DJ 2015 203 Resumen Introductorio

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Coleccion: Dialogo con la Jurisprudencia - Tomo 203 - Articulo Numero 1 - Mes-Ano: 8_2015

RESUMEN INTRODUCTORIO

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La Sala Civil Permanente de la Corte Suprema en la Casación N° 3657-2012-Cusco señaló que se


configura la imposibilidad jurídica del objeto, cuando el acto jurídico celebrado coincide con su
ilicitud o tiene un resultado jurídico no previsto por el ordenamiento jurídico, pues todo lo que no
está permitido por este o que atente contra el orden público y las buenas costumbres deviene en
ilícito y, por tanto, imposible jurídicamente de ser celebrado. Este fallo es criticado por diversos
especialistas, quienes consideran que el criterio de la Corte Suprema es errado.

RESOLUCIÓN

CAS. Nº 3657-2012-CUSCO

Nulidad del acto jurídico. Intervención coadyuvante. El coadyuvante, interviene en un determinado


proceso judicial, a fin de evitar el perjuicio jurídico que pueda ocasionarle los efectos reflejos de la
cosa juzgada, ante una posible sentencia en contra de la parte principal a quien coadyuva; razón por
la cual, la decisión jurisdiccional que resuelve la materia controvertida, no puede recaer
directamente en la situación jurídica del aquel que interviene con la calidad de coadyuvante.
Artículo 97 del Código Procesal Civil.

Lima, uno de abril de dos mil catorce

LA SALA CIVIL PERMANENTE DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA


REPÚBLICA

Vista la causa número tres mil seiscientos cincuenta y siete del dos mil doce, con sus acompañados;
en audiencia pública realizada en la fecha y producida la votación correspondiente, emite la
siguiente sentencia:

ASUNTO: En el presente proceso de nulidad de acto jurídico, Ana Lilia Anaya Luza y Juana Rozas
Enríquez, han interpuesto recurso de casación mediante escritos de fojas mil ochocientos cincuenta
y dos y mil ochocientos ochenta y tres, respectivamente, contra la sentencia de vista del veintiséis
de julio de dos mil doce, expedida por la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Cusco.

(…)

III. FUNDAMENTOS DE ESTA SALA SUPREMA:

1. Corresponde mencionar, de manera preliminar, que la función nomofiláctica del recurso de


casación garantiza que los Tribunales Supremos sean los encargados de salvaguardar el respeto del
órgano jurisdiccional al derecho objetivo, evitando así cualquier tipo de afectación a normas
jurídicas materiales y procesales, procurando, conforme menciona el artículo 384 del Código
Procesal Civil, la adecuada aplicación del derecho objetivo al caso concreto. Debiendo precisarse
que, sin desconocer los fines del recurso de casación, ni los fundamentos del recurso extraordinario,
este Supremo Tribunal se encontrará legalmente facultado para realizar un análisis respecto a la
pretensión postulada y a los juicios de valor emitidos tanto por el a quo como por el ad quem en
cuanto al fondo de la materia controvertida. 2. Análisis de las infracciones normativas denunciadas
por Ana Lilia Anaya Luza. 2.1. Según se advierte del auto calificatorio de fecha siete de junio de
dos mil trece, este Supremo Tribunal ha declarado procedente el recurso de casación interpuesto
por Ana Lilia Anaya Luza por la causal consistente en la infracción normativa del artículo 139
inciso 31 de la Constitución Política del Perú, concordante con el artículo I2 del Título Preliminar
del Código Procesal Civil, artículo 973 del Código Procesal Civil y artículo 220 del Código Civil.
Dicho recurso tiene como alegato esencial que, la Sala Superior no ha considerado su condición de
litisconsorte coadyuvante, por lo que los efectos del proceso no pueden afectarle, sin embargo, con
lo resuelto en la sentencia se le ha generado una afectación directa, más aún que en el proceso no ha
sido parte procesal como demandado que garantizaría su derecho de defensa, reduciéndose su
intervención a solamente coadyuvar en la defensa de la demandada (sic). 2.2. En tal sentido, como
premisa base, debe entenderse que la intervención coadyuvante, como acumulación subjetiva
sucesiva, constituye aquella figura procesal que permite la intervención en el proceso de quien,
teniendo una relación material con una de las partes, busca obtener una sentencia favorable porque
puede verse afectada con la misma de manera refleja; de tal forma que su participación es como
parte accesoria, auxiliar o secundaria en el proceso, al no haber incoado pretensión propia, haciendo
suya la pretensión de quien coadyuva, es decir, actúa subordinadamente para defender las razones
de un derecho ajeno. Como es de verse, esta clase de intervención se configura cuando un tercero,
teniendo un interés jurídico relevante, coincidente con el derecho alegado por cualquiera de las
partes originarias, participa en el proceso con el objeto de coadyuvar al éxito de la pretensión o de
la contradicción. 2.3. Siendo así, el tercero coadyuvante carece de legitimación procesal para litigar
frente al adversario de la parte con quien se adhiere o coadyuva; razón por la cual, la decisión
jurisdiccional que resuelve el fondo de la materia controvertida no podrá directamente recaer
dañosamente en la situación jurídica de aquel que viene interviniendo en calidad de coadyuvante;
ello encuentra sustento, en que la injerencia de un tercero en un proceso pendiente entre otras
personas se realiza con el fin de evitar el perjuicio jurídico que pueda ocasionarle, como
consecuencia de los efectos reflejos de la cosa juzgada, que le podría ocasionar ante la derrota
procesal de una de las partes. 2.4. Siguiendo ese línea de razonamiento, en el presente caso, la hoy
recurrente, Ana Lilia Anaya Luza, mediante resolución número ciento dieciocho, del cuatro de
diciembre de dos mil nueve, obrante folios un mil trescientos cuarenta y cinco, fue integrada al
presente proceso a fin de que intervenga como coadyuvante de la demandada Juana Rozas
Enríquez; ello debido a que, al ostentar un interés jurídico relevante sobre la materia controvertida,
coincidente con el derecho alegado por aludida demandada, se le dio la facultad de participar (en el
estado en que se encontraba el proceso) solamente con el objeto de coadyuvar al éxito de la defensa
instaurada contra la presente demanda de nulidad de acto jurídico. Sin embargo, tal como se
advierte de uno de los extremos de la sentencia de vista impugnada, la Sala Superior bajo el
argumento de aplicar el principio procesal del iura novit curia, afecta directamente la situación
jurídica de la recurrente Ana Lilia Anaya Luza, al resolver de oficio: “(...) nulo el acto jurídico de
compraventa de derecho y acciones y escritura pública que lo contiene de fecha once de junio de
dos mil siete que corre a fojas novecientos veintiséis, otorgado por Juana Rozas Enríquez del 50 %
de derechos y acciones del inmueble número 595 de la Calle Fierro esquina con avenida Arcopata a
favor de Ana Lilia Anaza Luza, y nula la inscripción registral contenido en el asiento número 32 de
la Partida Nº 02017532, inscrito en fecha veintiuno de junio de dos mil siete (folio 937),
disponiéndose su cancelación (...)”; decisión jurisdiccional que, claramente desnaturaliza la
intervención procesal coadyuvante con la cual la mencionada recurrente ha venido participando en
el presente proceso, consistente únicamente en evitar los efectos reflejos del perjuicio jurídico que
le pueda ocasionar una sentencia en contra de la parte procesal principal que viene coadyuvando.
Razón suficiente para concluirse que se ha vulnerado lo prescrito en el artículo 973 del Código
Procesal Civil 2.5. Asimismo, con base en lo expuesto, el pronunciamiento revisor ordinario antes
expuesto constituye de por sí una extralimitación a la potestad oficiosa nulificatoria que le confiere
a todo magistrado el artículo 2204 del Código Civil; pues, el ad quem, al haber resuelto en contra la
situación jurídica de quien en el presente proceso carece de legitimación procesal para litigar frente
al adversario de la parte con quien se adhiere o coadyuva, no ha tomado en cuenta que, con tal
decisión, ha vulnerado el derecho a un debido proceso de la recurrente Ana Lilia Anaya Luza;
quien, a partir de su incorporación en el trámite del presente proceso, solamente ha efectuado los
actos procesales concernientes a su propia condición de tercero coadyuvante, esto es, no ha tenido
la oportunidad de efectuar la defensa correspondiente a fin de evitar que la materia puesta en
controversia le afecte directamente, como ha ocurrido en el presente caso. 2.6. En consecuencia,
este Supremo Tribunal considera inadecuada la decisión adoptada por el ad quem, lo que nos
permite concluir que el recurso extraordinario de casación interpuesto por Ana Lilia Anaya Luza,
debe ser declarado fundado, solamente contra el extremo tercero de la sentencia de vista que
resuelve: “(...) 3. De oficio declaran nulo el acto jurídico de compraventa de derecho y acciones y
escritura pública que lo contiene de fecha once de junio de dos mil siete que corre a fojas
novecientos veintiséis, otorgado por Juana Rozas Enríquez del 50 % de derechos y acciones del
inmueble número 595 de la Calle Fierro esquina con avenida Arcopata a favor de Ana Lilia Anaza
Luza, y nula la inscripción registral contenido en el asiento número 32 de la Partida Nº 02017532,
inscrito en fecha veintiuno de junio de dos mil siete (folio 937), disponiéndose su cancelación (...)”.
3. Análisis de las infracciones normativas denunciadas por Juana Rozas Enríquez. 3.1. Según se
advierte del auto calificatorio de fecha siete de junio de dos mil trece, este Supremo Tribunal ha
declarado procedente por las causales consistentes en la infracción normativa de los artículos 219,
inciso 35, 220, 9236, 20137 y 20148 del Código Civil e infracción normativa del artículo 6739
Código Procesal Civil; interpone estos agravios, contra los extremos segundo y tercero de la
sentencia de vista, en que se resuelve: “2. Revocar, el extremo de la misma sentencia, que resuelve
declarar infundada la demanda sobre nulidad de acto jurídico, nulidad del documento que lo
contiene y la nulidad de inscripción registral; y reformándola la declara fundada en estos extremos,
en contra de María Lily Paliza Becerra y de la tercera coadyuvante Ana Lilia Anaya Luza; en
consecuencia, declarada: a) Nulo el acto jurídico de compraventa de derechos y acciones y escritura
pública que lo contiene de fecha uno de diciembre de dos mil, otorgado por María Lily Paliza
Becerra a favor de Juana Rozas del 50 % de derechos y acciones del inmueble número 595 de la
calle Fierro esquina con avenida Arcopata. b) Nula la inscripción registral, contenido en el asiento
número 28 de la Ficha Registral Nº 6410-A, Partida Nº 02017532 (folios 132 y 936) del registro de
predios de esta ciudad de la Oficina Registral Inka, inscrito el cinco diciembre de dos mil,
disponiéndose su cancelación. 3. De oficio declaran nulo el acto jurídico de compraventa de
derecho y acciones y escritura pública que lo contiene de fecha once de junio de dos mil siete que
corre a fojas novecientos veintiséis, otorgado por Juana Rozas Enríquez del 50 % de derechos y
acciones del inmueble número 595 de la Calle Fierro esquina con avenida Arcopata a favor de Ana
Lilia Anaza Luza, y nula la inscripción registral contenido en el asiento número 32 de la Partida Nº
02017532, inscrito en fecha veintiuno de junio de dos mil siete (folio novecientos treinta y siete),
disponiéndose su cancelación (...)”. Como es verse, si bien el presente recurso de casación en
análisis se encuentra dirigido contra los extremos resolutivos segundo y tercero de la sentencia de
vista impugnada; sin embargo, dado que en el punto 2.7 de la presente sentencia, se ha concluido
por declarar fundado el recurso de casación de Ana Lilia Anaya Luza contra el extremo tercero de
la parte resolutiva de la cita sentencia de vista; es que, en el presente punto dicho extremo
resolutivo no será examinado; por tal razón, las infracción denunciada dirigida contra dicho
extremo resolutivo, consistente en el artículo 220 del Código Civil, tampoco será materia de
análisis. 3.2. En tal sentido, siendo que la presente demanda de nulidad de acto jurídico ha sido
estimada en contra de la recurrente, Juana Rozas Enríquez, al concluirse que el acto jurídico de
compraventa y escritura pública que lo contiene, del uno de diciembre de dos mil, otorgado por
María Lily Paliza Becerra a favor de Juana Rozas del 50 % de derechos y acciones del inmueble Nº
595 de la calle Fierro esquina con avenida Arcopata, es nula por las causales de fin ilícito y por
contener un objeto jurídicamente imposible. Es que, a fin de resolver las infracciones denunciadas,
resulta necesario precisar algunos conceptos con respecto a dichas causales, a fin de llegar a una
conclusión valedera sobre la presente materia controvertida. 3.3. En principio, en cuanto al fin
lícito, como un requisito para la validez del acto jurídico regulado en el inciso 3 del artículo 140 del
Código Civil10; nuestro sistema jurídico civil, ha adoptado una concepción neocausalista de la
causa, que es una variante de las teorías subjetivas, por las cuales la causa debe entenderse
únicamente como los móviles o motivos determinantes, personales y subjetivos que han llevado al
sujeto a celebrar un acto jurídico, móvil este que será distinto en cada acto jurídico concreto que se
celebre según las partes intervinientes; empero, tal concepción nos puede llevar a confundir entre lo
que se debe entender por fin o causa y los motivos. Para superar tal confusión, debe considerarse al
fin o causa dentro de una concepción unitaria, que es la imperante en la actualidad en la doctrina
civilista, la misma que señala que la causa es un único elemento, que cuenta con dos aspectos
objetivo y subjetivo. Así tenemos que, desde un punto de vista objetivo, la causa tal como debe
entenderse en nuestro ordenamiento jurídico, será la función jurídica con base en la función
socialmente razonable y digna que desempeña el acto jurídico; y desde el punto de vista subjetivo,
la causa será el propósito práctico de las partes integrado por los móviles comunes y determinantes
de la celebración del acto jurídico, es decir lo que las partes persiguen con la celebración de este.
Con lo cual, para determinar la existencia de nulidad del acto jurídico por ilicitud del fin, no se
deberá de tener en cuenta el aspecto objetivo del acto jurídico celebrado, pues todo acto jurídico
siempre persigue una función jurídica y socialmente razonable de acuerdo al ordenamiento jurídico
(en dependencia con cada tipo de contrato); sino, al aspecto subjetivo del mismo, es decir a los
propósitos prácticos de las partes, integrados por los móviles comunes y determinantes que las han
llevado a la celebración del acto jurídico, los mismos que deben ser contrarios no solamente al
propio ordenamiento jurídico, sino contrario también al orden público o a las buenas costumbres.
En esa línea de razonamiento; el fin ilícito, como causal de nulidad del acto jurídico, se configurará
cuando la manifestación de voluntad no se dirige a la producción de efectos jurídicos que puedan
recibir tutela jurídica, pues la intención evidenciada del o de los celebrantes del acto jurídico es
contraria no solamente al ordenamiento jurídico, sino también al orden público y a las buenas
costumbres. 3.4. En cuanto, a la causal de nulidad del acto jurídico por objeto jurídicamente
imposible; debe tenerse en cuenta que, nuestro Código Civil en su artículo 140, inciso 2, exige
como requisito de validez del acto jurídico, que el objeto sea física y/o jurídicamente posible; de tal
forma que, el código ha incorporado la noción de objeto del acto jurídico entendido como la
prestación debida, esto es como el comportamiento que deberá realizar una de las partes frente a la
otra; en otras palabras, el objeto del acto jurídico deberá ser entendido como el conjunto de
preceptos o reglas que la parte o las partes manifiestan a fin de conseguir un resultado con efectos
en el ordenamiento jurídico. De tal forma que este objeto, preexiste como un elemento esencial
sobre la base del cual se estructuran los negocios jurídicos, siendo que ante su ausencia se desvirtúa
totalmente la materialización del negocio mismo. Ahora, cuando nuestro Código Civil hace
referencia a la “posibilidad jurídica” del acto jurídico, se está refiriendo a la conformidad de la
relación jurídica con el ordenamiento jurídico; es decir, el acto debe constituir un medio legalmente
idóneo para surtir los efectos que, como fin, se propone el agente del acto, por ello es que será
imposible el acto jurídico por inmoral el hecho prohibido por la ley, o el hecho contrario a las
buenas costumbres o al orden público. En conclusión, nos encontraremos ante una imposibilidad
jurídica del objeto, cuando el acto jurídico celebrado coincide con la ilicitud del mismo o tendrá un
resultado jurídico no previsto por el ordenamiento jurídico; puesto que, todo lo que no está
permitido por el ordenamiento jurídico o que atente contra el orden público y las buenas
costumbres deviene en ilícito, y por tanto, imposible jurídicamente de ser celebrado. 3.5. En
consecuencia, y con base en lo expuesto precedentemente, corresponde ahora exponer los hechos
materia de la presente controversia, a fin de llegar a un conclusión si en efecto el acto jurídico de
compraventa del uno de diciembre de dos mil, por las causales aplicadas en la sentencia de vista
impugnada. En tal sentido, de la revisión de los medios probatorios admitidos, actuados y valorados
en primera y segunda instancia, se advierte la existencia de los siguientes medios de prueba
relevantes:

i. Por escritura pública imperfecta, del once de junio de mil novecientos ochenta y seis, que obra a
folios cuarenta y dos del expediente principal, la hoy demandada María Lily Paliza Becerra, por
derecho propio y en representación de sus hermanos: Roberto, Gumersindo, Carmen Lovatón y
Eduardo Paliza Becerra, transfiere el 50% de derecho y acciones del bien inmueble ubicado en calle
Fierro número 595, distrito, provincia y departamento del Cusco, a favor de la hoy demandante
Nazaria Illapuma Quispe.

ii. Nazaria Illapuma Quispe y Teófilo Ramos Puma, a través del proceso de otorgamiento de
escritura pública, tramitado en el Expediente Nº 1600-85 (acompañado al expediente principal)
contra María Lily Paliza Becerra y otros, obtuvieron que se ordene el otorgamiento de la escritura
pública de la compraventa celebrada el once de junio de mil novecientos ochenta y seis (vía
escritura pública imperfecta), tal como se advierte de la sentencia de primera instancia, del quince
de noviembre de mil novecientos noventa y seis, obrante a folios setecientos noventa y tres, de la
sentencia de vista confirmatoria, del treinta de enero de mil novecientos noventa y siete, obrante a
folios ochocientos cincuenta y siete y de la resolución suprema que declara improcedente el recurso
de casación, del tres de octubre de mil novecientos noventa y siete de folios ochocientos sesenta y
cinco, todos ellos corrientes en el referido expediente acompañado. Siendo ejecutado dicho
pronunciamiento jurisdiccional, tal como se aprecia de la escritura pública del doce de enero de dos
mil uno, obrante a folios catorce del expediente principal.

iii. Nazaria Illapuma Quispe y Teófilo Ramos Puma, a fin de salvaguardar su derecho pretendido en
el proceso de otorgamiento de escritura pública, antes expuesto, vía mandato judicial se inscribe la
medida cautelar de anotación de demanda de otorgamiento de escritura pública, con fecha veintitrés
de julio de mil novecientos ochenta y cinco, tal como se advierte de la copia certificada del folio 22
del tomo 208 de la Partida Nº 02017532, de la Zona Registral Nº X sede Cusco, obrante a folios
veintinueve.

iv. La demandada, María Lily Paliza Becerra, adquirió la propiedad del 50 % del bien inmueble
ubicado en calle Fierro número 595, distrito, provincia y departamento del Cusco, como
consecuencia del proceso de retracto instaurado en contra Nazaria Illapuma Quispe, Teófilo Ramos
Puma y otros, en el Expediente Nº 2004-86 (acompañado al expediente principal), tal como se
advierte de la sentencia estimatoria del trece de enero de mil novecientos noventa y cuatro, de fojas
seiscientos noventa de dicho expediente, y confirmada mediante sentencia de vista, del once de
abril de mil novecientos noventa y cuatro, obrante a fojas setecientos cincuenta y siete del mismo
expediente acompañado. Y, como consecuencia de ello, a fin de hacer efectivo tal mandato
jurisdiccional, se le otorgó a dicha demandada, la “Escritura Pública de subrogación de
compradores de acciones y derechos”, del uno de junio de mil novecientos noventa y cinco, inserta
a folios setenta y ocho. Acto que se encuentra debidamente inscrito desde el trece de julio de mil
novecientos noventa y cinco, en el asiento 24 de la Partida Nº 02017532 de la Zona Registral Nº X
sede Cusco, obrante folios ciento treinta.

v. La demandada, María Lily Paliza Becerra, mediante escritura pública de anticipo de legítima, del
cuatro de febrero de mil novecientos noventa y ocho, obrante a folio veintiséis del expediente
principal, transfiere el 50 % a favor de Erver R. Córdova Paliza, del bien inmueble ubicado en calle
Fierro número 595, distrito, provincia y departamento del Cusco. Acto que se encuentra inscrito en
los registros públicos desde el seis de febrero de mil novecientos noventa y ocho, en el asiendo 27
en la Partida Nº 02017532, de la Zona Registral Nº X sede Cusco, obrante a folio ciento treinta y
uno.

vi. La demandada, María Lily Paliza Becerra, mediante escritura pública de compraventa, del uno
de diciembre de dos mil, inserta a folios veinticuatro del expediente principal, transfiere a favor de
Juana Rozas Enríquez el 50 % del mismo del bien inmueble ubicado en calle Fierro número 595,
distrito, provincia y departamento del Cusco. Acto que se encuentra inscrito en los registros
públicos desde el cinco de diciembre de dos mil, en el asiendo 28 en la Partida Nº 02017532, de la
Zona Registral Nº X sede Cusco, obrante a folio ciento treinta y dos. 3.6. De lo expuesto, se
desprende las siguientes conclusiones: Los demandantes, desde el once de junio de mil novecientos
ochenta y seis, son propietarios del 50 % del bien inmueble ubicado en calle Fierro número 595,
distrito, provincia y departamento del Cusco, como consecuencia de la venta (vía escritura pública
imperfecta) que realizó a su favor la hoy demandada María Lily Paliza Becerra, por derecho propio
y en representación de sus hermanos: Roberto, Gumersindo, Carmen Lovatón y Eduardo Paliza
Becerra. Derecho que les fue ratificado con el otorgamiento formal de la respectiva escritura
pública, vía mandato judicial (Expediente Nº 1600-85). La demandada, María Lily Paliza Becerra,
fue solamente propietaria del restante 50 % de los derechos y acciones del mismo bien inmueble
sublitis (vía proceso judicial de retracto, Expediente Nº 2004-86). Por lo tanto, solamente podía
disponer de este porcentaje. La aludida demandada, al transferir vía anticipo de legítima, con fecha
cuatro de febrero de mil novecientos noventa y ocho, el 50 % del bien sublitis a favor de Ever
Rafael Córdova Paliza, perdió el derecho de dominio sobre la totalidad del bien materia de litis. 3.7.
En consecuencia, tal como se ha concluido en la sentencia de vista impugnada, el acto jurídico de
compraventa, del uno de diciembre de dos mil, celebrada por María Lily Paliza Becerra a favor de
Juana Rozas Enríquez, sobre el 50 % del bien materia de litis, contiene una manifestación de
voluntad que no se dirige a la producción de efectos jurídicos que pueda recibir tutela jurídica, pues
la intención evidenciada por la demandada María Lily Paliza Becerra es contraria no solamente al
ordenamiento jurídico, sino también al orden público y a las buenas costumbres; ello en el
entendido que, la citada demandada, no podía disponer de un bien sobre el cual ya no ejercía
derecho de propiedad, al haber salido de su esfera patrimonial, obteniendo con ello un indebido
beneficio económico con la venta de un bien inmueble que ya no le correspondía. En base a dicho
razonamiento, el acto jurídico materia de nulidad al coincidir con un resultado jurídico no previsto
por el ordenamiento jurídico, el objeto de mismo deviene en imposible jurídicamente. Por tanto,
resulta adecuada la aplicación del inciso 3 del artículo 219 del Código Civil, efectuada por la Sala
Superior, que le han llevado a concluir que el acto jurídico materia del presente proceso deviene en
nulo. Asimismo, la actuación de la recurrente Juana Rozas Enríquez al momento de la celebración
del acto jurídico materia de nulidad, no se encontraba investida de la buena fe registral necesaria
para que le resulte aplicable el artículo 2014 del CC; toda vez que, desde el veintitrés de julio de
mil novecientos ochenta y cinco, se encontraba inscrita la medida cautelar de anotación de demanda
de otorgamiento de escritura pública, devenida del proceso interpuesto por Nazaria Illapuma
Quispe y Teófilo Ramos Puma en contra de María Lily Paliza Becerra en el Expediente Nº 1600-
85, tal como se advierte de la copia certificada del folio veintidós del tomo doscientos ocho de la
Partida Nº 02017532, de la Zona Registral Nº X sede Cusco, obrante a folios veintinueve. De tal
forma que, con dicha anotación de demanda, se aseguró la publicidad erga omnes del proceso
judicial de otorgamiento de escritura pública, a fin de que ante la eventualidad que la sentencia que
en ella recaiga, sea oponible a terceros adquirientes del bien litigioso, como lo es la recurrente
Juana Rozas Enríquez. Razón suficiente para que resulte adecuada la aplicación tanto del artículo
673 del CPC, como del artículo 2013 del CC, puesto que el contenido de dicha inscripción registral
se presume de conocimiento y produce todos sus efectos, que desvirtúan la buena fe de la
recurrente. 3.8. En tal sentido, este Supremo Tribunal considera adecuada la decisión adoptada por
el ad quem, lo que nos permite concluir que el recurso extraordinario de casación planteado por
Juana Rozas Enríquez debe ser declarado infundado.

IV. DECISIÓN

Estando a las consideraciones ex-puestas, esta Sala Suprema, en aplicación de lo señalado en el


artículo 396 del Código Procesal Civil: a) Declararon FUNDADO el recurso de casación
interpuesto por Ana Lilia Anaya Luza; en consecuencia NULA la sentencia de vista del veintiséis
de julio de dos mil doce, en el extremo que se resuelve: “(...) 3. De oficio declarar nulo el acto
jurídico de compraventa de derecho y acciones y escritura pública que lo contiene de fecha once de
junio de dos mil siete que corre a fojas novecientos veintiséis, otorgado por Juana Rozas Enríquez
del 50 % de derechos y acciones del inmueble número 595 de la Calle Fierro esquina con avenida
Arcopata a favor de Ana Lilia Anaza Luza, y nula la inscripción registral contenido en el asiento
número 32 de la Partida Nº 02017532, inscrito en fecha veintiuno de junio de dos mil siete (folio
937), disponiéndose su cancelación”. b) Declararon INFUNDADO el recurso de casación de fojas
mil ochocientos ochenta y tres, interpuesto por Juana Rozas Enríquez. c) DISPUSIERON la
publicación de la presente resolución en el diario oficial El Peruano, bajo responsabilidad y los
devolvieron; en los seguidos por Nazaria Illapuma Quispe y otro con María Lily Paliza Becerra y
otros, sobre nulidad de acto jurídico; intervino como ponente, la Juez Supremo señora Rodríguez
Chávez.

SS. ALMENARA BRYSON, TELLO GILARDI, ESTRELLA CAMA, RODRÍGUEZ CHÁVEZ,


CALDERÓN PUERTAS.
_______________________________________

NOTAS:

1 “Artículo 139, inciso 3, de la Constitución Política del Perú.- Son principios y derechos de la
función jurisdiccional:

(...)

3. La observancia del debido proceso y la tutela jurisdiccional (...)”.

2 “Artículo I del Título Preliminar del Código Procesal Civil.- Toda persona tiene derecho a la
tutela jurisdiccional efectiva para el ejercicio o defensa de sus derechos o intereses, con sujeción a
un debido proceso”.

3 “Artículo 97 del Código Procesal Civil.- Quien tenga con una de las partes una relación jurídica
sustancial, a la que no deban extenderse los efectos de la sentencia que resuelva las pretensiones
controvertidas en el proceso, pero que pueda ser afectada desfavorablemente si dicha parte es
vencida, puede intervenir en el proceso como coadyuvante de ella.

Esta intervención puede admitirse incluso durante el trámite en segunda instancia.

El coadyuvante puede realizar los actos procesales que no estén en oposición a la parte que ayuda y
no impliquen disposición del derecho discutido”.

4 “Artículo 220 del Código Civil.- La nulidad a que se refiere el artículo 219 puede ser alegada por
quienes tengan interés o por el Ministerio Público.

Puede ser declarada de oficio por el juez cuando resulte manifiesta.

No puede subsanarse por la confirmación”.

5 “Artículo 219, inciso 3 del Código Civil.- El acto jurídico es nulo:

(...)

3.- Cuando su objeto es física o jurídicamente imposible o cuando sea indeterminable.

(...)”.

6 “Artículo 923 del Código Civil.- La propiedad es el poder jurídico que permite usar, disfrutar,
disponer y reivindicar un bien. Debe ejercerse en armonía con el interés social y dentro de los
límites de la ley”.

7 “Artículo 2013 del Código Civil.- El contenido de la inscripción se presume cierto y produce
todos sus efectos, mientras no se rectifique o se declare judicialmente su invalidez”.
8 “Artículo 2014 del Código Civil.- El tercero que de buena fe adquiere a título oneroso algún
derecho de persona que en el registro aparece con facultades para otorgarlo, mantiene su
adquisición una vez inscrito su derecho, aunque después se anule, rescinda o resuelva el del
otorgante por virtud de causas que no consten en los registros públicos.

La buena fe del tercero se presume mientras no se pruebe que conocía la inexactitud del registro”.

9 “Artículo 673 del Código Procesal Civil.- Cuando la pretensión discutida en el proceso principal
está referida a derechos inscritos, la medida cautelar puede consistir en la anotación de la demanda
en el registro respectivo. Para su ejecución, el juez remitirá partes al registrador, los que incluirán
copia íntegra de la demanda, de la resolución que la admite y de la cautelar.

El registrador cumplirá la orden por su propio texto, siempre que la medida resulte compatible con
el derecho ya inscrito. La certificación registral de la inscripción se agrega al expediente.

La anotación de la demanda no impide la transferencia del bien ni las afectaciones posteriores, pero
otorga prevalencia a quien ha obtenido esta medida”.

10 “Artículo 140 del Código Civil.- El acto jurídico es la manifestación de voluntad destinada a
crear, regular, modificar o extinguir relaciones jurídicas.

Para su validez se requiere: (...)

3.- Fin lícito. (...)”.

Gaceta Jurídica- Servicio Integral de Información Jurídica


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