Diversidad Lingüística
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Diversidad Lingüística
Catalán
El catalán surgió en los condados meridionales de la Marca Hispánica, es decir, la frontera sur del
Imperio carolingio con al-Ándalus, correspondiente al noreste de la península ibérica. Desde allí se
extendió desde el sur de Francia hasta el norte de la actual Murcia.
Durante la Edad Media vivió una época de gran esplendor, tanto por su uso cotidiano como por sus
importantes manifestaciones literarias (Ramon Llull o Joanot Martorell). Tras este esplendor, el catalán
vivió una grave decadencia por motivos políticos, comerciales y literarios, hasta que en el siglo XIX
comenzó a recuperar su estatus gracias al movimiento cultural de la Renaixença y al catalanismo.
Gallego
Surgido en el noroeste peninsular, su lejanía de los focos del latín y de las lenguas romances hacen del
gallego la lengua romance de España menos evolucionada, es decir, más próxima al latín.
En la Edad Media, el gallego vivió su gran esplendor y se convirtió en la lengua poética por excelencia.
Desde el siglo XVI hasta el XIX quedó recluido al ámbito doméstico, en una evolución similar al catalán.
El galleguismo y el Rexurdimento recuperaron su estatus de lengua de cultura hasta hoy día.
Euskera
Es la única lengua prerromance que ha sobrevivido a la romanización en la península y que, pese a
coincidir geográficamente con la cuna del castellano, no sucumbió a su gran expansión medieval.
De origen desconocido, vivió un período de expansión durante la alta Edad Media. A partir del siglo XI
comenzó su regresión. Desde finales del siglo XIX e inicios del XX, con la creación de la Real
Academia de la Lengua Vasca-Euskaltzaindia (1919) y, ya en los años sesenta, con el establecimiento
del euskera batúa, una variedad normativa unificada, vive de nuevo un momento de prestigio.
Euskera batúa: su establecimiento en 1968 constituyó un hito fundamental en la sistematización
y expansión del euskera. Este euskera batúa que sirve como variedad unificadora de las diversas
lenguas dialectales del euskera toma como referencia principal los dialectos centrales.
Dialectos históricos
De los dialectos romances surgidos a partir del latín vulgar, el castellano, catalán y gallego se
constituyeron como lenguas, pero no ocurrió lo mismo con el astur-leonés y el navarro-aragonés, los
denominados dialectos históricos. El astur-leonés (bable) se extiende por Asturias, centro oeste de
Santander, noroeste de León, oeste de Zamora y Salamanca y norte de Cáceres. Se considera la más
extensa y se diferencian variedades como el leonés, el bable occidental, el central y el oriental.
El navarro-aragonés gozó de gran relevancia en el siglo XIV. Está constituido por un conjunto de hablas
diversas cuya extensión abarca actualmente las comarcas de Sobrarbe, Alto Gállego, La Jacetania y la
parte occidental de La Ribagorza.
Desde 1982 en España se han promulgado diversas leyes para la normalización de las lenguas
autóctonas, superando su situación de diglosia y garantizando su conservación y uso en la
Administración pública, educación y cultura y medios de comunicación. La diglosia es el desequilibrio
entre dos lenguas que coexisten, pues una de ellas posee mayor prestigio. Se diferencia entre una lengua
fuerte (variedad alta o lengua dominante) propia de la Administración y de la cultura y otra (variedad
baja o lengua minorizada) relegada al uso familiar y cotidiano.
2. EL ESPAÑOL DE ESPAÑA
La primacía del Castilla sobre los reinos de León y Galicia favorece su expansión y consolidación.
Además, la política de repoblación proveniente del norte de la Península durante la Reconquista,
favoreció su expansión hacia el sur, aunque su registro escrito no se documentó hasta el siglo XI.
El impulso de la poesía romance (Cantar de Mio Cid, mester de clerecía) y la labor de Alfonso X
(instituye el castellano en los documentos reales), fueron fundamentales en los inicios del castellano.
● Edad Moderna
La unión entre Castilla y Aragón incrementó de forma paulatina y constante la importancia del castellano
en el este peninsular. La unidad política, la traducción de grandes autores clásicos, la publicación de la
Gramática de la lengua española (1492) de Antonio de Nebrija y el uso de la imprenta contribuyeron a
la unidad lingüística. La colonización de América expandió el castellano fuera de la Península.
El auge del castellano clásico coincidió con los Siglos de Oro y el esplendor de la literatura renacentista y
barroca de los siglos XVI y XVII. Se asentó así el sistema fonológico moderno y diferentes procesos
lingüísticos propios de la lengua castellana terminaron de consolidarse.
Durante el siglo XVIII, el deseo de estandarizar y describir la lengua se plasma en los numerosos
estudios lingüísticos dedicados a la gramática y en la fundación de la Real Academia Española (1714),
que editó el Diccionario de autoridades (1726-1739), la Ortografía (1741) y la Gramática (1771).
● Edad Contemporánea
En 1815, la RAE estableció unas normas que actualmente siguen en vigor, algunas con leves
modificaciones. Durante el reinado de Felipe V se impuso el castellano como lengua en la enseñanza y
en los ámbitos jurídico y administrativo.
Durante el siglo XIX los movimientos nacionalistas reivindicaron la recuperación del gallego, catalán y
vasco como lenguas de cultura. En el siglo XX, tras la Guerra Civil el castellano pasó a ser la lengua
oficial en los medios de comunicación y en la enseñanza.
La Constitución de 1978 reconoce la pluralidad lingüística y estipula al castellano como lengua oficial
del Estado, lo que implica su reconocimiento jurídico, su uso por parte de las instituciones y la
Administración pública, su enseñanza y presencia en los medios de comunicación.
3. EL ESPAÑOL DE AMÉRICA
El español llegó a América en 1492, mucho tiempo después de su nacimiento y expansión en la península
ibérica. Desde allí se extendió conforme avanzaba el proceso de colonización y hoy día ocupa desde el
norte de Estados Unidos, mediante los diferentes movimientos migratorios que allí se establecieron, hasta
la Antártida y es lengua oficial en 19 países americanos.
- Español del Caribe. Incluye la zona del Caribe y las Antillas: Puerto Rico, Cuba, República
Dominicana y costa atlántica de Venezuela y de Colombia.
- Español de México y Centroamérica. México y América Central.
- Español andino. Sur de Colombia y de Venezuela, sierras de Ecuador y de Perú, Bolivia, norte de
Chile y noroeste de Argentina.
- Español de la Plata y el Chaco. Argentina, Paraguay y Uruguay.
- Español de Chile. Casi todo Chile, excepto algunas zonas limítrofes orientales.
Además, el español también presenta diferentes variaciones dialectales en zonas de países en los que no
es lengua oficial pero en los que su uso está muy extendido, como EE. UU. y Brasil.
4. EL ESPAÑOL EN EL MUNDO
El español es una lengua internacional que se extiende por diversos continentes. Es la segunda lengua
materna del mundo por número de hablantes (más de 400 millones) y también la segunda lengua en un
cómputo global de hablantes (548 millones).
- Norma panhispánica
Se trata de un diccionario normativo acuñado por 22 academias del español que señala las variantes
dialectales y los usos correctos y censura las incorrecciones. Su objetivo es conservar la unidad de la
lengua, facilitar la comunicación y fomentar la proyección del español como lengua internacional.