Fallo Chivilcoy

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A C U E R D O

En la ciudad de La Plata, a 8 de mayo de

2013, habiéndose establecido, de conformidad con lo

dispuesto en el Acuerdo 2078, que deberá observarse el

siguiente orden de votación: doctores Negri, Pettigiani,

Kogan, Genoud, se reúnen los señores jueces de la Suprema

Corte de Justicia en acuerdo ordinario para pronunciar

sentencia definitiva en la causa C. 115.314, "Municipalidad

de Chivilcoy contra Gillette Argentina S.A. Apremio".

A N T E C E D E N T E S

La Sala I de la Cámara de Apelación en lo

Civil y Comercial del Departamento Judicial de Mercedes

confirmó el fallo de primera instancia que hizo lugar a la

excepción de inhabilidad de título opuesta por la ejecutada

y que, en consecuencia, rechazó la ejecución promovida por

la Municipalidad de Chivilcoy contra Gillette Argentina

S.A. (fs. 91/97 y 142/152).

Se interpuso, por el apoderado de la

ejecutante, recurso extraordinario de inaplicabilidad de

ley y, subsidiariamente, recurso extraordinario de nulidad

(fs. 155/169), habiéndose desestimado este último medio a

fs. 177/178.

Dictada la providencia de autos y

encontrándose la causa en estado de pronunciar sentencia,

la Suprema Corte resolvió plantear y votar la siguiente


C U E S T I Ó N

¿Es fundado el recurso extraordinario de

inaplicabilidad de ley?

V O T A C I Ó N

A la cuestión planteada, el señor Juez

doctor Negri dijo:

I. En el proceso de apremio iniciado por la

Municipalidad de Chivilcoy se controvierte la habilidad del

título base de la ejecución (el certificado de deuda

elaborado en los términos de los arts. 28 de la Ordenanza

6118 y 104 de la Ord. Imp. 2008; v. fs. 4), al no haberse

dado debida publicidad a la normativa que dispuso el

derecho a percibir las tasas que reclama el municipio a la

empresa demandada (fs. 5, 26/45 y 48/58).

II. El Juzgado de Paz de la localidad de

Chivilcoy hizo lugar a la excepción de inhabilidad de

título opuesta por la firma Gillette Argentina S.A., que

fuera fundada en la inexistencia de deuda por falta de

publicación de las ordenanzas que sustentan el crédito

reclamado en autos y, en consecuencia, rechazó la ejecución

promovida por la Municipalidad de Chivilcoy (fs. 91/97

vta.).

La Sala I de la Cámara de Apelación en lo

Civil y Comercial del Departamento Judicial de Mercedes

confirmó este fallo (fs. 142/152 vta.).


Para así decidir, en lo que interesa

destacar, comenzó por señalar que la afirmación esgrimida

por el actor, referida a que no se estaría persiguiendo en

la especie el cobro de tributos, resultaba contradictoria

con el título ejecutivo extendido de conformidad con la ley

13.406 y con la pretensión deducida en el escrito de

inicio, fundada en dicha normativa, la cual rige el

procedimiento de apremio para el cobro judicial de

tributos, sus accesorios y multas (fs. 144).

A continuación, sostuvo que correspondía

ingresar en el análisis de la excepción de inhabilidad de

título articulada por la ejecutada, pues tal como fuera

resuelto por la Corte Suprema de Justicia de la Nación en

la causa "Municipalidad de Santiago de Liniers contra

Irizar, José Manuel. Apremio", se alegó la inexistencia de

la deuda por falta de sustento normativo (fs. 144/144

vta.).

Ingresando ya en el estudio de la defensa

opuesta, reparó en que el art. 193 de la Constitución

provincial establece que las municipalidades deben "dar a

publicidad por la prensa a todos los actos, reseñándolos en

una memoria anual, en la que se hará constar detalladamente

la percepción e inversión de sus rentas" y que el art. 108

de la Ley Orgánica de las Municipalidades dispone que es

una atribución del departamento ejecutivo (Intendente)


promulgar y publicar las ordenanzas del Concejo

Deliberante.

Señaló que esta última norma debía ser

interpretada de conformidad con la exigencia de aquella

cláusula constitucional, es decir, que las ordenanzas

municipales deben ser publicadas a través de la "prensa"

-sea un medio de comunicación social privado u oficial-,

todo ello con fundamento en el sistema republicano adoptado

por los arts. 1, 5, 6 y 123 de la Constitución nacional

(fs. 145/vta.).

En el mismo sentido se pronunció con

relación a la facultad consagrada en el art. 125 de la

Ordenanza General 267/80, en cuanto estatuye que el

departamento ejecutivo puede dar publicidad de sus actos de

gobierno "por el medio que determine" (fs. 146 y ss.), dado

que para "salvar" su constitucionalidad debe emplearse

necesariamente la prensa escrita -sea pública o privada- de

forma tal que permita la consulta de los interesados y

destinatarios (fs. 146 vta./147).

Precisó la alzada que si bien esta Corte en

los precedentes "Santos" y "Gallardo" (causas B. 50.816,

sent. del 14-XI-1989 y B. 54.711, sent. del 25-VIII-1998)

consideró suficiente la publicación, en el diario de

Sesiones del Concejo, en dichos supuestos los actores

habían tomado conocimiento oportuno de las ordenanzas y no


las habían atacado en sede administrativa (v. fs. 147).

Por último, señaló que la exigencia de

publicación nace de los principios emanados de la

Constitución nacional y la forma republicana de gobierno.

III. Contra este pronunciamiento, el

apoderado de la ejecutante alega la violación de los arts.

9 inc. c) y 10 de la ley 13.406; 6 de la ley 12.008; 5, 19,

75 y 123 de la Constitución nacional; 107 y 226 inc. 8 de

la Ley Orgánica de las Municipalidades; 125 de la Ordenanza

General 267; 2 del Código Civil y de la doctrina legal que

cita en su presentación (fs. 155/169).

Sostiene que la sentencia de Cámara vulnera

las normas que rigen el proceso de apremio (arts. 9 y 10,

ley 13.406), dado que el juicio de razonabilidad exigido

para ponderar la legalidad del medio empleado por el

Departamento Ejecutivo municipal (el Intendente), a fin de

dar a conocer las ordenanzas dictadas sobre derechos de

publicidad y propaganda, desborda el estrecho marco de

conocimiento del proceso de apremio (fs. 158/vta.).

Al respecto, considera que no es aplicable

el criterio de la Corte nacional citado por la alzada (fs.

158/vta.).

Entiende que es suficiente la publicidad en

el Diario de Sesiones del Concejo, según se resolviera por

este Tribunal en la causa "Santos, Eladio contra


Municipalidad de Bahía Blanca. Demanda contencioso

administrativa" (causa B. 50.816, sent. del 14-XI-1989; AS

1989-IV-200).

Aduce que las ordenanzas no deben ser

publicadas en la forma que considere el contribuyente, sino

por el medio razonable que disponga el Poder Ejecutivo.

Señala, además, que el derecho a percibir las tasas

reclamadas tiene su causa en la facultad consagrada por el

art. 226 inc. 8 de la Ley Orgánica de las Municipalidades

(publicada en 1958), que autoriza a percibir estos recursos

municipales (fs. 159/vta.).

También alega que la publicidad a la que se

refiere en el inc. 1 del art. 193 de la Constitución

provincial, se limita a la memoria anual y que el resto de

la Constitución no contiene disposición alguna que obligue

a utilizar la prensa para las ordenanzas municipales y que

incluso el art. 2 del Código Civil no establece la forma de

publicidad de las normas (fs. 159 vta.).

Finalmente afirma que los "Derechos de

Publicidad y Propaganda" no son tributos y que por ello no

exigen su publicidad de un modo especial.

IV. El recurso no prospera.

a. En lo que respecta a la posibilidad de

conocer las cuestiones vinculadas con la causa de la

obligación que sustenta el título base de la acción


ejecutiva o apremio, entiendo que si bien el art. 9 inc. c)

de la ley 13.406 dispone que la excepción de inhabilidad de

título ejecutivo debe fundarse únicamente en los aspectos

relacionados con las formas extrínsecas y que los jueces no

pueden admitir -en esta clase de procesos- controversias

sobre el origen del crédito ejecutado o legitimidad de la

causa, ello es así en tanto no se consienta una condena

fundada en una deuda inexistente, cuando tal circunstancia

resulta manifiesta. Pues lo contrario importaría

privilegiar un excesivo rigor formal con grave menoscabo de

garantías constitucionales (conf. causa Ac. 51.472, sent.

del 17-V-1994 y mi voto en Ac. 64.944, sent. del 10-XI-

1998; véase también Ac. 68.768, sent. del 15-XII-1999; Ac.

90.386, sent. del 6-XII-2006).

En el caso, la defensa fue fundada

precisamente en la inexistencia de la deuda, dado que -

conforme fuera alegado por la ejecutada- las ordenanzas que

establecieron las tasas reclamadas no fueron publicadas en

el Boletín Oficial ni en ningún otro medio con cobertura en

el domicilio de la demandada, habiéndose invocado el amparo

de los derechos constitucionales consagrados en los arts. 4

y 17 de la Constitución nacional (fs. 30/32).

En razón de lo expuesto y ponderando las

constancias obrantes en autos (fs. 90/vta.), entiendo que

el recurrente no ha logrado demostrar la infracción de los


arts. 9 y 10 de la ley 13.406.

Por lo demás, sin perjuicio de señalar que

los fallos de la Corte Suprema de Justicia de la Nación

carecen de efecto vinculante (conf. mis votos en causas C.

94.413, sent. del 18-XI-2009; C. 95.589, sent. del 9-VI-

2010; entre otras), advierto -contrariamente a lo sostenido

por el recurrente- que en la causa "Municipalidad de

Santiago de Liniers contra Irizar, José Manuel. Apremio"

(C.S.J.N., Fallos: 327:4475, sent. del 19-X-2004), se

abordó un supuesto de idénticas características al aquí

analizado, esto es, una defensa basada en la falta de

publicación de una ordenanza municipal en el marco de un

juicio ejecutivo.

b. Por otro lado, corresponde también

desestimar la alegada violación de la doctrina legal

emanada de los precedentes "Santos" y "Gallardo", pues

sabido es que para que la misma proceda debe referirse a

situaciones similares (conf. C. 101.383, sent. del 7-XII-

2011; C. 95.600, sent. del 3-X-2012; entre muchas);

supuesto que no es el de autos.

En efecto -tal como fuera señalado por la

alzada (fs. 147)-, la situación planteada en los

precedentes citados difiere notablemente con la acontecida

en estas actuaciones, donde el debate gira en torno a una

norma de alcance general.


c. Ahora bien, en lo que atañe a la

vulneración de las demás disposiciones legales denunciadas

y su doctrina legal (fs. 156, 158 vta., 159 vta./160 y 164

vta./165), cabe indicar que -más allá del análisis que

pudiera corresponder en torno a la naturaleza tributaria o

no de los créditos reclamados o el medio por el cual debían

ser publicados- en la especie, se trata de ordenanzas que

crearon una tasa en concepto de "derechos de publicidad y

propaganda" en el ámbito territorial de la municipalidad

que, como resulta lógico, es necesario que llegue a

conocimiento de los obligados al pago mediante un medio

razonable (fs. 4 y 5).

Esta exigencia que ineludiblemente recaía en

cabeza del ejecutante y que fuera uno de los fundamentos

centrales del pronunciamiento no ha sido motivo de agravio

por parte del recurrente, manteniéndose incólume lo

resuelto por la alzada en el sentido en que el ente

municipal "... no ha acreditado la publicación de las

ordenanzas municipales" (fs. 143 vta.).

Tiene dicho este Tribunal que incurre en

insuficiencia el recurso extraordinario de inaplicabilidad

de ley que no rebate los fundamentos desarrollados por el

fallo que le brindan sustento autónomo (conf. C. 98.429,

sent. del 12-XI-2008; C. 112.737, sent. del 27-VI-2012;

entre muchas); circunstancia que sella adversamente la


suerte del recurso que dejo analizado.

d. En consecuencia, dada la naturaleza de la

obligación reclamada y los montos que gravan la misma (v.

fs. 4), así como también que no se encuentra acreditada en

autos la publicación de las ordenanzas en los medios

masivos de comunicación, ni la exhibición de copias de las

mismas en el hall central del palacio municipal (v. fs. 143

in fine), entiendo que corresponde confirmar el fallo

recurrido (arts. 1, 5 y 28, Const. nacional; 193 inc. 1,

Const. provincial).

V. Por lo expuesto, no observo que en el

presente caso el impugnante haya logrado acreditar las

infracciones normativas denunciadas ni la conculcación de

la doctrina legal citada (conf. doct. art. 279, C.P.C.C.),

por lo que corresponde rechazar el recurso extraordinario

de inaplicabilidad de ley deducido; con costas (art. 289,

Cód. cit.).

Voto por la negativa.

Los señores jueces doctores Pettigiani y

Kogan, por los mismos fundamentos del señor Juez doctor

Negri, votaron la cuestión también por la negativa.

A la cuestión planteada, el señor Juez

doctor Genoud dijo:

Sostiene el recurrente en su pieza recursiva

que debe revocarse la sentencia apelada por haber sido


dictada en violación a lo dispuesto por el art. 10 de la

ley 13.406 al acoger una defensa extracartular (fs. 157

vta.), mas en tal posición soslaya que este mismo cuerpo

tiene dicho que si bien un título ejecutivo tiene por

presupuesto esencial la existencia de una deuda exigible,

la labor de verificación y fiscalización de las

obligaciones tributarias es integrada con la función

judicial, de modo que se permita la tutela efectiva de los

derechos del contribuyente; por lo tanto la advertencia en

sede judicial de la ausencia de tal presupuesto puede

obstar a la concreción de la pretensión fiscal; y que nada

impide la verificación de específicas circunstancias que

conducen a determinar la inexistencia de la deuda. Lo

contrario importaría privilegiar un excesivo rigor formal

con grave menoscabo de garantías constitucionales (C.

115.351, sent. del 5-IX-2012). La propia Corte federal ha

admitido en forma excepcional la procedencia de la vía

extraordinaria cuando resultaba manifiesta la inexistencia

de deuda exigible, pues lo contrario implicaba privilegiar

un excesivo rigor formal con grave menoscabo de garantías

constitucionales (Fallos: 278:346; 298:626; 302:861;

"Municipalidad de Mercedes c. Arcor S.A.I.C. s. Apremio";

M.1020, L. XLVI, sent. del 7-VIII-2012).

Así, habilitada la vía para la evaluación

sobre la existencia del gravamen cuyo cobro se persigue,


adhiero al voto del doctor Negri por cuanto, como él,

advierto que el medio revisor deja sin ataque concreto

razones fundamentales del fallo. Lo que torna inhábil el

recurso a los fines perseguidos.

Doy mi voto por la negativa.

Con lo que terminó el acuerdo, dictándose la

siguiente

S E N T E N C I A

Por lo expuesto en el acuerdo que antecede,

se rechaza el recurso extraordinario interpuesto, con

costas (art. 289, C.P.C.C.).

Regístrese, notifíquese y devuélvase.

HECTOR NEGRI

LUIS ESTEBAN GENOUD HILDA KOGAN


EDUARDO JULIO PETTIGIANI

CARLOS E. CAMPS

Secretario

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