Orientación Al Talento Personal - Akadia

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ORIENTACIÓN AL

TALENTO PERSONAL
desarrollo personal orientación laboral

CAPACITACIÓN PARA PROFESIONALES DE LA SALUD Y LA EDUCACIÓN


INTERESADOS EN LA ORIENTACIÓN DE ADOLESCENTES Y JÓVENES

PROTOCOLO DE ORIENTACIÓN PERSONAL - LABORAL


BASADO EN LA TERAPIA DE ACEPTACIÓN Y COMPROMISO (ACT)

Giancarlo Quadrizzi Leccese - David Mauricio Settembrino


ISBN: 978-987-570-275-2

Todos los derechos reservados. Esta publicación no puede ser reproducida,


archivada o transmitida en forma total ni parcial, sea por medios electrónicos,
mecánicos, fotocopiado o grabado, sin el permiso previo
de los editores que deberá solicitarse por escrito.

© by Librería AKADIA Editorial, 2018


Paraguay 2078 (1121) Buenos Aires, Argentina
Paraguay 2065 (1121) Buenos Aires, Argentina
E-mail: editorialakadia@gmail.com
http://www.editorialakadia.com.ar

Hecho el depósito que marca la ley 11.723


Impreso en Argentina. Printed in Argentina
Acerca del equipo fundador

La Orientación al Talento Personal es el resultado de cuatro


años de investigación de un equipo de profesionales conformado
por el Lic. Giancarlo Quadrizzi Leccese, psicólogo clínico
(UBA), Especialista en Psicología social Comunitaria, docente
universitario, investigador, presidente de SASIA (Sociedad
Argentina de Salud Integral del Adolescente), experto en procesos
de participación juvenil; el Clr. David Mauricio Settembrino,
periodista, investigador, diplomado en ACT
(Terapia de Aceptación y Compromiso) por Fundación Foro,
miembro de la Comisión Directiva de SASIA y socio activo de
APORA (Asociación de Profesionales de la Orientación de la
República Argentina); la Lic. María Laura Tamagnone, psicóloga
clínica (UBA), diplomada en ACT por Fundación Foro,
instructora de Yoga y facilitadora en Mindfulness; y la
Lic. María Cecilia De Simone, psicóloga (UBA), Especialista en
Políticas Públicas de Niñez, Adolescencia y Familia (UNER) y
posgrado en Clínica Sistémica (Fundación G. Bateson).
Supervisión general de la obra

Todo el marco teórico-práctico que se expone en esta obra se


encuentra supervisado por la Dra. en Psicología Paula José
Quintero, directora y docente de la formación en ACT para
graduados en Fundación Foro. Psicóloga clínica. Miembro del
equipo de Terapia Dialéctico-Conductual de Fundación Foro
y de Grupo ACT Argentina. Miembro de la Association for
Contextual Behavioral Science (ACBS). Docente en carrera de
grado en Psicología en Universidad Favaloro. Co-autora de los
libros: “Activación Conductual para Depresión” y “ACT Terapia de
Aceptación y Compromiso con Adolescentes”, editados por Akadia.
Agradecimientos

A Raquel y Bahía, con quienes impulso los sentidos y comparto la vida.


A mi padre, quien me enseñó que “Las herramientas hacen al Maestro
y el Maestro hace las herramientas”.

Giancarlo Quadrizzi Leccese

A mis viejos, Silvia y Franco, por su amor infinito y por “lo que hicieron de mí”.
A mí mismo, por “lo que estoy haciendo con lo que hicieron de mí”.
A mi hermano Silvio, por su genialidad demostrada en el logo del taller y, en
especial, por estar SIEMPRE. A todo el equipo fundador, por el compromiso,
el amor y el tiempo dedicado a esta Causa. Al prestigioso Dr. Gustavo Girard,
por sus invaluables y cálidas palabras que dan inicio a esta obra. A SASIA,
por el apoyo brindado desde los comienzos. A la querida Dra. Paula José
Quintero, por supervisar la propuesta y, sobre todo, por sus sabios consejos. Al
Lic. Mario Favier Dubois, especialista y profesional en Orientación Vocacional-
Ocupacional, que tan generosamente analizó el texto en representación de
APORA, Asociación de Profesionales de la Orientación a la cual también
agradezco infinitamente por acompañar esta iniciativa. A la Editorial Akadia,
y especialmente a Daniel Patlallán, Nora Viviana Litvak y Graciela Einschlag,
por darle “alas” a todo esto. Y, por último, quiero agradecerles a mis dos
amores, Cecilia y Avril, por alimentar de cariño y de sentido “mi mundo”; y por
acompañarme incondicionalmente en mis sueños y mis realidades. Les dedico a
ustedes este libro como ejemplo para entender que en la vida LO IMPOSIBLE
EXISTE, pero al tiempo que existen MUCHOS POSIBLES ALCANZABLES
cuando no nos rendimos y sostenemos una clara intención, un firme propósito
y un proyecto preciso para lograr las cosas que valoramos, que realmente nos
importan. Las amo con el alma.

David Mauricio Settembrino


Índice

Prólogo................................................................................................................. 11
Presentación..................................................................................................... 13

Introducción
Textos y contextos................................................................................................ 17

Parte uno
Fundamentos y marco teórico de la otp
1 ¿Qué es la Orientación al Talento Personal?.................. 29
1.1 ¿Qué significa Talento Personal desde este modelo de Orientación?........... 31
1.2 Del Capitalismo al Talentismo.......................................................................... 36
1.3 Talentismo Cultural............................................................................................ 36
2 Base teórica de act en relación al modelo de la otp. 43
2.1 Contextualismo funcional y Teoría del Marco Relacional (RFT)................. 43
2.2 Comportamiento dirigido por reglas............................................................... 47
2.3 Modelo de Flexibilidad Psicológica.................................................................. 50
2.4 Aceptación............................................................................................................ 51
2.5 Defusión............................................................................................................... 57
2.6 Contacto con el momento presente.................................................................. 59
2.7 YO como contexto.............................................................................................. 60
10

2.8 Dirección guiada por valores............................................................................. 62


2.9 Acción comprometida........................................................................................ 66
3 Conceptos propios de la otp............................................................ 71
3.1 Intención Primordial......................................................................................... 73
3.2 Propósito Vital.................................................................................................... 74
3.3 Proyecto Personal............................................................................................... 78
3.4 La OTP como matriz de sentido...................................................................... 79

PARTE 2
Proceso de otp en seis encuentros
Primer encuentro................................................................................................... 87
Segundo encuentro............................................................................................... 107
Tercer encuentro................................................................................................... 121
Cuarto encuentro.................................................................................................. 133
Quinto encuentro.................................................................................................. 155
Sexto encuentro..................................................................................................... 171

Descarga de material................................................................................. 181

Algunas reflexiones de adolescentes que


participaron en talleres de otp........................................................ 183

Epílogo................................................................................................................... 189

Referencias........................................................................................................ 193

Videos...................................................................................................................... 197
Prólogo

A través del tiempo las sociedades modernas y posmodernas han buscado im-
plementar: baterías de test, procesos y diversos dispositivos destinados a “ayudar”,
“guiar” u “orientar” a adolescentes y jóvenes con respecto a la elección de un rol labo-
ral y la capacitación necesaria para desarrollarlo a través de un oficio o una determi-
nada profesión. En este caso, los autores no se limitan simplemente a estos aspectos,
sino que dan un paso más y consideran que, como propósito y proyecto de vida, la
elaboración de una dirección en lo laboral se convierte en un pilar fundamental para
el concepto actual de Salud Integral de Adolescentes y Jóvenes, ya que habilita la
oportunidad de trabajar al nivel del sentido vital, parte fundamental del despliegue
de la singularidad en todo ser humano.
Este es el desafío que Giancarlo Quadrizzi Leccese y David Mauricio Settem-
brino enfrentan en esta innovadora propuesta de Orientación al Talento Personal
(OTP). Y lo hacen a partir de la Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT), que
pertenece a lo que se ha dado en llamar abordajes de tercera generación dentro de la
psicoterapia cognitivo-conductual. Así lo exponen en la Primera Parte de la obra de
una manera clara y sencilla, a la vez que profunda y teniendo muy en cuenta el com-
plejo contexto en que la sociedad actual se encuentra inmersa.
El basamento teórico de la Orientación al Talento Personal se fundamenta y
actualiza por los aportes de diversos pensadores provenientes de diferentes áreas, lo
que desde la diversidad de enfoques genera en esta obra una gran riqueza. El estudio
de la complejidad, como nos señalara Edgar Morin (Morin, 1990), ya no admite que
un tema, como el que se desarrolla en este trabajo, pueda ser encarado desde una sola
disciplina. Si bien gravita mayormente alrededor de la psicología, interactúa con la
física, la biología, la pedagogía, la sociología, la medicina, la filosofía y la espiritua-
lidad. Todo esto hace que los fundamentos de la OTP se edifiquen sobre una sólida
base interdisciplinaria e intersectorial.
Mucho se ha teorizado sobre la relevancia del Proyecto de vida en adolescentes
y jóvenes, pero escasos son los protocolos de intervención específicos para su ade-
cuado abordaje, como es el caso del que aquí se presenta. Esto requiere, y en todo
12

el material se manifiesta, de un profundo respeto que nace de la plena convicción


acerca de lo que los valores personales representan para cada ser humano en cuanto
a su dirección vital.
Con respecto a la aplicación metodológica de la Segunda Parte desearía
destacar la claridad con la que el proceso está expuesto, así como su dinámica, la
cual permite las más diversas expresiones de creencias, sentimientos, motivaciones,
miedos, inquietudes que en los jóvenes pudieran surgir. Merece destacarse la gene-
rosidad con que se brinda un material diverso y variado para el desarrollo de los
encuentros, que pone en evidencia el cuidado, la atención y el tiempo que todo esto
ha demandado.
Cuando los autores me solicitaron que prologara esta obra, dudé en aceptar este
pedido dada mi condición de médico de adolescentes y, como tal, no perteneciente
al área de psicología y/o salud mental. No obstante, cuando comencé con la lectura,
quedé entusiasmado tanto por la temática como por el enfoque con que la misma es-
taba presentada y, a la vez, me invadió el convencimiento de su enorme utilidad para
adolescentes y jóvenes que, al decir de Víctor Frankl, se encuentran en una profunda
y auténtica búsqueda del sentido de sus vidas.
Buenos Aires, 2 de abril de 2018.
Dr. Gustavo Alfredo Girard(1)

(1)
Médico pediatra, Doctor en Medicina y Miembro Emérito de la Sociedad de Medicina y Salud en
Adolescentes de los Estados Unidos de América.
Recientemente ha sido nombrado en la Dirección de Salud Mental y Adicciones, del Ministerio de Salud
de la Nación Argentina en el Consejo Consultivo Permanente sobre Suicidio.
Ha sido Coordinador del Programa Nacional de Salud Integral en la Adolescencia en el Ministerio de
Salud de la Nación Argentina y, en la actualidad, Asesor del mismo.
Ex director del Programa de Adolescencia del Hospital de Clínicas José de San Martín, de la Universidad
de Buenos Aires, donde en la actualidad se desempeña como profesor consultor.
Expresidente de la CODAJIC (Confederación de Adolescencia y Juventud de Iberoamérica y el Caribe),
vicepresidente de IAAH (Sociedad Internacional de Salud del Adolescente) y Secretario General de los
Comités de Adolescencia de ALAPE (Asociación Latinoamericana de Pediatría) y de la SAP (Sociedad
Argentina de Pediatría).
Se desempeñó como asesor de la Organización Panamericana de la Salud en diversas oportunidades.
Docente en la Universidad de Buenos Aires. Ha estado a cargo de la 1º Cátedra de Pediatría en la Facul-
tad de Medicina.
Autor de más de 70 trabajos científicos y 56 Conferencias en el país y en el extranjero. Colaborador, en
calidad de co-autor de 14 libros, dos de ellos como autor principal. Asimismo, ha recibido dos premios
nacionales y tres internacionales.
Presentación

Esta capacitación en Orientación al Talento Personal (OTP) es una herramien-


ta para todas aquellas personas dedicadas profesionalmente a promover la salud inte-
gral de adolescentes y jóvenes, interesados en incorporar una nueva conceptualización
y metodología respecto al abordaje del Proyecto de vida.
Si bien la elección de un hacer (Rascovan, 2016) en relación a un rol laboral es,
obviamente, uno de los objetivos substanciales del proceso que planteamos en esta
obra, la construcción de propósitos vitales, que se desea acompañar y educar, consti-
tuye el carácter innovador de la OTP. Ésta es su contribución fundamental a la salud
integral de adolescentes y jóvenes. Tal es así, que SASIA(1) (Sociedad Argentina de Sa-
lud Integral del Adolescente) avala esta propuesta ya que encuentra en la misma un
aporte categórico para desarrollar factores protectores en la adolescencia.
El enfoque conceptual de la Orientación al Talento Personal y su puesta en
práctica, en talleres grupales o individuales, facilitan el abordaje específico de un
factor protector fundamental: el sentido vital, tanto en su proyección en el mediano y
largo plazo como en su ejecución en actividades concretas y cotidianas. A su vez, di-
cho sentido vital se encuentra estrechamente relacionado con lo que se conoce como
Proyecto de vida.
Desde la actual Historia Clínica del Adolescente (HCA) revisada en 2009 por
reconocidos especialistas en el tema, bajo la dirección de la Organización Pana-
mericana de la Salud, podemos ver la incorporación del eje Proyecto de vida en el
documento oficial. El formulario cuenta, dentro de la categoría “SITUACIÓN PSI-
CO-EMOCIONAL”, con el ítem “VIDA CON PROYECTO” (imagen 1), para que el

(1)
SASIA es una Asociación Civil de la República Argentina (CUIT 30-69229859-0) sin fines de lucro
que funciona, desde 1996, como consultora de organismos públicos y/o privados dirigidos a abordar
las temáticas referidas a la Salud Integral de jóvenes y adolescentes. Desde 1977 funcionó dentro de la
Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) y a partir de 1996 se constituyó como sociedad independiente,
integrada por una Comisión Directiva compuesta por ocho socios activos y 350 adherentes. La integra
un cuerpo de médicos y psicólogos de todo el territorio argentino.
14

profesional de la salud evalúe en el consultante y seleccione alguna de las siguientes


opciones: claro, confuso o ausente. Transcribimos la interpretación, del mencionado
ítem, sugerida por los mismos autores del documento:

Vida con Proyecto: Se refiere a la imagen que el adolescente construye so-


bre sus objetivos de futuro y que sintetiza su autopercepción y relación con
el medio, a partir de una cosmovisión integradora. Se interrogará respecto
a la existencia de planes y proyectos, su claridad y su factibilidad, y se re-
gistrará solo la opinión del adolescente. Una pregunta orientadora podría
ser “¿Cómo te imaginas a ti mismo/a dentro de unos años? ¿Qué planes y
proyectos tienes? ¿Qué tan claros y posibles son?”. Se registrará solo una
opción entre “claro”, “confuso”, o “ausente”, integrando los proyectos res-
pecto a estudios, trabajo, matrimonio y paternidad. (SIA, pág. 40)

Ejemplo del llenado de la sección Situación Psicoemocional

Imagen 1. Extracto del documento original, SIA, pag.40

El constructo “cosmovisión integradora” al que hacen referencia los autores, rela-


cionado al ítem “Vida con Proyecto”, da cuenta de la innegable relevancia, más allá de
lo concerniente a la definición del rol laboral, que posee la elaboración de proyectos
vitales en las personas. Dicha “cosmovisión integradora” funciona como catalizado-
ra de la autopercepción del individuo en relación al medio, como bien explica el
documento. Precisamente, la OTP se presenta como un dispositivo de orientación
que brinda nuevas herramientas en relación a la elaboración de dicha cosmovisión
integradora, viéndose esto reflejado en la elaboración y construcción de un Propósito
Vital y un Proyecto Personal y, consecuentemente, en la definición de un rol laboral-
ocupacional.
A decir del Dr. Ovidio D´Angelo Hernández, cubano especialista en el tema:

“Un proyecto de vida auténtico es aquél que se expresa íntegramente, el


que va construyendo anticipadamente una prolongación de lo que se es, en
el que las próximas etapas de la vida poseen una verdadera consistencia
con la experiencia anterior, con los valores y metas vitales.” (Evento Hómi-
nis 2002 - La Habana, Cuba)
15

Por todo ello, abordar este punto de la Historia Clínica del Adolescente, no solo
es atender a lo estrictamente laboral, sino que, logrado el objetivo de que el individuo
consiga elaborar una dirección vital valiosa para sí, esto se vuelve un poderoso fac-
tor protector a la hora de enfrentar la creciente y alarmante presencia de estados de
depresión, intentos o consumación de actos suicidas, el consumo problemático de
sustancias o el embarazo adolescente no intencional. Respecto a esto último, la Lic.
Liliana González, psicopedagoga, docente universitaria y especialista en clínica de
niños y adolescentes, reflexiona: “un proyecto es el mejor anticonceptivo, en el sentido
de que cuando uno sueña con una carrera o un oficio, que le lleve 6 años, difícilmente
tenga un embarazo, porque le rompe el proyecto”. (4° Congreso Internacional sobre
Violencia en las Escuelas, octubre de 2017, provincia de Tucumán, Argentina.)
En relación al suicidio las estadísticas son más que alarmantes, tal es así que,
mundialmente, es la tercera causa de defunción entre adolescentes mayores de entre
15 y 19 años (OMS, mayo 2017)
Advierte UNICEF en los Términos de Referencia para la Investigación sobre el
suicidio de adolescentes en la Argentina, que: “La mortalidad por suicidio durante la
adolescencia ha venido incrementándose durante las últimas décadas en nuestro país;
en la actualidad los suicidios constituyen la segunda causa de muerte en esta franja
etaria”. Teniendo en cuenta que algunas de las causas de suicidio pueden prevenirse,
“es comprensible la importancia y la urgencia del desarrollo de iniciativas preventivas”.
“Las acciones para encararlo deben comprender tanto respuestas frente a crisis indi-
viduales y la atención del entorno cercano de los casos ocurridos (posvención) como
programas preventivos a largo plazo.”
Si bien las investigaciones demuestran con solvencia que género y edad de un
modo general y depresión, disfunción familiar, abuso de sustancias y conductas anti-
sociales son los factores de riesgo más asociados a la conducta suicida, es poco lo que
se sabe sobre los factores protectores y en particular cómo desarrollarlos.
La OTP busca, de un modo replicable y preciso, conectar a los participantes con
su sentido vital y los valores personales desde donde éste se construye. Estos propósi-
tos impactan directamente en los factores de riesgo vinculados al suicidio adolescen-
te y facilitan el abordaje preventivo y la posvención. Resta investigar la efectividad de
su aplicación ante problemas de depresión y conductas autolesivas.
En Argentina y en la región los estudios sobre calidad de vida y bienestar emo-
cional en jóvenes consideran como específicamente relevante el concepto proyecto de
vida(2), pero observan que dado el deterioro producido por los procesos de exclusión

(2)
Lellis, C. M. y Da Silva, M. N. (2013). LA INVESTIGACIÓN EVALUATIVA EN PROMOCIÓN DE
16

en el bienestar social y los proyectos vitales de adolescentes y jóvenes es fundamental


generar socialmente modelos inclusivos y fortalecer las redes que conecten los dife-
rentes ámbitos, por ejemplo, escuela-mercado laboral. Vale aclarar que estos aspectos
exceden el encuentro interpersonal entre profesionales y adolescentes y desbordan
hacia el ámbito de las políticas públicas, indispensables sin dudas, pero en otro ni-
vel de análisis y de acción. En este sentido, la presente obra se acotará a bordar lo
estrictamente concerniente al protocolo que propone, al tiempo que sus autores no
perdemos sensibilidad ni contacto con las actuales problemáticas antes mencionadas.
Respecto al cuerpo teórico de la OTP, este se basa en los fundamentos de la
Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT) la cual tiene alto grado de comproba-
ción científica, según informes de la División 12 de la APA (American Psychological
Association).

() Coyne y colaboradores (2011) destacan que, revisando los crecientes


reportes de eficacia de ACT en relación al tratamiento de los trastornos
de ansiedad, del estado del ánimo, el dolor crónico y la prevención de con-
ductas de riesgo en adolescentes, es posible considerar a esta terapia conduc-
tual de Tercera Generación (Hayes, Masuda & De Mey, 2003) como un
recurso enriquecedor para la asistencia de esta franja etaria. (Mandil, José
Quintero, Maero, 2017)

Más allá de sus comprobaciones empíricas, la particular visión de ACT hacia el


sufrimiento humano y el abordaje específico respecto a los valores personales, hacen
de esta terapia un marco teórico-práctico propicio en procesos de desarrollo personal
y orientación laboral, ya que su base conceptual y sus recursos de intervención se
adecuan perfectamente a tales fines.
En síntesis, dar relevancia al eje Proyecto de Vida, tanto desde el ámbito de la
Salud como de la Educación, con metodologías que incluyan y trasciendan los obje-
tivos de la tradicional orientación vocacional, nos resulta esencial como parte de las
acciones de prevención y promoción en salud integral de adolescentes y jóvenes.

LA SALUD - PROYECTO DE VIDA E INCLUSIÓN SOCIAL. V Congreso Internacional de Investiga-


ción y Práctica Profesional en Psicología XX Jornadas de Investigación Noveno Encuentro de Investi-
gadores en Psicología del MERCOSUR. Facultad de Psicología - Universidad de Buenos Aires, Buenos
Aires.
Introducción

“Nunca hay viento favorable


para el que no sabe hacia dónde va.”
Séneca

Textos y contextos
Hace ya tiempo que las bases donde descansa la era posmoderna se encuen-
tran seriamente cuestionadas, especialmente por no haber cumplido la expectativa
de incrementar el estadio de bienestar de las personas, lo que muchos aún siguen
confundiendo con felicidad. Por el contrario, estos principios parecen haber per-
judicado fuertemente el desarrollo de la subjetividad al generar un grave estado de
multifrenia generalizado; recordemos que multifrenia es un concepto creado por el
célebre representante del construccionismo social, el psicólogo estadounidense Ken-
neth J. Gergen, que refiere a la escisión de la experiencia del Yo en una multiplicidad
de direcciones muchas veces contradictorias (Gergen, 1991). La híper comunicación
interpersonal, la híper producción de objetos, el híper consumo, la híper especiali-
zación en medicina, la híper oferta académica, la híper información, etc. En fin, lo
“híper” colonizó y saturó a ese Yo gergeano que se ve obstaculizado en clarificar y
construir propósitos vitales valiosos para sí.
En la actualidad, más que en otros momentos históricos, vivimos lo que se ha
definido como “crisis estructural de sentido”, según los reconocidos sociólogos Peter
L. Berger y Thomas Luckmann. Esta crisis de sentido generalizado hunde sus oríge-
nes en el cuantitativo y cualitativo crecimiento de la pluralización moderna (Berger,
Luckmann, 1995). Esta multiplicidad de miradas, en conjunto con el imperativo pos-
moderno de relativizar toda postura totalizadora de la realidad, nos desafía como
especie racionalmente avanzada, al tener que sobrevivir en un contexto sin centro
rector, sin verdades absolutas, que nos asegure un lugar confiable y estable, simbólica
y psicológicamente hablando.
18

Friedrich Nietzsche ya sembraba las primeras semillas de lo que en la segunda


mitad del siglo XX se iba a dar en llamar posmodernidad, modernidad tardía o lí-
quida, en su segundo texto de 1873: “Sobre verdad y mentira en sentido extramoral”,
cuando se cuestionaba:

¿Qué es entonces la verdad? Un ejército móvil de metáforas, metonimias, an-


tropomorfismos () las verdades son ilusiones de las que se ha olvidado que lo
son, metáforas que se han vuelto gastadas y sin fuerza sensible, monedas que
han perdido su troquelado y no son ahora consideradas como monedas, sino
como metal.
Y, además, ¿qué sucede con esas convenciones del lenguaje? ¿Son quizá pro-
ductos del conocimiento, del sentido de la verdad? ¿Concuerdan las designa-
ciones y las cosas? ¿Es el lenguaje la expresión adecuada de todas las realida-
des? (Nietzsche, 1873)

La postura desafiante y provocativa de este filósofo alemán no hacía más que


poner en palabras una nueva conciencia humana que comenzaba a gestarse y a avi-
zorar el detrás de escena de aquel universo simbólico que se había iniciado con el
desarrollo mismo del lenguaje, con la aparición del sí mismo, de la autoconciencia,
cientos de miles de años atrás. Se puede decir que lentamente nos dábamos cuenta
que somos producto de nosotros mismos, que las cosas no son lo que son, sino lo que
somos (Talmud).
Pero siguiendo el derrotero histórico y tras el debilitamiento del poder hegemó-
nico del discurso religioso medieval, provocado por la Modernidad, todavía quedaba
por hacer flaquear la fe respecto a la razón y a la ciencia, y eso no tardó en llegar con
tres golpes letales en la primera mitad del siglo XX: el primero de ellos fue el trágico
y sorpresivo hundimiento del majestuoso Titanic en 1912, símbolo del avance tecno-
lógico de la época, hecho que volvía a poner en duda la omnipotencia humana frente
al poder de la madre naturaleza; la segunda bofetada fue a la ciencia tradicional con
el advenimiento de la física cuántica en 1920, donde se terminó afirmando que un
átomo o partícula elemental no es una cosa en sí misma, sino una posibilidad de ser,
una tendencia. Dos hechos que se pueden leer como todo un cimbronazo al seno de
un positivismo engreído y exultante. Ya no solo las verdades, eran meras interpre-
taciones, sino que la idea de átomo, la unidad básica con la que está constituido lo
material del Universo, su costado más irrefutable, se iba desvaneciendo. Pero por si
faltaba algo para que el ser humano entrara en esta crisis estructural de sentido, llegó
la traumática Segunda Guerra Mundial en 1939, tercero y más letal de los golpes a la
cordura, para contarnos cómo en nombre de la racionalidad se podía generar tanta
muerte y destrucción, de forma estratégica y sistemática. Porque lo más terrible de
Introducción 19

aquel hecho, obviamente luego de los más de 50 millones de víctimas, fue que los
autores de aquel genocidio no se encontraban bajo los efectos de sustancias extrañas,
ni eran crueles invasores de un planeta desconocido, sino que se trataba de seres hu-
manos racionales, europeos, blancos y civilizados, por mal que nos pese.
Luego de este escueto recorrido histórico a modo de recordatorio contextual,
nos preguntamos... cómo no perder el sentido, la dirección, como humanidad... ni
verdades, ni ciencia, ni átomos, ni racionalidad...
La humanidad, como el joven Truman (The Truman Show, 1998) llegaba así,
con su pobre embarcación, a romper aquel cielo hecho de tela que formaba parte del
decorado engañoso del lenguaje, de los pensamientos y las ideas.
Nada parecía constituirse como un claro y estable centro desde donde ordenar
la realidad externa e interna al ser humano. El sinsentido y la ansiedad ontológica, o
angustia existencial, inundaron definitivamente cada rincón del planeta, de forma
consciente o inconsciente, en mayor o menor medida.
Y ya sin un centro ordenatorio fijo que estructure una clara escala de valores uni-
versales que oriente, a su vez, la dinámica valorativa personal, la humanidad entró
en una suerte de carrera armamentista científico-tecnológica, con el único objetivo
aparente de mejorar la vida terrenal, combatiendo o eludiendo el sufrimiento humano
con fármacos más eficientes, mayor confort, esteticismo y experiencias placenteras;
obviamente, sin dejar de exceptuar a los excluidos de siempre, para los cuales nunca
parece haber solución. Y todo ello, a costa de barrer el cuerpo inerte del sinsentido
debajo de la alfombra del consumismo (de objetos o de sustancias), la producción
a mansalva de bienes de uso y una filosofía economicista que lo atravesó TODO.
Actualmente el ser puede ser lo que quiera ser, lo que no puede dejar de ser es ser
rentable.
Paradójicamente nos dicen que en la posmodernidad murieron las ideologías,
los grandes relatos, al tiempo que el capitalismo tardío sigue sumando ideas, creen-
cias y normativas que determinan cómo se debe vivir, para vivir más y mejor. Más
aún, hoy, con las posibilidades que ofrece la globalización y la penetración cultural a
través de Internet y las redes sociales, las normativas culturales, viajan a la velocidad
de la luz y llegan a sembrarse mucho más eficientemente y en más sitios que hace ape-
nas veinte años atrás. Cabe aclarar que algunos filósofos ya hablan del inicio de una
nueva época, más allá de la posmodernidad, con características propias y nombres
diversos, como Ultramodernidad (Marina, 2000) o Póstuma (Esther Díaz, 2015), por
dar solo algunos ejemplos. Pero al no haber todavía un consenso al respecto, noso-
tros preferimos continuar hablando de posmodernidad para referirnos al momento
actual.
20

Por otro lado, uno de los puntos más relevantes de este presente, es que las úl-
timas estadísticas de la Organización Mundial de la Salud nos hablan de un creci-
miento exponencial de casos de depresión, suicidio y trastornos mentales, como da-
tos que corroboran la derrota respecto a la visión de mundo que ofrece el contexto
sociocultural existente. Lo cierto es que, como todo cuerpo en descomposición, el
olor nauseabundo que emana del sinsentido, debajo de la elegante y estética alfombra
posmoderna, hoy nos vuelve a convocar más que nunca para revisar nuestros valores
culturales y repensar al ser humano, la identidad, la construcción biográfica, el Po-
der, el Yo y la elaboración de direcciones vitales que hagan valiosas las vidas de las
personas. Y todo ello, sin la necesidad de encontrar sustitutos farmacológicos que nos
expliquen la TOTALIDAD y nos inmunicen de la natural angustia existencial, sino a
partir de aceptar y apreciar la belleza de lo abierto e indeterminado de la naturaleza
humana, y del Universo mismo.
Aun enfrentándose al sinsentido,
los seres humanos son capaces de abrazar ideales (Hayes, 2005)
Steven Hayes (co-fundador de ACT)

Como dijimos al comienzo, hace ya tiempo que la posmodernidad se encuen-


tra seriamente cuestionada, pero no es nuestra intención estancarnos en complejos
diagnósticos para retratar el presente, sino trabajar en la elaboración de metodologías
simples, aprehensibles y prácticas, para orientarnos y orientar a las personas a vivir
existencias que merezcan la pena ser experimentadas, dentro del contexto histórico-
situacional que nos ha tocado en suerte. ¿Pero cómo lograr este objetivo sin quedar-
nos en bonitas utopías?
Desde la Orientación al Talento Personal pensamos que detrás de la men-
cionada crisis estructural de sentido opera una crisis estructural en la valoración
personal. El sentido de la vida en cuanto dirección se encuentra profundamente
ligado a los valores personales, tema que abordaremos en detalle más adelante, y
cuando éstos se encuentran difusos, el sentido o la dirección vital se ve afectada
directamente. El cuantitativo y cualitativo crecimiento de la pluralización mo-
derna, del que hablan Berger y Luckmann, acreditó la interacción personal con
una multiplicidad de criterios de valuación, reglas y valores sociales, que satu-
ran, hoy más que nunca, a un YO desorientado frente a sus propias elecciones y
decisiones personales. Este estado de situación nos empuja, irremediablemente,
a conseguir mayor expertice en la gestión de nuestra propia instancia valorativa
y la elaboración de propósitos vitales.
Las fuentes que alimentan esta suerte de desorientación estructural hoy son in-
numerables. Ofrecemos como claro ejemplo de todo ello un mensaje publicitario de
una reconocida compañía telefónica multinacional:
Introducción 21

Vale aclarar que bajo ningún concepto se cuestionan las intenciones éticas y mo-
rales de la empresa, nada de ello se encuentra en juego. Nuestro foco es en relación
a las cada vez más ocurrentes paradojas esgrimidas por los publicistas. La frase “elige
todo”, con que remata el mensaje, coloca a los sujetos receptores de la propuesta en
una situación, como mínimo, contradictoria, incómoda, propio de lo paradojal, ya
que en la misma acción de “elegir algo” es inmanente la acción de descartar el resto.
La expresión elige todo incita, seduce y abre hacia una posibilidad inconducente que
termina resultando frustrante para el receptor del mensaje, quien puede poner en
duda hasta su propia capacidad personal: ¡NO SÉ ELEGIR TODO! ¡NO PUEDO!
Éste es solo un ínfimo ejemplo entre cientos de mensajes publicitarios que recibimos
a diario a través de medios de comunicación y redes sociales, y que hacen tambalear
muchas veces la percepción de nosotros mismos. Volvemos nuevamente a la idea de
la híper oferta posmoderna que hicimos referencia en un principio. Muchas veces el
ofrecimiento simbólico es tan vasto, como estrategia comercial, que la misma diná-
mica de elección queda inhibida. Y ante dicha imposibilidad en el accionar es factible
que surja la angustia de pensar: “me estoy perdiendo de algo bueno”. Actualmente
esta sensación se ha vuelto tan usual en el mundo de “lo híper” que inclusive cuando
la elección se lleva a cabo, por ejemplo, al comprar un jean, entre decenas de mode-
los, la persona muchas veces persiste en la angustia o la incertidumbre: “¿habrá sido
la mejor elección que pude hacer?”, ¿no me estaré perdiendo de algo mejor?”. Ahora
nos preguntamos: ¿cuánto de todo lo anterior se traslada al espacio íntimo donde se
elaboran y delinean las direcciones vitales? ¿qué sucede con todo lo que acarrea esta
dinámica sociocultural al momento de la decisión en relación a la profesión u oficio,
sumado a la vasta oferta académica actual?
En otras palabras, este presente nos insta a desarrollar mayor conciencia, auto-
nomía y gestión de las propias valuaciones, si pretendemos ampliar el campo de la
libertad personal; es un tiempo que nos exige ser herejes, del griego hairetikós, el que
es libre de elegir. Es por ello que concebimos este proceso de orientación como un dis-
positivo eminentemente emancipatorio de los individuos respecto a los condiciona-
mientos sociales y biológicos, en virtud de una mayor autenticidad en las elecciones
y decisiones personales.
Lo anteriormente expuesto, a su vez, es atravesado por los conflictos y condicio-
namientos propios que agrega la dinámica misma del lenguaje y la cognición huma-
22

na, tema que aborda en profundidad la Terapia de Aceptación y Compromiso con


base en la Teoría del Marco Relacional (RFT).
Por todo ello, pensamos que el crecimiento en autonomía valorativa y conduc-
tual es lo que marca el adecuado pasaje de la niñez a la adultez, y de la coacción a la
autenticidad personal. De allí que creemos esencial diseñar estrategias educativas y de
acompañamiento respecto a clarificar/construir valores personales, entendidos desde
la OTP como propósitos vitales, especialmente en la adolescencia, donde la instancia
valorativo-intencional comienza a ser vislumbrada con más relevancia, en medio de
una revolución en relación a la identidad y a la autonomía personal.

“Hablamos tanto acerca de la libertad que no nos queda tiempo para edu-
car la autonomía personal, que es lo importante.” (José Antonio Marina)

En síntesis, las direcciones vitales satisfactorias se consiguen, en gran medida,


clarificando/construyendo los valores personales de cada individuo.
Por ello, la posmodernidad, como cualquier época, no es un problema en sí mis-
mo, es lo que hacemos con lo que entrañan las posibilidades del contexto en relación
a nuestros propios valores, lo verdaderamente importante a dirimir, a los fines de
nuestras acotadas vidas.

“Lo importante no es lo que han hecho de nosotros, sino lo que hacemos


con lo que han hecho de nosotros.” (Jean Paul Sartre)

Con respecto a la aceptación del presente social, que entre todos construimos,
a la vez que nos constituye, relataremos brevemente un curioso experimento que se
puede observar en un documental de matemáticas llamado El Código (The Code, BBC
Two) de 2011. El conductor y profesor de matemática, Marcus du Sautoy, colocaba un
número determinado de bolitas de colores en un gran frasco de vidrio transparente.
Luego de consultar, al azar, a 65 personas y obtener de las más diversas respuestas,
sacó el promedio de las mismas y, con sorpresa, reveló que el resultado final difería,
solo por unas pocas cifras, del contenido real y exacto de bolitas. Realmente el juego
impacta y nos lleva a reflexionar sobre cómo funciona la dinámica social en general.
¿Qué queremos transmitir con este ejemplo? Que cuando analicemos contenidos del
presente, a nivel mundial, pensemos al planeta como si fuese aquel frasco de vidrio,
y nos daremos cuenta que, a pesar de las enormes diferencias de criterios entre los
7,5 mil millones de humanos que habitamos la Tierra, no habrá ni más ni menos vio-
lencia, justicia, arte o cualquier cuestión que se desee evaluar, que no sea habilitado
por el promedio general del nivel de conciencia humana dentro de esa singularidad
Introducción 23

espaciotemporal. Lo mismo ocurre si nos ceñimos solo a un país, una región determi-
nada o una empresa. En pocas palabras, tenemos, en promedio, el mundo que somos.
Este planteo obviamente no tiene la intención de convertirse en una mirada con-
formista, en absoluto, aceptar el presente no nos deslinda de la responsabilidad de
corregir nuestros propios errores, pero nos da la posibilidad no solo de combatir,
evitar o negar los síntomas aversivos de la actualidad, sino de identificar nuevas direc-
ciones valiosas y comprometernos con acciones que vayan en tal sentido, en relación a
lo humano en general. Por ello, creemos que más importante que preguntarnos cómo
cambiar el presente es indagar ¿qué deseamos del futuro? ¿qué dirección creemos la
más conveniente? ¿hacia dónde queremos dirigirnos y por qué? Esta es una propues-
ta y una postura que sirve a los fines de interrumpir el círculo perverso de la queja, los
diagnósticos perpetuos y los cambios para que nada cambie (conocido como Cambio 1,
en la Terapia Sistémica). De todo ello, trata la Terapia de Aceptación y Compromiso,
pero traspolado a la órbita personal. Si hablamos de flexibilidad psicológica, acepta-
ción, valores y compromiso, entonces nos referimos a algunos de los pilares donde
descansa ACT (se utiliza el acrónimo en lengua inglesa ya que sirve para mostrar lo
esencial: actuar en dirección) (Luciano, 2010).
ACT aborda el tema de los valores personales como clave para la resolución de
múltiples problemáticas humanas, y de diversas patologías. Es por ello que mucho es
el aporte del cuerpo teórico de esta terapia para la orientación laboral, no porque la
definición en relación a una profesión o un oficio sea un problema per sé, sino porque
dicho pasaje se puede realizar más adecuadamente a partir de un abordaje específico
sobre el proceso de valoración en la persona que elige.
Desde esta mirada hacia lo humano, la Orientación al Talento Personal, basada
en la Terapia de Aceptación y Compromiso, tiene el objetivo principal de facilitar la
elaboración de propósito en las personas y la consecuente decisión respecto a la profe-
sión u oficio que mejor lo vehiculice.
Producir nosotros el sentido valioso de la propia vida, deconstruyendo tanto la
realidad social como lo íntimo de nuestro ser, es un camino de libertad personal que
lleva a un mayor entendimiento, complejidad y evolución permanente. Pensamos
que este camino tiene un alto grado de esfuerzo para quien se compromete a reco-
rrerlo, pero, como dice ACT, a pesar de malestares y desavenencias, los estadíos de
bienestar se consiguen a partir de andar por direcciones valoradas.
Sobre estos baluartes, se basa todo el contenido y las dinámicas de este proceso
de desarrollo personal y orientación laboral. Esperamos que el material les sea de inte-
rés y aporte a vuestra noble intención de ayudar a otros.
Parte I
FUNDAMENTOS Y MARCO TEÓRICO DE LA OTP

1. ¿Qué es la Orientación
al Talento Personal?

2. Base teórica de ACT


en relación al
modelo de la OTP

3. Conceptos propios
de la OTP
1. ¿Qué es la Orientación
al Talento Personal?

1.1 ¿Qué significa


TALENTO PERSONAL
desde este Modelo
de Orientación?........... 29

1.2 Del Capitalismo


al Talentismo............... 31

1.3 Talentismo Cultural..... 34


1. ¿Qué es la Orientación
al Talento Personal?

La Orientación al Talento Personal (OTP) es una nueva concepción y una inno-


vadora modalidad en orientación personal-laboral, también denominada orientación
vocacional, profesional o de carrera (Rascovan, 2016). A su vez, al interior del proce-
so, la OTP trasciende el objetivo de facilitar en los consultantes el esclarecimiento
acerca de un hacer o lo concerniente a un rol laboral-ocupacional, para dar lugar a un
abordaje educativo y profundo en relación al sentido vital. Aprender a clarificar los
valores personales, evaluar el contexto y dirigirse a acciones comprometidas respecto a
dichos valores, es el punto nodal de esta modalidad de orientación que apunta, desde
una mayor flexibilidad psicológica, a una autogestión en la elaboración de proyectos
personales. En este sentido, decimos que la OTP no parte de la “necesidad de inserción
laboral” en las personas, aunque obviamente la incluye, sino de la “necesidad de dar
sentido a la existencia y el impulso de desplegar la singularidad”, en todo ser humano.
Por todo ello, más allá de presentarse como una innovadora modalidad en orienta-
ción personal-laboral, la OTP se constituye, fundamentalmente, como una metodolo-
gía específica para facilitar la elaboración de propósitos vitales en las personas.
Dicho proceso se encuentra basado en el cuerpo teórico de la Terapia de Acep-
tación y Compromiso, modelo que se inscribe dentro de los denominados abordajes
de tercera generación en psicoterapia conductual y cognitiva. En el interior de este
enfoque comulgan, de forma original y efectiva, principios humanistas con proce-
dimientos de cambio conductual, por lo cual, su amplia mirada hacia lo humano lo
convierten en un modelo altamente compatible con diferentes visiones en psicotera-
pia.
Queremos aclarar que para llevar adelante esta modalidad en orientación no se
requiere ser experto en ACT, solo alcanza con comprender sus bases teórico-prácticas
y la relación de este marco conceptual-filosófico (contextualismo funcional - Teoría
del Marco Relacional) con el desarrollo mismo del taller que aquí se está ofreciendo.
30 Giancarlo Quadrizzi Leccese - David Mauricio Settembrino

Por otro lado, si nos referimos al aspecto operativo de la OTP, éste se presenta
como un breve protocolo de 6 encuentros (extensible en función a la necesidad de
los consultantes) en los que se incluyen técnicas de mindfulness, ejercicios cogni-
tivo-conductuales, prácticas gestálticas, narrativas, multimediales y visualizaciones.
Actividades que son administradas con el objetivo fundamental de esclarecer y dar
relevancia a la instancia valorativo-intencional de los participantes.
Reiteramos que dicho protocolo puede ser implementado de forma individual o gru-
pal, tanto desde el trabajo clínico en consultorios privados, como en instituciones sociales,
educativas o de salud. Es relevante resaltar que, más allá de la modalidad y del lugar donde
se implemente, el profesional deberá adaptar los contenidos propuestos a la idiosincrasia
de la población a la cual se vaya a dirigir: vocabulario, ejemplos, etc., requisito fundamental
en relación a la eficacia de cualquier proceso terapéutico y/o educativo.
Uno de los aspectos distintivos de la OTP, frente a otras tecnologías en orienta-
ción, radica en una nueva batería de recursos conceptuales que los consultantes irán
incorporando en el transcurso de los encuentros: Talento Personal, Intención Pri-
mordial (análogo al concepto de vocación), Propósito Vital y Proyecto Personal.
Asimismo, se abordan en profundidad conceptos clave para una mejor gestión en la
experiencia de elegir y decidir, y como herramientas para la vida: libertad personal,
flow (fluir), asertividad, entre otros. Todo ello, en un espacio de reflexión, escucha
plena y aceptación incondicional entre los participantes y los facilitadores. Es fun-
damental, en el trabajo con valores, fomentar permanentemente un contexto libre de
juicios, y que garantice la más alta confidencialidad.
La OTP se propone, además, como un protocolo de código abierto, haciendo
una analogía con los software y sistemas operativos de construcción colaborativa entre
programadores informáticos. En este sentido, es nuestra intención generar una co-
munidad interdisciplinaria de profesionales interesados en la orientación que apor-
ten y compartan nuevas prácticas e ideas en pos de mejorar la eficacia de esta pro-
puesta. Subrayamos esto porque la metodología de orientación que aquí se presenta,
además de contar con dinámicas propias, se alimenta, y lo seguirá haciendo, de acti-
vidades ofrecidas por otros procesos similares o de líneas psicológicas, pedagógicas
y psicopedagógicas diversas, siempre que se apliquen en función a los seis procesos
en los que se basa ACT, los cuales detallaremos oportunamente, y, por otro lado, en
relación a las tres instancias fundacionales de la OTP:

INTENCIÓN – PROPÓSITO – PROYECTO


1- ¿Qué es la Orientación al Talento Personal? 31

En virtud de lo anterior, y sobre el final del libro, ponemos a disposición las vías
de comunicación con el equipo fundador, tanto para disipar dudas como para com-
partir nuevas ideas y experiencias.
Para finalizar esta breve reseña, señalamos que la OTP hace gran parte de su
aporte a través de la psicoeducación y se enmarca, más ampliamente, en una Prác-
tica de Promoción y Prevención en Salud, al estar dirigida al pleno desarrollo de la
singularidad en las personas.

1.1 ¿Qué significa TALENTO PERSONAL desde


este Modelo de Orientación?
El reconocido filósofo, ensayista y pedagogo español, José Antonio Marina, co-
menzó a hablar audazmente de la Ultramodernidad, a principios de este milenio,
como el advenimiento de una nueva era a partir de un cambio radical en la concep-
ción y utilización de la inteligencia por parte del ser humano (Marina, 2000). Marina
es Doctor Honoris Causa por la Universidad Politécnica de Valencia, catedrático de
filosofía en el instituto madrileño de La Cabrera, conferencista e investigador. Su
campo de estudio, hace varios años, se centró en la inteligencia y los mecanismos
de la creatividad, generando una nueva teoría al respecto. Sostiene que el modo de
pensar fragmentario de la posmodernidad puede ser sorteado a través de otro más
integrador, creativo, sistemático y ejecutivo, factible de ser transmitido y aprendido
por las personas. La generación de este tipo de inteligencia de nivel superior, o GRAN
TALENTO, logra que el individuo pueda gestionar sus emociones, el resto de los
talentos (aptitudes), integrar su personalidad detrás de metas bien elegidas y tener la
capacidad para llevarlas a cabo.

“Así pues, lo que nos interesa lograr es el GRAN TALENTO, que nos per-
mite utilizar bien nuestras destrezas y capacidades para dirigir nuestra
acción hacia una vida lograda.” (Marina, 2010)

Cabe aclarar desde un comienzo, para no generar confusiones, que el tér-


mino talento tiene, principalmente, dos acepciones para la RAE (Real Academia
Española): como inteligencia (capacidad de entender) y como aptitud (capacidad
para el desempeño de algo). Mientras que Marina habla del GRAN TALENTO
como un tipo de inteligencia de nivel superior, la OTP toma la segunda acepción,
concibiendo al TALENTO PERSONAL como una aptitud o capacidad de nivel
superior, en tanto quehacer integrador de otras capacidades y del estilo particular
del individuo.
32 Giancarlo Quadrizzi Leccese - David Mauricio Settembrino

Al tiempo que podemos considerar a los talentos innatos como “herramientas


de origen”, el concepto de TALENTO PERSONAL nace como instancia superior que
incluye a los anteriores, pero como resultante de un proceso basado en una Intención
Primordial, un Propósito Vital y un Proyecto Personal. Sostenemos desde la OTP
que son tan relevantes las capacidades o “herramientas” del individuo, como su parti-
cular forma de valorar e intencionar sobre la realidad, lo cual es, en definitiva, lo que
dará dirección y sentido a sus aptitudes naturales. ¿Qué es un martillo (herramienta),
sin la intención de alguien de utilizarlo para algún fin valorado? Que alguien detente
una capacidad innata no lo condiciona a tener que, necesariamente, hacer de aquello
el eje de su proyecto de vida. La instancia valorativo-intencional es la que termina
definiendo el sentido vital.
De esta forma, el individuo no es definido exclusivamente por su genética, por
su herencia o disposición biológica, sino que es direccionado por sus valores perso-
nales; integrándose a sí mismo al tiempo que lo hace a nivel social, a través de un rol
laboral. Desde el primer encuentro del taller decimos:

Por todo ello, desde este modelo de orientación decimos que el TALENTO PER-
SONAL es aquella capacidad generada a partir de desempeñar un rol laboral valo-
rado. El atributo de “personal” se fundamenta en que dicha capacidad se encuen-
tra atravesada por el estilo particular de cada individuo. Nadie puede realizar del
mismo modo una profesión u oficio respecto a otra persona, a pesar de compartir la
misma capacitación o titulación académica.
1- ¿Qué es la Orientación al Talento Personal? 33

Ahora bien, concretamente ¿cómo se puede aspirar a generar este Talento Per-
sonal? Para ello, la OTP cuenta con una particular metodología para clarificar/
construir valores personales en los consultantes, y la planificación de acciones com-
prometidas en dirección a los anteriores. Dicho protocolo se divide en tres ejes o
instancias principales:
1) la clarificación de una Intención Primordial (accionar valorado que impri-
me una dirección general);
2) la elaboración de un Propósito Vital (valor personal – dirección y cualidades
del accionar valorado);
3) y el diseño de un Proyecto Personal (plan estratégico sobre acciones
comprometidas), que contenga la decisión del rol laboral que mejor re-
presente al Propósito Vital y, asimismo, los lineamientos básicos para
lograr la capacitación necesaria.
El adecuado pasaje por estas tres instancias facilitará que la persona pueda diri-
girse a generar su Talento Personal. Así es como se ejemplifica, a través de un caso
real, en una de las diapositivas del taller:

Al referirse este talento a una aptitud superior, integradora del individuo, ésta
no podrá obtenerse desde el nivel valorativo-intencional o a partir de la planificación,
sino que, como ya se dijo, es el corolario de un recorrido que excede el proceso de
orientación. Y solo podrá ser alcanzado a través de la capacitación y la práctica sos-
tenida, nivel que incluye y trasciende los anteriores.
34 Giancarlo Quadrizzi Leccese - David Mauricio Settembrino

1.2 Del Capitalismo al Talentismo


Este Talento Personal, entendido como un quehacer singular, será entonces el que
ofrecerá el individuo a las organizaciones públicas y/o privadas, o bien, desarrollará en for-
ma independiente. De este modo, la OTP tiene muy en cuenta el concepto de Talentismo,
acuñado por el Lic. Juan Carlos Cubeiro, considerado internacionalmente como uno de
los principales referentes en management, desarrollo del talento, liderazgo y coaching pro-
fesional. A partir de su emblemático libro de 2012, “Del Capitalismo al Talentismo”, el uni-
verso empresarial revisó con más fuerza el concepto de “recurso humano” y comenzaron
a llamar “Gestión de Personas” o “Gestión del Talento” al área o departamento encargado
del personal. Cubeiro tomó los conceptos de la Ultramodernidad de Marina y llamó Ta-
lentismo al actual sistema económico, basándose en el talento humano como el elemento
nuclear y más relevante de este nuevo tiempo. El mismo Klaus Schwab, Fundador y Presi-
dente Ejecutivo del Foro Económico Mundial de Davos, señaló en el encuentro de 2012:
“El modelo antiguo era el Capitalismo, el nuevo es el Talentismo”. Esta idea caló tan hondo
en el management internacional que ya puede observarse en la web oficial de una de las
agencias de personal más importantes del mundo, precursora del concepto Human Age o
Era del Talento Humano:

ManpowerGroup ofrece el talento para impulsar la innovación y producti-


vidad de las organizaciones en un mundo donde el talentismo es el sistema
económico dominante. (http://www.manpowergroup.com.ar/)

Como se puede advertir, el concepto de Talento fue cobrando una relevancia


inusitada en el ámbito empresarial. “Las encuestas internacionales -por ejemplo, la
llevada a cabo por Corporate Executive Board - muestran que para las tres cuartas
partes de los directores de recursos humanos la prioridad principal es «atraer y rete-
ner el talento» (Marina, 2016). Es por todo ello, que consideramos fundamental su
tratamiento y orientación, a fin de que las personas logren transitar más adecuada-
mente este nuevo espacio sociocultural.
Cabe aclarar que, por un lado, se encuentra el concepto de Talentismo, originado
y difundido por el Lic. Cubeiro y, por otro, un fenómeno social que muchas veces
resulta perjudicial al momento de construir un propósito y un proyecto personal, que
nosotros llamamos: Talentismo Cultural.

1.3 Talentismo Cultural


En la actualidad, si hablamos de talento, hay que tener muchas reservas debido a
que se trata de un término muy utilizado especialmente por el management empre-
sarial y los medios de comunicación.
1- ¿Qué es la Orientación al Talento Personal? 35

Clubes de fútbol que pagan fortunas a los más habilidosos, reality shows ham-
brientos por los más talentosos, talentismo empresarial que selecciona y retiene a
su más virtuoso personal… ¿qué nos queda entonces para la gran mayoría que no
contamos con grandes habilidades? ¿Es una maldición hoy ser “normal”? Estos son
algunos de los miedos que se generan en muchos adolescentes, jóvenes y adultos,
frente a un discurso mediático avasallante en relación a los talentos personales.
Las personas comunes contamos con algunas capacidades más desarrolladas que
otras, pero ninguna demasiado destacada, esto en muchos casos, es frustrante y muy
desalentador a la hora de pensarse dentro de esta “cultura del talento”. A esto le lla-
mamos talentismo cultural, a la exacerbación en relación a las capacidades innatas
personales, o los llamados dones.
Esta sobrevaloración social de los talentos innatos destacados, que permanente-
mente vemos enaltecer en los medios de comunicación, a través de los realitys y otros
productos del entretenimiento, crean, muchas veces, un efecto contrario a lo que
pretenden producir. Como orientadores, esto lo podemos corroborar infinidad de
veces en el consultorio o en los talleres mismos cuando escuchamos en los adolescen-
tes, jóvenes o adultos expresiones como: “no sé qué estudiar porque no sé hacer nada
de forma destacada”, “no tengo ningún talento especial”, “no tengo nada que me haga
único”, etc. Pareciera que, si la persona no tiene o reconoce algo especial en sí misma,
está condenada a no encontrar un rumbo, una dirección y, sobre todo, a vivir en la
mediocridad más absoluta. En pocas palabras, una conclusión muy usual es: “Si no
tengo algo valioso que ofrecer, no soy valioso”. El inconveniente mayor es que aquello
valioso, diferente, original, se orienta a ser explorado en el interior del individuo. Y
en el resultado que arroje dicha búsqueda quedará demostrado si fuimos o no agra-
ciados por los dioses o la madre naturaleza.
Poner el acento en lo que “se trae de fábrica”, por default, sin hacer algunas sal-
vedades, es extremadamente peligroso en muchos sentidos. Ya vimos lo que sucede
para el que no reconoce ninguna destreza destacada. Ahora, para el que sí detenta
alguna habilidad extraordinaria, esta capacidad lo puede condicionar en su elabora-
ción de propósito, porque socialmente se encuentra mal visto desperdiciar oportuni-
dades que la misma naturaleza nos ofreció: “¡¿Cómo no vas a ser basquetbolista con
2,10 metros de altura?!”, “Con esa habilidad para los números es un pecado no estudiar
contaduría ¡por Dios! Estás perdiendo dinero”.
El talentismo cultural muchas veces confunde y hace olvidar que un talento es
una herramienta, mientras que son nuestros valores personales los que marcan direc-
ciones vitales. No siempre el talento más visible debe ser o convertirse en el eje de un
proyecto de vida; y cuando sí lo es, es porque se encuentra alineado con el Propósito
Vital de la persona, concepto que detallaremos más adelante.
36 Giancarlo Quadrizzi Leccese - David Mauricio Settembrino

Porque más allá de ser normales o hipertalentosos, el mayor tesoro del ser huma-
no, por sobre otros animales y de la actual IA (Inteligencia Artificial), es su capacidad
de generar intenciones y propósitos propios. Por eso la instancia valorativo-intencio-
nal es la que hay que visualizar, elaborar y gestionar a fin de ordenar la conciencia en
pos de una dirección intrínseca valiosa.
Los padres sabemos muy bien que somos los primeros en convertirnos en seu-
dos detectives privados para descubrir tempranamente las capacidades de nuestros
hijos. Ya desde los 2 o 3 años de vida de los pequeños no podemos evitar juzgar y
hacer pronósticos de sus posibles profesiones u oficios. “Mirá como agarra los libros:
éste me salió escritor o periodista... ¡ojalá no le dé por la filosofía que terminan siendo
todos drogadictos! Y desde ese momento, en adelante, se activan prejuicios, mandatos
y etiquetas que el niño o niña van incorporando para constituirse, alguno de éstos,
como creencias nucleares, tanto positivas como limitantes, pero, en cualquier caso,
altamente condicionantes para la valoración personal. Por supuesto que a estas edades
lo que mayormente se destaca de los niños es lo que hacen y no lo que valoran, pero
esta mirada sesgada hacia el hacer y la eficacia, lamentablemente continúa hasta pa-
sado el nivel secundario, y a veces durante toda la vida. Como puede verse, muchas
veces somos funcionales a aquella filosofía productivista, economicista, eficientista y
utilitarista de la vida, teniendo o no conciencia de ello.
Una Charla Ted de 2016 llamada “No soy un 7”, de una adolescente de 18
años, Sofía Camussi, da en la clave de lo que estamos intentando explicar, pero
traspolado al ámbito educativo-institucional. Sofía habla de cómo las notas re-
cibidas en la escuela condicionan las decisiones respecto a los roles laborales
que elegimos después de la secundaria. En un momento de la charla, cuenta
que su mejor amiga era una apasionada por el dibujo desde muy chica, pero,
actualmente, a los casi 19 años, se decidió por estudiar traductorado de inglés.
¡¿Cómo había sucedido eso?! Se pregunta aterrorizada la adolescente. Resulta
que su amiga siempre había soñado con dirigir películas de animación 3D, pero
como la carrera de animación tiene mucha matemática y ella siempre se la llevó,
se decidió a estudiar traductorado porque desde chica vio que tenía talento para
el inglés, le salía fácil y siempre tuvo buenas notas. De esta forma, no se jugaba
en su decisión, iba a lo seguro. “Se olvidan las pasiones al cruzar las materias
con buenas notas, las que nos eran fáciles y las carreras afines”, declara Sofía
en su exposición. “Claro... pensamos que, si en esta materia siempre tengo bue-
nas notas, entonces quiere decir que... “me gusta”. Y en esta reflexión de Sofía
radica otro peligroso engaño en el que las personas pueden caer actualmente: si
tengo capacidad para una materia donde cosecho buenas notas entonces se supone
que “me gusta”. Aquí la valoración personal, acerca de una actividad, se encuen-
tra coaccionada por el refuerzo extrínseco del sistema educativo per sé, por el
1- ¿Qué es la Orientación al Talento Personal? 37

premio social de la calificación positiva. Es en este contexto como una persona


va armando un proyecto de vida incongruente o inauténtico (Heidegger, 1951)
respecto a sus valores personales. Esto es lo que, generalmente, luego deriva en
un fracaso en medio de los estudios superiores o después de años de desarrollar
una actividad laboral displacentera.
Con respecto al talentismo cultural se pueden encontrar infinidad de ejem-
plos en nuestra vida cotidiana. Quien tiene hijos pequeños o sobrinos a quienes
llevaron al cine, no hace tanto tiempo, la primera película animada de la saga de
Tinkerbell (Disney, 2008), o Campanita para los más viejos, es una clara muestra
del patrón social al que hacemos referencia. En aquel film de animación, cuando
el hada protagonista nace, lo primero a lo que se debe enfrentar es a la definición
de su TALENTO, para encontrar, consecuentemente, su lugar en la comunidad.
Tinkerbell entonces recorre una paleta de opciones con diferentes elementos sim-
bólicos (un martillo, una flor, una gota de agua, etc.) que tienen la potestad de
definirla como: hada artesana, hada del viento, hada de la naturaleza o hada del
agua, condición que ya está en su interior, pero que ella no conoce aún. “Lo esen-
cial es invisible a los ojos”, como decía Antoine de Saint-Exupéry en El Principito.
Finalmente, fue el martillo de las hadas artesanas el que comenzó a emitir una luz
fulgurante, condicionando a Tinkerbell, de por vida, a confeccionar todo tipo de
objetos útiles y necesarios para la comunidad de hadas (vasijas, cucharas, jarrones,
etc.). Sucede que, en este primer film, Tinkerbell se revela ante la imposición de su
rol laboral, intentando probarse en otras áreas del quehacer de las hadas, y fraca-
sando sistemáticamente en cada ocasión. Por lo que, finalmente, desiste y vuelve a
lo suyo, a su esencia de hada artesana.
La fortaleza y perdurabilidad de esta postura filosófica esencialista que se filtra e
invisibiliza en múltiples expresiones culturales, se debe al arraigado pensamiento pla-
tónico que persiste en el ADN de occidente, reforzado por la religión judeocristiana.
El filósofo griego ya lo decía hace 2500 años en La República, uno de sus libros
más emblemáticos:

“cada uno debe atender a una sola de las cosas de la ciudad: a aquello para
lo que su naturaleza está mejor dotada” (La República – Platón –433ª)

¿Y por qué vemos una trampa en este talentismo cultural? Porque, sin desearlo,
cae en el condicionamiento que parte del esencialismo platónico, como lo hace tam-
bién la idea de vocación cuando se toma como algo esencial que hay que descubrir
para generar un propósito en la vida. La trampa de la mirada esencialista radica,
fundamentalmente, en que nos resta protagonismo como seres singulares, nos acota
el espectro de posibilidades en la toma de decisiones. Todo lo relativo a lo innato
38 Giancarlo Quadrizzi Leccese - David Mauricio Settembrino

habla de algo innegablemente propio, pero al mismo tiempo impersonal. Lo supues-


tamente esencial nos determina, nos restringe y nos condiciona en el accionar. Como
decíamos en la introducción, lo más genuino del ser humano es su indeterminación,
su capacidad de autodirigirse, de reinventarse a sí mismo, de escribir y reescribir su
recorrido biográfico. Sería bueno terminar de entender, socialmente, que lo humano
tiene que ver con un proyecto abierto, una posibilidad, al igual que lo es el átomo que
nos constituye en nuestra materialidad, según la física cuántica.
Como vemos, todavía quedan algunos ídolos de piedra en la cultura actual,
como el concepto mismo de identidad.

El concepto de identidad al igual que tantos otros se construyó desde un


paradigma moderno sustancialista, esencialista. (Rascovan, 2005)

La libertad personal también radica en no mantener la creencia en un esencialis-


mo identitario al que debemos pleitesía, sino en ver el entramado narrativo de un Yo
que va conformando un relato biográfico coherente para sí mismo; todo ello, dentro
de la trama contextual que lo contiene y constituye. Como es ya sabido, hay muy poco
de natural en lo humano y mucho de co-construcción entre lo social y lo personal.
Volviendo a los talentos innatos, por supuesto que existen múltiples casos en
donde una notable habilidad natural es congruente con los valores personales, de
aquí muchas de las personalidades destacadas que se observan en todas las áreas: el
arte, el deporte, las ciencias, la literatura, etc. Pero es el valor que le otorga la persona
a aquel accionar elegido la condición sine qua non para la elaboración de propósitos
y proyectos vitales. El talento por sí solo no genera dirección, como dijimos al definir
lo que entendemos como TALENTO PERSONAL.
Conducir sesgadamente a hacer foco en las destrezas naturales, o dar relevan-
cia al tipo de inteligencia dominante de la persona (Gardner, 1983), subestimando
u omitiendo la instancia valorativo-intencional, no deja de ser parte de las tecnolo-
gías de subjetivación foucaultianas (Foucault, 2001) que, directa o indirectamente,
responden a intereses productivistas, donde lo que se necesita prioritariamente es
extraer del individuo su mejor hacer en función al rendimiento de la empresa. En
síntesis, el talentismo cultural no escapa, en algún sentido, a la esfera de la bio-
política y el biopoder, conceptos propuestos por Foucault en la década de los ´70
que se referían a la intromisión de la política, del Poder, en el ámbito personal;
administrando la vida, regulando, normalizando y operando sobre la subjetividad
(Foucault, 2002).
Por todo ello, como orientadores, es bueno hacer consciente esta red de relaciones
entre talento innato, esencia, vocación, rol laboral, dirección vital, entre otros; entra-
1- ¿Qué es la Orientación al Talento Personal? 39

mado lingüístico que tan peligrosamente naturalizado e invisibilizado se encuentra


en el saber popular y que tanta confusión y sujeción produce en una gran mayoría.
Desnaturalizar estos conceptos y problematizar las relaciones que se crean entre ellos,
es parte del ejercicio de deconstrucción que se busca transmitir a los participantes en
este taller, a fin de generar una mayor libertad personal en el intento de emancipar la
propia voluntad respecto a la biología y los condicionamientos sociales.
2. Base teórica de ACT en
relación al modelo de la OTP

2.1 Contextualismo funcional


y Teoría del Marco
Relacional (RFT).......... 43

2.2 Comportamiento
dirigido por reglas....... 47

2.3 Modelo de Flexibilidad


Psicológica ................. 50

2.4 Aceptación ................. 51

2.5 Defusión ..................... 57

2.6 Contacto con el


momento presente ...... 59

2.7 Yo como contexto ....... 60

2.8 Dirección guiada


por valores ................. 62

2.9 Acción comprometida. 66


2. Base teórica de act en
relación al modelo de la otp

ACT es una intervención orientada


exhaustivamente hacia los valores.
(Wilson K. G. y Luciano, C. M., 2002)

A fin de ser fieles a la consigna de este texto, que consiste en transmitir una me-
todología para la práctica de un taller en desarrollo personal y orientación laboral, no
ahondaremos en la extensa matriz teórica de ACT, pero recorreremos, a modo de
introducción, sus principales conceptos; con la firme premisa de relacionar, toda vez
que sea pertinente, las ideas presentadas con la especificidad del taller en cuestión.
Para un abordaje acabado sobre esta práctica terapéutica, recomendamos a todos
los profesionales, que así lo deseen, la Formación en ACT y Terapias de la Ter-
cera Ola que brinda la Fundación Foro (Argentina) www.fundacionforo.com. Por
otro lado, sugerimos la lectura del libro ACT, Terapia de Aceptación y Compromiso
con Adolescentes (Mandil, José Quintero y Maero, 2017), de donde extrajimos varias
de las dinámicas presentadas en el taller. Asimismo, recomendamos las siguientes
obras editadas en español: Terapia de Aceptación y Compromiso: Proceso y Práctica
del cambio consciente (Hayes, Strosahl & Wilson, 1999), Terapia de Aceptación y
Compromiso. Un tratamiento Conductual orientado a los valores (Wilson K. G. y
Luciano, C. M., 2002), y Múltiples aplicaciones de la Terapia de Aceptación y Com-
promiso (Páez Blarrina y Gutiérrez Martínez, 2012). Por último, aunque haya sido
escrito para el público en general, sugerimos la lectura de la obra de Steven Hayes y
Spencer Smith, Sal de tu mente, entra en tu vida (2005) ya que contiene reflexiones y
prácticas, en relación a los conceptos clave de esta terapia, con un lenguaje coloquial
y ameno.

2.1 Contextualismo funcional y


Teoría del Marco Relacional (RFT)
ACT es una psicoterapia avalada científicamente con un desarrollo de más de
treinta años; y forma parte de lo que se ha dado en llamar la tercera generación de
44 Giancarlo Quadrizzi Leccese - David Mauricio Settembrino

terapia conductual y cognitiva (Hayes 2004). Las dos columnas donde se van a montar
todas sus teorías e intervenciones son: el contextualismo funcional y la Teoría del
Marco Relacional (RFT, por sus siglas en inglés).
El contextualismo funcional es una filosofía pragmática de la ciencia que parte
de una unidad analítica nuclear: el acto-en-contexto en curso. Vale aclarar que, des-
de este enfoque holístico, cuando se habla de conducta, no se circunscribe solo a un
movimiento observable sino también a las conductas privadas, emocionales o cogni-
tivas. De igual forma, el contexto, no es tomado solo en su sentido espacio-temporal,
sino que incluye tanto lo histórico como lo situacional que tienen relación con la
conducta. Un claro ejemplo de todo ello es el que se expone en el libro de Hayes,
Strosahl y Wilson:

Piensa en una persona que va a una tienda o a unos almacenes. Tal acción
tiene una historia próxima (p. e., se está quedando sin comida; van a tener
una comida familiar) y el contexto situacional es donde tiene lugar (p. e.,
ahora, giro a la izquierda en la Avenida 12 para ir a la tienda de ultra-
marinos). Hay una generalidad y un propósito amplio que integra todo
eso. “Ir a comprar a la tienda” es el acontecimiento global que implica un
lugar del que uno viene y adónde va, una razón para ir y un propósito que
cumplir. Si se bloquea un camino, se toma otro alternativo. La naturale-
za del acto se define por sus pretendidas consecuencias no por su forma
(uno podría ir caminando o en bicicleta y, de todos modos, se está “yendo
a comprar a la tienda”). Sabrás que lo habrás hecho cuando llegues allí.
(Hayes, Strosahl & Wilson, 1999)

Desde esta filosofía pragmática, ACT va a desarrollar una mirada que, por enci-
ma de todo, siempre va a estar atenta al propósito, al fundamento primero y último de
las acciones. De allí, la relevancia y original abordaje sobre los valores personales, cual
faros que marcan el camino a seguir en medio del mar, muchas veces turbulento, de
nuestro universo simbólico habilitado por el lenguaje.

La esencia del enfoque ACT parte de la idea de que el lenguaje humano es


el responsable tanto de los logros como de las miserias humanas. (Hayes,
Strosahl & Wilson 1999)

La frase anterior nos introduce directamente en la Teoría del Marco Relacional o


RFT, que vamos intentar resumir sin dejar de lado sus principales postulados.
La relevancia de la dinámica lingüística en el marco de lo psicológico, su res-
ponsabilidad respecto al desarrollo de la capacidad simbólica, es un tema indiscutido
2. Base teórica de act en relación al modelo de la otp 45

por todas y cada una de las líneas en psicología, antropología y neurociencia. En este
punto, no podemos dejar de mencionar el invaluable aporte realizado por la lingüís-
tica o ciencia del lenguaje a través de sus máximos representantes como: Ferdinand
de Saussure (considerado como el iniciador de la lingüística moderna, del movimien-
to estructuralista), el rumano Eugen Coseriu, el francés André Martinet, el danés
Louis Hjelmslev, el holandés Simón Dik (por su desarrolló en relación a la gramática
funcional); como así también los estadounidenses Leonard Bloomfield (representan-
te del estructuralismo), Noam Chomsky (la gramática generativa) y William Labov
(impulsor de la sociolingüística), entre otros. El lenguaje hasta fue puesto bajo la lupa
filosófica en el marco de una línea que se dio en llamar giro lingüístico iniciada, se-
gún Gustav Bergman, por Ludwig Wittgenstein en su Tractatus logico-philosophicus.
Este movimiento filosófico contó con importantes representantes como: Judith But-
ler, Luce Irigaray, Julia Kristeva, Michel Foucault y Jacques Derrida. Para resumir, to-
dos estos autores y movimientos giraron en torno a la idea de que el lenguaje “consti-
tuye la realidad” para el ser humano. Así lo expresaba el filósofo de la deconstrucción:

“NADA HAY FUERA DEL TEXTO” (Derrida, 1967)

En este sentido, ACT, dentro de la Ciencia Conductual Contextual (CBS), a


diferencia de los otros modelos en psicoterapia, se apoya en estudios empíricos sobre
el lenguaje y la cognición humana que dio lugar a esta teoría contextual funcional lla-
mada Teoría del Marco Relacional. Esta teoría nos devela, bajo los criterios de la cien-
cia básica, que el desarrollo de la capacidad de aprender a poner en práctica “marcos
de relaciones” es parte esencial del lenguaje y de la cognición de alto nivel. Un marco
relacional es un comportamiento aprendido que presenta tres grandes propiedades
bajo un control contextual arbitrario: implicación mutua, implicación combinatoria y
transformación de la función estimular (Hayes, Strosahl & Wilson, 1999). Esto refiere
a las múltiples vinculaciones entre estímulos que aprendemos a realizar a través del
lenguaje, desde la primera infancia: si A es igual a B entonces deducimos que B es
igual a A (implicación mutua); si Matías es más alto que Simón y Joaquín es más
alto que Matías, entonces inferimos que Joaquín es más alto que Simón (implicación
combinatoria); por último, para dar un ejemplo de transformación de la función esti-
mular, imaginemos que terminamos una relación amorosa, entonces puede suceder
que el bar que frecuentábamos con nuestra pareja pase de ser un lugar agradable
(función apetitiva) a un espacio a evitar (función aversiva).
Veamos los principales tipos de relaciones entre estímulos:
1. De coordinación: la palabra mesa y el objeto mesa
2. De distinción: Francisco es distinto que Santiago
46 Giancarlo Quadrizzi Leccese - David Mauricio Settembrino

3. De oposición: la noche es opuesta al día


4. De comparación: abogacía tiene más salida laboral que antropología
5. Espacial: el vaso se encuentra a la derecha de la botella
6. Deíctico: yo estoy aquí, tú estás allí
7. Temporal: la respuesta le llegó después de entregar el parcial
8. Jerárquico: Martina es integrante de la familia Pérez
9. Causal: el perro fue el que rompió la maceta
Cuando los seres humanos incorporamos estas conductas verbales y comen-
zamos con las relaciones derivadas entre estímulos, se dispara un universo de vin-
culaciones que ya no podemos detener, de allí que un estímulo pase a formar parte
de múltiples redes de respuestas relacionales. Pero, concretamente ¿por qué la rele-
vancia de todo esto en el contexto de una psicoterapia y de un taller de orientación
laboral? Porque sencillamente es a partir de estas conductas verbales que se genera
todo el repertorio referido a lo que entendemos como juicios, especulaciones, cla-
sificaciones, estrategias, anticipaciones, reglas, etc. Esto tiene su lado positivo y su
costo. A partir de estas conductas verbales, vamos resolviendo problemas, antici-
pando eventos, consiguiendo cooperación, en fin, desplegando nuestra capacidad
simbólica y nuestro espectro conductual; y cayendo también en las trampas del
mismo lenguaje. Esto sucede cuando nos creemos el contenido literal de nuestra
mente, nuestros propios procesos cognitivos; y dejamos de ver las producciones
verbales diferenciadas de la conciencia. A esto se le llama fusión cognitiva, necesa-
ria para que podamos leer este libro y no ver solo manchas negras sobre un papel,
pero que se puede volver excesiva cuando los pensamientos y emociones pasan a
ser realidades unívocas, reglas rígidas a obedecer, perdiendo sensibilidad frente al
contexto y sus cambios. Esto puede terminar limitando el repertorio conductual de
la persona y, consecuentemente, la vida misma.
Una de las características más relevantes de los marcos relacionales es que cuan-
do se aprende y establece una relación entre estímulos ya no hay posibilidad de ser
desaprendida, RFT demostró empíricamente que no existe tal capacidad humana de
desaprender. La relación podrá minimizarse en su impacto funcional pero nunca su-
primida por completo. Esto se suma a que los marcos de relaciones no siempre se
dan de forma adecuada, no pudiéndose evitar que se deriven relaciones “poco útiles”.
Ejemplo: “me cuesta ponerme a estudiar, soy un inútil”. En este tipo de afirmaciones,
desde ACT se va a apelar, fundamentalmente, a reducir el impacto de lo verbal sobre
la conducta, cambiando el contexto donde el evento privado aversivo ocurre, con el
objetivo de alterar su función. Para ejemplificar respecto al caso anterior: no es lo
mismo creer firmemente “soy un inútil”, que entender que “estoy teniendo el pensa-
2. Base teórica de act en relación al modelo de la otp 47

miento de que soy un inútil” y, a pesar de ello, moverme en alguna dirección valorada.
Esto lo veremos más claramente cuando abordemos el concepto de defusión, en el
marco de las herramientas específicas de ACT.

2.2 Comportamiento dirigido por reglas

En la temprana infancia, el lenguaje se aprende, casi por completo, me-


diante condicionamiento social. Al mismo tiempo que se desarrollan len-
guaje y pensamiento, los niños van aprendiendo reglas sociales, costum-
bres y creencias que reflejan las prácticas culturales de su entorno. Esta
“programación social” está tan arraigada en el sistema lingüístico que lle-
ga ser funcionalmente invisible. Los pensamientos y prácticas promovidos
socialmente –incluso los que resultan perjudiciales– son muy difíciles de
detectar. (Hayes, Strosahl & Wilson 1999)

Como podemos inferir, a partir del párrafo anterior, es que el ser humano que-
da inmerso en una trama lingüístico-socio-cultural donde, de forma permanente, se
generan y siguen reglas como la forma más predominante de regulación verbal sobre
la conducta. Cada regla cuenta con sus lógicas internas: marcos y redes de relaciones
propias. Esto hace tanto a la ética y la moral de una época, como al avance tecnológi-
co en las diferentes áreas. De hecho, la humanidad avanza porque se guía por todo un
cuerpo de reglas precedentes y la creación de otras nuevas. Un conjunto de reglas nos
posibilita desde jugar un deporte hasta construir un telescopio. Desde RFT se dice
que las reglas son especificaciones verbales de contingencias, lo que genéricamente se
podría expresar como “en la situación X, realizar la acción Y genera la consecuencia
Z” (Mandil, José Quintero, Maero, 2017). Además, guiarse por reglas tiene implican-
cias más simples, donde sería perjudicial pasar por la experiencia directa: nadie nece-
sita colocar los dedos en el enchufe para entender que 220 watts pueden ser mortales.
Evidentemente seguir reglas muchas veces tiene sus beneficios.
Ahora bien, la Teoría del Marco Relacional hace una clara distinción respecto
a los distintos tipos de relaciones entre las conductas y las reglas, lo cual representa
un gran aporte al taller que nos convoca, para pensar, desde otra perspectiva, las
conductas de nuestros consultantes respecto a lo que conocemos comúnmente como
mandatos sociales, familiares y personales, a la hora de realizar un proceso de de-
finición laboral. En virtud de ello, pasamos a brevemente a describir las diferentes
relaciones que se dan entre conducta y regla.
Tracking o rastreo: refiere a aquellas conductas que responden a reglas verbales
pero que continúan contactando con los efectos directos de su accionar respecto al
48 Giancarlo Quadrizzi Leccese - David Mauricio Settembrino

contexto: si muevo la perilla del gas y acerco fuego se enciende la hornalla. Al seguir
esta regla y corroborar que efectivamente se corresponde con las contingencias na-
turales de la acción, se estará ejecutando una conducta de tipo tracking o de rastreo.
Esta clase de conducta es adaptativa al contexto porque, tomando el ejemplo dado,
si movemos la perilla y el gas no comienza a salir, sabremos que es en vano acercar
el fuego para encender la hornalla, y nuestra conducta tomará una nueva dirección.
En otras palabras, la conducta no se encuentra sujeta rígidamente a la regla verbal
y ajena a las contingencias. La persona está en relación directa con el impacto de su
conducta.
Pliance o plegamiento: se refiere a las conductas sostenidas por los refuer-
zos sociales que implica seguir una regla en sí misma. Ejemplo: “Estudio una
carrera universitaria porque, si no, hoy no sos nadie”. En este caso la conducta
se rige por una regla proveniente de lo social y/o familiar que habla arbitraria-
mente de una definición de “ser o no ser alguien” en relación al nivel académico
alcanzado: inicial, primario, secundario, terciario o universitario. Siguiendo el
ejemplo, esta conducta de tipo pliance o de plegamiento no se relaciona con las
consecuencias intrínsecas de la acción misma de estudiar una carrera, como
puede ser todo lo relacionado a ejercer una determinada profesión, ni tampoco
está fundamentada desde los valores personales, sino que se basa en las conse-
cuencias reforzantes que se experimentan al seguir la regla per se: aceptación,
prestigio, reconocimiento, reputación, etc. En este caso, la persona fundamenta
estudiar una carrera universitaria por el solo hecho de ser reconocida, de ser
aceptada y legitimada socialmente. Lo mismo ocurre cuando se vislumbra el de-
seo por una profesión determinada, cimentado en el prestigio social que dicho
rol laboral-ocupacional conlleva. O cuando la regla o mandato personal de “ser
original y destacado”, seguida a ultranza por el individuo, lo ahoga y boicotea
en cada uno de sus proyectos. Como vemos, no interesa si se trata de una regla
o mandato social, familiar o personal, su fuente nos es indistinta, el problema
central es el grado de fijeza con que es seguida dicha regla y el nivel de desco-
nexión con el contexto.

El resultado ideal a este nivel es que el control de las reglas quede fle-
xibilizado a ciertas condiciones, de modo que, en el adolescente, y aún
más en los adultos, el pliance se limite a las condiciones en las que sea
efectivo en función de los valores personales que a su vez se conforman
en el contexto de este marco de socialización. (Wilson K. G. y Luciano, C.
M., 2002).
2. Base teórica de act en relación al modelo de la otp 49

Augmental o incrementación: hace referencia a aquella conducta guiada por


reglas que modifican el valor de refuerzo de una consecuencia (Mandil, José Quin-
tero, Maero, 2017). Esta clasificación se divide en dos subtipos: los incrementadores
de motivación y los de transformación. Para ejemplificar a los primeros basta con
observar cómo funciona la estrategia publicitaria en los hábitos de conducta de los
consumidores. Ejemplo: si detrás de una marca de raquetas de tenis coloco la figura
de Roger Federer, entonces el valor de refuerzo de ese producto se incrementará solo
por el hecho de relacionarlo con otro reforzador connotado positivamente; ape-
lando, de esta manera, a una conducta de tipo augmental en los potenciales clien-
tes. Para el segundo subtipo: incrementadores de transformación, daremos otro
ejemplo: si a un niño se le refuerza positivamente el obtener una puntuación de
10, y luego le decimos que alcanzar un sobresaliente significa lo mismo que 10, el
estímulo sobresaliente también se convertirá en un reforzador positivo por su rela-
ción con el anterior. En este sentido, ACT, y consecuentemente la OTP, utilizará la
función incrementadora de los valores personales para movilizar a los consultantes
hacia direcciones deseadas.
Los humanos tienen conductas guiadas por reglas, en su gran mayoría, y otras
por contingencias. Un aspecto clave es que las primeras son más insensibles al contex-
to que las segundas. Un claro ejemplo de ello es el que presentamos a continuación:

Supongamos una regla vital enunciada de la siguiente manera: “es necesa-


rio tener dinero para vivir bien”. Las conductas gobernadas por una regla
de ese tipo, pueden conducirnos a una situación paradójica, en la cual la
búsqueda del dinero genere resultados diametralmente opuestos a “vivir
bien”, tales como ansiedad, estrés, alienación, dificultades interpersona-
les, etcétera. En un caso semejante, aunque las contingencias son aversi-
vas, la conducta se sostiene porque se sigue la regla. (Mandil, José Quintero,
Maero, 2017)

En este ejemplo se aprecia cómo, a pesar del sufrimiento que todo ello oca-
siona, el individuo no alcanza a visualizar la regla como tal, ni su sujeción irres-
tricta a la misma. En virtud de ello, ACT propone poner el foco, fundamental-
mente, en la relación de la persona respecto al seguimiento rígido de reglas, y
del distanciamiento de las mismas, para ampliar luego su campo de acción en
dirección a los valores personales. Este proceso otorgará, finalmente, una mayor
flexibilidad psicológica al consultante, objetivo base de esta terapia y de este
taller en orientación.
50 Giancarlo Quadrizzi Leccese - David Mauricio Settembrino

2.3 Modelo de Flexibilidad Psicológica


“Quien no se mueve, no siente las cadenas”
Rosa Luxemburgo

ACT entiende por modelo de flexibilidad psicológica a un conjunto de seis pro-


cesos ordenados congruentemente, como resultado de casi 30 años de investigación
básica y clínica, que contribuyen a la adaptabilidad humana y a su opuesto, la psi-
copatología y el sufrimiento (Hayes, Strosahl & Wilson 1999). Consecuentemente,
el grado de flexibilidad psicológica se traducirá en la ampliación o restricción del re-
pertorio conductual de la persona en relación a un contexto determinado. Todo ello
será abordado por ACT a partir de trabajar con el consultante seis habilidades que se
intentarán fortalecer:

Esta representación gráfica es lo que se conoce en ACT como Hexaflex.


Trabajar en estos seis procesos no implica regirse por una batería de procedi-
mientos establecidos dentro de un protocolo de intervención. Esta es una de las
características más destacadas de esta modalidad terapéutica, ya que habilita la
2. Base teórica de act en relación al modelo de la otp 51

utilización de diversos recursos adaptados a los diferentes contextos sociocultu-


rales, a fin de servir positivamente e impactar sobre los procesos psicológicos que
plantea en el Hexaflex. De allí que sus especialistas definan a ACT como una
terapia basada en procesos. De esta manera ACT se ha puesto en práctica en
diversos formatos: individual, grupal, con o sin ejercicios experienciales, etc.
(Mandil, José Quintero, Maero, 2017). En este sentido, ACT se adecua perfecta-
mente a un proceso de orientación como la OTP, ya que, en origen, se encuentra
diseñada de forma abierta para ser interpretada y adaptada para atender diver-
sas necesidades humanas.
Seguidamente vamos a ver en detalle cada una de estas seis dimensiones del
Hexaflex, sin dejar de hacer referencia a lo que nos convoca: la orientación personal
- laboral.

2.4 Aceptación
El proceso de aceptación, resumidamente, refiere a la capacidad de convivir, de
hacerle lugar a las experiencias internas difíciles en pos de orientarse en direcciones
valiosas y conseguir metas congruentes con dichas direcciones o valores.
Desde esta habilidad, ACT, se dirige a trabajar dos puntos clave en el consultan-
te: la demostración de la ineficacia en los reiterados intentos de control en relación
a los eventos privados aversivos (pensamientos, emociones) los cuales sostienen y/o
acrecientan el malestar; y, por otro lado, el aprendizaje en la toma de contacto con
dichos eventos desde una postura no defensiva, experimentándolos tal y como se pre-
sentan. Lo contrario a la aceptación se conoce en ACT como evitación experiencial.

Para el cliente atrapado en una pauta distímica, el objetivo puede consistir


en sentirse bien y evitar los sentimientos o pensamientos que lo aparten de
este objetivo. Para el cliente que muestra una pauta obsesivo-compulsiva,
el objetivo podría ser suprimir determinados pensamientos o controlar los
sentimientos de fatalidad. Para el cliente con trastorno de pánico, el objeti-
vo principal sería evitar el sentimiento de ansiedad y los pensamientos de
muerte, de pérdida de control o de volverse loco (Hayes, Strosahl & Wilson
1999).

La evitación experiencial no es un fenómeno patológico per sé, sino que puede


convertirse en ello cuando el combate, la evitación o la huida, respecto a los eventos
privados aversivos, terminan invadiendo gran parte de la conducta de la persona,
cercenando y limitando su vida.
52 Giancarlo Quadrizzi Leccese - David Mauricio Settembrino

Desde el proceso de desesperanza creativa, se le hace evidenciar al consultante


lo inútil que le ha resultado, en su experiencia personal, el combatir, evitar o huir
de aquellos pensamientos o emociones que lo aquejan, ya que el malestar no solo
continúa, sino que se acrecienta cada vez más. De esta forma, y en conjunto con
otras herramientas que detallaremos más adelante, dichos estímulos aversivos irán
perdiendo protagonismo, a la vez que irá increscendo el papel que juegan los valores
personales en el espacio vital de la persona.
La OTP, en relación a esta habilidad, desde el primer encuentro hará lugar a los
diversos pensamientos y emociones que afectan negativamente a los consultantes, en
relación a la definición laboral. En este sentido, se abordará el tema de la libertad per-
sonal y cómo los diferentes temores, producto de mandatos socio-familiares, creen-
cias personales limitantes, y la natural angustia que emana de la incertidumbre hacia
el futuro y la toma de decisiones, nos coartan o coaccionan al momento de pensar la
dirección a seguir.
Lo que se intenta transmitir es que experimentar miedo a equivocarse en la deci-
sión, a no estar a la altura de las circunstancias, a fracasar, a no encontrar algo que me
apasione, a haber nacido sin vocación, a exponerme a un medio desconocido (univer-
sidad, empresa, etc.), es desagradable, pero al mismo tiempo normal y esperable que
así suceda. De hecho, resultaría extraño que no ocurra de esa forma. En este sentido,
presentamos una reflexión sugerida a los facilitadores para abordar aceptación en el
inicio de un proceso de OTP:

Facilitador/ra: “La angustia que nos produce la incertidumbre


al futuro y las presiones sociales es desagradable, sin dudas. Ahora
supongamos que tengo el poder en mis manos de borrar esa sen-
sación en ustedes, pero, al mismo tiempo, también se borraría la
capacidad de elegir la profesión o el oficio que más alegrías y sa-
tisfacciones les podría dar en sus vidas. ¿Qué hacemos? ¿Borramos
TODO o aceptamos la angustia y seguimos adelante?”

A partir de este tipo de intervenciones, se realiza una práctica muy sencilla en


donde los participantes escriben, en una hoja, sus mayores temores y pensamientos
limitantes en relación a la definición laboral, al futuro, para luego depositarlos en una
caja que el facilitador coloca en el centro del grupo. En ningún momento se destru-
yen las hojas, de lo contrario se estaría tergiversando la idea misma de ACT respecto
a la aceptación de dichos pensamientos; se continúa a pesar de éstos. Parte del rescate
de dicha dinámica podría ser formulado desde esta postura:
2. Base teórica de act en relación al modelo de la otp 53

Facilitador/ra: Los temores van a seguir estando, allí, entre


nosotros. Pero ahora nos vamos a concentrar en lo importante, en
las cosas que nosotros realmente valoramos, que nosotros elegimos.

Otra alternativa muy utiliza en ACT es el trabajo con metáforas, respecto a la


aceptación, puede muy bien ser empleado el cuento de la persona que cae en arenas
movedizas. Este relato plantea la situación de un sujeto que tropieza y se hunde par-
cialmente en una zona de arenas movedizas, cuanto más se resiste y se mueve para
liberarse de las arenas, más se hunde. Solo se salva al quedarse quieto, tomarse un
tiempo para estudiar el terreno y aferrarse a una raíz cercana. Si hacemos una ana-
logía de la arena con respecto a los pensamientos, juicios, y reglas o mandatos que
nos limitan, vemos rápidamente que cuanto más queramos evitar o combatir estos
contenidos, más nos hundimos en el problema. La solución está en no luchar, aceptar
la situación, tomarnos de la raíz de los valores personales y salir en alguna dirección
valiosa para nosotros.

“La aceptación emocional es un medio para un fin: poner los valores en


acción es ese fin.” (Wilson, K. G. y Luciano, C. M., 2002)

Elección y decisión
Y aquí nos permitimos introducir un tema que conectamos, dentro de la diná-
mica específica del taller, al proceso de aceptación que estamos abordando, además
de formar parte del cuerpo teórico de ACT. Se trata del concepto de elección en con-
traste con el de decisión. La OTP, en relación a ello, va a decir literalmente:

La definición del rol laboral poco tiene de decisión y mucho de elección.

En general, esta reflexión, desconcierta a la mayoría de los participantes porque


socialmente se instaló como crucial, en este tema, aprender a afrontar el monstruo
de la DECISIÓN, y no se hace lugar al concepto de ELECCIÓN, sin tampoco ofre-
cer una clara distinción entre los mismos, y utilizándose en muchas oportunidades
como sinónimos. De hecho, cotidianamente nos encontramos con frases de padres
o tutores del estilo: “A ver si te decidís de una vez”, “Tomá una decisión porque no te
quiero vagueando el año que viene”, “Si no decidís qué querés estudiar, te vas a trabajar
y se terminó”. Sin entrar en análisis de todos los prejuicios que se desprenden de estos
comentarios, vemos cómo socialmente se enfatiza el hecho de decidir como la clave
54 Giancarlo Quadrizzi Leccese - David Mauricio Settembrino

para resolver la cuestión en la definición laboral. Pero vale la pena detenernos unos
momentos para profundizar en la enorme diferencia entre estos conceptos.

Desde la perspectiva de la ACT, la distinción entre una elección y una de-


cisión es crítica para la actuación en valores. Para este propósito, carac-
terizamos una decisión como una selección entre alternativas que se hace
por razones. Por contra, una elección es una selección entre alternativas,
que se hace con razones, pero no por razones. (Wilson K. G. y Luciano, C.
M., 2002)

Lo que decimos desde la OTP, a través de sencillos ejemplos, es que en la elec-


ción que hacemos cuando, por ejemplo, vamos a la heladería y pedimos los sabores
de un helado, estamos expresando una genuina preferencia: valoramos el chocolate
por sobre la frutilla. El humanista Carl Rogers definiría esto como una valoración
organísmica. Es nuestro ser como un todo reaccionando, respondiendo ante un estí-
mulo.

“Para los propósitos de la terapia de aceptación y compromiso, valorar es


responder.” (Wilson K. G. y Luciano, C. M., 2002)

Anticipamos de esta manera que los valores no son juicios, son elecciones. Cabe
aclarar que, cuando veamos más detalladamente como ACT define valor personal,
podremos distinguir que no toda elección es un valor (ej. la elección del chocolate
para el helado) pero todo valor personal, es una elección.
Otro punto relevante sobre el tema, es que a diferencia de lo que se presume co-
múnmente, las elecciones están lejos de ser azarosas, o hechos menores en relación a
las decisiones, pues cuentan con un historial genético, biográfico y contextual que se
encuentra activo al momento de elegir: sensaciones, experiencias previas, creencias,
emociones, etc. “Los valores se van haciendo a lo largo de la ontogenia, o sea, son un
producto de la historia personal” (Luciano, 2006). Pero como dicen los neurocien-
tíficos, el cerebro no consciente maneja esta enorme cantidad de bits de información
a muy alta velocidad, por ello, lo que solo alcanzamos a percibir es el instante mismo
en que decimos azul, para elegir el próximo color de una habitación, o clarificamos
que enseñar es nuestro accionar predilecto. Cada elección habla de nosotros mismos
en un alto grado de complejidad, por ello la relevancia de comprender su entramado
y distinción en referencia a las decisiones más razonadas.
El inconveniente se encuentra en que se prefiere o elige, muchas veces de forma
tan espontánea, que no percibimos cuánto de nosotros se encuentra en juego, obvia-
mente, según el caso. En nuestro equipo recordamos el ejemplo de un adolescente de
2. Base teórica de act en relación al modelo de la otp 55

18 años que en uno de los talleres de OTP parecía no entender la relación entre elec-
ciones y valores, y le pedimos que nos relate cuál fue el último evento que más lo mo-
lestó en la calle. El chico contó al grupo un episodio en un transporte público, donde
vio cómo un pasajero simuló estar dormido para no ofrecerle el asiento a una anciana
y él eligió cedérselo, a pesar de estar exhausto después de un partido de fútbol. El gru-
po mismo se encargó de remarcar los valores que destacaron de aquella acción, que
para el chico mismo fue intrascendente, pues él lo había percibido como una simple
“reacción instintiva”. De allí se desprendió una charla donde el adolescente asumió
valorar el hacer justicia, conectándolo con diferentes experiencias, y clarificando su
preferencia por este tipo de accionar y no otros. Esta clase de intervenciones hace
clara la importancia de recurrir al rastreo de experiencias personales como materia
prima en la obtención de datos que revelen el recorte que realiza la persona frente al
contexto: ¿qué la afecta? ¿qué valora? ¿cómo reacciona frente a ello? ¿qué intención
le surge? De esta forma, nos apartamos de la concepción del autoconocimiento solo a
partir de la reflexión analítica para llevarlo al ámbito conductual-actitudinal.

Por otra parte, si estamos dispuestos a encarar nuestras reacciones, sin


tener que evitarlas o minimizarlas, estaremos entonces en disposición de
elegir lo que valoremos activamente. Hacemos tal elección al admitir la
multiplicidad de cosas que nos conmueven emocionalmente y podemos
hacer esa elección incluso en el caso de que las razones para hacer cual-
quier otra elección parezcan tener mayor peso. Cuando se nos pregunta
¿por qué?, la única respuesta posible es “porque yo lo elegí así”. Se trata de
hacer relevante que se puede elegir “porque sí”, es decir, porque uno quiere
sin necesidad de argumentar e incluso con argumentos o razones distintas
y contrarias. Se trata de relativizar el valor de las razones que damos como
producto de nuestra reflexión. (Wilson K. G. y Luciano, C. M., 2002)

A partir de este fragmento de dos de los exponentes más representativos de


ACT, se puede entender perfectamente cómo cuando se le consulta a alguien que se
encuentra realizando una actividad valorada, el porqué de dicha acción, la persona
muchas veces no sabe qué decir o contesta “porque sí”, “porque me gusta, no sé”. Esto
se da porque la actividad elegida es una recompensa en sí misma. La retroalimenta-
ción es instantánea y permanente. A esto Mihaly Csikszentmihalyi, co-fundador de
la psicología positiva, lo llama experiencia autotélica (en griego autos = en sí mismo y
telos = finalidad), una experiencia que tiene una finalidad en sí misma. Por ello es tan
complejo, muchas veces, explicar por qué se elige lo que se elige, cuando la recom-
pensa es intrínseca al hecho mismo y no necesita de razones externas o exotélicas.
56 Giancarlo Quadrizzi Leccese - David Mauricio Settembrino

Por otro lado, se encuentran las decisiones que sí son juicios, ejercicios reflexivos,
calculatorios, racionales, especulativos, entre varias alternativas, donde la definición
se da por razones. Más allá del grado de dificultad de cada decisión, lo que vamos a
tener que contemplar, además de los gustos personales, de las preferencias, van a ser
otros factores circunstanciales y contextuales que condicionan dicho proceso. Ejem-
plo: si me encuentro en la disyuntiva de vivir en la ciudad o en el campo, a pesar de
mi preferencia por el campo, debo evaluar si allí tengo posibilidades laborales con mi
profesión u oficio, si mi pareja también lo desea, dónde estudiarán los niños luego
del nivel secundario, etc. Claro que las decisiones también hablan de nosotros, de
nuestros valores, pero claramente desde otro nivel, ya no se trata solo de una reacción
frente a varios estímulos, como sucede en las elecciones. En este sentido, y con res-
pecto a la instancia decisoria, esta tendrá lugar solo al momento de evaluar la profe-
sión u oficio que mejor vehiculice el Propósito Vital de la persona, concepto propio
de la OTP que analizaremos pertinentemente.
Por todo ello, vamos a transmitir a los consultantes en el primer encuentro del
taller que:

Facilitador/ra: Por ahora... ¡No vamos a tener que decidir nada!


El primer objetivo será conocernos; y cuando clarifiquemos cuáles
son nuestros valores, las cosas que cada uno elige como importan-
tes en su vida, la decisión sobre la profesión u oficio será mucho
más fácil de lo que imaginamos.

Esta mirada resulta superadora en cuanto a la tensión que de forma natural se


deposita, casi exclusivamente, en la toma de decisión. De hecho, se puede observar,
en varios procesos de orientación, que se enfocan primeramente en tratar este punto,
consultándole al orientado por otras decisiones importantes en su vida, la relación
con la toma de decisiones, las estrategias utilizadas al respecto, etc.; ocasionando,
muchas veces, el aumento del malestar producido por la angustia y ansiedad propia
de esta instancia de por sí ansiógena. Se dice desde ACT que, al intentar cambiar los
eventos privados aversivos, eventualmente se puede caer en el error de reforzar la red
de relaciones implicada, por lo que se consigue el efecto contrario de lo que se desea
lograr (Mandil, José Quintero, Maero, 2017). Por otro lado, las decisiones, a diferencia
de las elecciones, activan fácilmente en las personas el modo mental de resolución de
problemas. Ejemplo: “Dada la situación X, si hago P, obtengo Q, que es mejor que Y”.
En relación a lo antes explicado acerca de los marcos relacionales, se puede observar,
en el ejemplo anterior, que estamos en presencia de solo tres clases de relaciones:
marcos de coordinación de palabras con acontecimientos, marcos temporales –de
antes y después–, y marcos comparativos (Hayes, Strosal & Wilson 1999). Mientras
que este modo mental es muy útil para evaluar y resolver situaciones, en otras puede
2. Base teórica de act en relación al modelo de la otp 57

transformase en un verdadero obstáculo si no es detenido a tiempo, especialmente


cuando la temática exige conectarse más con la intuición, la inspiración o los senti-
mientos, que con las comparaciones y las especulaciones. La resolución de conflictos
dentro de las relaciones interpersonales muchas veces son un buen ejemplo de ello.
Lo mismo ocurre cuando tenemos que decidirnos por la actividad laboral más adecua-
da para nuestro futuro. Instantáneamente deseamos contar con las mejores opciones,
las que estadísticamente nos aseguren empleabilidad, éxito y satisfacción personal.
Así planteado, esto genera diversos conflictos. En primer lugar, porque existen varia-
bles como empleabilidad y éxito seguro que no pueden ser demostrados ni confirmados
previamente (problemas de tracking o rastreo). Por otro lado, aunque existan roles labo-
rales explícitamente solicitados por el mercado laboral, colocar esta variable al mismo
nivel que el ítem “satisfacción personal”, y en forma simultánea, desordena la búsqueda
y puede condicionar negativamente las elecciones y decisiones personales, en el intento
de ajustar las características e intereses propios a las vacantes que ofrece la maquina-
ria productiva. De esta manera, fácilmente el adolescente o joven queda atrapado y
coartado por razones extrínsecas, cuando su libertad personal pasa por pararse en sus
propios fundamentos. Por ello, en este protocolo de orientación, uno de los primeros
objetivos es desactivar el modo mental de resolución de problemas en los adolescentes
y jóvenes, corriendo el eje atencional puesto sobre la decisión hacia la elección, para así
lograr, primeramente, clarificar/construir los valores personales que sí van a direccionar
y producir propósitos vitales valiosos, desde los cuales se decidirá la profesión o el oficio
más adecuado para cada caso. Siempre anticipando que en el proceso deberemos dar
lugar, aceptar, convivir con incertidumbres y temores recurrentes respecto al futuro.

2.5 Defusión

El sufrimiento tiene lugar cuando la gente se cree firmemente el contenido


literal de su mente y se “fusiona” con sus cogniciones. En este estado de
fusión, la persona no puede distinguir su consciencia de sus narraciones
cognitivas debido a que cada pensamiento y su referente están sólidamente
unidos. (Hayes, Strosahl & Wilson, 1999)

La defusión, como la misma palabra lo define, describe el proceso por el cual la


persona logra hacer consciente sus propias producciones verbales, dejando de actuar
de forma fusionada con las mismas, flexibilizando su conducta frente a: juicios hacia
sí mismo o hacia el exterior, reglas, predicciones, evaluaciones, etc. Aprender a ob-
servar que pensamientos y emociones son solo eso: pensamientos y emociones, da un
margen mayor de maniobrar en la vida.
58 Giancarlo Quadrizzi Leccese - David Mauricio Settembrino

El lenguaje no es la realidad, al igual que el mapa no es el territorio.


Si en la aceptación dejábamos de enfrentar, evitar o huir de ciertos eventos in-
ternos, en la defusión vemos que aquellos eventos no son más que producciones pro-
pias, tomando cierta distancia y cambiando la relación con dichos contenidos. Con
respecto a esto, podemos utilizar la siguiente metáfora: frente a un mismo cuadro
artístico alguien puede acercarse y decir que es una bella obra por el equilibrio de
sus colores, mientras que otra persona expresa su desagrado por la desproporción de
las figuras o por el mensaje que se desprende del mismo. Los dos sujetos se irán de la
exposición y el cuadro seguirá estando allí, tal cual lo pintó su autor: ¿qué cualidades
continúan siendo ciertas y cuáles falsas? Dichas opiniones ¿cambiaron en algún sen-
tido la obra? El cuadro sigue siendo el mismo, independientemente de aquellos pen-
samientos y juicios personales. Las interpretaciones van y vienen con las personas
que las formulan, no son ni falsas ni verdaderas, son posibilidades de interpretación,
ni más ni menos. Comprender este concepto le permite al consultante inmunizarse,
en cierto grado, de las evaluaciones propias y ajenas acerca de uno mismo y de los
demás. Y asimismo comenzar a visualizarlas como lo que son: opiniones, evalua-
ciones personales, pensamientos, juicios, palabras, lenguaje. La defusión favorece el
ejercicio de una mirada que toma distancia de la producción narrativa y la relaciona
más con un Yo observador, capacidad humana que analizaremos más adelante.
En este sentido, hay un ejercicio de ACT que realizamos en los primeros encuen-
tros de OTP y que aborda el proceso de defusión. Se trata de solicitar a los participan-
tes que recuerden aquel calificativo que siempre les molestó desde niños, esa palabra
que nos decían reiteradamente nuestros padres o tutores y que todavía hoy nos afecta
de forma negativa. Una vez localizada esta palabra por todos los presentes, se les
pedirá que, de forma susurrada, para que otros no la escuchen, la repitan al unísono
a gran velocidad, por 30 o 40 segundos. Esto consigue, al finalizar el ejercicio, que la
palabra elegida pierda su sentido literal (desliteralización), y por lo tanto se modifique
la relación emocional con la misma, revelando lo que es... una palabra.
Defusionar es emanciparse de las ataduras del lenguaje que fácilmente quedan
invisibilizadas en la cotidianidad de la vida. Volvemos a reiterar este ejemplo: no es
lo mismo saber que somos unos incapaces, que saber que estamos teniendo el pensa-
miento de que somos unos incapaces. Teóricamente parece ínfima la diferencia, pero
experiencialmente produce un abismo en la relación con aquellos pensamientos y
emociones que resultan aversivos.
Durante el proceso de orientación, los facilitadores debemos lidiar permanen-
temente con ejemplos como los que hemos ofrecido. Los juicios y los pensamientos
limitantes, hacia uno mismo, los otros o hacia una labor determinada, son una cons-
tante en este tipo de práctica. Pero a pesar de ello, desde la implementación de las he-
rramientas de aceptación y defusión, se podrá seguir adelante en la clarificación de los
2. Base teórica de act en relación al modelo de la otp 59

valores personales y la elaboración de propósito, sin mayor obstáculo ni detenimiento.


Por supuesto que, a nivel individual, el grado de fusión y evitación experiencial ma-
nifestado por cada consultante, nos dirá si es apropiado que alguien continúe en un
proceso de orientación grupal o, preferentemente, sugerirle que cambie a un modo
de proceso personalizado, con tiempos e intervenciones más acordes a su problemá-
tica en particular.

El daño producido por la fusión cognitiva y la evitación vivencial resulta


destructivo tanto para el sentido de nuestra propia dirección vital como
para nuestra conducta orientada a metas. Nuestra conducta está, cada vez
más, bajo “control aversivo” en lugar de “control apetitivo” –más dominada
por la evitación y la huida que por la atracción natural–. Nuestras decisio-
nes vitales más importantes se basan en cómo evitar evocar los contenidos
personales angustiosos en lugar de dirigirnos a aquello que valoramos más
profundamente. La gente pierde completamente el rumbo porque está de-
masiado ocupada supervisando el nivel de riesgo de cada acontecimiento,
interacción o situación. (Hayes, Strosahl & Wilson 1999)

Estas últimas reflexiones, de los fundadores de ACT, resumen perfectamente el


sentido general de esta terapia y de este proceso de orientación, en relación a la ela-
boración de propósitos basados en valores personales.

2.6 Contacto con el momento presente


El aquí y ahora es la frase que mejor describe este proceso que alienta a permane-
cer en contacto con el tiempo presente, cotejando las oportunidades que nos brinda
el ahora, sin perdernos en especulaciones hacia un pasado y un futuro inexistentes.
Esta postura es herencia de todas las milenarias prácticas meditativas de Oriente y de
la actual mindfulness, sin olvidarnos, en el plano de las psicoterapias, que es basamen-
to del marco teórico-práctico de la terapia gestáltica, desde sus comienzos.
Con respecto a la OTP, ejercicios de centramiento, a partir de pequeñas meditaciones
guiadas, darán comienzo a cada encuentro, como un modo de focalizar la atención en el
presente y alejarse, paulatinamente, de estados emocionales y pensamientos relacionados
a actividades previas al taller. Esto es relevante tratándose tanto de adolescentes, jóvenes o
adultos. No es conveniente ingresar a las propuestas de la OTP sin conseguir, en los con-
sultantes, la disposición atencional plena que requiere este tipo de procesos de desarrollo
personal.
60 Giancarlo Quadrizzi Leccese - David Mauricio Settembrino

2.7 Yo como contexto


Este proceso se encuentra íntimamente relacionado con los dos anteriores: de-
fusión y momento presente. El Yo como contexto hace referencia al modo en que ex-
perimentamos al Yo o self, la relación que establecemos con lo que comúnmente se
denomina identidad. Es producto de la capacidad que tenemos, como humanos, de
observarnos a nosotros mismos y, a su vez, ser consciente de ello. Notar y ejercitar al Yo
observador o Yo testigo flexibiliza la identificación con el Yo como concepto (p.e yo soy
obsesivo, yo soy empática, yo soy ansioso, yo soy vergonzosa porque fui maltratada)
para acercar a la persona a su Yo como contexto, a un Yo como recipiente de todo lo
anterior, pero diferente de su contenido.
Cabe aclarar, que no es un problema per sé generar autodefiniciones ni his-
torias personales que legitimen, de alguna manera, por qué somos como somos,
el inconveniente aparece cuando vivenciamos nuestro self de forma fusionada
en relación a dichos contenidos, manteniéndonos insensibles al contexto. De
hecho, la misma comunidad verbal nos insta, desde nuestra infancia, a definir-
nos de tal o cual forma y, además, a sostenernos coherentes respecto a dichas
autodefiniciones.
El proceso del Yo como contexto hace su aporte al conducir a la persona a vi-
venciar su Yo de un modo no esencialista, muy distante de lo que culturalmente se
promulga en la actualidad, como vimos en el apartado acerca del Talentismo Cul-
tural. Cuántas veces hemos escuchado expresiones del estilo “hay que encontrarse
con la propia esencia” o invitaciones similares, donde pareciera que el Yo auténtico o
verdadero se funda en una característica o un conjunto de características inmanentes
e inalterables que definen nuestro ser, y que necesitamos identificar. Por el contrario,
desde ACT, la propuesta se apoyará en contactar con lo que valoramos y elegimos ser
en el presente, en relación a un contexto determinado, y percibir cuán lejos o cerca
nos encontramos de ello.
En los talleres de OTP, este proceso se aborda, específicamente, desde una
dinámica propia de ACT llamada “Yo soy…” (primer encuentro), la cual comien-
za con una serie de juicios solicitados a los consultantes en relación al Yo bueno
y al Yo malo, para luego orientarlos a percibir la impermanencia de dichas ca-
racterísticas, tanto negativas como positivas, “no soy todo el tiempo, o con todo
el mundo, empátic@”. De esta manera, el consultante comienza a flexibilizar su
mirada frente a su Yo conceptualizado para hacer foco en su Yo como contexto,
en otras palabras, en un Yo como contenedor de pensamientos, emociones y sen-
saciones que se van sucediendo como nubes en el cielo. El orientador de OTP
utilizará esta metáfora para subrayar que somos como aquel cielo donde por
2. Base teórica de act en relación al modelo de la otp 61

momentos brilla el sol y en otros se desatan tormentas, pero que nunca deja de
ser aquel cielo, a pesar de los cambios y vaivenes del clima.
Esta toma de perspectiva refuerza el objetivo ACT de ampliar el repertorio con-
ductual de los consultantes en función a actuar en dirección a sus valores personales,
como una suerte de herramienta emancipatoria en relación a la fusión con el Yo con-
cepto o Yo contenido. En este sentido, transcribimos parte del rescate que realiza el
profesional respecto a la dinámica antes mencionada:

Facilitador/ra: Cuando afirmamos “yo soy deportista como


mi padre”, y nos apegamos fuertemente a ello, nos puede jugar
en contra si de pronto descubrimos que valoramos dedicarnos
a una tarea de tipo intelectual, por dar un ejemplo. ¡Eso no va
conmigo, no es mi esencia, no soy yo! Autodefinirnos severa-
mente con los “yo soy” nos puede terminar quitando libertad
personal. Las autoafirmaciones, positivas o negativas, se pueden
terminar convirtiendo en mandatos personales si se sostienen
con rigidez.

Por otro lado, ACT también trabaja este proceso desde la posibilidad de
imaginar cómo se percibiría una experiencia a partir de otro punto de vista; por
ejemplo, desde el punto de vista de otra persona, o de sí mismo en un tiempo
distinto (Mandil, José Quintero, Maero, 2017). En virtud de ello, la OTP uti-
lizará, sobre el final del taller, la dinámica “MENSAJE A TU YO FUTURO”
(Actividad del libro ACT, Terapia de Aceptación y Compromiso con Adolescentes,
pp.118). Dicha actividad comienza cuando el profesional propone un juego de
imaginación en donde los participantes deben viajar hacia el futuro y darse algu-
nos consejos para no desviarse del camino que están eligiendo, para mantenerse
firmes y comprometidos con los valores personales que han construido, cuando
aparezcan situaciones difíciles de sortear.

Facilitador/ra: ¿Qué cosas le dirían a ese Yo del futuro para que


“no afloje”?

En síntesis, este proceso permite al consultante desapegarse del exceso en la


identificación con la propia historia, con sus autodefiniciones, con su Yo concepto,
para conectarlo más fuertemente con su self como aspecto de la vivencia “Yo-Aquí-
Ahora”. Todo ello en función a que la persona se encuentre centrada y abierta al mo-
mento de clarificar/construir valores personales y logre actuar comprometidamente
en esa dirección.
62 Giancarlo Quadrizzi Leccese - David Mauricio Settembrino

2.8 Dirección guiada por valores

El énfasis en los valores es lo que, en concreto, distingue a ACT de otros


muchos tratamientos cognitivo-conductuales y, en general, de una amplia
variedad de terapias. Es solo dentro del contexto de los valores donde la
acción, la aceptación y la defusión se aúnan en un todo con sentido. (Ha-
yes, Strosahl & Wilson, 1999)

Aquí llegamos al corazón de ACT y, desde luego, al de la OTP. El trabajo profun-


do sobre el proceso de valoración y los valores personales hacen, de ambas prácticas,
propuestas originales y eficaces, tanto para el abordaje integral de una psicoterapia,
como en la especificidad de un proceso de orientación. Y para comenzar con este
apartado central, primero definamos qué entendemos por valores personales y sus
principales características.

La mayoría de los planteamientos filosóficos y religiosos mantienen vigo-


rosamente que el valor de los eventos existe independientemente del res-
ponder humano (o que no existe de forma independiente). No hacemos
afirmaciones sobre el significado o el valor tomados en sentido general,
sino acerca del significado y del valor como cuestiones psicológicas, esto es,
como respuestas individuales. (Wilson K. G. y Luciano, C. M., 2002)

En otras palabras, cuando hablamos de valores lo primero que debemos enten-


der, como facilitadores, es que en todo momento nos referimos a los valores llamados
comúnmente relativos, supeditados exclusivamente al proceso de valoración subje-
tiva, a diferencia de los denominados valores universales: la libertad, el respeto, la
honestidad, la igualdad, la justicia, el amor, la verdad, la paz, la amistad, la bondad, la
responsabilidad, la valentía, el honor; todos éstos, dependientes de la ética y la moral
del contexto sociocultural donde dicha subjetividad se encuentra circunscrita. Esto
no quiere decir que los valores personales no puedan contener premisas universales,
todo lo contrario, lo que intentamos transmitir es que la persona puede construir va-
lores propios sobre la base de lo que es importante para sí misma, más allá de atender
o no a valores ya preestablecidos socialmente. Por eso se dice desde ACT que todo
valor personal es perfecto, no desde el juicio de si es bueno o malo, sino perfecto para
la persona que lo asume (Hayes, 2007). Tal vez no son lo que otra persona piensa que
debería valorarse, pero siempre reflejan perfectamente lo que importa a la persona
que está valorando. (Wilson K. G. y Luciano, C. M., 2002). Ejemplos: “ser una madre
responsable y compañera de mis hijas”, “defender a la naturaleza de la insensibilidad
humana”, etc.
2. Base teórica de act en relación al modelo de la otp 63

Steven Hayes nos dirá desde su libro, Sal de tu mente, entra en tu vida, que “Los
valores son direcciones vitales elegidas” (Hayes, 2007). Y aquí vale la pena detener-
nos en una cualidad de los valores personales: su direccionalidad. Como bien descri-
be Hayes en su texto, los valores no son metas alcanzables, son direcciones. Por eso
quien dice dirigirse hacia el Este, nunca llegará a un punto que lo represente definiti-
vamente, sino que su brújula valorativa seguirá marcando dicha dirección de forma
indefinida. Declarar que se desea “ser una pareja cariñosa” no se cumple a la primera
demostración de cariño. A partir de ello, diremos que los valores son direcciones
inagotables.
Distinguir metas de direcciones es clave en el marco de un proceso de orienta-
ción. La confusión, en este sentido, puede llevar a la persona a enfrentar experiencias
no deseadas. Veamos que nos dice Hayes al respecto:

Esto, en realidad, ocurre continuamente y así se explica por qué mu-


chas veces se sigue un estado depresivo a la obtención de un título,
al hecho de casarse, de aprobar una oposición o de conseguir un as-
censo en el trabajo. Por ejemplo: si obtener un título es un fin en sí
mismo, es probable que se produzca una enorme pérdida de direc-
ción vital una vez que se ha conseguido. Quien busque obtener un tí-
tulo académico como un fin en sí mismo o como un medio de alcanzar
otros fines (como, por ejemplo, conseguir sentirse mejor consigo mis-
mo) solo va a sentir frustración tras su logro. Las metas son maravillo-
sas y motivadoras cuando la distinción entre metas y valores está clara.
De manera semejante, una persona que valore, digamos, ayudar a los de-
más, podría conseguir una titulación para poder ayudar mejor a sus se-
mejantes. Inmediatamente después de conseguir el título, habrá muchas
cosas vitales e interesantes que hacer que no tienen que ver con el título
obtenido sino con el valor inicial de ayudar a los demás. (Hayes, 2007)

Hayes aquí toca un tema nuclear de la OTP, porque ejemplifica muy bien el lugar
relevante que ocupa el valor personal, en este caso: ayudar a los demás, respecto a lo
académico, solo como medio vehiculizante. Clarificar este tipo de valores personales
va a ser el primer objetivo de este taller de orientación.
Siguiendo con la analogía de la brújula interna, diremos que la misma está diri-
gida por nuestros valores personales, pero no hay esencia en juego, ni fijeza en dichos
valores. Reescribirnos a nosotros mismos tiene que ver justamente con esta dinámica
valorativa, no esencialista ni fija, pero que, sin embargo, nos direcciona intrínseca-
mente a lo largo de la vida. De esta forma, haciendo referencia a lo que decíamos en
la introducción, podemos lograr el pasaje de un locus de control extrínseco, represen-
64 Giancarlo Quadrizzi Leccese - David Mauricio Settembrino

tado por un centro ordenatorio externo y fijo, a un locus de control intrínseco, o, dicho
de otro modo, un centro gerenciador, interno y flexible.
Otra característica que nos marca Steven Hayes es que “los valores son cuali-
dades intencionales que van asociadas a una sucesión de momentos a lo largo de
un camino significativo. Son aquello a lo que se refiere cada momento, pero no po-
demos poseerlos como si fueran un objeto porque son cualidades de las acciones
que realizamos, no cosas concretas. Dicho de otro modo, los valores son “verbos”
y “adverbios”, no son nombres ni adjetivos.” (Hayes, 2007). Claramente, en este
pasaje, Hayes continúa definiendo a los valores como cualidades intencionales y
como cualidades de las acciones mismas, relacionándolos finalmente, desde lo lin-
güístico, con los verbos y los adverbios. Por ello, se dice en ACT que los valores
poseen, por un lado, direcciones generales de acción y por otro, cualidades de dicho
accionar.

Ejemplo: cuando un consultante establece trabajar sobre “ser un padre res-


ponsable” determina una dirección específica, que en este caso podría ser la pa-
ternidad y, a su vez, nos está hablando sobre una cualidad valorada, por sobre
otras posibles, dentro de esta misma dirección: una paternidad responsable. Lue-
go será labor del terapeuta guiar al consultante para que especifique las pautas
subjetivas de lo que representa una paternidad responsable para sí mismo, y, a
partir de allí, establecer acciones comprometidas para que la persona se dirija en
una dirección valorada.
2. Base teórica de act en relación al modelo de la otp 65

Es importante comprender que, tanto en un proceso de ACT como de OTP,


desde el primer momento se puede intervenir desde la clarificación en valores. Su-
pongamos una declaración de este estilo en el marco de un taller de orientación: “Soy
incapaz de estudiar una carrera universitaria… mis padres me lo dicen siempre”. En
este caso podemos responder empleando la siguiente estrategia: “muy bien, no vas a
estudiar una carrera universitaria porque pensás, igual que tus padres, que sos incapaz.
¿y si imaginaras que milagrosamente dejara de existir este pensamiento, esta creencia?
¿qué harías de tu vida? Este tipo de intervenciones son las que rompen con el paradig-
ma de combatir o intentar cambiar el contenido cognitivo como objetivo principal.
Por el contrario, se apelará a evocar aquellas direcciones valiosas que guíen intrínse-
camente la conducta de la persona y le faciliten salir del atolladero que implica estar
fusionado con una creencia limitante. Colocar la luz en los valores personales es una
estrategia altamente propositiva para el consultante y favorable para el desarrollo del
mismo proceso terapéutico.
Ahora bien, describimos qué son, pero nada dijimos de que NO son los valores
personales para ACT. Hay que tener muy en cuenta la diferencia para saber guiar
claramente a los interesados en el proceso.
Los valores personales NO son:
• Metas (“recibirme de arquitect@”)
• Acciones referidas a terceros (“Quiero que mi jefe me estime”)
• Propuestas para controlar estados emocionales (“sentirme más content@”)
Los valores personales son enunciados que se definen siempre por lo positivo,
no por lo negativo:
“Quiero ser amable y gentil con los demás” “Dejar de ser vergonzoso”
En resumen, y retomando todas las propiedades que vimos acerca de los valores
personales, podemos resumir al decir que estos son:
• elecciones, no juicios
• direcciones, no metas
• intrínsecos
• inagotables
• perfectos para la persona que los elige
• cualidades intencionales
• cualidades de las acciones
• verbos y adverbios
66 Giancarlo Quadrizzi Leccese - David Mauricio Settembrino

Por último, algo que subraya Hayes respecto a los valores es que, una vez identi-
ficados, operan desde el presente, no refieren a algo que sucederá en un futuro. “En el
mismo instante en que eliges tus valores, estás tomando un camino valioso” (Hayes,
2007) Esta reflexión apela a la responsabilidad personal en relación a hacerse cargo
de las propias elecciones, a tomar conciencia de lo identificado como importante; y
conduce al individuo a la última instancia del Hexaflex, la acción comprometida.

2.9 Acción comprometida


Este proceso corresponde a la última dimensión del Hexaflex, tendiente a que la
persona se comprometa con acciones concretas fundadas en aquellos valores persona-
les que se trabajaron con anterioridad.
Tanto desde ACT, como desde un proceso de OTP, los terapeutas y facilitadores
van a estar atentos a marcar las discrepancias y los acuerdos entre los patrones de
acción definidos por los consultantes y los valores antes elegidos por los mismos.

Trabajar compromiso en terapia implica orientar la conducta hacia los


valores elegidos, reemplazando como guía a los pensamientos automáti-
cos, reglas inefectivas, o estados emocionales temporales. Lo importante
es actuar consciente y deliberadamente en manera consistente con los va-
lores, incluso si esto implica experimentar algún malestar. (Mandil, José
Quintero, Maero, 2017)

En lo que respecta particularmente al proceso de OTP, el compromiso o acción


comprometida se vincula directamente en la relación del consultante respecto a los
pasos necesarios para capacitarse profesionalmente o en el oficio que decida seguir.
Esto se abordará específicamente en la instancia que llamamos Proyecto Personal.
Otro punto a destacar es lo que explicaban anteriormente Mandil, José
Quintero y Maero, desde su libro ACT, Terapia de Aceptación y Compromiso
con Adolescentes, donde explicitaban que el consultante debe continuar apren-
diendo a convivir, incluso en este momento del proceso, con algún tipo de ma-
lestar, a fin de sostenerse en la dirección elegida. En este sentido, los que tene-
mos experiencia en procesos de orientación, recordemos cuántas veces fuimos
testigos de cómo aquel o aquella adolescente, una vez definid@ en su carrera,
continuaba evidenciando culpa o temor por no concederle el deseo a alguno de
sus padres de incorporarse al negocio familiar, por dar un ejemplo habitual en
la clase media y media alta. El acompañamiento del facilitador, en estos mo-
mentos, es fundamental para volver sobre la Intención Primordial toda vez que
2. Base teórica de act en relación al modelo de la otp 67

sea necesario; y apuntalando el Propósito Vital que condujo a la decisión final.


Ambos conceptos serán utilizados como reforzadores positivos en el transcurso
del proceso o, dentro del léxico referido a reglas, como “incrementadores” de
transformación y de motivación (Hayes, Strosahl & Wilson, 1999). En virtud
de ello, una frase que utilizamos repetidamente en OTP para enfatizar el orgullo
personal en relación a las acciones comprometidas es:

De esta forma, culminamos con la relación entre el marco teórico propio de ACT
en relación al proceso de Orientación al Talento Personal. Solo nos resta detallar algu-
nos conceptos originales de la OTP, antes de precisar la práctica, el aspecto operativo
de cada encuentro del taller.
3. Conceptos propios de la OTP

3.1 Intención Primordial.... 73

3.2 Propósito Vital............ 74

3.3 Proyecto Personal....... 78

3.4 La OTP como matriz


de sentido................... 79
3. Conceptos propios de la otp

Habiendo descrito brevemente el marco teórico de la Terapia de Aceptación y


Compromiso, pasaremos ahora a los conceptos propios de la OTP diseñados en base
a lo anterior.
Recordemos que ACT es una psicoterapia basada, fundamentalmente, en el tra-
bajo y el énfasis sobre los valores personales, a fin de que el individuo se dirija a actuar
(ACT) en una dirección valorada. En virtud de ello, el consultante, junto con su te-
rapeuta, irá abordando las diversas áreas de su vida: pareja, familia, trabajo, estudio,
salud, amistad, paternidad o maternidad, etc. Esto puede conseguirse, entre otras
modalidades, a través diversos cuestionarios sobre valores que se manejan en las se-
siones de ACT. Pero a diferencia de este contexto clínico más general, un proceso de
orientación laboral está dirigido, de ante mano, a ocuparse solo de dos áreas: estudio
y/o trabajo, los cuales integran otro más amplio que es el área del desarrollo personal.
Por lo tanto, no habrá mucho por indagar al respecto. Y en relación al tipo de valor
personal que se intentará construir/clarificar, será aquel que fundamente, en última
instancia, la definición de un rol laboral y, por consiguiente, la profesión u oficio que
lo vehiculice. Presentamos algunos ejemplos de esta clase de valores: “diseñar edifica-
ciones originales y confortables para la gente”, “ayudar a las personas desde su aspecto
psicológico”, “diseñar páginas web interactivas y de vanguardia”, “defender los derechos
de los más vulnerables”, “enseñar matemáticas de una forma novedosa y entretenida”,
etc. A dicho valor personal lo llamaremos Propósito Vital y se encontrará relacio-
nado directamente con el propio hacer transformador en el mundo, que es como en-
tendemos lo laboral. De esta manera, cuando una persona logra desplegar este valor
personal a través de su rol laboral, su ser y hacer se integran en dicha labor, al tiempo
que lo hace el individuo en relación a su contexto sociocultural.
Uno de los puntos más relevantes a tener en cuenta, como facilitadores, es que
valores y propósitos se encuentran íntimamente relacionados.
72 Giancarlo Quadrizzi Leccese - David Mauricio Settembrino

En resumen, los valores orientan al cliente en la determinación de un pro-


pósito y un significado psicológico, lejos del modo mental de solución de
problemas. En términos aristotélicos, los valores actúan como “causas fi-
nales” de la conducta en el sentido de que representan el propósito últi-
mo por cuyo motivo se emprenden las acciones. (Hayes, Strosahl & Wilson
1999)

Ahora bien, la particularidad de la metodología utilizada por la OTP radica en


trabajar valores personales a partir de transitar por dos instancias bien definidas, pero
absolutamente integradas: la clarificación de una Intención Primordial y la elabo-
ración de un Propósito Vital. Estos dos procesos no son más que herramientas con-
ceptuales, funcionales y operativas para llegar a la construcción/clarificación de aquel
valor personal que conduzca a los interesados a la definición de su rol laboral.
Mientras que llamamos Intención Primordial al verbo o accionar valorado que
imprime una dirección general, como, por ejemplo: ayudar, diseñar, hacer justicia, en-
señar, etc.; nos referimos al Propósito Vital como aquel valor personal expresado en
toda su plenitud, donde se integran la dirección general y las cualidades del accionar
valorado (Ej.: “Defender los derechos de los trabajadores”). Abordar dirección general y
cualidades, de forma diferenciada, tiene múltiples ventajas que veremos más adelante
cuando nos refiramos a la OTP como matriz de sentido.
Por todo lo dicho, los primeros tres encuentros del taller van a estar dirigidos, a
partir de diversas dinámicas, a que cada participante logre identificar su Intención
Primordial actual, a través de establecer contacto con el verbo en infinitivo o accio-
nar que mejor lo represente o con el que más se identifique. Luego, en los próximos
dos encuentros, nos dirigiremos a que cada consultante elabore su Propósito Vital
(misión personal), a partir de la dirección antes clarificada. Y, finalmente, el último
encuentro estará dedicado a la decisión de la profesión u oficio por parte de los inte-
resados, junto con el asesoramiento del facilitador en relación a la oferta académica y
la actualidad de las instituciones educativas. En esta última instancia, que llamamos
Proyecto Personal, los participantes establecerán la o las capacitaciones que nece-
sitarán para su formación, según sus propias ideas acerca del rol laboral valorado,
más allá de los estereotipos sociales preestablecidos. También es de destacar en esta
etapa el compromiso que los consultantes generan sobre las acciones inmediatas que
deberán afrontar para sus capacitaciones, siempre a partir del refuerzo positivo que
provoca establecer propósitos intrínsecos y genuinos.
Queremos aclarar que, según las particularidades de cada grupo, el taller podrá
extenderse de seis a ocho encuentros. En la OTP siempre privilegiamos los tiempos
personales y grupales frente a las pautas protocolares, para el adecuado desarrollo del
proceso.
3. Conceptos propios de la otp 73

3.1 Intención primordial


Como dijimos anteriormente, el primer objetivo de este taller es que cada parti-
cipante logre clarificar el verbo en infinitivo o accionar que mejor lo represente o con
el que más se identifique en el presente. Para ello, en los primeros encuentros, muchas
de las dinámicas propuestas, tanto visuales, auditivas como narrativas, guiarán a los
consultantes a relacionar los diversos resultados con verbos o acciones. Este proceso
concluye en el transcurso del tercer encuentro, cuando los participantes determinan
cuál es su Intención Primordial, en otras palabras, la clarificación de un hacer propio
y valorado que imprime una dirección general de acción. Pero ¿por qué hablamos de
intención? Lo hacemos porque socialmente este concepto se encuentra instalado y
asociado a la determinación voluntaria en orden a un accionar. Cuando declaramos
tener la “intención de…”, irremediablemente debemos dirigirnos a un verbo, no existe
alternativa posible, al menos en la gramática ordenatoria donde nos encontramos
inmersos. La intención implícitamente supone la referencia a un accionar, más allá
de ser observable o no. Ahora bien, cuando un consultante llega a afirmar: “mi in-
tención primordial es ayudar”, expresa una dirección, por sobre otras posibles, pero
luego habrá que clarificar de qué manera la persona interpreta y contextualiza más
detalladamente este accionar, en este caso ayudar, ya que podría hacerlo desde una
perspectiva psicológica, física, en relación a los derechos civiles, etc. Esto último ten-
drá lugar en la instancia de elaborar el Propósito Vital.
74 Giancarlo Quadrizzi Leccese - David Mauricio Settembrino

Por todo ello, decimos que la Intención Primordial, se constituye como la más
intrínseca, general e inagotable direccionalidad de un hacer personal, lejos de la su-
jeción en relación a una profesión u oficio determinado. No hay que olvidar que, al
tratarse de un concepto NO ESENCIALISTA, siempre se encontrará actualizado en
el aquí y ahora de la persona, más allá que ésta pueda notar que dicha intención fue
experimentada en algún momento de su vida. La palabra primordial debe tomarse
como equivalente al adjetivo numeral ordinal primero, no como sinónimo de esen-
cial. Es solo un adjetivo que otorga jerarquía a una intención personal, por sobre
otras, en el momento presente.
Por último, podemos sugerir la utilización de este concepto como análogo al de
vocación. De hecho, se puede hacer uso de éste en el lenguaje cotidiano, como ejem-
plificamos a continuación:
“tengo la vocación de comunicar”
“tengo la intención primordial de comunicar”
“Enseñar es mi vocación”
“Enseñar es mi intención primordial”

Ampliar los recursos lingüístico-conceptuales es también facilitar el movimiento


de las fronteras simbólicas.
“Los límites de mi lenguaje
son los límites de mi mundo”
Ludwig Wittgenstein

3.2 Propósito vital


Llamamos Propósito Vital a la misión personal que la persona logra elaborar a
partir de la dirección general marcada por la Intención Primordial. Ejemplo: si el ver-
bo valorado fuese “enseñar”, el Propósito Vital podría ser: “enseñar lenguaje de señas
a niños y niñas hipoacúsicos”. Para llegar a dicha instancia, una vez que la persona
logra clarificar su Intención Primordial (enseñar, crear artísticamente, ayudar, orga-
nizar, etc.), comenzará a precisar las cualidades, el contexto particular donde dicho
verbo o accionar elegido va a ser desplegado.
Si tomamos el verbo crear y su adverbio de modo, artísticamente, vemos que
este accionar podrá ser desarrollado alrededor de la música, la pintura, el diseño web
o el diseño industrial, por dar ejemplos disimiles. En virtud de ello, en la instancia
de facilitar la elaboración del Propósito Vital, lo central va a estar dirigido a que el
consultante profundice en su particular interpretación de aquel verbo en infinitivo
(ayudar) o accionar (hacer justicia). Si tomamos el ejemplo antes dado, el verbo ense-
3. Conceptos propios de la otp 75

ñar, en este caso, se encontró relacionado con la sensibilidad por los niños y niñas hi-
poacúsicos, la comunicación, el ámbito educativo, etc. En este sentido, se interpelará
al consultante directamente preguntándole, por dar un ejemplo: “¿qué significa hacer
justicia para vos? ¿me podés dar dos o tres ejemplos donde pondrías en práctica hacer
justicia?” Con este tipo de intervenciones se va clarificando el contexto particular que
la persona vincula a dicho accionar.

Un punto importante a destacar, es que, en la instancia de construir y redactar


el Propósito Vital, tampoco se hablará, específicamente, de la profesión u oficio que
mejor se adecue al mismo, aunque ya se irá acotando la búsqueda a un área determi-
nada. En este sentido, una frase muy utilizada en el taller es:

El propósito está por encima de los títulos


y de las acciones en sí mismas. Todo eso es un medio para
alcanzar a realizar lo que es valioso para mí.

Deconstrucción del concepto de trabajo


Previo a la escritura del Propósito Vital, el orientador realiza con los consultan-
tes un ejercicio de deconstrucción en relación al concepto de trabajo. En este caso, el
profesional abordará la etimología del término mencionado estableciendo su origen
en el vocablo latín tripalium, el cual significa tres palos, en alusión a un elemento que
se utilizaba para arar la tierra en la antigüedad y, posteriormente, como herramienta
76 Giancarlo Quadrizzi Leccese - David Mauricio Settembrino

de tortura empleada en el trato con prisioneros. De allí, la connotación negativa que


se viene heredando culturalmente acerca del trabajo, como sacrificio que se debe rea-
lizar por mandato social para ganarse la vida. Parte de este abordaje se realiza a través
un breve video donde se muestra un fragmento de la entrevista realizada por el perio-
dista argentino, Alejandro Fantino, al reconocido futbolista Carlos Tévez. En la nota,
y a partir del lenguaje sencillo del jugador, se clarifica la diferencia entre sacrificio y
esfuerzo, el primero en relación a la persona que realiza una actividad, simplemente,
en función de la subsistencia, y el segundo respecto a quien logra desplegar su singu-
laridad a través de una actividad, valiosa para sí, al tiempo que rentable.
Luego de conversar al respecto con los participantes, se les propone incorporar
un nuevo concepto, el de Labor Personal, como aquella actividad elegida, valorada,
que además nos provee el sustento económico necesario para vivir en sociedad. En
otras palabras: “hacer lo propio”, como lo ejercíamos en la infancia cuando nos diri-
gíamos a realizar producciones artísticas, deportivas, intelectuales o manuales, pero
que ahora se le adiciona el ítem de la retribución económica. Decimos entonces que el
trabajo, en sí mismo, no tiene necesariamente que pensarse como diferente a aquella
expresión personal, lo que se modifica, en parte, es su función. En este sentido, una
de las frases que manejamos en el taller es:

En el marco de esta actividad, los consultantes deberán elegir diferentes opcio-


nes, sin especificar la profesión u oficio, para definir su Labor Personal. La dinámica
a completar por los participantes es una adaptación y síntesis de tres ejercicios ofre-
3. Conceptos propios de la otp 77

cidos por la Lic. Cecilia M. Crouzel (2015) en su libro “Descubriendo tu vocación”


(pp. 63-65). Dichas opciones, entre otras, van: desde el gusto por una labor soli-
taria, grupal o mixta, con o sin horario fijo, un ámbito determinado, hasta el ele-
mento al que se encuentra dirigida dicha labor: ideas, personas, objetos, números
y datos, normas y leyes, máquinas, o en relación a la naturaleza (animales, plantas,
clima). De esta forma, el orientado desplegará sus preferencias, sin definir aún un
rol específico, y reuniendo más información para la elaboración y escritura de su
Propósito Vital.

Observación relevante para los orientadores


Lo que se intenta hacer con la deconstrucción del concepto de trabajo es vi-
sualizar otras perspectivas sobre este constructo tan naturalizado y facilitar nuevas
herramientas conceptuales, como labor personal, para ofrecer la posibilidad de contar
con más opciones al momento de analizar el presente personal y proyectarse hacia
un futuro valorado. Es relevante entender que no está en el espíritu de este proceso
hacer una apreciación positiva o negativa respecto a las diferentes expresiones labo-
rales, todo depende del contexto en que se lleven a cabo y en función a los valores
personales de cada individuo.
Trabajar solo por dinero muchas veces es necesario y prioritario para subsistir
y sostener la vida de otros que dependen de uno, o como medio para posibilitar los
estudios. Ello también representa saber adecuarse al momento presente y actuar en
consecuencia. Hacer un sacrificio por la familia o para capacitarse, a partir de una
labor no valorada por la persona, habla a las claras de otros valores personales que
sostienen aquel accionar; y esto es loable, sin lugar a dudas.
Es obvio que, de tener opciones, todos deseamos ocuparnos con labores valo-
radas, autotélicas. Entender y atender dónde nos encontramos, las posibilidades del
contexto y sus cambios, nos mantienen alertas para aprovechar mejor las oportuni-
dades que van surgiendo y movernos hacia lugares más valorados.
“Hay que desligar el trabajo de la supervivencia”
(Zigmun Bauman, del documental “In the same boat”,
sobre el fin del trabajo, producido por Pere Portabella)

El gradiente entre lo puramente económico y lo exclusivamente autotélico es


muy amplio. Existen casos que un trabajo, por la sola subsistencia, resulta totalmente
aversivo y es llevado a cabo con malhumor, hastío y un completo sentimiento de an-
gustia que invade otros aspectos de la vida de la persona, y en otras oportunidades, a
pesar de que el fin sea el mismo, la persona conecta eventualmente con otros valores
78 Giancarlo Quadrizzi Leccese - David Mauricio Settembrino

y, por ejemplo, saca provecho de las relaciones interpersonales con sus clientes o
compañeros de tareas.
En fin, el objetivo no es categorizar el trabajo en bueno o malo, todo lo contrario,
es abrir el juego, deconstruir el concepto y ofrecer nuevas herramientas conceptua-
les para que las personas amplíen, desde lo simbólico, el poder de elección y el mar-
gen de maniobra en lo comportamental.
Vale aclarar que, si bien los detalles de las dinámicas serán desarrollados en el
taller propiamente dicho (Segunda Parte), quisimos exponer este momento del pro-
ceso con el fin de dar una idea más acabada de la metodología empleada para que los
consultantes logren elaborar y escribir sus propósitos vitales.
De esta manera, a partir de estas y otras actividades, alcanzamos el segundo nivel
de la OTP, para dirigirnos a la última fase de este proceso, al que llamamos Proyecto
Personal, el cual incluirá la decisión y el compromiso que tomarán los consultantes
respecto a un rol laboral específico y la correspondiente capacitación.

3.3 Proyecto personal


El Proyecto Personal es la última instancia de un taller de OTP, donde el con-
sultante termina de decidir la profesión u oficio que mejor represente y despliegue
su Propósito Vital. Asimismo, en esta etapa, se abordará la elaboración propia del
rol laboral, más allá de los estándares y estereotipos sociales. Para ello se utilizarán
videos, cuentos y metáforas, con el fin de flexibilizar la concepción que muchas veces
se instala socialmente acerca de las distintas profesiones u oficios de forma unívoca.
Ejemplos: un periodista puede desempeñarse en una mesa de redacción, pero tam-
bién como corresponsal de guerra o en trabajos de investigación; un director de cine
puede tanto basar sus realizaciones audiovisuales en historias de ficción, como en
causas sociales a través del lenguaje del documental. Expandir la mirada acerca de
las distintas carreras y oficios elegidos también es parte de una orientación dirigida
a ampliar el contexto desde donde el individuo construirá su rol laboral y decidirá la
profesión u oficio que mejor lo exprese.
De todo ello se desprende que la persona pueda llegar a incorporar, a la capa-
citación principal, otros estudios complementarios que contribuyan a la idea propia
acerca de dicho rol. Se les ofrecerán entonces todas las ofertas académicas actuales
acerca de el o las áreas afines a sus propósitos. Cada área se presentará subdividida
en: carreras universitarias, terciarias o cursos. De esta forma, la exposición frente a las
múltiples posibilidades de estudio, se hace en un marco donde los participantes ya
realizaron un recorrido que les permite pararse sobre bases más sólidas y claras para
afrontar, ahora sí, la instancia de decidir.
3. Conceptos propios de la otp 79

Una vez que cada participante elige una o varias opciones, resta solo cotejar, a ni-
vel individual, las materias que integran dichas carreras, las instituciones educativas
más adecuadas, según el caso, etc.

Cuando nos damos cuenta que la INTENCIÓN PRIMORDIAL, el PRO-


PÓSITO VITAL y la PROFESIÓN u OFICIO nos hablan en un mismo
sentido, se produce la “magia” de encontrarnos con una dirección clara
en la vida…

En síntesis, como podemos observar, las dos primeras instancias de la OTP (In-
tención Primordial - Propósito Vital) refieren a la construcción de un valor personal,
mientras que la tercera y última (Proyecto Personal) se encuentra sujeta mayormente
a establecer metas concretas, realizables y congruentes con los dos niveles anteriores,
y la generación de acciones comprometidas en esa dirección. No debemos olvidar
que las tres instancias serán atravesadas, oportunamente, por el resto de los procesos
de ACT, antes descritos: aceptación, defusión, contacto con el momento presente y Yo
como contexto.

3.4 La OTP como matriz de sentido


Estas tres instancias de la OTP: Intención Primordial, Propósito Vital y Pro-
yecto Personal, constituyen en sí mismas una matriz de sentido ya que orientan a
la persona en un recorrido narrativo hacia la elaboración de un propósito concreto
y el establecimiento de acciones necesarias en dicha dirección. Una de las grandes
ventajas de esta matriz, una vez incorporada, es que, en los momentos de desorien-
tación, malestar en lo laboral o insatisfacción en medio de los estudios superiores,
la persona puede rastrear mejor el origen de su angustia o descontento. Este pro-
ceso, autoadministrable, puede realizarse por medio de reflexiones, de preguntas
tales como: ¿Sostengo la Intención de “ayudar”, que en algún momento identifiqué?
¿me sigue representando? Si las respuestas son negativas entonces habrá que volver a
hacer contacto con un nueva Intención que tenga lugar en el aquí y ahora personal;
pero, si en cambio, las conclusiones fueran positivas, se proseguirá por analizar el
Propósito Vital (segunda instancia del proceso): ¿me sigo identificando con el Pro-
pósito que definí hace un tiempo, o por nuevas experiencias tengo la necesidad de
reescribirlo?
Respecto a la carrera o actividad laboral que comience a tener una función
aversiva, la persona deberá revisar cuán afín continúa siendo ésta en relación a su
Propósito Vital. Se da en infinidad de casos que, luego de comenzar los estudios en
una carrera determinada, el individuo se percata de que ésta no representa tanto
80 Giancarlo Quadrizzi Leccese - David Mauricio Settembrino

el espíritu de su propósito, como tal vez otra carrera que se encontraba dentro de
las opciones descartadas. Siempre se está a tiempo de rever y ajustar todas estas
variables, mientras se incorpore la percepción en relación a la congruencia o no
entre estas tres instancias. Lo mismo sucede en el caso de una labor que la persona
realiza durante mucho tiempo y, como es habitual en las empresas actuales, los
lineamientos van variando según las nuevas exigencias del mercado, a tal punto
que llega a modificarse, total o parcialmente, el objeto inicial de dicha labor; con
lo cual, lo que antes era representativo del Propósito Vital del individuo, ahora ya
no lo es tanto o dejó de serlo por completo. Allí es cuando los valores personales
comienzan a entrar en conflicto con las intenciones y valores de la empresa u or-
ganización a la que se pertenece. También puede suceder a la inversa, como vimos
anteriormente, cuando la Intención o el Propósito requieran de una revaluación y
exijan a la persona un cambio en su labor actual, la cual permanece inmutable en
sus objetivos y dinámicas originales.
Como vemos, esta matriz de sentido es útil tanto para un adolescente que finaliza
su nivel secundario, para un adulto en medio de la crisis de mediana edad, como para
el adulto mayor que está por jubilarse y se encuentra en proceso de reconfigurar su
nueva vida.
Los valores personales están sujetos al criterio de valuación que se va modi-
ficando a lo largo de la vida a partir de atravesar las diferentes experiencias y sus
particulares impactos en nuestro ser. A su vez, los contextos sufren modificaciones
que es bueno saber leer a tiempo para una adecuada adaptación. Más aún en el
marco de un mercado laboral como el actual, en permanente transformación por lo
político y lo tecnológico, donde se nos exige, cada vez más, capacidad para recrear
las trayectorias vitales.
Entender y atender a estos cambios intrínsecos y extrínsecos es perseguir esta-
díos de bienestar que provienen de ir obteniendo congruencia interna en consonancia
con el contexto. Esa dinámica es posible a partir de conseguir algún grado de flexibi-
lidad psicológica que ayude a la persona a surfear la ola de la experiencia. Así la vida
transcurrirá entre instancias de congruencia, desajustes, revaluaciones y nueva con-
gruencia. Cabe aclarar que si esta progresión se desarrolla de forma eficiente nunca
se vuelve a un estadío anterior, el recorrido no es circular, sino que deviene en una
dinámica espiral ascendente (K. Wilber, 2001) donde el ser va ganando en compleji-
dad y atravesando nuevos niveles de conciencia.
En síntesis, este proceso autogestivo apunta a favorecer la autodeterminación en
las personas, en cualquier etapa vital, a partir de la incorporación de sus tres instan-
cias como matriz de sentido.
3. Conceptos propios de la otp 81

¿Cuál es mi intención primordial en este momento de la vida?


¿Cuál es mi propósito?
En consecuencia... ¿cuál va a ser mi plan estratégico,
mi proyecto para llevarlo adelante?

Tres niveles que van desde lo más íntimo y nuclear del ser, a lo más concreto de
la acción planificada y comprometida.
Parte II
PROCESO DE OTP EN SEIS ENCUENTROS

Primer Encuentro............. 87

Segundo Encuentro.......... 107

Tercer Encuentro.............. 121

Cuarto Encuentro............. 133

Quinto Encuentro............. 155

Sexto Encuentro............... 171


NOTA: La implementación de un proceso de OTP requiere de entre 6 y 8 encuentros, con una duración
aproximada de dos horas cada uno. La frecuencia puede establecerse de uno a dos encuentros por se-
mana. El cupo máximo que se recomienda es de 12 participantes y solo se requiere de un espacio para
modalidad taller y un proyector.
1/6
Encuentros
PPT 1 a PPT 20
Primer encuentro

Objetivos específicos
• Presentación de los participantes y relevamiento de necesidades.
• Introducción al taller:
a) Explicar el concepto de TALENTO PERSONAL.
b) Establecer los cinco desafíos a conseguir durante el proceso:
1. OBSERVARME
2. descubrir MIS PREFERENCIAS
3. identificar MI INTENCIÓN PRIMORDIAL
4. escribir MI PROPÓSITO VITAL
5. y decidir la PROFESIÓN U OFICIO
• Abordar las diferencias entre elegir y decidir.

Actividades
1- Caldeamiento inicial: presentación del facilitador y de los participantes con el
recurso del ovillo de lana. Cada uno se presenta, comenta brevemente cuál es su
necesidad y las expectativas hacia el Taller, retiene parte del hilo y pasa el ovillo
aleatoriamente a otro integrante de la ronda. De esta forma, se configura final-
mente una red donde todos quedan interconectados. El facilitador hace el resca-
te de la actividad moviendo el entramado, demostrando así que las elecciones,
decisiones y conductas de cada uno tienen repercusión en los demás. Objetivos:
relevamiento de necesidades, generar conciencia de responsabilidad personal y
colectiva. (10 min.)
El facilitador reparte una CARPETA para cada participante, donde deberán
guardar los diversos ejercicios que realicen durante el taller. La misma contiene
las siguientes dinámicas:
• “Sentido en la Vida” (cuestionario inicial - opcional)
• Yo soy…
88 Giancarlo Quadrizzi Leccese - David Mauricio Settembrino

• Mis preferencias
• Dinámica integradora
2- (opcional) El orientador propone a los participantes completar el Cuestiona-
rio de Sentido en la Vida (10 min.). (Cita: Gottfried, A. E. (2016). Adaptación
argentina del PIL Test (Test de Sentido en la Vida) de Crumbaugh y Maholick [en
línea], Revista de Psicología, 12(23)). Dicho test se encuentra adaptado y valida-
do en nuestro país desde 2016 y podrá ser completado antes y después del proce-
so de OTP por los consultantes. El mismo sirve como instrumento de validación
de la metodología y como herramienta para que el facilitador compruebe la efi-
cacia del proceso. Su utilización es opcional y se encuentra totalmente librada al
criterio del orientador.

Libertad personal
3- El facilitador da introducción al taller hablando de la importancia que tiene la
libertad personal en toda decisión. En tal sentido, ofrece ver un fragmento del
film Bee Movie (DreamWorks Animation, 2007) para ser debatido entre todos.

PPT 1
Primer encuentro 89

PPT 2

PPT 3
90 Giancarlo Quadrizzi Leccese - David Mauricio Settembrino

4- Video: Fragmento del film BEE MOVIE


Se observa un fragmento del comienzo del film BEE MOVIE. (4,40min.) donde
se muestran las presiones ejercidas por la sociedad de las abejas en momentos
donde el protagonista debe tomar la decisión de elegir la tarea que se supone
“para toda la vida”.

PPT 4

5-  Debate sobre el film Bee Movie: el orientador, luego de la proyección, pone el
acento en visualizar los diferentes mandatos: familiares, sociales, personales y
relacionados con la propia biología respecto a la decisión laboral. Cabe aclarar a
los participantes que los mandatos biológicos son parte de los mandatos sociales,
los cuales, en el film, se evidencian en la reflexión del amigo del protagonista
acerca de la contextura física de las abejas recolectoras, condición requerida para
ejercer dicho rol.
El facilitador también puede dar ejemplos de libertad personal fuera de lo estric-
tamente laboral. Ej.: cuando una pareja se casa lo primero que se le pregunta es si
lo hacen libremente o presionados por algo o alguien.

Facilitador (texto orientativo): Muchas veces no decidimos, sino


que “nos deciden” y, lo peor de todo, no nos damos cuenta
porque damos muchas cosas por obvias, por naturales. Otras
Primer encuentro 91

veces nos presionamos a nosotros mismos por nuestras propias


ansiedades, miedos o autoimposiciones (“tengo que ser presti-
gioso”, “exitoso”, etc.). A veces nos sentimos “forzados” a seguir,
por seguridad, nuestros talentos innatos, “si nos es fácil hacer-
lo, entonces nos va a ir bien”, o capacitarnos en profesiones que
se suponen “rentables” o con buena “salida laboral”.

En síntesis, la libertad personal se plantea para ser pensada desde múltiples


perspectivas.
El facilitador, finalmente, increpa al grupo: ¿quién se siente realmente libre? Les
voy a demostrar que, aunque pensemos que somos totalmente libres, siempre hay
algo que no sabemos que nos limita. (10 min.)

PPT 5

6- El facilitador pide a los participantes que en una hoja blanca copien los 9 puntos
(PPT 5) y, sin levantar el trazo, unan todos los puntos con cuatro líneas rectas.
Una vez transcurrido cinco minutos dará la respuesta. (5 min.)
En el rescate de la actividad, el facilitador subrayará el hecho de ampliar la mira-
da, de correrse de las respuestas obvias, las estructuras fijas.
92 Giancarlo Quadrizzi Leccese - David Mauricio Settembrino

Facilitador: ¿Quién dijo que no se podían traspasar los lími-


tes que parecían marcar los puntos? Lo importante es darnos
cuenta que estamos limitados o presionados por reglas que ni
siquiera vemos que existen. (2 min.)

PPT 6

7- Dinámica de Aceptación: LA CAJA DE LOS MIEDOS


Se les propone a los participantes escribir en una hoja todos aquellos pensa-
mientos que sienten que los están limitando y presionando al momento de decidir
sobre el futuro. Una vez que todos finalizaron, el facilitador pasa con la CAJA DE
LOS MIEDOS y solicita que depositen la hoja en el recipiente. Luego deja la caja
en el piso, en medio del grupo. En el rescate, el orientador reflexionará sobre la
convivencia con los miedos y las angustias que surgen naturalmente cuando pen-
samos en el futuro, en lo que no podemos anticipar ni controlar, y va a comenzar
a colocar el foco en los valores personales.

Facilitador: Los miedos van a seguir estando, allí, entre noso-


tros. Pero ahora nos vamos a concentrar en lo importante, en
las cosas que nosotros realmente valoramos, que nosotros ele-
gimos. (5 min.)
Primer encuentro 93

8- Video: CUANDO SABES QUIEN ERES, SABES LO QUE TIENES QUE HA-
CER
El facilitador presenta una edición reducida de una Charla TEDx que tiene
como oradora a Alejandra Acosta (TEDx Talks, 2014), una adolescente española
de 18 años que cuenta su experiencia de haberse decidido por la Licenciatura en
Trabajo Social (4 min.)

9- Debate sobre el video: todos conversan y dan sus opiniones acerca de lo ob-
servado. Es fundamental, como orientadores basados en ACT, proponer otro
título para el video: “Cuando conoces tus valores, sabes lo que tienes que hacer”.
En el rescate, el orientador deberá dejar en claro los puntos más sobresalientes
del relato, a los fines del taller. Asimismo, a partir del ejemplo de Alejandra, el
facilitador podrá clarificar el concepto de Talento Personal y los cinco desafíos
que plantea la estructura del proceso. Para ello podrán utilizarse las siguientes
placas de PPT (10 min.)

PPT 7
94 Giancarlo Quadrizzi Leccese - David Mauricio Settembrino

PPT 8

PPT 9
Primer encuentro 95

PPT 10

PPT 11
96 Giancarlo Quadrizzi Leccese - David Mauricio Settembrino

PPT 12

PPT 13
Primer encuentro 97

PPT 14

10- Dinámica: YO SOY…


El orientador propone que cada uno piense y escriba tres juicios o características
positivas y tres negativas de sí mism@. Luego, deberán preguntarse, con cada una
de las seis características:
• ¿Todo el tiempo?
• ¿Con todo el mundo?
• ¿En todas partes?
• ¿Cuándo exactamente?
Para finalizar la dinámica los participantes deberán responder acerca del tipo de
persona que valoran y quieren ser, siempre formulando la respuesta en forma
positiva y haciendo referencia al contexto. (10 min.)
En el rescate de la actividad es importante remarcar lo siguiente:
Facilitador (texto orientativo): No somos de una manera fija y
permanente. No nos definen las características, ni positivas ni
negativas. Somos como un cielo donde por momentos sale el sol,
en otros llueve o simplemente se nubla. Pero siempre somos ese
cielo que contiene lo que va sucediendo. Definirnos rígidamente
nos resta caminos posibles. Cuando afirmamos “yo soy depor-
98 Giancarlo Quadrizzi Leccese - David Mauricio Settembrino

tista como mi padre”, y nos apegamos fuertemente a ello, nos


puede jugar en contra si de pronto descubrimos que valoramos
dedicarnos a una tarea de tipo intelectual, por dar un ejemplo.
¡Eso no va conmigo, no es mi esencia, no soy yo! Autodefinir-
nos severamente con los “yo soy” nos puede terminar quitando
libertad personal. Las autoafirmaciones, positivas o negativas,
se pueden terminar convirtiendo en mandatos personales si se
sostienen con rigidez.
Todo ello, se puede reforzar con una pequeña visualización donde el orientador
guie a los participantes a cerrar los ojos y observarse en alguna situación: cuando
eran niñ@s, hace unos años atrás y ahora mismo en la sala. De esta manera, los
consultantes son conducidos a apercibir que mientras los intereses cambian con
los años, al igual que los pensamientos, las reacciones o las células del propio
cuerpo, seguimos siendo nosotros mismos, los que observamos.
Brindamos un cierre posible de la breve visualización:
Facilitador: Nada define de una manera y para siempre “lo que
soy”, lo importante es notar si “estoy siendo” de una forma
más o menos cercana a la persona que quiero ser, y actuar en
esa dirección.
De esta manera, estaremos comenzando a trabajar en los participantes el Yo
como contexto frente al Yo como concepto, con el objetivo de flexibilizar el espacio
de las autoafirmaciones en pos de los valores personales. (10 min.)

Talentos innatos
11- El orientador ahora plantea una pregunta: ¿Qué lugar ocupan los talentos natura-
les o innatos en la definición de la profesión o el oficio que vamos a ejercer? Y para
elaborar mejor las respuestas propone ver un video.

12- Video: NO SOY UN 7


  Se proyecta una edición acotada de una Charla TEDx (3 min.), protagonizada
por la argentina Sofía Camussi (TEDx Talks, 2015), llamada “No soy un 7”. Sofía
es una adolescente de 19 años que plantea la incidencia de las calificaciones es-
colares en relación a las decisiones que tomamos en el estudio y el trabajo luego
del nivel secundario. Sofía cuenta la experiencia de su mejor amiga, quien desde
niña “se la pasaba dibujando” y soñaba con ser directora de películas de anima-
ción 3D, pero terminó estudiando traductorado de inglés gracias a su talento
Primer encuentro 99

para los idiomas y porque en esa materia siempre obtuvo excelentes notas… “le
era fácil”.

13- Debate sobre el video: el facilitador reitera la pregunta: ¿Qué lugar ocupan los ta-
lentos innatos en la definición de la profesión o el oficio que vamos a ejercer? Luego
de un breve debate grupal, el facilitador lleva a reflexionar sobre los talentos in-
natos en relación a nuestros valores personales, nuestras intenciones, que a veces
van de la mano y otras no.
Facilitador (texto orientativo): Lo que nos resulta “fácil” no
siempre es sinónimo de éxito, de seguridad laboral, especial-
mente cuando no nos estimula, no nos interesa. Es como salir
con la persona que “te da bola” y no con la que te moviliza. (5
min.)

PPT 15

14- El orientador propone enfrentar el Segundo Desafío, explicando brevemente la


diferencia entre elegir y decidir:
100 Giancarlo Quadrizzi Leccese - David Mauricio Settembrino

PPT 16

PPT 17
Primer encuentro 101

PPT 18

PPT 19
102 Giancarlo Quadrizzi Leccese - David Mauricio Settembrino

15- Dinámica: MIS PREFERENCIAS


El facilitador propone a los participantes escribir en su carpeta cuáles son sus
hobbies, sitios web, libros, música e ídolo o figura que admiran (este último ítem
fue extraído de la actividad “¿De quién eres fan?”, propuesta en el libro “ACT
Terapia de Aceptación y Compromiso con Adolescentes”, (Mandil, José Quintero y
Maero, 2017) (10 min)
En el rescate de la actividad el facilitador consultará a los participantes si en-
cuentran relación con la persona que valoran y quieren ser, consigna de la diná-
mica anterior, y las respuestas respecto a la persona admirada.

El facilitador solicita que completen la dinámica integradora con la respuesta de ¿qué


tipo de persona valoro y quiero ser? y los datos del ídolo o persona admirada. (2 min.)
Primer encuentro 103

16- Rescate de la actividad: breve charla con el grupo sobre las respuestas obtenidas.
(5 min.)

17- CIERRE: el facilitador, como despedida, pide que cada uno exprese la idea que
rescató del encuentro, en tan solo una palabra. Luego agradece la participación
y alienta a seguir enfrentando los desafíos que restan para poder decidir sobre
una carrera u oficio y llegar a nuestro Talento Personal. Finalmente, proyecta
la siguiente diapositiva para cerrar el concepto abierto en un principio sobre la
libertad personal. (3 min.)

PPT 20

Actividad para el segundo encuentro


Los participantes, bajo la premisa: “redescubriendo el mundo”, como hizo Ale-
jandra Acosta (Charla TEDx), deberán registrar la noticia, hecho o conversación
que más destaquen de la semana: ¿qué me generó aquel hecho? Esta actividad puede
ser o no escrita por los participantes para ser compartida en el próximo encuentro.
(2 min.)
Tiempo total aprox.: 115 min.
FIN DEL PRIMER ENCUENTRO
104 Giancarlo Quadrizzi Leccese - David Mauricio Settembrino

DINÁMICAS: Cuestionario de Sentido en la Vida (opcional) – Yo Soy… - Mis prefe-


rencias – Dinámica Integradora
VIDEOS: Bee Movie – Cuando sabes quién eres, sabes lo que tienes que hacer (Ale-
jandra Acosta) – No soy un 7 (Sofía Camussi)
RECURSOS PARA FACILITADORES: PPT del proceso de OTP en seis encuentros
– Carpetas y bolígrafos - Ovillo de lana – La Caja de los Miedos
2/6
Encuentros
PPT 21 a PPT 31
Segundo encuentro

Objetivos específicos
• Generar conciencia, desde diferentes dinámicas, sobre el proceso de valoración.
• Abordar el proceso de defusión cognitiva.

Actividades
1- Centramiento dinámico: el orientador propone al grupo caminar rítmicamente si-
guiendo su paso. Luego de unos minutos la propuesta cambia, ahora cada uno debe
seguir su propio paso, independientemente al resto, bajo una rítmica personal (5 min.)
2- Breve rescate de la actividad anterior conversando entre todos acerca de la vi-
vencia de seguir un ritmo preestablecido dentro del grupo a diferencia de soste-
ner un tiempo propio. Ventajas y desventajas (5 min.)
3- Rescate de la actividad encomendada para el hogar sobre el hecho destacado de
la semana. (10 min.)
4-  El orientador retoma el tema de las preferencias con la siguiente diapositiva:

PPT 21
108 Giancarlo Quadrizzi Leccese - David Mauricio Settembrino

5- Dinámica: LA IMAGEN ELEGIDA


El facilitador dispone, aproximadamente, cuarenta fotografías impresas en hojas
A4 (color o blanco y negro) en el centro del grupo. A los participantes se les pro-
pone elegir una de las imágenes, sin más detalles. Una vez que los adolescentes
pasaron a elegir sus imágenes preferidas deberán responder individualmente a
una pregunta: ¿Qué significa para vos esa imagen? Luego deberán representar la
fotografía elegida con un verbo o accionar. (15 min.)
El paquete de imágenes que ofrecemos para descargar fue confeccionado a partir
de la página www.pexels.com. Son imágenes con licencia CC0 (Dedicación a
Dominio Público) para ser utilizadas libremente. Se trata de un set de fotogra-
fías de lo más variado, y se encuentra abierto a ser modificado por el orientador
responsable.
Por otro lado, y en referencia a la dinámica que nos ocupa, puede que dos o más
participantes coincidan en la elección de una fotografía, pero lo relevante será la
interpretación y la acción que le asigne cada uno a la misma. No hay que olvidar
que, como orientadores, nuestro objetivo principal en este tipo de dinámicas es
que el consultante sea consciente de la red de relaciones que establece con los
diferentes estímulos (imágenes, sonidos o conceptos).

Algunos ejemplos de las imágenes ofrecidas


Segundo encuentro 109

6- Dinámica: EL SONIDO ELEGIDO


El orientador pide al grupo que cierren los ojos y elijan un sonido que les atraiga
particularmente (desde el sonido de un piano hasta una hinchada coreando en
un estadio de fútbol). Luego, al igual que con la imagen elegida, deberán exponer
qué significa aquel sonido para ell@s y representarlo con un verbo o accionar. (10
min.)

El facilitador solicita que completen la dinámica integradora con los datos acerca
de la imagen y el sonido elegido. (2 min.)

7- Dinámica: MI ESCUDO PERSONAL


Los participantes deberán diseñar su propio Escudo Personal con palabras, fra-
ses, o dibujos que más los represente. (10min)
110 Giancarlo Quadrizzi Leccese - David Mauricio Settembrino

8- Rescate de la actividad: los adolescentes que lo deseen pueden exponer al grupo


sus producciones. Aclaración: quien desee continuar completando el escudo en
su hogar, obviamente que se encontrará libre de hacerlo. (10 min.)

Autoevaluaciones
9- En el marco de conversar sobre las permanentes valoraciones y evaluaciones
que hacemos hacia el entorno, el orientador plantea el tema de las permanen-
tes valoraciones y evaluaciones que hacemos de nosotros mismos. Mientras que
la prioridad en la dinámica llamada “Yo Soy…” (primer encuentro) era trabajar
el yo concepto frente al yo contexto, en esta oportunidad, el foco estará puesto
en la toma de perspectiva respecto al lenguaje mismo. Este análisis persigue el
objetivo de que los participantes comiencen a experimentar el proceso de defu-
sión respecto a sus producciones verbales, a fin de lograr una mayor autonomía
conductual, siempre en función a sus valores personales. Todo ello, acompañado
de las siguientes diapositivas:

PPT 23
Segundo encuentro 111

PPT 24

PPT 25
112 Giancarlo Quadrizzi Leccese - David Mauricio Settembrino

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PPT 27
Segundo encuentro 113

10- Breve ejercicio de defusión: GALERÍA DE PALABRAS


El orientador, con la próxima diapositiva, va a proponer imaginar que el cuadro
presentado se encuentra en medio de una galería de arte y es visitado diariamen-
te por cientos de personas.

PPT 28

Facilitador (texto orientativo): Ahora los que quieran den su opi-


nión sobre el cuadro. Yo digo que es horrible, no me gusta, por el
nombre veo que es un cuadro abstracto. Ahora ustedes, vamos...

Algunos adolescentes van a dar sus impresiones sobre la obra. El orientador con-
tinuará:
¿Es lo mismo decir que eso es una obra de arte a decir que es
horrible o hermoso? Decir que es un cuadro es nombrar lo que todos
conocemos por cuadro, pero decir “feo”, “agradable”, etc., son pen-
samientos y palabras que no están en el cuadro, surgen de la persona
que opina. ¿Es igual de cierto decir que es un cuadro a decir que es
“feo”? (debate) Entonces ¿qué fueron todas esas opiniones? solo pen-
samientos, palabras. ¿Cambiaron en algo al cuadro físicamente? ¿Lo
hicieron más lindo o más feo? Entonces cuando alguien opine bien o
mal sobre ustedes, noten que son solo palabras, pensamientos; al igual
que cuando su propia mente los juzgue. Por ejemplo: piensen en esa
114 Giancarlo Quadrizzi Leccese - David Mauricio Settembrino

frase que aún hoy les duele y que tal vez la arrastren desde chicos: soy
feo o fea, soy un inútil, soy vago o vaga, etc., ahora quédense con la
palabra central de ese pensamiento: fea, inútil, vago. Cuando yo lo in-
dique la vamos a repetir a toda velocidad por unos 30 o 40 segundos,
susurrándola, para que el que esté al lado no la escuche.

Los adolescentes repiten la palabra elegida hasta que el facilitador da la orden de


detenerse. Luego se hace un breve rescate de la actividad.

Facilitador: ¿Qué les pasó con la palabra después de repetirla


tantas veces? Cuando piensan en ella ¿tiene la misma fuerza que
tenía antes sobre ustedes? (debate) Eso es porque empezaron a
verla como lo que es... una palabra. No dejemos de hacer cosas que
nos importan por hacerle caso a las palabras, los pensamientos, a
pesar que muchas veces duelen y mucho. No es necesario esperar
a poder pensarnos “irresistibles” o “seguros de nosotros mismos”
para hablarle a la persona que nos gusta.

El orientador proyecta la siguiente diapositiva como cierre de la dinámica:

PPT 29

Facilitador: Ahora continuemos con las cosas que realmente nos


interesan y que valoramos hacer. (10 min.)
Segundo encuentro 115

11- Dinámica: INTERÉS Y ORGULLO1


El facilitador presenta la próxima dinámica, la cual consiste en marcar, dentro
de una serie de actividades, aquellas que nos despiertan cierto interés y aquellas
que, de hacerlas, nos sentiríamos orgullos@s. Las variantes en las respuestas po-
drán ser explicadas con la siguiente diapositiva:

PPT 30

La dinámica permite seleccionar las siguientes opciones:


• Actividades que no nos interesan.
• Actividades que nos interesan, pero que no nos sentiríamos orgullos@s
de realizar.
• Actividades que nos interesan y que nos sentiríamos orgullos@s de realizar.
Luego de evacuar las dudas, el orientador reparte las hojas para que comience la
actividad. (20 min.)

Nota: Para la confección de la dinámica INTERÉS Y ORGULLO se tuvieron en cuenta todas las áreas
aptitudinales manejadas por las principales universidades nacionales, ofreciendo ejemplos de activida-
des representativas de las mismas. Las áreas contempladas son, APTITUD: verbal, numérica, mecánica,
constructiva, artístico plástica, visual y textil, arte dramático y musical, científico-investigativa, destreza
manual, física y motriz, autodominio y liderazgo, educación, asistencia social y salud mental, comu-
nicación, relaciones sociales y humanas, informática y electrónica, actividades biológicas, agrarias y
vinculadas con el medio ambiente, asesoramiento en servicios, administrativa-organizativa.
116 Giancarlo Quadrizzi Leccese - David Mauricio Settembrino

12- Rescate de la actividad: el facilitador consultará a los participantes por las situa-
ciones elegidas donde hayan coincidido el interés y el orgullo personal.

Se les solicita a los consultantes que completen la dinámica integradora con las
situaciones seleccionadas. (5 min.)

13- Video: DESTINO


El orientador propone visualizar un video motivacional llamado “Destino” (Ma-
teusz, 2015) (3 min.).

14- CIERRE: el facilitador, como despedida, pide que cada uno exprese la idea que se
lleva del encuentro en tan solo una palabra (3 min.). Finalmente, el orientador
concluirá el encuentro con la siguiente placa:

PPT 31
Segundo encuentro 117

Actividad para el tercer encuentro


Se les propone a los adolescentes cambiar el ícono del whatsapp por cualquier
imagen que los represente individualmente, lo único que no se pueden utilizar
son fotos personales. Luego deberán colocar una frase de relevancia significati-
va para cada uno, que acompañe el mencionado ícono. Esta actividad queda a
criterio del facilitador, ya que depende de las posibilidades tecnológicas de los
participantes.

Tiempo Total aprox.: 115 min.

FIN DEL SEGUNDO ENCUENTRO


DINÁMICAS: Mi Escudo Personal / Interés y Orgullo
VIDEO: Destino
RECURSOS PARA FACILITADORES: Imágenes para elegir
3/6
Encuentros
PPT 32 a PPT 38
Tercer encuentro

Objetivos específicos
• Continuar vivenciando procesos de valoración
• Clarificar la Intención Primordial

Actividades
1- Centramiento dinámico: el orientador propone pasar una pelota siempre al
mismo compañero y cada vez más rápido. De esta forma, se armará un circuito
automático donde la atención de los participantes deberá centrarse en el aquí y
ahora. (5 min.)

2- Breve repaso del encuentro anterior y rescate de la actividad del cambio de íco-
no en el whatsapp. (10 min.)

3- Dinámica: PALABRAS QUE IMPORTAN


El facilitador reparte a cada participante una lista de conceptos a valorar. La tarea
consiste en que los participantes marquen todos los constructos significativos, a
nivel personal. Luego de la primera selección de conceptos, reducirlos a diez, a
cinco y finalmente a 3, posicionándolos en orden de importancia. (15 min.)
122 Giancarlo Quadrizzi Leccese - David Mauricio Settembrino
Tercer encuentro 123

4- Rescate de la actividad anterior donde, los participantes que lo deseen, expon-


drán los resultados ante el grupo. (5 min.)

5- Orgullo propio: el facilitador consulta individualmente por una situación, ac-


tual o no, en la que se sintieron orgullosos con ellos mismos. Luego indagará si
encuentran o no relación con los conceptos valorados anteriormente. (15 min.)

El facilitador solicita que completen la dinámica integradora con los conceptos


valorados y la situación donde se sintieron orgullosos de ellos mismos. (3 min.)

6- Dinámica: ESA ES MI SITUACIÓN


El facilitador reparte dos emoticones
por cada participante.
124 Giancarlo Quadrizzi Leccese - David Mauricio Settembrino

El orientador explica que leerá varias situaciones donde, si no se sienten atraídos


por participar de las mismas, se abstendrán de levantar sus emoticones, utilizando
los mismos solo cuando el interés por los hechos sea considerable o destacado.
Vale aclarar que en esta actividad brindaremos una lista de situaciones que queda-
rá abierta a ser modificada por el facilitador responsable de la actividad. (10 min.)

7- Dinámica: LA PERSONA QUE DETESTO


Se les propone a los adolescentes expresar verbalmente el tipo de persona que detestan
y que jamás quisieran ser. Puede ser imaginaria o real. La actividad comienza cuando
el facilitador dispara: ¿Qué hace esa persona que detesto, a qué si dedica? ¿Cómo es su
forma de ser? ¿Cuál suponés que es su pensamiento de cabecera? (10 min.)
El orientador enfatiza que, muchas veces, lo que valoramos positivamente puede
ser identificado por oposición a nuestras preferencias. Quitando lo que nos sobra,
lo que consideramos indeseable o innecesario, también vamos clarificando cuál
es nuestra dirección. Esto último es acompañado por la siguiente diapositiva:

PPT 33

Intención primordial
8- El facilitador introduce al grupo al tercer desafío: identificar la Intención Primordial.
Seguidamente va a explicar el concepto de Intención Primordial, constructo original
de la OTP. Todo ello, acompañado por las siguientes diapositivas (5 min.):
Tercer encuentro 125

PPT 34

PPT 35
126 Giancarlo Quadrizzi Leccese - David Mauricio Settembrino

PPT 36

PPT 37
Tercer encuentro 127

PPT 38

9- Dinámica: MI INTENCIÓN PRIMORDIAL


Cada participante deberá identificar su verbo, su accionar preferido en la actuali-
dad, de una lista que le ofrecerá el orientador; obviamente, dicha lista está abier-
ta a ser extendida por los consultantes. Luego de elegir la cantidad de acciones
que desee, el consultante deberá reducir el número a 5 y finalmente a 3 acciones
ubicadas por orden de importancia. El verbo o accionar que se presente en pri-
mer lugar será entendido como Intención Primordial, el cual será definido bre-
vemente por el participante. Los otros dos verbos o acciones, que forman parte
de aquel trío, se tomarán como complemento de aquella Intención Primordial.
Asimismo, se le propondrá al consultante imaginar una o dos situaciones donde
el accionar nº1 pueda ser desplegado. Por último, se le consulta: ¿Encontrás al-
guna relación entre estas tres intenciones y los conceptos valorados anteriormente?
(15 min.)
128 Giancarlo Quadrizzi Leccese - David Mauricio Settembrino
Tercer encuentro 129

10- Rescate de actividad anterior: el facilitador lleva a reflexionar a los participantes


en relación al resultado de la dinámica, consulta si dichas intenciones se perci-
ben como propias y genuinas, o si notan algún tipo de presión, de coacción. (10
min.)

El facilitador solicita que completen la dinámica integradora con las tres intencio-
nes más valoradas. (2 min.)
130 Giancarlo Quadrizzi Leccese - David Mauricio Settembrino

11- Video: 86.400 SEGUNDOS PARA CAMBIAR TU VIDA

El orientador propone ver un video motivacional llamado “86.400 segundos


para cambiar tu vida” (2 min.)
Reflexión final en relación al video anterior
Facilitador (texto orientativo): Construimos nuestro futuro
siempre desde nuestro presente, nada está escrito ni por la
biología ni por nadie. Somos un cuento que escribimos perma-
nentemente. Tenemos que hacernos dueños de nosotros mismos
y de nuestras direcciones vitales, tenemos una oportunidad en
cada segundo. Nuestra intención primordial marca una direc-
ción, actuar en ese sentido es nuestra responsabilidad. (5 min.)

12- CIERRE: el facilitador, como despedida, pide que cada uno exprese la idea que se
lleva del encuentro. (3 min.)

Actividad para el cuarto encuentro


El profesional propone al grupo realizar una acción en dirección a la Intención
Primordial que identificó cada uno.

Tiempo total aprox.: 120 min.

FIN DEL TERCER ENCUENTRO

DINÁMICAS: Palabras que importan / Mi Intención Primordial


VIDEO: “86.400 segundos para cambiar tu vida”
RECURSOS PARA FACILITADORES: Emoticones / Lista de situaciones
4/6
Encuentros
PPT 40 a PPT 61
Cuarto encuentro

Objetivos específicos
• Deconstrucción del concepto de trabajo e incorporación del constructo Labor
Personal
• Abordaje de Mandatos y Deseos Propios en relación a una conducta asertiva.

Actividades
1- Centramiento: breve meditación guiada haciendo consciente la respiración y el
cuerpo. (5min.) Rescate de la experiencia enfatizando que la conciencia sobre
algo tan básico y automático como la respiración nos permite centrarnos en el
momento presente acallando los pensamientos permanentes acerca del pasado y
del futuro, que nos aturden a la hora de gestionar nuestras propias elecciones. El
pasado y el futuro son construcciones propias, centrarse en el presente nos conec-
ta con el entorno inmediato, nuestros valores actuales y las posibilidades reales
con las que contamos, sin marearnos con suposiciones.

2- Rescate de la actividad propuesta en el encuentro anterior. Los participantes


cuentan la acción que realizaron en dirección a la Intención Primordial. El fa-
cilitador indagará qué sintieron al efectuar dicho accionar (10 min.).

3- Dinámica: ¿QUIÉN QUIERE SER MILLONARIO?:

El facilitador propone al grupo un juego de imaginación y reparte la dinámica en


papel para que sea completada. (Actividad extraída y adaptada del libro “ACT Te-
rapia de Aceptación y Compromiso con Adolescentes”) (10 min.)
134 Giancarlo Quadrizzi Leccese - David Mauricio Settembrino

¿QUIÉN QUIERE SER MILLONARIO?


Imaginá que ganás en la lotería 100 millones de pesos. Teniendo en cuenta tu IN-
TENCIÓN PRIMORDIAL: ¿Qué cosas harías con todo ese dinero?

¿Por qué destinarías tu dinero en ellas? ¿Qué representan esas cosas para vos? ¿Qué
dirían de vos como persona esas acciones?

Ahora modifiquemos la situación e imaginá que solo ganaste 10 mil pesos ¿qué co-
sas podrías hacer con ese dinero que aún representasen para vos aquello que valorás?

Y si no tuvieras ni siquiera un peso, desde aquí y ahora, ¿qué acciones podrías rea-
lizar que aún representen esas cosas?

4- Rescate de la actividad: los adolescentes comparten los resultados de la diná-


mica anterior (10 min.) Cuando lo crea conveniente, el orientador disparará la
siguiente pregunta: cuando uno hace un trabajo que valora ¿se esfuerza o se sacri-
fica? En el debate el facilitador dejará en claro que el sacrificio viene relacionado
ancestralmente con la muerte de un ser humano o un animal no humano en
ofrenda a los dioses. ¿Quién desea “morir” durante 8 o 10 horas al día para tener
un sueldo a fin de mes? (10 min.)

5- Video: ENTREVISTA A CARLOS TÉVEZ


A continuación, se proyecta un fragmento de una entrevista realizada por el periodis-
ta Alejandro Fantino al mundialmente conocido futbolista Carlos Tévez (“Animales
Sueltos”, América TV, 2015), en referencia al tema anterior. El material versa sobre el
sacrificio, el esfuerzo y el éxito, desde la mirada sencilla y clara del mencionado futbo-
lista. (4´40´´ min.)

6- Debate sobre el video de Carlos Tévez (5 min.)

Trabajo o labor personal


7- EL facilitador comienza por estimular un nuevo debate lanzando una pregunta
con la siguiente diapositiva:
Cuarto encuentro 135

PPT 40

El facilitador deconstruye, junto al grupo, el concepto de trabajo en su connota-


ción social básica relacionada con un “sacrificio rentable y necesario”. Se dialoga
acerca del ser y el hacer en el mundo, visto más claramente en el despliegue de
los niños. En síntesis, la tendencia general es “hacer lo propio”, más allá de la edad.
La nueva variable que se agrega en la adultez es que, si deseo que lo propio se con-
vierta en mi sustento, entonces deberá realizarse de forma rentable. Lo importante
es que el corazón de lo propio, actualmente, ya lo identificamos: ¡nuestra Inten-
ción Primordial! (dirigir, crear, enseñar, hacer justicia, etc.) (5 min.) Todo ello irá
acompañado por las siguientes diapositivas:

PPT 41
136 Giancarlo Quadrizzi Leccese - David Mauricio Settembrino

PPT 42

PPT 43
Cuarto encuentro 137

PPT 44

PPT 45
138 Giancarlo Quadrizzi Leccese - David Mauricio Settembrino

En este punto, el facilitador, brevemente, introduce el concepto de “Fluir” (Flow)


de la psicología positiva, con la siguiente placa:

PPT 46

Facilitador (texto orientativo): Cuando hacemos lo que valora-


mos, lo que creemos que es lo importante para nosotros, lle-
gamos a un estado de concentración que no nos damos cuenta
que pasa el tiempo, no sentimos el cansancio físico hasta que
terminamos de hacerlo, ¿les pasó alguna vez con alguna acti-
vidad? (breve charla relevando algunos ejemplos de los partici-
pantes). Cuando hacemos eso que nos interesa mantenemos
una atención total o plena. Y lo más curioso es que lo hacemos
más allá que nos den dinero o no, tiene sentido en sí mismo “lo
hago porque sí, porque me gusta”. Muchas veces no podemos
explicar por qué hacemos lo que hacemos cuando nos gusta de-
masiado. (5 min.)

El orientador pasará luego a la próxima diapositiva que explica la relación entre


los estados de fluidez y el crecimiento personal.
Cuarto encuentro 139
PPT 47
140 Giancarlo Quadrizzi Leccese - David Mauricio Settembrino

Facilitador (texto orientativo): ¿Qué pasa cuando los desafíos


son inalcanzables y los siento como imposibles? Me angustio,
eso me quita las ganas de hacer el esfuerzo. Ahora ¿Qué sucede
cuando todo me sale sin pensarlo, “de taquito” y paso mucho
tiempo sin nuevos desafíos? Me aburro. En la actividad laboral
pasa exactamente igual. Lo que debiéramos intentar es, al co-
menzar a aburrirnos, buscar nuevos desafíos posibles, aunque
requieran de alguna capacitación extra. Y si la actividad ya dejó
de tener que ver con mi Intención Primordial actual, entonces
me dedico a cambiarla. Lo que hay que apuntar es a que mi
actividad diaria me lleve, generalmente, a estados de fluidez. Y
ese estado de fluidez es el que nos va a llevar a crecer profesio-
nal y personalmente, sosteniendo el gusto por lo que hacemos
(5 min.)

PPT 48

Ahora el facilitador va a presentar el nuevo concepto: la Labor Personal (2 min.)


Cuarto encuentro 141

PPT 49

PPT 50
142 Giancarlo Quadrizzi Leccese - David Mauricio Settembrino

PPT 51

8- Dinámica: MI LABOR PERSONAL


El orientador propone a los participantes elegir, entre varias opciones, definir
cómo les gustaría realizar su labor personal. Dichas alternativas, entre otras, van:
desde el gusto por una actividad solitaria, grupal o mixta, con o sin horario fijo,
hasta el elemento al que se encuentra dirigida: ideas, personas, objetos, números
y datos, normas y leyes, máquinas, o en relación a la naturaleza (animales, plan-
tas, clima). Opcionalmente, también se ofrece la posibilidad de elegir un ámbito
laboral. De esta forma, el orientado continuará desplegando sus preferencias, sin
definir aún un rol específico. (Dinámica estructurada a partir de una síntesis y
adaptación de tres ejercicios ofrecidos en el libro “Descubriendo tu vocación”, de la
Lic. Cecilia M. Crouzel, (2015), pp. 63-65, Ed. Noveduc) (10 min.)
Cuarto encuentro 143
144 Giancarlo Quadrizzi Leccese - David Mauricio Settembrino

El facilitador solicita que completen la dinámica integradora con el dato que resul-
tó del elemento al que estaría dirigida la labor personal (actividad enfocada en) y
el ámbito donde les gustaría desarrollarla (opcional). (2 min.)
Cuarto encuentro 145

9- En el rescate de la actividad el orientador hará hincapié en que esto no es una


utopía, una idealización de lo que es “ganarse la vida”, pero tener en claro qué
estamos haciendo exactamente: si estamos simplemente trabajando por un suel-
do o desarrollando una labor personal que tiene más que ver con nuestros va-
lores, vamos a poder interpretar, entender más claramente nuestro presente; si
queremos continuar como estamos o necesitamos un cambio. Y si la situación
actual nos angustia y nos exige trabajar en lo que NO nos gusta, hacerlo, pero
planificando una salida en dirección a nuestra Intención Primordial, generan-
do condiciones para el cambio, no solo esperando a que la situación cambie por
sí sola. (5 min.)

PPT 52

Libertad personal
El facilitador advierte al grupo que están muy próximos a tener que escribir,
individualmente, el Propósito Vital, o misión personal, que va a desplegar la
Intención Primordial ya clarificada por cada uno. Y para ello se necesita, como
ya se dijo en el primer encuentro, estar muy atentos a no dejarnos arrastrar por
reglas o mandatos que no visualizamos y que nos pueden confundir o condicio-
nar en relación a nuestros valores.
146 Giancarlo Quadrizzi Leccese - David Mauricio Settembrino

PPT 53

10- Video: ENTREVISTA A FERNANDO “COCO” SILY


Ahora el facilitador propone ver un fragmento de una entrevista muy diverti-
da realizada por el actor Martín Seefeld, en el programa “El mundo nos mira”
(Canal de la Ciudad, 2015), a Fernando “Coco” Sily, un reconocido comediante
argentino. En dicha entrevista el actor relata, graciosamente, cómo se encontró
con su profesión a pesar de los mandatos familiares y el contexto sociocultural de
su infancia y su adolescencia. (5:40 min.)
Video: breve edición del film CÓMO ENTRENAR A TU DRAGÓN
Se ofrece un video alternativo al anterior, con la misma función, para que el faci-
litador pueda elegir el más conveniente según las características del grupo o con-
sultante. Se trata de una edición corta de la película de DreamWorks Animation,
“Cómo entrenar a tu dragón” (2010). Dicho film trata de un niño vikingo que
rompe el paradigma social de su época al hacerse amigo de un dragón y revertir
la relación entre estos seres mitológicos y los humanos. Para ello, el chico deberá
enfrentarse a prejuicios, reglas sociales, familiares y hasta personales que, hasta
el momento, parecen insoslayables. (11 min.)

11- MANDATOS, DESEOS PROPIOS Y ASERTIVIDAD


El facilitador profundiza el tema de los mandatos, las reglas y los deseos propios,
en relación con una conducta asertiva que es aconsejable desarrollar como herra-
mienta para la vida. Todo ello, a través de las siguientes diapositivas.
Cuarto encuentro 147

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148 Giancarlo Quadrizzi Leccese - David Mauricio Settembrino

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Cuarto encuentro 149

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150 Giancarlo Quadrizzi Leccese - David Mauricio Settembrino

PPT 60

12- Dinámica: MANDATOS Y DESEOS PROPIOS


El facilitador ahora propone a los participantes completar dos listas: una acerca
de los “debería” que más les pesan, y la segunda con los deseos propios, los “yo
quiero”. La dinámica consiste en descartar deberías que no van en dirección con
los valores personales; y convertir a los restantes deberías en yo quiero, cuando
existe coincidencia entre los mismos. El orientador explica la dinámica con la
siguiente placa:

PPT 61
Cuarto encuentro 151

13- CIERRE: el facilitador, como despedida, pide que cada uno exprese la idea que se
lleva del encuentro, en tan solo una palabra.

Tiempo total aprox.: 120 min.


FIN DEL CUARTO ENCUENTRO

DINÁMICAS: ¿Quién quiere ser millonario? / Mi Labor Personal / Mandatos y De-


seos Propios
VIDEOS: Entrevista a Carlos Tévez / Entrevista al actor cómico “Coco” Sily o edición
del film “Cómo entrenar a tu dragón”
5/6
Encuentros
PPT 62 a PPT 80
Quinto encuentro

Objetivos específicos:
• Comenzar a elaborar el Propósito Vital
• Flexibilizar los roles profesionales

Actividades
1- Centramiento: breve meditación guiada haciendo consciente la respiración y el
cuerpo. El orientador invita a imaginar que están sobre un puente mirando un
pequeño arroyo que corre debajo. En el arroyo pasan hojas que caen de los árbo-
les cercanos. Ahora propone que cada vez que noten un pensamiento, emoción
o sensación física imaginen que lo ponen sobre una de las hojitas y que éstas se
lo llevan corriente abajo. Esta secuencia se repetirá algunas veces más. (10 min.)
(“Observando desde el puente”, actividad tomada del libro ACT Terapia de Acep-
tación y Compromiso con Adolescentes (pp. 90) para trabajar momento presente.)
2- Video: CHARLA DE ASHTON KUTCHER
El facilitador propone ver un breve video del conocido y joven actor, Ashton
Kutcher, donde se refiere a ser protagonista de la propia existencia: “no vivas una
vida, crea una vida” (2:30 min.)

Elaboración y escritura del propósito vital


3- El orientador, tomando la frase final del video de Ashton, propone que cada
uno comience a elaborar y escribir su Propósito Vital para seguir así creando
su propia vida. El Propósito Vital va en dirección a la Intención Primordial, pero
con más detalle, más precisión. Se puede “ayudar” o “crear” de mil maneras dife-
156 Giancarlo Quadrizzi Leccese - David Mauricio Settembrino

rentes, la cuestión es cómo interpreta cada uno ese accionar, a qué elemento está
dirigido, en qué ámbito, etc. Esta explicación se puede apoyar con las siguientes
diapositivas:

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Para la elaboración del Propósito el grupo deberá ocuparse del Cuarto Desafío
en la dinámica Integradora. Recordemos que para este momento los adolescen-
tes ya trascribieron los resultados más relevantes de las actividades realizadas
Quinto encuentro 163

en el taller. Los resultados transcritos van a ser las veces de disparadores para la
escritura del Propósito Vital. (30 min.)
NOTA: Especialmente para esta actividad, se aconseja a los orientadores acondicionar el ambiente, en lo
posible, con un agradable aroma utilizando algún sahumerio, y musicalizar con melodías relajantes.
Se transcribe el fragmento de la Dinámica Integradora referida a la escritura del
Propósito Vital:

CUARTO DESAFÍO
escribir MI PROPÓSITO VITAL

El Propósito Vital es la frase que describe lo que quiero hacer, siguiendo la


dirección que marca mi Intención Primordial.
Ejemplos:
- Si mi intención primordial es “enseñar”, mi propósito podría ser “enseñar
historia a chicos de nivel secundario”.
- Si mi intención primordial es “administrar”, mi propósito podría ser “admi-
nistrar una empresa agrícola”.
- Si mi intención primordial es “ayudar”, mi propósito podría ser “asistir a per-
sonas en situación de calle”.
- Si mi intención primordial es “diseñar”, mi propósito podría ser “diseñar mo-
delos de automóviles”.
Esta frase se puede extender todo lo que vos quieras. En el primer ejemplo
vemos que a la intención primordial de “enseñar” se le sumó el gusto por la
historia, el ambiente de una escuela o colegio, el trato con adolescentes, etc.
En el segundo, la intención primordial de “administrar” fue acompañada por
el gusto por lo empresarial, el campo, etc. En el tercer ejemplo, a la intención
primordial de “ayudar” se le agregó la sensibilidad por los más vulnerables,
el trabajo asistencial fuera de un consultorio, etc. En el cuarto, a la intención
primordial de “diseñar” se le unió el gusto por las máquinas, los automóviles,
la creatividad artística y el diseño industrial.
A tu intención primordial ¿qué se le puede sumar para convertirla en propó-
sito? Lo primero que tenemos que saber es a qué está dirigido este accionar
preferido. Mi intención primordial puede estar dirigida a: máquinas, ideas,
alimentos, objetos, naturaleza (clima, animales, plantas), normas y leyes, da-
tos y números o personas. Este dato se puede encontrar en la dinámica de la
Labor Personal. Lo importante es que cuando logres escribir tu propósito,
pienses si éste tiene relación con la persona que querés ser, los conceptos
valorados, las actividades que te interesan; y por, sobre todo, si este propósito
te hace sentir orgullos@ de vos mism@.

MI PROPÓSITO ES:
164 Giancarlo Quadrizzi Leccese - David Mauricio Settembrino

4- Rescate: una vez que el grupo finalizó con la actividad anterior, el orientador va
a pedir que cada uno exprese su propósito vital y cuente, brevemente, lo fácil
o difícil que le resultó el proceso, además del sentir respecto a haberlo podido
construir. (15 min.)

5- Video: edición de un capítulo del programa COMÚN DENOMINADOR


El facilitador propone ver un video con la idea de flexibilizar la idea que tenemos
de las profesiones. El objetivo es romper con los estereotipos laborales antes de
dirigirnos a enfrentar el quinto y último desafío: decidir la profesión u oficio.
El video trata de dos entrevistas realizadas por Maite Pistiner para su programa
“Común Denominador” (Canal de la Ciudad, 2015): a Adrew Morgan, un joven
director de cine documental dedicado a la denuncia social, y a Aras Azadian,
un empresario que abarca desde proyectos gastronómicos a emprendimientos
benéficos en relación al tratamiento del Cáncer y del Alzheimer.

6- Rescate del video anterior enfatizando la idea de que, por encima de la carrera, del
título académico que se obtenga o del oficio que se aprenda, el propósito que escribi-
mos para nosotros mismos es lo que prevalece. El objetivo y los detalles del rol laboral
los definimos nosotros, no está determinado previamente en su totalidad. Si tuviéra-
mos que definir a un director de cine y lo que hace ¿describiríamos a Andrew? Esto es
lo que nos hace singulares y está en relación directa con nuestro Talento Personal. (5
min.) Todo ello se acompañará con las siguientes diapositivas:

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Quinto encuentro 165

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7-  Lectura del cuento “Los tres obreros” (anónimo)


El facilitador lee el siguiente cuento:

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166 Giancarlo Quadrizzi Leccese - David Mauricio Settembrino

LOS TRES OBREROS


En cierta ocasión, un arquitecto se acercó a supervisar uno de sus proyectos de
construcción.
Al llegar, se aproximó a un albañil que estaba inmerso en su trabajo y le preguntó:
- Buen día, señor ¿me podría decir cuál es su trabajo?
- ¿No lo ve? - respondió algo enojado el hombre. - Pongo ladrillos... uno arriba
del otro.
Viendo el malhumor y las pocas ganas de conversar del obrero, el arquitecto pro-
siguió su camino por la construcción y, a unos metros de allí, encontro a otro
trabajador que estaba realizando la misma labor que el primero, a quien le hizo
la misma pregunta:
- Buen día, señor ¿me podría decir cuál es su trabajo?
- Buenos días, señor… Bueno, estoy levantando un muro de un gran edificio- dijo
el obrero mientras dibujaba una sonrisa, procurando mostrar algo de amabilidad.
Luego el licenciado siguió supervisando la obra hasta que, finalmente, se acercó
a un tercer oficial de albañilería, que estaba haciendo exactamente lo mismo que
los dos anteriores.
- Buen día, señor -dijo el arquitecto- ¿me podría decir cuál es su trabajo?
- ¿Mi trabajo, señor? - respondió mientras sonreía visiblemente. ¡Estoy constru-
yendo el Hospital para los chicos del pueblo!

Breve debate con los adolescentes. El facilitador concluirá que cuando uno sien-
te que está cumpliendo con un propósito valioso para sí, se valora así mismo y
valora la actividad que está realizando, sea cual fuere. (10 min.)

8- Dinámica: INTERESES PROFESIONALES


El facilitador reparte el cuestionario de Intereses Profesionales Revisado CIP-
R que será completado por el grupo (15 min). (Fogliatto, Pérez, Olaz y Parodi,
2003)
Una vez que los participantes concluyen con la actividad, se comparten los resul-
tados de aquellos adolescentes que deseen hacerlo. (5 min.)
Quinto encuentro 167

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9- CIERRE: El facilitador pide que cada uno exprese la idea que se lleva del en-
cuentro en tan solo una palabra. (3 min.)
Por último, el profesional reparte un descriptor de las áreas laborales para que
los participantes analicen en sus hogares, antes del último encuentro.

Tiempo total aprox.: 115 min.

FIN DEL QUINTO ENCUENTRO

DINÁMICAS: Intereses Profesionales


VIDEOS: Charla de Ashton Kutcher / Entrevista a Andrew Morgan y a Aras Azadian
RECURSOS PARA FACILITADORES: Cuento de los Tres Obreros / Descriptor de
las áreas laborales
6/6
Encuentros
PPT 81 a PPT 91
Sexto encuentro

Objetivos específicos
• Definición de la profesión o el oficio.
• Cierre del proceso de OTP

Actividades
1- Centramiento dinámico: Pasamos una pelota siempre al mismo compañero y
cada vez más rápido. Se armará un circuito automático donde la atención deberá
centrarse en el aquí y ahora. (5 min.)
PPT 82
PPT 82
172 Giancarlo Quadrizzi Leccese - David Mauricio Settembrino

2- Video: DECISIONES DIFÍCILES


Se proyecta el video “Decisiones difíciles” (TEDx, 2015), una charla de la filósofa
Ruth Chang que aborda el tema de las de decisiones importantes. Llegados a este
punto del proceso, los participantes cuentan con mayor información acerca de
ellos mismos y sus valores personales. (4´40´´ min.)

3- Áreas laborales
Los participantes comentan el área laboral que más les interesó luego de
analizar el descriptor facilitado por el orientador en el encuentro anterior.
Cabe destacarse que en la conversación será prioritario, para el facilitador,
inducir a relacionar las áreas elegidas con el propósito vital de cada uno de
los consultantes. (10 min.)

4- Dinámica: SITUACIONES LABORALES


Se les propone a los adolescentes que elijan una foto de una serie de imágenes
que el orientador exhibe del mismo modo que se lo hizo en la primera dinámica
visual del segundo encuentro. La diferencia entre las dos dinámicas radica en
que en la primera se hace referencia a símbolos y representaciones más genera-
les y en la segunda se apunta, concretamente, a situaciones laborales. En dichas
fotografías, siempre habrá personas realizando alguna tarea, pero no necesaria-
mente se explicita en todos los casos la profesión o el oficio preciso al que hace
referencia. Este ejercicio puede realizarse con el set de fotografías confeccionado
por el Lic. Sergio Rascovan llamado “Imágenes Ocupacionales” www.imagenes-
ocupacionales .com.
Nosotros ofrecemos otro paquete de imágenes con licencia CC0, elaborado a
partir de la página www.pexels.com, el cual queda abierto a ser modificado por
el facilitador; el único requisito que sugerimos se respete es que la oferta visual
contemple todas las áreas del hacer ocupacional (uno o dos ejemplos de cada
una).
Una vez que los participantes elijen su imagen, el facilitador les solicitará que
interpreten la situación seleccionada y que la relacionen con profesiones u oficios
que conozcan.
Sexto encuentro 173

Algunos ejemplos de situaciones


laborales ofrecidas

5- El facilitador explica la que la profesión o el oficio elegido no es más que el medio


para dirigirse en dirección al Propósito Vital.

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Sexto encuentro 175

Luego de dar un pantallazo de alguna de las profesiones u oficios que incluyen cada
una de las áreas, el facilitador reparte la oferta académica dividida en carreras univer-
sitarias, terciarias y cursos. Dicha información mantendrá la misma categorización
por áreas, como se vio anteriormente en el descriptor, por ello serán l@s adolescentes
quienes van a solicitar, exclusivamente, el o las áreas que sean de su interés. Por su-
puesto que la totalidad de la oferta académica va a estar a disposición de los partici-
pantes en todo momento del encuentro. Posteriormente a que l@s adolescentes eligen
sus áreas preferidas, el facilitador pide marcar todas las carreras que más se adecuen
a sus propósitos, teniendo en cuenta los resultados de dos dinámicas: el Cuestionario
de Intereses Profesionales y las Situaciones Laborales (10´)

EJEMPLO DE UN ÁREA OCUPACIONAL


COMUNICACIÓN Y MEDIOS

NIVEL SUPERIOR/ UNIVERSITARIO TECNICATURAS Y PROFESORADOS CURSOS

• LIC. EN AUDIOVISIÓN • TEC. UNIV. EN AUDIOVISIÓN • PERIODISMO DIGITAL


• DISEÑO DE IMAGEN Y CON ORIENTACIÓN • OPERADOR DE SONIDO
SONIDO EN POSTPRODUCCIÓN
AUDIOVISUAL • LOCUCIÓN
• LIC. EN MULTIMEDIOS • PERIODISMO DE
• TEC. UNIV. EN AUDIOVISIÓN
• LIC. EN PRODUCCIÓN Y CON ORIENTACIÓN EN ESPECTÁCULO
DIRECCIÓN DE TV. CINE Y SONIDO Y GRABACIÓN • REDACCIÓN PUBLICITARIA
TEATRO
• TEC. UNIV. EN PRODUCCIÓN • RELATOR DE FÚTBOL
• LIC. EN COMUNICACIÓN DE MEDIOS AUDIOVISUALES,
SOCIAL • REDACCIÓN Y
EVENTOS Y ESPECTÁCULOS DIAGRAMACIÓN
• LOCUTOR NACIONAL • TEC. SUPERIOR EN PERIODÍSTICA
• LIC. EN PERIODISMO PERIODISMO DEPORTIVO • AUXILIAR DE PERIODISTA
• LIC. EN PUBLICIDAD • TEC. SUPERIOR EN • DESARROLLO
• LIC. EN RELACIONES PERIODISMO MULTIMEDIALES
PÚBLICAS • DIRECTOR INTEGRAL DE TV • ORGANIZACIÓN DE
• LIC. EN CINIEMATOGRAFÍA • TE. SUPERIOR EN EVENTOS
• DISEÑADOR MULTIMEDIAL PUBLICIDAD • ASISTENTE DE
• PRODUCCIÓN DE PRODUCCIÓN DE RADIO /
ESPECTÁCULOS ARTÍSTICOS TV
Y MUSICALES • GRÁFICA DIGITAL
• GUIONISTA DE RADIO Y TV • DESARROLLO DEL
• OPERADOR TEC. DE ESTUDIO PENSAMIENTO CREATIVO
DE PLANTA TRANSMISORA
DE RADIODIFUSIÓN
• ORGANIZACIÓN DE EVENTOS

6- El orientador enseña a buscar en Internet las materias que integran cada carrera
y pide que hagan este ejercicio de investigación de forma particular por fuera del
taller. Asimismo, se brinda información sobre sitios web para obtener detalles
acerca de instituciones educativas y planes de estudio.
176 Giancarlo Quadrizzi Leccese - David Mauricio Settembrino

PPT 86

7- Abordaje de las profesiones u oficios preferidos por los participantes.


El facilitador consulta a los chicos y chicas sobre las decisiones tomadas en rela-
ción a la profesión u oficio.

Se les solicita a los participantes que completen la dinámica integradora con


la o las profesiones u oficios seleccionados.

8- Reflexiones finales
El orientador evalúa con los consultantes la necesidad o no de acordar una nue-
va reunión para continuar evacuando dudas. Recordemos que este proceso es
flexible en cuanto a la cantidad de encuentros, pudiéndose extender según los
requerimientos del grupo o del consultante, según la modalidad. Por último, el
facilitador hace una reflexión final integrando Intención Primordial, Propósito
Vital y Proyecto Personal, en relación a la profesión u oficio elegido. Se podrán
utilizar para ello las siguientes diapositivas (3 min.):
Sexto encuentro 177

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Sexto encuentro 179

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9- Dinámica: MENSAJE A TU YO FUTURO


El facilitador propone un juego de imaginación en donde viajamos en el tiem-
po hacia el futuro y tenemos que darnos algunos consejos para no desviarnos del
camino que estamos eligiendo, para mantenernos firmes con nuestros valores per-
sonales cuando haya situaciones difíciles de superar. ¿Qué cosas le dirían a ese Yo
del futuro para que “no afloje”? (Actividad del libro ACT, Terapia de Aceptación y
Compromiso con Adolescentes (pp.118) (10 min.)

10- (opcional) Cuestionario de Sentido en la Vida – Post proceso de OTP.


Todos los participantes completan nuevamente el cuestionario. (10 min.)

11- Video: SIGUE A TU CORAZÓN


Para concluir con el taller el orientador proyecta un video a modo de despedida
llamado “Sigue a tu corazón”.

FIN DEL SEXTO ENCUENTRO Y DEL PROCESO DE OTP

DINÁMICAS: Cuestionario de Sentido en la vida (post-proceso)


VIDEOS: Decisiones difíciles / Sigue a tu corazón
RECURSOS PARA FACILITADORES: Set de imágenes de Situaciones Laborales
Descarga de material

Para solicitar la descarga de todos los recursos utilizados en los


seis encuentros del taller y mantener el contacto con el Equipo
Fundador de la OTP, escribir un e-mail a talento.personal@hot-
mail.com. En el “asunto” del e-mail colocar “Solicitud de des-
carga” y en el mensaje incluir nombre completo, país, profesión
y el ISBN del libro (número identificador del ejemplar que se
encuentra al inicio del mismo). Una vez enviado el mensaje, un
miembro del Equipo se pondrá en contacto con usted y le enviará
un link de descarga, el cual contiene una carpeta por encuentro;
a su vez, cada carpeta incluye tres subcarpetas: DINÁMICAS,
VIDEOS y RECURSOS PARA FACILITADORES, manteniendo
la misma categorización que se puede observar sobre el final de
cada sesión. La descarga del material es totalmente gratuita.

Ante cualquier consulta o propuesta también puede contactarse

f
a través de nuestra Fanpage de Facebook: @orientación.talento

https://www.facebook.com/orientacion.talento/
Algunas reflexiones
de adolescentes que participaron
en talleres de OTP

¿Qué te llevás de esta experiencia?


Un Propósito… y más claro qué tengo que hacer para cumplirlo y porqué lo
hago.

¿Recomendarías este taller? ¿Por qué?


Sí, porque es una forma diferente de abrir la cabeza y conocerte a vos misma
desde un punto que antes probablemente no pensaste.
Luján (17)
184 Giancarlo Quadrizzi Leccese - David Mauricio Settembrino

¿Qué te llevás de esta experiencia?


Me quedo con haber podido abrir la cabeza un poco y aprender cómo encon-
trar mi camino de una manera diferente.

¿Recomendarías este taller? ¿Por qué?


Sí, lo recomendaría a otra persona ya que a mí me sirvió a ver las cosas de
otra manera y así encontrar cuál es mi propósito, que antes no lo sabía y ahora
lo tengo definido. Y además se aprenden nuevos conceptos como el de Intención
Primordial y Propósito Vital.
Macarena (17)
Orientación al talento personal 185

Por ahora mi Intención Primordial y mi Propósito están claros y definidos; y


si en algún momento tengo que replanteármelos, lo voy a hacer…
Paula (17)
186 Giancarlo Quadrizzi Leccese - David Mauricio Settembrino

¿Qué te llevás de esta experiencia?


Mi Intención Primordial, aunque tal vez no sea definitiva.

¿Recomendarías este taller? ¿Por qué?


Sí, porque ayuda a plantearse las cosas desde distintos aspectos y permite
encontrar respuestas a algunas preguntas.
Leandro (17)
Orientación al talento personal 187

¿Qué te llevás de esta experiencia?


Nuevos conocimientos acerca de mi misma, una intención y propósitos cla-
ros y definidos, acompañados de qué quiero hacer en el futuro, una nueva forma
de ver las cosas. Y ganas de vivir y crecer para alcanzar lo que quiera…

¿Recomendarías este taller? ¿Por qué?


Sí, de hecho se lo recomendé a mi hermana porque me ayudó a poner en claro
lo que quería y lo que soy. Y porque todos deberían hacerlo para ver las cosas de
otra manera.
Melisa (17)
188 Giancarlo Quadrizzi Leccese - David Mauricio Settembrino

¿Qué te llevás de esta experiencia?


Me llevo amigos y la confianza de decidir lo que quiero ser, cómo soy y qué es lo
que quiero sin que nadie esté decidiendo por mí. Y sobre todo la aceptación de
mi yo.
Jimena (17)

Como puede observarse en estas pocas reflexiones que trajimos a modo de ejemplo,
los adolescentes consultados luego de un proceso de OTP, al ser indagados acerca
del paso por dicha experiencia, no responden desde la decisión de capacitarse en una
profesión u oficio específico, sino que colocan en primer lugar, mayoritariamente, el
hecho fundamental de haberse encontrado con un propósito. Y no hay mejor sínte-
sis que sus propias palabras para entender el objetivo de la Orientación al Talento
Personal, y su nueva conceptualización acerca de lo vocacional-laboral, incluyendo
y trascendiendo la visión tradicional, a partir de la mirada innovadora de ACT y su
trabajo exhaustivo y especializado sobre los valores personales.
Epílogo

El caso es que, en nuestro mundo actual, uno siente la obligación de sen-


tirse bien y evitar el sufrimiento porque éste ha sido catalogado como algo
anormal, negativo e inapropiado para vivir una vida plena, en especial en
esta sociedad postmoderna que rechaza de plano una visión del mundo
como ese valle de lágrimas que el pesimismo realista de antaño delimitaba.
()
Una vida indolora pasa por ser el objetivo prioritario de los seres huma-
nos, de forma que, si preguntamos por lo que se «espera de la vida», una
parte común de la respuesta es muy probable que incluya el deseo de sen-
tirse bien y ser feliz evitando cualquier tipo de sufrimiento e incomodidad.
Más específicamente se busca sentirse querido, pero sin sentirse mal en el
proceso; tener las ideas claras sin tener dudas; estar motivado o querer ha-
cer las cosas; pensar en positivo de sí mismo y de la vida, etc. De este modo,
al surgir el dolor, las dudas, los pensamientos negativos, la inseguridad en
sí mismo, la sensación de no ser querido o de no tener éxito, se sufre, y todo
eso se convierte en objetivo prioritario de evitación que, según lo que uno
valore, puede llegar a ser destructivo. (Wilson K. G. y Luciano, C. M., 2002)

A partir de esta propuesta actual frente a la vida, que tan bien describen Wilson y
Luciano, ACT maneja una filosofía que incorpora el sufrimiento al natural despliegue
de lo humano. Por ello se enfrenta a la supuesta normalidad saludable que postulan
las principales corrientes psicológicas, siguiendo los lineamientos de los enfoques
médicos tradicionales sobre la salud física, para terminar hablando de normalidad
destructiva, la cual consiste en la idea de que algunos procesos psicológicos humanos
normales, y hasta útiles, pueden conducir a resultados destructivos y disfunciona-
les al amplificar o exagerar cualquier condición anormal, fisiológica o psíquica, que
pudiera existir previamente. (Hayes, Strosahl & Wilson, 1999)
190

Así es como, a partir del supuesto de una normalidad saludable, aceptado so-
cialmente, se continúa generando un sin fin de literatura de autoayuda dirigida a
palear los malestares más comunes, que parecieran ser el único obstáculo que alejan
a las personas de una vida feliz. Literatura que no solo atesta cada vez más los exhi-
bidores de las librerías, sino que inunda nuestras redes sociales a partir de frases y
fragmentos de alguno de sus ejemplares más difundidos. Así es como se alimenta
diariamente aquella actitud frente a la vida que lleva, en muchas oportunidades, a la
evitación experiencial o evitación del dolor de la que tanto advierte ACT, y que termi-
na resultando la fuente real de aquel sufrimiento al que se desea combatir o evitar. De
esta manera, nos volvemos expertos en defendernos de la angustia, la baja autoestima,
o la envidia, ajustando todos los medios para alcanzar una vida plena, pero, al mismo
tiempo, poco sabemos de elaborar propósitos vitales y proyectos personales. En sínte-
sis, somos letrados en medios y analfabetos en fines.
La mente humana es un dispositivo altamente capacitado para resolver pro-
blemas y lidiar con las contingencias, excepto, como ya vimos, si se vive fusionado
de forma desadaptada, encorsetado por el seguimiento irrestricto a reglas (pliance)
o en permanente control aversivo. Además, la mente es eminentemente proposi-
tiva al activarse exclusivamente a partir de propósitos y metas, aunque estos no
sean el producto de reflexiones conscientes. Como humanos evolucionados, nos
encontramos condenados, en gran parte, por dos tópicos: ir detrás de objetivos y re-
solver problemas. Hasta cuando nos encontramos supuestamente “sin hacer nada”,
echados en nuestra cama, estamos cumpliendo objetivos previamente planificados:
descansar, holgazanear, etc. Por todo ello, sin una adecuada educación en propó-
sitos vitales, es que nos encontramos con infinidad de casos donde las vidas de las
personas pasan, mayormente, en modo resolución de problemas ante cuestiones in-
terpersonales, muchas de ellas irrelevantes, o regodeándose en críticas infructuosas
acerca de la política, la realidad, los trámites burocráticos o los problemas de salud.
Síntomas generales que se desprenden de la crisis estructural de sentido de la que
hablábamos en la introducción, exceptuando las necesidades básicas que aquejan a
los excluidos del sistema y las particularidades de los ejemplos antes mencionados.
En pocas palabras, cuando la persona no logra elaborar propósitos valiosos para sí,
muchas veces se encuentra condenada a crear estrategias, hasta las más banales,
para dar sentido a su existencia.

Los seres humanos somos la única especie animal autoconsciente de sí mis-


ma y, por ello, capaz de preguntarse y cuestionar su propia realidad. () Este
rasgo no es una característica ociosa, accidental, de la que el ser humano
pueda prescindir, sino algo que corresponde a su propia esencia y condi-
ción: necesita saber de sí y tener una idea de sí mismo para orientar su pro-
191

pia realización, en la medida en que, por poseer una naturaleza abierta,


su realización depende de sus propias decisiones, entre ellas acertar en el
empeño de alcanzar con éxito la meta ideal que sobre sí se ha construido.
Se da, por tanto, en la estructura esencial del ser humano una estrecha
relación entre autoconocimiento y autorrealización. (Beorlegui, 2011)

Así piensa la singularidad humana Carlos Beorlegui Rodríguez, catedrático de


Antropología filosófica y de Historia de la Filosofía española en la Universidad espa-
ñola de Deusto. Y nadie mejor que un reconocido antropólogo filosófico para enten-
der el pasaje de la hominización a la humanización, y las características más sobresa-
lientes que de ello se desprenden.
Esta necesidad de sentido a todo nivel, de lo trivial a lo trascendental, se conecta
perfectamente con el particular proceso que lleva a cabo nuestro hemisferio izquier-
do del cerebro, llamado “el intérprete”, definido así por uno de los más encumbrados
neurocientífico cognitivos, Michael S. Gazzaniga. Este intérprete (Gazzaniga, 1998),
permanentemente intenta dar sentido a la información con la que cuenta el cerebro.
Y todo ello atravesado por la dinámica del lenguaje. Lo cierto es que esta función
natural del procesamiento de información en nuestro cerebro nos conduce natural-
mente a buscar y encontrar sentido a cada evento de la experiencia, a cada informa-
ción interna y externa, a cuestionar y construir el sentido de nuestra propia existencia.
Consecuentemente, consideramos que la necesidad de legitimar la propia vida, o pre-
guntarnos por la muerte o el origen del Universo, forma parte de esta dinámica ele-
mental, un requerimiento inmanente del hemisferio izquierdo de nuestros cerebros.
En virtud de ello, podemos afirmar que el cuerpo es tan esclavo del alimento como
la conciencia del sentido.
Según estadísticas manejadas por el psicólogo Martin Seligman, uno de los fun-
dadores de la psicología positiva, la gente prefiere una vida significativa a una pura-
mente placentera. Por lo tanto, tener sentido, sentir legitimada nuestra existencia, es
uno de los elementos que más nos acercan a un estadío de bienestar y más nos alejan
del temor a la muerte. Pero cuando esto no se llega a conseguir, es entonces donde se
configura la trampa de vivir entre quejas y en el permanente objetivo de “sentirse bien
y ser feliz, evitando cualquier tipo de sufrimiento e incomodidad”, como bien describía
el texto inicial de Wilson y Luciano. Interrumpir esta dinámica nociva a partir de
educarnos en la construcción de propósitos vitales, es una de las claves para alimentar
a aquella mente propositiva y finalista, en pos de dirigirnos a objetivos que realmente
contribuyan a un estadío de bienestar. Y aquí cabe hacer una distinción entre la feli-
cidad post logro: obtener un título, comprar un automóvil, convertir un gol, etc.; y la
felicidad o estadío de bienestar que se experimenta al encontrarnos transitando el cur-
so que marcan nuestros valores personales. Esta última categoría es la que nos conduce
192

a un profundo “sentirnos bien” a pesar de dolencias, malestares e inconvenientes del


devenir cotidiano. ¿Por qué? Porque toda experiencia, apetitiva o aversiva, se encon-
trará de esta forma contextualizada en una trama de sentido más amplia, y de manera
integrada, en el individuo, por un saberse congruente y auténtico.
«Quien tiene algo por qué vivir,
es capaz de soportar cualquier cómo»
Friedrich Nietzsche

Por todo ello, decimos que la OTP no parte de la “necesidad de inserción laboral”
en los individuos, aunque obviamente la incluye, sino de la “necesidad de dar sentido
a la existencia y el impulso de desplegar la singularidad”, en todo ser humano.
Por último, queremos reiterar el deseo de todo el equipo fundador de la OTP
para que este material les sea de utilidad, más allá de sus formaciones académicas y
los marcos teóricos a los que adhieran; y, fundamentalmente, que puedan incorporar
a sus procesos de orientación estas nuevas herramientas a fin de que sus consultan-
tes logren elaborar un sentido vital propio y sientan que sus vidas, valen la pena ser
vividas.
“El sentido de la vida es una vida con sentido”
Rocío Rivero López
Referencias

Hayes, S. C., Strosahl, K. & Wilson, K. G. (1999). Acceptance and Commitment Therapy. An
Experiential Approach to Behavior Change. New York: The Guilford Press.
Hayes, S. C., Smith, S. (2005). Get Out of Your Mind and Into Your Life. USA: New Harbinger
Publications, Inc.
Wilson, K. G., & Luciano, C. (2002). Terapia de Aceptación y Compromiso: Un Tratamiento
conductual orientado a los valores. Madrid: Pirámide.
Mandil, J., José Quintero, P., Maero, F. (2017). ACT Terapia de Aceptación y Compromiso con
Adolescentes. Buenos Aires: Ed. Akadia.
Barraca Mairal, J. (2005). La Mente o la Vida: Una aproximación a la Terapia de Aceptación y
Compromiso. Bilbao: Ed. Desclée De Brouwer.
Páez Blarrina, M., Gutiérrez Martínez, O. (2012). Múltiples aplicaciones de la Terapia de
Aceptación y Compromiso (ACT). Madrid: Ed. Pirámide.
Páez-Blarrina, M., Gutiérrez-Martínez, O., Valdivia-Salas, S. y Luciano-Soriano, C. (2006).
Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT) y la importancia de los valores personales
en el contexto de la terapia psicológica. International Journal of Psychology and Psycho-
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Luciano, C., Páez-Blarrina, M., Valdivia-Salas, S. (2010). La Terapia de Aceptación y Com-
promiso (ACT) en el consumo de sustancias como estrategia de Evitación Experiencial
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Von Bertalanffy, L. (1976). Teoría general de los sistemas. Fundamentos, desarrollo, aplicacio-
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Berger, P. L., Thomas, L. (1997). Modernidad, pluralismo y crisis de sentido:la orientación del
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Gergen, K. J. (1992). EL yo saturado: dilemas de identidad en el mundo contemporáneo. Es-
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