Lectura en México
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DOI: https://doi.org/10.21555/rpc.vi2.2432
Cómo citar: Ramírez Leyva, E. M., & Pimentel Ávila, B. A. . (2021). Lectura en México : Un histórico y breve viaje por los
caminos de los lectores, el libro y las bibliotecas. RPC, (2), 11–21. https://doi.org/10.21555/rpc.vi2.2432
Videopresentación
RESUMEN
políticos, económicos, administrativos, costumbristas,
La lectura en México, desde la época prehispá- arquitectónicos, históricos o científicos, por mencionar
nica hasta el siglo XXI, ha pasado por diferentes trans- solo algunos aspectos de la memoria humana que han
formaciones en cuanto a concepciones, capacidades, formado a millones de comunidades lectoras. Este ar-
usos sociales, soportes, textos y su materialidad, con los tículo tiene el objetivo de analizar e identificar breve-
que se han registrado, conservado y difundido los sabe- mente los factores que propiciaron la formación de las
res, experiencias e informaciones culturales, religiosos, comunidades lectoras mexicanas, en las poblaciones
nativas y su diversificación a partir del proceso de occi- edge and experiences have been recorded, preserved
dentalización en las cuales la palabra escrita, la lectura and disseminated cultural, religious, political, economic,
y los libros han transformado a la sociedad mexicana a administrative, customs, architectural, historical or sci-
lo largo de toda su historia. entific information, to mention just some aspects of hu-
man memory that have formed millions of readers. This
Palabras-clave: México, lectura, libros, bibliotecas, historia. article aims to briefly analyze and identify the factors
that led to the formation of Mexican reading communi-
ties, in native populations and their diversification from
the westernization in which the written word, reading
ABSTRACT and books have transformed Mexican society through-
out its entire history.
Reading in Mexico, from pre-Hispanic times
to the 21st. century, has undergone different transfor- Keywords: Mexico, reading, books, libraries, history.
mations in terms of conceptions, capacities, social uses,
supports, texts and their materiality, with which knowl-
En el mar del choque de culturas, se torna fascinante pal- la información y logrado su largo proceso de civilización
par tanto los recursos del ingenio del hombre en busca y transformación. En México comienza desde la época
de la palabra portadora de la comunicación como las cir- prehispánica y después transita al proceso de occiden-
cunstancias que dieron escenario a los hechos. talización, la ilustración, la democratización, la globali-
Gloria Bravo Ahúja zación y a la era digital.
En México, como en todo el mundo, el acopio
de libros dio lugar a los recintos en donde estos se ela-
Dedicado a Ramiro Lafuente boraban: las imprentas y editoriales; donde se les res-
Impulsor de estudios de historia de la cultura escrita. guardan: las bibliotecas; y las instituciones que los usa-
ban: las escuelas. Los amoxcalli o casas de libros eran
un espacio sagrado destinado a la preservación de los
códices y en donde se propició el fomento de la lectura,
INTRODUCCIÓN la escritura y la formación de lectores. El libro impreso
que llegó del viejo mundo al nuevo, contribuyó a que la
La palabra tiene un poder oral y escrito. En lectura fuera fundamental en la occidentalización, for-
este último se preservan conocimiento e información mando públicos lectores que se multiplicaron y diversi-
registrados en soportes que han tenido diferentes for- ficaron a lo largo de los siglos.
mas y materialidades, y por medio de ellos han perdura-
do por siglos, traspasado fronteras y se han comunicado
de una generación a otra. La humanidad ha accedido a
LA LECTURA EN EL MUNDO PREHISPÁNICO mino” (de oh-tli, “camino” y toca “seguir”)” (León-Por-
tilla, 2014: 91). La palabra implica seguir un camino de
Durante muchos años, los signos contenidos pinturas y caracteres en el cual los sabios enseñaban a
en los códices prehispánicos no se estudiaron como los jóvenes cantos, mitos e historias divinas. La palabra
una escritura sino como representaciones pictográficas; escrita era complemento y fuerza de la palabra oral, sin
sin embargo, estos signos se han reconocido como un que una forma traspusiera o desplazara a la otra. Leer
sistema complejo de escritura, cuyo ejercicio implicaba era cantar y hablar. P. Johansson (1993) afirma que en-
prácticas de lectura particulares, cuyos actores, formas tre los aztecas la lectura era un proceso multisensorial,
y espacios ayudan a comprender los códices desde la casi sinestésico que involucraba al oído y al tacto por
perspectiva de la palabra, la interpretación y su posicio- medio de la danza. También era una puesta en escena,
namiento en la tradición y cotidianeidad de la sociedad en donde la palabra era el ingrediente mágico dentro
indígena antigua. de un proceso colectivo ceremonial.
La escritura de los mayas planteaba una rela-
LA LECTURA COMO ORALIDAD Y RITUAL ción con el pasado mucho más compleja que la medi-
ción del movimiento de los astros. Mercedes de la Gar-
Las culturas prehispánicas desarrollaron siste- za apunta que la lectura para los mayas era historia
mas de escritura emparentados con la pintura y su cos- plasmada en memoria, escritura y tradición oral. Todo
movisión particular que incluía colores, tamaños, la po- lo sagrado y merecedor de respeto se condensaba en la
sición en el texto, etc. Al respecto, dice Patrick Johansson: palabra escrita, en los códices, que más que ser fuente
de sus conocimientos y tradiciones “eran el símbolo de
Para apreciar plenamente hoy en día la litera- todo lo sagrado y digno de respeto, la clave para com-
tura náhuatl prehispánica, no basta abrir una prender el espacio y el tiempo” (De la Garza, 2012: 26).
antología y recorrer la yuxtaposición lineal de
los conjuntos alfabéticos que consignan “pala- ¿QUÉ FORMAS TOMA EL OBJETO DE LECTURA
bras”. Es preciso además considerar esta litera- EN LAS CULTURAS PREHISPÁNICAS?
tura en el contexto muy preciso de valores y de
mecanismos sociales que componían el mundo Los diferentes soportes de lectura implicaron
prehispánico (Johansson, 1993: 17). tratamientos y formas distintas. Por ejemplo, el soporte
por excelencia de la cultura olmeca fue la piedra. Los
Desde los olmecas, la lectura de glifos calen- zapotecas desarrollaron un sistema de escritura logofo-
dáricos era un registro fiel de la memoria. Para los ma- nético que se plasmaba en sus monumentos, bloques
yas, la lectura era el futuro, el tiempo cíclico y la relación de piedra o tiras de piel de venado (Urcid, 1997). Los
con las deidades a través del conteo de sus años. Leer códices mixtecos estaban hechos de una piel larga de
era cantar, dar a la palabra vida y magia con la voz co- venado o de papel de amate de entre 12 y 14 metros, re-
lectiva que revivía a través de rituales. Para los mixtecas cubierta de estuco que se doblaba en forma de biombo,
y nahuas el acto de leer era la memoria de quienes han ilustrada en tinta de colores (Jansen, 1999). La mayoría
tenido el poder para reconstruir la historia de los reyes. de los códices mayas y nahuas están hechos con Amate
Para los zapotecas implicaba revivir a sus héroes y reyes o amatl del que se obtenía “una tira de papel, de varios
como una legitimación del poder (Urcid, 1997). La lec- metros de largo, doblado en forma de biombo y que
tura se desarrollaba en la élite desde su parte gráfica, tenía a guisa de pasta dos láminas de madera, cuero o
y desde el pueblo en la esfera oral, por tanto, la lectura alguna otra substancia dura” (Brito, 1980). En náhuatl
también implicaba una jerarquía. tlatolli quiere decir palabra, de ahí que los distintos ti-
En la cultura náhuatl, el amoxtli es el libro pos de discurso-memoria, oral o escrito, tuvieran el sufi-
“compuesto de amox (tli), “libro” y oh-toca, “seguir el ca- jo tlatolli, mientras que los libros físicos tenían el sufijo
(Yunes, 2018: 115). Por ello, De Gante se puede conside- 114). Los misioneros sabían del gran poder de la pa-
rar el precursor de la occidentalización del continente labra oral y escrita, la lectura y las imágenes, así que,
americano, y el formador de una nueva comunidad de conjugando diferentes lenguajes como códigos textua-
lectores. les, sonoros, icónicos y actos cotidianos emprendieron
la conquista espiritual y, con ella, la del ser, el pensar, el
LA FORMACIÓN DE LECTORES INDÍGENAS DEL sentir y el actuar. Esta conquista espiritual fue el eje de
NUEVO MUNDO una educación institucionalizada, sostenida en la lectu-
ra, el libro y los maestros-misioneros que eran sus me-
La evangelización en la Nueva España impul- diadores. La formación de lectores indígenas también
só la alfabetización y castellanización de las comunida- se basó en diferentes métodos como la mímica, cantos,
des nativas, dando lugar al mestizaje cultural y gené- danzas o recursos pictográficos, con el apoyo de intér-
tico. Una vez instalados en México los misioneros, “se pretes.
puso mayor cuidado en la educación de los niños indí-
genas y [...] fundaron varios colegios reservados a ellos,
donde los formaron con base en el libro y la lectura”
(Ramírez, 2001: 37). Entre las primeras está la fundada
por fray Pedro de Gante en Texcoco en 1523. El Colegio
de San Miguel de los Naturales, destinado a adolescen-
tes indígenas, llegó a reunir a mil alumnos. En 1529 el
Colegio de San Juan de Letrán impartía educación bási-
ca y después fray Juan de Zumárraga y Vasco de Quiro-
ga fundaron colegios en diferentes lugares del territorio
mexicano.
El sistema educativo lo organizaron en dos ni-
veles: uno para la clase plebeya, los macehuales, a la
que se le dio una alfabetización básica con el objetivo
de que pudieran leer y releer el catecismo que se había
Catecismo para los indios de fray Pedro de Gante, del
transcrito a su lengua; y también por medio de picto- siglo XVI. Fuente: Biblioteca Nacional, Madrid.
gramas que aluden a los preceptos cristianos, con los
que practicaban una lectura nemotécnica del catecis-
mo. Asimismo, se practicaba la lectura en voz alta, ya Entre 1539 y 1585, se escribieron varios libros,
fuera por un nativo o un fraile, para enseñar y practi- sermones, epístolas, evangelios y partes de la Biblia
car la correcta pronunciación e interpretación. El otro adaptadas a la cultura indígena y escritas en lenguas
nivel se integraba por indígenas de la nobleza, los pi- nativas e ilustradas con imágenes religiosas. También
piltzin, quienes también eran preparados en castellano se popularizaron las estampas sobre los temas de los
y latín, para las actividades litúrgicas, teología y música. sermones, cuya lectura gráfica permitía un constante
También se crearon colegios de enseñanza superior re- recordatorio de la fe. La lectura en imágenes era una
servados para una selecta clase de indígenas que eran práctica cotidiana, no exclusiva de los misioneros, pues
formados para difundir la fe cristiana, tenían acceso a ésta formaba parte de la cultura indígena, como nos
los libros escritos para ellos y a los que usaban los reli- dan cuenta sus códices. El primer catecismo, adjudica-
giosos, que eran propios de una formación humanista. do al citado fray Pedro de Gante, fue modelo de los ca-
Otro gran trabajo fue la elaboración de mate- tecismos ilustrados y bilingües creados posteriormente,
riales didácticos, entre ellos el Catecismo en pictogra- incluso en el primero se usaron jeroglíficos y se recurría
mas (1529), la Cartilla para enseñar a leer (1569) y la al canto para la memorización.
Doctrina Christiana en lengua mexicana (Yunes, 2018:
Los indígenas asimilaban la nueva lengua cas- Estos logros no tardaron en generar alarma
tellana e incluso el latín. Al respecto, Gloria Bravo Ahúja entre algunos sectores, quienes promovieron ante el
señala que “muy posiblemente existía entre la élite cla- emperador Carlos V que la evangelización se frenara, y,
ra conciencia de la importancia de la cultura fonética, lo aunque no lo consideró peligroso, sí instruyó impedir la
que pudo haber facilitado su introducción” (1977: 30). circulación de lecturas profanas, en especial novelas de
Asimismo, misioneros como Gante, Motolinía, Zumárra- caballería y románticas entre los naturales. Aun cuando
ga y Testera destacaban la facilidad con la que los niños se desconoce si entre ellos había aficionados a esos gé-
y adultos aprendían a escribir y a leer. I. Leonard, en su neros, éstos sí eran introducidos de manera subrepticia
obra Los libros del conquistador, cita a Motolinía, quien al Nuevo Mundo, incluso eran parte del naciente merca-
escribió: do de libros, también circulaban temas de filosofía, teo-
logía y ciencias que salían de imprentas de Paris, Lyon,
Con mucha brevedad aprendieron a leer así Venecia, Roma, Amberes, Sevilla y Salamanca.
nuestro romance castellano, como el latín, y
tirado o letra a mano, empezaron a enseñar- LA LECTURA EN EL ORIGEN DE LA BIBLIOTECA
se unos a otros en su propia lengua, logrando Y LA IMPRENTA EN LA NUEVA ESPAÑA
hacer hablar al papel y enviar mensajes a sus
lejanos amigos, lo cual les pareció maravilloso. La imprenta y las bibliotecas que se estable-
[...] Todos saben leer, hasta los que ha poco se cieron en el Nuevo Mundo fueron factores fundamen-
comenzaron a enseñar (1953: 5). tales en el desarrollo de los vínculos de la sociedad con
la cultura escrita, el cual se inició con los libros que mi-
Entre los misioneros que dominaban las len- sioneros y conquistadores traían consigo, pero también
guas indígenas había quienes transcribían la memoria en la necesidad de continuar alimentando sus saberes.
de los pueblos. Los nahuatlatos se constituyeron en tes- Las bibliotecas particulares se instalaron en
tigos, informantes e intérpretes. Por ejemplo, fray Ber- monasterios y escuelas con la urgencia de ampliar la
nardino de Sahagún tardó seis años en redactar y tres alfabetización de las comunidades nativas y después a
años en revisar la Historia general de las cosas de la las criollas, lo cual favoreció la creación de una imprenta
Nueva España con la colaboración de los nativos. Otro propia, una universidad y el mercado de libros. Por ello,
ejemplo es la obra de medicina indígena Libellus de se dice que fray Juan de Zumárraga fue el precursor del
medicina libus Indorum herbis, cuya traducción al latín, desarrollo bibliotecario y editorial en México. A su pro-
realizada en 1552, estuvo a cargo del indígena Juan Ba- pia biblioteca le dio distintas funciones, como ofrecer
diano, alumno del Colegio de Tlatelolco. Estos ejemplos servicios a miembros de la Orden de San Francisco a
nos dan cuenta del dominio que los nativos y españoles la que pertenecía, después la transformó en biblioteca
alcanzaron en la lectura y la escritura de las nuevas len- académica destinada al préstamo de libros a docentes y
guas (Ramírez, 2001: 50-51). alumnos de la Escuela Episcopal. A lo largo del siglo XVI
llegó a reunir 20,000 obras manuscritas e impresas. Se
dice que los usuarios tardaban en devolver los libros o
se los quedaban y, a pesar de que el castigo a quien no
los devolviera era la excomunión, pocos se recuperaban
(Teixedor, 1931).
Otra importante institución educativa, hacia
1536, fue el Colegio Imperial de Santa Cruz de Tlate-
lolco, que tuvo una biblioteca, para la cual fray Juan de
Zumárraga logró reunir colecciones de diferentes disci-
plinas, entre ellas la medicina nativa. Asimismo, la acti-
vidad tipográfica fue fundamental en la producción de
Ilustración de las hierbas conocidas Ilustración de la planta llamada
como tlahçolteoçacatl, tlayapaloni, atzitzicaztli’, Urtica chichicaztli
axocotl y chicomacatl
los materiales de lectura de comunidades indígenas, es- abrió más la circulación de las ideas ilustradas, que ger-
pañolas y/o criollas, lo cual dio lugar a un patrimonio minaron en las colonias españolas dando lugar a proce-
documental nacional. sos independentistas.
Como sabemos, la primera imprenta en Mé-
xico se fundó en 1539 y se debe a Zumárraga que se LA LECTURA Y EL LIBRO EN EL CAMINO A LA
abriera una sucursal del impresor Juan Cromberger, ILUSTRACIÓN
quien asignó a Juan Pablos como su responsable. La
primera obra que se imprimió fue la Breve y más com- Años previos a la declaración de Independen-
pendiosa Doctrina Christiana en lengua mexicana y cas- cia de México, en 1821, empezaron a llegar de Europa
tellana. Mucho tiempo después, debido al incremento las ideas de la Ilustración, movimiento de los intelec-
de lectores y al deterioro natural de los libros, se insta- tuales que buscaban una transformación política y cul-
laron otros talleres y el mercado de libros empezó a te- tural. Su influencia a través de los libros y de sus ideas
ner más demanda. Los impresores, tipógrafos, libreros y no tardó en llegar a la Nueva España, donde coexisten
mercaderes formaron un grupo que conocía bien la vida nuevas formas de lectura: los periódicos con noticias in-
colonial mexicana, en donde el acceso a la lectura y a ternacionales y locales, anuncios e informes; y los pro-
los libros estaba estratificado, pues no todos podían ad- nósticos, como predicciones climáticas, astrológicas,
quirir o acceder a los libros, ya sea por su analfabetismo, sanitarias, educativas y científicas. A la par se seguían
su costo o un uso restringido, como por ejemplo para el publicando libros de religión, gramática, ortografía, mo-
círculo femenino (Ramírez, 2001: 78). ral y urbanidad que cambiaron la forma de ver la lec-
tura; la introducción del periódico promovió la lectura,
y tenía otros alcances, ya que una noticia motivaba la
charla, intercambio de opiniones o críticas sobre temas
políticos, entre otros.
Sin embargo, pocos llegaron a leer y escribir
debido a las enormes desigualdades de la sociedad que
todavía persistían. La instrucción religiosa a criollos e
indígenas seguía basándose en catecismos, aunque cir-
culaban abundantes periódicos, pasquines, panfletos y
hojas sueltas con temas políticos, literarios y culturales.
La lectura en este periodo era de tipo informativo, mo-
ralista casi siempre.
La imprenta hizo emerger la conciencia de un
nuevo derecho: el de expresión, por lo que leer y escri-
Colofón de la Doctrina breve muy provechosa de las cosas que pertenecen
a la fe católica y a nuestra cristiandad en estilo llano para común bir comenzaban a verse también como derechos de la
inteligencia, México, Juan Pablos, 1544. Fuente: Elvia Carreño. Humanidad. Con las Leyes de Reforma, se promulgó
una Ley de Instrucción Pública que cancelaba al clero
el monopolio de la educación. Durante el Maximato el
Además, los libros prohibidos seguían entran- analfabetismo seguía imperando, de ahí derivó en 1865
do clandestinamente de Europa, se leían en grupos se- una educación primaria gratuita y obligatoria; se reco-
lectos en donde se fueron sembrando las ideas de la noció la diferencia entre escuela urbana y rural; se ela-
Ilustración. A su vez, el periódico fue divagador de ideas boraron textos en donde se reconocía lo nacional y las
políticas, y creó nuevas modalidades de lectura, incluso lenguas autóctonas. Se pensaba que la lectura sería el
en lectores analfabetas, ya que era muy común la lec- motor para que el país saliera adelante. La lectura ahora
tura en voz alta. El decreto de libertad de prensa emiti- se dirigía a madres de familia, niñas y niños, señoritas,
do el 10 de noviembre de 1810 por las Cortes de Cádiz, agricultores, artesanos, religiosos, idólatras, estudiantes,
médicos y un corto etcétera que, por supuesto, incluía Al frente de la Dirección de Bibliotecas nombran a una
sólo a los que sabían leer. bibliotecóloga, Ana Ma. Magaloni, quien inicia la moder-
nización y multiplicaciones de bibliotecas públicas. De
LA ALFABETIZACIÓN EN EL SIGLO XX 351 que ya existían, se crearon 5,700 bibliotecas más en
quince años. En 1986, la SEP inició un proyecto editorial
Durante el Porfiriato un elevado porcentaje de y de promoción de la lectura. Se creó el Programa de
la sociedad seguía analfabeta, pues en 1895 sólo el 14% Fortalecimiento de la Lectura y la Escritura (PRONALES)
de la población sabía leer y escribir (para 1910 aumen- que, junto con “Rincones de lectura”, dieron origen en
tó solamente al 20%). El analfabetismo del resto de la el 2002 al Programa Nacional de Lectura y la colección
población que alcanzaba el 77%, no se redujo ni por “Libros del Rincón”.
los esfuerzos para que la educación fuera el unificador Se crearon también proyectos para impulsar
nacional. la lectura: en el 2000 “Biblioteca de Aula y Biblioteca
El triunfo de la Revolución Mexicana en 1917 Escolar” y “Hacia un país de lectores”; en 2008 “Méxi-
dio lugar a la transformación política, económica, cul- co lee: Programa Nacional de Fomento para la Lectura
tural y educativa que propició una alfabetización más y el Libro”; en 2010 el Programa Nacional de lectura y
generalizada y un incremento en los niveles de lectura. en 2016-2018 el Programa de Fomento para el libro y la
En 1921, en la recién creada Secretaría de Educación lectura. En 2016 se lanzó un Programa de Fomento para
Pública, el Lic. José Vasconcelos impulsó la educación el Libro y la Lectura, que dotó 10 millones de ejemplares
popular, la alfabetización y la lectura, para ello creó tres a bibliotecas escolares. Cabe advertir que actualmente
departamentos: Escolar, Bellas Artes, y Bibliotecas y Ar- la Red Nacional de Bibliotecas Públicas, coordinada por
chivos con un programa de profesionalización bibliote- la Dirección General de Bibliotecas de la Secretaría de
caria; y un área de impresión de obras clásicas, por lo Cultura, está conformada por 7,413 bibliotecas públicas.
que comenzaron a leerse los clásicos grecolatinos, filó- Con el propósito de diseñar políticas públicas
sofos alemanes y grandes novelistas franceses y españo- orientadas al fomento de la lectura en donde interven-
les en un gran esfuerzo por enseñar a leer al pueblo, lo gan instituciones educativas, culturales, editoriales y bi-
cual significó un paradigma en el proceso de lectura del bliotecas, el actual gobierno presentó la Estrategia Na-
país a favor de reducir el analfabetismo, que por ese en- cional de Lectura, la cual se basa en tres ejes de acción:
tonces era del 59%, y de incrementar la lectura popular.
La actividad editorial de la literatura universal 1. Formación: refuerza en la infancia y la ado-
y nacional también se impulsa en las décadas de los lescencia el hábito de la lectura como una
40’s a 60’s; asimismo, el público infantil contaba con práctica placentera, el conocimiento, la
varias colecciones; aparecieron varias publicaciones pe- comprensión, la interpretación y la discu-
riódicas; y se emprendieron campañas para contrarres- sión crítica de las ideas.
tar el analfabetismo, pero durante los 60’s disminuyó
significativamente el nivel del sistema educativo (García 2. Disponibilidad: las obras deben estar a la
Ayala, 2016: 50). mano, a costos asequibles.
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