Hoeller, S. - Articulos I
Hoeller, S. - Articulos I
Hoeller, S. - Articulos I
Hoeller Artículos
Stephan A. Hoeller
ARTÍCULOS
Traducción: ‡ S. Thelarbus
INDICE
01. Índice … … … … … … … … 03
02. El Factor Génesis … … … … … … 04
03. El Misterio de la Iniquidad … … … … 14
04. Diosas sí, Diosa no … … … … … 22
05. Los Sabios de Oriente … … … … … 30
06. Los Textos Gnósticos y la Ecclesia Gnostica … 40
07. Obispos Errantes … … … … … … 48
08. La Gnosis de la Eucaristía … … … … 60
09. C.G. Jung y la Renovación Alquímica … … 69
10. En el Sendero del Dios Alado … … … 81
11. Valentinus, un Gnóstico para todas las épocas … 94
12. La Teosofía como experiencia … … … 102
EL FACTOR GÉNESIS
Stephan A. Hoeller
preguntas tales como ¿Cuál es el objetivo de los seres humanos sobre la tierra?
¿Cómo nos diferenciamos unos de otros y de los animales? ¿Por qué sufrimos?
¿Por qué morimos?
Robert Alter, uno de los traductores más recientes del Génesis, dijo: "Moyers ha
dado con una idea cuyo tiempo ha llegado. En este momento de confusión,
posterior a la guerra fría, deseamos saber hacia dónde vamos como civilización,
con todo tipo de oscuros fermentos religiosos, es necesario hacer inventario. De
hecho, hay que volver al libro que inició este desarrollo".
William Blake, el poeta Gnóstico de principios del siglo XIX, escribió de las
diferencias entre su visión y la opinión establecida del santo mandamiento:
"Ambos leemos la Biblia tanto de día como de noche; pero usted lee negro
donde yo leo blanco". Las mismas palabras podrían haber sido pronunciadas
por un Gnóstico Cristiano o por sus opositores ortodoxos sobre los siglos III o
IV A.D.
... tu eres la puerta del diablo... tu eres la que persuadió a quien el diablo no osó
atacar.... ¿No sabéis que cada una de vosotras es cada Eva? La Sentencia de
Dios sobre tu sexo continúa viviendo en esta era; la culpa, necesariamente,
también continúa viviendo.
Sophia envió a Zoe, su hija, a la que llaman "Eva", como una instructora para
pudiera levantar a Adán (ponerlo en pie), ya que este carecía de alma espiritual,
de modo que los que iban a ser engendrados por él fuesen también recipientes de
la luz. Cuando Eva vio a su compañero, que se parecía tanto a ella, tirado por
los suelos, se compadeció de él, y exclamó: "¡Adán, vive! ¡Levántate de la
tierra!". Inmediatamente sus palabras produjeron resultado y, efectivamente,
Adán se levantó y enseguida abrió sus ojos. Cuando la vio, dijo: "Tú serás
llamada madre de los vivientes, pues tú me has dado la vida".
El teólogo Occidental Paul Tillich interpretó esta escritura como hicieron los
Gnósticos, declarando que "la Caída" era un símbolo para la situación humana,
no una historia de un acontecimiento que pasó "una vez". Tillich dijo que la
Caída representaba "una caída del estado de la inocencia que sueña" en
términos psicológicos, un despertar de la potencialidad a la actualidad. La
opinión de Tillich consistía en que esta "caída" era necesaria para el desarrollo
del género humano.
LA SERPIENTE DE LA SABIDURÍA
El pecado de Eva, tal y como la ortodoxia nos dice, era que escuchó a la
serpiente, que la persuadió de que la fruta del árbol haría, tanto a ella como a
Adán, sabios, sin ningún efecto secundario posterior. Esto es por lo que Eva
sedujo a la rectitud de Adán, poco dispuesto a unirse a ella en este acto de
desobediencia, y así juntos causaron la caída de la humanidad.
críticas sobre el creador: "¿Qué clase de Dios es éste?". Entonces surgen algunas
respuestas a la pregunta retórica. El motivo del creador para castigar a Adán
era la envidia, ya que, el creador, envidiaba a Adán, porque comiendo la fruta
adquiriría el conocimiento (Gnosis). Nada de lo que hizo el creador parecía lo
bastante omnisciente, sobre todo cuando le preguntó de Adán: "¿Dónde
estáis?". El creador se ha mostrado repetidamente como un "falso envidioso",
Dios celoso que inflige crueles castigos a los que transgreden sus caprichosas
órdenes y mandamientos. Los comentarios del tratado añaden: "Pero estas son
las cosas que él dijo (e hizo) a los que creen en él y le sirven". La implicación
clara que se presenta es que con un Dios como este, uno no necesita enemigos.
Otro tratado, La Hipóstasis de los Arcontes, nos informa que no sólo era Eva la
emisaria de la divina Sophia, sino que la serpiente, de modo similar, fue
inspirada por la misma sabiduría divina. Sophia místicamente entró en la
serpiente, que así adquirió el título de instructor. El instructor entonces enseñó
a Adán y a Eva sobre su fuente, informándoles de que ellos eran de un origen
santo y alto, y no meros esclavos de la deidad creadora.
A todo esto, uno puede preguntar ¿qué motivó a los intérpretes Gnósticos del
Génesis a hacer estas insólitas declaraciones? ¿Fueron motivados puramente
por la amarga crítica dirigida contra el Dios de Israel, como los Padres de la
Iglesia nos harían creer? Muchos eruditos contemporáneos no piensan así. Estos
eruditos contemporáneos sugieren que la imagen desfavorable del creador
contrastara con la favorable de Adán, Eva, y hasta de la serpiente, alude a una
cuestión importante no con frecuencia aprobada.
Los Gnósticos comparten con los hindúes, y con ciertos místicos cristianos, la
noción de que la esencia divina está profundamente presente dentro de la
naturaleza humana, además de estar presente fuera de ella. En cierta época, la
gente era parte de lo divino, aunque más tarde, en su condición de
manifestación, tendieran cada vez más a proyectar la divinidad en seres
externos a ellos. La enajenación de Dios trae un aumento de la adoración de
deidades totalmente externas al ser humano. El Evangelio de Felipe, otra
escritura de Nag Hammadi, lo expresa bien:
En el principio Dios creó a los seres humanos. Ahora, sin embargo, el ser
humano crea a Dios. Tal es el camino de esta humanidad mundial, inventando
a dioses y adorando a sus creaciones. Sería mejor para tales dioses adorar a la
gente.
Este Dios verdadero que estaba por encima, era el verdadero padre de la
humanidad y, además, había una verdadera madre también, Sophia, la
emanación del Dios verdadero. En algún lugar durante el curso del muy largo
proceso de manifestación pre-creational, Sophia equivocadamente dio vida a un
ser espiritual, cuya sabiduría fue enormemente excedida por su tamaño y
poder. Este ser, cuyos nombres verdaderos son Yaldabaoth (el niño del caos),
Samael (dios ciego), y también Saclas (tonto), posteriormente continuó creando
un mundo, y tarde o temprano también un ser humano llamado Adán. Ni el
mundo ni el hombre así creados eran muy útiles como creación, entonces
Sophia y otros altos agentes espirituales contribuyeron con su luz y poder sobre
ellos. El creador así vino para merecer el nombre de "demiurgo" (medio
fabricante), un término griego empleado en un sentido ligeramente diferente
por los filósofos, incluyendo a Platón.
Hoy, casi cualquiera podría declarar que Adán y Eva tuvieron dos hijos, Caín y
Abel. El tercer hijo es más difícil de llamar; él es Seth. Dios les proporcionó al
tercer hijo para reemplazar al asesinado Abel, según el Génesis. Fue
engendrado más bien tarde en la vida por Adán, ya que Adán, como se dice,
tenía entonces 130 años. el historiador Josephus escribió que Seth era un gran
hombre y que sus descendientes eran los descubridores de muchas artes
misteriosas, incluyendo la astrología. Así pues, los descendientes de Seth
inscribieron los registros de sus descubrimientos ocultos, según Josephus, sobre
dos pilares, uno de ladrillo y otro de piedra, de modo que pudieran ser
conservados en tiempos de futuros desastres.
La revelación dada por Adán a su hijo Seth el año setecientos. Y él dijo: "Set,
hijo mío, escucha mis palabras. Cuando Dios me creó de la tierra, junto con
Eva tu madre, yo andaba con ella en la gloria que ella había visto en el eón del
que procedíamos. Ella me enseñó la palabra de la Gnosis del Dios eterno. Y
éramos semejantes a los grandes ángeles eternos, ya que éramos superiores al
Dios que nos creó".
Mucho más tarde habría una nueva era con la salida del hombre de luz
("Phoster"), quien enseñaría la Gnosis a todos. El Apocalipsis de Adán concluye
con este pasaje:
Estos nombres, que son obviamente versiones del nombre de Jesús (son
encontrados también en otras escrituras), identifican la culminación de la
tradición Gnóstica en la figura de Jesús. "La Raza de Seth" es así una metáfora
bíblica para aquellos que siguen esta tradición. En el libro Gnóstico Pistis
Sophia, Jesús se identifica como viniendo de la "Gran Raza de Seth".
En tercer lugar, allí queda patente el aterrador problema del carácter del Dios
del Génesis. Estando de acuerdo con Karen Armstrong, encontramos a Jack
Miles, que en su provocativo libro "Dios: Una Biografía", escribe: "Mucho de lo
que la Biblia dice sobre él raras veces es predicado desde el púlpito, ya que,
examinado muy de cerca, esto se convertiría en un escándalo". Tal vez
tengamos que echar una segunda mirada a la proposición de los Gnósticos de
que el creador mencionado en el Génesis no es el Dios verdadero y último. El
actual potencial desfavorable en el Libro del Génesis no pasó desapercibido en
todas partes de la historia. Rabí Johanan Ben Zakkai, un prominente maestro
religioso de los años 70 A.D., advirtió que no se debería enseñar la historia de la
creación del Génesis a más de dos personas. San Jerónimo, que tradujo la Biblia
al latín, escribió que muchas de las narraciones del Antiguo Testamento eran
"groseras y repelentes". Sin duda son las del Génesis.
EL MISTERIO DE LA INIQUIDAD
Stephan A. Hoeller
Dios es omnipotente.
Fácilmente, este análisis podría haber sido expuesto por un Gnóstico del tercer
o cuarto siglo de la Era Cristiana o, en realidad, por un Gnóstico
contemporáneo, como el presente escritor. No son los Gnósticos los únicos que
reconocieron este único monoteístico predicamento. La suprema lumbrera
medieval de la teología Católica, Santo Tomás de Aquino, admitió en su
Summa Theologica que la existencia de mal es el mejor argumento contra la
existencia de Dios. Si el concepto de Dios monoteístico debe ser aceptado,
entonces la cuestión del mal no tiene ninguna explicación viable. A la inversa, si
el mal existe, entonces el Dios monoteísta, como es representado por las
tradiciones religiosas establecidas, no puede existir.
Una opinión sofisticada, pero muy impersonal del mal y sus orígenes, puede ser
encontrada en las grandes religiones que provinieron de India. La mayor parte
de estas señalan que el mal es la parte del estado ignorante de la existencia, y
que la causa del mal es la ignorancia (avidya). Si se logra un conocimiento
transformado o culto y así se sobrepasan todas las dualidades, se es liberado del
karma y de todas las otras condiciones en las cuales el mal desempeña un
papel. Si tal liberación, inevitablemente conduce al cese de encarnar en la
existencia, no es muy claro, pero está claro que la vida como uno la conoce cesa,
y con ello el mal cesa también.
LA VISIÓN GNÓSTICA
Pablo, toda la creación gime y padece el dolor. Aún así, los Gnósticos no han
sido inclinados a atribuir tales desgracias al pecado de la primera pareja
humana. Razonaron que esto tiene mucho más sentido que decir que el mundo
está caído, porque en su origen fue hecho de una manera tristemente
imperfecta. Por ponerlo en términos ligeramente abstractos, el mal es parte de
lo que está constituido el mundo en el que vivimos; y es parte y parcela de la
realidad existencial de la vida terrenal. Si de verdad hay un creador de esta
realidad, entonces es, sin duda este creador, el responsable del mal en él. Así
pues, para las religiones monoteístas, este creador es Dios, y la posición de los
Gnósticos parece blasfema a los creyentes convencionales, siendo a menudo
vista aún con consternación por los que se consideran incrédulos.
La posición Gnóstica debería tener que ser considerada a la luz de las raíces
históricas de la tradición. Según los eruditos más contemporáneos, el
Gnosticismo se originó en la matriz judía religiosa (probablemente en sus
manifestaciones heterodoxas), para posteriormente aliarse con la herejía judía
que fue el cristianismo.
Así los Gnósticos fueron enfrentados con la imagen del Dios monoteísta del
Antiguo testamento y sus adaptaciones en el Nuevo Testamento. Afrontaron a
este Dios que era a menudo caprichoso, colérico, vengativo, e injusto. Era fácil
para ellos el concluir que este Dios imperfecto podría haber creado también un
mundo imperfecto hecho a su propia imagen. La más importante de las
preguntas que los Gnósticos formularon fue: ¿este imperfecto creador es
realmente el Dios último, verdadero, y bueno? ¿O es una deidad menor, que es
ignorante de un poder mayor más allá de él, o un impostor consciente
arrogándose la posición de la deidad universal?
Los Gnósticos contestaron a estas preguntas indicando que este creador no es,
obviamente, el Dios verdadero y último, sino más bien un demiurgo
("artesano"), una deidad intermedia, secundaria. Este Demiurgo, a quien ellos
compararon con la deidad del Antiguo testamento, era el autor del mal y de la
imperfección en el mundo.
DUALISMO CALIFICADO
Como señalamos anteriormente, una forma de explicar la existencia del mal era
el dualismo radical, del cual la Fe Zoroastriana es un posible ejemplo. La
posición Gnóstica, en contraste, no es de una naturaleza radicalmente dual; sin
embargo, puede ser llamada “dualismo calificado.” De forma simplificada se
puede definir esta posición como que declara que el bien y el mal se hallan
mezclados en el mundo manifestado; así el mundo no es completamente malo,
pero no es del todo bueno tampoco. Supuesto que el mal en el mundo no nos
ciegue a la presencia del bien, ni el bien nos ciegue a la realidad del mal.
Aquí podemos hacer uso del acercamiento más favorecido por los Gnósticos
mismos, el mitológico. (El poder de este método ha sido redescubierto por
algunas figuras contemporáneas tales como C. G. Jung y Joseph Campbell).
Los mitos que narran la mezcla del bien y el mal en la creación anteceden a los
Gnósticos. Una de estas historias es el mito Griego de Dionisio. Cuando este
dios fue despedazado por los Titanes, Zeus vino en su ayuda y los fulminó con
un rayo. Los cuerpos tanto de los Titanes como de Dionisio fueron reducidos a
Los Gnósticos poseen su propio mito acerca de los orígenes del bien y el mal.
Comienzan hablando de una Plenitud (Pleroma) ilimitada y bienaventurada
que habita más allá de toda existencia manifestada. El Pleroma es la morada del
Dios primordial y verdadero (Alethes Theos) y constituye Su naturaleza
esencial.
CONCLUSIONES CONTEMPORÁNEAS
Suceden cosas terribles, como afirma el ensayo del Time. El mundo está lleno de
maldad, de horror grotesco y sufrimiento universal. Humanos perversos,
Por otra parte muchas cosas terribles suceden que de ninguna manera están
sujetas a la humana voluntad. Mientras que las perversidades de la condición
humana son responsables de algunos de los sufrimientos de este mundo,
mucho no es culpa nuestra. Frecuentemente, sin embargo, creemos que es así.
No obstante, sea ocasionado por el mito de Adán y Eva o por la propaganda de
alguna gente tendenciosa hoy quienes hacen de los humanos los únicos villanos
en la vecindad, la cultivación de la culpa en la mente humana no es el remedio
para el mal. Al contrario, la culpabilidad usualmente engendra más desdicha a
la corta o a la larga. Dejemos a un lado esta autoflagelación y tratemos de
mitigar los males sobre los cuales tenemos algún control mientras recordamos
que está más allá de nuestro poder erradicar la desdicha por completo.
Al igual que el mundo, los humanos son una mezcla del bien y el mal. De la
misma manera que no podemos exorcizar el mal de la fábrica de la creación,
igualmente no podemos deshacernos completamente de él en nosotros mismos.
Si los esquemas y técnicas humanas fueran capaces de eliminar el mal de la
naturaleza humana, habrían conseguido hacerlo desde hace mucho tiempo.
hemos sido precipitados; hacia dónde nos arrojamos, de qué somos redimidos;
qué es el nacimiento y qué el renacimiento”.
Muchos han notado las similitudes entre estas enseñanzas Gnósticas y las del
Hinduismo y el Budismo. En todas estas tradiciones, la percepción del origen y
la naturaleza del mundo manifestado es vista como el liberarnos de éste y sus
males, reuniendo nuestros espíritus con la realidad trascendental. A diferencia
de las grandes religiones Orientales, el Gnosticismo, sin embargo, identifica
específicamente la raíz de todo mal como la creación defectuosa realizada por
agentes espirituales de limitada sabiduría y bondad.
DIOSAS SÍ
¡DIOSA NO!
Lo femenino y el multi-centrado
en la imagen de Dios
Stephan A. Hoeller
como masculina, sino al hecho de que pensamos en ella como una sola. Tal vez
el monoteísmo ha producido la otra "M" enumerada por Durrell.
LA MUERTE DE DIOS
psique), sino que también declaró que no podía encontrar ningún equivalente
psíquico del Dios monoteísta:
La imagen de Dios (Imago Dei), que está tan estrechamente relacionada con la
construcción del Self de Jung, no es pues, un punto definido en la psique. En su
lugar, se asemeja a un ideal de integridad, que no debe ser confundido con el
equivalente psíquico de un Dios monoteísta. Los Arquetipos, en cambio, se
comportan de forma muy parecida a dioses y diosas, como podría esperarse
que se comporten, y hay que recordar que muchas de estas imágenes
arquetípicas son mujeres. De esta manera, las diosas del alma volvieron a entrar
en la arena del interés contemporáneo. Su marcha triunfal, iniciada por Jung y
aclamada por mitólogos como Kerényi, Eliade, y Joseph Campbell, se está
produciendo ante nuestros ojos.
abiertos a ambos sexos. Las diosas no eran tan sólo para "cada mujer", sino para
"cada hombre" también.
Del mismo modo, cuando se invoca la presencia siempre agradable del amor
apasionado en nuestra vida, podemos volver a Afrodita-Venus. En ella, el amor
y la sexualidad están fuertemente unidos. Ella puede enseñarnos que el amor y
el sexo no tienen que estar separados en nuestras vidas. Y de nuevo, Afrodita
ayuda amablemente a hombres y mujeres.
Revivir a los dioses y diosas no es tarea fácil. Por encima de todo, no es una
tarea que la razón o los motivos personales pueden lograr o incluso ayudarlos.
No se puede construir arquetipos sobre la base de los reconocimientos
alcanzados por el complejo personal de la mente y las emociones. David L.
Miller señala acertadamente:
Los dioses y diosas no son hermosas alegorías y analogías, figuras del discurso
para oradores evangelizadores y moralistas, al igual que no son ni psicológicas
ni juegan papeles sociales. Más bien, son mundos de nuestra existencia, las
estructuras más profundas de la realidad. -6-
POLITEISMO Y CRISTIANISMO
Algunos pueden preguntarse si es realista esperar que las personas que fueron
alimentadas por el mito cristiano cambien su lealtad a los dioses de Homero y
de Jenófanes. Sin embargo, muchos cristianos, especialmente los de la variedad
Gnóstica, no ven ninguna contradicción en el reconocimiento de los dioses y
diosas, como portadores de imágenes y poder válidos. Los Padres de la Iglesia
describen cómo los Gnósticos de Alejandría llevaban a la estatua de Perséfone
en procesión desde una cripta subterránea de la iglesia, en la víspera de la
Epifanía. Incluso los cristianos ortodoxos aceptan la forma de Baco como un
legítimo disfraz de Cristo. Hoy día el catolicismo es castigado por los
protestantes por adorar a María como una diosa pagana, y se puede
argumentar que el cristianismo primitivo representaba un intento de sustituir
una poliarquía sagrada por la tiranía del Dios del Antiguo Testamento.
volcánico en este mundo. Marie-Louise von Franz nos recuerda que si nos
olvidamos de los dioses y diosas brotarán de las profundidades del inconsciente
de forma destructiva.
NOTAS
1.- Lawrence Durrell, Monsieur (New York: Simon & Schuster Inc., 1976) pp.
145-46.
2.- H. Richard Niebuhr, Radical Monotheism and Western Culture (New York:
Harper and Row, 1970) p. 119.
3.- Thomas J.J. Altizer and William Hamilton, Radical Theology and the Death
of God (Indianapolis, Ind.: Bobbs-Merrill, 1966).
4.- Quoted in Miguel Serrano, C.G. Jung and Hermann Hesse: A Record of Two
Friendships, Frank MacShane, trans. (New York: Schocken Books, 1968), pp. 50,
56.
5.- David L. Miller, The New Polytheism (New York: Harper & Row, 1974), p.
55.
Aunque la mayoría de las fuentes destacan como oriental (en particular la India
y Tíbet) la nacionalidad de estas personas, encarnaciones occidental de dicha
leyenda no son desconocidas. Algunos han sugerido que parte de esta leyenda
viajó hacia el oeste durante las Cruzadas, o incluso antes, y que sus fuentes son
sobre todo las que se encuentran en las tradiciones islámicas secretas y
semisecretas.
Esta cuestión, de origen bíblico, no está exenta de patetismo. Como Jesús fue
considerado como un maestro de las asuntos relacionados con la vida más allá
de la existencia terrenal, es por lo que la tradición Teosófica de los últimos 120
años ha tratado de personajes con un conocimiento superior y con poder para
ayudar a los mortales en la obtención de una mayor conciencia de la vida. No
sólo proclaman la existencia y disponibilidad de estos personajes, sino que
también se les consideraba como la fuente y el origen de sus enseñanzas.
Los Teósofos nos dicen que antes del lanzamiento del último "paseo" para
promulgar la Teosofía en el mundo, los consejos de la Gran Hermandad Blanca
de los Adeptos, o Mahatmas, debatió durante mucho tiempo si el momento era
propicio para la propagación libre de la Gnosis secreta, si el mundo moderno...
podía apreciar el conocimiento secreto, sin el riesgo de graves abusos de las
fuerzas espirituales de lo alto, lo que podría ser desviado hacia canales egoístas.
Se nos dice que en estos consejos, la opinión mayoritaria era que la difusión de
la Sabiduría Antigua en occidente sería un auténtico casting de perlas a los
cerdos y, sin embargo, dos de los Mahatmas resolvieron la cuestión por
asumiendo las deudas kármicas de la medida, y asumiendo también la
responsabilidad de todos los posibles disturbios y malos efectos.-2-
Estos dos Mahatmas llegaron a ser conocidos como Morya y Koot Humi (o Kut
Humi), y su persona de contacto por excelencia fue Helena Petrovna Blavatsky.
No es sin interés que Johnson escoge a personajes Sikh como modelos para los
Maestros ocultos de Blavatsky. La variedad de la espiritualidad de la India, es
más comparable a la Teosofía moderna que a la tradición Sant, a la que algunos
estudiosos consideran como un pariente cercano del gnosticismo occidental.
Esta tradición se ha aliado con los Sikhs desde la época de Guru Nanak en el
siglo XVI. Su última realización, el movimiento Radhasoami, acababa de
Como uno de los investigadores contemporáneos dice, "Lo que nos hemos
confrontado con el [SAT] gurú es una hierofanía clásica: un objeto profano que
se manifiesta en lo sagrado" -6-. El satguru es un ser encarnado, un ser humano,
no un dios sin cuerpo de ángel y por esta razón se conoce como un "maestro
viviente". Tampoco es suficiente en esta tradición seguir a un maestro que ha
muerto:
Según la tradición Sant... hay que seguir a un gurú viviente. Se dice que de los
pasados Sants no se puede tomar el alma hacia Dios. Esto se debe a dos razones
principales: (1) se cree que el mensaje original de los Sants es mal interpretado
después de que el Sant pasa al otro lado, mientras que las enseñanzas durante
la vida del Sant son puras y cargadas, y... devoción por un gurú ayuda al
progreso espiritual, (2) se cree que es más fácil amar a alguien vivo y tangible
que alguien que ha estado muerto por centurias -7-.
También tenemos, en ese sentido, las declaraciones de lo que parecen ser los
Mahatmas en sí mismos. Durante la residencia de Blavatsky en la India después
de 1879, el periodista anglo-indio A.P. Sinnett se interesó por sus maestros. En
1880 estableció una correspondencia con Morya y Koot Humi. Las respuestas a
las cartas de Sinnett se han conservado en el Museo Británico de Londres y
también se han publicado en forma de libro. En una de estas cartas, Kut Humi
escribe:
Un Adepto - el más alto como el más bajo - es uno sólo durante el ejercicio de
sus poderes ocultos... Siempre son necesarios estos poderes, la voluntad
soberana abre la puerta para que el hombre interior (el adepto), pueda surgir y
actuar libremente, pero a condición de que su carcelero - el hombre exterior -
sea total o parcialmente paralizado -9-.
Estas consideraciones dejan pocas dudas acerca de que los misteriosos maestros
de Blavatsky fueron considerados como vivientes personajes humanos, aunque
de un orden muy inusual. Al mismo tiempo, también es necesario reconocer,
que junto con el mito de los maestros encarnados, otro mito ha desempeñado
un papel importante en el desarrollo de la idea de la Jerarquía de los Adeptos.
Este fue el Espiritismo del siglo XIX, un movimiento que atrajo a gran número
de gente y tuvo mucha publicidad en su día.
Sería justo decir que el espiritismo siempre ha tenido dos caras, una
personalista y por lo tanto poco profunda, y otra reveladora y conmovedora
sobre lo numinoso. Los orígenes del mito de los Adeptos Teosóficos está
conectado con esta última. En el momento de la fundación de la Sociedad
Teosófica en 1875, hubo una entidad espiritual que hizo frecuentes apariciones
instrucción. También contó una conversación que tuvo con un "anciano indio
muy culto, un amigo de Gandhi" que, tras informar a Jung que su propio gurú
era Shankaracharya, el hace mucho fallecido fundador del Vedanta, continuó
diciendo, "La mayoría de la gente tienen gurús vivos. Pero siempre hay algunos
que tienen a un espíritu por maestro". Jung dijo que de inmediato recordó a
Philemon -12-.
Jiddu Krishnamurti
En esta idea, todavía muy vital, de una jerarquía de adeptos, nos encontramos
ante un misterio que nadie ha podido resolver. Esfuerzos recientes, como los
realizados por K. Paul Johnson, han arrojado luz sobre algunos rincones
oscuros, aunque no han podido iluminar todo el tema. Si bien las nuevas
dimensiones se han abierto, otras permanecen oscuras. Los siguientes
pensamientos son ofrecidos como débiles intentos de penetrar en el misterio.
Por la misma razón, es posible que algunas personas que poseen una elevada
forma de Gnosis puedan de hecho trabajar en concierto, no como un gobierno
jerárquico, sino como un grupo de iluminados y compasivos ayudantes.
Algunas de las declaraciones, que supuestamente proceden de esos personajes
(en particular en relación con Blavatsky), apuntan a esta posibilidad. Nociones
de lo divino, seres omniscientes moviendo los hilos de la historia desde sus
moradas secretas, pueden ser fuente de inspiración para algunos de nosotros,
pero tienen poco espacio en la realidad. Ciertamente los Maestros de Blavatsky
nunca pretendieron ser de esa especie. (Escuelas de ocultismo, como el
movimiento de Alice Bailey o los descendientes del movimiento "I Am -Yo Soy-
Por otro lado, la imagen del adepto, ya sea como un maestro vivo o como un
instructor espiritual sin cuerpo, tiene connotaciones definidas de lo que, en
términos de Jung, se llama un ser arquetípico. Algunos pueden alegar que tal
descripción es equivalente a la sustitución de un misterio por otro. Sin embargo,
es innegable que detrás de toda ciencia y mística, detrás de todos los enfoques
de Oriente y Occidente, no hay sino un área de la realidad y la realización: la
psique humana. Cualquiera que sea la realidad sobrenatural que quiera darse a
conocer a nosotros, debe hacerlo a través de la psique, o bien pasar inadvertida.
¿Es tan difícil imaginar que los que abren esas puertas interiores tiene que vivir,
si no totalmente al menos en parte, en los recovecos interiores de la psique?
NOTAS
02.- Alvin Boyd Kuhn, Theosophy: A Modern Revival of Ancient Wisdom (New
York: Henry Holt & Co., 1930), p. 2.
03.- Sylvia Cranston, H.P.B.: The Extraordinary Life and Influence of Mme.
Helena Petrovna Blavatsky, the Founder of the Theosophical Movement (New
York: Jeremy P. Tarcher/Putnam, 1992; reviewed in GNOSIS #29).
04.- K. Paul Johnson, The Masters Revealed: Mme. Blavatsky and the Myth of
the Great White Lodge (Albany, N.Y.: State University of New York Press, 1994)
An earlier version of this work was In Search of the Masters: Behind the Occult
Myth (South Boston, Va.: Privately published, 1990; reviewed in GNOSIS #20).
See also Johnson's article "Imaginary Mahatmas" in GNOSIS #28.
05.- Andrea Grace Diem, The Gnostic Mystery: A Connection between Ancient
and Modern Mysticism (Walnut, Calif.: Mt San Antonio College Press, 1992).
07.- Ibid., p. 25. Emphasis here and in other quotes is in the original.
08.- H.P. Blavatsky, Collected Writings, vol. 6 (Los Angeles: Blavatsky Writings
Publication Fund, 1954), pp. 239-41.
09.- A.T. Barker, ed., The Mahatma Letters to A.P. Sinnett, second edition
(London: Rider & Co., 1948), p. 180.
10.- C. Jinarajadasa, ed., The Golden Book of the Theosophical Society (Adyar,
Madras, India: Theosophical Publishing House, 1925), pp. 15-16.
12.- Aniela Jaffe, ed., Memories, Dreams, Reflections by C.G. Jung (New York:
Vintage Books, 1965), p. 184.
13.- Ernest Scott, The People of the Secret (London: Octagon Press, 1983).
14.- Maurice Magre, The Return of the Magi, trans. Reginald Merton (London:
Sphere Books, 1975), pp. 223-24.
Stephan A. Hoeller
El interés Gnóstico por los países de habla inglesa, inicialmente fue restringido
a avenidas seculares. El ascenso de la Sociedad Teosófica en el último cuarto del
Siglo XIX trajo una considerable atención enfocada hacia los Gnósticos.
Madame Blavatsky en sus escritos alabó a los Gnósticos como a espíritus del
mismo tipo, y su pupilo, G.R.S. Mead, se hizo el mejor y más exacto traductor
conocido, así como el más comprensivo de las escrituras Gnósticas de su
tiempo. En tanto, posiblemente existía algunos contactos entre los Gnósticos
franceses y las inclinaciones gnósticas de los Teósofos británicos y americanos,
(Jules Doinel recibió una revelación que concierne a la fundación de la Iglesia
Gnóstica en la residencia de la prominente Teósofa británica, la Señora
Caithness), otro medio siglo debería transcurrir antes de que la transmisión
eclesiástica gnóstica inglesa tuviese lugar.
Hacia la mitad del Siglo XX, el nacido australiano Gnóstico británico, Richard,
Duque de Palatine, se sintió inspirado para hacerse un pionero del Gnosticismo
sacramental para Gran Bretaña y los Estados Unidos. (De Palatine nació con el
nombre de Powell, pero cambió su nombre legalmente). Habiendo sido
consagrado como obispo por el conocido prelado católico independiente
británico, Hugh George de Wilmott Newman, De Palatine continuó
estableciendo una iglesia Gnóstica sacramental tanto en Inglaterra como en los
Estados Unidos. El obispo Palatine contactó con varios obispos Gnósticos
franceses, y el recibió estímulo e inspiración de ellos. El presente escritor,
después de haber sido, durante aproximadamente una década, sacerdote bajo el
Obispo Palatine, fue consagrado por él en 1967 como obispo regional para
América, y ha representado la tradición Gnóstica después como el mayor titular
de la transmisión Gnóstica inglesa.
Una de estas cuestiones es que antes del monumental hallazgo de los escritos
Gnósticos de Nag Hammadi en Egipto (1945), sólo un relativamente pequeño
número de escrituras Gnósticas originales estaban disponibles. (Incluso la
mayor parte de este material fue traducido, y accesible solamente a un pequeño
círculo de académicos, hasta que las populares traducciones de G.R.S. Mead
aparecieron sobre el 1880).
Es desde luego cierto que la renacida Iglesia Gnóstica sirvió y sigue sirviendo a
sus objetivos, además de al renacimiento del Gnosticismo. La Iglesia Gnóstica
Francesa ha sido conocida desde hace mucho como L'Eglise des Inities (la Iglesia
de los Iniciados). Esto quiere decir que los Católicos Romanos que han sido
iniciados en órdenes secretas Masónicas, Martinistas, Rosacruces y otras con
carácter similar, y quien por lo tanto ha incurrido en la excomunión por las
autoridades romanas, eran y son capaces de asistir a los servicios y recibir los
sacramentos de la Iglesia Gnóstica. En un país como Francia, que es el Católico
y Masónico a la vez, esto representa una cuestión importante. La transmisión
Gnóstica inglesa, menos envuelta en intereses Masónicos y relacionados,
todavía da la bienvenida a sus altares a los que están sinceramente deseosos de
recibir los sacramentos. En la comunidad Gnóstica de Los Ángeles, que el
presente escritor ha estado conduciendo durante casi cuarenta años, hemos
ofrecido refugio sacramental no sólo a los Gnósticos comprometidos, sino
EL LECCIONARIO GNOSTICO
3.- Textos litúrgicos e iniciatorios. (Estos pueden ser de especial interés para las
personas con intereses sacramentales e iniciáticos): Tratado sobre la Ogdóada y
la Enéada; La Oración de Acción de Gracias; Exposición Valentiniana; Las Tres
Estelas de Seth; La Oración del Apóstol Pablo. (El Evangelio de Felipe,
catalogado bajo la categoría 6, realmente, en parte, tiene gran importancia
también en esta categoría, ya que en efecto, es un tratado sobre la Teología
Gnóstica Sacramental).
6.- El último, pero no menos cierto, las escrituras que contienen los dichos de
Jesús así como descripciones de incidentes de su vida: Diálogo del Salvador; el
Libro de Tomás el Contendiente; Apocalipsis de Jaime; El Evangelio de Felipe;
El Evangelio según Tomás.
Casi veinte años han transcurrido ya desde que las traducciones totales de la
Biblioteca de Nag Hammadi fueron completadas y publicadas. La literatura
exegética basada en estas escrituras crece lentamente. Resulta bastante curioso
que uno de los libros de este tipo más útiles es uno que fue publicado poco
después las traducciones de la Biblioteca de Nag Hammadi: Los Evangelios
Gnósticos, de Elaine Pagels. Algunos otros autores que resultan útiles en este
campo son: Bentley Layton, Giovanni Filoramo, Simone Petrement, Dan
Merkur, Marvin Meyer y Ioan Couliano. Un número creciente de libros que
emplean el nombre "Gnóstico" en sus títulos están siendo vendidos. La utilidad
y autenticidad de esta literatura debe ser evaluada y juzgada por el estudiante
individual básicamente caso por caso.
CONCLUSIÓN
OBISPOS ERRANTES
No todos los caminos llevan a Roma
Stephan A. Hoeller
Consagración del Obispo J.I. Wedgwood (segundo de la izda.) feb. 1916, Londres.
Durante el final del siglo XIX y principios del XX, al menos una
importante y pública iglesia gnóstica, l'Eglise Gnostique Universalle, era
medianamente activa en Francia, dirigida por distinguidos esoteristas como
Jules Doinel, Jean Bricaud, y eventualmente por el líder de la revitalizada Orden
Martinista, conocido como Papus (Dr. G. Encausse). El renacimiento del
Catolicismo Gnóstico (o el Gnosticismo Católico) como movimiento público, fue
por fin logrado.
Sólo el tiempo dirá qué papel jugará el rol de los obispos errantes dentro
de las estructuras que se revelan de la Cristiandad sacramental. Desde el
Concilio Vaticano Segundo en los años sesenta, la confusión y la abierta
disensión han aparecido dentro de la monolítica Iglesia Católica Romana.
"Hay entre nuestros principios uno, sobre el cual llamaré una atención
particular: el principio de la salvación femenina. El trabajo del Padre ha sido
logrado, el del Hijo también. Queda el del Espíritu, que es capaz de producir la
salvación final de la humanidad sobre la tierra y así poner el camino para la
reconstitución del Espíritu. Ahora el Espíritu, el Paracleto, se corresponde a que
lo divino tome una naturaleza femenina, y nuestro estado de enseñanzas nos
muestra explícitamente que esta es la única faceta de la deidad que es
realmente accesible a nuestra mente. ¿Será de hecho la naturaleza de este nuevo
Mesías que no está demasiado lejos?"
edad futura. Algunos de nosotros esperamos que este sea el caso, mientras los
otros se mofan o dan la espalda a tales preocupaciones. La última palabra, sin
embargo, pertenece a los Poderes que transcienden tanto a abogados como a
críticos. Y sus palabras, podemos asegurar, serán al final adecuadas.
LA GNOSIS DE LA EUCARISTÍA
Sin duda, existen objeciones válidas con respecto al ritual. Su práctica ha sido
con frecuencia acompañada por la superstición ciega. No obstante, debe
recordarse que la falta de conciencia regularmente convertirá prácticas plenas
de significado y transformativas en costumbres supersticiosas. La culpa no es
del ritual, sino del practicante. El ritual, con tal que use símbolos auténticos, no
es más que aquello que H. P. Blavatsky llamó “verdad concretizada”. Este
puede estar tapado por la superstición, pero la verdad oculta es siempre
discernible debajo de la cubierta. Los estudios Gnósticos de los sacramentos se
proponen liberar la semilla de la verdad de las acrecencias de la inconsciencia y
la incomprensión que se ha permitido la priven de la luz.
Hoy, la Iglesia Católica Romana está atravesando por una reforma interna
cuyos efectos sobre la Misa no son diferentes de aquellos producidos por la
revuelta de Lutero y Calvino. Veinticinco años atrás podíamos observar a las
mojas reuniendo a los pequeños a su cuidado frente a la verja de comunión
mientras les advertían: “No mastiquen al Niño Jesús”, mientras que hoy en día
casi todo el respeto y la reverencia por la Misa y los elementos consagrados
parece que se han evaporado. Arrodillarse para la comunión, recibir el
sacramento en la lengua, y otras antiguas reglas que reflejaban la dignidad
numinosa han sido lanzadas al borde del camino. Un juego de palabras en
inglés de inspiración tradicionalista declara que la actual Misa (Mass) ha de ser
escrita Mess (rancho, comistrajo) y este escritor se siente tentado a estar de
acuerdo.
La imitatio Christi, cuando es entendida como copiar las cualidades morales del
Jesús Cristificado, linda con lo absurdo. ¿Cómo puede un mortal falible imitar
al Divino descendido a la tierra? Por otro lado, el cuerpo principal del trabajo
litúrgico de la iglesia está involucrado en una imitación de diferente tipo. En el
calendario eclesiástico los eventos de la vida de Jesús son revividos, desde la
Navidad hasta la Ascensión y más allá. El ciclo de cuatro días de la Pascua
(Jueves Santo, Viernes Santo, Sábado Santo, y Domingo de Pascua) es el intenso
recuerdo del drama central de la Pasión y Resurrección. Y la celebración de la
Eucaristía es la diaria representación de este mismo drama, fortalecido por la
comunión mística de la cual podemos participar con el héroe mismo. La
imitación de Cristo es la deificación, la transformación, del ser humano, y la
Misa continúa siendo el más eficaz medio para esta transformación, al menos y
hasta donde concierne a la tradición Cristiana. Sólo la Gnosis, experimentada
dentro de la Tradición Gnóstica, nos revela este hecho con toda su esperanza y
maravilla.
El ritual que representa temas míticos auténticos siempre posee una magia que
le es propia. Aun cuando la magia pueda ser anatema para el racionalista, es
una vieja amiga del amante del mito y el ritual. La magia de la Misa es el efecto
operacional del mito vivido en los participantes. La gente puede tener visiones,
experimentar expansiones de conciencia, recibir curaciones, y ocuparse en la
oración efectiva durante la Misa. Sin embargo, recalcar demasiado el elemento
mágico de este rito sería inadecuado, y nos pondría en el mismo grupo de la
persona que definió el motor de combustión como “ruido, velocidad y
hediondez.” Es sabio mantener una actitud equilibrada con respecto a este
asunto y abstenernos de cualquier intento de robar a la Misa de su magia o de
convertirla en magia ceremonial simple y pura. (El muy publicitado pero raro
fenómeno de la Magia Negra es un ejemplo de lo último.)
Una experiencia personal del escritor puede ser de interés en con respecto a
esto. Alrededor de 1948 ó 1949, el escritor sirvió como asistente parcial de un
prelado Católico Romano en Austria, Abad Alois Wiesinger, O. Cist., quien
estaba escribiendo un libro sobre fenómenos ocultos. Mientras escudriñaba los
archivos del Abad descubrió un dibujo realizado algunos años antes por un
vidente rural, representando una forma percibida clarividentemente por el
vidente cada vez que se decía la Misa en la iglesia rural. Seis o siete después el
escritor descubrió una representación del “Edificio Eucarístico” en el libro de
Leadbeater. ¡Era igual al Austriaco en cada detalle! Por otra parte, las
oportunidades de un labriego Alpino iliterato de haber encontrado el libro de
Leadbeater son muy escasas. Que dos personas de caracteres tan diferentes
hayan podido percibir la misma estructura de fuerzas mágicas en la Eucaristía
es una evidencia que no puede ser fácilmente descartada.
Pero esta actitud mágica hacia la Misa debe mantenerse dentro de sus límites
también. La gente puede ser tentada a participar con el objetivo de tomar una
especie de “ducha astral” mientras descuida la devoción requerida para recibir
la gracia sacramental.
C. G. JUNG Y LA MISA
Jung sostenía que el sacrificio Eucarístico contenía un misterio vital que no era
negado enteramente por la estructura dogmática en la cual estaba velado:
El acto ritual [de la Misa] consagra tanto los dones como los oferentes.
Conmemora y representa la Última Cena que nuestro Señor tuvo con Sus
discípulos, la total Encarnación, Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo. Pero
desde el punto de vista de lo divino, este acto antropomórfico es sólo la
cubierta externa de la cáscara en la cual lo que realmente está aconteciendo no
es un acto humano del todo sino un evento divino.
El alma humana está al mismo tiempo cerca y lejos de lo divino. Por un lado
todos sufrimos de la gran alineación, el gran enajenamiento; aunque también
habita en nosotros una porción del libre y eterno quien está unido por siempre
con todo aquello que es santo, grande y bueno a través de los eones de los
eones. La deslumbrante chispa de lo divino vive en la oscuridad extrema.
Cuando es vista desde afuera, aparece vestida de oscuridad, habiendo asumido
algo de la semejanza de esta oscuridad. El mito Gnóstico declara que las chispas
de la divinidad que habita en nosotros han salido de una llama central, y que
participan de dos aspectos: Poseen la cualidad de “chispas” (separatividad) y
de “llamas” (unión) al mismo tiempo. (Este reconocimiento es de hecho la idea
central detrás del muy discutido “dualismo” Gnóstico.)
Este retorno no es un acto que pueda en modo alguno ser realizado por la
conciencia inferior humana. Este yo inferior sólo puede ofrecerse a sí mismo
como un instrumento, una ofrenda en el altar eucarístico de la Gnosis. Las
palabras no pueden describir, los pensamientos no pueden penetrar, los
sentidos no pueden percibir el verdadero carácter del mysterium tremendum et
fascinans (el misterio tremendo y fascinante) efectuado en el altar. Solamente la
Stephan A. Hoeller
El círculo de antiguos amigos antiguos, pese a todo, era algo frágil. Muy
poca información confiable, y de primera mano, estaba disponible para Jung,
dentro de la cual podría haber encontrado el mundo y el espíritu de las pasadas
luminarias Gnósticas como Valentinus, Basilides, y otros. Los fragmentarios, y
posiblemente falsos, desarrollos de las enseñanzas y prácticas Gnósticas que
aparecen en los trabajos de los padres de la Iglesia, cazadores de herejías, como
Ireneus e Hippolytus, muestran una gran diferencia de riqueza de ciencia
arquetípica como los disponible hoy para nosotros en la colección de Nag
Hammadi. En un primer momento, la notable Pistis Sophia era uno de los muy
pocos documentos disponibles traducidos para Jung, y su apreciación de este
documento era tan grande que hizo un esfuerzo especial para buscar al
traductor, el entonces anciano e indigente, George R. S. Mead, al que hizo llegar
su gratitud. Jung continuó explorando la ciencia de los Gnósticos de forma muy
diligente, y su propia matriz personal de experiencia interior se hizo tan afín a
la imaginería Gnóstica que él escribió el único documento publicado de su gran
crisis transformacional, los Siete Sermones a los Muertos, usando puramente la
terminología Gnóstica y mitologemas del sistema de Basilides.
En todo este fiel estudio, Jung fue incomodado por una dificultad
principal: Los antiguos mitos Gnósticos y tradiciones tenían aproximadamente
mil setecientos o mil ochocientos años, y no parecía existir ningún eslabón vivo
que pudiese unirlos al propio tiempo de Jung. (Hay algunas mínimas y oscuras
evidencias que indican que Jung era consciente de que existían unos pequeños y
secretos grupos Gnósticos en Francia y Alemania, pero su papel en la
constitución de tal eslabón no parecía estar lo suficientemente establecido). Por
lo que Jung podía discernir, la tradición que podría haberse unido a los
Gnósticos con el presente pareciera estar rota. Sin embargo, su intuición (más
tarde justificada por una cuidadosa investigación) le había revelado que el
eslabón principal, que conectaba los años posteriores con los Gnósticos, no era
de hecho ningún otro más que la alquimia. Mientras su interés primario en este
REDENCIÓN ALQUÍMICA
EL EROS ALQUÍMICO
La serie de imágenes
comienza con la de la
fuente mercurial,
simbolizando el
despertar de la energía
de la transformación y
continúa con la reunión
del Rey y la Reina,
primero totalmente
vestidos y, más tarde,
habiendo abandonado
sus vestiduras. Los
amantes, enfrentados
así el uno al otro con
sus personae y
defensas, avanzan hacia
la reunión en la
"verdad desnuda". Los compañeros entonces se sumergen en el baño alquímico,
permitiendo así a la fuerza del amor sumergir sus egos conscientes, borrando
sus consideraciones racionales y mundanas. Mientras en este estado de
apasionado engulfment, la unión psicosexual (coniunctio) ocurre. Pero, contra
las expectativas, esta unión, que al principio mostró un ser andrógino recién
formado, causa la muerte. El resultado espiritual del amor no es viable y,
habiendo expirado, sufre la descomposición.
totalidad, numinosa gloria que es vista por todos. Un nuevo ser ha nacido y es
la fruta prometida del amor, la conciencia transformada de los amantes,
formado de los opuestos, que ahora están unidas en una integridad inseparable
e imperecedera. La alquimia del amor ha alcanzado su verdadera y triunfante
culminación.
SOPHIA ALQUÍMICA
catedrático Gilles Quispel, vino por así decir, a reflejar el mismo punto de vista
de Jung. "Alquimia", el erudito holandés dijo, "es el Yoga de los Gnósticos".
Stephan A. Hoeller
¿Quién era, entonces, Hermes, y qué puede decirse de la filosofía o religión que
está conectada con él? A principios del siglo XX, el erudito Walter Scott, en su
edición clásica de los textos herméticos, escribe sobre una leyenda conservada
por el escritor del Renacimiento Vergicius:
Dicen que este Hermes salió de su país y viajó por todo el mundo... y que trató
de enseñar a los hombres a venerar y a adorar solamente a un Dios... el
Demiurgus y genetor [engendrador] de todas las cosas... y que vivió una vida
muy sabia y piadosa, ocupada en la contemplación intelectual... y sin
preocuparse de las graves cosas del mundo material... y que habiendo
regresado a su país, escribió allí muchos libros de teología mística y filosofía -1-.
Hasta hace relativamente poco tiempo, nadie tenía una idea clara de la autoría o
del contexto de los misteriosos escritos atribuidos a Hermes. Descripciones tales
como la de arriba no son más que un resumen de los ideales establecidos en los
EL HERMES GRIEGO
El erudito británico R.F. Willetts escribió que "en muchos sentidos, Hermes es el
más simpático, el más desconcertante, el más confuso, más complejo, y por lo
tanto, el más griego de todos los dioses del Olimpo" -2-. En el caso de Hermes
es el dios de la mente, así pues estas cualidades aparecen con una luz aún más
significativa. ¿Para la mente no es el más desconcertante, confuso, y al mismo
tiempo el más seductor, de todos los atributos de la vida?
Hermes es, pues, de un origen doble. Su abuelo era Atlas, el semidiós que
sostiene el cielo, pero Maia, su madre, ya tiene una diosa como madre, mientras
que el padre de Hermes, Zeus, es por supuesto el más alto de los dioses. Es
tentador interpretar esto como diciendo que de las mundanas fatigas (Atlas),
con una infusión fuerte de inspiración divina, surge la conciencia, simbolizada
por Hermes.
Mientras que Hermes es considerado como uno de los dioses más primitivos de
los griegos, goza de tanta importancia posterior que debe ser reconocido como
un arquetipo dedicado a la mediación y unificación de los opuestos. Esto
presagia su papel, más tardío, como mago y alquimista, ya que así fue
considerado tanto en Egipto como en la Europa renacentista.
EL HERMES MEDITERRÁNEO
Esto fue particularmente cierto en Egipto, cuyos dioses eran venerados por los
griegos como prototipos de los suyos. Era una verdad frecuentemente
reconocido por la élite culta de la sociedad griega el hecho de que algunos de
los dioses egipcios, como Isis, eran de una altura tan grande que se unieron en
su interior una serie de deidades griegas.
Los romanos, que eran plenamente conscientes del hecho de que sus dioses no
eran más que deidades griegas rebautizadas, siguieron el ejemplo de sus
Este nuevo ecumenismo del espíritu fue el que con justicia se puede admirar.
Aunque a menudo ridiculizado como mero sincretismo por escritores
posteriores, poseía muchas características a la que aspiran varios ecumenicistas
incluso hoy en día. De ninguna manera resulta imposible que la región
mediterránea de la época helenística tardía fuera, de hecho, un camino hacia un
cierto tipo de unidad religiosa. La religión del mundo que posiblemente
pudiera haber surgido habría sido mucho más sofisticada que la simple
acusación de sincretismo que nos quieren hacer creer. Lejos de ser un mosaico
de elementos incompatibles, esta espiritualidad emergente del Mediterráneo
llevaba la marca de un profundo misticismo, que posee una sabiduría
psicológica todavía admirada en nuestros días por figuras tales como C.G. Jung
y Mircea Eliade.
De estas tres sólo nos ocuparemos aquí de Hermes. Fue durante este período
que el veloz dios de la conciencia, llevado por sus legendarias sandalias aladas,
cruzó el mar hasta Egipto con el fin de convertirse en el greco-egipcio-Hermes
Tres Veces Grande.
EL HERMES DE EGIPTO
centro para el culto de esta deidad, al menos, en épocas tan tempranas como en
el 3000 A.D.
Thoth desempeñó un papel en muchos de los mitos del Egipto faraónico: jugó
un papel en el mito de la creación, fue el registrador de los dioses, y fue el
principal intercesor para el alma en el juicio de los muertos. Fue él quien
inventó la escritura. Escribió todos los textos antiguos, incluyendo los más
esotéricos, así como el Libro de las Respiraciones, en el que enseñó a los seres
humanos cómo llegar a ser dioses. Estuvo vinculado con la Luna, y por lo tanto
se consideraba gobernante de la noche. Thoth fue también el instructor y el
ayudante de la trinidad del antiguo Egipto, Isis, Osiris y Horus; fue bajo sus
instrucciones que Isis trabajó su magia de amor sagrada por la cual devolvió la
vida a Osiris muerto.
Lo más importante es, quizá, para nuestros propósitos, que Thoth actuaba como
emisario entre los ejércitos contendientes de Horus y Seth, y finalmente negoció
la paz entre estos dos dioses. Su papel como mediador entre los opuestos es lo
que hace evidente, tal vez, la prefiguración de la función del Mercurio
alquímico como el "medium de la conjunción".
Es a este poderoso dios al que los Hermetistas egipcios de los siglos II y III d. C.
unieron la imagen y, especialmente, el nombre del Hermes griego. Desde este
momento en adelante, el nombre de "Hermes" llegó a denotar no a Hermes o a
Thoth, sino a una figura arquetípica nueva, Hermes Trismegisto, que
combinaba las características de ambos.
COMUNIDADES HERMÉTICAS
A juzgar por sus escritos y por la notoriedad de la que gozaban entre sus
contemporáneos, los miembros de las comunidades herméticas se inspiraron en
personas que creían firmemente estar en contacto con la fuente de toda verdad,
la encarnación de la sabiduría divina en sí misma.
De hecho, hay muchos pasajes de los escritos herméticos en los que todavía
podemos percibir la vibrante inspiración, la exaltación del espíritu, en las
palabras con las que trataban de describir las maravillas conocidas en su visión
mística. Al igual que los gnósticos, de los cuales Jung dijo que trabajaron con
imágenes originales de peso del inconsciente profundo, la poderosa experiencia
y las extraordinarias percepciones de los Herméticos que trataron de expresar
en sus escritos. Un intenso sentimiento generado por la experiencia espiritual
personal anima a la mayoría de los documentos herméticos.
EL CURRICULUM HERMÉTICO
Hasta hace relativamente poco había muy poca información disponible sobre el
método de progreso espiritual que el hermetismo podía haber seguido. La
Biblioteca de Nag Hammadi, descubierta en 1945, contiene al menos un escrito,
cuyo contenido es inequívocamente hermético. Este es el Tractatus 6 del Codex
VI, cuyo título se traduce generalmente como "Discurso sobre la Ogdóada y la
Enéada". Sobre la base de este discurso, uno de sus primeros traductores sugirió
un sistema de progreso espiritual que fue seguido por algunas de las escuelas
Herméticas -4-.
Los Herméticos tenían también sus propios sacramentos. Estos parecen haber
consistido principalmente en una forma de bautismo con agua y una unción,
que se asemejan a "un bautismo y un crisma", como se menciona en el
Evangelio Gnóstico de Felipe. El Corpus Hermeticum menciona una unción con
el "agua de ambrosía" y un bautismo auto-administrado en un vaso sagrado, la
crátera (Krater), enviado por Hermes de las regiones celestiales.
Esto, sin embargo, no pudo ser. Uno de los principales propagandistas del
Hermetismo, el brillante fraile Giordano Bruno, fue quemado en la hoguera por
herejía en 1600, y aunque otros continuaron con su entusiasmo por las
fascinantes enseñanzas de los libros de Hermes, las sospechas y las dudas de la
estrecha mente continuó amortiguando cualquier ardor general.
No pasó mucho tiempo antes de que esta tradición, unida a las órdenes secretas
de iniciados y a sus verdades arcanas, diese paso a una transmisión más pública
de sus enseñanzas. Esto ocurrió inicialmente por medio de la obra de H.P.
Blavatsky y la Sociedad Teosófica en el siglo XIX.
Medio siglo más tarde, encontramos otra figura clave que traza efectivamente
un puente entre lo oculto y lo académico. El investigador británico Dame
Frances A. Yates, puede considerarse como el verdadero iniciador del
renacimiento Hermético moderno. Empezando con una obra sobre Giordano
Bruno y continuando con una serie de otras, no sólo Yates demostró la enorme
influencia del Hermetismo sobre el Renacimiento medieval, sino que mostró las
Si bien hace unas décadas podía parecer que la línea de transmisión que se
extiende desde la sabiduría Greco-Egipcia podría haber llegado a su fin, hoy la
imagen es más esperanzadora. El descubrimiento y la traducción de la
Biblioteca de Nag Hammadi ha generado un gran interés en los asuntos
Gnósticos que no parece haber disminuido con el paso del tiempo. Debido a la
afinidad de los escritos Herméticos con los Gnósticos, el interés actual en el
Gnosticismo se extiende así al Hermetismo. La mayoría de las colecciones de
escritos Gnósticos publicados hoy incluyen material Hermético.
NOTAS
1.- Walter Scott, ed., Hermetica: The Ancient Greek and Latin Writings Which
Contain Religious and Philosophical Teachings Ascribed to Hermes
Trismegistus (Boston: Shambhala, 1985 [1924]), vol. 1, p. 33. The demiurgus
mentioned here is clearly of the Platonic rather than the Gnostic kind.
2.- R.F. Willetts, "Hermes," entry in Richard Cavendish, ed., Man, Myth and
Magic: An Illustrated Encyclopedia of the Supernatural (New York: Marshall
Cavendish Corp., 1970), p. 1289.
3.- Sir W.M. Flinders Petrie, Personal Religion in Egypt before Christianity
(London: Rider & Co., 1900) pp. 50-65.
4.- L.S. Keizer, ed. And trans., The Eighth Reveals the Ninth: A New Hermetic
Initiation Discourse (Seaside, Calif.: Academy of Arts & Humanities, 1974), pp.
54-63.
9.- Louis Menard, Étude sur l'origine des livres hermetiques et translations
d'Hermès Trismegistus (Paris, 1866).
10.- G.R.S. Mead, Thrice Greatest Hermes: Studies in Hellenistic Theosophy and
Gnosis (York Beach, Maine: Samuel Weiser, 1992 [1906]).
VALENTINUS
Un Gnóstico para todas las épocas
Stephan A. Hoeller
EL CASI PAPA
Sin duda, es una cuestión de cierto interés lo que el curso de la teología cristiana
habría sido si Valentín hubiese sido elegido para el cargo de Obispo de Roma.
Su visión hermenéutica, combinada con su magnífico sentido de lo mítico,
probablemente habría dado lugar a un florecimiento general de la Gnosis en el
Como muchos de los más grandes maestros Gnósticos, Valentín afirmó que
había sido instruido por un discípulo directo de uno de los Apóstoles de Jesús,
un "hombre apostólico" con el nombre de Theodas. Tertuliano indica también
que Valentín conoció personalmente a Orígenes, y se puede especular con cierta
justificación, que su influencia sobre este padre de la iglesia ortodoxa fue
considerable. El carácter global de su contribución ha sido ajustada y resumida
por Mead de la siguiente manera:
Valentín, el Gnóstico, que casi se convirtió en Papa, fue así el único hombre que
podría haber logrado obtener alguna forma de reconocimiento positivo
permanente para la perspectiva Gnóstica del mensaje de Cristo. El hecho de que
las diversas circunstancias y el aumento, cada vez mayor, de una pseudo-
ortodoxia regresiva, causó que sus esfuerzos fallaran, esto es algo que debe
contarse entre las mayores tragedias de la historia del cristianismo. Sin
embargo, muchos rasgos esenciales de su contribución única han sobrevivido, y
muchos más han aparecido recientemente en las arenas del desierto de Egipto.
Vamos a dirigirnos a los más importantes de estos en las páginas siguientes.
El presente autor sostiene que el Gnosticismo Valentiniano (así como todos los
demás), se puede entender en términos psicológicos, de modo que los
mitologemas religiosos tratados por los Gnósticos se aborden como
simbolizando condiciones psicológicas y poderes intra-psíquicos de la mente.
Tomando este enfoque, podemos concluir que lo que Valentín nos dice es que
debido a que nuestras mentes han perdido su auto-conocimiento, vivimos en
un mundo autocreado que carece de integridad. La palabra Kosmos utilizada
por los Gnósticos no significa "mundo", sino "sistema", y por lo tanto puede ser
perfectamente aplicada a la sistematización de la realidad creada por el ego
humano. No debemos preocuparnos demasiado sobre si Valentín insulta a
Jehovah al llamarlo un demiurgo. Lo que importa es que actuamos como
nuestros propios demiurgos psíquicos, en primer lugar por crear y habitar un
Kosmos imperfecto creado a imagen y semejanza de nuestros propios defectos.
Esto nos lleva a la segunda parte de lo que algunos estudiosos han llamado la
"ecuación pneumática" de Valentín. Después de aceptar la proposición del
sistema defectuoso, la mente tiene que reconocer una segunda verdad
complementaria. Ireneo en su obra contra las herejías, cita a Valentín en relación
con esto:
La ignorancia de los organismos que crean el falso sistema es, pues, deshecha y
rectificada por la Gnosis espiritual del ser humano. El defecto puede ser
removido por medio de la Gnosis. No hay necesidad alguna de culpa, del
arrepentimiento de lo que se llama pecado, ni hay necesidad de una creencia
ciega en una salvación delegada a través de la muerte de Jesús. No necesitamos
ser salvados, necesitamos ser transformados por la Gnosis. El error, la
perversidad, la torpeza y la malignidad de la condición existencial de la
humanidad se puede cambiar en una imagen gloriosa de la plenitud del ser.
Esto se hace no por la culpa, la vergüenza, y un salvador eterno, sino por la
activación de las posibilidades de redención del auto-conocimiento. El auto
conocimiento espiritual se convierte así en el equivalente inverso de la
ignorancia del ego irredento. Las elaboradas estructuras míticas de contenido
cosmogónico y redentor que nos legó Valentín no son sino las expresiones
poético-escriturales de esta gran proposición, que tiene una pertinencia directa
con la condición existencial de la psique humana en todas las edades y en todas
las culturas.
¿Qué es este pneuma, este espíritu, lo único que trae la Gnosis y la curación de
la enfermedad a la naturaleza humana? No podemos decir verdaderamente lo
que es, pero podemos indicar qué hace. Se ha dicho que el Espíritu sopla donde
quiere. Aporta flexibilidad, valor existencial de la vida. Por medio de la
actividad sanadora del pneuma, el alma deja de ser fascinada y confinada por
las cosas e ideas y, por tanto, puede dirigirse a la vida. La obsesión de la psique
humana con la importancia del mundo material y/o del mundo abstracto
intelectual y moral, es la enfermedad de la cual los grandes salvadores de la
humanidad nos redimen. De este modo, se reemplaza el estado obsesivo de las
ataduras materiales y mentales, siendo sustituidos por la libertad espiritual; los
previos valores falseados dan paso a los auténticos que son traídos por el
espíritu.
Cuando haces de los dos uno, y cuando hagas al interno como al externo y el
externo como el interno y lo de arriba como lo de abajo, y cuando hagas al
macho y a la hembra en uno solo, para que el varón no sea masculino y la
hembra no sea femenina... entonces entrarás en el reino.
Estoy establecido, estoy redimido y redimo mi alma de este eón y de todo lo que
proviene de él, en el nombre de IAO, que redimió su alma hasta la redención en
Cristo, el viviente. (Ireneo, Adv. Haer. I. 21,5)
Fraternitas Gnostica Abraxas 100
Stephan A. Hoeller Artículos
Así como se dice que Buda triunfalmente repudió las obras de Mara el
engañador después de su iluminación bajo el Árbol Bodhi, así el Gnóstico
rompe toda conexión con la inconsciencia y la compulsión, y vive y muere
como un ser soberano de luz y poder de ahí en adelante. Todo parece indicar
que los sacramentos doble de la cámara nupcial y de la redención causaron
enormes transformaciones y trajeron un gran poder a la vida de sus
beneficiarios (estos ritos sobrevivieron en forma modificada entre los
seguidores del profeta Mani y los cátaros del Languedoc. Estos últimos tenían
un gran sacramento parecido a la Apolytrosis, llamado el Consolamentum, que
proporcionó a sus beneficiarios no sólo una gran serenidad de vida, sino
también un valor virtualmente inigualado para enfrentar la muerte).
Revelación o Realización
Stephan A. Hoeller
Ahora que los académicos, que fueron antaño nuestros críticos más
severos, están reconociéndonos benignamente, ahora que incluso los
más religionistas ya no nos atacan como hacían cuando todavía nos
consideraban un movimiento vanguardista peligroso, vamos a
relajarnos y dejar que continúen los bueno tiempos. Sería una tentación
en la que podríamos caer. Sin embargo, como los tiempos, buenos o no,
van continuando, y el mundo está a punto de entrar en el año 2000,
podemos preguntarnos justificadamente si, además de un pasado cuya
distinción está siendo cada vez más reconocida, todavía tenemos un
futuro.
Sin embargo, mientras el fin no esté todavía aquí, nos toca hacer algo
y, si es posible, hacer lo que sabemos hacer mejor. Se dice que Joseph
Campbell tuvo que contestar a la pregunta: "¿Qué haría usted. Sr.
Campbell si supiera que un holocausto nuclear estuviera a punto de
estallar dentro de dos días?". Joseph Campbell respondió "Seguiría
escribiendo. Es lo único que sé hacer". Así que en este período de pausa,
en este momento en que las circunstancias nos permiten un intermedio,
deberíamos hacer algo que hagamos bien.
Nosotros los teósofos hacemos dos cosas bastante bien: pensar y tener
experiencias inusuales. Pensamos mucho y cuando todo ha sido dicho y
hecho, también tenemos una capacidad poco común de experimentar lo
que se halla más allá de la experiencia ordinaria, incluso más allá del
La Teosofía tiene que dejar de ser una filosofía del Más Allá: tiene
que darse cuenta de que la puerta abierta a la realidad se halla en el
aquí y en el ahora, en la verdadera experiencia diaria del ser humano y
no en ningún mundo superior o en ningún futuro distante. Nadie
puede abrir esta puerta por nosotros y nadie puede cerrarla. No es una
experiencia mística para unos cuantos elegidos; es para todos y
solamente nuestro miedo a la vida es lo que nos hace incapaces de
verla. La Teosofía tiene que darse cuenta de que su afirmación de ser
un sistema filosófico, explicando los problemas de la vida, no tiene
ningún atractivo para el hombre moderno, que sabe que la vida no es
un problema que haya que resolver: para él es una búsqueda y una
experiencia cada vez más grande.
3. Para poder llegar al objetivo anterior, podría ser útil para nosotros
proveernos de los clásicos místicos de Teosofía ya existentes: La Voz
del Silencio, Luz en el Sendero, a los Pies del Maestro, y por último, e
igualmente importante, un pequeño clásico que nos gusta a algunos,
Dioses en el Destierro, de J.J.van der Leeuw.
Lo que he querido decir con esto es que, sin duda alguna, un gran
número de nosotros han obtenido mucho de los métodos de
meditación que nos han enseñado otros teósofos (sin incluirme a mí,
porque nunca he sido bueno en este tipo de cosas). Sin embargo, hay
otras maneras, ya sea además de, o en vez de las meditaciones
introspectivas que nos han interesado históricamente. Hay ejercicios
espirituales de muchos tipos que podríamos investigar con cautela,
visión e inteligencia.
Sophia Nº 94