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PF: LEGITIMIDAD Y TIPOLOGIA DE MAX WEBER

El poder está íntimamente ligado a los valores y creencias. Los valores, las ideas y las creencias son importantes para
dar autoridad y legitimidad al que manda. La relación entre el poder y los valores permite establecer relaciones de
poder estables en las que el recurso constante a la fuerza se hace innecesario. Max weber distinguía entre poder y
autoridad.

Autoridad: es el ejercicio institucionalizado y legitimado del poder y conduciría a la diferenciación, más o menos
permanente, entre gobernantes y gobernados (los que mandan y los que obedecen). Esto se produce como
consecuencia de la estabilización en las relaciones sociales de determinados roles (papeles sociales) y status (situación
social que no se deriva de la posición económica, sino por su prestigio social). Estos roles, por ejemplo, policía-
conductor, siguen unas normas con independencia de la opinión que tengamos de la justicia, de la orden específica o
de la persona que ejerza el rol. Además, hay una limitación del contenido de la obediencia y la desobediencia es
castigada con un sistema jurídico. Ahora tiene lugar una abstracción respecto de la persona concreta que emite la
orden y una localización de la autoridad en la institución que esa persona encarna. La autoridad implica una serie de
supuestos:

a) Una relación de supra-subordinación entre dos individuos o grupos.

b) La expectativa del grupo supraordinado de controlar el comportamiento del subordinado.

c) La vinculación de tal expectativa a posiciones sociales relativamente independientes del carácter de sus ocupantes.

d) La posibilidad de obtención de obediencia se limita a un contenido específico y no supone un control absoluto sobre
el obediente.

e) La desobediencia es sancionada según un sistema de reglas vinculadas a un sistema jurídico o a un sistema de


control social extrajurídico.

Conclusión: la autoridad hace referencia a la rutinizacion de la obediencia y a su conexión con los valores y creencias
que sirven de apoyo al sistema político del que se trate. El poder se convierte en autoridad cuando logra legitimarse.

Legitimidad: según Weber, legitimo es aquello que las personas creen legitimo. La obediencia se obtiene sin recurso
a la fuerza cuando el mandato hace referencia a algún valor o creencia comúnmente aceptada que forma parte del
grupo.

En las primeras sociedades los primeros tipos de legitimidad hacen referencia a valores religiosos (rey-Dios,
emperador, o los reyes que gobiernan por la gracia de Dios). Sin embargo, la secularización de la sociedad cambiará
los valores y el tipo de legitimidad en las sociedades.

Weber distingue 3 tipos de legitimidad:

1) Tradicional: se fundamenta en una serie de tradiciones inmemoriales de una comunidad como fuente de poder y
autoridad, siendo gobiernos legítimos los inspirados en esos valores tradicionales (legitimidad monárquica).

2) Carismática: se fundamenta en las excepcionales cualidades de una persona -Gandhi, Mussolini, Jomeini- y del orden
normativo revelado u ordenado por ella, considerando como dignos de obediencia los mandatos procedentes de esa
persona o ese orden. Se refiere a los regímenes teocráticos, en los que la política está muy unida a la religión.

3) Legal-racional: apela a la creencia de la legalidad y los procedimientos racionales como justificación del orden
político y considera dignos de obediencia a aquellos que han sido elevados a la autoridad de acuerdo con esas reglas
y leyes. La obediencia no se presta a las personas sino a las leyes. “Gobierno de leyes, no de hombres”. Es la más liberal
y la que tenemos hoy día.

En todos estos casos la legitimidad está vinculada a la creencia en la legitimidad, es decir, es legítimo aquel poder que
es tenido por legítimo.

Crítica: Weber con su neutralidad reduce la legitimidad a la pura legalidad y, por tanto, a lo procedimental,
olvidándonos de lo normativo y de la justicia, los valores, la racionalidad o el interés común de los implicados.
PF: TEORÍA POLITICA DEL ESTADO MODERNO
1. El poder legítimo y soberano.

Siglos XVI y XVII. Parejo a la consolidación de ciertos reinos como actores mayores de la política y la aparición de un
embrionario sistema de Estados, se produce la recuperación de un concepto romano imperial caído en desuso, el de
soberanía, que se aplicará en un primer momento al poder del rey. Los monarcas europeos de los siglos XVI y XVII
trataran de presentarse ante su reino como fuente suprema del poder político. La formulación del concepto de
soberanía, a finales del siglo XVI, es obra del francés Juan Bodino en sus Seis libros de la Republica, donde la soberanía
es definida como el poder absoluto y perpetuo de una república. La soberanía en estado puro sólo puede darse en la
monarquía, porque Bodino aclara que un poder, para ser absoluto, debe ser también indivisible. Por el hecho de ser
absoluto y efectivo, el poder del soberano es legítimo y si, caso de que no lo sea, puede o no ser legítimamente
desobedecido o combatido por sus súbditos: esta pregunta encierra varias preguntas distintas: Primero, plantea la
cuestión de la legitimidad. Los criterios de legitimidad varían entre autores. Podemos comenzar con Bodino, quien
exige al poder soberano, para que sea legítimo el respeto de una serie de límites:

1. El derecho divino

2. Las leyes fundamentales del reino

3. Los derechos naturales de sus súbditos, entendidos como imperativos de la razón, que se concretan básicamente
en el respeto a la libertad y a los bienes de sus súbditos.

En estos tres requisitos de Bodino tenemos reunidos los elementos principales de tres corrientes de pensamiento
sobre el poder legítimo en la Europa moderna, dos de ellas de gran importancia:

a) El iusnaturalismo del siglo XVII, encuentra ciertos derechos derivados de la razón cuyo respeto marca los límites de
la legitimidad de un gobierno. Su vulneración por el gobernante supone la ruptura de un pacto hipotético entre él y
sus súbditos en el que éstos ofrecen obediencia a cambio del respeto de aquel por los derechos naturales, deducidos
mediante la razón. Este esquema iusracionalista, el del pacto social con ciertos derechos naturales como objeto, es el
punto de partida del pensamiento liberal ingles con la obra de John Locke. La idea de pacto social encontrará desarrollo
no sólo como instrumento de limitación del poder real, sino también en la más notable teorización de la necesidad de
un poder absoluto la de Thomas Hobbes en Leviatán. Su estado de naturaleza, presocial, es un estado de guerra, de
confrontación y de abuso, en el que la fuerza es el único argumento válido y la seguridad no existe. El hombre es un
lobo para el hombre.

b) Otro de los requisitos a los que condiciona Bodino la legitimidad del poder soberano del rey es el del respeto
al derecho divino.

2. Maquiavelo y el antimaquiavelismo.

Las dos obras políticas más importantes de Nicolás Maquiavelo son El príncipe y los Discursos sobre la primera década
de Tito Livio. Maquiavelo es el creador de un nuevo método de estudio de la política que él define como un método
orientado a establecer máximas o reglas para un comportamiento político exitoso obtenidas de la historia y de la
experiencia, con la intención de que le sean útiles al gobernante. Método inductivo, en el que las máximas para el
gobierno se alcanzan a través del estudio de la política del pasado o de la observación de la del presente. Su estudio
de la política pretende ser útil y realista, no moralizador. Maquiavelo pone las bases modernas de la ciencia política.
El éxito en la política es para Maquiavelo el éxito en el uso del poder. El éxito del príncipe depende de su

habilidad, inteligencia, coraje y flexibilidad para adaptarse a los cambios o a las amenazas imprevistas, es decir, de sus
virtú. Este éxito depende sólo en parte de aquella virtú, porque el gobernante se halla siempre expuesto a los caprichos
de la Fortuna, a los cambios y los accidentes imprevisibles.

Maquiavelo ofrece su técnica al príncipe moderno para que sea más poderoso que los héroes de las tragedias griegas.
Maquiavelo considera al Estado como una estructura orgánica gobernada por sus propias normas de funcionamiento
y que se justifica por su éxito. Maquiavelo muestra su simpatía por el modelo republicano de la antigua Roma:
considera que l adhesión de los ciudadanos a la república es la mejor garantía de su estabilidad y de su éxito. Él destaca
otro rasgo de modernidad, la importancia del pueblo en el gobierno de los estados.
3. Teoría estratégica del poder de weber

El poder es una relación entre partes. Max Weber ofrece la definición más influyente del poder político. Intenta
comprenderlo de manera sencilla mediante un sistema que dota de gran importancia a las instituciones, los
fenómenos culturales y elementos simbólicos como los religiosos.

Weber define la acción teleológica o estratégica del actor social como aquella en la que el actor: 1) define el fin que
quiere o le interesa alcanzar y 2) combina e instrumenta los medios que son necesarios o eficientes en la consecución
de aquel fin. Puesto que se trata de una acción social, el actor para la consecución de sus fines ha de incidir sobre la
voluntad y el comportamiento de otros actores.

Otro concepto importante para Weber es el de racionalidad instrumental (“práctica, más egoísta”): utilizamos los
medios menos costosos para el fin que deseamos. En el ámbito económico, hay una relación medios-fines
instrumental. De alguna manera, el político también utiliza la racionalidad instrumental y se plantea conseguir algo si
efectivamente sabe que le va a costar lo menos posible y al mismo tiempo va a obtener los máximos beneficios
posibles. Cabe distinguirla de la racionalidad moral (hacemos las cosas porque creemos en ciertos principios).

Weber define el poder como la posibilidad de que un actor en una relación esté en disposición de llevar a cabo su
propia voluntad, pese a la resistencia de los otros, y sin que importe por el momento en qué descansa esa posibilidad
(en la persuasión, en la manipulación, en la fuerza, en la coacción, etc.). El poder sería la posibilidad de obtener
obediencia incluso contra la resistencia de los demás.

1) Enfoque unidimensional: Aquí A tiene poder sobre B en la medida en que puede hacer a B realizar algo que, de
otro modo, B no haría.
2) Enfoque bidimensional: la concepción anterior es insuficiente. Necesitamos analizar también cualquier forma de
control efectivo de A sobre B.
3) Enfoque tridimensional: es necesario desechar la reducción del poder al proceso concreto de toma de decisiones
y hay que centrarse en el control global que el poder puede ejercer sobre la agenda política. Se trata de considerar
oposiciones reales de intereses. En este caso no existe conflicto de intereses. Sin embargo, para los partidarios del
enfoque tridimensional del poder podría hablarse de relación de poder si pudiera demostrarse que los intereses
reales del conjunto del pueblo son la preservación del equilibrio ecológico en la zona y la conservación de su
patrimonio histórico.

PF: REVOLUCIÓN INGLESA Y FRANCESA


- La Revolución Inglesa

La Revolución inglesa abarca desde 1640 a 1660, y es una mezcla entre guerra de religión y conflicto de clases entre
corona y alta aristocracia con la burguesía. La “Gran Rebelión” es el producto de una larga disputa entre el Parlamento
y la Corona desde que la dinastía de los Estuardos se enzarzaran en una controversia sobre los límites del poder real.
Hay que tener en cuenta que la Corona inglesa nunca alcanzó las prerrogativas de las monarquías absolutas europeas.

Fuera de la armada, Inglaterra carecía de un ejército permanente y de una administración centralizada con
funcionarios profesionales y asalariados. Para la realización de las funciones públicas clave, el rey dependía en los
condados rurales de un conjunto de servicios no remunerados de los nobles y las figuras mas relevante de la nobleza
menor, y en las ciudades de determinados ciudadanos de prestigio. La dependencia por parte de la Corona de todos
estos grupos sociales hizo que en varias ocasiones los monarcas no pudieran reinar durante un largo periodo de tiempo
sin convocar un nuevo Parlamento.

Fue la nueva convocatoria del Parlamento lo que puso en marcha el proceso revolucionario que culminará en 1969
con la ejecución del monarca (Carlos I) y la proclamación de la Commonweatlh o República.

En 1960 un nuevo Parlamento restaura la dinastía Estuardo, aunque Carlos II toma el poder bajo determinadas
condiciones dictadas por el Parlamento, aunque pronto vuelve a resucitar querellas políticas y religiosas que
desembocan en la Revolución Gloriosa de 1688.
Con el “arreglo revolucionario” de 1689 se cierra el ciclo de luchas civiles y se sientan los presupuestos para la
supremacía parlamentaria. Se puede evaluar la revolución como una larga y fiera disputa constitucional entre el
Parlamento y la Corona con un transfondo de conflictos religiosos, ya que las creencias religiosas fueron un factor
decisivo a la hora de optar por uno u otro bando.

La consecuencia fundamental de todo este proceso no fue otra que el acceso al poder político por parte de las élites
mercantiles y bancarias y la nueva clase de propietarios agrícolas.

- La Revolución Francesa

La Revolución serviría como “vehículo de transmisión” entre causas y efectos a largo plazo. En 1788, el rey Luis XVI
convoca Estados Generales, donde el Tercer Estado (representantes no incluidos en los estamentos del clero y la
nobleza) se proclaman enseguida como “Asamblea Nacional”. En Julio de 1789 se producen una serie de
levantamientos y de proclamación de distintas Constituciones que llegan hasta el golpe de Bonaparte del 18 Brumario
de 1799, con el que se pone fin al proceso revolucionario.

Desde enero de 1793, cuando se produce la ejecución de Luis XVI y la elección de Robespierre se inicia el período del
“Terror”. La dominación de los jacobinos llega a su conclusión a finales de 1794 con la detención de Robespierre y
Saint-Just.

La primera Constitución de Napoleón Bonaparte (13 de diciembre 1799) tiene 3 interpretaciones:

a) La más influyente es la interpretación marxista, donde la revolución fue claramente un conflicto de clases y aceleró
el desarrollo capitalista. La Revolución fue burguesa porque sus orígenes y resultados también lo fueron. En un primer
momento esta clase tuvo la necesidad de aliarse con los grupos populares para quebrar la aristocracia terrateniente y
cortesana. Posteriormente tuvo que romper con ellos cuando el régimen del terror amenazó con descontrolar sus
logros. Por úlitmo, se aliaron con Napoleón para asegurarse los beneficios obtenidos en la protección de los derechos
de propiedad y reforma legislativa. El resultado, la hegemonía social y económica de la burguesía, se derivaría
directamente de su origen.

b) Una interpretación revisionista: la revolución parte de unos orígenes sociales y hay que fijarse en sus consecuencias
a largo plazo. La tesis sostenida principalmente por A.Cobban, es que la Revolución no fue emprendida por la burguesía
para promover el desarrollo capitalista, sino más bien por grupúsculos cuyas fortunas estaban en claro declive por las
políticas mercantilistas. Hay que evaluar sobre todo el papel tan relevante de la aristocracia culta y liberal contra el
despotismo monárquico y no el de la burguesía frustrada. Los orígenes de la Revolución hay que buscarlos una “crisis
de movilidad social” y ansiedad de status dentro de una élite amalgamada de nobles y burgueses. El resultado fue la
creación de una élite de notables más unificada.

c) Por último, la interpretación de Tocqueville, para quien la revolución significó ante todo el aumento del poder del
Estado y la centralización política más que el triunfo del capitalismo. Al destruirse los poderes intermedios de la
nobleza, la Iglesia y las corporaciones locales y decretarse la igualdad formal de todos los ciudadanos ante la ley, se
habían abierto las puertas apra que el Estado consiguiera acaparar todo el poder. La revolución permitió hacer un
tránsito entre Luis XVI y Napoleón y sirvió de vehículo de modernización del Estado.

El radicalismo de la Revolución francesa fue muy superior al de las revoluciones inglesas y americanas. El objetivo
explícito perseguido era la ruptura de todo un sistema de organización tradicional.
PF: PENSAMIENTO DE LOCKE Y DE MILL
Hay que distinguir entre un núcleo moral, uno económico y otro político.

1. El Núcleo Moral

La fundamentación de los derechos individuales prescindirá tras su crítica en Hume de la necesidad de la justificación
de derecho natural. Este autor influirá en el utilitarismo inglés. En autores como Bentham o J.S Mill las reglas se
articulan a partir de los deseos de las personas. Se trata de una ética teleológica o consecuencialista que buscar aunar
y maximizar para conseguir el mayor bien de satisfacción o felicidad común. El bien de las personas se define como
aquello capaz de producir la maximización de sus deseos, placer o felicidad. Los límites son aquellos en que en cada
momento se considere necesario para conseguir la mayor satisfacción posible.

Es John Stuart Mill donde encontramos una mayor “espiritualización” del principio de utilidad. Consiste en diferencias
la utilidad que de hecho puede poseer un bien y su valor “objetivo” real. Hay que clasificar a los bienes según satisfaga
intereses de orden superior e intereses de orden inferior.No se puede prescindir sin más de los valores inferiores, son
necesarios satisfacerlos al menos mínimamente para conseguir satisfacer los placeres superiores. Debido a que hay
personas que no sabrían ver el valor o utilidad de las cosas se podría incurrir en determinadas políticas y atentar así
contra la autonomía y libertad.

J.Mill da una absoluta prioridad a la libertad individual y a la autonomía moral de las personas. EL principio de la
libertad suscita la necesidad de incorporar este principio a la organización social. El problema viene en determinar cuál
es la naturaleza del poder que se puede ejercer legítimamente sobre los individuos. Según su libro “Sobre la libertad”
dicha naturaleza es aquella que afecta a los otros. Sobre su propio cuerpo y espíritu el individuo es soberano. La
individualidad es una categoría social que el derecho debe reconocer.

Mill insiste en la necesidad de una reforma educativa que permita el desarrollo de las potencialidades de la persona,
con esto se potencia lo que luego será el liberalismo igualitarista.

La más importante fundamentación filosófica de la autonomía moral de la persona la encontramos en Kant. El


concepto de justicia lo deduce a priori de la libertad entendida como una ley de razón práctica que exige una autoridad
concertada para ordenar la arbitrariedad individual. La coacción sólo puede ser legitimada por una ley estrictamente
general. Respecto a la compatibilización de la razón y el poder, Kant sustituye el contrato social por un enunciado
normativo que es ya norma en sí mismo. La idea de Estado debe estar ajustada a los 3 principios: 1 la libertad de cada
miembro en cuanto a persona, 2 la igualdad de todos en cuanto súbditos, 3 la autonomía en cuanto ciudadanos de
cada miembro de la sociedad. El ámbito público es el ámbito donde todos podríamos reconocernos como persona
objetiva con intereses.

2. El Núcleo Económico

Al igual que en la esfera de la moral y la política el liberalismo tuvo que romper con concepciones anteriores, aquí
también es necesario referirse al cambio de perspectiva que introduce la ideología liberal en el ámbito de la
producción. La idea cristiana de que el bien supremo sólo era posible en la otra vida y que las conductas individuales
debían someterse a una serie de restricciones morales dictadas por la religión tuvo una repercusión sobre las
motivaciones económicas y la autorización de determinadas prácticas.

Predominaba una concepción “comunitaria” de la riqueza que poco a poco va dejando paso a una concepción
puramente individualista. Surge la búsqueda de la riqueza como fin en sí mismo. Esto hace evolucionar de la economía
de subsistencia, propia de la sociedad estamental, a una economía dinámica informada por el principio de producción
sin barreras y abierta a nuevas posibilidades de experimentación dentro de los nuevos mercados que se van abriendo
más allá de los cerrados mercados locales del Medievo.

Todo esto impulsa a la idea de libertad y a los nuevos proyectos de reforma política. La sociedad medieval se
caracterizaba por su carácter uniformizador a partir de una visión religiosa de la vida humana, que exige la congruencia
entre política, derecho y moral.

La autonomía del ámbito de la moral respecto del de la religión y la política explica la aparición del principio de
tolerancia. Adam Smith en “La riqueza de las Naciones” (1776) proclama la necesidad de buscar un sistema de
organización económica a partir del principio “laisser faire”, ya que diversos factores dificultaban la libre iniciativa
individual.

Todo ello explica en gran medida por qué ese énfasis sobre el derecho de propiedad como uno de los derechos
fundamentales. El mismo Montesquieu acentuó ese rasgo al señalar que el comercio potencia la tolerancia, ya que
acostumbra a los ciudadanos a relacionarse con otros de modo imparcial e impersonal.

El mercado proviene del punto de encuentro de distintos intereses y voluntades individuales que se armonizan,
distribuyendo los recursos de la sociedad de manera óptima para el interés general.

A.Smith insiste en que no haya interferencias del Estado y hubiera total movilidad de los factores productivos bajo
competencia perfecta que impida la proliferación del monopolio y establece el adecuado ajuste entre oferta y
demanda y el correspondiente sistema de precios.

La interpretación de los utilitaristas llevará a Bentham a desarrollar diversas medidas dirigidas a conseguir mayores
efectos redistributivos (como no gravar bienes de primera necesidad, asegurar seguros de vida, vejez y enfermedad y
restringir el Derecho de herencia).

3. El Núcleo Político

La organización de las instituciones políticas del liberalismo sigue en líneas generales el esquema diseñado por J.Locke.

PF: DECLARACIONES DE DERECHO


Dichas declaraciones se iban incluyendo en las nacientes Constituciones. Tienen sus antecedentes en determinadas
declaraciones de la historia constitucional inglesa, como la Petición de Derechos de 1628, la Ley de Habeas Corpus de
1679 o la Declaración de Derechos de 1689 o las Declaraciones de Bill of Right de distintos Estados norteamericanos
promulgados al separarse de Inglaterra y fundamentalmente en la Declaración de Derechos de los Estados Unidos.

Sus antecedentes más remotos se encuentran en las libertades y franquicias de la Edad Media a través de las cuales
los monarcas se comprometían a reconocer determinados derechos o libertades a determinados grupos sociales. No
poseían el carácter de organización racional y los derechos allí reconocidos no lo eran a título personal.

Muy importante es destacar el art.1 de la Declaración Francesa de Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789:
“Los hombres nacen y permanecen libres e iguales en derechos”.

Estas declaraciones ofrecen la primera presentación de lo que luego serían los derechos humanos, que desde entonces
se caracterizan por 3 rasgos fundamentales:

1. Son universales e individuales, reconocen a toda persona con independencia de raza, sexo, lengua o religión.
2. No son “creados” por el Estado, sino únicamente reconocidos por él.
3. Los Derechos Humanos son Derechos morales y Derechos jurídicos.

Este necesario reconocimiento jurídico-político hace que los derechos humanos estén sujetos a variabilidades
históricas. También es necesario distinguir los Derechos Humanos propiamente dichos de los Derechos Civiles, cuyo
reconocimiento y protección se limita a los ciudadanos nacionales de cada país. La Nacionalidad es un elemento que
condiciona de modo decisivo la efectividad de los Derechos. LA distinción analítica de derechos humanos y derechos
civiles se unirán en el concepto genérico de “derechos fundamentales”.
PF: ESTADO DE DERECHO
Sometimiento del Estado a la ley, abarca todos los principios fundamentales y todos los mecanismos procedimentales
que permiten garantizar la libertad de cada ciudadano y aseguran su participación en la vida política. Es una institución
que presupone e incorpora a las otras dos (garantía de Derechos individuales y división de poderes). La incorporación
de los derechos fundamentales a la figura del Estado de derecho se ha reconocido también en declaraciones formales
como la Declaración Universal de Derechos Humanos de la ONU.

Sólo en un Estado sometido a un orden constitucional y jurídico puede participar cada cual libremente en la
conformación de la vida política. El individuo constituye un fin del Estado y éste está obligado a garantizar la seguridad
jurídica y otra serie de arreglos formales como una de las condiciones para el ejercicio de la libertad de aquel.

Es la expresión “principio de legitimidad” la que informa al Estado en el liberalismo: los individuos solo deben obedecer
las leyes impersonales y objetivamente establecidas. Se resume en “gobierno de las leyes, no de los hombres”.

Otros elementos del Estado de Derecho:

1. Primacía de la ley: el Estado de Derecho vincula la política a la ley y al derecho, somete todo ejercicio de poder
estatal al control judicial y garantiza así la libertad de los ciudadanos. De aquí se derivan otros principios:
2. La legalidad dela Administración: exige el permanente sometimiento de la Administración a la Ley.
3. Independencia del Poder Judicial: se afirma frente a cualquier otro poder del Estado, tanto respecto del poder
ejecutivo y la Administración como del poder legislativo. La independencia de jueces y magistrados es
fundamental.
4. Examen de constitucionalidad de las leyes: es la garantía última que permite mantener la prioridad de la
Constitución sobre la ley, y está destinada a frenar los posibles abusos del legislativo o del ejecutivo.
5. Proposiciones sobre el carácter y la forma de hacer las leyes: engloban buena parte de los derechos
procedimentales. Las leyes deben ser minuciosamente redactadas, no deben ser retroactivas en su aplicación,
el principio de “nullum crimen, nulla poena sine lege” no debe imponer castigos crueles e inusuales, la
prohibición de la pena de muerte…etc.

Todos estos rasgos del concepto de Estado de Derecho habría que llevarlas a una dimensión superior en la que la
autonomía privada de los ciudadanos se conecta con la autonomía pública, la definición que la ciudadanía va haciendo
mediante la expresión de su voluntad política a través de la participación en el ámbito público. El concepto de Estado
de Derecho no puede deslindarse del concepto de Estado Liberal.

PF: EL FASCISMO Y NACISMO


Fascismo es el nombre que se dio a un régimen encabezado por Mussolini que imperó en Italia entre las dos Guerras
Mundiales. Muchos especialistas han dicho que Fascismos en plural debe rechazarse, porque no ha habido más
fascismo que el italiano. La palabra “fascismo” no aporta ninguna idea relativa a su sentido político. Presenta un cariz
histórico.

Los modelos configurados en la Italia de Mussolini y en la Alemania de Hitler son las fórmulas más acabadas de lo que
se entiende por “fascismo”.

1. Los rasgos ideológicos

No todos los regímenes fascistas han exhibido los mismos rasgos ideológicos, impregnados por anti-intelectualismo.

1) Algunas de las concepciones ideológicas hunden sus raíces en el pensamiento legitimista y conservador del S.XX. El
fascismo contesta la conveniencia de construir una sociedad sobre la base de principios racionales: el poder es algo
que está en la naturaleza de las cosas y que como tal debe ser aceptado. La autoridad constituye el principal
fundamento del orden político, al tiempo que la fe debe considerarse la más importante fórmula de conocimiento.

2) Hay un visible intento de adaptación a las exigencias de una sociedad más compleja.

Pese a que los fascismos se sustentan en una crítica radical del pensamiento ilustrado, y con él del liberalismo, a veces
incorporan algunas de estas ideas (Ej: énfasis en la importancia del concepto de nación)
En los fascismos se reclama la necesidad de “cambiar al hombre”, de generar un hombre nuevo. Se obliga a distinguir
de los fascismos muchas de las formulaciones de la derecha conservadora, impregnadas por principios religiosos y
tradicionales.

3) La confrontación con el pensamiento liberal constituye un punto central de los fascismos a través de varios
elementos.

-El primero lo configura un rechazo de la primacía de intereses individuales.

-Desaparece la vida privada de los individuos, queda controlada por el Estado.

-El interés general viene impuesto por el criterio de un jefe. El poder de éste se convierte en un elemento positivo que
reclama una permanente exaltación.

-El papel del nacionalismo es mayor que en el pensamiento liberal.

4) En el núcleo ideológico hay una crítica del socialismo. La igualdad no está inserta en la naturaleza de las cosas, debe
preservarse la desigualdad imperante.

5) El objetivo debe estribar en conseguir un orden social caracterizado por la armonía y la supeditación de todos los
intereses privados e individuales a las necesidades del Estado, la Nación o la Patria. Una plena uniformidad que acabe
con cualquier veleidad pluralista y la paralela suspensión de los conflictos. La propaganda debían ensalzar la figura del
líder.

Otro aspecto vertebrador de los fascismos fue el fin decisivo del papel atribuido a la violencia, había que reprimir a
quienes manifestaban su oposición.

2. La práctica histórica

Adolf Hitler y Benito Mussolini teorizaron sobre el contenido político de los movimientos y regímenes que ellos mismo
dirigían.

1) Fue en dos Estados Europeos, Italia y Alemania donde el fascismo adquirió su mayor peso, pero las condiciones de
partida de cada uno de ellos eran diferentes. Italia, uno de los países vencedores de la Primera Guerra Mundial,
mostraba un claro descontento. Una profunda crisis económica traducida en una extensión del desempleo y en una
agudización de las tensiones sociales y en la tradición autoritaria.

2) Los modelos italiano y alemán exhibieron significativas diferencias. La tarea de Mussolini consistió en moldear un
Estado que, producto de una unificación tardía, exhibía escasa fortaleza. La figura de Mussolini no encabezaba
formalmente al Estado, eso correspondía al rey.

En Alemania el Estado exhibía una mayor fortaleza y se hizo valer una innegable resistencia al nacionalsocialismo. No
se produjo una “fusión” entre el Estado y el partido nacionalsocialista (nazi), la relación entre ambos era confusa.

3) Contemporáneos al fascismo italiano y al nacionalsocialismo alemán fueron otros movimientos relacionados con
ellos. En el Norte Europeo (Reino Unido, Irlanda, Bélgica, Noruega o Finlandia) se manifestaron levemente
movimientos de derecha tradicional. Francia fue el país donde surgieron la mayoría de ideas que después se
convirtieron en núcleo ideológico inspirador de muchos regímenes fascistas. En Hungría, Rumania y Croacia se hizo
visible la influencia del nacionalsocialismo alemán.

En España la Falange española mostró vínculos con el fascismo, aunque había algunas diferencias. En Portugal hizo su
aparición el Estado novo.

4) Hay que hacer mención de la pervivencia del fenómeno fascista a través de los “neofascismos”, que empezaron a
proliferar en Europa sobre todo a partir de 1980
PF: LA SOCIAL DEMOCRACIA
Tiene su origen en el partido socialdemócrata alemán, fundado en 1875. La socialdemocracia es una síntesis entre los
contenidos de la obra de Marx y algunas de las revisiones críticas que ésta suscitó, como la de Ferdinard Lasalle, Eduard
Bernstein y Karl Kautsky.

-Lasalle difería de Marx en una cuestión decisiva: Estaba a favor de la perspectiva de que el Estado se convirtiese de
forma pacífica y paulatina en un agente decisivo de transformación en sentido socialista y permitiese allegar el capital
necesario para establecer cooperativas.

Para Bernstein no se habían cumplido las previsiones de Marx, como la relativa al necesario y rápido colapso del
capitalismo. Bernstein llegó a la conclusión de que el socialismo no era un resultado inevitable del desarrollo del
capitalismo, sino una posibilidad entre otras. Su conclusión final era que la instauración del socialismo debía ser
paulatina y había que prescindir de cualquier tentación revolucionaria. El Estado tenía que desarrollar un papel
decisivo en el proceso encaminado a conseguir la democracia plena.

Según Kautsky, la instauración del socialismo sólo podía ser el resultado de una pausada evolución a partir del
capitalismo y de muchas de las instituciones propias de éste.

-La socialdemocracia se basa en la reivindicación de un orden político que acepta los principios propios del Estado de
derecho y rechaza cualquier procedimiento de transformación política, económica o social no asentado de forma
democrática.

En el ámbito económico: apuesta por la creación y consolidación del “Estado del bienestar” (política de prestaciones
sociales, igualdad de oportunidades, reducción de diferencias sociales…)

El “Estado social y democrático de Derecho” implica una economía mixta, en la cual se hace sentir por igual los efectos
del intervencionismo estatal y los de una economía de mercado.

El contenido de la visión socialdemócrata ha sido analizado desde dos perspectivas:

a) La socialdemocracia se contentaría con gestionar el capitalismo y conferirle un carácter más civilizado, pero
no acabar con éste, un claro reflejo es que mantuvo la economía de mercado.

b) La socialdemocracia no había abandonado su propósito inicial de superar el capitalismo y abrir el camino a la


construcción de una sociedad socialista, paulatinamente se iría transformando el mercado hasta que se produjera una
apropiación de la producción por los trabajadores.

3. En 1889 surgió la II Internacional, en la que participaron tanto formaciones políticas socialdemócratas como
otras de carácter más radical. Las rupturas entre una y otra se produjo en la Revolución Rusa de 1917.

Otro signo del auge de la socialdemocracia había sido su progresiva vinculación con los sindicatos, en especial los
británicos y el Partido Laborista.

Hubo que aguardar hasta después de la Segunda Guerra Mundial para que los partidos socialdemócratas alcanzasen
su máximo predicamento en la Europa Occidental.

Los diferentes gobiernos del Partido Socialdemócrata alemán, el Partido Laborista Británico, el Partido Socialista
Francés, el Socialdemócrata Sueco y el Partido Socialista Obrero Español han asumido una progresiva ruptura con el
Marxismo como fundamento ideológico.
PF: KEYNES Y EL ESTADO DE BIENESTAR:
1. Crisis económicas, teoría keynesiana y Estado intervencionista

A partir de los años 30 el Estado adquirió un papel económico radicalmente distinto. La crisis de 1929 mostró la
inseguridad de las relaciones capitalistas de producción y la inestabilidad del modo de producción capitalista, con
resultados catastróficos: millones de parados en EEUU y Alemania. Los precios de las acciones de redujeron, el PNB
sufrió caídas del 50%. En Europa y EEUU creció el gasto público, los impuestos, el control de la fuerza de trabajo y de
los mercados, etc. Por todo ello puede hablarse de un capitalismo nuevo o controlado con la introducción también de
nuevos elementos, de carácter económico y científico, tales como la competencia imperfecta, y la importancia de la
macroeconomía. Sin embargo, el sistema económico capitalista mantuvo sus características esenciales: la propiedad
privada de los medios de producción, las transacciones en el mercado de la fuerza de trabajo, de los recursos y de los
productos.

Los gobiernos de los distintos países afectados por la crisis buscaron fórmulas de intervención para paliar la situación.
Modelos muy diferentes entre sí pero con el aspecto común y nuevo de la intervención del Estado en ámbitos en los
que antes no había intervenido. Es decir, algunas medidas intervencionistas se pusieron en práctica, al comienzo de
los años 30 como respuestas a situaciones de urgencia. Este tipo de medidas se aceptaron y normalizaron, pero cuando
fueron refrendadas científicamente fue a partir sobre todo, del conocimiento de las nuevas teorías elaboradas por
Keynes.

Keynes publicó en 1936 su “ Teoría general de la ocupación, el interés y el dinero”. En ella muestra que el capitalismo
es intrínsecamente inestable. Para mantener el pleno empleo, la demanda efectiva debe alcanzar una determinada
cuantía. Un concepto fundamental del análisis de Keynes, de su teoría, es la demanda efectiva total. La compra de
bienes de consumo es bastante estable, ya que depende de los salarios. La compra de planta y equipos de inversión
para incrementar la producción, por el contrario, no es estable. Si estas compras se paran en un año. Disminuyen las

rentas para bienes de consumo que venden las otras empresas y en consecuencia, se producen depresiones, que
tienen un efecto multiplicador.

Keynes sostenía que el capitalismo no contiene mecanismos automáticos y equilibradores para restaurar la producción
y el pleno empleo en época de recesión. Por lo tanto el Estado debe intervenir en diversos ámbitos: en el gasto público
privado mediante impuestos y tipos de interés. La redistribución de rentas por parte del Estado tendría como efecto
asegurar un nivel más alto para el consumo que junto al incremento de sus propios gastos favorecían el nivel de
demanda efectiva necesario (sanidad, educación, vivienda, etc.), y mantener el pleno empleo.

El Keynesianismo aporto una línea de actuación intermedia entre el liberalismo y el marxismo, al dar importancia el
mercado y a la vez a la actividad pública para alcanzar los objetivos de la política económica, entre ellos un alto nivel
de empleo si no pleno empleo. El sector público debía intervenir si la iniciativa privada no se comportaba como se
esperaba.
PF: LOS SIGNIFICADOS DE LA DEMOCRACIA
Democracia es hoy, una de las pocas palabras buenas que existen en el vocabulario político. Este uso positivo es muy
reciente. (Ya bien entrado el siglo XIX). El término nace en la Grecia clásica. La extensión de la democracia liberal ha
sido espectacular. Esta democracia resulta difícil de definir por la multitud de significados políticos que se asocian a
ella.

En la teoría democrática existen dos grandes formas de abordar el problema del significado de la democracia: la
empírica y la normativa.

1) Forma empírica: las dimensiones empíricas de la democracia tratan de contestar a la pregunta ¿qué es y cómo
funciona la democracia? Este enfoque persigue como se manifiesta de hecho la democracia en una sociedad dada, su
funcionamiento, sus instituciones, etc.

2) Forma normativa: los que operan dentro de este concepto, consideran el problema tratando de responder a la
pregunta ¿qué debería ser la democracia? Aquí se trata de establecer los principios e ideales normativos a los que una
democracia debe ajustarse para merecer tal nombre.

*Ambas dimensiones se entrecruzan constantemente en casi cualquier descripción de la democracia. En la literatura,


es usual encontrar sobre el tema, análisis basados en que la democracia es:

1) Un régimen en el que los ciudadanos se gobiernan a sí mismos, y poseen todos los recursos, derechos e instituciones
necesarios para hacerlo.

2) Régimen político en el que existe responsabilidad de los gobernantes ante los gobernados.

3) Aquel sistema definido por el pluralismo, la competencia libre entre elites y la responsabilidad. O bien…

4) Aquel sistema que quizás no sirva para elegir a los mejores gobernantes, pero si sirva para expulsar a los peores,
con costes sociales y humanos mínimos.

PF: MODELOS DE DEMOCRACIA


1) Modelo 1: Liberal-protector.

El principio básico de este modelo consiste en definir la democracia como un régimen político que permite la
protección de cada ciudadano respecto de la acción de otros individuos y de todos ellos respecto de la acción del
Estado. La idea del liberalismo es que la justificación de la democracia consiste en su contribución a la libertad, al
desarrollo y al bienestar de cada ciudadano individualmente considerado. Su fundamento es individualista.

El modelo liberal-protector de democracia se asocia a una serie de instituciones, tales como:

1) Los derechos civiles

2) La división de poderes

3) Las divisiones territoriales del poder

4) El control de la legalidad.

5) El consentimiento de los gobernados

6) El control de los representantes.

7) La representación en el Estado de los intereses de los ciudadanos.

Todos estos y otros instrumentos están inspirados por un mismo motivo: hay que controlar el poder. El poder es
necesario, pero también es extremadamente peligroso. La primera intención liberal era impedir la tiranía y sus usos
políticos. Había que liberar a los ciudadanos del peso del poder absoluto, pero para ello había que reformar el Estado,
para que diera cabida y garantizara a un tiempo la libertad de cada uno.
Querían que el poder del Estado se dispersase, forzar a los representantes a la responsabilidad política. En su origen
(finales del siglo XVIII y buena parte del XIX), esta concepción liberal protectora convivió con la exclusión del sufragio
y de otros derechos políticos de grandes masas de población.

2) Modelo 2: Democrático-participativo.

Este modelo hunde sus raíces en la democracia ateniense. El principio básico de este modelo, es que, resulta
insuficiente hacer girar la definición de democracia alrededor de la idea de protección de los intereses individuales, y
que tal idea debe ser contrapesada con la exigencia de participación política ciudadana. Tal participación. Al mismo
tiempo sirve para: 1) garantizar el autogobierno colectivo y 2) lograr y crear una ciudadanía informada y comprometida
con el bien público.

Este punto de vista subraya ciertos rasgos, (dejados de lado en el modelo anterior):

1) Deliberación conjunta en la (s) esfera (s) pública (s).

2) Autodesarrollo individual a través de la participación.

3) Sufragio universal y uso ciudadano de las instituciones mediadoras de participación.

4) Participación ciudadana en una sociedad civil densa y poblada de instituciones mediadoras

5) Democracia considerada como una forma de vida, no solo como un conjunto de instituciones.

El problema al cual este modelo se enfrenta es el de descubrir los medios a través de los cuales, el demo, el pueblo ,
el público, los ciudadanos, pueden hacerse presentes en las principales centros de decisión política, y como producir
una ciudadanía comprometida con los valores democráticos y con los hábitos necesarios a la democracia entendida
como autogobierno.

Según este modelo, para conseguir generar ese sentido público de comunidad, es necesario promover la atenuación
o eliminación de ciertas desigualdades sociales o económicas. No basta con abrir los canales para participar, sino que
hay que dotar a los ciudadanos de la capacidad y las posibilidades para participar. Este modelo ve con simpatía los

elementos redistribuidores del Estado social. Este modelo aumentaría la participación ciudadana, ya que esta
mejoraría la eficacia en la gestión, disminuiría el burocratismo, evitaría la concentración de del poder en manos de
agencias estatales, etc.

3) Modelo 3: Pluralista –competitivo.

Este modelo se desarrolla como reacción a las críticas que los teóricos elitistas realizaron al ideal democrático-
participativo. Según este modelo, para que existiera democracia, no sería necesario que los ciudadanos participaran
en el gobierno directamente, tomaran decisiones fundamentales, etc., sino que solo se requeriría que tuvieran al
menos, la posibilidad de hacer sentir sus aspiraciones e intereses a ciertos intervalos y contribuir a la selección de las
minorías que les gobernarían.

La democracia seria aquel régimen político en el cual se adquiere poder de decisión a través de la lucha competitiva
de elites plurales por conseguir el apoyo (voto) de la población.

En este modelo, la democracia se caracteriza por:

1) Ser un sistema para elegir elites adecuadamente preparadas y autorizar gobiernos.

2) El sistema de selección de elites consiste en la competencia entre dos o más grupos autoelegidos de políticos,
que se disputan el voto de los ciudadanos con una cierta periodicidad.

3) El papel de los votantes no es el de deliberar y decidir sobre cuestiones políticas y después elegir
representantes que las pongan en práctica, más bien se trata de elegir a las personas que adoptarán de hecho esas
decisiones.

En este modelo la democracia es algo parecido a un mecanismo de mercado en el que los políticos son los empresarios
y los votantes son los consumidores. Este modelo supone una desustancializacion del concepto de democracia, dado
que la reduce a un procedimiento formal de selección de personas bajo ciertas condiciones y olvida lo que siguen
siendo conceptos clave para entender un régimen democrático.

En sus versiones contemporáneas, hay elementos comunes a los tres modelos: todos ellos comparten la idea de que
ciertos elementos son necesarios: un cierto grado de responsabilidad de los gobernantes, ciertas instituciones básicas
(participación electoral abierta o derechos civiles protectivos). Algunos rasgos procedimentales: libre competición
entre alternativas plurales, etc.

PF: ORÍGENES Y EVOLUCIÓN DEL ESTADO SOCIAL


El Estado social, actúa en cumplimiento de una legislación que le obliga a responder ante las insuficiencias de la
sociedad liberal y capitalista.

El estado liberal se concibe como un Estado mínimo en una sociedad que se supone autorregulada. La libertad debe
ser garantizada por el Estado. Los derechos individuales se entienden como autolimitación del Estado y toda la
articulación social se basa en el contrato, expresión del libre acuerdo entre las partes.

1. Críticas al Estado liberal y propuestas teóricas de reforma

La más radical y la más conocida de las críticas al estado liberal fue el marxismo con su denuncia de la conversión del
trabajo en mercancía, sujeto a las leyes de oferta y de demanda, y sui concepción del estado como instrumento al
servicio de los poderosos.

Otras críticas más moderadas consideraban suficiente la introducción de reformas para mejorar la situación de miseria
y desigualdad. Louis Blanc: consideraba que le Estado debía intervenir para lograr la justicia social. Para ello proponía
la creación de un ministerio del progresivo y una nueva organización del trabajo, creando talleres. Parte de los
beneficios obtenidos, en estos nuevos centros de producción, debían ser destinados a atender a situaciones de
enfermedad, a los ancianos, o atajar la crisis de otros talleres. El estado según Louis debía regular la economía, en
defensa de los intereses de todos, no en contra del capitalismo. Para ello debía de producirse una revolución social
pacifica que se asentaba en la democracia política. La transformación social necesitaría de la iniciativa privada y para
ello era necesaria la creación de un banco nacional y de un sistema de crédito adecuado.

Lorenz von Stein: El Estado liberal necesitaba adoptar un contenido social con el fin de evitar las revoluciones que
podían ser provocadas por la desesperación de las masas. La situación favorable a los intereses de los propietarios
generaba cada vez mas dependencia y miseria de la mayoría. Se trataba de evitar la toma de conciencia por parte de
la mayoría y al consiguiente revolución. Ello necesitaría un Estado con estabilidad y fortaleza. Era necesario garantizar
la propiedad privada como condición para el ejercicio de la libertad, pero debía ampliarse en alguna medida la
propiedad. Los trabajadores habrían de obtener capital en alguna cuantía. Se trataba de defender un sistema de
intereses recíprocos. Para Lorenz la monarquía social era la mejor fórmula, la consideraba una institución más neutra
e integradora de los diferentes intereses sociales.

Otras críticas influenciadas por el marxismo: se puede citar a Lasalle, Bernsteins y otros. Defendían la reforma frente
a la revolución del marxismo. Concebían al estado como un instrumento susceptible de actuar al servicio de las clases
trabajadoras para su emancipación. Para ello era necesario el acceso al poder del Estado de los partidos y
organizaciones obreras a través del sufragio universal masculino.

2. El núcleo histórico del Estado social: los seguros sociales

La seguridad social fue el núcleo histórico del estado social, aunque no constituía un sistema universal, ay que cubría
tan solo a personas con cierta capacidad económica, quienes debían pagar su cuota, mientras que los pobres y
marginado quedaban fuera de este sistema de protección.

Es frecuente el acuerdo sobre los inicios del Estado social como tal referido a la puesta en práctica de medidas sociales
por el canciller Bismarck en Alemania. El caso alemán ofrece peculiaridades que no se dan en otros modelos, tales
como la unificación política tardía junto con la idea de responsabilidad del Estado. La Ley de junio de 1883 establecía
el Seguro de Enfermedad obligatorio para obreros industriales (para quienes obtenían rentas anuales inferiores a una
determinada cuantía), que incluía atención medica y farmacia. La gestión del seguro correspondía a un organismo
autónomo con control estatal.

La Ley de 1889 sobre jubilación hacia obligatorio este seguro, financiado con cuotas obreras y patronal mas subvención
por parte del Estado. En 1891: regulación laboral, estableciendo jornadas de 11 y 10 horas, descanso dominical y
prohibición de trabajo nocturno de mujeres y niños. En 1891 y 1895 se introdujo en Alemania el primer impuesto
sobre la renta con carácter progresivo. . El sistema de seguros se generalizo en toda Europa en los 30 años siguientes.
Los primeros seguros establecidos en todos los países fueron los de enfermedad y accidentes, las pensiones de
invalidez y de vejez empezaron a generalizarse a partir de 1910.

En España, a finales del siglo XIX, se creó la Comisión de Reformas Sociales en 1883. En 1903 se creó el Instituto de
Reformas Sociales, y en los años siguientes se creó un sistema de previsión social sobre enfermedad y vejez, de carácter
voluntario y privado, junto con el primer Instituto Nacional de Previsión y con las Cajas de Ahorro. Más tarde llego el
seguro de paro forzoso y el retiro obrero.

Los sistemas de seguros obligatorios o voluntarios, existían en toda Europa hacia 1914 y reemplazaban
progresivamente los diferentes tipos de ayudas a pobres.

Tales ideas se plasmaron en la Constitución de Weimar (1919), la Constitución austriaca o la Española de la II republica
(1931). Por primera vez se constitucionalizan los derechos sociales del individuo, que según el texto alemán de 1919
se refieren fundamentalmente a los siguientes: derecho al trabajo o a la subsistencia; garantía de un sistema de
seguros para la conservación de la salud y de las capacidades para el trabajo, protección de la maternidad; previsión
para la vejez, entre otros.

PF: LA EXPANSIÓN DEL ESTADO SOCIAL


La aplicación de las propuestas keynesianas produjo un crecimiento de la demanda efectiva total, con el consiguiente
establecimiento de la sociedad de consumo. La política fiscal y el aumento del gasto público, actuaron como sistema
redistributivo de rentas, favoreciendo los dos grandes objetivos del nuevo modelo: el crecimiento económico y la
realización de los derechos sociales. La aceptación del Estado de bienestar se generalizo.

La intervención estatal ofreció la creencia en un capitalismo nuevo. Las relaciones sociales propias del sistema
capitalista pueden mejorarse por este tipo de Estado, por lo que de modo general, se habla de economía mixta. Los
objetivos básicos del Estado social, se refieren al incremento del consumo y del bienestar social, para lo cual es
imprescindible la intervención, la planificación y la coordinación.

1.El pacto social y sus condiciones tras la segunda guerra mundial

El nuevo capitalismo necesita ampliar de modo cada vez más rápido la demanda de toda clase de bienes. En este
proceso, la función redistribuidora del Estado, para aumentar el consumo es imprescindible. Las propuestas
keynesianas, que comenzaron a practicarse antes de la guerra, fueron en los años 40 y 50. Ello suponía el objetivo
del pleno empleo, la estabilidad de los precios y el equilibrio de la balanza de pagos por parte del Estado, así como el
control de la demanda, mediante diferentes instrumentos: política fiscal, política monetaria y gasto público. Ello
requeriría por parte del estado, además de la racionalización política y administrativa, alguna forma de planificación.
El intervencionismo tiene que ser necesariamente coordinado.

Otro instrumento es la nacionalización. Desde el socialismo y el laboralismo siempre se habían propuesto planes de
nacionalización, lo que significa propiedad y gestión pública de industrias básicas. En todos los países se llevaron a
cabo nacionalizaciones de sectores como el carbón, la energía eléctrica, los ferrocarriles y la aviación civil y otros
como la investigación atómica. Se trataba de razones ideológicas basadas en las creencias de que en el sector público
podía favorecerse una mayor justicia material y cambios democráticos en las relaciones laborales.

Las nacionalizaciones de debieron a otros motivos: necesidad de asumir industrias con tecnología inadecuada y
escasa rentabilidad. En general hubo razones políticas y económicas para las nacionalizaciones bastante complejas.
Los cambios de planteamientos efectuados tras la segunda guerra mundial mostraron a partir de 1950 que se podían
alcanzar tasas de crecimiento desconocidas hasta entonces, y se demostró también una relación directa entre
crecimiento económico y crecimiento de la protección social. El clima de progreso generalizado en las economías
capitalistas con sistema político democrático genero también cambios sustanciales en el desarrollo y uso de la
tecnología, en las prácticas sociales de todo tipo, en la familia, en los modos de vida, en la movilidad, etc. Así como
en el medio ambiente.

El Estado no es ya solo un instrumento de dominio de una clase social concreta, sino una estructura vinculada al
modo de producción capitalista, de modo que sea quien sea el sector social que ocupe la dirección del Estado, estará
limitado por los imperativos del proceso de acumulación capitalista. Desde este punto de vista lo que caracteriza al
Estado de Bienestar es básicamente la utilización del poder estatal para modificar la reproducción de la fuerza de
trabajo y para mantener a la población no trabajadora en las sociedades capitalistas.

2. Derechos sociales y ampliación del Estado social

Fue tras el final de la 2ª Guerra Mundial cuando las democracias europeas debieron formar una formula político
jurídica que evolucionando desde sí misma pudiera adaptarse a las nuevas necesidades del desarrollo técnico, social
y económico, impidiendo la caída en el totalitarismo fascista y las posibilidades de revolución y sistema de tipo
soviético.

Así el Estado de Derecho de carácter liberal se convierte en Estado social de Derecho para salvaguardar la democracia
política corrigiendo el individualismo clásico con contenidos sociales. El Estado tenía que incorporar esa dimensión
social haciendo frente a las causas que generaban las crisis económicas e intervenir para mantener en
funcionamiento la económica y para lograr una relación adecuada entre salarios y precios. Prestaciones estatales y
distribución de riquezas eran los mecanismos fundamentales. Las constituciones intentaron fusionar Estado de
Derecho y Estado social.

Según Forsthoff el Estado de Derecho supone un alto grado de formalización. Sus elementos estructurales son:
división de poderes, concepto de ley, principio de legalidad de la Administración e independencia de los Tribunales,
llevan en sí mismos las condiciones de su eficacia. El estado social en cambio, vincula a la persona al Estado, la hace
depender de él. Sus garantías no son de límites sino de participación. Es una Estado que ayuda, distribuye, adjudica,
da subsidios, etc. Esto requiere instituciones propias, que se configuran de otro modo.

Estado de Derecho es predominio de la Ley (abstracta y general). Estado social no se ajusta a un contenido constante,
los derecho de participación no se modulan y diferencian según lo que es razonable, oportuno, necesario, o posible
en el caso concreto. El Estado de Derecho necesariamente es un Estado de leyes y el Estado social es un Estado de
administración. El Estado de Derecho es también Estado de tributos pero mantiene una estricta distinción entre
protección de la propiedad, como un derecho fundamental garantizado, y las posibilidades de invasión del patrimonio
y de la renta mediante impuestos.

Los derechos económicos y sociales son los que califican a este Estado, y se consideran por algunos autores parte de
los derechos civiles. Su ejercicio procura la igualdad real y plena de las personas. Se relacionan con la legitimidad
contemporánea.

Los derechos sociales, contenido del Estado social, giran en torno a la igualdad. La constitución es el orden supremo
de normatividad de una comunidad social y no debe ser instrumentalizada a favor de un ideal político particular. Esta
norma suprema regula sociedades heterogéneas, divididas en clases, sexos, culturas, etc. Recoge valores, principios
fines y metas. Sin embargo, la práctica del Estado social y su consolidación en la postguerra fue un hecho
eminentemente político.

Requisitos básicos para el funcionamiento del modelo

1) Base constitucional adecuada.

2) Pacto político sobre el sustentar el modelo de bienestar.

3) Estado regulador e intervencionista con fines de crecimiento económico y redistribución de rentas, y pleno
empleo. Se dieron también las pautas de actuación necesarias: selección y jerarquización de objetivos, racionalización
política, administrativa y económica-social; planificación generalizada.

3. Expectativas sobre un modelo de bienestar no definido

El Estado de bienestar es el único modelo capaz de llevar a cabo en mayor medida, la finalidad básica del Estado: el
bien común. Es el único instrumento que puede atajar la desigualdad como fuente de conflictos manteniendo la
libertad. Si hablamos de bienestar hemos de pensar que no sólo han de estar cubiertas las necesidades primarias,
sino también las de orden secundario, cultura y ocio.
En cuanto a las concepciones políticas e ideológicas del Estado de Bienestar se señalan, resumidamente, las
características básicas de las distintas corrientes de pensamiento.

Para la socialdemocracia, el Estado de Bienestar, no niega la libertad, la propiedad individual, el papel del mercado,
la igualdad y la seguridad jurídica; y la participación de los ciudadanos, mediante el sufragio, en la formación de la
voluntad estatal. Recoge esos valores entendiendo que no pueden hacerse efectivos si no tienen un contenido
material, como requisito básico para hacer posible el ejercicio de libertad.

Otras doctrinas no reconocen tan siquiera el Estado de Bienestar como un modelo especifico, ya que el Estado de
Bienestar no tiene fines propios en relación con las condiciones de vida de sus ciudadanos.

Una corriente del liberalismo democrático, por ejemplo, vio en el Estado de Bienestar un estadio de madurez de la
libertad, un camino para completar la ciudadanía con el impulso de la política social. Esto significo el desarrollo de las
esferas de los derechos: civiles, políticos y económicos-sociales, asegurando un estándar mínimo de bienestar para
todos con la acción de los gobiernos.

Para una explicación de orientación marxista el Estado del Bienestar está en un rango constitutivo de las modernas
sociedades capitalistas.

Además el Estado de Bienestar interviene en la economía de diversas formas, incluso como empresario directo, pero
lo esencial de su intervención no afecta a la producción sino a la distribución.

Hay diversas clasificaciones o tipologías. La clásica diferenciación propuesta por Titmus:

- Modelo residual: describe situaciones en que los canales materiales de satisfacción de las necesidades ( mercado y
familia) no pueden hacer frente a situaciones emergentes…, entonces el Estado actúa con carácter provisional,
temporal y selectivo;

- Modelo institucional (redistributivo): describe situaciones en que la intervención pública en el campo social es
orientada a ofrecer a los ciudadanos servicios sobre la base de la necesidad. En este modelo las políticas públicas son
una constante en la vida del países ya sumen las importancia en la redistribución de recursos.

Estos dos modelos, articulan, en torno a sí bloques ideológicos y de interés que están muy presentes en el debate
actual sobre la crisis del Estado de Bienestar.

4. Distintas posiciones ante la crisis del modelo de bienestar

Todo el mundo parece aceptar que el modelo está en crisis. En la socialdemocracia existen posiciones diferenciadas:

- Los keynesianos: partidarios de la estrategia expansiva, de mejorar las condiciones de vida con eficiencia y nuevo
crecimiento, que consideran que los problemas no son achacables al Estado y que las medidas neoconservadoras que
se han experimentado no útiles. Bajar los impuestos beneficia a los más ricos y supone una mayor carga para los
más pobres. Es necesaria una reestructuración industrial.

- En cuanto a las corrientes neoconservadoras y liberales: agrupan las posiciones más contrarias al Estado de
Bienestar. Le atribuyen a dicho Estado los problemas económicos y la destrucción de los valores tradicionales y el
consiguiente daño moral para los individuos y para la sociedad. Se parte de una valoración del individualismo y de la
relación con la colectividad que no ha de ser coercitiva. Al estado se le ha sobrecargado de demandas que llevan a la
ingobernalidad, al despilfarro y al desastre.

- Las propuestas de orientación marxista coinciden en muchos aspectos del diagnóstico de la crisis con las otras
posiciones, pero la interpretan de modo distinto. El Estado de Bienestar está sujeto a la lógica del capitalismo. El
Estado de Bienestar ha de estar necesariamente en crisis, porque es un modelo contradictorio que debe atender a
dos lógicas diferentes: sustentar el capitalismo y favorecer su acumulación. En la medida en que crecen las demandas
y no puede crecer la presión fiscal, la crisis está asegurada.

PF: REPRESENTACIÓN POLITICA SIMBOLICA Y DE INTERESES (206+210-218)


PF: LA OPINIÓN PÚBLICA
¿Cómo relacionamos la opinión de un ciudadano o de un titular de la autoridad con sus actitudes o predisposiciones
políticas?: con la manifestación verbal que expresa una opinión, se hace perceptible una predisposición anterior, de
esta predisposición surge un pronunciamiento a favor o en contra de una situación, una propuesta o un personaje.

¿Qué es la opinión pública?: Es una determinada distribución de las opiniones individuales en el seno de una
comunidad, que adopta una inclinación determinada ante los mensajes recibidos de los medios de comunicación.
Opinión pública no equivale a la opinión unánime de una comunidad. Tiene carácter segmentado, y de ahí la
necesidad de analizarla detalladamente. La opinión pública es el resultado de la combinación de dos factores:

1. El sistema de actitudes predominantes en la sociedad, la cultura política de aquella comunidad.

2. La intervención de los medios de comunicación.

Encuestas y sondeos. ¿Qué aportan al conocimiento de la opinión pública?

¿Quién asume el papel de portavoz de la opinión pública?: En las democracias y regularmente, es el conjunto de la
ciudadanía el que se pronuncia en el momento de las elecciones.

¿Responde esta opinión publica “construida” para distinguirla de la opinión pública a lo que efectivamente piensan
los hombres y las mujeres de una comunidad política? para resolver el problema se recurre desde hace años a
encuestas y sondeos de opinión convertidos en instrumento central de comunicación política en todas las
democracias liberales. Las encuestas y sondeos consisten en formular una serie de preguntas sobre cuestiones de
relevancia política y social a una muestra reducida y representativa de la población. En la década de los 30, el
norteamericano George Gallup extendió a la política el uso del sondeo de opinión.

En la actualidad la combinación de sondeos y encuestas con la prensa y la radiotelevisión se ha convertido en una de


las armas de comunicación política más usadas. En algunos países se denuncia frecuentemente que no todas las
encuestas respetan los requisitos básicos para obtener resultados fiables.

Las encuestas y sondeos influyen sobre la opinión, en lugar de reflejarla fielmente. Hay que reconocer, en beneficio
de encuestas y sondeos, que su empleo permite compensar la voz excesiva de algunos sectores, grupos y personajes
cuyas voces se oyen con gran insistencia en la escena pública y que se atribuyen a veces el papel de portavoces de
una imprecisa opinión pública.

PF: FUNCIONES DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS


La función principal: sirven de instrumentos de mediación entre el Estado y la sociedad. De esta función de mediación
derivan las demás, que sintetizaremos, al clasificarlas en dos grupos:

1. Funciones sociales: En las que se concibe al partido como un elemento de la sociedad civil. Pueden señalarse:

-Formar, articular y canalizar la opinión pública, estructurando identidades políticas y colaborando en la socialización
política de la ciudadanía al transmitirla determinados valores y pautas de conducta.

-Canalizan la pluralidad de intereses presentas en la sociedad, transformando y concretando las demandas de la misma
en medidas políticas que se implementaran desde las instituciones.

-Movilizar a la opinión pública, haciendo posible la participación política.

-Desmovilizar a una sociedad civil políticamente activa, moderando y restringiendo esa participación a los límites de
lo compatible con el sistema, “encapsulando el conflicto y fomentando el privatismo político y social”.

-Sirven a la integración y la legitimación del sistema político, siendo su propia existencia una de las medidas más
habituales para comprobar el grado de democracia existente en un régimen dado.

2. Funciones institucionales: Se atiende al partido como elemento del aparato estatal. Se señalan:

-Reclutamiento de la elite dirigente.


-formar, dirigir y controlar, la acción del gobierno, constituyendo el poder ejecutivo como marcando la línea política
que éste debe seguir.

Hoy por hoy, los partidos políticos son prácticamente los únicos agentes políticos que deciden la nominación de
candidatos y, así, quienes resultaran, o no, elegidos por los ciudadanos. Al tiempo, los partidos permiten canalizar el
procedimiento electoral, al articular las opciones de los ciudadanos, en definitiva, el voto, realizar diversas actividades
complementarias (campañas electorales, participar en el escrutinio y en el control de las votaciones, etc.).

PF: LOS SISTEMAS DE PARTIDOS. CRITERIOS DE CLASIFICACION Y TIPOLOGÍAS


Los sistemas de partidos son el resultado de las interacciones que se registran en la competición político-electoral
entre los partidos políticos existentes. Para estudiar con se han ido configurando esas interacciones y que resultados
han generado, se han usado diversos enfoques que se agrupan en enfoques genéticos y enfoques morfológicos:

1) Enfoques genéticos: Los análisis que usa este enfoque se centran en el estudio de los procesos de nacimiento,
desarrollo y cristalización de los sistemas de partidos desde mitad del siglo XIX hasta aproximadamente la primera
Guerra Mundial. Se trata de procesos que darán lugar a la aparición de las líneas fundamentales de división social
(cleavages) que constituirán la base sobre la que, con la democratización y la extensión del sufragio, irían naciendo los
diversos Partidos políticos en los países occidentales.

Con este tipo de enfoque se distinguen entre:

-Sistemas unidimensionales: Sistema de partidos en los que estos se configuran en torno a una sola línea de división.

-Sistemas multidimensionales: existen diversas líneas de fractura social relevantes, posicionándose los partidos a lo
largo de sus diversos ejes, que pueden aparecer cruzados o superpuestos.

2) Enfoque basado en los modelos de competencia: Pone el acento en la dirección/ es y las tendencias espaciales de
la competencia electoral, para lo que se ubica a los electores en una escala 1-10 en la que se representa su posición
respecto a una determinada cuestión o dimensión relevante para el sistema de partidos, hoy concretada por la mayor
o menor intervención del Estado en la esfera económica.

Aquí el elector se percibe como un selector racional que al decidir su opción se rige exclusivamente por criterios
relativos a la dimensión relevante, prescindiendo de todo vínculo “extra racional”, esto es, de carácter emotivo,
ideológico, etc. Se supone que el elector se comporta en la esfera política como un consumidor, al igual que lo hace
en la esfera económica.

Estos enfoques resultan insuficientes, pero pueden resultar útiles cuando se usan como complemento de otro tipo de
estudio o análisis.

3) Enfoque morfológico: El enfoque con más aceptación es el morfológico, que atiende al número y la forma de las
unidades (partidos) que interactúan en el sistema.

Duverger distinguió entre: sistemas monopartidistas, sistemas bipartidistas y sistemas multipartidistas. También
distinguió, atendiendo a las fuerzas de los partidos, entre:

-Partidos de vocación mayoritaria: dado su tamaño pueden aspirar razonablemente a obtener la mayoría de escaños,
y por tanto, a formar Gobierno.

-Partidos grandes: están en condiciones de formar gobiernos estables si cuentan con el apoyo de algún otro mediano.

-Partidos medianos: complementarias a los grandes para dotar a los Gobiernos de la necesaria estabilidad

Partidos menores: Su papel es insignificante.

Sartori elabora la siguiente tipología:

-Sistema de partido único:

-Sistema de partido hegemónico: Que no permite la competición- ni formal, ni de facto- de otros partidos por el poder.
-Sistema de partido predominante: UN único partido mantiene una posición de mayoría absoluta de escaños durante
al menos tres elecciones consecutivas.

-Sistema de partido bipartidista:

-Sistema de partido de pluralismo limitado y moderado: Entre tres y cinco partidos anti-sistema, con considerable
distancia ideológica entre sí, con una competición bipolar de bloques y una tendencia centrípeta

- Sistema de partido de pluralismo extremo y polarizado: Más de seis partidos relevantes entre los que habrá partidos
anti-sistema, con considerable distancia ideológica entre sí, que da lugar a oposiciones bilaterales e irresponsables y
a una competición multipolar de tendencia centrifuga.

PF: EL ESTADO AUTONÓMICO


En lo relativo a la organización territorial del Estado español, la CE (1978) introdujo una fórmula de descentralización
política innovadora que permitió el acuerdo entre los partidarios del Estado unitario y los que reivindicaban un Estado
español plurinacional.

Desde un principio, este modelo tuvo un carácter controvertido, porque se consideraba abierto, sin determinar. Hoy
día, la organización territorial está más que clara: El territorio español se ha organizado en Comunidades Autónomas,
no todas con igual nivel de competencias, aunque sí bastante homogéneas.

Organización:

En el Estado Autonómico existe solo una Constitución. La regulación de la autonomía política se contiene en los
Estatutos, leyes emanadas del poder legislativo nacional, pero con un estatus peculiar. Algunos hablan de

<<Constitución compleja>>, formada por las normas constitucionales y los Estatutos de Autonomía, que perfilan la
distribución territorial del poder del Estado.

En los Estatutos se regulan las instituciones de autogobierno y se especifican las competencias asumidas. Todas las
autonomías disponen de instituciones propias: Ejecutivo, legislativo y administraciones autonómicas. Únicamente el
Poder Judicial se mantiene centralizado, ya que los Tribunales Superiores de Justicia, con jurisdicción en el ámbito
territorial de las Comunidades, no son órganos propios de éstas.

La base para la distribución de competencias reside en los artículos 1483 y 1494 de la CE, estableciendo las
competencias que pueden asumir las Comunidades y las que son exclusivas del Estado. Las Comunidades tienen la
posibilidad de ampliar sus competencias, sobre materias no recogidas expresamente en dichos artículos, mediante la
reforma de sus Estatutos y, además, sobre materias atribuidas al propio Estado, por delegación de éste (Artículo 150
CE5). Aparte, existen también competencias compartidas en las que caben diversas formas de colaboración entre el
Estado y las Comunidades, en cuanto a la legislación y ejecución. Finalmente, el artículo 149.3 CE contiene una cláusula
residual a favor del Estado y considera el derecho estatal como supletorio del de las Comunidades Autónomas.

Otros elementos a destacar son: El órgano encargado de solucionar los conflictos entre Estado y Comunidades es el
TC y, el Senado no es una verdadera Cámara de representación territorial.

Parece que el modelo autonómico se ha desarrollado con éxito, pero teniendo presente que el problema de la
integración territorial en España no puede solucionarse únicamente con fórmulas institucionales.
DIVISIÓN DE PODERES: PRESIDENCIALISMO Y PARLAMENTARISMO
PF: PRESIDENCIALISMO
El presidencialismo se caracteriza por una aplicación del principio de la separación que garantiza un grado importante
de autonomía a cada uno de los poderes del Estado. Se predeterminan ciertos puntos de contacto en los que se hace
imprescindible la cooperación mutua. Esta colaboración, concretada e impuesta por la Constitución, hace que
calificamos las relaciones de los mecanismos del poder, en su conjunto, como de interdependencia por coordinación.
Es decir coma que actuando cada uno con autonomía dentro de su esfera de acción está, sin embargo, obligado a
cooperar con los demás en determinados supuestos. Con el nombre de sistemas
presidenciales se agrupan regimen políticos con notables diferencias entre ellos, producidos por el contexto político y
social. No obstante, vamos a enumerar los elementos típicos del sistema presidencial y constatar las peculiaridades
del mismo en relación a los tipos de gobierno convencional y parlamentario.

1. El Poder Ejecutivo no está dividido entre el jefe del Estado y el Gobierno, sino que recae exclusivamente en el
presidente, elegido directamente por el pueblo o bien por una asamblea. El voto popular le otorga una amplia
legitimidad democrática si la elección es directa y cuanto mayor sea el número de ciudadanos que lo apoyan.

2. Los jefes de los departamentos o ministros son nombrados por el Presidente. Por regla general, no pueden ser
miembros de las Cámaras, acentuándose así la separación personal entre el Poder Ejecutivo y el Legislativo, aunque
pueden estar autorizados a asistir y tomar parte en los debates. Pero el presidente no puede, dirigirse directamente a
la Asamblea ni servirse de ella como tribunal habitual.

3. El presidente no es políticamente responsable ante la Asamblea, pero si le puede esta exigir responsabilidad
por infracción de la ley o de la Constitución. El presidente sí depende de las cámaras en la aprobación de las medidas
legislativas y económicas para llevar a cabo su programa. Pero estas son cuestiones distintas de la exigencia de
responsabilidad política o de la otorgación de la confianza de la cámara. Por eso se afirma que ante quién responde
políticamente el presidente es ante el electorado, que la mayoría de los sistemas actuales es quién le ha elegido.

4. Sí la Asamblea, como acabamos de ver, no puede destituir al presidente, en justa correspondencia este no
puede disolver tampoco la Asamblea. Suele tener facultades, dentro de ciertos límites, para obligarla a reunirse o, por
el contrario, para aplazar sucesiones. Pero no tiene a su alcance el derecho de disolución.

En conclusión, puede afirmarse que, el sistema se configura sobre una aparente igualdad entre los poderes del Estado.
Pero la dinámica histórica desequilibra siempre la correlación de fuerzas. F. D. Roosevelt, creía que lo preeminente no
eran las atribuciones concretas del presidente sino el caudillaje moral que podía ejercer sobre la sociedad
norteamericana. Así lo hizo, y la suya fue una etapa, muy polémica, de predominio del presidente sobre el Congreso y
el Tribunal Supremo. Pero quizá la evolución más constante del régimen americano, sea el creciente papel de los
tribunales a través de la interpretación judicial de las leyes y del examen de su constitucionalidad.

El sistema presidencialista se ha extendido principalmente entre los países de Hispanoamérica. La característica común
a todos ellos, es la extensión de las atribuciones del Poder Ejecutivo. Tanto las Asambleas como la Judicatura adquieren
de hecho un lugar subordinado a la Presidencia.

PF: PARLAMENTARISMO
El régimen parlamentario es resultado de la evolución histórica del constitucionalismo Occidental, especialmente del
constitucionalismo inglés. Constituye una respuesta con éxito al enfrentamiento entre la autoridad del rey y de la
cámara representativa a medida que ésta se consolida, autentifica y amplía sus bases sociales.

Si inicialmente el parlamentarismo es la solución para asegurar la colaboración entre dos poderes en discordia, el rey
y el Parlamento, a través del Gobierno, la evolución posterior tiende a privar al monarca del poder efectivo en beneficio
del papel político del gobierno, quedando aquel como instancia moderadora de las relaciones entre este y el
Parlamento. Con lo que se transforma el dualismo inicial de los poderes Rey- Parlamento coma en otro distinto
Gobierno- Parlamento, con la mediatización central de los partidos políticos, la moderadora del jefe del Estado y la
arbitral y definitiva del electorado (electorado-partido-Parlamento-Gobierno). No obstante, la específica organización
de las relaciones entre el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo da lugar a una serie de notas distintivas de esta forma
gubernamental (basadas en la Constitución Española):

1. El Poder Ejecutivo se divide en dos órganos: el jefe del Estado, monarca o presidente de la República, y el
gobierno. Cabría distinguir, jurídica y políticamente, entre el jefe del Gobierno y el propio Gobierno como tal.

2. El jefe del Estado nombra al presidente del Gobierno y este a los ministros en los casos en que se exige una
declaración de conformidad o confianza del Parlamento junto al nombramiento formal de aquel por el jefe del Estado,
hay que concluir que quien realmente le designa es el Parlamento (este es el caso del actual monarquía parlamentaria
española).

3. El gobierno es un cuerpo colectivo (a diferencia del sistema presidencial). Sin perjuicio de las competencias
propias del presidente y de cada ministro, el Gobierno tiene las suyas propias como órgano colegiado.

4. Los ministros son generalmente miembros del Parlamento. La Constitución Española reconoce explícitamente
la compatibilidad entre la condición de miembro del Gobierno y el mandato parlamentario. En la mayoría de los
sistemas parlamentarios no se establece la separación personal entre los integrantes del Poder Ejecutivo y del Poder
Legislativo como ocurre en el régimen presidencial. Esto se denomina interdependencia por integración del gobierno
en el Parlamento.

5. El gobierno es políticamente responsable ante la Asamblea, y solo indirectamente, a través de ella, ante el
electorado. Dicha responsabilidad se exige a través de un voto de censura apoyado por la mayoría de la cámara o por
la negativa a otorgarle al Gobierno un voto de confianza cuando él lo solicita. En ambos casos termina la vida política
del gobierno, ya que es básica en el sistema la confianza política del Parlamento en el gobierno.

6. El Gobierno puede disolver el Parlamento y convocar nuevas elecciones. Este es el contrapeso de la facultad
del Parlamento para provocar la caída del gobierno mediante la exigencia de responsabilidad política. La atrofia o
limitación excesiva de este mecanismo desemboca en la quiebra del sistema parlamentario, del equilibrio y del control
mutuo entre gobierno y Parlamento.

El gobierno parlamentario es consecuencia de la evolución de las normas y prácticas constitucionales inglesas, a lo


largo de un periodo de tiempo dilatado, en que vienen a cristalizar, a finales del siglo XVIII, las notas típicas de este
sistema.

Además de Gran Bretaña, el régimen parlamentario es el de los países de Europa Occidental con características propias
en cada uno de ellos, fruto de su historia constitucional y de determinados rasgos de su identidad nacional. Puede
afirmarse que el parlamentarismo es la forma gubernamental propiamente Europea. A las democracias clásicas y
estables de los estados del centro y del Norte han venido a sumarse en los últimos años las de varios países del Sur,
con lo que el régimen parlamentario constituye un elemento específico del patrimonio común de Europa.

PF: ARTÍCULO AL FINAL

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