Orientación Al Talento Personal - Akadia
Orientación Al Talento Personal - Akadia
Orientación Al Talento Personal - Akadia
TALENTO PERSONAL
desarrollo personal orientación laboral
A mis viejos, Silvia y Franco, por su amor infinito y por “lo que hicieron de mí”.
A mí mismo, por “lo que estoy haciendo con lo que hicieron de mí”.
A mi hermano Silvio, por su genialidad demostrada en el logo del taller y, en
especial, por estar SIEMPRE. A todo el equipo fundador, por el compromiso,
el amor y el tiempo dedicado a esta Causa. Al prestigioso Dr. Gustavo Girard,
por sus invaluables y cálidas palabras que dan inicio a esta obra. A SASIA,
por el apoyo brindado desde los comienzos. A la querida Dra. Paula José
Quintero, por supervisar la propuesta y, sobre todo, por sus sabios consejos. Al
Lic. Mario Favier Dubois, especialista y profesional en Orientación Vocacional-
Ocupacional, que tan generosamente analizó el texto en representación de
APORA, Asociación de Profesionales de la Orientación a la cual también
agradezco infinitamente por acompañar esta iniciativa. A la Editorial Akadia,
y especialmente a Daniel Patlallán, Nora Viviana Litvak y Graciela Einschlag,
por darle “alas” a todo esto. Y, por último, quiero agradecerles a mis dos
amores, Cecilia y Avril, por alimentar de cariño y de sentido “mi mundo”; y por
acompañarme incondicionalmente en mis sueños y mis realidades. Les dedico a
ustedes este libro como ejemplo para entender que en la vida LO IMPOSIBLE
EXISTE, pero al tiempo que existen MUCHOS POSIBLES ALCANZABLES
cuando no nos rendimos y sostenemos una clara intención, un firme propósito
y un proyecto preciso para lograr las cosas que valoramos, que realmente nos
importan. Las amo con el alma.
Prólogo................................................................................................................. 11
Presentación..................................................................................................... 13
Introducción
Textos y contextos................................................................................................ 17
Parte uno
Fundamentos y marco teórico de la otp
1 ¿Qué es la Orientación al Talento Personal?.................. 29
1.1 ¿Qué significa Talento Personal desde este modelo de Orientación?........... 31
1.2 Del Capitalismo al Talentismo.......................................................................... 36
1.3 Talentismo Cultural............................................................................................ 36
2 Base teórica de act en relación al modelo de la otp. 43
2.1 Contextualismo funcional y Teoría del Marco Relacional (RFT)................. 43
2.2 Comportamiento dirigido por reglas............................................................... 47
2.3 Modelo de Flexibilidad Psicológica.................................................................. 50
2.4 Aceptación............................................................................................................ 51
2.5 Defusión............................................................................................................... 57
2.6 Contacto con el momento presente.................................................................. 59
2.7 YO como contexto.............................................................................................. 60
10
PARTE 2
Proceso de otp en seis encuentros
Primer encuentro................................................................................................... 87
Segundo encuentro............................................................................................... 107
Tercer encuentro................................................................................................... 121
Cuarto encuentro.................................................................................................. 133
Quinto encuentro.................................................................................................. 155
Sexto encuentro..................................................................................................... 171
Epílogo................................................................................................................... 189
Referencias........................................................................................................ 193
Videos...................................................................................................................... 197
Prólogo
A través del tiempo las sociedades modernas y posmodernas han buscado im-
plementar: baterías de test, procesos y diversos dispositivos destinados a “ayudar”,
“guiar” u “orientar” a adolescentes y jóvenes con respecto a la elección de un rol labo-
ral y la capacitación necesaria para desarrollarlo a través de un oficio o una determi-
nada profesión. En este caso, los autores no se limitan simplemente a estos aspectos,
sino que dan un paso más y consideran que, como propósito y proyecto de vida, la
elaboración de una dirección en lo laboral se convierte en un pilar fundamental para
el concepto actual de Salud Integral de Adolescentes y Jóvenes, ya que habilita la
oportunidad de trabajar al nivel del sentido vital, parte fundamental del despliegue
de la singularidad en todo ser humano.
Este es el desafío que Giancarlo Quadrizzi Leccese y David Mauricio Settem-
brino enfrentan en esta innovadora propuesta de Orientación al Talento Personal
(OTP). Y lo hacen a partir de la Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT), que
pertenece a lo que se ha dado en llamar abordajes de tercera generación dentro de la
psicoterapia cognitivo-conductual. Así lo exponen en la Primera Parte de la obra de
una manera clara y sencilla, a la vez que profunda y teniendo muy en cuenta el com-
plejo contexto en que la sociedad actual se encuentra inmersa.
El basamento teórico de la Orientación al Talento Personal se fundamenta y
actualiza por los aportes de diversos pensadores provenientes de diferentes áreas, lo
que desde la diversidad de enfoques genera en esta obra una gran riqueza. El estudio
de la complejidad, como nos señalara Edgar Morin (Morin, 1990), ya no admite que
un tema, como el que se desarrolla en este trabajo, pueda ser encarado desde una sola
disciplina. Si bien gravita mayormente alrededor de la psicología, interactúa con la
física, la biología, la pedagogía, la sociología, la medicina, la filosofía y la espiritua-
lidad. Todo esto hace que los fundamentos de la OTP se edifiquen sobre una sólida
base interdisciplinaria e intersectorial.
Mucho se ha teorizado sobre la relevancia del Proyecto de vida en adolescentes
y jóvenes, pero escasos son los protocolos de intervención específicos para su ade-
cuado abordaje, como es el caso del que aquí se presenta. Esto requiere, y en todo
12
(1)
Médico pediatra, Doctor en Medicina y Miembro Emérito de la Sociedad de Medicina y Salud en
Adolescentes de los Estados Unidos de América.
Recientemente ha sido nombrado en la Dirección de Salud Mental y Adicciones, del Ministerio de Salud
de la Nación Argentina en el Consejo Consultivo Permanente sobre Suicidio.
Ha sido Coordinador del Programa Nacional de Salud Integral en la Adolescencia en el Ministerio de
Salud de la Nación Argentina y, en la actualidad, Asesor del mismo.
Ex director del Programa de Adolescencia del Hospital de Clínicas José de San Martín, de la Universidad
de Buenos Aires, donde en la actualidad se desempeña como profesor consultor.
Expresidente de la CODAJIC (Confederación de Adolescencia y Juventud de Iberoamérica y el Caribe),
vicepresidente de IAAH (Sociedad Internacional de Salud del Adolescente) y Secretario General de los
Comités de Adolescencia de ALAPE (Asociación Latinoamericana de Pediatría) y de la SAP (Sociedad
Argentina de Pediatría).
Se desempeñó como asesor de la Organización Panamericana de la Salud en diversas oportunidades.
Docente en la Universidad de Buenos Aires. Ha estado a cargo de la 1º Cátedra de Pediatría en la Facul-
tad de Medicina.
Autor de más de 70 trabajos científicos y 56 Conferencias en el país y en el extranjero. Colaborador, en
calidad de co-autor de 14 libros, dos de ellos como autor principal. Asimismo, ha recibido dos premios
nacionales y tres internacionales.
Presentación
(1)
SASIA es una Asociación Civil de la República Argentina (CUIT 30-69229859-0) sin fines de lucro
que funciona, desde 1996, como consultora de organismos públicos y/o privados dirigidos a abordar
las temáticas referidas a la Salud Integral de jóvenes y adolescentes. Desde 1977 funcionó dentro de la
Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) y a partir de 1996 se constituyó como sociedad independiente,
integrada por una Comisión Directiva compuesta por ocho socios activos y 350 adherentes. La integra
un cuerpo de médicos y psicólogos de todo el territorio argentino.
14
Por todo ello, abordar este punto de la Historia Clínica del Adolescente, no solo
es atender a lo estrictamente laboral, sino que, logrado el objetivo de que el individuo
consiga elaborar una dirección vital valiosa para sí, esto se vuelve un poderoso fac-
tor protector a la hora de enfrentar la creciente y alarmante presencia de estados de
depresión, intentos o consumación de actos suicidas, el consumo problemático de
sustancias o el embarazo adolescente no intencional. Respecto a esto último, la Lic.
Liliana González, psicopedagoga, docente universitaria y especialista en clínica de
niños y adolescentes, reflexiona: “un proyecto es el mejor anticonceptivo, en el sentido
de que cuando uno sueña con una carrera o un oficio, que le lleve 6 años, difícilmente
tenga un embarazo, porque le rompe el proyecto”. (4° Congreso Internacional sobre
Violencia en las Escuelas, octubre de 2017, provincia de Tucumán, Argentina.)
En relación al suicidio las estadísticas son más que alarmantes, tal es así que,
mundialmente, es la tercera causa de defunción entre adolescentes mayores de entre
15 y 19 años (OMS, mayo 2017)
Advierte UNICEF en los Términos de Referencia para la Investigación sobre el
suicidio de adolescentes en la Argentina, que: “La mortalidad por suicidio durante la
adolescencia ha venido incrementándose durante las últimas décadas en nuestro país;
en la actualidad los suicidios constituyen la segunda causa de muerte en esta franja
etaria”. Teniendo en cuenta que algunas de las causas de suicidio pueden prevenirse,
“es comprensible la importancia y la urgencia del desarrollo de iniciativas preventivas”.
“Las acciones para encararlo deben comprender tanto respuestas frente a crisis indi-
viduales y la atención del entorno cercano de los casos ocurridos (posvención) como
programas preventivos a largo plazo.”
Si bien las investigaciones demuestran con solvencia que género y edad de un
modo general y depresión, disfunción familiar, abuso de sustancias y conductas anti-
sociales son los factores de riesgo más asociados a la conducta suicida, es poco lo que
se sabe sobre los factores protectores y en particular cómo desarrollarlos.
La OTP busca, de un modo replicable y preciso, conectar a los participantes con
su sentido vital y los valores personales desde donde éste se construye. Estos propósi-
tos impactan directamente en los factores de riesgo vinculados al suicidio adolescen-
te y facilitan el abordaje preventivo y la posvención. Resta investigar la efectividad de
su aplicación ante problemas de depresión y conductas autolesivas.
En Argentina y en la región los estudios sobre calidad de vida y bienestar emo-
cional en jóvenes consideran como específicamente relevante el concepto proyecto de
vida(2), pero observan que dado el deterioro producido por los procesos de exclusión
(2)
Lellis, C. M. y Da Silva, M. N. (2013). LA INVESTIGACIÓN EVALUATIVA EN PROMOCIÓN DE
16
Textos y contextos
Hace ya tiempo que las bases donde descansa la era posmoderna se encuen-
tran seriamente cuestionadas, especialmente por no haber cumplido la expectativa
de incrementar el estadio de bienestar de las personas, lo que muchos aún siguen
confundiendo con felicidad. Por el contrario, estos principios parecen haber per-
judicado fuertemente el desarrollo de la subjetividad al generar un grave estado de
multifrenia generalizado; recordemos que multifrenia es un concepto creado por el
célebre representante del construccionismo social, el psicólogo estadounidense Ken-
neth J. Gergen, que refiere a la escisión de la experiencia del Yo en una multiplicidad
de direcciones muchas veces contradictorias (Gergen, 1991). La híper comunicación
interpersonal, la híper producción de objetos, el híper consumo, la híper especiali-
zación en medicina, la híper oferta académica, la híper información, etc. En fin, lo
“híper” colonizó y saturó a ese Yo gergeano que se ve obstaculizado en clarificar y
construir propósitos vitales valiosos para sí.
En la actualidad, más que en otros momentos históricos, vivimos lo que se ha
definido como “crisis estructural de sentido”, según los reconocidos sociólogos Peter
L. Berger y Thomas Luckmann. Esta crisis de sentido generalizado hunde sus oríge-
nes en el cuantitativo y cualitativo crecimiento de la pluralización moderna (Berger,
Luckmann, 1995). Esta multiplicidad de miradas, en conjunto con el imperativo pos-
moderno de relativizar toda postura totalizadora de la realidad, nos desafía como
especie racionalmente avanzada, al tener que sobrevivir en un contexto sin centro
rector, sin verdades absolutas, que nos asegure un lugar confiable y estable, simbólica
y psicológicamente hablando.
18
aquel hecho, obviamente luego de los más de 50 millones de víctimas, fue que los
autores de aquel genocidio no se encontraban bajo los efectos de sustancias extrañas,
ni eran crueles invasores de un planeta desconocido, sino que se trataba de seres hu-
manos racionales, europeos, blancos y civilizados, por mal que nos pese.
Luego de este escueto recorrido histórico a modo de recordatorio contextual,
nos preguntamos... cómo no perder el sentido, la dirección, como humanidad... ni
verdades, ni ciencia, ni átomos, ni racionalidad...
La humanidad, como el joven Truman (The Truman Show, 1998) llegaba así,
con su pobre embarcación, a romper aquel cielo hecho de tela que formaba parte del
decorado engañoso del lenguaje, de los pensamientos y las ideas.
Nada parecía constituirse como un claro y estable centro desde donde ordenar
la realidad externa e interna al ser humano. El sinsentido y la ansiedad ontológica, o
angustia existencial, inundaron definitivamente cada rincón del planeta, de forma
consciente o inconsciente, en mayor o menor medida.
Y ya sin un centro ordenatorio fijo que estructure una clara escala de valores uni-
versales que oriente, a su vez, la dinámica valorativa personal, la humanidad entró
en una suerte de carrera armamentista científico-tecnológica, con el único objetivo
aparente de mejorar la vida terrenal, combatiendo o eludiendo el sufrimiento humano
con fármacos más eficientes, mayor confort, esteticismo y experiencias placenteras;
obviamente, sin dejar de exceptuar a los excluidos de siempre, para los cuales nunca
parece haber solución. Y todo ello, a costa de barrer el cuerpo inerte del sinsentido
debajo de la alfombra del consumismo (de objetos o de sustancias), la producción
a mansalva de bienes de uso y una filosofía economicista que lo atravesó TODO.
Actualmente el ser puede ser lo que quiera ser, lo que no puede dejar de ser es ser
rentable.
Paradójicamente nos dicen que en la posmodernidad murieron las ideologías,
los grandes relatos, al tiempo que el capitalismo tardío sigue sumando ideas, creen-
cias y normativas que determinan cómo se debe vivir, para vivir más y mejor. Más
aún, hoy, con las posibilidades que ofrece la globalización y la penetración cultural a
través de Internet y las redes sociales, las normativas culturales, viajan a la velocidad
de la luz y llegan a sembrarse mucho más eficientemente y en más sitios que hace ape-
nas veinte años atrás. Cabe aclarar que algunos filósofos ya hablan del inicio de una
nueva época, más allá de la posmodernidad, con características propias y nombres
diversos, como Ultramodernidad (Marina, 2000) o Póstuma (Esther Díaz, 2015), por
dar solo algunos ejemplos. Pero al no haber todavía un consenso al respecto, noso-
tros preferimos continuar hablando de posmodernidad para referirnos al momento
actual.
20
Por otro lado, uno de los puntos más relevantes de este presente, es que las úl-
timas estadísticas de la Organización Mundial de la Salud nos hablan de un creci-
miento exponencial de casos de depresión, suicidio y trastornos mentales, como da-
tos que corroboran la derrota respecto a la visión de mundo que ofrece el contexto
sociocultural existente. Lo cierto es que, como todo cuerpo en descomposición, el
olor nauseabundo que emana del sinsentido, debajo de la elegante y estética alfombra
posmoderna, hoy nos vuelve a convocar más que nunca para revisar nuestros valores
culturales y repensar al ser humano, la identidad, la construcción biográfica, el Po-
der, el Yo y la elaboración de direcciones vitales que hagan valiosas las vidas de las
personas. Y todo ello, sin la necesidad de encontrar sustitutos farmacológicos que nos
expliquen la TOTALIDAD y nos inmunicen de la natural angustia existencial, sino a
partir de aceptar y apreciar la belleza de lo abierto e indeterminado de la naturaleza
humana, y del Universo mismo.
Aun enfrentándose al sinsentido,
los seres humanos son capaces de abrazar ideales (Hayes, 2005)
Steven Hayes (co-fundador de ACT)
Vale aclarar que bajo ningún concepto se cuestionan las intenciones éticas y mo-
rales de la empresa, nada de ello se encuentra en juego. Nuestro foco es en relación
a las cada vez más ocurrentes paradojas esgrimidas por los publicistas. La frase “elige
todo”, con que remata el mensaje, coloca a los sujetos receptores de la propuesta en
una situación, como mínimo, contradictoria, incómoda, propio de lo paradojal, ya
que en la misma acción de “elegir algo” es inmanente la acción de descartar el resto.
La expresión elige todo incita, seduce y abre hacia una posibilidad inconducente que
termina resultando frustrante para el receptor del mensaje, quien puede poner en
duda hasta su propia capacidad personal: ¡NO SÉ ELEGIR TODO! ¡NO PUEDO!
Éste es solo un ínfimo ejemplo entre cientos de mensajes publicitarios que recibimos
a diario a través de medios de comunicación y redes sociales, y que hacen tambalear
muchas veces la percepción de nosotros mismos. Volvemos nuevamente a la idea de
la híper oferta posmoderna que hicimos referencia en un principio. Muchas veces el
ofrecimiento simbólico es tan vasto, como estrategia comercial, que la misma diná-
mica de elección queda inhibida. Y ante dicha imposibilidad en el accionar es factible
que surja la angustia de pensar: “me estoy perdiendo de algo bueno”. Actualmente
esta sensación se ha vuelto tan usual en el mundo de “lo híper” que inclusive cuando
la elección se lleva a cabo, por ejemplo, al comprar un jean, entre decenas de mode-
los, la persona muchas veces persiste en la angustia o la incertidumbre: “¿habrá sido
la mejor elección que pude hacer?”, ¿no me estaré perdiendo de algo mejor?”. Ahora
nos preguntamos: ¿cuánto de todo lo anterior se traslada al espacio íntimo donde se
elaboran y delinean las direcciones vitales? ¿qué sucede con todo lo que acarrea esta
dinámica sociocultural al momento de la decisión en relación a la profesión u oficio,
sumado a la vasta oferta académica actual?
En otras palabras, este presente nos insta a desarrollar mayor conciencia, auto-
nomía y gestión de las propias valuaciones, si pretendemos ampliar el campo de la
libertad personal; es un tiempo que nos exige ser herejes, del griego hairetikós, el que
es libre de elegir. Es por ello que concebimos este proceso de orientación como un dis-
positivo eminentemente emancipatorio de los individuos respecto a los condiciona-
mientos sociales y biológicos, en virtud de una mayor autenticidad en las elecciones
y decisiones personales.
Lo anteriormente expuesto, a su vez, es atravesado por los conflictos y condicio-
namientos propios que agrega la dinámica misma del lenguaje y la cognición huma-
22
“Hablamos tanto acerca de la libertad que no nos queda tiempo para edu-
car la autonomía personal, que es lo importante.” (José Antonio Marina)
Con respecto a la aceptación del presente social, que entre todos construimos,
a la vez que nos constituye, relataremos brevemente un curioso experimento que se
puede observar en un documental de matemáticas llamado El Código (The Code, BBC
Two) de 2011. El conductor y profesor de matemática, Marcus du Sautoy, colocaba un
número determinado de bolitas de colores en un gran frasco de vidrio transparente.
Luego de consultar, al azar, a 65 personas y obtener de las más diversas respuestas,
sacó el promedio de las mismas y, con sorpresa, reveló que el resultado final difería,
solo por unas pocas cifras, del contenido real y exacto de bolitas. Realmente el juego
impacta y nos lleva a reflexionar sobre cómo funciona la dinámica social en general.
¿Qué queremos transmitir con este ejemplo? Que cuando analicemos contenidos del
presente, a nivel mundial, pensemos al planeta como si fuese aquel frasco de vidrio,
y nos daremos cuenta que, a pesar de las enormes diferencias de criterios entre los
7,5 mil millones de humanos que habitamos la Tierra, no habrá ni más ni menos vio-
lencia, justicia, arte o cualquier cuestión que se desee evaluar, que no sea habilitado
por el promedio general del nivel de conciencia humana dentro de esa singularidad
Introducción 23
espaciotemporal. Lo mismo ocurre si nos ceñimos solo a un país, una región determi-
nada o una empresa. En pocas palabras, tenemos, en promedio, el mundo que somos.
Este planteo obviamente no tiene la intención de convertirse en una mirada con-
formista, en absoluto, aceptar el presente no nos deslinda de la responsabilidad de
corregir nuestros propios errores, pero nos da la posibilidad no solo de combatir,
evitar o negar los síntomas aversivos de la actualidad, sino de identificar nuevas direc-
ciones valiosas y comprometernos con acciones que vayan en tal sentido, en relación a
lo humano en general. Por ello, creemos que más importante que preguntarnos cómo
cambiar el presente es indagar ¿qué deseamos del futuro? ¿qué dirección creemos la
más conveniente? ¿hacia dónde queremos dirigirnos y por qué? Esta es una propues-
ta y una postura que sirve a los fines de interrumpir el círculo perverso de la queja, los
diagnósticos perpetuos y los cambios para que nada cambie (conocido como Cambio 1,
en la Terapia Sistémica). De todo ello, trata la Terapia de Aceptación y Compromiso,
pero traspolado a la órbita personal. Si hablamos de flexibilidad psicológica, acepta-
ción, valores y compromiso, entonces nos referimos a algunos de los pilares donde
descansa ACT (se utiliza el acrónimo en lengua inglesa ya que sirve para mostrar lo
esencial: actuar en dirección) (Luciano, 2010).
ACT aborda el tema de los valores personales como clave para la resolución de
múltiples problemáticas humanas, y de diversas patologías. Es por ello que mucho es
el aporte del cuerpo teórico de esta terapia para la orientación laboral, no porque la
definición en relación a una profesión o un oficio sea un problema per sé, sino porque
dicho pasaje se puede realizar más adecuadamente a partir de un abordaje específico
sobre el proceso de valoración en la persona que elige.
Desde esta mirada hacia lo humano, la Orientación al Talento Personal, basada
en la Terapia de Aceptación y Compromiso, tiene el objetivo principal de facilitar la
elaboración de propósito en las personas y la consecuente decisión respecto a la profe-
sión u oficio que mejor lo vehiculice.
Producir nosotros el sentido valioso de la propia vida, deconstruyendo tanto la
realidad social como lo íntimo de nuestro ser, es un camino de libertad personal que
lleva a un mayor entendimiento, complejidad y evolución permanente. Pensamos
que este camino tiene un alto grado de esfuerzo para quien se compromete a reco-
rrerlo, pero, como dice ACT, a pesar de malestares y desavenencias, los estadíos de
bienestar se consiguen a partir de andar por direcciones valoradas.
Sobre estos baluartes, se basa todo el contenido y las dinámicas de este proceso
de desarrollo personal y orientación laboral. Esperamos que el material les sea de inte-
rés y aporte a vuestra noble intención de ayudar a otros.
Parte I
FUNDAMENTOS Y MARCO TEÓRICO DE LA OTP
1. ¿Qué es la Orientación
al Talento Personal?
3. Conceptos propios
de la OTP
1. ¿Qué es la Orientación
al Talento Personal?
Por otro lado, si nos referimos al aspecto operativo de la OTP, éste se presenta
como un breve protocolo de 6 encuentros (extensible en función a la necesidad de
los consultantes) en los que se incluyen técnicas de mindfulness, ejercicios cogni-
tivo-conductuales, prácticas gestálticas, narrativas, multimediales y visualizaciones.
Actividades que son administradas con el objetivo fundamental de esclarecer y dar
relevancia a la instancia valorativo-intencional de los participantes.
Reiteramos que dicho protocolo puede ser implementado de forma individual o gru-
pal, tanto desde el trabajo clínico en consultorios privados, como en instituciones sociales,
educativas o de salud. Es relevante resaltar que, más allá de la modalidad y del lugar donde
se implemente, el profesional deberá adaptar los contenidos propuestos a la idiosincrasia
de la población a la cual se vaya a dirigir: vocabulario, ejemplos, etc., requisito fundamental
en relación a la eficacia de cualquier proceso terapéutico y/o educativo.
Uno de los aspectos distintivos de la OTP, frente a otras tecnologías en orienta-
ción, radica en una nueva batería de recursos conceptuales que los consultantes irán
incorporando en el transcurso de los encuentros: Talento Personal, Intención Pri-
mordial (análogo al concepto de vocación), Propósito Vital y Proyecto Personal.
Asimismo, se abordan en profundidad conceptos clave para una mejor gestión en la
experiencia de elegir y decidir, y como herramientas para la vida: libertad personal,
flow (fluir), asertividad, entre otros. Todo ello, en un espacio de reflexión, escucha
plena y aceptación incondicional entre los participantes y los facilitadores. Es fun-
damental, en el trabajo con valores, fomentar permanentemente un contexto libre de
juicios, y que garantice la más alta confidencialidad.
La OTP se propone, además, como un protocolo de código abierto, haciendo
una analogía con los software y sistemas operativos de construcción colaborativa entre
programadores informáticos. En este sentido, es nuestra intención generar una co-
munidad interdisciplinaria de profesionales interesados en la orientación que apor-
ten y compartan nuevas prácticas e ideas en pos de mejorar la eficacia de esta pro-
puesta. Subrayamos esto porque la metodología de orientación que aquí se presenta,
además de contar con dinámicas propias, se alimenta, y lo seguirá haciendo, de acti-
vidades ofrecidas por otros procesos similares o de líneas psicológicas, pedagógicas
y psicopedagógicas diversas, siempre que se apliquen en función a los seis procesos
en los que se basa ACT, los cuales detallaremos oportunamente, y, por otro lado, en
relación a las tres instancias fundacionales de la OTP:
En virtud de lo anterior, y sobre el final del libro, ponemos a disposición las vías
de comunicación con el equipo fundador, tanto para disipar dudas como para com-
partir nuevas ideas y experiencias.
Para finalizar esta breve reseña, señalamos que la OTP hace gran parte de su
aporte a través de la psicoeducación y se enmarca, más ampliamente, en una Prác-
tica de Promoción y Prevención en Salud, al estar dirigida al pleno desarrollo de la
singularidad en las personas.
“Así pues, lo que nos interesa lograr es el GRAN TALENTO, que nos per-
mite utilizar bien nuestras destrezas y capacidades para dirigir nuestra
acción hacia una vida lograda.” (Marina, 2010)
Por todo ello, desde este modelo de orientación decimos que el TALENTO PER-
SONAL es aquella capacidad generada a partir de desempeñar un rol laboral valo-
rado. El atributo de “personal” se fundamenta en que dicha capacidad se encuen-
tra atravesada por el estilo particular de cada individuo. Nadie puede realizar del
mismo modo una profesión u oficio respecto a otra persona, a pesar de compartir la
misma capacitación o titulación académica.
1- ¿Qué es la Orientación al Talento Personal? 33
Ahora bien, concretamente ¿cómo se puede aspirar a generar este Talento Per-
sonal? Para ello, la OTP cuenta con una particular metodología para clarificar/
construir valores personales en los consultantes, y la planificación de acciones com-
prometidas en dirección a los anteriores. Dicho protocolo se divide en tres ejes o
instancias principales:
1) la clarificación de una Intención Primordial (accionar valorado que impri-
me una dirección general);
2) la elaboración de un Propósito Vital (valor personal – dirección y cualidades
del accionar valorado);
3) y el diseño de un Proyecto Personal (plan estratégico sobre acciones
comprometidas), que contenga la decisión del rol laboral que mejor re-
presente al Propósito Vital y, asimismo, los lineamientos básicos para
lograr la capacitación necesaria.
El adecuado pasaje por estas tres instancias facilitará que la persona pueda diri-
girse a generar su Talento Personal. Así es como se ejemplifica, a través de un caso
real, en una de las diapositivas del taller:
Al referirse este talento a una aptitud superior, integradora del individuo, ésta
no podrá obtenerse desde el nivel valorativo-intencional o a partir de la planificación,
sino que, como ya se dijo, es el corolario de un recorrido que excede el proceso de
orientación. Y solo podrá ser alcanzado a través de la capacitación y la práctica sos-
tenida, nivel que incluye y trasciende los anteriores.
34 Giancarlo Quadrizzi Leccese - David Mauricio Settembrino
Clubes de fútbol que pagan fortunas a los más habilidosos, reality shows ham-
brientos por los más talentosos, talentismo empresarial que selecciona y retiene a
su más virtuoso personal… ¿qué nos queda entonces para la gran mayoría que no
contamos con grandes habilidades? ¿Es una maldición hoy ser “normal”? Estos son
algunos de los miedos que se generan en muchos adolescentes, jóvenes y adultos,
frente a un discurso mediático avasallante en relación a los talentos personales.
Las personas comunes contamos con algunas capacidades más desarrolladas que
otras, pero ninguna demasiado destacada, esto en muchos casos, es frustrante y muy
desalentador a la hora de pensarse dentro de esta “cultura del talento”. A esto le lla-
mamos talentismo cultural, a la exacerbación en relación a las capacidades innatas
personales, o los llamados dones.
Esta sobrevaloración social de los talentos innatos destacados, que permanente-
mente vemos enaltecer en los medios de comunicación, a través de los realitys y otros
productos del entretenimiento, crean, muchas veces, un efecto contrario a lo que
pretenden producir. Como orientadores, esto lo podemos corroborar infinidad de
veces en el consultorio o en los talleres mismos cuando escuchamos en los adolescen-
tes, jóvenes o adultos expresiones como: “no sé qué estudiar porque no sé hacer nada
de forma destacada”, “no tengo ningún talento especial”, “no tengo nada que me haga
único”, etc. Pareciera que, si la persona no tiene o reconoce algo especial en sí misma,
está condenada a no encontrar un rumbo, una dirección y, sobre todo, a vivir en la
mediocridad más absoluta. En pocas palabras, una conclusión muy usual es: “Si no
tengo algo valioso que ofrecer, no soy valioso”. El inconveniente mayor es que aquello
valioso, diferente, original, se orienta a ser explorado en el interior del individuo. Y
en el resultado que arroje dicha búsqueda quedará demostrado si fuimos o no agra-
ciados por los dioses o la madre naturaleza.
Poner el acento en lo que “se trae de fábrica”, por default, sin hacer algunas sal-
vedades, es extremadamente peligroso en muchos sentidos. Ya vimos lo que sucede
para el que no reconoce ninguna destreza destacada. Ahora, para el que sí detenta
alguna habilidad extraordinaria, esta capacidad lo puede condicionar en su elabora-
ción de propósito, porque socialmente se encuentra mal visto desperdiciar oportuni-
dades que la misma naturaleza nos ofreció: “¡¿Cómo no vas a ser basquetbolista con
2,10 metros de altura?!”, “Con esa habilidad para los números es un pecado no estudiar
contaduría ¡por Dios! Estás perdiendo dinero”.
El talentismo cultural muchas veces confunde y hace olvidar que un talento es
una herramienta, mientras que son nuestros valores personales los que marcan direc-
ciones vitales. No siempre el talento más visible debe ser o convertirse en el eje de un
proyecto de vida; y cuando sí lo es, es porque se encuentra alineado con el Propósito
Vital de la persona, concepto que detallaremos más adelante.
36 Giancarlo Quadrizzi Leccese - David Mauricio Settembrino
Porque más allá de ser normales o hipertalentosos, el mayor tesoro del ser huma-
no, por sobre otros animales y de la actual IA (Inteligencia Artificial), es su capacidad
de generar intenciones y propósitos propios. Por eso la instancia valorativo-intencio-
nal es la que hay que visualizar, elaborar y gestionar a fin de ordenar la conciencia en
pos de una dirección intrínseca valiosa.
Los padres sabemos muy bien que somos los primeros en convertirnos en seu-
dos detectives privados para descubrir tempranamente las capacidades de nuestros
hijos. Ya desde los 2 o 3 años de vida de los pequeños no podemos evitar juzgar y
hacer pronósticos de sus posibles profesiones u oficios. “Mirá como agarra los libros:
éste me salió escritor o periodista... ¡ojalá no le dé por la filosofía que terminan siendo
todos drogadictos! Y desde ese momento, en adelante, se activan prejuicios, mandatos
y etiquetas que el niño o niña van incorporando para constituirse, alguno de éstos,
como creencias nucleares, tanto positivas como limitantes, pero, en cualquier caso,
altamente condicionantes para la valoración personal. Por supuesto que a estas edades
lo que mayormente se destaca de los niños es lo que hacen y no lo que valoran, pero
esta mirada sesgada hacia el hacer y la eficacia, lamentablemente continúa hasta pa-
sado el nivel secundario, y a veces durante toda la vida. Como puede verse, muchas
veces somos funcionales a aquella filosofía productivista, economicista, eficientista y
utilitarista de la vida, teniendo o no conciencia de ello.
Una Charla Ted de 2016 llamada “No soy un 7”, de una adolescente de 18
años, Sofía Camussi, da en la clave de lo que estamos intentando explicar, pero
traspolado al ámbito educativo-institucional. Sofía habla de cómo las notas re-
cibidas en la escuela condicionan las decisiones respecto a los roles laborales
que elegimos después de la secundaria. En un momento de la charla, cuenta
que su mejor amiga era una apasionada por el dibujo desde muy chica, pero,
actualmente, a los casi 19 años, se decidió por estudiar traductorado de inglés.
¡¿Cómo había sucedido eso?! Se pregunta aterrorizada la adolescente. Resulta
que su amiga siempre había soñado con dirigir películas de animación 3D, pero
como la carrera de animación tiene mucha matemática y ella siempre se la llevó,
se decidió a estudiar traductorado porque desde chica vio que tenía talento para
el inglés, le salía fácil y siempre tuvo buenas notas. De esta forma, no se jugaba
en su decisión, iba a lo seguro. “Se olvidan las pasiones al cruzar las materias
con buenas notas, las que nos eran fáciles y las carreras afines”, declara Sofía
en su exposición. “Claro... pensamos que, si en esta materia siempre tengo bue-
nas notas, entonces quiere decir que... “me gusta”. Y en esta reflexión de Sofía
radica otro peligroso engaño en el que las personas pueden caer actualmente: si
tengo capacidad para una materia donde cosecho buenas notas entonces se supone
que “me gusta”. Aquí la valoración personal, acerca de una actividad, se encuen-
tra coaccionada por el refuerzo extrínseco del sistema educativo per sé, por el
1- ¿Qué es la Orientación al Talento Personal? 37
“cada uno debe atender a una sola de las cosas de la ciudad: a aquello para
lo que su naturaleza está mejor dotada” (La República – Platón –433ª)
¿Y por qué vemos una trampa en este talentismo cultural? Porque, sin desearlo,
cae en el condicionamiento que parte del esencialismo platónico, como lo hace tam-
bién la idea de vocación cuando se toma como algo esencial que hay que descubrir
para generar un propósito en la vida. La trampa de la mirada esencialista radica,
fundamentalmente, en que nos resta protagonismo como seres singulares, nos acota
el espectro de posibilidades en la toma de decisiones. Todo lo relativo a lo innato
38 Giancarlo Quadrizzi Leccese - David Mauricio Settembrino
2.2 Comportamiento
dirigido por reglas....... 47
A fin de ser fieles a la consigna de este texto, que consiste en transmitir una me-
todología para la práctica de un taller en desarrollo personal y orientación laboral, no
ahondaremos en la extensa matriz teórica de ACT, pero recorreremos, a modo de
introducción, sus principales conceptos; con la firme premisa de relacionar, toda vez
que sea pertinente, las ideas presentadas con la especificidad del taller en cuestión.
Para un abordaje acabado sobre esta práctica terapéutica, recomendamos a todos
los profesionales, que así lo deseen, la Formación en ACT y Terapias de la Ter-
cera Ola que brinda la Fundación Foro (Argentina) www.fundacionforo.com. Por
otro lado, sugerimos la lectura del libro ACT, Terapia de Aceptación y Compromiso
con Adolescentes (Mandil, José Quintero y Maero, 2017), de donde extrajimos varias
de las dinámicas presentadas en el taller. Asimismo, recomendamos las siguientes
obras editadas en español: Terapia de Aceptación y Compromiso: Proceso y Práctica
del cambio consciente (Hayes, Strosahl & Wilson, 1999), Terapia de Aceptación y
Compromiso. Un tratamiento Conductual orientado a los valores (Wilson K. G. y
Luciano, C. M., 2002), y Múltiples aplicaciones de la Terapia de Aceptación y Com-
promiso (Páez Blarrina y Gutiérrez Martínez, 2012). Por último, aunque haya sido
escrito para el público en general, sugerimos la lectura de la obra de Steven Hayes y
Spencer Smith, Sal de tu mente, entra en tu vida (2005) ya que contiene reflexiones y
prácticas, en relación a los conceptos clave de esta terapia, con un lenguaje coloquial
y ameno.
terapia conductual y cognitiva (Hayes 2004). Las dos columnas donde se van a montar
todas sus teorías e intervenciones son: el contextualismo funcional y la Teoría del
Marco Relacional (RFT, por sus siglas en inglés).
El contextualismo funcional es una filosofía pragmática de la ciencia que parte
de una unidad analítica nuclear: el acto-en-contexto en curso. Vale aclarar que, des-
de este enfoque holístico, cuando se habla de conducta, no se circunscribe solo a un
movimiento observable sino también a las conductas privadas, emocionales o cogni-
tivas. De igual forma, el contexto, no es tomado solo en su sentido espacio-temporal,
sino que incluye tanto lo histórico como lo situacional que tienen relación con la
conducta. Un claro ejemplo de todo ello es el que se expone en el libro de Hayes,
Strosahl y Wilson:
Piensa en una persona que va a una tienda o a unos almacenes. Tal acción
tiene una historia próxima (p. e., se está quedando sin comida; van a tener
una comida familiar) y el contexto situacional es donde tiene lugar (p. e.,
ahora, giro a la izquierda en la Avenida 12 para ir a la tienda de ultra-
marinos). Hay una generalidad y un propósito amplio que integra todo
eso. “Ir a comprar a la tienda” es el acontecimiento global que implica un
lugar del que uno viene y adónde va, una razón para ir y un propósito que
cumplir. Si se bloquea un camino, se toma otro alternativo. La naturale-
za del acto se define por sus pretendidas consecuencias no por su forma
(uno podría ir caminando o en bicicleta y, de todos modos, se está “yendo
a comprar a la tienda”). Sabrás que lo habrás hecho cuando llegues allí.
(Hayes, Strosahl & Wilson, 1999)
Desde esta filosofía pragmática, ACT va a desarrollar una mirada que, por enci-
ma de todo, siempre va a estar atenta al propósito, al fundamento primero y último de
las acciones. De allí, la relevancia y original abordaje sobre los valores personales, cual
faros que marcan el camino a seguir en medio del mar, muchas veces turbulento, de
nuestro universo simbólico habilitado por el lenguaje.
por todas y cada una de las líneas en psicología, antropología y neurociencia. En este
punto, no podemos dejar de mencionar el invaluable aporte realizado por la lingüís-
tica o ciencia del lenguaje a través de sus máximos representantes como: Ferdinand
de Saussure (considerado como el iniciador de la lingüística moderna, del movimien-
to estructuralista), el rumano Eugen Coseriu, el francés André Martinet, el danés
Louis Hjelmslev, el holandés Simón Dik (por su desarrolló en relación a la gramática
funcional); como así también los estadounidenses Leonard Bloomfield (representan-
te del estructuralismo), Noam Chomsky (la gramática generativa) y William Labov
(impulsor de la sociolingüística), entre otros. El lenguaje hasta fue puesto bajo la lupa
filosófica en el marco de una línea que se dio en llamar giro lingüístico iniciada, se-
gún Gustav Bergman, por Ludwig Wittgenstein en su Tractatus logico-philosophicus.
Este movimiento filosófico contó con importantes representantes como: Judith But-
ler, Luce Irigaray, Julia Kristeva, Michel Foucault y Jacques Derrida. Para resumir, to-
dos estos autores y movimientos giraron en torno a la idea de que el lenguaje “consti-
tuye la realidad” para el ser humano. Así lo expresaba el filósofo de la deconstrucción:
miento de que soy un inútil” y, a pesar de ello, moverme en alguna dirección valorada.
Esto lo veremos más claramente cuando abordemos el concepto de defusión, en el
marco de las herramientas específicas de ACT.
Como podemos inferir, a partir del párrafo anterior, es que el ser humano que-
da inmerso en una trama lingüístico-socio-cultural donde, de forma permanente, se
generan y siguen reglas como la forma más predominante de regulación verbal sobre
la conducta. Cada regla cuenta con sus lógicas internas: marcos y redes de relaciones
propias. Esto hace tanto a la ética y la moral de una época, como al avance tecnológi-
co en las diferentes áreas. De hecho, la humanidad avanza porque se guía por todo un
cuerpo de reglas precedentes y la creación de otras nuevas. Un conjunto de reglas nos
posibilita desde jugar un deporte hasta construir un telescopio. Desde RFT se dice
que las reglas son especificaciones verbales de contingencias, lo que genéricamente se
podría expresar como “en la situación X, realizar la acción Y genera la consecuencia
Z” (Mandil, José Quintero, Maero, 2017). Además, guiarse por reglas tiene implican-
cias más simples, donde sería perjudicial pasar por la experiencia directa: nadie nece-
sita colocar los dedos en el enchufe para entender que 220 watts pueden ser mortales.
Evidentemente seguir reglas muchas veces tiene sus beneficios.
Ahora bien, la Teoría del Marco Relacional hace una clara distinción respecto
a los distintos tipos de relaciones entre las conductas y las reglas, lo cual representa
un gran aporte al taller que nos convoca, para pensar, desde otra perspectiva, las
conductas de nuestros consultantes respecto a lo que conocemos comúnmente como
mandatos sociales, familiares y personales, a la hora de realizar un proceso de de-
finición laboral. En virtud de ello, pasamos a brevemente a describir las diferentes
relaciones que se dan entre conducta y regla.
Tracking o rastreo: refiere a aquellas conductas que responden a reglas verbales
pero que continúan contactando con los efectos directos de su accionar respecto al
48 Giancarlo Quadrizzi Leccese - David Mauricio Settembrino
contexto: si muevo la perilla del gas y acerco fuego se enciende la hornalla. Al seguir
esta regla y corroborar que efectivamente se corresponde con las contingencias na-
turales de la acción, se estará ejecutando una conducta de tipo tracking o de rastreo.
Esta clase de conducta es adaptativa al contexto porque, tomando el ejemplo dado,
si movemos la perilla y el gas no comienza a salir, sabremos que es en vano acercar
el fuego para encender la hornalla, y nuestra conducta tomará una nueva dirección.
En otras palabras, la conducta no se encuentra sujeta rígidamente a la regla verbal
y ajena a las contingencias. La persona está en relación directa con el impacto de su
conducta.
Pliance o plegamiento: se refiere a las conductas sostenidas por los refuer-
zos sociales que implica seguir una regla en sí misma. Ejemplo: “Estudio una
carrera universitaria porque, si no, hoy no sos nadie”. En este caso la conducta
se rige por una regla proveniente de lo social y/o familiar que habla arbitraria-
mente de una definición de “ser o no ser alguien” en relación al nivel académico
alcanzado: inicial, primario, secundario, terciario o universitario. Siguiendo el
ejemplo, esta conducta de tipo pliance o de plegamiento no se relaciona con las
consecuencias intrínsecas de la acción misma de estudiar una carrera, como
puede ser todo lo relacionado a ejercer una determinada profesión, ni tampoco
está fundamentada desde los valores personales, sino que se basa en las conse-
cuencias reforzantes que se experimentan al seguir la regla per se: aceptación,
prestigio, reconocimiento, reputación, etc. En este caso, la persona fundamenta
estudiar una carrera universitaria por el solo hecho de ser reconocida, de ser
aceptada y legitimada socialmente. Lo mismo ocurre cuando se vislumbra el de-
seo por una profesión determinada, cimentado en el prestigio social que dicho
rol laboral-ocupacional conlleva. O cuando la regla o mandato personal de “ser
original y destacado”, seguida a ultranza por el individuo, lo ahoga y boicotea
en cada uno de sus proyectos. Como vemos, no interesa si se trata de una regla
o mandato social, familiar o personal, su fuente nos es indistinta, el problema
central es el grado de fijeza con que es seguida dicha regla y el nivel de desco-
nexión con el contexto.
El resultado ideal a este nivel es que el control de las reglas quede fle-
xibilizado a ciertas condiciones, de modo que, en el adolescente, y aún
más en los adultos, el pliance se limite a las condiciones en las que sea
efectivo en función de los valores personales que a su vez se conforman
en el contexto de este marco de socialización. (Wilson K. G. y Luciano, C.
M., 2002).
2. Base teórica de act en relación al modelo de la otp 49
En este ejemplo se aprecia cómo, a pesar del sufrimiento que todo ello oca-
siona, el individuo no alcanza a visualizar la regla como tal, ni su sujeción irres-
tricta a la misma. En virtud de ello, ACT propone poner el foco, fundamental-
mente, en la relación de la persona respecto al seguimiento rígido de reglas, y
del distanciamiento de las mismas, para ampliar luego su campo de acción en
dirección a los valores personales. Este proceso otorgará, finalmente, una mayor
flexibilidad psicológica al consultante, objetivo base de esta terapia y de este
taller en orientación.
50 Giancarlo Quadrizzi Leccese - David Mauricio Settembrino
2.4 Aceptación
El proceso de aceptación, resumidamente, refiere a la capacidad de convivir, de
hacerle lugar a las experiencias internas difíciles en pos de orientarse en direcciones
valiosas y conseguir metas congruentes con dichas direcciones o valores.
Desde esta habilidad, ACT, se dirige a trabajar dos puntos clave en el consultan-
te: la demostración de la ineficacia en los reiterados intentos de control en relación
a los eventos privados aversivos (pensamientos, emociones) los cuales sostienen y/o
acrecientan el malestar; y, por otro lado, el aprendizaje en la toma de contacto con
dichos eventos desde una postura no defensiva, experimentándolos tal y como se pre-
sentan. Lo contrario a la aceptación se conoce en ACT como evitación experiencial.
Elección y decisión
Y aquí nos permitimos introducir un tema que conectamos, dentro de la diná-
mica específica del taller, al proceso de aceptación que estamos abordando, además
de formar parte del cuerpo teórico de ACT. Se trata del concepto de elección en con-
traste con el de decisión. La OTP, en relación a ello, va a decir literalmente:
para resolver la cuestión en la definición laboral. Pero vale la pena detenernos unos
momentos para profundizar en la enorme diferencia entre estos conceptos.
Anticipamos de esta manera que los valores no son juicios, son elecciones. Cabe
aclarar que, cuando veamos más detalladamente como ACT define valor personal,
podremos distinguir que no toda elección es un valor (ej. la elección del chocolate
para el helado) pero todo valor personal, es una elección.
Otro punto relevante sobre el tema, es que a diferencia de lo que se presume co-
múnmente, las elecciones están lejos de ser azarosas, o hechos menores en relación a
las decisiones, pues cuentan con un historial genético, biográfico y contextual que se
encuentra activo al momento de elegir: sensaciones, experiencias previas, creencias,
emociones, etc. “Los valores se van haciendo a lo largo de la ontogenia, o sea, son un
producto de la historia personal” (Luciano, 2006). Pero como dicen los neurocien-
tíficos, el cerebro no consciente maneja esta enorme cantidad de bits de información
a muy alta velocidad, por ello, lo que solo alcanzamos a percibir es el instante mismo
en que decimos azul, para elegir el próximo color de una habitación, o clarificamos
que enseñar es nuestro accionar predilecto. Cada elección habla de nosotros mismos
en un alto grado de complejidad, por ello la relevancia de comprender su entramado
y distinción en referencia a las decisiones más razonadas.
El inconveniente se encuentra en que se prefiere o elige, muchas veces de forma
tan espontánea, que no percibimos cuánto de nosotros se encuentra en juego, obvia-
mente, según el caso. En nuestro equipo recordamos el ejemplo de un adolescente de
2. Base teórica de act en relación al modelo de la otp 55
18 años que en uno de los talleres de OTP parecía no entender la relación entre elec-
ciones y valores, y le pedimos que nos relate cuál fue el último evento que más lo mo-
lestó en la calle. El chico contó al grupo un episodio en un transporte público, donde
vio cómo un pasajero simuló estar dormido para no ofrecerle el asiento a una anciana
y él eligió cedérselo, a pesar de estar exhausto después de un partido de fútbol. El gru-
po mismo se encargó de remarcar los valores que destacaron de aquella acción, que
para el chico mismo fue intrascendente, pues él lo había percibido como una simple
“reacción instintiva”. De allí se desprendió una charla donde el adolescente asumió
valorar el hacer justicia, conectándolo con diferentes experiencias, y clarificando su
preferencia por este tipo de accionar y no otros. Esta clase de intervenciones hace
clara la importancia de recurrir al rastreo de experiencias personales como materia
prima en la obtención de datos que revelen el recorte que realiza la persona frente al
contexto: ¿qué la afecta? ¿qué valora? ¿cómo reacciona frente a ello? ¿qué intención
le surge? De esta forma, nos apartamos de la concepción del autoconocimiento solo a
partir de la reflexión analítica para llevarlo al ámbito conductual-actitudinal.
Por otro lado, se encuentran las decisiones que sí son juicios, ejercicios reflexivos,
calculatorios, racionales, especulativos, entre varias alternativas, donde la definición
se da por razones. Más allá del grado de dificultad de cada decisión, lo que vamos a
tener que contemplar, además de los gustos personales, de las preferencias, van a ser
otros factores circunstanciales y contextuales que condicionan dicho proceso. Ejem-
plo: si me encuentro en la disyuntiva de vivir en la ciudad o en el campo, a pesar de
mi preferencia por el campo, debo evaluar si allí tengo posibilidades laborales con mi
profesión u oficio, si mi pareja también lo desea, dónde estudiarán los niños luego
del nivel secundario, etc. Claro que las decisiones también hablan de nosotros, de
nuestros valores, pero claramente desde otro nivel, ya no se trata solo de una reacción
frente a varios estímulos, como sucede en las elecciones. En este sentido, y con res-
pecto a la instancia decisoria, esta tendrá lugar solo al momento de evaluar la profe-
sión u oficio que mejor vehiculice el Propósito Vital de la persona, concepto propio
de la OTP que analizaremos pertinentemente.
Por todo ello, vamos a transmitir a los consultantes en el primer encuentro del
taller que:
2.5 Defusión
momentos brilla el sol y en otros se desatan tormentas, pero que nunca deja de
ser aquel cielo, a pesar de los cambios y vaivenes del clima.
Esta toma de perspectiva refuerza el objetivo ACT de ampliar el repertorio con-
ductual de los consultantes en función a actuar en dirección a sus valores personales,
como una suerte de herramienta emancipatoria en relación a la fusión con el Yo con-
cepto o Yo contenido. En este sentido, transcribimos parte del rescate que realiza el
profesional respecto a la dinámica antes mencionada:
Por otro lado, ACT también trabaja este proceso desde la posibilidad de
imaginar cómo se percibiría una experiencia a partir de otro punto de vista; por
ejemplo, desde el punto de vista de otra persona, o de sí mismo en un tiempo
distinto (Mandil, José Quintero, Maero, 2017). En virtud de ello, la OTP uti-
lizará, sobre el final del taller, la dinámica “MENSAJE A TU YO FUTURO”
(Actividad del libro ACT, Terapia de Aceptación y Compromiso con Adolescentes,
pp.118). Dicha actividad comienza cuando el profesional propone un juego de
imaginación en donde los participantes deben viajar hacia el futuro y darse algu-
nos consejos para no desviarse del camino que están eligiendo, para mantenerse
firmes y comprometidos con los valores personales que han construido, cuando
aparezcan situaciones difíciles de sortear.
Steven Hayes nos dirá desde su libro, Sal de tu mente, entra en tu vida, que “Los
valores son direcciones vitales elegidas” (Hayes, 2007). Y aquí vale la pena detener-
nos en una cualidad de los valores personales: su direccionalidad. Como bien descri-
be Hayes en su texto, los valores no son metas alcanzables, son direcciones. Por eso
quien dice dirigirse hacia el Este, nunca llegará a un punto que lo represente definiti-
vamente, sino que su brújula valorativa seguirá marcando dicha dirección de forma
indefinida. Declarar que se desea “ser una pareja cariñosa” no se cumple a la primera
demostración de cariño. A partir de ello, diremos que los valores son direcciones
inagotables.
Distinguir metas de direcciones es clave en el marco de un proceso de orienta-
ción. La confusión, en este sentido, puede llevar a la persona a enfrentar experiencias
no deseadas. Veamos que nos dice Hayes al respecto:
Hayes aquí toca un tema nuclear de la OTP, porque ejemplifica muy bien el lugar
relevante que ocupa el valor personal, en este caso: ayudar a los demás, respecto a lo
académico, solo como medio vehiculizante. Clarificar este tipo de valores personales
va a ser el primer objetivo de este taller de orientación.
Siguiendo con la analogía de la brújula interna, diremos que la misma está diri-
gida por nuestros valores personales, pero no hay esencia en juego, ni fijeza en dichos
valores. Reescribirnos a nosotros mismos tiene que ver justamente con esta dinámica
valorativa, no esencialista ni fija, pero que, sin embargo, nos direcciona intrínseca-
mente a lo largo de la vida. De esta forma, haciendo referencia a lo que decíamos en
la introducción, podemos lograr el pasaje de un locus de control extrínseco, represen-
64 Giancarlo Quadrizzi Leccese - David Mauricio Settembrino
tado por un centro ordenatorio externo y fijo, a un locus de control intrínseco, o, dicho
de otro modo, un centro gerenciador, interno y flexible.
Otra característica que nos marca Steven Hayes es que “los valores son cuali-
dades intencionales que van asociadas a una sucesión de momentos a lo largo de
un camino significativo. Son aquello a lo que se refiere cada momento, pero no po-
demos poseerlos como si fueran un objeto porque son cualidades de las acciones
que realizamos, no cosas concretas. Dicho de otro modo, los valores son “verbos”
y “adverbios”, no son nombres ni adjetivos.” (Hayes, 2007). Claramente, en este
pasaje, Hayes continúa definiendo a los valores como cualidades intencionales y
como cualidades de las acciones mismas, relacionándolos finalmente, desde lo lin-
güístico, con los verbos y los adverbios. Por ello, se dice en ACT que los valores
poseen, por un lado, direcciones generales de acción y por otro, cualidades de dicho
accionar.
Por último, algo que subraya Hayes respecto a los valores es que, una vez identi-
ficados, operan desde el presente, no refieren a algo que sucederá en un futuro. “En el
mismo instante en que eliges tus valores, estás tomando un camino valioso” (Hayes,
2007) Esta reflexión apela a la responsabilidad personal en relación a hacerse cargo
de las propias elecciones, a tomar conciencia de lo identificado como importante; y
conduce al individuo a la última instancia del Hexaflex, la acción comprometida.
De esta forma, culminamos con la relación entre el marco teórico propio de ACT
en relación al proceso de Orientación al Talento Personal. Solo nos resta detallar algu-
nos conceptos originales de la OTP, antes de precisar la práctica, el aspecto operativo
de cada encuentro del taller.
3. Conceptos propios de la OTP
Por todo ello, decimos que la Intención Primordial, se constituye como la más
intrínseca, general e inagotable direccionalidad de un hacer personal, lejos de la su-
jeción en relación a una profesión u oficio determinado. No hay que olvidar que, al
tratarse de un concepto NO ESENCIALISTA, siempre se encontrará actualizado en
el aquí y ahora de la persona, más allá que ésta pueda notar que dicha intención fue
experimentada en algún momento de su vida. La palabra primordial debe tomarse
como equivalente al adjetivo numeral ordinal primero, no como sinónimo de esen-
cial. Es solo un adjetivo que otorga jerarquía a una intención personal, por sobre
otras, en el momento presente.
Por último, podemos sugerir la utilización de este concepto como análogo al de
vocación. De hecho, se puede hacer uso de éste en el lenguaje cotidiano, como ejem-
plificamos a continuación:
“tengo la vocación de comunicar”
“tengo la intención primordial de comunicar”
“Enseñar es mi vocación”
“Enseñar es mi intención primordial”
ñar, en este caso, se encontró relacionado con la sensibilidad por los niños y niñas hi-
poacúsicos, la comunicación, el ámbito educativo, etc. En este sentido, se interpelará
al consultante directamente preguntándole, por dar un ejemplo: “¿qué significa hacer
justicia para vos? ¿me podés dar dos o tres ejemplos donde pondrías en práctica hacer
justicia?” Con este tipo de intervenciones se va clarificando el contexto particular que
la persona vincula a dicho accionar.
y, por ejemplo, saca provecho de las relaciones interpersonales con sus clientes o
compañeros de tareas.
En fin, el objetivo no es categorizar el trabajo en bueno o malo, todo lo contrario,
es abrir el juego, deconstruir el concepto y ofrecer nuevas herramientas conceptua-
les para que las personas amplíen, desde lo simbólico, el poder de elección y el mar-
gen de maniobra en lo comportamental.
Vale aclarar que, si bien los detalles de las dinámicas serán desarrollados en el
taller propiamente dicho (Segunda Parte), quisimos exponer este momento del pro-
ceso con el fin de dar una idea más acabada de la metodología empleada para que los
consultantes logren elaborar y escribir sus propósitos vitales.
De esta manera, a partir de estas y otras actividades, alcanzamos el segundo nivel
de la OTP, para dirigirnos a la última fase de este proceso, al que llamamos Proyecto
Personal, el cual incluirá la decisión y el compromiso que tomarán los consultantes
respecto a un rol laboral específico y la correspondiente capacitación.
Una vez que cada participante elige una o varias opciones, resta solo cotejar, a ni-
vel individual, las materias que integran dichas carreras, las instituciones educativas
más adecuadas, según el caso, etc.
En síntesis, como podemos observar, las dos primeras instancias de la OTP (In-
tención Primordial - Propósito Vital) refieren a la construcción de un valor personal,
mientras que la tercera y última (Proyecto Personal) se encuentra sujeta mayormente
a establecer metas concretas, realizables y congruentes con los dos niveles anteriores,
y la generación de acciones comprometidas en esa dirección. No debemos olvidar
que las tres instancias serán atravesadas, oportunamente, por el resto de los procesos
de ACT, antes descritos: aceptación, defusión, contacto con el momento presente y Yo
como contexto.
el espíritu de su propósito, como tal vez otra carrera que se encontraba dentro de
las opciones descartadas. Siempre se está a tiempo de rever y ajustar todas estas
variables, mientras se incorpore la percepción en relación a la congruencia o no
entre estas tres instancias. Lo mismo sucede en el caso de una labor que la persona
realiza durante mucho tiempo y, como es habitual en las empresas actuales, los
lineamientos van variando según las nuevas exigencias del mercado, a tal punto
que llega a modificarse, total o parcialmente, el objeto inicial de dicha labor; con
lo cual, lo que antes era representativo del Propósito Vital del individuo, ahora ya
no lo es tanto o dejó de serlo por completo. Allí es cuando los valores personales
comienzan a entrar en conflicto con las intenciones y valores de la empresa u or-
ganización a la que se pertenece. También puede suceder a la inversa, como vimos
anteriormente, cuando la Intención o el Propósito requieran de una revaluación y
exijan a la persona un cambio en su labor actual, la cual permanece inmutable en
sus objetivos y dinámicas originales.
Como vemos, esta matriz de sentido es útil tanto para un adolescente que finaliza
su nivel secundario, para un adulto en medio de la crisis de mediana edad, como para
el adulto mayor que está por jubilarse y se encuentra en proceso de reconfigurar su
nueva vida.
Los valores personales están sujetos al criterio de valuación que se va modi-
ficando a lo largo de la vida a partir de atravesar las diferentes experiencias y sus
particulares impactos en nuestro ser. A su vez, los contextos sufren modificaciones
que es bueno saber leer a tiempo para una adecuada adaptación. Más aún en el
marco de un mercado laboral como el actual, en permanente transformación por lo
político y lo tecnológico, donde se nos exige, cada vez más, capacidad para recrear
las trayectorias vitales.
Entender y atender a estos cambios intrínsecos y extrínsecos es perseguir esta-
díos de bienestar que provienen de ir obteniendo congruencia interna en consonancia
con el contexto. Esa dinámica es posible a partir de conseguir algún grado de flexibi-
lidad psicológica que ayude a la persona a surfear la ola de la experiencia. Así la vida
transcurrirá entre instancias de congruencia, desajustes, revaluaciones y nueva con-
gruencia. Cabe aclarar que si esta progresión se desarrolla de forma eficiente nunca
se vuelve a un estadío anterior, el recorrido no es circular, sino que deviene en una
dinámica espiral ascendente (K. Wilber, 2001) donde el ser va ganando en compleji-
dad y atravesando nuevos niveles de conciencia.
En síntesis, este proceso autogestivo apunta a favorecer la autodeterminación en
las personas, en cualquier etapa vital, a partir de la incorporación de sus tres instan-
cias como matriz de sentido.
3. Conceptos propios de la otp 81
Tres niveles que van desde lo más íntimo y nuclear del ser, a lo más concreto de
la acción planificada y comprometida.
Parte II
PROCESO DE OTP EN SEIS ENCUENTROS
Primer Encuentro............. 87
Objetivos específicos
• Presentación de los participantes y relevamiento de necesidades.
• Introducción al taller:
a) Explicar el concepto de TALENTO PERSONAL.
b) Establecer los cinco desafíos a conseguir durante el proceso:
1. OBSERVARME
2. descubrir MIS PREFERENCIAS
3. identificar MI INTENCIÓN PRIMORDIAL
4. escribir MI PROPÓSITO VITAL
5. y decidir la PROFESIÓN U OFICIO
• Abordar las diferencias entre elegir y decidir.
Actividades
1- Caldeamiento inicial: presentación del facilitador y de los participantes con el
recurso del ovillo de lana. Cada uno se presenta, comenta brevemente cuál es su
necesidad y las expectativas hacia el Taller, retiene parte del hilo y pasa el ovillo
aleatoriamente a otro integrante de la ronda. De esta forma, se configura final-
mente una red donde todos quedan interconectados. El facilitador hace el resca-
te de la actividad moviendo el entramado, demostrando así que las elecciones,
decisiones y conductas de cada uno tienen repercusión en los demás. Objetivos:
relevamiento de necesidades, generar conciencia de responsabilidad personal y
colectiva. (10 min.)
El facilitador reparte una CARPETA para cada participante, donde deberán
guardar los diversos ejercicios que realicen durante el taller. La misma contiene
las siguientes dinámicas:
• “Sentido en la Vida” (cuestionario inicial - opcional)
• Yo soy…
88 Giancarlo Quadrizzi Leccese - David Mauricio Settembrino
• Mis preferencias
• Dinámica integradora
2- (opcional) El orientador propone a los participantes completar el Cuestiona-
rio de Sentido en la Vida (10 min.). (Cita: Gottfried, A. E. (2016). Adaptación
argentina del PIL Test (Test de Sentido en la Vida) de Crumbaugh y Maholick [en
línea], Revista de Psicología, 12(23)). Dicho test se encuentra adaptado y valida-
do en nuestro país desde 2016 y podrá ser completado antes y después del proce-
so de OTP por los consultantes. El mismo sirve como instrumento de validación
de la metodología y como herramienta para que el facilitador compruebe la efi-
cacia del proceso. Su utilización es opcional y se encuentra totalmente librada al
criterio del orientador.
Libertad personal
3- El facilitador da introducción al taller hablando de la importancia que tiene la
libertad personal en toda decisión. En tal sentido, ofrece ver un fragmento del
film Bee Movie (DreamWorks Animation, 2007) para ser debatido entre todos.
PPT 1
Primer encuentro 89
PPT 2
PPT 3
90 Giancarlo Quadrizzi Leccese - David Mauricio Settembrino
PPT 4
5- Debate sobre el film Bee Movie: el orientador, luego de la proyección, pone el
acento en visualizar los diferentes mandatos: familiares, sociales, personales y
relacionados con la propia biología respecto a la decisión laboral. Cabe aclarar a
los participantes que los mandatos biológicos son parte de los mandatos sociales,
los cuales, en el film, se evidencian en la reflexión del amigo del protagonista
acerca de la contextura física de las abejas recolectoras, condición requerida para
ejercer dicho rol.
El facilitador también puede dar ejemplos de libertad personal fuera de lo estric-
tamente laboral. Ej.: cuando una pareja se casa lo primero que se le pregunta es si
lo hacen libremente o presionados por algo o alguien.
PPT 5
6- El facilitador pide a los participantes que en una hoja blanca copien los 9 puntos
(PPT 5) y, sin levantar el trazo, unan todos los puntos con cuatro líneas rectas.
Una vez transcurrido cinco minutos dará la respuesta. (5 min.)
En el rescate de la actividad, el facilitador subrayará el hecho de ampliar la mira-
da, de correrse de las respuestas obvias, las estructuras fijas.
92 Giancarlo Quadrizzi Leccese - David Mauricio Settembrino
PPT 6
8- Video: CUANDO SABES QUIEN ERES, SABES LO QUE TIENES QUE HA-
CER
El facilitador presenta una edición reducida de una Charla TEDx que tiene
como oradora a Alejandra Acosta (TEDx Talks, 2014), una adolescente española
de 18 años que cuenta su experiencia de haberse decidido por la Licenciatura en
Trabajo Social (4 min.)
9- Debate sobre el video: todos conversan y dan sus opiniones acerca de lo ob-
servado. Es fundamental, como orientadores basados en ACT, proponer otro
título para el video: “Cuando conoces tus valores, sabes lo que tienes que hacer”.
En el rescate, el orientador deberá dejar en claro los puntos más sobresalientes
del relato, a los fines del taller. Asimismo, a partir del ejemplo de Alejandra, el
facilitador podrá clarificar el concepto de Talento Personal y los cinco desafíos
que plantea la estructura del proceso. Para ello podrán utilizarse las siguientes
placas de PPT (10 min.)
PPT 7
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PPT 8
PPT 9
Primer encuentro 95
PPT 10
PPT 11
96 Giancarlo Quadrizzi Leccese - David Mauricio Settembrino
PPT 12
PPT 13
Primer encuentro 97
PPT 14
Talentos innatos
11- El orientador ahora plantea una pregunta: ¿Qué lugar ocupan los talentos natura-
les o innatos en la definición de la profesión o el oficio que vamos a ejercer? Y para
elaborar mejor las respuestas propone ver un video.
para los idiomas y porque en esa materia siempre obtuvo excelentes notas… “le
era fácil”.
13- Debate sobre el video: el facilitador reitera la pregunta: ¿Qué lugar ocupan los ta-
lentos innatos en la definición de la profesión o el oficio que vamos a ejercer? Luego
de un breve debate grupal, el facilitador lleva a reflexionar sobre los talentos in-
natos en relación a nuestros valores personales, nuestras intenciones, que a veces
van de la mano y otras no.
Facilitador (texto orientativo): Lo que nos resulta “fácil” no
siempre es sinónimo de éxito, de seguridad laboral, especial-
mente cuando no nos estimula, no nos interesa. Es como salir
con la persona que “te da bola” y no con la que te moviliza. (5
min.)
PPT 15
PPT 16
PPT 17
Primer encuentro 101
PPT 18
PPT 19
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16- Rescate de la actividad: breve charla con el grupo sobre las respuestas obtenidas.
(5 min.)
17- CIERRE: el facilitador, como despedida, pide que cada uno exprese la idea que
rescató del encuentro, en tan solo una palabra. Luego agradece la participación
y alienta a seguir enfrentando los desafíos que restan para poder decidir sobre
una carrera u oficio y llegar a nuestro Talento Personal. Finalmente, proyecta
la siguiente diapositiva para cerrar el concepto abierto en un principio sobre la
libertad personal. (3 min.)
PPT 20
Objetivos específicos
• Generar conciencia, desde diferentes dinámicas, sobre el proceso de valoración.
• Abordar el proceso de defusión cognitiva.
Actividades
1- Centramiento dinámico: el orientador propone al grupo caminar rítmicamente si-
guiendo su paso. Luego de unos minutos la propuesta cambia, ahora cada uno debe
seguir su propio paso, independientemente al resto, bajo una rítmica personal (5 min.)
2- Breve rescate de la actividad anterior conversando entre todos acerca de la vi-
vencia de seguir un ritmo preestablecido dentro del grupo a diferencia de soste-
ner un tiempo propio. Ventajas y desventajas (5 min.)
3- Rescate de la actividad encomendada para el hogar sobre el hecho destacado de
la semana. (10 min.)
4- El orientador retoma el tema de las preferencias con la siguiente diapositiva:
PPT 21
108 Giancarlo Quadrizzi Leccese - David Mauricio Settembrino
El facilitador solicita que completen la dinámica integradora con los datos acerca
de la imagen y el sonido elegido. (2 min.)
Autoevaluaciones
9- En el marco de conversar sobre las permanentes valoraciones y evaluaciones
que hacemos hacia el entorno, el orientador plantea el tema de las permanen-
tes valoraciones y evaluaciones que hacemos de nosotros mismos. Mientras que
la prioridad en la dinámica llamada “Yo Soy…” (primer encuentro) era trabajar
el yo concepto frente al yo contexto, en esta oportunidad, el foco estará puesto
en la toma de perspectiva respecto al lenguaje mismo. Este análisis persigue el
objetivo de que los participantes comiencen a experimentar el proceso de defu-
sión respecto a sus producciones verbales, a fin de lograr una mayor autonomía
conductual, siempre en función a sus valores personales. Todo ello, acompañado
de las siguientes diapositivas:
PPT 23
Segundo encuentro 111
PPT 24
PPT 25
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PPT 26
PPT 27
Segundo encuentro 113
PPT 28
Algunos adolescentes van a dar sus impresiones sobre la obra. El orientador con-
tinuará:
¿Es lo mismo decir que eso es una obra de arte a decir que es
horrible o hermoso? Decir que es un cuadro es nombrar lo que todos
conocemos por cuadro, pero decir “feo”, “agradable”, etc., son pen-
samientos y palabras que no están en el cuadro, surgen de la persona
que opina. ¿Es igual de cierto decir que es un cuadro a decir que es
“feo”? (debate) Entonces ¿qué fueron todas esas opiniones? solo pen-
samientos, palabras. ¿Cambiaron en algo al cuadro físicamente? ¿Lo
hicieron más lindo o más feo? Entonces cuando alguien opine bien o
mal sobre ustedes, noten que son solo palabras, pensamientos; al igual
que cuando su propia mente los juzgue. Por ejemplo: piensen en esa
114 Giancarlo Quadrizzi Leccese - David Mauricio Settembrino
frase que aún hoy les duele y que tal vez la arrastren desde chicos: soy
feo o fea, soy un inútil, soy vago o vaga, etc., ahora quédense con la
palabra central de ese pensamiento: fea, inútil, vago. Cuando yo lo in-
dique la vamos a repetir a toda velocidad por unos 30 o 40 segundos,
susurrándola, para que el que esté al lado no la escuche.
PPT 29
PPT 30
Nota: Para la confección de la dinámica INTERÉS Y ORGULLO se tuvieron en cuenta todas las áreas
aptitudinales manejadas por las principales universidades nacionales, ofreciendo ejemplos de activida-
des representativas de las mismas. Las áreas contempladas son, APTITUD: verbal, numérica, mecánica,
constructiva, artístico plástica, visual y textil, arte dramático y musical, científico-investigativa, destreza
manual, física y motriz, autodominio y liderazgo, educación, asistencia social y salud mental, comu-
nicación, relaciones sociales y humanas, informática y electrónica, actividades biológicas, agrarias y
vinculadas con el medio ambiente, asesoramiento en servicios, administrativa-organizativa.
116 Giancarlo Quadrizzi Leccese - David Mauricio Settembrino
12- Rescate de la actividad: el facilitador consultará a los participantes por las situa-
ciones elegidas donde hayan coincidido el interés y el orgullo personal.
Se les solicita a los consultantes que completen la dinámica integradora con las
situaciones seleccionadas. (5 min.)
14- CIERRE: el facilitador, como despedida, pide que cada uno exprese la idea que se
lleva del encuentro en tan solo una palabra (3 min.). Finalmente, el orientador
concluirá el encuentro con la siguiente placa:
PPT 31
Segundo encuentro 117
Objetivos específicos
• Continuar vivenciando procesos de valoración
• Clarificar la Intención Primordial
Actividades
1- Centramiento dinámico: el orientador propone pasar una pelota siempre al
mismo compañero y cada vez más rápido. De esta forma, se armará un circuito
automático donde la atención de los participantes deberá centrarse en el aquí y
ahora. (5 min.)
2- Breve repaso del encuentro anterior y rescate de la actividad del cambio de íco-
no en el whatsapp. (10 min.)
PPT 33
Intención primordial
8- El facilitador introduce al grupo al tercer desafío: identificar la Intención Primordial.
Seguidamente va a explicar el concepto de Intención Primordial, constructo original
de la OTP. Todo ello, acompañado por las siguientes diapositivas (5 min.):
Tercer encuentro 125
PPT 34
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Tercer encuentro 127
PPT 38
El facilitador solicita que completen la dinámica integradora con las tres intencio-
nes más valoradas. (2 min.)
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12- CIERRE: el facilitador, como despedida, pide que cada uno exprese la idea que se
lleva del encuentro. (3 min.)
Objetivos específicos
• Deconstrucción del concepto de trabajo e incorporación del constructo Labor
Personal
• Abordaje de Mandatos y Deseos Propios en relación a una conducta asertiva.
Actividades
1- Centramiento: breve meditación guiada haciendo consciente la respiración y el
cuerpo. (5min.) Rescate de la experiencia enfatizando que la conciencia sobre
algo tan básico y automático como la respiración nos permite centrarnos en el
momento presente acallando los pensamientos permanentes acerca del pasado y
del futuro, que nos aturden a la hora de gestionar nuestras propias elecciones. El
pasado y el futuro son construcciones propias, centrarse en el presente nos conec-
ta con el entorno inmediato, nuestros valores actuales y las posibilidades reales
con las que contamos, sin marearnos con suposiciones.
¿Por qué destinarías tu dinero en ellas? ¿Qué representan esas cosas para vos? ¿Qué
dirían de vos como persona esas acciones?
Ahora modifiquemos la situación e imaginá que solo ganaste 10 mil pesos ¿qué co-
sas podrías hacer con ese dinero que aún representasen para vos aquello que valorás?
Y si no tuvieras ni siquiera un peso, desde aquí y ahora, ¿qué acciones podrías rea-
lizar que aún representen esas cosas?
PPT 40
PPT 41
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Cuarto encuentro 137
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PPT 51
El facilitador solicita que completen la dinámica integradora con el dato que resul-
tó del elemento al que estaría dirigida la labor personal (actividad enfocada en) y
el ámbito donde les gustaría desarrollarla (opcional). (2 min.)
Cuarto encuentro 145
PPT 52
Libertad personal
El facilitador advierte al grupo que están muy próximos a tener que escribir,
individualmente, el Propósito Vital, o misión personal, que va a desplegar la
Intención Primordial ya clarificada por cada uno. Y para ello se necesita, como
ya se dijo en el primer encuentro, estar muy atentos a no dejarnos arrastrar por
reglas o mandatos que no visualizamos y que nos pueden confundir o condicio-
nar en relación a nuestros valores.
146 Giancarlo Quadrizzi Leccese - David Mauricio Settembrino
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Cuarto encuentro 149
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Cuarto encuentro 151
13- CIERRE: el facilitador, como despedida, pide que cada uno exprese la idea que se
lleva del encuentro, en tan solo una palabra.
Objetivos específicos:
• Comenzar a elaborar el Propósito Vital
• Flexibilizar los roles profesionales
Actividades
1- Centramiento: breve meditación guiada haciendo consciente la respiración y el
cuerpo. El orientador invita a imaginar que están sobre un puente mirando un
pequeño arroyo que corre debajo. En el arroyo pasan hojas que caen de los árbo-
les cercanos. Ahora propone que cada vez que noten un pensamiento, emoción
o sensación física imaginen que lo ponen sobre una de las hojitas y que éstas se
lo llevan corriente abajo. Esta secuencia se repetirá algunas veces más. (10 min.)
(“Observando desde el puente”, actividad tomada del libro ACT Terapia de Acep-
tación y Compromiso con Adolescentes (pp. 90) para trabajar momento presente.)
2- Video: CHARLA DE ASHTON KUTCHER
El facilitador propone ver un breve video del conocido y joven actor, Ashton
Kutcher, donde se refiere a ser protagonista de la propia existencia: “no vivas una
vida, crea una vida” (2:30 min.)
rentes, la cuestión es cómo interpreta cada uno ese accionar, a qué elemento está
dirigido, en qué ámbito, etc. Esta explicación se puede apoyar con las siguientes
diapositivas:
PPT 63
PPT 64
Quinto encuentro 157
PPT 65
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Quinto encuentro 159
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Quinto encuentro 161
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162 Giancarlo Quadrizzi Leccese - David Mauricio Settembrino
PPT 75
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Para la elaboración del Propósito el grupo deberá ocuparse del Cuarto Desafío
en la dinámica Integradora. Recordemos que para este momento los adolescen-
tes ya trascribieron los resultados más relevantes de las actividades realizadas
Quinto encuentro 163
en el taller. Los resultados transcritos van a ser las veces de disparadores para la
escritura del Propósito Vital. (30 min.)
NOTA: Especialmente para esta actividad, se aconseja a los orientadores acondicionar el ambiente, en lo
posible, con un agradable aroma utilizando algún sahumerio, y musicalizar con melodías relajantes.
Se transcribe el fragmento de la Dinámica Integradora referida a la escritura del
Propósito Vital:
CUARTO DESAFÍO
escribir MI PROPÓSITO VITAL
MI PROPÓSITO ES:
164 Giancarlo Quadrizzi Leccese - David Mauricio Settembrino
4- Rescate: una vez que el grupo finalizó con la actividad anterior, el orientador va
a pedir que cada uno exprese su propósito vital y cuente, brevemente, lo fácil
o difícil que le resultó el proceso, además del sentir respecto a haberlo podido
construir. (15 min.)
6- Rescate del video anterior enfatizando la idea de que, por encima de la carrera, del
título académico que se obtenga o del oficio que se aprenda, el propósito que escribi-
mos para nosotros mismos es lo que prevalece. El objetivo y los detalles del rol laboral
los definimos nosotros, no está determinado previamente en su totalidad. Si tuviéra-
mos que definir a un director de cine y lo que hace ¿describiríamos a Andrew? Esto es
lo que nos hace singulares y está en relación directa con nuestro Talento Personal. (5
min.) Todo ello se acompañará con las siguientes diapositivas:
PPT 77
Quinto encuentro 165
PPT 78
PPT 79
166 Giancarlo Quadrizzi Leccese - David Mauricio Settembrino
Breve debate con los adolescentes. El facilitador concluirá que cuando uno sien-
te que está cumpliendo con un propósito valioso para sí, se valora así mismo y
valora la actividad que está realizando, sea cual fuere. (10 min.)
PPT 80
9- CIERRE: El facilitador pide que cada uno exprese la idea que se lleva del en-
cuentro en tan solo una palabra. (3 min.)
Por último, el profesional reparte un descriptor de las áreas laborales para que
los participantes analicen en sus hogares, antes del último encuentro.
Objetivos específicos
• Definición de la profesión o el oficio.
• Cierre del proceso de OTP
Actividades
1- Centramiento dinámico: Pasamos una pelota siempre al mismo compañero y
cada vez más rápido. Se armará un circuito automático donde la atención deberá
centrarse en el aquí y ahora. (5 min.)
PPT 82
PPT 82
172 Giancarlo Quadrizzi Leccese - David Mauricio Settembrino
3- Áreas laborales
Los participantes comentan el área laboral que más les interesó luego de
analizar el descriptor facilitado por el orientador en el encuentro anterior.
Cabe destacarse que en la conversación será prioritario, para el facilitador,
inducir a relacionar las áreas elegidas con el propósito vital de cada uno de
los consultantes. (10 min.)
PPT 83
174 Giancarlo Quadrizzi Leccese - David Mauricio Settembrino
PPT 84
PPT 85
Sexto encuentro 175
Luego de dar un pantallazo de alguna de las profesiones u oficios que incluyen cada
una de las áreas, el facilitador reparte la oferta académica dividida en carreras univer-
sitarias, terciarias y cursos. Dicha información mantendrá la misma categorización
por áreas, como se vio anteriormente en el descriptor, por ello serán l@s adolescentes
quienes van a solicitar, exclusivamente, el o las áreas que sean de su interés. Por su-
puesto que la totalidad de la oferta académica va a estar a disposición de los partici-
pantes en todo momento del encuentro. Posteriormente a que l@s adolescentes eligen
sus áreas preferidas, el facilitador pide marcar todas las carreras que más se adecuen
a sus propósitos, teniendo en cuenta los resultados de dos dinámicas: el Cuestionario
de Intereses Profesionales y las Situaciones Laborales (10´)
6- El orientador enseña a buscar en Internet las materias que integran cada carrera
y pide que hagan este ejercicio de investigación de forma particular por fuera del
taller. Asimismo, se brinda información sobre sitios web para obtener detalles
acerca de instituciones educativas y planes de estudio.
176 Giancarlo Quadrizzi Leccese - David Mauricio Settembrino
PPT 86
8- Reflexiones finales
El orientador evalúa con los consultantes la necesidad o no de acordar una nue-
va reunión para continuar evacuando dudas. Recordemos que este proceso es
flexible en cuanto a la cantidad de encuentros, pudiéndose extender según los
requerimientos del grupo o del consultante, según la modalidad. Por último, el
facilitador hace una reflexión final integrando Intención Primordial, Propósito
Vital y Proyecto Personal, en relación a la profesión u oficio elegido. Se podrán
utilizar para ello las siguientes diapositivas (3 min.):
Sexto encuentro 177
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178 Giancarlo Quadrizzi Leccese - David Mauricio Settembrino
PPT 89
PPT 90
Sexto encuentro 179
PPT 91
f
a través de nuestra Fanpage de Facebook: @orientación.talento
https://www.facebook.com/orientacion.talento/
Algunas reflexiones
de adolescentes que participaron
en talleres de OTP
Como puede observarse en estas pocas reflexiones que trajimos a modo de ejemplo,
los adolescentes consultados luego de un proceso de OTP, al ser indagados acerca
del paso por dicha experiencia, no responden desde la decisión de capacitarse en una
profesión u oficio específico, sino que colocan en primer lugar, mayoritariamente, el
hecho fundamental de haberse encontrado con un propósito. Y no hay mejor sínte-
sis que sus propias palabras para entender el objetivo de la Orientación al Talento
Personal, y su nueva conceptualización acerca de lo vocacional-laboral, incluyendo
y trascendiendo la visión tradicional, a partir de la mirada innovadora de ACT y su
trabajo exhaustivo y especializado sobre los valores personales.
Epílogo
A partir de esta propuesta actual frente a la vida, que tan bien describen Wilson y
Luciano, ACT maneja una filosofía que incorpora el sufrimiento al natural despliegue
de lo humano. Por ello se enfrenta a la supuesta normalidad saludable que postulan
las principales corrientes psicológicas, siguiendo los lineamientos de los enfoques
médicos tradicionales sobre la salud física, para terminar hablando de normalidad
destructiva, la cual consiste en la idea de que algunos procesos psicológicos humanos
normales, y hasta útiles, pueden conducir a resultados destructivos y disfunciona-
les al amplificar o exagerar cualquier condición anormal, fisiológica o psíquica, que
pudiera existir previamente. (Hayes, Strosahl & Wilson, 1999)
190
Así es como, a partir del supuesto de una normalidad saludable, aceptado so-
cialmente, se continúa generando un sin fin de literatura de autoayuda dirigida a
palear los malestares más comunes, que parecieran ser el único obstáculo que alejan
a las personas de una vida feliz. Literatura que no solo atesta cada vez más los exhi-
bidores de las librerías, sino que inunda nuestras redes sociales a partir de frases y
fragmentos de alguno de sus ejemplares más difundidos. Así es como se alimenta
diariamente aquella actitud frente a la vida que lleva, en muchas oportunidades, a la
evitación experiencial o evitación del dolor de la que tanto advierte ACT, y que termi-
na resultando la fuente real de aquel sufrimiento al que se desea combatir o evitar. De
esta manera, nos volvemos expertos en defendernos de la angustia, la baja autoestima,
o la envidia, ajustando todos los medios para alcanzar una vida plena, pero, al mismo
tiempo, poco sabemos de elaborar propósitos vitales y proyectos personales. En sínte-
sis, somos letrados en medios y analfabetos en fines.
La mente humana es un dispositivo altamente capacitado para resolver pro-
blemas y lidiar con las contingencias, excepto, como ya vimos, si se vive fusionado
de forma desadaptada, encorsetado por el seguimiento irrestricto a reglas (pliance)
o en permanente control aversivo. Además, la mente es eminentemente proposi-
tiva al activarse exclusivamente a partir de propósitos y metas, aunque estos no
sean el producto de reflexiones conscientes. Como humanos evolucionados, nos
encontramos condenados, en gran parte, por dos tópicos: ir detrás de objetivos y re-
solver problemas. Hasta cuando nos encontramos supuestamente “sin hacer nada”,
echados en nuestra cama, estamos cumpliendo objetivos previamente planificados:
descansar, holgazanear, etc. Por todo ello, sin una adecuada educación en propó-
sitos vitales, es que nos encontramos con infinidad de casos donde las vidas de las
personas pasan, mayormente, en modo resolución de problemas ante cuestiones in-
terpersonales, muchas de ellas irrelevantes, o regodeándose en críticas infructuosas
acerca de la política, la realidad, los trámites burocráticos o los problemas de salud.
Síntomas generales que se desprenden de la crisis estructural de sentido de la que
hablábamos en la introducción, exceptuando las necesidades básicas que aquejan a
los excluidos del sistema y las particularidades de los ejemplos antes mencionados.
En pocas palabras, cuando la persona no logra elaborar propósitos valiosos para sí,
muchas veces se encuentra condenada a crear estrategias, hasta las más banales,
para dar sentido a su existencia.
Por todo ello, decimos que la OTP no parte de la “necesidad de inserción laboral”
en los individuos, aunque obviamente la incluye, sino de la “necesidad de dar sentido
a la existencia y el impulso de desplegar la singularidad”, en todo ser humano.
Por último, queremos reiterar el deseo de todo el equipo fundador de la OTP
para que este material les sea de utilidad, más allá de sus formaciones académicas y
los marcos teóricos a los que adhieran; y, fundamentalmente, que puedan incorporar
a sus procesos de orientación estas nuevas herramientas a fin de que sus consultan-
tes logren elaborar un sentido vital propio y sientan que sus vidas, valen la pena ser
vividas.
“El sentido de la vida es una vida con sentido”
Rocío Rivero López
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