡Qué agradable era vivir en aquella selva, donde nunca entró
ningún niño para jalarme la cola! Si pudiera irme de aquí…
Un día, su amo iba a emprender un viaje alrededor del mundo. Después de despedirse de
su mujer, de besar a sus hijos y de decir adiós a los criados, al pasar delante de la jaula del
loro le dijo: – Adiós lorito, voy a ir a tu tierra, ¿quieres que les de algún recado a tu
familia?
–Lorito –le dijo –traigo la respuesta a tu recado. Lo siento mucho, pero ocurrió una cosa
muy triste. Un día, en Persia, al entrar en una selva, vi unos veinte papagayos subidos en
los árboles, que estaban platicando muy animadamente. Creí que era el momento de
transmitirles tu recado, y les repetí todo lo que me habías dicho ¿Sabes lo que ocurrió?
Pues que todos los papagayos empezaron a temblar, a dar vueltas sus ojos, a batir las alas,
de repente, cayeron muertos. Esta fue la respuesta a tu recado.
El papagayo, que estuvo escuchando atentamente todo cuanto le decía su amo, se quedó
callado muy serio, entonces, de un momento a otro, comenzó a temblar, a dar vuelta sus
ojos, a batir las alas y de repente, cayó muerto.
–Pobres animalitos, son muy amigables entre ellos, cuánto amor tienen entre ellos que el
hecho de saber que sufre uno de sus compañeros es motivo para que mueran.
Y diciendo esto, se dispuso a sacarlo de la jaula para enterrarlo en una jardinera, pero en
cuanto abrió la pequeña reja de la misma, el loro abrió los ojos, batió las alas y, sin un
momento que perder, arrancó volando a cielo abierto y no paró hasta quedar bien seguro
de no poder ser atrapado de nueva cuenta.
Cuando estuvo bien seguro de que no podían atraparlo, volteó hacia donde estaba el que
hasta hace unos minutos había sido su amo y le dijo:
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a)Tardo casi un día en b) Tardó casi un mes c) Tardó un año en d) Tardó casi un año
volver en volver. volver. en volver.
5. ¿Qué consejo le dio el vendedor al hombre cuando compró el papagayo? (ideas
principales)
a) Le pidió al amo que b) Le pidió al amo que c) Le pidió al hombre d) Le pidió al amo
si encontraba un le trajera un poco de que mandara un que, si encontraba un
papagayo le dijera que fruta y semillas de su recado a sus papás. papagayo, le dijera
extrañaba mucho a país. que se acordaba
sus padres y a su mucho de su tierra, de
novia y que si podía sus padres y sus
volver a su tierra lo amigos y que si
haría. pudiera volver para
allá, lo haría. ir.