Sistema Muscular

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SISTEMA MUSCULAR

¿Qué es?

Al referirnos al sistema muscular, hablamos del conjunto de más de 650 músculos diferentes que
componen el cuerpo humano, la mayoría de los cuales pueden ser controlados a voluntad y que
permiten ejercer la fuerza suficiente sobre el esqueleto para movernos.

El sistema muscular del ser humano es vasto y complejo, constituyendo el 40% del peso de un
adulto, generando además la mayor parte de su calor corporal. Junto con el sistema óseo (huesos)
y el articular (articulaciones), constituye el llamado sistema locomotor, encargado de los
movimientos y desplazamientos del cuerpo.

Los músculos que componen este sistema están compuestos a su vez por células con alto nivel de
especificidad, lo cual les confiere propiedades puntuales como la elasticidad. Estas células,
llamadas miocitos, pueden someterse a estiramientos y compresiones intensas sin poner en riesgo
(hasta cierto punto) su constitución. Por ello las fibras musculares son tan resistentes y elásticas.

Funciones del sistema muscular.

 Dar fuerza y energía para realizar todas nuestras actividades.


 Brindar soporte y protección a todo el cuerpo.
 Dar estabilidad y equilibrio.
 Protegernos frente a caídas y lesiones.
 Ayudar a mantener la postura.
 Favorecer a que la sangre circule adecuadamente por todo el cuerpo.
 Generar calor corporal.
 Proteger los órganos vitales.

En conjunto, los músculos del cuerpo controlados por la voluntad componen el sistema muscular.

La función de la mayoría de los músculos se centra en la producción de movimientos de las


diversas zonas del cuerpo. Unos pocos músculos funcionan, principalmente, para estabilizar los
huesos, de manera que otros músculos esqueléticos puedan ejecutar un movimiento de manera
más eficaz.

Tejido muscular.

Los músculos del cuerpo forman el tejido blando más voluminoso del sistema musculoesquelético.
La palabra músculo se deriva del latin "musculus" que significa 'ratón pequeño', por su semejanza
con el músculo que se ve en el brazo cuando flexionamos este. Las células musculares, llamadas
también fibras musculares por su morfología alargada contienen filamentos formados por
proteínas llamadas actina y miosina que se deslizan una sobre otra, causando contracciones que
producen el movimiento de varias partes del cuerpo, incluyendo algunos órganos internos.
El tejido conectivo asociado une las fibras musculares en fascículos, los cuales también transportan
fibras nerviosas y vasos sanguíneos (capilares) hacia las células musculares.

El músculo tiene cuatro propiedades principales:

 Excitabilidad- capacidad de responder a los estímulos


 Contractibilidad- capacidad de contracción
 Extensibilidad- capacidad de un músculo para estirarse sin romperse
 Elasticidad- capacidad para retornar a su forma normal

A través de las contracciones, el sistema muscular permite las siguientes funciones que son de gran
importancia: producir fuerza y movimiento, dar soporte al cuerpo, cambiar su postura estabilizar
de las articulaciones, generar calor (para mantener la temperatura corporal normal), así como,
proporcionar forma al cuerpo.

A pesar de que los músculos producen energía, estos también requieren energía para realizar sus
funciones. Los músculos se alimentan predominantemente de la oxidación de grasas y
carbohidratos, pero las reacciones químicas anaeróbicas también son usadas. Estas reacciones
químicas producen moléculas de adenosín trifosfato (ATP) que son usadas por los filamentos de
miosina durante las contracciones musculares.

Tipos de músculos:

Cada tipo de tejido muscular en el cuerpo humano tiene una estructura única y una función
específica. El músculo esquelético mueve los huesos y otras estructuras. El músculo cardíaco
contrae el corazón para bombear sangre. El tejido muscular liso que forma órganos como el
estómago y la vejiga cambia de forma para facilitar las funciones corporales.

 Músculos esqueléticos o estriados. (El cuerpo humano tiene más de 600 músculos
esqueléticos que mueven los huesos y otras estructuras) Se llaman así porque bajo el
microscopio presentan estrías, así como una forma larga característica. Además, son los
que conectan con los huesos del organismo y permiten el desplazamiento o el movimiento
de las extremidades. Los músculos esqueléticos se unen a los huesos y los mueven al
contraerse y relajarse en respuesta a mensajes voluntarios provenientes del sistema
nervioso. El tejido muscular esquelético está compuesto por células alargadas llamadas
fibras musculares que tienen un aspecto estriado. Las fibras musculares están organizadas
en fascículos irrigados por vasos sanguíneos e inervados por neuronas motoras.
 Músculos cardíacos. (El músculo cardíaco se contrae en respuesta a señales provenientes
del sistema de conducción cardíaco) Como su nombre lo indica, son los músculos de la
pared del corazón (miocardio), y son músculos estriados con características precisas, ya
que requieren estar interconectadas para poder contraerse y expandirse de manera
totalmente sincronizada. La pared del corazón está compuesta de tres capas. La capa
media, el miocardio, es responsable de la acción de bombeo del corazón. El músculo
cardíaco, que se encuentra sólo en el miocardio, se contrae en respuesta a señales
provenientes del sistema de conducción cardíaco para hacer latir al corazón. El músculo
cardíaco está formado por células llamadas cardiomiocitos. Al igual que las células del
músculo esquelético, los cardiomiocitos tienen aspecto estriado, pero su estructura
general es más corta y más gruesa. Los cardiomiocitos están ramificados, lo que les
permite conectarse con varios otros cardiomiocitos, formando una red que facilita la
contracción coordinada.
 Músculos lisos (Las paredes de muchos órganos humanos se contraen y relajan
automáticamente) Se les conoce también como viscerales o involuntarios, ya que no están
comprometidos con el movimiento voluntario del cuerpo, sino con sus funciones internas
(sistema nervioso vegetativo autónomo). Por ejemplo, el movimiento de los intestinos o
del tubo digestivo, o de apertura o cierre del iris en el ojo. Se reconocen fácilmente pues
carecen de estrías como los tipos anteriores. El músculo liso se encuentra en las paredes
de los órganos huecos de todo el cuerpo. Las contracciones del músculo liso son
movimientos involuntarios desencadenados por impulsos que viajan por el sistema
nervioso autónomo al tejido muscular liso. La disposición de las células en el tejido
muscular liso permite la contracción y relajación con gran elasticidad. El músculo liso de las
paredes de órganos como la vejiga urinaria y el útero permite que esos órganos se
expandan y relajen según sea necesario. El músculo liso del tubo digestivo (el tracto
digestivo) facilita las ondas peristálticas que movilizan los alimentos y nutrientes
deglutidos. En el ojo, el músculo liso cambia la forma del cristalino para enfocar los
objetos. Las paredes arteriales tienen músculo liso que se relaja y contrae para desplazar la
sangre por el cuerpo

Musculo esquelético:

Las células (fibras) del músculo esquelético miden varios centímetros de largo y poseen miles de
núcleos cada una (son multinucleadas). Por lo tanto entre más grande sea la célula de músculo
esquelético, más núcleos contiene. Estos están formados por fibras no ramificadas (a diferencia de
las cardíacas) unidas por tejido areolar laxo que contiene células como fibroblastos y macrófagos. Y
una envoltura membranosa, denominada epimisio, que es impermeable a la propagación de
fluidos como el pus.

El músculo esquelético tiene formas y tamaños variados. Los pequeños músculos del ojo pueden
contener solo unos cientos de células, mientras que el músculo vasto lateral del muslo puede
contener cientos de millares de células musculares. La forma del músculo depende de su
arquitectura general, que a su vez ayuda a definir la función de este. Algunos músculos, como los
del glúteo, son bastante gruesos; otros como el sartorio en el muslo, son largos y relativamente
delgados; y otros, como los extensores de los dedos, tienen tendones muy largos. Estas diferencias
en la forma y arquitectura le permiten al músculo esquelético funcionar eficazmente en una gama
relativamente amplia de tareas.

Los fascículos (conjuntos de fibras musculares) del músculo esquelético se pueden organizar en
cuatro patrones estructurales básicos: circular, paralelo, convergente y peniforme. Esta diferencia
en la organización también cuenta para las diferentes formas y capacidades funcionales de varios
músculos esqueléticos.

 Circular: Este patrón también se denomina esfínter, esto es cuando los fascículos están
organizados en anillos concéntricos. Los músculos con este tipo de organización rodean las
aberturas externas del cuerpo, que se cierran con la contracción. Los términos técnicos
usados para identificar estos músculos son ‘esfínter’ y ‘orbicular’. Ejemplos incluyen los
músculos orbiculares que rodean la boca y los ojos.
 Convergente: Un músculo convergente tiene un origen amplio, y sus fascículos convergen
hacia un único tendón de inserción. El término técnico para referirse a este tipo de
músculo en forma de abanico es ‘triangular’. Un ejemplo es el músculo pectoral mayor de
la pared anterior del tórax.
 Paralelo: Los fascículos se ubican en una disposición paralela, a lo largo del eje longitudinal
del músculo. Existen tres tipos de músculos paralelos:
o Músculos alargados, tienen forma de un cinturón fino o una cinta, como por
ejemplo el músculo sartorio.
o Músculos fusiformes, tienen forma de huso (un instrumento con forma ovoide y
extremos afilados, usado para hilar) con una porción central más ancha, y sus
extremos más finos, como el músculo bíceps braquial.
o Músculos planos, tienen forma de abanico, es decir sus fibras emergen de manera
divergente desde una base estrecha, terminando con un extremo mucho más
ancho que el otro. Ejemplo: el músculo pectoral mayor.
 Peniforme: En un patrón peniforme (que significa con forma de pluma), los fascículos son
cortos y se insertan oblicuamente a un tendón central que corre a lo largo del músculo.
Estos tienen tres formas:
o Unipeniforme, el fascículo se inserta en solo un lado del tendón, como el músculo
extensor largo de los dedos del pie.
o Bipeniforme, los fascículos se insertan dentro del tendón en lados opuestos. El
tendón es central, dándole al músculo aspecto de pluma, como el músculo recto
femoral en el muslo.
o Multipeniforme, que tiene semejanza con muchas plumas una al lado de la otra,
con todas sus puntas insertadas en un gran tendón. Como ejemplo, el músculo
deltoides, que forma la redondez del hombro.

Los músculos esqueléticos son músculos estriados y se unen directa o indirectamente a través de
los tendones a los huesos, cartílagos, ligamentos, fascia, o a alguna combinación de estas
estructuras. Algunos se unen a órganos (por ejemplo: el ojo), a la piel (como músculos de la cara),
a las membranas mucosas (músculos intrínsecos de la lengua) o forman láminas planas llamadas
aponeurosis que anclan un músculo a otro (los músculos oblicuos de la pared abdominal
anterolateral). Estos producen los movimientos del esqueleto y otras partes del cuerpo.

La mayoría de los músculos esqueléticos también son llamados voluntarios porque pueden ser
controlados de forma consciente. Sin embargo algunas de sus acciones son automáticas, Por
ejemplo el diafragma se contrae automáticamente; pero una persona lo controla voluntariamente ,
cuando hace una respiración profunda.

Musculo cardíaco.

El músculo cardíaco consta de células con un núcleo cada una (mononucleadas), mucho más
gruesas, y cortas, que se ramifican. Parte de las membranas externas de estas células realizan
entre sí interdigitaciones (ramificaciones) muy elaboradas, que se observan al examinarlas al
microscopio.
Por ser más gruesas, y presentar interdigitaciones, aumentan su área de superficie lo que es útil
para la conducción de impulso nervioso. Las células musculares están organizadas en espirales
haciendo que cada cámara del corazón se vacíe por contracción de la masa, y no por peristalsis. A
diferencia del músculo liso, las fibras del músculo cardíaco son estriadas (poseen un patrón con
líneas transversales) y están unidas entre sí, de extremo a extremo por uniones formadas por
estructuras llamadas discos intercalares.

El músculo cardíaco forma la pared muscular del corazón (miocardio), y también está presente en
las paredes de la aorta, vena pulmonar y vena cava superior (VCS).

Su inervación, como la del músculo liso, se da por el sistema nervioso autónomo (SNA). El ritmo
cardíaco es regulado intrínsecamente por un marcapasos (nodo sinoatrial) compuesto por fibras
musculares cardíacas especiales que también son influenciadas e inervadas por el SNA.

Musculo liso.

La célula (fibra) del músculo liso tiene un solo núcleo como la mayoría de las células corporales. El
músculo liso está formado por células finas en forma de huso (fusiforme) que generalmente se
encuentran paralelas entre sí. En la pared de órganos cavitados donde ocurre peristalsis
(movimiento contráctil ondulatorio destinado a movilizar contenido), estas fibras se encuentran
organizadas en forma circular y longitudinal, como en el tubo digestivo y el uréter. Los impulsos
contráctiles son transmitidos de una célula muscular a otra, en sitios especializados llamados
uniones comunicantes (gap junctions), en las cuales las membranas celulares adyacentes se
encuentran inusualmente juntas.

Los músculos lisos se encuentran en la capa intermedia (tunica media) de la pared de la mayoría de
los vasos sanguíneos, y la parte muscular de la pared del tracto digestivo. También se encuentran
en el ojo, donde controlan el grosor del lente (cristalino) y el tamaño de la pupila.

Su inervación está dada por el SNA; por lo tanto, es un músculo involuntario. Pero debido a la
presencia de las uniones comunicantes entre las células musculares lisas, muchas de estas no
reciben fibras nerviosas.

Sitios de fijación muscular: origen e inserción

Los músculos esqueléticos que producen movimiento lo hacen ejerciendo fuerza sobre los
tendones que, a su vez, traccionan de los huesos o de otra estructura (p. ej., la piel). La mayoría de
los músculos cruzan al menos una articulación y, en general, se insertan en los huesos que forman
la articulación (figura 11.1a). Cuando un músculo esquelético se contrae, arrastra uno de los
huesos articulares hacia el otro. En general, los dos huesos articulares no se mueven de la misma
manera en respuesta a la contracción. Un hueso permanece quieto o cercano a su posición
original, debido a que otro músculo lo estabiliza contrayéndose y traccionándolo en la dirección
opuesta o a que su estructura hace que tenga menos movilidad. Habitualmente, la fijación del
tendón de un músculo al hueso estacionario se denomina origen; la fijación del otro tendón del
músculo al hueso móvil se denomina inserción. Una buena analogía es el resorte de una puerta. En
este ejemplo, la parte del resorte fijada al marco es el origen; la parte fijada a la puerta representa
la inserción. Una regla empírica útil es que el origen suele ser proximal, y la inserción, distal; en
general, la inserción es traccionada hacia el origen. La porción carnosa del músculo entre los
tendones se denomina vientre (cuerpo), la porción media enrollada del resorte en nuestro
ejemplo. Las acciones de un músculo son los movimientos principales que se producen durante su
contracción. En el ejemplo del resorte, éste sería el cierre de la puerta. Ciertos músculos también
tienen capacidad de acción muscular inversa (AMI). Esto significa que, durante movimientos
específicos del cuerpo se invierten las acciones y, por consiguiente, cambian las posiciones del
origen y la inserción de un determinado músculo.

Los músculos que mueven una parte del cuerpo a menudo no cubren la zona que se mueve. En la
Figura 11.1b se muestra que, si bien una de las funciones del músculo bíceps braquial es mover el
antebrazo, el vientre del músculo descansa sobre el húmero, no sobre el antebrazo. También se
observará que los músculos que cruzan dos articulaciones, como el recto femoral y el sartorio del
muslo, llevan a cabo acciones más complejas que los músculos que cruzan sólo una articulación.

Sistema de palanca y acciones

Al producir movimientos, los huesos actúan como palancas, y las articulaciones funcionan como
puntos de apoyo de estas palancas. Una palanca es una estructura rígida que se puede mover
alrededor de un punto fijo denominado fulcro. Sobre dos puntos diferentes de una palanca, actúan
dos fuerzas diferentes: el esfuerzo o potencia (P), que causa movimiento, y la carga o resistencia
(R), que se opone al movimiento. El esfuerzo es la fuerza ejercida por la contracción muscular; por
lo general, la carga es el peso de la parte del cuerpo que es movida o alguna resistencia que esta
región del cuerpo que se mueve intenta superar (como el peso de un libro que usted podría estar
levantando). El movimiento se produce cuando el esfuerzo aplicado al hueso en la inserción supera
la carga. Considere el bíceps braquial flexionando el antebrazo en el codo mientras se levanta un
objeto. Cuando el antebrazo está elevado, el codo es el fulcro. El peso del antebrazo sumado al
peso del objeto en la mano es la carga. La fuerza de contracción del bíceps que tracciona hacia
arriba al antebrazo es el esfuerzo. La distancia relativa entre el fulcro y la carga, y el punto en el
que se aplica el esfuerzo determinan si una palanca opera con una ventaja mecánica o con una
desventaja mecánica. Por ejemplo, si la carga está más cerca del fulcro y el esfuerzo más lejos de
éste, sólo se requiere un esfuerzo relativamente pequeño para mover una carga grande en una
distancia pequeña. Esto se denomina ventaja mecánica. En cambio, si la carga está más lejos del
fulcro y el esfuerzo se aplica más cerca del éste, se requiere un esfuerzo relativamente grande para
mover una carga pequeña (pero a mayor velocidad). Esto se denomina desventaja mecánica.

Las palancas se clasifican en tres tipos, de acuerdo con la posición del fulcro, el esfuerzo y la carga:

1. En las palancas de primera clase, el fulcro (punto de apoyo) se encuentra entre la potencia
y la resistencia. Piense (PFR). Las tijeras y los balancines (subibajas) son ejemplos de
palancas de primera clase.
2. En las palancas de segunda clase, la carga se encuentra entre el flucro y el esfuerzo (Piense
PRF). Las palancas de segunda clase operan como una carretilla. Siempre ofrecen una
ventaja mecánica porque la carga está más cerca del fulcro que el esfuerzo.
3. . En las palancas de tercera clase, el esfuerzo se encuentra entre el fulcro y la carga (Figura
11.2c). (Piense FPR). Estas palancas operan como un par de pinzas y son las más comunes
en el cuerpo. Las palancas de tercera clase siempre producen una desventaja mecánica,
porque el esfuerzo está más cerca del fulcro que la carga
Efectos de la disposición de los fascículos.

Dentro de un fascículo, todas las fibras musculares son paralelas entre sí. Sin embargo, los
fascículos pueden formar uno de cinco patrones con respecto a los tendones: paralelo, fusiforme
(en forma de huso, angosto en los extremos y ancho en el medio), circular, triangular o peniforme
(en forma de pluma). La disposición fascicular afecta la fuerza y la amplitud de movimiento.
Cuando una fibra muscular se contrae, se acorta alrededor del 70% respecto de su longitud en
reposo. A menudo, la disposición fascicular representa un compromiso entre fuerza y amplitud de
movimiento. Por ejemplo, los músculos peniformes tienen gran cantidad de fascículos de fibras
cortas distribuidas sobre sus tendones, lo que les confiere mucha fuerza, pero una menor amplitud
de movimiento. Por el contrario, los músculos paralelos poseen comparativamente menos
fascículos, pero presentan fibras largas que se extienden por toda la longitud del músculo, de
modo que tienen mayor amplitud de movimiento, pero menos fuerza.

Coordinación muscular.

A menudo, los movimientos son el resultado de la acción grupal de varios músculos esqueléticos.
La mayoría de estos músculos se disponen en pares opuestos (antagónicos) en las articulaciones:
es decir, flexores-extensores, abductores-aductores, etc. Dentro de los pares opuestos, un
músculo, denominado motor primario o agonista (conductor), se contrae para producir una acción,
mientras que otro músculo, el antagonista (anti-, contra), se estira y cede a los efectos del agonista.
Por ejemplo, en el proceso de flexionar el antebrazo en el codo, el bíceps braquial es el agonista, y
el tríceps braquial es el antagonista. Generalmente, el antagonista y el agonista están localizados
en lados opuestos del hueso o de la articulación, como en el caso de este ejemplo. En un par de
músculos opuestos, las funciones del agonista y del antagonista pueden cambiar para diferentes
movimientos. Por ejemplo, al extender el antebrazo en el codo contra resistencia, el tríceps
braquial se convierte en agonista, y el bíceps braquial es el antagonista. Si un agonista y su
antagonista se contraen al mismo tiempo con igual fuerza, no habrá movimiento.

En ocasiones, un agonista cruza otras articulaciones antes de llegar a la articulación en la que


produce su acción fundamental. Por ejemplo, el bíceps braquial abarca las articulaciones del
hombro y del codo, con acción primaria sobre el antebrazo. Para impedir movimientos no
deseados de las articulaciones intermedias o, de lo contrario, para ayudar al movimiento del
agonista, músculos llamados sinergistas (sin- con; -erg, trabajo) se contraen y estabilizan las
articulaciones intermedias.

Algunos músculos de un grupo también actúan como fijadores y estabilizan el origen del agonista
para que éste pueda actuar de manera más eficiente. Los fijadores estabilizan el extremo proximal
de un miembro mientras se producen movimientos en el extremo distal.

En diferentes condiciones −es decir, para distintos movimientos− y en diferentes momentos,


muchos músculos pueden actuar como agonistas, antagonistas, sinergistas o fijadores. En los
miembros, un compartimiento es un grupo de músculos esqueléticos, sus vasos sanguíneos y
nervios asociados; todos cumplen una función común. Por ejemplo, en los miembros superiores,
los músculos del compartimiento flexor son anteriores; y los del compartimiento extensor,
posteriores.

Características utilizadas para dar nombre a los músculos.


Principales músculos esqueléticos superficiales.

Músculos y sus movimientos.

Músculos de la cabeza que producen las expresiones faciales.


Los músculos de la expresión facial (mímica), que permiten expresar una amplia variedad de
emociones, se localizan dentro de la capa subcutánea (Figura 11.4). Se originan en la fascia o los
huesos del cráneo y se insertan en la piel. Debido a sus inserciones, los músculos de la expresión
facial mueven la piel –en lugar de mover una articulación– cuando se contraen.

Entre los músculos notables de este grupo se encuentran los que rodean los orificios (aberturas) de
la cabeza, como los ojos, la nariz y la boca. Estos músculos funcionan como esfínteres –que cierran
los orificios– y dilatadores –que dilatan o abren los orificios–

el músculo occipitofrontal es un músculo atípico, porque está compuesto por dos partes: una,
anterior, denominada vientre frontal (frontalis), que se localiza sobre el hueso frontal, y una
posterior denominada vientre occipital (occipitalis), que se localiza sobre el hueso occipital. Una
aponeurosis (tendón tipo lámina) resistente, la aponeurosis epicraneal o galea aponeurótica, que
cubre las superficies superior y lateral del cráneo, mantiene unidas las dos porciones musculares.
El músculo buccinador forma las porciones musculares principales de la mejilla. El conducto de la
glándula parótida (una glándula salival) atraviesa el músculo buccinador para llegar a la cavidad
bucal. Este músculo se denomina así porque comprime las mejillas al soplar: por ejemplo, cuando
un músico toca un instrumento de viento, como la trompeta. Funciona al silbar, soplar y succionar,
e interviene en la masticación.
Músculos de la cabeza que mueven los globos oculares y los párpados superiores.

Los músculos que mueven los globos oculares se denominan músculos extrínsecos del globo ocular
porque se originan fuera de los globos oculares (en la órbita) y se insertan en la superficie externa
de la esclerótica (“blanco del ojo”)

Tres pares de músculos extrínsecos del ojo controlan el movimiento de los globos oculares: 1)
rectos superior e inferior, 2) rectos lateral y medial y 3) oblicuos superior e inferior. Los cuatro
músculos rectos (superior, inferior, lateral y medial) se originan en un anillo tendinoso de la órbita
y se insertan en la esclerótica. Como lo indica su nombre, los rectos superior e inferior mueven los
globos oculares en sentido superior e inferior; los rectos lateral y medial, en sentido lateral y
medial, respectivamente.

A diferencia de los músculos rectos y oblicuos, el elevador del párpado superior no mueve los
globos oculares, porque su tendón supera el globo ocular y se inserta en el párpado superior. Su
función es elevar los párpados superiores; es decir, abrir los ojos. Por lo tanto, es un antagonista
del orbicular de los ojos, que los cierra.
Músculos que mueven la mandíbula e intervienen en la masticación y el habla.

Los músculos que mueven la mandíbula (maxilar inferior) en la articulación temporomandibular


(ATM) se conocen como músculos de la masticación (Figura 11.6). De los cuatro pares de músculos
involucrados en la masticación, tres cierran con fuerza la mandíbula y son responsables de la
fuerza de la mordida: masetero, temporal y pterigoideo medial. De ellos, el masetero es el músculo
de la masticación más potente. Los músculos pterigoideos medial y lateral colaboran con la
masticación desplazando la mandíbula de un lado al otro para ayudar a triturar los alimentos.
Además, los músculos pterigoideos laterales permiten la protrusión de la mandíbula.

Músculos que mueven la lengua e intervienen en la masticación y el habla.

La lengua es una estructura muy móvil que es vital para las funciones digestivas, como la
masticación, detección del sabor y deglución. También es importante en el habla. La movilidad de
la lengua se ve muy favorecida por su inserción en la mandíbula, la apófisis estiloides del hueso
temporal y el hueso hioides.
Los músculos de la lengua son de dos tipos: extrínsecos e intrínsecos. Los músculos extrínsecos de
la lengua se originan fuera de la lengua y se insertan en ella (Figura 11.7). Mueven toda la lengua
en distintas direcciones: anterior, posterior y lateral. Los músculos intrínsecos de la lengua se
originan y se insertan en ella. Estos músculos modifican la forma de la lengua, no la mueven en su
totalidad. Los músculos linguales extrínsecos e intrínsecos se insertan en ambas mitades laterales
de la lengua.

Músculos de la región anterior del cuello que intervienen en la deglución y el habla.

Dos grupos de músculos se asocian con la cara anterior del cuello: 1) los músculos suprahioideos,
denominados así porque se localizan por encima del hueso hioides, y 2) los músculos infrahioideos,
denominados así por su posición inferior al hueso hioides (Figura 11.8). Ambos grupos de músculos
estabilizan el hueso hioides, lo que permite que sirva de base firme para el movimiento de la
lengua.

El músculo estilohioideo eleva y lleva hacia atrás al hueso hioides, lo que elonga el piso de la
cavidad bucal durante la deglución. El músculo milohioideo eleva el hueso hioides y ayuda a
comprimir la lengua contra el techo de la cavidad bucal durante la deglución para movilizar los
alimentos desde la boca hacia la garganta. El músculo genihioideo (véase la Figura 11.7) eleva y
lleva hacia adelante el hueso hioides para acortar el piso de la cavidad bucal y ensanchar las fauces
para recibir el alimento que se está deglutiendo. También deprime la mandíbula.
Músculos del cuello que mueven la cabeza.
La cabeza se une a la columna vertebral en la articulación atlantooccipital, formada por el atlas y el
hueso occipital. El equilibrio y el movimiento de la cabeza sobre la columna vertebral involucran la
acción de varios músculos cervicales.

Músculos del abdomen que mueven la columna vertebral.

La pared abdominal anterior está formada por piel, fascia y cuatro pares de músculos: oblicuo
externo del abdomen, oblicuo interno del abdomen, transverso del abdomen y recto del abdomen
(Figura 11.10). Los primeros tres músculos están dispuestos desde lo superficial hacia lo profundo.

El oblicuo externo del abdomen es el músculo superficial. Sus fascículos se extienden en sentido
inferomedial. El oblicuo interno del abdomen es el músculo plano intermedio. Sus fascículos se
extienden en ángulos rectos respecto de los del oblicuo externo. El transverso del abdomen es el
músculo profundo, y la mayoría de sus fascículos transcurren transversalmente alrededor de la
pared abdominal.
Músculos del suelo de la pelvis que funcionan como esfínteres.

Los músculos del suelo de la pelvis son el elevador del ano y el isquiocoxígeo. Junto con la fascia
que que cubre las superficies interna y externa, estos músculos se denominan diafragma pélvico,
que se extienden desde el pubis, en el plano anterior; al cóccix, en el plano posterior y de una
pared lateral de la pelvis a la otra.

Sostiene las vísceras pélvicas y resiste la compresión inferior que acompaña los aumentos de
presión intraabdominal durante acciones como espiración forzada, tos, vómito, micción y
defecación. Asimismo, el músculo funciona como un esfínter en la unión anorrectal, la uretra y la
vagina. Además de ayudar al elevador del ano, el isquiocoxígeo tracciona el coxis en sentido
anterior, luego de haber sido empujado hacia atrás durante la defecación o el parto.
Músculos del periné.

El periné es la región del tronco inferior al diafragma pélvico. Es una zona romboidal que se
extiende desde la sínfisis del pubis, por delante, hasta el coxis, por detrás; y hasta las
tuberosidades isquiáticas, lateralmente. En las Figuras 11.12 y 11.13, se pueden comparar el periné
femenino y el masculino, respectivamente. Una línea transversal trazada entre las tuberosidades
isquiáticas divide el periné en un triángulo urogenital anterior, que contiene los genitales externos;
y un triángulo anal posterior, que contiene el ano.

Los músculos del periné están dispuestos en dos planos: superficial y profundo. Los músculos del
plano superficial son los siguientes: músculos transverso superficial del periné, bulboesponjoso e
isquiocavernoso (Figuras 11.12 y 11.13). Los músculos profundos del periné masculino son: el
músculo transverso profundo del periné y el esfínter externo de la uretra (Figura 11.13). Los
músculos profundos del periné femenino son: el compresor de la uretra, el esfínter uretrovaginal y
el esfínter externo de la uretra (véase la Figura 11.12). Los músculos profundos del periné
colaboran en la micción y en la eyaculación, en los hombres; y en la micción y en la compresión de
la vagina, en las mujeres. El esfínter externo del ano se adhiere estrechamente a la piel alrededor
del margen anal y mantiene cerrados el canal anal y el ano, excepto durante la defecación.

Músculos del tórax y del hombro que mueven el húmero.


De los nueve músculos que cruzan la articulación del hombro, todos –excepto el pectoral mayor y
el dorsal ancho– se originan en la escápula. Por lo tanto, el pectoral mayor y el dorsal ancho se
denominan músculos axiales porque se originan en el esqueleto axial.

Músculos del brazo que mueven el radio y el cúbito.


La mayoría de los músculos que mueven el radio y el cúbito (huesos del antebrazo) producen
flexión y extensión del codo, que es una articulación troclear. Los músculos bíceps braquial,
braquial y braquiorradial son los músculos flexores. Los músculos extensores son el tríceps radial y
el ancóneo
Músculos de la palma que mueven los dedos.

Los músculos intrínsecos de la mano se dividen en tres grupos: 1) tenares, 2) hipotenares e 3)


intermedios. Los músculos tenares son: el abductor corto del pulgar, el oponente del pulgar y el
flexor corto del pulgar. El abductor corto del pulgar es un músculo superficial delgado, corto,
relativamente ancho, localizado en el borde lateral de la eminencia tenar. El flexor corto del pulgar
es un músculo corto, ancho, dispuesto en sentido medial al abductor corto del pulgar. El oponente
del pulgar es un músculo pequeño, triangular, localizado por debajo de los músculos flexor corto
del pulgar y abductor corto del pulgar.

Los tres músculos hipotenares actúan sobre el meñique y forman la eminencia hipotenar, el
contorno medial redondeado de la palma. Los músculos hipotenares son: el abductor del meñique,
el flexor corto del meñique y el oponente del meñique. El abductor del meñique es un músculo
hipotenar.
Músculos del cuello y la espalda que mueven la columna vertebral.

Los músculos esplenios, similares a un vendaje, están fijados a los lados y en la zona posterior del
cuello. Los dos músculos de este grupo se denominan sobre la base de sus inserciones (fijaciones
superiores): esplenio de la cabeza (región cefálica) y esplenio del cuello (región cervical). Extienden
la cabeza y flexionan lateralmente y rotan la cabeza. El erector de la columna es la masa muscular
más grande de la espalda; forma una protrusión prominente a uno y otro lado de la columna
vertebral; y es su principal extensor.

El grupo iliocostal está compuesto por tres músculos: iliocostal cervical (región cervical), iliocostal
torácico (región torácica) e iliocostal lumbar (región lumbar).

os transversoespinosos se denominan así porque sus fibras transcurren de las apófisis transversas
a las apófisis espinosas de las vértebras. Los músculos espinosos de este grupo también se
nombran según la región del cuerpo a la que están asociados: semiespinoso de la cabeza (región
cefálica), semiespinoso del cuello (región cervical) y semiespinoso torácico (región torácica). Estos
músculos extienden la columna vertebral y rotan la cabeza.
Músculos del muslo que mueven, el fémur, la tibia y el peroné.

La fascia profunda separa los músculos que actúan sobre el fémur (hueso del muslo) y la tibia y el
peroné (huesos de la pierna) en compartimientos anterior, medio y posterior (Figura 11.21). La
mayoría de los músculos del compartimiento medial (aductor) del muslo tienen una orientación
similar y aducen el fémur en la articulación de la cadera.

Los músculos del compartimiento anterior (extensor) del muslo extienden la pierna (y flexionan el
muslo). Este compartimiento contiene los músculos cuádriceps femoral y sartorio. El músculo
cuádriceps femoral es el más grande del cuerpo y cubre la mayor parte de las superficies anterior y
laterales del muslo. En realidad, es un músculo compuesto, considerado habitualmente como
cuatro músculos independientes: 1) recto femoral, en la cara anterior del muslo; 2) vasto lateral,
en la cara lateral del muslo; 3) vasto medial, en la cara interna del muslo y 4) vasto intermedio,
localizado por debajo del recto femoral entre el vasto lateral y el vasto medial.

Los músculos del compartimiento posterior (flexor) del muslo flexionan la pierna (y extienden el
muslo). Este compartimiento está compuesto por tres músculos denominados, en conjunto,
músculos de la corva: 1) bíceps femoral, 2) semitendinoso y 3) semimembranoso.
Músculos de la pierna que mueven el pie y los dedos.

Los músculos que mueven el pie y los dedos de los pies se localizan en la pierna (Figura 11.22). Los
músculos de la pierna, al igual que los del muslo, están divididos por la fascia profunda en tres
compartimientos: anterior, lateral y posterior. El compartimiento anterior de la pierna contiene
músculos que dorsiflexionan el pie. En una situación análoga a la de la muñeca, los tendones de los
músculos del compartimiento anterior están sujetos firmemente al tobillo por engrosamientos de
la fascia profunda denominados retináculo superior de los músculos extensores (ligamento
transverso del tobillo) y retináculo inferior de los músculos extensores (ligamento cruzado del
tobillo).

El compartimiento posterior de la pierna está compuesto por músculos de grupos superficial y


profundo. Los músculos superficiales comparten un tendón de inserción común: el tendón
calcáneo (de Aquiles), el más resistente del cuerpo. Se inserta en el hueso calcáneo del tobillo
Homeostasis.

 Para todos los aparatos o sistemas del cuerpo: El sistema muscular y los tejidos musculares
producen movimientos del cuerpo, estabilizan sus posiciones, movilizan sustancias en el
organismo y generan calor que ayuda a mantener la temperatura corporal normal.
 Sistema tegumentario: La tracción de los músculos esqueléticos de las inserciones en la
piel de la cara produce expresiones faciales; el ejercicio muscular aumenta el flujo
sanguíneo cutáneo.
 Sistema esquelético: El músculo esquelético produce movimientos de las distintas zonas
del cuerpo, al traccionar de las inserciones óseas; el músculo esquelético confiere
estabilidad a huesos y articulaciones.
 Sistema nervioso: Los músculos liso, cardíaco y esquelético ejecutan las órdenes del
sistema nervioso; el temblor –contracción involuntaria de los músculos esqueléticos
regulada por el encéfalo– genera calor para elevar la temperatura corporal.
 Sistema endócrino: La actividad regular de los músculos esqueléticos (ejercicio) mejora los
mecanismos de acción y señalización de algunas hormonas, por ejemplo, la insulina; los
músculos protegen algunas glándulas endócrinas.
 Aparato cardiovascular: El músculo cardíaco impulsa la acción de bomba del corazón; la
contracción y relajación del músculo liso de las paredes de los vasos sanguíneos ayuda a
ajustar el volumen de sangre que circula a través de los distintos tejidos corporales; la
contracción de los músculos esqueléticos de las piernas ayudan al retorno de la sangre al
corazón; el ejercicio regular causa hipertrofia cardíaca (agrandamiento) y aumenta la
eficiencia de bomba del corazón; el corazón puede utilizar el ácido láctico producido por
los músculos esqueléticos activos para la producción de ATP.
 Sistema linfático e inmunitario: Los músculos esqueléticos protegen algunos ganglios y
vasos linfáticos, donde promueven el flujo de linfa
 Aparato respiratorio: Los músculos esqueléticos involucrados en la respiración hacen que
el aire fluya hacia el interior de los pulmones y salga de éstos; las fibras de músculo liso
ajustan el calibre de las vías aéreas; las vibraciones de los músculos esqueléticos de la
laringe controlan el flujo de aire a través de las cuerdas vocales, lo que regula la
producción de la voz; la tos y el estornudo, secundarios a contracciones de músculos
esqueléticos, ayudan a despejar las vías aéreas.
 Aparato digestivo: Los músculos esqueléticos protegen y sostienen órganos de la cavidad
abdominal; la contracción y relajación alternantes de los músculos esqueléticos impulsan
la masticación e inician la deglución; los esfínteres de músculo liso controlan el volumen de
los órganos del tubo digestivo; los músculos lisos de las paredes del tubo digestivo mezclan
y movilizan su contenido por el tubo.
 Aparato urinario: Los esfínteres de músculo esquelético y liso, y el músculo liso de la pared
de la vejiga controlan si se almacena orina en la vejiga o se la expulsa (micción).
 Aparato reproductores: Las contracciones de músculo esquelético y liso eyectan semen en
el hombre; las contracciones de músculo liso propulsan el ovocito a lo largo de la trompa
uterina, ayudan a regular el flujo de sangre menstrual del útero y expulsan al bebé del
útero durante el parto; durante el coito, las contracciones de músculo esquelético se
asocian con el orgasmo y sensaciones placenteras en ambos sexos.

Enfermedades del sistema muscular.

Los músculos pueden ser aquejados por dolencias de distinto tipo, tales como:

 Desgarros. Rupturas parciales del tejido muscular que, si bien pueden repararse solas con
el tiempo, por lo general disminuyen la capacidad motriz y resultan sumamente dolorosas.
 Calambres. Contracciones dolorosas e involuntarias de un músculo puntual, debido a fatiga
extrema o a desbalances en la química muscular.
 La dermatomiositis y polimiositis causan inflamación de los músculos. Ambos son
desórdenes raros que solo afectan a cerca de 100,000 personas al año. Se presenta más en
mujeres que en hombres, y aunque la edad máxima de aparición es alrededor de los 50
años, estos trastornos pueden ocurrir a cualquier edad. Estas enfermedades están
caracterizadas por debilidad muscular que generalmente empeora de manera progresiva
durante varios meses, aunque en algunos casos los síntomas aparecen súbitamente. Los
músculos afectados están cerca al tronco (no afecta músculos de las manos ni los pies),
involucrando por ejemplo las caderas, hombros o músculos del cuello, de manera
simétrica. En algunos casos, los músculos pueden presentarse doloridos o sensibles. En
otros, afecta a los músculos de la faringe (garganta) o del esófago (el tubo que comunica la
garganta con el estómago), causando problemas para deglutir, como consecuencia los
alimentos se desvían del esófago a los pulmones, y pueden provocar neumonías graves.
 Distrofia muscular: La distrofia muscular es un grupo de enfermedades musculares
hereditarias que debilitan el sistema musculoesquelético y obstaculizan la locomoción. Se
caracterizan por debilidad muscular esquelética progresiva, defectos en proteínas
musculares y la muerte de las células (fibras) musculares y tejidos asociados. El prefijo,
dis-, significa anormal, mientras que la raíz -trofia, se refiere a mantener una nutrición,
estructura y función normales. La forma más común de esta enfermedad en niños es
llamada distrofia muscular de Duchenne que afecta solo al sexo masculino. Normalmente
aparece entre los 2 a 6 años de edad y los afectados viven comúnmente hasta los 15 a 20
años.
 Atrofia muscular: La atrofia muscular consiste en la pérdida de masa muscular que conlleva
pérdida de fuerza del músculo involucrado. La mayoría de las atrofias musculares en la
población general resultan de un 'desuso' de los músculos. Personas con trabajos
sedentarios y ancianos con disminución de la actividad física pueden perder el tono y el
desarrollo muscular, desarrollando atrofia significativa. Este tipo de atrofia muscular es
reversible con ejercicio vigoroso. Las personas postradas pueden desarrollar atrofia
muscular significativa. Los astronautas, que se encuentran fuera de la tierra sin fuerza
gravitacional, pueden sufrir disminución del tono muscular y perder el calcio de sus huesos
después de unos pocos días sin gravedad. La atrofia muscular que resulta de
enfermedades más que por desuso es generalmente una de dos tipos, la que resulta del
daño de los nervios que suplen los músculos y la enfermedad del músculo propiamente
dicha.

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