La Personalidad

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 5

LA PERSONALIDAD

La personalidad puede sintetizarse como el conjunto de características o patrón de sentimientos,


emociones y pensamientos ligados al comportamiento, es decir, los pensamientos, sentimientos,
actitudes, hábitos y la conducta de cada individuo, que persiste a lo largo del tiempo frente a distintas
situaciones.
Las características de personalidad detallan rasgos de amabilidad, social expresivo, obediencia
afiliativa, expresión afectiva (negativa y positiva), instrumentalidad negativa, intelecto, egocentrismo,
rebeldía, control personal y persistencia.
La personalidad es un aspecto que todos poseemos, el cual nos diferencia de las demás personas y
nos convierte en alguien único. Por lo tanto, tiene un rol de gran importancia en el desarrollo
personal de un individuo; por eso y más es importante conocer qué es la personalidad y tipos de
personalidad que existen.

Qué es la personalidad?
La personalidad y tipos de personalidad se pueden definir como un conjunto de dinámicas
psíquicas que proporcionan las características de una persona; se trata de un constructo hipotético
derivado de la observación de la conducta. En otras palabras, la personalidad es la forma en cómo
una persona actúa o piensa.
La personalidad es un patrón que abarca las actitudes, pensamientos o sentimientos de una
persona día a día. Además, permite que una persona pueda desenvolverse en entornos sociales, sin
ningún inconveniente.
Características de la personalidad
La personalidad es conocida por ser un patrón funcional el cual es coherente consigo mismo, el cual
suele estar consolidado y resistente al cambio. Sin embargo, este trabaja de manera distinta a la
hora de enfrentar diversas situaciones, ya que al ser algo interiorizado del individuo, no depende
tanto de los factores externos.
Hay que tener en cuenta, que los elementos de la personalidad de una persona se definen por
diversos factores y no solo por una situación determinada. Por lo tanto, esto varía dependiendo del
estilo de vida, motivaciones y creencias, lo que deriva en un amplio concepto de personalidad y
tipos de personalidad.
¿Por qué es importante la personalidad y tipos de personalidad en los individuos?
La personalidad y tipos de personalidad son de suma importancia en la vida de los seres
humanos, ya que esta nos identifica y nos da un carácter que nos caracteriza. Por eso, se
recomienda trabajar este aspecto para mejorar la calidad de vida y ser felices.
Además, se ha determinado que al trabajar constantemente en la personalidad, las personas logran
cambiar su actitud, mejorando su imagen hacia las demás personas. No obstante, la personalidad
también permite al individuo controlar emociones, comportamiento e incluso se detectan trastornos
psicológicos.
Qué son los rasgos de personalidad positivos y negativos?
Los rasgos de personalidad son un conjunto de características, emociones, formas de pensar y
aspectos del comportamiento de un individuo que sirven para definirlo y valorarlo. Están basados
tanto en factores biológicos y culturales como en la ética, la moral y las creencias personales. Cada
sujeto tiene distintos rasgos de personalidad y posee diversas actitudes ante las situaciones que
surgen a lo largo de la vida. Enfatizar sobre sus rasgos positivos, así como ser consciente de los
negativos, le será de gran utilidad a la hora de establecer sus objetivos profesionales. De este modo,
podrá encontrar la respuesta perfecta en una entrevista o podrás ofrecer la solución más eficaz en
una reunión.
¿Cuántos tipos de personalidad existen? ¿Se puede clasificar la personalidad realmente? ¿Puedes
cambiar de un tipo de personalidad a otro? ¿Son compatibles todos los tipos de personalidades?
Qué son los tipos de personalidad?
Antes de adentrarnos a explicar los nueve tipos de personalidad tendremos que definir lo que es la
personalidad.
La personalidad es el conjunto de características psicológicas de un individuo. Es importante
señalar que dichas características no son rígidas o permanentes, sino que están en continuo
desarrollo, por lo que pueden ir cambiando a lo largo de la vida. La personalidad explicaría por
qué distintas personas, ante la misma situación, actúan distinto. Dentro de la personalidad,
también hablaríamos de pensamientos, sensaciones, emociones, sentimientos, actitudes o
estrategias de afrontamiento.
Los 9 tipos de personalidad y sus características
Tome en cuenta que la siguiente numeración no corresponde a una jerarquía, es decir, ningún tipo
es mejor que otro.
1. El reformador
Para este tipo de persona resulta muy importante saber distinguir entre el bien y el mal, tienen un
gran sentido de la ética y son concienzudas. Por ello, se esfuerzan mucho en hacer bien lo que
se proponen, sin embargo, le temen mucho al error, lo cual le limita a la hora de ponerse
objetivos. El reformador debería aprender a gestionar su frustración y su impaciencia cuando
algo no le sale como esperaba.
Por ejemplo, se trataría de una persona perfeccionista, de la cual podemos pensar que es su punto
fuerte, pero esto también es un defecto en el sentido de que, en más ocasiones de las que el
reformador desearía, le acompaña el pensamiento de “si no me va a salir perfecto, mejor no lo hago”,
con lo cual ni siquiera lo intenta, perdiendo muchas oportunidades de éxito.
2. El ayudador
Este tipo de persona suele ser comprensiva, sincera y bondadosa. Su patrón de conducta está
orientado hacia los demás, sintiendo orgullo cuando ve que alguien más le necesita. Esto, a su
vez, genera que el ayudador tenga dificultades para reconocer sus propias necesidades. Por lo
tanto, su objetivo de crecimiento será aprender a reconocer estas y no necesitar el cariño de los
demás para sentirse querido, aprender a pedir ayuda y poner límites.
Por ejemplo, es el tipo de persona que siempre está ahí para los demás, pero analizas un poco su
vida y te das cuenta de que nunca tiene tiempo para sí. Siempre está dispuesta a dejar lo que
tiene que hacer ella si alguien le pide ayuda, aunque ello suponga dejar de lado sus propias
tareas o intereses.
3. El triunfador
El triunfador definirá su auto concepto y su autoestima en base a sus propios logros. Al mismo
tiempo, tiene una tendencia a actuar como cree que los demás quieren que actúe,
importándoles mucho la imagen que proyectan al resto. Por otro lado, siente mucha motivación por
el progreso en todos los ámbitos. Si sabe gestionarlo, el triunfador se aceptará a sí mismo a la par
que aprende de los fracasos para mejorar.
Un ejemplo de este tipo de personalidad sería una persona adicta al trabajo y altamente
competitiva. Focaliza en exceso su atención en los objetivos de resultado, queriendo conseguir
siempre el mejor resultado posible.
4. El individualista
Las personas de tipo individualista tienden a ser muy conscientes de sí mismas, son sensibles y
a la vez reservadas y calladas. Al mismo tiempo se sienten vulnerables frente a los demás y eso
les hace retraerse. Tienden a un estado de ánimo depresivo, pero en un estado sano, son muy
creativas, inspirándose para renovarse y transformar sus experiencias. Ser consciente de uno
mismo puede ser ventaja e inconveniente al mismo tiempo.
Por ejemplo, la persona individualista puede ser aquella que en eventos sociales suele ser la más
callada y que habla solo cuando tiene algo que decir, perdiendo espontaneidad.
5. El investigador
Como podemos deducir, el investigador es una persona analista y observadora, muy perspicaz y
curiosa. Tienen gran capacidad de concentración y de desarrollo de ideas innovadoras. Siendo
estos sus puntos fuertes, sus puntos débiles es que pueden rozar la obsesión con sus
pensamientos, llegando al nerviosismo extremo y desligándose del presente.
Un ejemplo de persona investigadora es aquella que analiza constantemente el porqué de sus
conductas o incluso de sus emociones, quedándose obsesionada en analizar cada detalle de su
mente buscando algo que esté mal.

6. El leal
Este tipo de personalidad tiene como valores principales la sinceridad y la fidelidad. Transmite
mucha confianza y son muy responsables y, curiosamente, también son desconfiados y
ansiosos. A menudo, sienten miedo por lo desconocido y a todo lo que les pueda generar dolor
emocional. Para su desarrollo personal, deberá encontrar el valor dentro de sí mismo y confiar en
sus propios recursos psicológicos para afrontar adversidades.
Por ejemplo, una persona leal desconfiará de las personas, sobre todo, de los nuevos vínculos
que genere y le costará aprender a confiar en ellos. No obstante, cuidarán mucho no hacer daño
a dicho vínculos.
7. El entusiasta
Optimistas y espontáneas, las personas con este tipo de personalidad, son muy productivas y
suelen estar ajetreadas. Esto puede generarles cierta desorganización y a una impulsividad que
no siempre puede ser beneficiosa. Deberá aprender a manejar esas emociones y la toma de
decisiones de forma responsable.
Es el tipo de persona que casi siempre está en movimiento. Suele tener muchos frentes abiertos y
proyectos por delante. A veces, tantos que no termina nada de lo que empieza.
8. El desafiador
Tiene madera de líder y es uno de los tipos de personalidad que quieren tener a su entorno
controlado, deseando esconder sus debilidades a toda costa. De igual modo, buscan la
protección de quienes consideran que lo necesitan, pudiendo volverse demasiado orgullosas. El
desafiador deberá aprender a aceptar sus debilidades y a dejarse llevar por el descontrol.
Un ejemplo de este tipo de persona sería aquella que están muy centradas en que quien obra mal
debe pagar las consecuencias, muy apegadas al sentimiento de justicia, y que transmiten estar
muy seguras de sí mismas.
9. El pacificador
Las personas con este tipo de personalidad son pasivas y tienden a huir del conflicto. Con lo
cual, suelen dejar que las decisiones las tomen otros para no cargar con el peso de la
responsabilidad. Su principal preocupación es no romper con la tranquilidad interna, pero esto a
su vez les puede llevar a ejercer de mediadores en los desacuerdos. Su objetivo de crecimiento,
lógicamente será aprender a escuchar cuáles son sus deseos reales y a tomar decisiones aunque
ello le suponga perturbar esa paz interior.
Un ejemplo de este tipo persona es el que, ante un problema, tiende a relativizar demasiado,
escucha pero da la solución más fácil e intenta que esta le influya a él o ella lo menos posible .
Se meterá en los asuntos de los demás solo si se lo piden o si ve que ello no va a suponer tomar
decisiones.
Conclusiones: Tipos de personalidad
Conocer nuestras tendencias más inconscientes nos ayuda en el proceso de autoconocimiento,
un arma bien poderosa para empezar a generar cambios en nuestra vida, sobre todo, aquellos
necesarios para conseguir un mayor bienestar. Saber entenderse y explicar nuestros
comportamientos, nuestros sentimientos y nuestros pensamientos es vital para iniciar el
proceso de ser la persona que queremos ser y no quedarnos anclados en el típico “es que yo
soy así”. Por eso, es más que probable que al haber leído los distintos tipos de personalidad te
hayas sentido identificado con más de uno.
Dicho esto, reiteramos la idea de que los tipos de personalidad no son algo rígido y que se puede
cambiar, especialmente, si te embarcas en un proceso de terapia psicológica.

También podría gustarte