Diagnóstico J.

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ESCUELA: FRANCISCO I.

MADERO
C.C.T: 11DPR1398H CICLO ESCOLAR 2023 - 2024
MTRO: Juan Daniel Rincón Ramírez GRADO: 4° GRUPO: “B”
Practicante: Aylin Elizabeth Perez Medina
Licenciatura en Educación Primaria 6to C

La escuela primaria Francisco I. Madero está situada en la comunidad de Rancho


Grande del municipio de Irapuato, consta con un total de 369 alumnos repartidos en
12 grupos, 2 por cada grado (A y B), cada grupo con un promedio de 31 estudiantes
de edad entre 6 y 12 años. La plantilla escolar consta de 1 directivo, 12 maestros
frente a grupo, 1 maestro de Ed. Física, 1 equipo USAER, 1 intendente. La escuela
cuenta con las siguientes instalaciones y servicios: 1 dirección con material
didáctico, 12 aulas de clase, 1 salón USAER, 1 bodega de almacenamiento, baños
para docentes y otros para los alumnos, áreas verdes, 2 canchas y 1 campo
deportivo, 1 entrada principal y 2 de estacionamiento, lugares para sentarse y
comer, luz eléctrica, agua potable, drenaje, internet, computadoras de escritorio,
teléfono de la escuela, proyectores, bocinas y material de aseo.

Las aulas cuentan con suficientes sillas y mesas en buen estado para los alumnos y
los docentes con su silla y escritorio.
Esta escuela se caracteriza por ser un entorno inclusivo que promueve el respeto, la
colaboración y el desarrollo integral de los estudiantes.

En la localidad de Rancho Grande, el contexto social, cultural y escolar de los


alumnos está influenciado por una serie de desafíos que impactan
significativamente en su desarrollo socioemocional y en su capacidad para
relacionarse de manera positiva con su entorno.

En primer lugar, el contexto social en la comunidad presenta desafíos importantes,


como la desinformación proveniente de los medios de comunicación. La falta de
acceso a fuentes confiables de información y la presencia de noticias falsas o
distorsionadas pueden generar confusión y desconfianza en la población, lo que
dificulta la toma de decisiones informadas y la participación activa en la sociedad.

Además, otro desafío relevante en el contexto social es el abandono de niños y


niñas para atender sus necesidades. Factores como la migración de padres en
busca de mejores oportunidades de trabajo o la situación económica precaria de
algunas familias pueden llevar a situaciones de abandono, lo que impacta
negativamente en el bienestar emocional de los niños y niñas y en su rendimiento
académico.

Por otro lado, el mal uso de las tecnologías también es una problemática presente
en la comunidad de Rancho Grande. El acceso indiscriminado a dispositivos
electrónicos y el uso excesivo de redes sociales y videojuegos pueden generar
adicción, aislamiento social y dificultades para establecer relaciones interpersonales
saludables, afectando así el desarrollo socioemocional de los estudiantes.
En este contexto, la escuela juega un papel fundamental como espacio de
protección y promoción del bienestar socioemocional de los alumnos. Es importante
que las instituciones educativas en implementen estrategias efectivas para abordar
estas problemáticas, brindando apoyo emocional y social a los estudiantes,
promoviendo la alfabetización mediática para combatir la desinformación y
fomentando el uso responsable y consciente de las tecnologías.

Además, es fundamental que la escuela trabaje en estrecha colaboración con las


familias y con otros actores comunitarios para crear un entorno de apoyo integral
que contribuya al desarrollo integral de los alumnos, fortaleciendo así su capacidad
para enfrentar los desafíos presentes en su entorno social y cultural.

El ámbito social presenta desafíos como la desinformación de los medios de


comunicación, el abandono de niños y niñas para atender sus necesidades y el mal
uso de las tecnologías. Estas problemáticas pueden influir en el bienestar
socioemocional de los estudiantes y en su capacidad para relacionarse de manera
positiva con su entorno.

La metodología de triangulación empleada para evaluar las habilidades


socioemocionales de los estudiantes constituyó un proceso integral y multifacético,
diseñado para obtener una comprensión profunda de su bienestar emocional y
social. Esta metodología incorporó diferentes técnicas que incluyeron actividades de
tipo socioemocional dirigidas a los 31 estudiantes, así como entrevistas tanto a los
alumnos como a sus padres.

En primer lugar, las actividades diseñadas para evaluar las habilidades


socioemocionales se estructuraron de manera cuidadosa y reflexiva, abarcando
diversos aspectos de la vida emocional y social de los estudiantes. Estas
actividades se enfocaron en la autoexpresión emocional, solicitando a los
estudiantes que describieran cómo se sentían en diferentes situaciones, su estado
de ánimo general, así como su relación con sus compañeros tanto dentro como
fuera del aula. Además, se exploraron temas sensibles como el sentimiento de
exclusión y las preferencias en cuanto a actividades y trabajo en equipo.

Las consignas planteadas en estas actividades se realizaron a las diversas


experiencias y perspectivas de los estudiantes, promoviendo así una participación
activa y significativa en el proceso de evaluación. Se buscó crear un ambiente
seguro y de confianza donde los estudiantes se sintieran cómodos expresando sus
emociones y compartiendo sus experiencias sociales.
Por otro lado, las entrevistas realizadas tanto a los alumnos como a sus padres
representaron una importante dimensión de la metodología de triangulación. Estas
entrevistas se llevaron a cabo con el propósito de obtener una visión más amplia y
completa de la convivencia entre los estudiantes y su entorno familiar. Se exploraron
aspectos como la dinámica familiar, el apoyo emocional brindado en el hogar, así
como las percepciones de los padres respecto al bienestar socioemocional de sus
hijos.

Mediante este enfoque triangulado, se buscó complementar y enriquecer la


información recopilada a través de las actividades con la perspectiva y las
experiencias compartidas por los estudiantes y sus familias en el contexto de las
entrevistas. Esto permitió obtener una imagen más completa y matizada de las
habilidades socioemocionales de los estudiantes, así como de los factores que
influyen en su desarrollo emocional y social dentro y fuera del entorno escolar.

Análisis de Resultados:
La triangulación de resultados mostró que el 60% de los estudiantes presentó un
bajo nivel en habilidades socioemocionales, tanto en las actividades como en las
entrevistas. Los resultados sugieren la necesidad de intervención para fortalecer
estas habilidades en el grupo.

Resultados del Diagnóstico:


- La mayoría de los estudiantes muestran dificultades en el manejo de emociones, la
resolución de conflictos y la empatía hacia sus compañeros.
Se observa un alto porcentaje de estudiantes que se sienten excluidos o tienen
dificultades para relacionarse con sus compañeros.
- Existe una falta de habilidades para el trabajo en equipo y la colaboración.

Sugerencias para la Intervención Docente:


Implementar actividades de educación emocional y social en el aula es fundamental
para el desarrollo integral de mis estudiantes. Para ello, aplicar diversas estrategias
que busquen fomentar la reflexión sobre las emociones y la interacción social de
una manera práctica y lúdica. Por ejemplo, organizar sesiones de juego de roles
donde mis estudiantes representan situaciones emocionales y practiquen cómo
manejarlas. También utilizar cuentos o películas como herramientas para iniciar
conversaciones sobre temas emocionales.

El propósito de estas actividades es claro: ayudar a los estudiantes a identificar y


comprender sus propias emociones, así como a desarrollar habilidades para
regularlas de manera efectiva. Al promover la autoconciencia, la autorregulación
emocional y la empatía, contribuyo a un mejor entendimiento de sí mismos y de los
demás, creando un ambiente de aprendizaje más positivo y colaborativo.

Además, fomentar un ambiente inclusivo y respetuoso en el aula. Establecer normas


claras de convivencia que promuevan el respeto, la tolerancia y la aceptación de la
diversidad, y animo a los alumnos a participar en la creación de estas normas para
que se sientan comprometidos con su cumplimiento. Realizar actividades que
fomenten el trabajo en equipo y la colaboración, donde cada voz sea valorada y
escuchada.

El propósito de crear este ambiente inclusivo y respetuoso es garantizar que todos


los estudiantes se sientan seguros y apoyados en el aula. Al promover la
participación de todos los estudiantes y resolver los conflictos de manera
constructiva, fomentar un clima de confianza y cooperación que facilite su
aprendizaje y su desarrollo socioemocional.

Instrumento de Evaluación:
Para evaluar el progreso de los estudiantes en habilidades socioemocionales, se
propone el uso de un instrumento de evaluación que incluya observaciones en el
aula, seguimiento de comportamientos y actitudes, así como retroalimentación de
los propios estudiantes y sus padres. Este instrumento permitirá monitorear el
desarrollo socioemocional de los estudiantes a lo largo del tiempo y ajustar las
intervenciones según sea necesario.

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