Den Dulk. Los Catalanes de La Plata (Esp)

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Mariana den Dulk

con el apoyo de

1
MARIANA DEN DULK
Lic. en Ciencias Antropológicas, �FFyL, Universidad de Buenos �Aires.
Investigadora del Instituto �Nacional de Antropología y �Pensamiento
Latinoamericano, �Secretaría de Cultura - �Ministerio de Educación,
�Cultura, Ciencia y Tecnología �de la Nación, Argentina.

Diseño de tapa e interior: Paula Pérez Spinosa


Reservados todos los derechos.
Este libro no podrá ser reproducido total ni parcialmente,
sin el previo permiso escrito del editor.

2
0
0

3
INTRODUccIÓN
Los movimientos migratorios constituyen uno de los
campos de interés más vastos de las Ciencias Sociales.
Una primera aproximación al fenómeno permite definir
a estos movimientos como aquellos que, vinculados a
la satisfacción de alguna necesidad, suponen para los
sujetos involucrados un cambio de entorno político,
administrativo, social y/o cultural suficientemente
prolongado como para implicar la interrupción del
desarrollo de sus actividades vitales en un lugar y su
reorganización en otro.1
Los fenómenos migratorios no se agotan en el
mero traslado físico sino que constituyen experiencias
complejas y estrechamente ligadas a procesos
identitarios que por su extensión en el tiempo y en el
espacio, impactan en las sociedades de origen y de
destino. Por esta razón,
Con el fin de analizar las causas o factores estructurales
que inciden en la migración, consideramos que debe
estudiársela como proceso, es decir como un conjunto de
fases y factores intervinientes en las dimensiones espacial y
temporal del fenómeno, tratando de identificar las causas
que inciden en el mismo, como así también el campo
social que integran tanto los lugares de origen como los de
destino, analizando las fuerzas que operan en su interior.2

Debido a la complejidad de estos procesos se plantea


la necesidad de realizar abordajes interdisciplinarios que
faciliten el desarrollo y ajuste de los instrumentos de
análisis.

1
Micolta León, 2005.
2
Radovich; 2016: 18.

4
En este sentido, y desde la perspectiva de la
antropología social3, la aproximación al proceso
migratorio de los catalanes de La Plata se realizó a
través del Casal dels Països Catalans. Una entidad que,
actualmente, constituye la única expresión asociativa y
el principal eje articulador de la comunidad catalana en
dicha ciudad.
Históricamente los casales catalanes de América
del Sur se configuraron como ámbitos de sociabilidad
y de interacción intercultural, así como de realización
de prácticas ligadas al fortalecimiento de la solidaridad
del grupo migrante. La trayectoria histórica del
asociacionismo catalán en la región evidencia su
doble funcionalidad, ya que además de promover
la inclusión de los recién llegados en la sociedad de
acogida, fueron productoras de etnicidad, es decir que
impulsaron la definición e institucionalización de un
«nosotros» anclado en una ponderación de sentidos y
significaciones de lo propio, versus «los otros’.4
Esta identificación étnica con un determinado grupo
de actores sociales y su delimitación frente a otro grupo
supone un acto discursivo —primero consciente aunque
luego internalizado— de comparación, selección y
significación de determinadas prácticas y representaciones
culturales que forman parte de la vida cotidiana, es
decir de la cultura rutinizada y habitualizada.5 De esta
manera, los elementos seleccionados se transforman en
3
Proyecto de Investigación “Los Catalanes de La Plata; inmigración, organización e
identidad”, del Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano,
Secretaría de Cultura - Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología de la
Nación, Argentina.
4
Jensen, 2008.
5
La cultura entendida como la organización social del sentido, interiorizado de modo
relativamente estable por los sujetos en forma de esquemas o representaciones
compartidas y objetivado en formas simbólicas, todo ello en contextos históricamente
específicos y socialmente estructurados. (Giménez, 2004)

5
«emblemas de contraste» o «marcadores étnicos» en la
situación intercultural.6 La etnicidad no es entonces un
hecho arbitrario, ya que el acto discursivo de selección
y significación está limitado en función de la praxis
cultural que se convierte en un recurso para la definición
de una política de identidad, es decir, una política de
reconocimiento del nosotros versus los otros.
Los resultados que se presentan a continuación
pretenden ilustrar cómo la trayectoria histórica de los
casales del Cono Sur manifiestan su continuidad en el
actual Casal dels Països Catalans de La Plata, en tanto
éste se configura como un espacio social atravesado por
vínculos afectivos y simbólicos desde donde se define
una política de identidad enraizada en un profundo
catalanismo.
Esta producción de etnicidad, de reconocimiento de
lo propio en la situación intercultural, asume mayor
relevancia para los catalanes de La Plata a partir del
rescate y la significación de la experiencia histórica del
exilio republicano y del Centre Català de Cultura que
existió en la ciudad durante la primera mitad del siglo
XX.
Asimismo, el proceso de reafirmación identitaria
se fortalece y profundiza a partir de la integración
territorial de la experiencia asociativa, su articulación
a nivel regional con otras comunidades catalanas de
Sudamérica y la construcción de lazos y estrategias
económicas, políticas y culturales conjuntas con los
catalanes peninsulares en un contexto de desarrollo del
movimiento independentista catalán.

6
Dietz, 2002.

6
LA INMIGRACIÓN

La historia, la «gran historia»7, no ocurre en un plano


ajeno a la experiencia de las personas. La historia es
también la historia de cada uno y de las millones de
trayectorias de vida individuales, grupales, familiares,
que se confunden, se mezclan, divergen y coinciden
entre sí. Es esta dimensión de la experiencia migratoria
ultramarina la que emerge en los testimonios de los
inmigrantes catalanes que forman parte del Casal dels
Països Catalans de La Plata.
Actualmente, el grupo de catalanes de primera
generación es reducido. Está compuesto por nueve
personas8 , ocho de las cuales llegaron al país durante
la segunda mitad del siglo pasado, entre los años 1949
y 1961. Se trata de un grupo diverso, donde se mezclan
las procedencias de poblados de las provincias de
Lleida, Tarragona y de la misma ciudad de Barcelona.
Sin embargo, y más allá de las diferentes historias
de vida de cada una de estas personas, existen puntos
de encuentro en sus recorridos y relatos que permiten
enmarcar la experiencia migratoria en un flujo común.
Se trata de vivencias vinculadas a la segunda posguerra
y a su articulación con el derrotero seguido por los
procesos políticos de lucha para la emancipación y la
transformación social ocurridos en la península durante
la década de 1930.

7
Devoto, 2004.
8
Una de ellas nació en París, Francia, como resultado del recorrido realizado por sus
padres durante el exilio.

7
LA HISTORIA

En 1931 por segunda vez9 en la historia de España


se instauró un régimen republicano. El impacto de la
crisis económica de 1929 y el apoyo de Alfonso XIII a
la dictadura del General Primo de Rivera, abonaron el
camino para el triunfo electoral de este sector político.

El advenimiento del nuevo régimen fue un momento de


esperanza para una gran parte de los españoles que
creyeron que así se habrían de satisfacer sus expectativas.
Los campesinos esperaban una reforma agraria que
enfrentara de manera especial la gran concentración de
la tierra en pocas manos que se daba en vastas regiones
de la península. Los trabajadores de la ciudad esperaban
un trato más justo del que habían recibido hasta el
momento y que no correspondía con la importancia que
el proletariado urbano había ido cobrando en España. Las
regiones españolas con una clara identidad diferenciada,
en especial Cataluña y el País Vasco, pero también Galicia,
esperaban justamente el reconocimiento de su propia
identidad. Y los sectores medios ilustrados deseaban la
modernización de España que zanjara de alguna manera
la distancia que existía entre ésta y los países europeos
más avanzados.10

A todo esto, se sumaban dos tareas de importancia


estratégica para el nuevo régimen: el desarrollo de una
campaña educativa y la reducción del peso político de
la Iglesia y el ejército, pilares fundamentales del antiguo

9
La “1era República Española” fue el régimen político vigente en España entre el 11 de
febrero de 1873 y el 29 de diciembre de 1874.
10
Pla Brugat; 1999:46-47.

8
régimen.
La tarea educativa y la concesión de autonomías
regionales emprendidas por el gobierno republicano
obtuvieron buenos resultados. En este sentido, un
hito fundamental lo constituyó en 1932 la aprobación
del estatuto de autonomía de Cataluña que, aunque
recortando unos cuantos aspectos de la propuesta
inicial realizada por los catalanes, la reconocía como
una región autónoma. Se estableció el idioma catalán
como la lengua oficial y la Generalitat como órgano
de gobierno con facultades ejecutivas y legislativas en
hacienda, economía, cultura, comunicación, transporte
y orden público.
Sin embargo, otras medidas implementadas por el
gobierno republicano no tuvieron el mismo éxito.

La reforma agraria no logró satisfacer al campesinado,


con lo cual buena parte de éste dejó de ser entusiasta de
la República y, por otra parte irritó profundamente a las
oligarquías terratenientes. En cuanto a los obreros, las
medidas legislativas tomadas a su favor no fueron capaces
de contrarrestar la situación de crisis que el país vivió en
esos años —producto, sobre todo, de la crisis mundial y
de la huida de capitales que desconfiaban del régimen
republicano— y que desencadenó un grave problema de
desempleo.11

El descontento del campesinado y la radicalización


del movimiento obrero, sumados a la profunda irritación
de las oligarquías regionales, la Iglesia y gran parte del
ejército, arrojaron como saldo de los primeros años de
gestión republicana, la reorganización de los sectores
de derecha y la disolución de la coalición de gobierno.
Este período fue seguido por el llamado «bienio

11
Pla Brugat; op. cit.: 47.

9
negro» de corte conservador. Durante el mismo se
dejaron sin efecto muchas de las reformas impulsadas
anteriormente y se aplicó una política represiva hacia las
agitaciones, insurrecciones y diversas manifestaciones
locales, que expresaban el rechazo de los sectores
populares a la pérdida de las conquistas sociales
alcanzadas.
Como resultado de esta política se produjo la
reunificación y articulación en el «Frente Popular» de
los sectores democráticos, republicanos y de izquierda,
ganando la nueva coalición las elecciones de febrero
de 1936. Sin embargo, durante los meses siguientes
y mientras el gobierno republicano reiniciaba la
política reformista del primer bienio, se hizo patente el
descontento social.
Los trabajadores del campo y las ciudades por propia
mano comenzaron a liberar a sus presos, colectivizar
algunas empresas y a ocupar tierras. En el mejor de los
casos el gobierno no hacía más que ir a la zaga de los
trabajadores, legalizando estas acciones.12

Eran tiempos de gran convulsión social, la sociedad


española estaba polarizada y la política ortodoxa de
la derecha había fracasado. Fue entonces cuando los
sectores conservadores españoles se aproximaron a
las potencias fascistas —Alemania e Italia— y retornó el
mecanismo del golpe militar.
Sin embargo, el éxito de un golpe requiere que la
población civil y los sectores no comprometidos de
las fuerzas armadas acepten sus consignas. Estas
condiciones, con la reciente victoria democrática y

12
Pla Brugat; op. cit.: 51.

10
la movilización de las masas, no estaban dadas en la
España de 1936.
El golpe de los generales del 18 de julio de 1936 triunfó en
algunas ciudades y encontró una encarnizada resistencia
por parte de la población y las fuerzas leales en otras. No
consiguió tomar las dos ciudades principales de España,
Barcelona y la capital, Madrid. Así pues, precipitó en
algunas zonas la revolución social que pretendía evitar
y desencadenó en todos el país una larga guerra civil
entre el gobierno legítimo de la República (elegido en la
debida forma y que se amplió para incluir a los socialistas,
comunistas e incluso a algunos anarquistas, pero que
coexistía difícilmente con las fuerzas de la rebelión
de masas que habían hecho fracasar el golpe) y los
generales insurgentes que se presentaban como cruzados
nacionalistas en lucha contra el comunismo.13

Ante la sublevación de casi la totalidad del ejército,


el gobierno de la República tuvo que armar a los
trabajadores que, en los primeros meses de la guerra
civil, resolvieron el problema de la propiedad de los
medios de producción pasando éstos a manos de
campesinos y obreros.
Se establecían así en España en los primeros meses de
la guerra, tres poderes: el poder revolucionario de los
trabajadores, el poder formal de la República y el poder
de Franco y el ejército sublevado, que a base de una
sistemática y brutal represión imponían su orden en la
porción de España bajo su dominio.14

A pesar de los grandes sacrificios realizados por los


republicanos y del apoyo recibido por más de 40.000
voluntarios provenientes de países de todo el planeta

13
Hobsbawn; 1998: 163.
14
Pla Brugat; op. cit.: 52.

11
que lucharon en las llamadas «Brigadas Internacionales»,
la colaboración de los regímenes fascistas de
Alemania e Italia, la política de no intervención de las
democracias europeas —que desconfiaban del proceso
revolucionario español— y la ambigua actitud de la
URSS —que no quería comprometer un posible acuerdo
con Francia e Inglaterra ante la amenaza nazi— fueron
factores que jugaron un rol decisivo en la resolución de
la guerra civil.
La batalla del Ebro, librada y perdida en tierras
catalanas, significó el principio del fin de la guerra civil
española. El 10 de febrero de 1939 los sublevados,
llamados nacionalistas, tomaron toda la frontera
catalana con Francia y diez días después, desfilaron
triunfantes en Barcelona. Se iniciaba así, un período
dictatorial que duraría más de 35 años y que estaría
signado por la dura persecución política, ideológica y
cultural hacia los vencidos.
La vida de los catalanes se vería particularmente
afectada por la nueva realidad.
El grado autonómico que [Cataluña] había alcanzado
legalmente fue desconocido por la administración
franquista y se persiguió duramente la cultura catalana.
La lengua fue desplazada, prohibiendo su uso público, ya
sea oral o escrito. Muchos maestros sin filiación política,
pero juzgados como catalanistas, fueron enviados
fuera de Cataluña. Al mismo tiempo, 700 maestros de
Castilla y Extremadura fueron enviados a las provincias
catalanas con el propósito de convertirlos en agentes de
descatalanización. Las bibliotecas fueron dispersadas
o trasladadas a Madrid, la intelectualidad catalana fue
obligada a vivir en el exilio, y los tradicionales Jocs Florals

12
[certámenes poéticos] debieron realizarse en otros países,
europeos o americanos.15

Para muchos la instauración del régimen totalitario


significó la prisión, la muerte o el exilio. Para otros, la
escasez económica y las políticas de racionamiento
acabarían configurándose como factores determinantes
en la definición de estrategias que incluirían la
emigración hacia otros países en busca de mejores
condiciones de vida.

15
Elguezabal; 2007:76 -77

13
LAS HISTORIAS

La decisión migratoria de los catalanes del Casal dels


Països Catalans de La Plata, se explica a partir de las
experiencias vividas durante la Guerra Civil Española
(1936-1939), la dictadura franquista (1939-1975) y la
Segunda Guerra Mundial (1939-1945).
Sin embargo, muchas veces no resulta sencillo
distinguir entre las motivaciones políticas y económicas
y las razones voluntarias e involuntarias que los
llevan a emigrar. Desde una perspectiva analítica para
los migrantes suelen enfatizarse las motivaciones
económicas, aunque es necesario tener en cuenta que
las persecuciones políticas o religiosas han impulsado a
muchos grupos étnicos a emigrar. De la misma manera
en la situación de exilio, también debe considerarse la
existencia razones económicas, difíciles de aislar de las
estrictamente políticas.16
En este sentido, los testimonios recogidos durante
el trabajo de campo en el Casal dels Països Catalans
de La Plata, dan cuenta de diversas problemáticas
y dimensiones que interactúan y se retroalimentan
mutuamente, reforzando la decisión de abandonar el
lugar de origen.
En primer lugar, aparece de manera recurrente el
recuerdo de la guerra civil y la profunda huella que
dejaron en la memoria de los protagonistas los sucesos
traumáticos que afectaron a familias y pueblos enteros
durante la contienda, así como la firme voluntad de no
repetir esa experiencia.

16
Shwarzstein, 2001.

14
Porque en Flix, mi pueblo, había - todavía está pero ya muy
venida abajo- una fábrica de productos químicos, que la
fundaron unos alemanes que en el año 1892, me parece.
[…] En aquel tiempo nomás había ésta y otra en Europa,
de las más importantes de toda Europa. Y claro fue lo
primero que quieren bombardear y destruir en la guerra.
El primer día que bombardearon mi pueblo, yo tenía cinco
años, tenía sarampión y estaba que volaba de fiebre. Mis
padres eran de una clase media; teníamos nuestras tierras,
nuestra casa, una mula, un macho, el carro. Trabajaban la
tierra.

Mis padres cuando comenzaron a tirar las bombas dicen:


«no no, no podemos marchar porque la chica se nos
morirá». Así que, nos pusimos todos en el medio de la
salita, porque había una viga en el techo y dicen: «si cae
la viga esta nos protegerá»; pavadas ¿No? Porque si cae
una bomba… Mamá me puso sentadita en la falda, bien
envueltita en una manta y todos abrazados, mi padre,
mis otros hermanos y así abrazaditos hasta que pasó el
bombardeo. Y ¡Unas bombas!; mucha gente del pueblo
que salió despavorida esa noche la agarró la metralla y
murió.17

Toda la guerra civil en Tremp, ahí en Tremp vi el primer


muerto. Habíamos ido a la carnicería con una amiga de
mi mamá y habían empezado a bombardear el pueblo.
Tremp es cabeza de partido de Pallars Llusà. Y bueno, ahí
bombardeaban. Eran aviones chicos pero en esa época era
lo único que había. Ahí fue cuando los alemanes probaron
los armamentos. Guernica fue bombardeada por los
alemanes. Antes de que se fuera mi papá en mi casa había
dos valijas arriba de la cómoda de mi madre. Una era con
ropa, con una muda de cada uno y la otra era con comida

17
Registro de campo; abril 2016.

15
que se iba cambiando lo que se podía estropear. Cuando
estaban por entrar los nacionales a Tremp, la gente salía
despavorida y caminando, muchas familias juntas, pues
nos íbamos a otros pueblitos. Me acuerdo de ese viaje y
del viaje en los camiones, no se me va a olvidar. Y eso que
era chica. Iban con las dos valijas, las tres criaturas y otra
familia. En el campo de unos amigos, ahí quedó la valija
de la ropa y solamente se llevó la de la comida, porque no
se podía. Bueno, en el año 50 en España se rumoreaba
de otra guerra mundial, las cosas no estaban muy bien.
Nosotros vivíamos muy bien, gracias a Dios, muy bien.
Pero mi papá dijo: «otra guerra, otra guerra acá, no».18

Con mis padres fuimos a vivir a una cabañita que teníamos


en las afueras del pueblo para no estar en medio de los
bombardeos a la fábrica; estuvimos como un año. Y a mis
hermanos los llamaron a la guerra, que eran jovencitos,
eran nenes y se fueron a la guerra. Quedamos mi hermana
y yo. Cuando llegaron los nacionales que tomaron el
pueblo, mis padres dijeron: «bueno, ya se ha acabado la
guerra», pero no. Ellos agarraron los carros y todas las
cosas que habían llevado a la cabañita que era a media
hora del pueblo, pasando el Río Ebro. Al llegar al pueblo
nos dejaron a mi hermana y a mí, ella tenía 1 año y yo tenía
5, en casa de una prima que era más grande y era casada.
Mis padres volvieron a la cabañita con el carro y las mulas
a buscar lo que faltaba. Cuando vuelven cargados y llegan
a la orilla del río, se habían quedado los de la República
en la banda de mis padres pero en la otra estaban los
nacionales. Mis padres cruzaban en una barca y ¡No los
dejaron pasar! ¡Nos quedamos separados! A nosotras nos
comenzaron a evacuar porque era la mitad de la guerra;
no era lo que nosotros pensábamos. Íbamos con mi prima.
Y mis padres solitos, no sabían nada. Si habíamos muerto
nosotras, mis hermanos.19
18
Registro de campo; noviembre 2013.
19
Registro de campo; abril 2016.

16
No, no, no. Mi mamá murió de los golpes que le dieron
cuando buscaban a mi padre. La detuvieron y se la
llevaron. Creo que habrá muchos católicos, pero tan
católica como era ella no creo pueda haber tantos; sin
embargo rezando y rezando con los rosarios colgando, le
golpeaban la espalda con el fusil; la golpeaban estando los
4 chicos allí rodeando a mi madre, la golpeaban igual.20

La gente que ha sufrido mucho la guerra civil, no quería


saber nada más. Y los que como mi padre, han pasado por
el campo de concentración, ni te cuento.21

Las experiencias de presidio en campos de


concentración españoles o la huida a través de los
Pirineos para acabar —en muchos casos— en los
campos franceses, también forman parte de la memoria
colectiva de los catalanes de La Plata.

Bueno, mi papá era republicano. Pensá que mis padres


con mi hermano y conmigo, viajan en el año 49’; vinimos
acá a la Argentina en agosto de ese año. El barco, si mal no
recuerdo que me contaba mi mamá, era el Cabo de Buena
Esperanza y ellos, sobretodo papá que era republicano, se
salvaron. Él estuvo en —¿Cómo se llamaba este lugar tan
famoso donde fusilaban a la gente?-— el Montjuic y ahí lo
salvó la hermana. Viste que en la familia pasaba que unos
eran republicanos y otros […].22

20
Registro de campo; mayo 2014.
21
Registro de campo; mayo 2014.
22
Registro de campo; mayo 2014.

17
Fig. 1: Cartilla del Ejército Español, Felipe Mateu Trulla. 1932
(Foto: H. Walter)

Mi abuelo tuvo que refugiarse en Andorra con mi abuela


y los dos hijos más pequeños. […] Mi abuelo fue el último
Alcalde del pueblo en tiempo de la República, entonces
cuando entró Franco, les quitaron la casa y los campos.
Luego de 20 años le devolvieron la casa y un campo pero
mi abuelo ya no volvió a Camarasa, se quedó siempre
viviendo en Andorra.23

23
Registro de campo; noviembre 2013.

18
Cuando empezaba el asalto final Franco, mi viejo se fue, se
fue para Francia […] se fue refugiado y nosotros quedamos
ahí. Después cuando Franco ocupó, nos sacaron todo: la
casa, las tierras, todo lo que teníamos; nos dejaron sin
nada.24

París, ciudad que había acogido a mis padres, después de


haber pasado dos guerras, de sufrir mucho, primero en el
frente en Aragón, después en el campo de concentración
en la playa de Argelès donde pasaron frío y hambre. Con
la entrada de los alemanes, el éxodo.25

Y mi suegro, que no lo conocí, estuvo en el campo de


Argelès.[…] Pasa a Francia y los franceses se portaron tan
bien, que todo el que entraba iba al campo de Argelès. Al
principio hacían como unas zanjas en el suelo y dormían
ahí. Después, empezaron a hacer los barracones. Dicen
que fue uno de los peores campos de concentración. Y mi
suegra, que tampoco la conocí, falleció poco después de
haber terminado la guerra, se fue a un pueblito cerca de
Argelès y con sus 4 alhajas que tenía las fue empeñando
para poder vivir y ver si podía sacar al marido.26

Por su parte los que permanecieron en Cataluña


sufrieron la política de represión política, ideológica y
cultural implementada por la dictadura.
Le pesaba mucho Franco, le pesaban mucho las
prohibiciones que había. La policía fue muy brava y muy
brava en Barcelona. Pensá que prohibieron el idioma,
metieron gente de otras provincias como para desmembrar
un poco el grupo catalán, que no fuera tan cerrado.
Pasaron muchas penurias y el idioma catalán se mantuvo
por la persistencia de la gente y por eso hay mucha gente

24
Registro de campo; mayo 2014.
25
Quixal Vergé; 2010a: 1.
26
Registro de campo; noviembre 2013.

19
mayor que lo habla pero no lo sabe escribir; ¿Por qué?
Porque estaban las canciones y eso que se hablaba dentro
de la casa pero afuera, sobretodo no lo tenía que escuchar
ningún policía porque los arrestaban. Fue muy, muy duro
y violento.27

Mientras que en España se vivía la crisis económica y


el racionamiento, en la Argentina de posguerra el marco
económico era favorable. Los importantes ingresos en
oro derivados de las exportaciones se combinaban
con el desarrollo del proceso de Industrialización
por Sustitución de Importaciones (ISI). El ISI supuso
un importante crecimiento de la industria nacional a
partir de la producción de bienes que anteriormente
eran importados desde los países industrializados y
que, debido al conflicto mundial, habían suspendido
sus exportaciones. A esto, se sumaba un Estado
intervencionista que implementaba políticas públicas
orientadas a fortalecer el mercado interno, a alcanzar
el pleno empleo y a mejorar la distribución del ingreso.
La información recibida a través de conocidos, amigos
y/o familiares sobre el relativo bienestar económico en
Argentina y la posibilidad de inserción en el mercado
laboral local constituyó un gran aliciente que vehiculizó
la decisión migratoria, orientándola hacia dicho destino
en busca de mejores condiciones de vida.
[…] Eso era lo que les afectaba más. Influía porque allí
faltaba el pan, cuando yo nací recién se empezó a distribuir,
era todo por cantidad de pan negro que te daban por
persona. Habían pasado muchos años de la posguerra
pero todavía continuaba esa situación. Entonces mi papá
pensó, les voy a dar educación y, por lo menos, comida
segura.28
27
Registro de campo; mayo 2014.
28
Registro de campo; octubre 2013.

20
Bueno, después de la posguerra allá estaba la dictadura.
No era nada agradable la cosa; mi marido trabajaba bien
pero era todo muy precario en Barcelona después de la
segunda guerra mundial. Aquí era accesible y vinimos en
busca de mejores horizontes y acá había mucho trabajo.29

Un hermano y los abuelos de uno de ellos se vinieron para


Argentina, estuvieron muchos años. Nos escribía que acá:
«ataban a los perros con longaniza». Que había tanta
abundancia, nosotros no sabíamos lo que era el pan. 30

Por otra parte, y una vez tomada la decisión de


emigrar, fue la familia nuclear la que inició la aventura
ultramarina. Este carácter familiar de la experiencia
migratoria de los catalanes del casal de La Plata, se
refleja en la importante presencia de mujeres y niños.
En 5 de los 8 casos viajan los cónyuges y en 4 de ellos
viajan los cónyuges con hijos.

Fig. 2: Viaje de Barcelona a Buenos Aires en el barco Cabo San Vicente. De


izquierda a derecha: Magdalena Sánchez, Maria Dolors Torres Sánchez y Josep
Maria Torres, 1961. (Foto: R. M. Torres Sánchez)

29
Registro de campo; abril 2016.
30
Registro de campo; mayo 2014.

21
La travesía se realizó en barco y tuvo origen en el
puerto de Barcelona, a excepción de un único caso en
que el exilio previo en Francia acabó definiendo como
puerto de partida el de la ciudad de Génova. El viaje
—que cubría un trayecto superior a las 5.600 millas
náuticas (más de 10.000 kilómetros) hasta el puerto
de Buenos Aires— era costoso. A esto, se sumaban
los gastos relacionados con el asentamiento en el
nuevo país y la resolución de los problemas mínimos
e inmediatos de subsistencia.31 En la mayoría de los
casos, reunir los recursos necesarios para afrontar
estas cuestiones requirió de la puesta en marcha de
estrategias de ahorro previo y venta del patrimonio
familiar.
Entonces empezó allí todo el periplo de mi papá para
conseguir los pasajes para viajar en el barco. Por lo cual
mal vendieron todo, fue bastante caótico. La que más lo
sintió fue mi mamá porque dejar la familia, era dejar todo.
En aquel momento te ibas y te ibas […]32

Mi papá decía continuamente: «tenemos que irnos,


tenemos que irnos, mi hermano está muy bien, mi hermano
está muy bien» y bueno se vinieron para acá. Vendieron
todo, vendieron la casa de mis abuelos; mi abuelo se fue a
vivir con otra hija y vendieron todo lo que pudieron.33

Suele afirmarse que el establecimiento de lazos


sociales con inmigrantes anteriores a través de familiares,
amigos y/o conocidos facilita el acceso a la información
sobre el lugar de destino así como, el aprovechamiento de
las oportunidades para emigrar, asegurar el transporte,
conseguir un empleo y un alojamiento inicial.

31
Micolta León, 2005.
32
Registro de campo; mayo 2014.
33
Registro de campo; octubre 2013.

22
Un ejemplo de ello, fue la construcción de estrategias
conjuntas con catalanes previamente inmigrados a fin
de satisfacer la exigencia del gobierno argentino de
cumplimentar ciertos requisitos formales para entrar al
país. Este fue el caso del visado consular, otorgado en el
lugar de origen a partir de la presentación de una carta
de llamada y/o contrato de trabajo en Argentina.

Fig. 3: Billete de viaje en barco trayecto Génova - Buenos Aires, José Quixal Mateu.
1950. (Foto: M. Quixal Vergé)

23
Tenías que tener una carta de llamada. Si no, no te dejaban
salir de España. […] Llegué acá a la Argentina, no lo habrás
escuchado, me mandaron la carta de llamada para mí,
entré totalmente legal, tenías que tener un contrato de
trabajo y yo lo tenía con una casa muy importante. Un
conocido me hizo el contrato de sastre, era muy amigo de
ellos, entonces me hizo un contrato y nunca trabajé para
ellos, nunca […] 34

Entonces mi papá llegó un punto en que no aguantaba


y se dio la situación de que apareció un primo de ellos
y le comentó que tenía un pariente que estaba viviendo
en el sur de Mendoza. Mi papá, tenía conocimiento
de contabilidad, no era contador pero era tipo perito
comercial. Entonces decía que le iba a ir muy bien y «que
esto y que lo otro». Le adornó la cabeza, le mandó la carta
y desde el sur de Mendoza le contestó este hombre quien,
finalmente, le hizo la carta de llamada.35

A pesar de la manifiesta afinidad con la causa


republicana de este grupo de inmigrantes y de la
arraigada consideración por parte de los diferentes
grupos de poder vinculados a los gobiernos argentinos
respecto a éstos como «elementos indeseables» y
«perturbadores del orden social», los entrevistados no
señalan particulares dificultades con los funcionarios
y autoridades argentinas para la realización de los
trámites y gestiones de ingreso al país.
Domingo 2, mejora la mar y a las 11 de la noche, entramos
en Montevideo. Mucha gente con destino a Buenos Aires
baja recordando a todos que el Gobierno de Argentina no
tiene bien vistos a los republicanos que venían refugiados,
pero nosotros nos quedamos en el barco […] Martes 4
de julio llegamos a Buenos Aires a las 7 de la mañana,
34
Registro de campo; mayo 2014.
35
Registro de campo; mayo 2014.

24
desembarcando a las 8hs. […] luego nos llevaron al Hotel
de Inmigrantes donde una vez ubicados, nos sirvieron la
comida.36

Entonces hacer los trámites le costó mucho, porque dice


que al hacerlos los trataban muy, muy mal, en toda la parte
española. Muy mal. A tal punto que comentó que cuando
llegó a General Alvear, Mendoza -el lugar de radicación-
fue a la policía, porque tenía que ir y denunciar donde
estaba, porque fue uno de los requisitos que te pedían.
Vos te instalabas, tenías que ir a la policía y avisar. Cuando
lo vieron le dicen ‘señor’, entonces dice mi papá que miró
al lado porque no le hablaban a él.37

La disminución de la discriminación étnica, política e


ideológica respecto de la década de 1930 podría estar
vinculada a la confusión, corrupción y arbitrariedad,
producida por la escasez de recursos materiales y la
multiplicación de organismos y lógicas contradictorias,
implicadas en el ejercicio de los controles migratorios
durante la reactivación temporal de la masa migratoria
de fines de los años 40.38
Todas las mujeres inmigrantes entrevistadas que
llegaron al país en edad adulta eran amas de casa.
Por su parte, los hombres adultos inmigrantes —en
su mayoría cabezas de familia— tenían una diversidad
de ocupaciones que remiten exclusivamente al
ámbito urbano: empleado administrativo/contable
(1), empresario industrial (1), obreros y técnicos
especializados (3), pintor (1), sastre (1).
Respecto a la integración en el mercado laboral
local, y más allá de los diferentes recorridos realizados,
36
Quixal Vergé; 2010b:4.
37
Registro de campo; mayo 2014.
38
Devoto. Op. Cit.

25
todas las percepciones coinciden en una valoración
final del proceso como exitoso, con el resultado del
establecimiento definitivo en el país.

Fig. 4: Pasaporte Español, familia Torres Sánchez. (Foto: R. M. Torres Sánchez)

Todo esto, permite enmarcar la experiencia en lo que


Devoto concluye para el flujo migratorio de la segunda
posguerra:
Los migrantes aunque en modo desigual, como vimos,
accedieron a posiciones laborables estables, manuales
sobre todo calificadas, y en muchos casos, se incorporaron
a ocupaciones no manuales. Vinieron a engrosar, en un
sentido amplio, la clase media urbana […] Ciertamente, el
modelo de desarrollo económico llamado de sustitución de
importaciones favoreció la plena ocupación y la estabilidad
laboral. […] Las sucesivas devaluaciones hicieron menos
eficaces y menos relevantes las remesas y consolidaron

26
procesos de reunificación familiar en una inmigración que
era de todos modos más permanente que las precedentes.39

En este sentido, resulta particularmente significativa


la referencia a la llegada de hermanos con sus
propias familias nucleares y algunos miembros de las
generaciones precedentes.
Como un hermano se había venido a América, a la
Argentina porque un cuñado también había venido antes,
uno trajo al otro, se hizo cadena; y claro le decía: «ven
porque acá hay mucha comida, acá tiran comida, en la
basura hay comida».40

Mi abuelo por parte de mi mamá, a los años de estar


nosotros en Argentina, se vino a Argentina, porque nos
extrañaba, los nietos estaban acá, la hija, la única hija
estaba acá porque a mi tío lo mataron en la guerra.41

Las familias reagrupadas progresivamente se


integraron en la sociedad platense, los hijos se casaron
y formaron sus propias familias. Muchos de estos
catalanes y catalanas llamados de segunda y tercera
generación, son los que hoy dan vida y dinamismo al
Casal dels Països Catalans de La Plata.

39
Devoto. Op. Cit.: 422- 423
40
Registro de campo; octubre 2013.
41
Registro de campo; mayo 2014.

27
ORGANIZACIÓN E IDENTIDAD

Una de las cuestiones que despiertan mayor


interés en el estudio de los procesos migratorios es la
incorporación de los inmigrantes en el lugar de destino.
En este sentido, la proliferación de asociaciones
fundadas por los inmigrantes en los países de recepción
es particularmente significativa y constituye uno de los
elementos más relevantes de su actuación colectiva. 42
El surgimiento del asociativismo étnico parece
estar relacionado con la ruptura parcial del universo
cultural y de las redes de sociabilidad y subordinación
en el lugar de origen43, así como con su resignificación,
rearticulación e institucionalización en el nuevo
escenario a fin de dar respuestas a las necesidades
materiales, de esparcimiento, afectivas y culturales del
colectivo involucrado.
La preexistencia de vínculos interpersonales
—de parentesco, amistad, vecindad, etc.— entre
los inmigrantes nutre y potencia el desarrollo del
asociativismo en tanto:
La existencia de dichas redes sociales, asentadas sobre
pertenencias y vinculaciones, se convertirá en un requisito
fundamental para que sobre una discursividad común,
sobre una identidad grupal embrionaria, se institucionalice
en algunos casos un espacio social que dota de presencia y
constancia real a un determinado sector de la emigración
tanto entre la comunidad emigrante como entre la sociedad
de acogida, espacio que finalmente institucionaliza y
oficializa un discurso de sentir compartido.44
42
Blanco Rodríguez, 2008.
43
Devoto y Míguez, 1992.
44
Blanco Rodríguez; op. cit.: 18.

28
De esta manera, los ámbitos de sociabilidad formal
se transforman en productores de etnicidad, recreando
«[…] el sentido de lo propio mediante la incidencia y la
recuperación de la historia, el mantenimiento de los
símbolos, la valoración y defensa de la unidad del grupo
frente a los «otros».45

Por otra parte, la puesta en diálogo de la historia


propia con la del país receptor, impulsa la producción
de estrategias de interlocución, negociación y
posicionamiento en la sociedad de acogida.

Desde esta perspectiva, una aproximación al


movimiento asociativo catalán en La Plata, permitió
identificar un espacio de sociabilidad formal histórico
y uno actual. La emergencia y desarrollo de ambas
experiencias a principios y finales del siglo XX, impulsaron
la articulación de un eje vertebrador de los procesos de
reafirmación identitaria entre los catalanes de La Plata.

45
Blanco Rodríguez; op. cit.: 11.

29
EL CENTRE CATALÀ DE CULTURA

Los testimonios de algunos socios del Casal dels Països


Catalans de La Plata así como los datos recopilados a
partir de diversas publicaciones, señalan la existencia
de un antecedente histórico del actual asociacionismo
catalán en territorio platense: el Centre Català de
Cultura.

El primer casal catalán de La Plata se constituyó


en febrero de 1923 como asociación recreativa y
cultural, admitiendo en carácter de socios a catalanes,
valencianos y mallorquines residentes en La Plata,
Tolosa, Ensenada y Berisso.46

El surgimiento de esta articulación comunitaria,


puede enmarcarse en lo que Jensen47 denomina el auge
asociativo catalán producido en tierras americanas
entre finales del siglo XIX y primeras décadas del siglo
XX. La proliferación de centros catalanes y formas de
acción colectiva durante este período estuvo vinculada
al aumento del flujo migratorio ultramarino de finales
del siglo XIX. Sin embargo, es importante señalar que
la definición de estas entidades como ámbitos de
referencia patriótica, expresión identitaria y afirmación
étnica no puede disociarse de la atmósfera que en ese
entonces vivía Cataluña.

El catalanismo cultural y político había transformado


la «cuestión nacional», que pasó de ser una mera
especulación ideológica a adquirir carnadura social y
política con la aparición de las primeras formaciones

46
El Día; 1923: 5
47
Jensen, 2008.

30
partidarias catalanistas en sus diferentes versiones:
autonomistas y nacionalistas, de derechas y de
izquierdas, burguesas y populares. En este contexto, la
constitución de los casales expresó el sentir de muchos
catalanes que entendían la labor asociativa como una
forma de militancia cultural y/o política.48

La información publicada en la Revista Ressorgiment49


resulta particularmente significativa para conocer
el posicionamiento y rol desarrollado por el Centre
Català de Cultura de La Plata respecto de la cuestión
catalana, las reivindicaciones de autonomía política
y la identidad cultural. Esto se debe a que además de
ser el emprendimiento editorial más importante del
colectivo catalán asentado en América, «Sus páginas
constituyeron la plataforma desde la cual se dieron a
conocer los proyectos sociales y culturales del colectivo
y, sobre todo, se difundieron las actividades políticas
que se llevaron a cabo desde las distintas asociaciones
que fundaron con ese fin específico.» 50

En este sentido, desde Ressorgiment se destacó el espíritu


catalanista de los catalanes de La Plata, celebrando el
surgimiento del centro catalán y vinculando dicha iniciativa
con organizaciones de carácter abiertamente político
como el Comité Patriótico Nosaltres Sols. Los catalanes
de la ciudad de La Plata vienen, de un tiempo a aquí,

48
Jensen, op. cit. y Jensen, 2010.
49
Ressorgiment es la revista más destacada entre la cuarentena que editaron los
catalanes en Argentina. La fundaron en 1916 Pius Arias, Manuel Cairol, Francesc
Colomer e Hipòlit Nadal. La publicación era mensual, en lengua catalana y apareció
en Buenos Aires entre los años 1916 y 1972. La continuidad de la publicación, a pesar
de los avatares económicos, políticos y sociales que se sucedieron durante sus 57
años de vida, se debió a la tenacidad de su promotor, editor y director Hipòlit Nadal i
Mallol, periodista y político catalanista.
50
Lucci; 2014: 265.

31
dando muestras del espíritu de catalanidad del que están
poseídos. Primero fue la constitución del comité ‘Nosaltres
Sols’ que bajo el santo y seña de la independencia patria
se propone actuar firmemente para cooperar en la acción
reivindicadora de la personalidad nacional de nuestro
pueblo. Ahora nos enteramos de la inminente fundación
de un casal que con el nombre de Centre Catalá reunirá
con hermandad a nuestros connacionales de la capital
de la provincia de Buenos Aires. La iniciativa surgida en
el seno del comité ‘Nosaltres Sols’, ha encontrado la más
entusiasta acogida habiéndose celebrado varias reuniones
preparatorias y constituida una comisión ejecutiva que en
carácter de Junta provisoria, cuidará de la organización de
la nueva entidad.51

El catalanismo que impulsó el desarrollo de la histórica


propuesta asociativa en La Plata, se vislumbra también
en el testimonio del nieto de uno de los promotores
y socios fundadores de la entidad. El relato ilustra la
existencia de trayectorias personales de compromiso y
militancia catalanista que confluyeron Centre Català de
Cultura.

Mis abuelos en 1908 o 1909 deciden irse de España, esto


es muy interesante porque no deciden venir a la Argentina,
sino que deciden irse de Cataluña y probablemente
con problemas políticos asociados a su militancia
independentista. […]En 1923 funda el casal de La Plata,
lugar donde se juntarían todos los conspiradores o
revolucionarios catalanes, por los menos los de La Plata.” 52

Sin embargo, durante los inicios de la entidad también


se registraron desacuerdos y conflictos que reflejaban
los diversos posicionamientos políticos e ideológicos
de los catalanes de La Plata, así como la lucha por

51
Traducción propia. Nadal i Mallol; 1923: Nº 79.
52
Registro de campo; diciembre 2013.

32
la definición de una política de identidad específica
anclada o no, en el catalanismo cultural y político.
Y ahora un pequeño comentario de la impresión que
nos causa nuestra visita a los catalanes de La Plata.
El espíritu que anima a la generalidad es de sincera
catalanidad […]

Estos son los sentimientos que concibieron la creación


del Centro y los que le dan vida. Pero precisamente por
este carácter catalanista de la entidad, los que llevan
la dirección son objeto de acerbas censuras y de bajas
murmuraciones por el enemigo común, el cual, como ya
tiene por costumbre arraigada se vale de todos los medios
para sembrar la discordia entre hermanos. No nos viene
de nuevo lo que están haciendo en La Plata. Es el eterno
recurso de nuestros eternos enemigos. Pero delante, de este
tipo de conflictos no hay que perder la serenidad. El Centre
Català de Cultura es de reciente constitución, data desde
hace dos meses, y eso le da ampliamente la fuerza, para
liberarse de los impedimentos para su normal actuación
[…] Decimos esto porque se están reclutando firmas para
cambiar el nombre actual de la entidad por el de Centre
Llemosí. Este propósito no tiene otra finalidad que evitar
que prime el nombre de Català. Eso sería sencillamente
un absurdo y es lo que piensan la mayoría de dirigentes
y socios del Centre quienes, antes de transigir, afrontaran
el dilema de la separación, si así lo quiere la insignificante
minoría que propugna el cambio de nombre.53

Los intentos de modificar el espíritu catalanista


que guiaba el accionar del centro, no parecen haber
prosperado. No sólo la denominación de la entidad
siguió siendo la misma sino que, durante los años
siguientes, una de sus principales líneas de actuación

53
Traducción propia. Nadal i Mallol; 1923: Nº 82.

33
fue precisamente la difusión de la cuestión catalana.
Para ello, se organizaron conferencias, charlas y
debates con personalidades destacadas y militantes del
nacionalismo catalán.
Asimismo, el compromiso con la causa nacional
motorizó la articulación con otros casales y
organizaciones catalanas del país, permitiendo el
desarrollo de acciones de mayor impacto y envergadura.
Un claro ejemplo de esto fue la presentación en 1924
de «La carta de Los Catalanes de América a la Sociedad
de las Naciones», en la que se denunciaban los abusos
y avasallamiento de los legítimos derechos del pueblo
de Cataluña por parte del Estado Español, reclamando
a la comunidad internacional el desarrollo de acciones
concretas para revertir esa situación.54

Fig. 5: Carnet de socio del Centre Català de Cultura, Baldomero Rabassa. 1923.
(Foto: J. Rabassa)

54
Traducción propia. Nadal i Mallol; 1924. Nº 97.

34
Fig. 6: Carnet de socio del Centre Català de Cultura, Baldomero Rabassa. 1923.
(Foto: J. Rabassa)

Otra experiencia de coordinación y colaboración entre


diversas entidades y organizaciones catalanistas en la
que participó el Centre Català de Cultura, fue el soporte
logístico, mediático y económico brindado a Francesc
Macià durante su gira por América en busca del apoyo
económico necesario para su proyecto independentista. 55
Conocido el fallo favorable de la Cámara Federal, nuestros
compatriotas Macià y Gassol dejaron la residencia particular
donde se hospedaban y se instalaron nuevamente en el
Majestic Hotel. Enseguida, y aprovechando los beneficios
de la libertad que les otorgó la justicia de acuerdo a las leyes
y la Constitución del país —erróneamente interpretados
por los funcionarios administrativos que los retornaron
a Montevideo— nuestros amigos comenzaron a hacer
las visitas a las entidades de espíritu verdaderamente

55
Comissió Amèrica i Catalunya – Generalitat de Catalunya; 1992: 411

35
patriótico y núcleos organizados […] A las seis de la tarde
[del 22 de abril de 1928] entraban en el Centre Català de
Cultura donde fue servido un lunch en honor a los señores
Macià y Gassol. Tampoco hubo discursos. Sencillas
palabras de ofrecimiento y homenaje y otras palabras de
gratitud y simpatía hacia el casal de los catalanes de La
Plata.56

Por otra parte, de acuerdo con la estrecha


vinculación entre la exaltación del acervo tradicional
y los ideales nacionalistas catalanes como uno de los
rasgos característicos del catalanismo peninsular que
llegó a América durante el período conocido como de
inmigración masiva57, el principal objetivo del Centre
Catalá de Cultura de La Plata fue el de promover las
costumbres catalanas. Para ello contó con un cuadro
escénico, un coro de caramelles —canciones populares
catalanas que se cantan para la pascua—, un orfeón,
una biblioteca y una agrupación atlética. También se
constituyó un comité de damas y una delegación de L’
Associació Protectora de l’Ensenyança Catalana.58
La entidad llegó a tener más de 300 socios y su
intensa actuación se ve reflejada hasta el año 1934,
en la constante publicación de noticias en la Revista
Ressorgiment sobre las actividades realizadas por el
Centre Català de Cultura.

En la segunda mitad de la década del 30’, ya no se


encuentran en el material revisado referencias a la
entidad. Una de las últimas noticias sobre el Centre

56
Traducción propia. Nadal i Mallol; 1928: Nº 142.
57
Lucci; op. cit.: 256.
58
Entidad fundada en 1898 por el pedagogo Francesc Folc i Calcat con el objetivo
de impulsar la escuela catalana de acuerdo con principios pedagógicos modernos.
L’Associació Protectora de l’Ensenyança Catalana fue prohibida durante la Dictadura
de Primo de Rivera (1923- 1930).

36
Català de Cultura —publicada en julio de 1934—
menciona la creación de su orfeón. No obstante esto,
el autor concluye su escrito con una reflexión sobre la
necesidad de fortalecer la participación y compromiso
con la dinámica asociativa por parte de los catalanes de
La Plata.

Fig. 7: Francesc Macià en el Centre Català de Cultura, La Plata. 1928. (Foto: Revista
Ressorgiment)

Un nuevo intento, loable por cierto, realizado por


nuestros compatriotas de la ciudad de La Plata con el
fin de dar nueva vida al Centre Català fue la creación de
un conjunto orfeónico. […]En conjunto fue una velada
brillante, la concurrencia aplaudió a todos los intérpretes.
Ahora nomás falta que los catalanes de La Plata sepan
corresponder a los esfuerzos de los organizadores del
orfeón catalán y ayuden a consolidar esta obra cultural y
patriótica.59

Los motivos de la desaparición del Centre Català de


Cultura de La Plata no están claros. En todo caso, y
teniendo en cuenta el perfil catalanista de la entidad,

59
Traducción propia. Nadal i Mallol; 1934: s/n°.

37
surgen diversos interrogantes: ¿Cómo influyeron en
la dinámica asociativa las transformaciones sociales y
políticas que afectaron a Cataluña durante el período
Republicano? y ¿Cómo evolucionaron, en el nuevo
contexto, los diferentes posicionamientos de los socios
en relación al quehacer de la entidad?

Algunos señalan que en el marco del conflicto


ideológico que dividía el campo occidental entre
fascistas y antifascistas, los temores hacia la «amenaza
subversiva» que los grupos dirigentes establecidos
en el poder desde 1932 veían tomar cuerpo en los
refugiados de la Guerra Civil Española y de la Segunda
Guerra Mundial60, como las relaciones de colaboración
y afinidad establecidas con el gobierno franquista
bajo el liderazgo de Perón, habrían hecho mella en la
comunidad catalana de La Plata.

Porque fue otra época que la pasamos muy mal acá,


Perón y Franco eran muy amigos, entonces ser catalán
era ser terrorista, tira bombas, anarquistas y empiezan
a perseguir. No perseguían mal ¿Eh? Pero iban a las
reuniones de los centros catalanes, tomaban nota de lo
que decían quienes asistían y había miedo en esa época.
Un montón de cosas hace que se cierre el Casal de La Plata,
el Casal de Quilmes, el Casal de Córdoba, un montón de
casales cerraron. El «no digas que sos catalán porque la
pasamos mal».61

Otros, recuperando las trayectorias personales de


militancia política vinculadas con la entidad histórica,
creen que muchos de los socios del Centre Català de
Cultura habrían vuelto a Cataluña para participar en
la Guerra Civil Española, lo que probablemente habría
Devoto; op. cit.: 389.
60

Registro de campo; octubre 2013.


61

38
constituido un golpe mortal a la vitalidad y continuidad
de la entidad.

Yo sé que el casal estaba funcionando muy bien porque


tenía coro, tenía biblioteca […] Comenzó la guerra y
muchos fueron allá de voluntarios y yo supongo que debe
haber sido eso, se debe haber ido desintegrando, los que
quedaban a lo mejor no […]62

Más allá de las distintas hipótesis ensayadas por los


catalanes de La Plata sobre el derrotero de la entidad,
resulta particularmente significativa la construcción de un
imaginario común que relaciona la desaparición del Centre
Català de Cultura con los acontecimientos históricos
vividos en la península a partir de la década del 30’.

Fig. 8: Carnet de afiliado a Esquerra Republicana de Catalunya, Baldomero


Rabassa. 1937 (Foto: J. Rabassa)

62
Registro de campo; junio 2014.

39
VACÍO ASOCIATIVO
Luego de la desaparición del Centre Català de Cultura
de La Plata y hasta la fundación en 1996 del actual Casal
dels Països Catalans de La Plata, no existió ningún casal
que nucleara a la comunidad catalana a nivel local.
Como señala Jensen63:
La cristalización de la dictadura franquista por la
aquiescencia de la comunidad internacional fue calando
en los espíritus más combativos y comprometidos con las
libertades y la defensa de la cultura catalana en América
Latina. A esto se sumó el creciente raquitismo de las
asociaciones menguadas por la disminución y posterior
paralización del flujo migratorio hacia América Latina,
especialmente desde los años 60’.64

En este contexto, los inmigrantes catalanes que


forman parte del casal actual y se establecieron en la
ciudad de La Plata durante ese período, desarrollaron
diversas estrategias orientadas satisfacer necesidades
afectivas, de construcción identitaria o con el deseo de
mantener los lazos con su lugar de origen.
Por un lado, se articularon espacios de sociabilidad
informal como encuentros y reuniones con familiares,
amigos y conocidos, en los que hablaban catalán,
comentaban las noticias llegadas desde Cataluña,
preparaban comidas típicas, bailaban danzas
tradicionales y cantaban canciones populares catalanas.

Mi padres tenían amigos que eran de Flix, del mismo pueblo,


que vivían en distintos lugares de Buenos Aires. Entonces

Jensen, op. cit.


63

64
P. 147.

40
era una fiesta cuando: ‘Hoy vamos a visitar a los catalanes’,
amigos de mi papá. Entonces nos relacionábamos así con
ellos, con una alegría como si fuéramos parientes. Que
no lo eran. Que habían vivido algunos años juntos y a lo
mejor habían venido mucho tiempo antes que nosotros
acá. Pero el ir y estar todo un domingo con ellos era una
fiesta. Mi papá, lo veíamos tan contento hablar en catalán,
que decíamos esto es una fiesta para ellos y también para
nosotros. Con los hijos de ellos nos hicimos muy amigos.
Esa era la única unión con catalanes. No había otra cosa
[…]65

Por otro lado, se vincularon con ámbitos de


sociabilidad formal de la comunidad catalana fuera del
ámbito platense. Concretamente se relacionaron con
entidades e instituciones que nucleaban a los catalanes
de Buenos Aires, como el Casal de Catalunya de Buenos
Aires (1941) o la Obra Cultural Catalana (1966) impulsada
por viejos militantes catalanistas para la divulgación
del libro catalán, la nova canco, la literatura infantil y
las revistas en Catalán entre la comunidad residente en
Argentina.66
Sin embargo, la distancia con el centro porteño
donde estaban situadas dichas entidades, no facilitó
la participación de los catalanes de La Plata. De esta
manera, la vinculación y el compromiso con la dinámica
asociativa de la comunidad catalana de Buenos Aires,
se limitó a una colaboración y participación puntual
en actividades festivas o culturales, muchas de ellas
abiertas a toda la comunidad. Este es el caso de los
multitudinarios Aplecs de la Sardana organizados al aire
libre en el Rosedal de Palermo.

Registro de campo; octubre 2013.


65

Nadal i Mallol; 1966: N° 600 [en Jensen; 2008].


66

41
[…] nunca fuimos al Casal de Buenos Aires porque no lo
conocíamos pero sí, una vez al año hacían en Palermo,
La Aplec de Palermo. Donde se bailaba sardana, se
vendía sobrasada, todas las cosas típicas. Una feria de
colectividad pero de catalanes. Y se hacía una vez al año,
en Palermo. Esa no nos la perdíamos. Que era un mundo
de gente en los lagos de Palermo. Y bailaban sardana,
hablaban en catalán, cantaban en catalán y se hacía una
feria de comidas de todas cosas traídas de allá.67

¿Cómo me conecté con ellos? Porque mi padre sabía que


me gustaba todo lo de Catalunya y entonces me dice:
«¿M. no quieres que te lleve un día al grupo Juventud
Catalana? Que hay un grupo de jóvenes que a lo mejor te
gusta». «¡Bueno, vamos!» le dije yo. Y me gustó tanto que
nunca dejé de ir. Más que nada en lo que participé fue
en el esbart dans aire.68 Era joven, tenía 22 años. ¡Íbamos
de campamento y aprendíamos danzas catalanas! Muy,
muy bonito. Cuando hacían conferencias y charlas
también íbamos, teatro, campeonatos de ajedrez y mucha
actividad había en la Obra Cultural Catalana. Entonces
los viernes cuando salía de trabajar, iba ahí a la calle
Hipólito Irigoyen y nos juntábamos todos y bailábamos.
Me quedaba a dormir en la casa de la familia Belalles que
era muy buena gente, como sabían que yo vivía acá cerca
de La Plata; ¡porque el sábado había teatro! Entonces no
me convenía venir acá y después volver […]69

Y todavía está la Obra Cultural, si, tienen una biblioteca


en el subsuelo con el nombre de Fivalier Seres que se
murió y que era el que movía todo. Nos enseñaba todo
de Cataluña, a cantar […] de todo. Nos enseñaba lo que

Registro de campo; octubre 2013.


67

Grupo dedicado a la recuperación y ejecución de danzas populares y tradicionales


68

catalanas.

42
Fig. 9: Reunión con catalanes en el festejo de 15 años de Rosa Maria Torres
Sánchez, Villa Adelina, Pcia. de Buenos Aires. 1967. (Foto gentileza de la familia
Torres Sánchez)

nosotros debíamos saber de Cataluña. Porque veía que


nosotros éramos hijos de catalanes y a lo mejor en casa
no nos decían, de todo nos enseñaba.70

De esta manera y ante la ausencia de un casal catalán,


los lazos sociales con parientes y amigos, así como la
dinámica asociativa de la ciudad vecina, permitieron
a los Catalanes de La Plata transitar diversos espacios
de sociabilidad en los que desarrollaron procesos de
reafirmación identitaria centrados en la recuperación y
el mantenimiento de la historia, la lengua, las tradiciones
y los símbolos catalanes.

Registro de campo; junio 2014


69

Registro de campo; diciembre 2013.


70

43
EL CASAL DELS PAÏSOS CATALANS
DE LA PLATA

Más de medio siglo después de la desaparición


del Centre Català de Cultura, la articulación de la
comunidad catalana de La Plata cobra un nuevo
impulso con la fundación en 1996 del actual Casal dels
Països Catalans de La Plata. La iniciativa fue promovida
por descendientes de catalanes que, a partir del
contacto con la Obra Cultural Catalana, se plantearon
como desafío organizar el centro catalán en la capital
bonaerense.
[…] y claro, él [Fivaller Seras] vino acá a La Plata, a dar
una charla en la Universidad. Gustavo y Germán, los hijos
de Carlos, lo fueron a escuchar y se entusiasmaron y
fundaron el Casal actual.71

Mi papá habló un poco más con mis hijos. Ellos siempre


se sintieron catalanes porque te despierta algo y empezás
a investigar tus orígenes y «comprás o no comprás». Pero
bueno, evidentemente por suerte, mis dos hijos de son de
espíritu muy sensible y muy investigativo. Y bueno van a la
universidad a escuchar una conferencia de un señor que
se llamaba Fivaller Seras de la obra cultural catalana, una
entidad que hay en Buenos Aires y todavía existe. Vino a
dar una charla a La Plata, hará como 18 o 19 años y fueron
mis hijos. Creo que había 5 personas. Fue tan interesante
que se volvieron locos los dos. Entonces cuando terminó
se lamentaron. «¡Qué lástima, que poca gente!» «No, les
dijo el conferencista: «4 o 5 personas se enteraron del
caso catalán, es más que suficiente» Entonces Germán se

Registro de campo; junio 2014


71

44
enloqueció, «¿Cómo hago? ¿Cómo Hago?» y agarró la guía
telefónica y, apellido catalán por apellido catalán, empezó
a llamar por teléfono. Encontró algunos catalanes y se
empezó a correr la voz entre ellos, los que se conocían y
en un momento hicimos una asamblea, una reunión en el
centro asturiano y había como 180 personas.72

Las redes de parientes, amigos y conocidos —que


habían facilitado la creación de espacios de sociabilidad
ante la falta de experiencias asociativas en La Plata—
jugaron un rol clave en la difusión y el desarrollo de la
propuesta de articulaciónn comunitaria.
Pero cada uno «ah, yo tengo un amigo que vive cerca y sé
que tiene un amigo que es catalán», «Bueno, llamalo» y
así se hizo cadena y fuimos creciendo.73

Al Casal llegué yo por medio de mi hermana que vive en


San Martín. Porque en el Colegio donde trabaja mi nuera
—el San Pablo— estudió mi nieta más chica y ella da
horas de clase y trabaja la hija de Rosita. Entonces en uno
de los viajes parece, no sé cómo, que se contactó con mi
hermana. Mi hermana me llamó por teléfono, Rosita me
invitó un día a su casa y allí yo me hice socia del Casal.
O sea que ya son unos cuantos años y fui de la comisión
también del Casal […] Y cuando salió esa oportunidad que
me llamó Rosita, fui con mi hija Alicia y bueno y ya me
hice socia; ahora también son mis hijos y las dos nietas
chiquititas.74

Entonces cuando un catalán que no me acuerdo quien


era se comunicó con mi tía. Mi tía dijo «¿Sabés que va a
haber una reunión para ver si nos podemos organizar y
juntarnos?» Como se juntaban alguna vez en Palermo que

72
Registro de campo; octubre 2013.
73
Registro de campo; noviembre 2013.
74
Registro de campo; noviembre 2013.

45
después no se hizo más. «A ver si nos podemos juntar en
La Plata». Esa fue la idea, de juntarnos. Cuando llegamos
el hijo de Carlos, Germán, dice: «¿Qué les parece si nos
juntamos y nos prestan un lugar?» En el Centro Asturiano
nos prestaban un lugar «¿Hacemos una reunión mensual
para ver si captan más gente catalana, si podemos hacer
un grupo más grande y podríamos hacer un Casal en La
Plata?» […] Claro. Fue mi papá, fue conmigo. No fueron
mis hermanas. Fui yo con mi papá y mi mamá y dijimos
de reunirnos. Bueno, yo fui dos o tres veces, a acompañar
a mis padres, yo sola. Después se sumó mi marido.
Empezamos a hacer comidas, después alquilamos una
casa, después todos fueron a pintar, a arreglar y a poner
una silla. «Yo dono una biblioteca’ «Yo dono una silla»
«Yo dono tal cosa» y empezamos a armar. De una casa
alquilada horrible, la hicimos linda para nosotros. Uno
cortinitas, el otro trajo un cuadro catalán, el otro trajo un
porrón y todas cosas catalanas.75

El surgimiento de la entidad asociativa —reconocida


oficialmente como Comunidad Catalana en el Exterior
por la Generalitat de Cataluña— no fue un caso aislado.
Durante los años 90’, varias urbes latinoamericanas, con
y sin tradición asociativa previa, vieron nacer nuevas
entidades promovidas por catalanes de segunda
y tercera generación (hijos y nietos de catalanes,
respectivamente) que estimulados por la búsqueda
de sus raíces y por la nostalgia76, emprendieron el
desarrollo de las experiencias.
La participación y los relatos compartidos en actual
casal por los familiares de uno de los socios fundadores
del Centre Català de Cultura, facilitaron la reconstrucción

Registro de campo; noviembre 2013.


75

Jensen, Op. Cit.


76

46
de un pasado catalán en La Plata. En una operación de
producción de etnicidad y de definición de lo propio
versus lo ajeno, los catalanes de la plata reconocieron
y difundieron públicamente la experiencia de la entidad
histórica como parte de una historia en común.

Del primer casal, sí, el nieto que está en la comisión, Rabassa


e Irene Rabassa [la hermana] Irene era muy catalanista.
Mira, cuando fundamos aquí el casal, ella fue la primera
que trajo libros catalanes de su biblioteca. […] Al principio
de todo, estábamos en una casa vieja que se venía abajo. Y
ella venía toda contenta. Era muy viejita ya.77

El casal dels Països Catalans de La Plata fue fundado en


1996 por un grupo de familias catalanas que continuaron
la iniciativa del Centre Català creado en 1923 por
Baldomero Rabassa.78

En un primer momento el casal se definió como


espacio de encuentro y construcción de vínculos entre
los catalanes de La Plata. Sin embargo, y al igual que
su predecesor, se fue transformando progresivamente
en un centro de difusión de la cultura y la problemática
catalana.

En principio era una reunión de: «Vamos a hablar en


catalán, podemos reunirnos a charlar». Si, reencontrarse
nada más. Pero ya la idea de Germán era formar un
Casal. Lo que pasa es que íbamos a ver qué podíamos
hacer, reunirnos con gente catalana, así hablábamos
de vez en cuando con otra gente que no fuéramos

Registro de campo; noviembre 2013.


77

Grup de Joves, Casal dels Països Catalans de La Plata; 2010.


78

47
nosotros. Se encontraron con gente de Lérida, que mi
papá era de Lérida y así empezaron esas charlas que
a él le encantaban. Después eso fue creciendo y fuimos
haciendo del Casal lo que es ahora. En principio, la gente
mayor se reunía todos los sábados a comer, en cualquier
casa, primero alquilamos una casa y después alquilamos
otra, después compramos esta y la felicidad de ellos era
juntarse los sábados a comer. Pero entonces cuando
vinimos un poquito más jóvenes dijimos: «El Casal no es
para comer, es para difundir cultura catalana». Porque
ya no entraba gente catalana, no era que nos uníamos
para apoyar a los catalanes en la primera vez que venían,
como podía ser el casal de Buenos Aires en un principio. Ya
habíamos pasado esa época, ya no venían más catalanes.
Entonces si no venían más catalanes, no teníamos que
ayudar a los que llegaban;¿Qué íbamos a hacer? Íbamos
a hacer difusión de la cultura catalana. Entonces fue la
idea de poner profesora de catalán, de enseñar bailecitos
catalanes, de enseñar «les puntaires», de hacer esos tejidos
y después que hubiera teatro en catalán, que hubiera un
cine y una película en catalán. Fueron creciendo todas
actividades para difundir la cultura catalana y se deja
un poco más de lado las reuniones para comer, excepto
la paella. En principio era juntarse a charlar y recordar
tiempos pasados en Catalunya. Pero la gente mayor se
hizo muy mayor y ya no pudo venir más a comer, porque
no maneja o porque no sale de noche; eso también fue
privando que no se reunieran tanto para venir a comer,
que no nos hubiera importando que siguieran viniendo,
siempre y cuando pudiéramos hacer otras cosas que
fueran difundir la cultura catalana.79

El compromiso y la dedicación de los socios, permitió


desarrollar a lo largo de los años una variada oferta de
actividades para la difusión de la cultura catalana. La

Registro de campo; noviembre 2013.


79

48
misma se encuentra en constante revisión y crecimiento.
En la actualidad incluye diversos cursos de lengua
catalana, un coro de adultos y uno de jóvenes, una colla
bastonera, un ciclo de cine catalán, la celebración de
festividades tradicionales como Sant Jordi, Sant Joan,
La Diada, el Tió de Nadal y la realización mensual de
paellas de camaradería.

Fig. 10: Colla Bastonera del Casal dels Països Catalans de La Plata, Feria de
Colectividades, La Plata. 2015. (Foto: Casal dels Països Catalans de La Plata)

A diferencia del asociacionismo catalán de principios


del siglo XX, las experiencias asociativas de los años
90’ emergieron y se desarrollaron en un contexto
regional caracterizado por la ausencia de nuevos flujos
migratorios provenientes de Cataluña.

Yo desde que estoy acá no he notado que haya aumentado


el flujo migratorio para nada. Por lo menos en el caso
de La Plata. Sí que hemos notado gente de paso, que
está temporalmente acá por parejas mixtas [catalanes y

49
argentinos]. Gente que viene por estudios como maestría,
doctorado o algún año de la universidad para hacerlo
acá. Nos avisan de Relaciones Internacionales de la UNLP
[Universidad Nacional de La Plata] cuando viene alguien
de los Países Catalanes; y de cifras estamos hablando de
4 o 5 al año pero es gente que viene un año, dos y chau.
Es gente que no quiere participar de la Cataluña exterior,
personas que quieren impregnarse del país que les recibe,
no es gente captable para nosotros.80

En este escenario, paulatinamente se fue definiendo


una política de apertura e integración del casal con el
tejido asociativo y la sociedad platense en general. Esta
política no sólo favorece la visibilidad de las prácticas
culturales catalanas sino que, ante la ausencia de
nuevos inmigrantes, es entendida por los miembros del
casal como la principal estrategia para enfrentar la falta
de recambio generacional.
Como justamente nosotros no creemos que haya una
nueva oleada inmigratoria, una gran renovación acá, si
queremos sobrevivir tenemos que pasar por la coexistencia
con otras entidades o convertirnos en un centro cultural
que tenga como trasfondo la identidad de los países
catalanes, pero más caminando hacia la cultura que hacia
las colectividades.81

Una cuestión que ilustra la mencionada política, es


la eliminación del requisito de asociarse para poder
participar de las diversas actividades programadas,
así como con la realización de muchas de ellas en los
espacios públicos de la ciudad de La Plata.
Por otra lado, la perspectiva de fortalecimiento y
sostenibilidad de la entidad a partir de la integración

Registro de campo; mayo 2018.


80

Registro de campo; mayo 2018.


81

50
con el territorio del que forma parte, ha originado
la articulación de nuevas propuestas y actividades
como la realización en el casal de los exitosos ciclos
de exposiciones fotográficas y de artes plásticas que
promueven el trabajo de artistas locales inspirados en
Cataluña.

Fig. 11: Afiche Sant Jordi Solidario, Casal dels Països Catalans de La Plata. 2019

A esto se suma una nueva línea de actuación, centrada


en la vinculación de la agenda cultural catalana con
diversas acciones de carácter solidario, cuya realización
impulsa colaboraciones e intercambios con otros
actores sociales del territorio.
Más allá de los resultados alcanzados de acuerdo con
los objetivos definidos para cada una de las acciones
solidarias, la articulación de una red territorial genera
la apertura de nuevos canales y mecanismos para la
difusión de la cultura catalana.
La divulgación del acervo tradicional catalán,
vehiculizada a partir de la acción territorial, trasciende

51
el mero relato folclórico. De esta manera, se actualizan
y resignifican los símbolos y festividades catalanas
adquiriendo nuevos sentidos relacionados con el
compromiso social, el trabajo colectivo y solidario.
Asimismo, la redefinición que los catalanes de La Plata
hacen de lo propio, del «nosotros», se completa y
enriquece con el reconocimiento social de la comunidad
platense involucrada en la definición y ejecución de las
propuestas.
La difusión de la historia y la cultura catalana,
sumada a la articulación e integración territorial, así
como la implementación de criterios inclusivos para
la participación en la entidad, impulsa la definición
del Casal dels Països Catalans de La Plata como un
espacio de sociabilidad plural y dinámico. Por allí
transitan inmigrantes catalanes, catalanes de segunda
y tercera generación y cada vez un mayor número de
«catalanófilos» que —a pesar de no tener ninguna
relación de parentesco con los catalanes— manifiestan
un profundo interés por la lengua, la cultura y la
problemática catalana 82.
Por otra parte —y de la misma manera que las
transformaciones en el asociacionismo histórico catalán
no puede divorciarse del devenir histórico peninsular—
el ascenso de la reivindicación independentista
desarrollado en Cataluña en los últimos años —que
se ha denominado «Proceso Soberanista» o «Derecho
a Decidir»— influyó notablemente en la dinámica
asociativa del Casal dels Països Catalans de La Plata.

De acuerdo con el espíritu catalanista que ha


caracterizado históricamente el asociacionismo catalán
de La Plata, desde el casal se desarrolló una línea de

Jensen, op. cit.


82

52
actuación centrada en la información, la sensibilización
y el acompañamiento de los acontecimientos
desarrollados a partir de 2012 en la península,
con el objetivo de lograr la autodeterminación y la
independencia de Cataluña de España.
En este sentido, se destacó la puesta en marcha
del INCAT, una agencia de noticias virtual y de libre
acceso en internet, en la que se publicaban noticias
provenientes de Cataluña traducidas al español. El
objetivo de la propuesta fue sensibilizar a las sociedades
latinoamericanas sobre el proceso catalán «[…] evitando
la manipulación mediática proveniente de Madrid […]»83

También se organizaron charlas, seminarios y


conferencias sobre la problemática catalana y se
participó en iniciativas promovidas desde Cataluña para
reivindicar el derecho a decidir del pueblo catalán.

Fig. 12: Manifestación a favor del proceso independentista Catalán, Buenos Aires.
2014. (Foto: J. C. Radovich)

Registro de campo; julio 2016.


83

53
Por otro lado —y ante las dificultades para participar
desde el exterior en el Referéndum de Independencia del
1 de octubre de 2017, producto de: «[…] la maquinaria
desplegada por el gobierno del presidente del gobierno
español, Mariano Rajoy, para cumplir con la suspensión del
referéndum dictada por el Tribunal Constitucional.»— 84,
algunos de los catalanes de La Plata que contaron con
la posibilidad de viajar a Cataluña, hicieron efectivo su
compromiso con el «Derecho a decidir» mediante su
participación en las urnas.

Sí, terrible, la represión. Acabamos de volver, nosotros


estuvimos y fuimos a votar.85

Finalmente, cabe destacar que el Casal dels


Països Catalans de La Plata forma parte de la red
de Comunidades Catalanas en Sudamérica. Las
autoridades de la misma son elegidas mediante el voto
entre los presidentes de las organizaciones miembros,
para luego ser validadas por la Generalitat de Catalunya.
Desde esta red se impulsa la realización de encuentros
culturales así como la construcción de espacios para
la reflexión, el acuerdo de lineamientos de trabajo y el
intercambio de experiencias.

De esta manera, se construyen y fortalecen los


vínculos con las comunidades catalanas de la región
con la Cataluña peninsular, que abonan y enriquecen el
desarrollo de los procesos de redefinición identitaria de
los catalanes de La Plata.

Clarín Mundo; 28/09/2017.


84

Registro de campo; octubre 2017.


85

54
A MODO DE CIERRE

La aproximación etnográfica al proceso migratorio


entre los catalanes de La Plata a través de su expresión
asociativa, permite ilustrar la complejidad de los procesos
identitarios impulsados en tierras extrañas por aquellas
personas que iniciaron la aventura ultramarina desde
Cataluña.

En este sentido, con el propósito de difundir la cultura


catalana y ante la ausencia de nuevo flujos migratorios
procedentes del lugar de origen, desde el Casal dels Països
Catalans de La Plata se promueve el desarrollo de una
dinámica asociativa basada en la integración territorial y
la participación de la comunidad local.

El actual casal se transforma así, en un espacio de


sociabilidad transitado por inmigrantes catalanes,
descendientes de catalanes y un creciente número de
catalanófilos que, desde sus respectivas identidades
biográficas y a través de la participación en el quehacer
asociativo, construyen vínculos e intercambian
experiencias y saberes.

Es en este acontecer del Casal dels Països Catalans de


La Plata—durante los encuentros, las celebraciones, las
charlas, las actividades culturales, las acciones solidarias,
etc.— donde se construye y se institucionaliza una
discursividad común. Allí, las diferencias se diluyen y se
produce el rescate de los discursos y las experiencias
ligadas a la causa nacional catalana.

55
De esta manera, y a través de una operación de
producción de etnicidad, el casal se define como la
memoria institucional de una inmigración que, buscando
mejorar sus condiciones de vida, llegó al país atravesada
por la lucha por la autonomía de Cataluña, la guerra civil y la
dictadura franquista. Por otra parte, el casal se transforma
en heredero del Centre Català de Cultura y de la militancia
catalanista que caracterizó a la entidad histórica.

Asimismo, la vinculación entre el devenir histórico


peninsular y la dinámica asociativa en el lugar de destino,
vuelve a manifestarse con el desarrollo del Proceso
Soberanista Catalán. Los acontecimientos sucedidos
en Cataluña a partir del 2012, constituyen el marco de
actualización y resignificación de lo propio, del «nosotros»,
que arraigado en un profundo catalanismo, impulsó
la redefinición de las actuaciones desarrolladas desde
la entidad platense, así como su articulación con otras
comunidades catalanas de la región y con los catalanes
peninsulares.

En todo caso, la reafirmación identitaria de los catalanes


de La Plata es un proceso inacabado. Resta alentar la
realización de futuras investigaciones que desde una
perspectiva interdisciplinaria profundicen el abordaje
iniciado.

56
AGRADECIMIENTOS

Agradezco a Juan Carlos Radovich por animarme a iniciar


el proyecto de investigación. Al Casal dels Països Catalans de
La Plata por el interés y el apoyo recibido para realizar esta
publicación. A Carlos por abrirme las puertas del casal, por
el entusiasmo demostrado y el acompañamiento. A Esther
y Pau por el compromiso, la dedicación y la confianza.
A Mercè por las charlas, los textos y el intercambio de
ideas. A Dolors, María, Josep Agustí, Rosita, Montse, Jorge,
Gustavo, Joan, Sara, Andrea y a todos los que compartieron
sus experiencias de vida conmigo, gracias por haber hecho
posible este trabajo.

57
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