El Secreto Del Bosque Encantado

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 2

El Secreto del Bosque Encantado

En el corazón de un antiguo reino, se encontraba un frondoso bosque conocido como


El Bosque Encantado. Sus árboles, altos y centenarios, susurraban secretos al viento y
sus enredaderas, tan gruesas como serpientes, escondían antiguos caminos. Se decía
que el bosque estaba custodiado por espíritus ancestrales, criaturas mágicas que
protegían sus tesoros y secretos.
Un día soleado, una joven llamada Anya, conocida por su espíritu aventurero, decidió
adentrarse en El Bosque Encantado. Su abuela le había contado historias sobre el
lugar desde que era niña, historias de hadas, duendes y criaturas fantásticas que
habitaban entre sus árboles. Anya, con su corazón lleno de curiosidad, anhelaba
descubrir la verdad por sí misma.
A medida que se adentraba en el bosque, la luz del sol se filtraba cada vez menos a
través de las copas de los árboles, creando una atmósfera misteriosa y un poco
inquietante. El aire era fresco y húmedo, con un aroma a tierra mojada y hojas
podridas. Anya caminaba con cautela, sus pasos amortiguados por la alfombra de
hojas secas que cubría el suelo.
De pronto, un sonido la detuvo en seco. Un canto melodioso, como el de un pájaro
desconocido, resonaba entre los árboles. Anya siguió el sonido, guiada por la dulce
melodía. Atravesó un río cristalino, saltó sobre troncos caídos y esquivó ramas
espinosas, siempre siguiendo el canto que la hipnotizaba.
Finalmente, llegó a un claro en el bosque. En el centro del claro, había un árbol
enorme, con ramas que se extendían como brazos hacia el cielo. Y al pie del árbol,
sentada sobre una roca, estaba una mujer joven con cabello largo y plateado. La mujer
cantaba, su voz tan hermosa como el canto de un ángel.
Anya se acercó con timidez, sin querer interrumpir la magia del momento. La mujer la
miró con ojos amables y una sonrisa cálida. "Hola, niña", le dijo con una voz suave.
"¿Qué te trae a mi bosque?".
Anya, aún un poco abrumada por la belleza de la mujer y la magia del lugar, le contó
sobre su abuela y las historias que le había contado. Le dijo que siempre había soñado
con descubrir los secretos del bosque y conocer a sus criaturas mágicas.
La mujer sonrió. "El Bosque Encantado no es solo un lugar lleno de criaturas
fantásticas", le dijo. "Es un lugar donde la magia reside en el corazón de cada ser vivo.
Y solo aquellos que tienen un corazón puro y un espíritu aventurero pueden
encontrarla".
Anya escuchó con atención las palabras de la mujer, sintiendo que cada una de ellas
resonaba en su alma. La mujer le enseñó sobre las plantas y animales del bosque,
sobre las hadas y duendes que vivían entre ellos, y sobre el equilibrio que mantenía la
magia en el lugar.
Al caer la tarde, la mujer le dijo a Anya que era hora de regresar a casa. Le dio un
pequeño colgante con una piedra preciosa que brillaba con una luz mágica. "Este
colgante te protegerá y te recordará las enseñanzas del bosque", le dijo.
Anya agradeció a la mujer por su amabilidad y sabiduría. Se despidió de ella con un
abrazo y emprendió el camino de regreso a casa. Al salir del bosque, se dio cuenta de
y enseñando a otros sobre la magia que reside en el corazón de la naturaleza. Y cada
vez que regresaba al bosque, se encontraba con la mujer de cabello plateado, quien
siempre le recordaba que la verdadera magia reside en el corazón de cada ser
humano.

También podría gustarte