Los Liquenes y La Degradacion
Los Liquenes y La Degradacion
Los Liquenes y La Degradacion
Gamboa Osorio, J.P., Lago González, A., Nieto Iglesias, J., Núñez Estévez, B., Núñez
González, C.
Abstract
Lichens are simbiotic organisms made up by the association between
prokaryotic or eukaryotic algae and fungus. Lichens are pioneer organisms that
are able to settle on almost any kind of substratum. This assessment will
address the damaging effects of their settlement on buildings and monuments,
their role in architectural heritage conservation or deterioration and the
environmental factors that determine the spawn of the more common species.
In addition, there will be considered the cleaning and conservation tecniques
used on the different building materials, and the factors that we should take into
account in order to assess wether or not the lichenic flora should removed from
surfaces.
Los líquenes son asociaciones simbióticas, por lo general, entre ascomicetes y algunos géneros de
algas verdes o cianobacterias. Los miembros fotosintéticos de estas asociaciones suministran los
nutrientes orgánicos y, a su vez, el hongo los protege de condiciones ambientales extremas. Los
miembros fotosintetizadores se denominan fotobiontes y pueden pertenecer a diversos grupos de algas:
cianobacterias, clorófitas y en algún caso algas pardas. Los hongos se denominan micobiontes y en el
98% de los casos son ascomicetes (Paz y Burgaz, 2009). El papel del micobionte en este tipo de
asociación simbiótica, en la mayor parte de los casos, es el de formar la estructura del liquen que se
conoce como talo y, el fotobionte lleva a cabo el papel de nutrición (Paz y Burgaz, 2009). Las
asociaciones simbióticas son uniones entre individuos de diferentes especies que benefician a los dos
organismos implicados; la dependencia puede ser tan fuerte que ninguna de las dos especies es capaz de
sobrevivir sin la otra. Estudios recientes demuestran que en muchas especies, además de los
componentes anteriormente reseñados está presente un basidiomicete unicelular del género Cystobasidium.
El equilibrio de esta asociación reside en las aportaciones que tanto hongo como alga proporcionan
respectivamente. En el caso del alga su desarrollo se ve favorecido por el ambiente más estable que le
proporciona el micobionte y el hongo no cubriría sus requerimientos nutricionales sin las aportaciones
orgánicas del proceso fotosintético del fotobionte (Fig. 1).
Los líquenes han sido capaces de colonizar casi cualquier tipo de medio, desde rocas hasta superficies
metálicas. Barreno y Pérez Ortega (2003a) defienden que la liquenización podría interpretarse como una
de las vías de colonización del medio terrestre por parte de seres heterótrofos, gracias a la adquisición
secundaria de autotrofía.
Según el aspecto que presenta la morfología del talo, se pueden diferenciar seis biotipos de liquen:
fruticulosos, foliáceos, gelatinosos, de talo compuesto, escuamulosos y crustáceos o incrustantes. En este
documento nos centraremos en los líquenes de tipo crustáceo, más exactamente los que crecen en las
rocas denominados líquenes saxícolas; los líquenes epilíticos crecen sobre la superficie rocosa mientras
que los endolíticos se desarrollan en su interior.
Los líquenes crustáceos se caracterizan por estar fuertemente unidos al sustrato, carecen de córtex
inferior y no pueden desprenderse sin romper una parte del medio en el que crecen. Este tipo de líquenes
se sujetan al sustrato por medio de la médula o de un hipotalo (Barreno y Pérez Ortega, 2003b). Entre los
crustáceos se pueden diferenciar los que crecen en superficies leñosas, roca o sobre hojas persistentes.
Los talos liquénicos tienen una serie de características fisiológicas que los diferencian de los hongos no
liquenizados: son poiquilohidros adaptados al medio atmosférico desecante, tienen un crecimiento lento y
gran longevidad, el micobionte adquiere los hidratos de carbono a partir de los sintetizados por el
fotobionte y son capaces de desarrollarse en situaciones extremas. Ello lleva implícito una fisiología muy
concreta y original, así como un ajuste de las estructuras anatómicas y morfológicas relacionadas con su
funcionamiento. Los talos pueden soportar de forma repetida periodos de humectación y desecación sin
que se desnaturalicen las proteínas de membrana de los simbiontes o sin fallos en el funcionamiento de
las mitocondrias o de los plastos (actuando de forma similar a como lo hacen los briófitos).
Se consideran organismos pioneros; los líquenes han sido capaces de colonizar hábitats adversos y de
forma variada y eficaz debidos, en la mayor parte de los casos, a los mecanismos de reproducción que
poseen.
Revista de Bioloxía, UVIGO Volume 9. Ano 2017 77
LOS LÍQUENES Y LA DEGRADACIÓN/ CONSERVACIÓN DEL PATRIMONIO ARQUITECTÓNICO
Figura 2. Roca silícea totalmente cubierta por líquenes, muestra de la gran diversidad
liquénica en un pequeño espacio de roca (fuente http://biologodebota.blogspot.com.es/)
La reproducción asexual es el único mecanismo reproductivo que garantiza que el alga y el hongo se
diseminen en conjunto. El mecanismo más extendido es el de la fragmentación del talo, aunque la forma más
ventajosa es la diseminación de isidios o soredios, propágulos exclusivos de líquenes en zonas costeras,
todavía más susceptibles a la alteración (Carballal et al., 2001) e incluso uno de estos trabajos se refiere a la
reciente colonización por parte de los líquenes en un edificio de reciente construcción, el Centro de Arte
Contemporáneo de Galicia, en Santiago de Compostela (Silva et al. 1997).
En Galicia se han realizado varios estudios relacionados con los procesos de biodeterioro causados por
los líquenes. Cabe destacar, entre entre tratados realizados sobre edificios construidos en roca granítica, que
incluye varias iglesias (Silva et al., 1997), algunas de ellas situadas capacidad de los talos para retener agua;
esto es especialmente importante en los talos de los líquenes crustáceos endolíticos pues provoca que los
granos minerales de la roca se remuevan haciéndolos más vulnerables a cualquier tipo de meteorización, lo
cual conduce inevitablemente a la disgregación de la roca. En ciertos casos, el talo engloba a los granos
minerales dejando una mayor superficie de la roca expuesta a cualquier tipo de degradación biogeoquímica.
En cuanto a la acción química, se debe fundamentalmente al efecto del agua; esta acción se ve
acelerada por la meteorización física de la roca, ya que está más expuesta por la disgregación de los granos
minerales. También la propia respiración celular, debido a la liberación de dióxido de carbono, produce un
efecto acidificante sobre la roca, aunque podría considerarse casi despreciable en comparación con los ácidos
orgánicos liberados por el componente fúngico del liquen.
El ácido oxálico es el principal producto ácido que excreta el hongo, aunque no se produce por todos los
líquenes y depende mucho del tipo de sustrato sobre el que se desarrolla. La interacción de la roca con el
ácido oxálico da lugar a la formación de oxalatos, en especial oxalato cálcico, que forman pátinas de diferentes
colores, dependiendo del tipo de roca sobre la que se asientan. Las pátinas se producen debido a la escasa
solubilidad de los oxalatos, aunque también influyen las condiciones ambientales. Además del oxalato cálcico,
en la interacción liquen-sustrato, también se pueden generar oxalatos férricos, magnésicos, cúpricos y
manganésicos.
En ocasiones no es fácil reconocer si la pátina que se observa sobre la roca es una capa de protección
dada intencionadamente para la conservación de la roca o el producto de su interacción con el organismo
vivo. Para averiguarlo habría que estudiar si la pátina está presente en capas más profundas.
Los líquenes producen diferentes sustancias polifenólicas exclusivas de la simbiosis; que forman parte
de las denominadas sustancias liquénicas. A pesar de su escasa solubilidad y su pH no muy ácido tienen
la capacidad de formar complejos con los iones metálicos que obtienen del sustrato; los líquenes están
considerados como los productores más eficaces de agentes quelantes.
A pesar de los procesos de degradación física y química que ejercen sobre la roca, los líquenes
también pueden llevar a cabo acciones beneficiosas: protegen la piedra de ciertos contaminantes en
estado gaseoso, de la cristalización de las sales al reducir la evaporación actúan a modo de barrera
contra el viento, las gotas de la lluvia y los cambios de temperatura.
Considerando estos factores, en las rocas graníticas no está muy claro hasta qué punto los líquenes
alteran o protegen la roca. En el mármol y en las calizas sí se aprecia un mayor grado de degradación.
Algunos autores consideran que los líquenes no degradan los monumentos y resto de obras de arte, sino
que los consideran como un valor estético añadido.
Figura 3. Dimelaena oreina, liquen sobre rocas silíceas en la cuenca mediterránea (fuente:
http://elrincondelrio.blogspot.com.es/
Los géneros Lecanora y Placynthium se desarrollan sobre sustratos calcáreos, entre los que se incluyen el
hormigón, los cementos y las argamasas. Por el contrario, los géneros Umbilicaria, Xanthoparmelia y
Pseudephebe prefieren sustratos de naturaleza silícea.
Otros elementos como el hierro y el magnesio de una roca también condicionan el desarrollo de los
líquenes.
Las características físicas entre las que se encuentra dureza, porosidad y facilidad de exfoliación de la
roca, determinan la velocidad de crecimiento del talo. La dureza de una roca condiciona la capacidad del
talo para la obtención de iones y, por tanto, puede ralentizar el crecimiento del liquen. La porosidad
influye en la capacidad de retención de agua, que juega un importante papel en la discriminación de
especies. La exfoliación y estabilidad de una roca determinan la permanencia de los talos y, en
consecuencia, su longevidad.
El color influye sobre la cantidad de energía que la roca capta de la radiación solar y, por consiguiente,
provoca variaciones en la temperatura del sustrato.
El pH del sustrato afecta a la formación de iones lo que influye en varios aspectos de la biología del
liquen, como la alteración química de la roca. Las rocas calcáreas tienen un pH básico mientras que las rocas
silíceas tienen un pH ácido. Esta diferencia es el principal motivo por el que presentan comunidades de
líquenes muy diferentes (Fig. 4).
Podemos decir en, conclusión, que las características físicas y químicas de las rocas y de otros
sustratos minerales ejercen una fuerte influencia sobre las poblaciones de líquenes que viven sobre o
dentro de ellas, al igual que las condiciones climáticas de las regiones en las que se desarrollan.
Debe controlarse cada fase del proceso de limpieza, ha de ser graduable y selectiva, pudiéndose
eliminar exactamente lo que se desea; tampoco debe originar sustancias agresivas que condicionen la
durabilidad y conservación de las superficies, como por ejemplo sales solubles o expansivas. Además, no
debe producir modificaciones, microfracturas o fuertes abrasiones sobre la superficie limpia, pues podría
acelerar el deterioro debido al aumento de la porosidad superficial ya que todos los procesos físicoquímicos
de alteración de los materiales se encuentran directamente vinculados a la porosidad. También es importante
señalar que la limpieza debe eliminar en lo posible toda la materia orgánica, pues la presencia de residuos
orgánicos facilitará la colonización de otros microorganismos (Fig. 6).
El crecimiento de seres vivos sobre la piedra puede llegar a producir daños de diversa consideración. El
problema de las colonias de biocolonizadores es que, aunque suelen ser fáciles de eliminar, si permanecen las
condiciones favorables para su desarrollo vuelven a aparecer al cabo de un corto tiempo. La única solución es
un mantenimiento periódico (Fig. 7).
En todos los casos, la limpieza, al igual que las demás tareas de restauración y conservación, debe
ser realizado por personal especializado, que conozca los límites y posibilidades del método empleado,
porque, aunque la técnica elegida debe ser adecuada, el éxito de la limpieza depende más de la pericia de
los operadores.
Algunos de los procedimientos utilizados en la limpieza de monumentos en Europa contra las colonias
de líquenes son hipoclorito de litio en solución acosa al 2%, seguida de la aplicación de un detergente
neutro, para terminar con un tratamiento a base de triazina, que puede generar sales peligrosas, por lo
que hay que tomar las debidas precauciones (García de Miguel, 2009)
El uso de biocidas siempre implica un riesgo de manipulación y para el medio ambiente derivado de su
toxicidad. Su eficacia se ve limitada en el tiempo, por lo que un buen programa de mantenimiento
constituye el biocida más seguro y eficaz.
Las primeras propuestas de actuación deben dirigirse a reducir la humedad y la contaminación. Para
ello, es importante efectuar el drenaje del subsuelo y reparación de cubiertas.
En cuanto a los trabajos de rejuntado, en primer lugar se eliminan las zonas reintegradas en las
intervenciones anteriores con mortero de cemento o de resina, al igual que se elimina el polvo, el hollín,
materiales orgánicos e incluso los morteros descompuestos o degradados. Los trabajos de repicado se
pueden realizar antes o después de la limpieza. Y tras la realización de algunas pruebas con métodos
manuales y mecánicos (el material degradado se elimina hasta alcanzar el material sano), se ha llegado a
la conclusión de que estos últimos son más precisos.
A continuación, las caras internas de la sillería se desengrasan con disolventes (alcohol tricloroetileno,
etilo) y se humedecen con el fin de prepararlos adecuadamente para el rejuntado posterior. Para
empezar, se humedece la superficie con agua desionizada; sobre ella se aplica el mortero base con
espátula, pasando una esponja al empezar su fraguado para conseguir una superficie más rugosa y de
mejor adherencia a la capa de mortero de acabado. Luego, tras humedecer de nuevo la superficie con
agua desionizada, se ejecuta el mortero de acabado final y, cuando éste inicia su fraguado y se presenta
“tirante”, se cepilla la superficie de las juntas antes de que se cure el mortero con el fin de sacar el grano
y conseguir la textura adecuada. Ha de identificarse el tipo de mortero original (tabla 2) para realizar los
ensayos compositivos con el objetivo de reponerlo en aquellas juntas donde ha sido eliminado o en casos
en que se haya usado la junta resaltada, puesto que este tipo de junta actúa como soporte ante una
acumulación de polvo y contaminación (origen de graves degradaciones). Para ello, se realiza una “junta
enrasada cóncava” evitando así la retención de agua y, por tanto, la aparición de pátina biogénica
(biodeterioro), y la formación de costra negra.
En lo que respecta a la consolidación, el material utilizado es un agente consolidante líquido que debe
penetrar profundamente en la piedra, mejorando su cohesión interna, la adhesión entre las partes
dañadas y aquellas no alteradas. La finalidad del consolidante es reducir la porosidad del material, para
disminuir su susceptibilidad al ataque químico del agua y a su vez la colonización de organismos
(líquenes y algas). Se recomienda usar un consolidante compuesto por ésteres etílicos del ácido silícico y
polixiloxanos oligoméricos, disueltos en aguarrás mineral para un óptimo grado de absorción hasta el núcleo
sano de la piedra. Los ésteres etílicos reaccionan y se transforman el gel de sílice y alcohol etílico. Muchos de
los productos utilizados comúnmente como consolidantes tienen propiedades hidrorrepelentes hidrofugantes,
lo que les confiere un efecto protector.
La consolidación sobre sillares depende del estado de conservación en que se encuentren. Las
aplicaciones del consolidante se realizan con el soporte totalmente seco y el producto se deja actuar durante
un tiempo hasta que complete su reacción. Para después proceder a la hidrofugación (Fig. 9).
Se utilizan productos químicos hidrofugantes que, sin cambiar el aspecto del monumento, evitan la
penetración del agua en los poros de la piedra, ralentizando los fenómenos de degradación. Sin embargo,
estos productos tienen una duración limitada en el tiempo, y necesitan mantenimiento periódico que
garantice su eficacia. Para seleccionar el tratamiento de hidrofugado más idóneo, se deben ensayar in
situ o en laboratorio varios productos hidrofugantes, y se determinan distintas propiedades para su
evaluación (ganancia de peso, profundidad de penetración del producto, cambio de color, ángulo de
contacto y permeabilidad al vapor de agua). El modo de aplicación es también un parámetro a tener en
cuenta en el proceso; puede ser por nebulización de la superficie, aplicado por impregnación (para
asegurar su penetración en la piedra y el cierre de la porosidad aparente superficial) o directamente con un
rodillo y en varias manos consecutivas; este último sistema garantiza mayor penetración del hidrofugante en el
soporte. Para que el tratamiento sea aceptable, el producto aplicado debe proteger la piedra del agua de la
lluvia y de la humedad del ambiente, manteniéndola al mismo tiempo permeable frente a la humedad que
pueda proceder de su interior. Es importante que no altere el aspecto de la piedra y su estabilidad cromática.
• Control de las vías de drenaje del agua, de la humedad en la piedra y del biodeterioro.
• Estado y evolución de los elementos consolidados y adheridos.
• Valoración de la capacidad hidrorrepelente.
• Evolución del aspecto de la superficie: grado de limpieza, aparición de disgregaciones.
Bibliografía
Alexopoulos, C. J., Mims, C.W. y Blackwell, M. (1996) Introductory Mycology, 4ª edición, New York. John Wiley & Sons, Inc,.: 382
391.
Alonso, F. J.; Esbert, R. M.; Ordaz, J. y Vázquez, P. (2006) Análisis del deterioro en los materiales pétreos de edificación.
ReCoPaR, 3: 2332. Recuperado de: http:// polired.upm.es/ index.php/recopar/article/download/2131/2209 [consultado el 4 de
diciembre del 2016].
Barreno, R. E., y PérezOrtega, S. (2003a) Biología de los líquenes. Oviedo. KRK ediciones. Recuperado de:
http://www.uv.es/barreno/Biologia_de_los_liquenes.pdf, [consultado el 9 de diciembre del 2016]
Barreno, R. E. Y PérezOrtega S. (2003b) Líquenes de la Reserva Natural Integral de Muniellos, Asturias. Oviedo. Grafinsa: 8389.
Caneva, G., Nugari, M. P., y Salvadori, O. (2000) La Biología en la Restauración. Guipúzcoa. Edita Nerea.
Carballal R., PazBermúdez G., SánchezBiezma M.J., Prieto B. (2001) Lichen colonization of coastal churches in Galicia:
biodeterioration implications. International Biodeterioration & Biodegradation, 47: 157163.
De Paz, G.A., y Burgaz, A. R. (2009) Líquenes epifíticos del Hayedo de Montejo de la Sierra (Madrid), Madrid. Editorial Universidad
Complutense. Recuperado de: https://revistas.ucm.es/index.php/ BOCM/article/download/.../6539 [consultado el 9 de diciembre
del 2016].
Esbert, R.M., Rojo, A., Alonso, F.J., Mateos, F., Ordaz, J., y Valdeón, L. (2004) La restauración de la torre y el claustro de la
catedral de Oviedo. Oviedo. Ediciones Nobel.
García de Miguel, J.M. (2009). Tratamiento y conservación de la piedra, el ladrillo y los morteros. Madrid. Edita Consejo General de
la Arquitectura Técnica de España.
Nash III T. H., editor (2008) Lichen biology. Cambridge University Printing House: 236241 (2ª edition).
León, R. V. (2015) Análisis de la acción alterante de los líquenes sobre materiales pétreos de edificios de la ciudad de Toluca.
México D.F. Universidad Autónoma de México. Tesis doctoral (inédita).
LEMIT (Laboratorio de entrenamiento multidisciplinario para la investigación tecnológica) (2002) Hidrolavado de superficies
colonizadas por líquenes en monumentos y edificios históricos. Recuperado de:
http://digital.cic.gba.gob.ar/bitstream/handle/11746/221/58Rosato.pdf?sequence= 1&isAllowed=y [consultado el 9 de diciembre del
2016].
M. Brodo I. y Duran Sharnoff S. (2001) Lichens of North America, Yale University Press, New Haven y Londres, 45, 47, 50.
Mileto, C., y Cervera Arias, F. (2003). La restauración de las Torres de Serranos de Valencia. Logia, Arquitectura y Restauración
1415: 114143. Recuperado de: http://polipapers.upv.es/index.php/ loggia/article/view/3561/3791 [consultado el 9 de diciembre
del 2016].
MNCN (Museo Nacional de Ciencias Naturales) (2013) Es posible reducir la cantidad de biocidas utilizados para combatir el
biodeterioro de monumentos. Recuperado de:
http://www.mncn.csic.es/InformacinGeneralContacto/Blog_Biodeterioro_y_accion_de_biocidas/seccion=1235&idioma=es_ES&id
=2013021415580001&activo=12.do [consultado el 9 de diciembre del 2016]
Negros, A. D. C. (2010). ANEXO II. El abrigo de ciervos negros (Moratalla, Murcia). Murcia. Tres Fronteras Ediciones.
PRIETO, B. (1996). Biodeterioro de rocas graníticas. Contribución de los líquenes al deterioro del patrimonio monumental
construido. Universidad Santiago de Compostela. Tesis doctoral (inédita).
PuyAlquiza, M. J., Gómez Peralta, M., MirandaAvilés, R., ReyesZamudio, V., SalazarHernández, M., y Ordaz Zubia, V. Y.
(2015). El rol de las comunidades de líquenes en el deterioro superficial de su substrato rocoso: estudio de la interfase liquen
roca en dos monumentos históricos de la ciudad de Guanajuato, México. Acta Universitaria, 25(4): 3547.
Silva B., Prieto B., Rivas T., SanchezBiezma M. J., Paz G. y Carballal R. (1997) “Rapid Biological Colonization of a Granitic
Building by Lichens”. International Biodeterioration & Biodegradation 40: 263267.