Guia #7 - Fisiología Médica.
Guia #7 - Fisiología Médica.
Guia #7 - Fisiología Médica.
Nacional
Autónoma de
Nicaragua
FISIOLOGÍA MÉDICA I
GUÍA DE APRENDIZAJE
Glándulas paratiroides y homeostasis del calcio
(hormona paratiroidea, calcitonina y vitamina D)
II. INTRODUCCIÓN:
Las células requieren sustratos energéticos, pero también necesitan que exista una homeostasis mineral necesaria
para funciones tales como: la contracción muscular, remodelación ósea, excitabilidad, cofactores enzimáticos,
entre otros. Las glándulas paratiroideas secretan la paratohormona (PTH), la cual, junto con la calcitonina
secretada por la glándula tiroides y la 1,25 dihidroxicolecalciferol (D3), participan en la regulación del metabolismo
del calcio y sus concentraciones en el plasma. La alteración de la secreción de cualquiera de estas hormonas
provoca cambios dramáticos en la homeostasis celular y orgánica.
III. OBJETIVOS:
1. Describir la biosíntesis, secreción y transporte de la hormona paratiroidea, calcitonina y vitamina D3.
Hormona Paratiroidea
La PTH y la 1,25-dihidroxivitamina D son las dos hormonas más importantes a nivel fisiológico implicadas en el
mantenimiento de las [Ca++] y [Pi] normales en las personas. Como tales, suelen denominarse hormonas
calciotrópicas.
La PTH se segrega en forma de un polipéptido de 84 aminoácidos, y se sintetiza como una prepro-PTH que,
posteriormente, se degrada mediante proteólisis a pro-PTH en el retículo endoplásmico, y luego a PTH en el Golgi
y en las vesículas secretoras.
A diferencia de la proinsulina, toda la pro-PTH intracelular se convierte en condiciones normales en PTH antes de
ser segregada. La semivida de la PTH es corta (< 5 minutos).
La principal señal que estimula la secreción de PTH es una [Ca++] circulante baja (fig. 39-3). La [Ca++] extracelular
es percibida por la célula principal de la glándula paratiroides gracias a un receptor sensor de Ca++ (CaSR). El
exceso de Ca++ extracelular en la glándula paratiroides se liga a CaSR y activa vías de transmisión de señales que
reprimen la secreción de PTH. Aunque el CaSR se liga al Ca++ extracelular con una afinidad relativamente baja, el
CaSR resulta extremadamente sensible a los cambios de la [Ca++] extracelular. Una reducción de 0,2 mEq/l de la
[Ca++] en sangre aumenta las concentraciones de PTH circulante de las basales (5% de la máxima) a su nivel
máximo. Por tanto, el CaSR regula la producción de PTH como respuesta a fluctuaciones sutiles de [Ca++] cada
minuto. La producción de PTH también se regula a nivel de la transcripción génica (v. fig. 39-3).
El gen para la PTH se reprime por un elemento de respuesta al calcio dentro de 698 B la región promotora del gen.
Por tanto, la vía de transmisión de señales que se activa por la unión del Ca++ al CaSR en último término condiciona
la represión de la expresión del gen de PTH y su síntesis.
El gen de PTH también se reprime por la 1,25-dihidroxivitamina D (que actúa a través de los elementos de
respuesta a la vitamina D; v. más adelante). La capacidad de la 1,25-dihidroxivitamina D de regular la expresión
del gen de la PTH se refuerza por la regulación coordinada al alza de la expresión del gen CaSR por los elementos
de respuesta positiva a la vitamina D en la región promotora del gen de CaSR (v. fig. 39-3).
Receptor de la hormona paratiroidea. Como el receptor de PTH también se liga al péptido relacionado con la PTH
(PTHrP), suele denominarse receptor PTH/ PTHrP. Este receptor se expresa en los osteoblastos del hueso y en los
túbulos proximal y distal del riñón, y es el receptor encargado de mediar las acciones sistémicas de la PTH. Sin
embargo, el receptor PTH/PTHrP también se expresa en muchos órganos en desarrollo, en los que el PTHrP realiza
una importante función paracrina.
Vitamina D
La vitamina D es una prohormona que debe sufrir dos reacciones de hidroxilación sucesivas para convertirse en la
forma activa 1,25-dihidroxivitamina D (fig. 39-5). La vitamina D desempeña un papel fundamental en la absorción
del Ca++ y, en menor medida, de Pi, a nivel del intestino delgado. La vitamina D también regula la remodelación
del hueso y la reabsorción renal de Ca++ y Pi.
Los productos lácteos están enriquecidos en vitamina D3, pero no todos los individuos toleran o toman bien estos
productos. Los ancianos sedentarios institucionalizados que no salen a la calle y que no consumen lácteos
presentan un riesgo especialmente alto de desarrollar una deficiencia de vitamina D3. La vitamina D3 se
transporta por la sangre desde la piel al hígado.
Las vitaminas D3 y D2 de la dieta llegan al hígado de forma directa transportadas por la circulación portal, y de
forma indirecta con los quilomicrones. En el hígado, las vitaminas D2 y D3 se hidroxilan en el carbono 25 para dar
lugar a la 25-hidroxivitamina D (en este momento, ya no se distingue entre los metabolitos D3 y D2 porque son
igual de potentes).
La 25-hidroxivitamina D hepática se expresa en una cantidad constante y relativamente alta, de forma que las
concentraciones circulantes reflejan en gran medida la cantidad de precursor disponible para la 25-hidroxilación.
Dado que el grupo hidroxilo en el carbono 25 representa el segundo grupo hidroxilo de la molécula, la 25-
hidroxivitamina D se denomina también calcifediol. La 25-hidroxivitamina D se hidroxila todavía más en los túbulos
proximales renales. La hidroxilación de la 25-hidroxivitamina D en la posición 1 da lugar a la 1,25-dihidroxivitamina
D, que es la forma más activa de vitamina D. La hidroxilación de la 25-hidroxivitamina D en la posición 24 da lugar
a 24,25-dihidroxivitamina D.
La DBP transporta la vitamina D muy lipófila en la sangre, y constituye un reservorio para la vitamina D, que
protege al organismo de una deficiencia de esta sustancia. Los metabolitos de la vitamina D ligados a la DBP tienen
una semivida circulante de horas. La enzima 1α-hidroxilasa renal (codificada por el gen Cyp1α) está muy regulada
a nivel de la transcripción.
Calcitonina
Es una hormona polipeptídica secretada por las células parafoliculares, también conocidas como células C o células
claras, de la glándula tiroides en respuesta a la hipercalcemia. Esta hormona se encarga de reducir los niveles de
calcio y para ello inhibe la reabsorción osteoclástica. Estas células, que constituyen sólo alrededor del 0,1 % de la
glándula tiroides 22, tienen un núcleo grande y claro, con numerosos gránulos finos de calcitonina, y predominan
en la parte media interna de los lóbulos tiroideos. Su origen neuroendocrino está en la cresta neural y en su
migración caudal, durante la embriogénesis.
La biosíntesis de la calcitonina es compleja, localizándose su gen responsable en el cromosoma 11. Se conocen las
secuencias polipeptídicas de la calcitonina de diferentes especies, entre ellas existen notables diferencias en
cuanto a la potencia hipocalcemiante. A igualdad de peso, la calcitonina de salmón es 10 veces más potente que
la humana y 100 más que la porcina. Una semivida circulante mayor (con menor degradación renal) y una mayor
afinidad por los receptores podrían explicar esta característica.
La semivida de la calcitonina es de unos 10 minutos, y su degradación se produce por vía renal, hepática y ósea
principalmente. Existe un proceso de filtración, reabsorción tubular y degradación renales, con eliminación de
cantidades muy pequeñas.
Algunas sustancias que estimulan la secreción de calcitonina son: magnesio (a dosis farmacológicas), agonistas β-
adrenérgicos, dopamina, estrógenos, colecistocinina, glucagón, secretina, gastrina (estímulo muy potente).
Leer más:
• https://seorl.net/PDF/cabeza%20cuello%20y%20plastica/140%20%20FISIOLOG%C3%8DA%20DE%20LAS
%20GL%C3%81NDULAS%20TIROIDES%20Y%20PARATIROIDES.pdf
• file:///C:/Users/ff/Documents/Medicina/CAP%C3%8DTULO%208_%20Enfermedad%20%C3%B3sea%20m
etab%C3%B3lica.pdf
información actualizada
• http://www.actamedicacolombiana.com/anexo/articulos/01-1981-05.pdf
determinantes en las asas intracelulares. Los receptores de PTH están estrechamente relacionados con
una subfamilia pequeña de receptores de hormona peptídica, que incluyen aquellos para secretina,
polipéptido intestinal vasoactivo (VIP), adrenocorticotropina (ACTH) y calcitonina.
La PTH en sí tiene una semejanza estructural cercana con una proteína hermana, la PTHrP, y se parece
también a los péptidos secretina, VIP, calcitonina y ACTH. Como se mencionó, los receptores para estos
ligandos relacionados son por sí mismos miembros de una familia especial. Estas hormonas peptídicas
se caracterizan por un dominio alfa helicoidal amino terminal, que se cree que participa de manera
directa en la activación de receptor, y un dominio alfa helicoidal adyacente que parece ser el dominio de
unión a receptor primario. En el caso de la PTH, los residuos 1 a 6 se requieren para la activación del
receptor; análogos truncados sin estos residuos (p. ej., PTH[7-34]) pueden unirse al receptor, pero no
pueden activarlo de manera eficiente y, así, sirven como antagonistas competitivos de la acción de la
PTH. El dominio de unión a receptor primario consiste en PTH(18-34). Si bien la forma intacta de la PTH
es un péptido de 84 aminoácidos, la PTH(35-84) no parece tener papel importante alguno en la unión al
receptor óseo-renal. Sin embargo, puede existir un receptor de PTH(35-84); el receptor de PTH carboxilo
terminal podría mediar un grupo de acciones de la PTH por completo diferente.
El receptor PTH-1 se une a la PTH y a la PTHrP con igual afinidad. La activación fisiológica del receptor
mediante unión de PTH o PTHrP induce el estado activo, unido a GTP, de dos proteínas G relacionadas
con receptor. Gs acopla el receptor a la adenilil ciclasa efectora y, así, a la generación de cAMP como un
segundo mensajero celular. Gq acopla el receptor a un sistema efector separado, la fosfolipasa C y, así,
a un incremento del [Ca2+ ]i y a activación de la proteína cinasa C (capítulo 1). Aunque no está claro cuál
de los mensajeros celulares, cAMP, calcio intracelular o diacilglicerol, se encarga de cada uno de los
diversos efectos celulares de la PTH, hay evidencia que proviene de un experimento de la naturaleza, de
que el cAMP es el segundo mensajero intracelular para el mantenimiento de la homeostasis de calcio y
la excreción renal de fosfato. El experimento es el seudohipoparatiroidismo (PHP), en el cual mutaciones
nulas en un alelo de la subunidad de la proteína G estimuladora Gs alfa (GNAS1) causan hipocalcemia y
falta de capacidad de respuesta de la excreción de fosfato renal a la PTH.
Calcitonina
la calcitonina sí tiene acciones biológicas importantes.
El primero de ellos es que, aunque aparentemente la calcitonina no tiene demasiada importancia en la
regulación a corto plazo de la concentración plasmática de Ca2+ en los seres humanos, sí tiene una
función esencial en muchas especies no mamíferas. Esta función es especialmente evidente en los peces
teleósteos. La concentración de Ca2+ en el agua marina (y, por tanto, en la alimentación de los peces)
es relativamente elevada, y la calcitonina, que se secreta como respuesta a un aumento en la
concentración plasmática de Ca2+, reduce la reabsorción ósea, devolviendo la concentración plasmática
de Ca2+ a sus niveles normales. La calcitonina del salmón, que difiere de la humana en 14 de sus 32
residuos de aminoácidos, es unas 10 veces más potente, comparando en base a su molaridad, a la hora
de inhibir la función de los osteoclastos humanos que la hormona humana
PTH
Efecto de la hormona paratiroidea sobre las concentraciones de calcio y fosfato en el líquido extracelular se
muestra los efectos aproximados sobre las concentraciones sanguíneas de calcio y de fosfato producidos por una
infusión brusca de PTH en un animal de experimentación que se mantiene durante unas horas. Obsérvese que, al
inicio de la infusión, la concentración del ion calcio comienza a elevarse y alcanza una meseta en unas 4h. Por otra
parte, el descenso de la concentración de fosfato es más rápido que la elevación del calcio y alcanza su valor
mínimo en 1 o 2h. El ascenso de la concentración de calcio se debe sobre todo a dos efectos: 1) un efecto de la
PTH consistente en provocar la resorción del calcio y del fosfato del hueso, y 2) un efecto rápido de la PTH
consistente en reducir la excreción de calcio por los riñones.
El descenso de la concentración de fosfato, por otra parte, se debe a un potente efecto de la PTH, que aumenta
la excreción renal de este ion y que suele ser lo bastante marcado como para superar el aumento de la resorción
de fosfato del hueso. La hormona paratiroidea aumenta la resorción de calcio y fosfato en el hueso La PTH parece
tener dos efectos sobre el hueso, ambos destinados a favorecer la resorción de calcio y de fosfato. Uno es una
fase rápida que se inicia en minutos y aumenta progresivamente durante varias horas. Esta fase es el resultado
de la activación de las células óseas ya existentes (sobre todo de los osteocitos) para provocar la resorción de
calcio y de fosfato. La segunda fase es mucho más lenta y requiere para su desarrollo pleno varios días o incluso
semanas; es el resultado de la proliferación de los osteoclastos, seguida de un gran incremento de la resorción
osteoclástica del propio hueso y no sólo de las sales de fosfato cálcico que contiene. Fase rápida de la resorción
de calcio y fosfato en el hueso: osteólisis. Cuando se inyectan grandes cantidades de PTH, la concentración de
calcio iónico de la sangre comienza a elevarse en minutos, mucho antes de que puedan desarrollarse nuevas
células óseas.
Vit D3
La vitamina D ejerce un potente efecto facilitador de la absorción de calcio en el tubo digestivo; también tiene
importantes efectos tanto sobre el depósito como sobre la resorción de hueso. Sin embargo, la vitamina D no es,
por sí misma, la sustancia activa que provoca estos efectos. Por el contrario, la vitamina D debe convertirse
primero, mediante reacciones sucesivas en el hígado y en el riñón, en el producto final activo, el 1,25-
dihidroxicolecalciferol, también denominado 1,25(OH)2 D3.
La forma activa de la vitamina D, el 1,25-dihidroxicolecalciferol, tiene varios efectos sobre el intestino, los riñones
y los huesos que incrementan la absorción de calcio y fosfato hacia el líquido extracelular y contribuyen a la
regulación de estas sustancias mediante mecanismos de retroalimentación.
semanas después de que el 1,25-dihidroxicolecalciferol se haya eliminado del organismo, causando así un efecto
prolongado sobre la absorción de calcio. Otros efectos del 1,25-dihidroxicolecalciferol que también pueden
facilitar la absorción de calcio son: 1) la formación de una ATPasa estimulada por el calcio en el borde en cepillo
de las células epiteliales, y 2) la formación de una fosfatasa alcalina en las células epiteliales. Se desconocen los
detalles precisos de todos estos efectos
La vitamina D facilita la absorción de fosfato en el intestino. El fosfato se absorbe con facilidad, a pesar de lo cual
el flujo de fosfato a través del epitelio gastrointestinal está facilitado por la vitamina D.
La vitamina D reduce la excreción renal de calcio y fosfato. La vitamina D también incrementa la reabsorción de
calcio y fosfato por parte de las células epiteliales de los túbulos renales, lo que hace que la excreción de estas
sustancias por la orina disminuya. No obstante, este es un efecto débil y probablemente no tiene gran importancia
en la regulación de las concentraciones de calcio y fosfato en el líquido extracelular.
Efecto de la vitamina D sobre el hueso y su relación con la actividad de la hormona paratiroidea. La vitamina D
desempeña importantes funciones tanto en la resorción de hueso como en su depósito. La administración de
cantidades extremas de vitamina D causa resorción de hueso. En ausencia de vitamina D, el efecto de la PTH de
provocar resorción ósea (expuesto en la sección siguiente) disminuye mucho o incluso desaparece de este
incremento, facilita la mineralización ósea.
CALCITONINA
La calcitonina reduce la concentración plasmática de calcio. La calcitonina reduce con rapidez la concentración de
calcio iónico en algunos animales jóvenes, a los pocos minutos de la inyección y al menos por dos mecanismos. 1.
El efecto inmediato consiste en reducir la actividad absortiva de los osteoclastos y, quizás, el efecto osteolítico de
la membrana osteocítica en todo el hueso, desplazando así el equilibrio a favor del depósito de calcio en las sales
de calcio óseas intercambiables. Este efecto es especialmente significativo en los animales jóvenes, debido al
rápido intercambio entre el calcio resorbido y el calcio depositado. 2. El segundo efecto de la calcitonina, más
prolongado, consiste en reducir la formación de nuevos osteoclastos. También, debido a que la resorción
osteoclástica del hueso induce secundariamente la actividad osteoblástica, cuando disminuye el número de
osteoclastos, lo hace también la población de osteoblastos. Por tanto, cuando el efecto se prolonga durante
mucho tiempo, el resultado neto es tan sólo una gran reducción de la actividad osteoclástica y osteoblástica; en
consecuencia, no existe un efecto prolongado significativo sobre la concentración plasmática de calcio iónico. Así
pues, el efecto sobre el calcio plasmático es principalmente transitorio, ya que dura unas cuantas horas o, a lo
sumo, unos pocos días.
La calcitonina tiene también efectos menos importantes sobre la manipulación del calcio por los túbulos renales
y el intestino. De nuevo, estos efectos se oponen a los de la PTH, pero cuantitativamente parecen tener tan poca
importancia que rara vez se les tiene en cuenta.
La calcitonina produce un efecto débil sobre la concentración plasmática de calcio en el ser humano adulto. La
calcitonina sólo tiene un efecto débil sobre la concentración plasmática de calcio y ello se explica por dos razones.
En primer lugar, cualquier reducción inicial de la concentración de calcio iónico causada por la calcitonina lleva,
en horas, a una poderosa estimulación de la secreción de PTH, que casi supera al efecto de la primera. Tras una
tiroidectomía, con la consiguiente supresión en la secreción de calcitonina, la concentración sanguínea de calcio
iónico a largo plazo no presenta alteraciones cuantificables, lo que demuestra una vez más la superioridad del
sistema de control de la PTH. En segundo lugar, en el adulto, los ritmos diarios de resorción y depósito de calcio
son bajos e incluso, aunque la calcitonina reduzca la velocidad de absorción, el efecto sobre la concentración
plasmática de calcio iónico seguirá siendo escaso. El efecto de la calcitonina en los niños es mucho más llamativo,
pues la remodelación ósea es rápida en ellos, con una resorción y depósito de calcio de hasta 5 g diarios o más, lo
cual supone entre 5 y 10 veces el calcio total en todo el líquido extracelular. También, en ciertas enfermedades
óseas, como la enfermedad de Paget, en la que está muy acelerada la actividad osteoclástica, la calcitonina tiene
un efecto mucho más potente a la hora de reducir la resorción de calcio.
4. Describir el metabolismo de calcio, fósforo y magnesio y los factores que afectan su distribución.
Entre los minerales que debemos consumir en la dieta, se encuentran el calcio y el fosforo. Ambos tienen
funciones esenciales en el organismo, como por ejemplo formar la estructura de huesos y dientes, lo que hace
que se requieran en cantidades relativamente altas comparadas con otros minerales. El calcio tiene numerosas
otras funciones en el organismo, por ejemplo en la acción de las hormonas y en la coagulación sanguínea. El
fosforo es esencial para la formación de moléculas muy importantes que tienen que ver con el manejo de la
energía y el metabolismo dentro de las células.
El calcio es uno de los elementos más abundantes en nuestro organismo, con aproximadamente 1 kg del mineral
presente en un individuo adulto. Si bien el 99% del calcio se encuentra dentro de los huesos, el calcio que está
circulando o en otros tejidos es vital para numerosas tareas esenciales, como el funcionamiento de las células, la
transmisión del impulso nervioso y la contracción muscular. Así, su relevancia en la composición de los huesos y
en muchas funciones biológicas hace que mantener una nutrición adecuada de este mineral sea muy importante.
El calcio en el organismo es regulado principalmente a través de la absorción en el intestino, la reabsorción en el
riñón y la entrada y salida del mineral a nivel de los huesos. Estos procesos están bajo la influencia de hormonas
como la paratiroidea (PTH) y la vitamina D. El manejo de las reservas de calcio en distintos períodos de la vida
cambia, y esto es el resultado de la acción del riñón, el intestino y los huesos. Los niños tienen un balance positivo,
donde hay una ganancia neta de calcio, lo cual les asegura un crecimiento adecuado. Los adultos sanos se
encuentran en equilibrio (lo que entra iguala a lo que sale), y los adultos mayores suelen tener pérdidas de calcio
óseas, fenómeno que debe tratar de evitarse para prevenir la osteoporosis y así las graves consecuencias de
fracturas por una mineralización deficiente de los huesos. Los factores que promueven un balance de calcio
positivo en adultos son el ejercicio y algunos medicamentos. La inmovilización y la falta de hormonas esteroidales
(como el estrógeno en la menopausia) promueven la pérdida de calcio.
Las recomendaciones actuales de calcio están en un rango entre 700 y 1.300 mg diarios, dependiendo de la edad,
y la principal fuente de calcio en la dieta son los productos lácteos.
Como ya se anticipó, este nutriente es necesario y muy relevante para el funcionamiento de la célula, ya que por
un lado forma parte del ADN y de las membranas celulares, y por el otro, se lo necesita para actividades
relacionadas con la producción de energía y numerosas otras funciones del metabolismo.
También es un constituyente importante de los huesos y dientes, siendo el 85% del fósforo del organismo parte
de estas estructuras. La concentración de fósforo en la sangre está determinada por un equilibrio entre la
absorción del fósforo de la dieta en el intestino, el almacenamiento en los huesos, y la eliminación a través de la
orina. La regulación más importante de los niveles de fósforo en la sangre ocurre a nivel renal (eliminación por la
orina).
Este control conlleva una importante regulación hormonal por parte de la hormona paratiroidea (PTH) y el llamado
factor de crecimiento de fibroblastos 23 (FGF23). Existen más hormonas que también contribuirían en esta
regulación, por ejemplo, insulina, aunque sus acciones aún no han sido bien estudiadas.
Dada la participación del fósforo en tantos procesos biológicos, niveles bajos en la sangre o bien pérdidas del
mineral pueden causar enfermedades serias, aunque dado que está ampliamente disponible en la dieta, la
deficiencia es poco común. Por otra parte, y dada relevancia del control renal de los niveles de fósforo en la sangre,
en pacientes con deficiencia renal crónica resulta muy difícil el manejo de este mineral.
El sistema gastrointestinal lo sigue incorporando, y los riñones no son capaces de eliminar el excedente, con lo
que hay una acumulación dañina, que afecta la regulación de calcio, y genera una elevación en la PTH, que termina
dañando distintos órganos por acumulación de calcio y fósforo.
En los pacientes con falla renal crónica, el control del fósforo que consumen en la dieta se vuelve muy relevante,
ya que el exceso de fósforo circulante eleva su riesgo de mortalidad. El fósforo está presente en la mayoría de los
alimentos, principalmente en aquellos ricos en proteínas, como los lácteos, carnes y pescados. En general las
frutas y vegetales contienen poco fósforo, mientras que en algunas semillas, nueces, legumbres y cereales está
presente en abundancia. Sin embargo, la forma química del mineral en estas fuentes es mucho menos fácil de
absorber en el intestino que las fuentes animales. Es importante destacar que más allá del contenido original de
fósforo en los alimentos, este mineral es componente de muchos aditivos y preservantes en alimentos
procesados, que pueden constituir una fuente “oculta” e importante de fósforo dietario (Kalantar-Zadeh, 2010).
Contenido corporal
Absorción
El 90% del magnesio ingerido se absorbe en el intestino delgado, el resto en estómago e intestino grueso.
Actualmente se admite la existencia de dos sistemas de transporte intestinal para el catión, uno mediado por
transportador y saturable a bajas concentraciones (2-4 mEq/l), y una difusión simple que se da a altas
concentraciones(MacIntyre y Robinson, 1969; Shills, 1988)
Diversos estudios metabólicos ponen de manifiesto que, en condiciones normales, el magnesio se absorbe en una
proporción que oscila entre el 45 y 70%. Actualmente no se ha podido demostrar la influencia de la vitamina D
sobre la absorción de Mg ya que los estudios que existen muestran resultados contradictorios. El calcio, fosfato,
citrato, ácidos grasos, ácido fitico y sales biliares disminuyen la absorción ya que forman con el magnesio
compuestos insolubles. Una deficiencia en vitamina B1 y B6 produce un descenso del transporte intestinal del
catión. Otro factor muy importante es el equilibrio acido base, ya que en los casos de acidosis la absorción de
magnesio aumenta.
Distribución
Una vez absorbido, el ión es transportado a los distintos tejidos, siendo en el óseo donde se encuentra en mayor
proporción. El magnesio óseo se encuentra localizado en los cristales de apatita, al menos en dos formas quimicas
siendo el hidróxido la porción soluble. Un 20-30% en la superficie de los cristales facilmente intercambiable y
modificado por los niveles séricos, existiendo un equilibrio debido a influencias fisicoquímicas más que
enzimáticas. El resto se encuentra intimamente incorporado y no es intercambiable. El magnesio muscular da un
índice más real de la cantidad del catión que existe en el organismo ya que es más facilmente modificable a efectos
homeostáticos.
Excreción
La vía más importante de excreción es la digestiva, con variaciones según el tipo de ingesta: así, si la dieta es muy
rica en magnesio las perdidas en heces pueden llegar a un 75%, mientras que con dietas pobres estas perdidas se
reducen a un 30%. Las perdidas endógenas son , como en la mayoría de los minerales, muy dificiles de cuantificar,
aunque se sabe que hay pérdidas a través de la bilis, jugo intestinal y pancreático.
La tercera parte del magnesio que entra en el organismo por la dieta, se excreta por la orina, la cantidad excretada
por esta vía es mínima cuandola ingesta es deficitaria y se estabiliza cuando los aportes son superiores a los
normales. Por todo ello, se considera que el riñón es el organo fundamental en la homeostasis del catión.
Del 95-97% del magnesio filtrado es reabsorbido y sólo de un 3-5% es excretado. Entre un 20-30% es reabsorbido
en el túbulo proximal, siendo en el tramo ascendente del asa de Henle donde se produce la mayor reabsorción (
en este segmento se reabsorbe del 50-60%).
Hay numerosas hormonas que influyen de un modo directo o indirecto sobre la excreción renal.
La parathormona y calcitonina aumentan su reabsorción tubular. La hormona del crecimiento, la antidiuretica, las
suprarrenales, andrógenos y estrógenos aumentan la excreción urinaria. Igualmente la eliminación renal está
aumentada por otras sustancias como la glucosa, galactosa, etanol, etc.
La homeostasis del calcio y el fósforo se encuentran estrechamente unidas por dos motivos. En primer lugar, el
calcio y el fósforo son los principales componentes de los cristales de hidroxiapatita [Ca10(PO4)6(OH)2], que
constituyen con diferencia la mayor parte de la fase mineral del hueso. En segundo lugar, están regulados por las
mismas hormonas, principalmente la hormona paratiroidea (PTH) y la 1,25-dihidroxivitamina D (calcitriol) y, en
menor medida, la hormona calcitonina. Estas hormonas actúan sobre tres sistemas (hueso, riñones y tubo
digestivo) para controlar los niveles plasmáticos de calcio y fósforo. Sin embargo, las acciones de estas hormonas
sobre el calcio y el fósforo normalmente son opuestas, de modo que una hormona concreta aumenta los niveles
de un ion al tiempo que disminuye los del otro.
PTH
Utilizando cultivos de células principales paratiroideas (que, igual que las paratiroides in vivo, responden a
descensos mínimos en la concentración de Ca2+ iónico), los investigadores identifcaron un receptor sensible al
Ca2+ (CaSR) presente en la membrana plasmática de la célula paratiroidea (fg. 52-7A). Este receptor se une al
Ca2+ de forma saturable, con un perfl de afnidad parecido al de la dependencia de la concentración de calcio para
la secreción de PTH. El CaSR pertenece a la familia de receptores acoplados a proteínas G. El acoplamiento de este
receptor del Ca2+ con la Gαq activa la fosfolipasa C, que genera inositol 1,4,5-trifosfato (IP3) y diacilglicerol (DAG),
lo que estimula la liberación de Ca2+ desde los depósitos internos y la activación de la proteína-cinasa C A
diferencia de la mayoría de los tejidos endocrinos, en los que la activación de estos sistemas de señalización
estimula una respuesta secretora, en las paratiroides el aumento de [Ca2+]i y la activación de la PKC inhibenla
secreción hormonal. (Otro ejemplo es la célula granular del aparato yuxtaglomerular, en la que el aumento de
[Ca2+]i inhibe la secreción de renina- De este modo, un aumento en la concentración plasmática de Ca2+ reduce
la secreción de PTH.
VtD3
La 1,25-dihidroxivitamina D ejerce sus acciones principalmente mediante la unión al receptor nuclear para la
vitamina D (VDR), que es miembro de la familia de receptores hormonales nucleares. El VDR es un factor de
transcripción, que se une a secuencias de ADN (elementos de respuesta a la vitamina D) como un heterodímero
con el receptor X del retinoide (RXR). Por tanto, la principal acción de la 1,25 dihidroxivitamina D es regular la
expresión génica en los tejidos diana, incluidos el intestino delgado, el hueso, los riñones y las glándulas
paratiroides. Las acciones genómicas de la 1,25-dihidroxivitamina D, mediadas por VDR, tienen lugar en un
período de horas o días. La 1,25-dihidroxivitamina D también tiene efectos rápidos (de segundos a 10 minutos).
Por ejemplo, la 1,25-dihidroxivitamina D induce una absorción rápida de Ca++ por el duodeno (transcaltaquia). El
VDR también se expresa en la membrana plasmática de las células, y se relaciona con las vías de transmisión de
señales rápidas (p. ej., proteína G, fosfatidilinositol-3’-cinasa). Los actuales modelos moleculares han llevado al
desarrollo de ligandos que se unen de forma específca a los VDR de localización nuclear o de membrana, lo que
ha abierto la vía para el tratamiento selectivo de los trastornos relacionados con las acciones rápidas o lentas de
la 1,25-dihidroxivitamina D con análogos sintéticos de la vitamina D.
Calcitonina
Al mismo tiempo que el mecanismo del calcio intercambiable de los huesos hace de «amortiguador» del calcio
en el líquido extracelular, comienzan a actuar los sistemas hormonales de las glándulasparatiroides y de la
calcitonina. Pasados de 3 a 5 min de un aumento agudo de la concentración de calcio iónico, el ritmo de secreción
de PTH disminuye. Como ya se explicó, esto pone en marcha múltiples mecanismos destinados a reducir la
concentración de calcio iónico hacia la normalidad. Por otra parte, a la vez que desciende la PTH, se eleva la
calcitonina. En los animales jóvenes y,quizás, en el niño pequeño (pero probablemente poco en los adultos), la
calcitonina induce un depósito
rápido de calcio en los huesos, y tal vez en algunas células de otros tejidos. Por tanto, en animales muy jóvenes,
el exceso de calcitonina puede hacer que una concentración elevada de ion calcio se normalice, quizá de una
forma mucho más rápida que si actuara solo el mecanismo amortiguador del calcio intercambiable. En los casos
de exceso o deficiencia prolongados de calcio, parece que solo el mecanismo de la
PTH tiene una importancia real en el mantenimiento de una concentración normal de calcio iónico.
Cuando una persona sufre una deficiencia dietética continua de calcio, a menudo la PTH puede estimular lo
suficiente la resorción de calcio de los huesos como para mantener una concentración plasmática normal de calcio
iónico durante 1 año o más, pero, en última instancia, también los huesos se quedan sin calcio. Por tanto, los
huesos son, en realidad, un gran reservorio tampón de calcio que puede ser manipulado por la PTH. Sin embargo,
cuando el reservorio óseo se agota o, de forma alternativa, se satura de calcio, el control a largo plazo de la
concentración extracelular de calcio iónico depende por completo en las funciones de la PTH y de la vitamina D
para la regulación de la absorción de calcio en el intestino y de la excreción de calcio por la orina.
Relación entre [Ca2+] sérico ionizado y la concentración sérica simultánea de PTH intacta en seres humanos
normales. La concentración sérica de
calcio se alteró mediante la administración de calcio (círculos) o citrato (triángulos). La sensibilidad paratiroidea
a los cambios en el calcio sérico es
máxima dentro del rango normal (área sombreada). Las bajas concentraciones de PTH persisten frente a la hiper
calcemia
Aproximadamente el 10 % (100 mg/dia) de calcio ingerido se excreta en la orina. De la cantidad filtrada por los
capilares glomerulares, en torno al 99 % es reabsorbida por los tubulos renales. Cuando la concentración de iones
calcio es baja, la reabsorción renal aumenta y, por el contrario, incluso un incremento minúsculo en la
concentración en sangre de calcio por encima de lo normal promueve de forma acusada la eliminación de calcio.
El principal factor que controla la reabsorción renal del calcio, y por tanto su eliminación es la PTH.
En el caso de calcio alterado, estamos hablando de una hipercalcemia, una enfermedad en la que el nivel de calcio
en la sangre está por encima de lo normal.
Demasiado calcio puede formar cálculos renales, hace que los riñones trabajen más duro para filtrarlo. Esto puede
provocar sed excesiva y micción frecuente. La hipercalcemia suele ser el resultado de la hiperactividad de las
glándulas paratiroides. Otras causas de la hipercalcemia son el cáncer, otros trastornos médicos específicos,
algunos medicamentos y el uso excesivo de suplementos de calcio y vitamina D.
Porque al haber una hipersecreción glandular habrá un incremento de la concentración plasmática de calcio de
hasta 12 a 15 mg/dl y, aunque raras veces, aún más. Tomando en cuenta que uno de los hallazgos diagnósticos
importantes del hiperparatiroidismo es una concentración elevada de fosfatasa alcalina en el plasma.
fisiopatología de algunas alteraciones del metabolismo del calcio y fósforo, haciendo énfasis en la explicación
fisiológica de las manifestaciones clínicas.
Hipoparatiroidismo
Cuando las glándulas paratiroides no secretan suficiente PTH, la resorción de calcio intercambiable por los
osteocitos disminuye y los osteoclastos se inactivan casi por completo. Como consecuencia, disminuye tanto la
resorción de calcio de los huesos que la concentración de calcio de los líquidos corporales desciende. Sin
embargo, debido a que no se están resorbiendo calcio y fosfato de los huesos, estos se mantienen resistentes.
Hiperparatiroidismo primario
En el hiperparatiroidismo primario, la alteración de las glándulas paratiroides causa una secreción excesiva e
inadecuada de PTH. El hiperparatiroidismo induce una actividad osteoclástica extrema en los huesos, con la
consiguiente elevación de la concentración de calcio iónico en el líquido extracelular, a la vez que suele
disminuir la concentración de iones fosfato por aumento de la excreción renal de fosfato.
Este extenso depósito metastásico de fosfato cálcico puede desarrollarse en pocos días. Como norma, la
concentración de calcio sanguíneo debe elevarse por encima de 17 mg/dl antes de que ocurra el riesgo de
intoxicación paratiroidea, pero una vez producido este ascenso con elevación simultánea de fosfato, la muerte
puede ocurrir en pocos días.
Hiperparatiroidismo secundario
Habiéndose apropiado adecuadamente de los conocimientos sobre fisiología de las hormonas paratiroideas,
calcitonina y vit. D3, procedemos a la integración de dicho aprendizaje en la discusión de un caso clínico:
Paciente femenina de 34 años, presenta fatiga persistente, pérdida de peso y cefaleas frecuentes. Los síntomas
comenzaron a desarrollarse hace un año aproximadamente. Debido a la naturaleza inespecífica de los síntomas
se enviaron estudios de laboratorio, encontrando: concentración plasmática de calcio de 13.7 mg/dl (normal:
8.5 a 10 mg/dl), fósforo 1.2 mg/dl (normal: 3.4 a 5 mg/dl) y fosfatasa alcalina 95 U/L (normal: 13 a 39 U/L). La
concentración de paratohormona (PTH) en el plasma, determinada mediante radioinmunoanálisis fue de 301
MU/ML. El contenido de calcio en orina durante 24 horas era de 365 mg (normal: 150 mg o menos). La
exploración quirúrgica del cuello descubrió un nódulo paratiroideo.
Hiperparatiroidismo primario
En el hiperparatiroidismo primario, la alteración de las glándulas paratiroides causa una secreción excesiva e
inadecuada de PTH. Con gran frecuencia, la causa del hiperparatiroidismo es un tumor de una de las glándulas
paratiroides; estos tumores son más frecuentes en las mujeres que en los varones o en los niños, principalmente
porque el embarazo y la lactancia estimulan las glándulas paratiroides y las predisponen al desarrollo de estas
neoplasias.
El hiperparatiroidismo induce una actividad osteoclástica extrema en los huesos, con la consiguiente elevación
de la concentración de calcio iónico en el líquido extracelular, a la vez que suele disminuir la concentración de
iones fosfato por aumento de la excreción renal de fosfato.
De hecho, la razón por la que los pacientes con hiperparatiroidismo consultan al médico es, con frecuencia, una
fractura ósea. Las radiografías óseas muestran una descalcificación extensa y, en ocasiones, grandes áreas
quísticas en sacabocados que están llenas de osteoclastos y constituyen los llamados «tumores» osteoclásticos
de células gigantes. Los huesos debilitados pueden sufrir múltiples fracturas por pequeños traumatismos, sobre
todo en las zonas donde se han desarrollado quistes. La enfermedad quística del hueso en el hiperparatiroidismo
recibe el nombre de osteítis fibrosa quística.
La actividad osteoblástica de los huesos también aumenta mucho en un intento vano de formar suficiente hueso
nuevo para compensar la destrucción del hueso viejo asociada a la actividad osteoclástica. Cuando los
osteoblastos se activan, secretan grandes cantidades de fosfatasa alcalina. Por tanto, uno de los hallazgos
diagnósticos importantes del hiperparatiroidismo es una concentración elevada de fosfatasa alcalina en el
plasma.
Raquitismo: carencia de vitamina D El raquitismo afecta sobre todo a los niños. Se debe a una deficiencia de
calcio o de fosfato en el líquido extracelular, por lo general secundaria a una carencia de vitamina D.
Cuando la exposición a la luz solar es suficiente, los rayos ultravioleta activan al 7-deshidrocolesterol de la piel y
se forma vitamina D3 , que evita el raquitismo estimulando la absorción de calcio y fosfato en el intestino, como
se ha expuso ya en este capítulo. Los niños que permanecen en el interior durante todo el invierno no adquieren
cantidades adecuadas de vitamina D, salvo que reciban suplementos dietéticos. El raquitismo tiende a
manifestarse sobre todo en los meses de primavera, debido a que la vitamina D formada durante el verano
anterior se almacena en el hígado y está disponible para su utilización durante los primeros meses del invierno.
Al mismo tiempo, la resorción de calcio y de fosfato de los huesos puede evitar los signos clínicos de raquitismo
en los primeros meses de déficit de vitamina D.
El raquitismo debilita los huesos. Durante el raquitismo prolongado, el notable aumento compensador de la
secreción de PTH provoca la resorción ósea osteoclástica extrema; esto, a su vez, hace que los huesos se debiliten
progresivamente e impone un estrés físico notable sobre ellos, lo que también desencadena una gran actividad
osteoblástica. Los osteoblastos depositan grandes cantidades de osteoide, que no se calcifica porque la cantidad
de iones de calcio y de fosfato es insuficiente. En consecuencia, el osteoide neoformado, decalcificado y débil va
reemplazando al hueso antiguo que está siendo resorbido.
Tratamiento del raquitismo. El tratamiento del raquitismo consiste en aportar cantidades adecuadas de calcio y
fosfato con la dieta y, lo que es igualmente importante, de grandes cantidades de vitamina D. En ausencia de
esta, se absorben poco calcio y poco fosfato en el intestino.
La tetania es un trastorno caracterizado por un aumento de la excitabilidad de los nervios, espasmos musculares
dolorosos, temblores o contracciones musculares intermitentes, provocados por la disminución del calcio en la
sangre (hipocalcemia), hipomagnesemia o por alcalosis tanto metabólica como respiratoria.
Tetania en el raquitismo. En las etapas iniciales del raquitismo, casi nunca aparece tetania, pues las glándulas
paratiroides inducen una estimulación continua de la resorción osteoclástica del hueso y, por tanto, mantienen
un nivel casi normal de calcio en el líquido extracelular. Sin embargo, cuando por fin se agota el
calcio óseo, el nivel de calcio puede descender con gran rapidez. Cuando el nivel de calcio desciende por debajo
de 7 mg/dl, se desarrollan los signos habituales de tetania y el niño puede morir por espasmo respiratorio tetánico,
salvo que reciba calcio por vía intravenosa, que alivia de inmediato la tetania.
Osteomalacia: «raquitismo del adulto». Los adultos sanos rara vea sufren deficiencias dietéticas graves de
vitamina D o de calcio, debido a que no necesitan grandes cantidades de calcio para su crecimiento óseo, como
ocurre en los niños. Sin embargo, en ocasiones, se producen serias carencias de vitamina D y de calcio como
consecuencia de la esteatorrea (incapacidad de absorber la grasa), porque la vitamina D es liposoluble y el calcio
tiende a formar jabones insolubles con las grasas; en consecuencia, en la esteatorrea se pierden por las heces
tanto vitamina D como calcio. En estas condiciones, un adulto tiene una absorción tan escasa de calcio y de fosfato
que desarrolla osteomalacia y, aunque casi nunca manifiestan tetania, puede haber un deterioro óseo grave.
¿Qué balance existe entre homeostasis mineral (calcio, fósforo y magnesio) y remodelación ósea en
osteoporosis, osteomalacia y raquitismo?
El raquitismo afecta sobre todo a los niños. Se debe a una deficiencia de calcio o de fosfato en el líquido
extracelular, por lo general secundaria a una carencia de vitamina D. Cuando la exposición a la luz solar es
suficiente, los rayos ultravioletas activan al 7-deshidrocolesterol de la piel y se forma vitamina D3, que evita el
raquitismo estimulando la absorción de calcio y fosfato en el intestino.
Osteomalacia: «raquitismo del adulto». Los adultos sanos rara vea sufren deficiencias dietéticas graves de
vitamina D o de calcio, debido a que no necesitan grandes cantidades de calcio para su crecimiento óseo, como
ocurre en los niños. Sin embargo, en ocasiones, se producen serias carencias de vitamina D y de calcio como
consecuencia de la esteatorrea (incapacidad de absorber la grasa), porque la vitamina D es liposoluble y el calcio
tiende a formar jabones insolubles con las grasas; en consecuencia, en la esteatorrea se pierden por las heces
tanto vitamina D como calcio. En estas condiciones, un adulto tiene una absorción tan escasa de calcio y de fosfato
que desarrolla osteomalacia y, aunque casi nunca manifiestan tetania, puede haber un deterioro óseo grave.
La osteoporosis es la enfermedad ósea más frecuente en los adultos, sobre todo a edades avanzadas. Es una
enfermedad diferente de la osteomalacia y del raquitismo, porque es consecuencia de la falta de matriz ósea
orgánica y no de una insuficiente calcificación del hueso. En la osteoporosis, la actividad osteoblástica del hueso
suele ser inferior a la normal y, por tanto, el ritmo de depósito de osteoide es menor. No obstante y como en el
hiperparatiroidismo, la causa de la pérdida de hueso es el exceso de actividad osteoclástica.