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La teoría del apego es entendida como la tendencia a establecer lazos emocionales íntimos con
individuos determinados como un componente básico de la naturaleza humana. Durante la infancia,
los lazos se establecen con los padres a los que se recurre en búsqueda de protección, consuelo y apoyo. Sugería que la insistencia con que el niño busca mantener la proximidad de las figuras protectoras parentales, depende de la actividad de un sistema adaptativo de comportamientos de apego, destinado a garantizar la seguridad y la supervivencia del individuo. El apego designa un lazo entre dos personas y una vez constituido, se vuelve duradero. La naturaleza y la intensidad del apego se evidencian por las relaciones que presenta el niño ante la perdida de ese lazo o su desestabilización. El autor intenta buscar y describir el camino que traza el niño con el fin de adaptarse a su entorno. Sostiene que aquello que sucede en los momentos iniciales de la vida permanecerá en el repertorio psíquico del sujeto constituyendo así modelos de representación del mundo que influyen y determinan las conductas. En esta etapa de vida inicial no existe un pensamiento lógico ni un lenguaje, por lo tanto, esas vivencias para el desarrollo se asimilan mediante estados anímicos que permanecerán ICC. Es necesario resaltar los factores que influyen en la formación de patrones de apego. En este caso, subrayamos un factor que incide y determina la formación de distintos patrones de apego, se basa en las diferencias que se pueden situar en los os protagonistas de la relación: la figura adulta y él bebe. (Texto de Mariana De Mathia) Una base segura. Aplicaciones clínicas de una teoría del apego John Bowlby (1980) Un papel social indispensable Tener hijos supone correr un gran riesgo. Además, como la paternidad exitosa es una clave importante para la salud mental de la generación siguiente, necesitamos saber todo lo posible acerca de su naturaleza y acerca de diversas condiciones sociales y psicológicas que influyen en su desarrollo positiva o negativamente. Ser un padre exitoso supone un trabajo arduo. Para muchas personas son verdaderas desagradables. Dedicarles tiempo y atención a los niños significa sacrificar otros intereses y actividades. Bowlby evidencia que los adolescentes y adultos jóvenes sanos, felices y seguros de si mismos son el producto de hogares estables en los que ambos padres dedican gran cantidad de tiempo y atención a sus hijos. Un enfoque etológico El planteo que propone Bowlby para la compresión de la paternidad como actividad humana es un planteo etológico. Se examina la naturaleza del vinculo del niño con su madre, que se refiere como dependencia, se ha descubierto que resulta útil considerarlo como el resultado de un conjunto de pautas de conducta características, en parte preprogramadas, que se desarrollan en el entorno corriente durante los primeros meses de vida y que tienen el efecto de mantener al niño en una proximidad mas o menos estrecha con su figura materna. Hacia el final del primer año, la conducta se organiza cibernéticamente, lo que significa que la conducta se vuelve activa cada vez que se dan condiciones determinadas y cesa cuando se dan otras condiciones determinadas. Por ejemplo, la conducta de apego del niño es activada especialmente por el dolor, la fatiga y cualquier cosa atemorizante, y también por el hecho de que la madre sea o parezca inaccesible. Las condiciones que hacen que cese esa conducta varían de acuerdo con la intensidad de su activación. A baja intensidad, esas condiciones pueden ser simplemente ver u oír a la madre, algo especialmente efectivo ya que es una señal de que ella reconoce la presencia del niño. A una intensidad mas alta, el cese puede requerir que el niño la toque o se aferre. En el grado máximo de intensidad, cuando él está angustiado y ansioso, no habrá nada mejo que un abrazo prolongado. Se considera que la función biológica de esta conducta es la protección, especialmente la protección ante los depredadores. La conducta del apeno no esta en modo alguno limitada a los niños, se ve en adolescentes y adultos de ambos sexos cada vez que están ansiosos o en tensión. Embarazada q espera a un bebe por ejemplo o una madre que atiende a su pequeño siente deseo de ser cuidada y amparada. La activación de la conducta de apego en estas circunstancias es universal y debe ser considerada como norma. Un rasgo de la conducta del apego es la intensidad de la emoción que la acompaña, dependiendo el tipo de emoción originada de como se desarrolle la relación entre el individuo apegado y la figura del apego. Si la relación funciona bien, produce alegría y una sensación de seguridad. Si resulta amenazada, surgen celos, ansiedad e ira. Si se rompe habrá dolor y depresión. La conducta del apego llega a originarse dentro del individuo, depende en grado sumo de los tipos de experiencia que tiene en su familia de origen o, si es desafortunado, fuera de ella. L a crianza de los niños puede ser abordada provechosamente desde el mismo punto de vista etológico. La observación y la descripción del conjunto de pautas y comportamiento que caracterizan la crianza, las condiciones que activan y hacen cesar a una de ellas, el modo en que las pautas cambian a medida que el niño crece, los diversos modos en que la conducta de crianza se vuelve originada en los diferentes individuos y el gran numero de experiencias que influyen en la manera en que ésta se desarrolla en cualquier persona. La conducta de crianza, como la conducta de apego, está en cierto grado de preprogramada y por lo tanto preparada para desarrollarse en cierto sentido cuando las condiciones lo hagan posible. Esto significa que, en el curso normal, el progenitor de un bebe experimenta un impulso de comportarse de manera típica, por ejemplo, abrazar al niño, consolarlo, alimentarlo, etc. Todos los detalles son aprendidos, algunos de ellos durante la interacción con bebes y niños, muchos mediante la observación de la conduta de otros padres, empezando desde la propia infancia del futuro padre y el modo en que sus progenitores lo trataron a él y a sus hermanos. La conducta de la crianza en los seres humanos no es el producto de un instituto de crianza invariable, pero tampoco resulta razonable considerarla un simple producto del aprendizaje. La conducta de crianza tiene raíces biológicas, lo que explica las fuertes emociones asociadas a ella, pero la forma detallada que la conducta adopta en cada uno de nosotros depende de nuestras experiencias: de las experiencias durante la infancia, sobre todo. Considerar la conducta de crianza como un ejemplo de una clase limitada de tipos de conducta enraizada biológicamente, de los cuales la conducta de apego es otro ejemplo, la conducta sexual otro, y la conducta exploratoria y la de alimentación, otros más. Cada uno de estos tipos de conducta contribuye en su propio modo especifico a la supervivencia del individuo o de su descendencia. Esto contrasta con la teoría tradicional de la libido, que los ha considerado como expresiones variables de un único impulso. Las razones para mantenerlos diferenciados son varias. Una de ellas es que cada uno de los tipos de conducta mencionados sirve a su propia y distintiva función biológica: La protección, la reproducción, la nutrición y el conocimiento del entorno. Otra consiste en que muchas de las pautas detalladas de conducta pertenecientes a cada tipo general también son diferentes: aferrarse a uno de los padres es distinto de calmar y consolar a un niño: succionar o masticar la comida es distinto de realizar el acto sexual. Los factores que influyen en el desarrollo de uno de estos tipos de conducta no son necesariamente los mismos que influyen en el desarrollo de otro. El comienzo de la interacción madre-niño Klaus y Jenney estudiaron acerca de como las madres se comportan con los recién nacidos cuando se les da la libertad de hacer lo que quieren después del parto, inmediatamente después del nacimiento del niño, lo alza lo comienza a acariciarle la cara con las yemas de los dedos. Ante esto, el bebe se tranquiliza. Ella continúa tocándole la cabeza y el cuerpo con la palma de la mano, y siente el deseo de acercarlo a su pecho. El bebe responde con una succión. Desde el momento del nacimiento la atención se vuelca sobre el bebe. Es probable que una madre sienta el deseo durante los primeros días de pasar muchas horas contemplando su nueva posesión. Por lo general hay un momento en el que siente que el bebe es realmente suyo. La capacidad del neonato saludable para entrar en una forma elemental de interacción social y la capacidad de la madre de sensibilidad corriente para participar con buen éxito en ella. Cuando una madre y su hijo de dos o tres semanas se encuentran frente a frente, tienen lugar fases de animada interacción social, alternando con fases de desconexión. Cada fase de la interacción comienza con la iniciación y el saludo mutuo, llega a ser un animado intercambio que incluye expresiones faciales y vocalizaciones durante las cuales el niño se orienta hacia su madre con movimientos excitados de los brazos y las piernas, luego las actividades se apaciguan y acaban cuando el bebe descansa, antes de que comience la siguiente fase de interacción. Una madre sensible regula su conducta de modo tal que se ajuste a la de él. Además, ella modifica la forma que toma su conducta para adaptarse a el: Su voz cambia y pasa a ser mas suave, movimientos mas lentos, etc. Así ella le permite asumir el control, y mediante un hábil entretejido de sus propias respuestas con las de él, crea un dialogo. Por un lado, existe la disposición intuitiva de la madre a permitir que sus intervenciones sean guiadas por su bebe Po otro esta la facilidad con que los ritmos del niño cambian gradualmente de modo de tomar en cuenta los momentos en que se producen las intervenciones de su madre. En una asociación que se desarrolla felizmente, cada uno se adapta al otro. Kate, en 1977, observa la conducta de la madre y el niño durante la lactación. Descubrió que las madres tienden a interactuar con sus bebes en exacta sincronía con la pauta de succión y pausa de estos. Mientras el bebe succiona, la madre por lo general permanece callada e inactiva, durante las pausas acaricia al bebe y le habla. Otro ejemplo de que las madres siguen las normas de su hijo. Collís y Schaffer, una madre y su bebe son introducidos en un lugar en el que hay una serie de juguetes grandes de colores brillantes, se ve que los dos miran al mismo objeto casi al mismo tiempo, en segundo lugar, el examen de la coordinación muestra casi invariablemente que es él bebe que guía y la madre la que sigue. La madre es quien automáticamente mira entonces en la misma dirección. Una vez establecido un centro de interés común. Entonces se produce una experiencia compartida, fomentada por la atención espontanea del niño hacia el entorno, pero establecida por la madre, que se deja encaminar por el bebe. Schaffer, se refiere al intercambio vocal entre madre e hijo en un nivel preverbal. Al comparar dos grupos integrados por niñxs de 12 y de 24 meses, se descubrió que la capacidad de madres e hijos para intervenir por turno y evitar la superposición no solo era elevada sino tan característica de uno como el otro grupo. Así mucho antes de la aparición de las palabras, el modelo de la alternancia tan característica de la conversación humana ya esta presente. Lo que surge de estos estudios es que la madre de sensibilidad corriente se adapta rápidamente a los ritmos naturales de su hijo, y al prestar atención a los detalles de la conducta de este, descubre lo que lo satisface y actúa en consecuencia. Al hacerlo, no solo lo contenta sino también obtiene su cooperación. Se descubrió que los niños cuyas madres han respondido sensiblemente a las señales durante el primer año de vida lloran menos y están mejor dispuestos a aceptar los deseos de sus padres (Estudio por Aisworth) Los bebes huaños están preprogramados para desarrollarse de manera socialmente cooperativa, que lo hagan o no depende en gran medida de como son tratados. El rol de la madre y del padre semejanzas y diferencias Ainsworth, observa como responde el niño, primero en presencia de sus padres, luego cuando se lo deja solo, y mas tarde cuando sus padres regresan. Como resultado de estas observaciones se puede clasifica a los niños entre los que presentan una pauta de apego seguro a la madre o de una de dos formas principales de apego seguro a la madre o de una de dos formas principales de apego inseguro a ella. Dado que se ha demostrado que estas pautas poseen una estabilidad considerable durante los primeros años de vida y que predicen el modo en que un niño que asiste a una escuela de párvulos a una edad promedio entre los cuatro y medio y los seis años se relacionara con una persona nueva y abordara una tarea nueva, el valor del procedimiento como método de evaluación del desarrollo social y emocional del niño no necesita ser subrayado. Main y Weston, ampliaron el trabajo observado a unos sesenta niños, primero con uno de los padres, seis meses mas tarde, con el otro. Uno de los descubrimientos consistió en que, considerado como grupo, las pautas de apego mostradas a os padres se parecían mucho a las mostradas a las madres, con aproximadamente la misma distribución porcentual de pautas. Pero un segundo descubrimiento fue que cuando examinaron las pautas mostradas por cada niño, no se encontró ninguna correlación entre la pauta mostrada con un progenitor y la mostrada con el otro. Así, un niño puede tener una relación segura con la madre, pero no con el padre, puede también tenerla con el padre, pero no con la madre, un tercero puede tenerla con ambos padres, y un cuarto no tenerla con ninguno de los dos. Los que tenían una relación segura con ambos padres eran mas seguros de si mismos, y mas aptos, los que no tenían una relación segura con ninguno no lo eran en absoluto, y si tenían relación segura con un solo progenitor se encontraban en un punto intermedio. La pauta de apego de un niño no dañado en el momento del nacimiento desarrolla con su madre es el producto de como lo ha tratado su madre. Un padre puede estar desempeñando un rol muy parecido al desempeñado por la madre, sin embargo, la mayoría de las culturas, las madres cumplen ese rol con mucha menor frecuencia que las madres, al menos cuando los niños son pequeños. Es probable que el padre se convierta en el compañero de juegos, que su rol cumpla ese papel para el niño. La provisión por parte de ambos progenitores de una base segura a partir de la cual un niño o un adolescente puede hacer salidas al mundo exterior y a la cual puede regresar sabiendo con certeza que será bien recibido, alimentado física y emocionalmente, reconfortado si se siente afligido y tranquilizado si esta asustado. Este rol consiste en ser accesible, estar preparado para responder cuando se le pide aliento y tal vez ayudar, pero intervenir activamente solo cuando es evidentemente necesario. Si uno de los progenitores enfermara o muriera seria un desequilibrio emocional para el niño o el adolescente o adulto joven. Se demuestra que los mas estables emocionalmente y los que sacan el mejor partido de sus oportunidades son los que tienen padres que, si bien fomentan la autonomía de sus hijos no son menos accesibles y sensibles cuando se recurre a ellos. Lamentablemente, por supuesto, lo contrario también es verdad. Ningún padre proporcionara una base segura a su hijo que crece, a menos que tenga una comprensión intuitiva de y con respecto a la conducta de apego del niño. Es aquí donde el termino “dependencia” ha tenido una influencia tan perniciosa. La dependencia suele ser considerada como una característica solo de los primeros años, de la cual hay que desprenderse pronto. En lo resultados de la clínica, cada vez que la conducta del apego se manifiesta durante los años posteriores no solo ha sido considerada como algo deplorable sino incluso ha sido calificada de regresiva. Y se trata, seguí Bowlby, como un juicio equivocado. Bowlby dice que al hablar de la crianza de los niños se ha centrado en el rol de los padres de proporcionar al hijo una base segura, pero existen muchos otros roles que un padre debe desempeñar. Uno de ellos relacionado con el papel que desempeña un progenitor al influir en una u otra dirección en la conducta de su hijo y con la variedad de técnicas que utiliza para ello. Aunque algunas de estas técnicas son necesariamente restrictivas, y algunas otras tienen una intención disciplinaria, muchas veces son de tipo alentador. El repertorio de técnicas utilizadas de un padre a otro varía según los mismos. Condiciones perinatales y posnatales que ayudan o ponen trabas Gran parte de las conductas descritas por Bowlby sobre los padres surgen de manera natural, pero estas relaciones mutuamente satisfactorias no se desarrollan en todas las familias. La madre corriente sensible que se adapta a las señales y los actos de su hijo, que responde a ellos de manera mas o menos apropiada, y que es entonces capaz de controlar los efectos que su conducta tiene sobre su hijo y de modificarla en consecuencia. La misma descripción, sin duda, se aplicaría al padre corriente y sensible. Para que un progenitor se comporte de esta manera son necesarios un tiempo adecuado y una atmosfera relajada. Klaus y Kennell llevaron un estudio sobre un grupo de mujeres pasó por los dolores del parto y el alumbramiento de acuerdo con la practica rutinaria de la unidad, lo que significaba que la mujer quedaba a solas durante la mayor parte del tiempo. El otro grupo recibió un constante apoyo amistoso por parte de una mujer desde el momento de la admisión hasta el alumbramiento, las mujeres acompañadas, los dolores de parto duraban menos que el grupo de las mujeres no acompañadas. La influencia de las experiencias infantiles de los padres Pruebas clínicas de que el sentimiento de una madre por su bebe y la conducta mostrada hacia el están profundamente influidos por sus anteriores experiencias personales, sobre todo aquellas que tuvo y puede estar teniendo aun con sus propios padres. La influencia que los padres tienen en la pauta de cuidados que desarrollan sus hijos comienza muy temprano. Los niños cuyas madres responden sensiblemente a sus señales y proporcionan un contacto físico reconfortante son los que responden más fácil y adecuadamente a la aflicción de los otros. Con respecto a la influencia de la experiencia infantil en el modo en que una mujer cuida a su hijo muestra que las mujeres que durante el embarazo presentan una historia de separación de uno o ambos padres antes de los once tienen dificultades maritales y psicológicas después del nacimiento de su bebe, y también problemas con la alimentación y el sueño de sus nos. Otro estudio dice que las mujeres con este tipo de historia en la infancia interactúan significantemente menos con sus primogénitos de cinco meses de edad que las mujeres hay tenido una infancia mas estable. Las madres que provenían de una familia quebrada no solo pasaron como promedio dos veces mas tiempo que las otras madres fuera del alcance de la vista de sus bebes, sino que incluso cuando una de ellas estaba con su bebe, pasaba menos tiempo teniéndolo en brazos, menos tiempo mirándolo y hablándole. Las mujeres cuya infancia ha sido perturbada tienden a entablar con sus niños una menor interacción que la que entablan madres con sus infancias mas felices, en un periodo de la vida de sus bebes en que la cantidad de interacciones que se produce esta determinada casi totalmente por la madre. La experiencia infantil de los progenitores es importante para determinar el modo en que ellos tratan a sus niños. Pero no todas las mujeres con experiencias infantiles malas azotan a sus hijos. ¿Cuál es la diferencia? Las pruebas sugieren que los individuos que gracias a sus primeras experiencias son notoriamente propensos a desarrollar actitudes paternales desfavorables, son mas sensibles de lo normal a lo que les ocurre durante y después del nacimiento de sus bebes. Hay una tendencia a esperar y exigir cuidado y atención por parte de sus propios hijos, en otra palabra de invertir la relación. La mayoría de los padres, y tal vez todos, que esperan que sus hijos se ocupen de ellos han experimentado una crianza inadecuada. Les crean así problemas psicológicos a sus niños. Bowlby sostiene que una relación padre-hijo invertida de este tipo oculta una proporción significativa de casos de rechazo a la escuela, agorafobia y también depresión.
El papel del apego en el desarrollo de la personalidad
Durante la década del ochenta, se descubrieron pruebas con respecto al papel del apego en el desarrollo de la personalidad, para un desarrollo emocional saludable. Algunos rasgos característicos de la teoría del apego La Teoría del apego fue formulada para explicar ciertas pautas de conducta características no solo de los bebes y niños, sino también de adolescentes y adultos jóvenes. La teoría del apego subraya: 1) El estatus primario y la función biológica de los lazos emocionales íntimos entre los individuos, cuya formación y conservación se supone que están controladas por un sistema cibernético situado dentro del sistema nervioso central, utilizando modelos operantes del si- mismo y de la figura del apego en la relación mutua. 2) La poderosa influencia que ejerce en el desarrollo de un niño el modo en que es tratado por sus adres, especialmente la materna. 3) Los actuales conocimientos sobre el desarrollo del bebe y el niño exigen que una teoría de los caminos del desarrollo reemplace a las teorías que ocurren a las bases específicas del desarrollo en las que se afirma que una persona puede quedar fijada y/o a las que puede regresar La primacía de los lazos emocionales íntimos La teoría del apego considera la tendencia a establecer lazos emocionales íntimos con individuos determinados como un componente básico de la naturaleza humana. Durante la infancia se establecen lazos con los padres, o sustitutos de ellos, a los que se recurre en busca de protección, consuelo y apoyo. Es clave para la supervivencia. Durante la adolescencia y la adultez estos lazos persisten, pero son complementados por nuevos lazos. (generalmente de naturaleza heterosexual SEGÚN BOWLBY) Inicialmente, los únicos medios de comunicación entre el niño y la madre se dan a través de la expresión emocional y de la conducta que la acompaña. Aunque posteriormente complementada por el dialogo, la comunicación mediada emocionalmente persistente, sin embargo, como la característica principal de las relaciones intimas a lo largo de la vida. Dentro del marco del apego, por tanto, los lazos emocionales íntimos no se consideran subordinados ni derivados del alimento ni del sexo. Y el apremiante deseo de consuelo y apoyo en situaciones adversas no se considera pueril, como da por sentado la teoría de la dependencia. En lugar de ella, la capacidad de establecer lazos emocionales íntimos con otros individuos es considerada como un rasgo importante del funcionamiento efectivo de la personalidad y de la salud mental. Por lo general, la búsqueda de cuidados es manifestada por un individuo más débil y menos experimentado hacia alguien quien se considera mas fuerte o sabio. Un niño o una persona mayor que desempeña el papel de buscador de cuidados se mantiene dentro del alcance de la persona dadora de cuidados y el grado de proximidad o de fácil accesibilidad depende de las circunstancias: De ahí el concepto de conducta del apego. El acto de proporcionar cuidados tiene tres componentes: 1) El papel mas importante de los padres, complementario de la conducta de apego es considerado de igual manera que la búsqueda de cuidados. 2) Es un componente básico de la naturaleza humana. 3) La exploración del entorno incluyendo el juego y las diversas actividades con los compañeros, es considerada como el tercer componente básico, antitético de la conducta de apego. Cuando un individuo (de cualquier edad) se siente seguro, es probable que explore lejos de su figura del apego. Cuando esta ansioso o cansado o enfermo siente la necesidad de la proximidad. Así consideramos la pauta típica de interacción entre hijos y padres, conocida como exploración a partir de una base segura y descrita por primera vez por Ainsworth. Siempre que sepa que el padre es accesible y que responderá cuando recurra el, el niño sano se sentirá seguro para explorar. La base de un hogar seguro sigue siendo indispensable para el optimo funcionamiento y para la salud mental Durante los primeros meses de vida, el niño muestra muchas de las respuestas que constituyen lo que más tarde será la conducta de apego. Pero la pauta organizada no se desarrolla hasta la segunda mitad del primer año. Desde el momento del nacimiento hay una capacidad para establecer una interacción social y siente placer por hacerlo. En el plazo de unos días es capaz de distinguir entre la figura de la madre y otros mediante el olor de ella y al oír su voz y también por el modo en que ella lo sostiene en sus brazos. Durante el segundo mes, su sonrisa actúa enérgicamente para alentar a la madre en su servicio, y su repertorio de comunicaciones emocionales se extiende rápidamente. El desarrollo de la conducta del apego como un sistema organizado, teniendo como objetivo la conservación de la proximidad o de la accesibilidad a una figura materna discriminada, exige que el niño haya desarrollado la capacidad cognitiva de conservar a su madre en la mente cuando ella no esta presente: Esta capacidad se desarrolla durante los seis meses de vida. Así a los nueve meses el bebe va a llorar cuando se lo deja con una persona desconocida. Durante estos meses el bebe adquiere la capacidad de la representación, y que su modelo operante de la madre se vuelve accesible para él con el fin de establecer comparaciones durante su ausencia y de reconocerla cuando regresa. Una característica importante de la teoría del apego es la hipotesis de que la conducta de apego se organiza mediante un sistema de control dentro del sistema nervioso. El sistema de control del apego mantiene la conexión de una persona con su figura de apego entre ciertos límites de distancia y accesibilidad, usando para ello métodos de comunicación cada vez mas sofisticados. La teoría del apego contiene dentro de si misma una teoría de la motivación que puede reemplazar a las teorías tradicionales que recurren a una construcción postulada de la energía o el impulso. La presencia de un sistema de control del apego y con su conexión con los modelos operantes del si mismo y de la figura o figuras de apego que elabora la mente durante la infancia, son características centrales del funcionamiento de las personalidades a lo largo de vida. (Característica central del funcionamiento de la personalidad)
Pautas de apego y circunstancias que determinan su desarrollo
En la teoría del apego se presta atención al papel que tienen los padres de un niño en el modo en que éste se desarrolla. Depende de como los padres tratan al niñx en la infancia. Hay tres pautas principales del apego: 1) En primer lugar, la pauta del apego segur, en la que el individuo confía en sus padres, serán accesibles, sensibles y colabores si el se encuentra en una situación adversa o atemorizante. Con esta seguridad se atreve a hacer sus exploraciones del mundo. Esta pauta es favorecida por el progenitor, cuando se muestra fácilmente accesible y sensible a las señales de su hijo, y amorosamente sensible cuando se busca protección y consuelo. 2) La segunda pauta es la del apego ansioso, resistente en el cual el individuo esta inseguro de si su progenitor será accesible o sensible, o si lo ayudará cuando se lo necesite. Tiene tendencia a la separación ansiosa, es propenso al aferramiento y se muestra ansioso ante la exploración del mundo. El progenitor se muestra accesible y colaborador en algunas ocasiones, pero no en otras, y por las separaciones y por las amenazas de abandono utilizadas como medio de control. 3) Una tercera pauta es la del apego ansioso elusivo, en el que individuo no confía en que cuando busque cuidados recibirá una respuesta servicial, espera ser desairado. Sin el amor y el apoyo de otras personas, intenta volverse emocionalmente autosuficiente, pueden diagnosticarse como narcisistas. El resultado del constante rechazo de la madre cuando el individuo se acerca a ella a buscar consuelo y de protección. Esto puede ocurrir cuando son maltratados por sus padres en la niñez. Otros se producen en parejas en las que la madre padece una forma grave de enfermedad afectiva bipolar y trata al niño de modo desigual e imprevisible. Incluso otros son manifestados por niños cuyas madres aún están ocupadas por el duelo de una figura paterna durante su infancia y cuyas madres sufrieron tratos físicos malos o abusos sexuales. El conocimiento de los orígenes de estas pautas desviadas confirma de la manera mas clara la posible influencia que ejerce el modo en que los padres tratan al niño sobre la pauta de apego de ésta. El modo en que las madres tratan a su hijo esta estrechamente relacionado con la pauta de apego que el niño mostraba hacia ella dieciocho meses antes. Así la madre de un niño que había mostrado un apego seguro demuestra ser atenta y sensibles a si desempeño y responde a los éxitos y a las dificultades del niño de un modo servicial y alentador. Por el contrario, la madre de un niño que había mostrado inseguridad demuestra ser menos atenta y menos sensible. Al subrayar la enorme influencia que ejerce la madre en el desarrollo del niño, también es necesario considerar que factores la han llevado a adoptar ese estilo de cuidados. Un factor que tiene gran influencia es el grado de apoyo emocional, que ella misma recibe en ese momento, otro es el tipo de cuidados maternos que ella recibió de niña. Los problemas emocionales de los padres tienen su origen en el pasado (relación con Freud)
Persistencia de las pautas
La pauta del apego prevalece. Una vez desarrollada tiende a persistir. Uno de los motivos es que el modo en que un progenitor trata a un niño, sea para bien o para mal, tiende a permanecer invariable. Cada pauta tiende a perpetuarse a sí misma. Las pruebas demuestran que durante los dos o tres primeros años, la pauta de apego es una característica de la relación, si los padres tratan al niño de un modo distinto, la pauta cambiara de acuerdo con ello. La estabilidad de las pautas, cuando tiene lugar, no puede ser atribuida al temperamento innato del niño. Sin embargo, a medida que el niño crece la pauta se convierte cada vez más en una característica del niño mismo, lo que significa que tiende a imponerla. Los resultados de este proceso de internalización son evidentes, muestran que la pauta de apego característica de la pareja madre-hijo, tal como se la valora cuando el niño alcanza los doce meses de edad, puede predecir el modo en que el niño se comportará en un grupo infantil en ausencia de la madre Los que mostraban una pauta ansiosa elusiva probablemente serán descritos como niños emocionalmente aislados, hostiles y antisociales, la pauta ansiosa resistente también son descritos como niños que buscan excesivamente la atención y como niños tensos impulsivos. La pauta de apego evaluada a los doces meses también puede predecir en gran medida las pautas de interacción con la madre cinco años mas tardes. Las primeras pautas de apego son de todos modos fácilmente discernibles a una edad mas avanzada. Así los niños clasificados como seguramente apegados, a los seis años de edad son los que tratan a sus padres de una manera relajada y amistosa, y entablan una conversación fluida. Los niños clasificados como ansiosos resistentes muestran una mezcla de inseguridad, incluyendo tristeza y temor, y de intimidad alternada con hostilidad. En algunos casos, la conducta del niño sorprende al observador por su naturaleza autoconsciente. Como si siempre estuvieran anticipando una respuesta negativa por parte de los padres, intentan congraciarse exhibiéndose. Los niños de seis años clasificados como ansiosos elusivos tienden discretamente a mantener al progenitor a distancia. Su manera de saludar es formal y breve. Se mantiene ocupado con los juguetes, y hace caso omiso o incluso desdeña las iniciativas del progenitor. Los niños que a los doce meses parecen desorganizados y/o desorientados, cinco años mas tarde parecen destacarse por su tendencia a controla o dominar al progenitor, en tratar al progenitor de un modo humillante o rechazante, otra, en ser solicito y protector. Las conversaciones entre ellos son fragmentadas y las frases quedan interrumpidas. Al considerar la persistencia de las pautas de interacción de un niño de seis años con los padres o con otras figuras parentales, surge una pregunta critica: ¿En que medida, a esta edad, las pautas están arraigadas en la personalidad del niño, y en que medida son el reflejo del modo en que los padres aun los tratan? A esa edad ambas influencias operan de manera tal que las intervenciones mas eficaces son las que tienen en cuenta ambas, por ejemplo, mediante la terapia familiar o proporcionando ayuda paralela a los padres y al hijo. Se sabe poco de la influencia sobre el desarrollo de la personalidad sobre la interacción de la madre, y se sabe mas sobre el padre. No resultaría sorprendente que fueran diferentes facetas de la personalidad que se manifiestan en situaciones diferentes y que son influencias de diferente manera. Durante los primeros años de la vida es el más influyente de los dos. Culturalmente, el niño interactúa mas con la madre que con el padre. Una teoría de la internalización La teoría del apego recurre al concepto de los modelos operantes ya descritos del si-mismo y de los padres. Los modelos operantes que un niño construye de su madre y de los modos en que ella se comunica y se comporta con él, y un modelo comparable de su padre, junto con los modelos complementarios de sí mismo en interacción con cada uno, son construidos por el niño durante los primeros años de su vida, y según se postula pronto se establecen como estructuras cognitivas influyentes. El modelo de si-mismo que construye también refleja las imágenes que sus padres tienen de él, imágenes que están comunicadas no solo por el modo en que cada uno lo trata, sino por lo que cada uno le dice. Estos modelos dominan el modo en que se siente con respecto a cada progenitor y con respecto a el mismo, el modo en que espera que cada uno de ellos lo trate, y el modo en que planifica su conducta hacia ellos. También dominan los temores y los deseos expresados en sus ensueños. Una vez construidos, estos modelos de un padre y un si-mismo en una interacción tienden a persistir y se los da por sentado en grado tal que llegan a operar a nivel ICC. A medida que un niño con un apego seguro crece y sus padres lo tratan de un modo diferente, se produce una actualización gradual de los modelos. Las pautas de interacción a las que conducen los modelos, una vez que se han vuelto habituales, generalizadas y en gran medida ICC, persisten en un estado mas o menos no corregido e invariable. La clave para la comprensión de estas diferencias en el grado en que estos modelos quedan actualizados se encuentra en las diferencias en la libertad de comunicación entre la madre y el niño que caracteriza a las parejas de dos tipos. Main describió que la pauta de comunicación entre un niño de seis años y su madre había mostrado una pauta segura de apego, es muy diferente de la observada en una pareja que anteriormente había mostrado una pauta insegura. Mientras que las parejas seguras ocupadas en una conversación fluida se comunicaban con expresiones de sentimientos, las parejas inseguras no. Se supone que estas diferencias en el grado en que la comunicación es libre o restringida son de gran importancia para comprender por que un niño se desarrolla saludablemente y otro presenta perturbaciones. Para que una relación entre dos individuos cualesquiera se desarrolle armoniosamente, cada uno debe ser consciente del punto de vista del otro, de sus objetivos, sus sentimientos y sus intenciones, y cada uno debe ajustar su propia conducta de manera tal que se pueda llegar a una convergencia de objetivo. Esto requiere que cada uno tenga modelos razonables exactos de el mismo y del otro que se actualizan regularmente mediante la libre comunicación entre ellos. Aquí los niños con apego seguro sobresalen. Una vez que nos concentremos en el grado en que la comunicación entre una pareja de progenitor e hijo es fluida o no, pronto se vuelve evidente que, desde los primeros días de vida, el grado de libertad de comunicación en las parejas destinadas a desarrollar una pauta segura de apego es mucho mayor que en las parejas en que no ocurre lo mismo. Madre cuyo bebe se desarrolla de manera segura, es que está controlando continuamente el estado de su señal y actúa de acuerdo con ellas. En contraste, la madre de un bebe que mas tarde presenta un apego ansioso, probablemente controla el estado de su bebe solo de manera esporádica y cuando percibe las señales, responde tardía o inadecuadamente. Además, en el momento en que el bebe cumple el primer año, estas diferencias en la libertad de comunicación se hacen claramente evidentes en el procedimiento de la situación extraña. Cuando el bebe y la madre están a solas, se observo que era mayor la cantidad de parejas seguras que entablaban comunicación directa mediante el contacto visual, la expresión facial y la vocalización, y mostrándose y compartiendo juguetes, que las inseguras. A medida que aumenta la tensión del niño, aumentan las diferencias entre las parejas. También, mientras cada niño clasificado como seguro estaba en comunicación directa con su madre, no solo cuando estaba contento sino cuando estaba afligido, los niños clasificados como elusivos si entablaban una comunicación era solo cuando estaban contentos. A los doce meses, hay niños que ya no expresan a sus madres emociones, ni el deseo de consuelo y tranquilidad que los acompaña Esto representa una grave quiebra de comunicación entre el niño y la madre. Debido a que el modelo de si mismo del niño esta profundamente influido por el modo en que su madre lo considera y lo trata, cada vez que ella deja de reconocerlo, es probable que él deje de reconocerse a si mismo. De este modo, se supone, importantes aspectos de la personalidad en el desarrollo del niño pueden quedar separados, o incomunicados de esos aspectos de su personalidad que la madre reconoce, y a los que responde, lo que en algunos casos incluye rasgos de la personalidad que ella le atribuye erróneamente. La teoría del apego implica el desarrollo diferencial de personalidades persistentes y mentalmente sanas, y también el de las personalidades proclives a la ansiedad y depresión, a desarrollar un falso si mismo o alguna otra forma de vulnerabilidad a la mala salud mental Otro estudio de Main, descubrió una marcada relación entre el modo en que la madre describe sus relaciones con sus padres durante la infancia, y la pauta del apego que su hijo tiene con ella. Mientras la madre de un bebe seguro es capaz de hablar libremente y con ternura de su infancia, la madre de un bebe inseguro no lo es. Se descubrió que probablemente, la madre de un niño seguro afirme haber tenido una infancia razonablemente feliz y se muestre capaz de hablar de ella fácil y detalladamente, dando el debido lugar a los acontecimientos desdichados que puedan haber ocurrido, lo mismo que a los acontecimientos dichosos. Las madres con niños ansiosos elusivos, consiste afirmar de manera generalizada y como una cuestión de hecho que tuvo una infancia feliz, pero no solo es incapaz de proporcionar algún detalle para sustentarlo, sino que puede mencionar episodios que señalan lo contrario. Esa madre insistirá en que no puede recordar nada de su infancia. Una madre que tuvo una infancia feliz probablemente tendrá un hijo que muestre un apego seguro, y que una infancia desdichada, mas o menos disimulada por la incapacidad de recordar, plantea dificultades. Un segundo descubrimiento se trata de madres que afirmaban haber tenido una infancia desdichada pero que sin embargo sus hijos tenían un apego seguro, o que las distingue de las madres de los niños inseguros, es que a pesar de describir un gran rechazo y desdicha durante la infancia y de hacerlo logrando, pueden contar sus historias de manera fluida y coherente en la que los aspectos positivos de sus experiencias reciben el debido lugar y aparecen haber estado integrados con los negativos. Se parecen mas a las madres de los niños seguros, y resultan ser madres excepcionales y dice Bowlby que parecía que habían aceptado su experiencia. Las madres de niños cuyas pautas de apego hacia ellas eran inseguras, y que también describieron una infancia desdichada, lo hicieron sin fluidez ni coherencia: Las contradicciones abundaban y pasan inadvertidas. La madre de un niño seguro en su relación con ella la que afirmaba una incapacidad para recordar su infancia y lo hizo repetida y firmemente. Main llego a la conclusión de que el libre acceso a la información relacionada con el apego y la coherente organización e la misma, desempeñan un papel determinante en el desarrollo de una personalidad segura durante la vida adulta. En el caso de alguien que ha tenido una infancia feliz, probablemente ningún obstáculo le evitara el libre acceso a los aspectos emocionales y cognitivos de dicha información. En el caso de alguien que sufrió gran es dicha o cuyos padres le impidieron notar o recordar los acontecimientos adversos, el acceso a la misma es doloroso y difícil y puede resultar imposible sin ayudar. Cuando una mujer logra retener o recuperar el acceso a esos recuerdos desdichados y los vuelve a procesar de tal manera que puede aceptarlo, se revela que no es menos capaz que una mujer cuya infancia fue desdichada, de responder a la conducta de apego de su hijo de modo tal que éste desarrolle un apego seguro hacia ella. Caminos hacia el desarrollo de la personalidad Existe otro aspecto en la teoría del apego difiere de los tipos tradicionales de la teoría psicoanalítica, su rechazo del modelo de desarrollo en el que el individuo atraviesa una serie de etapas en cualesquiera de las cuales puede quedar fijado, o las cuales puede regresar y su reemplazo por un modelo en el que un individuo avanza a lo largo de uno u otro camino de desarrollo potencial. Algunos de estos caminos son compatibles con el desarrollo saludable, otros se desvían de una u otra dirección por vías incompatibles con la salud. Todas las variables del modelo tradicional que recurre a fases del desarrollo están basadas en el supuesto de que, en alguna fase del desarrollo normal, el niño muestra rasgos psicológicos que en un individuo mayor serian considerados signos de patología. Considerarse que un alto ansioso y aferrado ha quedado fijado o ha regresado a una fase supuesta de oralidad. Los estudios sistemáticos de los bebes del genero humano realizados por sean. Han hecho que este modelo sea insostenible. Las observaciones muestran que, desde el momento del nacimiento, los niños son socialmente sensibles. No muestran un aferramiento ansioso excepto cuando están asustados o afligidos. El modelo de caminos del desarrollo considera que en el momento del nacimiento un bebe tiene una serie de caminos que se abren potencialmente ante él, y que aquel por el cual avanzara esta determinado en cada momento por la interacción del individuo, tal como en ese momento, con el entorno en el que se encuentra. El camino particular por el que avanza está determinado por el entorno en el que se encuentra, s obre todo por el modo en que los padres lo tratan, y por el modo en que él responde. Los niños cuyos padres son sensibles se desarrollan por el camino saludable. Aquellos cuyos padres son insensibles, se desarrollarán por un camino desviado, incompatible con la salud mental, y los que hace vulnerables a depresión. Aunque la capacidad de cambio del desarrollo disminuye con los años, el cambio continuo a lo largo de todo el ciclo vital, de manera que los cambios favorables o desfavorables son siempre posibles. Una persona que nunca es invulnerable a cualquier posible adversidad, y también que nunca es impermeable a las influencias favorables. Es esta persistente a la posibilidad de cambio la que le permite la oportunidad de rechazar una terapia eficaz.