Historia de La Globalización1 Trimestre
Historia de La Globalización1 Trimestre
Historia de La Globalización1 Trimestre
No es mucha la Investigación que se lleva a cabo en el campo de las finanzas durante este tiempo, incluso se puede
decir que es prácticamente inexistente hasta el siglo XIX. Sin embargo, es en este tiempo cuando avanza
considerablemente la Teoría Económica, cuando surge el llamado modelo clásico de la mano de Adam Smith en su
libro "La riqueza de las naciones", a partir de ahí otros economistas ingleses le siguen como Malthus, Mill o David
Ricardo, de la Escuela de Viena cuyos representante más notables son Menger, Böm-Bawerk y Von Wieser, de la
Escuela de Lausana a la cual pertenecen Walras y Pareto y finalmente a la escuela de Cambridge con economistas
como Wicksell y Marshall. Es precisamente con este último con el que se da por terminada la era de la economía
clásica con su libro "Principios de Economía"
A partir de 1776, con la invención de la máquina de vapor por James Watt y su posterior aplicación en la
producción, una nueva concepción del trabajo vino a modificar completamente la estructura social y comercial
de la época, provocando profundos y rápidos cambios de orden económico, político y social que en un lapso de
aproximadamente un siglo, fueron mayores que los cambios ocurridos en el milenio anterior. Es el período
llamado de Revolución Industrial, que se inició en Inglaterra y rápidamente se extendió por todo el mundo
civilizado.
Hasta principios del siglo XIX los gerentes financieros se dedicaban a llevar libros de Contabilidad o a controlar la
Teneduría, siendo su principal tarea buscar financiación cuando fuese necesario.
Según Chiavenato (1989)2, "El desarrollo de nuevas formas de organización capitalista, las firmas de socios solidarios,
formas típicas de organización comercial -cuyo capital proviene de las ganancias obtenidas (capitalismo industrial)-, y
que toman parte activa en la dirección de los negocios, dieron lugar al llamado Capitalismo Financiero." El
capitalismo financiero tiene cuatro características principales:
--La dominación de la industria por las inversiones bancarias e instituciones financieras y de crédito.
--El desarrollo de la hollding companies (El Diccionario de la Lengua Española describe “sociedad financiera que
posee o controla la mayoría de las acciones de un grupo de empresas”. Es decir, el holding empresarial es una
agrupación de empresas en la que una de ellas)
Con la expansión de las empresa, ocurren fusiones y asociaciones para lo cual son necesarias grandes emisiones de
acciones y obligaciones, prestándose una especial atención a los mercados financieros y a la emisión de empréstitos,
en la que se observa un espectacular auge. La constitución de la US Steel Corporation en 1900 inicia una tendencia de
combinaciones que dieron lugar a la emisión de grandes cantidades de valores de renta fija y variable.
Para el año 1929 la economía encuentra una inmensa crisis internacional. La situación de la bolsa de Nueva York era
caótica y la Política Económica llevada a cabo contribuyó a agravar la crisis, los grupos financieros norteamericanos y
británicos se encontraban enfrentados ya que al conceder préstamos sin prudencia crearon un ambiente de solidez e
inestabilidad inexistente, además se produjo una subida de los tipos de interés estadounidenses que llevó a la
paralización de los préstamos al exterior, lo que produjo una agravación económica en los países que habían recibido
estos préstamos. Es fácil suponer que en un escenario como este las empresas tuviesen problemas de financiación,
quiebras y liquidaciones. El objetivo dominante para ellas era la solvencia y reducir el endeudamiento. Es decir, se
busca que exista la máxima similitud en la cantidad de capitales propios y fondos ajenos. Por primera vez, se
preocupan por la estructura financiera de la empresa.
Durante la crisis, los objetivos eran la supervivencia de la empresa y la liquidez. Se produjeron estudios desde el punto
de vista legal con la intención de que el accionista y el inversor tuviesen más información sobre la situación
económica de la empresa: financiación, liquidez, solvencia, rentabilidad, etc, iniciándose así el intervencionismo
estatal.
En la década de 1920 las innovaciones tecnológicas y las nuevas industrias provocaron la necesidad de mayor cantidad
de fondos, impulsando el estudio de las finanzas para destacar la liquidez y el financiamiento de las organizaciones.
Arthur Stone Dewing,(1920) En The financial Policy of Corporation, uno de los textos clásicos de ese periodo, reunió
las ideas existentes, introdujo nuevas ideas y sentó la pauta para la enseñanza de las finanzas; refleja esta visión
tradicional de las Finanzas basada en una metodología positiva, que describe la realidad, con excesivo énfasis en
aspectos externos, legales e institucionales, así como en procesos excepcionales para las empresas como quiebras,
fusiones, absorciones y consolidaciones. Aunque este autor mostrase cierta inquietud acerca de la estructura financiera
y la política del reparto de dividendos, vemos que es una visión poco preocupada por las decisiones financieras.
La depresión de los años treinta obligo a centrar el estudio de las finanzas en los aspectos defensivos de la
supervivencia, la preservación de liquidez, las quiebras, las liquidaciones y reorganizaciones. La principal
preocupación en el financiamiento externo era saber cómo un inversionista podía protegerse.
En 1936, con el fondo de la Gran Depresión apareció "La teoría General de la ocupación, el interés y el dinero", de
Jhon Maynard Keynes, obra memorable en la que se describía una nueva manera de enfocar la economía que iba
ayudar a los estados a atenuar los peores estragos de los ciclos económicos por medio de la política monetaria y fiscal.
La época de los años cuarenta estuvo empañada por la guerra declarada en los primeros años y la guerra fría en los
siguientes. Las Finanzas siguieron un enfoque tradicional que se había desarrollado durante las décadas anteriores, no
ocurriendo cambios considerables. Se analizaba la empresa desde el punto de vista de alguien ajeno a ella, como
pudiera ser un inversionista, pero sin poner énfasis en la toma de decisiones.
El gerente continúa con su labor, predomina una política poco arriesgada, lo que suponía un endeudamiento y se prima
la liquidez y la solvencia. Sin embargo, en este período comienzan a germinar los brotes de la moderna concepción
financiera de la empresa.
2.2. Las Finanzas desde los cuarenta hasta la cimentación de la Moderna Teoría de las Finanzas Empresariales.
Durante la década de 1940 hasta principios de 1950, las finanzas siguieron un enfoque tradicional que se desarrolló de
1920 a 1930. Analizaban a la organización desde un punto de vista ajeno a ella, por ejemplo, cómo podía ser un
inversionista, pero sin poner énfasis alguno en la toma de decisiones dentro de la organización. A mediados de la
década 1950 adquirió un papel importante el presupuesto de capital y las consideraciones relacionadas con el mismo.
Después de la guerra comienza a estudiarse los desarrollos de la Investigación Operativa y la Informática aplicados a
la empresa. Comienza a despertar importancia la planificación y control, y con ellos la implantación de presupuestos y
controles de capital y tesorería.
De esta época es la obra del profesor Erich Schneider Inversión e Interés (1944), en la que se elabora la
metodología para el Análisis de las Inversiones y se establecen los criterios de Decisión Financiera que den lugar a
la maximización del valor de la empresa. En su trabajo el profesor pone de manifiesto una idea en la actualidad
vigente: una inversión viene definida por su corriente de cobros y pagos.
Con la llegada de la computadora en la década 1950, sistemas complejos de información comenzaron a brindar al
administrador financiero información sobre la cual tomar decisiones correctas, aplicando herramientas analíticas
poderosas, se generó el uso de técnicas de investigación de operaciones y de decisiones, los análisis financieros fueron
más disciplinados y provechosos. El administrador financiero ahora tenía a su cargo los fondos totales asignados a los
activos y la distribución del capital a los activos individuales sobre la base de un criterio de aceptación apropiado y
objetivo.
Entre los años cincuenta y la crisis energética de 1973 se vive un ciclo alcista en la economía, en el que la empresa
tiene una gran expansión. La era electrónica afectó profundamente los medios que emplean las empresas para realizar
sus operaciones bancarias, pagar sus cuentas, cobrar el dinero que se les debe, transferir efectivo, determinar
estrategias financieras, manejar el riesgo cambiario, etc. Se idearon modelos de valuación para utilizarse en la toma de
decisiones financieras, en el que la empresa tiene una gran expansión y se asientan las bases de las finanzas actuales.
En este período de prosperidad los objetivos que priman son los de rentabilidad, crecimiento y diversificación
internacional, frente a los objetivos de solvencia y liquidez del período anterior.
En la década 1960 con el desarrollo de la teoría del portafolio y su aplicación a la administración financiera fue un
acontecimiento importante, uno de los trabajos más significativo fue el presentado por Markowitz en 1952 cuyo punto
de partida es el Modelo de Equilibrio de Activos Financieros. Perfeccionada más tarde por Sharpe, Lintner y otros; la
teoría nos explica que el riesgo de un activo individual no debe ser juzgado sobre la base de las posibles desviaciones
del rendimiento que se espera, sino más bien en relación con su contribución marginal al riesgo global de un portafolio
de activos. Según el grado de correlación de este activo con los demás que componen el portafolio, el activo será más
o menos riesgoso.
Otro destacado trabajo es el de Franco Modigliani y Merton Miller (1958). Ambos defienden que el endeudamiento de
la empresa en relación con sus fondos propios no influye en el valor de las acciones. No obstante en 1963 rectifican su
modelo, dando entrada al impuesto de sociedades. Concluyendo que el endeudamiento no es neutral respecto al coste
de capital medio ponderado y al valor de la empresa. En los sesenta se empieza a verse el efecto de los estudios
realizados en la década anterior, estudios en ambiente de certeza que en la década servirán de base a los realizados
en ambiente de riesgo e incertidumbre. En las facultades americanas los estudios específicos sobre Finanzas se
introducen en los cincuenta, en España hasta los setenta no se desdoblan suficientemente, si bien no se puede hablar de
homogeneidad generalizada en este sentido. Esta década supone una profundización y crecimiento de los estudios de
la década de los cincuenta, produciéndose definitivamente un desarrollo científico de la Administración Financiera
de Empresas, con múltiples investigaciones, resultados y valoraciones empíricas, imponiéndose la Técnica
Matemática como el instrumento adecuado para el estudio de la Economía Financiera Empresarial.
Sharpe (1964,1967), Linttner (1965), Mossin (1966) o Fama (1968) son autores que continuaron la investigación sobre
formación óptica de carteras de activos financieros (CAPM) iniciada por Markowitz en la década de los cincuenta.
El CAPM nos dice que en un mercado tenemos dos tipos de riesgo: i) el diversificable, que podemos controlar y ii)
el sistemático, que no podemos cubrir aunque nuestra cartera esté compuesta por muchos títulos diferentes y con
escasa correlación entre ellos. Por otra parte, nos dice que el rendimiento esperado de un activo sin riesgo es igual al
de un activo libre de riesgo más una prima por unidad de riesgo sistemático. El modelo de Sharpe constituye un punto
de partida al CAPM, si bien cabe distinguir que el primero de ellos es un modelo empírico en el que utiliza datos
retrospectivos a los que aplica una regresión y el CAPM es un modelo de equilibrio prospectivo con una teoría y unos
supuestos que se elaboran deductivamente.
En la década de 1970 empezaron a aplicarse el modelo de fijación de precios de los activos de capital de Sharpe para
valuar los activos financieros. El modelo insinuaba que parte del riesgo de la empresa no tenía importancia para los
inversionistas de la empresa, ya que se podía diluir en los portafolios de las acciones en su poder. También provocó
que se centrara aún más la atención sobre las imperfecciones del mercado cuando se juzgaba la selección de los
activos realizada por la empresa, el financiamiento y los dividendos.
La Teoría de Valoración de Opciones tuvo su origen con las investigaciones de Black y Scholes en 1973, a los que
siguieron numerosas aportaciones. Una opción es un contrato por el cual una persona adquiere el derecho de comprar
o vender un bien determinado a precio prefijado y en un período especificado En valores mobiliarios estos autores
demuestran que los factores que determinan el valor de una opción son el precio actual del título, el precio prefijado,
el tipo de interés libre de riesgo, la volatilidad del título y el período de ejecución. La existencia de un mercado de
opciones permite al inversionista establecer una posición protegida y sin riesgos comprando acciones y, al mismo
tiempo, estableciendo opciones sobre las acciones. En mercados financieros eficientes el rendimiento producido por
una posición de este tipo debe ser una tasa libre de riesgos. Si esto es cierto, sería posible establecer fórmulas exactas
para valuar distintos tipos de opciones.
Comenzó a cuestionarse la validez del CAPM por diversos motivos y como modelo alternativo Ross en 1976 publicó
el APT (Arbitrage Pricing Theory). A diferencia del CAPM este modelo no se basa en la hipótesis de eficiencia de la
cartera de mercado, y los rendimientos de los títulos vienen representados por un modelo general de factores. Este
Modelo parte de la idea de que el rendimiento de las acciones no sólo depende del riesgo esperado, sino que también
depende de ciertas variables económicas.
Durante la década de los setenta Jensen y Meckling (1976) comienzan a dibujar la Teoría de Agencia. La relación de
agencia es aquella en la que se ven envueltos los propietarios del capital (principal) y los directivos (agentes). El
problema en esta situación es el conflicto de intereses entre los participantes, el principal delega responsabilidades en
el agente, y tiene que establecer un contrato con el agente de modo que éste último lleve a cabo su labor con el fin
último de llegar al objetivo del principal. Pero de todo ello se derivan unos costes debido al contexto de información
asimétrica, unos costes de supervisión por parte del principal al agente, unos costes de influencia y unos costes de
pérdida de eficiencia. Estos costes se derivan de que el trabajo realizado por el agente no siempre es observable por el
principal, y si lo es puede llegar a ser muy costoso, de las relaciones entre los distintos colectivos dentro de la empresa
y de las desviaciones de las actuaciones de los agentes en relación con el esfuerzo óptimo. Todo ello ha generado una
amplia literatura con diversidad de opiniones.
En una gran cantidad de estudios e investigadores realizadas por autores como: Bierman y Smidt, Robichek, Mao,
Beranek, Weston y Brigham, Pike y Dobbins, Suárez y otros -citados en "el objetivo de la Gestión Financiera es
maximizar el valor de mercado de la empresa". Además consideramos que este objetivo no está en contradicción
frontal con las propuestas de la Teoría de Agencia sobre compensaciones económicas al agente, por lo que podría
afirmarse que su realización va a lograr que también se cumplan estos otros, en líneas generales. Así lo afirma también
Cuervo (1979) cuando señala que "la compensación de la dirección es acorde con la maximización de la riqueza de
los accionistas de la empresa". En consecuencia, podemos decir que de acuerdo con la normativa americana sobre la
Teoría de las Finanzas Empresariales el objetivo global de la empresa es la maximización del valor de mercado de la
empresa, aun reconociendo las matizaciones hechas por la Teoría de Agencia.
Sobre la política de dividendos, caben destacar los trabajos de Black y Scholes (1974) y Miller y Scholes (1978),
quienes insisten en que la política de dividendos es irrelevante, incluso teniendo en cuenta los impuestos, siguiendo la
línea de Modigliani y Miller. Por otra parte, Kim, Lewellen y McConell (1979) avalan empíricamente la existencia de
segmentos diferentes de inversores en acciones en función de sus tipos impositivos marginales en el impuesto sobre la
renta personal.
En relación a la estructura financiera óptima son destacables los trabajos realizados por Miller (1977), Warner (1977),
y Kim (1974,1978). Miller insiste en la irrelevancia de la estructura financiera, al considerar el impuesto sobre la renta
personal, aun teniendo en cuenta las consecuencias del impuesto de sociedades que conlleva la preferencia de la deuda
como fuente de financiación. Asimismo, Warner sostendrá que la mayor preferencia por la deuda, al tener en cuenta
los efectos fiscales del impuesto sobre la renta de sociedades, se compensa con el aumento de los costes de quiebra.
Kim, en cambio, se pronuncia sobre la existencia de una estructura financiera óptima si el mercado de capitales es
perfecto y se tienen en cuenta el impuesto de sociedades y los costes de insolvencia.
En la década de 1980, grandes avances intelectuales de la valuación de las organizaciones en un mundo donde reina la
incertidumbre. El papel de los impuestos personales en conexión con los impuestos de la organización ha sido un
área que ha rendido frutos provechosos. La información económica permite obtener una mejor comprensión del
comportamiento que en el mercado tienen los documentos financieros. La noción de un mercado incompleto, donde
los deseos de los inversionistas de tipos particulares de valores no se satisfacen, coloca a la empresa en el papel de
llevar a cabo la comercialización de tipos especiales de derechos financieros. Así como la diversidad de validaciones
empíricas, con sofisticados modelos de valoración y generalización de técnicas matemáticas y del uso de la
Informática.
Se acentúa el interés por la internacionalización de los fenómenos y decisiones financieras, dando lugar a multitud de
estudios sobre aspectos como el riesgo político y el riesgo de variabilidad del tipo de cambio de las monedas en las
que opera la Gestión Financiera Internacional. Asimismo, para superar algunas críticas al CAPM ha surgido el
ECAPM obra inicial de Pogue en un contexto internacional referido a compañías de oleoductos, y ampliado
posteriormente por Litzenberg, Ramaswamy y Sosin (1980)
En relación con la política de dividendos, es destacable el trabajo de Jalilvand y Harris (1984), éstos concluyen que las
imperfecciones del mercado pueden implicar interdependencias entre las decisiones de inversión, financiación y
dividendos. Sobre las repercusiones fiscales en la política de dividendos se pronuncian Poterba y Summers (1984)
concluyendo un mayor gravamen de los dividendos frente a las ganancias del capital. Por otra parte, Sarig y Scott
(1985) se sitúan en una línea similar a Dim, Lewellen y McConell, reafirmando el fenómeno de los segmentos
diferentes o clientelas.
En los años noventa, las finanzas han tenido una función vital y estratégica en las empresas. Aún cuando la teoría y
práctica de la valoración de empresas seguía centrada alrededor de métodos muy clásicos y algo obsoletos, tales como
los enfoques estáticos o de balances y los modelos mixtos como el alemán y el anglosajón. Dichos métodos parecen
superados hoy en día, aún admitiendo su virtualidad y utilidad para la valoración en pequeños negocios. Desde esta
década el gerente de finanzas se ha convertido en parte activa: la generación de la riqueza. Para determinar si genera
riqueza debe conocerse quienes aportan el capital que la empresa requiere para tener utilidades. Esta se convierte en la
base del costo de la oportunidad, con respecto al cual se juzgará el producto, la inversión y las decisiones de
operación.
Leland (1994) en la búsqueda de la estructura financiera óptima descubre que el valor de la deuda y el endeudamiento
óptico están conectados explícitamente con el riesgo de la empresa, los impuestos, los costes de quiebra, el tipo de
interés libre de riesgo y los ratios pay-out.
Actualmente, la metodología basada en el descuento de los flujos de caja parece indiscutible y es la más congruente y
sólida en cuanto a sus fundamentos teóricos. Por esta línea han pretendido progresar Martín Marín y Trujillo Ponce
(2000) en su obra "Manual de valoración de empresas". Respecto al el tema de las empresas de nueva economía o
economía virtual relacionada con Internet, estos autores según sus propias palabras prefieren darse un plazo de espera
antes de abordar tan espinoso asunto. Estas empresas parecen escapar a la lógica de los modelos hasta ahora
desarrollados de valoración. La alta volatilidad y los precios desorbitados parecen imponerse en las acciones que
cotizan en el NASDAQ norteamericano.
Relacionado con lo anterior hemos de tener en cuenta el creciente valor que adquieren las tecnologías de información
y comunicación dentro de la empresa y para la función financiera, factores que permiten a las organizaciones crear
valor a través de la gestión integrada de la cadena de valor física y virtual. A medida que se integran los mercados
financieros mundiales en forma creciente, el administrador de finanzas debe buscar el mejor precio de las fronteras
nacionales y a menudo con divisas y otras barreras.
Los factores externos influyen cada día más en el administrador financiero: desregulación de servicios financieros,
competencia entre los proveedores de capital y los proveedores de servicios financieros, volatilidad de las tasas de
interés y de inflación, variabilidad de los tipos de cambio de divisas, reformas impositivas, incertidumbre económica
mundial, problemas de financiamiento externo, excesos especulativos y los problemas éticos de ciertos negocios
financieros; donde el uso de tecnologías de información y comunicaciones reducen en gran medida el tema de la
incertidumbre. Así lo creen Ordiz y Pérez-Bustamante (2000) cuando afirman que "estas tecnologías pueden aportar
ventajas a la empresa, tales como reducciones en costes o incrementos de valor pero, para ello, se debe asumir que la
inversión en tecnologías de información y comunicación no es una decisión más en la empresa, sino que adquiere la
categoría de inversión estratégica para el negocio, dada la repercusión que puede implicar para el futuro de la misma".
Quizás sería interesante, ahondar en un espacio financiero iberoamericano en el que pueden abrirse enormes
posibilidades para las Finanzas, tanto desde el punto de vista teórico como del enfoque práctico. De hecho numerosas
empresas españolas, como Telefónica o el BBVA, han irrumpido con fuerza en estos mercados con resultados, hasta el
momento, muy positivos.
La evolución de las finanzas ha tenido gran repercusión sobre el papel y la importancia de la administración
financiera. Las finanzas han evolucionado del estudio descriptivo que las caracterizaba, al análisis riguroso y a la
aplicación de teorías normativas, cuyos conceptos básicos son aplicables a todos los tipos de organizaciones, bajo la
denominada Administración Financiera.
El fenómeno de la Globalización en la Función Financiera. Énfasis
El fenómeno de la globalización iniciado en los Noventa, ha generado impactos en las finanzas de las organizaciones
públicas y privadas. La aplicación de nuevas tecnologías en productos y procesos productivos ha producido crecientes
economías de escala que mueven a las empresas hacia la adecuación de este fenómeno.
La creciente rivalidad global, la convergencia de los sistemas económicos hacia un modelo genérico de economía de
mercado y la deslocalización industrial, así como la expansión internacional de las empresas a la consolidación
progresiva del libre comercio, han re-dimensionado la función y administración financiera en el contexto de los cambios
suscitados en la regulación de los mercados financieros.
La desregulación de los mercados financieros en el orden nacional y la progresiva remoción de obstáculos al libre
movimiento del capital entre países han incidido decisivamente en la mundialización de las finanzas internacionales.
El modelo intervencionista, especialmente en la década del '70, con altas tasas de inflación, enseñó que la regulación no
siempre conseguía el objetivo propuesto y que en cambio, tenía efectos negativos sobre la gestión de las entidades
financieras. Sobre la base de esta realidad se han operado cambios significativos en la regulación de los mercados
financieros -que han sido notables impulsores de la globalización económica-, cuyos principales aspectos han sido los
siguientes:
El libre acceso de las entidades financieras extranjeras a los mercados nacionales. Esto llevó al desarrollo
espectacular de las empresas financieras con negocios internacionales, que a su vez produjo una brutal competencia en
el sector. Su consecuencia fue el desarrollo de una estrategia internacional, la mayor interrelación entre los diversos
sistemas financieros nacionales y los esfuerzos de cientos de gobiernos por atraer a empresas financieras de otros países.
En el área de la Unión Europea, la meta del mercado financiero único ha fructificado en el logro de una moneda única
(Euro).
La universalización de las instituciones. Se adopta el modelo de banca universal. Esto ha traído una cada vez mayor
competencia a nivel internacional.
La libertad de fijación de los precios de los servicios financieros, principalmente de los tipos de interés y las
comisiones. El inicio de la desregulación en este terreno se debe a la ya mencionada competencia entre bancos de
negocios en diferentes países.
Resulta evidente que la desaparición de obstáculos a la circulación de capitales ha sido un paso decisivo en la
independización a las finanzas.
Por otra parte, a la vez se registró un incremento notable en multimillonarias inversiones llevadas a cabo por las empresas
multinacionales en general, en países distintos de los de su origen. Además han aparecido fenómenos adicionales que
han intensificado la expansión de los negocios internacionales. Entre ellas se destacan:
El creciente endeudamiento en mercados internacionales de empresas y gobiernos. Debido a limitaciones en los
mercados domésticos y a una gran abundancia de los recursos y a una gran abundancia de los recursos en los centros
financieros internacionales.
Crecimiento de las inversiones en cartera, es decir, fondos de pensiones, fondos de inversión y compañías de seguros.
Estas instituciones invierten sus recursos en títulos públicos y financieros en los mercados internacionales, en busca de
rentabilidad superior, dirigiéndose frecuentemente a los países extranjeros que la proporcionan.
Creación de nuevos instrumentos de coberturas de riesgos. Especialmente en divisas. Opciones, futuros o swaps
negociados desde distintos centros financieros para una o varias divisas.
Procesos de privatización de empresas públicas, lo cual ha tenido trascendental importancia en nuestro país y en
América Latina.
Dentro de los efectos del fenómeno de la globalización, el principal a destacar lo constituye el aumento de la rivalidad
a nivel internacional, impulsada por los siguientes aspectos:
0. La internacionalización de las empresas y la creación de bloques económicos regionales, que han aumentado la
rivalidad en los mercados nacionales.
0. La aparición de nuevos países emergentes de Europa del Este, los cual trajo nuevas rivalidades, principalmente
en productos químicos y siderúrgicos
La invasión de productos procedentes de otros países en vías de desarrollo ubicados en América Latina, Asia y África.
En segmentos del mercado donde interesa más el precio que la calidad.
Los aspectos descriptos han aumentado la capacidad productiva de muchos sectores y producido una rivalidad de
precios cada vez más significativa. Este incremento de la rivalidad provoca un envejecimiento de los productos y de las
empresas, una maduración de los mercados y una innovación continua para seguir sobreviviendo.
Otros efectos:
La evolución de las exportaciones en importaciones, la transferencia tecnológica y la formación de equipos directivos
con nivel internacional.
Aceleración de los fenómenos de la deslocalización industrial, la tercerización de los países industriales y la
industrialización de los países en desarrollo.
En el contexto de la dinámica de la globalización de la economía, las finanzas de los países se ven influenciadas; por
ejemplo, en países como Venezuela y el resto de los de América Latina no cabe duda de que se han tomado varias
medidas aconsejables, se han realizado esfuerzos estabilizadores y establecido medidas de apertura externa, de
desregulación y de liberalización. No obstante, según argumenta Ferrari (s.f.), en Artículo Publicado en Internet 3, "las
reformas macroeconómicas que se introdujeron provocaron efectos negativos en materia de distribución de ingresos y
de pérdida de empleos, además de otros efectos contraproducentes".
".. La mala administración financiera, la represión brutal y una serie de errores políticos (incluyendo el intento de
demostrar el respaldo popular a través de un plebiscito) alejaron o alienaron a cada sector de la sociedad
venezolana"(Taylor, 1968), citado por Contreras. Por la otra: "… el desempleo, la fuga de capitales, el abandono de las
áreas rurales y un amplio déficit presupuestario hicieron difícil para el gobierno intentar algo que hubiera podido
interrumpir la afluencia al país de ingresos petroleros"(Tugwell, 1975), citado por Contreras
El mercado petrolero internacional experimentó cambios significativos durante los años 50, por tanto, los precios del
petróleo venezolano subieron en forma permanente alcanzando el máximo nivel en 1957. A partir de este año, los precios
promedios del crudo sufren una constante disminución que se extiende hasta 1969; sin embargo, los ingresos recibidos
por el país por concepto de petróleo, más que se duplican entre 1958 y 1969; y aumentan 4,4 veces entre 1958 y 1973,
como consecuencia de mayores recaudaciones por concepto de impuesto sobre la renta petrolera y de una mayor
producción.
La principal y continua preocupación de los gobiernos venezolanos ha sido la de disponer de un importante flujo de
ingreso petrolero para emprender el proceso de industrialización y su impulso hacia el desarrollo. Debido a la
continua confianza sobre esta variable, que se ha prolongado hasta nuestros días, el ritmo de crecimiento de la
economía venezolana depende considerablemente de la demanda mundial de petróleo.