Hoeller, S. - Articulos I

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Stephan A.

Hoeller Artículos

Stephan A. Hoeller

ARTÍCULOS

Traducción: ‡ S. Thelarbus

Fraternitas Gnostica Abraxas 1


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INDICE

01. Índice … … … … … … … … 03
02. El Factor Génesis … … … … … … 04
03. El Misterio de la Iniquidad … … … … 14
04. Diosas sí, Diosa no … … … … … 22
05. Los Sabios de Oriente … … … … … 30
06. Los Textos Gnósticos y la Ecclesia Gnostica … 40
07. Obispos Errantes … … … … … … 48
08. La Gnosis de la Eucaristía … … … … 60
09. C.G. Jung y la Renovación Alquímica … … 69
10. En el Sendero del Dios Alado … … … 81
11. Valentinus, un Gnóstico para todas las épocas … 94
12. La Teosofía como experiencia … … … 102

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EL FACTOR GÉNESIS

Stephan A. Hoeller

Hace algunos años, Elaine H.


Pagels, la notable historiadora
religiosa, centró su atención
sobre el Libro del Génesis de la
manera más insólita. Estaba en
Khartoum, en el Sudán africano,
sosteniendo una discusión con el
entonces Ministro de Asuntos
Exteriores de aquel país, que
había escrito un libro sobre los
mitos de su pueblo. Un miembro
prominente de la tribu Dinka, su
anfitrión, le dijo como el mito de
creación de su gente se
relacionaba con la totalidad de la
cultura social, política, y
religiosa de aquella parte del
Sudán.

Algo después de esta


conversación, Pagels leyó en la
revista Time varias cartas al
editor que incidían en la cuestión
particular del cambio de
costumbres sociales en América. Para su sorpresa, cuatro de las seis cartas
mencionaban la historia de Adán y Eva - como Dios creó a la primera pareja
humano "en el principio", y que tipo de comportamiento era, por lo tanto,
correcto o incorrecto para los hombres y mujeres de hoy. Estimulada por su
conversación en África, ella rápidamente reconoció que muchas personas, aún
los que literalmente no creen en ello, en algún momento vuelven a la historia
arcaica de la creación como un marco de referencia cuando afrontan desafíos a
sus valores tradicionales.

Pagels comprendió que, como las historias de la creación en otras culturas, la


historia del Génesis se refiere a preguntas profundas y básicas. Al fin y al cabo,
los americanos miembros de la tribu Dinka no son tan diferentes después de
todo; ambos contemplan sus historias de la creación intentando contestar

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preguntas tales como ¿Cuál es el objetivo de los seres humanos sobre la tierra?
¿Cómo nos diferenciamos unos de otros y de los animales? ¿Por qué sufrimos?
¿Por qué morimos?

Acontecimientos recientes sobre la escena intelectual han servido para afirmar


estas ideas. El otoño de 1996 trajo un renacimiento considerable del interés
sobre el Génesis. Presagiado por una serie de conversaciones semi-informales,
en el Seminario teológico judío de Manhattan, dirigido por el Rabino Burton
Visotzky, el principal acontecimiento de este renacimiento se plasmó en una
serie de televisión muy popular titulada "Conversación Viva", dedicada
completamente al Libro del Génesis. Realizada por Bill Moyers, que era un
ministro ordenado Bautista del Sur, que más tarde había cambiado su lealtad
hacia la más liberal Iglesia Unida de Cristo, la serie levantó una alta expectación
durante varios trimestres. Recientemente varios libros también han tratado
sobre la historia del Génesis.

Robert Alter, uno de los traductores más recientes del Génesis, dijo: "Moyers ha
dado con una idea cuyo tiempo ha llegado. En este momento de confusión,
posterior a la guerra fría, deseamos saber hacia dónde vamos como civilización,
con todo tipo de oscuros fermentos religiosos, es necesario hacer inventario. De
hecho, hay que volver al libro que inició este desarrollo".

Los panelistas de Moyers incluían a Católicos, Protestantes, Judíos,


Musulmanes, un Hindú, un Budista, y varios agnósticos. No fueron incluidas,
sin embargo, personas que podrían representar al cristianismo Gnóstico, uno de
los accesos más antiguos y, al mismo tiempo, más oportunos y creativos a la
interpretación de la Biblia. Tampoco se hizo ninguna mención apreciable de las
opiniones Gnósticas en el tema de portada de la revista Time (octubre 28,1996),
que continuó sobre la serie de televisión, o en varios libros publicados en los
meses consiguientes.

El reciente renacimiento del interés sobre el Génesis ocurrió hace cincuenta o


sesenta años, esta omisión podría haber sido comprensible. Las fuentes que
ofrecen las interpretaciones alternativas del Libro de Génesis entonces eran
pocas y lejanas. Sin embargo, todo esto cambió tras 1945, cuando el hallazgo de
un verdadero tesoro de escrituras Gnósticas fueron descubiertas en el valle de
Nag Hammadi, en el Alto Egipto. Este descubrimiento transformaría el carácter
de los estudios bíblicos para siempre. Las escrituras de Nag Hammadi
contienen numerosas variantes creativas de las enseñanzas bíblicas.

UNA VISIÓN DIFERENTE DE ADAN Y EVA

William Blake, el poeta Gnóstico de principios del siglo XIX, escribió de las
diferencias entre su visión y la opinión establecida del santo mandamiento:

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"Ambos leemos la Biblia tanto de día como de noche; pero usted lee negro
donde yo leo blanco". Las mismas palabras podrían haber sido pronunciadas
por un Gnóstico Cristiano o por sus opositores ortodoxos sobre los siglos III o
IV A.D.

Entonces la opinión ortodoxa consideró la mayor parte de la Biblia, en


particular el Génesis, como una historia con su moraleja. Adán y Eva, como se
consideraba, eran figuras históricas, los antepasados literales de nuestra especie.
De la historia de su transgresión, entendidos ortodoxos dedujeron
consecuencias morales específicas, principalmente "la caída" de la raza humana
debida al pecado original. Otra consecuencia era el estado humilde y
moralmente ambivalente de las mujeres, que fueron consideradas como las co-
conspiradoras, junto con Eva, en el suceso de desobediencia en el paraíso.

Tertuliano, un enemigo jurado de los Gnósticos, escribió a los miembros


femeninos de la comunidad cristiana lo siguiente:

... tu eres la puerta del diablo... tu eres la que persuadió a quien el diablo no osó
atacar.... ¿No sabéis que cada una de vosotras es cada Eva? La Sentencia de
Dios sobre tu sexo continúa viviendo en esta era; la culpa, necesariamente,
también continúa viviendo.

Los Gnósticos Cristianos que escribieron los textos de Nag Hammadi no


leyeron el Génesis como una historia con una moraleja, sino como un mito con
un significado. Para ellos, Adán y Eva no eran reales figuras históricas, sino los
representantes de dos principios intrapsíquicos dentro de cada ser humano.
Adán era la encarnación dramática de psique, o el alma, mientras Eva significó
el pneuma, o el espíritu. El alma, para los Gnósticos, representó la encarnación
de las funciones emocionales y razonativas de la personalidad, mientras que el
espíritu representó la capacidad humana para la conciencia espiritual. El
primero fue el yo inferior (el ego de la psicología profunda), el último la función
transcendental, o el "self superior", como a veces se le conoce. Obviamente, Eva
es entonces, por naturaleza, superior a Adán, en lugar de su inferior como lo
implica la ortodoxia.

En ningún lugar es la superioridad de Eva, y su poder numinoso, más evidente


que en su rol como despertadora de Adán. Adán está en un sueño profundo,
del que la llamada de liberación de Eva lo despierta. Mientras la versión
ortodoxa sostiene que Eva físicamente surge del cuerpo de Adán, la
interpretación Gnóstica sostiene que, el principio espiritual conocido como Eva,
surge de las profundidades inconscientes del somnoliento Adán. Antes de que
ella surja en forma de conciencia liberadora, Eva provoca al durmiente Adán de
la siguiente manera, como declara el Apocryphon (*) Gnóstico de Juan:

Me establecí en medio de la mazmorra que es la prisión del cuerpo. Y hablé así:


"Quien me oiga, que se levante del sueño profundo". Y luego él (Adán) lloró y
vertió muchas lágrimas. Se restregó los ojos y dijo: "¿Quién es el que pronuncia
mi nombre, y de dónde procede esta esperanza para mí, mientras estoy
encadenado a mi cárcel?" Y hablé así: "Soy la Pronoia de la luz pura; soy el

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pensamiento del espíritu inmaculado... Levántate y recuerda... y sigue a tu raíz,


que soy yo... y ten cuidado con el sueño profundo".

En otro escrito de la misma colección, titulado "Sobre el Origen del Mundo",


encontramos la remota ampliación de este tema. Aquí se muestra a Eva, cuyo
nombre místico es Zoe, significando la vida, como la hija y la mensajera de la
Divina Sophia, hipóstasis femenina de la Deidad suprema:

Sophia envió a Zoe, su hija, a la que llaman "Eva", como una instructora para
pudiera levantar a Adán (ponerlo en pie), ya que este carecía de alma espiritual,
de modo que los que iban a ser engendrados por él fuesen también recipientes de
la luz. Cuando Eva vio a su compañero, que se parecía tanto a ella, tirado por
los suelos, se compadeció de él, y exclamó: "¡Adán, vive! ¡Levántate de la
tierra!". Inmediatamente sus palabras produjeron resultado y, efectivamente,
Adán se levantó y enseguida abrió sus ojos. Cuando la vio, dijo: "Tú serás
llamada madre de los vivientes, pues tú me has dado la vida".

En la misma escritura, el creador y sus compañeros susurran el uno al otro


mientras Adán duerme: "Infundamos un letargo en él, y durante su sueño,
hagamos que imagine que ella (Eva) procede de su costilla, de modo que la
mujer le obedezca y él sea su señor". El humillante cuento de la costilla de Adán
es revelado así como un dispositivo propagandístico con la intención de traer
una actitud de superioridad masculina. Por supuesto, tal actitud habría sido
más difícil entre los Gnósticos, que sostuvieron que el hombre estaba
endeudado con la mujer por traerle a la vida y a la conciencia.

El teólogo Occidental Paul Tillich interpretó esta escritura como hicieron los
Gnósticos, declarando que "la Caída" era un símbolo para la situación humana,
no una historia de un acontecimiento que pasó "una vez". Tillich dijo que la
Caída representaba "una caída del estado de la inocencia que sueña" en
términos psicológicos, un despertar de la potencialidad a la actualidad. La
opinión de Tillich consistía en que esta "caída" era necesaria para el desarrollo
del género humano.

LA SERPIENTE DE LA SABIDURÍA

El pecado de Eva, tal y como la ortodoxia nos dice, era que escuchó a la
serpiente, que la persuadió de que la fruta del árbol haría, tanto a ella como a
Adán, sabios, sin ningún efecto secundario posterior. Esto es por lo que Eva
sedujo a la rectitud de Adán, poco dispuesto a unirse a ella en este acto de
desobediencia, y así juntos causaron la caída de la humanidad.

Un tratado Gnóstico, el Testimonio de la Verdad, cuenta una historia diferente.


Repitiendo las palabras de la versión ortodoxa del Génesis, la fuente Gnóstica
declara que "la serpiente era más sabia que todos los animales que estaban en el
Paraíso". Después de alabar la sabiduría de la serpiente, el tratado vuelca serias

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críticas sobre el creador: "¿Qué clase de Dios es éste?". Entonces surgen algunas
respuestas a la pregunta retórica. El motivo del creador para castigar a Adán
era la envidia, ya que, el creador, envidiaba a Adán, porque comiendo la fruta
adquiriría el conocimiento (Gnosis). Nada de lo que hizo el creador parecía lo
bastante omnisciente, sobre todo cuando le preguntó de Adán: "¿Dónde
estáis?". El creador se ha mostrado repetidamente como un "falso envidioso",
Dios celoso que inflige crueles castigos a los que transgreden sus caprichosas
órdenes y mandamientos. Los comentarios del tratado añaden: "Pero estas son
las cosas que él dijo (e hizo) a los que creen en él y le sirven". La implicación
clara que se presenta es que con un Dios como este, uno no necesita enemigos.

Otro tratado, La Hipóstasis de los Arcontes, nos informa que no sólo era Eva la
emisaria de la divina Sophia, sino que la serpiente, de modo similar, fue
inspirada por la misma sabiduría divina. Sophia místicamente entró en la
serpiente, que así adquirió el título de instructor. El instructor entonces enseñó
a Adán y a Eva sobre su fuente, informándoles de que ellos eran de un origen
santo y alto, y no meros esclavos de la deidad creadora.

A todo esto, uno puede preguntar ¿qué motivó a los intérpretes Gnósticos del
Génesis a hacer estas insólitas declaraciones? ¿Fueron motivados puramente
por la amarga crítica dirigida contra el Dios de Israel, como los Padres de la
Iglesia nos harían creer? Muchos eruditos contemporáneos no piensan así. Estos
eruditos contemporáneos sugieren que la imagen desfavorable del creador
contrastara con la favorable de Adán, Eva, y hasta de la serpiente, alude a una
cuestión importante no con frecuencia aprobada.

Los intérpretes ortodoxos, tanto judíos como cristianos, tienden a acentuar la


distinción entre el creador infinito y sus criaturas finitas. Las personas y los
animales están sobre la tierra, mientras que Dios está en el cielo, y nunca se
encontrarán ambos. La ortodoxia ha sostenido, con Martin Buber, que la
relación del ser humano con Dios es siempre "yo y Tú". En la posición Gnóstica
se puede distinguir una tónica que es evocadora de la actitud de otras
determinadas religiones, sobre todo el hinduismo, que más bien declara: "Soy
Tú".

Los Gnósticos comparten con los hindúes, y con ciertos místicos cristianos, la
noción de que la esencia divina está profundamente presente dentro de la
naturaleza humana, además de estar presente fuera de ella. En cierta época, la
gente era parte de lo divino, aunque más tarde, en su condición de
manifestación, tendieran cada vez más a proyectar la divinidad en seres
externos a ellos. La enajenación de Dios trae un aumento de la adoración de
deidades totalmente externas al ser humano. El Evangelio de Felipe, otra
escritura de Nag Hammadi, lo expresa bien:

En el principio Dios creó a los seres humanos. Ahora, sin embargo, el ser
humano crea a Dios. Tal es el camino de esta humanidad mundial, inventando
a dioses y adorando a sus creaciones. Sería mejor para tales dioses adorar a la
gente.

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DIOS VERDADERO, DIOS FALSO

Hablando de la historia de Noé y del diluvio, el autor Karen Armstrong (Una


Historia de Dios, 1993), como un miembro del panel en el programa de Moyers,
afirmó que Dios no es "un papá agradable, acogedor en el cielo", sino más bien
un ser que decididamente se comporta con frecuencia de un "modo malo". Con
sus acciones, en conexión con el diluvio, Armstrong dijo, Dios originó la idea de
genocidio justificable. Hitler y Stalin, uno podría deducir, interpretando sobre
lo que se instruye en historias como la del Diluvio y la de Sodoma y Gomorra,
instituyeron el holocausto y los campos de Gulag. Si los miembros del panel
hubiesen visto los escritos Gnósticos, podrían haber citado muchos precedentes
para la crítica de Armstrong sobre el Dios vengativo del Antiguo Testamento.

El escrito Gnóstico titulado "La Hipóstasis de los


Arcontes", por ejemplo, afirma que la causa del
Diluvio no fue la inclinación de los seres
humanos hacia el mal lo que llevó a Dios a
arrepentirse de su creación, como "oficialmente",
afirma la versión del Génesis. Muy por el
contrario, los seres humanos eran cada vez más
sabios y mejores, de forma que, para un creador
envidioso y rencoroso, su decisión fue acabar con
ellos mediante el diluvio. El creador dijo a Noé
que construyese un arca sobre la cima del Monte
Seir, un nombre que no aparece en el Génesis,
pero sí en uno de los salmos, en referencia al
diluvio.

La esposa de Noé, sin nombre en el Génesis, pero


llamada Norea por los Gnósticos, es una persona
especial que posee más sabiduría que su marido. Norea es la hija de Eva y una
conocedora de las cosas ocultas. Trata de disuadir a su marido de colaborar con
los regímenes del creador, y termina quemando el arca de Noé que había
construido.

Entonces, el creador y sus ángeles oscuros rodean a Norea con la intención de


castigar a Norea por violar el pacto. Norea se defiende refutando varias falsas
afirmaciones que hacen. En última instancia pide a gritos ayuda al verdadero
Dios, que envía al dorado Ángel Eleleth (sagacidad), que no sólo la salva del
ataque de los agentes oscuro del creador, sino que también le enseña sobre su
origen y le promete que sus descendientes conseguirán poseer la verdadera
gnosis.

Hay otras escrituras de la colección de Nag Hammadi que repiten, o se refieren,


a la historia de Norea, incluyendo el Apócrifo de Juan y el Pensamiento de

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Norea. El primero no la menciona por su nombre, pero declara que los


descendientes de Noé eran los sabios que fueron ocultados en una nube
luminosa, añadiendo de forma significante que, "[Esto no era] como Moisés
dijo, 'Ellos fueron ocultados en el arca"'. En el último no es sólo un ángel, sino
"tres santos auxiliadores" quienes interceden en su nombre.

Es bastante evidente que el dios creador que visita a la humanidad con el


desastre del diluvio no es el mismo que el "verdadero Dios" a quien Norea pide
ayuda. Viendo el carácter de la divinidad del Génesis con una mirada
moderada, aunque crítica, los gnósticos concluyeron que este Dios no es ni
bueno ni sabio. Era envidioso, genocida, injusto y, además, había creado un
mundo lleno de cosas extrañas y desagradables condiciones. En sus
exploraciones como visionarios de los misterios secretos, los gnósticos sentían
que habían descubierto que esta deidad no era el único Dios, como se había
afirmado, y que ciertamente había un Dios por encima de él.

Este Dios verdadero que estaba por encima, era el verdadero padre de la
humanidad y, además, había una verdadera madre también, Sophia, la
emanación del Dios verdadero. En algún lugar durante el curso del muy largo
proceso de manifestación pre-creational, Sophia equivocadamente dio vida a un
ser espiritual, cuya sabiduría fue enormemente excedida por su tamaño y
poder. Este ser, cuyos nombres verdaderos son Yaldabaoth (el niño del caos),
Samael (dios ciego), y también Saclas (tonto), posteriormente continuó creando
un mundo, y tarde o temprano también un ser humano llamado Adán. Ni el
mundo ni el hombre así creados eran muy útiles como creación, entonces
Sophia y otros altos agentes espirituales contribuyeron con su luz y poder sobre
ellos. El creador así vino para merecer el nombre de "demiurgo" (medio
fabricante), un término griego empleado en un sentido ligeramente diferente
por los filósofos, incluyendo a Platón.

Hasta qué punto varios Gnósticos tomaron estas mitologías literalmente es


difícil de saber. Lo que es cierto es que detrás de los mitos hay postulados
importantes metafísicos que no han perdido su importancia. El creador
personal que aparece en el Génesis no posee las características del último,
transcendental "razón de ser" del cual los místicos de muchas religiones hablan.
Si el Dios del Génesis tiene cualquier realidad absoluta, debe ser una realidad
con severidad limitada, caracterizado por, al menos, alguna cierta medida de
insensatez y ceguera. Mientras el concepto de dos Dioses horroriza a la
condicionada y monoteísticamente, no es ilógico o improbable. Los teólogos
modernos, en particular Paul Tillich, con audacia se han referido al "Dios
encima de Dios". Tillich introdujo el término "la razón de ser" como un término
lingüístico alternativo para expresar lo divino. Las ideas de los viejos Gnósticos
parecen no tan anticuadas después de todo.

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LOS MISTERIOS DE SETH

Hoy, casi cualquiera podría declarar que Adán y Eva tuvieron dos hijos, Caín y
Abel. El tercer hijo es más difícil de llamar; él es Seth. Dios les proporcionó al
tercer hijo para reemplazar al asesinado Abel, según el Génesis. Fue
engendrado más bien tarde en la vida por Adán, ya que Adán, como se dice,
tenía entonces 130 años. el historiador Josephus escribió que Seth era un gran
hombre y que sus descendientes eran los descubridores de muchas artes
misteriosas, incluyendo la astrología. Así pues, los descendientes de Seth
inscribieron los registros de sus descubrimientos ocultos, según Josephus, sobre
dos pilares, uno de ladrillo y otro de piedra, de modo que pudieran ser
conservados en tiempos de futuros desastres.

En el tratado "El Apocalipsis de Adán", los gnósticos nos presentan un escrito


que habla no sólo de Seth (y su padre), sino del futuro de la tradición esotérica
de la gnosis en los siglos venideros. Comienza así:

La revelación dada por Adán a su hijo Seth el año setecientos. Y él dijo: "Set,
hijo mío, escucha mis palabras. Cuando Dios me creó de la tierra, junto con
Eva tu madre, yo andaba con ella en la gloria que ella había visto en el eón del
que procedíamos. Ella me enseñó la palabra de la Gnosis del Dios eterno. Y
éramos semejantes a los grandes ángeles eternos, ya que éramos superiores al
Dios que nos creó".

Después de informarnos así otra vez del estado espiritualmente superior de


Eva, la escritura continúa relatando como el creador se volvió contra Adán y
Eva, privándoles de su gloria y su conocimiento. Los seres humanos sirvieron
ahora al creador "en el miedo y en la esclavitud", hasta entonces en estado
Adámico. Mientras antes era inmortal, Adán ahora sabía que sus días estaban
contados. Por lo tanto, dijo que ahora quería pasar lo que él sabía a Seth y a sus
descendientes.

En la predicción se hace evidente que "Seth y su semilla" seguirían


experimentando la Gnosis, pero que estarían sujetos a muchas graves
tribulaciones. La primera de estas sería el diluvio, durante el cual los ángeles
rescatarían a la raza Gnóstica de Seth y los ocultarían en un lugar secreto. Noé,
por otra parte, aconsejaría a sus hijos que sirvieran al Dios creador "en el miedo
y la esclavitud todos los días de su vida". Después de la vuelta del iluminado
pueblo de la raza de Seth, de nuevo el creador se volvería coléricamente contra
ellos y trataría de destruirlos haciendo llover fuego, azufre, y asfalto sobre ellos
- quizás una alusión a la historia de Sodoma y Gomorra. Otra vez muchos
Gnósticos serían salvados al ser tomado por grandes ángeles a un lugar por
encima del dominio de los poderes malvados.

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Mucho más tarde habría una nueva era con la salida del hombre de luz
("Phoster"), quien enseñaría la Gnosis a todos. El Apocalipsis de Adán concluye
con este pasaje:

Este es el conocimiento secreto de Adán que él entregó a Seth, que es el santo


bautismo de los que adquieren la Gnosis imperecedera por medio de los que son
nacidos del Logos, y de los Iluminadores imperecederos, los que proceden de la
semilla santa (de Seth) Jesseus, Mazareus, Jessedekeus, el agua viva.

Estos nombres, que son obviamente versiones del nombre de Jesús (son
encontrados también en otras escrituras), identifican la culminación de la
tradición Gnóstica en la figura de Jesús. "La Raza de Seth" es así una metáfora
bíblica para aquellos que siguen esta tradición. En el libro Gnóstico Pistis
Sophia, Jesús se identifica como viniendo de la "Gran Raza de Seth".

VIEJAS RESPUESTAS A NUEVAS CONTROVERSIAS

El actual interés en el Génesis provoca muchas serias preguntas. Muchas de


estas han sido iluminadas por la luz derramada por los olvidados escritos antes
citados. No a diferencia de los antiguos Gnósticos, hoy los cuestionamientos de
los estudiosos, y también de los laicos, provocan críticas sobre el Génesis y aún
también a invenciones de nuevas variaciones sobre el antiguo tema. Hay que
tener en cuenta lo profundamente que las condiciones sociales de muchos
países han sido influenciados por la imagen que la versión ortodoxa del Génesis
presenta sobre Eva e, implícitamente, sobre las mujeres en general.

Cualquiera de los varios escritos de la colección de Nag Hammadi arrojaría una


luz completamente diferente y más benigna sobre estas cuestiones.

En segundo lugar, considérese las implicaciones políticas de la historia del


Génesis. Elaine Pagels, en su fascinante libro: "Adán, Eva y la Serpiente" (1988),
advierte que la actitud, por mucho tiempo sostenida de la iglesia cristiana de
sometimiento a los sistemas enormemente dañinos de gobierno secular, por lo
general era justificada por "la condición caída" de la humanidad como
primeramente aparece descrito en la Génesis. Siguiendo en gran medida las
interpretaciones de San Agustín, la mayor parte de los cristianos percibió que
aún los gobiernos malos debían ser preferidos a la libertad, porque la gente está
tan corrompida por el pecado original de Adán y Eva que son incapaces de
gobernarse por sí mismos. El fervor libertario de los siglos XVIII y XIX que
dieron lugar a las revoluciones americanas y francesas, decididamente no fue
motivado por el espíritu del Génesis. La declaración de que "todos los hombres
son creados iguales" no aparece en aquella escritura, sino que surgió de la
inspiración de los revolucionarios americanos, que la trajeron desde el
Hermetismo, Gnosticismo, y fuentes similares no establecidas.

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En tercer lugar, allí queda patente el aterrador problema del carácter del Dios
del Génesis. Estando de acuerdo con Karen Armstrong, encontramos a Jack
Miles, que en su provocativo libro "Dios: Una Biografía", escribe: "Mucho de lo
que la Biblia dice sobre él raras veces es predicado desde el púlpito, ya que,
examinado muy de cerca, esto se convertiría en un escándalo". Tal vez
tengamos que echar una segunda mirada a la proposición de los Gnósticos de
que el creador mencionado en el Génesis no es el Dios verdadero y último. El
actual potencial desfavorable en el Libro del Génesis no pasó desapercibido en
todas partes de la historia. Rabí Johanan Ben Zakkai, un prominente maestro
religioso de los años 70 A.D., advirtió que no se debería enseñar la historia de la
creación del Génesis a más de dos personas. San Jerónimo, que tradujo la Biblia
al latín, escribió que muchas de las narraciones del Antiguo Testamento eran
"groseras y repelentes". Sin duda son las del Génesis.

Los miembros de la tribu Dinka del Sudán tienen un punto. El mito de la


creación de una cultura tiene un profundo efecto sobre las actitudes, las
costumbres sociales y sistemas políticos que prevalecen. En tanto que el libro
del Génesis sigue siendo un texto básico para Judíos, cristianos y musulmanes,
podemos esperar que las sociedades en que estas religiones florezcan estén
influidas por este libro. Sin embargo, hay cierta esperanza en el horizonte.
Aunque las alternativas gnósticas respecto al contenido del Génesis siguen
habitualmente desatendidas, como realmente lo fueron en la televisión y la
prensa el año pasado, algunas figuras destacadas de nuestra cultura están
empezando a tomar nota. Para mencionar sólo una de esas figuras, Harold
Bloom se ha convertido en una de las voces más prominentes llamando la
atención sobre el carácter creador de la alternativa gnóstica a la religión general.
Sus libros American Religion (1992) y Presagios del Milenio (1996) han dado
razones de peso por la puntualidad y el valor perenne de las posiciones
adoptadas por los gnósticos cristianos, judíos cabalistas y místicos sufíes, ya que
todos ellos se inspiran en una gnosis común. Puede ser útil concluir con una
incisiva y, en nuestra opinión, declaración definitiva de la pluma de este sabio:

Si tú puedes aceptar a un Dios que coexiste en campos como la muerte, la


esquizofrenia y el SIDA, pero sigue siendo todopoderoso y, de alguna manera,
benigno, entonces tienes fe, y has aceptado el pacto con el Señor... Si te
reconoces a ti mismo como teniendo una afinidad con el foráneo o extraño Dios,
separado de este mundo, entonces tú eres un Gnóstico, y tal vez lo mejor y los
momentos más fuertes todavía tienen que llegar a aquello que es mejor y más
antiguo en ti, a un aliento o a una chispa que precede mucho tiempo a esta
Creación.

(*) N. del T. – Apocryphon – Oculto, Secreto. El Apócrifo de Juan, es obviamente, “El


Libro Secreto de Juan”. No el concepto moderno de “apócrifo = falso”.

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EL MISTERIO DE LA INIQUIDAD
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El diez de Junio de 1991, un tema de portada apareció en la revista Time sobre


el asunto de mal. El autor, Lance Morrow, no abogó por una tesis particular y
no llegó a ninguna conclusión. Sin embargo, lo que hizo era en cierto modo más
importante. Comenzó declarando tres proposiciones:

Dios es omnipotente.

Dios es todo bondad.

Cosas terribles pasan.

Citando varias fuentes, Morrow dijo que usted


podía emparejar dos de estas proposiciones en
cualquier orden, pero no las tres. Se puede declarar
que hay un Dios omnipotente que permite que
cosas terribles pasen, pero este Dios no podía ser
todo bondad. Por otra parte, podría haber un Dios
todo bondadoso que dejase que las cosas terribles
pasaran porque Él no tiene el poder de pararlas; así
pues, no sería omnipotente.

Fácilmente, este análisis podría haber sido expuesto por un Gnóstico del tercer
o cuarto siglo de la Era Cristiana o, en realidad, por un Gnóstico
contemporáneo, como el presente escritor. No son los Gnósticos los únicos que
reconocieron este único monoteístico predicamento. La suprema lumbrera
medieval de la teología Católica, Santo Tomás de Aquino, admitió en su
Summa Theologica que la existencia de mal es el mejor argumento contra la
existencia de Dios. Si el concepto de Dios monoteístico debe ser aceptado,
entonces la cuestión del mal no tiene ninguna explicación viable. A la inversa, si
el mal existe, entonces el Dios monoteísta, como es representado por las
tradiciones religiosas establecidas, no puede existir.

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¿DE DÓNDE PROVIENE EL MAL?

A lo largo de la historia, las tradiciones religiosas han considerado el origen del


mal de diferentes modos. En tiempos primitivos, la naturaleza indiferenciada
del conocimiento humano permitió a la gente decir que tanto lo bueno como lo
malo habían venido de lo Divino. Así, los arcaicos Chamanes no habrían
encontrado difícil decir que el bien y mal es enviado sobre los seres humanos
por el Gran Espíritu. En el más sofisticado contexto de las tradiciones Sumero-
Babilonias, se creía que los dioses se divirtieron caprichosamente creando cosas
terribles, demonios malvados, y condiciones horribles para la vida humana.

Por emplear una razonada exposición psico-histórica, se podría decir que


cuando la gente aún no poseyó un conocimiento diferenciado (que podemos
comparar con el ego consciente), era relativamente fácil para ellos imaginar a
Dios, o a los dioses, como pareciéndose a ellos mismos, de modo que la
coincidencia de bien y mal fuera parte de su naturaleza. Tradiciones espirituales
más avanzadas han heredado un poco de esta actitud; así en la teología mística
judía encontramos la noción de que Dios toma ambas tendencias: la del bien y
la del mal (yetzirim).

Con el crecimiento de la conciencia, la mente comienza a distinguir entre la cara


benéfica y la maléfica del ser. La tensión inducida por tratar de sostener un
concepto de Dios que une el bien y mal se hace insoportable, de modo que se
hace necesario para la mente separar los dos. Así, surge la noción de dualismo
radical. El ejemplo más importante es el del Zoroastrismo. Aquí el Dios
verdadero y bueno, Ahura Mazda (a veces llamaba Ormazd), posee un
antagonista divino conocido como Angra Mainyu (Ahriman). Los dos están
ensalzados en una perenne lucha cósmica por la supremacía. Aunque Ahura
Mazda es supremo y su victoria última está asegurada, mientras dure la
creación Angra Mainyu seguirá luchando, y traerá el sufrimiento al mundo.

Una opinión sofisticada, pero muy impersonal del mal y sus orígenes, puede ser
encontrada en las grandes religiones que provinieron de India. La mayor parte
de estas señalan que el mal es la parte del estado ignorante de la existencia, y
que la causa del mal es la ignorancia (avidya). Si se logra un conocimiento
transformado o culto y así se sobrepasan todas las dualidades, se es liberado del
karma y de todas las otras condiciones en las cuales el mal desempeña un
papel. Si tal liberación, inevitablemente conduce al cese de encarnar en la
existencia, no es muy claro, pero está claro que la vida como uno la conoce cesa,
y con ello el mal cesa también.

Fraternitas Gnostica Abraxas 15


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La cuarta categoría es el del monoteísmo clásico, tal y como es encontrado en el


Judaísmo establecido y en el cristianismo. Como algunas otras tradiciones,
atribuyen la existencia del mal a Dios, al maligno contra-Dios, o a la ignorancia
humana, esta posición atribuye el origen del mal al pecado humano.

El mito de la creación de la principal corriente Judeo cristiana, con su historia


del Jardín del Edén y de curiosos acontecimientos que, como se dice, han
transpirado allí, forman la base de este punto de vista. Esta creencia sostiene
que las transgresiones cometidas por esta primera pareja humana causaron
"una Caída" de la creación, causando el presente estado del mundo. El pecado
de la pareja original pasó, por herencia a todos los miembros de la raza
humana, que nacen ya corruptos, afligido por el peso de este "pecado original".
Males tales como los que encontramos en este mundo, incluyendo las
catástrofes, plagas, y la crueldad de la cadena alimenticia, son todos, de algún
modo, producidos por las consecuencias trascendentales de la Caída.

Como algunos eruditos notables, concretamente Elaine Pagels ha indicado,


estos mitologemas inevitablemente ejercen una influencia profunda sobre las
culturas fundadas en ellos. Incluso en una edad secularizada como la nuestra, la
poderosa sombra de tal creencia sigue echando un manto sobre nuestras
mentes. ¡Uno podría preguntarse de qué diferente manera nuestra historia
habría continuado si el regalo de la Caída no hubiese existido para oprimir las
almas de hombres y mujeres en nuestra cultura!

LA VISIÓN GNÓSTICA

Todas las tradiciones espirituales reconocen que el mundo es imperfecto; sólo se


diferencian en como creen que esto ocurrió y en lo que hay que hacer al
respecto. Los Gnósticos tenían siempre su propia visión sobre este asunto. Ellos
sostienen que el mundo se ha estropeado no por causa del pecado humano, sino
porque fue creado de una manera imperfecta.

El budismo (considerado por muchos eruditos como el Gnosticismo de Asia)


comienza con el reconocimiento de que la vida terrenal está llena de
sufrimiento. Los Gnósticos, tanto antiguos como modernos, están de acuerdo.
En verdad el sufrimiento es la manifestación existencial del mal en el mundo.
Aunque la gente, con su psicología y fisiología compleja, está sujeta a los
tormentos de una naturaleza particularmente refinada, el miedo, el dolor, y la
miseria de todas las criaturas es también evidente. Por recordar la idea de San

Fraternitas Gnostica Abraxas 16


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Pablo, toda la creación gime y padece el dolor. Aún así, los Gnósticos no han
sido inclinados a atribuir tales desgracias al pecado de la primera pareja
humana. Razonaron que esto tiene mucho más sentido que decir que el mundo
está caído, porque en su origen fue hecho de una manera tristemente
imperfecta. Por ponerlo en términos ligeramente abstractos, el mal es parte de
lo que está constituido el mundo en el que vivimos; y es parte y parcela de la
realidad existencial de la vida terrenal. Si de verdad hay un creador de esta
realidad, entonces es, sin duda este creador, el responsable del mal en él. Así
pues, para las religiones monoteístas, este creador es Dios, y la posición de los
Gnósticos parece blasfema a los creyentes convencionales, siendo a menudo
vista aún con consternación por los que se consideran incrédulos.

La posición Gnóstica debería tener que ser considerada a la luz de las raíces
históricas de la tradición. Según los eruditos más contemporáneos, el
Gnosticismo se originó en la matriz judía religiosa (probablemente en sus
manifestaciones heterodoxas), para posteriormente aliarse con la herejía judía
que fue el cristianismo.

Así los Gnósticos fueron enfrentados con la imagen del Dios monoteísta del
Antiguo testamento y sus adaptaciones en el Nuevo Testamento. Afrontaron a
este Dios que era a menudo caprichoso, colérico, vengativo, e injusto. Era fácil
para ellos el concluir que este Dios imperfecto podría haber creado también un
mundo imperfecto hecho a su propia imagen. La más importante de las
preguntas que los Gnósticos formularon fue: ¿este imperfecto creador es
realmente el Dios último, verdadero, y bueno? ¿O es una deidad menor, que es
ignorante de un poder mayor más allá de él, o un impostor consciente
arrogándose la posición de la deidad universal?

Los Gnósticos contestaron a estas preguntas indicando que este creador no es,
obviamente, el Dios verdadero y último, sino más bien un demiurgo
("artesano"), una deidad intermedia, secundaria. Este Demiurgo, a quien ellos
compararon con la deidad del Antiguo testamento, era el autor del mal y de la
imperfección en el mundo.

Así pues, la aparente blasfemia de atribuir el mal del mundo al creador, se


revela como originada en la confrontación de los Gnósticos con el Dios
monoteísta. Movimientos del mismo tipo, como el Hermetismo, no afrontaron
esta disyuntiva, pues siendo paganos, el Hermetismo no heredó la figura oscura
y ambivalente del Dios del Antiguo testamento, por ello, fueron capaces de
adoptar una posición menos áspera. (Irónicamente hoy muchas personas
tienden a preferir el Hermetismo al Gnosticismo por esta misma razón.)

Fraternitas Gnostica Abraxas 17


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Muchos han tratado de evadir el reconocimiento de esta imperfecta creación y


su chapucero creador, pero ninguno de sus argumentos ha impresionado a los
Gnósticos. Los antiguos Griegos, especialmente los Platonistas, aconsejaban a la
gente contemplar la armonía del universo, para que venerando su grandeza
pudieran olvidar sus propias aflicciones así como las innumerables cosas
grotescas de la vida ordinaria. “Miren este hermoso mundo”: decían; “vean su
grandiosa forma de funcionamiento y perpetuación, ¿cómo puede alguien
llamar a algo tan bello y armonioso, cosa maligna?” A lo cual los Gnósticos
siempre contestaron que puesto que las imperfecciones, las miserias, y la
alienación de la existencia eran innegables también, la armonía y el orden del
universo eran en el mejor de los casos sólo parciales.

Aquellos que están influenciados por la espiritualidad Oriental en ocasiones


han traído a colación la enseñanza del karma por medio de la cual nuestras
fechorías generan infortunios más tarde en nuestras vidas o incluso en otra vida
como explicación para la imperfección del mundo manifiesto. No obstante, un
Gnóstico contradirá que el karma puede en el mejor de los casos sólo explicar
como la cadena del sufrimiento y la imperfección trabaja. No nos dice por qué
semejante sistema angustioso ha de existir en primer lugar.

DUALISMO CALIFICADO

Como señalamos anteriormente, una forma de explicar la existencia del mal era
el dualismo radical, del cual la Fe Zoroastriana es un posible ejemplo. La
posición Gnóstica, en contraste, no es de una naturaleza radicalmente dual; sin
embargo, puede ser llamada “dualismo calificado.” De forma simplificada se
puede definir esta posición como que declara que el bien y el mal se hallan
mezclados en el mundo manifestado; así el mundo no es completamente malo,
pero no es del todo bueno tampoco. Supuesto que el mal en el mundo no nos
ciegue a la presencia del bien, ni el bien nos ciegue a la realidad del mal.

Aquí podemos hacer uso del acercamiento más favorecido por los Gnósticos
mismos, el mitológico. (El poder de este método ha sido redescubierto por
algunas figuras contemporáneas tales como C. G. Jung y Joseph Campbell).

Los mitos que narran la mezcla del bien y el mal en la creación anteceden a los
Gnósticos. Una de estas historias es el mito Griego de Dionisio. Cuando este
dios fue despedazado por los Titanes, Zeus vino en su ayuda y los fulminó con
un rayo. Los cuerpos tanto de los Titanes como de Dionisio fueron reducidos a

Fraternitas Gnostica Abraxas 18


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cenizas y mezclados. Cuando toda clase de criaturas, incluyendo a los


humanos, surgieron de estas cenizas, la naturaleza divina de Dionisio estaba
mezclada con la malvada naturaleza de los Titanes. Así la luz y las tinieblas se
encuentran en lucha dentro de la naturaleza humana y en el mundo natural.

Los Gnósticos poseen su propio mito acerca de los orígenes del bien y el mal.
Comienzan hablando de una Plenitud (Pleroma) ilimitada y bienaventurada
que habita más allá de toda existencia manifestada. El Pleroma es la morada del
Dios primordial y verdadero (Alethes Theos) y constituye Su naturaleza
esencial.

Antes de tiempo y la memoria, esta plenitud inefable se extendió a sí misma


hacia las regiones inferiores del ser. En el curso de esta emanación, llegó a
manifestarse en un número de deidades intermedias quienes eran más bien
como grandes ángeles dotados con enormes talentos de creatividad y
organización. Algunos de estos seres, o demiurgoi, se alienaron de su fuente
superna, llenándose así de malas tendencias.

De este modo la voluntad creadora del mundo fue corrompida por la


terquedad, la arrogancia, y la sed de poder; a través de las obras realizadas por
estos agentes alienados, el mal penetró en la creación. Desde entonces, según se
dice expresó el maestro Gnóstico Basílides: “El mal se adhiere a la existencia
creada como la herrumbre al hierro.” Como uno de estos seres creados, la
entidad humana participa de la naturaleza de sus creadores imperfectos. El
cuerpo humano, siendo una creación material, está sujeto a la enfermedad, la
muerte, y a muchos otros males; aun el alma (psyche) no se encuentra libre de
la imperfección. Sólo el espíritu (pneuma), profundamente escondido dentro de
la esencia humana, permanece libre de la mixtura y tiende hacia el Dios
verdadero.

Semejantes declaraciones míticas pueden transmitir las percepciones internas


de un modo que no es posible mediante otros métodos de comunicación. Al
mismo tiempo ha de admitirse que estos mitos fueron formulados hace mucho
tiempo y muy lejos y pueden ser provechosos luego de ciertas ampliaciones y
clarificaciones dentro de un contexto contemporáneo.

CONCLUSIONES CONTEMPORÁNEAS

Suceden cosas terribles, como afirma el ensayo del Time. El mundo está lleno de
maldad, de horror grotesco y sufrimiento universal. Humanos perversos,

Fraternitas Gnostica Abraxas 19


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frecuentemente con gran poder, atormentan y asesinan a otros diariamente. La


historia del siglo veinte ofrece muchas pruebas de la desenfrenada iniquidad
que hay en el mundo. Los creyentes en el Dios monoteístico y/o el karma con
frecuencia nos dicen que esto no importa mucho, porque en última instancia el
mal realmente promueve el bien. Parecen estar diciendo que el mal no es
realmente malo del todo, sino el bien bajo un disfraz desagradable. Sin
embargo, este argumento trastornado es una afrenta para todos aquellos que
han mirado de frente el rostro del mal. Presentar este argumento a los
sobrevivientes del Holocausto, el GULAG o los campos de exterminio sería tan
insultante como ridículo. Para estas víctimas, el mal es mal, y todo lo demás
sino evasión.

Por otra parte muchas cosas terribles suceden que de ninguna manera están
sujetas a la humana voluntad. Mientras que las perversidades de la condición
humana son responsables de algunos de los sufrimientos de este mundo,
mucho no es culpa nuestra. Frecuentemente, sin embargo, creemos que es así.
No obstante, sea ocasionado por el mito de Adán y Eva o por la propaganda de
alguna gente tendenciosa hoy quienes hacen de los humanos los únicos villanos
en la vecindad, la cultivación de la culpa en la mente humana no es el remedio
para el mal. Al contrario, la culpabilidad usualmente engendra más desdicha a
la corta o a la larga. Dejemos a un lado esta autoflagelación y tratemos de
mitigar los males sobre los cuales tenemos algún control mientras recordamos
que está más allá de nuestro poder erradicar la desdicha por completo.

Al igual que el mundo, los humanos son una mezcla del bien y el mal. De la
misma manera que no podemos exorcizar el mal de la fábrica de la creación,
igualmente no podemos deshacernos completamente de él en nosotros mismos.
Si los esquemas y técnicas humanas fueran capaces de eliminar el mal de la
naturaleza humana, habrían conseguido hacerlo desde hace mucho tiempo.

Por esto muchas tradiciones espirituales enseñan la necesidad de ser redimidos


desde afuera. Cada tradición espiritual que es valedera ha poseído siempre una
soteriología: una enseñanza acerca de la salvación. Los Gnósticos antiguos y
modernos no perciben la Gnosis liberadora como un proyecto de hágalo-usted-
mismo. No podemos purificar o psicoanalizar el mal echándolo fuera mediante
nuestra propia fuerza. Los Mensajeros de Luz reconocidos por la Tradición
Gnóstica, como Jesús, Mani, y otros han sido siempre considerados como los
grandes facilitadores de la salvación. Su misión salvífica consiste en permitir a
la conciencia del individuo experimentar la Gnosis. Una antigua fuente
Gnóstica, Excerpta de Theodoto, define esta Gnosis como el conocimiento de
“quiénes éramos, en qué nos hemos convertido; de dónde éramos, adónde

Fraternitas Gnostica Abraxas 20


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hemos sido precipitados; hacia dónde nos arrojamos, de qué somos redimidos;
qué es el nacimiento y qué el renacimiento”.

Muchos han notado las similitudes entre estas enseñanzas Gnósticas y las del
Hinduismo y el Budismo. En todas estas tradiciones, la percepción del origen y
la naturaleza del mundo manifestado es vista como el liberarnos de éste y sus
males, reuniendo nuestros espíritus con la realidad trascendental. A diferencia
de las grandes religiones Orientales, el Gnosticismo, sin embargo, identifica
específicamente la raíz de todo mal como la creación defectuosa realizada por
agentes espirituales de limitada sabiduría y bondad.

La visión Gnóstica de la condición humana de este modo también difiere de la


moderna visión secular. Los Gnósticos no comparten la suposición de muchos
en nuestra cultura de que hay un remedio puramente naturalista y humanista
para el mal.

Los Gnósticos contemporáneos en su mayor parte están de acuerdo con las


internas percepciones de sus antiguos contrapartes. ¿Creen los Gnósticos
modernos en el Demiurgo? ¿Creen ellos en los Mensajeros de Luz? ¿Consideran
estas ideas como verdades metafísicas o como mitologemas que aluden a
realidades más sutiles y misteriosas? La respuesta es que algunos Gnósticos
puede que crean en estas cosas en un sentido más literal, mientras que otros
puede que crean en ellas de forma simbólica, y aun otros puede que sostengan
una mixtura de ambos puntos de vista.

Lo que importa no es la forma exacta de estas enseñanzas sino su sustancia. Y


esto es suficientemente claro. Habla de la realidad y el poder del mal, de su
presencia fundamental en toda la existencia manifestada. Declara que aun
cuando no seamos capaces de librar al mundo y a nosotros mismos del mal,
podemos y realmente nos elevaremos por encima de este a través de la Gnosis.
Y cuando la tarea de este desembrollo sea realizada, entonces en verdad no
temeremos al demonio meridiano ni al terror que vaga durante la noche.

Fraternitas Gnostica Abraxas 21


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DIOSAS SÍ

¡DIOSA NO!

Lo femenino y el multi-centrado
en la imagen de Dios

Stephan A. Hoeller

En su deliciosa neo-gnóstica novela "Monsieur", Lawrence Durrell dice que hay


cuatro "M" que caracterizan a nuestra época: el monoteísmo, el mesianismo, la
monogamia, y el materialismo. Dando de alta la interpretación escatológica de
Freud sobre el dinero, añade que hay otra que iguala a todas esas "M" -merde. -
1-

Tan extrema como esta


declaración puede
parecer, contiene una
potente, y que a menudo
se pasa por alto, verdad.
El judaísmo, el
cristianismo y el islam
han fijado su
imaginación espiritual en la imagen de Dios como una realidad unitaria
suprema - una imagen que excluye la diversidad y la pluralidad. El aumento de
la conciencia feminista de nuestra era, ha identificado uno de los resultados de
esta visión de Dios como "patriarcado" y llevado a la excepción. El remedio
propuesto para ello es la sustitución del macho solitario Dios por una Diosa o,
como la llaman frecuentemente, "la diosa".

La pregunta que deseo plantear aquí es, ¿y si el defecto principal no se debe


tanto al género de nuestro Dios, sino al hecho de que es visto como único y
solitario? Se podría incluso argumentar que la orientación masculina de la
sociedad y la religión no es sino el resultado de una cuestión mucho más
fundamental, el del monoteísmo. Puede ser que la norma dimensional de
nuestra cultura no se puede remontar al hecho en que pensamos de la deidad

Fraternitas Gnostica Abraxas 22


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como masculina, sino al hecho de que pensamos en ella como una sola. Tal vez
el monoteísmo ha producido la otra "M" enumerada por Durrell.

Si admitimos algún mérito a esta cuestión, también podríamos preguntarnos si


la sustitución de un hombre como dios monoteísta por una diosa femenina
monoteísta lograría algo más que sustituir un mal por otro. Desde el comienzo
de la era moderna hemos visto como viejas tiranías eran sustituidas por otras
nuevas y aún más temibles. Es muy posible que lo mismo pudiese ocurrir en la
esfera de la religión.

LA MUERTE DE DIOS

El Dios monoteísta ha estado muriendo por algún tiempo. En el último siglo,


Nietzsche acuñó la frase "Dios ha muerto". En la década de 1940 y 50, el teólogo
norteamericano Richard Niebuhr comenzó a cuestionar la autenticidad de lo
que llamó "el monoteísmo radical" y afirmó que la religión natural del ser
humano es politeísta -2-. En la década de 1960 y 70 otros dos teólogos, Thomas
Altizer y William Hamilton, renovaron la declaración de Nietzsche de la muerte
del Dios monoteísta y señalaron la aparición de una teología politeísta radical -
3-. En tiempos más recientes, el psicólogo Jungiano James Hillman y su exégeta
David L. Miller han llegado a construir un fenómeno de gran alcance, lo que
ellos llaman "imágenes pluricentradas de la realidad psíquica", que consideran
como el equivalente psicológico del politeísta panteón antiguo.

La desaparición del Dios monoteísta no se puede afirmar sin despertar la


oposición, a menudo violenta, de los que están unidos a consignas tales como
"El Señor nuestro Dios es Uno" y "No hay más Dios que Dios". E incluso
aquellos que evalúan sus tradiciones en cuanto a que son principalmente
mística rara vez están dispuestos a renunciar a sus fijaciones monoteístas. Así,
muchos devotos de la mística del Islam, tienen la intención de elevar la imagen
del Dios personal singular a la condición de universal y global de la Unidad. Sin
embargo, el monoteísmo, aunque disfrazado de monismo, todavía tiende a
mantener sus deficiencias originales.

La mejor manera de superar estas dificultades, por lo que parece, es el camino


que ofrece la psicología, que desteologizando conceptos metafísicos y
demostrando su realidad psíquica, les permite salir de la esfera del dogma. Este
fue el camino tomado por C.G. Jung, que no sólo descubre la realidad psíquica
de los arquetipos (que no son ni más ni menos que los dioses y diosas de la

Fraternitas Gnostica Abraxas 23


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psique), sino que también declaró que no podía encontrar ningún equivalente
psíquico del Dios monoteísta:

Hasta ahora, no he encontrado ningún centro estable o definitivo en el


inconsciente y no creo que tal centro exista. Creo que lo que yo llamo el Ser es
un centro ideal, equidistante entre el yo y lo inconsciente... Como la naturaleza
aspira a expresarse, por lo que el hombre, y el Self es el sueño de la totalidad. -
4-

La imagen de Dios (Imago Dei), que está tan estrechamente relacionada con la
construcción del Self de Jung, no es pues, un punto definido en la psique. En su
lugar, se asemeja a un ideal de integridad, que no debe ser confundido con el
equivalente psíquico de un Dios monoteísta. Los Arquetipos, en cambio, se
comportan de forma muy parecida a dioses y diosas, como podría esperarse
que se comporten, y hay que recordar que muchas de estas imágenes
arquetípicas son mujeres. De esta manera, las diosas del alma volvieron a entrar
en la arena del interés contemporáneo. Su marcha triunfal, iniciada por Jung y
aclamada por mitólogos como Kerényi, Eliade, y Joseph Campbell, se está
produciendo ante nuestros ojos.

QUE HACER CON LAS DIOSAS

Si se concede que hay dioses y diosas en la psique, se plantea la cuestión de qué


hacer con ellos. David L. Miller propone sobre esto:

Nos promulgan muchos mitos en el curso de nuestras vidas. Profundamente


nos sentimos la configuración de muchas historias. Somos el patio de recreo de
un verdadero teatro lleno de dioses y diosas. ¿Qué hacen los dioses y diosas,
qué quieren de nosotros? La tarea es encarnarlos, conscientes de su presencia,
reconocimiento y celebración de sus formas, del modo que mejor puedan dar
cuenta de nuestro politeismo.-5-

La tarea de encarnar a deidades de nuestra personalidad plantea otra cuestión


importante. Mientras que una deidad se construye según el modelo monoteísta,
estas están vinculadas a sus características como algo indiferenciado y, por
tanto ambiguo. Muchos Cristianos y Judíos sigue asombrando por las evidentes
contradicciones radicales en el Dios del Antiguo Testamento. La misericordia y
la crueldad, la sabiduría y capricho, y muchos otros rasgos contradictorios
coexisten en este Dios. Del mismo modo, las religiones y culturas que se
adjuntan a una única (o al menos preeminente) imagen de una diosa se vieron

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involucradas en un arquetipo religioso que, a la vez, daba vida y devoraba, era


atractiva y repulsiva.

Artemisa, la virgen cazadora

La razón de estas ambigüedades se encuentra precisamente en el carácter


unitario y, por lo tanto, no diferenciado de las deidades monoteístas de
cualquier género. Así pues, si estamos enfermos del Dios vengativo y celoso de
nuestros padres, también debemos prestar atención al lado oscuro de la diosa
solitaria que algunos podrían resucitar.

El Politeísmo ofrece una salida a este dilema. Dioses y diosas, de hecho,


personalidades diferenciadas. Como tales, tienen características individuales,
que pueden atraer hacia nosotros en determinados puntos de nuestras vidas y
que puede encarnar por muchos períodos cortos, sin ser víctimas de sus
componentes más oscuro. Vamos a exponer algunas formas en las que hoy en
día puede encarnar las imágenes múltiples de las diosas inmortales.

En los misterios de Eleusis, innumerables mortales encarnaron las


personalidades de Deméter y Perséfone y revivieron su historia. Al hacerlo,
estos iniciados encontraron que su psique sufrió un cambio fundamental e
irreversible de los que disfrutaron hasta el final de sus días. Cicerón, en efecto,
llamó a los misterios de Eleusis la mayor influencia y ennoblecimiento que
nunca se hizo para influir en el carácter de la humanidad. De esto podemos
aprender que la conjunción artística de un motivo mítico con una experiencia
de alteración de la conciencia puede beneficiar tanto a la persona como a la
cultura. Por otra parte, debemos recordar que los misterios de Eleusis estaban

Fraternitas Gnostica Abraxas 25


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abiertos a ambos sexos. Las diosas no eran tan sólo para "cada mujer", sino para
"cada hombre" también.

Del mismo modo, cuando se invoca la presencia siempre agradable del amor
apasionado en nuestra vida, podemos volver a Afrodita-Venus. En ella, el amor
y la sexualidad están fuertemente unidos. Ella puede enseñarnos que el amor y
el sexo no tienen que estar separados en nuestras vidas. Y de nuevo, Afrodita
ayuda amablemente a hombres y mujeres.

Se podría proceder de esta manera con muchos otros: Artemisa, la cazadora


virginal, que persigue a su presa, pero nunca se sorprendió a sí misma; a Hera y
Hestia, encarnaciones de la felicidad maternal y doméstica; a Athena, la heroína
marcial e intelectual del victorioso talento femenino; a Hécate, la amante oscura
de los sueños y conjuros nocturnos del inconsciente. Para cada ocasión, para
cada fase de la vida, podemos encontrar una deidad femenina poderosa,
dispuesta a ayudarnos, a bendecirnos, en verdad que se encarnará en nosotros.
Y lo más importante, podemos discernir claramente lo que podemos esperar de
cada uno, porque sus personalidades son distintas, abiertas y sin
ambigüedades. Son muchos, no uno, y por lo tanto su naturaleza y sus dones
son personales e intransferibles.

"Sophia" en el Libro de las Maravillas por David Jors, siglo XVI.

Fraternitas Gnostica Abraxas 26


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LAS DIOSAS Y LA CULTURA DE HOY

Revivir a los dioses y diosas no es tarea fácil. Por encima de todo, no es una
tarea que la razón o los motivos personales pueden lograr o incluso ayudarlos.
No se puede construir arquetipos sobre la base de los reconocimientos
alcanzados por el complejo personal de la mente y las emociones. David L.
Miller señala acertadamente:

Los dioses y diosas no son hermosas alegorías y analogías, figuras del discurso
para oradores evangelizadores y moralistas, al igual que no son ni psicológicas
ni juegan papeles sociales. Más bien, son mundos de nuestra existencia, las
estructuras más profundas de la realidad. -6-

Si nos evocan la presencia de estas estructuras de la realidad en primer lugar, o


incluso en parte, porque queremos avanzar en nuestros propósitos, nos
arriesgamos al sacrilegio e invitamos a las crueles represalias de los olímpicos.
Nuestra consigna en estos asuntos no debe ser "quiero", sino "haz Tu voluntad".
Las ideologías, la política, los "ismos" de todo tipo, así como el daño personal y
la ira, deben ser dejados atrás en el patio exterior. No deben ser introducidos de
contrabando en el santuario donde residen los dioses. Por supuesto, mucha de
la contemporánea "paganización" y "el lenguaje de la Diosa" no pasa la
inspección de estas estrictas, pero esenciales, normas.

POLITEISMO Y CRISTIANISMO

Algunos pueden preguntarse si es realista esperar que las personas que fueron
alimentadas por el mito cristiano cambien su lealtad a los dioses de Homero y
de Jenófanes. Sin embargo, muchos cristianos, especialmente los de la variedad
Gnóstica, no ven ninguna contradicción en el reconocimiento de los dioses y
diosas, como portadores de imágenes y poder válidos. Los Padres de la Iglesia
describen cómo los Gnósticos de Alejandría llevaban a la estatua de Perséfone
en procesión desde una cripta subterránea de la iglesia, en la víspera de la
Epifanía. Incluso los cristianos ortodoxos aceptan la forma de Baco como un
legítimo disfraz de Cristo. Hoy día el catolicismo es castigado por los
protestantes por adorar a María como una diosa pagana, y se puede
argumentar que el cristianismo primitivo representaba un intento de sustituir
una poliarquía sagrada por la tiranía del Dios del Antiguo Testamento.

Fraternitas Gnostica Abraxas 27


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También debemos recordar que la Kabbalah (llamada "gnosticismo judío" por


Gershom Scholem) posee un mito politeísta en sus diez Sephiroth, por lo menos
tres de ellos calificados como diosas por algún estándar razonable.

Una escena de la Virgen María inmortalizada en muchas imágenes

El descubrimiento y la asimilación de las primeras escrituras cristianas


heterodoxas (como la biblioteca de Nag Hammadi) también facilitarán la
reactivación de las figuras de las diosas en un nuevo mito Gnóstico cristiano.
Diosas como Barbelo y Sophia, semi-diosas como Eva-Zoe y Norea, y heroínas
como María Magdalena están surgiendo desde el exilio y están a la espera de su
reincorporación a las escrituras cristianas y a la liturgia. Las cosas nunca han
estado tan bien para la recuperación de nuestro patrimonio politeísta, y la de las
hermosas y poderosas diosas de nuestro pasado. Incluso se cree que Cristo, el
paradigma de la encarnación de la Plenitud, que nos aseguró que en la casa de
su Padre hay muchas divinidades -7-, estaría encantado con la llegada de un
nuevo politeísmo.

Esquilo, en su tragedia Aetnae, escribe de Talia, hija de Hefesto. Por haber


recibido las atenciones amorosas de Zeus, esta doncella divina fue perseguida
por la consorte divina de Zeus, Hera. Para salvarla, Zeus escondió a Talia en las
profundidades de la tierra, donde dio a luz a dos hijos, los Palikes, que hoy en
día son los responsables de emitir las corrientes destructivas del fuego

Fraternitas Gnostica Abraxas 28


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volcánico en este mundo. Marie-Louise von Franz nos recuerda que si nos
olvidamos de los dioses y diosas brotarán de las profundidades del inconsciente
de forma destructiva.

Nuestro apego a la imagen del Dios monoteísta nos ha llevado a reprimir


muchas espléndidas deidades arquetípicas. La integridad, no sólo de nuestras
almas, sino del mundo, nos obliga a invitar a estos seres numinosos a ocupar su
lugar en nuestra vida religiosa y cultural. Es mejor que, al hacerlo, se abstengan
de tratar de evocar una deidad femenina monoteísta a imagen de Jehová, el que
nos aflige desde hace mucho tiempo. Los atletas Olímpicos de Nietzsche
exclamaron en "Así habló Zaratustra", "¿no es sólo que en la divinidad, hay
dioses, pero no un Dios?" A lo que podemos añadir, "¡y que son diosas, pero no
una Diosa!"

NOTAS

1.- Lawrence Durrell, Monsieur (New York: Simon & Schuster Inc., 1976) pp.
145-46.

2.- H. Richard Niebuhr, Radical Monotheism and Western Culture (New York:
Harper and Row, 1970) p. 119.

3.- Thomas J.J. Altizer and William Hamilton, Radical Theology and the Death
of God (Indianapolis, Ind.: Bobbs-Merrill, 1966).

4.- Quoted in Miguel Serrano, C.G. Jung and Hermann Hesse: A Record of Two
Friendships, Frank MacShane, trans. (New York: Schocken Books, 1968), pp. 50,
56.

5.- David L. Miller, The New Polytheism (New York: Harper & Row, 1974), p.
55.

6.- Ibid., p. 80.

7.- John 14:1-3. In Gnostic exegesis, the multiple "mansions" or "dwelling-


places" are understood to be the Aions.

Fraternitas Gnostica Abraxas 29


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LOS SABIOS DE ORIENTE


¿Existe una hermandad secreta de maestros que dirige el
progreso espiritual de la humanidad?
Stephan A. Hoeller

Hay una extraña y persistente leyenda que probablemente se origina en


Oriente. Propone que, en algunos lugares ocultos de la tierra (por lo general en
las tierras altas de Asia Central, en particular en el Tíbet, además de otros sitios,
como los Andes, e incluso algunas montañas en los EE.UU., como el Gran
Tetons y Mt. Shasta, mencionados algunas veces), existe un grupo de personas
que poseen tanto poderes excepcionales como un carácter muy perfeccionado y
conciencia. Son conocidos como la Jerarquía de los Adeptos, la Gran Logia
Blanca, la Gran Hermandad Blanca, los Maestros, o simplemente la Jerarquía.

Ángeles siguiendo a los Reyes Magos, por Gustave Moreau

Aunque la mayoría de las fuentes destacan como oriental (en particular la India
y Tíbet) la nacionalidad de estas personas, encarnaciones occidental de dicha
leyenda no son desconocidas. Algunos han sugerido que parte de esta leyenda
viajó hacia el oeste durante las Cruzadas, o incluso antes, y que sus fuentes son
sobre todo las que se encuentran en las tradiciones islámicas secretas y
semisecretas.

Fraternitas Gnostica Abraxas 30


Stephan A. Hoeller Artículos

A partir de la publicación del misterioso documento Rosacruz Fama


Fraternitatis en 1614, la existencia de ciertos "superiores desconocidos" o
"Hermanos de la Rosa-Cruz" que viven y trabajan en secreto y, sin embargo,
conectados directamente con los destinos espirituales del mundo se convirtió en
una parte de las creencias de muchos esoteristas occidentales. Para que estas
transmisiones se puedan añadir a diversas corrientes de leyendas hay que
relacionarlas con la poesía árabe, con los hombres sabios que deambula entre
los trovadores, con el reino legendario de un sacerdote-rey llamado Preste Juan
en África, con los maestros alquimistas, de un elusivo y potente aspecto,
dirigidos por Elías Artista, así como los templarios y la masonería esotérica. En
el siglo XIX, las bases para una revelación del mito de los Adeptos fueron
colocadas. Este despliegue se llevó a cabo a través del movimiento teosófico, sin
el cual el mito entero probablemente habría quedado para siempre en la
oscuridad.

BLAVATSKY Y SUS MAESTROS

Helena Petrovna Blavatsky

La posición de los conocimientos actuales sobre los Maestros es bien afirmada


por uno de los mejores divulgadores de lo esotérico, Richard Cavendish, quien
lo llama "una simplificación glamurosa de la tradición común de Oriente y
Occidente desde tiempos inmemoriales, el espíritu de búsqueda de quien
pregunta: «Maestro, ¿qué haré para heredar la vida eterna?" -1-

Esta cuestión, de origen bíblico, no está exenta de patetismo. Como Jesús fue
considerado como un maestro de las asuntos relacionados con la vida más allá
de la existencia terrenal, es por lo que la tradición Teosófica de los últimos 120
años ha tratado de personajes con un conocimiento superior y con poder para
ayudar a los mortales en la obtención de una mayor conciencia de la vida. No
sólo proclaman la existencia y disponibilidad de estos personajes, sino que
también se les consideraba como la fuente y el origen de sus enseñanzas.

Fraternitas Gnostica Abraxas 31


Stephan A. Hoeller Artículos

En uno de los primeros tratados académicos sobre el tema, publicado en 1930


en una serie patrocinada por la Universidad de Columbia, Alvin Boyd Kuhn
escribió:

Los Teósofos nos dicen que antes del lanzamiento del último "paseo" para
promulgar la Teosofía en el mundo, los consejos de la Gran Hermandad Blanca
de los Adeptos, o Mahatmas, debatió durante mucho tiempo si el momento era
propicio para la propagación libre de la Gnosis secreta, si el mundo moderno...
podía apreciar el conocimiento secreto, sin el riesgo de graves abusos de las
fuerzas espirituales de lo alto, lo que podría ser desviado hacia canales egoístas.
Se nos dice que en estos consejos, la opinión mayoritaria era que la difusión de
la Sabiduría Antigua en occidente sería un auténtico casting de perlas a los
cerdos y, sin embargo, dos de los Mahatmas resolvieron la cuestión por
asumiendo las deudas kármicas de la medida, y asumiendo también la
responsabilidad de todos los posibles disturbios y malos efectos.-2-

Estos dos Mahatmas llegaron a ser conocidos como Morya y Koot Humi (o Kut
Humi), y su persona de contacto por excelencia fue Helena Petrovna Blavatsky.

La historia de la colorida, polémica, erudita e intuitiva, Mme. Blavatsky se ha


contado muchas veces, la más reciente y precisa por Sylvia Cranston -3-. La
cuestión de su participación con sus inspiradores adeptos también ha sido
desarrollada a fondo por un valiente investigador, K. Paul Johnson -4-. Sobre el
meritorio trabajo de Johnson haremos algunos comentarios porque en cierta
manera representa un nuevo desarrollo en el tratamiento del tema. La tesis de
Johnson es que los Adeptos y Mahatmas de Blavatsky fueron figuras históricas
que vivieron en su tiempo, para los que se hallaron adecuados disfraces en
misteriosos personajes y un conjunto de seudónimos igualmente misterioso,
con los que entraron en el mito de la Teosofía y del ocultismo moderno.

Según Johnson, Morya fue un Maharajá de Cachemira con el nombre de Ranbir


Singh, mientras que Kut Humi se identifica con un líder espiritual Sikh, Sirdar
Thakar Singh Sadhanwalia. Johnson también identifica otras figuras de los
adeptos de Blavatsky, como "el Chohan" (o Maha Chohan) y el "Maestro Djual
Kul" (más tarde difundido por Alice Bailey), con los gurús y líderes Sijs y
Musulmanes de la época.

LOS MAESTROS VIVIENTES

No es sin interés que Johnson escoge a personajes Sikh como modelos para los
Maestros ocultos de Blavatsky. La variedad de la espiritualidad de la India, es
más comparable a la Teosofía moderna que a la tradición Sant, a la que algunos
estudiosos consideran como un pariente cercano del gnosticismo occidental.
Esta tradición se ha aliado con los Sikhs desde la época de Guru Nanak en el
siglo XVI. Su última realización, el movimiento Radhasoami, acababa de

Fraternitas Gnostica Abraxas 32


Stephan A. Hoeller Artículos

aparecer en escena, en la época de Blavatsky, en la persona de Shiv Dayal Singh


(1818-78), que era bien conocido en los círculos religiosos indios y, desde luego,
llamó la atención de los Teósofos.

La tradición Sant tiene innumerables similitudes doctrinales con la Teosofía,


incluida la enseñanza de los "Maestros vivientes", que son los principales
agentes de la redención en la iniciación de sus seguidores -5-. Es lamentable
que, a pesar de reconocer la conexión Sikh, Johnson no toca la tradición Sant,
donde podría haber encontrado un modelo mucho más valioso para el concepto
de Blavatsky de los Maestros. El tema tiene todavía una gran necesidad de
exploración, aunque lo haremos brevemente aquí.

Para un occidental el término "santo" denota a una persona en la que las


virtudes humanas ordinarias se han ejercido en un grado heroico. Los antiguos
griegos pueden ser acreditados como los que establecieron una categoría de
seres humanos conocidos como héroes, que estaban entre los mortales y los
dioses inmortales. La tradición Sant reconoce a las personas de un género
similar. Normalmente se les llama Sants ("santos" u "hombres de verdad") o
satgurus ("verdaderos maestros"). Estas personas se han fusionado con el
núcleo espiritual de la Identidad Suprema en la medida en que ya no están
sujetos a cualquier ilusión o sentido del yo, aparte de lo Divino.

Como uno de los investigadores contemporáneos dice, "Lo que nos hemos
confrontado con el [SAT] gurú es una hierofanía clásica: un objeto profano que
se manifiesta en lo sagrado" -6-. El satguru es un ser encarnado, un ser humano,
no un dios sin cuerpo de ángel y por esta razón se conoce como un "maestro
viviente". Tampoco es suficiente en esta tradición seguir a un maestro que ha
muerto:

Según la tradición Sant... hay que seguir a un gurú viviente. Se dice que de los
pasados Sants no se puede tomar el alma hacia Dios. Esto se debe a dos razones
principales: (1) se cree que el mensaje original de los Sants es mal interpretado
después de que el Sant pasa al otro lado, mientras que las enseñanzas durante
la vida del Sant son puras y cargadas, y... devoción por un gurú ayuda al
progreso espiritual, (2) se cree que es más fácil amar a alguien vivo y tangible
que alguien que ha estado muerto por centurias -7-.

Comparemos esto con algunas declaraciones relativas a los Mahatmas


Teosóficos. Según Blavatsky:

El Mahatma es un personaje que, por un especial entrenamiento y educación, ha


desarrollado las facultades superiores y ha logrado el conocimiento espiritual
que la humanidad ordinaria adquirirá después de pasar por innumerables
series de reencarnaciones durante el proceso de evolución cósmica... El
Mahatma real no es, pues su cuerpo físico, sino su mente más alta, que está
indisolublemente unida al espíritu y a su vehículo -8-.

Fraternitas Gnostica Abraxas 33


Stephan A. Hoeller Artículos

También tenemos, en ese sentido, las declaraciones de lo que parecen ser los
Mahatmas en sí mismos. Durante la residencia de Blavatsky en la India después
de 1879, el periodista anglo-indio A.P. Sinnett se interesó por sus maestros. En
1880 estableció una correspondencia con Morya y Koot Humi. Las respuestas a
las cartas de Sinnett se han conservado en el Museo Británico de Londres y
también se han publicado en forma de libro. En una de estas cartas, Kut Humi
escribe:

Un Adepto - el más alto como el más bajo - es uno sólo durante el ejercicio de
sus poderes ocultos... Siempre son necesarios estos poderes, la voluntad
soberana abre la puerta para que el hombre interior (el adepto), pueda surgir y
actuar libremente, pero a condición de que su carcelero - el hombre exterior -
sea total o parcialmente paralizado -9-.

Teniendo en cuenta ciertas diferencias en la orientación psicológica, esa


declaración podría haber llegado fácilmente de un "maestro viviente" de la
tradición Sant.

ADEPTOS ENCARNADOS Y DESENCARNADOS

Estas consideraciones dejan pocas dudas acerca de que los misteriosos maestros
de Blavatsky fueron considerados como vivientes personajes humanos, aunque
de un orden muy inusual. Al mismo tiempo, también es necesario reconocer,
que junto con el mito de los maestros encarnados, otro mito ha desempeñado
un papel importante en el desarrollo de la idea de la Jerarquía de los Adeptos.
Este fue el Espiritismo del siglo XIX, un movimiento que atrajo a gran número
de gente y tuvo mucha publicidad en su día.

Hoy el Espiritismo se limita fundamentalmente a la práctica de intentar


contactos con espíritus no concretos. Los Espiritistas profesos no son muy
numerosos y su posición social e intelectual se encuentra en un poco notable
conjunto. Sin embargo, otro tipo de espiritismo se ha vuelto mucho más
importante: el fenómeno de la canalización. Aquí nos encontramos en primer
lugar con los intentos de difundir la información oculta, a menudo
perteneciente a la humanidad o al cosmos en su conjunto. Los Canalizadores, en
general, no tienen las preocupaciones personalistas de los espiritistas, que a
menudo parecen muy interesados en las hazañas de sus muertos en los reinos
no físicos. Las expresiones de los canalizadores son, con frecuencia, doctrinales,
proféticas, e incluso a veces arquetípicas.

Sería justo decir que el espiritismo siempre ha tenido dos caras, una
personalista y por lo tanto poco profunda, y otra reveladora y conmovedora
sobre lo numinoso. Los orígenes del mito de los Adeptos Teosóficos está
conectado con esta última. En el momento de la fundación de la Sociedad
Teosófica en 1875, hubo una entidad espiritual que hizo frecuentes apariciones

Fraternitas Gnostica Abraxas 34


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en las reuniones espiritistas, tanto de los Estados Unidos como de Inglaterra, y


que se identificó como "John King". Blavatsky parece haber investigado muy
profundamente en esta entidad y dijo que estaba relacionado, de alguna
manera, con sus Adeptos Superiores.

Aunque desde hacía algunos años participaba en una incómoda cooperación


con los espiritistas, y había recibido la orden de romper con ellos por sus
superiores en 1875, su relación con "John King" se mantuvo cercana.
Eventualmente, ella lo identificó de lleno como un mensajero de los adeptos que
la inspiraron a fundar la Sociedad Teosófica -10-. Parece ser que un espíritu sin
cuerpo - y que era, además, muy activo en las sesiones espiritistas - podría ser
un asociado de los adeptos encarnados, ya que generalmente había un rechazo
hacia los espiritistas y sus "fantasmas", como Blavatsky los llamaba.

Otro interesante episodio inspiró la puesta en marcha de un resurgimiento


importante en los círculos ocultos esotéricos franceses que todavía existe y se ha
extendido a varios continentes. Blavatsky tenía una amiga que vivía en Francia,
que fue muy influyente allí en la reactivación oculta. Su nombre de soltera era
María, Lady Caithness, y se casó con el Duque de Pomar. Residía en un gran
palacio en París, con una ornamentada capilla en la que las actividades ocultas
se llevaban a cabo.

En el otoño de 1889, un ex seminarista católico, masón de alto grado, y


visionario poeta, llamado Jules Doinel, fue visitado en esta capilla por el
espíritu del Obispo Cátaro Guilhabert de Castres, acompañado por los espíritus
de otros Cátaros medievales. Los espíritus, hablando a través de una vidente,
encargaron a Doinel reactivar la Iglesia Gnóstica, de la que se convirtió en el
primer Patriarca. Las instrucciones detalladas para la organización de la Iglesia
Gnóstica fueron dadas a Doinel en ese momento. Este evento marcó el
comienzo de la Eglise Gnostique Universelle (Iglesia Gnóstica Universal,
también conocida con otros nombres), que se asoció estrechamente con la
Orden Martinista de Papus. La iglesia tiene muchas ramas en Francia, Haití, y
otros países -11-.

Doinel, fundador de la moderna Iglesia Gnóstica, puede ser tomado como


ejemplo de un cierto tipo de inspiración adéptica, no muy diferente a la de
Blavatsky, y posiblemente incluso conocidas por él. Sin embargo, los mensajes
que aquí se profesan vienen de seres incorpóreos que son de un orden distinto a
las entidades encontradas en la mayoría de las sesiones de espiritismo. Como
tales, pueden compararse con algunas de las formas más valiosas de la
canalización contemporánea, tales como "Un Curso de Milagros".

La noción de guías espirituales, que pueden o no estar asociados entre sí en una


especie de fraternidad mística, fue ampliamente aceptada en muchos lugares.
Incluso C.G. Jung, quien se mostró escéptico acerca de muchos aspectos de la
Teosófica y enseñanzas relacionadas, no era inmune a tales ideas. En sus
"Memorias, sueños, pensamientos", escribió largo y tendido acerca de un
misterioso "fantasma", a quien llamaba Philemon, y de quien recibió mucha

Fraternitas Gnostica Abraxas 35


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instrucción. También contó una conversación que tuvo con un "anciano indio
muy culto, un amigo de Gandhi" que, tras informar a Jung que su propio gurú
era Shankaracharya, el hace mucho fallecido fundador del Vedanta, continuó
diciendo, "La mayoría de la gente tienen gurús vivos. Pero siempre hay algunos
que tienen a un espíritu por maestro". Jung dijo que de inmediato recordó a
Philemon -12-.

Jiddu Krishnamurti

Una curiosa convergencia entre la tradición Teosófica de los Maestros


encarnados y el fenómeno de la canalización se produjo en 1972, cuando el
pintor británico y medium Benjamin Crème, muy influenciado por la versión
modificada de la jerarquía Teosófica de los Maestros de Alice Bayley, comenzó
a canalizar mensajes que indicaban que la aparición del Señor Maitreya era
inminente. (Maitreya, a quien se considera en el budismo como el propio Buda,
se ha incorporado a la jerarquía Teosófica, a principios de este siglo, Jiddu
Krishnamurti dijo ser el vehículo de Maitreya). Crème fija al año 1982 como el
año de la reaparición de Maitreya. Se predijo que el suceso iría acompañado de
varios milagros tecnológicos, incluyendo el uso de todos los medios de
comunicación públicos en el mundo por el salvador que regresaba. Aunque el
fenómeno no se produjo, los devotos continúan impertérritos.

¿DIRECCIÓN SECRETA O MITO ARQUETÍPICO?

En la leyenda bíblica de los Tres Reyes Magos de Oriente tenemos una


prefiguración arquetípica de los mitos y las especulaciones sobre los misteriosos
adeptos que están involucrados con el destino del mundo. El término
"Dirección Secreta" fue acuñado en este sentido por el autor británico Ernest
Scott, que, basándose principalmente en fuentes islámicas, hizo un alegato
impresionante en la realidad de una asamblea de hombres, conocida en algunos
círculos del Medio Oriente como "Amigos de Dios" o "Pueblo del Secreto" -13-.
Aunque la dispensación Teosófica del esoterismo puede haber sacado el tema
en importancia, incluso ahora, cuando las funciones de la Teosofía,

Fraternitas Gnostica Abraxas 36


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principalmente como un "movimiento de abuelos" para innumerables escuelas


y organizaciones, la idea de los Adeptos está lejos de estar pasada de moda.

En esta idea, todavía muy vital, de una jerarquía de adeptos, nos encontramos
ante un misterio que nadie ha podido resolver. Esfuerzos recientes, como los
realizados por K. Paul Johnson, han arrojado luz sobre algunos rincones
oscuros, aunque no han podido iluminar todo el tema. Si bien las nuevas
dimensiones se han abierto, otras permanecen oscuras. Los siguientes
pensamientos son ofrecidos como débiles intentos de penetrar en el misterio.

En primer lugar, ¿hay pruebas de que los acontecimientos de desarrollo


cósmicos o terrestres, sobre todo los asuntos de la humanidad, están sujetos a la
dirección de una jerarquía de inteligencias sobrehumanas, y que estas
inteligencias se han puesto en contacto con la humanidad en determinados
momentos? La respuesta, al parecer, es no. El triste curso de la historia, las
expresiones feroces de un "mundo ciego creando deseo" (por usar palabras de
Schopenhauer) no íntimo de la obra de dichas inteligencias. Si hay un
"Gobierno Interno" o una "Dirección Secreta", tendría que ser bastante ineficaz.

Ex-libris de CG Jung con el lema que aparece en su lápida:

Llamado o no llamado, el dios estará allí.

Por la misma razón, es posible que algunas personas que poseen una elevada
forma de Gnosis puedan de hecho trabajar en concierto, no como un gobierno
jerárquico, sino como un grupo de iluminados y compasivos ayudantes.
Algunas de las declaraciones, que supuestamente proceden de esos personajes
(en particular en relación con Blavatsky), apuntan a esta posibilidad. Nociones
de lo divino, seres omniscientes moviendo los hilos de la historia desde sus
moradas secretas, pueden ser fuente de inspiración para algunos de nosotros,
pero tienen poco espacio en la realidad. Ciertamente los Maestros de Blavatsky
nunca pretendieron ser de esa especie. (Escuelas de ocultismo, como el
movimiento de Alice Bailey o los descendientes del movimiento "I Am -Yo Soy-

Fraternitas Gnostica Abraxas 37


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“ de la década de los años treinta, que insisten más enérgicamente sobre la


deífica y todo poderosa imagen de estos seres, fueron generadas por el impulso
original de estas enseñanzas).

Por otro lado, la imagen del adepto, ya sea como un maestro vivo o como un
instructor espiritual sin cuerpo, tiene connotaciones definidas de lo que, en
términos de Jung, se llama un ser arquetípico. Algunos pueden alegar que tal
descripción es equivalente a la sustitución de un misterio por otro. Sin embargo,
es innegable que detrás de toda ciencia y mística, detrás de todos los enfoques
de Oriente y Occidente, no hay sino un área de la realidad y la realización: la
psique humana. Cualquiera que sea la realidad sobrenatural que quiera darse a
conocer a nosotros, debe hacerlo a través de la psique, o bien pasar inadvertida.

La realidad psíquica de los arquetipos puede ser considerada como de gran


importancia para el tema en cuestión. Los arquetipos poseen muchas de las
características de numinosidad, de autoridad y del poder de mando atribuido a
los adeptos. Al indicar a sus discípulos cómo podrían acercarse a los grandes
misterios del ser, Blavatsky, una vez declaró que "podría decirles cómo
encontrar a los que les mostrará la puerta secreta que se abre sólo por dentro".

¿Es tan difícil imaginar que los que abren esas puertas interiores tiene que vivir,
si no totalmente al menos en parte, en los recovecos interiores de la psique?

Y la Asamblea de los arquetipos, que reside en gran parte dentro de nosotros y


no en el Himalaya o en alguna meseta secreta en Afganistán, ¿no podría
también estar presente en el entorno inmediato de nuestras vidas? Es verdad
que algunos han pensado así. Uno de ellos fue el poeta y esoterista francés
Maurice Magre que, en el epílogo de su libro "El retorno de los Magos", escribió:

Ha habido hombres cuyos nombres se desconocen, ya que se preocupaban muy


poco por la fama, y la verdad ha irradiado de ellos sin saberlo. Ha habido
reveladores que no eran conscientes de la revelación que había en ellos; sabios
modestos que mezclaban su sabiduría con su vida cotidiana... Todos nos
reunimos, por lo menos una vez en nuestra vida, con uno de estos iniciadores
no anunciados, y recibimos de ellos un regalo invaluable, por una palabra
amable, una mirada de tristeza, o una expresión sincera de sus ojos -14-.

Es en este sentido en el que podemos dirigir nuestra pregunta si deseamos la


mayor recompensa. Sea como fuere, el mito de la Asamblea de los Adeptos
todavía puede tener secretos que revelar que podrían beneficiarnos de forma
desmesurada.

Fraternitas Gnostica Abraxas 38


Stephan A. Hoeller Artículos

NOTAS

01.- Richard Cavendish, Encyclopaedia of the Unexplained: Magic, Occultism,


and Parapsychology (London: Routledge, 1974), p. 286.

02.- Alvin Boyd Kuhn, Theosophy: A Modern Revival of Ancient Wisdom (New
York: Henry Holt & Co., 1930), p. 2.

03.- Sylvia Cranston, H.P.B.: The Extraordinary Life and Influence of Mme.
Helena Petrovna Blavatsky, the Founder of the Theosophical Movement (New
York: Jeremy P. Tarcher/Putnam, 1992; reviewed in GNOSIS #29).

04.- K. Paul Johnson, The Masters Revealed: Mme. Blavatsky and the Myth of
the Great White Lodge (Albany, N.Y.: State University of New York Press, 1994)
An earlier version of this work was In Search of the Masters: Behind the Occult
Myth (South Boston, Va.: Privately published, 1990; reviewed in GNOSIS #20).
See also Johnson's article "Imaginary Mahatmas" in GNOSIS #28.

05.- Andrea Grace Diem, The Gnostic Mystery: A Connection between Ancient
and Modern Mysticism (Walnut, Calif.: Mt San Antonio College Press, 1992).

06.- Ibid., p. 24.

07.- Ibid., p. 25. Emphasis here and in other quotes is in the original.

08.- H.P. Blavatsky, Collected Writings, vol. 6 (Los Angeles: Blavatsky Writings
Publication Fund, 1954), pp. 239-41.

09.- A.T. Barker, ed., The Mahatma Letters to A.P. Sinnett, second edition
(London: Rider & Co., 1948), p. 180.

10.- C. Jinarajadasa, ed., The Golden Book of the Theosophical Society (Adyar,
Madras, India: Theosophical Publishing House, 1925), pp. 15-16.

11.- Massimo Introvigne, Il Ritorno dello Gnosticismo (Carnago, Italy: SugarCo


Edizioni, 1993), pp. 106-08.

12.- Aniela Jaffe, ed., Memories, Dreams, Reflections by C.G. Jung (New York:
Vintage Books, 1965), p. 184.

13.- Ernest Scott, The People of the Secret (London: Octagon Press, 1983).

14.- Maurice Magre, The Return of the Magi, trans. Reginald Merton (London:
Sphere Books, 1975), pp. 223-24.

Fraternitas Gnostica Abraxas 39


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Los Textos Gnósticos y la Ecclesia Gnostica

Stephan A. Hoeller

LA IGLESIA GNOSTICA Y SUS RAMAS.

Las dos principales ramas de la Iglesia Gnóstica son la


Francesa y la Inglesa. De estas, la Francesa es la más
antigua y la más extensamente diseminada. Mucho
antes de que existiese un país llamado Francia, los
Gnósticos estaban ya presentes en aquella tierra.
Irenaeus, obispo de Lyon (año 180 D.C.) estuvo tan
preocupado por la presencia de los Gnósticos en su
diócesis que dedicó volúmenes de diatribas para
combatirlos. Los grupos Gnósticos de varias clases prosperaron en Francia en
todas partes de su historia, el más conocido y el más numeroso fue la Iglesia
Cátara de la Edad Media. Los Cruzados franceses también entraron en contacto
con grupos Gnósticos de Oriente Medio y trajeron sus enseñanzas a la patria
francesa, allí estas enseñanzas fueron cultivadas por generaciones de devotos
gnósticos franceses en secreto. Este parece haber sido el caso de los Caballeros
Templarios, quienes, sin diferencia con los Gnósticos Cátaros, fueron
cruelmente exterminados por la impía alianza de la corona francesa y el
papado.

La historia francesa de la Edad Media hasta el presente está caracterizada por


una oscilación entre el catolicismo romano y las tendencias anti-católicas
romanas en la vida cultural y en el cuerpo político. La cruel matanza de Cátaros
y Templarios creó una amplia disensión y un duradero resentimiento contra la
Iglesia Católica Romana, este resentimiento fue ampliado también a la
monarquía de los Borbones. La influencia de la Iglesia Católica Romana se
debilitó sobre el gobierno de Francia, los Gnósticos y cuerpos religiosos
gnostizantes surgieron de sus escondites, sólo para ser suprimidos, tarde o
temprano, por otro gobierno clerical. Uno de estos incidentes de aparición
ocurrió a finales del Siglo XIX, cuando Jules-Benoit Doinel du Val Michel (Tau
Valentín II), inspirado por influencias espirituales que parecían haber sido de
origen Cátaro, fundó la Iglesia Gnóstica Francesa, que por vía de sus distintas
ramas y bajo diferentes nombres ha funcionado desde entonces.
Principalmente, por vía de su extensión haitiana, esta Iglesia también se
estableció en los Estados Unidos, en particular en las décadas precedentes.

Fraternitas Gnostica Abraxas 40


Stephan A. Hoeller Artículos

El interés Gnóstico por los países de habla inglesa, inicialmente fue restringido
a avenidas seculares. El ascenso de la Sociedad Teosófica en el último cuarto del
Siglo XIX trajo una considerable atención enfocada hacia los Gnósticos.
Madame Blavatsky en sus escritos alabó a los Gnósticos como a espíritus del
mismo tipo, y su pupilo, G.R.S. Mead, se hizo el mejor y más exacto traductor
conocido, así como el más comprensivo de las escrituras Gnósticas de su
tiempo. En tanto, posiblemente existía algunos contactos entre los Gnósticos
franceses y las inclinaciones gnósticas de los Teósofos británicos y americanos,
(Jules Doinel recibió una revelación que concierne a la fundación de la Iglesia
Gnóstica en la residencia de la prominente Teósofa británica, la Señora
Caithness), otro medio siglo debería transcurrir antes de que la transmisión
eclesiástica gnóstica inglesa tuviese lugar.

Hacia la mitad del Siglo XX, el nacido australiano Gnóstico británico, Richard,
Duque de Palatine, se sintió inspirado para hacerse un pionero del Gnosticismo
sacramental para Gran Bretaña y los Estados Unidos. (De Palatine nació con el
nombre de Powell, pero cambió su nombre legalmente). Habiendo sido
consagrado como obispo por el conocido prelado católico independiente
británico, Hugh George de Wilmott Newman, De Palatine continuó
estableciendo una iglesia Gnóstica sacramental tanto en Inglaterra como en los
Estados Unidos. El obispo Palatine contactó con varios obispos Gnósticos
franceses, y el recibió estímulo e inspiración de ellos. El presente escritor,
después de haber sido, durante aproximadamente una década, sacerdote bajo el
Obispo Palatine, fue consagrado por él en 1967 como obispo regional para
América, y ha representado la tradición Gnóstica después como el mayor titular
de la transmisión Gnóstica inglesa.

TEMPRANO INTERÉS POR LOS ESCRITOS GNÓSTICOS

En su tentativa por restablecer y mantener la tradición Gnóstica, varias ramas


de la Iglesia Gnóstica se servían siempre de las enseñanzas de las fuentes
Gnósticas que estaban disponible entonces. Sin embargo, amplificando esta
declaración, dos cuestiones tienen que ser entendidas.

Una de estas cuestiones es que antes del monumental hallazgo de los escritos
Gnósticos de Nag Hammadi en Egipto (1945), sólo un relativamente pequeño
número de escrituras Gnósticas originales estaban disponibles. (Incluso la
mayor parte de este material fue traducido, y accesible solamente a un pequeño
círculo de académicos, hasta que las populares traducciones de G.R.S. Mead
aparecieron sobre el 1880).

Fraternitas Gnostica Abraxas 41


Stephan A. Hoeller Artículos

Otra cuestión concierne a la relación entre la escritura y la tradición. Antes de la


llegada del protestantismo, con un gran énfasis unilateral en la escritura en
detrimento de la tradición, siempre se entendió que existieron muchas
enseñanzas y misterios aunque no fueron escritos, sino más bien transmitido de
forma oral e iniciática. La escritura no es la única fuente de enseñanza y de
autoridad sacramental en la Iglesia Gnóstica, como tampoco debería ser la única
fuente en otras ramas apostólicas y sacramentales de la Cristiandad. La
escritura es útil, pero hay que tener presente que la tradición (aumentada con la
Gnosis individual) siempre juega un papel importante.

Los fundadores y los líderes de la Iglesia Gnóstica, en el renacimiento Gnóstico


del siglo XIX así como sus continuadores del siglo XX, estuvieron bien
informados y fueron devotos del Gnosticismo clásico. A ellos, así como a
nosotros, el término "Gnosis Apostólica" evoca la presencia de los grandes
Maestros Gnósticos: Valentinus, Basilides, Marción, Bardesanes y sus
seguidores. La Gnosis Apostólica no era una materia nebulosa restringida a
figuras ortodoxas como Orígenes y Clemente de Alejandría.

En nuestros días hay muchos que propagan las palabras "Gnosis" y


"gnosticismo" sin mucho entendimiento de su importancia y significado. Tal no
era el caso de las principales figuras del Renacimiento Gnóstico, que era activo
en la Iglesia Gnóstica. El acercamiento de Jules Doinel a la Iglesia Gnóstica era
bastante explícito, y aún radicalmente, Gnóstico; llena de mujeres obispos
(Sophias) y el reanimado sacramento del Consolamentum. El patriarca Jean
Baptiste Bricaud (Tau Jean II), Martinista notable y amigo de Papus, incluso
escribió un Catecismo Gnóstico, que demuestra un conocimiento excelente de
las escrituras Gnósticas clásicas y es sin reservas Gnóstico en carácter. La misma
clase de espíritu animó al tardío fundador Gnóstico inglés, Richard, Duque de
Palatine. Habiéndolo conocido durante más de veinte años, el presente escritor
puede atestiguar que este líder Gnóstico moderno también conoció en
profundidad las escrituras Gnósticas y deseó que su Iglesia fuese
verdaderamente Gnóstica.

Es desde luego cierto que la renacida Iglesia Gnóstica sirvió y sigue sirviendo a
sus objetivos, además de al renacimiento del Gnosticismo. La Iglesia Gnóstica
Francesa ha sido conocida desde hace mucho como L'Eglise des Inities (la Iglesia
de los Iniciados). Esto quiere decir que los Católicos Romanos que han sido
iniciados en órdenes secretas Masónicas, Martinistas, Rosacruces y otras con
carácter similar, y quien por lo tanto ha incurrido en la excomunión por las
autoridades romanas, eran y son capaces de asistir a los servicios y recibir los
sacramentos de la Iglesia Gnóstica. En un país como Francia, que es el Católico
y Masónico a la vez, esto representa una cuestión importante. La transmisión
Gnóstica inglesa, menos envuelta en intereses Masónicos y relacionados,
todavía da la bienvenida a sus altares a los que están sinceramente deseosos de
recibir los sacramentos. En la comunidad Gnóstica de Los Ángeles, que el
presente escritor ha estado conduciendo durante casi cuarenta años, hemos
ofrecido refugio sacramental no sólo a los Gnósticos comprometidos, sino

Fraternitas Gnostica Abraxas 42


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además a Kabbalistas, Teósofos, Wiccanos y Magos, también a Católicos


Romanos tradicionalistas, que prefieren la Misa Gnóstica a la expurgada y
trivializada Misa del Novus Ordo de su propia iglesia.

Mientras las Iglesias Gnósticas han dado la bienvenida a gente de diversa


orientación espiritual, nunca hay ninguna duda de que las iglesias, en sí
mismas, eran y siguen siendo Gnósticas. Los símbolos más evidentes de esto
eran siempre las escrituras Gnósticas, usadas tanto en nuestras fórmulas
litúrgicas como en las sagradas lecturas que acontecen en nuestros servicios.
Esto nos trae a colación los textos usados en un libro, que la mayor parte de
nosotros consideramos con orgullo y alegría, es decir el Leccionario Gnóstico.

EL LECCIONARIO GNOSTICO

Esto es al tiempo la honorable práctica de la Cristiandad sacramental para hacer


disponible a sus comulgantes los pasajes seleccionados de las sagradas
escrituras, ordenadas conforme a las festividades y a las estaciones del año
eclesiástico. El Misal Romano, así como el Breviario Romano (sobre todo en su
forma pre-Vaticano II), son eminentes y admirables ejemplos de tales
selecciones. Mientras el énfasis Protestante sobre una lectura no selectiva de las
escrituras ha privado un poco a la Cristiandad del empleo de Leccionarios
(como a menudo se llama a tales selecciones) dichos libros conservan su valor
hasta este día. La Iglesia Gnóstica posee un único leccionario en lengua inglesa
que disfruta de una popularidad creciente. Lo conocen oficial y principalmente
por su título descriptivo: Las Colectas, Lecciones y Evangelios para ser usados a
lo largo del Año Eclesiástico y fue publicado bajo la autoridad del obispo de la
Ecclesia Gnostica de América en 1974.

La Iglesia Gnóstica es una iglesia cristiana y se considera como una parte de la


Una, Santa, Católica y Apostólica Ecclesia fundada por el Logos y Sus
Apóstoles. En vista de esto, es evidente que las escrituras canónicas cristianas
bien podrían estar representadas en su Leccionario. La disponibilidad de un
número ampliamente elevado de escrituras Gnósticas en nuestros días lo hace
posible así como deseable, sin embargo, estas escrituras o el específico corpus
Gnóstico, debería ser incluido en un justo número. Además de las escrituras
canónigas Cristianas y los escritos Gnósticos, parece también deseable incluir
un cierto número de escrituras gnósticas relacionadas, como las Herméticas,
Mandeas y los escritos Cátaros, así como los Oráculos Caldeos. El Leccionario
no es de carácter universal, por eso no incluye escrituras de otras tradiciones
más que las Gnósticas Cristianas, aunque los parientes más cercanos de esta
tradición, por ejemplo los textos Maniqueos, Mandeos y documentos
Herméticos, estén representados también. Los estudiosos contemporáneos
reconocen que el Hermetismo con sus textos, tal como el Corpus Hermeticum,
el Poimandres, y otros, son sólo una variante no cristiana del Gnosticismo, tal y

Fraternitas Gnostica Abraxas 43


Stephan A. Hoeller Artículos

como la religión Mandea. El Maniqueísmo es de hecho más Cristiano que estas


dos instrucciones de pensamiento. El Profeta Mani se consideró un apóstol
espiritual de Jesucristo, y el Maniqueísmo usó varias conocidas escrituras
cristianas, como el Evangelio según Tomás. Existe por tanto la suficiente
justificación para la inclusión de todas estas variantes de la tradición Gnóstica.

Varios domingos y festividades del Año Eclesiástico tienen atribuidas


intenciones especiales. Las colectas, lecciones (a veces conocidas como epístolas
en otros leccionarios y liturgias) y evangelios han sido seleccionados con
cuidado para expresar, en la medida de lo posible, las intenciones de los
Domingos y Festivos. De las Colectas, 24 están tomadas de fuentes Maniqueas.
(La Colecta es un rezo que manifiesta una tónica central o puntual). La base de
las fuentes de las lecciones es esta: Maniqueos: 14; Pistis Sophia: 3; otras
escrituras Pre Nag Hammadi: 14; Escritos Herméticos: 4; Escritos Mandeos: 3;
Escritos Cátaros: 1; Oráculos Caldeos: 3; otras misceláneas de fuentes Gnósticas:
4; Escrituras Canónicas (tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento): 39. Los
Evangelios del Leccionario están tomados de las siguientes escrituras:
Maniqueos: 1; Pistis Sophia: 3; otros escritos Pre Nag Hammadi: 4; Evangelio
según Tomás: 18; El Evangelio de la Verdad: 7; Evangelio de Felipe: 19; Escritos
Herméticos: 2; Escritos Cátaros: 2; Escrituras Canónicas (tanto del Antiguo
como del Nuevo Testamento): 31. El Leccionario comprende 185 páginas,
incluyendo siete páginas de Colectas ocasionales para ser usadas a discreción
del clero dentro o fuera del contexto de la Eucaristía.

ESCRITOS PARA ESTUDIO PRIVADO

El clero Gnóstico y los fieles deberían ser particularmente conscientes de que


pueden dirigirse a las fuentes primarias de las enseñanzas Gnósticas. Una
fuente primaria es una escritura que viene a nosotros directamente desde los
propios Gnósticos antiguos. Entre estas fuentes primarias encontramos, primero
la Biblioteca de Nag Hammadi, y segundo, los códices y tratados cuyo
descubrimiento precede al hallazgo de Nag Hammadi. Estos son: Los códices
Askew, Bruce y el de Berlín, los Hechos de Tomás, Hechos de Juan, y algunos
otros. Menos confiables, debido a sus tendencias anti-gnósticas, y no calificadas
como fuentes primarias, son las referencias y anotaciones de contenido
Gnóstico que hay en las escrituras de ciertos Padres de la Iglesia, Epiphanius,
Irenaeus y otros, que, principalmente, actuaron como polemistas contra los
Maestros Gnósticos de los primeros siglos de la cristiandad. Aunque
seguramente influida y a menudo deformada, la información de estas fuentes es
todavía bastante informativa.

Para dirigirnos en primer lugar a la fuente primaria más importante, debemos


revisar ahora los escritos gnósticos de la Biblioteca de Nag Hammadi. Hay seis

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categorías principales de escrituras, cuando se analizan según la materia de la


que tratan. Éstas son:

1.- Escritos de mitología creativa y redentora, incluyendo las versiones


alternativas Gnósticas de la creación y la salvación. Estos son: El Libro Secreto
(Apocryphon) de Juan (dos versiones); La Hypostasis de los Arcontes; Sobre el
Origen del Mundo; el Apocalipsis de Adán; la Paráfrasis de Shem.

2.- Observaciones y comentarios sobre temas Gnósticos diversos, como la


naturaleza de realidad, la naturaleza del alma, la relación entre el alma y el
mundo: El Evangelio de la Verdad; el Tratado sobre la Resurrección; el Tratado
Tripartito; el Tratado de Eugnostos el Bienaventurado (dos versiones); el
Segundo Tratado del Gran Seth; las Enseñanzas de Sylvanus; el Testimonio de
la Verdad.

3.- Textos litúrgicos e iniciatorios. (Estos pueden ser de especial interés para las
personas con intereses sacramentales e iniciáticos): Tratado sobre la Ogdóada y
la Enéada; La Oración de Acción de Gracias; Exposición Valentiniana; Las Tres
Estelas de Seth; La Oración del Apóstol Pablo. (El Evangelio de Felipe,
catalogado bajo la categoría 6, realmente, en parte, tiene gran importancia
también en esta categoría, ya que en efecto, es un tratado sobre la Teología
Gnóstica Sacramental).

4.- Escrituras que guían principalmente hacia la divinidad femenina y el


principio espiritual, en particular con la Divina Sophia: El Trueno: La Mente
Perfecta; el Pensamiento de Norea; La Sophia de Jesucristo; La Exégesis del
Alma.

5.- Escrituras que pertenecen a las vidas y experiencias de algunos apóstoles: El


Apocalipsis de Pedro; Carta de Pedro a Felipe; Hechos de Pedro y los Doce
Apóstoles; Primer y Segundo Apocalipsis de Jaime; Apocalipsis de Pablo.

6.- El último, pero no menos cierto, las escrituras que contienen los dichos de
Jesús así como descripciones de incidentes de su vida: Diálogo del Salvador; el
Libro de Tomás el Contendiente; Apocalipsis de Jaime; El Evangelio de Felipe;
El Evangelio según Tomás.

Esto deja un pequeño número de escrituras de la Biblioteca de Nag Hammadi


que pueden llamarse "inclasificables". También hay que tener presente que el
paso del tiempo, y la traducción en lenguas muy diferentes de la original, han
producido que muchas de estas escrituras sean oscuras en su estilo. Algunas de
ellas son de difícil lectura, sobre todo para aquellos no familiarizados con las
imágenes Gnósticas, nomenclaturas y otras cosas por el estilo. Las lagunas están
también presentes en algunos de estos escritos. El más fácilmente comprensible
de los escritos de Nag Hammadi es indudablemente el Evangelio según Tomás

Fraternitas Gnostica Abraxas 45


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que, junto con el Evangelio de Felipe y el Evangelio de la Verdad, en ese orden,


son los de más fácil comprensión. Hay disponibles varias traducciones de la
mayor parte de estos escritos.

Los escritos Gnósticos, cuyo descubrimiento preceden al de la Biblioteca de Nag


Hammadi, fueron en gran parte, con exactitud y comprensión, traducidos por el
último académico Teosófico, G.R.S. Mead, con trabajos tales como Pistis Sophia,
Fragmentos de una Fe Olvidada, y su más pequeña serie de libros, Ecos de la
Gnosis. Los trabajos de Mead han sido reimpresos recientemente, aunque
probablemente en pequeña tirada. Hay también una excelente selección de
escritos Gnósticos de variedad pre Nag Hammadi, titulado El Evangelio de los
Gnósticos, corregidos por otro erudito y excepcional Teósofo, Duncan
Greenlees. El mismo erudito también ha corregido y ha publicado una selección
muy fina de escrituras Maniqueas bajo el título, El Evangelio del Profeta Mani.
Todos estos libros están agotados, pero se pueden obtener en las Bibliotecas de
la Sociedad Teosófica para su estudio.

Casi veinte años han transcurrido ya desde que las traducciones totales de la
Biblioteca de Nag Hammadi fueron completadas y publicadas. La literatura
exegética basada en estas escrituras crece lentamente. Resulta bastante curioso
que uno de los libros de este tipo más útiles es uno que fue publicado poco
después las traducciones de la Biblioteca de Nag Hammadi: Los Evangelios
Gnósticos, de Elaine Pagels. Algunos otros autores que resultan útiles en este
campo son: Bentley Layton, Giovanni Filoramo, Simone Petrement, Dan
Merkur, Marvin Meyer y Ioan Couliano. Un número creciente de libros que
emplean el nombre "Gnóstico" en sus títulos están siendo vendidos. La utilidad
y autenticidad de esta literatura debe ser evaluada y juzgada por el estudiante
individual básicamente caso por caso.

CONCLUSIÓN

Es importante recordar que posteriores variaciones y revisiones de las


enseñanzas Gnósticas están presentes en prácticamente todas las transmisiones
de la tradición Oculta de Occidente. Algunas de estas variaciones posteriores se
parecen al modelo original más fidedignamente que otros. Clero, miembros y
otras personas interesadas en la Iglesia Gnóstica con frecuencia poseen
afiliaciones Martinistas, Masónicas, Rosacruces, Teosóficas y otras similares.
Todos estas escuelas de pensamiento, tanto si ellos lo reconocen como si no,
están relacionadas no sólo para enseñar a otros, sino que por vía histórica y
mística también descienden hacia la matriz del Gnosticismo antiguo.
(Seguramente algunas figuras principales de estos movimientos han reconocido
su relación con el Gnosticismo, como los numerosos escritos de H.P. Blavatsky
sobre los ejemplificados Gnósticos).

Fraternitas Gnostica Abraxas 46


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Independientemente de otros intereses y dedicaciones de todos nosotros


podamos tener, somos Gnósticos. Somos Gnósticos además, no sólo en el
sentido de la persecución, o la posesión de una calidad de conocimiento que
podrían llamar Gnosis, sino que somos los miembros de una tradición
específica. Esta tradición, la tradición Gnóstica, está representada por la Iglesia
Gnóstica. Puede ser verdad que las ramas no gnósticas de la Cristiandad
reclamen un cierto tipo de Gnosis, que ellos pueden llamar en algún momento
"Apostólico", o por cualquier otro nombre. Aspectos de la Gnosis han pasado
por muchas manos durante siglos. Todavía no debemos estar satisfechos con lo
que es en parte, ya que somos los herederos de la plenitud, el Pleroma en sí
mismo. Y esta es la razón principal de nuestro interés y dedicación a las
Escrituras Gnósticas. Estas escrituras son uno de nuestros eslabones principales
que nos enlaza con nuestros orígenes. (Los otros enlaces son los siete misterios,
o Sacramentos y la arcana tradición oral). Es por vía de estas escrituras que
nosotros podemos, en gran medida, unirnos conscientemente nosotros mismos
con los Padres de la Gnosis, grandes sabios como Valentinus, Basílides y sus
compañeros. Además, a través de ellos, estamos unidos a los Santos Apóstoles
y, a través de ellos, a su y a nuestro Maestro, Jesucristo, la flor más preciosa del
Pleroma, el Logos, el Pansother, el manantial de toda la verdadera Gnosis.

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OBISPOS ERRANTES
No todos los caminos llevan a Roma

Stephan A. Hoeller

El oficio de Obispo es tan viejo como el cristianismo mismo. Ya en los


años 90, San Clemente de Roma, en una carta dirigida a la comunidad de
Corinto, recordó a los Cristianos de ella que los apóstoles habían designado y
ungido a los obispos como sus sucesores válidos, y que estaría contra la
voluntad de Dios que otra gente los sustituyera. En la temprana Cristiandad,
hombres (y, parece, que mujeres) llamados episkopoi, recibieron la autoridad
de sus predecesores, por la imposición de manos, para ejercer la plenitud del
poder espiritual concedido por Jesús a sus apóstoles. Entonces, los obispos
delegaron funciones especiales, como la enseñanza, el perdón de los pecados, la
curación, y el asesoramiento, a los ministros para que actuaran como sus
ayudantes. El oficio de obispo es más antiguo que el de sacerdote, diácono, u
otras órdenes menores de la iglesia, todo lo cual fue establecido en el segundo
siglo, bastante más tarde que la orden apostólica de obispo.

Los apóstoles y sus sucesores funcionaron de dos modos: unos eran


conectados permanentemente a una ciudad particular y a un área geográfica
donde se preocupaban por la salud moral de una comunidad Cristiana,
mientras otros, inspirados por las palabras de su fundador que los manda a
enseñar a todos los pueblos y naciones, viajando a tierras distantes, extienden el
mensaje de su fe. Estos líderes viajaron lejos del Medio Este de la horquilla del
cristianismo, penetrando incluso por países tan remotos como la India, como
hizo al apóstol Tomás. Los apóstoles de Jesús como Tomás, Bartolomé, y
Andrés, que no permanecieron en residencias fijas preocupándose por una
comunidad establecida, pueden ser considerados como los primeros obispos
viajeros o "vagantes".

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Más tarde, otras categorías de obispos vagantes entraron por casualidad


en escena. El emperador Constantino estableció al cristianismo como la religión
estatal de su reino y continuó haciendo cumplir una unidad artificial sobre las
comunidades cristianas. Antes de este tiempo, había una fuerte orientación
pluralista de las comunidades y de sus líderes. Reconociendo una devoción
común a Cristo y sus enseñanzas, se diferenciaron extensamente en la doctrina
y la práctica. Con Constantino cambiaron las condiciones; "la ortodoxia" fue
declarada por encima de todo. Forzaron a los que no se conformaron con
abandonar la comunidad y a menudo sus lugares de residencia. Así pues, ellos
se hicieron vagantes. Gnósticos, Nestorianos, Arrianos, Monofisitas, y otros
líderes inconformes con los cristianos se hicieron obispos vagantes. Una nueva
tendencia fue creada. Se permitió a los conformistas al emperador permanecer
como obispos en funciones y disfrutar del apoyo del estado, sin embargo
invitaron los que disintieron a marcharse y se hicieron vagantes. A pesar de
todo, los vagantes tenían sus seguidores. Sus discípulos, el clero discrepante y
los congregantes se reunían alrededor de ellos en cualquier parte donde fueran,
a menudo obligando a las autoridades ortodoxas a actos de persecución. El
resto de la historia es familiar y dolorosa.

Tempranamente, ya existió la transmisión de la autoridad apostólica


fuera de la corriente principal de las iglesias de Roma, Constantinopla,
Antioquía, y otras. Muchas de estas transmisiones fueron condenadas por su
"grandes hermanos" como heréticas. Curiosamente, la validez de sus órdenes
apostólicas, fueron reconocidas por sus críticos. Debido a una tradición
temprana, articulada pero no inventada por San Agustín, la ortodoxia y la
validez de la sucesión apostólica no fueron consideradas idénticas. Los obispos
podían ser herejes, aunque podrían ejercer su oficio como administradores de
los sacramentos de una forma válida. Esta doctrina, (conocida como la doctrina
Agustiniana de las órdenes) ha sido cumplida hasta estos días por la Iglesia
Católica Romana. A condición de que "los vagantes" mantuvieran las mismas
intenciones ordenando a sus sucesores como aquellas sostenidas
tradicionalmente por la Cristiandad sacramental a través de las eras, ellos
podrían pasar sus poderes sagrados y administrar los sacramentos de una
manera que los Papas reconocerían como válidos. Tal es el carácter y el estado
de los supuestamente llamados obispos errantes como los que existen hoy.

Fraternitas Gnostica Abraxas 49


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EL MODERNO EPISCOPADO ERRANTE

Los Obispos vagantes existieron a través de la


historia. En la Edad Media, los obispos locales con
frecuencia se quejaban al Papa de que prelados
viajeros, que se movían por los pueblos, realizaban
funciones reservadas a los obispos, como
confirmación de jóvenes y ordenamiento de
sacerdotes y diáconos. En tiempos modernos, tras
la Reforma, a veces tales actividades se
convirtieron en la causa de la desaparición de
grandes comunidades de la Iglesia de Roma. Una
causa célebre implicó al obispo francés Varlet
quien, viajando por Holanda, comenzó a guiar a
un grupo aislado dentro de la minoría Católica que
permanecía en aquella tierra Calvinista. El obispo
Varlet fue finalmente persuadido para conceder el
episcopado al líder de este grupo de Católicos
holandeses, y en 1724, la Vieja Iglesia católica
holandesa fue creada.

El Obispo Lowell P. Wadle

Esta comunidad leal, devotamente conservó su identidad como una


Iglesia católica separada de Roma, aún de mala gana fue reconocida como un
cuerpo Católico válido por los Papas, y hoy todavía conserva este estado. En los
registros del último consejo de la Iglesia Católica Romana (conocido como
Vaticano II), la pequeña Antigua Iglesia católica de Holanda es catalogada en la
cima de la lista de observantes, lejos de tales enormes cuerpos Protestantes
como las iglesias Anglicanas o Presbiterianas, debido a su validez
incuestionada.

Fraternitas Gnostica Abraxas 50


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Consagración del Obispo J.I. Wedgwood (segundo de la izda.) feb. 1916, Londres.

Otro lugar donde abundaron los obispos errantes fue en el territorio


misionero cristiano antiguo del sur de India donde, según la tradición local, el
más grande y vigoroso de todos los obispos vagantes, el Apóstol Tomás,
descansa en una tumba no lejos de la ciudad de Madrás. Los Cristianos de
Santo Tomás, originalmente Brahmines de la costa de Malabar, continuaron
durante siglos como una serie de comunidades ferozmente independientes, por
siempre afirmando sus derechos contra los Papas y Patriarcas quienes
reclamaban la jurisdicción sobre ellos. Y entonces llegó a suceder que los
obstinados antiguos Católicos holandeses y la facción Cristiana del sur de la
India se convirtieron en los impremeditados antepasados de los Obispos
independientes o vagantes, quienes ahora son contados por miles y están
extendidos por todos los continentes del globo.

Los iniciadores de esta proliferación sin precedentes eran dos sacerdotes,


uno inglés y otro americano-francés, quienes, en los últimos años del siglo XIX
y principios del XX, recibieron la consagración en las manos de los
representantes de los Obispos Católicos del Antiguo holandés y del sur de la
India. Eran Arnold Harris Matthew (1852-1919) y Joseph René Vilatte (1854-
1929), respectivamente. Matthew se convirtió en el prelado principal de la Vieja
Iglesia católica en Gran Bretaña, mientras Vilatte trajo la rama de la
originalmente sucesión siria, de la Iglesia del sur de la India, a los Estados
Unidos. No estando bajo las reglas tradicionales y restricciones respecto a las
consagraciones de otros obispos, estos dos prelados independientes

Fraternitas Gnostica Abraxas 51


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continuaron imponiendo sus manos sobre un buen número de hombres a


ambos lados de Atlántico, y así iniciaron una nueva era en la historia de los
obispos errantes.

ENTRA LA CONEXIÓN OCULTA

En 1913, el viejo y cascarrabias líder, de


la casi fracasada rama inglesa del
antiguo catolicismo holandés, Matthew,
recibió un visitante. El hombre de treinta
años, atractivo, cultivado y entusiasta,
que llamó a la puerta de Obispo
Matthew era James Wedgwood, vástago
de la notoria familia china Wedgwood
de Inglaterra. Era un teósofo, un ávido
seguidor del sistema neo-gnóstico
espiritual, hecho público desde 1875, por
la noble rusa y prolífica escritora, H.P.
Blavatsky. A diferencia de otros teósofos
(y muchos de sus colegas en la New Age
de hoy), Wedgwood valoró las
tradiciones espirituales occidentales,
tales como la magia ceremonial,
masonería esotérica, y el misterio y la
magia sagrada de los sacramentos cristianos. Wedgwood unió el pequeño
movimiento Católico Antiguo en Inglaterra, y después de pasado algún tiempo
y algunas vicisitudes, llegó a ser obispo en 1916. Muchos de sus seguidores
teósofos también llegaron a ser atraídos por la majestuosa belleza y el
misticismo de la Misa y otros sacramentos administrados por Wedgwood y sus
asociados. Entre estos estaba el leonino "el magnífico anciano" de la Sociedad
Teosófica, el notable profesor, escritor y clarividente, Charles Webster
Leadbeater. Pronto Wedgwood y Leadbeater se instalaron en Australia por un
prolongado período de planificación y trabajo. El resultado fue un nuevo
cuerpo eclesiástico que posee su liturgia distintiva, su filosofía, y costumbres.
Vino ser llamada la Iglesia Católica Liberal, y con ella nació un nuevo
misticismo oculto que debía tener influencias y consecuencias que fuesen más
allá del número de personas de la nueva iglesia, y aún de su aliado mayor, la
Sociedad Teosófica.

Fraternitas Gnostica Abraxas 52


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El decir que podría haber un Catolicismo Oculto no es tan absurdo como


algunos podrían pensar. La historia abunda en prelados, sacerdotes, y monjas
de la Iglesia católica que fueron dedicados y expertos ocultistas. Kabbalah,
Hermetismo, astrología y magia fueron patrocinadas por numerosos Papas y
frecuentadas por los hombres de la Iglesia. (Dependiendo de qué personas
estaban implicadas, así como del periodo histórico, los practicantes de estas
mismas disciplinas, también de vez en cuando, fueron quemados en la estaca
por la Inquisición). Visto psicológicamente, la relación de la Iglesia y el
ocultismo puede parecerse a la relación del ego y la sombra; a pesar de su
frecuente conflicto, aparecen juntos y dependen bastante el uno del otro. El
mayor alejamiento del catolicismo de su gemelo oscuro esotérico ocurrió
después de la Iluminación, cuando las consideraciones racionalistas hicieron
incursiones en la Iglesia. Incluso hoy, uno puede descubrir que las personas con
intereses Gnóstico-Herméticos tienen más en común con los Católicos
tradicionalista que con los modernistas Católicos del Vaticano II o con los
Protestantes. Sin articular estos pensamientos conscientemente, los Católicos
teosóficos del tipo de Wedgwood y Leadbeater parecen haber intuido estas
relaciones arquetípicas y compatibilidades entre el catolicismo esencial y el
ocultismo básico. Con estas intuiciones, pueden haberse hecho pioneros de un
acercamiento al Cristianismo sacramental que tiene la significativa promesa del
futuro de la religión Occidental.

UNA NUEVA VISIÓN MÁGICA DEL PODER SACRAMENTAL

El líder del catolicismo oculto era indudablemente C.W. Leadbeater. Un


antiguo sacerdote anglicano que había abandonado la iglesia, la familia, y el
país para seguir a la Señora Blavatsky a la India, y en el mundo Teosófico de
finales del siglo XIX, dejó una imagen misteriosa y convincente hasta su muerte
a finales de los años treinta. Completamente fiel a las enseñanzas teosóficas,
Leadbeater era sin embargo consciente de que la magia de los sacramentos
cristianos era todavía muy necesaria para la humanidad contemporánea. Tan
pronto como en abril de 1917, escribió en el Teósofo:

“Cuando el Gran Instructor Mundial era el último en la tierra, Él hizo un


arreglo especial, en el que podemos pensar como un compartimiento de un
reservorio de poder espiritual, que debería estar disponible para el empleo de la
nueva religión que fundó, y que sus oficiales deberían estar autorizados, por el

Fraternitas Gnostica Abraxas 53


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empleo de ciertas ceremonias, palabras, y signos de poder, a escribir sobre ello


para el beneficio espiritual de su pueblo.”

El obispo Leadbeater vio que por medio de


sus facultades extrasensoriales era capaz de
describir, con cierta exactitud, el mecanismo
por el cual los sacramentos eran capaces de
funcionar con eficacia. Con trabajos tales
como "La Ciencia de los Sacramentos", o "La
Cara Interior de las Celebraciones Cristianas",
y su póstuma y recientemente publicada
"Gnosis Cristiana", dejó una impresionante
herencia en la que se manifestó, para
satisfacción de muchos, que la Misa y otros
sacramentos de la Cristiandad apostólica eran
capaces de ayudar a la salud moral y al
crecimiento transformable tanto de las
personas de nuestra era como de las del
pasado. La pequeña pero disciplinada iglesia
que Leadbeater y Wedgwood fundaron, todavía existe en los cinco continentes;
en países como Holanda, Australia, y Nueva Zelanda, y todavía posee
numerosas e impresionantes iglesias con grandes congregaciones. Sin embargo,
un serio golpe fue asestado a la Iglesia católica Liberal, en los años treinta,
cuando Jiddu Krishnamurti, quien fue anunciado por los principales teósofos
como el vehículo del Instructor mundial (Cristo), abandonó la causa de su
liderazgo, y criticó todos los ritos y ceremonias con particular vehemencia.

Leadbeater, y su nueva clase de catolicismo oculto, han actuado como


influencias fundamentales para muchos de los obispos vagantes que lo
siguieron, y quienes con frecuencia funcionaban fuera del cuerpo formal
eclesiástico fundado por los obispos teosóficos. Uno de esos clérigos era Lowell
Paul Wadle, el representante principal en los Estados Unidos de las sucesiones
traídas a este continente por el caminante francés Vilatte. El obispo Wadle era
un teósofo y un popular conferenciante en los círculos de espiritualidad
alternativa, en particular en California. Un hombre encantador y amable, su
influencia en el catolicismo oculto sólo estaba quizás por debajo de la de
Leadbeater. Hablando pausadamente en su exquisitamente diseñada iglesia de
San Francisco en Laguna Beach, California, él era un hombre a quien clérigos y
laicos de muchas denominaciones buscaban para su consejo y compañía.

No resulta exagerado el afirmar que la oculta y teosófica visión


introducida en la adoración de la iglesia sacramental por estos pioneros, tenía

Fraternitas Gnostica Abraxas 54


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implicaciones de gran alcance y ejerció una profunda influencia que incluso es


perceptible en la superficie. Muchas personas creativas han sido
profundamente impresionadas por la posibilidad de una separación eficaz de
los sacramentos del peso del dogma y la anticuada moralización con la que las
iglesias establecidas inevitablemente han tendido a combinarlos. Uno ahora
podría tener los beneficios de la gracia sacramental sin haber sido forzado hacia
los sistemas de creencias y mandamientos que podrían ser contrarios a sus
convicciones más profundas. Más de medio siglo antes, las liberales y
permisivas tendencias teológicas, incursionaron en los bastiones principales de
la Cristiandad sacramental; así, una apertura fue creada para la libertad, la
creatividad y, lo que es más importante, para las clases poco convencionales de
pensamiento mágico-místico dentro de la gracia y la belleza majestuosa del
consagrado ceremonial de la Iglesia.

LOS OBISPOS GNÓSTICOS ENTRAN EN LIZA.

El aparentemente católico romano país de Francia, ha abrigado durante


numerosos siglos a herejes, cismáticos, y obispos vagantes. Los gnósticos de
Lyon incomodaron tanto al Padre de la Iglesia Irenaeus que dedicó devotos
volúmenes de diatribas para combatirlos. Grupos Gnósticos de varias escuelas
existieron en las provincias francesas en todas partes de la historia, el más
conocido y el más numeroso es la iglesia Cátara del siglo XIII. Es interesante
notar que siempre que la influencia de la Iglesia católica se debilitaba sobre el
gobierno de Francia, cuerpos religiosos gnósticos surgían de sus escondites y,
por lo general, solían ser suprimidos poco después por otro gobierno clerical.
Así, en el tiempo de la Revolución francesa, la una vez suprimida Orden
Templaria, fue reorganizada mediante las vagantes líneas gnósticas por su gran
maestro, el antiguo sacerdote católico romano y esoterista Bernard Fabré-
Palaprat, quien a principios de los años 1800 fue consagrado Patriarca de la
Iglesia Johanita de los Primitivos Cristianos aliados con la Orden de los
Templarios. Esta consagración supone un modelo para muchas creaciones
subsecuentes de Obispos errantes franceses y sus persuasiones relacionadas,
por el consagrado prelado, Monseñor Mauviel, que fue llamado obispo
Constitucional, es decir, miembro de una jerarquía de obispos católicos
franceses válidamente consagrados e instalados por el gobierno revolucionario
en oposición al papado. Gnósticos, Templarios, Cátaros y otros grupos secretos,
por lo general poseía sus propias sucesiones esotéricas, pero a partir de aquel
momento, encontraron útil recibir la consagración de manos de los, válidos

Fraternitas Gnostica Abraxas 55


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pero irregulares, prelados Católicos que no eran difíciles de encontrar tras la


revolución y su confusión eclesiástica.

Durante el final del siglo XIX y principios del XX, al menos una
importante y pública iglesia gnóstica, l'Eglise Gnostique Universalle, era
medianamente activa en Francia, dirigida por distinguidos esoteristas como
Jules Doinel, Jean Bricaud, y eventualmente por el líder de la revitalizada Orden
Martinista, conocido como Papus (Dr. G. Encausse). El renacimiento del
Catolicismo Gnóstico (o el Gnosticismo Católico) como movimiento público, fue
por fin logrado.

Como en el caso del catolicismo teosófico oculto, aquí se sugiere la


pregunta: ¿Por qué deberían ocultistas o gnósticos aspirar al oficio de obispo en
el sentido Católico, y por qué deberían practicar los sacramentos de la Iglesia
Católica Romana? La respuesta no es difícil. Movimientos gnósticos de varias
escuelas que sobrevivieron en secreto en Europa, eran originalmente parte de la
Iglesia Católica Romana. Aunque ellos se diferenciaran de su pariente más
grande y con frecuencia fueran perseguidos por ella, todavía la consideraban
como el modelo de vida eclesiástica. Pueden haber considerado el contenido de
su religión como muy discrepante de las enseñanzas de Roma, pero su forma de
adoración era todavía el que en la Cristiandad antigua y universal siempre se
había practicado. La clase de religioso pluralismo innovador que se desarrolló
en Norteamérica era desconocido por ellos, y según todas las probabilidades,
habrían sido rechazados por ello. Un gnóstico, aunque hereje, era todavía
miembro de la Santa Iglesia Católica y Apostólica, y tenía tanto el derecho como
la obligación de practicar los siete sacramentos históricos a la manera
tradicional.

El gnosticismo francés estableció así su propia vida eclesiástica,


siguiendo el ejemplo de la práctica católica romana. El movimiento nunca
careció de vicisitudes. Así, el 22 de marzo de 1944, la cabeza del principal
cuerpo religioso gnóstico de Francia, Monseñor Constant Chevillon (Tau
Harmonius), fue cruelmente ejecutado después de que el gobierno
colaboracionista de Vichy suprimió la Iglesia Gnóstica. De todos modos, el
movimiento se extendió a Alemania, España, Portugal, América Latina, y países
de habla francesa tales como Haití. Estos materiales quedaron descansando allí
hasta unos años después de la Segunda Guerra Mundial.

La tradición gnóstica, que al principio tenía su hogar en Francia, vino a


ser establecida en Inglaterra y más tarde en los Estados Unidos, al principio
como consecuencia de los esfuerzos de un obispo, de ascendencia francesa, fue
levantada en Australia. Nació como Ronald Powell, y tomó el nombre de

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Richard Jean Chretien Duc de Palatine. Un hombre culto y carismático, de


Palatine (quien recibió sus sucesiones del conocido prelado independiente
británico Hugo de Wilmott-Newman) puede ser considerado como el pionero
del gnosticismo sacramental, tanto en Inglaterra como en los Estados Unidos.
Su tradición sobrevive principalmente en la Ecclesia Gnostica, asentada en Los
Ángeles y encabezada por el presente escritor, que fue consagrado en 1967 por
el Obispo de Palatine. Otras iglesias gnósticas, de una orientación muy similar,
han aparecido en años recientes en creciente número. Hoy, hay vigorosos y
estables descendientes del movimiento gnóstico francés, que funcionan en
Nueva York, Chicago (encabezados por Monseñor Robert Cokinis), y Barbados
(encabezados por Tau Thomas). La primera mujer Obispo en la tradición
gnóstica en tiempos modernos es la Epíscopa Rosamonde Miller, que ha
fundado la Ecclesia Gnostica Mysteriorum en Palo Alto, California.

(Nota del Traductor: Evidentemente se refiere a “tiempos modernos” como “tras


la Segunda Guerra Mundial”, pues, a primeros del S. XX, está la figura de Tau
Esclarmonde -Marie Chauvel de Chauvigny, Epíscopa Gnóstica de Varsovia- Sophia
Esclarmonde).

HACIA UNA NUEVA GNOSIS CRISTIANA

Los nombres y movimientos mencionados anteriormente en ningún caso


agotan el número de obispos vagantes y los movimientos que ellos han
fundado. El más populoso y estable de tales organizaciones es la Iglesia
Independiente de Filipinas, cuyos orígenes se remontan a la separación de
Filipinas de España; y la Iglesia católica brasileña, fundada hace décadas por un
descontento obispo católico romano brasileño. Ambas iglesias, mantienen las
teorías vagamente definidas de un carácter ortodoxo, aunque existan
ocasionales interacciones positivas entre ellos y los cuerpos gnósticos ocultos.
Un potencial para una gran Iglesia católica cismática existe en el continente
Chino, donde una Iglesia Católica Romana, no papal, nació bajo las órdenes de
Mao Tse-tung. Este movimiento, con obispos válidamente consagrados, todavía
funciona y, curiosamente, conduce sus servicios sin ninguno de los cambios
introducidos por el Concilio Vaticano II.

Sólo el tiempo dirá qué papel jugará el rol de los obispos errantes dentro
de las estructuras que se revelan de la Cristiandad sacramental. Desde el
Concilio Vaticano Segundo en los años sesenta, la confusión y la abierta
disensión han aparecido dentro de la monolítica Iglesia Católica Romana.

Fraternitas Gnostica Abraxas 57


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"Reformas" litúrgicas, combinadas con la laxitud y la escarpada preocupación


trivial han cambiado la naturaleza de los servicios de la Iglesia Católica Romana
en muchos países, de forma que muchos de los obispos vagantes pueden
reclamar una tradicional autenticidad mayor que sus lejanos y poderosos
colegas de base católica romana. También, mientras que las mujeres todavía
luchan una batalla, aparentemente desesperada, por el sacerdocio con Roma,
justamente muchos de los obispos errantes pueden reclamar no sólo haber
concedido órdenes sagradas a mujeres, sino haber apoyado un cierto feminismo
espiritual durante un tiempo considerable. El patriarca gnóstico, Tau Synesius,
así escribió a un congreso religioso celebrado en 1908:

"Hay entre nuestros principios uno, sobre el cual llamaré una atención
particular: el principio de la salvación femenina. El trabajo del Padre ha sido
logrado, el del Hijo también. Queda el del Espíritu, que es capaz de producir la
salvación final de la humanidad sobre la tierra y así poner el camino para la
reconstitución del Espíritu. Ahora el Espíritu, el Paracleto, se corresponde a que
lo divino tome una naturaleza femenina, y nuestro estado de enseñanzas nos
muestra explícitamente que esta es la única faceta de la deidad que es
realmente accesible a nuestra mente. ¿Será de hecho la naturaleza de este nuevo
Mesías que no está demasiado lejos?"

La promesa que parece residir en los obispos errantes es oscurecida, y de


vez en cuando negada, por las excentricidades personales y el carácter
desagradable de un gran número de estos obispos. Ya que la consagración al
episcopado es, fácilmente y a menudo, obtenida en la subcultura de los
vagantes, personas banales, inestables, y afligidamente incultas, abundan en las
filas del episcopado "independiente". Un verdadero gran número de estos
obispos es simplemente la gente que uno no desearía invitar a cenar. "El factor
de sordidez" es todavía demasiado evidente y ubicuo, y este factor
probablemente será el mayor obstáculo al trabajo positivo que los obispos
errantes podrían lograr en esta edad.

La indignidad de muchos no debería cegar el potencial que reside en


unos pocos. La masa de obispos vagantes se parece muchísimo a una especie de
alquímica materia prima, de la que una verdadera piedra de los filósofos aún
podría surgir. El Cristianismo comenzó como una herejía judía de mala
reputación, teniendo a un criminal ejecutado como su fundador. Cismas
cristianos y herejías, que hoy son mantenidas en el descrédito, podrían conducir
también a grandes y transformativos acontecimientos espirituales. Las piedras
angulares del futuro con frecuencia son arregladas una vez rechazadas por los
constructores. El fenómeno, extraño y paradójico de los obispos errantes, puede
revelarse como un ingrediente vital en la alquimia histórica espiritual de la

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edad futura. Algunos de nosotros esperamos que este sea el caso, mientras los
otros se mofan o dan la espalda a tales preocupaciones. La última palabra, sin
embargo, pertenece a los Poderes que transcienden tanto a abogados como a
críticos. Y sus palabras, podemos asegurar, serán al final adecuadas.

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LA GNOSIS DE LA EUCARISTÍA

Por Stephan A. Hoeller

Traducido por Adrianus

La Misa, o, como a veces es llamada, la divina liturgia de la Eucaristía, es el más


solemne de los Sacramentos Cristianos. A través de éste somos conducidos paso
a paso hacia el propósito de nuestras vidas terrenales – la unión con lo divino –
porque en su clímax los fieles son hechos uno con Dios y con todos los demás al
recibir el cuerpo y la sangre de Cristo bajo las formas terrenas del pan y del
vino.

Aunque estos aspectos místicos de la Misa han sido conocidos y proclamados


por todas las ramas de la Cristiandad que no han abandonado el antiguo
sistema sacramental (incluyendo la Católica Romana, la Ortodoxa Oriental, y
con ciertas ambigüedades, la Anglicana), las tendencias racionalísticas que se
han levantado desde el Concilio Vaticano Segundo en la Iglesia Católica
Romana privan a la Misa de mucha de su numinosidad y utilidad
psicoespiritual.

De forma semejante, muchos en los movimientos ocultos,


metafísicos y Nueva Era, estiman muy poco la magia y el
misterio del sistema sacramental del Cristianismo
consagrado por el tiempo y dentro de este el sacramento
supremo de la Misa. El más antiguo de estos
movimientos lleva la impronta del pensamiento del siglo
diecinueve, hiperintelectual, moralístico y a veces
materialista. Los grupos que han visto la luz desde los 60
se hallan un poco más favorablemente dispuestos hacia
el ritual que sus predecesores, pero su aprecio por los
sacramentos es todavía poco. Mucha de la espiritualidad
alternativa está así en peligro de perder el contacto con
uno de los más valiosos aspectos del patrimonio místico-
mágico del Occidente.

Fraternitas Gnostica Abraxas 60


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Sin duda, existen objeciones válidas con respecto al ritual. Su práctica ha sido
con frecuencia acompañada por la superstición ciega. No obstante, debe
recordarse que la falta de conciencia regularmente convertirá prácticas plenas
de significado y transformativas en costumbres supersticiosas. La culpa no es
del ritual, sino del practicante. El ritual, con tal que use símbolos auténticos, no
es más que aquello que H. P. Blavatsky llamó “verdad concretizada”. Este
puede estar tapado por la superstición, pero la verdad oculta es siempre
discernible debajo de la cubierta. Los estudios Gnósticos de los sacramentos se
proponen liberar la semilla de la verdad de las acrecencias de la inconsciencia y
la incomprensión que se ha permitido la priven de la luz.

Más adelante trataremos sobre diferentes aproximaciones disonantes del mayor


de los misterios Cristianos. Algunas de estas pueden contradecirse
mutuamente, mientras que otras tienden a complementarse, y aun otras
volverán a plantear verdades presentes en otros acercamientos.

PUNTOS DE VISTA DOGMÁTICOS Y RACIONALISTAS

La iglesia no Gnóstica después


del tercer y cuarto siglos A.D.
consideró la Eucaristía como una
conmemoración de la cena que Jesús
se dice compartió con Sus apóstoles,
en donde se afirma que Él bendijo el
pan y el vino, exhortando a los
presentes a hacer lo mismo en
recuerdo de Él. La Cristiandad
convirtió en dogma que Jesús
místicamente cambió estas sustancias
en Su cuerpo y sangre y dio
autoridad a Sus apóstoles para
realizar el mismo milagro hasta el fin
del tiempo. El misterio de la
Eucaristía fue así transferido al
dominio mental de la fe, aunque
algunos elementos míticos
continuaron subsistiendo bajo la
fachada del dogma. La Eucaristía se

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convirtió en una mera cena memorial, un signo en vez de un símbolo.

Hoy, la Iglesia Católica Romana está atravesando por una reforma interna
cuyos efectos sobre la Misa no son diferentes de aquellos producidos por la
revuelta de Lutero y Calvino. Veinticinco años atrás podíamos observar a las
mojas reuniendo a los pequeños a su cuidado frente a la verja de comunión
mientras les advertían: “No mastiquen al Niño Jesús”, mientras que hoy en día
casi todo el respeto y la reverencia por la Misa y los elementos consagrados
parece que se han evaporado. Arrodillarse para la comunión, recibir el
sacramento en la lengua, y otras antiguas reglas que reflejaban la dignidad
numinosa han sido lanzadas al borde del camino. Un juego de palabras en
inglés de inspiración tradicionalista declara que la actual Misa (Mass) ha de ser
escrita Mess (rancho, comistrajo) y este escritor se siente tentado a estar de
acuerdo.

La trivialización y desacralización de la Misa son el resultado natural de la


intelectualización de este misterio, que en esencia comenzó en el tiempo en que
Constantino estableció la iglesia y la iglesia estableció sus dogmas, mientras
arrojaba fuera la Gnosis. La mente es la matadora de lo real; el mito numinoso y
el misterio trascendental no pueden sobrevivir al racionalismo, ya sea en la
forma de la teología aristotélica o bajo el manto del modernismo de Hans Küng
y sus asociados. El dogma es el asesino del misterio, aun cuando la víctima
necesite siglos para morir.

LA MISA COMO DRAMA SAGRADO DE MISTERIOS

Los Misterios en la era precristiana eran dramas rituales elaboradamente


proyectados ideados para intensificar la transformación espiritual del iniciado.
Usualmente se ajustaban al modelo de la vida, muerte y resurrección míticas de
una deidad particular a quien estaba dedicado el misterio. Comúnmente se
hacía atravesar al candidato de forma simbólica ciertos eventos en la historia de
la vida del héroe. Esto es aun evidente en los rituales de iniciación de la
Francmasonería, especialmente en el sublime grado de Maestro Masón, en
donde el candidato atraviesa por la muerte y resurrección posterior del héroe
masónico Hiram Abiff.

No es necesaria mucha imaginación para ver en la Misa Cristiana los elementos


del mismo drama ritual, en el cual la vida, muerte, resurrección, y ascensión de
Jesús son simbólicamente representadas por los sacerdotes y los adoradores. El

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hecho de que la Eucaristía es una dramatización mítica de la vida de Jesús ha


sido reconocido por la iglesia durante mucho tiempo. Como dijo el Papa
Inocencio III: “La Misa está arreglada conforme a un plan tan bien concebido
que todo lo hecho por Jesucristo o concerniente a Él, desde Su Encarnación
hasta Su Ascensión, se encuentra ampliamente incluido ya sea en palabras o en
actos, maravillosamente presentados”.

El Gnóstico afirmará que esto es indudablemente cierto, pero que la


representación del drama no concierne solamente al Jesús histórico, sino que
incluye al Hombre Divino residente en cada ser humano. El Mito es más
genuino y más poderoso que la historia, y los eventos en la vida de Jesús son
elevados a una expresión mítica mediante la relación simbólica de Su drama
con el drama del espíritu humano en transmutación. Como Joseph Campbell
dijo, la Misa es “una metáfora abierta a la trascendencia”, y como tal es capaz
de efectos milagrosos al transformar no sólo el pan y el vino, sino también la
personalidad humana. El gran desliz del Cristianismo no Gnóstico ha sido
siempre el de reducir mitos con un significado a historias con una moraleja, y
esto es lo que sucedió con la Misa en manos de los teólogos.

Los paganos de la antigüedad estaban convencidos de que los humanos podían


experimentar la apoteosis, que podían convertirse en dioses y diosas. La Misa
está estrechamente conectada con este proceso, ya que en sus misterios
sustancias terrenales son transmutadas en otras, divinas; y, mucho más
importante, los humanos pueden ser de forma semejante transformados en sus
naturalezas psicoespirituales. Los antiguos Gnósticos en su mayoría parecen
haber sostenido que Jesús era un ser humano, que al igual que un héroe de la
tradición pagana, se convirtió en divino como resultado de su virtud espiritual.
Jesús el héroe se convirtió en Jesús el Dios. (Este evento se dice que finalizó, por
así decirlo, en ocasión del bautismo de Jesús en el río Jordán, llamado Epifanía,
o manifestación de Cristo al mundo.)

La imitatio Christi, cuando es entendida como copiar las cualidades morales del
Jesús Cristificado, linda con lo absurdo. ¿Cómo puede un mortal falible imitar
al Divino descendido a la tierra? Por otro lado, el cuerpo principal del trabajo
litúrgico de la iglesia está involucrado en una imitación de diferente tipo. En el
calendario eclesiástico los eventos de la vida de Jesús son revividos, desde la
Navidad hasta la Ascensión y más allá. El ciclo de cuatro días de la Pascua
(Jueves Santo, Viernes Santo, Sábado Santo, y Domingo de Pascua) es el intenso
recuerdo del drama central de la Pasión y Resurrección. Y la celebración de la
Eucaristía es la diaria representación de este mismo drama, fortalecido por la
comunión mística de la cual podemos participar con el héroe mismo. La
imitación de Cristo es la deificación, la transformación, del ser humano, y la

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Misa continúa siendo el más eficaz medio para esta transformación, al menos y
hasta donde concierne a la tradición Cristiana. Sólo la Gnosis, experimentada
dentro de la Tradición Gnóstica, nos revela este hecho con toda su esperanza y
maravilla.

LA MISA COMO MAGIA

El ritual que representa temas míticos auténticos siempre posee una magia que
le es propia. Aun cuando la magia pueda ser anatema para el racionalista, es
una vieja amiga del amante del mito y el ritual. La magia de la Misa es el efecto
operacional del mito vivido en los participantes. La gente puede tener visiones,
experimentar expansiones de conciencia, recibir curaciones, y ocuparse en la
oración efectiva durante la Misa. Sin embargo, recalcar demasiado el elemento
mágico de este rito sería inadecuado, y nos pondría en el mismo grupo de la
persona que definió el motor de combustión como “ruido, velocidad y
hediondez.” Es sabio mantener una actitud equilibrada con respecto a este
asunto y abstenernos de cualquier intento de robar a la Misa de su magia o de
convertirla en magia ceremonial simple y pura. (El muy publicitado pero raro
fenómeno de la Magia Negra es un ejemplo de lo último.)

Los aspectos mágicos del misterio son reconocidos en la misma liturgia de la


Eucaristía en sí: Son recitadas oraciones por los vivos, por los muertos, por
intenciones particulares. Siempre ha sido considerado legítimo para aquellos
que asisten a la Eucaristía el orar por sus asuntos personales. Por otra parte, ha
de participarse en la Eucaristía por sí misma, y no con el propósito de “obtener
resultados” de cualquier tipo. Si se viene sólo a obtener favores específicos de la
deidad, interferirá con la naturaleza y la cantidad de gracia recibida. Finalmente
se perdería por completo el verdadero significado de la Misa. No debe
permitirse que un misterio de tal magnitud degenere en un foro para ventilar
asuntos mezquinos ante la faz de la trascendencia.

C. W. Leadbeater, el teósofo y obispo Católico Liberal, en su obra La Ciencia de


los Sacramentos, hizo algunas observaciones fascinantes sobre la magia de la
Misa. Mediante sus facultades paranormales Leadbeater percibió ciertos
patrones de fuerza recurrentes no visibles ordinariamente que se manifestaban
en cada celebración de la Eucaristía. El patrón parecía organizarse por sí mismo
en una forma descrita como una especie de estructura semejante a una aguja o
cúpula.

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Una experiencia personal del escritor puede ser de interés en con respecto a
esto. Alrededor de 1948 ó 1949, el escritor sirvió como asistente parcial de un
prelado Católico Romano en Austria, Abad Alois Wiesinger, O. Cist., quien
estaba escribiendo un libro sobre fenómenos ocultos. Mientras escudriñaba los
archivos del Abad descubrió un dibujo realizado algunos años antes por un
vidente rural, representando una forma percibida clarividentemente por el
vidente cada vez que se decía la Misa en la iglesia rural. Seis o siete después el
escritor descubrió una representación del “Edificio Eucarístico” en el libro de
Leadbeater. ¡Era igual al Austriaco en cada detalle! Por otra parte, las
oportunidades de un labriego Alpino iliterato de haber encontrado el libro de
Leadbeater son muy escasas. Que dos personas de caracteres tan diferentes
hayan podido percibir la misma estructura de fuerzas mágicas en la Eucaristía
es una evidencia que no puede ser fácilmente descartada.

Pero esta actitud mágica hacia la Misa debe mantenerse dentro de sus límites
también. La gente puede ser tentada a participar con el objetivo de tomar una
especie de “ducha astral” mientras descuida la devoción requerida para recibir
la gracia sacramental.

C. G. JUNG Y LA MISA

El gran representante moderno de la Gnosis, C. G. Jung, poseía un gran interés


en los sacramentos Cristianos, especialmente en la Misa. Afirmó repetidamente
que consideraba al Catolicismo una religión muchos más completa que su
contraparte Protestante. El misterio de los sacramentos, decía Jung, poseía un
gran valor, y producía un grado de salud psicológica entre los Católicos que no
se encontraba entre los Protestantes y ateos. (Nos preguntamos si hubiese hecho
la misma declaración acerca de la iglesia después del Concilio Vaticano II, con
sus Misas populares y sus vestiduras de arpillera.)

Jung sostenía que el sacrificio Eucarístico contenía un misterio vital que no era
negado enteramente por la estructura dogmática en la cual estaba velado:

El acto ritual [de la Misa] consagra tanto los dones como los oferentes.
Conmemora y representa la Última Cena que nuestro Señor tuvo con Sus
discípulos, la total Encarnación, Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo. Pero
desde el punto de vista de lo divino, este acto antropomórfico es sólo la
cubierta externa de la cáscara en la cual lo que realmente está aconteciendo no
es un acto humano del todo sino un evento divino.

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Jung enfatiza que aquellos que están involucrados en la celebración de la Misa


ministran las causas del divino evento. El sacerdote no causa el misterio; él es
sólo un ministro de la gracia y el poder. Lo mismo es cierto de la congregación y
de las aparentemente inertes sustancias del pan y el vino. La Misa no es una
acción ejecutada por humanos, sino por la divinidad.

Volviendo a la terminología mágica una vez más, hay dos categorías


principales de magia. La magia inferior es personalística y egotística: considera
a sus operadores como las causas de los actos mágicos. Pero cuando los
humanos se convierten en los agentes ministeriales de la divinidad, habiendo
sentido místicamente que la divinidad quiere manifestarse a través de la
humanidad, entonces estamos tratando con la alta magia.

De acuerdo con Jung, la Misa, cuando es debidamente comprendida, es tratada


más bien como un acto de alta magia. A este respecto, escribió:

Dondequiera que el [bajo] aspecto mágico de un rito tiende a prevalecer,


arrastra al rito hacia la satisfacción del ciego anhelo del ego por el poder,
rompiendo así el cuerpo de la Iglesia en unidades separadas. Donde, por otro
lado, el rito es concebido como la acción de Dios mismo, los participantes
humanos poseen sólo un significado incidental o 'ministerial'.

Jung prosigue diciendo que la conciencia humana, menor, simbolizada por el


sacerdote y la congregación, es confrontada con una situación que es
independiente de la acción humana. La divinidad y su misterio sacrificial
existen en un plano que es independiente del tiempo y que trasciende la
conciencia como es conocida por los humanos. Impele al ser humano a actuar
como un ministro de la gracia haciendo de él un representante, en el tiempo y
entre la humanidad, de un evento que es atemporal y divino.

La postura de Jung difiere, loablemente; yo creo, de la interpretación prosaica,


torpe ofrecida por los teólogos racionalistas, los cuales reducen este sublime
misterio a las triviales proporciones de sus propios pensamientos. También
difiere de la arrogancia de ciertos maestros de la Nueva Era, que insisten en los
humanos “creando su propia realidad.”

Humildad ante la faz de la trascendencia; esta es la mayor característica de Jung


como hombre, y es también su consejo para nosotros. “El martillo no puede
descubrir dentro de sí el poder que lo hace golpear,” según advierte en el
ensayo antes citado. Aquello que embarga al ser humano en el misterio de la
Misa o en cualquier otro misterio es algo más allá de la humanidad: un poder
soberano, tan libre de las limitaciones como la luz lo es de las tinieblas. La
conciencia humana ordinaria no puede encontrar nada dentro de sí misma que

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haga a los humanos efectuar un misterio. Sólo puede hacerlo cuando es


embargado por el misterio.

El alma humana está al mismo tiempo cerca y lejos de lo divino. Por un lado
todos sufrimos de la gran alineación, el gran enajenamiento; aunque también
habita en nosotros una porción del libre y eterno quien está unido por siempre
con todo aquello que es santo, grande y bueno a través de los eones de los
eones. La deslumbrante chispa de lo divino vive en la oscuridad extrema.
Cuando es vista desde afuera, aparece vestida de oscuridad, habiendo asumido
algo de la semejanza de esta oscuridad. El mito Gnóstico declara que las chispas
de la divinidad que habita en nosotros han salido de una llama central, y que
participan de dos aspectos: Poseen la cualidad de “chispas” (separatividad) y
de “llamas” (unión) al mismo tiempo. (Este reconocimiento es de hecho la idea
central detrás del muy discutido “dualismo” Gnóstico.)

En adición a las opiniones sobre la Misa discutidas anteriormente, existe la


noción de que este misterio posee el carácter de un sacrificio. El sacrificio, en su
sentido Gnóstico, incluye el retorno de la chispa alienada a su llama original. Ni
la filosofía, ni la metafísica, o el dogma pueden llevar a cabo esta ansiada unión,
porque no es asunto de concepto sino de experiencia. Si queremos unirnos a
nuestro brillante gemelo en el cielo removiendo la dicotomía, hemos de realizar
un trabajo, un opus, como los alquimistas de antaño lo llamaron. Hemos de
ofrecer el pan y el vino de nuestra naturaleza inferior a un poder superior, para
que este yo humano pueda ser transformado en la semejanza y verdaderamente
en la sustancia del totalmente otro, el Dios remoto, más allá y por encima de
todos los eones, quien en alguna forma del todo misteriosa es, sin embargo,
nuestro verdadero, Ser interno. Dios en el hombre vuelve a Sí mismo en el
misterio sacrificial.

Como lo expresó Jung: La dicotomía de Dios en divinidad y humanidad y su


retorno a sí mismo en el acto sacrificial ofrece la doctrina confortadora de que
en la oscuridad del propio hombre hay oculta una luz que retornará otra vez a
su fuente original, y que esta luz en efecto quiso descender a la oscuridad con el
propósito de liberar al Encadenado que languidecía allí, y conducirlo a la luz
eterna.

Este retorno no es un acto que pueda en modo alguno ser realizado por la
conciencia inferior humana. Este yo inferior sólo puede ofrecerse a sí mismo
como un instrumento, una ofrenda en el altar eucarístico de la Gnosis. Las
palabras no pueden describir, los pensamientos no pueden penetrar, los
sentidos no pueden percibir el verdadero carácter del mysterium tremendum et
fascinans (el misterio tremendo y fascinante) efectuado en el altar. Solamente la

Fraternitas Gnostica Abraxas 67


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mente silenciosa, la emoción reverente, y la voluntad pura dirigida hacia la


meta de la unión divina pueden conducirnos más cerca del secreto que flamea
en el centro del misterio. Los mitos pueden acercarnos, la magia puede
iluminar, la filosofía puede elucidar, pero el misterio permanece, como ha de
ser, porque es en nosotros y nosotros somos en él.

Las Vinajeras (abajo) contienen el vino


sacramental y el agua. El Copón (derecha) es un
Cáliz cubierto que guarda las Hostias (el pan
sacramental) que es distribuido a la
congregación. El Cáliz (izquierda) es la copa en
la cual el sacerdote consagra el vino durante la
Misa.

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C. G. JUNG Y LA RENOVACIÓN ALQUÍMICA

Stephan A. Hoeller

La pequeña y encantadora ciudad de Knittlingen, cerca de la Selva Negra


en la Alemania Occidental, es conocida en todas partes como la residencia
original del famoso Doctor Johannes Faustus. Una placa en el pequeño aunque
exquisito museo, está dedicada a los hechos y
leyendas que conciernen al Doctor Fausto, y
nos dicen que, aunque la alquimia a menudo
era considerada una pseudo ciencia basada en
el pretexto de que el oro podía ser conseguido
a partir de otros metales, ahora se sabe que, en
realidad, era un arte espiritual que tiene como
objetivo la transformación psicológica del
propio alquimista. Esta declaración pública,
vista a diario por un gran número de
visitantes, demuestra extraordinariamente la
imagen rehabilitada que la alquimia ha
adquirido en las últimas décadas. Este cambio
positivo es debido en gran medida al trabajo
de un hombre notable: Carl Gustav Jung.

Cuando Jung publicó su primer trabajo profundo sobre alquimia, al final


de la segunda Guerra Mundial, la mayor parte de los libros de consulta
describían esta disciplina como sólo una precursora fraudulenta e ineficaz de la
química moderna. Hoy, tras más de veinticinco años de la muerte de Jung, la
alquimia es otra vez un respetado asunto, tanto del interés académico como del
popular, y la terminología alquímica es usada con gran frecuencia en los
manuales de psicología profunda y otras disciplinas. Puede decirse sin
exageración que el estado contemporáneo de la alquimia debe su misma
existencia al mago psicológico de Küsnacht. Quítese la monumental
contribución de C.G. Jung, y la investigación más moderna que concierne a este
objeto fascinante se cae como un castillo de naipes; hablar de alquimia en
nuestra era y no mencionarlo podría ser comparado con dictar un discurso
sobre Ocultismo sin anotar la importancia de Helena P. Blavatsky, o hablar de
estudios religiosos en las universidades americanas contemporáneas sin pagar
tributo a Mircea Eliade.

Fraternitas Gnostica Abraxas 69


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El "primer amor" de Jung dentro de los sistemas esotéricos fue el


Gnosticismo. Desde los primeros días de su carrera científica hasta la fecha de
su muerte, su dedicación al estudio del Gnosticismo era implacable. Muy
pronto, en agosto de 1912, Jung insinuó en una carta a Freud que tenía la
intuición de que la sabiduría arcaica de tono esencialmente femenino de los
Gnósticos, simbólicamente llamada Sophia, estaba destinada a entrar de nuevo
en la cultura occidental moderna por medio de la psicología profunda.
Posteriormente, declaró a Barbara Hanna que cuando descubrió los escritos de
los antiguos Gnósticos, "sentí como si yo fuese el último de un círculo de
amigos que me entendían."

El círculo de antiguos amigos antiguos, pese a todo, era algo frágil. Muy
poca información confiable, y de primera mano, estaba disponible para Jung,
dentro de la cual podría haber encontrado el mundo y el espíritu de las pasadas
luminarias Gnósticas como Valentinus, Basilides, y otros. Los fragmentarios, y
posiblemente falsos, desarrollos de las enseñanzas y prácticas Gnósticas que
aparecen en los trabajos de los padres de la Iglesia, cazadores de herejías, como
Ireneus e Hippolytus, muestran una gran diferencia de riqueza de ciencia
arquetípica como los disponible hoy para nosotros en la colección de Nag
Hammadi. En un primer momento, la notable Pistis Sophia era uno de los muy
pocos documentos disponibles traducidos para Jung, y su apreciación de este
documento era tan grande que hizo un esfuerzo especial para buscar al
traductor, el entonces anciano e indigente, George R. S. Mead, al que hizo llegar
su gratitud. Jung continuó explorando la ciencia de los Gnósticos de forma muy
diligente, y su propia matriz personal de experiencia interior se hizo tan afín a
la imaginería Gnóstica que él escribió el único documento publicado de su gran
crisis transformacional, los Siete Sermones a los Muertos, usando puramente la
terminología Gnóstica y mitologemas del sistema de Basilides.

En todo este fiel estudio, Jung fue incomodado por una dificultad
principal: Los antiguos mitos Gnósticos y tradiciones tenían aproximadamente
mil setecientos o mil ochocientos años, y no parecía existir ningún eslabón vivo
que pudiese unirlos al propio tiempo de Jung. (Hay algunas mínimas y oscuras
evidencias que indican que Jung era consciente de que existían unos pequeños y
secretos grupos Gnósticos en Francia y Alemania, pero su papel en la
constitución de tal eslabón no parecía estar lo suficientemente establecido). Por
lo que Jung podía discernir, la tradición que podría haberse unido a los
Gnósticos con el presente pareciera estar rota. Sin embargo, su intuición (más
tarde justificada por una cuidadosa investigación) le había revelado que el
eslabón principal, que conectaba los años posteriores con los Gnósticos, no era
de hecho ningún otro más que la alquimia. Mientras su interés primario en este

Fraternitas Gnostica Abraxas 70


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tiempo era el Gnosticismo, ya era consciente de la importancia de la alquimia


para sus intereses. Refiriéndose a sus intensas experiencias interiores, que
ocurrían entre 1912 y 1919, escribió: Primero tuve que encontrar pruebas para la
prefiguración histórica de mis propias experiencias interiores. Es decir, tuve que
preguntarme, "¿Dónde mis particulares premisas ya han ocurrido en la
historia?" Si yo no hubiera tenido éxito en el encuentro de tales evidencias,
nunca habría sido capaz de justificar mis ideas. Por lo tanto, mi encuentro con
la alquimia fue decisivo para mí, pues me proveyó de la base histórica de la
cual hasta ahora había carecido.

En 1926 Jung tuvo un sueño notable. Se sintió transportado en el pasado,


hacia el siglo diecisiete, y se vio como un alquimista, ocupado en la obra, o en el
gran trabajo alquímico. Antes de este tiempo, Jung, con otros psicoanalistas, fue
cautivado y desconcertado por el trágico destino de Herbert Silberer, un
discípulo de Freud, que en 1914 publicó un trabajo que halla, en gran parte, las
implicaciones psicoanalíticas de la alquimia. Silberer, quien con orgullo
presenta su libro a su maestro Freud, fue reprochado con frialdad por aquel, se
sintió desanimado y terminó su vida suicidándose, siendo así lo que podrían
llamar el primer mártir de la causa de una visión psicológica de la alquimia.

Todo vino junto, como fue. La Gnóstica Sophia estuvo a punto de


comenzar su triunfal retorno a la arena del pensamiento moderno, y el eslabón
psicológico que la conecta, y sus modernos devotos serían largamente
despreciados por intentar rehabilitar la simbólica disciplina de la alquimia. El
reconocimiento había llegado. Anunciado por un sueño, el papel de la alquimia
como el eslabón que une al Gnosticismo antiguo con la psicología moderna, así
como el papel de Jung en reanimar este eslabón, se hizo evidente. Como Jung
reconoció más tarde: [La alquimia] representó el eslabón histórico con el
Gnosticismo, y ... por lo tanto, existió una continuidad entre el pasado y el
presente. Arraigada en la filosofía natural de la Edad Media, la alquimia formó
el puente; de una parte en el pasado, el Gnosticismo, y de otra, en el futuro, la
psicología moderna del inconsciente.

RICHARD WILHELM Y LA CONEXIÓN CHINA

En 1928 el eminente Sinólogo alemán, Richard Wilhelm, recientemente


de vuelta tras un largo período de residencia en China, le envió a Jung un
manuscrito de una traducción de un tratado alquímico de origen Taoísta y le
rogó que escribiese un comentario psicológico sobre el texto. Este trabajo,

Fraternitas Gnostica Abraxas 71


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posteriormente conocido como el Secreto de la Flor De oro, catapultó a C.G.


Jung al centro mismo de interés del tema alquímico. Sus estudios revelaron
aquella alquimia china, justo como la alquimia del Oeste, tratando
principalmente con el simbolismo transformacional del alma humana. Aunque
los antiguos Taoístas postularan que la búsqueda de la inmortalidad era el
trabajo central de alquimia, su "Flor De oro" de la inmortalidad no es
considerablemente diferente a la "Piedra de los Filósofos", que es el objetivo
supremo de los practicantes Occidentales del Gran Arte.

No sólo había allí un arco iris que conectaba de


forma perceptible la moderna psicología
profunda con los antiguos Gnósticos, sino que
había también un puente similar que unía estas
tradiciones Occidentales y sus disciplinas con
las sagas Taoístas del antiguo Reino Medio.
Mientras el puente que une el pasado con el
presente podría ser previsto históricamente, el
puente que une el Este con el Oeste podría ser
visto consistiendo como un arquetípico más que
en la sustancia histórica. Como el mismo
Richard Wilhelm declaró: Tanto la sabiduría
china como el Doctor Jung han descendido, el uno independientemente del
otro, en las profundidades de la psique colectiva del hombre, y allí han
encontrado por casualidad las realidades que parecen tan similares porque ellas
están igualmente ancladas en la verdad. Esto demostraría que la verdad puede
ser alcanzada desde cualquier punto de vista si solamente se cava lo
suficientemente profundo para ello, y la congruencia entre el científico suizo y
los viejos sabios chinos sólo va a mostrar que ambos tienen razón, porque
ambos han encontrado la verdad.

Así la Reina lunar y el Rey solar (representados en China por los


símbolos del Yin y Yang) viven su presencia dentro de nosotros, anunciando la
promesa de la Piedra de los Filósofos o la Flor De oro en las que estamos
destinados en convertirnos nosotros mismos. "La Conexión china" ha revelado a
Jung que la alquimia está basada sobre los principios universales arquetípicos
que son de igual importancia para los antiguos Gnósticos, los sabios hombres
Taoístas, y los modernos psicólogos. Es así que Jung encontró en el simbolismo
de la alquimia uno de los eslabones de unión más potentes entre las psiques de
los pueblos Orientales y Occidentales. En la conclusión de su trabajo de
colaboración con Wilhelm, pueden encontrarse las siguientes palabras: "El

Fraternitas Gnostica Abraxas 72


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objetivo de mi comentario es intentar construir un puente de entendimiento


psicológico entre el Este y el Oeste".

REDENCIÓN ALQUÍMICA

Sobre 1925, 1926, y frecuentemente a partir de


entonces, los sueños de Jung lo ubicaban en antiguas
casas, rodeado por códices alquímicos de gran belleza y
misterio. Inspirado por tales imágenes, Jung acumuló
una biblioteca sobre el gran arte que probablemente
representa una de las colecciones privadas más gratas
en este campo. Además, aseguró fotocopias de un gran
número de raros trabajos que reposan en varias
colecciones en el mundo entero. Recuerdo bien, como
me contó el Doctor Henry Drake, Vicepresidente de la
Sociedad de Investigación Filosófica de Los Ángeles,
como Jung aseguró las copias de la extensa colección
alquímica de la Sociedad en los años cuarenta, y
expresó sus sentimientos a Manly P. Hall, de aquella Sociedad, concerniente al
valioso uso, para el cual él había incluido estos materiales en su libro
"Psicología y Alquimia". La colección de Jung de raros trabajos sobre alquimia
está todavía en su antigua casa en Küsnacht, un suburbio de Zurich.

Cuando se le preguntaba si valoraba cualquier trabajo alquímico por


encima de otros, Jung solía seleccionar uno u otro dependiendo de la
aplicabilidad al tema que estaba siendo hablado. Aniela Jaffe declaró que
"fundamentalmente no fueron los pensamientos de los alquimistas individuales
los que tuvieron importancia para las investigaciones de Jung, sino la variedad
inagotable de sus imágenes misteriosas y sus descripciones, al parecer tan
diferentes aunque todas interrelacionadas". ¡Alguien que ha tenido la buena
fortuna de ver algunos de los principales códices alquímicos en su forma
original y ha podido posar sus ojos sobre las imágenes increíblemente
impresionantes, imaginadas en colores vivos y formas fantásticas, simpatizará
con el hábito de Jung de meditar sobre estas imágenes como un ejercicio de
conciencia alterada y expandida!

En 1935, después de años de estudio intenso y transformaciones


interiores, Jung presentó por primera vez al mundo algunas de sus
conclusiones. De más está decir esto no ocurrió en algún frío lugar académico,

Fraternitas Gnostica Abraxas 73


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sino en el hermosa Villa de Eranos, en Ascona. Rodeado por un espléndido


jardín, mobiliario elegante, vinos finos y refrescos, los brillantes y distinguidos
invitados de la Señora Olga Fröbe-Kapteyn se habían reunido para atestiguar la
revelación de la alquimia en el Siglo XX y su encarnación psicológica. En una
conferencia titulada "Simbolismo de los Sueños y el Proceso de
Individualización" Jung retomó el evidente simbolismo alquímico en los sueños
de personas contemporáneas, estableciendo así que la alquimia todavía vive en
las mentes modernas tanto como ocurría en la antigua Alejandría o en la
Europa medieval. Un año más tarde, en el mismo lugar, dio una conferencia
sobre "la Idea de la Redención en la Alquimia". La escogida audiencia fue
cautivada y encantó a todos. Sin duda, había llegado el momento en el que el
hermético silencio podía ser roto y la gnosis de la alquimia podía estar
disponible para un número creciente de personas. Durante más de siete años,
Jung trabajó con gran diligencia, ampliando y aumentando sus investigaciones
en alquimia. Sus trabajos culminaron en su obra, publicada en 1944, y titulada
"Psicología y Alquimia". Incluso algunas declaraciones básicas, relacionadas con
la alquimia, fueron entregadas en 1941, en el 400 aniversario de la muerte del
gran alquimista suizo, Paracelsus.

Esta conferencia, que más tarde fue ampliada e incluida en el décimo


tercer volumen de las Obras completas de Jung, se tituló Estudios de Alquimia,
presente que es quizás la imagen más clara sobre el registro de la actitud
fundamental de Jung hacia la alquimia.

El punto con frecuencia omitido por los estudiantes de Jung, pero


ampliamente aclarado por él en sus notas al respecto (publicado bajo el título
"Paracelsus como un Fenómeno Espiritual"), concierne el asunto de la alquimia
como una modalidad de redención. Con Paracelsus, Jung sostuvo que en la vida
humana poseemos dos fuentes de Gnosis, o conocimiento salvífico. Uno de ellos
es el Lumen Dei, la luz que proviene de la Divinidad inmanifestada, el otro es el
Lumen Naturae, la luz oculta en la materia y en las fuerzas de la naturaleza.
Mientras la Luz Divina puede ser distinguida y apreciada en la revelación y en
el misterio de la Encarnación, la Luz de la Naturaleza tiene que ser liberada por
la alquimia antes de que pueda hacerse totalmente operativa. Dios redime a la
humanidad, pero la naturaleza tiene que ser redimida por los alquimistas
humanos, que son capaces de inducir el proceso de transformación por el que
sólo se puede liberar la luz encarcelada en la creación física.

El cosmos, según Paracelsus, contiene la luz divina o vida, pero esta


santa esencia está enredada en una trampa mecánica, presidida por una especie
de demiurgo, llamada por Paracelsus Hylaster (de hyle, "materia" y astrum,

Fraternitas Gnostica Abraxas 74


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"estrella"). El dios-araña cósmico ha hecho girar un red dentro de la cual la luz,


como un insecto, es atrapada, hasta que el proceso alquímico revierte la tela. La
tela de araña no es ninguna otra que el consenso de la realidad compuesta de
los cuatro elementos: tierra, agua, fuego y aire, dentro del cual todas las
criaturas existen. La primera operación de la alquimia, por lo tanto, se dirige a
la rotura (tortura, ensangramiento, desmembración) de esta estructura de
limitación, reduciéndolo a una condición de caos creativo (massa confusa,
prima materia). De todo esto, en el proceso de transformación, en verdad,
binarios creativos emergen y comienza su interacción diseñada para causar la
coniunctio o la unión alquímica. En esta unión última, dice Jung, la luz antes
limitada es redimida y traída al punto de su último y redentor cumplimiento.

Mientras estas declaraciones, en apariencia, se refieren al universo


material y a la naturaleza, Jung percibe en ellos también un modelo o
paradigma del aspecto material y natural de la naturaleza humana. Bajo la capa
de la liberación de la luz confinada en la materia, los alquimistas intentaban
redimir el espíritu o la energía psíquica encerrada en el cuerpo y la psique (el
"hombre natural" de San Pablo) y así hacer disponible esta energía para las
grandes tareas del espíritu o del hombre espiritual.

Las raíces de este pensamiento, tanto dentro del Cristianismo como


dentro de la Gnosis Hermética, claramente son reconocidas por Jung, que
compara la luz encarcelada con el hombre primordial de los Gnósticos, el Adam
Kadmon de la Kabbalah, y por asociación con las perdidas chispas de la
kabbalah de Isaac Luria. (Las implicaciones de este concepto de redención
alquímica son muchas e impresionantes. Por una parte, resulta claro que la
materia y el cuerpo en ningún caso deben ser comparados con el mal y la
oscuridad, mientras de otra parte, el énfasis pagano sobre una mera inmersión
de la conciencia humana en la naturaleza es evocada por algunos, en ocasiones,
con lemas tales como "la afirmación de la vida" y la "celebración de la
naturaleza", revelándose a sí misma como una limitada visión sobre la cual la
alquimia puede servir como un muy necesario correctivo).

EL EROS ALQUÍMICO

Una de las más fascinantes exploraciones de Jung, entre las analogías


entre la alquimia y lo psicológico, es el extenso ensayo, generalmente no
clasificado como uno de sus escritos alquímicos, titulado "Psicología de la
Transferencia". En este estudio Jung empleó los diez grabados que ilustran la

Fraternitas Gnostica Abraxas 75


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obra de transformación alquímica contenidos en el clásico llamado Rosarium


Philosophorum (el Rosal de los Filósofos), donde se muestran los poderes
duales "del Rey" y "la Reina" para sufrir un número de fases de su propia
relación místico-erótica y, tarde o temprano, unirse en un ser nuevo, andrógino,
llamado en el texto "La Noble Emperatriz". El término "transferencia" es usado
por Jung como un sinónimo psicológico para el amor, que en relaciones
interpersonales así como en el análisis psicológico profundo, juega el papel del
gran curandero de las penas y las heridas de la vida.

La serie de imágenes
comienza con la de la
fuente mercurial,
simbolizando el
despertar de la energía
de la transformación y
continúa con la reunión
del Rey y la Reina,
primero totalmente
vestidos y, más tarde,
habiendo abandonado
sus vestiduras. Los
amantes, enfrentados
así el uno al otro con
sus personae y
defensas, avanzan hacia
la reunión en la
"verdad desnuda". Los compañeros entonces se sumergen en el baño alquímico,
permitiendo así a la fuerza del amor sumergir sus egos conscientes, borrando
sus consideraciones racionales y mundanas. Mientras en este estado de
apasionado engulfment, la unión psicosexual (coniunctio) ocurre. Pero, contra
las expectativas, esta unión, que al principio mostró un ser andrógino recién
formado, causa la muerte. El resultado espiritual del amor no es viable y,
habiendo expirado, sufre la descomposición.

Es en este punto que la fuerza de compromiso al proceso (aunque no


necesariamente a un compañero particular) se hace de fundamental
importancia. Y ya que no se abandona el trabajo transformacional, el alma del
andrógino muerto asciende al cielo, es decir, a un nivel más alto de conciencia,
mientras el cuerpo es bañado en el rocío celeste. Pronto, el alma difunta es
devuelta a su cuerpo terrenal, y el soporte del cadáver reanimado en su

Fraternitas Gnostica Abraxas 76


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totalidad, numinosa gloria que es vista por todos. Un nuevo ser ha nacido y es
la fruta prometida del amor, la conciencia transformada de los amantes,
formado de los opuestos, que ahora están unidas en una integridad inseparable
e imperecedera. La alquimia del amor ha alcanzado su verdadera y triunfante
culminación.

En La Psicología de la Transferencia, Jung ha compartido con el mundo


su práctica única idea, no sólo en el mecanismo psicológico del amor, sino en el
proceso de la reconciliación de todos los opuestos - emotivo, intelectual, físico, y
metafísico. Mucho más fácilmente entendido que su definitivo tratado
"Psicología y Alquimia", esta disquisición sobre la Alquimia de Eros es uno de
los más lúcidos y concisos tratamientos del proceso de transformación unitiva.
Publicado en 1945, este es no sólo un digno sucesor de su trabajo más temprano,
sino también una excelente guía de la aproximación psicológica a la alquimia.
En el amor, como en el crecimiento psicológico, la clave del éxito es la
capacidad de aguantar la tensión de las opuestos sin abandonar el proceso,
incluso si el proceso y su resultado aparecen haber llegado a nada. ¡En nuestra
impaciente edad, repleta de divorcios, inconstancias, y la búsqueda de cambio,
estas ideas de psico-alquimia son en verdad muy necesarias!

SOPHIA ALQUÍMICA

Los dos grandes trabajos de Jung sobre la Alquimia son "Psicología y


Alquimia" y "Mysterium Coniunctionis", éste último representa el resumen final
de las implicaciones de su larga preocupación por la alquimia. En este último
sumario de sus desarrollos sobre el sujeto, influido en parte por su colaboración
con el premio Nobel, el físico Wolfgang Pauli, el anciano Jung visualiza un gran
misterio psico-físico al cual los antiguos alquimistas dieron el nombre de unus
mundus (un mundo). En la raíz de todo ser, insinúa, hay un estado en el que la
fisicalidad y la espiritualidad se encuentran en una transgresiva unión.
Fenómenos Sincronísticos, y muchos más misterios, aún inexplicados de
naturaleza física y psicológica, parecen provenir de esta condición unitiva.

Es más que probable que esta condición misteriosa sea la verdadera


morada de los arquetipos como tal, que simplemente se proyectan en el reino
de la psique, pero en realidad residen en otra parte. Mientras la tensa relación
de los opuestos deja el gran mecanismo operacional de manifestación de la vida
y de la transformación, esta relación existe dentro del contexto de un modelo

Fraternitas Gnostica Abraxas 77


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mundial unitario en el que materia y espíritu, el Rey y la Reina, aparecen como


los aspectos de un reino psicoide de la realidad.

Así vuelven a repetir la reducción de la carga del radical dualismo


propuesto contra los Gnósticos y sus continuadores alquímicos, a un
malentendido por este último, y quizás el mayor, de los desarrollos de Jung. El
funcionamiento del cosmos, tanto físico como psíquico, está caracterizado por la
dualidad, pero este principio es relativo a la realidad subyacente del unus
mundus. Dualismo y monismo son así revelados en forma no tan mutuamente
contradictoria y exclusiva, sino como los aspectos complementarios de la
realidad. Esta es una curiosa paradoja, que este desarrollo revolucionario,
extraordinariamente plasmado por Jung en Mysterium Coniunctionis, ha
recibido relativamente muy poca atención tanto de psicólogos como de
metafísicos.

El interés y la percepción por la Alquimia impregnan muchos de los


numerosos textos de Jung, además de aquellos en los que es el sujeto principal.
Su trabajo "Psicología y Religión: Oeste y Este", así como numerosas lecturas
entregadas en las conferencias de Eranos, utilizan todas el modelo alquímico
como una matriz para sus enseñanzas. Una y otra vez señaló las afinidades y
contrastes entre las figuras alquímicas y las del Cristianismo, demostrando una
especie de analogía parecida a un espejo no sólo entre la piedra de los filósofos
y la imagen de Cristo, sino también entre la alquimia y el cristianismo en si
mismos. La alquimia, dijo Jung, es el soporte en una relación compensatoria con
el cristianismo establecido, tanto como un sueño hace a las actitudes conscientes
del soñador. La Piedra de la alquimia es, en muchos sentidos, la piedra
rechazada por los constructores de la cultura cristiana, exigiendo el
reconocimiento y la reincorporación en el mismo edificio.

Es aquí donde algunas consideraciones perfiladas al comienzo de


nuestro estudio presente, aparecen una vez más. La alquimia no es un
fenómeno sui generis, sino más bien un fenómeno de intento de asimilación que
proviene del Gnosticismo - o al menos así lo creyó Jung entonces. Incluso el
sacramento principal de la Cristiandad, la Santa Eucaristía o la Misa, fue
considerado por Jung como un trabajo alquímico conectado con un alquimista
Gnóstico del Tercer siglo: Zosimos de Panopolis, en quien colocó el punto
histórico de la convergencia entre el Gnosticismo y la Alquimia. (Estas
consideraciones fueron explicadas por Jung en su "Símbolos de Transformación
en la Misa", cuya primera publicación fue en el Anuario Eranos 1944/45, y más
tarde incluidos en "Psicología y Religión Occidental", Princeton University
Press, 1984.) Años más tarde, uno de los socios académicos de Jung, el

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catedrático Gilles Quispel, vino por así decir, a reflejar el mismo punto de vista
de Jung. "Alquimia", el erudito holandés dijo, "es el Yoga de los Gnósticos".

Quizás, nos dieron una de las más significativas contribuciones a lo largo


de estas líneas, por la discípula de Jung, particularmente profunda Marie-
Louise von Franz, que se dedicó a la traducción y explicación de un tratado
descubierto por Jung, titulado "Aurora Consurgens" y atribuido a S. Tomás de
Aquino.

Este renombrado santo, dice la leyenda, tuvo una visión de la Sophia de


Dios después de una meditación sobre el Cantar de los Cantares de Salomón y,
siguiendo el mandato recibido en la visión, escribió este tratado alquímico.
Aurora se diferencia de la mayor parte de los otros trabajos alquímicos porque
su formato es predominantemente religioso y lleno de referencias bíblicas, y lo
que es aún más importante, porque representa la obra alquímica como un
proceso por el cual la sabiduría femenina Sophia debe ser liberada. Escrito en
siete capítulos poéticos para estudiantes, el tratado traza la liberación de Sophia
del confinamiento por medio de las fases alquímicas de transformación.

Es así, por medio de una brillante mujer, su discípula, que el gran


proyecto previsto por Jung en 1912 tomó un renovado énfasis. Conducidos de
nuevo por las palabras descubiertas del "doctor angelical" de Aquino, los
estudiantes contemporáneos de religión y psicología fueron otra vez
enfrentados con la tarea Gnóstica y Alquímica. Publicado en alemán en 1957 y
en inglés en 1966, el trabajo de Marie-Louise von Franz trajo la visión gnóstica-
alquímica de Jung a la vista pública una vez más. Mientras en la alquimia de
nivel individual, sin duda puede estar preocupada por la redención del Lumen
Naturae oculto en los recovecos psico-fisiológicos de la personalidad humana,
La Aurora y también la obra de Jung "Respuesta a Job" parece indicar una obra
aún más grande y universal.

Gritando de las profundidades del caos de este mundo, la mujer de


sabiduría Sophia llama a los alquimistas de nuestra edad. La psicología
profunda de verdad ha servido como una de las avenidas principales por las
cuales ha sido conocido este proyecto redentor. El tiempo puede estar próximo,
y de hecho puede haber llegado ya, en los que alquimistas potenciales en varias
disciplinas y tradiciones espirituales pueden dirigirse a esta tarea universal de
liberación alquímica. En 1950 Jung se sintió muy animado cuando el Papa Pio
XII usó varias evidentes alusiones alquímicas, como "el matrimonio divino", en
Constitución Apostólica, "Munificentissimus Deus", el documento oficial que
declara el dogma de la asunción de la Virgen María, (la Sophia Católica). En

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nuestro tiempo la alquimia ha entrado de lleno y, desde las dos últimas


décadas, el Gnosticismo ha iniciado también su viaje de vuelta. La piedra que
los constructores rechazaron se mueve, en ocasiones, más cerca de la estructura
de la cultura Occidental.

En el jardín de la casa solariega de Jung en Bollingen se asienta una gran


piedra cúbica inscrita, por su propia mano, con símbolos mágicos y alquímicos.
En su último sueño revelador antes de su muerte, Jung vio una enorme piedra
redonda grabada con las palabras "y esto será una señal para ti de la Totalidad
y de la Unidad". Quizás estos signos de la piedra maravillosa de la gran obra
servirán para recordar a aquellos, cuyas vidas y almas fueron tocadas por el
Mago Suizo, el gran trabajo que debe ser hecho y el gran milagro que debe ser
logrado. Se debe esperar que un despertar tal de la conciencia sea gracias a Carl
Gustav Jung y la tierra lejana a la cual viajó, y que esto ayudará a los que están
todavía en este mundo sublunar en su búsqueda de la quintaesencia, la piedra
de los filósofos y el bien supremo.

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EN EL SENDERO DEL DIOS ALADO

Hermes y el Hermetismo a lo largo del Tiempo

Stephan A. Hoeller

Hay algunos nombres para los cuales diversas personas y disciplinas


reclaman el término "hermético". Los alquimistas antiguos y contemporáneos
aplican el adjetivo "hermético" a su arte, mientras que los magos atribuyen ese
nombre a sus ceremonias de evocación e invocación. Los seguidores de Meister
Eckhart, Raimundo Lulio, Paracelso, Jacob Boëhme, y más recientemente
Valentin Tomberg, están unidos por los académicos de lo esotérico, todos ellos
atribuyen la palabra "hermético" a sus actividades.

¿Quién era, entonces, Hermes, y qué puede decirse de la filosofía o religión que
está conectada con él? A principios del siglo XX, el erudito Walter Scott, en su
edición clásica de los textos herméticos, escribe sobre una leyenda conservada
por el escritor del Renacimiento Vergicius:

Dicen que este Hermes salió de su país y viajó por todo el mundo... y que trató
de enseñar a los hombres a venerar y a adorar solamente a un Dios... el
Demiurgus y genetor [engendrador] de todas las cosas... y que vivió una vida
muy sabia y piadosa, ocupada en la contemplación intelectual... y sin
preocuparse de las graves cosas del mundo material... y que habiendo
regresado a su país, escribió allí muchos libros de teología mística y filosofía -1-.

Hasta hace relativamente poco tiempo, nadie tenía una idea clara de la autoría o
del contexto de los misteriosos escritos atribuidos a Hermes. Descripciones tales
como la de arriba no son más que un resumen de los ideales establecidos en los

Fraternitas Gnostica Abraxas 81


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escritos "herméticos". Los Padres de los primeros cristianos, en su tiempo, la


mayoría consideraba que Hermes fue un gran sabio que vivió antes de Moisés y
que era un hombre piadoso y sabio que recibió revelaciones de Dios, que más
tarde se explican completamente por el cristianismo. Ninguno de ellos
mencionó que era un dios griego.

EL HERMES GRIEGO

El erudito británico R.F. Willetts escribió que "en muchos sentidos, Hermes es el
más simpático, el más desconcertante, el más confuso, más complejo, y por lo
tanto, el más griego de todos los dioses del Olimpo" -2-. En el caso de Hermes
es el dios de la mente, así pues estas cualidades aparecen con una luz aún más
significativa. ¿Para la mente no es el más desconcertante, confuso, y al mismo
tiempo el más seductor, de todos los atributos de la vida?

El nombre de Hermes parece tener su origen en la palabra "grupo de piedras".


Probablemente, desde la prehistoria existió en Creta y en otras regiones griegas,
la costumbre de erigir un herma o hermaion, consistente en una piedra vertical,
rodeado en su base por un grupo de piedras más pequeñas. Tales monumentos
fueron utilizados para servir como límites o como puntos de referencia para los
caminantes.

Una conexión mitológica existió entre estos sencillos monumentos y la deidad


llamada Hermes. Cuando Hermes mató al monstruo de muchos ojos Argus, fue
llevado a juicio por los dioses. Ellos votaron por la inocencia de Hermes, cada
uno, al emitir su voto, lanzaba una piedra a sus pies hasta que un montón de
piedras surgió alrededor de él.

Hermes se convirtió, y fue conocido como el rápido mensajero de los dioses.


Eurípides, en su prólogo a la obra Ion, hace a Hermes presentarse como sigue:

Atlas, que lleva en el dorso el bronce de la antigua

Morada de los dioses en el cielo, tenía una hija

Cuyo nombre era Maia, nacida de una diosa:

Se acostó con Zeus, y nací yo, Hermes,

Siervo de los inmortales.

Hermes es, pues, de un origen doble. Su abuelo era Atlas, el semidiós que
sostiene el cielo, pero Maia, su madre, ya tiene una diosa como madre, mientras
que el padre de Hermes, Zeus, es por supuesto el más alto de los dioses. Es

Fraternitas Gnostica Abraxas 82


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tentador interpretar esto como diciendo que de las mundanas fatigas (Atlas),
con una infusión fuerte de inspiración divina, surge la conciencia, simbolizada
por Hermes.

Versatilidad y mutabilidad son las características más importantes de Hermes.


Sus especialidades son la elocuencia y la invención (inventó la lira). Él es el dios
de los viajes y el protector de los sacrificios, es también dios del comercio y de
la buena suerte. La cualidad común a todo esto es, de nuevo, la conciencia, el
movimiento ágil de la mente que viene y va, uniéndose a los seres humanos y a
los dioses, de ayudar al intercambio de ideas y bienes comerciales. La
conciencia tiene un lado oscuro, sin embargo: Hermes es también conocido por
la astucia y por el fraude, el perjurio y el robo.

La asociación de Hermes con el robo se hace evidente en el pseudo-Himno


homérico a Hermes, que cuenta con gran detalle cómo el joven dios, apenas
salido de su cuna, se lleva un grupo de bueyes de Apolo. Apolo, enfurecido,
denuncia a Hermes ante Zeus, pero es apaciguado por el don de la lira, que el
joven Hermes acaba de inventar, colocando cuerdas en la concha de una
tortuga. Que sea el dios embustero y cleptómano el que otorgue el instrumento
de la poesía a Apolo puede ser un punto de cierta relevancia. El arte no es
otorgada por la rectitud prosaica, sino por la libertad de la intuición, una
función que no está vinculada a las normas de la tierra.

Mientras que Hermes es considerado como uno de los dioses más primitivos de
los griegos, goza de tanta importancia posterior que debe ser reconocido como
un arquetipo dedicado a la mediación y unificación de los opuestos. Esto
presagia su papel, más tardío, como mago y alquimista, ya que así fue
considerado tanto en Egipto como en la Europa renacentista.

EL HERMES MEDITERRÁNEO

Una cualidad admirable de los antiguos griegos era la universalidad de su


visión teológica. A diferencia de sus homólogos semitas, los griegos no
otorgaron un carácter único a sus deidades, sino que libremente reconocieron
que los Olímpicos a menudo tenían análogos exactos en los dioses de otras
naciones.

Esto fue particularmente cierto en Egipto, cuyos dioses eran venerados por los
griegos como prototipos de los suyos. Era una verdad frecuentemente
reconocido por la élite culta de la sociedad griega el hecho de que algunos de
los dioses egipcios, como Isis, eran de una altura tan grande que se unieron en
su interior una serie de deidades griegas.

Los romanos, que eran plenamente conscientes del hecho de que sus dioses no
eran más que deidades griegas rebautizadas, siguieron el ejemplo de sus

Fraternitas Gnostica Abraxas 83


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mentores. Cuando el Imperio Romano se extendió ocupando diversos


territorios del Mediterráneo, incluyendo Egipto, el predominio de los
arquetipos de algunos de los dioses egipcios más importante se hizo evidente.
Aquí nos enfrentamos con el polémico fenómeno del sincretismo, que
desempeña un papel vital en la nueva manifestación de Hermes en los últimos
siglos antes de Cristo y en los primeros siglos de la era cristiana.

Durante este período, el mundo mediterráneo estaba experimentando un


notable desarrollo religioso. Las viejas religiones del Estado habían perdido su
influencia sobre muchas personas. En su lugar, un gran número de religiones, a
menudo relacionadas entre sí, filosofías y ritos se habían implantado, facilitados
por la unidad política impuesta por el Imperio Romano.

Este nuevo ecumenismo del espíritu fue el que con justicia se puede admirar.
Aunque a menudo ridiculizado como mero sincretismo por escritores
posteriores, poseía muchas características a la que aspiran varios ecumenicistas
incluso hoy en día. De ninguna manera resulta imposible que la región
mediterránea de la época helenística tardía fuera, de hecho, un camino hacia un
cierto tipo de unidad religiosa. La religión del mundo que posiblemente
pudiera haber surgido habría sido mucho más sofisticada que la simple
acusación de sincretismo que nos quieren hacer creer. Lejos de ser un mosaico
de elementos incompatibles, esta espiritualidad emergente del Mediterráneo
llevaba la marca de un profundo misticismo, que posee una sabiduría
psicológica todavía admirada en nuestros días por figuras tales como C.G. Jung
y Mircea Eliade.

Una característica importante de esta época fue el surgimiento de un nuevo


templo de Hermes. Partiendo de los tres arquetipos de la divinidad principal de
Egipto, encontramos tres grandes formas de religión iniciática extendida a lo
largo de las orillas del Mediterráneo: los cultos de la Diosa Madre Isis, el Dios-
Víctima Osiris, y la Sabiduría del Dios Hermes, que apareció bajo diversas
formas.

De estas tres sólo nos ocuparemos aquí de Hermes. Fue durante este período
que el veloz dios de la conciencia, llevado por sus legendarias sandalias aladas,
cruzó el mar hasta Egipto con el fin de convertirse en el greco-egipcio-Hermes
Tres Veces Grande.

EL HERMES DE EGIPTO

El Hermes griego encontró a su análogo en el antiguo Egipto, como la Sabiduría


del Dios Thot (a veces escrito como Thouth o Tahuti). Este dios era adorado en
su lugar principal de culto, Chmun, conocida también como la "Ciudad de los
Ocho", llamada en griego Hermópolis. Hay pruebas de que este lugar era un

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centro para el culto de esta deidad, al menos, en épocas tan tempranas como en
el 3000 A.D.

El dios egipcio Thot o Tehuti, en la forma de un ibis. Con él su socio, el


mono, portando el Ojo de Horus. De Wallis Budge: dioses de los egipcios.

Thoth desempeñó un papel en muchos de los mitos del Egipto faraónico: jugó
un papel en el mito de la creación, fue el registrador de los dioses, y fue el
principal intercesor para el alma en el juicio de los muertos. Fue él quien
inventó la escritura. Escribió todos los textos antiguos, incluyendo los más
esotéricos, así como el Libro de las Respiraciones, en el que enseñó a los seres
humanos cómo llegar a ser dioses. Estuvo vinculado con la Luna, y por lo tanto
se consideraba gobernante de la noche. Thoth fue también el instructor y el
ayudante de la trinidad del antiguo Egipto, Isis, Osiris y Horus; fue bajo sus
instrucciones que Isis trabajó su magia de amor sagrada por la cual devolvió la
vida a Osiris muerto.

Lo más importante es, quizá, para nuestros propósitos, que Thoth actuaba como
emisario entre los ejércitos contendientes de Horus y Seth, y finalmente negoció
la paz entre estos dos dioses. Su papel como mediador entre los opuestos es lo
que hace evidente, tal vez, la prefiguración de la función del Mercurio
alquímico como el "medium de la conjunción".

La forma animal de Thoth es la de los ibis, con su pico largo y ligeramente


curvado: las estatuas de Thoth a menudo representan a un ser humano
majestuoso con la máscara de la cabeza de este ave, otros simplemente
muestran al ibis en sí.

Es a este poderoso dios al que los Hermetistas egipcios de los siglos II y III d. C.
unieron la imagen y, especialmente, el nombre del Hermes griego. Desde este
momento en adelante, el nombre de "Hermes" llegó a denotar no a Hermes o a
Thoth, sino a una figura arquetípica nueva, Hermes Trismegisto, que
combinaba las características de ambos.

Por el momento sus seguidores de Egipto llegaron a establecer comunidades


altamente secretas, este Hermes realizó otra modificación, esta vez de la
tradición judía. La presencia de un gran número de Judíos en Egipto en este

Fraternitas Gnostica Abraxas 85


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período, muchos de los cuales estaban orientados hacia el pensamiento


helenístico, trae un elemento adicional. En muchos de los escritos herméticos,
Hermes aparece menos como un dios egipcio o griego, y más como una especie
de misterioso profeta de los que se encuentran en la literatura profética judía, en
particular en el Apocalipsis de Baruc, 4 Esdras, y 2 Enoc. Sin embargo, cuando
todo está dicho y hecho, el elemento judío en los escritos herméticos, no es muy
profundo. El Hermes que nos preocupa es principalmente de Egipto, en menor
grado, griego, y en un grado muy leve de carácter judío.

COMUNIDADES HERMÉTICAS

Entonces ¿quién escribió realmente los "Libros de Hermes" que, desde su


redescubrimiento en el siglo XV, han desempeñado un papel tan importante en
nuestra cultura? Los escritos son anónimos: su autor mítico se considera que es
el mismo Hermes. El razonamiento detrás de este enfoque es que es un simple
seudónimo. Hermes es la Sabiduría, y por lo tanto todo lo escrito a través de la
inspiración de la verdadera sabiduría, es en realidad escrito por Hermes. El
escriba humano no importa, sin duda su nombre no tiene importancia.

Circunstancias de este tipo no han sido poco frecuentes en la literatura mística.


El texto Kabbalístico conocido como el Zohar, que actualmente se cree que fue
escrito en la época medieval, afirma ser la obra de Shimon Bar Yohai, un rabino
del siglo II d. C. Dos de los clásicos más conocidos de la mística cristiana: La
Nube de lo Desconocido y Theologia Germánica, fueron escritos de forma
anónima.

Los miembros de las comunidades herméticas eran personas que, educadas en


la inmemorial tradición religiosa de Egipto, ofrecieron su propia versión de la
religión de la gnosis, que otros proponían bajo una forma más adecuada a las
mentes de otros orígenes nacionales, en particular, hebreo, sirio, o
Mesopotámicos. Sir W.M.F. Petrie -3- nos presenta un estudio de esos monjes y
ermitaños Paganos que se reunían en los desiertos de Egipto y otros países. Nos
habla de la atención de los monjes a la limpieza, su silencio durante las
comidas, su aislamiento y la piedad meditativa. Parece que los Herméticos se
recluían también de esa forma. A diferencia de los gnósticos, que en su mayoría
vivían una vida secular en las ciudades, los herméticos seguían un estilo de
vida similar a la que Josephus atribuye a los Esenios.

Cuando llegamos a las creencias, es probable que tanto herméticos como


gnósticos sean parientes espirituales cercanos. Las dos escuelas tenían mucho
en común, su principal diferencia es que la Hermética vio a la figura arquetípica
de Hermes como la encarnación salvífica de la enseñanza y la iniciación,
mientras que los gnósticos veneraban a la más reciente figura salvadora, más
conocida como Jesús, de una manera similar. Ambos grupos estuvieron
singularmente dedicados a la Gnosis, que entendían como una experiencia de

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conocimiento interior liberadora, en tanto que veían la corporalidad como una


limitación que llevaba a la inconsciencia de la Gnosis, que es la única que puede
liberar al espíritu humano. La mayor parte de las enseñanzas herméticas se
corresponden estrechamente con las ideas fundamentales de los gnósticos.
Había también algunos, pocos, que resultaban diferentes. Nos referiremos a
ellos más adelante.

Un retrato renacentista de Hermes Trismegisto, situado en el suelo de la


catedral de Siena, 1488, atribuido al Maestro Giovanni di Stefano. En la
leyenda debajo de la figura central se lee "Hermes Mercurio Trismegisto, el
contemporáneo de Moisés".

A juzgar por sus escritos y por la notoriedad de la que gozaban entre sus
contemporáneos, los miembros de las comunidades herméticas se inspiraron en
personas que creían firmemente estar en contacto con la fuente de toda verdad,
la encarnación de la sabiduría divina en sí misma.

De hecho, hay muchos pasajes de los escritos herméticos en los que todavía
podemos percibir la vibrante inspiración, la exaltación del espíritu, en las
palabras con las que trataban de describir las maravillas conocidas en su visión
mística. Al igual que los gnósticos, de los cuales Jung dijo que trabajaron con
imágenes originales de peso del inconsciente profundo, la poderosa experiencia
y las extraordinarias percepciones de los Herméticos que trataron de expresar
en sus escritos. Un intenso sentimiento generado por la experiencia espiritual
personal anima a la mayoría de los documentos herméticos.

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EL CURRICULUM HERMÉTICO

Hasta hace relativamente poco había muy poca información disponible sobre el
método de progreso espiritual que el hermetismo podía haber seguido. La
Biblioteca de Nag Hammadi, descubierta en 1945, contiene al menos un escrito,
cuyo contenido es inequívocamente hermético. Este es el Tractatus 6 del Codex
VI, cuyo título se traduce generalmente como "Discurso sobre la Ogdóada y la
Enéada". Sobre la base de este discurso, uno de sus primeros traductores sugirió
un sistema de progreso espiritual que fue seguido por algunas de las escuelas
Herméticas -4-.

Un catecúmeno hermético comenzaría con un proceso de conversión, inducido


por actividades tales como la lectura de algunos textos herméticos menos
técnicos o escuchando discursos públicos. Un período de prueba, incluyendo la
instrucción recibida en un lugar público, se requeriría antes de pasar a la
siguiente etapa.

Esta fase se caracterizaría por un período de estudios filosóficos y de catequesis


sobre la base de determinadas obras herméticas (el Asclepius y la Kore Kosmou
pueden ser ejemplos del material de estudio de este tipo). Esta instrucción se
impartiría a grupos reducidos.

El siguiente paso supondría un progreso a través de las Siete Esferas o


Hebdómada, realizado en forma de tutorial, por un sólo estudiante cada vez.
Esto parece haber sido un proceso de naturaleza experimental, ayudado por
discursos tópicos inspirados. En esta progresión, el candidato se concibe como
iniciando su viaje desde la Tierra y ascendiendo a través de los planetas a una
región de libertad inmediata fuera de las influencias cósmicas (los planetas se
consideraban principalmente como influencias restrictivas que el espíritu
ascendente debía superar). Se observa un gran parecido entre este ascenso
gradual con las ascensiones similares descritas en diversas fuentes gnósticas, así
como el glifo Kabbalístico más tarde representado en el Árbol de la Vida.

El escalón final era lo que podríamos llamar la Liturgia de los Misterios de


Hermes Trismegistus, de que el "Discurso de la Ogdóada y la Enéada" es a
menudo considerado como un buen ejemplo. Aquí, el Hermetista es renacido
espiritualmente en una región trascendente más allá de los siete planetas. Su
situación es ahora la de un pneumático, u hombre del espíritu (téngase en
cuenta una vez más, la similitud con el Gnosticismo). Este nivel implica una
experiencia de cambio muy profundo, iniciatorio cambio de conciencia en el
que el iniciado se convierte en uno con el residente más profundo de su alma,
que es una parte de la esencia de Dios. Esta experiencia tiene lugar en un
ambiente totalmente privado. Las únicas personas presentes son el iniciado y el
iniciador (llamados "hijo" y "padre" en este texto). La liturgia tiene la forma de
un diálogo entre ellos.

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Los Herméticos tenían también sus propios sacramentos. Estos parecen haber
consistido principalmente en una forma de bautismo con agua y una unción,
que se asemejan a "un bautismo y un crisma", como se menciona en el
Evangelio Gnóstico de Felipe. El Corpus Hermeticum menciona una unción con
el "agua de ambrosía" y un bautismo auto-administrado en un vaso sagrado, la
crátera (Krater), enviado por Hermes de las regiones celestiales.

LOS ESCRITOS HERMÉTICOS

El número original de escritos herméticos debe haber sido considerable. Una


buena parte de estos se perdieron durante la destrucción sistemática de la
literatura no cristiana, que tuvo lugar entre los siglos IV y VI A.D.. Los
escritores antiguos a menudo indican la existencia de tales obras: en el siglo I de
nuestra era, Plutarco se refiere a Hermes Tres Veces Grande; en la tercera
centuria, el Padre de la Iglesia Clemente de Alejandría dice que los libros de
Hermes trataban de la religión egipcia -5-, y Tertuliano, Jámblico, Porfirio y
otros, parecen estar familiarizados con la literatura Hermética. Scott nos
muestra cómo la antigua ciudad de Oriente Medio de Harran albergaba tanto a
Hermetistas como a libros Herméticos en el periodo musulmán -6-.

Mil años más tarde, en 1460, el gobernador de Florencia, Cosimo de Médicis,


adquirió varios textos Herméticos perdidos que se habías encontrado en el
Imperio Bizantino. Estas obras se cree que eran la labor de un personaje
histórico llamado Hermes Trismegisto, que fue considerado como un
contemporáneo de Moisés. Traducidos por el sabio y entusiasta Marsilio Ficino
y otros, los libros herméticos pronto ganaron la atención de una intelectualidad
que tenía una gran necesidad de un enfoque más creativo de la espiritualidad
de lo que, hasta entonces, había estado disponible.

La colección más amplia de escritos Herméticos es el Corpus Hermeticum, un


conjunto de diecisiete textos griegos breves. Otra colección que se hizo fue
gracias a un erudito llamado John Stobaeus en el siglo quinto A.D.. Otros dos
textos más largos independientes. El primero es el Asclepius, conservado en
una traducción latina que data probablemente del siglo III A.D.. El segundo
adopta la forma de un diálogo entre Isis y Horus y tiene el inusual título de
Kore Kosmou, que significa "hija del mundo".

La reacción de la autoridad cristiana a estos escritos fue ambivalente. Es cierto


que nunca fueron condenados, e incluso fueron venerados por muchos clérigos
prominentes. Un volumen magistral de los libros herméticos se imprimió en
Ferrara en 1593, por ejemplo. Fue editado por el Cardenal Patrizzi, quien
recomendó que estos trabajos deberían sustituir a los de Aristóteles como base
de la filosofía cristiana, y debía ser estudiado diligentemente en las escuelas y
monasterios. ¡La mente se queda atónita de la vuelta que la cultura occidental
podría haber tomado si las enseñanzas herméticas hubiesen sustituido a la

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teología aristotélica de Tomás de Aquino como la doctrina normativa de la


Iglesia Católica!

Esto, sin embargo, no pudo ser. Uno de los principales propagandistas del
Hermetismo, el brillante fraile Giordano Bruno, fue quemado en la hoguera por
herejía en 1600, y aunque otros continuaron con su entusiasmo por las
fascinantes enseñanzas de los libros de Hermes, las sospechas y las dudas de la
estrecha mente continuó amortiguando cualquier ardor general.

En el siglo XVII, los libros Herméticos habían gozado de intermitente


popularidad en Europa durante unos 150 años. La llegada de la Reforma
protestante y de las luchas religiosas que siguieron, sin embargo, estimuló una
tendencia hacia la ortodoxia racionalista en todos los sectores. Otro factor fue el
trabajo del erudito Isaac Casaubon, quien utilizó la evidencia interna en los
textos para demostrar que había sido escrita, no por un contemporáneo de
Moisés, sino a principios de la era cristiana -7-.

En el siglo XVIII, las enseñanzas Herméticas fueron totalmente eclipsadas, y el


nuevo academicismo, que se enorgullecía de su oposición a todo lo que
calificaba como "superstición", tuvo una mala opinión de este manantial de la
antigua tradición mística y oculta. No había ni siquiera una crítica, o edición
académicamente respetable del Corpus Hermeticum, hasta que la "Hermetica"
de Walter Scott apareció en 1924.

Si alguien necesita un ejemplo de cómo la intelectualidad académica puede


notoriamente equivocarse y persistir en sus errores, sólo hay que contemplar las
opiniones "oficiales" de los expertos de los libros herméticos durante el período
de 150 años, hasta mediados del siglo XX. La opinión general era que estos
escritos eran neoplatónica o falsificaciones anti-cristianas, y de ningún valor
para el estudio de la religión. A mediados del siglo XIX, estudiosos como
Gustave Parthey -8- y Louis Menard -9-, empezaron a plantear objeciones a la
teoría de la falsificación, pero tuvieron que transcurrir otros cincuenta años para
que sus puntos de vista obtuviesen cierta audiencia.

LA CONEXIÓN OCULTA Y EL RENACIMIENTO HERMÉTICO

Aunque el sistema Hermético indudablemente ha influido mucho en lo mejor


del pensamiento cristiano, el efecto más perdurable del Hermetismo en la
cultura occidental se produjo a través de la tradición mística heterodoxa u
oculta. El Ocultismo renacentista, con su alquimia, astrología, magia
ceremonial, y medicina oculta, estuvo saturado con las enseñanzas de los libros
herméticos. Este contenido se ha mantenido en una parte permanente de las
transmisiones ocultas de Occidente y, junto con el Gnosticismo y el
neoplatonismo, representa el fundamento de todas las grandes corrientes
ocultas de Occidente. Los elementos Herméticos están manifiestamente

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presentes en la escuela de Jacob Boëhme, en los Rosacruces y en los


movimientos masónicos, por ejemplo.

Hermes Trismegisto y el fuego creador que une a las polaridades. D. Stolcius


von Stolcenbeerg, chymicum viridarium, Frankfurt, 1624

No pasó mucho tiempo antes de que esta tradición, unida a las órdenes secretas
de iniciados y a sus verdades arcanas, diese paso a una transmisión más pública
de sus enseñanzas. Esto ocurrió inicialmente por medio de la obra de H.P.
Blavatsky y la Sociedad Teosófica en el siglo XIX.

G.R.S. Mead, un joven y educado Teósofo inglés, que se convirtió en un


estrecho colaborador de Mme. Blavatsky en los últimos años de su vida, fue el
principal agente de la reactivación ocultista de la sabiduría Gnóstica y
Hermética entre finales del siglo XIX y principios del XX. Mead se hizo
conocido en primer lugar por su traducción de la gran obra gnóstica: Pistis
Sophia, que apareció en 1890-91. En 1906 publicó los tres volúmenes de "Thrice
Greatest Hermes", en la que se recogen todos los documentos, hasta entonces
disponibles, sobre Hermetismo, y en la que agrega perspicaces comentarios
propios -10-. Este volumen fue seguido por otras obras menores de un orden
similar. El impacto de Mead sobre la renovación del interés en el Hermetismo y
el Gnosticismo en nuestro siglo, no debe ser subestimado.

Medio siglo más tarde, encontramos otra figura clave que traza efectivamente
un puente entre lo oculto y lo académico. El investigador británico Dame
Frances A. Yates, puede considerarse como el verdadero iniciador del
renacimiento Hermético moderno. Empezando con una obra sobre Giordano
Bruno y continuando con una serie de otras, no sólo Yates demostró la enorme
influencia del Hermetismo sobre el Renacimiento medieval, sino que mostró las

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conexiones entre las corrientes Herméticas y los acontecimientos posteriores,


incluyendo la Iluminación Rosacruz -título de uno de sus libros-.

Si bien hace unas décadas podía parecer que la línea de transmisión que se
extiende desde la sabiduría Greco-Egipcia podría haber llegado a su fin, hoy la
imagen es más esperanzadora. El descubrimiento y la traducción de la
Biblioteca de Nag Hammadi ha generado un gran interés en los asuntos
Gnósticos que no parece haber disminuido con el paso del tiempo. Debido a la
afinidad de los escritos Herméticos con los Gnósticos, el interés actual en el
Gnosticismo se extiende así al Hermetismo. La mayoría de las colecciones de
escritos Gnósticos publicados hoy incluyen material Hermético.

No sólo el Gnosticismo y el Hermetismo florecieron en el mismo período, sino


que también estaban preocupados por el conocimiento personal de Dios y del
alma, y también enfatizaban que el alma no puede escapar de la esclavitud de la
existencia material si no alcanza la comprensión verdadera del éxtasis (Gnosis).
Estuvo una vez de moda el caracterizar al Hermetismo de "optimista" en
contraposición al "pesimismo" Gnóstico, pero esas diferencias se están
subrayando como menores de lo que en realidad habían sido. Los textos de Nag
Hammadi han sacado a la luz una faceta de la Gnosis que se une más
estrechamente con el Hermetismo de lo que muchos hubieran creído posible.

Existen contradicciones evidentes, no sólo entre los textos Herméticos y los


textos Gnósticos, sino dentro de los materiales Herméticos en sí mismos. Este
tipo de contradicciones es mayor cuando uno contempla estos sistemas desde el
exterior, pero pueden ser mucho más fáciles de conciliar cuando son medidos
desde dentro de los sistemas y cuando sus puntos de vista son contemplados
desde dentro. Una de las claves posibles para estas paradojas es la probabilidad
de que las palabras de estas escrituras fueran los resultados de los estados
trascendentales de conciencia experimentados por sus escritores. Estas palabras
no fueron pensadas para definir las cuestiones sobrenaturales, sino sólo para
dar a entender su impacto en la experiencia.

Desde un punto de vista contemporáneo, la figura de Hermes, tanto en sus


manifestaciones Griegas como Egipcias, se erige como un arquetipo de la
transformación mediante la reconciliación de los opuestos (en realidad, Jung y
otros arquetípicamente orientados psicólogos, han visto a Hermes bajo esta
luz). Si nos sentimos inclinados hacia este punto de vista, debemos alegrarnos
por el renovado interés hacia Hermes y su Gnosis Eterna. Si nos evoca la
famosa imagen del veloz dios, de casco alado, sandalias y caduceo, todavía
podríamos ser capaces de pedirle que concilie las divisiones y contradicciones
de este reino inferior en el abrazo de la conciencia iluminada. Y puesto que,
como todos los dioses, es inmortal, ¡podía ser capaz de cumplir con nuestra
petición, tal y como lo hizo con sus devotos de antaño!

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NOTAS

1.- Walter Scott, ed., Hermetica: The Ancient Greek and Latin Writings Which
Contain Religious and Philosophical Teachings Ascribed to Hermes
Trismegistus (Boston: Shambhala, 1985 [1924]), vol. 1, p. 33. The demiurgus
mentioned here is clearly of the Platonic rather than the Gnostic kind.

2.- R.F. Willetts, "Hermes," entry in Richard Cavendish, ed., Man, Myth and
Magic: An Illustrated Encyclopedia of the Supernatural (New York: Marshall
Cavendish Corp., 1970), p. 1289.

3.- Sir W.M. Flinders Petrie, Personal Religion in Egypt before Christianity
(London: Rider & Co., 1900) pp. 50-65.

4.- L.S. Keizer, ed. And trans., The Eighth Reveals the Ninth: A New Hermetic
Initiation Discourse (Seaside, Calif.: Academy of Arts & Humanities, 1974), pp.
54-63.

5.- Clement of Alexandria, Stromata 6:14.

6.- Scott, vol. 1, p. 97.

7.- Ibid., vol. 1, p. 42.

8.- Gustav Parthey, Hermetis Trismegisti Poemander (Berlin, 1854).

9.- Louis Menard, Étude sur l'origine des livres hermetiques et translations
d'Hermès Trismegistus (Paris, 1866).

10.- G.R.S. Mead, Thrice Greatest Hermes: Studies in Hellenistic Theosophy and
Gnosis (York Beach, Maine: Samuel Weiser, 1992 [1906]).

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VALENTINUS
Un Gnóstico para todas las épocas
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Cuando se le preguntó acerca de los elementos personales que le hacían tener


un interés permanente en las materias gnósticas, el profesor Gilles Quispel, el
conocido experto Gnóstico y socio de C.G. Jung, cuenta una historia
extraordinaria. Durante los años oscuros y desesperados de la Segunda Guerra
Mundial, cuando la vida y el mundo parecían carecer de esperanza y alegría,
Quispel se dedicó al estudio del mensaje del gran maestro Gnóstico y poeta,
Valentinus. La inspiración, el consuelo, y la fe derivadas de los escritos de
Valentín fueron decisivos en la transformación de Quispel en un estudioso fiel y
totalmente comprensivo del Gnosticismo. No sería una exageración afirmar que
la experiencia del académico holandés está lejos de ser única, y que numerosas
personas en nuestro mundo contemporáneo están encontrando en el mensaje de
este gran maestro Gnóstico una importancia eminente y útil en sus vidas.

EL CASI PAPA

G.R.S. Mead, el temprano gran traductor e intérprete teosófico de los


documentos gnósticos, llamó a Valentín, "el gran desconocido" del Gnosticismo,
y de hecho es cierto que no poseemos mucha información sobre su vida y su
personalidad. Nació en África, probablemente en el territorio de la antigua
ciudad de Cartago, alrededor del 100 A.D. Fue educado en Alejandría, y en su
juventud trasladó su residencia a Roma, donde alcanzó un alto grado de
prominencia en la comunidad cristiana, entre 135 y 160 A.D. Tertuliano escribió
que Valentín era un candidato para el cargo de obispo de Roma y que perdió las
elecciones por un margen bastante estrecho. Este mismo y ortodoxo fracasado
padre de la Iglesia (Tertuliano se unió a la herejía del montanismo) alega que
Valentín cayó en la apostasía alrededor del 175 A.D. Hay mucha evidencia que
indica, sin embargo, que nunca fue universalmente condenado como hereje en
su vida, y que fue un respetado miembro de la comunidad cristiana hasta su
muerte. Casi con certeza fue sacerdote de la iglesia establecida y puede que
incluso fuese Obispo.

Sin duda, es una cuestión de cierto interés lo que el curso de la teología cristiana
habría sido si Valentín hubiese sido elegido para el cargo de Obispo de Roma.
Su visión hermenéutica, combinada con su magnífico sentido de lo mítico,
probablemente habría dado lugar a un florecimiento general de la Gnosis en el

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tejido mismo de la Iglesia de Roma, y podría haber creado, en todo caso, un


paradigma de la autoridad del cristianismo Gnóstico que no podría haber sido
fácilmente conjurado durante siglos.

Como muchos de los más grandes maestros Gnósticos, Valentín afirmó que
había sido instruido por un discípulo directo de uno de los Apóstoles de Jesús,
un "hombre apostólico" con el nombre de Theodas. Tertuliano indica también
que Valentín conoció personalmente a Orígenes, y se puede especular con cierta
justificación, que su influencia sobre este padre de la iglesia ortodoxa fue
considerable. El carácter global de su contribución ha sido ajustada y resumida
por Mead de la siguiente manera:

La Gnosis en sus manos está tratando de... abarcarlo todo, incluso la


formulación más dogmática de las tradiciones del Maestro. El gran movimiento
popular y sus incomprensiones fueron reconocidos por Valentín como una
parte integrante de la gran expansión; trabajó para entretejer todo, lo externo y
lo interno, en una sola pieza, dedicó su vida a la tarea y, sin duda, sólo a su
muerte, percibió que para esa época fue intentar lo imposible. Pocos o ningunos
fueron los que pudieron apreciar el ideal del hombre, y mucho menos
entenderlo. (Fragmentos de una Fe Olvidada, p. 297)

Valentín, el Gnóstico, que casi se convirtió en Papa, fue así el único hombre que
podría haber logrado obtener alguna forma de reconocimiento positivo
permanente para la perspectiva Gnóstica del mensaje de Cristo. El hecho de que
las diversas circunstancias y el aumento, cada vez mayor, de una pseudo-
ortodoxia regresiva, causó que sus esfuerzos fallaran, esto es algo que debe
contarse entre las mayores tragedias de la historia del cristianismo. Sin
embargo, muchos rasgos esenciales de su contribución única han sobrevivido, y
muchos más han aparecido recientemente en las arenas del desierto de Egipto.
Vamos a dirigirnos a los más importantes de estos en las páginas siguientes.

PSICO-COSMOGONÍA Y LA ECUACIÓN PNEUMATICA

La a menudo debatida cosmogonía de Valentín podría ser comprendida más


provechosamente como estando basada en un sólo reconocimiento existencial,
que podría resumirse así: Algo está mal. En algún lugar, de alguna manera, el
tejido del ser en el plano existencial del funcionamiento humano ha perdido su
integridad. Vivimos en un sistema que carece de integridad esencial, y por lo
tanto es defectuoso. Los llamados cristianos ortodoxos, así como los judíos,
reconocen que hay una cierta "maldad" en la existencia humana, refiriéndose a
ello como los efectos del pecado humano, original u otro. Judíos y cristianos
sostienen que lo que está mal en el mundo y en la existencia es el resultado de la
desobediencia humana a su creador. Esto significa que todo el mal, malestar, y
el terror en nuestras vidas y en la historia, de alguna manera, es culpa nuestra.
Una declaración cósmica de "Mea Culpa" se ejecuta a través de esta visión del

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mundo, que definitivamente coloca en la psique humana un elemento de culpa


titánica. Valentín, en oposición a esta visión de la culpa en la vida, sostuvo que
el anteriormente indicado defecto, no es el resultado de nuestras malas
acciones, sino que es inherente en el sistema de la existencia en el que vivimos,
nos movemos y tenemos nuestro ser. Por otra parte, al postular que la creación
misma carece de integridad, Valentín no sólo elimina el peso de la culpa
personal y colectiva de nuestros hombros, sino que también señala al potencial
al potencial redentor residente en el alma de cada ser humano.

Los seres humanos vivimos en un mundo


absurdo al que sólo podemos hallar un sentido
mediante la Gnosis, o conocimiento de sí
mismo. Cuando se hace referencia al mito de la
creación del mundo por un dios, Valentín
desplaza la culpa, por la condición de un
defecto cósmico, de la humanidad a la
divinidad creadora. Que el Dios creador pueda
ser el culpable de todo es, por supuesto,
equivalente a una blasfemia a los ojos de los
ortodoxos. Lo que tenemos que reconocer, sin
embargo, es que Valentín no considera al
creador bajo la mirada de adoración de la
cultura creyente judeo-cristiana, sino que más
bien considera al creador -junto con otras
divinidades- como un mitologema. Se pueden
argumentar muchas evidencias para demostrar
esto, pero una debe ser suficiente aquí, tomada
del Evangelio de Felipe:

Dios crea a la humanidad, y la humanidad crea dioses. Así es en el mundo. Los


humanos crean dioses y adoran a sus criaturas. ¡Sería más apropiado que los
dioses adoraran a los humanos! (Evangelio de Felipe).

El presente autor sostiene que el Gnosticismo Valentiniano (así como todos los
demás), se puede entender en términos psicológicos, de modo que los
mitologemas religiosos tratados por los Gnósticos se aborden como
simbolizando condiciones psicológicas y poderes intra-psíquicos de la mente.
Tomando este enfoque, podemos concluir que lo que Valentín nos dice es que
debido a que nuestras mentes han perdido su auto-conocimiento, vivimos en
un mundo autocreado que carece de integridad. La palabra Kosmos utilizada
por los Gnósticos no significa "mundo", sino "sistema", y por lo tanto puede ser
perfectamente aplicada a la sistematización de la realidad creada por el ego
humano. No debemos preocuparnos demasiado sobre si Valentín insulta a
Jehovah al llamarlo un demiurgo. Lo que importa es que actuamos como
nuestros propios demiurgos psíquicos, en primer lugar por crear y habitar un
Kosmos imperfecto creado a imagen y semejanza de nuestros propios defectos.

Fraternitas Gnostica Abraxas 96


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La proposición de que la mente humana vive en gran medida en una auto


creado mundo ilusorio, de donde sólo la iluminación de algún tipo de Gnosis
puede rescatarla, encuentra análogos de gran alcance en las dos grandes
religiones de Oriente, es decir, el Hinduismo y el Budismo. La siguiente
declaración de los Upanishads fácilmente podría haber sido escrito por Valentín
o por otro Gnóstico: "Este (mundo) es el Maya de Dios, a través del cual se
engaña a sí mismo". De acuerdo con las enseñanzas de Buda, este mundo de
realidad aparente consiste en la ignorancia, la impermanencia, y la falta de
auténtica individualidad. De hecho, Valentín está en muy buena compañía
cuando establece la perspectiva que el inadecuado sistema de falsa realidad
puede ser corregido por el espíritu humano.

Esto nos lleva a la segunda parte de lo que algunos estudiosos han llamado la
"ecuación pneumática" de Valentín. Después de aceptar la proposición del
sistema defectuoso, la mente tiene que reconocer una segunda verdad
complementaria. Ireneo en su obra contra las herejías, cita a Valentín en relación
con esto:

La redención perfecta es el conocimiento mismo de la grandeza inefable: porque


desde la ignorancia se produjo el defecto... todo el sistema que surge de la
ignorancia se disuelve en la Gnosis. Por lo tanto, la Gnosis es la redención del
hombre interior, y no es del cuerpo, porque el cuerpo es corruptible, ni es
psíquico, puesto que hasta el alma es un producto del defecto y es un
alojamiento para el espíritu: Lo pneumático (espiritual), por lo tanto también
debe ser redimido. A través de la Gnosis, entonces, se rescata al hombre
interior, espiritual, de modo que para nosotros es suficiente la Gnosis del ser
universal: y esta es la verdadera redención. (Adv. haer. I. 21,4)

La ignorancia de los organismos que crean el falso sistema es, pues, deshecha y
rectificada por la Gnosis espiritual del ser humano. El defecto puede ser
removido por medio de la Gnosis. No hay necesidad alguna de culpa, del
arrepentimiento de lo que se llama pecado, ni hay necesidad de una creencia
ciega en una salvación delegada a través de la muerte de Jesús. No necesitamos
ser salvados, necesitamos ser transformados por la Gnosis. El error, la
perversidad, la torpeza y la malignidad de la condición existencial de la
humanidad se puede cambiar en una imagen gloriosa de la plenitud del ser.
Esto se hace no por la culpa, la vergüenza, y un salvador eterno, sino por la
activación de las posibilidades de redención del auto-conocimiento. El auto
conocimiento espiritual se convierte así en el equivalente inverso de la
ignorancia del ego irredento. Las elaboradas estructuras míticas de contenido
cosmogónico y redentor que nos legó Valentín no son sino las expresiones
poético-escriturales de esta gran proposición, que tiene una pertinencia directa
con la condición existencial de la psique humana en todas las edades y en todas
las culturas.

Fraternitas Gnostica Abraxas 97


Stephan A. Hoeller Artículos

EL SALVADOR GNÓSTICO: UN HACEDOR DE LA TOTALIDAD

Sería erróneo deducir de lo anterior que Valentín en sus enseñanzas negara, o


incluso disminuyera, la importancia de Jesús. La gran devoción y reverencia
mostradas por Valentín hacia Jesús, están ampliamente manifestadas en la
sublime belleza del Evangelio de la Verdad, que en su forma original fue en
realidad escrito por el propio Valentín. Según Valentín, Jesús es
verdaderamente Salvador, pero el término debe entenderse en el sentido de la
palabra original en griego, utilizada por cristianos ortodoxos y Gnósticos por
igual. Esta palabra es Soter, que significa sanador, o dador de la salud. De esta
se deriva la palabra que hoy se traduce como salvación, es decir, soteria, que
originalmente significaba sanación, liberación de la imperfección, llegar a ser
íntegro, y preservar la integridad propia. ¿Cuál es entonces el papel del Soter
productor espiritual de la totalidad, si claramente no tiene necesidad de salvar a
la humanidad del pecado original o personal? ¿Cuál es el estado o condición de
la recién otorgada salud espiritual concedida o facilitada por tal sanador-
salvador?

El argumento Gnóstico es que tanto el mundo como la humanidad están


enfermos. La enfermedad del mundo y su equivalente enfermedad humana
tienen una raíz común: la ignorancia. Ignoramos los valores auténticos de la
vida y los sustituimos por valores falseados. Los falsos valores son en su mayor
parte o físicos o mentales. Creemos que para ser felices o completos requerimos
de cosas (como el dinero, los símbolos de poder y prestigio, los placeres físicos).
De igual modo nos enamoramos de las ideas y abstracciones de nuestra mente
(la rigideces y dureza de nuestras vidas siempre se deben a nuestro excesivo
apego a los conceptos y preceptos abstractos). La enfermedad del materialismo
se llamaba hyleticismo (culto de la materia) por los Gnósticos, mientras que la
enfermedad del intelectualismo y el moralismo abstracto era conocido como
psiquismo (culto de la mente, el alma emocional). El verdadero papel de los
facilitadores de la totalidad en este mundo, entre los cuales Jesús ocupó el lugar
de honor, es que se pueden conjurar estas enfermedades trayendo el
conocimiento del pneuma (espíritu) al alma y a la mente.

¿Qué es este pneuma, este espíritu, lo único que trae la Gnosis y la curación de
la enfermedad a la naturaleza humana? No podemos decir verdaderamente lo
que es, pero podemos indicar qué hace. Se ha dicho que el Espíritu sopla donde
quiere. Aporta flexibilidad, valor existencial de la vida. Por medio de la
actividad sanadora del pneuma, el alma deja de ser fascinada y confinada por
las cosas e ideas y, por tanto, puede dirigirse a la vida. La obsesión de la psique
humana con la importancia del mundo material y/o del mundo abstracto
intelectual y moral, es la enfermedad de la cual los grandes salvadores de la
humanidad nos redimen. De este modo, se reemplaza el estado obsesivo de las
ataduras materiales y mentales, siendo sustituidos por la libertad espiritual; los
previos valores falseados dan paso a los auténticos que son traídos por el
espíritu.

Fraternitas Gnostica Abraxas 98


Stephan A. Hoeller Artículos

LA UNIÓN Y LA REDENCIÓN COMO SACRAMENTOS

Los medios propuestos por Valentín


para facilitar una Gnosis espiritual
verdadera no se limitan a doctrinas
filosóficas y mitologemas poéticos. El
sistema Valentiniano estaba por
encima de todo esto, pues era un
sistema sacramental. El Evangelio de
Felipe menciona cinco de los siete
sacramentos históricos (o más bien sus
formas Gnósticas originales), y
menciona de forma explícita los dos
restantes.

Además del bautismo, la unción, la


eucaristía, la iniciación sacerdotal y
los ritos mortuorios, la Gnosis
Valentiniana menciona prominentemente dos grandes y misteriosos
sacramentos llamados respectivamente "redención" (apolytrosis) y "cámara
nupcial". Si bien muchas de las fórmulas de estos ritos se han perdido, su
significado esencial aún se puede descubrir visionando concienzudamente los
comentarios proporcionados por los Padres de la iglesia y las referencias que
figuran en las escrituras Gnósticas.

La cámara nupcial, o unión pneumática, es por mucho el más frecuentemente


aludido de los más grandes sacramentos. El Evangelio de Felipe hace constantes
referencias a la misma, y declaraciones relativas a él están dispersas en un gran
número de escrituras Gnósticas. Ireneo asocia este sacramento principalmente
con los seguidores de Valentín, pero los fundamentos teóricos que actúa como
su razón psicológica están presentes generalmente en el corpus de los escritos
Gnósticos. Así, el Evangelio de Tomás, que generalmente se considera
relativamente libre de influencias Valentinianas, nos presenta lo que podría
considerarse la formulación más clara de las bases teóricas de la cámara nupcial
en su logion 22:

Cuando haces de los dos uno, y cuando hagas al interno como al externo y el
externo como el interno y lo de arriba como lo de abajo, y cuando hagas al
macho y a la hembra en uno solo, para que el varón no sea masculino y la
hembra no sea femenina... entonces entrarás en el reino.

La base psicológica sobre la que el ritual de la cámara nupcial se basa es


bastante fácil de entender. La Gnosis considera al ser humano como dividido y
fragmentado en sí mismo. Las divisiones tienen numerosos aspectos: Estamos
implicados en lo que la psicología moderna llamaría una dicotomía Yo-Self, en
una dicotomía entre Anima-Animus, en una dicotomía cuerpo-mente, en una
dicotomía subjeto-objeto, y muchas otras. Todas estas divisiones requieren

Fraternitas Gnostica Abraxas 99


Stephan A. Hoeller Artículos

reparación o curación. Así como el Pleroma, o plenum divino, se caracteriza por


la plenitud, así el ser humano debe volverse de nuevo completo y, a
consecuencia de esto adquirir las cualificaciones para reintegrarse al Pleroma.
La psicología contemporánea, especialmente la psicología profunda de Jung,
contempla tal unión pneumática como el objetivo último de lo que denomina el
proceso de individuación. A diferencia de los psicólogos jungianos, que sólo
pueden ofrecer la práctica del análisis como instrumento del proceso de
reunificación, Valentín fue aparentemente inspirado para documentar y
ritualmente dramatizar esta unión en el gran sacramento de la cámara nupcial.
El mito de Sophia sirve en muchos aspectos como el soporte mitológico de este
sacramento. El mito implica que la creación del mundo imperfecto y el
confinamiento del alma en él, se originó a través de la ruptura de la unidad
espiritual original del Pleroma, de modo que el regreso del alma al abrazo
amoroso de su esposo, como lo indica el regreso de Sophia a los brazos de Jesús,
representa entonces la curación de esta ruptura y la restauración de la totalidad.

El sacramento de la cámara nupcial, más que cualquier otra característica de la


Gnosis Valentiniana, nos da una clara indicación del carácter psicológico frente
al carácter teológico de la enseñanza y práctica Gnóstica. El propósito profesado
de este rito es el individual y personal de "ser uno" del alma del iniciado,
mientras que las consideraciones cósmicas y escatológicas no desempeñan
ningún papel en esto. No es un ser abstracto o la creación lo que se sana y
unifica en este sacramento, sino el ser interior de un individuo humano. Puede
ser que sea justo decir que Valentín practicaba un rito de individuación, cuya
necesidad en el mundo de hoy queda en evidencia por la más alta y mejor de
las investigaciones psicológicas. Tal vez sea característico del triste deterioro del
sistema sacramental del cristianismo histórico, que haya permitido que esta
unión intrapsíquica se transfiriese al sacramento del matrimonio, implicando
una relación contractual de dos personalidades terrestres dentro del defectuoso
contexto de las costumbres sociales.

Sin embargo, no es suficiente ser unificado en la naturaleza de uno -de manera


implícita lo dice Valentín- uno debe ser también redimido de la corrupta y
confusa esclavitud del falso mundo existencial en el que uno vive. Esta
liberación de las garras del mundo de la imperfección, se lograba por el
sacramento de la redención (apolytrosis) a veces también llamado restauración
(apokatastasis). Este podría llamarse el acto final de la separación del dominio
de los estados ilusorios y engañosos de la mente. Si bien no está determinado si
el sacramento de la cámara nupcial se administraba primero y la redención más
tarde, es la convicción del presente autor que este era el caso. El individuo en el
que las dualidades se habían unido y la disgregación había sido sanada (la
persona individuada, como Jung podría haberle llamado) estaba facultado para
rechazar las fuerzas carentes de sentido iluminador. Esto se expresa bien en una
de las fórmulas de restauración conservadas de fuentes Valentinianas:

Estoy establecido, estoy redimido y redimo mi alma de este eón y de todo lo que
proviene de él, en el nombre de IAO, que redimió su alma hasta la redención en
Cristo, el viviente. (Ireneo, Adv. Haer. I. 21,5)
Fraternitas Gnostica Abraxas 100
Stephan A. Hoeller Artículos

Así como se dice que Buda triunfalmente repudió las obras de Mara el
engañador después de su iluminación bajo el Árbol Bodhi, así el Gnóstico
rompe toda conexión con la inconsciencia y la compulsión, y vive y muere
como un ser soberano de luz y poder de ahí en adelante. Todo parece indicar
que los sacramentos doble de la cámara nupcial y de la redención causaron
enormes transformaciones y trajeron un gran poder a la vida de sus
beneficiarios (estos ritos sobrevivieron en forma modificada entre los
seguidores del profeta Mani y los cátaros del Languedoc. Estos últimos tenían
un gran sacramento parecido a la Apolytrosis, llamado el Consolamentum, que
proporcionó a sus beneficiarios no sólo una gran serenidad de vida, sino
también un valor virtualmente inigualado para enfrentar la muerte).

Lo anterior -y mucho otro material relativo a la Gnosis Valentiniana que había


que tenía que quedar sin explorar en esta breve exposición- sirve para ilustrar
las grandes e innegables virtudes de este patrimonio de la sabiduría. La
integridad filosófica, la penetración psicológica, la exaltación poética y artística
y la belleza, mezcladas con la verdadera devoción y emoción religiosa,
caracteriza la contribución de Valentín y lo elevan por encima de los demás
sistemas y escuelas Gnósticas y semi-Gnósticas. Si fuera uno a combinar los
mayores y mejores productos del existencialismo, sólo podría aspirar a la
aproximación de los sublimes mensajes del gran técnico de la transformación
humana, que nos llama desde la distancia de casi dos milenios. Valentín
verdaderamente vive. Era y es un conocedor, un Gnóstico para todas las
edades, una fuente de inspiración y guía para las personas de todas las edades y
climas: un mensajero eterno de los misterios del alma. No se podría concluir
esta breve exposición y homenaje con una esperanza más apropiada que la
plasmada en el siguiente fragmento de una bendición Valentiniana:

Que la gracia más allá del tiempo y el espacio,

La que existía antes del comienzo del Universo,

Llene a nuestro hombre interior

E incremente en nosotros la semejanza de sí misma,

Como el grano de mostaza.

Fraternitas Gnostica Abraxas 101


Stephan A. Hoeller Artículos

LA TEOSOFÍA COMO EXPERIENCIA


Del Misterio a la Conciencia Mística.

Revelación o Realización

Stephan A. Hoeller

Es natural que aquellos de nosotros que somos miembros de la


Sociedad Teosófica pensemos un poco en el papel futuro del
movimiento al que pertenecemos. Nuestra Sociedad tiene ahora ciento
veinte años. Es una edad respetable desde todos los puntos de vista y
también parece ser una edad lo suficientemente avanzada como para
merecer cierto reconocimiento y respeto por parte de los académicos.

Una de las señales más útiles en el horizonte cultural contemporáneo


es la aparición de un nuevo fenómeno, los Estudios Esotéricos, cada vez
más reconocidos como una disciplina legítima en el campo académico.
A menudo definido como el campo de la historia intelectual de las
corrientes ocultas y esotéricas en nuestra cultura, esta disciplina ha
atraído a distinguidos eruditos que se están ganando rápidamente
popularidad como expertos en Estudios Esotéricos. Fue pionero en este
campo hace unos cuantos años uno de los nuestros, Robert Ellwood.

Al erudito francés Antoine Faivre, al americano Jocelyn Godwin y al


italiano Massimo Introvigne les están siguiendo cada vez más un
número creciente de eruditos. Se están celebrando seminarios varias
veces al año en países tan remotos entre sí como Holanda y Brasil. Se
están publicando libros con una considerable frecuencia y uno de los
editores más activos es la State University de Nueva York Press. La
mayoría de los nuevos eruditos del Esoterismo consideran el
movimiento teosófico con interés y respeto. Esta actividad representa un

Fraternitas Gnostica Abraxas 102


Stephan A. Hoeller Artículos

cambio significativo en las actitudes académicas, que los teósofos


deberían reconocer y de la que deberían alegrarse.

Es bastante seguro, pues, asumir que nuestro lugar en la historia está


asegurado. Nuestro movimiento es reconocido ahora como una de las
manifestaciones más influyentes de la transmisión esotérica de la última
parte del siglo diecinueve y gran parte del veinte. Hasta aquí, bien. Uno
siente una cierta tentación tal vez en ese momento de sentirse
demasiado bien, de recostarse, relajarse y regocijarse.

Ahora que los académicos, que fueron antaño nuestros críticos más
severos, están reconociéndonos benignamente, ahora que incluso los
más religionistas ya no nos atacan como hacían cuando todavía nos
consideraban un movimiento vanguardista peligroso, vamos a
relajarnos y dejar que continúen los bueno tiempos. Sería una tentación
en la que podríamos caer. Sin embargo, como los tiempos, buenos o no,
van continuando, y el mundo está a punto de entrar en el año 2000,
podemos preguntarnos justificadamente si, además de un pasado cuya
distinción está siendo cada vez más reconocida, todavía tenemos un
futuro.

Mientras que hubo un tiempo en que la Teosofía y la Sociedad


Teosófica les parecían a muchos la promesa del futuro, eso mismo
puede parecer hoy en día unas reliquias del pasado. Hace un siglo,
incluso unas décadas, poseíamos un cierto carácter único. Éramos
verdaderamente "el único espectáculo de la ciudad". Ya no es el caso en
absoluto.

Han aparecido innumerables movimientos sucesores, algunos


admirables, otros menos, y se están dedicando a hacer sobre todo lo que
la Sociedad Teosófica ha hecho en el pasado. Lo que una vez fueron las
piedras angulares de las enseñanzas teosóficas populares o, más
correctamente, popularizadas, como la reencarnación y el karma, son
ahora comúnmente conocidas y aceptadas frecuentemente aunque no
universalmente, en nuestra cultura.

Fraternitas Gnostica Abraxas 103


Stephan A. Hoeller Artículos

Cuando nos dedicamos a exponer lo que una vez consideramos como


enseñanzas teosóficas clásicas, nos encontramos normalmente con una
actitud por parte del público que podría caracterizarse por la frase
vernácula "¿Y qué más?". Estas y otras consideraciones del mismo estilo
pueden resumirse con la expresión "¡Dejadnos tranquilos!"

Quisiera sugerir que tomáramos esa frase anticuada de manera


literal. Tal vez actualmente se nos ha dejado tranquilos, dándonos una
pausa que debiéramos usar de manera especial. Una pausa es una
parada o un descanso temporal, un intermedio o un aplazamiento.
Teosóficamente, puede que estemos en una pausa; tal vez estemos
experimentando un aplazamiento, un intermedio.

Naturalmente, es posible que tengamos no tanto una pausa como el


principio del final, que el intermedio no se vea seguido por otro acto
sino que acabe por caer el telón. Es una posibilidad que existe para
todos los individuos, todas las naciones, todos los movimientos, e
incluso para el mundo entero. El fin para todos nosotros está siempre
cerca y podría ser inminente. En Austria, donde la mayor parte de los
dichos populares tienen un sesgo culinario, dicen "Alles hat ein Ende;
nur die Wurst hat Zwei". "Todas las cosas tienen un final, sólo la
salchicha tiene dos".

Sin embargo, mientras el fin no esté todavía aquí, nos toca hacer algo
y, si es posible, hacer lo que sabemos hacer mejor. Se dice que Joseph
Campbell tuvo que contestar a la pregunta: "¿Qué haría usted. Sr.
Campbell si supiera que un holocausto nuclear estuviera a punto de
estallar dentro de dos días?". Joseph Campbell respondió "Seguiría
escribiendo. Es lo único que sé hacer". Así que en este período de pausa,
en este momento en que las circunstancias nos permiten un intermedio,
deberíamos hacer algo que hagamos bien.

Nosotros los teósofos hacemos dos cosas bastante bien: pensar y tener
experiencias inusuales. Pensamos mucho y cuando todo ha sido dicho y
hecho, también tenemos una capacidad poco común de experimentar lo
que se halla más allá de la experiencia ordinaria, incluso más allá del

Fraternitas Gnostica Abraxas 104


Stephan A. Hoeller Artículos

pensamiento. Naturalmente, hacemos otras cosas bastante bien,


también: discutimos y nos peleamos. Pero tal vez aunque sea por esta
vez podríamos dejar de hacerlo. Lo que sugiero para nuestro propósito
actual es que enfoquemos nuestras ideas de una manera especial, en una
dirección especial.

En este pensamiento especial, los estudiosos que he mencionado en la


recientemente aparecida disciplina de los Estudios Esotéricos pueden
sernos de alguna utilidad. Es tal vez la primera tarea que me gustaría
proponer. Pues sugiero que le dediquemos un rato a pensar seriamente
en lo que realmente es nuestra tradición teosófica: en qué consiste y dónde
encuentra su puesto entre las tradiciones del mundo, tanto exotéricas
como esotéricas.

No estoy hablando aquí en primer lugar de lo que algunos podrían


llamar "estudiar la Teosofía" en el sentido acostumbrado. El contenido y
el contexto de la Teosofía no se descubren estudiando una masa de
información contenida en distintos libros llamados teosóficos. Alguna
parte de esta información tal vez sea verdaderamente útil para nuestros
propósitos, pero no toda, tal vez ni siquiera una gran parte de ella.

Otro punto importante es la distinción que hay que hacer entre


revelación y realización. Deberíamos dejar de insistir en la Teosofía
como una revelación procedente de fuera de nosotros mismos y
aumentar la insistencia en la Teosofía como realización que surge
dentro de nosotros. Cuando consideramos los grandes libros de
Teosofía como Libros Sagrados, que contienen una Verdad revelada,
estamos violentando las intenciones de nuestros fundadores. Cuando
los consideramos como posibles estímulos de nuestra realización,
entonces estamos actuando en armonía con las intenciones de los
fundadores y también en nuestro mejor interés espiritual.

Valorar la realización por encima de la revelación no es implicar que


una realización tremendamente importante y trascendente vaya a surgir
enteramente de nuestro interior. Alan Watts tenía otra imagen culinaria
que se puede aplicar aquí. Decía que los seres humanos tienen la forma

Fraternitas Gnostica Abraxas 105


Stephan A. Hoeller Artículos

de donuts porque tenemos tanto un exterior interno como un exterior


externo. Podemos tener ciertas experiencias, sobre todo de una
naturaleza sensata, a través de nuestro exterior externo. Pero hay
también grandes y maravillosas realidades transformativas causantes de
visiones que pueden llegarnos a través de nuestro exterior interno.

Si vamos lo suficientemente lejos en la dirección externa, salimos


incluso nosotros mismos; si vamos lo suficientemente lejos en la
dirección interna, también salimos. Tal vez incluso el mismo contraste
entre la revelación y la realización sea sospechoso, porque una
experiencia reveladora puede también ocurrirle al individuo desde esos
reinos con los que el individuo puede entrar en contacto a través del
exterior interno de su propio ser.

Para poder utilizar adecuadamente lo que he caracterizado como una


pausa en nuestra historia teosófica, necesitamos antes emplear nuestra
función pensante para establecer el contexto dentro del cual nuestra
transmisión teosófica, nuestro esfuerzo iniciado hace 120 años,
encuentra su puesto. Nuestra época es la era de la vida episódica. Lo
tratamos todo como un episodio, desconectado de todo lo demás. Es una
manera muy peligrosa y falsa de contemplar la realidad. Casi no hace
falta decir que no deberíamos -en realidad tampoco podemos hacerlo-
considerar la Teosofía moderna, o más precisamente la del siglo
diecinueve, como un fenómeno único y aislado, sin ninguna conexión
orgánica con otras distintas transmisiones y tradiciones anteriores, o
incluso posteriores, a la fundación de la Sociedad Teosófica.

El peligro que corremos de considerar nuestro esfuerzo bajo esa luz


se ve reforzado por un ambiente psicológico en nuestra cultura, basado
en las tradiciones judeo-cristiana, que, con una arrogancia típica del
Oriente Medio, se han considerado a sí mismas como únicas y
superiores a todo lo demás. Evidentemente, nuestra Teosofía no es de
esa naturaleza. Hacia el final de su "Introducción" a La Doctrina Secreta,
H.P.Blavatsky citó una frase del ensayista Montaigne: "Aquí he hecho
únicamente un ramillete de flores sin añadir nada mío excepto el lazo
para atarlas" (DS 1:XIVI). El lazo es la Teosofía moderna; las flores son el
Fraternitas Gnostica Abraxas 106
Stephan A. Hoeller Artículos

producto de las transmisiones esotéricas y, no hay que olvidarlo, las


visiones de la Gnosis de muchas corrientes esotéricas tradicionales.

Los términos Sabiduría Antigua, Doctrina Secreta, Gupta Vidya y Gnosis,


utilizados con mucha frecuencia por Blavatsky y otros escritores
teosóficos para describir el contenido del corpus teosófico, todos indican
claramente el contexto de la transmisión moderna teosófica. Sin
contexto, el contenido es sospechoso. Así pues, resulta útil tener una
clara imagen del contexto de la teosofía moderna dentro del ambiente
del esoterismo.

Por consiguiente, vamos a considerar este contexto. Empezaré con un


axioma: la Teosofía, tal como la conocemos, es una transmisión
formulada a finales del siglo diecinueve. Esta transmisión es parte de
una tradición más grande frecuentemente llamada "esotérica" pero más
adecuadamente llamada la tradición de la "Realidad Alternativa". Ese
nombre ha sido inventado por Robert Ellwood, de la Universidad de
California del Sur, siguiendo las sugerencias del historiador británico
Dame Frances Yates.

Resumiendo, dos tradiciones importantes en la orientación de la


humanidad hacia la espiritualidad corren parejas a través de la historia.
Una consiste en las grandes religiones básicas que tratan las necesidades
diarias espirituales de la gente, asegurándoles que, a pesar de todas las
apariencias de lo contrario, las cosas están bien. Es una tarea importante.

La otra, la tradición alternativa señala otra realidad. Declara que, en


vez de creer solamente que las cosas saldrán bien, podemos realmente
conocer, -"conocer" no en el sentido intelectual corriente- sino en un
sentido inspirador, internamente revelador y salvador, consciente y
liberador. Ese conocimiento liberador está a nuestro alcance si nos
aplicamos adecuadamente para obtenerlo. Es la seguridad grande y
maravillosa de la tradición Esotérica o de la Realidad Alternativa.

En aquel acontecimiento maravilloso del Parlamento de las


Religiones del Mundo, hace un par de años, nuestra presidenta

Fraternitas Gnostica Abraxas 107


Stephan A. Hoeller Artículos

Internacional, Radha Burnier, dio una conferencia. Mientras estaba


sentado allí, escuchándola, lo que tenía que decir me dio que pensar,
porque tenía muy poco de bueno que decir sobre las religiones como
tales. De hecho podríamos decir que las tachó de un "infierno". Yo
sacudí la cabeza, pensando ¿Es esto apropiado? ¿qué está pasando
aquí?" Pero como ocurre tan a menudo cuando uno realmente reflexiona
después de reaccionar, llegué a la conclusión de que dentro de sus
palabras había algo muy importante, algo que, especialmente nosotros,
que pertenecemos a la Sociedad, deberíamos tener presente. Ese mensaje
importante es el de que realmente pertenecemos, en primer lugar, a la
tradición Alternativa. Nuestro movimiento no es una representación de
la tradición clásica sino de la otra.

Respetamos y valoramos las religiones fundamentales tal como se


manifiesta en nuestra reuniones multitudinarias, como en la sesión de
apertura de nuestra Reunión Anual, que incluía plegarias de las
religiones. Y ciertamente deberíamos continuar haciéndolo. Madame
Blavatsky y otros maestros teosóficos señalan repetidamente que en
esencia, en la base de las grandes tradiciones religiosas exotéricas,
aunque profundamente oculta y a menudo totalmente cubierta por todo
tipo de tonterías está la Sabiduría Divina.

Al mismo tiempo, somos explícita y específicamente los


representantes de la tradición Alternativa y esto es algo que no
tendríamos que olvidar. ¿Por qué, por ejemplo, cuando leéis las Cartas de
los Maestros encontráis una condenación tan abierta y tan dura de la
religión? Creo que la razón es la misma. Los que escribieron esas cartas
intentan llamar la atención de personas como el Sr. Sinnett y otros hacia
el hecho de que este movimiento es la representación de la corriente
secreta que, la mayor parte del tiempo, al menos en nuestra cultura
debido a las actitudes duras de las estructuras religiosas exotéricas, ha
tenido que permanecer soterrada. Sin embargo, de no haber sido por
esta corriente subterránea, las plantas del espíritu, en la cultura
occidental, se habrían secado todas por falta de alimento espiritual.

Fraternitas Gnostica Abraxas 108


Stephan A. Hoeller Artículos

Se deduce de eso que, como la tradición de la Realidad Alternativa es


el contexto de la Teosofía, la esencia del planteamiento teosófico no es
sino la esencia de la tradición de la Realidad Alternativa. La Teosofía de
H.P. Blavatsky y la de los maestros teosóficos de finales del siglo
diecinueve y del siglo veinte es un restablecimiento de esta tradición, en
términos de las necesidades intelectuales y espirituales de gran parte de
la humanidad durante la época histórica en que fue fundada la Sociedad
y alcanzó su punto álgido de influencia.

Hay que distinguir, por consiguiente, entre esas enseñanzas dentro


del corpus teosófico que tratan básicamente sobre las necesidades de
finales del diecinueve y principios del veinte y las que son características
inmutables y constantes de la tradición de la Realidad Alternativa. Esta
última tiene que valorarse con cuidado, mientras que la anterior tiene
que ser reconocida como sujeta naturalmente al cambio, a la revisión e
incluso a lo que podríamos llamar negligencia benigna en este período
más tardío de la historia. Suena como un revisionismo, pero la sagrada
escritura dice "Donde no hay visión, la gente perece" y donde no hay
revisión, que es una nueva visión, la gente y las doctrinas perecen
también.

Citaré algunos ejemplos del tipo de revisión que me parece indicado


en este momento. Empezaré con algunos menos polémicos e iré
elaborando hasta llegar a los demás. En la literatura temprana inspirada
sobre todo por Eliphas Levi, encontramos muchas referencias a algo
originalmente llamado la Luz Astral y después llamado los Registros
Akásicos (usando el término sánscrito akasha). Este concepto
popularizado por Eliphas Levi fue una vez una idea excitante y creadora
aceptada por mucha gente, incluyendo a los teósofos.

El concepto de la Luz Astral dio pie, a finales del diecinueve y


principios del veinte, a ese tipo de visión oculta, que estaba muy en
boga, como podéis recordar y de la cual el movimiento teosófico y sus
sucesores inmediatos tuvieron sus dignos representantes. En nuestra
Sociedad el más conocido de estos videntes fue C.W. Leadbeater; entre
los movimientos sucesores, Rudolf Steiner. Pero en la actualidad
Fraternitas Gnostica Abraxas 109
Stephan A. Hoeller Artículos

relativamente pocos se sienten demasiado estimulados por este tipo de


cosas. Es demasiado revelacional, hay que aceptar demasiado a través
de la fe, está demasiado orientado al ipse dixit del vidente.

Hay un dicho antroposófico alemán que se aplica al Dr. Steiner, que,


abreviado, es "DDHS" ("der Doktor hat gesagt", o sea, "el doctor así lo ha
dicho"). Siento un tremendo respeto por Steiner. Pero es un buen
ejemplo de un individuo del cual fluye la información como de una
cornucopia, información que, a pesar de todo, no puede ser verificada y
ni siquiera, muchas veces, relacionada significativamente con nada más.
Todo tiene que ser aceptado por la fe. Me parece a mí que el anterior
respeto y asombro ante este tipo de videncia ya no existe. En su mayor
parte, a la gente les deja fríos.

Otro concepto similar es el de la "luz astral" y, hasta cierto punto, los


otros cuerpos: etérico, mental, búdhico etc., como les denominamos en
nuestra literatura. En un momento dado, el concepto de estos cuerpos
era también muy creativo y liberador. Los cuerpos sutiles representaban
nuestra conciencia potencial extracorporal. La exteriorización de la
conciencia es una metáfora majestuosa para la libertad del cuerpo físico
y de la materialidad. Viajar en el astral no es simplemente una diversión
a través de la cual podéis volar y ver a la abuela en Elizabeth, Nueva
Jersey, sin pagar un billete de avión. Más bien es el símbolo grandioso
de la libertad del yoísmo, de este caparazón que habitamos. Hoy en día,
básicamente, el cuerpo astral ha perdido su atractivo. Excepto por unos
pocos grupos ocultos como el de Eckankar, un emulador occidental del
movimiento Sant de la India, no hay mucho interés por los cuerpos
astrales y por la proyección astral.

Volviendo a temas más polémicos, el interés por la evolución, la


reencarnación y el Karma, también ha disminuido. La evolución era el
término novedoso del siglo diecinueve y fue adoptada con propósitos
teosóficos por H.P.Blavatsky, que le dio un contexto totalmente distinto
a los conceptos biológicos de Charkles Darwin. Era el paradigma del
momento, tal vez del siglo; pero, una vez más, yo sugeriría que ya no lo
es. Aunque todavía aceptada por la ciencia, está cada vez más
Fraternitas Gnostica Abraxas 110
Stephan A. Hoeller Artículos

cuestionada por las excepciones, las anomalías y las contradicciones.


Mientras que sólo los fundamentalistas la atacan, casi nadie se siente
excitado ya por ese concepto. En las áreas psico-espirituales está siendo
suplantado cada vez más por paradigmas como la transformación y,
muy recientemente, incluso por la teoría del caos. Igualmente,
relativamente poca gente se siente entusiasmada por las ideas teosóficas
tan evolutivas como las cadenas y las rondas de los planetas, el paso de
las mónadas de un planeta a otro, y de una estrella a otra. Esto ya no es
lo que estimula a la gente.

Y ahora la herejía de las herejías: la reencarnación y el karma ya no


son lo que habían sido en su día. ¿Cómo puedo decir tales cosas? Al fin
y al cabo, si son ciertas, entonces todavía lo son, y eso es lo que importa.
Bueno, Pilatos una vez preguntó "¿Qué es la verdad?" Y nuestro
Presidente Nacional da una charla titulada "La Reencarnación, el Hecho
No Verdadero". Pero me estoy arriesgando a que me cuelguen de un
árbol, por citar el título sin citar el texto.

Cuando los conceptos populares de la reencarnación y el karma


pasaron a Occidente en el siglo diecinueve y veinte, especialmente
porque nosotros teósofos les ayudamos a que así fuera, eran unos
paradigmas enormemente liberadores y creativos de la mente. Ofrecían
maravillosas alternativas tanto al temible nihilismo o positivismo
materialista como a la noción primitiva del infierno y del cielo eternos.
La reencarnación y el karma fueron grandes bendiciones para la gente
oprimida por aquellas ideas terribles científicas y religiosas. Pero otra
vez los tiempos han cambiado. La creencia en la reencarnación ha
aumentado, pero el interés por ella ha disminuido. El interés
sensacionalista está presente en las regresiones a las vidas anteriores y a
cosas por el estilo. El filo creciente de la cultura ya no está estimulado
por la reencarnación. Ha perdido su filo; ya no es liberador; ya no es
creativo como lo había sido.

Lo mismo se aplica al karma. Aquí las razones son básicamente


históricas. Cada vez que oigo hablar del karma, tengo una reacción
automática y os aseguro que no soy el único a quien le pasa.
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Inmediatamente me vienen a la mente el Holocausto, el Gulag ruso, los


Campos de la Muerte de Camboya, el Gulag chino y el genocidio que
está ocurriendo ahora en el Tibet. "¿La justicia perfecta gobierna el
mundo?" ¿Realmente? Algunos de nosotros pueden razonarlo y
explicarlo. Nosotros podemos racionalizarlo. Podemos elaborarlo. Pero
la mayoría de la gente simplemente dicen: "Algo va mal. No es tan
sencillo como lo describís vosotros y vuestros libros". Eso es lo que nos
dice la gente. "Aunque haya karma, no es lo que ustedes dicen que es".

Y ¿Quien puede decir que, al menos en ciertos aspectos, esta gente,


estos críticos, no tienen razón con sus objeciones?. El karma ya no es el
paradigma liberador que fue una vez. Incluso las gentes que creen en él
buscan alternativas, quieren encontrar paradigmas adicionales. Mucha
gente prefiere las fórmulas más complejas y más místicas de la
reencarnación y el karma ofrecidas por el buddhismo, especialmente el
buddhismo Vajrayana.

El planteamiento teosófico del siglo diecinueve está ya muy passé. No


satisface el anhelo de libertad última y de justicia última que motiva a
muchos de los corazones y mentes más refinados de nuestra cultura.

Y ahora ya lo he estropeado. He destruido muchos, tal vez la


mayoría, de las causas teosóficas del pasado y, como la mayoría de los
destructores, he ofrecido poco o nada para sustituirlos. Y muchos
pueden preguntar justificadamente: "Si todo esto y tal vez más cosas se
le quitan a la Teosofía, ¿Qué quedará?"

La respuesta es que queda mucho. Una realización que queda es la de


que somos seres espirituales, eternos, inefables, como el Rey
Melquisedec, sin padre, sin madre, sin principio ni fin de los días. Y
como tales seres, hemos de saber realizar, aprehender en profundidad
quienes somos realmente.

El mundo y nuestra presencia en él son misterios y por misterios


quiero decir no sólo misterios sublimes, sino también misterios del tipo
de Agatha Christie. Cuando un misterio ordinario se resuelve y el

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villano ha sido descubierto por el gran detective, dejamos a un lado el


libro y encogiéndonos de hombros decimos: "¿Y qué más?". El final del
tipo intelectual de misterio es su resolución en nuestra mente. Pero más
allá de estos misterios inferiores, hay algo más: una Gnosis, un
conocimiento místico y salvador que nos descubre quienes somos, de
donde venimos y adonde vamos.

Incluso la reencarnación y el karma, en el mejor de los casos, sólo


descubren cómo ocurre, no lo que ocurre y mucho menos el por qué. La
vida terrena es un misterio, pero más importante es también un
conflicto. Los conflictos, a diferencia de los problemas, no tienen que
resolverse, sino superarse. Podemos pasar eones descubriendo
misterios; podemos reencarnar una y otra vez como Hércules Poirots del
Cosmos, pero en último término hemos de reconocer que superar al
mundo es más importante que explicarlo.

Podemos escuchar y leerlo todo o al menos muchas revelaciones, ya


sean de Moisés, de Krishna, de Mahoma o de Jesús, o incluso de
Blavatsky. Pero tiene que llegar el momento en que la revelación dé
paso a la realización. La tradición de la Realidad Alternativa, de la cual
la Teosofía es una transmisión especial y única, nos asegura que esto es
lo que debemos hacer.

Este año es también el centenario del nacimiento de Krishnamurti.


Quién era realmente y en qué consistía su misión, probablemente no lo
sabremos nunca. Pero era uno de nosotros, uno de los nuestros, un gran
hermano mayor de la familia teosófica, uno de esa distinguida compañía
que incluye a Blavatsky, Olcott y entre otros a la madre adoptiva de
Krishnamurti, Annie Besant y a su descubridor, C.W.Leadbeater.

Dejadme insertar algo aquí. Se nos da el mandamiento, en la religión


exotérica, de honrar padre y madre. Nosotros necesitamos honrar a
todos los líderes de nuestro movimiento. No creo que sirva de nada
dejarles de lado por una u otra razón. Del mismo modo en que nosotros
como individuos no estaríamos aquí sin los genes de nuestros
antepasados, nosotros, como movimiento tampoco estaríamos aquí sin

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ninguna de esas personas. No hay ningún dirigente de nuestra Sociedad


Teosófica desde hace ciento veinte años del cual tengamos que
avergonzarnos, ¡ninguno!

Krishnamurti fue uno de esos dirigentes cuya misión poco envidiable


fue la de llamar la atención hacia la necesidad de la realización por
encima de la revelación y la conciencia mística por encima del simple
misterio. Hoy en día tal vez sea más fácil llamar la atención hacia esta
misma necesidad. Dentro y fuera de la Sociedad Teosófica la necesidad
de la realización está siendo cada vez más reconocida.

La atención que se presta ahora al Gnosticismo, hacia el cual me sentí


atraído de la manera más extraña desde mi niñez, indica que una Gnosis
liberadora tiene más interés, hoy en día, que una revelación didáctica.
La transmisión Gnóstica era una variante anterior dentro de la tradición
de la Realidad Alternativa con la que H.P.Blavatsky sentía una gran
afinidad.

En 1930, en la estela de temas que surgieron alrededor de


Krishnamurti, J.J.van der Leeuw, en una conferencia pronunciada varias
veces ante distintos públicos teosóficos y titulada "Revelación o
Realización: El Conflicto de la Teosofía", escribió:

La Teosofía tiene que dejar de ser una filosofía del Más Allá: tiene
que darse cuenta de que la puerta abierta a la realidad se halla en el
aquí y en el ahora, en la verdadera experiencia diaria del ser humano y
no en ningún mundo superior o en ningún futuro distante. Nadie
puede abrir esta puerta por nosotros y nadie puede cerrarla. No es una
experiencia mística para unos cuantos elegidos; es para todos y
solamente nuestro miedo a la vida es lo que nos hace incapaces de
verla. La Teosofía tiene que darse cuenta de que su afirmación de ser
un sistema filosófico, explicando los problemas de la vida, no tiene
ningún atractivo para el hombre moderno, que sabe que la vida no es
un problema que haya que resolver: para él es una búsqueda y una
experiencia cada vez más grande.

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Van der Leeuw, que en sus obras Dioses en el destierro, El Fuego


Creador y La Conquista de la Ilusión era tal vez el más elocuente exponente
del misticismo de la Teosofía estableció verdades que son ahora, 65 años
después, todavía aplicables a nuestra situación. Necesitamos cambiarnos
de una postura a otra. Hemos de pasar de explicar la vida y el amor y lo
divino a experimentarlo todo. Una consideración que tendría que
empujarnos en esta línea es la de la compasión. Si la experiencia de vida,
de amor, de lo divino son necesidades más fundamentales y más
prevalentes de la humanidad que las explicaciones de los distintos
fenómenos de la existencia, entonces la compasión debería llevarnos a
tratar la necesidad más fundamental y prevalente.

Para dejar las cosas claras y precisas, podemos llegar a unas


determinadas conclusiones muy breves de naturaleza práctica, que
indiquen lo que podemos hacer:

1. Como se ha dicho antes, deberíamos explorar el contexto de la


transmisión teosófica dentro de la tradición de la Realidad
Alternativa. ¿De dónde procede nuestra tradición, nuestra
transmisión?. No es suficiente remontarnos a Blavatsky: pero
necesitamos volver con Blavatsky a los sabios de Occidente y Oriente,
o tal vez acercarnos con Blavatsky a una conciencia superior, a una
Gnosis interna.

2. En cuanto al contenido como algo distinto del contexto de las


enseñanzas teosóficas, deberíamos dedicarnos a hacer un
revisionismo iluminado mediante un cambio de énfasis. Deberíamos
cambiar nuestro énfasis desde los detalles a los principios y más allá
de eso a la disponibilidad de realización y experiencia mística dentro
del mito teosófico.

3. Para poder llegar al objetivo anterior, podría ser útil para nosotros
proveernos de los clásicos místicos de Teosofía ya existentes: La Voz
del Silencio, Luz en el Sendero, a los Pies del Maestro, y por último, e
igualmente importante, un pequeño clásico que nos gusta a algunos,
Dioses en el Destierro, de J.J.van der Leeuw.

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4. Deberíamos fomentar entre los miembros de la Sociedad y dentro


del público el estudio y la práctica de modalidades que estimulen y
faciliten los estados y experiencia trascendentales de la conciencia.
Deberíamos reconocer que las diversidades del temperamento
humano requieren diversos planteamientos respecto a la vida
espiritual y por esto ningún planteamiento en particular debería
considerarse como monopolio de la espiritualidad teosófica.

Lo que he querido decir con esto es que, sin duda alguna, un gran
número de nosotros han obtenido mucho de los métodos de
meditación que nos han enseñado otros teósofos (sin incluirme a mí,
porque nunca he sido bueno en este tipo de cosas). Sin embargo, hay
otras maneras, ya sea además de, o en vez de las meditaciones
introspectivas que nos han interesado históricamente. Hay ejercicios
espirituales de muchos tipos que podríamos investigar con cautela,
visión e inteligencia.

No me interesa en absoluto preconizar todo tipo de tonterías o de


prácticas peligrosas, todo tipo de yogas kundalinis y cosas así, ante
nadie, y menos que nada ante mí mismo. Pero hay elementos dentro
de la tradición mística cristiana como los que surgen del misticismo
ortodoxo, la plegaria de Jesús, incluso el rosario, las meditaciones
Kabalísticas, algunas de las técnicas de auto-observación y
relacionadas con ella que surgieron de la Cuarta Vía de Gurdjieff, la
práctica Sufí y otros. Yo creo que deberíamos tener en cuenta todo esto
con más interés. Y de nuevo el estudio, la investigación, la cuidadosa
experimentación, tal vez, pero cuando este trabajo preliminar esté ya
hecho, podríamos ser capaces de sugerir varias modalidades a
nuestros miembros y al público para el estímulo de su vida espiritual.

Hay otra cosa, el karma-yoga como se le llama a veces. He


mencionado antes a Rudolf Steiner expresando cierto desencanto por
algún material suyo. Pero todo aquél que haya entrado en contacto con
ellas no puede dejar de admirar las escuelas Waldorf, los
establecimientos para el cuidado de los niños retrasados y muchas
otras actividades sociales y médicas que los antropósofos realizan en
todo el mundo. Hubo un tiempo en que los teósofos hacían mucha
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parte de esa labor, también. Teníamos nuestro propio Trust teosófico


educacional; teníamos escuelas en todo el mundo, desde escuelas
elementales hasta universidades, como el Central Hindu College en
Benarés. que se convirtió en la Benares State University. El sistema
educativo se encuentra en una situación muy extraña en este país. Los
teósofos, por consiguiente, tienen oportunidades para realizar un tipo
de karma-yoga que produciría sus propias recompensas espirituales.
Tendríamos que tenerlo en cuenta. La necesidad es cada vez más
imperiosa.

5. Deberíamos desaconsejar el planteamiento que trata a distintos


puntos de nuestra literatura como revelaciones recibidas externamente
y considerarlas en cambio como estímulos para nuestra vida
espiritual. Incluso en una parte de la literatura más densa (y qué hay
más denso que esos volúmenes de La Doctrina Secreta) encontramos
muchas páginas que estimulan la visión interna de las personas. La
revelación es el ipsi dixit de otros; la visión revelatoria y liberadora
individual es nuestra.

6. Deberíamos seguir el estudio de las religiones y otras disciplinas


que son útiles para nuestro desarrollo espiritual. Al hacerlo así,
podríamos reconocer, como he indicado antes, que todas las
tradiciones religiosas fundamentales probablemente diferirán hasta
cierto punto de la tradición de la Realidad Alternativa de la que
formamos parte.

7. En la Teosofía todas las cosas buenas están clasificadas en siete, así


que estas conclusiones de revisión tienen que tener también siete
puntos. Todas las transmisiones dentro de la tradición Esotérica o de
la Realidad Alternativa no tienen más que un objetivo: la realización
de nuestra propia esencia más profunda, que es idéntica en cualidad
aunque no en cantidad con la esencia de la Realidad Última. Todo lo
que nos lleve a alcanzar este objetivo es de vital importancia para la
Teosofía, y todo lo que no lo haga tiene una importancia secundaria, si
es que tiene alguna.

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Espero que estas ideas no os hayan hecho subir demasiado el nivel de


adrenalina. Pido disculpas si os han ofendido de alguna manera. Es la
época de las disculpas: los alemanes se disculpan con los judíos; el Papa
se está disculpando con las mujeres; los japoneses se están disculpando
con los coreanos; así que Stephan Hoeller también puede pedir
disculpas.

También me gustaría añadir que estas consideraciones están basadas


en dos factores de mi psique. Uno, del que ninguno de nosotros puede
escapar, es el complejo de actitudes y realizaciones que han nacido
dentro de mí mismo. El otro sin embargo está basado en la interacción
con los miembros de la Sociedad, con el público que viene a la Sociedad,
con el público de fuera de la Sociedad Teosófica pero miembros de
organizaciones relacionadas con ella. Hace ya unos años que llevo
intentando calibrarlas y he llegado a estas conclusiones. Hay una
necesidad de auto-descubrimiento, de auto-conocimiento y, a través de
ese auto-descubrimiento, de un conocimiento de la inefable grandeza de
donde procedemos y a donde regresaremos, como resultado de la ayuda
que recibiremos los unos de los otros y de las fuerzas superiores.

THE AMERICAN THEOSOPHIST, Invierno, 1996

Sophia Nº 94

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