Lo Narrativo
Lo Narrativo
Lo Narrativo
Mundo cotidiano
Este tipo de mundo y relato se caracteriza por presentar gran fidelidad a la
realidad representada, es decir, la exposición del diario vivir en una comunidad y
ambiente que envuelven los personajes. No obstante, este tipo de relato se centra
en lo regional o autóctono de un pueblo, región o país. Baldomero Lillo, Luis
Durand y Mariano Latorre son ejemplos célebres de autores anclados a este tipo de
relato.
Primero todo era silencio, había mucha calma. No había nada que estuviera en pie en
toda la faz de la tierra, solo existía el mar en reposo y un cielo apacible.
Todo era oscuro, solo Tepeu y Gucumatz(progenitores)estaban en el agua rodeados de
claridad. Ellos son los que disponen de la creación de árboles, bejucos, nacimiento
de la vida y del hombre. Se formó el corazón del cielo.
Mediante su palabra ellos hicieron emerger la tierra. dijeron “tierra” y esta fue
hecha. Así sucesivamente surgieron el día y la noche, las montanas y valles,
brotaron pinares. También se crearon las corrientes de agua y los arroyos corrieron
libremente.
Luego crearon a los animales, los venados, pájaros, leones, tigres, serpientes,
culebras, víboras, guardianes de los bejucos entre otros. Estos fueron hechos para
cuidar a los árboles y a las plantas. Los animales se dispersaron y se
multiplicaron, pero los creadores les dieron sus moradas respectivas, mar, tierra o
aire.
Popol Vuh
Mundo Realista
Se caracteriza porque se ajusta a la realidad de los acontecimientos. Su objetivo
es reflejar el mundo actual donde vivimos, tiene una lógica habitual, tiene una
descripción objetiva y detallada, también pueden existir mundos cotidianos del
pasado. La diferencia con el mundo realista es que no pretende reflejar un hecho
importante para la humanidad.
Mundo fantástico
Se caracteriza por transgredir el orden racional de los acontecimientos. Este
universo se relaciona con lo maravilloso, lo extraordinario, lo sobrenatural, lo
inexplicable, etcétera. Se puede contar en un mundo normal pero un hecho irrumpe en
esta "normalidad", lo que lo diferencia de lo maravilloso es que en este mundo para
la gente no es normal, ver este tipo de hechos fantásticos.
Mundo utópico
El concepto utopía designa la proyección humana de un mundo idealizado que se
presenta como alternativo al mundo realmente existente, ejerciendo así una crítica
sobre éste. Obras literarias que hacen referencia a un lugar inexistente, perfecto,
un sitio imaginario irrealista e ideal, pero que puede ser posible. Se plantea un
mundo mucho mejor al que conocemos como “real”. Generalmente, propone modelos
sociales, nacionales, y culturales distintos, ejerciendo así una crítica sobre el
mundo real.
Se puede definir la utopía como la descripción de una sociedad ideal situada en una
abstracción de tiempo o de espacio. En este sentido, es posible distinguir dos
grandes géneros: los que apuntan a la construcción global de una sociedad ideal
futura y los que describen una sociedad ideal situada en un espacio delimitado. En
las utopías espaciales, el ideal constituye un modelo para valorar las
insuficiencias del orden existente; mientras que en las utopías de futuro el ideal
se concibe frecuentemente como un fin a conseguir en el curso de la evolución
humana.
Estas utopías, estos lugares que no existen en ningún lugar más allá de los sueños
de quienes los imaginan, serán el colofón a todas las reflexiones que nos han
ocupado. Reflexiones que, en definitiva, responden a una necesidad completamente
humana de desear mundos mejores, más justos y más felices.
Mundo Distópico
El mundo distópico es el opuesto al utópico, ya que en él se muestra una sociedad
sumida en el caos, cruel y/o abusiva.
El origen de este mundo se remonta al siglo xix y desarrolla temas como el miedo,
batallas ideológicas contra el comunismo y el capitalismo, la crueldad del
fascismo, la tiranía secular/religiosa y muchos más.
Mundo Legendario
Este universo se relaciona con lo maravilloso, lo extraordinario. Lo sobrenatural,
lo inexplicable, etc. Es contado en un mundo totalmente normal, pero siempre habrá
un hec